de la salud de las ciencias politicas
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Ensayo sobre la pertinencia contemporánea de las ciencias politicas como fuente de explicacion del funcionamiento de la sociedadTRANSCRIPT
En le año 2004 el politólogo italiano Giovani Sartori inició un debate con tintes revisionistas que
pretendía re-encauzar la labor de la ciencia política -por lo menos la del primer mundo- especialmente
la de Estados Unidos, que según el había perdido el norte debido a la poca relevancia y el positivismo
imperante, de Estados Unidos le respondieron que eso no era cierto y trataron de darle ejemplos de lo
contrario, pero de hecho solo probaron su punto, en algún momento le pareció buena idea a un
mexicano escribir al respecto y decretó la muerte delas ciencias políticas porque no estudiaban bien la
democracia y los sistemas políticos no se basaban en investigaciones científicas para sustentar su labor,
pero esta es una visión falaz, porque ni la democracia es el universo de estudio es cierto que las
ciencias políticas no sean una referencia aceptada.
Revisando la realidad política y académica del primer mundo se entiende a que responde el trabajo de
Sartori y sus respuestas estadounidenses, menos así la de Cansino ya que es mexicano y como veremos,
en Latinoamérica la realidad es por lo menos diferente.
Me parece que suficiente se ha tratado el ensayo de Sartori y sus respectivas respuestas, así que mi
trabajo tratará de ver porque debería importarnos a nosotros en Honduras si la discusión es sobre la
realidad del norte.
Es fácil apreciar la verdad en las críticas de Sartori a la ciencia política estadounidense con respecto a
la temática poco relevante y a la metodología corta de miras, pero claro, el sistema político
norteamericano es de hecho bastante estable y predecible, además es bien sabido que escriben para sus
propio publico y ese publico responde a estímulos también bastante predecibles e institucionalizados,
por lo que las investigaciones políticas responden a sus necesidades. El problema comienza cuando se
asume que sus realidad es aplicable a todas las latitudes, lo que en nuestro caso, está bastante lejos de la
realidad. En algo tenía razón el razonamiento de Fukuyama, cuando decreta el fin de la historia, y es
que si la realidad no cambia pues la historia tampoco por lo que su conocimiento está realizado, como
dije antes para Estados Unidos y su sistema político resistente al cambio eso será muy cercano a la
realidad, pero para nosotros al sur del río Bravo, el día es diferente.
Hay tres grandes razones por la cual la Ciencia Política en Latinoamérica y especialmente en Honduras
tiene posibilidades realmente brillantes.
La primera es que debido a los períodos represivos de dictaduras las ciencias sociales en general fueron
donde no desmanteladas, fueron calladas, por lo que la realidad política de la región no ha sido
suficientemente abordada, y en el caso hondureño le falta incluso comenzar su camino, por lo que tiene
de sobra material y pertinencia su labor.
La segunda razón tiene que ver con el cambio, el sentido común y los abordajes comparados nos dicen
que la sociedad hoy es diferente a la de hace veinte años, lo son sus instituciones y los son sus
problemas, por lo que podemos asegurar que no está agotada.
La tercera razón tiene que ver con la producción de conocimiento político, los discursos tradicionales
están agotados, los analistas no pasan de comentadores y los políticos profesionales son bien conocidos
por su incoherencia. A eso hay que agregarle que la discusión sobre lo publico es inexistente.
El desarrollo de las ciencias sociales
Las ciencias en América Latina han sido desarrolladas y financiadas en dos espacios, las universidades
y los organismos de cooperación. Cada uno responde a intereses y dinámicas diferentes, las
universidades suelen ser mas sensibles a los cambios presupuestarios del gobierno y sus producciones
son esencialmente teóricas con poca o ninguna vinculación con el sentir y las necesidades sociales, por
su parte los organismos cooperantes suelen responder a sus propias directivas y gobiernos, sus
investigaciones suelen ser mas empíricas con poco o ningún trabajo de teorización, y su interés es de
diagnóstico para su acción en determinada sociedad pero no mas allá.
Lo anterior muestra la subordinación en que los centros productores de ciencia han estado, eso no
significa de ninguna manera que por eso no se halla o se esté desarrollando ciencia política en la
región, solo trata de mostrar las dificultades con las que se ha encontrado, ya que aunque fuera desde el
exilio, o con sumo cuidado, muchos cientistas produjeron trabajos durante los períodos de dictaduras o
como funcionarios públicos, de cooperantes o de ONG.
Es importante abordar la institución que hace ciencia, porque siempre se asocia el desarrollo de las
ciencias a su institucionalización en una universidad, vemos así que la explosión de facultades y
carreras comienza con la ola democratizadora de los ochenta. En el caso hondureño hasta ahora -de
hecho hasta el próximo año con suerte- se institucionaliza la ciencia política con la carrera de ciencias
políticas, por lo que no podemos hablas de la muerte de algo que aún no ha nacido.
Las publicaciones “académicas” de ciencia política se han limitado al ensayismo y a algunos análisis de
preferencias electorales, luego del golpe de Estado del 2009, se han hecho encuestas que tratan de
medir la valoración de la democracia, es decir, o son pura teoría sin práctica o pura práctica sin teoría.
Valga agregar que ninguna universidad tiene una publicación dedicada a la ciencia política, y las
publicaciones de otras ciencias sociales están vinculadas a las labores de los programas de posgrado,
pero no han logrado tomar altura.
Todo lo anterior nos muestra la importancia institucional y académica de las ciencias políticas, en lo
que respecta a esto y siguiendo una metáfora organicista, las ciencias políticas están en la adolescencia
a lo sumo, están lejos de envejecer.
Cambio Social
Independientemente de los productos y la eficacia de los gobiernos populares o populistas de América
Latina, lo que si nos queda claro es que la sociedad cambió, cambió su dinámica partidista, cambió el
acceso al poder, cambió la participación. No digo que sea generalizado o que sea valido para todos los
individuos o instituciones, pero que hubo un cambio de grado lo hubo. Esto lo evidencia el número de
gobiernos autoproclamados de izquierda, además de la explosión de partidos que ha habido.
Podemos afirmar que las preferencias políticas de la población tienen ahora mayor relación con las
ofertas partidistas, además que ahora tienen la libertad de competir por el poder publico ideologías que
habían sido perseguidas. La pobreza, la desigualdad, la plutocracia, son temas de interés social, y la
verdad sabemos poco de sus implicaciones o dinámicas. La realidad política de hoy ha sido poco
abordada por nuestras academias y los paradigmas del norte tienen poco poder explicativo. La
diversidad impide por lo tanto las explicaciones totalizadoras y estáticas, además de la poca capacidad
predictiva. Alimento para la ciencia política.
Los comentadores y los académicos
Me parece que la principal fuente de vida de la ciencia política en Honduras, tiene que ver con quienes
han sido las fuentes de pensamiento político y su consecuente calidad. Nuestras sociedades se han
nutrido del mero comentarismo, sin bases científicas para firmar o negar cualquier cosa, han estado
mas cerca de posiciones ideológicas que de verdaderas proposiciones fundamentadas.
La función de analistas de la sociedad le ha correspondido – a falta de alguien mas- a los periodistas o a
los intelectuales orgánicos de los partidos, si queremos otra perspectiva, no hay a quien acudir.
Podemos afirmar de hecho que no hay información pertinente que fundamente la toma de decisiones, ni
para cuestionar los resultados de la toma decisiones, además tampoco hay abordaje político de las
políticas públicas o de la ausencia de las mismas, menos de su evaluación y seguimiento. Por lo que de
hecho las ciencias políticas vendrían a ser una necesidad.
Bienvenidas sean las ciencias políticas, pero ciencias políticas relevantes, comprometidas con la
realidad solamente y como dijo el profesor Gomariz, que caminen en ambos pies