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INNOVAR, revista de ciencias administrativas y sociales. No. 22, julio - diciembre de 2003 199 De la historia empresarial De la historia empresarial De la historia empresarial De la historia empresarial De la historia empresarial a la historia organizacional a la historia organizacional a la historia organizacional a la historia organizacional a la historia organizacional * Gilberto Betancourt Zárate ** “Dios no puede cambiar el pasado ... Los historiadores sí ...” Anónimo Resumen Es fundamento de la administración, en su estructura disciplinar, la interacción con otras ramas del conocimiento. Este artículo centra su atención en la historia empresarial, disciplina sobre la cual se soportan la administración y otras disciplinas como la historia económica y la economía. A partir de algunas anotaciones referidas al concepto de historia empresarial (su objeto de estudio y su cuerpo metodológico) se concluye que esta disciplina aborda realidades relacionadas con la evolución de empresas y empresarios, sin significar estudios realmente históricos; deja de lado aspectos puramente organizacionales y administrativos para centrarse en la figura del empresario como principal actor económico, y su metodología manifiesta serias fallas que la alejan del método histórico y la investigación científica. Se señalan dos caminos para la superación de tales situaciones: de un lado se registra como modelo la existencia de la historia comparativa de la empresa (impulsada por Alfred Chandler), dada su cercanía a acertados procesos de investigación histórica de configuraciones de gestión productiva empresarial en empresas norteamericanas y europeas. De otro lado se plantea el modelo de un nuevo tipo de historia aprehensiva de realidades histórico-organizacionales, que resalte el papel de todos sus conformantes y fenómenos, y que esté ubicada entre la historia y la administración. Palabras clave Historia, Administración, historia empresarial, historia organizacional, interdisciplinariedad. A manera de introducción E l transcurso del tiempo ha demostrado, en todas las esferas del conocimiento, la creciente apari ción de ramas especializadas en las diferentes dis- ciplinas, con miras al conocimiento detallado y certero de un objeto de estudio dado. Tales ramas especializa- das demuestran cierto grado de configuración en su es- tructura disciplinar, que en la mayoría de los casos de- nota la interacción interdisciplinar. La administración no es ajena a este fenómeno; in- cluso, a menudo se afirma que su interacción con otras disciplinas es parte del fundamento teórico y disciplinar, dadas las enormes complejidades de su objeto de estu- dio: las organizaciones. Se evidencian entonces dos ti- pos de configuraciones interdisciplinares: de un lado se tiene un tipo de configuración de corte pragmático utilita- rista y técnico, al que recurre la administración para hacer eficaz y eficiente la organización. Estas son configuracio- nes que se construyen con disciplinas como la mercado- tecnia, las finanzas, la ingeniería, las matemáticas, la in- formática, la estadística, entre muchas otras, las cuales ayudan a conducir la organización hacia esencias teleológicas. De otro lado se tienen construcciones interdisciplinares que, antes que promover actuares con- cretos en la organización, generan conocimiento, ayudan a la aprehensión de realidades que ocurren en el seno de tal configuración humana, compleja y multifacética, qui- * Este trabajo se deriva de las principales ideas del trabajo de grado Aproximación a la relación entre la historia y la administración (Men- ción meritoria). Se agradece de manera especial el apoyo del profesor Eduardo Sáenz Róvner, director de dicho trabajo, y de los profesores José Gabriel Carvajal Orozco y Germán Albeiro Casta- ño, jurados del mismo. Se recibió en septiembre y se aprobó definitivamente en noviembre de 2003. ** Egresado del Programa de Administración de Empresas de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Manizales, con es- tudios de profundización en Historia en el Departamento de Historia de la misma Universidad, Sede Bogotá. E-mail: [email protected]; [email protected].

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INNOVAR, revista de ciencias administrativas y sociales. No. 22, julio - diciembre de 2003 199

De la historia empresarialDe la historia empresarialDe la historia empresarialDe la historia empresarialDe la historia empresariala la historia organizacionala la historia organizacionala la historia organizacionala la historia organizacionala la historia organizacional*

Gilberto Betancourt Zárate**

“Dios no puede cambiar el pasado ...Los historiadores sí ...” Anónimo

ResumenEs fundamento de la administración, en su estructura disciplinar, la interacción con otras ramas del conocimiento. Este artículo centrasu atención en la historia empresarial, disciplina sobre la cual se soportan la administración y otras disciplinas como la historiaeconómica y la economía. A partir de algunas anotaciones referidas al concepto de historia empresarial (su objeto de estudio y sucuerpo metodológico) se concluye que esta disciplina aborda realidades relacionadas con la evolución de empresas y empresarios,sin significar estudios realmente históricos; deja de lado aspectos puramente organizacionales y administrativos para centrarse en lafigura del empresario como principal actor económico, y su metodología manifiesta serias fallas que la alejan del método históricoy la investigación científica. Se señalan dos caminos para la superación de tales situaciones: de un lado se registra como modelo laexistencia de la historia comparativa de la empresa (impulsada por Alfred Chandler), dada su cercanía a acertados procesos deinvestigación histórica de configuraciones de gestión productiva empresarial en empresas norteamericanas y europeas. De otro ladose plantea el modelo de un nuevo tipo de historia aprehensiva de realidades histórico-organizacionales, que resalte el papel de todossus conformantes y fenómenos, y que esté ubicada entre la historia y la administración.

Palabras claveHistoria, Administración, historia empresarial, historia organizacional, interdisciplinariedad.

A manera de introducción

El transcurso del tiempo ha demostrado, en todaslas esferas del conocimiento, la creciente aparición de ramas especializadas en las diferentes dis-

ciplinas, con miras al conocimiento detallado y certerode un objeto de estudio dado. Tales ramas especializa-das demuestran cierto grado de configuración en su es-

tructura disciplinar, que en la mayoría de los casos de-nota la interacción interdisciplinar.

La administración no es ajena a este fenómeno; in-cluso, a menudo se afirma que su interacción con otrasdisciplinas es parte del fundamento teórico y disciplinar,dadas las enormes complejidades de su objeto de estu-dio: las organizaciones. Se evidencian entonces dos ti-pos de configuraciones interdisciplinares: de un lado setiene un tipo de configuración de corte pragmático utilita-rista y técnico, al que recurre la administración para hacereficaz y eficiente la organización. Estas son configuracio-nes que se construyen con disciplinas como la mercado-tecnia, las finanzas, la ingeniería, las matemáticas, la in-formática, la estadística, entre muchas otras, las cualesayudan a conducir la organización hacia esenciasteleológicas. De otro lado se tienen construccionesinterdisciplinares que, antes que promover actuares con-cretos en la organización, generan conocimiento, ayudana la aprehensión de realidades que ocurren en el seno detal configuración humana, compleja y multifacética, qui-

* Este trabajo se deriva de las principales ideas del trabajo de gradoAproximación a la relación entre la historia y la administración (Men-ción meritoria). Se agradece de manera especial el apoyo delprofesor Eduardo Sáenz Róvner, director de dicho trabajo, y de losprofesores José Gabriel Carvajal Orozco y Germán Albeiro Casta-ño, jurados del mismo. Se recibió en septiembre y se aprobódefinitivamente en noviembre de 2003.

** Egresado del Programa de Administración de Empresas de laUniversidad Nacional de Colombia, Sede Manizales, con es-tudios de profundización en Historia en el Departamento deHistoria de la misma Universidad, Sede Bogotá. E-mail:[email protected]; [email protected].

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zás sin una utilidad pragmática concreta, pero sí con elvalor de apuntar a la comprensión de fenómenos socio-organizacionales. Son evidentes configuraciones einteracciones de este tipo con la psicología (configuran lapsicología organizacional), la sociología (configuran lasociología organizacional), el derecho (configuran el de-recho administrativo, comercial y laboral), la historia (con-figuran en apariencia la historia empresarial), entre otras.

Resulta trascendental ser conscientes de la existenciade tales interacciones, pero es imperativo el análisis y lareflexión sobre el estado de dichas configuracionesrelacionales, con miras a determinar el verdadero avanceteórico y metodológico para una u otra disciplina, asícomo para la misma construcción interdisciplinar. Preci-samente es ese el objeto de este artículo, el cual parte dealgunas consideraciones generales sobre lo que en nues-tro país se denomina historia empresarial. Tales conside-raciones están centradas en determinar cómo lo que seconoce como historia empresarial no conduce al conoci-miento de esencias organizacionales sino que, por elcontrario –ante el afán de resaltar las acciones empresa-riales individuales de uno o varios empresarios y susempresas–, cae en una serie de falencias caracterizadaspor un alejamiento de la realidad, la verdad y, paradóji-camente, la misma historia1. Ante esto, y con miras apromover un tipo de interacción interdisciplinaria másconveniente (historia y administración), se señala un tipode configuración disciplinar (historia organizacional) quepromueva el conocimiento de esencias reales(organizacionales y administrativas) de fenómenos ocu-rridos en el seno de la organización.

La historia empresarial en nuestromedio: breve caracterización¿Cuáles son las realidades que explora o estudia la his-toria empresarial en nuestro medio? Puede anotarse, sinmuchos preámbulos, que lo considerado como historiaempresarial en nuestro medio corresponde a aquella dis-ciplina (rama de la historia económica) que explora el“pasado” del actuar empresarial, es decir, estudia la evo-

lución de las empresas y empresarios, centrándose entemáticas como el poder, el empresario como conformantede la élite empresarial, su relación con facciones de laburguesía, su papel en el país político y económico, y,en general, el papel del empresario como principal actoreconómico del país o región (Dávila, 1992, p. 10).

Esto quiere decir que dos son los actores esencialessobre los cuales recae la historia empresarial, al estudiarla evolución o cambio en función de variables puramenteeconómicas: el empresario (como actor económico) y laempresa (tanto el resultado del proceder o actuar empre-sarial, como su rol económico). El empresario es el pro-motor o generador de realidades empresariales, por loque su papel se torna trascendental para esta disciplina.Pero, ¿qué es en esencia la actividad empresarial? SegúnThomas Cochran (1974, p. 211), es la actividad delibe-rada (o incluso una secuencia integrada de decisiones)de un individuo o grupo de individuos asociados, em-prendida para iniciar, mantener o ampliar un negocioorientado al beneficio para la producción o distribuciónde bienes y servicios económicos.

El mismo Cochran ofrece una ilustración de la signi-ficación del término “empresario”, en el sentido de ser elpromotor de esas realidades. Acude al origen del término“empresario”, proveniente del vocablo francés“entrepreneur”, alusivo a los directores de expedicionesmilitares, que luego se extendió para señalar a los contra-tistas del gobierno (siglo XVIII), para más tarde designara quien compraba y/o vendía cosas (mediados sigloXVIII), además de aludir al agricultor que arriesgaba capi-tal (siglo XIX), hasta llegar a la definición de Jean B. Sayen 1816 que, según Cochran, caló definitivamente: “Esel agente que unifica todos los medios de producción ylogra, con el valor de los productos, el restablecimientode todo el capital empleado más el valor de los salarios,intereses y rentas que pagan, además de los beneficiosque le pertenecen ... Para tener éxito ha de contar condiscernimiento, perseverancia y cierto conocimiento delmundo y de los negocios” (Cochran, 1974, p. 212).

Es esta una lógica que capta comportamientos im-puestos por el orden socioeconómico imperante y que sematerializa en los principios del capitalismo, que en po-cos términos se fundamentan en la acumulación de capi-tales, la iniciativa individual, la reducción del papel delEstado, el espíritu de progreso, espíritu que conduce afines utilitaristas, materialistas, de practicidad inmediata,para la subsistencia de los individuos de forma tal que seadecue a esos parámetros provenientes del propio siste-ma creado por el mismo ser. El empresario o emprende-dor, inmerso en ideas positivistas y progresistas, condu-

1 Estas consideraciones se basan en conceptuaciones sobre suobjeto de estudio y/o realidades de las cuales se ocupa la historiaempresarial, y las principales características generales de suconfiguración metodológica. Algunos estudios locales en el mar-co de la historia empresarial son: Morales (1996), Molina (1998),Dávila (1986), Toro y Gaviria (1994), Rodríguez (1996), Ogliastri(1990), entre muchos otros. En el mismo sentido, ver tambiénDávila (1992 y 1996). Otros trabajos de historia empresarialregional (Viejo Caldas) con estas características son: Ocampo yGalindo (1989), Mejía y Pimiento (1996), López (1997), Gaviria(2000), Arenas y Ospina (1991), Tovar (1991), entre otros.

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ce consciente o inconscientemente al fortalecimiento delas lógicas del sistema de relaciones socioeconómicasimperantes: su conducta obedece a las leyes del libera-lismo económico, su actuación está ya determinada porel sistema. La historia empresarial así concebida res-

ponde a las leyes de este tipo de sistema y seperfila a corroborar claramente, en forma

implícita, la naturaleza del sistema, lasrelaciones de los individuos y la

naturaleza de su actuación.“Lo empresarial” deno-

ta la construcción, man-tenimiento y expan-sión de una empresapara materializar susfines económicos.Su esencia es po-sitivista, progre-sista, remite a unaidea de éxito, designificación porsu papel, por loque la idea de em-

presario induce aéxito. En consecuen-

cia, la historia empre-sarial corresponde a una

naturaleza apologética,destinada a mostrar el papel

del empresario en el medio eco-nómico; describe el camino de éxito

del empresario y los miles de obstáculosque atraviesa para cumplir sus objetivos. Se evi-

dencia un enfoque para la historia empresarial puramenteutilitarista, pragmático, apologético, distorsionador de larealidad, alejado de la verdad y reducido a lo particular, alo casuístico e individualizado.

Esta historia empresarial, carente de rigurosidadcientífica, está alejada de la verdad, además de conte-ner aspectos que en ningún momento apuntan al cono-cimiento de realidades que se configuran en el seno deuna organización, ni son reflejo de una interacción queresponda a la lógica de la búsqueda de conocimiento ycomprensión de fenómenos organizacionales. Comoprueba de ese alejamiento de la historia empresarial conla rigurosidad investigativa, se identifican comúnmenteuna serie de inconsistencias metodológicas que la ale-jan, además, del mismo proceso de investigación his-tórica: la historia empresarial en nuestro país se carac-teriza por carecer de estructura teórica y metodológicaconsolidada.

Estas inconsistencias2 giran alrededor de cinco as-pectos: el primero de ellos se relaciona con algunas fallasen el proceso metodológico de investigación histórica3,en especial el estudio poco exhaustivo de fuentes secun-darias, estudio poco cuidadoso de archivos, interpreta-ciones provinciales y superfluas, discursos apologéticos,reflejo de intereses empresariales y grupales, entre otras4.

Este tipo de críticas, según Sáenz, son de la mismanaturaleza que las hechas por Charles Bergquist a OrlandoFals Borda, críticas que giran en torno a la separación delos estudios históricos de tres postulados básicos delmétodo histórico: “No se hace una revisión exhaustiva dela literatura secundaria, no se hace un trabajo juicioso dearchivos y se fracasa en el intento de establecerinterrelaciones entre diferentes aspectos de la realidad”(Sáenz, 1995, p. 23).....

“Estas críticas, que recibieron amplia difusión en re-vistas académicas tanto en Colombia como en EstadosUnidos, no deben ser aplicadas únicamente a científicossociales ajenos a la rigurosidad de los estudios históri-cos. De hecho, estas críticas son perfectamente válidas yaplicables a buena parte de lo que se publica como his-toria empresarial en el país” (Sáenz, 1996a, p. 187).

Dávila lo reconoce para el caso de historias de em-presarios: “Del análisis de 56 biografías y autobiografíassobre empresarios en Colombia resulta que, como en elcaso de la historia de empresas, en su mayoría acusanserias deficiencias de método que hacen que su utilidad

2 Véase al respecto, Sáenz (1995, pp. 8-30; 1996a, pp. 75-85;1996b, pp. 182-187). Este autor encuentra un grupo de fallas,como “Desconocimiento de la literatura secundaria, lo cual loslleva a dar interpretaciones erróneas o simplemente a contar loque ya se ha escrito. Además ignoran totalmente la literaturacomparativa sobre otros países del continente, lo cual los condu-ce a interpretaciones provinciales y estrechas; internalizan ellenguaje y la retórica de la empresa o del gremio empresarioscomo si éstos fuesen hechos históricos (y no simples discursosque pretenden identificar los intereses de la empresa o del gremiocon los intereses de la nación entera), tendiendo a volverse en unaapología de su objeto de estudio; tienen un uso limitado y selec-tivo de fuentes primarias lo cual no les permite analizar rigurosa-mente las relaciones con otros grupos de empresarios, con lasdiferentes clases sociales y con el estado” (Sáenz, 1996b, p.183).

3 Véase al respecto, Cipolla (1991), donde hace un análisis deta-llado y crítico del proceso metodológico propio de la historiaeconómica, dentro de la cual se considera la historia empresarial.

4 Según Sáenz (refiriéndose a obras de Dávila), en algunas dedichas obras no se hace un estudio exhaustivo de las fuentessecundarias (incluso varias de las que utiliza no son necesaria-mente las más serias), no realiza un trabajo cuidadoso de archi-vos, trabajo que quizás le hubiese impedido formular conclusionesy juicios tan apresurados, y las pocas apreciaciones con algunalógica ya habían sido presentadas por otros escritores en el pasa-do (Sáenz, 1995, pp. 26-27).

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esté en considerarlas no como trabajos académicos sinocomo una valiosa fuente para el investigador ... Hay queseñalar además su poca vinculación con las temáticasteóricas que le darían un mayor valor analítico” (Dávila,1996, pp. 116-118).

El segundo problema se relaciona con la formaciónde quienes hacen historia empresarial en nuestro medio.Pocos son los autores que han trabajado yreflexionado sobre la metodología de la his-toria empresarial, a pesar de la existenciade muchas obras denominadas como his-toria empresarial, en parte porque esta es,para muchos, una disciplina relativamentejoven en América Latina. Además, los tra-bajos identificados y difundidos como his-toria empresarial son realizados, en muchoscasos, por personas con formación en sociología, perio-dismo, economía, ingeniería industrial, entre otras, y po-cos con formación en historia o historia empresarial oeconómica. El mismo profesor Sáenz, sobre tal cuestio-namiento, afirma que en nuestro medio los intentos dehacer historia empresarial por parte de personas sin for-mación en historia (aficionados) es muy común, lo queconduce, lógicamente, a que esas personas caigan enerrores metódicos que lastiman la esencia de la historia,en este caso, la esencia de la historia empresarial en susrelaciones con la historia económica. “Entender el pro-blema del contexto económico y una formación como his-toriador son claves en la historia empresarial. Un simpleanálisis del entorno (tal como se formula en algunas fa-cultades de administración) y una narrativa espuria seríaninsuficientes. De ahí que tanto en Europa como en losEstados Unidos, hoy día, los especialistas en historia em-presarial son historiadores profesionales...” (Sáenz,1995, p. 23).

El tercer problema se relaciona con la presencia deintencionalidades ocultas en los estudios señalados: du-rante mucho tiempo, la historia de las empresas ha sidoescrita o por personas allegadas a estas instituciones opor periodistas que se convierten en sus propagandistas.Sin embargo, hoy en día las empresas y asociacionesempresariales recurren al medio académico para que lespresten este servicio. Así mismo, el criterio académicocontratado no es el interés científico y la curiosidad delinvestigador, sino el monto de la remuneración que serecibe por investigar (Sáenz, 1996a, p. 183).

“Los empresarios como cualquier otro grupo, tie-nen su lógica en su construcción de imagen y sus cam-pañas de relaciones públicas. El problema es cuando elmundo académico, supuestamente autónomo y científi-

co, se presta para ese tipo de campañas” (Sáenz, 1996a,p. 183).

La historia empresarial, entonces, es un producto delactuar estratégico del empresario, manifestado en políti-cas de mercadeo para la promoción de imagen (goodwill), el manejo de relaciones comerciales, lo cual re-sulta ser un absurdo si se tiene en cuenta que el pro-

ducto histórico debe ser consecuencia deun actuar científico, propio de las cien-cias humanas y sociales, mas no de unapráctica o estrategia que ayuda a proce-sos propios de la lógica mercantilista, ca-pitalista, competitiva y económica.

Sáenz, basado en Charles Bergquistsobre algunos postulados fundamentalesdel método histórico (dominio exhaustivo

de la historiografía del tema por investigar, utilización yevaluación crítica de fuentes primarias, énfasis en la inter-pretación de todos los aspectos del cambio social), serefirió a algunas fallas en la escritura de la historia, afir-mando que gran parte de la historia económica (inclui-da la empresarial), escrita desde la orilla de la econo-mía, no tiene en cuenta estos aspectos metodológicosbásicos, produciendo resultados de cuestionable cali-dad académica, al utilizar en forma selectiva (general-mente sin explicación alguna) únicamente aquella lite-ratura y aquellos documentos que ratificarían deantemano un conjunto de hipótesis y que comproba-rían la universalidad de un modelo; quiere decir, enton-ces, que se mantendría la defensa de un orden estable-cido, un orden empresarial exitoso y figurativo (Sáenz,1996b, p. 84).

Hoy en día, en las universidades colombianas estánde moda los estudios contratados, confundiendo la in-vestigación con las consultorías y las asesorías. Así, enbuena parte de la historia empresarial, los que pretendenser estudios académicos terminan siendo trabajos de re-laciones públicas al servicio de empresas y gremios deempresarios (Sáenz, 1996b, p. 83).

El cuarto problema se relaciona con la finalidad utili-tarista y pragmática con que se elaboran los estudios dehistoria empresarial; una lógica pragmática enmarcada,según Dávila, en los parámetros de “guía para el com-portamiento futuro”:

El eje principal que ha guiado el desarrollo del cam-po de la historia empresarial consiste en la utilidadde enfocar temas críticos en el estudio de las políti-cas empresariales a través de una perspectiva histó-rica. La historia empresarial, de empresarios, de sec-tores económicos particulares y otros similares,

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contienen importantes lecciones sobre estrategias yprácticas empresariales que reflejan las condicionesdel entorno político, económico y social. (Dávila,1991, p. 92)

Tales estudios están dirigidos a estudiantes de admi-nistración y a empresarios, quienes buscan respuestasprácticas y en muchos casos cursillos con recetas: pre-tender que la historia sirva como lección para los ejecu-tivos, además de no tener mayor sentido metodológico,es parte de la tendencia actual de hacer la educación ren-table y práctica. Al igual que Barry Suple, Sáenz afirmaque una historia no profesional tiene el riesgo de terminaren una historia de folleto, la cual combina elogios ilimita-dos con listas cronológicas y especificaciones de pro-ductos. “El interés por la historia no debería convertirseen Colombia en refugio del dilettante ni en fuente de rece-tas para el aspirante a gerente” (Sáenz, 1995, p. 27).

La historia, al igual que otras ciencias sociales y hu-manas (como la sociología y la filosofía), o como lasciencias naturales, tiene un valor intrínseco, sin que ten-ga que ser un valor práctico que le sirva o deba ser apro-bado por los empresarios. Una actitud acertada respondea la aproximación a la historia desde los campos del his-toriador, el economista y el administrador, tratando dereconstruir e interpretar el pasado a partir del trabajo ex-haustivo de archivos y del estudio de la literatura secun-daria existente, sin buscar lecciones y recetas, pues esono tiene que ver con el avance científico.

El quinto y último problema consiste en el productode la supuesta investigación histórica de lo empresarial,esto es, el discurso (historiografía): Es evidente que eldiscurso ofrecido por la historia empresarial obedece a lanaturaleza descriptiva y narrativa, cuya única esencia ycarácter se sujetan a la descripción de las acciones em-presariales que llevaron a un determinado sujeto (empre-sario o empresa) a la obtención de sus fines, que res-ponden a su naturaleza económica. En ese sentido, estetipo de discurso es de carácter rezagado, pues no hayintentos de generalización o búsqueda de causalidades auno u otro hecho de índole empresarial; un tipo de dis-curso que, en términos de Aróstegui, es de naturalezaarcaica y pseudohistórica. Hace parte, posiblemente, delproceso de evolución de la historia marcado por un de-clive en términos de investigación científica: “Ni lahistoriografía más tosca y metodología más ingenuista,procede hoy a la mera descripción de eventos” (Aróstegui,1995, p. 264).

La historia empresarial termina siendo un relato conuna secuencia temporal, sujeto a tramas propias de losempresarios o empresas en la superación de una infini-

dad de obstáculos y teniendo en cuenta la realidad físicacomo su región, su país, su ubicación, su carácter. Estetipo de discurso es una forma débil de representación delo histórico, muestra cercanía con la naturaleza de lo lite-rario y lo ficticio, por la exagerada exaltación de virtudesde los empresarios y empresas, dejando de lado aspec-tos propios de la realidad, restando objetividad al discur-so y deslegitimando el proceso metodológico propio dela historia.

Así mismo se identificaron otro grupo de fallas5 refe-ridas al proceso específico de investigación histórica, re-lacionadas con el proceso de planteamiento de proble-mas y construcción de hipótesis (apologías del empresarioy la empresa en términos economicistas), observaciónhistórica (tratamiento deficiente del proceso de recopila-ción, crítica e interpretación de fuentes) y característicasdiscursivas. Estas deficiencias también alejan la historiaempresarial respecto a la propia historia, deslegitiman lassupuestas interacciones con la administración y la inves-tigación en busca de conocimiento. Al mantener la lógicadescriptiva, informativa y de superficialidad en procesosde comprensión de realidades, ni siquiera se apunta,desde esta óptica, a conocer naturalezas o esenciasorganizacionales y administrativas.

La historia comparativa de laempresa: un modelo paratener en cuentaLo que se conoce como historia empresarial en nuestromedio no refleja un proceso metódico histórico claro,como tampoco refleja ni aprehende aquellas realidadesy verdades que se configuran al interior de una organi-zación (no solo en una empresa), ni los estados confi-gurados en su relación con el medio exterior a ella (en-torno). Sin embargo, debe advertirse la existencia de untipo de historia: la historia comparativa de la empresa(promovida por Alfred D. Chandler6), que refleja realida-des pasadas ocurridas al interior de empresas estado-

5 Véase al respecto, Betancourt (2003), donde (específicamente enel capítulo tercero) se identifican una serie de características(entre ellas un conjunto de fallas que la alejan de la investigaciónhistórica) de lo que se considera en Colombia como historiaempresarial. Ello desemboca en un análisis comparativo entre lahistoria y la historia empresarial, teniendo como punto de referen-cia su naturaleza investigativa, de donde se deduce entonces quela historia y la historia empresarial, al menos en nuestro medio,son divergentes (respecto a esta última consideración, véase elcapítulo quinto del mismo trabajo).

6 Véase al respecto, entre otras obras, Chandler (1962, 1981,1988, 1996).

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unidenses, realidades directamente relacionadas con pro-cesos de gestión productiva, por lo que podría afirmarsees una historia de gestión de la producción de las em-presas, un poco lejana de verdaderos procesos admi-nistrativos y organizacionales generales.

La historia comparativa se puede definir como untipo de historia que se encarga de tratar realidades deobjetos de estudio individuales, para luego avanzar ha-cia paralelos y sacar de ellos los elementos comunes,tratando de establecer generalizaciones. Constituye unamanera de explorar realidades históricas de objetos deestudio diferentes pero sujetos a comparación. Es unmodo de análisis propio de las ciencias, tomado por lahistoria para la exploración de realidades históricas dela empresa.

Este tipo de historia no se detiene en individualidadesy avanza hacia el establecimiento de generalizaciones,superando por sí el carácter narrativo del discurso; con-figura un proceder que representa la misma lógica de labúsqueda de conocimiento científico bajo esquemas ini-ciales de comparación para el lanzamiento y deducciónde generalizaciones. Al parecer, es un modo de procederhistórico en el afán de incursionar en realidadesorganizacionales que, según el papel, extensión y parti-cularidades propias de cada organización, permiten cuan-do menos la detección de su complejidad, dejando osuperando el carácter casuístico si no de la historia, sí delas realidades organizacionales. Sin duda alguna, superael modo de proceder característico de aquello que ennuestro medio se denomina historia empresarial(individualizada y particular).

Chandler afirma que la historia comparativa permiteel análisis de decisiones significantes, complejas, even-tos que no son todos fuera del contexto. “No es usadapara ilustrar generalizaciones, ellos son los datos de loscuales las generalizaciones son derivadas”. El hechode identificar estados individuales no trae adheridos losobjetos comparables; estos se deben abstraer medianteel juicio analítico (Chandler, 1962, p. 7). El enfoquecomparado es, con seguridad, el apropiado para un tra-bajo continuado sobre la historia de la empresa comer-cial moderna. La descripción y el análisis de la historiade la nueva institución y de los métodos con los que hallevado a cabo sus funciones básicas en las diferentesnaciones, puede contribuir a definir las exigenciasorganizativas de las economías modernas y a revelar lasforma en que las actitudes culturales, los valores, lasideologías, los sistemas políticos y la estructura socialles afectan “Pueden señalar hasta qué punto los directi-vos especializados, que deben administrar los proce-

sos de producción y de distribución en las complejaseconomías modernas pueden ser hechos responsablesde sus acciones, acciones que tienen consecuenciastrascendentales” (Chandler, 1977, p. 676).

Gracias al modo de proceder histórico comparativode Chandler se pueden apreciar una serie de conceptosque nutren el conocimiento de realidades administrati-vas y organizacionales (empresariales), nacidas a partirde la historicidad de la empresa productora ydistribuidora de bienes y servicios, la cual cambia deun estado tradicional, familiar y de tamaño pequeño ysimple a una empresa de tamaño grande, compleja, in-dustrial, multidivisional, multifuncional y multiproducto.Este nuevo tipo de configuración basa su actuar en lapresencia en su seno de una clase o grupo de directi-vos que realizan la función básica de administrar o co-ordinar, esto es, poner en marcha la empresa (habilida-des organizativas), configurando la lógica y surgimientodel capitalismo gerencial en Estados Unidos. La vidaorganizacional responde más a esta institución (admi-nistración y directivos), que a las propias fuerzas delmercado (tal y como lo había indicado Adam Smith).Bajo la perspectiva chandleriana se legitima el papel dela administración como promotora del cambio en la mis-ma empresa y en la economía.

Sin duda alguna, es un tipo de historia que generaconocimiento de realidades de la empresa y de las mis-mas prácticas administrativas. Debe observarse que ta-les estudios están concentrados en el funcionamientode las empresas, de carácter productivo industrial, pro-pio de la época de la industrialización en los EstadosUnidos. Su modo de proceder desde esta esfera res-ponde entonces a la denominada gestión de la produc-ción y su papel en la economía de dicho país. Legitima,además, el papel significativo de la clase directiva (altosejecutivos, gerentes, supervisores), como hacedores dela historia de la empresa; sin embargo, deja de lado elpapel del funcionario operativo, nutriendo entonces elcarácter de la historia de los de arriba. Pareciera que lahistoria empresarial estuviera supeditada al análisis dela clase empresarial, denominada aquí clase directiva;pero es de entender que al hablar en términos de reali-dades organizacionales, quien toma papel configurativoes el hombre organizacional, involucrando entonces atodos los conformantes de la organización, pues todosellos constituyen y configuran las realidades acaecidasallí, independientemente de la naturaleza de la organiza-ción. Es un tipo de historia que incita a proceder de lamisma manera en toda la gama de organizaciones confi-guradas en nuestro medio hasta estos días.

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Hacia la historia aprehensiva derealidades organizacionales: lahistoria organizacionalYa se ha señalado cómo la historia empresarial ennuestro medio se caracteriza por poseer en su meto-dología una serie de inconsistencias que la alejan dela misma historia, de la verdad, de la rigurosidad cien-tífica y de procesos de interacción disciplinar. La his-toria comparativa de la empresa, a pesar de superartales inconsistencias, se torna un poco alejada deinteracciones ideales que acerquen la historia a la ad-ministración. Ante esto se plantea un modelo de his-toria empresarial que insista en dicha interacción bajobases científicas e históricas sólidas, y que apunte alconocimiento de realidades y naturaleza organizacionaly administrativa.

Pero entonces, ¿qué realidades se deben captar comoreflejo de una interacción histórica y administrativa disci-plinar y que a su vez permitan descubrir esencias de laorganización y la administración? Se deben captar reali-dades histórico7 -organizacionales. Esta realidad histó-rica es inherente a toda la humanidad, a su naturalezasocial, por lo que lo histórico se convierte en una cua-lidad natural del ser. La realidad administrativa, de otrolado, se halla en las organizaciones, producto de la le-gitimación de su administración, lo que la hace dinámi-

ca, cambiante. En el seno de esa configuración socialse encuentra un tipo de hombre, claro está, humano,pero ocupante de un rol enmarcado en el esquema dehombre organizacional.

Se puede afirmar –entrando a relacionar– que unestado social es el conjunto de estructuras y relacionessociales inscritas en el tiempo. La organización, comoformación social, constituye una forma específica des-prendida de la sociedad, es y hace parte de ella (para lasteorías estructuralista y funcionalista la sociedad está com-puesta o es llamada sociedad de organizaciones); unaorganización posee estructura y tiene en ella un sistemade relaciones configuradas por la esencia administrativa.Es decir, ella tiene estado, estado social que para estecaso se configura como estado socioorganizacional. Loadministrativo radica en llevar el estado socio-organizacional con objeto de estudio planteado a estadosocioorganizacional con objeto programado ideal. Ello legarantiza su supervivencia, su subsistencia. La adminis-tración promueve el cambio de estados socio-organizacionales, regula sus movimientos con la miradaen el futuro.

La administración, centrada en el futuro y parte delpresente, da a conocer su carácter instrumental y utilita-rio, pues siempre está dirigida a llegar a futuros planea-dos, ideales y hasta virtuales (ver figura 1).

7 Se entiende la realidad histórica como el movimiento de los esta-dos sociales, la presencia de cambio y duración en los estadossociales (Aróstegui, 1995, p. 203).

Historia y administración: Dinámica histórico-organizacionalFigura 1

T I E M POT I E M POT I E M POT I E M POT I E M PO

HISTORIA ADMON. HISTORIADURACION - CAMBIO- DURACION- CAMBIO- DURACION- CAMBIO - DURACION

FUERZAS ENTORNOpolíticas, sociales, económicas, culturales...

ESPACIO OFuente: Betancourt (2003, p. 319).

Estadosocioorganizacional

Estadosocioorganizacional

Estadosocioorganizacional

Estadosocioorganizacional

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La administración presente en la organización es ge-neradora de cambios; la historia intenta aprehender esaserie de cambios que ocurren por la inscripción en eltiempo pasado. A los cambios regulados por la mismaadministración se les suele denominar “evolución”, cam-bios que ella misma promueve bajo la lógica de progre-so, siempre evitando o tratando de reparar la variaciónnatural de crecimiento y decrecimiento. Se genera movi-miento por la interacción de componentes internos de laorganización, es decir, por la interacción de configuracio-nes básicas estructurales y operacionales (como finan-zas, mercadeo, administración), por la marcha del proce-so administrativo y por la interacción de cada uno de losniveles organizacionales y administrativos.

Toda la organización en sus diferentes dimensiones,componentes y niveles tiene historia, movilidad ysignificancia. El individuo como tal (nivel individual) tie-ne historicidad; los diferentes grupos configurados en elseno de la organización como departamentos, seccio-nes, grupos formales, grupos informales (nivel grupal)tienen historicidad, y la organización como un todo tienehistoricidad. Se evocan entonces las nociones desistemicidad y sinergia, admitiendo que el sistema ysus componentes tienen movilidad e historicidad, yque se alcanzan grados superiores de comprensión,al conocer, interpretar e interrelacionar el proceso his-tórico de cada una de sus partes, avanzando a confi-guraciones colectivas y luego sinérgicas (la organiza-ción como un sistema).

En ese proceso de conocimiento de la historicidadde los componentes son de ayuda los niveles adminis-trativos u organizacionales comúnmente conocidos en laorganización: el nivel administrativo alto (gerentes, grupodirectivo) tiene historicidad o proceso histórico particular,el grupo directivo de nivel medio (supervisores, gerentesmedios) tiene historicidad y el nivel operativo (operarios)tiene historicidad. Todos ellos hacen parte de la organiza-ción, con la misma importancia relativa, pues si faltaraalguno de estos grupos, la organización difícilmente po-dría configurarse en términos orgánicos y teleológicos.La realidad es que lo que se conoce como estudios dehistoria empresarial enseñan la dinámica individualizadadel sujeto emprendedor, empresario o propietario de laempresa, dejando de lado el papel igualmente valioso delos demás componentes organizacionales (cuerpo direc-tivo alto, cuerpo directivo medio, nivel operativo). El em-presario es el foco de atención de esa llamada historiaempresarial; ni siquiera es objeto de análisis como com-ponente de una organización, sino únicamente comocreador de ella. Sin duda alguna es un tipo de historia

nutriente de la historia sesgada y propositiva de “los dearriba” y quizás acientífica (cuadro 1).

Cada nivel configurado en la organización es objetode prácticas organizacionales y administrativas diferen-tes, que vienen a configurar de manera concreta lahistoricidad de cada componente. Esto es, cada nivelorganizacional se centra o hace rutinarios ciertos proce-dimientos propios del proceso administrativo y otras prác-ticas del mismo tipo (v. gr., toma decisional), por lo queel cambio de estados de las prácticas administrativas serelaciona en forma más íntima con cada nivelorganizacional y sus interrelaciones. Es el caso del niveldirectivo alto, en cuyo seno se configuran actividades deplaneación, determinación de políticas, dirección y con-trol; en un nivel directivo medio se concentran activida-des de coordinación y supervisión, y en el nivel operati-vo, las labores de ejecución.

El conocimiento de estas variables legitima la exis-tencia organizacional y la exploración más acertada desus realidades en todas las dimensiones. La captación deestos procedimientos también permitirá corroborar si esasconductas se asimilan a los principios administrativos yen qué difieren. La historia permite captar ese procesofundamental de introducción de la administración (o lamano visible, en términos chandlerianos) en la organiza-ción, ver cómo la administración da dinámica a la organi-zación. Dar vida a la organización es un fenómeno natu-ral y propio de ésta, pues si a algo se le capta su historia,es posible que también tenga un fin, evento de las orga-nizaciones sobre el cual no se escribe: las razones de lamuerte organizacional también son parte de suhistoricidad, lo que en términos administrativos consisti-ría en las razones de fracaso o quiebra.

Es la búsqueda de una historia que abarque muchode la temporalidad total: pasado y parte presente de laempresa. Así, la organización se halla inscrita en sus tresdimensiones: tiempo, espacio y sociedad (organización).Mediante la historia se deben aprehender las dinámicasrecurrentes y las dinámicas transformadoras que se danen el seno de la organización.

¿Cómo captar esas realidades histórico-organizacionales? ¿Cómo detectar los cambios de estadosocioorganizacionales? Mediante un cuerpo metódico8

propio de la historia en el proceso de investigación de loverdaderamente histórico (que tiene sus fundamentos enel proceso de investigación de las ciencias sociales),

8 Véase al respecto Betancourt (2003). El capítulo quinto de estetrabajo, entre otros aspectos, analiza de manera detallada estaconfiguración metodológica propia para la historia organizacional.

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Historicidad en la organizaciónCuadro 1

VARIABLES LO QUE DENOTA DINÁMICA HISTÓRICANiveles organizacionales Alto, medio, operativo

Proceso administrativo Planeación Pronóstico, objetivo, estrategia, programas,presupuestos, procedimientos

Organización Estructura, relaciones, puestos, requerimientosIntegración Selección, orientación, entrenamiento, desarrolloDirección Delegación, motivación, coordinación,

solución de problemas, cambioControl Sistemas de información, estándares, medición,

manuales, normas, indicadores

Recursos organizacionales Tecnológicos, de información, financieros, físicos,económicos, humanos

Recursos humanos Reclutamiento, selección, contratación, inducción,capacitación, adiestramiento, estímulos,condiciones de trabajo, salarios, etc.

Producción Adquisiciones, almacenamiento, materia prima,maquinaria, mobiliario, herramientas y equipos,proveedores, suministros, control de existencias,índices de rendimiento, productos, envases, líneas,instalaciones, etc.

Operaciones de la organización Finanzas Manejo, estructura y control de presupuestos,y departamentos manejo de fondos, ingresos, egresos, patrimonio,

impuestos, pagos, depósitos, créditos, inversiones,sistema de información, sistema de costeo,balances

Mercadeo Producto, precio, plaza, promoción, canales dedistribución, publicidad, inversiones, resultados,campañas

Estructural Objetivos, políticas, funciones, actividades, y administrativo división del trabajo, departamentalización,

delegación de autoridad, organigrama,cultura organizacional, estilos de negociación,estilos de dirección, modelos administrativos oprácticas organizacionales

Niveles organizacionales Alto, medio y operativoPrácticas o modelos Planeación estratégica, benchmarking, enfoque de calidad

administrativos utilizados total, outsoursing, fusiones, adquisición, modelo multinacional,gestión por procesos, indicadores de gestión, administración porobjetivos, alianza estratégica, prospectivas, etc.

Configuración relaciones Gobierno, competencia, consumidores, acreedores,interinstitucionales proveedores, alianzas, iglesia, sociedad, economía, etc.

Fuente: Betancourt (2003, p. 331).

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acompañado de los lineamientos propios del enfoquehistórico propuesto por Alfred Chandler para la historiacomparativa de la empresa. De esta manera se proponeuna metodología integral compuesta por procedimientos,como planteamiento de problemas (según preguntas deinvestigación que responden al interés cientificista), iden-tificación de estados o configuraciones organizacionalespresentes (acompañada de revisión bibliográfica secun-daria), realización del proceso de observación histórica9

(búsqueda, selección, crítica –fiabilidad y adecuación–de fuentes históricas, abordaje hermenéutico en la cons-trucción de explicaciones y elaboración discursiva, todoello como constituyente de un proceso de investigación yanálisis a un nivel un tanto individualizado (Fase I), quese supera con un análisis comparativo (Fase II) com-puesto por la determinación de aspectos susceptibles decomparación inter e intraorganizacional, análisisrelacional, construcción de generalizaciones o conceptosy elaboración discursiva argumentativa y explicativa. Sinduda alguna, desde esta perspectiva se apunta hacia elconocimiento verídico de realidades concretasorganizacionales y administrativas (cuadro 2).

¿Cuál debe ser el producto de ese proceso de inves-tigación o conocimiento de realidades histórico-organizacionales? Un discurso histórico que contenga,en esencia, proposiciones en forma de argumentación ydescripción (discurso integral), sin caer en excesos

narrativos, pero sí argumentales, que den cuenta en for-ma objetiva de un determinado fenómeno o realidadorganizacional. Este discurso es el reflejo del modo“como se posee”, qué estructuras se configuran, cómo ypor qué, por lo que aquí se apunta a un tipo de discursocientífico y explicativo, producto de la actuacióninvestigativa rigurosa. Por tanto debe tener, como conse-cuencia de las explicaciones comparativas internas, pro-posiciones y argumentos serios sobre las divergencias yconvergencias configuradas entre los diferentes compo-nentes de la organización, así como las razones de suconfiguración o estado configurado.

De acuerdo con las preguntas de investigación y lashipótesis iniciales planteadas, se puede decidir extenderel proceso de investigación a un análisis comparativoexterno interorganizacional, que a pesar de significar gran-des esfuerzos temporales e investigativos, sin duda con-tribuye al conocimiento mediante la construcción de ge-neralizaciones, de conceptuaciones comparativasdiferenciales y comunes.

La construcción discursiva debe ofrecer respuestasargumentadas a interrogantes básicos como el porqué deun determinado estado organizacional, el porqué de susvariaciones, la interacción entre sus componentes (diná-mica estructural-funcional), la interacción con el medio(entorno político, económico, social, religioso, cultural,etc.), la naturaleza de la administración o prácticas admi-nistrativas, sus estado y cambios, las actitudes de todoslos miembros de la organización, el ciclo de vida realorganizacional en contextos como el nuestro. Debe darcuenta de una serie de particularidades únicas acaecidasen el seno de las organizaciones de nuestro medio, elpapel no sólo de la clase directiva en nuestro medio, sinoen la misma organización y el papel de los demás miem-bros de la organización.

Esta naturaleza obliga a que el tipo de discurso parala historia organizacional supere lo meramente narrativo ydescriptivo y avance hacia argumentos sólidos que sus-tenten las comparaciones y las generalizaciones. Debecontener todo ello en forma argumentada por medio deproposiciones sobre la realidad (statement) y fuentes bientratadas como prueba de que lo que se dice de la realidadson proposiciones correctas.

Resulta claro cómo una disciplina aparentementeconfigurada posee una serie de inconsistencias y fallosque la alejan totalmente de una rama del conocimientocaracterizada por la rigurosidad investigativa y la verdad.Es tarea tanto de historiadores como de administradores(científicos) iniciar acciones académicas interdisciplinaresgrupales que confluyan, desde cada perspectiva, al co-

9 En el archivo institucional se encuentran una serie de fuentes deutilidad trascendental para el proceso de investigación de lo his-tórico. Estas son susceptibles de clasificación, según diversoscriterios, consistentes en fuentes primarias e intencionales cultu-rales (archivo: cartas u oficios, memorandos, informes de ges-tión, reportes, artículos, informe de actividades, documentosvariados, normatividad, registros de actividades, políticas gene-rales, planes o programas, misión, visión, objetivos, planes deacción, comunicados, Balance de estado, Estado de pérdidas yganancias, libros de contabilidad, libros y actas comerciales,indicadores de gestión, índices, estadísticas (producción, pre-cios, ventas, utilidades, estimativos), manuales de funciones yprocedimientos, listas, nóminas, sistema de información, publi-cidad, folletos, balance social, good will, organigrama funcional yestructural, contratos, cronogramas de actividades, constancias,certificaciones, diagnósticos, agendas de trabajo, directorio inter-no, etc.); fuentes secundarias intencionales culturales (artículosescritos por personas ajenas a la organización, prensa, periódi-cos, leyes o medidas del gobierno, panfletos, documentación his-tórica de organismos estatales, archivo histórico de la nación,documentales, programas o material audiovisual, reportajes pe-riodísticos, instituciones con las que interactúa, etc.); fuentesprimarias no intencionales (recursos: construcciones físicas, ins-talaciones, plantas, maquinarias, elementos varios, tecnología,información, símbolos, emblemas, productos de la empresa, etc.);fuentes secundarias no intencionales (distinciones, premiaciones,esculturas, normas de calidad (ISO), normas generales naciona-les e internacionales).

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FASES SECUENCIA COMPONENTE METÓDICO

1 Planteamiento del problema, preguntas investigación2 Identificación estado organizacional presente

Revisión crítica de bibliografía relacionada

3 Observación histórica:

- Búsqueda de fuentes históricas

- Crítica de fuentes históricas

- Análisis de fiabilidad

- Análisis de adecuación

4 Interpretación y explicación

5 Construcción discursiva

6 Contrastación

7 Determinación de aspectos comparativos organizacionales

8 Análisis relacional

9 Construcción de generalizaciones

10 Construcción discurso integral

11 Contrastación de generalizacionesFuente: Betancourt (2003, p. 334).

Configuración metódica básica de la historia organizacionalCuadro 2

IANÁLISIS

INDIVIDUALORGANIZACIONAL

IIANÁLISIS

COMPARATIVOORGANIZACIONAL

nocimiento mutuo de cada disciplina. De esta manera,seguramente se apuntaría no solo a la construcción deconocimientos, sino a la relevancia de aspectos huma-no-organizacionales que permitan la legitimación del sercomo sujeto de conocimiento en aspectosorganizacionales, administrativos y, ante todo, humanos.

A manera de conclusiónEl hecho de que hoy en día se puedan identificar unsinnúmero de especialidades o ramificaciones del cono-cimiento no es plena garantía de generación de conoci-mientos que se constituyan en un verdadero avance parala humanidad. Tal es el caso de la historia empresarial,disciplina en la que, a pesar de sugerir cierto grado deinterdisciplinariedad, se observan ciertos rasgos que laalejan aun de la misma historia (por inconsistencias me-tódicas fundamentales), cayendo en un discurso máscercano a la literatura y a la ficción que a lo verdadera-mente cientificista e investigativo. Aún no son claros losterrenos de interacción disciplinar: algunos la conside-ran más cercana a la economía, otros, a la sociología o

a la política. Pero en ningún momento se consideraninteractuantes con la administración (aunque se pienseen ello).

Ante tales rasgos, se ha intentado construir un mo-delo o iniciar un estilo de acción tendiente a que a partirde la administración y como parte de su esencia (lainterdisciplinariedad) se configuren una serie de relacio-nes que contribuyan al objetivo primordial de conoceresencias, al conocimiento y comprensión de realidadeshumano-organizacionales y administrativas, respondien-do así a cuestionamientos fundamentales (qué, por qué,cómo y cuándo las organizaciones).

Así, resulta trascendental reconstruir losparámetros de una disciplina como la historia empresa-rial (historia organizacional) sustentada en, de un lado, lainteracción disciplinar entre la historia y la administra-ción, y de otro, la convergencia en el tratamiento de va-riables puramente organizacionales y administrativas des-de una perspectiva historicista, legitimando por tanto elconocimiento de esencias propias de la administración,la organización y el mismo ser como ocupante de rol(como parte de la organización).

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