De narcos y Robin Hoodes… por Ivana Gallego

Últimamente, como consecuencia de la serie de TV sobre Pablo Escobar, el famoso narco colombiano, no se hace mas en la tele argentina que hablar, difundir, discutir, y llenar hasta el cansancio nuestros oídos con historias y juzgamientos morales y éticos, ya no solo sobre el actuar del narcotráfico, sino también de aquellos que se ven seducidos por estas historias, que les ven simpáticos, o que hasta encuentran cierto sesgo de justicia social en su accionar…Esta tarde viendo al “prestigioso” de Ricardo Canaletti señalando con el dedo al publico por simpatizar con la figura de Pablo Escobar, sentí una indignación tan grande!, me pregunto a cual academia de moralidad ética habrá asistido para poder ponerse a hacer juicios de valor sobre sentimientos populares… Si bien el narcotráfico no es un negocio naif, al igual que muchos otros negocios, se cobra vidas inocentes, por lo que es natural que se le rechace, no solo por las vidas que se pierden en las guerras de narcos, sino también por las vidas de adictos y familias que destruye. Eso no está en discusión.Pero por otra parte nos encontramos con cientos de familias que dejaron de vivir en el basurero para poder vivir en una casa propia que les dio “el patrón del mal”, con jóvenes que salieron de las calles para entrenarse en escuelas de futbol que este “demonio” creo en barriadas humildes de Medellín… como no va a ser seductora una figura que les da a los mas pobres lo que en la vida nadie les dio?? Desde un hogar propio, pasando por el pan de todos los días, hasta una posibilidad de progresar, de ser “alguien en la vida”, ese norte que a los pobres nos marca desde que nacemos…Es entonces cuando pensando un poco me doy cuenta que nuestra America Latina es una tierra tan fértil y tan productiva, que desde fines del siglo XIX se convirtió en la granja perfecta de los grandes imperios europeos, donde las mejores tierras, las mas productivas se repartieron entre unas pocas familias pudientes, que no solo se lograron para si abundantes porciones de campo, sino que también impidieron que los colonos de principios del 1900 pudieran hacerse de pequeñas porciones que les permitieran algún digno progreso. Estos grandes terratenientes que desde ese entonces, hasta nuestros días, buscan minimizar los costos de los salarios de sus trabajadores, salarios pagados en monedas locales, al punto de explotar y hasta esclavizar a hombres, mujeres y niños; siempre se han preocupado por maximizar sus ganancias en moneda europea o dólares, y en burlar como sea los pagos de impuestos por sacar esas producciones de estos lares, sin siquiera tributar algo por la explotación de estos suelos, o de sus hijos. Esas divisas que ni lerdos ni perezosos se encargaron siempre de gastar en cualquier otro lado excepto este suelo. Y ahí aparecen estos narcos, cuyas plantaciones ya no son de granos o cereales, o cría de ganado, sino de coca y marihuana, sustancias prohibidas para todos, pero bien consumidas por los dueños de los dólares. Pero estos productores, al manejarse en la ilegalidad, no tan diferente de la de aquellos que sacan producciones de soja mediante fraudulentas maniobras donde se ven implicados funcionarios de todos los cargos con tal de evadir impuestos que el estado debería retribuir a las clases menos beneficiadas de nuestras sociedades; ellos si bien no pagan esos impuestos al estado, ya en tiempos de Pablo Escobar se encargaban de retribuir a los mas olvidados, quitando del medio al estado corrupto que nunca se acordó de las necesidades de los que nada tienen. Es en ese lugar donde los narcos consiguen su popularidad, cuando se encargan de reivindicar a los olvidados de siempre, de darles una oportunidad. Es ahí cuando el estado mal gobernado se ve en desventaja, porque la pobreza encuentra en su patrón a quien verdaderamente entiende de sus carencias, y a quien verdaderamente se ocupa de mejorarle la existencia. Es ahí donde el estado mal gobernado pierde el poder sobre los pobres que son muchos, que son mas cantidad que el resto, y que también votan. Es ahí

donde los dueños de la tierra que siguen siendo pocos, ven que el poder se esta mudando a otras manos, las de los narcos, que no solo cuentan con el poder que les dan sus pueblos, o el que se propinan a fuerza de matanzas, sino también con un poder económico, el de los dólares, con el que escobar proponía anular la deuda externa colombiana… es ahí donde los narcos son un gran inconveniente, son dueños de los dólares, y también de sus existencias, y se acuerdan de los menos favorecidos, de los excluidos por la procesadora de carne que es el capitalismo de la América Latina. Los ricos de siempre ven en peligro su capacidad de siempre de explotar a los pobres, los gobiernos que esto manejan, ven que los pobres ya no les responden por pocas baratijas… los narcos ya no son un problema de ilegalidad, sino también una cuestión de poder…Otra historia bien diferente es la de los narcos de estos tiempos, que solo se dedican a llenar a las juventudes locales de este infierno que es la droga, que usan a los nuestros y nos arruinan el futuro, y que se gastan sus ganancias bien lejos de estos lados…Es verdad, el narcotráfico es un cáncer en nuestra sociedad, son ilegales, son asesinos a tiros y también enferman a nuestros jóvenes, eso no esta en discusión. Pero otra cosa es también cierta, que bien bañados en hipocresía están aquellos que se dedican a juzgar y criticar a quienes simpatizan con estas figuras del tipo de Robin Hood, porque o no tienen capacidad de ver las necesidades de los mas pobres, o bien no quieren entender, o peor aun son lobbistas de los explotadores de siempre.