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La Paz, enero de 2016 Página Periódico mensual Enero 2016 Qollasuyu Bolivia Año 10 Número 113 Edición electrónica DEFICIENCIAS y posibilidades del modelo plurinacional. Intentos de transformación estatal, como la Revolución Nacional de 1952, terminaron en frustración y traición para los indígenas. ¿El actual «proceso de cambio» sigue el mismo camino?

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La Paz, enero de 2016 Página

Periódico mensualEnero 2016QollasuyuBoliviaAño 10Número 113

Ediciónelectrónica

DEFICIENCIAS y posibilidades del modeloplurinacional. Intentos de transformación estatal, comola Revolución Nacional de 1952, terminaron enfrustración y traición para los indígenas. ¿El actual«proceso de cambio» sigue el mismo camino?

La Paz, enero de 2016 Página 2

Depósito legal 4-3-116-05

e-mail:[email protected]

www.periodicopukara.com

Teléfonos: 7151904871280141

Calle México Nº 1554, Of. 5La Paz, Bolivia

Director:Pedro Portugal MollinedoComité de redacción:Nora Ramos SalazarDaniel Sirpa TamboCarlos Guillén

Colaboran en este número:Wilfredo PlataCarlos MacusayaFranco LimberCarlos Echazú CortézCarlos Burgoa MoyaAlbino Benito ZuasnabarCrescencio Chamani Mareño Lo

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Ilustración tapa: Milicias indias durante la revolución nacional de 1952 en Bolivia. Fuente foto: http://la-razon.com/index.php?_url=/suplementos/tendencias/Pensar-nacion-faccion_5_1906059384.html

El COP21: cambioclimático y derecho aldesarrollo

Queda pendiente lasusceptibilidad deque los países ricosesténtranquilizando suopinión públicaconservacionista acosta del derechoal desarrollo de lospaíses más pobres.

Las razones del ‘No’ a la autonomíaindígena en Totora Marka

Wilfredo Plata*

La segunda lectura del “No al estatuto” deTotora Marka está relacionada con las dudas ycuestionamientos de la gente a la propuesta deautogobierno indígena como política de Estado.Muchos totoreños no están convencidos de quela autonomía indígena ofrezca ventajas frenteal gobierno municipal vigente.

El triunfo del “No al estatuto” de autonomía indígena de TotoraMarka con el 70% de los votos válidos puede dar lugar al menos ados lecturas. La primera gira en torno a los eventos queantecedieron al referéndum y que tuvo ribetes hasta dramáticos.Los protagonistas principales fueron quienes apostaron por lacampaña del “No al estatuto”, cuyos abanderados han sido losfuncionarios del gobierno municipal que pertenecen a la agrupaciónciudadana Participación Popular. El mensaje de la campaña se centróen ilustrar escenarios fatalistas.

 Argumentaron, por ejemplo, que “los padres de familia deberánpagar impuestos para costear a los maestros de lo contrario secerrarían las escuelas”. “Si votaban por el ‘No’, había grandesoportunidades de revertir la titulación colectiva de las tierras”, esdecir, anular el título de TCO para fomentar la titulación individualde las tierras. Otra idea fuerza para el “No” al estatuto fue que laautonomía indígena implicaba un retroceso al pasado. Los miembrosde las iglesias protestantes fueron manipulados con la idea de queautonomía indígena obligaría a “venerar a la pachama-ma, p’ijchar coca y tomar alcohol”.

 Además, el “No” tuvo gran aceptación entre jóvenes y‘residentes’ que viven de forma habitual fuera de Totora Marka.Muchos de ellos retornaron a sus comunidades para el referéndumdesde las ciudades de Oruro, Cochabamba, El Alto y La Paz. Lacampaña por el “No al estatuto”, incluso se valió del uso ilegal dellogo del Órgano Electoral Plurinacional.

 La segunda lectura del “No al estatuto” de Totora Marka tieneconnotaciones que van más allá de los pormenores descritos yestán relacionadas con las dudas y cuestionamientos de la gente ala propuesta de autogobierno indígena como política de Estado.Muchos totoreños no están convencidos de que la autonomíaindígena ofrezca ventajas frente al gobierno municipal vigente. Esdecir, ¿en qué aspectos concretos el nuevo gobierno indígena podríafavorecer, por ejemplo, a la economía familiar?

 Para ahondar más en esta segunda perspectiva, el problemamayor es la economía local malograda que no solamente provocaaltas tasas de migración y doble residencia sino afecta a su sistemapolítico comunitario. La autonomía indígena se sustenta en losprincipios de cohesión comunitaria y democracia comunitaria peroestos elementos están debilitados y hasta cuestionados. Losresidentes relativizan el valor de las antiguas bases de vidacomunitaria. Los jóvenes no son partidarios de formas tradicionalesde decisión por consenso o de formas de elección de representantespor turnos o rotación. La objeción de los jóvenes totoreños alestatuto autonómico se focaliza en la exigencia de “Haber ejercidoautoridad originaria”, estipulada como requisito ineludible parapostularse a cargos públicos (alcaldes y concejales).

 Entonces, el rechazo mayoritario de Totora Marka al proyectode estatuto autonómico no debería ser leído solo como un episodiodonde los totoreños y totoreñas han sido manipulados yengañados por una campaña del “No”. Tampoco se deberíainterpretar que esta situación podría ser revertida mejorando lacampaña por el Sí. Lo sucedido en Totora Marka revela más bienque se están produciendo profundos cambios en las comunidadesindígenas y campesinas respecto a su propia imagen y proyecciónpara el futuro. Son realidades rurales que están permeadas por lamodernidad y sus efectos sobre la economía familiar. La apuestapor la autonomía indígena aparece como un proyecto que niegaesta realidad cambiante.* Investigador de Fundación TIERRA.http://www.ftierra.org/index.php/opinion-y-analisis/630-las-razones-del-no-a-la-autonomia-indigena-en-totora-marka

La reciente conferencia sobrecambio climático COP21 que tuvolugar en Paris despierta esperan-zas y suscita temores.

Despierta esperanzas porquecontribuye a que la opinión públi-ca mundial tome conciencia delos riesgos de desorden climáticoque amenaza desencadenar unacrisis a nivel mundial. Suscita te-mores porque la aplicación demedidas concretas para que losEstados contribuyan a minimizarese riesgo se ven entorpecidaspor los mecanismos burocráticosinternacionales y por la politi-quería, presente incluso en temas de esa extrema gravedad y porquepodrían concluir en un enfrentamiento entre países ricos y pobres.

El texto final fue aceptado por 195 países el 12 de diciembre2015 luego que la reticencia de muchos gobiernos puso en riesgoesa aprobación. Esa resistencia tenía dos ejes: el temor de lospaíses emergentes de que las disposiciones de la COP21 sirviesenpara dificultar su desarrollo económico en provecho de la buenaconciencia ecologista de los países desarrollados y la reticencia deestos últimos para acordar una compensación a los Estados, esen-cialmente los países emergentes, que se verían más afectados conla aplicación de medidas para controlar el Cambio Climático.

Fue necesaria in extremis una intervención del presidente francés,François Hollande para forzar la mano de los representantes reunidos.Hollande, en una intervención final, “conjuró” a los delegados afirmar el documento con términos al mismo tiempo suplicantes eintimidantes: El presidente francés no vaciló evocar el martirio quehabía sufrido Francia en el reciente atentado de ISIS para forzar lamano de los delegados reunidos.

Ese documento final si bien no llena las expectativas que esaConferencia despertó, es por lo menos un inicio para futuras políticas.La principal decepción es que ese texto no tendrá efecto sino el2020, mientras se esperaban medidas inmediatas. Por otro lado,queda pendiente la susceptibilidad de que los países ricos esténtranquilizando la conciencia de su opinión pública ambientalista acosta del derecho al desarrollo de los países más pobres.

En situación más incómoda están países como Bolivia, cuyodiscurso oficial es de tipo conservacionista, mientras su políticaconcreta es eminentemente desarrollista. Esa situación lleva anuestro gobierno a aplicar medidas en el país que no se reflejan ensu discurso internacional pero que, sin embargo, no se traducentampoco en un apoyo claro a las medidas del tipo del COP21. Laideología oficialista en torno al desarrollo ha sido impregnada deldiscurso de las agencias internacionales de cooperación y de ONGs,poniendo a la actual administración en la incomodidad de negarlassin poder rebatirlas enteramente.

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Nuestra historia:

Raymundo Tambo: Uno de losprecursores del indianismoCarlos Macusaya

Identificarse como indianista okatarista, o aludir a los movi-mientos que personificaronestas ideas, es algo que pareceser una moda en algunos secto-res. Pero esta identificación yalusión se la hace, por lo general,sin un mínimo de esfuerzo porconocer lo que fueron los movi-mientos indianistas y kataristas;además, no faltan los ingenuosque reducen todo a Fausto Rei-naga. Así, en esta moda, losprocesos de lucha, organización,formación de símbolos y discur-sos, el papel de distintas perso-nalidades, las contradiccionesinternas y con los “otros”, etc.,simplemente no importan. Estasituación solo contribuye al flo-recimiento de los prejuicios res-pecto al indianismo y al kata-rismo, o en general, respecto acómo se politizó la identidadaymara en Bolivia.

Existen varias aristas que to-madas con seriedad podrían es-clarecer eso que la moda “india-nista katarista” hoy oscurece.Por ejemplo, se ha vuelto vulgarprejuicio compartido creer quelos aymaras recuerdan a TupajKatari por una supuesta “memo-ria larga”, dejando de lado quelos “desenterradores” de Katarifueron los indianistas, seguidospor los kataristas. En este pro-ceso, en el que Julián Apaza fuevivificado, hay una figura pococonocida pero de mucha impor-tancia: Raymundo Tambo, quienfue uno de los fundadores delprimer partido indianista, el Parti-do Agrario Nacional (1960); tam-bién fue fundador a finales delos 60 del Movimiento Universita-rio Julián Apaza (MUJA); dirigióel Sexto Congreso de la CNTCB,Confederación Nacional de Tra-bajadores Campesinos de Boli-via, el 2 de agosto de 1971; ymurió en circunstancias no es-clarecidas a mediados de los 70.

Javier Hurtado en su libro Elkatarismo (1986) da algunaspistas sobre Raymundo Tambo,calificándolo como “precursor delactual movimiento katarista”1.Pero el nombre de Tambo logróser conocido más por los

lectores de Reinaga,pues éste último lo in-cluye en el Manifiestodel Partido Indio deBolivia (1971), en lanota 1, cuando trans-cribe algunos frag-mentos de documen-tos del Partido Indiode Aymaras y Keswas(PIAK) y del PartidoIndio de Bolivia (PIB);Tambo figura comoSecretario General delPIB en 1966, año enque el PIAK toma elnombre de PIB2.

Por otra parte, quie-nes militaron en losmovimientos indianis-tas y kataristas entrelos años 60 y 70, yque llegaron a conocera Raymundo Tambo, lo recuer-dan como un líder nato. Ello, enalguna medida, se refleja en unanota que tiene un sentido dehomenaje y que en 1978 sepublicó en el periódico Collasu-yo. Entre quienes conocieron aTambo está el militante kataristaTeodomiro Rengel3, quien en unaentrevista nos dió algunos ele-mentos que pueden ayudarnosa esbozar mínimamente el papelde Tambo. Pero además, suma-do a lo anterior, e incluyendo eltrabajo de Hurtado, la publica-ción (el pasado año, 2014) dela autobiografía de Fausto Rei-naga y de su correspondenciacon Guillermo Carnero Hokebrindan aspectos esclarecedo-res, aunque también limitados,sobre Raymundo Tambo.

Pero en general, es poco elmaterial que se dispone respec-to a este personaje y ello hacearriesgado lanzar afirmacionessobre su rol; aun así vale la pe-na correr ese riesgo (aunquesea de forma escueta, por cues-tiones de espacio), estando pre-sente que el papel de RaymundoTambo se desarrolló fundamen-talmente en el primer periodo delindianismo, el periodo inicial-formativo (1960-1971), el quese inicia con la formación del PANy que se cierra con el golpe deBanzer (los otros periodos:

1973-1980 y 1982-1997).En la nota mencionada del

periódico Collasuyu, se afirmaque Tambo nació el 15 de marzode 1941 en Ayo Ayo (provinciaAroma), “aprendió a leer en laescuela de esa comunidad. Egre-sa luego como bachiller en elpopular colegio Gualberto Villa-rroel de La Paz. Como no mu-chos comunarios, logra cruzarlos umbrales de la Normal SimónBolívar y la Universidad Mayorde San Andrés. Como abogadoes un hombre que ha adquiridola suficiente conciencia de ex-plotación y humillación a la quee s t á s u m i d o e l p u e b l o ”

4.Al parecer, en el colegio Gual-

berto Villarroel, Raymundo Tam-bo conoce a José Ticona, profe-sor de inglés, con quien, posi-blemente a finales de los 50 oen 1960, conoció a Fausto Rei-naga, tiempo después de queeste volviera de su inesperadoy decepcionante paso por laURSS. En inmediaciones de loque hoy es el Cuartel Colorados,en Villa Pabón, “junto a las indie-citas que pastaban sus ovejas;ahí lo encuentran [a Reinaga]dos aymaras que llevaban en lamano ‘Tierra y Libertad’; profun-diza con ellos en el ‘problemadel indio’; uno de esos aymarasera Raymundo Tambo”5.

En 1960, Raymundo (posible-mente a sus 19 años), junto aJosé Ticona, Constantino Limay Juan Rosendo Condori Uruchi,entre otros (Gabino Apaza, Feli-pe Flores, Macario Angles, Ale-jandro Quispe B., Gerardo Mo-rales, Juan Alarcón, Andrés Vás-quez, Félix Ruís, Juan Añaguayay Andrés Guarachi), forman enLa Paz el Partido Agrario Nacional(PAN), la primera organizaciónindianista. Es resaltable que setrata de una organización for-mada en su mayoría por jóvenesaymaras que en su niñez habíanvivido lo que la Bolivia del alti-plano antes de la “revolución na-cional” (1952) y que vivían cómolas jerarquías racializadas sereactualizaban bajo el discursodel mestizaje; pero además deello, eran jóvenes que estabanesclareciendo sus posibilidadespolíticas en un nuevo escenario(migración, escolarización defi-ciente, extensión limitada de laciudadanía, vida urbana, escasezde trabajo, etc., todo ello “condi-mentado” con el racismo), pro-yectándose como actores.

El PAN, a pesar del entusiasmode sus jóvenes fundadores y alparecer por su inexperiencia,quedó como un intento frustra-do. Pero entre quienes fundarondicha organización se encontra-

Concentración en Ayo Ayo. Fuente foto: http://lapatriaenlinea.com/fotos/11_2010/

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ban personas que a la largafueron personajes destacadosen la politización de la identidadaymara: Lima y Tambo, porejemplo.

En el caso de Tambo, que esel que nos ocupa, este personajereaparece en 1965, firmando undocumento del Partido Indio deAymaras Keswas (PIAK), juntoa Juan Rosendo Condori, otrode los fundadores del PAN. Am-bos personajes vuelven a apare-cer en otro documento de 1966,esta vez cuando el PIAK toma elnombre de Partido Indo de Boli-via (PIB), Tambo como Secreta-rio General del partido y Condoricomo Secretario de Relaciones6.Además de esta clara actividadpolítico-partidaria, que conllevadiscusión y reuniones, Raymun-do Tambo también incursionó enla lucha sindical. Según Hurtado,“A fines del periodo movimien-tista, 1963-64, Tambo ya eradirigente sindical… Durante el ré-gimen de Barrientos, Tambo yahabía incursionado en el sindica-lismo oficial a nivel nacional. En1966-67, fue uno de los impul-sores de las primeras corrientesdel sindicalismo independientejunto a Dionisio Huaynapaco,José Ticona y Paulino Quispe”.7

A finales de los años 60, juntoa Rosendo Condori y Constanti-no Lima forman el MUJA, Movi-miento Universitario Julián Apazade la UMSA, cuya primera direc-tiva se formó a inicios de los 70,dando lugar a la lucha político-intelectual aymara dentro de launiversidad. Constantino Limaafirma: “En la casa de RaymundoTambo se formó la primera direc-tiva del MUJA (Ayo-Ayo, 1970),a cuya cabeza por coincidencia delapellido llevamos al nuevointegrante Quintín Apaza».8

Cuando el indianismo, en superiodo inicial-formativo, yaestaba sobrepasando unadécada de trayectoria, se realizael Sexto Congreso de la Con-federación Nacional de Trabaja-dores campesinos de Bolivia(CNTCB), evento realizado enPotosí, el 2 de agosto de 1971y precedido de un largo procesode lucha. “El congreso estabapresidido por Raymundo Tam-bo”9. Además, en aquel congre-so participaron otros militantesindianistas, como ConstantinoLima y el propio Fausto Reinaga,incluso Felipe Quispe Huanca,quien entonces aun no se habíavinculado al indianismo. Fue unevento en el que Jenaro Flores,quien años después será la figu-ra más destacada del katarismo,es elegido como nuevo ejecutivode la CNTCB.

Toda esa actividad estaba sig-nada por el carácter indianista

que le imprimía Tambo, lo quese expresa hasta el presente –a pesar de que muchos “sabios”lo ignoren– en el posiciona-miento del nombre de TupajKatari como símbolo de lucha.Lo resaltable es que el posicio-namiento del nombre de Katari,Raymundo Tambo lo hacía demanera indisociable de su luchaindianista partidaria, universitariay sindical. Fue un hombre políti-camente muy activo, llegando ainfluenciar en Jenaro Flores, eincluso confrontándose conFausto Reinaga10.

Respecto a la figura de Katarivale la pena mencionar que enmarzo de 1970 se realiza uncongreso campesino en Pataca-maya, del cual tenemos un tes-timonio, el de Teodomiro Rengel:“asistimos a un congreso a Pata-camaya, en la provincia Aroma,congreso de la federaciónprovincial… elegimos el presídiumdel congreso y él [RaymundoTambo] es el presidente y pri-mero dice: ‘Vamos a dar unminuto de silencio por nuestromáximo líder, dice, de los ayma-ras de los campesinos. Yo digoeste es barrientista entonces. Yrepite: ‘vamos a por nuestrolíder aymara máximos JuliánApaza, Tupaj Katari…’ Ahhhh,recién he despertaw… así, esaera el primer grito en la provinciaAroma en esa época de TupajKatari”.11

Cuando Raymundo Tambo dice“Vamos a dar un minuto desilencio por nuestro máximolíder”, Teodomiro Rangel creyóque se estaba refiriendo al“máximo líder del campesinado”,como el fallecido General Ba-rrientos solía hacerse proclamar;pero el asunto se aclaró cuandoTambo continua y dice: “pornuestro líder aymara máximoJulián Apaza, Tupaj Katari”. Elhecho de que quien fuera pre-sentado como “máximo líder”fuera Tupaj Katari es algo queimpacta en Rengel, pues en suspropias palabras: “Ahhhh, reciénhe despertaw”. Es resaltable quealguien como Teodomiro Rengel,quien desde muy jovencito sevinculó con el MNR, que conocióa varios dirigentes muy impor-tantes como Juan Lechin y queestuvo imbuido en los movi-mientos campesinos organiza-dos después de la “revoluciónnacional”, considere que en esaocasión se dio “el primer gritoen la provincia Aroma en esaépoca de Tupaj Katari”. Es decirque Raymundo Tambo, desdesu posicionamiento indianista,rompe la “tradición” de referirsea Barrientos como “máximolíder” e introduce a Tupaj Katarien el lenguaje político del sindi-

calismo campesino.Es desde entonces que Rengel

entabla relaciones con Tambo enfunción de enfrentar el pactomilitar campesino. Pero además,según Rengel, en ese congresoen Patacamaya, Tambo disputóla dirección con Jenaro Flores,quien “tenía el apoyo… de lospactos militares campesinos…Jenaro Flores, así es la realidad…Y ganó Jenaro Flores, con muypocos votos, porque tenía puesno vé [hace ademan de contardinero, insinuando que el grupode Flores estaba financiado].Esa reunión estaba dirigido porla Federación, por Dionisio Osco,del Pacto Militar-Campesino”12.

Rengel asegura: “yo he traba-jado para Jenaro Flores y Ray-mundo juntemos… me ha costa-do mucho hacer juntar”.13 Mien-tras Flores estaba vinculado alPacto Militar Campesino, Tamboluchaba contra dicho pacto. Estohizo que la relación entre ambosdirigentes fuera complicada, porlo que Rengel recuerda que: “meha costado mucho hacer juntar”.Pero al final, la postura de luchacon el Pacto Militar Campesinologra imponerse y Jenaro Floresirá asumiendo dicha postura,enarbolando a Tupaj Katari,siguiendo a Raymundo Tambo.

Cabe hacer notar que con eltestimonio de Rengel podemoshacer un ejercicio de contrastecon ideas tales como que: “Lafecha de la inmolación y la sen-tencia del caudillo al momentode morir quedó grabada en lamemoria colectiva del puebloaymara”14, según Hurtado, eneste caso. Contrariamente Teo-domiro Rengel afirma que fuecuando Raymundo Tambo pidióun minuto de silencio en honoral “máximo líder aymara” que porvez primera se da un grito conel nombre de Katari en la provin-cia Aroma, donde Hurtado creeque a “...diferencia de otras zo-nas aymaras los campesinosindios de Aroma no han borradode su memoria estas tradicionesque perviven como leyendas quelos ancianos transmiten a losjóvenes”.15 Hurtado ha caído enla trampa de la “memoria larga”y no considera el trabajo india-nista en el “alargamiento de lamemoria” entre los aymaras, eneste caso el trabajo de Tambo.

Pero, además, Hurtado dice,refiriéndose a la politización deKatari en el caso de Jenaro Flo-res: “su contagio por las ideaskataristas se dio al parecer porsu relación con uno de los pri-meros radialistas aymaras: FidelHuanca Huarachi, quien en supaso por la universidad descu-brió la figura de Tupaj Katari enlos libros de Alipio Valencia

Vega”.16 Siendo que Fidel Huancaera oriundo de la provinciaAroma, el apunte sobre el des-cubrimiento de Katari en loslibros de Alipio Valencia desmien-te otra afirmación suya, segúnla cual los “ancianos transmitena los jóvenes” “tradiciones queperviven como leyendas”. Si-guiendo el testimonio de Rengel,es Raymundo Tambo quien“revive” a Tupaj Katari en unevento sindical campesino. Se-gún el propio Hurtado, basándo-se en Jenaro Flores, RaymundoTambo “Fue el único que reivin-dico a Tupaj Katari por aquellosaños. Jenaro cuenta que mu-chos lo tomaban por loco y queél mismo no comprendía laimportancia de la prédica deTambo”17.

Pero, además, hay un dato lla-mativo que nos brinda Rengel yque nos hace pensar que poraquellos años Raymundo Tambohabía alcanzado relevancia políti-ca. Rengel cuenta que el presi-dente Ovando «antes de eso [dela nacionalización de la Golf Oil]lo hace llamar a Raymundo Tam-bo y vamos con RaymundoTambo, aquí, a la plaza Isabel laCatólica, donde había vividoOvando; y vamos, yo me quedo:‘tú no más entra’ le digo”.

Otro aspecto resaltable es elde la relación de Raymundo Tam-bo y Fausto Reinaga. Previa-mente cabe mencionar que alpoco tiempo de la formación delPIB, en versión de Reinaga, JoséTicona “Provocó una pelea per-sonalista con [Raymundo] Tam-bo. Dueño, Ticona, de las india-das de su ayllu, y Tambo delsuyo, se lanzaron a una lucha amuerte por el liderazgo departa-mental”18. Es resaltable queReinaga afirme que tanto JoséTicona como Raymundo Tamboeran “dueños de las indiadas desus ayllus”, ósea que eran per-sonas que tenían liderazgos ensus lugares de origen, algo desuma importancia siendo que setrataba de personas que busca-ban hacer política. Pero además,el hecho de que Fausto remarqueque entre estos dos personajeshabía confrontación o “peleapersonalista”, evidencia una dis-puta por el liderazgo en el emer-gente movimiento indianista.

En el caso de Raymundo Tam-bo, ya he señalado que fue unode los que dio vida al MUJA en laUMSA y que en su incursión enel sindicalismo su posturarespecto al “Pacto militar-campesino” era totalmente críti-ca. Respecto a esto último, cabemencionar que Reinaga aposta-ba por un “pacto militar indio”.De seguro este punto tuvo quecausar divergencias entre Fausto

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Reinaga y Raymundo Tambo.Pero además, la postura de Tam-bo, uno de los iniciadores delindianismo, será bien acogidapor otros sectores, consideran-do su papel fundamental en laformación del katarismo. En pa-labras de Teodomiro Rengel: “Elkatarismo nace en la época enque el doctor Luis Adolfo SilesSalinas, es Presidente. Allí seorganiza un congreso campesi-no en la provincia Aroma, elpresidente de ese congreso esel compañero Raymundo Tambo,que en paz descanse…”19.

Reinaga indica, como lo cita-mos, que hubo una pelea entreTicona y Tambo. Pero tambiénhubo pelitos entre Tambo y Rei-naga, que no solo tenían quever con la posición de cada unofrente al pacto militar campesino,sino con el liderazgo dentro delemergente movimiento “indio”:“Me hallo [dice Reinaga] en unalucha de chacales…. me quierendespojar, me quieren arrebatarel sacro nombre de: PARTIDOINDIO DE BOLIVIA. Hay un gru-pículo de un CERDO apellidadoTambo [Raymundo]. Este canallahace labor de catequesis, dicien-do: ‘que él es el jefe del PARTIDOINDIO DE BOLIVIA; y que el gru-pículo es el cuerpo y el alma delPartido”20.

Reinaga presenta a Tambo co-mo “un CERDO” que le disputaba,a la cabeza de un “grupículo”, elliderazgo del PIB. Para Reinaga,mientras tuviera vida, nadie másque él podía ser líder y dirigir alos “indios”: “en tanto tenga yo[Fausto Reinaga] halito vital enmi pecho iré a la cabeza deellos”17; o sea que para Reinagaera impensable que otro “indio”dirija el movimiento en tanto elestuviera vivo. En tal sentido ytratando de darse un estatus“natural” de cacique, Fausto de-cía ser descendiente de TomasKatari21, con el propósito de jus-tificar su aspiración de ir a lacabeza de los jóvenes indianis-tas hasta la hora de su partida.Por tanto, el “atrevimiento” del“indiecito” Raymundo Tambo dedisputarle la jefatura del PIB,ante los ojos y aspiraciones deReinaga, lo hacía “un CERDO”.

Tambo no solo fue parte delPIB, sino que según Reinaga,disputaba la dirección de tal or-ganización, junto a un “grupícu-lo” de “indios” malcriados y atre-vidos que no estaban dispues-tos a seguir los rumbos queFausto Reinaga trazaba o blo-queaba.

El 1971, poco después delcongreso que Tambo dirigió enPotosí, y donde Jenaro Floresfue electo como ejecutivo de laCNTCB, se da el golpe de Ban-

zer. El nombre de Tupaj Katari,nombre que posicionó Raymun-do Tambo en el sindicalismocampesino, ya había arraigadocomo símbolo de lucha y mues-tra de ello es, según nos cuentaFelipe Quispe, que ante el golpede Banzer “la CNTCB convocapor mediante la radio ‘Illimani’ ala movilización de todos lostrabajadores del campo. Al es-cuchar ese llamado nos constitui-mos en la ciudad de La Paz, ves-tidos de poncho rojo y pantalónblanco, conformando el ‘EjercitoTupaj Katari’…”22 para enfrentara Banzer y defender a Torres.

A pesar del “Ejercito Tupaj Ka-tari”, el golpe de Banzer se impo-ne. Así se cierra el periodo inicialformativo del indianismo. Ray-mundo Tambo fue parte impor-tante de ese periodo. Llegandoa ser uno de los fundadores delprimer partido indianista, el PAN;militando y ejerciendo el cargode Secretario General del PIB;formando el MUJA en la UMSA eincursionando en el sindicalismo,luchando contra el pacto militarcampesino. El siguiente periodose inicia formalmente con lapublicación del Manifiesto deTiahuanaco (1973), documentoque anuncia la formación de loque será el katarismo23.

Lo llamativo a este respectoes que este documento es frutode la iniciativa de TeodomiroRengel, quien le pide a GregorioIriarte redactarlo. Pero paradicha petición, Rengel acude aJenaro Flores y no así a Raymun-do Tambo. Uno se pregunta¿porque dejar de lado a Tamboen esta iniciativa? ¿Tal vez por-que Raymundo era “muy india-nista” y Jenaro era menos “radi-cal”? Hurtado coloca a Tambocomo “precursor del actual movi-miento katarista”, pero lo ciertoes que el fue indianista y nadanos permite afirmar que élhubiera estado de acuerdo conlo que después se conoció comokatarismo y que se formó enconfrontación con el indianismo.

A mediados de los 70 Tambofallece. Hurtado pone como añode su muerte 1975. En el perió-dico Collasuyo se dice que murióa los 36 años; teniendo en cuen-ta que en el mismo periódico seda como año de nacimiento deTambo 1941, lo que supondríaque murió en 1977. Pero no solola fecha de su muerte es algoque no queda claro. El motivode su muerte es otro aspectoque entre quienes conocieron aTambo es motivo de especula-ción. Hurtado apunta que luegode asistir a una reunión en Vizca-chani, Tambo fue atropellado, enmarzo de 1976 (un año des-pués de que el mismo autor dice

que murió Raymundo).Entre quienes conocieron a

Tambo se rumorea que no fueun accidente, si no que se tratóde una forma de resolver el pro-blema de liderazgo por parte deJenaro Flores. Es decir que Tam-bo fue empujado a las ruedasde un micro que pasaba por ellugar. No quiero insinuar queesta versión indique lo que real-mente pasó, pero cabe cuestio-narse algo: ¿Por qué quienesconocieron a Tambo y a JenaroFlores se explican la muerte delprimero por acción indirecta (lohizo empujar) del segundo? Ladisputa de liderazgo debió sermuy grande entre estos dos per-sonajes, pues solo así se explicaque quienes los conocieron yvivieron esa disputa atribuyan lamuerte de Tambo a iniciativa deFlores. Es remarcable que enmayo de 1978 se publique unanota en el periódico Collasuyo yse diga: “El altiplano boliviano,dio en Raymundo Tambo a unode sus mejores hijos”.24

Así como Tambo, y toda su lu-cha indianista, han habido per-sonajes que hoy son escondidoscon la “memoria larga”25, “sabi-duría ancestral” y otros prejui-cios propios de la casta blancoi-de, prejuicios que hoy son obje-to de culto por algunos “indíge-nas”. La figura de Tupaj Kataricomo símbolo guerrero rompelos gritos de “Wiwa Wictur Paz”(Viva Víctor Paz) que se imponeen los 50; la figura de Katari sur-ge de las luchas indianistas(desde los 60) en lo partidario,universitario y sindical, en unambiente saturado de racismo;surge en tiempos en los queafirmar una identidad “india” erahacerse merecedor de escupita-jos y patadas por parte de laizquierda blancoide; surge gra-cias al esfuerzo y valentía de per-sonas como Raymundo Tambo.1 Javier Hurtado, El Katarismo, Ed.Hisbol, La Paz-Bolivia, 1986, p. 29.2 Fausto Reinaga, Manifiesto del PartidoIndio de Bolivia, Ediciones PIB, La Paz-Bolivia, 1970, p. 107.3 Teodomiro Rengel Huanca nació en1941, en los Yungas. Creció viviendo en-tre los Yungas y Umala (provincia Aro-ma). Mientras estudiaba en la escuelaadventista y su comunidad estaba a pun-to de ser convertida en hacienda se pro-duce la “revolución” del 9 de abril de 1952.Cuando Juan Lechín, dirigente de la COB,rompe con Hernán Siles Suazo, Rengellogra vincularse a Lechín y consigue tra-bajo en el Ministerio de Agricultura. Tam-bién en ese tiempo se vincula al sindica-lismo campesino y al MNR. A finales delos 60 se relaciona con Raymundo Tamboy Jenaro Flores. En 1973 pide a GregorioIriarte redactar un documento que hoyse conoce como Manifiesto de Tiahuanaco.Fue dirigente de MINK’A, a mediados delos 70, apoyando económicamente laconcentración en Ayo Ayo del 15 de no-viembre de 1977; también en ese cargoviabilizó la publicación del libro Tawantin-suyu (1978) de Ramiro “Wankar”Reynaga Burgoa, hijo de Fausto Reinaga.

4 Raymundo Tambo: un constructor dela liberación. En periódico Collasuyo, nº1, La Paz-Bolivia, mayo de 1978, p. 3.Dicho periódico tiene la siguiente leyen-da: “Por la unidad y la liberación del indio”.5 Hilda Reinaga, Fausto Reinaga. Su viday sus obras, Ediciones Mallki, El Alto,2004, p. 11.6 Fausto Reinaga, op. cit. Valga apuntarque solo figura una mujer en el listadode miembros del CEC del PIB: TaniaCruz, en el cargo de Secretaria de Vin-culación Femenina; pero además, no sereivindica ni se encuentra la idea de“complementariedad” hombre-mujer(“chacha-warmi”), idea que surge va-rios años después y que no es “ances-tral”, sino fruto de la subordinación dealgunos “indígenas” a organismos nogubernamentales, subordinación pre-sentada sarcásticamente como “luchacontra la cultura occidental y de recupe-ración de valores propios”.7 Javier Hurtado, op. cit., p. 35.8 Citado por Diego Pacheco en El india-nismo y los indios contemporáneos enBolivia, Hisbol/MUSEF, La Paz, 1992, p.38-39.9 Felipe Quispe Huanca, El indio enescena, Ed. Pachakuti, Chukiyawu-Qullasuyu, 1999, p. 24.10 La relación de Reinaga con los india-nistas fue de confrontación. Aspectos deeste tema los toco en Del indianismo alpensamiento amáutico. La decadencia deFausto Reinaga: http://movimientoindianistakatarista.blogspot.com/2015/05/del-indianismo-al-pensamiento-amautico.html11 Entrevista a Teodomiro Rengel,martes 9 de septiembre de 2014.12 Ibid.13 Ibid.14 Javier Hurtado, op. cit., p. 18.15 Ibid., p. 29.16 Ibid., p. 34.17 Ibid., p. 278.18 Fausto Reinaga, Mi Vida (autobio-grafía), Fundación Amáutica FaustoReinaga, impresiones WA-GUI, La Paz-Bolivia, 2014, p. 268.19 Memoria simposio indianismo kataris-mo, izquierda y desafíos políticos en Boli-via (La Paz, 20-VII-2013), FundaciónFriedrich Ebert (FES) y Fundación Pukara,p. 31. Es resaltable que Rengel destaquela figura del indianista Raymundo Tamboen la formación del katarismo.20 Carta a Guillermo Carnero Hoke. EnFabiola Escárzaga (compilación e intro-ducción), Correspondencia Reinaga-Carnero-Bonfil, Primera edición, Centrode Estudios Andinos y Mesoamericanos(México), Fundación Amáutica FaustoReinaga (Bolivia), La Paz, 2014, p. 127.21 Véase: Génesis del pensamiento amáu-tico. En Pukara nº 98, octubre del 2014,p. 12-13. http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-98.pdf22 Felipe Quispe Huanca, op. cit., p. 25.23 Véase mi artículo: Autoría y significadopolítico del Manifiesto de Tiahuanaco. EnPukara nº 95, julio del 2014, p. 6, 7 y 8.http://www.per iodicopukara.com/archivos/pukara-95.pdf24 Raymundo Tambo: un constructor dela liberación. En periódico Collasuyo.25 “La idea vulgarizada de una memorialarga se desmiente si tomamos en cuentaque en los pueblos los mayores acudena los jóvenes para saber, por ejemplo,de Tupaj Katari. Los ‘indígenas’ mas‘viejos’ recuerdan más al MNR y a VíctorPaz y casi nada saben de Katari. ‘Losabuelos’ buscan saber sobre el pasadoa través de los jóvenes. No es deextrañar que los indianistas, y tambiénlos kataristas, se hayan dedicado muchoa trabajar temas de historia, pues nohabía memoria larga”. Carlos Macusaya,Desde el sujeto racializado, Conside-raciones sobre el pensamiento indianistade Fausto Reinaga, Ed. MINKA, La Paz-Bolivia, 2014. http://movimientoindianistakatarista.blogspot.com/2014/12/desde-el-sujeto-racializado.html

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Análisis:

El auto desprecio del indio y suadscripción a lo blanco-mestizoFranco Limber*

1. Esta corta descripción hacereferencia a ciertos momentos deinteracción social contemporá-nea, en que se evidencian los es-tigmas raciales de comportamien-to del indio hacia el mestizo-blan-coide, determinadas por una rela-ción de dominio cultural y subor-dinación mental que pueden serobservables empíricamente en laciudad de La Paz y El Alto. Estoscomportamientos se reproducensin que sean objeto de censura,pues la mayor parte son vistos co-mo mera normalidad. Quien valoramás en una relación es quien espropenso a convertirse en el sujetode dominio, y quien lo hace enmenor grado o nula es quien poseela titularidad del ejercicio del poder,bajo esta sencilla premisa podre-mos ejemplificar los diferentes ca-sos de nuestra herencia colonialinstituidas en el colectivo social,estas motivaran a la meditaciónpara el desarrollo de nuevas teo-rías. Así también se mostrará queel racismo como fenómeno no esuna práctica unilateral propia delmestizo, sino también es practi-cada por el Indio reafirmando unimaginario de inferioridad y a lapostre de su sometimiento.

2. En la Policía Boliviana podre-mos evidenciar una clara diferenciaentre las dos castas antagónicasque conforman la sociedad bolivia-na; la del indio y la del mestizo-blancoide estructuradas; la prime-ra en la clase de suboficiales, y la

segunda en los oficiales, esta dife-rencia era totalmente marcada. Unnuevo fenómeno se origina con lanuevas políticas de integración so-cial que encabeza el actual gobier-no, al rango de oficiales que antessolo ingresaban los mestizos, aho-ra los hacen los indios, puede serpor medio de cupos que se hanasignado a los indígenas, y el otromedio es por la inversión económi-ca que hacen ciertas familiaspudientes de indios, a través desobornos a los altos mandos poli-ciales, por lo cual se han estadolicenciando subtenientes de razaindia. Esto ha causado ciertos pre-juicios de diferentes tipos: a) losoficiales mestizos ven como infe-riores a sus pares indios de igualrango b) los oficiales indios ten-dencialmente desprecian sus orí-genes, y más los que tienen apelli-dos de origen indio, c) pero la másllamativa es: cuando la clase desuboficiales, sargentos y cabos vena un subteniente o teniente deorigen indio muestran su despre-cio, su aversión, su malestar deestar subordinados a un indio. Sepodrá escuchar expresiones como:«¿este es subteniente?», «cual-quier cosa esta saliendo subte-niente » y otras expresiones deni-grantes, lo impresionante es quelos mismos indios desprecian al in-dio cuando éste llega a un cargoque antes pertenecía a la castamestiza. He ahí donde se expresala relación de subordinación del in-dio como esclavo mental: dentrodel imaginario indio su preferenciaa ser sometido por un blanco-mes-tizo, antes de tener por obligaciónel obedecer a un indio, d) otro nomenos importante es cuando elcabo o sargento es mestizo, nopuede haber más desprecio inter-no reprimido cuando se está subor-dinado a un indio, incapaz de hacero decir algo su odio lo acciona enotros espacios sociales.

3. En las Fuerzas Armadas, asícomo en la policía, se reproducenlos mismos prejuicios raciales, delindio que muestra su preferenciaa ser subordinados por un mestizo-blancoide, en este caso tomare-mos como referencia a la clasetropa casi en su totalidad confor-mada por jóvenes indios aymaras,es evidente que existe un mayorrespeto por la clase oficial confor-mada aun por la casta mestiza,

que por aquellos pocos oficialesindios: ser comandado por indiosno tiene prestigio para el soldado,se enorgullecen por tener uncomandante mestizo a tener uncomandante indio. De seguro estainstitución por excelencia practicala etiquetación racial como mediode ejercicio de poder, los peoresinsultos que utilizan los coman-dantes hacia los soldados indioses recordarles su condición deindios, los peores sobrenombresson los que se prenuncian en len-gua aymara; «el moqo –el enano»,« el qhesthi- el tiznado», «elinamaya-el inutil», « el q’ewsa-elafeminado» entre muchas, pero loimportante es recalcar que estetipo de sometimiento por medio dela humillación es practicado engeneral por el comandante indiosea sargento o suboficial, ya queellos conocen este lenguaje y susignificado, la misma figura pasaentre la relación de los soldados,lo indio es agravio, motivo de ver-

güenza, el desprecio a la perte-nencia cultural es irrefutable.

4. El médico, y su ambiente de-nota cómo existe un tipo de prefe-rencia e interacciones en el campode la salud basados en expresionesraciales, a) el médico mestizo queatiende a un paciente indio en elsector público tendencialmenteofrece un trato brusco, tosco, ya veces de repugnancia, b) porotra parte el médico mestizo queatiende a un paciente mestizoofrece un trato cordial, amable,c) el médico indio que atiende aun indio por lo general se mostraránulo, sin importancia, indiferente,a veces tosco, d) pero cuandoatiende el médico indio a un pa-ciente mestizo ofrece trato ama-ble, afectuoso y hasta cariñoso;he aquí la misma figura de la pre-ferencia del indio por el mestizo,su sumisión, su colonialidad internareproducida en algo tan simplecomo el ofrecer atención médica.

5. En los colegios notaremos fe-

* Estudiante de Ciencia Pol ítica yGestión Pública, Universidad Mayor deSan Andrés y militante del MovimientoIndianista Katarista.

El problema del racismoes sin duda el ápice paraentender la sociedadboliviana. Ese problemano comprende solamentela discriminación por lacasta mestiza blancoide,sino la tendencia al autodesprecio por el mismoindio.

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nómenos parecidos de preferenciaracial por la casta mestiza-blan-coide en instituciones educativas:a) el alumnado indio que cursa losúltimos cursos de la enseñanzamedia prefiere un maestro mes-tizo, a quien por motivos de he-rencia colonial prefiere por una su-puesta superioridad. A esto contri-buye mucho los prejuicios de lospadres de familia que alimentanesta preferencia racial, b) el alum-nado mestizo ve con desprecio amaestros indios porque se los eti-queta como educadores de bajonivel académico, c) entre ello lasrelaciones amorosas entre estu-diantes observamos la preferenciadel indio por la raza antagónicamestiza, el joven varón indio pre-ferirá ante todo tener una noviamestiza-blancoide, basado en unimaginario de superioridad estéti-ca. Para el indio la mujer mientrasmás rasgos mestizos presente másbellas le parecerá, lo mismo ocurrecon la mujer india que busca losrasgos más mestizos en un hombrepues está en su subjetividad rela-cionar lo racial con lo estético. Enotra dimensión pasará lo mismo:la joven mujer mestiza y el jovenvarón mestizo repudiarán tan soloimaginar el emprender una relaciónamorosa con individuos de la razaindia aymara. d) incluso en el ce-rebro estudiantil sobre todo indioestá marcado la ubicación laboralde su entorno; la señora india depollera que vende sopa de fideo -plato de fideo rebosado en manímolido con carne apanada- el por-tero y la dulcera deben ser indios,y la secretaria o maestro debentender a ser mestizos, es evidenteque esa percepción imaginaria dela realidad en los estudiantes estáninstituidas por una larga historiacolonial del cual se evidencia lapreferencia por el mestizo, sudominio ante el indio que el mismoreafirma esa posición.

6. La Universidad es otro espaciode preferencia racial por el indio,y de fenómenos concretos. En lavida universitaria se verá con fre-cuencia que las relaciones deamistad se construyen por mediode parentescos raciales, así comolas relaciones amorosas. Ni bienentrado el primer año las rela-ciones de amistad se conformande grupos raciales, los indios sejuntan con los indios, los mestizoscon los mestizos, así como en elamor, mestizos prefieren estar en-tre mestizos, pero los indios mues-tran un total desprecio por suraza, el universitario indio tenden-cialmente preferiría estar en elgrupo de los mestizos, tener suaprobación y afecto que el depertenecer al grupo de los indios.Razones de herencia colonial y es-téticas marcan ese deseo, así co-mo el deseo del indio de poseeruna hembra blanca-mestiza, o eldeseo de la mujer india de ser po-seída por un mestizo. El espaciodonde se practica el ejercicio del

conocimiento no está exento dereproducir los prejuicios colonialesen las relaciones sociales.

7. En el mercado encontraremosla preferencia racial en los diferen-tes espacios de venta de produc-tos y uso de servicios, aquí algu-nos casos: a) los restaurantespropiedad de indios preferirán ofre-cer atención a los mestizos antesque a los indios, pues está en suimaginario relacionar la pertenen-cia de capital por una casta. Aun-que ya las condiciones han cam-biado, no todos los indios ya sonpobres, pero el estigma de la infe-rioridad existe en lo que refiere aldinero, subsiste ese prejuicio enel cerebro indio, b) aquellos indiosque venden productos ofrecen unaatención preferencial a los mes-tizos por la misma razón, la creen-cia que la casta mestiza detentael total del capital, c) cuando losindios ingresan a la piscina fre-cuentada por mestizos se escu-chará un sin fin de argumentosrelacionados con la con la limpiezadel lugar, d) las prostitutas indiaspreferirán de sobremanera ofrecersus servicios a un mestizos que aun indio, f) cuando los indios tie-nen problemas legales buscaráncon ahínco el ser representadospor abogados mestizos a contratarun abogado indio, pues se argu-menta alguna superioridad ficticiaen el campo del conocer jurídico.He aquí algunos de los múltiplescasos de esta preferencia, apreciodel blanco-mestizo por el indio queaún no logra en el imaginario colec-tivo construir un auto-respeto asus capacidades cognoscentes,estéticos, laborales, etc.

8. En las elecciones de “reinas”en la ciudad de El Alto, en losdiferentes espacios sociales, comoser colegios, universidades y fra-ternidades folclóricas existe lacostumbre en determinadas fe-chas del año elegir a una señoritacomo “reina” de su institución ocarrera universitaria. Los criteriosen una ciudad que en su mayoríaes de origen aymara, llama la aten-ción. La preferencia de indios porlos rasgos mestizos es irrefutable,los participantes indios, así comojueces indios toman como paráme-tros estéticos la fisonomía blanca-mestiza, el desprecio por su raza,desprecio inconsciente está deter-minada por constructores cultura-les heredados de la Colonia, quea la suma se han convertido enacciones de plena normalidad.Cuando una india logra salir gana-dora, es categorizada con unavariedad de insultos de menos-precio por el mismo indio, pruebade la existencia que aun se hallaentre los indios el carácter sumisofrente a la casta blanco-mestiza.

9. Conclusiones, estas mínimasdescripciones sean de utilidad parapoder entender las diferentes ma-nifestaciones coloniales que hansido construidas en el transcursodel tiempo, este instrumento de

análisis que parte de la racialidadha de ubicarnos en el contextosocial en que los individuos inter-actúan dentro los diferentes es-pacios que componen la sociedad.El problema del racismo es sin dudael ápice para entender la sociedadboliviana, toma nuevas formas deexpresión, concretos y verbales,estas nuevas formas en el que elracismo se va manifestando ya noes propia de la casta mestiza-blancoide, ahora el mismo indio esquien forma nuevas limitaciones asu autoestima, su obtusa tenden-cia al auto-desprecio conlleva alotorgamiento de condiciones dedominación por la casta antagóni-ca mestiza. Desde Felipe Quispe

“el Mallku” no hubo otro que ledevuelva la dignidad de lo Indio ala nación aymara, es quien pusolas condiciones de igualdad parahacer academia o política, de ahíno hubo otro quien restituya lavaloración del pertenecer a unanación originaria. El trabajo de lasnuevas generaciones de políticosaymaras es restituir desde el poderel valor de lo Indio en los diferentesespacios, por medio de la educa-ción, por medio de la moda, pormedio de la eficiencia, pilares fun-damentales para destruir esamanía del desprecio del indio porel indio, y el deseo sustancial pormantenerse y vivir bajo condicio-nes de inferioridad.

Opinión:

¿EN QUÉ ESTÁN DE ACUERDO LOS GOBERNANTESCHILENOS CON LA DERECHA BOLIVIANA?

Carlos Echazú CortézTradicionalmente ha gustado a la oligarquía chilena menospreciar

a Bolivia y presentarse ellos como parte de una comunidadinternacional civilizada, moderna y democrática a diferencia denosotros, los bolivianos, que, a su juicio seríamos un poco bárbaros,autoritarios, atrasados y obviamente en su prejuiciosa concepción,detentadores de una democracia subdesarrollada. No le fue posibleal periodista de la Televisión Chilena disimular estos prejuicios en suentrevista a Carlos Mesa, cuando -fuera de todo contexto- lepreguntó si consideraba que la Democracia boliviana era unademocracia plena. ¿Cuál era la intensión detrás de esta pregunta?Obviamente había la pretensión de continuar elaborando la imagende un contraste entre una sociedad moderna y democrática, comola chilena, frente a una Bolivia que todavía no alcanza a desarrollarseplenamente en el ámbito democrático y sigue ciegamente a un caudilloque, con pretensiones exclusivamente personalistas, ha logradoentusiasmar a la población boliviana con reivindicaciones “ancladasen el pasado”. Esa imagen prejuiciosa, pretensiosa, interesada ydistorsionada buscan promocionarla para que una comunidadinternacional tome partido por “la civilización, con democracia plena”frente a una sociedad “poco civilizada, sin democracia plena”. A esoapunta toda su argumentación del respeto a las instituciones yconvenios internacionales que ha alcanzado la comunidadInternacional, como si esa institucionalidad y otras convenciones nohubieran sido producto de una determinada correlación de fuerzasen un determinado momento histórico, una correlación de fuerzasque, entre otras cosas, también incluía la fuerza de las armas, esdecir, procedimientos nada democráticos, como el que usó la oligarquíachilena para arrebatarnos nuestro territorio en el Litoral.

Ahí está entonces la coincidencia entre los gobernantes chilenosy la derecha boliviana, vale decir, en presentar a la democraciaboliviana como una democracia imperfecta (no plena) que sigue aun caudillo que busca “eternizarse” en el poder. El periodista Chilenoincluso llegó a decirlo explícitamente, sin contar con la sinceridad deMesa que pudo explicarle las veces que Evo Morales ha obtenido lamayoría absoluta de la votación del pueblo boliviano, sin necesidadde recurrir a nuestra reivindicación marítima.

Deben saberlo entonces, los opositores que cacarean sobre la“afrenta” a la democracia boliviana cuando se plantea la reelecciónde Evo Morales que lo único que pueden lograr es hacerle juego alos gobernantes chilenos en sus intentos de mostrarse como la“democracia perfecta” frente a nuestra “democracia carente deplenitud”.

Esto, sin embargo, no debe extrañar. La oligarquía boliviana siempreha sido furgón de cola de la oligarquía Chilena. Lo fue en la mismaGuerra del Pacífico cuando Aniceto Arce realizaba intentos porhacernos romper la Alianza con el Perú para entrar en acuerdos conla oligarquía Chilena. Los ofrecimientos que Chile hacía a Boliviadatan de aquél entonces. Llegaron incluso hasta promover el golpecontra el presidente Daza que se reusó a llegar a un acuerdo con elgobierno Chileno.

Por eso, la derecha y la oligarquía boliviana, como ninguna otraoligarquía, no tiene patria, sólo le interesan los intereses económicoso políticos inmediatos. Para eso puede llegar a vender su alma aldiablo.

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Exposición:

Deficiencias y posibilidades delmodelo plurinacional bolivianoPedro Portugal Mollinedo

La meta del Gobierno Indio fue objetivo indianista en las décadas de los 70 y 80. A nivel internacionalfue también el aporte político de esta corriente, mientras otras derivaban en el clasismo marxista o elnaciente culturalismo pachamamista. No existía en esa tendencia política ningún atisbo autonomista oplurinacionalista, pues como lo indicaba Ramiro Reynaga, uno de los delegados del MITKA al Congresodel CISA en Ollantaytambo, Perú, el gobierno indio en Bolivia «no será paralelo, sino sustitutorio», talcomo reza en el recorte del periódico limeño Última Hora, del 20 de marzo de 1980. El MAS es al mismotiempo heredero del objetivo indianista de gobierno «indígena» y del culturalismo de las ONGs.

1. Constantes en lahistoria de Bolivia

No es posible acometer con éxitoun tcambio social si no se tomaen cuenta la historia de la forma-ción social que se quiere transfor-mar. Es a ese pasado que debe-mos aproximarnos, no como loentiende el actual pachama-mismo, sino como lo manifestabaHenry Fabre cuando escribía: “Elhistoriador [nosotros añadiríamos,también el político] no va rondandoal azar a través del pasado, comoun trapero en busca de despojos,sino que parte con un proyectopreciso en la mente, un problemaa resolver, una hipótesis detrabajo a verificar.”1

Una de las características delactual “proceso de cambio” consis-te en que asumió la historia conuna aproximación más mítica quesociológica; más esotérica quepositiva: como —sobre todo ensus primeros años— exterioriza-ción de formas y mensajes exóti-cos y hasta falaces a los que seencomendó el rol de definir y pro-yectar ideológicamente la activi-dad ejecutiva de ese gobierno.

Esa aproximación, al no podersostenerse en evidencias históri-cas o en comprobación empíricacoetánea, se solventa en la dis-quisición teórica posmoderna. Unode sus conceptos básicos, el sumaqamaña (sumak kawsay, en que-chua), el “vivir bien”, no existe enanteriores trabajos de investiga-ción social2 y ni siquiera es sus-tancia del pensamiento andino3.

La historia boliviana, rica en ex-periencias y nociones derivadas deella, hubiese dado sentido y pro-yectado la experiencia del Estado

Plurinacional con me-jor suerte que las dis-quisiciones pachama-mistas, pues el accesodel MAS y de EvoMorales al gobierno esconsecuencia de esascontradicciones histó-ricas irresueltas y desus insolvencias so-ciales. Ser resultadode esa historia e igno-rarla al mismo tiempo,resume la grandeza ymiseria del “proceso decambio” y del actual“Estado Plurinacional”.

La primera de esasirresoluciones e insol-vencias históricas esla ausencia de nacióny la insuficiencia delEstado. De ello la pluri-nacionalidad quiere sersolución. Concluida laindependencia, Boliviano pudo constituir unanación integrada y unEstado eficiente, en elsentido de EstadoNación, una organi-zación política que seacerque lo más a la ho-mogeneización cultu-ral. Una de las causasde esta situación esque la población ori-ginalmente colonizadano pudo culminar su propio procesode descolonización.

La historia boliviana es la reseñadel periódico encuentro y, másfrecuentemente desencuentro, desus componentes sin lograr cons-tituir un todo coherente e integra-dor. Es posible que esa fatalidadse origine en la recuperación enel siglo XIX de la causa indepen-dentista por una casta tránsfuga,“dos caras” y conservadora, enlos términos en que lo hace la obraclásica de Charles W. Arnade4.

Ello generará las demás irresolu-ciones e insolvencias, que es pro-pio tratar de corregirlas. La historiade Bolivia puede ser interpretadacomo los intentos por hacerviables las heredadas condicionesde inviabilidad. El drama liberal yla Revolución Nacional fueron dosde esos intentos.

El fin del siglo XIX e inicio del XXestá en Bolivia marcado por eltránsito de un sistema conservador

a otro liberal. La economía de laexplotación minera de la plata yel latifundio impiden el desarrolloproductivo y la instauración de unasociedad moderna. La Guerra Fe-deral de 1888-1899 fue la manifes-tación violenta de esa contradic-ción de patrones económicos y demodelos de sociedad; en ella seescribió uno de los capítulos másexplícitos sobre la articulación delos criollos bolivianos con los movi-mientos indígenas5. Ello podíasignificar el inicio de un nuevocurso en la historia de Bolivia, sinembargo triunfando el bando fe-deral, Bolivia siguió unitaria; triun-fando la tesis liberal, la economíacontinuó feudal y habiéndosearticulado el movimiento indígenacon el criollo, éste terminó trai-cionando a aquel.

La actitud de los triunfantesliberales en el problema del mares ilustrativo de la impotencia paramodificar los males estructuralesde Bolivia y las volteretas políticas

que ello ocasiona. Luego que Chileusurpó territorio boliviano en laGuerra del Pacífico de 1879, losConservadores eran quienes acep-taban el hecho consumado, losliberales se oponían a todo tratadocon Chile; sin embargo, fueron ellosquienes terminaron firmando elvergonzoso tratado de 1904.

Ese tipo de contradicciones seexpresaron también en la llamadaRevolución Nacional de 1952, diri-gida por el MNR. Esa Revoluciónanti imperialista buscaría destruirla oligarquía feudal minera, lograrla modernización y el desarrollo yconstituir el Estado Nación, inte-grando al indio como campesino ydesarrollando la ideología de laBolivia mestiza. Sin embargo, añosdespués, la oligarquía se rearticu-laba llegando a ser el grupo diri-gente del partido que deberíahaberla destruido, el imperialismollegaba a ser el mejor amigo delMNR, las minas serían privatizadaspor el mismo partido que las

El presente texto es unacondensación del trabajo pre-parado por el autor para la mesa“Retos del Estado Plurinacional yla democracia intercultural”, delCuarto Encuentro Nacional: Esta-do, desarrollo y democracia enBolivia. Balance y escenarios deuna década de transformaciones,PNUD-Bolivia y Vicepresidenciadel Estado Plurinacional deBolivia, 28 de noviembre de 2015,La Paz. Fue discutido el 4 de di-ciembre. El original puede serconsultado en el siguiente enlace:https://www.facebook.com/download/1656185004622443/El%20Estado%20Plurinacional%20deficiencias%20contra%C3%ADdas%20y....pdf

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nacionalizó, el desarrollo no llegaríanunca a las comunidades indíge-nas y la falacia de la Bolivia mestizasería sólo una faceta de la perenneopresión q’ara hacia el indígena.2. Emergencia del EstadoPlurinacional

El caso del MNR es importantepues es antecedente directo dela emergencia del MAS y de laimplementación del Estado Plurina-cional, pues fueron sus fallas yfrustraciones las que generaron lairrupción del indianismo y del kata-rismo, corrientes que prefiguraronel discurso político enarbolado lue-go por el MAS y que construyeronlas “condiciones objetivas” para sullegada al gobierno, a través delas movilizaciones indígenas del2000 al 2003, lideradas por FelipeQuispe, el Mallku6.

La doctrina del MNR de constituirel Estado Nación mediante la asi-milación del indio como campesinoy la instauración de una Boliviamestiza, exacerbaron las contra-dicciones que se manifestaron pri-mero en 1956, en uno de los inten-tos más vigorosos por constituiruna República Aymara, el proyectode Laureano Machaca7 y luego, apartir de 1960, en la creación deorganizaciones políticas indias.

La emergencia de estas corrien-tes, el indianismo y el katarismo,constituye el mayor avance en laconstrucción de una teoría desco-lonizadora y liberadora, no solopara el indio, sino para el conjuntode la sociedad boliviana. La dife-rencia entre ambas corrientes sedio, principalmente, en su actitudfrente a las organizacionespolíticas y sociales criollas.

El indianismo, a través del Movi-miento Indio Tupak Katari, MITKA,adoptó una actitud sintetizada enlo expuesto en su Declaración dePrincipios:

“El indio como masa popular esla raíz y tronco histórico de la na-cionalidad boliviana, es una his-toria milenaria oculta por occiden-te, una cultura humanista y comu-nitaria silenciada, un pueblo trun-cado en su realización humana,una gran Nación disgregada, underecho nacional conculcado porla opresión racial (…)”8.Esa afirmación puede parecer

banal, obvia e inofensiva en elcontexto contemporáneo. Sin em-bargo, era terriblemente osada enesa época. Bolivia no salía (aunno sale plenamente) de la ideologíaque hace del indio el causante delos males y del retraso de estapatria. Esa idea era más agresivaen esas épocas, más influenciadaspor el llamado darwinismo social.

La disociación entre Bolivia y elindio no fue elemento constitutivodel indianismo. En los años 50Fausto Reinaga entendía que laconciencia nacionalista era “unaorgullosa conciencia india, porqueno es otra la conciencia auténticade Bolivia”9; en su etapa indianista

escribirá que “lo único real yracional para Bolivia es el indio”10.Esa disociación vendrá más tarde,como consecuencia de avatarespolíticos y la influencia teórica delposmodernismo.

La reacción criolla fue orillandoal indianismo hacia posicionesdefensivas y de alegato ofensivo,pues la conclusión política deldiscurso indianista era que un indiogobierne Bolivia, lo que seconsideraba ineluctable, pero erainsoportable para la concienciacriolla. Una de las estrofas de lacanción del MITKA decía: “Hoydía, mañana, el indio estará en elpoder, legítimamente…”

El indianismo tuvo éxito en laconcientización que produjo,incluso entre objetores y oponen-tes. Sin embargo, como el desa-rrollo de una idea política implicala existencia de una organizaciónportadora y ejecutora, la implosióndel MITKA, ocurrida a mediados delos años 80, significó la dislocacióndel pensamiento político indianista.

Ello tuvo dos consecuencias, lasque influenciaron en el MAS, elproceso de cambio y la estructu-ración del Estado Plurinacional.

La implosión del MITKA produjomúltiples fragmentos partidarios,que dejaron de lado la tarea decontinuar la estructuración seriay difícil de un pensamiento políticopropio y adoptaron las poses ydeclaraciones del pachamamismonaciente. Una reacción a esa dis-gregación fue mantener las posi-ciones indianistas por parte de ungrupo liderado por Felipe Quispe,pero a costa de compendiar lacomplejidad indianista a la inter-pretación de la descolonizacióncomo simple método de lucha —elrecurso a la lucha violenta—. Esaposición implicaba un nacionalismoaymara (y a veces de sub gruposaymaras), pero en los hechos erauna política de integración, puesse buscaba capturar el poderpolítico de Bolivia. La idea de laintegración indio – boliviano no seexpresaba más en el terreno con-ceptual o en el programa político,sino en la hermandad guerrera decombatientes de distinto origen.Así surgió el EGTK, del cual fuemilitante el actual vicepresidenteÁlvaro García Linera.

La desaparición del MITKA satis-fizo a los grupos de derecha eizquierda, particularmente a lasONGs, entonces en el apogeo defuerzas e influencias. Estas ONGsllenaron el vacío discursivo sobrelo indio, adaptando a los residuosdel discurso marxistas (luego dela traumática caída del Muro deBerlín) los expedientes del pos-modernismo que empezaba a serideología dominante en la acade-mia del Primer Mundo, creando asíla interpretación arbitraria y laideología abstrusa que hoy seconoce como pachamamismo. Através de la solvencia material de

las ONGs se impartieron “cursos”,como los del proyecto NINA deUNITAS, que formaron a neo indios,algunos de los cuales ocupan hoyimportantes funciones guberna-mentales, como el canciller DavidChoquehuanca.3. Las bases ideológicasdel Estado Plurinacional

El actual Estado Plurinacionalintenta, por tanto, resolver proble-mas estructurales en la constitu-ción de la sociedad boliviana, perosin las herramientas conceptualesadecuadas y las interpretacionesadaptadas para tal tarea.

Dado que los principales funcio-narios del actual partido gober-nante no hicieron parte del ante-cedente político ideológico india-nista y katarista y que sus refe-rencias se reducen a las manifes-taciones menguadas y distorsio-nadas de su período decadente,es comprensible que al serlesesquiva la riqueza de esa expe-riencia, dispongan solo de unaversión que asimilan como la“verdadera identidad” y el “ver-dadero pensamiento indígena”.

Esa afirmación no indica que elpensamiento indianista pueda serentendido como panacea, orespuesta política absoluta eilimitada, sino que ese pensamientoes parte de una historia: fue larespuesta concreta a situacioneshistóricas y sociales y concretasy cualquier posición nueva debeser también histórica, incluso parasuperar las referencias que lepuedan ser fundadoras.

El pachamamismo implica evadirla historia, inventarse una historiaal gusto del consumo del momento.Así, aunque el Estado Plurinacionalhace parte del proceso para resol-ver los problemas estructurales deBolivia y está en la lógica delesfuerzo descolonizador, nocorresponde a una visión histórica,sino a la aplicación de unacorriente ideológica de moda, elposmodernismo.

La visión plurinacional no surgiócomo ideología específica del MAS,fue un bosquejo de las Organiza-ciones No Gubernamentales antesde que ese partido existiese. Elindianismo tuvo como alteridad elkatarismo. Este último, conformeavanzaba la diatriba y el ataquecriollo hacia una emancipaciónindia, buscaba acercarse de quie-nes el indianismo se alejaba: parti-dos criollos y ONGs. Así, la termi-nología plurinacional producida porlos teóricos criollos era repercu-tida donde el katarismo teníainfluencia: el MRTKL y la CSUTCB,en tiempos de Genaro Flores.

Hecho aún más contundente eincontrovertible: El Proyecto Pluri-nacional tuvo manifestación políti-ca primero en el neoliberalismoboliviano, luego en el “socialismocomunitario” del MAS. En 1987 sepublicó Repensar el País, libro edi-tado por el Movimiento Bolivia

Libre, MBL, con textos de variosintelectuales destinados, aaportar una visión nueva de país.Entre ellos estaba el de XavierAlbó, entonces director de la ONGCIPCA, que trataba específicamen-te sobre el modelo plurinacional.

En 1993, cuando Gonzalo Sán-chez de Lozada (MNR) asumió lapresidencia de Bolivia, varios deesos intelectuales de izquierdaengrosaron la lista de ministros yautoridades que ejecutaron loselementos constitutivos del Esta-do Plurinacional: Educación inter-cultural bilingüe, descentralizaciónadministrativa, reforma de la jus-ticia, autonomías indígenas víaTerritorios Comunitarios de Origen,inclusión de indígenas en el apa-rato de Estado, la participaciónpopular en los municipios, inclusola revalorización de los símbolosandinos como la wiphala…

En ese ambiento se afinó el dis-curso pachamamismo, alejado delpensamiento político indianista ytambién katarista. Los teóricos delpachamamismo fueron erigidos enoperadores políticos de primer nivelde la llamada Participación Populary sus especulaciones impregnaronla aplicación de políticas públicas,especialmente las dirigidas a lossectores populares e indígenas11.

Es curioso que el gobierno delMAS solo haya aplicado, sumer-giéndolo en una retórica anti capi-talista, lo que fue la esencia de lapolítica neoliberal en el plano eco-nómico, social y cultural en Bolivia.

El discurso posmoderno es unaproducción de sociedades indus-trializadas dentro del sistema demercado y en un contexto deglobalización. El multiculturalismo,como discurso antropológico delposmodernismo, buscó sustituir ellaicismo universalista en el trata-miento de las sociedades por partede las gobierno de los paíseseuropeos y norteamericano.

«El individuo, la cultura y elregreso a los orígenes se hanconvertido en las consignas deldía de nuestra postmodernidadglobalizada. Puesto que la suertede los habitantes de los paísesdesarrollados no podía versemejorada por la redistribución delos frutos del crecimiento, hacíafalta encontrar una ideología del«decrecimiento», del desteteeconómico, incluso ecológico, ybuscar por tanto en los recursosdel individuo, en sus recursosidentitarios, culturales, psíquicoslos modos de substitución en eldifunto relato de la sociedad dela opulencia.»12

Los acontecimientos mundialeshan dejado mal parado al discursomulticultural y sin duda se operaráuna reconstrucción discursiva a ni-vel global. En Europa, las alertassobre el fracaso del multicultura-lismo proceden de derecha e iz-quierda. Sobrepasando la conside-ración sobre el éxito o fracaso dela integración, se incide en elefecto de fragmentación social que

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esa política ha ocasionado, forta-leciendo (a veces creando) identi-dades que terminan por alzarseunas contra otras y que como“efecto boomerang” refuerzan laidentidad blanca, cristiana yfrecuentemente racista que esapolítica pretendía minimizar13.

¿Al estar inspirada en la mismaideología, el diseño plurinacionalen Bolivia tendrá los mismos erro-res e idénticos riesgos? Para con-siderar ello tratemos de situar loslímites y alcances de Estado Pluri-nacional en Bolivia y determinar sisu diseño responde al discursoposmoderno o a las expectativaspropias de nuestra sociedad.4. El discursopachamamista

En Bolivia el discurso posmodernorespecto a lo indígena ha sido de-nominado pachamamismo, con-cepto que alcanzó resonancia enlos medios intelectuales a partirdel artículo de Pablo Stefanoni,¿Adónde nos lleva el pachama-mismo?, publicado el 2010 en elperiódico paceño Página Siete.

El discurso pachamamista enBolivia fue perfilado por teóricoscriollos a través de ONGs y deagencias de cooperación interna-cional a mediados de la décadade los 80. Fue concebido como eldiscurso alternativo al indianismokatarista, en momentos en quepolíticamente esta corriente perdíacapacidad operativa orgánica.

En su estructuración aportaronteóricos de todas las latitudes,poniendo las bases para entenderal indio como un ser cósmico, másallá del mal y del bien terrenales.En 1984 Bonfil Batalla escribía:

“El hombre [en Occidente] es elamo, el maestro, quien domina ala naturaleza igual que domina aotros hombres y a otros pueblos.En la civilización india, el hombrees parte integrante e indisolubledel cosmos y su realización plenaconsiste en ajustarse armónica-mente al orden universal de la na-turaleza. El hombre es naturale-za; no domina ni pretende domi-nar: convive, existe en la natura-leza, como momento de ella.”14

El pachamamismo se asienta enuna alteridad radical del indiorespecto al occidente: el indio esun ser natural, opuesto a la arti-ficial civilización occidental. Es poresencia comunitario y mantienecon la naturaleza una relación deintegración. Por ello el indio notiene los defectos de los occi-dentales y sí todas las cualidadesimaginables. El indio no miente, noroba, no es flojo ni mira a la mujerdel prójimo. En realidad, el occi-dental atribuye al otro las virtudes,frecuentemente cristianas, que éldesearía para su propia sociedad.

Lo que para el indianismo era undiscursos movilizador, destinado aencandilar con espejos al públicono indígena, para el MAS en elpoder se convirtió en la baseideológica de políticas de Estado.

En 1978 Fausto Reinaga se refe-ría a las hormigas como ideal deperfección a ser imitado por el hu-mano: “Las hormigas, seres queedifican la sociedad perfecta sobrela faz de la Tierra”15. El 2010 elcanciller Choquehuanca llegaba alsumun de ese razonamiento seña-lando: “Para nosotros los indígenaslo más importante es la vida; elhombre está en último lugar; paranosotros lo más importante son loscerros, nuestros ríos, nuestro aire.En primer lugar, están las mari-posas, las hormigas, están lasestrellas, nuestros cerros y enúltimo lugar está el hombre”16.

Esa interpretación pachamamistaha saturado las reformas produci-das durante el “proceso de cam-bio”: reforma de la justicia y de laeducación, sistemas de autonomía,participación de movimientos so-ciales… todas ellas partes deldiseño de Estado Plurinacional.

La práctica concreta administra-tiva ha evidenciado la distanciaentre esos postulados y la reali-dad, que se salda en un retrocesode la ideología en provecho delpragmatismo puro: En la ley Ave-lino Siñani-Elizardo Pérez se ins-tauró un currículo basado en los“saberes tradicionales”, inaplicablee inaplicado. Se fundaron universi-dades indígenas fundamentadasen la “cosmovisión”, que ahora secolapsan en la disfuncionalidad.Ese retorno a los orígenes se havisto impugnado por las recientespolíticas de modernización edu-cativa y de promoción de estu-diantes para que sean becados aotros países, entre ellos los EE.UU.

Se intentó revolucionar la justiciaa través de la elección de magis-trados. El resultado: crisis con unode los indios más emblemáticos asíelegidos, el magistrado GualbertoCusi, y un acrecentamiento de lacorrupción en ese Poder, de la cualtenemos conocimiento cotidiano através de los medios.

Se reivindicó la democracia co-munitaria y su aplicación a travésde los movimientos sociales,concluyendo en escándalos comolos del Fondo Indígena.

Se empalagó a la ciudadanía condiscursos sobre la Madre Tierra,derechos indígenas y economíaalterna, concluyendo en enfrenta-mientos con indígenas y en unproyecto violador de esa MadreTierra, al programar abrir un caminoa través del TIPNIS.

Sería indigesto detenernos enmás ejemplos sobre la discordanciaentre ese discurso y su aplicación.Pero es necesario detenernos enuno que nos permitirá caracterizarmejor los límites y proyeccionesdel Estado Plurinacional: el temade las autonomías.5. El chasco de lasautonomías

La descentralización iniciada enBolivia durante el gobierno neoliberal de Sánchez de Lozada fue

continuado en el actual gobierno,bajo el cariz de las autonomías.

Como todos sabemos, el actualgobierno no era adepto a las auto-nomías departamentales, que ensus inicios era bandera de la opo-sición atrincherada en la llamada“media luna”. Pero el MAS noelaboró un diseño propio de Estadoy terminó aceptando el modeloque inicialmente rechazaba, aun-que sin aplicarlo plenamente.

La discordancia entre regionesde Bolivia en las que la autonomíano está en su historia, tradicionesni expectativas y otras que sí lacontemplan, se vio patentizada enel último referendo sobre susestatutos: fueron rechazados enlos departamentos que años atráshabían votado por el NO a laautonomía.

La parte andina es esencialmentecentralista, mientras que los de-partamentos de la región orientaly en menor medida Tarija, han sidosiempre susceptibles a la autono-mía, incluso al federalismo. El ori-gen de esta discordancia está enlos momentos primordiales delnacimiento de Bolivia como Estadoindependientes. Luego, la des-colonización, en su sentido co-rrecto, es retomar el cauce de laconstitución nacional y la estruc-turación del Estado —y el lugardel indio en ese proceso—, y nola divagación posmoderna en laque se entrampó el actualproyecto plurinacional17.

Es curioso que cuando nos refe-rimos al Estado Plurinacional las“naciones” unidas en un solo esta-do no son los departamentos au-tonomistas, sino los pueblos indí-genas. A los indígenas se lesprestó categoría nacional en lostérminos de proyecto estatal pluri-nacional, cuando poco en su his-toria puede fundamentar tal pre-tensión. Toda esa disquisición es-tuvo encuadrada en las mejoresdefiniciones pachamamistas.

¿Cómo justificar entonces laapelación Plurinacional si, por lomenos legalmente, no es recono-cida como nación sino la boliviana?Para solventar esa falla se diseñóla autonomía indígena en la regiónoriental profundizando las OTBs delos gobiernos de Jaime Paz Zamoray Gonzalo Sánchez de Lozada yen la región occidental comotránsito de los municipios en zonasindígenas a autonomías indígenas.

En las tierras bajas hay una aper-tura autonómica indígena másacentuada que en las tierras altas.Aun así, sólo un proyecto de esta-tuto fue hasta ahora sometido areferendo, el de Charagua, siendoaceptado por la mayoría. Pero, enlas tierras altas la desafección ala autonomía es similar en el niveldepartamental y en el indígena.

Dada la importancia demográficay política de la población indígenaen la región occidental, es impor-tante analizar más en detalle esa

animadversión autonómica. Ya el2011 la directora de la Direcciónde Autonomía Indígena OriginarioCampesina, Magaly Espinoza, in-formaba “que de los 337 municipiosque hay en el país, apenas 11 asu-mieron y encaran ese proceso detransición”18. Hasta hoy hubierondeserciones, la más notable la deJesús de Machaca, que señala elfracaso de ONGs y teóricos de esetipo de autonomías, pues esaregión aymara fue el santuario deCIPCA y de Javier Albó, lugar enel que delinearon sus esquemasde autonomía indígena y al querecurrían como prueba material dela justeza de sus planteamientos.

El 20 de septiembre de este año,se planteó a los habitantes deTotora Marca la aceptación o node su estatuto. El “no” triunfó conel 74,04% de los votos; el “sí”obtuvo el 29,96%. Del informe deconsultoría de esa votación,realizada por paulino Guarachi porencargo del Tribunal SupremoElectoral, se desprende unpanorama de rechazo indígena quepone en cuestionamiento lajusteza de la interpretación deesas autonomías19.6. Conclusiones

La propuesta de Estado Plurina-cional surge para encarar nuestradeficiencia estructural más álgida:la ausencia de una estructura na-cional y de una representación es-tatal que pueda incorporar a todoslos bolivianos. En ese sentido escontinuidad de los reclamos popu-lares e indígenas y en particulardel movimiento indianista kataris-ta, que planteaba la necesidad deun gobierno indígena.

Sin embargo, ese nuevo diseñono se lo hace en base a la expe-riencia de la lucha popular indígenay de una proyección descoloniza-dora basada en la realidad socialy política contemporánea de lospueblos indígenas, sino sobre plan-teamientos posmodernos —pacha-mamistas— que soslayan la reali-dad social indígena y popular,sustituyéndola con fábulas y mitos,inventando de todas piezas un serindígena etéreo e insostenible encualquier contexto social. Ese tipode diseño lo vuelve contradictorioe improcedente para enfrentar losproblemas que debía resolver.

Así, el Estado Plurinacional en-cuentra aquello que en principionegaba: Lejos del indígena encoexistencia natural y bucólica conel medio, se topa con clases labo-riosas y emprendedoras queviolentan incluso el entorno en elque se los creían incluidos de ma-nera estática: El indígena, espe-cialmente en el occidente, esproductor y comerciante. Lo ina-decuado del diseño estatal pluri-nacional, hace que ese sector diri-ja su empuje a la informalidad y,frecuentemente, a la ilegalidad,pues el indígena es también tra-ficante, contrabandista e impulsor

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de prácticas económicas perifé-ricas y frecuentemente ilícitas.

La idea del indígena obsesionadocon su pureza cultural y encami-nado a precautelar sus saberesancestrales, vuela en mil pedazoscuando el Estado se confronta conel indígena entusiasta del sabercontemporáneo, que tiene en pocaestima la intangibilidad de suspeculiaridades culturales y que porello constata que los medios edu-cativos que ese Estado pone a sualcance son mediocres e incapa-ces de solucionar su demanda,pues están diseñados a partir decaricaturas de su “esencia” cultu-ral. Así, la “mejor educación” estásiempre reservada al q’ara y enmenor medida al mestizo.

Es doloroso constatar cómo,cuando por fin el indígena tieneun gobierno que se puede calificartambién de indígena, es tambiéncuando se le coloca más lejos ydifícil el empoderamiento. La in-fluencia pachamamista en el pro-yecto del actual Estado Plurina-cional muestra el nivel de descono-cimiento de sus teóricos sobre lasdemandas indígenas. La impetra-ción indígena nunca ha sido de rei-vindicar el exotismo, por el contra-rio. Entre 1928 y 1930 EduardoLeandro Nina Quispe, oriundo deTaraco, funda la “Sociedad Repú-blica del Collasuyo”, conocida tam-bién como Centro Educativo Colla-suyo”. Nina Quispe fue uno de losque tuvieron que migrar a la ciudadde La Paz por las expulsiones alos indios por parte de los hacen-dados y se esforzó no por la “recu-peración de los conocimientosancestrales”, sino por aprender aleer y escribir, pues considerabaque eran armas que en manos delos indígenas serian útiles en sulucha. Igual que su apreciaciónsobre aprender a leer y escribir elcastellano, sorprenderá a muchossu posición sobre la vestimentatradicional. Él indicaba: “Seríamejor que desterremos el poncho.Nuestro traje hace que los extran-jeros nos miren con recelo y noscoloquen de inmediato la máquinafotográfica; además, la diferenciade nuestro vestuario da lugar aque nos cataloguen en el planode la bestias humanas”20.

En 1927 Manuel Chachawayna,indígena candidato a diputado porla provincia Muñecas, escribía enel periódico paceño La Razón: «Nosólo podemos ser electores, sinoelegidos, bien por nosotros, empe-cemos por la diputación para des-pués llegar a la Presidencia de laRepública, puesto que somos ma-yoría.»21 La historia política indíge-na después de la constitución dela República no fue nunca la auto-nomía, sino llegar al poder en Boli-via. Así lo demostraron también,en contextos y procedimientosdiferentes (y a veces incluyendoa Bolivia en el Qollasuyu), Lau-reano Machaca y Felipe Quispe

Huanca. Y, ¿Evo Morales, acasobuscó ser jefe de una autonomíaen el Chapare o en Orinoca y nopresidente de Bolivia?

Esta inferencia posmoderna poneen riesgo la proyección del actualEstado Plurinacional. Es necesariauna redefinición radical para quepueda proyectar y cumplir un roldescolonizador. Es cierto que in-cluso con sus deficiencias la ac-tual tentativa Plurinacional signifi-ca un avance en la solución devarios problemas, pero en la lógicade los procesos inacabados comoel Liberal y el de la RevoluciónNacional. Así no constituirá la so-lución estructural que Bolivia espe-ra, aunque determinará las futuraspropuestas que irán naciendo.

En definitiva, su proyección de-pende también, en el terreno polí-tico, de la calidad de la oposición.Hasta el momento esta brilla porsu poca originalidad y ello tran-quiliza al poder, en vez de inquie-tarlo. En realidad, ello puede serperjudicial para todos, pues asien-ta al gobierno en sus deficiencias,mientras en el bando contestatariono se estructuran visiones del paísmás plenas, realistas y tambiéntransformadoras.

La perspectiva del Estado Plu-rinacional (con ese u otro nombreque pudiese corresponder mejor asu función descolonizadora), pasapor crear respuestas y no porbuscarlas en un pasado supues-tamente mejor, o en recónditascomunidades indígenas donde sesupone que esas soluciones estánen hibernación. Esa capacidadcreadora es vital en todo procesopolítico, más aun en los que sereclaman fundadores. Significaestablecer en Bolivia una demo-cracia intercultural, no “repro-ducirla” a partir de un modelo ima-ginado en las comunidades indí-genas. Implica también aceptarque los actores de este procesosean los indígenas y no indígenasreales, tal como existen verdade-ramente, no como los idealizamos.

Se debe dar cabida, entonces,a una nueva discusión que tengacomo uno de sus ejes la realidadindígena urbana. En este proceso,entre las varias aproximacionesque hoy día empiezan a tomarcuerpo, considero importante to-mar en cuenta categorías nuevascomo la de ciudadanía étnica, en-tendiendo en ella la búsqueda delindígena por “...apropiarse comociudadanos étnicos de los instru-mentos e instituciones del Estadoy no retraerse a sus comunidadesoriginarias en una suerte de replie-gue o de ‘auto apartheid’” 22.Desarrollar también otras, como lade inclusión, entendiéndola “…co-mo un proceso en el cual la calidadde las relaciones existentes entrelas diferentes unidades socialesautónomas (clanes familiares,tribus, ciudades, sindicatos,partidos políticos) cambia de tal

modo que llega a reducir laautonomía de todas y cada unade ellas, y la integra en unconjunto mucho más amplio delque forman parte.”23

El fundamento de esta inclusiónes la capacidad de actos econó-micos comunes, lo que conduce aprefigurar para el indígena otrosroles a nivel internacional y nacio-nal. En el primer caso, rompe elesquema dominante sobre laglobalización, entendida esta comouniformadora económica de diver-sidades culturales. Si la diversidadcultural puede asumir actos eco-nómicos comunes, es porque taldiversidad no es primaria. Laintegración de lo indígena en loglobal no es, entonces, añadidoexótico, sino desarrollo de posibi-lidades comunes. En el planonacional y en el orden político, nose trata de una inclusión del indioa una realidad nacional, que esdeleznable, penosa y en granmedida ilusoria, sino la del criolloy el mestizo a un proyectonacional cuyo núcleo expresivo yelocuente es el indio.24

1 Lucien Febvre, Combates por lahistoria, Barcelona, (1953), EditorialAriel, 1974

2 “[P]or nuestra parte, la revisión cui-dadosa del pensamiento e interpretacio-nes sobre la ancestralidad indígena an-dina no nos permitió identificar, entérminos particulares, con la especifici-dad y relevancia que merece el asunto,alusiones claras o desarrollos completossobre el “vivir bien’. No se encontró nin-guno que se inscribiera en reflexionesescritas que provengan desde hacemuchos años, ni siquiera desde haceuna década, peor aún con los contornos,alcances y profundidad tan clara con laque hoy circula y se maneja el conceptopor parte de varios autores e insti-tuciones, como si se tratara de premisasacabadas.” José Nuñez del Prado,“Desarrollo-vida-felicidad. Paradigmasde desarrollo-Cosmovisiones de vida-Aspiraciones de felicidad”, en: Eldesarrollo en cuestión. Reflexionesdesde América Latina , FernandaVanderley coordinadora, CIDES-UMSA,OXFAM, La Paz, 2011.

3 Pedro Portugal Mollinedo, “Visiónposmoderna y visión andina deldesarrollo”, en: El desarrollo encuestión. Reflexiones desde AméricaLatina, Fernanda Vanderley coordinado-ra, CIDES-UMSA, OXFAM, La Paz, 2011.

4 Arnade, Charles, W., La dramáticainsurgencia de Bolivia, Librería EditorialJuventud, La Paz, 1982.

5 Ramiro Condarco Morales, Zarateel temible Wilka. Historia de la Rebeliónindígena de 1899, Talleres GráficosBolivianos, La Paz.

6 Pedro Portugal Mollinedo, CarlosMacusaya Cruz, El indianismo katarista,trabajo por encargo de la FundaciónFrederich Ebert, La Paz, Bolivia, 2014,en impresión.

7 Pedro Cal l isaya, La vida deLawreano Machaca (1928-1956). Tesispara la obtención de grado, Carrera deHistoria, UMSA, La Paz, 2012.

8 Documento “Manifiesto delMovimiento Indio Tupak Katari ‘MITKA’”,Kollasuyu Marka, 1978.

9 Fausto Reinaga, Franz Tamayo y laRevolución Nacional, EditorialCasegural, La Paz-Bolivia, 1956.

10 Fausto Reinaga, La RevoluciónIndia, Segunda edición, EdicionesFundación Amaútica “Fausto Reinaga”,La Paz, 2001.

11 En el conversatorio sobre filosofía

andina organizado por la Carrera deFilosofía de la UMSA, el viernes 13 denoviembre de 2015 en el auditorioQuiroga Santa Cruz de la facultad deHumanidades, Javier Medina, uno de losmás notables teóricos del pachamamis-mo en Bolivia, señaló: “…durante losúltimos años he estado más como tec-nócrata, he estado en todo el procesode diseño e implementación operativade la Ley de Participación Popular. (…)¿Todo esto cómo lo operativizo medianteuna política pública en Bolivia, digamosahora? [habla sobre la mecánica cuánti-ca como base de su biosofía que preten-de aplicar en municipios rurales con elfinanciamiento de la cooperación suizaen Bolivia] Un primer paso lo di cuandoestábamos en Participación Popular. Allíhabían unos abogados…, que diseñaronel modelo municipal, pero Goni [Gonza-lo Sánchez de Lozada] justamente medice ‘estos no pueden ni organizar sufamilia’, necesito alguien que pueda ope-rar. Y, bueno, como era él un poco yan-qui lloqalla [sirviente de los norteameri-canos] preguntó al Banco Mundial,quién…, necesitaba a un gerente, todossus mejores gerentes estaban en Boliviaen el Fondo Social de emergencia y enel FIS, y así fui a dar yo a esa cosa…”(Registro en grabación).

12 Jean-Loup Amselle, Culturalizar yetnicizar la sociedad para mantenerladivida y sometida al poder. http://pandebatallareturn.blogspot.com/2015/01/cu l tura l i za r -y-etn i c i za r -para-mantener.html

13 Ibid.14 Guillermo Bonfil Batalla, “Cultura

regional y cultura popular”, en La CulturaNacional, México, UNAM, 1984.

15 Fausto Reinaga, La razón y el indio,La Paz, Litografías e Imprentas UnidasS.A, 1978.

16 Declaraciones de David Choque-huanca en la Conferencia sobre CambioClimático de Cochabamba, el año 2010.Fuente: Agencia Bol iviana deInformación, ABI, 20 de abril de 2010.

17 Pedro Portugal, “Descolonización,Bolivia y el tawantinsuyu”, en: Desco-lonización en Bolivia. Cuatro ejes paracomprender el cambio, Vicepresidenciadel Estado, fBDM, La Paz, 2011.

18 http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/nacional/20110630/delos-337-municipios-solo-11-asumieron-a u t o n o m i a - i n d i g e n a -originario_131924_267282.html

19 Pedro Portugal, “Revés AutonómicoPachamamista en Totora Marca”, enPukara Nº 111, noviembre 2015, La Paz.http://www.per iodicopukara.com/archivos/pukara-111.pdf

20 Esteban Ticona, «Eduardo LeandroNina Quispe: El emancipador, educadory político aymara». En: La Migraña, Nº7, Vicepresidencia del EstadoPlurinacional de Bolivia, 2013.

21 Citado por Esteban Ticona enPueblos indígenas y Estado boliviano;La larga historia de conflictos. http://red.pucp.edu.pe/wp-content/uploads/biblioteca/090410.pdf

22 José Bengoa: «¿Una segunda etapade la Emergencia Indígena en AméricaLatina?», en: Cuadernos de antropologíasocial Nº 29, pp. 7-22, Universidad deBuenos Aires, 2009.

23 Raul Sierra Fonseca, Integraciónsocial y equidad en la perspectiva deldesarrollo humano sostenible. 1ª.ed.Cuadernos de Desarrol lo HumanoSostenible 1, Programa de las NacionesUnidas para el Desarrollo (PNUD), 2001,Honduras.

24 Pedro Portugal Mollinedo, Identidadétnica y globalización: Hacia una nuevaformulación de la inclusión, ponencia enel Seminario Internacional sobreGlobalización y Desarrollo, organizadopor el CIDES-UMSA (Bolivia) y PIMDCE-UAM (México), 7 y 8 de julio de 2015.

Se puede consultar en: http://movimientoindianistakatarista.blogspot.com/2 0 1 5 / 0 7 / i d e n t i d a d - e t n i c a - y -globalizacion-hacia.html

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Polémica:

La historia que se desconoce delInstrumento PolíticoCarlos Burgoa Moya*

A raíz del conversatorio y cele-brando el “Cuarto EncuentroNacional Estado, Desarrollo yDemocracia en Bolivia: Balancey Escenarios de una Década deTransformaciones” organizadopor el Programa de las NacionesUnidas para el Desarrollo (PNUD)y la Vicepresidencia del EstadoPlurinacional de Bolivia, deseohacer algunas puntualizacionessobre dos disertaciones de Car-los Macusaya y Pedro Portugal,que en el conversatorio escribie-ron y disertaron, poniendo enclaro el desconocimiento sobrela historia del Instrumento Políti-co, hoy llamado Movimiento AlSocialismo-Instrumento Políticopor la Soberanía del Pueblo(MAS-IPSP)**.

Hoy olvidando que la tarea deun investigador es la investiga-ción minuciosa, al menos refe-rente a las organizaciones políti-cas, movimientos sociales o co-lectivos políticos, es muy pocodifundida y conocida en Bolivia,interés superior de las elites queno desean saber sobre el surgi-miento de otras alternativas po-líticas es evidente. Porque se leelo que hay a la mano y se desco-noce de lo que verdaderamentese ha hecho en este país, olvi-dando que para aseverar algose debe cerciorar de lo que esuna organización política.

Uno de los momentos más épi-cos del movimiento campesinoy que a raíz de su división y re-surgimiento fue la realización delCongreso Extraordinario de laConfederación Sindical Única deTrabajadores Campesinos deBolivia (CSUTCB) realizado en1988 en la ciudad de Potosí,donde al conmemorarse los 500años de la mal llamada llegada

de los españoles que se iba a“celebrar en 1992”, éste movi-miento campesino-originario-popular, hizo planteamientosque hoy se desconocen y se va-pulean a los movimientos socia-les, tildándolos por Macusaya,parafraseando a García Linera,de “ las organizaciones socialesse trata de una estructura jerár-quica de mando, por lo que elpeso de la dirigencia se imponepor sobre las bases. En el se-gundo caso, es débil, en el casode los movimientos sociales, setrata de estructuras de accióncolectiva donde las estructurasde mando se diluyen y las rela-ciones entre los actores que for-man una colectividad movilizadaes más horizontal”1. Es decir, eldesconocimiento de lo que fue-ron en su momento y son estasestructuras organizativas delmovimiento popular hacen unreflejo que hoy se desconoce.

Este congreso extraordinariodeliberó sobre los siguientespuntos: Formar un InstrumentoPolítico para la toma del poder,Constituir una Asamblea de Na-cionalidades donde estén expre-sadas las distintas identidadesdel país, organizar los 500 añosde Resistencia originaria y po-pular, en pocas palabras ahí po-demos ver el germen de lo pluri-nacional de lo que es hoy Bolivia.Que no se llevó a cabo ese 12de octubre de 1992, por interésde muchas organizaciones polí-ticas ligadas al neoliberalismo,no fue el fracaso, más bien fuela punta de lanza para organizar-se en mejores condiciones parauna alternativa originaria ypopular.

Fue muy aleccionador estasdeliberaciones porque, despuésdel debacle de la Unidad Demo-crática y Popular (1982-1985) elmovimiento popular y campe-sino, durante años estuvieronen el desconcierto de lo que sedebía hacer para la retoma delpoder y cumplir con el papel quela historia le asignaba realizar enbien de los más humildes pobresde éste país. Por primera vezeste conjunto de organizacionespolíticas, sin representación

parlamentaria, movimiento cam-pesino que se decía estaba des-politizado y movimiento popularque estaba desorganizado alza-ba su voz, porque si de algo tie-ne fruto esta conjunción de inte-reses es que se visualizó un ho-rizonte de aunar esfuerzos parauna verdadera unidad del país.

No es cierto como afirma PedroPortugal, afirmando que el“MNR… es el antecedente directode la emergencia del MAS, delacceso de Evo Morales al gobier-no y de la implementación delactual Estado Plurinacional enBolivia. Fueron las fallas y frus-traciones del MNR las que ori-ginaron la irrupción del indigenis-mo y del katarismo, corrientesque prefiguraron los elementosdel discurso político que des-pués enarbolaría el MAS”2.

El desconocimiento tácito de lahistoria de la creación del Instru-mento Político, es muy evidente,pero además debemos ser justoscon la historia y la decisiva batallaque se dió en la década de los 90para tener un Instrumento Políti-co, que no es lo que se soñó,quizás tenga imperfecciones,pero si de algo nos enseña la his-toria es que los hombres puedentener brillantes ideas pero, es elconjunto de las personas quedelinean una instrumentalizacióndel devenir de su pueblo.

Ahora que muchos de nues-

tros intelectuales indigenistas,kataristas y demás expresionesdel movimiento campesino, nohayan configurado y pensado enuna Bolivia diferente no es figurapara desdeñar a las organizacio-nes sociales, porque recorde-mos que si de algo tenemoshistoria que hombres de la tallade Tupaj Katari, Bartolina Sisa,entre otros, lideres cómo MarceloQuiroga Santa Cruz, Luis Espinal,etc., y hombres de la talla comoel “Che”, han configurado lo quees hoy la Bolivia Plurinacional.

Que en palabras de Macusaya,“El papel de las nuevas generacio-nes de aymaras es, ahora, másque nunca decisiva”3, es muy re-levante, pero sin olvidar que lahistoria del movimiento campesi-no y popular en la construcciónde una nueva Bolivia es impor-tante, ya que el papel de mu-chos líderes de izquierda hansalido de las polleras de nuestrasmujeres que han dado fruto parael buen devenir de este país.

Que hay debacle sí, esinnegable, pero que se des-conozca la historia eso no esposible.1 Exposición “Proceso de cambio,

movimientos sociales y plurina-cionalidad” PNUD 26 de noviembre de2015. Por Carlos Macusaya

2 “Retos del Estado Plurinacional y lademocracia intercultural” PNUD.Exposición de Pedro Portugal 2 dediciembre de 2015.

3 Idem Macusaya.

* Comunicador social. Prepara paraenero de 2016 el libro “Historia delInstrumento Político por la Soberaníade los Pueblos - Movimiento AlSocialismo”.** La ponencia de Carlos Macusayapuede ser leída en el Pukara Nº 112:http://www.periodicopukara.com/archivos/pukara-112.pdfLa ponencia de Pedro Portugal puedeser leída en el presente número dePukara (n.d.r.)

Vista de la inauguración del «Cuarto Encuentro Nacional Estado, Desarrollo yDemocracia en Bolivia: Balance y Escenarios de una Década deTransformaciones». Fuente foto: http://www.vicepresidencia.gob.bo/Garcia-Linera-explico-los-cambios-estatales-y-la-practica-de-la-democracia-que

La Paz, enero de 2016 Página 13

Perú:

Situación y desafío de la lenguaquechua / runasimiAlbino Benito Zuasnabar*

I. “Ama sua, ama llulla y amaquella, aprobó la ONU como normamundial”. Se leía en diferentesmedios de comunicación en eltercer trimestre del 2015. Laresolución fue promovida por elgobierno de Bolivia a través de suembajador. Y, con todo, ahoraconstituyen vocablos quechuasque el mundo aprecia, adquiriendonotable importancia al lado deotros términos que ya formanparte del habla popular y culto.

Aún más, tenemos la palabrapachamanka, entendida como unode los platos más exquisitos dentrode nuestra culinaria; o la palabrawanarpu (macho y hembra) parareferirnos a una famosa planta quecontribuye al control de la libidosexual; o la expresión Tusuq layqa(Danza de las tijeras), patrimoniode la humanidad. Y es más: lospronombres demostrativos de pri-mera persona se designan de dosmaneras: 1° ñuqayku y 2° ñuqan-chik, que en español sería simple-mente nosotros. Empero la lógicaandina es más desarrollada: ñu-qayku se refiere a un grupo a ex-cepción del receptor con quiendialogas; y ñuqanchik a todos in-cluidos sin excepción. Es decir, unñuqayku de varones y un ñuqaykude mujeres o también de ayllus, yal final se hace un todo con ñuqan-chik, todos complementados y au-nados. Pueden ser incluídas y sis-tematizadas como paradigmas po-lítico-sociales. Estos vocablos sonmuestras de cómo nuestro idiomaquechua trasciende y pervive noya como simple herramienta co-municativa entre campesinos ocon los campesinos, sino paraadherirse y evolucionar al ritmo delos cambios políticos, económicosy sociales del mundo actual.

No obstante, mucha de la termi-nología quechua que viene alcan-zando notoriedad en otros con-textos proviene del interés extran-

jero y, por ello mismo, suelen serinterpretadas a intereses de varia-da índole, especialmente comercialy mercantilista. Recordemos nomás lo que se le ocurrió a la empre-sa Red Bull al realizar en Lima unduelo de encuentro entre brakdance y la danza de las tijeras.Y, ¿cómo se percibe esto en rela-ción a la identidad y al modernis-mo? ¿Es correcta la fusión o la in-tegración a la globalidad, manipu-lado por los que quieren? Sin dudanecesitamos una aclaración cate-górica. Fíjese que muchos de no-sotros aún no asumimos la perua-nidad en función del progreso delglobalismo. Y, por consiguiente, nole otorgamos la debida importanciaa nuestra mayor riqueza: el idiomaRunasimi1.

¿Y por qué el Runasimi? En estetrimestre la Comisión Ordinaria Cul-tura y Patrimonio Cultural hace públi-co el siguiente reporte: El 18% deperuanos hablan quechua, segúnun reciente estudio de GfK Opinión.El inglés, considerado más globaly cosmopolita, lo domina apenasel 8% de la población. Resulta claroentonces que el idioma de losincas se niega a desaparecer; porel contrario, hace frente a losidiomas hegemónicos del exterior.

Y continua el reporte: “Sobre lanotable persistencia del quechua,hay estadísticas que valen la penaanalizar: el 78% de quechua ha-blantes viven en el interior del Pe-rú (solo en el Centro y el Sur viveel 64%), y el 46% proviene delámbito rural de diversas regiones”.

¿Sabías que en 25 universidadesamericanas se enseña quechua?La pregunta es: ¿Por qué? Hacesiglos los científicos de las univer-sidades que invierten en ciencia ytecnología vienen estudiando yobservando detalle a detalle todaslas ciencias y tecnologías, la botá-nica, la medicina, etcétera. Ydespués vemos lanzar una nuevatecnología o ciencia al mercado.

Recuerdo que un amigo lingüista,de la república Checa, me dijo enbuen quechua: “Me gusta todo loque es del Ande y vengo a vercon mis propios ojos e inspirarmepara crear paradigmas en Europa”.A lo que respondí: “Podemos ande-nizar Europa”. “¡No!”, me respon-dió, pues ellos, al igual que noso-tros, tienen sus antepasados y nopodrían ser desleales con su propia

historia. Y recorría México, Pana-má, Venezuela, Colombia Ecuador,Perú. Se colige entonces que co-nocer el quechua tiene otra con-notación que va más allá del simplehecho de comunicarse. Tiene mu-cho que ver con la gnoseologíaandina para proyectar paradigmasde tecnología y ciencia al mercadoglobal. En términos generales:Capitalizar las riquezas quetenemos.

II. Desde mi infancia fui muy apa-sionado, locuaz, soñador y entre-gado al conocimiento del mundoandino, por lo que asumí con ente-ra voluntad los saberes andinos,y quechuas específicamente. Tuvela suerte de tener a mi lado a losancianos quechua hablantes dequienes aprendí la lógica andina.Asimismo, mis contactos con inte-lectuales, mis viajes y estudios mecondicionaron de tal manera quesentí el deseo intenso de expresarpor escrito lo que sabía. De talforma que en el libro que publi-caré, titulado “Runasimi Chanka”,expondré el producto inevitable detoda mi experiencia con el idiomaquechua, entendido como unidioma milenario y futurista.

Cabe señalar en un sentido posi-tivo que muchos estudiosos tienenlimitaciones cuando abordan estetema. Suelen incurrir en un puntode vista puramente agrarista delquechua, desarrollando una didác-tica de la cotidianidad rural andina.

De semejante descuido no escapaincluso el Ministerio de Educación;con sus medios y materiales deeducación intercultural bilingüenetamente agrarista rural, generanun tremendo problema que nopueden solucionar los maestros deaula. Se arroja una imagen inerte,estática cuando no retrógrada delidioma.

«Mi lindo quechua ¿Dónde vivesahora? Escuchando atento, en lasparedes de cada choza jugandocon la ceniza del fogón negro,removiendo en la olla de barro tupobre sopa de cebada y sirvién-dote con un cucharon de palo».Un poema que tiene por título“levántate quechua”. Poemarioque fue presentado en mi presen-cia. Y el contenido al contrario esarrasador cuando dice: en cadachoza jugando con la ceniza yfogón negro. ¿Qué solo para losque habitan en ello es el quechua?Así, pobre como la sopa de cebada,tiene que morir sin trascender. Sinembargo ni la poetisa ni tú, talvez quisieras vivir en una choza.Por último, ni es tu plato favoritola sopa de cebada; pero sí promue-ve que ellos (campesinos-indios)así coman y vivan. Y aún más, elalimento favorito es milanesa, yel equipo de sonido de la sala tieneindicaciones en idioma extranjera.

Nos hacen entender que el que-chua tiene que ser como antes

* Fundador de la Escuela Amawta TukuyYachay, fue docente de idioma quechuaen la Universidad Nacional deHuancavelica, funcionario público entemática de inclusión social. En su libroRunasimi Chanka: gnoseológico, críticoy didáctico, de próxima publicación,estará incluido este articulo.Facebook: ABZ BEN ZUCorreo: [email protected] movistar: 959933316

Lo tradicional andino, en Huancavelica, Perú, y lo andino como moda en elextranjero y en nuestros países. Fotos proporcionadas por el autor.

Continúa en la página 15

La Paz, enero de 2016 Página 14

El cinismo político boliviano:

Para Vivir Bien tener una razónrecta o una soga para colgarseCrescencio ChamaniMareño

Los horizontes de esperanza delos hermanos Andrés, Tomás y Dá-maso Katarí en el norte de Potosícontra kháras1 se reemplaza conel horizonte de sumisión y obedien-cia a un poder autoritario hegemó-nico de raigambre populista. Enestas tierras del tinku2 se vaacentuando la creencia de que elenemigo principal son los citadinospotosinos donde están concentra-dos los descendientes de los ga-monales3; aunque los principalesprotagonistas de protesta del co-mité cívico potosinista fueron elproletariado minero, cooperativis-tas mineros y población en gene-ral, la vieja dicotomía “guardatojosy monteras” se resalta nueva-mente como una contradicciónantagónica; dicho de otra manera,es el reemplazo de la “lucha declases” por la “lucha de razas”4.

La evolución del cinismo filosóficoha tenido una trayectoria trascen-dental en el cuestionamiento deideas y realidades sociales y políti-cas en diferentes periodos históri-cos posteriores a la filosofía griega.En la Edad Media, Giordano Bruno,

La enciclopedia y la ilustracióninfluyó poderosamente en el pen-samiento de la Universidad Mayory Pontificia San Francisco Javierde Chuquisaca que bajo silogismoslibertarios promovieron ideasemancipatorios de la corona espa-ñola; algunos doctores5 y militaresal ver como causa perdida el colo-niaje ibérico engrosaron filas inde-pendentistas; al parecer es unade las primeras expresiones delcinismo vulgar de la élite de eseentonces, su interes fundamentalera simplemente preservar el po-der. Lo propio ocurrió con algunosindígenas que sirvieron en filasrealistas para luego pasarse a lacausa libertaria.

Las características del mal llama-do “proceso de cambio” del gobier-no del Movimiento al Socialismo (MAS)liderizado por Evo Morales Aima yÁlvaro García Linera, se resume enlas siguientes particulares:

1. Angurria de poder: Pese adeclaraciones públicas del presi-dente Evo Morales Aima de quese retiraría de la política para esta-blecer un restaurant en el trópicocochabambino6, entrando en con-tradicción anunció que a pedido

del Consejo Nacional de Cambio7

(CONALCAM) participará en unrerereelección para un cuartomandato8 (2019–2025), las fala-cias esgrimidas son:

a) Pedido clamoroso (Inducido)de los movimientos sociales.

b) Prosecución de los grandescambios a nivel nacional (persistela economía extractivista y pre-sencia de las transnacionalespetroleras y mineras).

c) Si y sólo si Evo continúa enel poder será posible el retorno almar con soberanía.

d) Liderazgo de Evo a nivelnacional e internacional.

2. Demagogia: Específicamen-te en estamentos indígenas, cam-pesinos y originarios9 a quienes sedomestica bajo diversas formas:

a) Mentira. Bajo argucias de “go-bernar obedeciendo”, se hace creera las masas indígenas, campesinosy originarios que están en el poder.Parafraseando algunos principiosaimaras y quechuas se quiere ha-cer creer que el primer mandatariohabla estas lenguas. La segundaargucia estriba en el “respeto a lapachamama”10, se viola los “Dere-chos de la Madre Tierra”, invadien-do arbitraria e inconsulto “Tierra yTerritorio” de los originarios paraexplorar nuevos yacimientospetrolíferos. Ambas falacias sólosirven para exportar la imagen delgobierno al extranjero.

b) Plagio. El caso aberrante esla ley 070 de reforma educativaque sigue las directrices educa-tivas de Jomtien propiciadas porel Banco Mundial. Sus caracterís-ticas más importantes son: Copiade los pilares de la educación deJaques Delors; variables de desa-rrollo a escala humana de ManfredMax-Neef y lineamientos educa-tivos de Edgar Morín.

c) Halago. Haciéndo creer a indí-genas, campesinos y originariosque son lo más puro y mejor de lasociedad boliviana; se está crean-do racismo desde el otro extremoindigenista; por otra parte recibiradulación y culto a la personalidaden extremos de paroxismo, es lapolítica cotidiana de encandilar aestas masas. Con la afirmación deque “Los indios estamos en el po-der” se quiere engatusar en lasgrandes concentraciones convo-cadas por esta personalidad auto-

ritaria de nuestro tiempo; siendoque él único indígena en el poderes el ministro de Relaciones Exte-riores David Choquehuanca11, elresto son tránsfugas de gobiernosde facto, de la derecha, ultrade-recha y de oligarquía neoliberal.El escándalo internacional; Regalosde presentes en oro a delegacio-nes extranjeras.

d) Engaño. En el discurso coti-diano, con un carisma de bueno ybondadoso se regalan celulares aindígenas del Tipnis que fueronreprimidos violentamente porquese opusieron a la construcción deun camino carretero en territorioconsiderado parque nacional. laúltima arremetida es contra losindígenas de Tacovo Mora que pi-den el respeto de sus áreas prote-gidas; ambos en el oriente bolivia-no; la argucia gubernamental es:“No podemos ser guardabosquesde las transnacionales”.

e) Argucia. Que los indígenas,campesinos y originarios constitu-yen “la fuerza moral” de la socie-dad boliviana cuando la realidaddemuestra altos niveles de corrup-ción como es el caso del FondoIndígena donde el desfalco y lamalversación alcanza 120 millonesde bolivianos; las “bartolinas”12 ylos principales dirigentes gozan dela protección de la justicia bolivia-na en manos del partido de gobier-no. Los grafitis en la ciudad de ElAlto denuncian a fiscales, juecesy abogados indígenas con nivelesde corrupción nunca antes visto.

f) Chantaje. El actual presidenteboliviano públicamente declara queno trabajará con alcaldes y gober-nadores elegidos que sean de laoposición. Cuando los trabajadoresde la Empresa Nacional Minera deHuanuni13 defenestraron a los diri-gentes masistas14 de su sindicato,el gobierno aplica un impuesto re-vanchista. Ahogo económico a losmedios de comunicación críticos.Expulsión de las Organizaciones NoGubernamentales contestatarios;aunque algunos apoyaron al actualgobierno en un pasado inmediato

3. Capitalización de conflic-tos. Producto de la política neoli-beral encubierta por el actualgobierno del presidente cocaleroEvo Morales Aima se van produ-ciendo diversos problemas y con-flictos que no son resueltos, peroque son aprovechados para des-

truir a los disidentes y oposición,como son los siguientes:

a) La sombra del Tío Sam. Anteel surgimiento de protestas yreclamos el gobierno atribuye es-tos movimientos como propiciadospor los Estados Unidos. Se llega aafirmar que el actual gobernadordel departamento de Tarija es unagente de la Agencia Central deInteligencia (CIA).

b) Separatismo. La injerencia delEmbajador norteamericano PhiliphGolderg para los intentos separa-tistas del denominado “media Lu-na”, conformados por los departa-mentos de Beni, Pando, Santa Cruzy Tarija que terminó con la muertede algunos sicarios internacionalescontratados y la expulsión del em-bajador, se utiliza para neutralizaro sofocar violentamente cualquierintento reivindicacioncista dealgunos sectores sociales.

c) La injerencia chilena. La intru-sión de Chile a través de su cónsuly de su servicio de inteligencia enasuntos internos, no se procedea la inmediata expulsión, simple-mente se reduce a una denuncia;sin embargo, se atribuye al largomovimiento de protesta y reclamodel Comité Cívico Potosinista comoparte de las conversaciones delcónsul con la oposición.

d) Golpes de Estado. Cualquiermovimiento social de envergadurase endilga como procesos de cons-piración para un golpe de Estado.

4. Satanización. Calificar deantipatrias, vendepatrias y agen-tes del imperialismo a todo ciuda-dano que piense lo contrario aloficialismo es parte de esta políticacínica; el objetivo es crear miedoy pánico en las masas frente a lavuelta a crueles dictaduras, mo-mentos de angustia económicasembrada por el neoliberalismo.

a) El retorno de los neoliberales.Aunque no se anuló completamen-te el decreto 2106015, aunque lapolítica neoliberal sigue vigente.Los políticos comprometidos conla política neoliberal en el pasadohacen gala y ostentación de losbienes mal habidos16, no son juz-gados; sin embargo, se generalizaa todos políticos de la oposición;aunque el actual gobierno es suexpresión con el carisma delpopulismo indigenista.

b) Contra los libre pensantes.

La Paz, enero de 2016 Página

ha sido para los campesinos-indios: con aroma a leña y llama, sabor atierra y con color de pobreza. A lo que corroboraría paradójicamente elanuncio de la Comisión Ordinaria Cultura y Patrimonio Cultural, cuandonos muestra que: “el 82% de personas que hablan quechua perteneceal nivel socio económico D/E y solo el 5% al A/B. Hay sin duda unarelación directamente proporcional entre los niveles de pobreza y elidioma. El dato más preocupante del estudio está en el análisis porgrupos de edad. El 66% de quechua hablantes tiene 40 años o más, ysolo el 11% tiene entre 18 y 24 años (el 23% restante tiene entre 25y 39 años).”

Tal vez es cierto el reporte, porque existe poco interés y desaciertopolítico y mal entendimiento de los intelectuales. Pese a ello, la difusióndel quechua a través de la enseñanza es un vehículo que garantiza lavitalidad de nuestro idioma.

Entendamos que promover la identidad no es hacer réplica del pasadosino continuar el desarrollo del conocimiento, sin desconocer los aportesde otras latitudes. Y me pregunto: ¿Para qué sirve la identidad quechuasi cuando hablo runasimi me desprecian? ¿Cuando hablo inglés tengoprestigio y estatus social, mientras con el quechua no puedodesarrollarme económicamente? Tal problema me hace pensar quehemos reducido toda nuestra cultura a solo folclor y adorno.

Por otro, indigna recordar que luego de la invasión española el idiomano tuvo una escuela propiamente dicha y ha estado siempre al margende la cultura oficial. Han pasado más de 500 años y, sin embargo, aúnestá vivo, ya híbrido ya sincrético2. Los cronistas y los cristianosregistraron muchas narraciones a su modo, empíricamente. DiegoGonzales Holguín, nos presenta un léxico variado como: aañiy decir¡oh! invocar, exclamar, clamar, sirka-vena, término que se perdió; solopresencié su uso cuando señalan la columna de un cordero reciénsacrificado. Y se ha perdido por falta de una escuela. De esta formaexisten muchas palabras antiguas que designan situaciones y objetosque en la actualidad no encontramos y, por lo tanto, han sidoremplazados con préstamos del español.

En palabras de J. Salazar: «Las lenguas andinas también son prag-máticas y eficaces en comunicación ingeniosa. Infelizmente el castellanoha hecho que el quechua hablante se torne extravagantemente prolijo,y de las formas naturales y prácticas la sintaxis en muchos pueblosmodernos se ha castellanizado a punto irreconocible». Y nos da unejemplo nuestro hermano J. Salazar: Has estado toda la mañana yendode un lado a otro. Que sería Karqanki tukuy paqarinpi rispa hukladumantahukladoman. Puede parecer gracioso, sin embargo es más triste quegracioso. A la mayoría de intelectuales, estudiosos del quechua, noles interesa aprender las bases de la lengua. La estructura quechua essimple y directa: Tukuy paqarinpi purikuykachanki. Porque el adverbiode frecuencia ykacha, que se infija en el verbo, tiene por significadoprimordial: “en todo momento”, “a cada instante”, “constantemente”,“de aquí para allá”, “de un lugar a otro”, etc. Y continúa diciéndonos:El mestizo estructura la lengua del Inca a partir de la construccióncastellana, fijamente registrada en su maquinaria sintáctica. Inclusiveel orden suele ser castellano para colmo de males. Que el lector no sedeje engañar por el fenotipo para definir lo mestizo o endógeno; elmestizaje no sólo es apariencia sino una serie exuberante de factoresy consideraciones, desde el pensamiento individual hasta la tradicióncomunal.

En suma, este artículo como parte del libro que se publicará pretendefomentar el conocimiento y uso responsable del runasimi, a través dela interacción y una didáctica coherente con la gnoseología andina,no con una perspectiva estática ni pasadista, sino dialéctica, dinámicay sobre todo actual. El propósito es fortalecer las capacidadescomunicativas de los castellano hablantes o bilingüe incipientes, en elconocimiento de la cultura andina y en el uso y dominio de la lenguaquechua en un mundo global.

La importancia del libro no se deberá de ninguna manera a la necesidadde experimentar un mero recuento rutinario agrarista-rural del idiomaquechua; sino, sobre todo, a la comprensión significativa —y por ellomismo didáctica— de dicho idioma, entendido como un boom dentrode un mercado global, y más aún, como una alternativa cósmica.1 Al respecto, en el cuarto trimestre de este año se anunció que los premios

Nobel Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, junto a otros escritoreslatinos, acudieron a la cruzada para salvar al quechua del olvido. En consecuenciasus obras serían traducidas al idioma de los incas y se difundirían en diciembreen los pueblos andinos de Perú. Y continuaba la nota señalando que en el Perúunos 3,6 millones de personas, de un total de 30 millones, aún hablaban elquechua, en especial en regiones a lo largo de la cordillera de los Andes.

2 Como es el caso del vocablo “parlay” que se utiliza con frecuencia y que enquechua tiene su equivalencia en el término rimay. Así mismo “utaq” queviene de “o”.

Los disidentes del partido de go-bierno tanto fundadores como par-lamentarios y exautoridades sonduramente denostados, calumnia-dos y anulados en las diversas jus-tas electorales17; favoreciendo ile-galmente a sus conmilitones18 paraevitar nuevos librepensantes en laactual conformación parlamentariase compuso un conjunto de repre-sentantes nacionales denomi-nados “levantamanos”19.

5. Omnipotencia y omnipre-sencia. La concentración del po-der en una o dos personas provocaautoritarismo, megalomanía y para-noia. Para fascinar a las masas seentregan regalos y obras fútiles20,para ello se aprovecha las activi-dades folclóricas y culturales quese celebran en los más apartadosrincones del país. Participar el 1°de mayo, junto a los principalesdel máximo órganos sindical de laclase obrera como es la CentralObrera Boliviana; produce lossiguiente réditos políticos:

a) Sometimiento. Las masas es-tán dispuestas a reaccionar violen-tamente contra los supuestos de-tractores del líder indígena. Losregalos y presentes son muestrade sometimiento incondicional.

b) Dependencia. Las masas seacostumbran a extender la mano atodo y nada. Más importante quesubsanar las necesidades más pre-miosas es contar con internet yotras obras insulsas. La costumbreancestral de construir y entregarobras comunitarias por esfuerzopropio se subordina a las veleidadesy vanidades del primer mandatario.

c) Corrupción. Manipular, comprade lealtades de dirigentes indíge-nas, campesinos y originarios bajoprogramas económicos como elFondo de Desarrollo Indígena Ori-ginario campesino21 (FONDIOC), Laministra de Desarrollo Rural yCampesino, Nemesia Achacollo22 seconstituye en una “Vaca Sagra-da”; otro programa: “Bolivia Cam-bia, Evo Cumple” de los cuales em-piezan a medrar, genera en estascomunidades una seducción ycompetencia desleal para ser lídero dirigente, principalmente en lasnuevas generaciones que quierendisfrutar de esos recursos. Mu-chas de estas obras como vivien-das, tipo conejeras, constituyen“elefantes blancos”, convertidasen chiqueros. A esto se agrega laconstrucción de sedes sindicalespara lograr apoyo político. Bonosde lealtad, para la compra deconciencias. Finalmente, invitar alos políticos de lo más rancio de laderecha y ultraderecha a ingresaral partido de gobierno.

6. Control político total.Concretamente de los diferentesórganos de poder.

a) Tribunal Supremo de Justiciay tribunales departamentales.

b) Tribunal Supremo Electoral ytribunales departamentales.

c) Tribunal Constitucional.

d) Órgano Legislativo.e) Órgano judicial.f) Fuerzas Armadas.g) Policía nacional.h) Control de medios de comu-

nicación.Conclusiones

1.Angurria de poder.2.Expresiones y prácticas reac-cionarias del pasado como hábitospolíticos:3.Machismo, misoginia y feminiciocrecientes.4.Compra de lealtades5.Reforma educativa domesticadora.6.Reemplazo de la lucha de clasespor lucha de razas,7.Ocaso de los movimientossociales oficialistas.8.Necesidad de la rotación depoder y liderazgo partidario.9. Las utopías siguen vigentescomo nuevos horizontes.

1 Hacendados blancos. Poder gamonaldurante la república.

2 Encuentro. Pelea entre comunidadescontrincantes en la celebración de la fiestareligiosa de “espíritu”

3 Latifundistas y terratenientes.4 Fausto Reinaga, “ideólogo del poder indio”.5 Abogados y leguleyos.6 Principal centro cocalero de Bolivia.7 Organismo artificioso creado por el propio

gobierno.8 En el mundo aimara el poder prolongado

corrompe; por lo tanto, es un imperativocategórico la rotación del poder del líder.

9 Denominativo a los indígenas delboliviano.

10 Madre tierra.11 Sin ninguna formación académica para el

cargo.12 Mujeres indígenas, campesinas y

originarias que se agruparon bajo el nombrede Bartolina Sisa, esposa de Julián Apaza,que fue ejecutada por los españoles.

13 Aristocracia obrera. Algunos trabajado-res tienen un ingreso de más de 4.000 dólaresmensuales y de este grupo algunos son di-rigentes de la Central Obrera Boliviana y otrosforman del poder legislativo como aliados delpartido de gobierno. Esta mina requiere menosde 1.000 obreros; artificiosamente secontrató a casi 5.00 cooperativistas minerosque medraban de los ricos yacimientos deesta empresa. Persiste el robo de mineralesque son vendidos en el mercado negro.

14 Militantes del partido de gobierno:Movimiento Al Socialismo.

15 Dictada por el gobierno de GonzaloSánchez de Lozada por el que se despidió amás de 30.000 mineros de la empresaestatal: Corporación Minera de Bolivia;flexibilización laboral y privatización de lasprincipales empresas estatales, entrealgunos.

16 Se incluye a la riqueza proveniente delnarcotráfico, contrabando y corrup-ción.

17 Caso: exdiputada Rebeca Delgado,disidente del MAS, librepensante, candidataa gobernadora por Cochabamba. Otros casosson en Tarija, Chuquisaca, Oruro y Potosí

18 Caso: Carlos Romero Bonifáz, conresidencia permanente en La Paz; cínicamenteelegido como senador por Santa Cruz. Haceraparecer a los perdedores como ganadores,tal el caso de la gobernación de Chuquisaca.

19 Levantar la mano, obedeciendo a unaorden dada por el responsable políticooficialista en el parlamento. Se los denominatambién como “los no pensantes”, “los delpensamiento sumiso”.

20 Los liberales en competencia con losconservadores a fines del siglo XIX yprincipios del siglo XX regalaban un par decalzados; uno antes y otro después del voto.El dictador, General René Barrientos Ortuñoregalaba equipos deportivos. Ahora elpresidente entrega campos deportivos concésped sintético.

21 Las mal llamadas “bartolinas” desviaronestos fondos a sus cuentas personales.

22 Sin ninguna formación académica para elcargo (suegrita, declaración pública de EvoMorales), propietaria de miles de cabezas deganado vacuno, exenta de impuestos, favoritade los ganaderos del oriente boliviano.

Viene de la página 13Situación y desafío de la...

15

La Paz, enero de 2016 Página 16

Comentario bibliográfico:

El idioma desaparecido de unanación que busca reconstituirsePedro Portugal Mollinedo

Crónicas de la Conquista y estu-dios recientes atestiguan la exis-tencia del idioma kunza en regionestan distantes como la actual SanPedro de Atacama en Chile y laregión de Chichas, en Bolivia.

Agustín Llagostera Martínez, ensu obra Los Antiguos habitantesdel Salar de Atacama, PrehistoriaAtacameña (Ediciones Limitada,Chile, 2004) señala:

«Es así que 17 años despuésde la confrontación de Quitor, el5 de marzo de 1557, se procedióa firmar el acta de pacificación;en esta oportunidad, el padreCristobal de los Santos celebróuna misa en kunza y losguerreros atacameños hicieronentrega a Velásquez de suarmamento...»Esa cita evidencia lo curioso que

los rebeldes sean «perdonados»por los usurpadores a través deuna misa hecha en su idioma. Másallá de esa extrañeza, demuestrala importancia de ese idioma, hoydesaparecido. Esa, y otras pruebasdocumentales, son esgrimidas porFreddy Tarcaya Gallardo en unareciente publicación sobre eseidioma1. El autor demuestra así laimportancia pasada de esa lengua,y su vigencia a través de la topo-nimia y la antroponimia, zoonimiay fitonimia que se expresan en laslocuciones populares en la actualregión de los Chichas en Bolivia.

Así, la comunidad Jara del muni-cipio de Vittichi, Nor Chichas, deuso actual común y permanente,se originaría en el vocablo kunzaara que significa alojamiento,descanso, dormidero o casa. Ese-en su variante jara-, como otrostérminos kunzas, habrían influidoen el quechua local que actual-mente se habla en esa región.Cuando a un habitante se le indicakaipi jaracuna chai tuta, él inva-riablemente traducirá: «Descansodel viajero de esta noche», acla-rando que «decimos así cuandonosotros viajamos buscando lavida y descansamos en un lugar».

Ara se reproduciría en la denomi-nación de varias comunidades,también con la variante jara. Te-nemos así: Arata, Araral,Aracachi, Araijilla, Arampa ymuchas otras otras más, entre lasque hay denominaciones híbridascastellano-quechua-kunza, como

Abra de Atoj-ara, Abra Muña-ara,Chuquijara Loma, Jara de Tacojay Loma Chuguijara, todas ellasdenominaciones actuales decomunidades de Tupiza, Villazóny municipios colindantes.

El libro presenta muchos otrosejemplos más, aunque algunos deellos quizás no sean tan conclu-yentes y obedezcan sobre todoal celo demostrativo del autor. Así,el nombre de la comunidad KaraCota de la provincia Sud Chichasen Tupiza puede derivarse delvocablo kunza ara, pero tambiénpuede provenir del idioma aymara.De esa manera Kara Cota puedebien ser K’ara Qota, Lago saladoo Q’ara Qota, Lago Vacío. Lomismo podríamos decir del nombrede la comunidad Laguna Kara enNor Lipez, municipio de Colcha «K»que podría ser propiamente K’araQota o Q’ara Qota.

Lo mismo respecto a Jarita, quenombra una planicie en la provinciaModesto Omiste en el municipio delmismo nombre. Podría ser una va-riante del vocablo kunza ara que,recordemos, significa alojamiento,descanso, dormidero, casa, o delaymara Jarita, que puede tradu-cirse como lavado. Si se trata deuna planicie su aspecto bien puedeseñalarla como algo «lavado», esdecir, despojado de su superficiepor el agua.

El autor, apoyado en los voca-blos kunza extractados en unaabundante investigación bibliográ-fica, encuentra muchas comuni-dades con nombres en ese idioma:tenemos así la denominaciónAscanti, que derivaría del vocablomiskán que nombra al sapo;Berque, que provendría del kunzawirqui, fondo hecho de barro;Cari, que provendría del kunzacari, verde y muchas otras deno-minaciones más.

La toponimia indicaría, por otrolado, la extensión que tuvo lalengua kunza. De acuerdo al autortodo nombre terminado con elsufijo -isa, por citar solo un ejem-plo, tendría su origen en esalengua. El sufijo -isa o -iza seríaun adjetivo posesivo: suyo (de él)que estaría presente en el nombrede varias localidades de esaregión. Pelquisa, nombre de unrelieve en el municipio de Tpupiza,Bolivia, vendría de una combi-nación de paiqui -iza que signi-

ficaría «de él paiqui» o «sitio delpaiqui. Localidades cuyos nombresque pueden ser entendidos de esamanera existen en Chile y Argen-tina. En Chile, en la IV región,existe también un cerro llamadoPaiqui y en la provincia de Jujuy,Argentina, encontramos los topo-nimos Tiquisa, Ychiza y Siquisa.

El uso de palabras de origen kun-za en el habla popular chicheñoparece abundante. Anecdótica-mente el autor indica que uno delaos bolivianismo para indicar elevadir los niños asistir a la escuela,chacharse, tendría origen kunza.Chacharse provendría del vocabloAck-ckartchar, que significa pere-zoso, holgazán. El fonerma kunzack al ser gutural, su pronunciaciónse asemeja a la de la ch en alemán,«más un sonido parecido a r entrech alemana y la vocal que sigue».

lo que en pronunciación españoladaría la ch que conocemos.

El libro es un aporte para la dis-cusión linguista especializada. Sinembargo, su intencionalidad y va-lor es que trata de redimir esalengua como fundamento reconsti-tutivo de la nación Chichas, noen los parámetros pachamamistasy plurinacionalistas tal como losconocemos, sino como testimoniode origen que se mantiene vigenteen realidades nuevas, lo que lespermite establecer una identidadparticular y pugnar por formaspolíticas novedosas para ejercerla,las cuales seguramente no tendránnada que ver con el fiasco de lasautonomías indígenas tal como lasconocemos hoy en Bolivia.1 Freddy Tarcaya Gallardo, Kunza el idioma de

la Nación Chichas, SIHED, Tupiza, 2015.Para adquirir libro: Tel. 6942614 - 71781631.E mail: [email protected]