de la aldea a la metrÓpolis · de la tierra. la estructura de clases de entonces puede ser...

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La propuesta es indagar en que factores y que hechos hacen cambiar total o parcialmente las costumbres de una sector. Por un lado una necesidad de identificarse con una sociedad y para ello conforma una nueva imagen, con nuevos estilos de habitar, nuevas relaciones sociales. Todo esto para poder insertarse mas en un marco mundial de manera comercial, política y socialmente hablando. DE LA ALDEA A LA METRÓPOLIS: Cambios en Buenos Aires con aspiraciones Europeas

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La propuesta es indagar en que

factores y que hechos hacen cambiar

total o parcialmente las costumbres

de una sector. Por un lado una

necesidad de identificarse con una

sociedad y para ello conforma una

nueva imagen, con nuevos estilos de

habitar, nuevas relaciones sociales.

Todo esto para poder insertarse mas

en un marco mundial de manera

comercial, política y socialmente

hablando.

DE LA ALDEA A LA

METRÓPOLIS:

Cambios en Buenos Aires con

aspiraciones Europeas

En 1880 el estado argentino posee todos los

atributos reconocibles en un estado nacional

moderno. Varios hechos históricos posibilitaron

esta centralización política y económica: la

victoria de Buenos Aires por sobre la

Confederación significo la derrota de la sociedad

del “interior” frente a la región que

tempranamente había entablado vínculos con el

mercado externo. La alianza entre la burguesía

ganadera del litoral con sus pares.

La federalización de Buenos Aires proveyó el

asiento definitivo del gobierno central y las

campañas contra el indio se llevaron a cabo con

el objetivo de incorporar nuevas tierras para la

producción.

La economía primario – exportadora, sustentada

en la cuantiosa renta diferencial de la tierra

transformo a esta nación casi desierta a

mediados del siglo XIX en una sociedad

compleja, social y culturalmente, a causa de

corrientes inmigratorias provenientes de Europa,

la construcción de la red ferroviaria, las

inversiones extranjeras, la conformación de un

mercado interno importante y la demanda

externa en constante aumento

La elite cumplió un importante rol en este

estado, en función de su privilegiada vinculación

con el exterior, un modelo de crecimiento,

encuadrado en la división internacional del

trabajo, consagrada a partir de la expansión de la

Revolución industrial en Europa. Este modelo

de crecimiento, el agroexportador, se baso en la

exportación de productos primarios -

fundamentalmente carne y cereales – y en la

importación de manufacturas, capitales y

recursos humanos. También denominado de

“crecimiento hacia afuera”, se sustento, además,

en la disponibilidad de inmensas extensiones de

tierra.

La tarea de convertir a Buenos Aires en una

metrópoli europea fue asumida por Torcuato de

Alvear, el primer intendente que tuvo la ciudad

después que fue federalizada. Roca asumió la

presidencia e inauguro una era de renovación, y

la ingente riqueza que produjeron las nuevas

actividades económicas permitieron, como un

lujo, transformar y embellecer la capital del país

organizado y progresista.

“Nosotros estamos seguros de ganar dinero y no

hay que tener miedo a dejar la polenta, que aquí se

come buena carne, buen pan y buenas palomas. Los

señorones de allá decían que en América se

encuentran bestias feroces; las bestias están en Italia

y son esos señores …” Vittorio Petrei en 1878

BUENOS AIRES siglo xix

La estructura social como consecuencia del

proceso inmigratorio, la estructura social

argentina se volvió más compleja, a la vez

que con el aumento de los sectores medios

y populares, se produjeron cambios en la

cultura política. Si bien creció el número de

industriales y comerciantes, la clase alta se

cerró frente al inmigrante, reteniendo la

riqueza y el prestigio (basado en la

"antigüedad y los antepasados") y el poder

político–económico asociado a la propiedad

de la tierra. La estructura de clases de

entonces puede ser dividida en cuatro

segmentos.

El primero estaba representado por la clase

alta o aristocrática, la cual hasta 1914

representó al uno por ciento de la población.

La siguiente era la alta clase media que,

aunque próspera, era dueña de escaso

prestigio social. La baja clase media no

poseía fuerza económica ni poder social,

pero vislumbraba alguna posibilidad de

ascenso. Finalmente, la clase baja, que

representaba a los dos tercios de la

población, ocupaba la base de la pirámide

social.

“Aquí del más rico al más pobre, todos viven

de carne, pan y minestra todos los días, y los

días de fiesta todos beben alegremente y

hasta el más pobre tiene 50 liras en el

bolsillo. Nadie se descubre delante de los

ricos y se puede hablar con cualquiera. Son

muy afables y respetuosos, y tienen mejor

corazón que ciertos canallas de Italia. A mi

parecer, es bueno emigrar …” Girolamo

Bonesso redactaba en 1888

El tipo argentino, en tanto, fue cambiando.

La clase dominante, estaba compuesta por

ganaderos, estancieros, comerciantes,

abogados y políticos.

Para gobernar la Argentina moderna fue

preciso incorporar a los inmigrantes, sin

resquebrajar la integridad nacional. Entre

1902 y 1910, se operaron cambios en la

estructura social, los que produjeron fuertes

fisuras en el sistema político.

La población inmigrante se multiplico lo que

generó tipologías de viviendas que

soportaran la gran cantidad de personas

trabajadoras buscando asilo lo que origino el

conventillo que eran las antiguas mansiones

coloniales de la clase pudiente que había

emigrado al norte por la insalubridad,

dejaron esos lotes los cuales se

subdividieron y crearon estas viviendas de

alquiler para estos inmigrantes en necesidad

Flujo Inmigratorio

El origen del liderazgo político de la elite

terratenientes argentina compuesto en gran

medida aunque no exclusivamente de

familias criollas tradicionales, aprovecho las

favorables condiciones económicas externas

posteriores a 1870, para convertirse en una

elite local aliada a los interés británicos.

Justamente la riqueza, status e influencia

determinada por el grado de asociación con

el mercado externo.

La necesidad de poblar un territorio casi

desierto, junto con la desconfianza en el

elemento nativo – el gaucho – explican la

campaña de atracción de trabajadores

extranjeros a nuestro país, alentados por las

promesas de ascenso social y económico

que brindaba una Argentina en expansión.

“El mejor modo de impulsar el progreso es traer a

los inmigrantes mas capaces. En Europa no es oro

todo lo que reluce, hay que buscarlos en Inglaterra,

Suiza, Holanda, Bélgica y Alemania, por sus

aptitudes cívicas. Tomad en cambio un puñado de

mulatos de Panamá o del populacho de Nápoles o

de Roma y no oiréis más que gritos y blasfemias, es

decir falta completa de respeto“

J.B. Alberdi, en Jorge Mayer, Alberdi y su tiempo.

Eudeba, 1963

¿Qué ciudad evoca Buenos Aires entre nuestros

recuerdos?

“Ninguna hablando propiamente Pero si se quiere,

Londres, por sus calles estrechas llenas de casas de

banca, vendedores de cerilla. España entera, por sus

casas de lisas fachadas, de ventanas enrejadas, y por

lo que queda de suciedad en ciertas calles

apartadas; Nueva York, por sus betuneros; Paris, por

su hermosa avenida de Mayo, sus aceras espaciosas

y sus cafés con terrazas”

Jules Huret, de Buenos Aires al Gran Chaco, 1911

Cabe destacar que la emigración local de

sur a norte en parte ya iniciada y acelerada

debido a la fiebre amarilla en 1871, muchas

familias resolvieron dejar atrás sus antiguas

casonas de los alrededores de plaza de Mayo

y encontraron amplios lotes de las quintas

subsistentes en Retiro y Recoleta el sitio

propicio para edificar modernas y lujosas

residencias que servirán mas adelante como

espacios de intercambio social político y

cultural de la elite porteña influenciada por la

Europa cosmopolita

Transculturización social :

¡Adiós a lo colonial!

Elite como monopolizadora del poder

La clase alta descendientes de las familias

tradicionales, abandonó entonces las casas

de patios donde habitaba desde la época de

la Colonia. Nuevos modelos de residencia

fueron adoptados con un traslado casi

acrítico de los lugares del vivir de allende

los mares. Paris fue el ejemplo por imitar. Y

nuevas formas arquitectónicas

desembarcaron en estas tierras, traídas por

arquitectos nutridos en la enseñanza

académica; algunos nativos de Europa, otros

eran argentinos formados allá.

Barrio Norte con su nueva arquitectura

basada en los modelos importados de la

llamada Francia. Solo una parte de Buenos

Aires, la ostentosa, merecía ser exhibida,

pese a que la ciudad crecía

permanentemente para alojar al aluvión

inmigratorio.

Los barrios de Buenos Aires terminaron

luciendo sus calles flanqueadas por un

continium de casas de una o dos plantas,

cuyas fachadas se adornaban con elementos

de variados lenguajes en un alarde

ornamental. Así, esa clase media

exteriorizada su ascenso en lo social, cultural

y económico.

Buenos Aires siempre fue una ciudad de

fachadas. Eran un sello que indicaba la

categoría de las familias de ocupantes. A

ello no fue ajena la alta burguesía, la elite

afrancesada, que pobló de suntuosas

residencias primero la parte norte del área

céntrica.

Elite como monopolizadora del poder

Integración de nuevas costumbres

En sus tiempos aldeanos a

fines del siglo XIX, la primera oligarquía

porteña tuvo gustos modestos

comparados con lo que vendría después.

Y la arquitectura va en paralelo con eso.

En esa Buenos Aires,

Joaquín de Anchorena vivió hasta 1902

en la calle Piedras en una casa chorizo

con tres patios, donde se sentaba todas

las tardes a tomar mate como cualquier

hombre de campo. Y le gustaba

fotografiarse allí como un gaucho

elegante con un buen apero y su mate de

oro y plata, porque en el fondo era un

campesino con guita, un patrón de

estancia con trato directo con la peonada.

Eran criollos no europeizados a los que

les sobraba la plata y no sabían cómo

gastarla. Pero de golpe empiezan a

adquirir costumbres nuevas luego de su

primer viaje a París.

Ese cambio coincide con el

nuevo siglo: hacia el 1880 se da la

primera emigración de la oligarquía hacia

el norte de la Catedral en las calles

Cangallo, Sarmiento, Tucumán, Viamonte

y Reconquista, donde aún hoy están las

casas de Roca y Mitre. Esa migración

desde Monserrat y San Telmo hacia el

norte. El mismo Joaquín de Anchorena se

muda a un petit hotel estilo francés que

aún existe en Guido al 1700, y para esa

época ya se sacaba fotos con galerita

bombín al estilo inglés y sobretodo de

tweed.

PALACIOS MODELO FRANCES La vivienda debía mostrar no solo la

floreciente situación económica familiar

(la fortuna provenía invariablemente de la

explotación agrícola y ganadera) sino la

cultural. Los permanentes viajes a Europa

refinaron ya en un primer momento a los

representantes de aquella vieja oligarquía

criolla del siglo XIX, de gustos mas

sencillos. Los palacios se poblaron con

elementos artísticos traídos del viejo

continente.

El cambio en los comportamientos de la

elite, la disponibilidad de recursos, las

transformaciones de la higiene como

consecuencia de la metropolización y la

presión de las empresas dedicadas a la

producción de bienes domésticos produjeron

una transformación radical en la vida privada,

introduciendo en el interior de las casas la

"especialización" de funciones que se

producía simultáneamente en la sociedad.

Las "piezas" o cuartos tradicionales fueron de

este modo reemplazadas por habitaciones

con formas y funciones diferenciadas

(dormitorio, boudoir, baño, escritorio, salón

de fumar, sala, halles, vestíbulos, cuartos de

niños, cuartos de servicio, lavaderos,

etcétera), que en los casos de mayor

opulencia hacían de la casa un mecanismo

complejo, completado por un sistema de

circuitos circulatorios interconectados pero

independientes para los sectores público,

privado y de servicio.

Al menos durante las primeras décadas del

"progreso", La casa de ricos se constituyó

como un medio de identificación y

diferenciación entre los distintos grupos de

la elite. En Buenos Aires se ejecutaron una

serie de palacios que apelaban a las

distintas tácticas y constituyen un ejemplo

de esas plantas extremadamente apretadas.

-

-

nobles"

a otros más utilitarios

-

síntesis de estilos historicistas y de una

tendencia al

un arquitecto trabajara fluidamente un

número de "maneras", siguiendo los

requisitos del cliente y los planos

diseñados.

-

gran profusión de detalles arquitectónicos:

balaustradas, pilastras, paneles de

bajorrelieves, esculturas de figuras,

guirnaldas, cartuchos, con una gran

prominencia de voluminosos remaches

(

-tradicional hôtel particulier francés de cuatro

niveles: basamento, planta noble, planta de

habitaciones particulares y mansarda.

2

3

4

5

1

1. Palacio Anchorena

2. Palacio Paz

3. Palacio Ortiz Basualdo

4. Palacio Álzaga Unzué

5. Palacio Errázuriz

Se generaron nuevos modos de habitar como respuesta las necesidades de expansión y

crecimiento social, tomando como modelo los hoteles Franceses. A partir de eso empieza el

recorrido por los edificios que capturaron de alguna u otra manera el carácter e idiosincrasia de

la arquitectura parisina.

1. Palacio Anchorena

año: 1905.

Arquitecto: Alejandro Christophersen

Usuario: Mercedes Castellanos de Anchorena

Dirección: Arenales 761

Actualmente: Cancillería argentina

1. Palacio Anchorena

Los palacios se transformaron en centros

más importantes de la vida social

porteña. En este caso lo frecuentaban

personalidades como los presidentes Roque

Sáenz Peña o Victorino de la Plaza, altos

dignatarios de la iglesia y personajes de la

“nobleza” de Buenos Aires. Allí se realizó,

entre otros, una gran recepción para celebrar

el centenario de la Independencia, en 1916,

porque se da la circunstancia de que uno de

los antepasados de los dueños de casa,

había firmado del Acta de Tucumán en 1816.

Ejemplo de la denominada escuela de "Beaux

Arts de París", representativo de la

arquitectura de la "Belle Epoque", también

entra dentro del llamado clasicismo y/o

academicismo.

El palacio abarca la esquina y crea una

perspectiva que denota el ritmo y la

repetición en las fachadas si bien parece ser

una muestra del sistemático academicismo

francés el edificio es una unión de

diferentes estilos exterior e interiormente

debido a la tendencia ecléctica de la época

en la cual el arquitecto debía poder trabajar

fluidamente de distintas maneras

Las fachadas presentan un tratamiento casi

escultórico en las mansardas convexas, en las

columnas y pilastras de orden compuesto que

abarcan los dos pisos principales. El patio de

honor, de planta ovalada, encierra un espacio

de acertadas proporciones y lograda

composición definido por una galería ritmada

por columnas dóricas, escalinatas de

generoso desarrollo, frentes interiores y

mansardas de líneas curvas y dos cúpulas.

El resultado es una obra de inusual

riqueza volumétrica y espacial, que ocupa

y libera alternativamente los seis sectores

equivalentes en que se divide el terreno

donde se erige. Los dos vértices que unen,

a manera de bisagras, los tres cuerpos

construidos -especie de torreones

rematados por sendas cúpulas- sirven

también de engarce espacial de los tres

patios, a través de recintos circulares con

amplios ventanales..

La organización de los interiores del palacio

responde a la habitual disposición en este

tipo de residencias. En cada pabellón de

cuatro niveles, los espacios protagónicos

albergan el hall principal o la escalera de

honor. La decoración de todos los ambientes

principales reflejan el alto nivel y la calidad

artesanal de la construcción de la época.

2. Palacio Paz

año: 1914

Arquitecto: Louis-Marie Henri Sortais

Usuario: José C. Paz

Dirección: Cerrito 1455

Actualmente: sede del Circulo Militar

El palacio fue construído como vivienda

familiar, José C. Paz, fundador del diario La

Prensa y embajador argentino en París desde

1885 hasta 1893, fue un importante

miembro de la aristocracia y un cabal

representante de la Generación del Ochenta,

que condujo el país a fines del siglo XIX..

Es un edificio cuyos frentes, esculturas y

ornatos son copias o están inspiradas en

diversos palacios franceses. Louis Marie

Henry Sortais era francés, estudió en la

Ecole des Beaux Arts de París y ganó el

Grand Prix de Rome en 1890; y el propietario

de la residencia José C. Paz fue embajador

en Francia a finales del siglo XIX

Toma como modelo El palacio de Louvre en

sus aspectos formales y ornamentales.

Y algunos aspectos de otros palacios como

Chantilly

El frente principal que mira hacia Plaza San

Martín es el de mayor jerarquía. Es también

artísticamente el más importante y se trata

de una versión libre de una de las fachadas

del Palacio del Louvre, puntualmente el

ingreso al museo por el puente del Carrusel.

Digo versión libre porque no es una copia

exacta, pero si comparamos los dos frentes

podremos ver que los volúmenes son

similares, con un cuerpo centrar saliente

(marcados en rojo en las fotografías ubicadas

debajo) enmarcado y jerarquizado a través de

altas mansardas, y dos cuerpos laterales

(marcados en amarillo). Palacio Paz

fotografía superior, Louvre inferior:

2. Palacio Paz

"Paz tuvo una indisimulable predilección por

la cultura académica francesa, de la que

quiso rodearse a lo largo de su vida y aun

más allá. Así lo demuestra el sepulcro de la

familia en el cementerio de la Recoleta. El

altorrelieve emplazado en el frontón central

del Palacio Paz es una copia del grupo

escultórico realizado pare! eximio artista

francés Jean Baptiste Carpeaux para el

Pabellón de Flora del Louvre. Se titula "El

triunfo de Flora" y junto con "La Danza" de la

Ópera de París son consideradas sus obras

más importantes en ese periodo. En las

colecciones del Museo de Orsay y del

Louvre se conservan también dos versiones

en terracota del "Triunfo de Flora" realizadas

por el mismo artista. Algunos suponen que

la obra del Palacio Paz puede tratarse de un

estudio preliminar de Carpeaux, pero en mi

opinión es poco probable ya que la versión

porteña no tiene la calidad expresiva de la

original.

3. Palacio Ortiz Basualdo

año: 1912

Arquitecto: Paul Pater

Usuario: Daniel Ortiz Basualdo y Mercedes

Zapiola

Dirección: Av. del Libertador 498

Actualmente: Sede de la Embajada de Francia

funcionando así desde 1939

Gran exponente de la arquitectura Beaux Arts,

en diferente escala, esta obra es, como

la Opera de París de Charles Garnier, una

lección de inserción en el tejido urbano, y de

correspondencia entre masas exteriores y

espacios interiores, y una original recreación

de elementos arquitectónicos de la tradición

francesa.

El planteo general del edificio es una sagaz

reelaboración del tradicional hôtel particulier

francés de cuatro niveles: basamento, planta

noble, planta de habitaciones particulares y

mansarda. Prototipo en vigencia desde

el siglo XVII..

Muestra una estupenda relación entre los

espacios exteriores e interiores, muchos de

los elementos arquitectónicos que se

encuentran en esta construcción son de la

tradición francesa. Cuenta con basamento,

planta noble y habitaciones. Carece de

terraza, pero se destaca su volumen central

debido a los pabellones y alas laterales. La

composición de la obra presenta muy buena

simetría, lo que proporciona espacios

amplios, cuenta con un torreón cilíndrico,

cubierto por una cúpula, confeccionada con

pizarra y cinc. La entrada ofrece una

innovación entre el exterior e interior. Tiene

un pórtico circular, así como un palier

cuadrado.

En 1925, durante la presidencia de Marcelo

T. de Alvear, cuando tanto el barrio como el

país se hallaban en su apogeo, sirvió de

residencia oficial al príncipe de Gales, quien

supuestamente demostró su admiración por

el refinado confort y la grandiosidad del

edificio. Pero sería finalmente Francia quien

tomaría posesión definitiva del palacio, al

transformarlo en 1939 en sede de su

embajada en Buenos Aires.

3. Palacio Ortiz Basualdo

4. Palacio Álzaga Unzué

año: 1916

Arquitecto: Roberto Prentice

Usuario: Félix de Álzaga Unzué

Direccion: Cerrito 1455

Actualmente: Hotel Four Seasons

Esta fastuosa residencia fue encargada al

arquitecto Roberto Prentice por Félix de

Álzaga Unzué en el año 1916, y fue levantada

en terrenos de su propiedad en el barrio

de Retiro, elegido por la clase alta porteña

desde fines del siglo XIX. El 6 de mayo de

ese año, Álzaga Unzué se había casado con

Elena Peña, y ambos se mudaron a su

mansión en 1920. Una versión dice que éste

fue el regalo de bodas de Félix a su mujer.

Prentice diseñó el edificio en estilo

eduardiano (correspondiente a la Belle

Époque), inspirándose en los castillos

del Loire.

La fachada se destaca por el uso de ladrillo a

la vista y por la gran entrada con

columnas corintias dobles y remata en

un frontis que es interrumpido por una

buhardilla. La mansarda de pizarra que ocupa

el 3º piso tiene un coronamiento

de zinc y hierro forjado. La mansión se

conecta con la torre moderna por el lateral,

mediante un pórtico circular con

columnas jónicas.

4. Palacio Álzaga Unzué

6. Palacio Errázuriz

año: 1911

Arquitecto: René Sergent

Usuario: el diplomático chileno Matías

Errázuriz y su esposa Josefina de Alvear

Direccion: Av. del Libertador 1902

Actualmente: la Academia Argentina de las

Letras, la Academia Nacional de Bellas Artes,

el Museo Nacional de Arte Decorativo y

el Museo de Arte Oriental.

Las valiosas colecciones que enmarcaban

aquellas tertulias escenificarán el recorrido

que culminará en el dormitorio que Errázuriz

diseñó con el prestigioso decorador André

Carlhian.

La habitación estará abierta al público en su

diseño original, como parte de la puesta en

valor del acervo arquitectónico y cultural del

museo.

Los trabajos incluyeron la restauración de

mármoles, pinturas y muebles, así como el

diseño de las telas que cubrían las paredes

en la misma tapicería que se solicitaron por

primera vez, hace un siglo, en Francia. Algo

inusual puede verse en la “Habitación

Errázuriz”: el placar de traje entero

empotrado en una de las paredes, un

adelanto por aquellos días, cuando el

concepto de armario para colgar ropa era al

menos una extravagancia.

Todos los materiales, salvo la mampostería

gruesa, fueron traídos de Europa. Los

revestimientos de madera, espejos,

mármoles, carpinterías, fallebas, molduras,

llegaron preparados para su directa

colocación en obra y para algunas tareas

específicas, como la realización de estucos,

vinieron artesanos europeos.

El aspecto externo del edificio es sobrio e

imponente, inspirado en el neoclasicismo

del siglo XVIII, en especial en las obras de

Jacques A. Gabriel artista de la corte de Luis

XV.

Los cuatro niveles son visibles desde el

exterior: el subsuelo tiene ventanas que se

abren en el basamento; la planta principal

está comunicada con el jardín y la terraza por

puertas en arco de medio punto; encima de

éstas se abren las ventanas que

corresponden a los aposentos; ya en el

último nivel, detrás de la balaustrada, se ven

las lucarnas de ventilación de las áreas de

servicio que ocupan la mansarda.

6. Palacio Errázuriz

CONCLUSIÓN

A partir de lo analizado anteriormente, entendemos la estructura social Argentina como la unión de

diferentes culturas, lo que trajo consigo distintas costumbres y diversidad de ideologías, y que dio

como resultado una sociedad compleja en el cual cada actor cumple una determinada función dentro

de un escenario el cual intenta demostrar opulencia para poder regodearse con los sectores de mayor

poder económico como lo es Europa y así insertarse dentro de un marco mundial de manera

economica y social. La forma en que intentan conseguirlo es a través de la imitación, en este caso de

Paris, donde la elite porteña que esta al mando del poder trata de adoptar el modelo de esa ciudad en

pro al progreso propio y a poder categorizarse como una ciudad cosmopolita.

Se adoptaron nuevos modos de vida lo cual dio un resultado fallido puesto que, la ostentosidad del

modelo que las elites intentaban introducir no se sostenía ya que las corrientes migratorias no fueron

las esperadas y las ganancias económicas no eran suficientes para negociar ni abastecer a una clase

alta muy ambiciosa. Y esa búsqueda de querer imitar contribuyó a la hibridación cultural y no se

logró una consolidación a nivel nación

“…A eso se sumó una clase media porteña que pudo ser parte del festín como profesionales. Todos

ellos alimentaban esa idea soberbia y elitista de creerse más que el resto del país y de Latinoamérica,

de la misma manera que despreciaban al obrero y al “indio”…”

BIBLIOGRAFIA

Libros:

• Historia de la vida privada en la Argentina: Argentina plural (1870-1930)

• Documentos de historia Argentina(1870- 1955) , Liliana Caraballo

• Buenos Aires: Historia de cuatro siglos, José Luis Romero

• Nueva historia Argentina, Marta Zaida Lobato

• Vivienda Opulenta, Rafael Iglesias

Paginas consultadas:

http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-241966-2014-03-17.html

http://diager-arte.blogspot.com.ar/2008/07/palacio-anchorena.html

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aires-segunda-parte_617441

http://www.isuba.com.ar/documentos/habitar%20bs%20as/Petit%20hotel-Bellucci.pdf