del scritorio al ampo - claudio bertonatti...tos con forma de “chauchas” o vainas que contie-nen...

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del Escritorio al Campo D e algún modo, “El Impenetrable” es un bosque emplazado sobre un desierto en el Gran Chaco americano. Como una gran masa verde oscura, ocupa parte del noreste de Santiago del Estero y del oeste de Chaco. Recientemente, científicos y técnicos de la Argentina, Bolivia y Paraguay (los países con que compartimos los ecosistemas chaqueños) definieron a los bosques de “El Impenetrable” como una de las prioridades de conservación. En apoyo a esta visión, presentamos algunas de las especies de plantas que lo caracterizan. Y, en particular, árboles y arbustos, dado que estos son los que dominan el paisaje. Estas leñosas suelen pertenecer a la familia de las leguminosas, fáciles de reconocer por sus fru- tos con forma de “chauchas” o vainas que contie- nen las semillas. La mayoría de estos árboles tie- nen troncos con cortezas rugosas y ramas tortuo- sas. Presentan maderas duras y valiosas, pero normalmente, están sobreexplotadas y mal valo- radas. No es raro ver hornos de carbón queman- do maderas que en otros países cotizarían de tal forma que -su sola presencia- elevaría el valor de los campos que cubren. Pero su mayor riqueza si- gue pasando desapercibida: la enorme diversi- dad de especies de fauna y flora asociadas (sólo comparable con las yungas o la selva misionera) y los servicios ambientales que brinda. Si bien puede llevar tiempo aprender a percibir todo es- to, puede empezarse por algo bien concreto: re- conocer una parte de las especies que sostienen sus ecosistemas. Llegar al Impenetrable no suele ser fácil, pero –en compensación- siempre tendrá sabor a aventura y dará las satisfacciones de los descubrimientos. Por eso, aspiramos a que esta guía ayude a cono- cer y valorar mejor esta tremenda masa boscosa. Y ya hay indicios que permiten cultivar el optimis- mo. Nuevas reservas se han creado en la región y algunas de las “viejas” recobran fuerzas y mayor actividad. Este, entonces, es nuestro modesto aporte para ellas y sus visitantes. Plantas del Impenetrable chaqueño 18 Defensa 251 . piso 6° k . (c2065aac) . Ciudad de Buenos Aires . Telfax (5411) 4331.3631 / 4343.4086 . www.vidasilvestre.org.ar

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Page 1: del scritorio al ampo - Claudio Bertonatti...tos con forma de “chauchas” o vainas que contie-nen las semillas. La mayoría de estos árboles tie-nen troncos con cortezas rugosas

del Escritorio al Campo

De algún modo, “El Impenetrable” es un bosqueemplazado sobre un desierto en el Gran Chaco

americano. Como una gran masa verde oscura, ocupaparte del noreste de Santiago del Estero y del oestede Chaco. Recientemente, científicos y técnicos de laArgentina, Bolivia y Paraguay (los países con quecompartimos los ecosistemas chaqueños) definierona los bosques de “El Impenetrable” como una de lasprioridades de conservación. En apoyo a esta visión,presentamos algunas de las especies de plantas quelo caracterizan. Y, en particular, árboles y arbustos,dado que estos son los que dominan el paisaje.

Estas leñosas suelen pertenecer a la familia delas leguminosas, fáciles de reconocer por sus fru-tos con forma de “chauchas” o vainas que contie-nen las semillas. La mayoría de estos árboles tie-nen troncos con cortezas rugosas y ramas tortuo-sas. Presentan maderas duras y valiosas, peronormalmente, están sobreexplotadas y mal valo-radas. No es raro ver hornos de carbón queman-do maderas que en otros países cotizarían de tal

forma que -su sola presencia- elevaría el valor delos campos que cubren. Pero su mayor riqueza si-gue pasando desapercibida: la enorme diversi-dad de especies de fauna y flora asociadas (sólocomparable con las yungas o la selva misionera)y los servicios ambientales que brinda. Si bienpuede llevar tiempo aprender a percibir todo es-to, puede empezarse por algo bien concreto: re-conocer una parte de las especies que sostienensus ecosistemas.

Llegar al Impenetrable no suele ser fácil, pero –encompensación- siempre tendrá sabor a aventura ydará las satisfacciones de los descubrimientos.

Por eso, aspiramos a que esta guía ayude a cono-cer y valorar mejor esta tremenda masa boscosa.Y ya hay indicios que permiten cultivar el optimis-mo. Nuevas reservas se han creado en la región yalgunas de las “viejas” recobran fuerzas y mayoractividad. Este, entonces, es nuestro modestoaporte para ellas y sus visitantes.

Plantas delImpenetrable chaqueño 18

Defensa 251 . piso 6° k . (c2065aac) . Ciudad de Buenos Aires . Telfax (5411) 4331.3631 / 4343.4086 . www.vidasilvestre.org.ar

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Plantas del Impenetrable Chaqueñodel Escritorio al Campo

Peje o sombra de toro (Jodinia rhombifolia) – 5 m. Árbol de copa muy ramificada. Inconfun-dibles hojas romboidales, con puntas pinchu-das. Flores verdes pequeñas. Fruto como cáp-sula redonda. Uso: leña y ornamental.

Itín (Prosopis kuntzei) – 10 m.Inconfundible por su copa “espinosa”. Da “chau-chas” rectas y castañas. Tronco muy corto (2 m) ytortuoso. Flores amarillentas. Uso: tanino, postes,adoquines y tornería.

Tusca (Acacia aromo) – 8 m.Arbusto tortuoso y espinoso,de hojas chicas. Fruto como“chaucha” negrusca, semile-ñosa. Madera muy dura.

Algarrobo blanco (Prosopis alba) – 18 m.Parecido al algarrobo negro, pero con “chau-chas “sin manchas. Tronco (4 m) tortuoso ycon fisuras longitudinales. Flores amarillen-tas. Uso: muebles, pisos, toneles.

Vinal (Prosopis ruscifolia) – 16 m.Inconfundible por el tamaño de sus espinas(hasta 30 cm). Crece como arbusto o árbol.Tronco corto (3 m) y tortuoso. Da “chau-chas” semicurvas, amarillentas con man-chas. Invasor. Uso: carbón.

Churqui o espinillo(Acacia caven) – 5 m.Arbolito o arbusto que pue-de formar montecitos. Tron-co corto (1,5 m) y tortuoso,con corteza fisurada longitu-dinalmente. Hojas alternas ybipinadas, con flores queparecen “pompones” amari-llos tremendamente perfu-mados. Fruto globoso, semi-leñoso y negro.

Yuchán o palo borracho (Ceiba chodatii) – 20 m.Inconfundible forma de botella. Tronco verdoso conaguijones cónicos. Flores blanquecinas y grandes.Frutos parecidos a una palta. Uso: canoas y máscaras.

Mistol (Zizyphus mistol) – 10 m.Árbol espinoso de copa globosa. Con tronco corto (3 m)con ramas y ramitas zigzagueantes. Hojas alternas y corá-ceas. Flores en inflorescencias verde-amarillentas. Fruto(drupa) carnosa y muy dulce. Uso: comestible (arrope yaloja), tintórea (corteza y raíces) y medicinal (hepática ypectoral).

Algarrobo negro (Prosopis nigra) – 16 m.Árbol de copa aparasolada. Tronco tortuo-so y corto (3 m). Tiene "chauchas" amari-llentas con manchas. Uso alimenticio (pa-tay, arrope, aloja y añapa) y medicinal (of-tálmica).

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Guayacán (Caesalpinia paraguariensis) – 18 m.Árbol de copa muy extendida. Tronco corto. Cortezalisa y verdosa. Flores chicas y anaranjadas. Fruto ma-rrón oscuro, con forma de orejita (3 cm). Uso: instru-mentos musicales, postes, puentes, leña y carbón.

Brea (Cercidium praecox) – 9 m.Árbol pequeño de copa redondeada y ancha. Tronco corto y tortuoso,con ramas zigzagueantes. Flores en racimos amarillos. Da “chauchas”chatas. Uso: leña, cercos, ornamental y comestible.

Tala (Celtis tala) – 12 m. Árbol espi-noso con tronco tortuoso y ramas quezigzaguean. Frutos anaranjadas y co-mestibles. Usado como leña, carbón ypostes.

Cina cina(Parkinsonia aculeata)– 10 m. Arbusto de troncobreve y tortuoso, de copaaparasolada y colgante,con espinas. Hojas largas(hasta 40 cm) y flores ama-rillentas y colgantes. Da“chauchas” con 6 a 8 semi-llas. Madera usada comoleña, carbón y cercos.

Sacha poroto (Capparis retusa) – 7 m.Arbolito pequeño de copa globosa. Flor-citas amarillentas-verdosas. Fruto co-mestible con forma de chaucha estran-gulada al nivel de cada semilla.

Ucle (Cereus validus) - 4 m.Cactácea alta y arborescente,con un tronco único y copamuy ramificada. Ramas cilín-dricas con 4-8 costillas. Flo-res llamativas y grandes.

Quebracho blanco(Aspidospermaquebracho-blanco) – 20 m.Árbol de copa ovoide. Corte-za con placas cuadradas. Ho-jas opuestas, lanceoladas ycoráceas. Fruto: al abrirse-parece un librito abierto.Uso: durmientes, leña, car-bón y pisos.

Quebracho colorado santiagueño (Schinopsisquebracho-colorado) – 24 m. El árbol más grande dela región. Copa abierta, verde grisácea. Corteza gris,con placas cuadradas. Llamativo fruto rojizo. Uso: tani-no, postes, durmientes, vigas, pisos, leña y carbón.

Quimil (Opuntia quimilo) – 4 m.Cactácea de grandes y aplanadostallos (hasta 40 cm). Consistenciacarnosa, apetecida por mamífe-ros. Flores rojas y llamativas. Fru-to carnoso y comestible. De valorornamental.

Chañar(Geoffroea decorticans)– 10 m. Árbol o arbusto es-pinoso, de copa irregular,con tronco cortoso (4 m).Flores amarillentas y frutoscastaños, comestibles (dul-ce y aloja). Con su cortezase tiñen telas de color café.

Molle pispito o moradillo (Schinus fasciculata) - 6 m.Arbolito o arbusto espinoso con hojas alternas o agru-padas. Flores muy pequeñas. Frutos globosos morados.

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Búsqueda y recolección de semillas

Una caja educativa

Una colección de frutos o semillas también puede formar una ca-

ja educativa para explicar, por ejemplo, como la naturaleza dise-

ñó distintas formas y tamaños para que cada planta pueda propa-

garse. Sabemos que un fruto contiene y protege semillas. Ade-

más, muchas veces, tiene la misión de dispersarlas y para ello

aprovecha distintos mecanismos, como estos:

El viento: las semillas suelen ser muy pequeñas o livianas. A

veces, con “alitas” o pelos que favorecen su “vuelo”.

Los animales: mediante “abrojos” se adhieren al pelaje de ma-

míferos o plumaje de aves. También es común que los anima-

les frugívoros propaguen las semillas de los frutos que

comieron, luego de pasar por su tracto digestivo.

El agua: suelen ser semillas o frutos capaces de flotar, para

que la lluvia o las corrientes de agua los arrastren. En el Chaco

Seco, esta no es la estrategia más usada.

A plantar...

Una recorrida por los bosques de “El Impenetrable”

permitirá hallar una gran diversidad de frutos y semi-

llas. Fuera de las áreas naturales protegidas se puede...

1. Juntar y agrupar frutos o semillas en sobres de

papel, donde deberíamos anotar la localidad y

fecha en que los hallamos.

2. Identificar a qué especie corresponden, con la

ayuda la bibliografía sugerida (ver abajo).

3. Preparar almácigos, para que esas semillas ger-

minen, en suelos y con riego parecidos al lugar

de donde fueron recogidas.

4. Dar un destino educativo a las plantas. Es valio-

so poner a cada plantín una tarjeta con el nom-

bre de la planta, la fecha en que fue cultivada y la

localidad de donde procede. Esto permite difun-

dir la riqueza forestal del Gran Chaco con espe-

cies que casi nunca se observan en viveros.Sabiendo esto, podemos reunir una co-

lección de frutos o semillas y explicar es-

to en una escuela, una reserva natural o

un viaje. Es importante conservarlas en

un lugar seco y hermético, para evitar

que se deterioren por la humedad o que

las devoren pequeños insectos.

Hay muchos otros temas para armar

otras cajas educativas. Una visita a un

aserradero, por ejemplo, nos permitirá

reunir pequeñas maderitas de descarte,

que podríamos cortar del mismo tamaño

para luego identificar las especies a las

cuales pertenecen, con la ayuda de los

operarios del lugar. Si averiguamos los

usos madereros de cada especie, tendre-

mos más cosas que contar.

Bibliografía básicaBiloni, S. 1990. Árboles autóctonos argentinos. Tipológica Editora Argentina. SA. 333 págs.

Chebez, J. C. 2006. Guía de las Reservas Naturales de la Argentina. Vol. 3, Nordeste. Ed. Albatros,

Buenos Airs, 288 págs.

De la Peña, M.R. 1997. Catálogo de nombres vulgares de la flora argentina (lista preliminar). Univ.

Nac. del Litoral, Santa Fe, 195 págs.

Dimitri, M. 1997. El nuevo libro del árbol. Especies forestales de la Argentina Occidental. Librería

Editorial El Ateneo. Tomo I, Buenos Aires.

Jiménez, A.M. & J.G. Moglia. 2003. Árboles del Chaco Argentino. Guía para el reconocimiento

dendrológico. Sec. de Ambiente y Des. Sust. y Fac. de Cs. Forestales, Univ. Nac. De Sgo. del Estero: 307

págs. Legname, P.R. 1982. Árboles indígenas del Noroeste argentino. Ópera Lilloana XXXIV, Fundación Miguel

Lillo, Tucumán. 226 págs.

Schulz, A.G. 1976. Nombres comunes de las plantas. Talleres Gráficos Moro Hnos.

En internethttp://www.oni.escuelas.edu.ar/2001/cordoba/tesoros/tesorosdelmonte/FLORA.htm (información

sobre especies de árboles, arbustos y enredaderas del Chaco)

http://www.patrimonionatural.com/mapasitio.asp (sobre áreas protegidas)

http://www.parquesnacionales.gov.ar/ (parques y reservas nacionales)

http://www.medioambiente.gov.ar (en la sección “bosques nativos” se ofrece un atlas con información

de las masas forestales que existen en cada provincia, incluida, desde luego, la del Chaco).

del Escritorio al CampoEs una guía de colección, pensada como herramientade identificación para salidas de campo. Sugerimos

desprenderla (o tomar una fotocopia color de la doblepágina central), doblarla al medio y plastificarla.

Así, quedará lista para usar.

Producción Revista Vida Silvestre 95Textos y fotos Claudio Bertonatti

y Lorena E. PerezIlustraciones Marcelo Canevari

Diseño Liebre de MarzoAbril - Junio 2006

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Recientemente, la Subsecretaría de Promocióne Inversiones de Catamarca anunció que para elaño 2010 proyecta expandir en un 50% la fron-tera agropecuaria provincial. Para los próximostres años esperan superar las 315.000 ha.

Los funcionarios provinciales asocian el desarro-llo agrícola con beneficios en lo económico y so-cial, pero los ambientales ¿dónde están? Nueva-mente, olvidados. Parecería que buena parte delterreno montañoso y semiárido (que encierraambientes silvestres valiosos y que no son perci-bidos como tales) no sería una limitante paraese desarrollo. Si bien esto tendría un gran im-pacto social y económico, las autoridades nohan explicitado su impacto sobre el ambiente.

No quedan dudas de que estas actividades sonun vector clave para el desarrollo económico dela región y la generación de puestos de trabajo.Sin embargo, nada con relación a lo ambientalparece ser tenido en cuenta o, al menos, no selo comunica como corresponde. ¿Se repetirá laexperiencia ocurrida en otras provincias, dondese han transformado masivamente los bosquesnativos y se han perdido servicios ambientalesclaves? Al mismo tiempo, Catamarca parecetransitar un camino inverso con relación a loque ocurre en otras regiones del país. Hace

muy poco la provincia del Chaco puso en vigen-cia el Decreto N° 1341 (11/08/2006) que sus-pende los permisos de desmonte hasta que fi-nalice el ordenamiento territorial de la provin-cia. Sin mecanismos de este tipo, los ambien-tes de Chaco Seco y Serrano de Catamarca es-tarían amenazados.

Como bien sabemos, en la Argentina las modifi-caciones ambientales más drásticas fueroncausa de la expansión de las fronteras agríco-las y ganaderas. Nuestro país creció –y crece– aexpensas del campo. Quedó demostrado en elreclamo de varias ONGs y de diversos sectoressociales que, cada año, nuevas áreas silvestresson convertidas en cultivos o campos de pasto-reo, acarreando numerosos impactos ecológi-cos y sociales. Aumenta la producción, perodisminuyen las especies y sus hábitat, comoasí, las oportunidades de uso sustentable delos ambientes silvestres.

Desde la FVSA no nos oponemos al desarrolloproductivo, pero este debe ocurrir en el marcode insumos aportados y condiciones consen-suadas con otros sectores. Y de eso se trata elordenamiento territorial: identificar la mejorasignación de usos del territorio, en donde que-de claramente demostrado el valor, función y lo-

calización, tanto de los espacios para la conser-vación como para la producción. Y esto, en unproceso participativo, con el soporte técnico ne-cesario y junto con el liderazgo de las autorida-des respectivas. Dichos consensos deberán serluego mapeados y regulados para que las auto-ridades los hagan cumplir. Este proceso pareceno haber sido detectado en Catamarca. Espere-mos sus autoridades –como su sociedad civil–reaccionen a tiempo y tomen conciencia de laoportunidad de impulsar un desarrollo agrícolaambientalmente ordenado y de dar el ejemplo,liderando procesos de ordenamiento territorial,hasta ahora casi ignotos en el país, para mejorarsu sistema de conservación.

Un mundo lleno de vida y color en donde al verdede los bosques de sauces y alisos de río se le su-man al florecimiento en rojo de los ceibales, amari-llos del palán-palán y violetas del mburucuyá. Airepuro y rebosante de aves y mariposas multicolo-res, un mar de pastos, entre los que discurre un ríorepleto de peces. Tal era el escenario del río Ma-tanza/Riachuelo hasta el siglo XVIII. Hoy es unanegra y pestilente cloaca de altísima toxicidad.

Este curso –otrora de agua– tiene una longitudde 80 Km y una cuenca de 2.034 Km2., un áreaequivalente a diez veces el tamaño de la CapitalFederal. A diario recibe 368.000 m3. de aguasresiduales domésticas y 88.500 de desechospor parte de unas 100 industrias. Es asiento de4.000.000 de habitantes (el 10 % de la pobla-ción del país) y de 13 villas de emergencia.

Los primeros asesinos del río fueron las vaque-rías, los saladeros de carne, las curtiembres ylos frigoríficos. Ya fuera por desidia, ignoranciao abuso, ellos fueron los adelantados en conta-minar las aguas superficiales y los acuíferossubterráneos. Hacia 1870, falto de oxígeno ymuy polucionado, el Riachuelo se quedó sin vi-da. Más tarde, las actividades agropecuarias eindustriales, especialmente el Polo Petroquími-co Dock Sud hicieron el resto, contaminandotambién el lecho del río y envenenando la at-mósfera con metales pesados. Los barcosabandonados y hundidos enlentecieron su cur-so, ya de por si lento. Estaban dadas todas lascondiciones para que ninguna forma de vida se

acercara al lugar. Sin embargo la extrema po-breza y la falta de educación -unidos a la ya ex-cesiva desvalorización de las tierras- provoca-ron el acercamiento de una especie: el hombre,quién comenzó a vivir –muchas veces sin saber-lo– entre suelos contaminados, aguas cloaca-les envenenadas y aire polucionado.

Tres son los motivos sustanciales de la situa-ción del Riachuelo: la contaminación industrial,los desechos cloacales y la basura.

La industria arroja gran cantidad de metales pe-sados, responsables de graves enfermedadesque a largo plazo se traducen en muertes. Losprincipales: arsénico (cancerígeno a nivel depulmón y piel), mercurio (productor de alteracio-nes del sistema nervioso), plomo (agente res-ponsable en niños de retardo mental y de creci-miento), cromo y níquel (inductores del cáncerde pulmón), cadmio (con poder de daño renal yóseo), cobre (causante de bronquitis y daño re-nal) y zinc (fuente de enfermedades de la piel).Otros contaminantes con poder mutagénico (al-teradores del material genético) que lleva el"río" son los hidrocarburos aromáticos, insec-ticidas, plaguicidas y –probablemente tam-bién– sustancias radiactivas.

A los desechos cloacales directos que llegan alrío debemos agregarle (por las periódicas inun-daciones que sufre la cuenca) la infiltración delos pozos negros. Lo cierto es que la concentra-ción de bacterias coliformes del Riachuelo esexactamente igual a la que existe en la boca de

S a l u d N a t u r a l e z a

Preocupación por Catamarca Por Marcelo Acerbi, Director de Conservacióny Desarrollo Sustentable, FVSA

la cloaca máxima de Berazategui, con su secue-la de cuadros diarreicos severos y parasitosis(el 90 % de los niños están parasitados).

La basura arrojada desaprensivamente al río,los numerosos basurales que se desparramanen la cuenca y su posterior quema, dan origen ahumos contaminantes (carcinogenéticos a ni-vel de pulmón). Como si fuera poco, la gente vi-ve en condiciones de hacinamiento y en un há-bitat poblado por roedores, con riesgo de lep-topirosis y hantavirosis. También se agreganlos insectos indeseables, como cucarachas(con su secuela de asma), pulgas, piojos, mos-cas y mosquitos, todos ellos vectores de nume-rosas enfermedades. Carentes de cloacas en un55 % y de agua potable en un 35 %, las enfer-medades intestinales es la norma, especial-mente en los más pequeños. En estas condicio-nes se vive en muchas villas de emergencia, sinque nadie -en dos siglos- haya dado una solu-ción, con excepción de la Ing. María Julia Also-garay, quien el 4 de enero de 1993 prometióque el Riachuelo estaría limpio en 1.000 días.Ya vamos por los 5.000 y todo va para peor.

El actual gobierno tiene un proyecto para sulimpieza en diez años, pero nos preocupa el re-cuerdo de tantas promesas gubernamentalesque quedaron "en aguas de Riachuelo". En tan-to, detrás del Matanza–Riachuelo, continúanesperando en "Sala de Guardia" los ríos Recon-quista, Paraná y de la Plata.

P e g a n d o d u r o

Riachuelo: oprobio de Buenos Aires Por Dr. Eduardo Esparrach

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Después del elefante, el rinoceronte blanco esel mamífero terrestre más grande de la Tierra.Incluso, es más voluminoso que el gran rinoce-ronte unicornio de la India. Existen dos razasdel rinoceronte blanco: una al norte y otra alsur de África. Antiguamente, la norteña pobla-ba un extenso territorio, desde el Chad, por laRepública Centro-Africana, el sur sudanés y elnorte de la República Democrática del Congohasta el norte de Uganda. Esta subespecie sediferencia de la austral sólo por su tamaño, li-geramente menor. Igual, pensemos que su al-zada alcanza los 2 m y el más grande de sus doscuernos, 1,5 m de largo. Su peso supera las trestoneladas. Pese a ello, se mueve velozmente.Es más gregario que el rinoceronte negro afri-cano (al que supera ampliamente en talla) y for-ma grupos de seis a veinte ejemplares.

Cuando en 1900 un explorador inglés, el mayorA.St.H.Gibbons cazó un rinoceronte blanco en laorilla izquierda del Nilo superior, su cráneo cau-só tanta sensación como el descubrimiento delokapi. Pero hubo anteriores avistajes -de ani-males con enormes cuernos- por parte de SirSamuel Baker y de los descubridores del LagoChad, Denham y Clapperton. Ellos donaron elmaterial al British Museum, señalando que exis-tía un rinoceronte diferente al sudafricano y quesu población debía ser muy importante, visto elgran territorio que habitaba. El mayor Powell-Cotton dedicó una expedición sólo para colec-cionar especimenes completos de ese “nuevo”rinoceronte. Gracias a ese material, más tarde,el especialista Richard Lydekker confirmó las di-ferencias con el rinoceronte del sur del Zambeziy lo bautizó –en homenaje al colector– Ceratot-herium simmun cottoni. Este es el resumen so-bre su descubrimiento, pero veamos lo que su-cede ahora con su situación actual.

Ya en los años 20 del siglo pasado un tal CuthbertChristy, colector de especimenes para museos dehistoria natural, los encontró numerosos, pero

pagodelpor Egon Ciklai

muy perseguidos, cuando recorrió las regionesoeste del Nilo de Uganda, el Bahr–el-Ghazal su-danés y la zona de Gangala-na-Bodio del Congooriental. En Aba, incluso, halló una pila de 100cuernos a la venta, por una o dos libras cada pie-za. Unos años después, otro viajero, Guy Ba-bault, vio más de 150 cuernos en Khartum, prove-nientes desde el Chad. La matanza estaba en ple-no ímpetu en los años 30 y, en África Central, y enel sur sudanés el rinoceronte “cottoni” se hacíararo. En 1925, en el Congo (por entonces, belga)quedaban entre 40 y 60 ejemplares. Por ello, susautoridades crearon el Parque Nacional Garam-ba, para proteger a estos gigantes. Prosperarontanto que -después de la independencia (en1960)- la gran autoridad belga sobre zoología, elDr. Jacques Verschuren, dijo que ya había casi unmillar en el parque. Pero en 1966 C.A.W.Guggis-berg, autor de la célebre monografía “S.O.S. Rhi-no” afirmó que unos cuantos “cottoni” quedabantodavía en el Parque Nacional Nimule, al sur delSudán. Por aquellos años (1955-56), un informede Uganda censaba unos 350 y en aumento. Des-de entonces, la situación se deterioró muy rápi-damente. El informe anual 1959-1960 declaróque al oeste del Nilo ya estaban casi extintos.Una operación de salvataje in extremis capturóuna docena y los trasladó al Parque Nacional

África

Murchison, en el norte de Uganda. Allí, prospera-ron (este autor pudo observarlos en 1968) hastaque las guerras civiles y los cazadores furtivos deese país acabaron con todos los cottoni. Queda-ba, entonces, un último refugio: el Parque Nacio-nal Garamba, que se mencionó al principio. Sinembargo, en 1961 la matanza llegó hasta allí. Losrebeldes “simbas” lubumbistas entraron con fu-siles Kalachnikov y masacraron el 90% de sus ri-nocerontes blancos. En 1969 se restableció el or-den y los cottoni se recuperaron milagrosamen-te: alcanzaron a ser 500 ejemplares. Después, laadministración del parque colapsó nuevamente ylos bandidos sudaneses volvieron a las matan-zas. En 1981 quedaban sólo 36 y dos años des-pués apenas 16. Peter Matthiessen, el renombra-do naturalista y escritor visitó Garamba y consi-deró la situación como desesperante. Otros ex-pertos opinaron que la única salvación posiblesería su traslado a un lugar seguro, fuera del par-que nacional, pero el presidente Mobutu SeseSeko se opuso terminantemente a la expatria-ción de los valiosos animales “zaireños”. El dete-rioro poblacional siguió. En la era post Mobutu,gracias a los esfuerzos de la African Parks Foun-dation, hubo una última mejoría: el número su-bió a 30 ejemplares. Pero para fines de 2005 es-talló una suerte de bomba: un intenso reconoci-miento aéreo concluyó en que en Garamba que-daban sólo cuatro rinocerontes blancos y que esapoblación no podía ser viable. ¿Por qué ese de-sastre? En Yemen, el precio mayorista de un kilo-gramo de sus cuernos había subido a U$s 1.500.Con ellos se hacen los mangos de los tradiciona-les facones yambiya, que constituyen el principalobsequio de los padres a los hijos que maduransexualmente. Ahora, queda más claro que nuncaque la suerte de estos rinocerontes (y tal vez lade todos los demás) depende totalmente de de-cisiones políticas y culturales de la especie Homosapiens sapiens.

Una paradoja final: hay más rinocerontes cotto-ni en cautiverio que en libertad. La RepúblicaCheca conserva -en el parque Dvur Kralovi-ocho ejemplares y en el Zoológico de San Diegohabría tres. ¿Se podrían criar tantos como parareintroducirlos en su hábitat africano? En vistade la anárquica situación política del Congo to-do parece indicar que tal tentativa, aunque fue-ra posible, en estas condiciones estaría conde-nada al fracaso. Entonces, ¿réquiem para estosmagníficos animales?

Las matanzas del rinoceronteblanco norteño

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Notas CBC CBO: Polimodal

Dependiente de la Municipalidad de Vi-cente López y con el apoyo del colegioLincoln. Esta reserva natural urbana tieneuna superficie aproximada de tres hectá-

reas y media. Se encuentra ubicada sobre el Río de la Plata en el límite quesepara el partido de Vicente López con el de San Isidro. Esta pequeña porcióndel noreste bonaerense comprende ocho ambientes naturales de tres ecorre-giones (como el sauzal, el pantano, el talar, la selva marginal, el pastizal, lalaguna, el matorral ribereño y el juncal). Esta variedad de escenarios la con-vierte en un espacio ideal para el reconocimiento de la flora y la fauna local.Junto con otras reservas urbanas (como Ribera Norte y Costanera Sur). Poreso, representa uno de los pocos sitios donde los visitantes pueden tomar

contacto directo con la naturaleza ribereña. Entre las actividadesdesarrolladas allí se destacan la producción de un vivero de plan-tas autóctonas y un trabajo intenso de educación ambiental orien-tado a distintas instituciones.

Ubicación: Paraná y el Río, La Lucila Altura de Libertador al 4000Partido de Vicente Lopez.

Horario: abierto todos los días (salvo cuando hay lluvia o sudesta-da), de 9 a 17 hs. en invierno y hasta las 18 hs. en verano. Para vi-sitas guiadas o tareas de voluntariado comunicarse previamente alteléfono: (011) 4513-9858.

Textos y fotosCarlos Fernández Balboa

Para más información:[email protected]

Con esta tabla, deseamos orientar a los docentes para que puedan aprovechar los artículos de estenúmero, relacionándolos con los diseños curriculares nacionales, tanto para la escuela general bá-sica (primaria) como para la polimodal (secundaria). Para nosotros es clave abordar algunos de es-tos temas en el aula para formar ciudadanos más responsables.

El valor de ser socios.

Propiedad privada y conservación:¿dos cuestiones antagónicas?

Desafíos de la mano de la ley.

Para producir carne con eficiencia y conservarlos recursos naturales.

Turismo en los Refugios de Vida Silvestre:conocer, disfrutar y conservar.

Matices del bosque serrano.

Entrevista al Dr. Enrique Balech.

Aventureros por Naturaleza: Julio Koslowsky

Ciencias Naturales, Bloque 4Ciencias Sociales, Bloque 4

Ciencias Sociales, Bloque 4

Ciencias Sociales, Bloque 4

Ciencias Sociales, Bloque 4Ciencias Naturales, Bloques 1 y 4

Ciencias Sociales, Bloque 4Ciencias Naturales, Bloques 1 y 4

Ciencias Sociales, Bloque 4

Ciencias Sociales, Bloques 2 y 4

Ciencias Sociales, Bloque 1Ciencias Naturales, Bloque 4

Ciencias Naturales, Capítulo 1, Bloques 2 y 3Ciencias Sociales, Capítulo 2, Bloque 4

Ciencias Sociales, Capítulo 1 Bloque 3

Ciencias Sociales, Capítulo 2, Bloque 4

Ciencias Sociales, Bloque 4Ciencias Naturales, Capítulo 1, Bloques 2 y 3

Ciencias Naturales, Capítulo 1, Bloques 2 y 3Ciencias Sociales, Capítulo 2, Bloque 4

Ciencias Sociales, Bloque 4

Ciencias Sociales, Bloque 3

Ciencias Sociales, Bloque 1Ciencias Naturales, Bloque 4

Vida Silvestre 96

Para docentes

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abril · junio | 200643

FF I C H A T É C N I C A

Compañía Animal

N ú m e r o 13

Silvestreexótico

Mamífero

Fácil deconseguir

Dócil

Fácilreproducción

Inofensivo

Mantenimientosencillo

Barato

Jerbo

Por qué sí:

De fácil y económica ma-nutención. Es raro que

muerdan. No generan ma-los olores.

Por qué no:

Actividad cíclica: diurnosy nocturnos. Ruidosos.

¡Atención!

Saltan con mucha facili-dad. Evitar liberaciones en

la naturaleza.

Descripción:Su color natural es grisacanelado, pero hay mu-taciones de criadero (ne-gros, marrón oscuros yhasta casi blancos). Susmiembros pélvicos estánmucho más desarrolladosque los torácicos. Midende 15 a 30 cm (la mitad co-rresponda a la cola). Supeso ronda los 120 g.

Maduración:entre 60 a 80 días.

Celo:puede haber en lactanciae incluso uno inmediata-mente culminado el parto.

Gestación:entre 24 a 27 días.

Camada:de 5 a 7, normalmente.

Destete:25 a 30 días.

Longevidad:hasta unos 5 años conbuenos cuidados.

Enfermedades poten-ciales:Enteritis. Estreñimiento.Problemas dentales. Neu-monías. Sarnas. Tiña.Fracturas de cola.

Jerbos y Naturaleza: Es un roedor originario del desierto de Gobi, en Mongolia, coninviernos muy fríos hasta 35° C bajo 0 y veranos donde se superan los 40° C. Son saltari-nes y viven en túneles comunitarios. Tienen hábitos diurnos y nocturnos.Alimentación: Se adaptan bien a dietas balanceadas, con requerimientos de 11 a 13% deproteínas, pero sin superar el 8% de tenor graso. Consideraciones especiales se tendránde acuerdo al estado fisiológico (crianza, preñez, lactancia, etc.) Requieren frutas y ver-duras como suplemento. Un tronco para roer es un buen elemento y evita el sobre-creci-miento de sus incisivos.

Condiciones Mínimas: El material del recinto no debe ser apto para roer, de ahí que elvidrio se utilice sin problemas. La superficie debe ser lisa y fuerte. La altura no debe sermenor a 30 cm y de 60 por 30 cm para dos o tres individuos. Es decir, una superficie de1.800 cm2, a las que deben sumarse 300 cm2 por cada animal que se agregue. Los terra-rios deben carecer de obstáculos y despejados, con "intimidad" y accesorios (de fácillimpieza) para ejercitarse. El sustrato debe ser absorbente y liviano (como viruta de ma-dera liviana y libre de tóxicos) y si –se tiene el espacio ideal– brindarles la posibilidad decavar y saltar, ya que son hábitos naturales. Justamente, como saltan, el recinto debe te-ner una tapa segura y con buena aireación. Esto, además, evita accidentes o predaciónpor parte de otros animales.

Manejo: La convivencia no suele ser complicada. Incluso pueden convivir animales delmismo sexo. Sí, debemos convenir que una vez conformado un grupo es difícil agregarotro ejemplar. Son animales de desierto y presentan características evolutivas al respec-to: buen oído, resistencia a la falta de agua y alternan sus períodos de actividad y dedescanso más allá de la hora del día. Roen y cavan exacerbadamente cuando tienen po-sibilidad. Este "reclamo" hay que atenderlo.

Curiosidades:Al haber evolucionado en ambientes desérticos pueden racionar el agua.Presentan tanta variedad de colores en sus pelajes que algunos todavía no tienen nombre.Son básicamente monogámicos, pero esto no es absoluto.En el cortejo el macho golpea sus miembros pélvicos en el suelo para alejar competidores.Entran en períodos de sueños profundos muy marcados donde no hay que molestarlos.

Meriones unguiculatus

Por Med. Vet. Fidel Baschetto – Fotos Claudio Bertonatti – Ilustraciones Juan Cruz González

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Vida Silvestre · 96 | Fundación Vida Silvestre Argentina44

En tu tierra

Sus frutos anaranja-dos maduran a finesde verano y otoño.Son sabrosos y, aligual que el palmito,también su cogollo escomestible.

Pindótá la pintada del palmar(Pseudiosarbia phoencicola) yla fantasma (Opsiphanes invirae amplificatus). Sutronco, por ser más bien blando, es el predilecto devarias especies de pájaros carpinteros para construirsus nidos. Y los principales polinizadores de sus flo-res son los abejorros (Bombus).

En el jardín: Un ejemplar de 11 años, plantado en un jardín bonae-rense (Adrogué) alcanzó una altura de 7,50 m y co-menzó a fructificar a partir de los 8 años. Si bien sucrecimiento es más bien lento, con fertilizante y riegoabundante durante los meses cálidos se lo favorecerá. Su crecimiento es óptimo cuando tiene reparo deotros árboles. En cambio, plantado al descampadohabrá que protegerlo durante los primeros años, con-tra las heladas y la sequedad del verano. Se adaptamuy bien a la pampa húmeda. Incluso, se pueden ob-servar magníficos ejemplares cultivados en ciudadesde la costa atlántica, como Mar del Plata.

No posee demasiados problemas sanitarios. Hayaños en que la cantidad de orugas de la mariposapintada del palmar le destrozan el follaje, pero sonepisodios muy raros y nunca letales. Dada su belleza,elegancia y rusticidad, en los últimos años se ha pues-to de moda. Se han plantado miles de ejemplares degran porte, alineados en avenidas y parquizacionesdel conurbano bonaerense y en barrios cerrados. La-mentablemente, estos ejemplares son extraídos de lasselvas del norte del país por viveristas inescrupulosos,Estos, incluso, los comercializan “con garantía” de re-posición, puesto que muchas mueren en el proceso,dado que -al extraerlas- pierden gran parte de sus raí-ces. Por ello, es tan importante promover su cultivocomo la obtención sustentable de la especie.

N ú m e r o 13

Arecastrum romanzoffianum

Historia de vida: Esta es la palmera de distribución geográfica más aus-tral de nuestro país. Auctóctona del sudoeste de Bra-sil, Uruguay, Paraguay y la Argentina (desde el norestehasta el delta bonaerense). El río Paraná de las Pal-mas lleva ese nombre porque hasta mediados del si-glo XIX esta especie era muy abundante en sus cos-tas. Pero con la posterior colonización se produjo unfuerte desarrollo productivo, desdencadenante de unadramática desaparición local. Hoy quedan unos pocosejemplares en los escasos parches de selva marginal.

Si bien en esta provincia de Buenos Aires no supera los15 m, cuando crece entre la vegetación densa y en cli-mas más cálidos (como los del Parque Nacional Igua-zú) puede superar los 25 m. Su estípite (tronco) es gri-sáceo, casi liso, anillado, algo engrosado en la partemedia y con un diámetro de 20 a 38 cm. Sus hojas –de3 a 5 m de largo– son curvadas hacia abajo, flexibles,pinadas, con un pecíolo inerme (sin espinas) de 1 a1,50 m de largo y con folíolos lineares verdes y brillan-tes. Son caedizas y cuando se desprenden no dejanmarcas visibles (como sucede con otras palmeras). Flo-rece en primavera y verano, dando ramos de hasta 1,50m de largo, con miles de florcitas amarillentas. El tallofloral está protegido por una dura vaina leñosa (ma-rrón claro) y cuando se abre parece una pequeña ca-noa (de unos 25 cm de ancho por 1,50 m de largo). Loscogollos fueron muy consumidos por los indios Guaya-ki del este Paraguayo. En cambio cuando hay sequía,en Brasil se utiliza su follaje como forraje de emergen-cia para el ganado. Otros nombres con que se lo cono-ce en nuestro país, son Coquito, Dátil y Yerivá. En gua-raní Pindó significa “hojas que se juntan en su extremi-dad” , mientras que Yerivá “fruto gomoso”.

En su medio:Sus frutos de pulpa fibrosa y de consistencia un tantogomosa son comestibles. Cuando maduran cubren elsuelo y fermentan con el paso de los días, despidien-do un aroma dulce que atrae piaras del pecarí de co-llar, zorros de monte y aguará guazú. Entre los monos,el nocturno mirikiná y, en especial, el caí los devoran,llegando a ser el principal alimento inviernal. Además,encuentran refugio entre sus hojas contra las tormen-tas y los predadores. Entre las aves, el hermoso boye-ro cacique la usa como soporte para colgar sus nidos,formando colonias de hasta 20 nidos. Incluso, utilizahebras que extraen de las hojas de la misma palmerapara confeccionarlos. Los guacamayos canindé y azul-extintos hace tiempo del país- en Brasil comen el con-tenido de los “coquitos” de esta y otras palmeras.También se ha observado a la ardilla misionera roerlos que encuentra en el suelo. Todas estas vivenciassuceden en los bosques y selvas norteñas, pero en eldelta bonaerense, poseedor de un clima menos benig-no, el elenco faunístico es menos variado pero igual-mente interesante. Por ejemplo se pueden observaraves consumidoras de frutos como el loro de cabezanegra, el zorzal colorado o el boyero negro. Entre lasmariposas cuyas orugas se alimentan de sus hojas es-

La palmera del río Paraná de las Palmas

Por Alejandro Galup. Fotos C. Bertonatti

[email protected]

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93Especies extintas y amenazadas de extinciónNuestro Libro Rojo

Descripción: la comadrejita chaqueña, con 70 mm de longitudde cabeza-cuerpo y 55 mm de cola, es probablemente el más peque-ño de los marsupiales americanos de la familia Didelphidae. En estaespecie, el color del dorso es pardo, más oscuro hacia la línea me-dia, pero sin formar un patrón tricolor definido como en otros peque-ños marsupiales. Los pelos del vientre tienen las bases grises y laspuntas blanco-amarillentas. El pelaje del cuerpo no se extiende ha-cia la base de la cola. Los ojos están rodeados por un anillo de pelosmás oscuros que contrasta con la coloración más clara del resto dela cabeza. La cola está densamente cubierta por pelos cortos y es bi-color, pardo por encima y blanco-grisácea por debajo. A diferenciade otras comadrejas, la cola carece de superficie prensil apical. Laspatas traseras son cortas (11 mm) y dorsalmente se están cubiertaspor pelos blanco-amarillentos (2, 4, 5).

Distribución geográfica: la distribución conocida para lacomadrejita chaqueña se restringe a cinco localidades ubicadas enel Chaco Húmedo de la Argentina (3): provincia de Formosa: 1.- Ria-cho Pilagá, Estancia Linda Vista (25º 13’ S, 59º 47’ W), 2.- Reserva ElBagual (26º 10’ S, 58º 56’ W); 3.- Herradura (26º 29’ 15’’ S, 59º 15’38’’ W); Provincia de Chaco: 4.- 5 km N General Vedia (26º 54’ 16’’ S,58º 37’ 53’’ W); 5.- Selvas del Río de Oro (26º 48’ S, 58º 57’ W). Con-juntamente, estas cinco localidades representan una superficie deaproximadamente 10.000 km2, sobre un área mayormente cubiertapor pastizales, bañados, palmares, selvas en galería y bosques (3, 4).

Población: no existen datos. Al menos a juzgar por los regis-tros en trampas y en egagrópilas, parece ser mucho menos abun-

ClaseMammalia

OrdenDidelphimorphia

FamiliaDidelphidae

Nombre científico Chacodelphys formosa (Shamel, 1930)

Categoría de amenazaVulnerable

Otros nombres comunes: no se han registrado

Comadrejita chaqueñaTexto e ilustración: Pablo Teta

La comadrejita chaqueña es el marsupial más pequeño de América del Sur. Endémica de la Argentina,su distribución conocida se restringe a unas pocas localidades en las provincias de Chaco y Formosa.

dante que otros pequeños marsupiales del Chaco Húmedo, como lascomadrejitas Cryptonanus chacoensis o Thylamys sp. (3).

Biología: la comadrejita chaqueña fue originalmente descriptapor H. Shamel en 1930, a partir de un ejemplar colectado por el orni-tólogo A. Wetmore en la provincia de Formosa en 1920 (1). En formaposterior, fue alternativamente incluida en la sinonimia de otras en-tidades o considerada como una especie válida (4). En 2004, despuésde revisar el ejemplar tipo, R. Voss y colaboradores definieron su va-lidez como especie y la incluyeron en el género monotípico Chaco-delphys (4). Conocida únicamente a partir de este ejemplar, casi 80años después de su descubrimiento fue registrada en cuatro locali-dades nuevas (3). La ecología e historia natural de esta especie resul-tan mayormente desconocidas. Su dentición indica que se alimenta-ría de insectos y otros artrópodos (4). En la provincia de Formosa, unejemplar fue atrapado con una trampa de caída en un pastizal de es-partillo (Elionurus muticus) y chajapé (Imperata brasiliensis). El res-to de los ejemplares conocidos fueron hallados en egagrópilas de lalechuza de campanario (Tyto alba) (3).

Problemas de conservación: la región chaqueña cuentacon menos del 6% de su superficie total bajo alguna forma de pro-tección. De los cinco registros conocidos para la especie, solamenteuno corresponde a un área protegida (3). Los ambientes naturales delChaco Húmedo están siendo rápidamente convertidos a agroecosis-temas de monocultivos, principalmente de algodón y soja. En estecontexto, la deforestación y la quema, con la consiguiente pérdidade hábitats, son prácticas frecuentes e intensivas. El pastoreo inten-

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sivo, por otro lado, ha contribuido a generar procesos erosivos, conel reemplazo de extensos pastizales por bosques bajos, cerrados yespinosos de leñosas invasoras como el vinal (Prosopis ruscifolia).

Medidas de conservación tomadas: protegida en la re-serva "El Bagual" (provincia de Formosa) (3); no se conocen otras po-blaciones en reservas o parques nacionales.

Medidas de conservación propuestas: la pobreza de in-formación que existe con relación a esta especie, tanto de aspectossistemáticos (sus relaciones con otros integrantes de la familia Di-delphidae no están del todo claras), como de distribución y de histo-ria natural, destacan la necesidad de seguir trabajando en pro de suconocimiento (3, 4). Más en general, la conservación de los ambienteschaqueños depende, en buena medida, de la instrumentación deuna serie de medidas, incluyendo un manejo integrado de las cuen-cas hidrográficas, el incentivo de alternativas de manejo y uso sus-tentable de los recursos naturales, el estímulo de mejores prácticasagrícolas y ganaderas, la capacitación para perfeccionar las prácti-cas en el manejo del fuego y el diseño e la implementación de nue-vas áreas protegidas y corredores biológicos.

Referentes: Robert Voss; Division of Vertebrate Zoology (Mam-malogy), American Museum of Natural History; Central Park West at79th Street, New York, NY 10024, EEUU.

Bibliografía:1.- Shamel, H. H. (1930): A new murine opossum from Argentina. Journal of Washington Academy ofSciences, 20:83–84.

2.- Tate, G.H.H. 1933. A systematic revision of the marsupial genus Marmosa with a discussion of theadaptive radiation of the murine opossums (Marmosa). Bulletin of the American Museum of NaturalHistory 66: 1–250 1 26.

3.- Teta, P.; Pardiñas, U. F. J.; D’Elía, G. En prensa. Rediscovery of Chacodelphys: a South Americanmarsupial genus previously known from a single specimen. Mammalian Biology.

4.- Voss, R. S.; Gardner, A. L.; Jansa, S. A. (2004): On the relationships of "Marmosa" formosa Shamel,1930 (Marsupialia: Didelphidae), a phylogenetic puzzle from the Chaco of northern Argentina. AmericanMuseum Novitates, 3442:1-18.

5.- Voss, R. S.; Lunde, D. P.; Jansa, S. A. (2005): On the contents of Gracilinanus Gardner andCreighton, 1989, with the description of a previously unrecognized clade of small didelphid marsupials.American Museum Novitates, 3482:1-34.

Distribución geográfica

Localidades donde se registró la presencia de esta especie en las Provincias de Chaco y Formosa:1 – Riacho Pilagá, Estancia Linda Vista (localidad tipo); 2 – Selvas del Río de Oro; 3 – Reserva ElBagual; 4.– 5km al norte de General Vedia; 5. – Escuela No. 33, Herradura.

Vistas lateral, dorsal y ventral del cráneo de la comadrejita chaqueña. Se trata e un ejemplar colec-tado en la Reserva “El Bagual”, Provincia de Formosa. Escala=5mm. Foto: cortesía de P. Teta, U.F.J.Pardiñas y G. D’Elía

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D e s a f ío sde la mano de la ley

El desarrollo sustentable en tierras privadas requiere de bases jurídicas que ordenen,regulen y estimulen su realización. La mayoría de las provincias argentinas tienen el de-safío de ponerse al día. Y los propietarios de campos valiosos para la conservación, laoportunidad de darles un estatus especial para asegurar su protección y uso a futuro.

Por Dra. Natalia Machain (abogada, especializada en Gestión Ambiental, Coordinadora de Conservación y

Política Ambiental de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, FARN).

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La tierra es valiosa. Porque es nuestro medio yel de las especies, recursos y ecosistemas que

hacen a la vida en el planeta y a su continuidad;porque nos proporciona aquellos frutos que nece-sitamos para vivir, para crecer, para sostenernoseconómicamente, para disfrutar de su belleza.Obtenemos de la tierra productos para la alimen-tación, para la vestimenta, para asentar y cons-truir nuestros hogares y obras, utilizando sus be-neficios. Y por sus valores diversos somos cons-cientes de que es necesario que exista en suscondiciones esenciales.

Frente a los desafíos que muestran estos objeti-vos, cabe preguntarnos: ¿podemos seguir pen-sándonos como distintos grupos enfrentadosunos a otros, como individuos que contemplanúnicamente sus propios intereses, como paísessin contemplar la tierra de los vecinos? O, por elcontrario, ¿debiéramos empezar a vernos comoindividuos, comunidades y sectores parte de untodo, de un grupo humano que debe concentrarseen sus intereses comunes para desarrollarse?

Es cierto que cada sector de la sociedad (privadoy público) trabaja para dar cumplimiento a visio-nes e intereses distintos; pero desde hace tiempopresenciamos un incremento sostenido en la con-ciencia a favor de la protección de la naturaleza.Esta conciencia acortó brechas: hoy en día es po-sible promover espacios de diálogo, de consenso,de proyectos comunes y coordinación de esfuer-zos entre distintos sectores y disciplinas para tra-bajar sobre cuestiones ambientales que preocu-pan y afectan a todos. Y vaya si es necesario to-mar conciencia. Es posible afirmar que la realidadde la biodiversidad y de los ecosistemas en la Ar-gentina presenta problemas sobre los cuales esnecesario trabajar para encontrar una solución:emergencia forestal del bosque nativo, degrada-ción de suelos, especies en peligro de extinción,disminución de hábitats, inundaciones, avanceirracional de la frontera agropecuaria, entre otros.

Nos preguntamos entonces cómo modificar la rea-lidad ambiental de nuestras tierras, si coincidimosen que la protección de nuestro medio de vida nocompete sólo al Estado, sino que involucra a cadauno de los habitantes del suelo argentino (como loestablece el Preámbulo de nuestra Constitución).

Dice la ley

El derecho nos sirve de guía y principios a seguirpara obtener algunas respuestas. La ConstituciónNacional (en su artículo 41º) nos recuerda que“todos los habitantes gozan del derecho a un am-

biente sano, equilibrado, apto para el desarrollohumano y para que las actividades productivassatisfagan las necesidades presentes sin compro-meter las de las generaciones futuras; y tienen eldeber de preservarlo (…)”. Este sencillo predicadoencierra la obligación de preservar (proteger convisión de futuro) el ambiente, haciendo énfasis enque el planeta no nos pertenece sólo a los quehoy lo habitamos y disfrutamos, sino también alas generaciones que nos sucederán.

Asimismo, la Ley General del Ambiente (BoletínOficial 28/11/2002) presenta diversos objetivosfundamentales, entre los que encontramos: “ase-gurar la preservación, conservación, recuperacióny mejoramiento de la calidad de los recursos am-bientales, tanto naturales como culturales, en larealización de las diferentes actividades antrópi-cas”, “mantener el equilibrio y dinámica de losecosistemas” y “asegurar la conservación de la di-versidad biológica”. Estos objetivos, junto conotros principios e instrumentos de gestión esta-blecidos por la misma norma, sirven de funda-mento de decisiones de la administración (tantonacional, como provincial y municipal), y de losjueces que resuelven conflictos específicos, pararegular y solucionar conflictos ambientales; valedecir que las “normas ambientales” son cada vezmás reconocidas.

Por otro lado, nuestro país asumió compromisosinternacionales. Dentro de este grupo de acuerdosse encuentra la Convención sobre Diversidad Bio-lógica (aprobada por la Ley Nº 24.375 y ratificadapor el Poder Ejecutivo el 22/11/1994). Esta normade jerarquía constitucional, compromete al Estadoa cumplir uno de sus objetivos más trascendentes:la conservación de la diversidad biológica y la utili-zación sostenible de sus componentes.

Experiencias aquí y allá

Uno de los modos que hemos encontrado pararealizar los objetivos enunciados es estableceráreas protegidas, ya sea por medio de una limita-ción en la realización de cualquier actividad hu-mana sobre espacios sensibles o emblemáticos, obien estableciendo un modo de uso, aprovecha-miento y disfrute que permita que la misma natu-raleza crezca y se regenere apropiadamente. Estatarea fue asumida históricamente por el EstadoNacional y las Provincias, al crear parques nacio-nales o provinciales, reservas naturales, monu-mentos, en tierras de su propiedad.

De igual modo y con la misma finalidad, se hanllevado adelante experiencias en nuestro país y

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Vida Silvestre · 96 | Fundación Vida Silvestre Argentina52

en otros países del mundo donde son los particu-lares quienes desarrollan sistemas de protecciónde tierras conjugando su conservación a futurocon su uso adecuado (haciendo posible a la vez eldisfrute de los seres humanos y su aprovecha-miento económico). Las experiencias extranjerasmuestran que la protección en tierras privadas esexitosa y que ha sido utilizada inclusive para con-tener áreas protegidas públicas (sobre este parti-cular es interesante conocer la experiencia de TheNature Conservancy, disponible en el sitiowww.tnc.org).

La denominada conservación en tierras de pro-piedad privada implica que no sólo el Estadopuede crear legalmente un área de protección entierras sobre la cual ejerce su jurisdicción, sinoque los propietarios pueden darle un estatus es-pecial a un ecosistema con el fin de asegurar suprotección y uso a futuro. El rol del Estado en es-te caso es poner a disposición un marco legaleficaz, así como el sistema institucional que lohaga posible, y brindar incentivos para que lospropietarios privados estén informados, partici-pen y se comprometan con la protección de latierra de nuestro país.

En la Argentina...

La labor de la FVSA a través de su programa dedi-cado a los refugios, desde hace casi veinte años,demuestra el interés de los propietarios de cam-pos, y la factibilidad de proyectos que apoyen ac-tividades y sistemas de uso que, a su vez, coinci-dan con el objetivo de conservación de unidadesde interés ecológico. Este interés marcado, y lasprácticas realizadas, pueden aportar bases sóli-das para ampliar sus alcances.

En nuestro país existen algunas provincias quecuentan con normas especiales sobre conserva-ción en tierras de propiedad privada y que esta-blecen procedimientos especiales. Un ejemplo deello es la provincia de Misiones, que cuenta conla ley provincial Nº 2932/92 de parques y reser-vas, que contempla –entre las categorías de pro-tección– las reservas privadas. De acuerdo conesta norma, un propietario de un predio privadosituado en Misiones puede adherir a este régi-men –bajo determinadas circunstancias– portiempo indeterminado. No es posible renunciarantes del transcurso de 20 años y se debe forma-

lizar un convenio con la Provincia para ingresar elpredio en el Sistema de Áreas Protegidas provin-cial. Al contar con un plan de manejo de la tierray asegurar una continuidad en el tiempo, los ad-herentes gozan de beneficios impositivos. Hoyfuncionan varias áreas de protección privada enMisiones y para más detalles puede consultarseel portal oficial:www.misiones.gov.ar/ecologia/_private/eco1.htm

Otro grupo de provincias argentinas cuenta connormativa similar, pero no presenta experienciasconcretas. Incluso hay provincias que aún no de-sarrollaron instrumentos concretos. En este senti-do, el Dr. Luis Castelli publicó un trabajo intere-sante que puede ser consultado en internet:www.farn.org.ar/docs/p24/index.html

Complementar y multiplicar la acción del Estado

Por Ing. Rodolfo Burkart y Lic. Ana Balabusic (Administración deParques Nacionales)

Con un 1,3 % del territorio continental argentino a cargo de ParquesNacionales y un 6,8 % de Áreas Protegidas en total, es imposible cre-cer hasta un 15 % deseable –o indispensable– en un tiempo tal, quese le gane o empate a los procesos de deforestación y degradaciónde recursos naturales que avanzan contra la conservación de la na-turaleza. La expropiación y compra de tierras para constituir áreasprotegidas estrictas como los parques nacionales (o provinciales) esindispensable, dirigida a áreas de máxima prioridad. Es el compo-nente cualitativo del sistema de áreas protegidas del país, que ase-gura zonas núcleo y refugios estratégicos. Sin embargo, con estecomponente no se resuelve ni agota ninguna estrategia de conserva-ción para el país, aun con todos los esfuerzos que se le destinen.

Hay un componente cuantitativo del crecimiento de las áreas prote-gidas y otras variantes del ordenamiento territorial –que se imponepor la cantidad de hectáreas y los tiempos perentorios de su decla-ración– se refiere a territorios que sean destinados a cubrir funcio-nes de amortiguación (zonas de amortiguación) y de conectividad yreserva de recursos (corredores de conservación). En ausencia deesta extensión, los parques quedan expuestos a un aislamiento queconduce con el tiempo a la pérdida de especies.

El necesario avance extensivo y masivo tiene que abordarse inevita-blemente integrando la propiedad privada a la conservación. Se de-ben adoptar modalidades de gestión territorial que busquen la con-certación con pobladores, comunidades indígenas y particularespropietarios de tierras y les den espacios de participación. Para esohay que ir al diálogo con ellos con algo que ofrecer: modelos con-ceptuales claros (categorías de conservación, modelos de manejopredial); términos de concertación claros (compromisos y restric-ciones, derechos y ventajas); asesoramiento técnico; incentivosmateriales, en proporción a los costos de oportunidad que implicala conservación. La alternativa de que las reservas privadas a crearadopten la categoría “de recursos manejados” (categoría VI deUICN), hace más factible en acuerdo con los particulares, ya que noimplica suprimir actividades productivas, sino ordenarlas y sumarlequizá alguna restricción asimilable a sus intereses, como la de nocazar en su campo –y proteger– las especies amenazadas.

A la vez, se hace necesario revisar y profundizar los regímenes lega-les y reglamentarios nacional y provinciales, a los efectos de que seanefectivos instrumentos de promoción, de la conservación y el usosustentable de los recursos vivos, en los territorios declarados paraese destino. La normativa que rija la conservación en tierras privadastendrá que incluir ciertos beneficios tangibles, a cambio de las res-tricciones que deba imponer; beneficios que no tienen –en tales tér-minos– carácter de subsidio, sino de retribución a los servicios am-bientales que brinda el particular por sujetarse a dichas restricciones.

En la concreción de esta estrategia común entre órganos del Esta-do, los particulares y las organizaciones no gubernamentales tieneun papel clave que jugar, como comunicadores, capacitadores, pro-motores, gestores de proyectos y operadores de terreno. De igualmodo, las organizaciones de base y sectoriales, como representan-tes de los particulares y las comunidades locales en las instanciasde concertación y participación.

Las experiencias extranjeras muestran que la protec-

ción en tierras privadas es exitosa y que ha sido utiliza-

da inclusive para contener áreas protegidas públicas...

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Esta situación deja en un plano desigual a los pro-pietarios de tierras que se encuentran en provin-cias donde no existe previsión normativa frente aaquéllos que –teniendo la intención de crear unárea de protección y uso sustentable en su pre-dio– encuentran un modelo concreto que aplicar yun sistema institucional que promueve la iniciati-va. Asimismo, esta disparidad importa una desi-gual protección de los ecosistemas y regiones, losque no reconocen límites geopolíticos.

En la Argentina estamos frente a varios desafíos:

Ordenar y conocer las experiencias existentesen los distintos niveles jurisdiccionales.Promover y desarrollar las herramientas y figu-ras legales pertinentes para la protección priva-da de las tierras, y mejorar las existentes.Fortalecer las instituciones que en cada juris-dicción deben promover e incentivar la protec-ción de las tierras.Generar y difundir información sobre las posi-bilidades para proteger tierras de propiedadprivada.Comprender la finalidad de estos modelos ymodernizar nuestra concepción de propiedadtradicional.Trabajar junto con todos los sectores en el de-sarrollo de políticas públicas ambientales quecontengan a la protección privada como unaherramienta eficiente y posible.

La realidad marca la necesidad de trabajar sobreestos puntos, conjugando el interés propio conel del Estado. Por cierto, es un factor prósperoque la conservación en tierras de propiedad pri-vada coincida con la finalidad misma del manda-to constitucional de promover un desarrollo sus-tentable, dado que esto armoniza la satisfacciónde las necesidades presentes sin comprometerla posibilidad de que las generaciones futuraspuedan hacer lo mismo. No tenemos ya única-mente el derecho a un ambiente sano, sino laobligación de participar en su realización y sos-tenibilidad en el tiempo, siendo coherentes connuestras leyes y metas. Y en este punto es don-de todos los habitantes de la Nación nos volve-mos parte de lo mismo.

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Turismo en los Refugios de Vida Silvestre

El turismo es una actividad en crecimiento en todo el mundo y la Argentina es un ejemploclaro. Con un contexto que favorece el turismo extranjero y el nacional, este año, los ti-tulares de los diarios anunciaron que el crecimiento de este sector superó los ingresosde nuestras producciones tradicionales: los cereales y la carne. Es esta actividad, justa-mente, la que encarna una de las mejores oportunidades para valorar y recuperar nues-tros castigados ambientes naturales.

Por Lic. Alejandra Carminati (Programa Refugios de Vida Silvestre, FVSA)

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El placer de conservar

Movidos por las más diversas motivaciones, milesy miles de personas se alejan de sus hogares y setransforman en turistas. Esta actividad, que se havuelto popular en el siglo XX, motoriza grandescambios ambientales, sociales y económicos (po-sitivos y negativos) en los lugares elegidos comodestino.

De la mano de una mayor conciencia ambiental,una modalidad que se encuentra en pleno creci-miento es el ecoturismo. Básicamente, los ecotu-ristas disfrutan visitando paisajes naturales o co-munidades locales con su identidad bien conser-vada. Allí, se enriquecen espiritual o intelectual-mente y valoran acciones concretas en favor de lanaturaleza. Es más, en muchas ocasiones se invo-lucran en ellas. Por esta razón, el ecoturismo –conuna mirada a largo plazo– promueve un desarrolloeconómico genuino, que integra uso y conserva-ción, pero que no pone en riesgo los recursos na-turales y culturales cuando está bien pautado.Con sus paisajes silvestres habitados por una di-versidad de especies deslumbrante, varios paísesde Latinoamérica, incluida la Argentina, tienen ungran potencial para desarrollar esta actividad y,además, una oportunidad para promover la con-servación de sus recursos y el desarrollo local.

El largo camino de la sustentabilidad

La FVSA identifica al ecoturismo como una opciónpara revalorizar la biodiversidad y el patrimoniocultural, generando conciencia sobre la importan-cia de sus beneficios. Realizado con una adecua-da planificación y personal capacitado puede con-vertirse en generador de decisiones para conser-var los ambientes naturales donde se sustenta. Almismo tiempo favorece la toma de conciencia am-biental por parte de los visitantes y beneficia lascomunidades locales.

A través de su Programa Refugios de Vida Silves-tre, la FVSA reúne propietarios de campos priva-dos que funcionan como reservas naturales. Algu-nos de ellos promueven el ecoturismo como prin-cipal actividad productiva o bien para diversificarlas actividades productivas, realizando aportes aldesarrollo local sin comprometer los recursos na-turales a largo plazo.

La clave de estos proyectos es la planificación y,para lograrla, es necesario conocer los recursosque se manejarán. Por ello, el proceso se iniciacon un relevamiento ambiental de la propiedad yde su entorno, que incluye la identificación de los

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en 1998, encontró la llave para destrabar su si-tuación. Se asoció a un empresario turístico conexperiencia y visión a largo plazo, Carlos Sando-val. Así, nació Yacutinga Lodge, uno de los em-prendimientos ecoturísticos de vanguardia delpaís, que a su vez renovó su compromiso conser-vacionista con la FVSA.

Desde entonces, varias cosas cambiaron en el lu-gar. Se construyeron edificaciones que permiten elalojamiento y la atención de los huéspedes. Seplanificaron y abrieron senderos peatonales y, añotras año, los sitios expuestos al uso turístico sonmonitoreados para identificar y –si fuera necesa-rio– revertir los signos de impacto negativo en suscondiciones ambientales. Los turistas pueden sa-ciar su avidez de información sobre la selva me-diante visitas guiadas, folletos y carteles. A travésde cursos, se promueve la capacitación del perso-nal, generando un polo de empleo para los habi-tantes de la vecina Andresito. Y en “temporada ba-ja” se desarrolla un programa educativo con es-cuelas de esa localidad. Luego de participar encharlas, alumnos y docentes se reencuentran conlas maravillas de la selva de la mano de los guíasdel lugar y descubren –por sí mismos– la impor-tancia de conservarlas.

Quien visite Yacutinga podrá experimentar comose reinvierte una parte de los ingresos generadospor la actividad turística en la conservación de laselva. Y, si “se prende”, podrá:

Plantar un árbol en el sector de restauración dela selva.

Visitar la estación de recría de carpinchos quepretende mejorar la situación de esta especieen la zona.

Interiorizarse sobre los trabajos de investiga-ción de la Estación Biológica de Yacutinga.

No caben dudas de que se ha revalorizado almonte en un sector clave de conexión entre losdos parques nacionales más emblemáticos de laArgentina y del Brasil, que –no por casualidad–fueron declarados “Patrimonio de la Humanidad”por UNESCO.

Donde el corazón late con elpalmar de yatay

Más al sur, en Entre Ríos, otra historia empezabade manera similar: aquí no se intentaba conservarla espesura de la selva, sino un palmar de yatayvecino al famoso Parque Nacional El Palmar. Conla firme convicción de la importancia de la diversi-

principales atractivos o valores. Y concluye conuna serie de recomendaciones para buscar unequilibrio –con saldo positivo– entre el uso y laconservación de los mismos. Con esta base y se-gún las particularidades de cada establecimiento,se planifican caminatas, cabalgatas y navegacio-nes de ríos y arroyos. Cada una de ellas se concibecomo espacios de descubrimiento y disfrute paralos turistas y, a la vez, como oportunidades paracontribuir con el desarrollo de las comunidadesvecinas. Esto, por ejemplo, a través de la contrata-ción y capacitación de personal, de la provisión deinsumos y servicios o de la gestión para mejorar lainfraestructura de la zona. Cuando es necesario,en conjunto con investigadores, se inician progra-mas de conservación específicos, como la restau-ración de sectores degradados o la reintroducciónde alguna especie en disminución poblacional. Yno es rara la ocasión en que estos programas setransforman en espacios para la participación acti-va de los turistas.

Comulgando con esta visión, los propietarios dealgunos Refugios de Vida Silvestre buscan la sus-tentabilidad ambiental, social y económica. Losinvito a repasar dos de nuestras historias.

Donde el turismo cristaliza buenas ideas

Otto Biedler tenía una chacra con monte de algomás de 500 hectáreas que atesoraba en el límitenorte de la provincia de Misiones. Las había obte-nido a partir de un plan de colonización en An-dresito, allá por la década de los 80. Las mantuvovarios años, prácticamente sin uso (salvo un pe-queño desmonte realizado como requisito para elotorgamiento de la titularidad). Incorporó su pro-piedad al Programa Refugios de Vida Silvestrebuscando aliados para proteger la naturaleza deun lugar clave para la conexión de las dos áreasprotegidas estatales más importantes de la re-gión: los Parques Nacionales Iguazú (en la Argen-tina) y Foz do Iguaçú (en Brasil). A medida quetranscurrían los años, más se complicaba “darseel lujo” de mantener ese lugar sin producir. Pero

Lo que implica el ecoturismo

En la Cumbre Internacional del Ecoturismo realizada en el 2002, ybajo el auspicio del Programa de las Naciones Unidas para el medioAmbiente (PNUMA) y la Organización Mundial del Turismo (OMT) sereconoció que el ecoturismo suscribe los principios del turismo sos-tenible y que además:

Contribuye activamente a la conservación del patrimonio natu-ral y cultural.Incluye a las comunidades locales e indígenas en su planifica-ción, desarrollo y explotación y contribuye a su bienestar.Interpreta el patrimonio natural y cultural del destino para los vi-sitantes.Se presta mejor a los viajeros independientes, así como a los cir-cuitos. organizados para grupos de tamaño reducido.

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ficación de la producción, su propietario, el inge-niero forestal Raúl Perigallo, se resistía a transfor-mar La Aurora del Palmar en un eucaliptal o en unpinar, como ocurría en los campos vecinos. En1980 había heredado esas 1.500 hectáreas, con200 de palmares. Desde entonces pensó que esepaisaje –que conocía bien desde niño– tenía quetener otro valor (sobre todo, por sus 200 hectá-reas de palmar). En 1997 convocó a la FVSA paraconcretar un relevamiento ecológico rápido y, po-co después, la propiedad ingresó al Programa Re-fugios de Vida Silvestre. Así se generó un espaciode trabajo conjunto con el parque nacional, parapromover la conservación de los recursos natura-les en el ámbito de la cuenca del arroyo El Palmar.

Con su hija María Eugenia y su yerno Ariel Battistase logró planificar la actividad turística, que se su-mó a las otras: ganaderas, forestales y citrícolas.

Posicionada desde una atención personalizada yun enfoque educativo, La Aurora del Palmar eshoy reconocida como un importante destino turís-tico en la región. Durante la visita, los turistas co-nocen y disfrutan del palmar, de la selva en gale-ría y del arroyo El Palmar. Pero también, puedenreflexionar sobre la importancia de la conserva-ción y del uso racional de los recursos naturalesen propiedades privadas. En su estadía, casi se-guro, se cruzarán con un grupo de ñandúes, que–dicho sea de paso– fueron reubicados desde unaestancia ganadera vecina que, por convertirse a laproducción de soja, vio incompatible su estadíaallí. Como si fuera poco, también podrán testearen el terreno los resultados de los estudios que serealizan en este laboratorio a cielo abierto, paraentender cómo se regeneran las palmeras y cuá-les son las causas de su mortalidad.

En los últimos años, también han abierto sus puer-tas a contingentes de estudiantes, generando unaexcelente opción para las escuelas que buscan unviaje de estudios que fomente el espíritu conser-vacionista de sus alumnos. Eugenia y Ariel (comoRaúl), no se quedan aquí: ahora, proyectan gene-rar un polo de capacitación regional en temas deturismo, y mejorar la calidad educativa de las visi-tas con el montado de un centro de visitantes.

Hacia una red de propiedades dedicadasal ecoturismo

El trabajo desarrollado en los Refugios de VidaSilvestre “La Aurora del Palmar” y en “Yacutinga”(como en otros de nuestro programa como “Los

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Morrillos” en San Juan o “Yaguaroundí” en Misio-nes) reafirman la idea de que el turismo puede seruna efectiva herramienta de conservación.

En este camino también trabajan otros países deLatinoamérica, como Colombia, que cuenta con laAsociación RED Colombiana de Reservas Natura-les de la sociedad civil (RESNATUR) y la Red Cos-tarricense de Reservas Naturales.

Por eso, la FVSA –junto con un grupo de propieta-rios que comparten estas ideas– comenzó a darforma a una red nacional de reservas privadas de-dicadas al ecoturismo, aprovechando varias ven-tajas. La más importante, sin dudas, es que estasiniciativas demostraron que “producir y conser-var” no son materias contrapuestas, sino que–por el contrario– resultaron en una fórmula crea-tiva de hacer negocios y conservar el legado natu-ral y cultural al mismo tiempo. Es deseable y ne-cesario que estas experiencias alienten a otrospropietarios a transitar por el mismo camino. Siasí ocurriera, el ámbito privado permitirá consoli-dar a la Argentina como un destino turístico mar-cado por la valoración de su patrimonio.

Buenas premisas

La FVSA está preparando el documento “Bases para la planificacióny monitoreo del Ecoturismo en áreas naturales privadas”, basadoen la bibliografía internacional y, sobre todo, en su experiencia conel desarrollo de proyectos piloto dentro del marco del Programa Re-fugios de Vida Silvestre. Como adelanto, presentamos las principa-les premisas:

1. Cumplir con las reglamentaciones vigentes, y contar con unaadecuada planificación y monitoreo de las actividades desarro-lladas

2. Conservar y revalorizar los recursos naturales y culturales delárea y de su zona de influencia, en especial de aquellos ecosis-temas frágiles y sitios de gran valor biológico, histórico y ar-queológico.

3. Lograr una mejora en la calidad de vida de los habitantes de lasregiones receptoras.

4. Promover la educación ambiental y el conocimiento públicoacerca de la diversidad biológica y cultural y la importancia desu conservación.

5. Generar ingresos que sean reinvertidos en programas de con-servación, educación ambiental, investigación, monitoreo y ma-nejo en el área.

Como puede verse en las fotos de estas páginas, en los refugios se realizan tareas de

capacitación, excursiones para observar especies silvestres y también actividades de

educación ambiental que pueden traducirse en hechos tan concretos como el cultivo

de plantas autóctonas para restaurar áreas naturales que fueron degradadas.

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Fundación Vida Silvestre: Más de una vez le ofre-cieron trabajar como científico y quedarse a viviren el exterior, con buenas condiciones laborales.¿Por qué nunca aceptó? ¿Extrañaba la Argentina?

Enrique Balech: Bueno, no tanto al país, sino a miesposa y a la familia… aunque de todos modos ca-si siempre trataba de viajar con ella. En realidad,el motivo fue otro…

FVSA: ¿Cuál?

E.B.: (Con énfasis) Que considero que cada país de-be conservar sus científicos, porque un país sin cien-cia no avanza y si es un país en desarrollo, menos to-davía. Además, hay que evitar que toda la ciencia seconcentre en unos pocos países, es peligroso.

FVSA: ¿Por qué?

E.B.: Porque el país que tiene progreso es el quedomina.

FVSA: ¿Piensa que la ciencia puede hacer unmundo mejor?

E.B.: Sí, pero rodeada de ciertas garantías, que nosea manejada por cualquier mequetrefe de turno…

FVSA: En 1952 usted obtuvo una beca del Gobier-no de Francia y luego –en 1957– una beca de laFundación Guggenheim de EE.UU., que se la reno-varon al terminar la primera etapa…

E.B.: Sí, fui primero a California con una beca porun año a estudiar el plancton, y digamos que tuve

Enrique Balech

“La ciencia puede hacer un mundo mejor”

En 1937 se recibió de profesor en Ciencias Naturales con el mejor promedio de su clase,y por esa misma época ya iba a tomar muestras de agua a los lagos de Palermo. Fue Jefede la División Biología Marina del Museo Argentino de Ciencias Naturales y, durantemás de 40 años, de la Estación Hidrobiológica de Quequén. En esta ocasión, Vida Silves-tre entrevistó a Enrique Balech, un científico reconocido mundialmente por su estudiodel plancton y de las llamadas “Mareas Rojas”.

suerte (se ríe) porque acerté con algunas solucio-nes de investigación. Entonces me pidieron queme quedara, porque EE.UU. enseguida captaquien le puede ser útil, pero yo volví a decir queno y regresé a la Argentina.

FVSA: ¿Y tenía trabajo aquí?

E.B.: Justo en ese momento me ofrecen ir a trabajarcomo investigador al Instituto Interuniversitario deBiología Marina, que se había creado hacía poco enMar del Plata. Luego de pensarlo un tiempo final-mente acepté, pero cuando no me cumplieron… (seinterrumpe, hace un silencio) en fin, yo soy de re-nuncia fácil cuando no se cumple con lo pactado.

FVSA: ¿Pero qué sucedió?

E.B.: Que habíamos acordado un sueldo de investiga-dor full time y, llegado el momento, no me lo dieron.

FVSA: ¿Y por qué?

E.B.: Hubo cuestiones políticas, no sé… (Sonríe,clava una mirada cómplice y parece no quererahondar en el tema).

FVSA: Profesor, ¿de dónde surge su interés por elplancton?

E.B.: Yo empecé a estudiar agua dulce en los lagosde Palermo, donde los domingos iba a tomarmuestras. Años después, cuando empecé trabajaren la estación hidrobiológica (de Quequén) dejé elagua dulce para dedicarme exclusivamente al mar.

Entrevista por Lorena López

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FVSA: ¿Que quería investigar?

E.B.: (Encogiéndose de hombros) La vida, la vida enel agua. Y cada vez que uno más investiga, más co-sas nuevas y de mayor interés encuentra. Después,empecé a investigar el plancton de todo el mundo.

FVSA: ¿Cuál es la diferencia entre el trabajo en Ar-gentina y en otros países?

E.B.: La diferencia es material, es cuantitativa. Enlos Estados Unidos cada uno tiene sus barcos pro-pios para poder salir a investigar y se realizan mu-chas salidas al mar. Hasta hay submarinos de in-vestigación y toda una serie de cosas que ayudanmuchísimo al desarrollo del trabajo.

FVSA: ¿Desde cuando vive en Necochea?

E.B.: Desde la década del 40. Antes vivía en Bue-nos Aires y venía aquí periódicamente a realizarestudios, hasta que finalmente me instalé enQuequén a trabajar en la estación hidrobiológicay a dictar clases.

FVSA: O sea que se dedicó a la docencia y a la in-vestigación a la vez…

E.B.: Sí, yo tuve dos vocaciones y ambas me die-ron mucho gusto: la enseñanza y la investigacióncientífica…(hace un silencio, parece buscar un re-cuerdo) Mire, le voy a contar algo…

FVSA: A ver…

E.B.: Cuando llegué al Instituto Scripps de Ocea-nografía en La Jolla, California, uno de los directi-vos me preguntó: “¿Usted es doctor?” “No”, le res-pondí. “¿Es master?” “No”, volví a responder, “soyprofesor”. Entonces ese hombre (que era tambiénun científico), me dijo: “Acá solo recibimos ´mas-ters´ y doctores, así que debería rechazarlo, perocomo respetamos la beca Guggenheim lo vamos aaceptar”. Y así fue que fue que aún siendo “sólo”profesor, me dieron un ´rinconcito´ del laboratorio.

FVSA: ¿Cuál fue su mayor desafío como investigador?

E.B.: El desafío es constante, pero todo dependede la persona y los recursos. Si usted tiene los re-cursos, tiene prácticamente todo.

Enrique Balech nació en 1912 en Telén, La Pampa. En en 1937 se re-cibió de Profesor en Ciencias Naturales con un promedio de 9,42puntos. Ejerció la docencia en escuelas secundarias, en el ColegioMilitar de la Nación y en la Universidad de La Plata. Estuvo a cargodel Laboratorio de Protitología y de la División Biología Marina delMuseo Argentino de Ciencias Naturales y de la Estación Hidrobioló-gica de Puerto Quequén.

En 1993 recibió el Premio Konex de Ciencia y Tecnología. Escribiógran cantidad de trabajos y libros, entre los cuales figuran “Intro-ducción al fitoplancton marino”; “Geocidio” y “Los dinoflageladosdel Atlántico”. Estudió y utilizó el esperanto en sus viajes por distin-tos países. Incluso, publicó trabajos en este idioma.

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FVSA: ¿Cómo realizaba su trabajo de campo enQuequén?

E.B.: Gran parte lo hacía desde tierra, pero a ve-ces embarcaba en el barco del Ministerio deObras Públicas, aunque también en barcas pe-queñas. El trabajo de muestreo lo realizaba conuna red, donde todo lo que quedaba luego de quepasaba el agua era materia viva.

FVSA: ¿Extraña el trabajo “en el terreno”?

E.B.: (Empieza a reírse) A los 93 años ya no se ex-traña tanto, pero el trabajo de campo siempre fueun placer, aunque a veces matizado con mareos(se ríe más fuerte). El trabajo de campo es irrem-plazable y muy satisfactorio… además, no se pue-de investigar desde un escritorio.

FVSA: ¿Alguna vez estuvo en una situación depeligro?

E.B: Bueno, cuando se sale al mar, siempre hayriesgo, pero a mí nunca me pasó nada. (Se quedapensando y de pronto agrega:) Aunque una vezsucedió algo…

FVSA: ¿Qué pasó?

E.B.: Íbamos navegando y el barco se inclinó tantoque parecía que se iba a dar vuelta. Entonces el ca-pitán salió corriendo para hacer no sé qué cosa enlos comandos y, en vez de pisar el suelo, caminópor la pared debido a la gran inclinación. Y durantemucho tiempo se “guardaron” esas huellas en lapared como recuerdo de lo que había pasado.

Vida Silvestre agradece al Dr. Luis Cappozzo, Director

Ejecutivo de la Estación Hidrobiológica de Puerto Que-

quén, su apoyo para realizar esta entrevista.

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Peligra el ambiente natural costerodetrás de la Ciudad Universitaria

Detrás de la Ciudad Universitaria de BuenosAires se encuentra un terreno costero deaproximadamente 5 ha. Similar a la historiade Costanera Sur, se ha formado como pro-ducto de los rellenos producidos desde la dé-cada del 50, junto a la sedimentación de ma-teriales aluvionales procedentes de diferen-tes ambientes. Estos, compuestos por comu-nidades vegetales tanto nativas como exóti-cas, entre los que se destacan una laguna, unbosque y pajonales, proporcionando un ricoespacio para una gran diversidad de aves.Actualmente las obras que está realizando elGobierno de la Ciudad de Bs. As. con el finde realizar el proyecto "Parque Natural y Pú-blico Ciudad Universitaria" están alterandoeste lugar sumamente interesante y valioso,motivo por el cual varias ONG´s y ciudada-nos han promovido que se lo declare comouna nueva Reserva Ecológica para la ciudad. El proyecto de ley que contempla la crea-ción de la "Reserva Ecológica CostaneraNorte" se encuentra en estudio en la Comi-

sión de Planeamiento Urbano de la Legisla-tura porteña, a la espera de los "informestécnicos" que acrediten que el lugar puedaser considerado para recibir un grado deprotección. Pero, mientras tanto, las obrasavanzan con rapidez y cada minuto es unaafrenta contra estos ambientes, cada díamas alterados. Mientras los tiempos de es-pera parlamentario son lentos, las máqui-nas comenzaron a "desmalezar", talar ár-boles y a dividir la laguna con un terraplén.Ya han limitado la conexión que tiene la la-guna con el río. Estas intervenciones agresi-vas están comprometiendo seriamente albosque y a la laguna, la cual fue considera-da en la Evaluación de Impacto Ambiental(EIA) como el ambiente de mayor vulnerabi-lidad, ya que es utilizada por varias espe-cies de aves para su nidificación.Desde la Gestión "Reservas Educativas" dela Fundación de Historia Natural "Félix deAzara" consideramos que la creación de la"Reserva Ecológica Costanera Norte" posi-bilitaría a los ciudadanos aprovechar el má-ximo de las potencialidades que ofrece ellugar, ya que al utilizarlo sólo como espacio

recreativo se estaría desperdiciando su altovalor ecológico, social y educativo. En espe-cial para los estudiantes de la vecina Facul-tad de Ciencias Exactas y Naturales de laUniversidad de Buenos Aires (UBA), quie-nes tendrían allí un laboratorio viviente. Poreso, sostenemos que para ofrecer un nuevoespacio a la comunidad, el Gobierno debe-ría controlar que se respeten las observa-ciones descriptas en la EIA para la obra y,así, apuntar a un desarrollo sustentablecompatible con el medio ambiente.

Gestión Reservas EducativasFundación de Historia Natural"Félix de Azara"[email protected]

Vida Silvestre hace propia esta preocupa-ción y alienta -desde 1984- a las autorida-des a concretar la reserva anhelada.

Correo de lectoresEnviar las cartas para Vida Silvestre

a Defensa 251 6ºK

C1065AACCiudad de Buenos Aires • Argentina

[email protected]

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1 y 2: antes de las obras. 3 y 4: estado al cierre de este número.Fotos: Claudia Furman y Cecilia Güimil

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ELABREVADERO

El sistema de Áreas NaturalesProtegidas de la provinciade Tierra del Fuego, Antártidae Islas del Atlántico SurPor Ministerio de la Producción dela Provincia de Tierra del Fuego, Us-huaia, 2005, 24 págs.

Nuestra provincia más austral resume infor-mación general (histórica, natural y cultural)sobre sus seis reservas provinciales: CostaAtlántica de Tierra del Fuego, Corazón de la Is-la, Laguna Negra, Río Valdez, Playa Larga e Is-la de los Estados. Con visión de futuro, tam-bién presenta otras áreas naturales potencial-mente elegibles para su incorporación a esesistema de áreas naturales protegidas. Entreellas, el área de transición entre el bosque y laestepa fueguina, la península Mitre, el mar ad-yacente a isla de los Estados y el Canal Bea-gle. Se publicó con el apoyo de FVSA y WWF.

Para más información:[email protected]

Reservas Naturales UrbanasPor Aves Argentinas, 2006, 8 págs.

Este atractivo folleto refleja la posición institucional ante esta alternati-va concreta para mejorar la calidad de vida en las ciudades argentinas.Sintetiza los múltiples beneficios y oportunidades que presentan estasreservas, repasando experiencias extranjeras y enumerando los nume-rosos –y no siempre reconocidos- casos que presentan hoy Buenos Ai-res, Córdoba, Río Negro, Santa Cruz y Chaco. Incluye una veintena depautas básicas y un modelo de ordenanza para que las autoridades decada municipio vean facilitada su tarea al momento de tomar la decisiónde crear estas reservas naturales en el corazón de los poblados.

Más información: [email protected]

Fundación Bioandina Argentina http://www.bioandina.org.ar/

Se trata del sitio de esta ONG dedicada fundamentalmente a conservar el Cóndor andino. Su pionero programa decría y reintroducción de estas aves está abordado con alto nivel de detalle y actualización. También se presentanotros proyectos –junto con el Zoológico de Buenos Aires– como el llamado ARCA (Asistencia a la Reproducción y Con-servación Animal), el de enriquecimiento ambiental para los recintos del zoo porteño, uno nuevo sobre tecnologíasreproductivas para felinos amenazados, etc. Muy valioso para los interesados en el manejo y reproducción de faunasilvestre en cautiverio.

Manejo de Fauna Silvestre en la ArgentinaPor María Luisa Bolkovic y Daniel Ramadori (Eds.).Dirección de Fauna Silvestre, Sec. de Ambiente yDesarrollo Sustentable, Buenos Aires, 2006, 168págs.

Es alentador que el Estado impulse y presente los proyectos de usosustentable de especies autóctonas como el loro hablador, los ca-lancates, el ñandú, yacarés, iguanas, boas curiyú, coypos, carpin-chos, vicuñas, guanacos y zorros. Sin dudas, esta obra marca un hi-to que permite esclarecer la necesidad de saber usar los recursosfaunísticos partiendo del conocimiento científico y de planes a lar-go plazo que pretenden no sólo generar riqueza, sino ordenar eluso tradicional de la fauna más valiosa, conservar sus ambientesnaturales y poner en marcha mecanismos de equidad social.

Para más información: www.medioambiente.gov.ar

Investigación, conservacióny manejo de vicuñasPor Viviana Vilá (Ed.). Proyecto MACS, UniversidadNacional de Luján, Buenos Aires, 2006, 208 págs.

Este libro complementa otros esfuerzos bibliográficos del proyectoMACS, que apunta al uso económico sustentable de los camélidossudamericanos silvestres. Estas páginas condensan información vi-tal y actualizada sobre historia natural, sanidad, uso, manejo, com-portamiento y educación. No es casual que estén dirigidas a loscientíficos y administradores de fauna: pretende comprometerlosmás con la conservación de las valiosas vicuñas, que encarnan unaoportunidad de desarrollo para muchas comunidades campesinas.

Para más información: [email protected]

Comentarios y críticas por Matos Garra

Libros

Web

Folleto

Cuadernillo

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DEMuseo

Un libro pionero sobre la divulgación de nuestros mamíferos

En 1937, Rodolfo Parodi publicó el primer volumen sobre “Fauna Argentina”, dedicado anuestros mamíferos. Allí, acompañó sus textos con 10 acuarelas y 102 dibujos a pluma de PaúlMagne de la Croix. Discípulo del gran paleontólogo Lucas Kraglievich, en este pequeño libro seocupó de dar a conocer los rasgos generales de las familias y ordenes de mamíferos presentesen el país. Pese a sus imprecisiones (entendibles si tenemos presente que fue escrito hace casiocho décadas) hay que rescatar su inquietud, explícita en las primeras líneas: “El conocimientode nuestra fauna tiene una importancia muy grande, no sólo desde el punto de vista científico,

sino también económico y hasta patriótico. Es muy triste para nosotros, como argentinos,confesar que existen muchos animales del país que aún desconocemos y otros de los cuales

tenemos nada más que vagas referencias.”

El Prof. Rodolfo Parodi Bustos nació el 13 de septiembre de 1903, en Necochea (Provincia deBuenos Aires) y murió el 14 de noviembre del 2004, en San Salvador de Jujuy. Fue el últimoargentino que había conocido personalmente a Florentino Ameghino y uno de los últimos

representantes de la paleontología de los comienzos del siglo XX.

Foto y texto: Claudio Bertonatti

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Lorenzo R. ParodiUna de las figuras más destacadas de la botánica argentina es el Ing. Agr. Lorenzo R. Parodi. Nacióen Pergamino (1895) y respondiendo a una fuerte vocación se formó como discípulo de Lucien Hau-man, un brillante profesor belga que había llegado al país en 1904 para fortalecer el cuerpo docen-te de Universidad de Buenos Aires. Parodi fue experto en gramíneas o “pastos”, dejando más de 150publicaciones sobre ese y otros temas. Su herbario reunió más de 15.000 especímenes y hoy se con-serva con orgullo en la Cátedra de Botánica de la Facultad de Agronomía de la UBA. Su labor impre-siona. No sólo descubrió muchas especies, revisó y ordenó las conocidas, inició los estudios sobrelas gramíneas argentinas en el país y se ocupó de estudiar las plantas útiles para alimentar la huma-nidad. Promovió la conservación de áreas naturales con pastizales y estepas en tiempos donde na-die pensaba en ello. Decía: “Para un agrónomo es tan atrayente la exploración de una pradera vir-gen como para un turista la observación de la selva.” Hoy lo recordamos. Murió en 1966, dejandodiscípulos brillantes, una obra inmortal y hasta una plegaria para expresar nuestra gratitud a unaparte fundamental del mundo viviente. La reproducimos gracias a la gentileza de uno de sus discí-pulos, el Ing. Agr. Julián Cámara Hernández.

Claudio Bertonatti

A ti elevamos esta plegaria de reconocimiento y amor, porque tú elaboras en tusdiminutos granos verdes el pan nuestro de cada día y creas los frutos y legumbresque nutren nuestro cuerpo.

Tú produces las fibras con que tejemos nuestros vestidos y generas el papel, artífice dela civilización y archivo de nuestra historia.

Tú encierras la luz en un terrón de azúcar y originas el oxígeno que respiramos.

Tú segregas las materias que las industrias transforman para nuestro bienestar y sazonaslos jugos y aromas con que hacemos las bebidas que letifican nuestro corazón, y losmedicamentos que curan nuestros males.

Tú nos brindas en vida la madera de nuestros muebles y habitaciones, y al morirencierras nuestro cuerpo en tus rígidas tablas; tú alegras nuestros días con tusperfumadas flores y con ellas rindes culto a la muerte que resucitas por tumetabolismo, engendrando vida nueva.

Tú, en fin, que pones en nuestras manos el infinito poder del sol y contienes en tu ser laesencia misma de la vida, recibe esta ofrenda de gratitud y la perpetua reverenciade nuestra admiración. Amén.

Plegariaal reino vegetal

[ palabras mayores ]

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