desarrollo sustentable(trabajo final)
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DESARROLLO SUSTENTABLE UNIDAD #4
“CALIDAD DE VIDA Y DESARROLLO SUSTENTABLE”
4, CALIDAD DE VIDA Y DESARROLLO SUSTENTABLE
El desarrollo científico tecnológico nos ha proporcionado múltiples beneficios en todos los
aspectos de la vida. Pero, muestra desafíos inevitables como también serias amenazas para la
propia sustentabilidad del desarrollo. Ya nada, ni nadie puede sentirse invulnerable. Las
empresas, las instituciones, los sistemas educacionales están asumiendo un sentido de
responsabilidad social para abordar el mundo de las personas como sostenedoras del
desarrollo. Una máquina, una organización podrá ser muy poderosa pero, ya es obvio que
dependerá de quién la conduzca.
Se abordan situaciones para que las personas no sólo vean que “la vida es cada vez más
compleja, más exigente, más complicada” sino por el mismo motivo también adquieran una
mayor comprensión de las luces y sombras de nuestras condicionantes de vida. Se debe
proporcionar a las personas “herramientas”, orientaciones teóricas y prácticasque les contribuirán a despejar sus caminos para una realización más armónica y con su entorno.
4.1, 4.1.1_ CALIDAD DE VIDA
La palabra calidad se deriva de cualidad que significa cada una de las circunstancias o
caracteres superiores y excelentes que distinguen a las personas y cosas.
Vida significa: “Fuerza interna substancial en virtud de la cual obra el ser que la posee.
Conducta o método de vivir con respecto a las acciones de los seres humanos”
La calidad de vida es un concepto que va más allá de lo físico pues implica valores y actitudes
mentales. La calidad de vida es un estado positivo desde todos los puntos de vista. Es estar en
la plenitud, es poder funcionar ciento por ciento.
o Físicamente, significa encontrarse en buenas condiciones, fuerte, resistente a las
enfermedades o poder sobreponerse rápidamente a ellas.
o Psíquicamente, es poder disfrutar, hacerse cargo de las responsabilidades, combatir la
tensión nerviosa y el estrés.
o Emocionalmente, es estar en paz. La persona que mantiene su calidad de vida es una
persona que se siente bien, vigorosa, entusiasmada, con la sonrisa propia del que se siente
bien en todas sus dimensiones.
Características distintivas del individuo autor realizado según Maslow:
1. Percepción más eficiente de la realidad y relaciones más cómodas con ella. Los sujetos
saludables aceptan y les gusta lo desconocido. Buscan la verdad no por una necesidad
catastrófica de certidumbre, seguridad, carácter definitivo y orden, y por eso, pueden encontrar
en la duda y la incertidumbre un reto agradablemente estimulante.
2. Aceptación (yo, otros, naturaleza). Se refiere a aquella aceptación completa de las funciones
corporales naturales, con una correspondiente falta de disgustos y aversiones.
3. Espontaneidad. la gente que se auto realiza es más espontánea e informal en su vida interior
que en su comportamiento externo. La convención no les impide hacer lo que consideran
importante, pero no convierten eso en un gran problema cuando se trata de costumbres o
regulaciones sin importancia.
4. Centralización de problemas. Los sujetos autorrealizados se preocupan más por cuestiones
filosóficas o éticas.
5. Privacidad. La persona autorealizada les gusta la soledad y la privacidad en un grado muy
superior que la gente común y corriente.
6. Autonomía; independencia de la cultura y del ambiente. La persona que se autorealiza
depende para su propio desarrollo de sus propios recursos; no encuentra sus principales
satisfacciones en el mundo o en la demás gente.
7. Frescura continua de apreciación. Los sujetos conservan su sensibilidad. Pueden responder
a manifestaciones frescas de belleza artística o natural.
8. La experiencia mística; el sentimiento oceánico. Es la sensación de horizontes ilimitados, de
gran éxtasis, de maravilla y temor, la pérdida de sitio en el tiempo y el espacio, finalmente con
la convicción de que algo extremadamente importante y valioso ha sucedido, de modo que el
sujeto queda transformado y fortalecido aun en su vida diaria con estas experiencias.
9. Sentido de solidaridad. Sugiere un sentido profundo de identificación, simpatía y afecto, a
pesar de ira ocasional, impaciencia o disgusto. Debido a esto tienen un auténtico deseo de
ayudar a la raza humana.
10. Relaciones interpersonales. Los sujetos que se autorealizan tienden a tener amistades
intensas y profundas y su elección de amigos se discrimina en favor de la gente como ellos.
Tienden a ser más amables y benevolentes con otros. Aman especialmente a los niños y
sienten compasión por toda la humanidad.
11. La estructura de carácter democrático. son sujetos que presentan una cierta humildad en el
aprendizaje. Están muy al tanto de lo poco que saben en comparación con lo que podría
saberse.
12. Discriminación entre medios y fines. Poseen normas moralmente definidas. Se comportan
como si fines y medios se pudieran distinguir y como si los primeros fueran mas importantes
que los segundos. También tienen la capacidad de tratar como fines en sí mismos algunas de
sus experiencias y actividades que gente mas normal consideraría como medios para sus fines
(por ejemplo, un viaje).
13. Sentido del humor filosófico, no hostil. Las personas no ríen hiriendo a otros, o por humor
de superioridad. Característicamente, lo que ellos consideran humor está más estrechamente
ligado a la filosofía que a cualquier otra cosa, sus chistes tienen una función más allá de hacer
reír. El hombre común considera estos chistes como sobrios y religiosos.
14. Creatividad. “Esta es una característica universal de todas las personas autorealizadas”, ya
que tienen una creatividad general similar a la que es natural en los niños. Ponen a todo lo que
hacen cierta actitud o espíritu.
15. Resistencia a la aculturación. Transmitir el grado relativo de aceptación y rechazo de los
valores culturales de la gente que se autorealiza.
16. Las imperfecciones de la gente que se autorealiza. Fallas humanas menores.
17. Valores y autorealización. Muchos conflictos morales desaparecen para la persona que se
autorealiza. Sus demás características le dan una firme base para un sistema natural de
valores.
4.1.2 ESTILOS DE VIDA Y CALIDAD DE VIDA
Estilo de vida.- Forma de vida que se basa en patrones de comportamiento identificables,
determinados por la interacción entre las características personales individuales, las
interacciones sociales y las condiciones de vida socioeconómicas y ambientales.
Incursionar en la temática de Estilos de Vida Saludables, no es posible hacerlo a través a un
listado de comportamientos individuales y colectivos que definen el que hacer o no hacer para
vivir más o menos años, independiente de como se viven. Es necesario en primera instancia,
adentrarnos en el concepto de Calidad de Vida y un poco más allá en este como componente
del desarrollo humano orientado hacia que hacer, individual y colectivamente, para la
satisfacción de las necesidades humanas.
CONCEPTO DEL DESARROLLO HUMANO
El desarrollo debe entenderse como un proceso de transformación que persigue el
mejoramiento de las condiciones de vida para lograr mejor calidad de vida y alcanzar mantener
la dignidad de la persona humana en la sociedad. Esta transformación exige la participación de
la población.
El desarrollo se inicia con la identificación de las necesidades humanas y su objetivo final será
humanizar y dignificar al ser humano a través de la satisfacción de sus necesidades de
expresión, creatividad, participación, igualdad de condiciones de convivencia, y
autodeterminación entre otras. En esta forma el desarrollo está íntimamente ligado con las
oportunidades de autorrealización de las personas como individuos o como grupos.
NECESIDADES HUMANAS FUNDAMENTALES
La persona es un ser de necesidades múltiples e interdependientes, que conforman un sistema
que se interrelaciona e interactúa, complementándose y compensándose simultáneamente
para lograr dinamismo en el proceso de satisfacción.
Las necesidades humanas universales, son iguales en todas las culturas y momentos
históricos, su variación la determina el mecanismo o medio utilizado para satisfacerlas.
La satisfacción de las necesidades humanas debe darse en tres contextos, también
interrelacionados:
- En relación con uno mismo.
- En relación con el grupo social.
- En relación con el medio ambiente.
ESTILOS DE VIDA
Desde una perspectiva integral, es necesario considerar los estilos de vida como parte de una
dimensión colectiva y social, que comprende tres aspectos interrelacionados:
* EL MATERIAL
*EL SOCIAL
* EL IDEOLÓGICO
En lo material, el estilo de vida se caracteriza por manifestaciones de la cultura material:
vivienda, alimentación, vestido.
En lo social, según las formas y estructuras organizativas: tipo de familia, grupos de
parentesco, redes sociales de apoyo y sistemas de soporte como las instituciones y
asociaciones.
En el plano ideológico, los estilos de vida se expresan a través de las ideas, valores y creencias
que determinan las respuestas o comportamientos a los distintos sucesos de la vida.
Los estilos de vida se han identificado principalmente con la salud en un plano biológico pero
no la salud como bienestar biopsicosocial espiritual y como componente de la calidad de vida.
En este sentido se definen como Estilos de Vida Saludables.
ESTILOS DE VIDA SALUDABLES
Definidos como los procesos sociales, las tradiciones, los hábitos, conductas y
comportamientos de los individuos y grupos de población que conllevan a la satisfacción de las
necesidades humanas para alcanzar el bienestar y la vida.
Algunos de los estilos de vida saludables podrían ser:
- Tener sentido de vida, objetivos de vida y plan de acción.
- Mantener la autoestima, el sentido de pertenencia y la identidad.
- Mantener la autodecisión, la autogestión y el deseo de aprender.
- Brindar afecto y mantener la integración social y familiar.
- Tener satisfacción con la vida.
- Promover la convivencia, solidaridad, tolerancia y negociación.
- Capacidad de autocuidado.
- Seguridad social en salud y control de factores de riesgo como obesidad, vida sedentaria,
tabaquismo, alcoholismo, abuso de medicamentos, estrés, y algunas patologías como
hipertensión y diabetes.
- Ocupación de tiempo libre y disfrute del ocio.
- Comunicación y participación a nivel familiar y social.
- Accesibilidad a programas de bienestar, salud, educación, culturales, recreativos, entre otros.
- Seguridad económica.
La estrategia para desarrollar estos estilos de vida saludables es en un solo término el
compromiso individual y social convencido de que sólo así se satisfacen necesidades
fundamentales, se mejora la calidad de vida y se alcanza el desarrollo humano en términos de
la dignidad de la persona.
En sociología, un estilo de vida es la manera en que vive una persona (o un grupo de
personas). Esto incluye:
* La forma de las relaciones personales
* Del consumo
* De la hospitalidad
* La forma de vestir.
Una forma de vida típicamente también refleja las actitudes, los valores o la visión del mundo
de un individuo.
Tener una “forma de vida específica” implica una opción consciente o inconsciente entre un
sistema de comportamientos y de algunos otros sistemas de comportamientos.
La primera vez que apareció el concepto de “estilo de vida” fue en 1939 (las generaciones
anteriores pudieron no haber necesitado este concepto porque no era significativo al ser las
sociedades relativamente homogéneas.
4.1.3 INDICADORES CALIDAD DE VIDA
Un indicador de calidad
Es una medida cuantitativa que refleja la cantidad de calidad que posee dicha actividad. Por
tanto, sirve no sólo para evaluar un determinado aspecto de la calidad del servicio, si no para
realizar un seguimiento de dicha medida a lo largo del tiempo y poder comparar la calidad
asistencial bien en un mismo centro en diferentes periodos de tiempo (obtención de datos
longitudinal), o entre diferentes centros de un mismo sector en el mismo periodo de tiempo
(obtención de datos transversal).
Más en concreto, se puede decir que la misión de la Calidad de Vida es medir: la seguridad en
la alimentación y en la salud, principalmente; la disponibilidad y el uso del agua, el sentimiento
de pertenencia a un grupo social; el deseo de poseer cosas materiales, es decir de propiedad;
el deseo de comunicación; el de educación; la necesidad de proteger y preservar el medio
Ambiente. Involucrando las áreas de nutrición, salud, educación, derechos humanos, seguridad
social, vivienda, seguridad laboral.
En opinión del autor Efraín de esta tesis, el concepto de calidad de vida se define como tanto
en función del acceso que tiene la persona a satisfactores materiales como son la alimentación,
salud, vivienda, acceso a agua potable, disfrute de energía eléctrica, como los culturales que
son el sentido de pertenencia a una comunidad o grupo social, lo que implica hábitos,
costumbres y prácticas de vida colectivas. Con ello, se quiere dejar claro que la calidad de vida
no sólo es una cuestión material, sino también cultural y de valores.
La calidad de vida es un proceso dinámico de una persona u hogar determinados, que cambia
constantemente y de forma casi imperceptible. Por lo anterior, se puede hablar de un “x” nivel
de calidad de vida en un momento o periodo determinado. Para eso, existen seis fuentes de
bienestar, o en su caso, de posible medición:
algunos indicadores son los siguientes
1.- El ingreso corriente.
2.- Los derechos de acceso a los servicios o bienes gubernamentales (gratuitos o de bajo
costo).
3.- La propiedad (que conforma el patrimonio básico).
4.- Los niveles educativos, las habilidades y las destrezas, entendidos como expresiones de la
capacidad de entender y hacer en el mundo social.
5.- El tiempo disponible para la educación formal o informal, la recreación, el descanso y las
tareas domésticas.
6.- La propiedad de activos no básicos como el caso del automóvil y la vivienda, y la capacidad
de endeudamiento del individuo y del hogar.
Por razones metodológicas, se utilizaron los indicadores más objetivos de los enunciados
arriba, pues son los que estadísticamente están más propensos a ser registrados y
posteriormente medidos, ya que se tomó al INEGI como principal institución proporcionadora
de datos estadísticos. Y estos son:
La población, vista como sociedad en general como beneficiarios o no de un trabajo y de su
respectiva remuneración; la salud, o la facilidad y pertinencia de acceder a servicios de
salubridad social, la educación, es decir, el grado de conocimientos formales adquiridos para
desempañarse profesionalmente y obtener un mejor recurso pecuniario, la vivienda y con ella
todos los bienes y servicios que son posibles acceder para vivir cómodamente, y finalmente, el
medio ambiente como expresión de la conciencia y atención o no, de los problemas de
contaminación y deterioro producto de la vida en sociedad.
INDICADORES
Ingreso.- Es un método indirecto de medición de la pobreza, que examina el potencial de
consumo de las familias a partir de su ingreso corriente. Este método se enmarca en el enfoque
bienestarista, que supone que con el ingreso percibido las familias adquieren una combinación
de bienes y servicios, que les permite maximizar su utilidad de acuerdo a sus preferencias.
Se considera como pobres a las familias que tienen un nivel de ingreso insuficiente para
satisfacer las necesidades básicas, los gastos básicos en alimentación y servicios mínimos.
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI).- Este enfoque es considerado como un método
directo de medición de pobreza. Identifica como pobres a todas aquellas personas cuyo
consumo efectivo de bienes no permite satisfacer alguna necesidad básica.
La medición de la pobreza a través de este método, requiere la elección de características de
los hogares que presenten alguna dimensión importante de privación, a partir de encuestas a
los hogares permite encontrar las características que se relacionan frecuentemente con la
pobreza en términos de ingreso, utilizada como aproximación a la probabilidad de existencia de
otros tipos de privación.
Dependiendo de la situación de cada país, se evalúa el mejor indicador. Sin embargo, existen
carencias que se han constituido en el común denominador de este método; ellas son: a)
hacinamiento; b) vivienda inadecuada; c) abastecimiento inadecuado de agua; d) carencia o
inconveniencias de servicios sanitarios para el desecho de excretas; e) inasistencia a escuelas
primarias de los menores de edad escolar; y, f) un indicador indirecto de capacidad económica.
Los indicadores de Calidad de Vida deben basarse en las mediciones universales existentes,
esto con el fin de comparar los niveles de bienestar entre países. Sin embargo, deben
complementarse con indicadores propios, evaluando los aspectos que hacen única la realidad
de una nación.
4.2 INDICES DE CALIDAD VIDA
La calidad de vida se define en términos generales como el bienestar, felicidad y satisfacción
de un individuo, que le otorga a éste cierta capacidad de actuación, funcionamiento o
sensación positiva de su vida. Su realización es muy subjetiva, ya que se ve directamente
influida por la personalidad y el entorno en el que vive y se desarrolla el individuo.
IDH (Índice de Desarrollo Humano) Indicador establecido por las Naciones Unidas para medir
el grado de desarrollo de los países a través del Programa de las Naciones
4.2.1 INDICES CALIDAD AMBIENTAL
Índices de calidad
Permiten asignar un valor a la calidad utilizando un número limitado de parámetros. Tienen la
ventaja de ser fáciles de usar y proporcionan una idea rápida e intuitiva de la calidad, pero son
arbitrarios y pueden inducir a error debido a su reduccionismo. Si se utilizan otros índices
complementarios se tiene una idea más adecuada y completa de la calidad.
Índices de Calidad ambiental
Un Indicador es una representación numérica que sintetiza información en un período de
tiempo. Los indicadores ambientales son formas directas o indirectas de medir la calidad del
ambiente, pueden ser utilizados para determinar la situación actual y las tendencias en la
capacidad del ambiente para sustentar la salud ecológica y humana.
Para determinar la calidad ambiental del medio ambiente, sus características pertinentes y
significativas deben ser medibles y cuantificables a través
de indicadores e índices ambientales que permitan una gestión eficiente.
• Indicadores Ambientales
Los tomadores de decisiones requieren de información oportuna, precisa y fiable acerca del
medio ambiente y el desarrollo sustentable. Los indicadores poseen el potencial de constituir
importantes herramientas en la comunicación de la información científica y técnica. Asimismo,
pueden facilitar el acceso a dicha información a los diferentes grupos de usuarios, y así
transformar la información en acción.
Los indicadores ambientales proporcionan información oportuna, precisa y fiable acerca del
ambiente y el desarrollo sustentable a la hora de tomar decisiones. Estos poseen el potencial
de constituir importantes herramientas sustentadas científica y técnicamente. Además, facilitan
el acceso a dicha información a los diferentes grupos de usuarios, permitiendo transformar la
información en acción (CIAT – Banco Mundial – PNUMA, citado en Autoridad Nacional del
Ambiente, 2000).
La importancia del desarrollo de indicadores radica en tres objetivos ambientales
fundamentales que permiten alcanzar el desarrollo sustentable:
* Proteger la salud humana y el bienestar general de la población
* Garantizar el aprovechamiento sustentable de los recursos
* Conservar la integridad de los ecosistemas
La metodología PER (Presión – Estado – Respuesta) identifica tres tipos de indicadores
ambientales:
*Indicadores de presiones ambientales causadas por el hombre.
* Indicadores de las condiciones o calidad del ambiente y los recursos naturales.
* Indicadores de las respuestas de la sociedad a las presiones sobre el ambiente.
4.2.2 INDICES DE CALIDAD DE VIDA
Acercarnos a la comprensión conceptual de calidad de vida requiere entender que
“1. El término “vida” se refiere única y exclusivamente a la vida humana en su versión no tanto
local como comunitaria y social. Interesa fundamentalmente la calidad de vida de amplios
agregados sociales.
2. Así mismo el término “vida” requiere hacer referencia a una forma de existencia superior a la
meramente física que incluiría al ámbito de relaciones sociales del individuo, sus posibilidades
de acceso a los bienes culturales, su entorno ecológico-ambiental, los riesgos a que se
encuentra sometida su salud física y psíquica, etc.”[10]
Se asiste entonces a una idea más societal que singular e impersonal, excluyéndose el
marcado individualismo que matiza al sujeto de la sociedad de consumo. Prima el ethos
colectivo sobre el individual. Desde esta arista, el hombre se reafirma
como un complejo bagaje de cosmovisiones y representaciones colectivas, interactuante tanto
con sus congéneres, como con el entorno natural y construido. De ésta interrelación se abona
el terreno para que la teoría de los sistemas proporcione los fundamentos de la ecosistemica,
paradigma interpretativo nieto de la teoría de la complejidad.
De otro lado, la medición y valoración de la calidad de vida está regida, en gran medida, por
apreciaciones subjetivas e ideológicas correspondientes al particular contexto donde se
desenvuelven las colectividades. Así, pues, para medir un determinado tipo de calidad de vida
es necesario contar con otros referentes que nos sirvan de contraste. Es preciso diferenciar los
diversos modos de vida, aspiraciones e ideales, éticas e idiosincrasias de los conjuntos
sociales, para distinguir los diferentes eslabones y magnitudes, pudiendo así dimensionar mejor
las respectivas variaciones entre unos y otros sectores de la población. Explicado de otra
manera, es presuntuoso aspirar a unificar un único criterio de calidad de vida. Los valores,
apetencias e idearios varían notoriamente en el tiempo y al interior de las esferas y estratos
que conforman las estructuras sociales.[11] La calidad de vida (el bienestar) es un construido
histórico y cultural de valores sujeto a las variables de tiempo, espacio e imaginarios, con los
singulares grados y alcances de desarrollo de cada época y sociedad.
“Podría sostenerse que el concepto calidad de vida es subjetivo y que a través de todo el
mundo la calidad de vida varía en el espacio y en el tiempo. Pero, a nuestro juicio, ese es
precisamente el punto central: según la situación, el conjunto de las variables ambientales más
pertinentes puede y debe ser diferente en diversas situaciones. Lo que en un medio ambiente
es bueno o malo, dentro de ciertos limites extremos inferiores y superiores, puede cambiar
mucho según las distintas situaciones y, salvo en el caso de variables como las que influyen en
la salud humana (que es un componente de la calidad de la vida), a menudo resulta muy difícil
ordenar la calidad del medio ambiente sobre una base universal.
A la hora de acercarnos al examen de la calidad de vida es necesario discriminar lo que en
economía se denomina Nivel de Vida. Al interior de la brecha social existente en contextos
urbanos, cada nivel de vida puede especializares y diferenciarse de modo relativamente
sencillo. En un sector marginal de la ciudad las personas canalizaran sus propósitos para
contar con un cubrimiento aceptable de servicios públicos, acceso a dotaciones hospitalarias y
educativas. Ciertamente, ello brindaría un relativo grado de conformidad, mejorando, por ende,
la calidad de vida. Por su lado, las clases pudientes, después de contar con la garantía de
satisfacer sus necesidades y demandas básicas, y de gozar de un buen nivel de vida,
reproducen nuevos ideales de manera tal que, hipotéticamente, puede tenerse un grado medio
de conformidad; otro paralelo puede establecerse a fin de comparar dinámicas y lógicas
urbanas y rurales entre sí.
Estamos frente al meollo simbólico y figurado de detentar algunos bienes y servicios que
proporcionan status, que se asumen como indicadores positivos en cuanto calidad de vida. No
obstante, tener lo que popularmente se conoce como lujo y abundancia, no necesariamente es
contar con lo óptimo en referencia a la calidad en el vivir. “El otro sagaz recurso es la idolatría
de lo efímero, de la moda, de lo que tiene que caer en rápido descrédito para dejar paso a algo
distinto, aunque sea igualmente antiestético y poco más o menos duradero que lo suplantado.
No todo modelo establecido de buen nivel de vida lleva tácitamente intrínseco la calidad de vida
en su correcto sentido. Tomemos, por ejemplo, el prototipo de buen nivel de vida que conlleva
el hecho de poseer un automóvil. Es una idea, casi un dictamen cultural, que gozar de vehículo
es distintivo de bienestar, poder, importancia y comodidad; modelo foráneo correspondiente a
la cultura del consumo (“soberanía del consumidor”) de los países industrializados; “… es
probable que la América Latina en su conjunto en los últimos veinte o treinta años haya estado
adquiriendo un estilo de vida en que el automóvil constituye para algunos la piedra angular de
la existencia y para otros una aspiración que debe cumplirse aunque signifique un alto costo
personal. En los primeros años de posguerra, el cine y luego la televisión probablemente
tuvieron un fuerte efecto sobre muchos latinoamericanos para conformar su visión del estilo de
vida que preferían. Muchos de los programas transmitidos por esos medios de comunicación
fueron preparados en los Estados Unidos de Norteamérica. Con ellos se importó, en un grado
discutible, un estilo de vida que se centra en torno del automóvil privado.
Pero, sustancialmente, ¿puede sostenerse que el coche mejora la calidad de vida? Sin lugar a
dudas, colocados en su óptica más global y compleja, y de acuerdo a la precisión retomada
(cita 10), no. Circunstancias como la contaminación atmosférica (compuesta por polución
acústica, gases y partículas en suspensión), la saturación del flujo vehicular, el derroche de
agua empleada en su limpieza, sus componentes y repuestos no biodegradables, hacen que se
desmejore la calidad de vida en las ciudades.
“El crecimiento del acervo de automóviles en la América Latina ha tenido un efecto profundo
sobre aspectos tan diversos de la vida de la población como la forma de las ciudades que
habita, la calidad del aire que respira, la naturaleza de la ocupación en que se gana la vida y
los lugares en que pasa sus vacaciones. El efecto del automóvil lo han sentido tanto quienes lo
tienen como quienes no lo poseen, y si pudiera aventurarse una burda generalización al
respecto cabría afirmar que todo el mundo siente los efectos del automóvil, pero solo quienes lo
poseen gozan los beneficios derivados de su utilización. Como en la América Latina
contemporánea hay una alta correlación, salvo contadas excepciones, entre la posesión de un
automóvil y lo que podría describirse como el estrato privilegiado de una estructura social muy
diferenciada, podría deducirse que el vehículo ha tenido un efecto favorable sobre quienes ya
estaban en buena situación y que ha perjudicado a todos los demás. Probablemente, los
primeros no han sido obligados a compensar adecuadamente a los últimos.”[15]
La proporción de ello se revela en lo referente a las emisiones atmosféricas resultantes de la
carburación de combustibles fósiles. El parque automotor es el responsable de la
contaminación atmosférica en un 70% aproximadamente. Y en este orden de ideas “se estima
que la contaminación del aire urbano es causa de 24.300 muertes al año en América Latina, de
la perdida de 65 millones de jornadas laborales y de la tos crónica que sufren más de 2
millones de niños.”[16] “Como además sabemos que más de un tercio de lo que ganamos es
succionado por los pagos a plazos del automóvil, la energía que consume, los impuestos que
devenga, las multas y las reparaciones.”
Lejos estamos de lo óptimo refiriéndonos a la calidad de vida con los insostenibles referentes
de consumo que poseemos. Existen dificultades para hallar el punto de equilibrio cuando
hablemos de calidad de vida en relación con la satisfacción de necesidades, la perpetuación de
los recursos naturales y la salud colectiva. De alguna manera, en el marco de la cultura de
masas, la insatisfacción puede crecer cuando de más bienestar se disponga. Una de las
grandes paradojas de nuestro tiempo resulta del disfrute de bienestar material sin ausentar el
malestar existencial; situación familiar a todos en algún momento de la vida. En consecuencia,
“esto supone desde el punto de vista de las necesidades y de su satisfacción que consumir se
convierte en una experiencia de “insatisfacción permanente”, puesto que el consumidor
depende de modelos y ritmos externos que escapan a su propia soberanía. Lo que hoy se
consume de forma deseable, mañana deja de serlo aunque el servicio del producto sea el
mismo y también el consumidor. Así se formaliza un “consumismo” cuyo rasgo definidor es el
de incorporar al consumidor a una espiral sin fin donde ve constantemente relanzada su
demanda.”
4. SOBRE LA CALIDAD DE VIDA EN MATERIA AMBIENTAL
La denominada economía verde sugiere superar el poder adquisitivo líquido como expresión de
un bienestar opulento u ostentoso, abriendo así su concepción a todos aquellos bienes no
cosificados que no se compran pero que también tienen un valor: el paisaje, el sentido de
pertenencia, el aire puro, la ausencia de ruido o contaminación en general. Propone contemplar
los componentes, tangibles e intangibles, que estructurarían orgánicamente una aproximación
a lo que és el bienestar bien entendido. Dicha apreciación no discrimina distinción alguna entre
los vocablos nivel de vida y lo que debería entenderse como calidad de vida, puesto que los
afilia como equivalentes entre sí, y, mancomunadamente, los exhibe como ideal de una especie
de bienestar sostenible.
En la economía ambiental y de los recursos naturales, de clara tradición anglosajona, la
conjunción conceptual entre nivel y calidad de vida (ideal alcanzable) conforman en sumatoria
el “estándar de vida”, cuyos principales indicadores serian los ingresos económicos y su
destinación en gasto, siempre y cuando se entienda en la lógica racional e instrumental del
análisis costo-beneficio, lo cual conduciría a optimizar las inversiones y los flujos de energía pro
eficiencia de procesos de diversa índole. “La mejoría y la racionalización de la eficiencia
económica y social, por su parte, estaría dirigida hacia un mayor rendimiento de las actividades
productivas, en cuanto ello se relaciona con los desafíos y objetivos ambientales. Se buscarían
resultados tales como los siguientes: disminuir el empleo superfluo de energía y materia prima
en la producción de bienes y servicios necesarios; reducir y desalentar la producción y el
consumo de bienes y servicios superfluos y suntuarios; lograr la máxima calidad posible de los
bienes y servicios producidos y su proceso de mantenimiento a fin de asegurar su durabilidad,
y por tanto el ahorro de materias primas y energía en su frecuente o prematuro remplazo, y
reciclar los desechos de la producción, el consumo, el transporte y la comercialización, así
como lograr el uso múltiple de los recursos incorporados a fin de abaratar los costos de
producción y hacer posible la satisfacción de las necesidades básicas…”.[20]
Tras esta correlación de elementos, dicha escuela económica sugiere restablecer el menguado
nexo de lo antrópico con lo biofísico y ecológico. Se estrecha aun más la relación entre calidad
de vida como consecuencia de la calidad ambiental, y viceversa, cuya consonancia mutua
arroja el ya mencionado “estándar de vida” como referente para deducir el grado real de
desarrollo sustentable. “En el proceso de mejoramiento de la calidad de vida, deben buscarse
mecanismos que permitan valorar los recursos naturales renovables en la magnitud del
beneficio que de ellos se deriva para la especie. Cualquier tergiversación significa a la larga
una reducción de la calidad de vida.”[21] Un esbozo preliminar puede deducirse de la
formulación.
BIENESTAR ECONOMICO NETO = Producto Nacional Bruto – Costes Sociales – Costes
Ambientales
Reestructurando el tratamiento a la calidad de vida, es importante contemplar aspectos tales
como condiciones de vida deseables, posibilidades de su óptima evolución, grado de
satisfacción alcanzado, cuya sumatoria descansaría en la bitácora de la sustentabilidad. En
éste instante se fusionan dos direcciones de un mismo aspecto que parecían tomar rumbos
desiguales. Se persigue compensar necesidades y elevar el nivel de vida pero alterando lo
menos posible el medio ambiente. No obstante, en lo fáctico, ha de considerarse ilusa la
aspiración de quienes procuran tener modos de vida en una supuesta sincronía total y absoluta
con el derredor. No hay que revisar demasiada información sobre el tema para concluir que por
cuidadosos que se intente ser en procesos de producción, establecimiento de asentamientos,
modos de consumo, y el sin fin de circunstancias asociadas a lo que és vivir en una sociedad,
con tal flujo de bienes y servicios, el entorno es objeto de serias modificaciones. Es acorde
delinear patrones de vida en los que los medios y formas de producción y consumo tengan su
obvia repercusión en el entorno, procurando que sean mínimas, e intentando, sobre todo, que
éste conserve en el tiempo la capacidad de restaurarse de la incidencia de factores antrópicos
y también naturales (resilencia).
No pueden producirse bienes y servicios sin agotar recursos, alterar el medio y contaminar,
tanto en el proceso de producción como en el de consumo (desechos). El gran cuestionamiento
gira en dirección de cómo vivir en ciudades hacinadas, no planificadas cabalmente, con agua y
aire contaminados, congestionamientos en la circulación y modelos de vida consumistas.
Aspirar a la calidad de vida, y al bienestar sostenible, interpone la racionalización del consumo,
lo cual conduce a replantear el desarrollo en términos de calidad y cualidad, no de cantidad.
Debemos ser realistas, mientras más se habla de calidad de vida, nuestra realidad inmediata y
las proyecciones futuras, señalan tendencias adversas.
“La racionalización y la humanización del consumo apuntarían hacia la satisfacción de las
necesidades básicas biológicas y culturales de todos los sectores sociales en cuanto se
relaciona con los desafíos y objetivos ambientales y, por tanto, los ajustes deberían
encaminarse principalmente a proteger y estimular la producción de los bienes y servicios
destinados esencialmente a la satisfacción de necesidades reales y aspiraciones razonables.
Esto significa la eliminación o el desestimulo, en la medida de lo posible de bienes superfluos y
suntuarios; asimismo, a garantizar la buena calidad de los productos, su duración y sus
posibilidades de mantenimiento y reparación; a evitar o desestimular los cambios periódicos de
modelos originados en practicas compulsorias de mercado, que con pretexto de la innovación
sólo persiguen estimular tendencias consumistas y maximizar el lucro de productores y
comerciantes. El fenómeno se presenta mas fuertemente en el caso de los bienes de uso
domestico y en transporte automotor individual; en igual forma, a proscribir la producción y el
consumo de productos, que debido a su efecto ambiental afectan la salud de la población o la
calidad del ambiente, y a desestimular el consumo de bienes y servicios que entrañan alto
consumo de energía o de recursos naturales escasos o considerados de alto valor estratégico
para la preservación del ambiente.”
Conceptualmente se superó (más no en la práctica) la noción simplista de bienestar como
posibilidad de consumo y robusta comodidad. Su comprensión incorpora, en teoría, deberes
sociales ajustados a esas éticas prolíficas a fin de milenio: moderar el consumo, el reciclaje
como cultura: el consumidor ecológico o concienciado. Por su lado, los medios y formas de
producción, en cuanto proceso de transformación, han de adecuar e implementar tecnologías
limpias. El mercado debe ser elástico, operante y retributivo con relación a productos
certificados con etiquetas verdes, los cuales, en la dinámica de la oferta y la demanda, deben
escalonarse con precios competitivos: green marketing. El sector privado está en mora de
asumir responsabilidades, por ejemplo, en la asignación proporcional de una fracción de la
plusvalía a programas contingentes al medio ambiente o la salud pública. El sector público
debe aplicar políticas eficientes, comenzando por las restrictivas. La conjunción de todo ello se
circunscribe en el portafolio transnacional de medidas encaminadas al desarrollo sostenible en
su amplia acepción, lo cual apenas germina en el horizonte de aquellas imperiosas utopías de
la civilización.
5. CALIDAD DE VIDA: multiplicidad de miradas en el nuevo milenio
La calidad de vida es un elemento mediador en todo lo competente a lo ambiental y el
desarrollo. En países con crecientes marginalidades a todo nivel, alcanzar el bienestar en su
óptimo sentido no es simple. Es pertinente unificar criterios para medir los avances al respecto.
En esta línea de trabajo, desde 1990 el Informe de Desarrollo Humano del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) emite diagnósticos anuales para 160 países con la
pretensión de diseñar prognosis acordes al denominado Desarrollo Humano Sostenible (DHS),
el cual se cuantifica a través del Índice de Desarrollo Humano (IDH). Estos informes son el
resultado de la yuxtaposición de una gama de variables con un espectro relativamente amplio
de respectivos indicadores. Allí logra recogerse un conjunto homogéneo de lo requerido para
medir calidades de vida, el cual fue acogido en consenso por el Banco Mundial (BM) y el Fondo
Monetario Internacional (FMI). No obstante, dicho informe no parte de una revisión crítica a las
desventajas de colocar datos que descansan tras el único fuero de lo cuantitativo, pues arroja
rangos y escalafones de países que sí llegasen a completarse con peculiaridades propias
trastornaría notoriamente ese orden anunciado, ya que, por ejemplo, se desconoce la
incidencia y real envergadura de los conflictos armados en las formas de vida, desplazamiento
y segmentación del tejido social, y en consecuencia, de la calidad del vivir.
Sin embargo, no puede desconocerse las fortalezas teóricas y conceptuales del Índice de
Desarrollo Humano (IDH), dado que es un punto de vista alternativo que replantea los estilos
de progreso y la forma convencional de medirlo. Se trasciende la valoración ortodoxa de
desarrollo como crecimiento (acumulación), industrialización, auge de mercados y, en general,
avances macroeconómicos. Las gentes no son entidades anónimas y abstractas para que sean
ignoradas en su sentir y percepción subjetiva e intersubjetiva de bienestar. “Los índices de
calidad de vida o del desarrollo humano que están siendo diseñadas por las Naciones Unidas y
algunas universidades y gobiernos, esperan integrar diferentes variables que han sido
identificadas como objetivos posibles de la humanidad. Algunas de las variables recientemente
agregadas tratan de involucrar lo que los cinco sentidos le dan al bienestar humano: visión,
gusto, tacto, olor, sonidos; otros incluyen visiones platónicas de la felicidad como la belleza,
justicia y verdad. De esta forma la ética, el poder, el conocimiento y el placer están
reemplazando el PIB. Tratando de cuantificar la calidad algunas instituciones han diseñado
índices de calidad de vida conectados a anteriores índices que están siendo medidos. (…)
Conceptos de sociología, sicología, y antropología han sido usados para construir índices
utilizables en los cuales las variables están agrupadas como en el ejemplo de Flanagan, en el
cual las categorías son: comodidad material, recreación activa, experiencia laboral agradable,
seguridad personal y de salud, aprendizaje, adquisición de conocimientos, relaciones de pareja,
socialización y expresión personal.”
Los indicadores oficiales de progreso y calidad de vida deben ser complementados con otros
que evidencien la real trascendencia de las políticas públicas y de desarrollo. Usualmente se
aplaude victoriosamente los progresos cuando los gobiernos exponen cifras positivas de
incrementos exponenciales, de las cuales infieren beneficios extensibles a todo un país. Sin
embargo, es escaso que se equiparen los avances macroeconómicos con asuntos como la
distribución del ingreso y la riqueza, o la posesión y grado de concentración de la propiedad del
suelo. Un cuestionamiento concienzudo de ello conlleva a conjeturas y dilemas éticos y
morales que confrontan las economías y los ordenes establecidos. Replantear la calidad y las
formas de vida es revaluar también el modelo de sociedad. Por su parte, la economía no es
ajena a la lupa de las eticidades y la moral política y civil como garantes de la equidad: principio
supremo en que se sustenta la calidad de vida como vida digna, apelando, en esencia, a la
justicia social como valor sublime.
“Si se interpretan los objetivos globales de desarrollo nacional en términos tradicionales (tasas
de crecimiento, tasas de ocupación, tendencias de distribución del ingreso, etcétera) es
evidente que el status constituye el factor orientador por excelencia para la planificación
intrarreginal. Si en cambio se piensa en términos de calidad de vida y se los ubica en el
contexto de la búsqueda de estilos de desarrollo, la posición relativa entre status e imagen-
objetivo se invierte; ello por cuanto las formas especificas que adoptará cualquier reformulación
de estilos de desarrollo, la dependencia de estas respecto de la situación ambiental que
enfrentan la comunidad regional y las comunidades locales, y la influencia decisiva que ello
tiene sobre la calidad de vida, son cuestiones que brindan a la percepción comunitaria del
medio y, por consiguiente, a la imagen-objetivo prevaleciente de la comunidad, un papel
altamente pertinente en la gestión y evaluación del desarrollo.”[26]
Repensar la calidad de vida es reorientar en direcciones de avanzada más integrales los
ideales de desarrollo y progreso, así como rediseñar los modos de evaluarlos. Al respecto ha
contado con acogida en diferentes círculos la propuesta del chileno Manfred Max–Neff, quien
en los ochenta postuló el Desarrollo a Escala Humana con el concierto de posiciones éticas,
estéticas, culturales, pacifistas y cívicas. “Tal desarrollo se concentra y sustenta en la
satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, en la generación de niveles
crecientes de auto dependencia y en la articulación orgánica de los seres humanos con la
naturaleza y la tecnología, de los procesos globales con los comportamientos locales, de lo
personal con lo social, de la planificación con la autonomía y de la Sociedad Civil con el Estado.
Desde ello “…es igualmente claro que algunos estilos de desarrollo, producción y consumo son
intrínsecamente incompatibles con la preservación de la calidad ambiental e incluso de la
calidad de la vida. La meta final del desarrollo socioeconómico es, o debería ser, el
mejoramiento sostenido de la calidad de la vida de los seres humanos. El proceso de desarrollo
entraña utilizar, modificar y recrear el medio ambiente humano. Al mismo tiempo, la calidad de
este último es un componente fundamental de la calidad de la vida y, por lo tanto, resulta
necesario y apremiante explorar marcos conceptuales que hagan hincapié en la plena
integridad del desarrollo y el medio ambiente socioeconómicos, ya que estos serían aspectos
complementarios del mismo proceso. Estos marcos conceptuales deberían permitir examinar
una gama lo mas amplia posible de formas y caminos de desarrollo alternativos y, más
importante que las opciones de aplicación, hay que recalcar que la generación de objetivos o
metas, distintos de los tradicionales, constituyen un proceso fundamental.
Debe contemplarse la combinación, perspectiva sistémica, de los componentes sociales,
económicos, médicos, psicológicos, ecológicos, culturales, políticos, ontológicos y axiológicos,
en su multivariada y compleja composición. Buscar la calidad humana es romper con añejos
puntos de vista parciales y reducidos. “Esto ha implicado tomar en cuenta no solo la
satisfacción cuantitativa de una necesidad especifica, sino también su mejoría cualitativa.”[29]
Ilustremos dos ejemplos:
a) El hecho de comer no necesariamente denota buena alimentación; si las cifras señalan un
bajo promedio de desnutrición infantil, es conveniente revisar el grado de malnutrición, la cual
casi siempre supera ostensiblemente la primera. “Entre los componentes fundamentales de la
salud se encuentra la nutrición adecuada, que a su vez constituye la base del crecimiento y
desarrollo humanos. Por el contrario, la nutrición deficiente o inadecuada puede contribuir a un
gran número de problemas de salud, alterando funciones que regulan una vida normal y
saludable. Teniendo en cuenta lo anterior, se concluye que la disponibilidad, distribución y
consumo de alimento son variables esenciales que relacionan la salud (en el más amplio
sentido), la nutrición y la productividad económica con el proceso de desarrollo
socioeconómico. Como era de esperar, dadas las desigualdades según clase social e ingreso
ya demostradas en las áreas de mortalidad y morbilidad, existen grandes diferencias en los
patrones de consumo alimentario entre los diferentes sectores poblacionales de los países
latinoamericanos. De la misma manera que las cifras nacionales medias de mortalidad no
captan las desigualdades existentes, los datos sobre disponibilidad y consumo de alimentos por
individuo encierran grandes diferencias en cuanto al consumo de nutrientes y los factores
causales de la desnutrición entre los diferentes grupos sociales.
b) Contar con techo no representa necesariamente buen nivel respecto a vivienda, es preciso
detallar los materiales empleados en la construcción, como la vulnerabilidad del terreno donde
se edifica; así mismo el promedio de individuos por vivienda. “El hacinamiento es un reflejo de
la escasez de viviendas y de la falta de espacio para alojar a la totalidad de los miembros de
cada una de las respectivas familias. El hacinamiento se manifiesta también en la elevada
densidad de población de esos asentamientos precarios, tal como lo ponen en evidencia el
número de habitantes y de metros cuadrados construidos por hectárea.”[31] “Pero al mismo
tiempo que en las ciudades del mundo hay millones de apartamentos vacíos, la mayoría de los
nuevos urbanistas se apiñan en una periferia donde hablar de calidad de vida es puro
sarcasmo. Y allí todos aspiran legítimamente a una vivienda digna, sólo que hacerlo puede ser
la mayor de las trampas. Hoy, a escala planetaria, supera la mitad de la vida laboral de las
clases trabajadoras lo que se debe invertir para alcanzar esa convencional meta.
La relación calidad de vida-calidad ambiental se encuentra mediada por un nexo directamente
proporcional. Por su lado, se ha ampliado el rango de aprehensión de lo ambiental, desde su
concepción básica como naturaleza. Ambiente son todos los componentes del entorno. Son
también las correlaciones y representaciones simbólicas que tiene el sujeto de su espacio
inmediato, en el cual se desenvuelve como ser social. “El hábitat humano, además, no es sólo
ni simplemente un mundo de objetos, sino también, y muy principalmente, un mundo de valores
y de símbolos, que son, según quiero ver yo este tema, parte esencial del medio ambiente
humano. Parece necesario, pues, adoptar una perspectiva holística que contemple al hombre y
su medio como en una mutua interacción y entrecruzamiento, de manera que los hechos y las
acciones que tienen lugar en la escala más reducida de la vida cotidiana, en la que el individuo
tiene que ser y “hacerse” como persona moral, puedan verse de algún modo vinculados a (o
insertos en) una dimensión planetaria, tan alejada en apariencia de sus diarias preocupaciones,
pero tan decisiva en cuanto a las posibilidades reales de sus opciones y decisiones.
La calidad de vida no puede contrastarse con nada que se llame cantidad de vida. Todas las
consideraciones expuestas redundan en la aspiración de una sociedad equitativamente bien
ordenada al interior de sí misma y con el contexto geográfico en el cual persiste. Realidad
distante, utópica y ajena a la realidad de las megalópolis de hoy día, con sus respectivas
huellas ecológicas que se prolongan más allá de la frontera de lo construido y de lo que
concierne a lo meramente urbano. “La ciudad es hoy el escenario de casi todo, pero sobre todo
del consumo. El cambio de tendencia en la distribución sobre el territorio de las poblaciones
tiene consecuencias de primer orden para el derredor y para quienes en él viven, así como
para los masificados. Prácticamente todo lo que de destructivista sucede fuera de los limites de
lo estrictamente ciudadano resulta aceptable por que implica más espacio, recursos y energía
para la urbe, y además desde ésta ya no se percibe directamente. Como toda ciudad es centro
de poder, y la cultura y el mundo rural olvidables, poco extraña que poco o nada se enfrente el
acaparamiento.
Una y tantas formas de calidad de vida y bienestar abarca todas y cada una de las decisiones
diarias, de nuestras emociones respecto a ciertas situaciones, del ideal de futuro, de la
alimentación y del normal transcurrir de la existencia de las personas, la cual responde a un
especifico momento de la civilización. Rodríguez Villazante esboza la experiencia del hombre
cosmopolita: “La mayoría de nosotros, en el mejor de los casos, aumentamos en un nivel de
vida (tenemos más cosas), pero retrocedemos en la calidad de vida, pues lo mejor, lo más
adecuado a cada situación concreta, hecho a propósito, sólo se reserva para algunos
privilegiados. La calidad del hábitat, de la alimentación, de la salud, de la educación, etc., no es
tener más coches para meterse en atascos de trafico, ni consumir más fármacos por que hay
nuevas dolencias, ni consumir más carne sin saber de qué se alimentaron esos animales, ni
tener muchos electrodomésticos sin tener tiempo para oír música, ni tener muchos títulos sin
saber qué nos está pasando. Además, otra gran parte de la población ni siquiera tiene acceso a
muchos de estos bienes materiales de dudosa calidad. Mientras, se están perdiendo recursos
naturales y sociales de cada lugar que permitirían otras formas de vida.
** Nuevos rumbos
En los últimos años la noción calidad de vida ha sido enriquecida con contenidos algo
novedosos. De cierta manera es el acercamiento más pragmático y cotidiano que podamos
tener con un imaginario que ha transitado a vertientes bien interesantes para pensar. A
continuación se enumeraran algunos rumbos, los cuales son origen de otros tantos que
servirán para tipificar acepciones de calidad de vida, los cuales, lógicamente, no agotan otras
tantas alternativas de estudio y crítica.
1) El concepto de calidad de vida asiste una apreciación más amplia y holística, corriéndose el
riesgo que vago se volviera la manera de entenderlo en algunas circunstancias fácticas.
Probablemente puede trascender a dimensiones no humanas, dado que como se explicó en un
principio, dicho término se ciñe básicamente a lo competente al hombre. En caso tal de que el
humano derecho a la vida trascienda próximamente a las especies animales, como sujetos de
derechos morales y consideraciones que revestirían a todo lo vivo en cuanto tal condición
(discusión entre la filosofía del derecho y la ética ambiental), no es raro que ecologistas tomen
la pancarta de defender la calidad de vida de los animales, por ejemplo, de un circo, por cuanto
no estarían en sus óptimas condiciones por obvias razones: carecen de lo mínimo en relación
con su hábitat, soportan maltratos, son objeto de la postura utilitarista del hombre, y, como
seres vivos, son un medio, no un fin en sí mismos, secularizándose su lugar como organismos
integrantes del sostén de la biota. Desde luego, se generarían diversas interpretaciones, todas
discursivamente lógicas.
2) Si escrutamos el hecho de lo que es vivir en una sociedad de masas, nos encontramos
repetidamente con sujetos enajenados cuyo espacio vital está congestionado de artefactos que
le ha brindado la tecné. La posesión y disfrute de bienes no garantiza la plena conformidad del
hombre.
3) Una alternativa metodológica para ahondar en la lógica del concepto objeto de análisis es
diferenciando equidistantemente las categorías componentes de la triada nivel, forma y calidad
de vida, sorteando los obstáculos a la hora de confeccionar matrices de análisis e indicadores
íntegros que reúnan las multicriteriales visiones de todas las áreas del conocimiento, a la par
de las cosmovisiones de los estudiados. En consecuencia, como se acaba de detallar, la
calidad de vida se resiste a interpretaciones sesgadas y parceladas.
4) Las colectividades pueden conllevar pobreza no solo en lo económico. Asimismo existe
carencia de medios y erosión en lo político, cultural y social, de lo cual no escapan siquiera los
sectores de altos ingresos.
“En general las definiciones de sostenibilidad incluyen algunos o todos los conceptos
relacionados con la sostenibilidad ecológica, económica y social; Sostenibilidad social en el
sentido de que el manejo y la organización sean compatibles con los valores culturales y éticos
del grupo involucrado y de la sociedad, lo que lo hace aceptable por esas comunidades u
organizaciones y da continuidad al sistema en el tiempo”.
Desde la perspectiva de las nuevas socialidades, en la praxis, se ha superado, en algo, aquella
primaria concepción de calidad de vida explicada en el segundo capítulo, incluyéndose la
posibilidad de potencializar circunstancias afines al género, grupo poblacional, edad, oficios y
trabajo, hobbies, deficiencias de salud o rol desempeñado en la familia, empresa o sociedad.
Por ejemplo, asuntos descartados como el papel de la mujer en el mundo racional y
tecnocrático (Habermas) se rescatan. “Hoy día, la aplicación del criterio del “desarrollo humano”
y la introducción de los criterios para medir la calidad de vida obran conjuntamente en favor de
la recuperación de la importancia de la naturaleza y de las tareas asignadas históricamente a la
mujer, en las que naturalmente no se ve razón alguna para que no sean compartidas con el
varón.”
4.3 VALORES Y PARTICIPACION CIUDADANA EN DESARROLLO SUSTENTABLE
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
La participación humana es un recurso para solucionar y dar remedio a cada uno de los
problemas ambientales actuales y prever los venideros, planteándose interrelaciones entre el
medio ambiente, los estilos de desarrollo y la economía mundial.
El promover que los valores sociales y culturales se integren de manera objetiva, es para lograr
el Desarrollo Sustentable de la humanidad, fomentando la participación de los núcleos sociales,
la preservación y conservación de los recursos naturales,
Para que se logre generar cambios actitudinales respecto a la visión ambiental de preservar los
recursos bióticos, y para que estos cambios sean posibles la educación en ámbitos
ambientales resulta ser uno de los cimientos en el cambio hacia el Desarrollo Sustentable, y
que a través de ella se fomenta la investigación científica y el desarrollo tecnológico, que
constituyen el motor para que se incremente en cantidad y sobre todo en calidad la
participación de los elementos socio-culturales en conjunto.
La participación ciudadana puede ser entendida, desde un criterio amplio, como el
involucramiento de los ciudadanos en los asuntos públicos. “El mejor modo de tratar las
cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados en el nivel
que corresponda. En el plano nacional, toda persona deberá tener acceso adecuado a la
información sobre el medio ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la
información sobre los materiales y las actividades que encierran peligro en sus comunidades,
así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones.”
4.4 LAS TENDENCIAS MUNDIALES PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE
Con el fin de integrar a todos los países en el comercio mundial, fue establecida la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en 1964. La UNCTAD es el
centro coordinador para las cuestiones relativas al comercio, las finanzas la tecnología, las
inversiones y el desarrollo sostenible. Asimismo, busca aumentar al máximo las oportunidades
de comercio, inversiones y desarrollo en los países en desarrollo, así como ayudarlos a
enfrentar los desafíos que plantea la mundialización y a integrarse a la economía mundial en
condiciones equitativas.
La UNCTAD trata de alcanzar esas metas a través de la investigación y el análisis de las
políticas, las deliberaciones intergubernamentales, la cooperación técnica y la interacción con
la sociedad civil y el sector empresarial.
Asimismo se ocupa de lo siguiente:
Examinar tendencias de la economía mundial y evaluar sus efectos en el desarrollo
Ayudar a los países en desarrollo, especialmente a los menos adelantados, a
integrarse al sistema comercial internacional
Examinar las tendencias mundiales en materia de corrientes de inversión extranjera
directa y su efecto en el comercio, la tecnología y el desarrollo
Ayudar a los países en desarrollo a atraer inversiones
Auxiliar a los países en en desarrollo a promover la actividad y la capacidad
empresarial
Ayudar los países en desarrollo y a los países con economías en transición a hacer
más eficaces sus servicios a poyo al comercio
Fomentar el comercio electrónico mundial al facilitar acceso a las tecnologías de la
información, especialmente a través de su Programa de Centros de Comercio, que
abarca la creación de centros de facilitación del comercio a fin de reducir los costes
de transacción y utilizar la moderna tecnología de la información para mejorar el
acceso de las empresas pequeñas y medianas a la información, los servicios y las
redes mundiales relacionadas con el comercio.
El UNCTAD y la Organización Mundial del Comercio (OMC, antes GATT), han establecido el
Centro de Comercio Internacional (CCI) que es el centro de coordinación dentro del sistema de
las Naciones Unidas para la cooperación técnica con los países en desarrollo en materia de
promoción del comercio, cooperando con los países en desarrollo y con economías en
transición para establecer programas de promoción del comercio a fin de ampliar sus
exportaciones y mejorar sus operaciones de importación. El CCI se especializa en las seis
esferas siguientes:
• Desarrollo de productos y mercados.
• Desarrollo de servicios y de apoyo al comercio.
• Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD): se encarga de promover el
desarrollo en los países en desarrollo y proporciona asesoramiento sobre políticas adecuadas y
ayuda a crear la capacidad institucional necesaria para generar un crecimiento económico
equitativo.
• Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO): entre sus
prioridades se encuentran el fomento del desarrollo rural y la agricultura sostenible a través de
una estrategia de largo plazo encaminada a aumentar la producción de alimentos y la
seguridad alimentaria a la vez que se conservan y administran los recursos naturales. Para
lograr este propósito se alienta un enfoque integrado que incluye consideraciones de índole
ambiental, social y económica en la elaboración de proyectos de desarrollo. El Centro de
Inversiones de la FAO ayuda a los países en desarrollo a elaborar proyectos de inversión para
el desarrollo agrícola y rural, movilizando alrededor de tres millones de dólares para proyectos
de inversión, incluidos recursos externos por un valor de más de 2,000 millones de dólares.
• Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI): presta asistencia
a los países en desarrollo y con economías en transición para que logren un desarrollo
industrial sostenible en un nuevo entorno mundial. Las Oficinas de Promoción de las
Inversiones y las Tecnologías de la ONUDI promueven los contactos empresariales entre los
países industrializados, los países en desarrollo y los países con economías en transición. La
financiación de estas oficinas corre a cargo de los países donde se encuentran establecidas:
Bahrein, China, Eslovaquia, Francia, Grecia, Italia, Japón y República de Corea.
• Banco Mundial: contribuye al fomento de inversiones en los países en desarrollo a través de
dos de sus filiales:
-Corporación Financiera Internacional (CFI): ayuda a los gobiernos a crear las condiciones
necesarias para estimular las corrientes de inversión y ahorro privado, nacionales y extranjeros.
-Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI): ofrece seguros para las
inversiones, en contra de riesgos tales como expropiaciones, transferencias monetarias,
guerras y disturbios civiles.
4.4.1 CUMBRES MUNDIALES SOBRE DESARROLLO SUSTENTABLE
Durante la Conferencia de Rio en 1992, fueron aprobados cuatro documentos: la Agenda 21 o
Plan de Acción, la Declaración de Rio que contiene 22 principios, algunos de los cuales
comprenden el compromiso de los países de introducir ciertos instrumentos de política en su
derecho ambiental interno; la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático y el Convenio Sobre Diversidad Biológica.
Principios Sustantivos de la Declaración de Rio
1. Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el
desarrollo sostenible, tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la
naturaleza.
2. Los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos según sus
propias políticas ambientales y de desarrollo y la responsabilidad de velar porque las
actividades no causen daños al ambiente de otros Estados.
3. El derecho al desarrollo debe ejercerse de forma tal que responda equitativamente a las
necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
4. A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir
parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada.
5. Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de erradicar
la pobreza como requisito indispensable para el desarrollo sostenible.
6. Se dará especial prioridad a la situación y necesidades especiales de los países en
desarrollo.
7. Los Estados deberán cooperar con espíritu de solidaridad mundial para conservar, proteger y
establecer la salud y la integridad del ecosistema de la tierras.
8. Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las personas,
los Estados deberán reducir o eliminar las modalidades de producción y consumo
insostenibles.
9. Los Estados deberán cooperar en el fortalecimiento de su propia capacidad de lograr el
desarrollo sostenible, aumentando el saber científico.
10. El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los
ciudadanos interesados en el nivel que corresponda.
12. Los Estados deberán cooperar en la promoción de un sistema económico internacional
favorable y abierto que lleve al crecimiento económico y al desarrollo sostenible de todos los
países, a fin de abordar en mejor forma los problemas de la degradación ambiental.
13. Los Estados deberán desarrollar la legislación nacional relativa a la responsabilidad y la
indemnización respecto de las víctimas de la contaminación y otros daños ambientales.
14. Los Estados deberán cooperar efectivamente para desalentar o evitar la reubicación o la
transferencia de cualesquiera actividades o sustancias que causen degradación ambiental
grave o se consideren nocivas para la salud humana.
15. Los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus
capacidades con el fin de proteger el medio ambiente.
16. Las autoridades nacionales deberán fomentar la internalización de los costos ambientales y
el uso de instrumentos económicos, teniendo en cuenta el criterio de que el que contamina,
debe, en principio, cargar con los costos de la contaminación, teniendo debidamente en cuenta
el interés público y sin distorsionar el comercio ni las inversiones internacionales.
17. Deberá emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de instrumento
nacional, respecto de cualquier actividad propuesta que probablemente haya de producir un
impacto negativo.
18. Los Estados parte deberán notificar inmediatamente a otros Estados de los desastres
naturales u otras situaciones de emergencia que puedan producir efectos nocivos súbitos en el
medio ambiente de esos Estados.
19. Los Estados deberán proporcionar la información pertinente, o notificar previamente y en
forma oportuna, a los Estados que posiblemente resulten afectados por actividades que puedan
tener efectos ambientales transfronterizos adversos y celebrar las consultas con estos Estados
en fecha temprana y de buena fe.
20. Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en
el desarrollo.
21. Deberán movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los jóvenes del mundo para
lograr forjar una alianza mundial orientada a lograr el desarrollo sostenible y asegurar un mejor
futuro para todos.
22. Las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales,
desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y el desarrollo, debido
a sus conocimientos. Los Estados deberán reconocer y apoyar debidamente su identidad,
cultura e intereses y hacer posible su participación efectiva en el logro del desarrollo sostenible.
4.4.2 SISTEMAS DE GESTION MEDIOAMBIENTAL SGMA
Un Sistema de Gestión Medioambiental (SGMA) es aquella parte del sistema de gestión
general que comprende: la estructura organizativa, las responsabilidades, las prácticas, los
procedimientos, los procesos y los recursos para determinar y llevar a cabo una política
medioambiental.
Los Sistemas de Gestión Medioambiental surgen en la década de los años 90, como
instrumentos de carácter voluntario dirigidos a alcanzar un alto nivel de protección del medio
ambiente en el marco de un desarrollo sostenible.
El Sistema de Gestión Medioambiental que propone el proyecto Municipio Turístico Sostenible
está basado concretamente en el Reglamento Comunitario 761/01 (EMAS). Este Reglamento
tiene como fin proporcionar los elementos de un Sistema de Gestión Medioambiental efectivo
para ayudar a las organizaciones a conseguir objetivos medioambientales.
Un Sistema de Gestión Medioambiental (SIGMA) se basa en cuatro elementos clave:
1. La gestión medioambiental
Es el instrumento fundamental para ejecutar la política medioambiental del municipio. Se trata
de integrar en la gestión municipal, aspectos relativos al medio ambiente, apoyándose en una
serie de instrumentos que ayudan a su aplicación: manual interno, programa, evaluaciones
medioambientales,… Sin embargo, a diferencia de una aplicación estrictamente normativa, el
municipio puede determinar el “ritmo” de aplicación de mejoras medioambientales, las cuales
se van realizando de manera continua.
2. Las auditorias medioambientales
Son un instrumento de gestión que comprende la evaluación sistemática, objetiva,
documentada y periódica del funcionamiento del Sistema de gestión medioambiental
(organizaciones, procedimientos que aseguren la protección medioambiental y la adecuación
de las actuaciones del municipio a sus políticas medioambientales). Es decir, comprueba
periódicamente si el Sistema de gestión medioambiental se está aplicando y funciona
adecuadamente.
3. Validación
Validación del Sistema de gestión medioambiental por parte de verificadores medioambientales
independientes, imparciales y reconocidos para actuar en todo el ámbito comunitario. Esta
validación otorga validez oficial en todo el ámbito comunitario al Sistema de gestión
medioambiental implantado en el Ayuntamiento.
4. Información
Información al público y a todos los agentes turísticos acerca del comportamiento del
Ayuntamiento en materia de medioambiente, a través de la declaración medioambiental.
4.4.2 NORMATIVIDAD ISO 14000 Y OTRAS
Las normas ISO aportan grandes beneficios en el sistema de calidad a las empresas, pero
aunque ella esta diseñada para agregar valor en el sistema de calidad, no siempre se cumple el
objetivo, no por causa de la misma norma.
Implementar un sistema hacia la calidad como ISO 9000 requiere más que educación en la
norma, es necesario hacer un proceso de sensibilización que involucre a todos los actores de la
empresa, entendiendo la sensibilización no como una fase académica del proceso o como un
marco conceptual, la sensibilización debe ser más que eso, debe ser un proceso de facilitación
y de concientización hacia el cambio, el cual aportará elementos que creen un ambiente
favorable para el nuevo sistema de calidad en la empresa.
Es necesario entonces que antes de iniciar un proceso ISO, se intervenga la cultura de la
empresa y el mismo clima, orientándolo hacia una posición favorable o propicia para recibir el
sistema de calidad que se propone en el sistema ISO.
“Si no se atiende previamente la cultura organizacional y si no se crean las condiciones
favorables del clima laboral, el efecto del sistema de calidad ISO será visto como otra de las
tantas tendencias o teorías administrativas que han hecho parte de la proliferación de los tantos
enfoques organizacionales que pasan de moda”.
Como consultor de empresas, o simplemente como cliente o usuario de ellas, puedo ver que
muchas empresas certificadas lo único que lograron fue eso, “un certificado”, pues sus
problemas internos y externos continuaron y en algunos casos se agudizaron. Algunas
empresas certificadas han quedo igual o peores de cómo eran, pero con un certificado.
Para implementar las normas ISO, mas que para la certificación en la norma, las empresas
deben tener unas mínimas condiciones, las que deben ser valoradas por la entidad que les
audita, pues si una empresa que no tiene aún las condiciones favorables y opta por una
certificación ISO, comete un pecado, pero la empresa que le audita, comete un acto de
irresponsabilidad para con la misma empresa, así como para con la misma norma, pues esta
es una forma de prestarse para corromper la norma.
¿Que son las normas iso-14000?
Las normas ISO 14000 consisten en una serie de normas y guías internacionales que tratan
sobre la “Gestión Ambiental”. En lenguaje llano esto significa que se ocupan de “que es lo que
la empresa hace para minimizar los efectos perjudiciales de sus actividades sobre medio
ambiente”.
ISO 14000 se ocupa de la manera en que la empresa desarrolla sus actividades y no se ocupa,
al menos de manera directa, de los resultados de dichas actividades. O sea se involucra con
los procesos y no con los productos de la empresa.
Indudablemente la manera en que la organización gestiona sus procesos afectará el producto
final. En este contexto el Sistema de Gestión Ambiental permitirá asegurar que se ha hecho
todo lo necesario para minimizar el impacto adverso sobre el medio ambiente al tomar
consideración la incidencia sobre los recursos naturales y la contaminación ambiental durantes
los procesos productivos y el ciclo de vida del producto, incluyendo su destino final.
Las normas ISO 14000 son normas voluntarias y genéricas pues la empresa decide libremente
sobre su adopción y se aplican a cualquier organización, grande o pequeña, cualquiera sea su
producto o servicio, en cualquier sector de la actividad, y tanto si se trata de una empresa
privada, como de la administración pública o de un departamento del gobierno.
Es IRAM quien representa a nuestro país en ISO e integra los comités técnicos donde se
desarrollan las normas.
ISO 14000 se origina a partir del compromiso de ISO de apoyar el objetivo de “desarrollo
sustentable” surgido de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo, realizada en Río de Janeiro en el año 1992.
Un Sistema de Gestión Ambiental basado en las normas ISO 14000 es una herramienta de
gestión que permite a una organización de cualquier tipo controlar el impacto de sus
actividades, productos o servicios en el medio ambiente.
Un Sistema de Gestión Ambiental permite un enfoque estructurado para:
• fijar objetivos y metas ambientales
• alcanzarlos y
• demostrar que han sido alcanzados
La intención de las normas ISO 14000 es:
• proveer un marco para un enfoque global y estratégico de las políticas, planes y acciones
ambientales de la organización.
ISO 1400 puede ser implementada por una amplia gama de organizaciones, cualquiera sea su
nivel actual de desempeño ambiental,
• sin embargo requiere un compromiso de cumplimiento con la legislación y regulaciones
ambientales aplicables, junto con un compromiso de mejora continua.
Las ventajas de ISO 1400 para la empresa son:
• reduce el costo de la administración de residuos
• promueve el ahorro en el consumo de energía y materiales
• disminuye los costos de distribución
• mejora la imagen corporativa frente a los organismos reguladores, los clientes y el público en
general.
• Es marco para la mejora continua del desempeño ambiental de la organización.
****BIBLIOGRAFIA:
http://www.vivirsalud.com/
http://www.calidadevida.com.ar/
http://www.mitecnologico.com/Main/IndicesDeCalidadDeVida
http://www.comunicarseweb.com.ar/biblioteca/tendencias/desarrollo.html
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