decadencia de europa. blanco martín

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  • 8/15/2019 Decadencia de Europa. Blanco Martín

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    La Razón Histórica, nº17, 2012 [57-65], ISSN 1989-2659. © Institt! "# $st"i!s Históric!s %

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    LA RAZÓN HISTÓRICA. Revista hispanoamericana de Historia de las Ideas. ISSN 1989!"#9

    $ecadencia de %&ropa ' %stado de los (ar)sitos. 

    Carlos *avier +lanco ,art-n. 

    Profesor. Doctor en Filosofía (España) 

    [email protected]

    Res&men En este artículo tratamos de mostrar algunos signos de la decadencia de lacivilización occidental, de la mano de dos filósofos, Spengler y rtega. !os parece"ue la conversión del Estado Social en Estado de los #ar$sitos es uno de lossíntomas evidentes de este proceso. #ara ello nos servimos de algunas figurashistóricas% el cristianismo, el derecho, la &econ"uista, etc. Se trata sólo de e'emplospara poder comprender la muerte de Europa a la "ue actualmente asistimos.(ala/ras clave decadencia, cultura, civilización, Estado Social, #arasitismo.S&mmar' (n this article )e sho) some signs of  the decline of  *estern civilization, with thehelp of t)o philosophers, Spengler and rtega. *e find that the conversion of theSocial State into #arasites State is one of the obvious symptoms of  this process. +o

    do this )e use some historical figures: Christianity, law, the Spanish “&econ"uista, and so on. +hese are only e-amples to understand the death of  Europe that  actuallywe know.

    0e' ords decline, culture, civilization, State Social #arasitism.

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    C&lt&ra2 Civili3aci4n2 ,or5olo6-a Hist4rica 

    /n mundo civilizado, pero "ue no ha cruzado el umbral de la decadencia, es unmundo donde reina la 'erar"uía y el orden. 0a tendencia del capitalismo avanzadoconsiste en sembrar la nivelación y el caos en todos los $mbitos salvando elterreno de la propia acumulación, cada vez m$s concentrada y centralizada, delcapital. El mundo de ccidente ha entrado, hace ya tiempo, en la senda caótica y enla progresiva desintegración.

    En realidad 1"u2 se desintegra3 Se desintegra una civilización, "ue a su vez,siguiendo el enfo"ue del filósofo germano s)ald Spengler, consiste en la fase postrimera de una cultura.46  En la historia humana del mundo hay una serielimitada de grandes culturas. ada una de ellas ha nacido en un  paisaje, es comouna planta "ue arraiga en un territorio y conoce un desarrollo "ue constituye, nim$s ni menos, "ue el recorrido de sus posibilidades. on necesidad morfológica,

    cada una de las grandes culturas avanza hacia su sino. Este sino no est$determinado fatalmente, a mi entender. #ero debemos preciar "ue todo sino conlleva un t2rmino, un punto final. 8l igual "ue hay muerte en las personas,plantas y animales, tambi2n hay muerte de las civilizaciones, esto es, una e-tinciónde su vida, un angostamiento de sus posibilidades, un de'ar de dar de sí . 9enecenlas culturas en forma de vie'as civilizaciones. 0a necesidad morfológica siemprelleva a la muerte, pero esta puede verse aplazada y :ltimas mutaciones ;en rigor,posibilidades in2ditas ine-ploradas antes< pueden acaecer en una civilización.

    = esto sucede con la nuestra. 0a civilización occidental, "ue en rigor es Europa conuna serie de prolongaciones ;americanas, australianas, etc.esde su nacimiento en la ?odernidad, y m$s especialmente, con su elevación a losaltares de cientificidad en el siglo (, hemos adiestrado nuestra mente acorde conun es"uema lineal y trimembre, "ue s)ald Spengler destroza por completo,aun"ue con reducido 2-ito, nos tememos. El es"uema trimembre, consabido desdela escuela primaria es% Edad 8ntiguaAEdad ?ediaAEdad ?odernaB 0as tres erasacusan un marcado Ccronocentrismo. !uestro tiempo es el centro desde el "uecreemos gozar del derecho a 'uzgar y comprender los dem$s.

    omo nos creemos situados en un e-tremo de m$-ima perfección y clarividencia,como nos vemos sumidos en unos tiempos de Cahora, C"ue se llevan ;eso es loModerno

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    servir. En lugar de ello, es preciso aislar Gcon criterio morfológicoA cada unidadcultural. En ella se da una organicidad interna y un cierre ante las otras. adaunidad cultural posee su propia línea de recorrido.

    En cuanto a la organicidad interna% toda cultura es un trabado sistema derelaciones, de necesidad interna, creadora de lig$menes entre elementos de lo m$sdiverso. 8rte, milicia, política, derecho, religión, economía, ley, castas o clases,casas o palaciosBtodo cuanto el hombre hace o todo cuanto recibe influ'o humano,"ueda tocado por un gran estilo "ue se afirma y gana en fuerza, seguridad y brillopropios. >esde una primavera balbuciente hasta un invierno previo a la muerte.0as estaciones del aHo, igual "ue los ciclos de la vida, revelan el ritmo detransformaciones en "ue consiste toda forma de e-istencia, tambi2n la e-istenciahistóricoAcultural. 8le'ados del pre'uicio "ue supone verlo todo desde nuestracultura y desde nuestro presente, ya dotados de mentalidad morfológica, hemos dereconocer cada cultura como unidad viviente dotada de ritmo propio  con su

    específico recorrido por entre las posibilidades "ue su protofenómeno fue abriendoen la primera alborada de su ser.

    En cuanto al cierre de toda cultura ante otras% ninguna cultura se abre del todo aotras. Seg:n Spengler, fue ccidente el caso de mayor apertura. ccidente nacióentre los cad$veres y fósiles de lo grecorromano. Estos cad$veres, solidificados ypersistentes, no tienen ya vida pero pueden condicionar la vida nueva "ue selevanta sobre ellos. Son instituciones caducas, selvas de conceptos y palabras,pre'uicios y ruinas, h$bitos y nostalgias, leyes y formas, ante todo,  formas, "uefalsean cuanto nace. uando los pueblos del !orte anhelaron una patria y salieronde sus bos"ues oscuros, invadieron el imperio romano y se encontraron con las

    ruinas de una vie'a civilización. 8cto seguido la interpretaron. En efecto, el abrirsea una cultura distinta ;e-tran'era, caduca, anterior< nunca supone un acto deasimilación. !o pasa de ser una superposición y una traducción% se buscan lase"uivalencias de lo a'eno, pero esa alteridad va a conservar para siempre y en todomomento un poso esot2rico, inaccesible, un 'ugo anímico imposible de saborear.Spengler, riguroso pluralista, sostiene "ue, en realidad, ninguna cultura comprendea otra. +oda unidad cultural cuando se abre a las otras, traba contactos, relaciones,se de'a Cinfluir% en el fondo no hace otra cosa "ue seleccionar materiales desde elpropio fondo. 0as culturas tiene algo de mon$dico% las mónadas culturales recibenrayos luminosos del e-terior, pero han de pasar por los prismas propios, y a partir

    de 2stas incidencias provenientes del e-terior se decomponen y se seleccionan loselementos "ue el organismo cultural necesita.

    uando los pueblos celtas o germanos se cristianizan, a la larga, y en contra de lastesis de !ietzsche, 2stos no hicieron otra cosa "ue seleccionar algo "ue buscaban ynecesitan del 'udeocristianismo. uando ccidente, como si fuera una constantehistórica, se orientaliza ;la historia de los griegos es un e'emplo, y tambi2n la deromanos, visigodos, etc.

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    enteramente incomprensible para otra. Solamente en las fases m$s ave'entadas dela civilización ;la &oma decadente del siglo (K y K d.. o la Europa vencida del siglo(< sucede "ue los moldes vie'os se rompen, se estilizan y se tornan rígidos y lamezcla gelatinosa de diversas procedencias tiene a"uí su lugar. En estassituaciones de ocaso de una civilización, sus antiguos representantes Gespecialmente los de las clases subalternasA pasan a integrarse en una masaindefinida. Es la plebe C"ue sólo cambia de amo en un crisol urbano, cosmopolita.0os  fella!s  egipcios, el proletariado afroasi$tico de las ciudades helenísticas yromanas, los moz$rabes del 8lA8ndalusB

    !o hay pr2stamo "ue no haya sido fruto de una selección inconsciente por partedel receptor del mismo. +odo pr2stamo es, para este receptor, resultado de unaaceptación parcial y falseada de a"uello "ue se ha podido transferir de un círculocultural a otro. 0os griegos pudieron tomar de los egipcios sus columnas, perointerpretadas de otra forma, y en todo caso, nunca tomaron las pir$mides ni los

    obeliscos, como recuerda Spengler. (gualmente, los italianos del &enacimientoignoraron de lleno el estilo del dórico. El templo dórico, como la pir$mide egipciabrotan de la tierra ;son ctónicos

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    El caso del cristianismo es notorio% producto 'udío, despu2s fenómeno universal ;altransferirse al (mperio< y supuesta esencia com:n, "ue abarca desde la fe de lascatacumbas hasta el fervor de las masas actuales "ue siguen al #apamóvil. 1Essostenible todo esto3 laramente el filósofo alem$n separa el cristianismo m$gico;oriental y tardoantiguo< del fa:stico ;occidental, germ$nico, gótico

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    propios de la etapa anterior% no de'ó de ser una prolongación de laspseudomorfosis decadentes tardorromanas y mediterr$neas. 0a oposiciónfundamental, geopolítica y socioeconómica, entre la EspaHa del !orte ;goda eindígena< y la EspaHa levantina del sur tiene mucho "ue ver con esta historia, conestas continuidades. 0a historia de la &econ"uista nos muestra unas naciones2tnicamente 'óvenes, reci2n salidas de la barbarie Gpero no totalmente sumidas enella por cuanto "ue hacían suyo el legado góticoA pu'antes, con voluntad de poder  ;pues peleaban por sobrevivir, y con"uistaban, no lo olvidemos, por sobrevivir eimperarA frente al mosaico 2tnico, Ccosmopolita y urbanoAdecadente de órdoba ysu emirato o califato circundante.

    !o es correcto el esencialismo. 0os pueblos no son eternos. #ara Spengler nisi"uiera la istoria es istoria de #ueblos. !o había CEspaHa en el &eino8sturiano ni en el alifato ordob2s. #ero sí hay continuidades de sangre;Ctemperamento, diría don laudio

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    esas grandes unidades culturales de "ue hablamos. ristianismo no es sinónimo deivilización% hubo cristianismo m$gico y despu2s fa:stico ahora mismo sepretende un cristianismo planetario, con muchos millones de fieles en Ofrica o8m2rica, y muy pocos seguidores de esa fe en la atea, laica e islamizada Europa. Ellatín tardoimperial o el griego de la %oin&  fueron, en 2pocas tardías, lenguas francasmultirraciales, habladas ya sin raíces, como el ingl2s comercial y tecnocientífico denuestros días% puro vehículo de comunicación, instrumento sin valor intrínseco ysin ninguna clase de alma. +ambi2n le ocurrir$ algo an$logo a la ciencia y a latecnología% reducida la ciencia a mercancía e-portable, 2sta ya va a estar Gcada vezm$sA en poder de los chinos o de otras potencias Cemergentes. En Europa, enEspaHa, los adolescentes indóciles y adocenados huyen de la ciencia como de lapeste, y los rudimentos del e-perimento, el c$lculo y la observación con m2todohace tiempo "ue no les son familiares. 0a cuna de la tecnociencia, la vie'a Europa,es, cada vez m$s, un erial. Su Ccapital humano ya ha emigrado tiempo atr$s, y lospatronos pagadores escasean. 0os estados europeos se van acomodando a su papel

    de par$sitos "ue Cse duermen en los laureles.

    0a >ecadencia de Europa se muestra en mil y un síntomas, de los "ue Spengler, asícomo un crítico admirador suyo, rtega4R6, de'aron constancia. Síntomas "ueparecen hoy mucho m$s evidentes "ue en a"uella agonizante Europa del primertercio del siglo . Su muerte demogr$fica, la esterilidad de sus matrimonios, lasmatrices hastiadas "ue no desean hi'os por"ue desean, en vez de ello, Crealizarsecon personas. En Europa no se "uieren tener niHos% todas "uieren ser como todos.Ser madre es una carga, y el problema de los hi'os, como el de los coches, consisteen buscar Cdónde aparcarlos. on ello, no es de e-traHar "ue se est2 dando unproceso de sustitución &tnica. 0as hembras feraces de origen e-traHo dar$n

    pobladores a este continente "ue ha perdido los lazos de la sangre y del suelo, loslazos "ue todavía la vida aldeana recordaba con fuerza e impertinencia a laspuertas de las ciudades hasta no hace mucho.

    tros síntomas de singular gravedad son la obesidad rampante, la hipocondría, laCfarmacia en casa, la medicalización general de todos los problemas, incluyendo ladelincuencia, el gamberrismo 'uvenil y la simple holgazanería escolar. #a Europa de los consumidores  consiste simplemente en una masa de cuerpos fl$cidos yd2biles, "ue tiemblan ante la m$s mínima molestia, "ue se in"uietan pornimiedades, "ue se esfuerzan en no luchar. +al masa de d2biles significa una

    verdadera reproducción de a"uel fenómeno "ue fue la plebe romana. El Estado, ensu fase postrera de degradación, debe volcarse en el subsidio generalizado demasas holgazanas. El pan y el circo de antaHo tiene hoy una serie de e"uivalentesprecisos% subsidios a holgazanes en lugar de indemnizaciones 'ustas por despido,pisos gratis a minorías seleccionadas por criterios racistas, becas y ayudas socialesconcedidas a los sectores m$s disruptivos de la 'uventud, y un largo etc.

    on ello, el Estado de la decadencia viola los vie'os principios del Estado 'ocial % unEstado "ue se hacía cargo de la cuestión obrera y "ue acudía solícito en ayuda del

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    traba'ador desfavorecido. +al retórica del Estado Social sigue presente en las leyes,discursos y charlatanería de los mass media, pero el contenido al "ue se est$haciendo referencia es el del mantenimiento de una capa progresivamentemarginada de la #roducción, el sost2n de una masa lumpen educada en la 2tica delparasitismo. /na ideología nueva "ue trate de apartar tal casta parasitaria de losresortes del Estado, est$ destinada a encontrar siempre una feroz resistencia.omo decía rtega, el CseHorito satisfecho, el CniHo malcriado, puede sertremendamente agresivo en el momento en "ue sus caprichos no son satisfechos.8sistimos a una verdadera corrupción del sentido en "ue se habla de Cprotestapopular. El verdadero pueblo, el "ue traba'a y el "ue contribuye a un Estado tanin'usto pagando con impuestos a sus par$sitos y vampiros, va en proceso deconvertirse en un simple espectador de esas protestas de nuevo cuHo. El pueblo"ue sostiene una superestructura tan gigantesca, se vuelve cada vez m$s inactivo,pasivo, conformista. Siendo 2l el sost2n de este capitalismo tardío, el "ue paga auna hipertrofiada casta política "ue ha hecho de la política su profesión, un oficio

    vitalicio destinado a sa"uear a la sociedad, sin embargo es un pagador sin derechoa protesta, sin medios para fiscalizar, sin voces para la "ue'a. 0a protesta y la "ue'a,a veces la violencia calle'era y la or"uestación de los disturbios, "ueda en manos de'óvenes profesionalizados en tales asuntos. El pueblo sa"ueado por impuestoscrecientes, la clase obrera y la clase media "ue durante d2cadas se educaron en la2tica del traba'o, de la responsabilidad y la disciplina, son clases "ue asistenimp$vidas a una usurpación. Nrupos teledirigidos de signo radical dicen hablar ensu nombre, y alzan una voz de Cindignación contra políticos y ban"ueros. El hechode "ue estas c2lulas de agitadores "ue se arrogan hablar en nombre todos nodispongan de un discurso elaborado, y sólo apelen a estados de $nimo ;tal fue elcaso e-plícito en EspaHa con el movimiento reciente de los Cindignados< habla

    acerca del retroceso "ue las luchas sociales han conocido en Europa. En vez de unautopía comunista o anar"uista, en lugar de una denuncia de la plutocracia, tan sóloasistimos a una mezcla de acampadas calle'eras y festivas y periódicos conatos deviolencia calle'era.

    0a masa, para ser gobernada desde estas condiciones, debe ser dividida encompartimentos. 0a masa sostenedora paga impuestos y produce ri"ueza, pero sesiente aplastada, como si fuera la parte inferior de una pir$mide invertida. adavez son m$s los políticos profesionales, las minorías 2tnicas convertidas enpar$sitas, los parados profesionales, los colectivos subsidiados, las !Ns

    superfluas, los sindicatos y tent$culos del aparato ideológicos del Estado. 8l sulado, al lado de una masa sost2n del sistema ;la clase traba'adora "ue traaja deverdad, esto es, obreros, campesinos, funcionarios, clase mediaonde hay decadencia hay parasitismo% desde el político "ue acumula ingresos dediversas fuentes, estatales o privadas, desde el puesto burocr$tico creado ad !oc 

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    por criterios de amiguismo, desde los contingentes Cliberados sindicales ycooperantes de !NS, pasando por el lumpen "ue obtiene vivienda y subsidios sinmerecimiento alguno, acaso por Cdiscriminaciones positivas o como premio porser delincuentes reincidentes, gamberros escolares, peligros para la salud p:blica ypara la tran"uilidad calle'era.

    +I+LI;A 

    Ulanco, . D. ;LJecadencia y ?uerte del Espíritu Europeo. Kolviendo lamirada hacia s)ald Spengler. ómadas. *evista de ciencias sociales + jurídicas. !VRL,

    Ulanco, . D. ;LJLecadencia del ampo, el auge de la

    #ornografía y del ombre ?asa. ómadas. *evista de ciencias sociales + jurídicas.!V RR.

    rtega y Nasset ;FF