de la aldea a la metrÓpolis · de la tierra. la estructura de clases de entonces puede ser...
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La propuesta es indagar en que
factores y que hechos hacen cambiar
total o parcialmente las costumbres
de una sector. Por un lado una
necesidad de identificarse con una
sociedad y para ello conforma una
nueva imagen, con nuevos estilos de
habitar, nuevas relaciones sociales.
Todo esto para poder insertarse mas
en un marco mundial de manera
comercial, política y socialmente
hablando.
DE LA ALDEA A LA
METRÓPOLIS:
Cambios en Buenos Aires con
aspiraciones Europeas
En 1880 el estado argentino posee todos los
atributos reconocibles en un estado nacional
moderno. Varios hechos históricos posibilitaron
esta centralización política y económica: la
victoria de Buenos Aires por sobre la
Confederación significo la derrota de la sociedad
del “interior” frente a la región que
tempranamente había entablado vínculos con el
mercado externo. La alianza entre la burguesía
ganadera del litoral con sus pares.
La federalización de Buenos Aires proveyó el
asiento definitivo del gobierno central y las
campañas contra el indio se llevaron a cabo con
el objetivo de incorporar nuevas tierras para la
producción.
La economía primario – exportadora, sustentada
en la cuantiosa renta diferencial de la tierra
transformo a esta nación casi desierta a
mediados del siglo XIX en una sociedad
compleja, social y culturalmente, a causa de
corrientes inmigratorias provenientes de Europa,
la construcción de la red ferroviaria, las
inversiones extranjeras, la conformación de un
mercado interno importante y la demanda
externa en constante aumento
La elite cumplió un importante rol en este
estado, en función de su privilegiada vinculación
con el exterior, un modelo de crecimiento,
encuadrado en la división internacional del
trabajo, consagrada a partir de la expansión de la
Revolución industrial en Europa. Este modelo
de crecimiento, el agroexportador, se baso en la
exportación de productos primarios -
fundamentalmente carne y cereales – y en la
importación de manufacturas, capitales y
recursos humanos. También denominado de
“crecimiento hacia afuera”, se sustento, además,
en la disponibilidad de inmensas extensiones de
tierra.
La tarea de convertir a Buenos Aires en una
metrópoli europea fue asumida por Torcuato de
Alvear, el primer intendente que tuvo la ciudad
después que fue federalizada. Roca asumió la
presidencia e inauguro una era de renovación, y
la ingente riqueza que produjeron las nuevas
actividades económicas permitieron, como un
lujo, transformar y embellecer la capital del país
organizado y progresista.
“Nosotros estamos seguros de ganar dinero y no
hay que tener miedo a dejar la polenta, que aquí se
come buena carne, buen pan y buenas palomas. Los
señorones de allá decían que en América se
encuentran bestias feroces; las bestias están en Italia
y son esos señores …” Vittorio Petrei en 1878
BUENOS AIRES siglo xix
La estructura social como consecuencia del
proceso inmigratorio, la estructura social
argentina se volvió más compleja, a la vez
que con el aumento de los sectores medios
y populares, se produjeron cambios en la
cultura política. Si bien creció el número de
industriales y comerciantes, la clase alta se
cerró frente al inmigrante, reteniendo la
riqueza y el prestigio (basado en la
"antigüedad y los antepasados") y el poder
político–económico asociado a la propiedad
de la tierra. La estructura de clases de
entonces puede ser dividida en cuatro
segmentos.
El primero estaba representado por la clase
alta o aristocrática, la cual hasta 1914
representó al uno por ciento de la población.
La siguiente era la alta clase media que,
aunque próspera, era dueña de escaso
prestigio social. La baja clase media no
poseía fuerza económica ni poder social,
pero vislumbraba alguna posibilidad de
ascenso. Finalmente, la clase baja, que
representaba a los dos tercios de la
población, ocupaba la base de la pirámide
social.
“Aquí del más rico al más pobre, todos viven
de carne, pan y minestra todos los días, y los
días de fiesta todos beben alegremente y
hasta el más pobre tiene 50 liras en el
bolsillo. Nadie se descubre delante de los
ricos y se puede hablar con cualquiera. Son
muy afables y respetuosos, y tienen mejor
corazón que ciertos canallas de Italia. A mi
parecer, es bueno emigrar …” Girolamo
Bonesso redactaba en 1888
El tipo argentino, en tanto, fue cambiando.
La clase dominante, estaba compuesta por
ganaderos, estancieros, comerciantes,
abogados y políticos.
Para gobernar la Argentina moderna fue
preciso incorporar a los inmigrantes, sin
resquebrajar la integridad nacional. Entre
1902 y 1910, se operaron cambios en la
estructura social, los que produjeron fuertes
fisuras en el sistema político.
La población inmigrante se multiplico lo que
generó tipologías de viviendas que
soportaran la gran cantidad de personas
trabajadoras buscando asilo lo que origino el
conventillo que eran las antiguas mansiones
coloniales de la clase pudiente que había
emigrado al norte por la insalubridad,
dejaron esos lotes los cuales se
subdividieron y crearon estas viviendas de
alquiler para estos inmigrantes en necesidad
Flujo Inmigratorio
El origen del liderazgo político de la elite
terratenientes argentina compuesto en gran
medida aunque no exclusivamente de
familias criollas tradicionales, aprovecho las
favorables condiciones económicas externas
posteriores a 1870, para convertirse en una
elite local aliada a los interés británicos.
Justamente la riqueza, status e influencia
determinada por el grado de asociación con
el mercado externo.
La necesidad de poblar un territorio casi
desierto, junto con la desconfianza en el
elemento nativo – el gaucho – explican la
campaña de atracción de trabajadores
extranjeros a nuestro país, alentados por las
promesas de ascenso social y económico
que brindaba una Argentina en expansión.
“El mejor modo de impulsar el progreso es traer a
los inmigrantes mas capaces. En Europa no es oro
todo lo que reluce, hay que buscarlos en Inglaterra,
Suiza, Holanda, Bélgica y Alemania, por sus
aptitudes cívicas. Tomad en cambio un puñado de
mulatos de Panamá o del populacho de Nápoles o
de Roma y no oiréis más que gritos y blasfemias, es
decir falta completa de respeto“
J.B. Alberdi, en Jorge Mayer, Alberdi y su tiempo.
Eudeba, 1963
¿Qué ciudad evoca Buenos Aires entre nuestros
recuerdos?
“Ninguna hablando propiamente Pero si se quiere,
Londres, por sus calles estrechas llenas de casas de
banca, vendedores de cerilla. España entera, por sus
casas de lisas fachadas, de ventanas enrejadas, y por
lo que queda de suciedad en ciertas calles
apartadas; Nueva York, por sus betuneros; Paris, por
su hermosa avenida de Mayo, sus aceras espaciosas
y sus cafés con terrazas”
Jules Huret, de Buenos Aires al Gran Chaco, 1911
Cabe destacar que la emigración local de
sur a norte en parte ya iniciada y acelerada
debido a la fiebre amarilla en 1871, muchas
familias resolvieron dejar atrás sus antiguas
casonas de los alrededores de plaza de Mayo
y encontraron amplios lotes de las quintas
subsistentes en Retiro y Recoleta el sitio
propicio para edificar modernas y lujosas
residencias que servirán mas adelante como
espacios de intercambio social político y
cultural de la elite porteña influenciada por la
Europa cosmopolita
Transculturización social :
¡Adiós a lo colonial!
Elite como monopolizadora del poder
La clase alta descendientes de las familias
tradicionales, abandonó entonces las casas
de patios donde habitaba desde la época de
la Colonia. Nuevos modelos de residencia
fueron adoptados con un traslado casi
acrítico de los lugares del vivir de allende
los mares. Paris fue el ejemplo por imitar. Y
nuevas formas arquitectónicas
desembarcaron en estas tierras, traídas por
arquitectos nutridos en la enseñanza
académica; algunos nativos de Europa, otros
eran argentinos formados allá.
Barrio Norte con su nueva arquitectura
basada en los modelos importados de la
llamada Francia. Solo una parte de Buenos
Aires, la ostentosa, merecía ser exhibida,
pese a que la ciudad crecía
permanentemente para alojar al aluvión
inmigratorio.
Los barrios de Buenos Aires terminaron
luciendo sus calles flanqueadas por un
continium de casas de una o dos plantas,
cuyas fachadas se adornaban con elementos
de variados lenguajes en un alarde
ornamental. Así, esa clase media
exteriorizada su ascenso en lo social, cultural
y económico.
Buenos Aires siempre fue una ciudad de
fachadas. Eran un sello que indicaba la
categoría de las familias de ocupantes. A
ello no fue ajena la alta burguesía, la elite
afrancesada, que pobló de suntuosas
residencias primero la parte norte del área
céntrica.
Elite como monopolizadora del poder
Integración de nuevas costumbres
En sus tiempos aldeanos a
fines del siglo XIX, la primera oligarquía
porteña tuvo gustos modestos
comparados con lo que vendría después.
Y la arquitectura va en paralelo con eso.
En esa Buenos Aires,
Joaquín de Anchorena vivió hasta 1902
en la calle Piedras en una casa chorizo
con tres patios, donde se sentaba todas
las tardes a tomar mate como cualquier
hombre de campo. Y le gustaba
fotografiarse allí como un gaucho
elegante con un buen apero y su mate de
oro y plata, porque en el fondo era un
campesino con guita, un patrón de
estancia con trato directo con la peonada.
Eran criollos no europeizados a los que
les sobraba la plata y no sabían cómo
gastarla. Pero de golpe empiezan a
adquirir costumbres nuevas luego de su
primer viaje a París.
Ese cambio coincide con el
nuevo siglo: hacia el 1880 se da la
primera emigración de la oligarquía hacia
el norte de la Catedral en las calles
Cangallo, Sarmiento, Tucumán, Viamonte
y Reconquista, donde aún hoy están las
casas de Roca y Mitre. Esa migración
desde Monserrat y San Telmo hacia el
norte. El mismo Joaquín de Anchorena se
muda a un petit hotel estilo francés que
aún existe en Guido al 1700, y para esa
época ya se sacaba fotos con galerita
bombín al estilo inglés y sobretodo de
tweed.
PALACIOS MODELO FRANCES La vivienda debía mostrar no solo la
floreciente situación económica familiar
(la fortuna provenía invariablemente de la
explotación agrícola y ganadera) sino la
cultural. Los permanentes viajes a Europa
refinaron ya en un primer momento a los
representantes de aquella vieja oligarquía
criolla del siglo XIX, de gustos mas
sencillos. Los palacios se poblaron con
elementos artísticos traídos del viejo
continente.
El cambio en los comportamientos de la
elite, la disponibilidad de recursos, las
transformaciones de la higiene como
consecuencia de la metropolización y la
presión de las empresas dedicadas a la
producción de bienes domésticos produjeron
una transformación radical en la vida privada,
introduciendo en el interior de las casas la
"especialización" de funciones que se
producía simultáneamente en la sociedad.
Las "piezas" o cuartos tradicionales fueron de
este modo reemplazadas por habitaciones
con formas y funciones diferenciadas
(dormitorio, boudoir, baño, escritorio, salón
de fumar, sala, halles, vestíbulos, cuartos de
niños, cuartos de servicio, lavaderos,
etcétera), que en los casos de mayor
opulencia hacían de la casa un mecanismo
complejo, completado por un sistema de
circuitos circulatorios interconectados pero
independientes para los sectores público,
privado y de servicio.
Al menos durante las primeras décadas del
"progreso", La casa de ricos se constituyó
como un medio de identificación y
diferenciación entre los distintos grupos de
la elite. En Buenos Aires se ejecutaron una
serie de palacios que apelaban a las
distintas tácticas y constituyen un ejemplo
de esas plantas extremadamente apretadas.
-
-
nobles"
a otros más utilitarios
-
síntesis de estilos historicistas y de una
tendencia al
un arquitecto trabajara fluidamente un
número de "maneras", siguiendo los
requisitos del cliente y los planos
diseñados.
-
gran profusión de detalles arquitectónicos:
balaustradas, pilastras, paneles de
bajorrelieves, esculturas de figuras,
guirnaldas, cartuchos, con una gran
prominencia de voluminosos remaches
(
-tradicional hôtel particulier francés de cuatro
niveles: basamento, planta noble, planta de
habitaciones particulares y mansarda.
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1. Palacio Anchorena
2. Palacio Paz
3. Palacio Ortiz Basualdo
4. Palacio Álzaga Unzué
5. Palacio Errázuriz
Se generaron nuevos modos de habitar como respuesta las necesidades de expansión y
crecimiento social, tomando como modelo los hoteles Franceses. A partir de eso empieza el
recorrido por los edificios que capturaron de alguna u otra manera el carácter e idiosincrasia de
la arquitectura parisina.
1. Palacio Anchorena
año: 1905.
Arquitecto: Alejandro Christophersen
Usuario: Mercedes Castellanos de Anchorena
Dirección: Arenales 761
Actualmente: Cancillería argentina
1. Palacio Anchorena
Los palacios se transformaron en centros
más importantes de la vida social
porteña. En este caso lo frecuentaban
personalidades como los presidentes Roque
Sáenz Peña o Victorino de la Plaza, altos
dignatarios de la iglesia y personajes de la
“nobleza” de Buenos Aires. Allí se realizó,
entre otros, una gran recepción para celebrar
el centenario de la Independencia, en 1916,
porque se da la circunstancia de que uno de
los antepasados de los dueños de casa,
había firmado del Acta de Tucumán en 1816.
Ejemplo de la denominada escuela de "Beaux
Arts de París", representativo de la
arquitectura de la "Belle Epoque", también
entra dentro del llamado clasicismo y/o
academicismo.
El palacio abarca la esquina y crea una
perspectiva que denota el ritmo y la
repetición en las fachadas si bien parece ser
una muestra del sistemático academicismo
francés el edificio es una unión de
diferentes estilos exterior e interiormente
debido a la tendencia ecléctica de la época
en la cual el arquitecto debía poder trabajar
fluidamente de distintas maneras
Las fachadas presentan un tratamiento casi
escultórico en las mansardas convexas, en las
columnas y pilastras de orden compuesto que
abarcan los dos pisos principales. El patio de
honor, de planta ovalada, encierra un espacio
de acertadas proporciones y lograda
composición definido por una galería ritmada
por columnas dóricas, escalinatas de
generoso desarrollo, frentes interiores y
mansardas de líneas curvas y dos cúpulas.
El resultado es una obra de inusual
riqueza volumétrica y espacial, que ocupa
y libera alternativamente los seis sectores
equivalentes en que se divide el terreno
donde se erige. Los dos vértices que unen,
a manera de bisagras, los tres cuerpos
construidos -especie de torreones
rematados por sendas cúpulas- sirven
también de engarce espacial de los tres
patios, a través de recintos circulares con
amplios ventanales..
La organización de los interiores del palacio
responde a la habitual disposición en este
tipo de residencias. En cada pabellón de
cuatro niveles, los espacios protagónicos
albergan el hall principal o la escalera de
honor. La decoración de todos los ambientes
principales reflejan el alto nivel y la calidad
artesanal de la construcción de la época.
2. Palacio Paz
año: 1914
Arquitecto: Louis-Marie Henri Sortais
Usuario: José C. Paz
Dirección: Cerrito 1455
Actualmente: sede del Circulo Militar
El palacio fue construído como vivienda
familiar, José C. Paz, fundador del diario La
Prensa y embajador argentino en París desde
1885 hasta 1893, fue un importante
miembro de la aristocracia y un cabal
representante de la Generación del Ochenta,
que condujo el país a fines del siglo XIX..
Es un edificio cuyos frentes, esculturas y
ornatos son copias o están inspiradas en
diversos palacios franceses. Louis Marie
Henry Sortais era francés, estudió en la
Ecole des Beaux Arts de París y ganó el
Grand Prix de Rome en 1890; y el propietario
de la residencia José C. Paz fue embajador
en Francia a finales del siglo XIX
Toma como modelo El palacio de Louvre en
sus aspectos formales y ornamentales.
Y algunos aspectos de otros palacios como
Chantilly
El frente principal que mira hacia Plaza San
Martín es el de mayor jerarquía. Es también
artísticamente el más importante y se trata
de una versión libre de una de las fachadas
del Palacio del Louvre, puntualmente el
ingreso al museo por el puente del Carrusel.
Digo versión libre porque no es una copia
exacta, pero si comparamos los dos frentes
podremos ver que los volúmenes son
similares, con un cuerpo centrar saliente
(marcados en rojo en las fotografías ubicadas
debajo) enmarcado y jerarquizado a través de
altas mansardas, y dos cuerpos laterales
(marcados en amarillo). Palacio Paz
fotografía superior, Louvre inferior:
2. Palacio Paz
"Paz tuvo una indisimulable predilección por
la cultura académica francesa, de la que
quiso rodearse a lo largo de su vida y aun
más allá. Así lo demuestra el sepulcro de la
familia en el cementerio de la Recoleta. El
altorrelieve emplazado en el frontón central
del Palacio Paz es una copia del grupo
escultórico realizado pare! eximio artista
francés Jean Baptiste Carpeaux para el
Pabellón de Flora del Louvre. Se titula "El
triunfo de Flora" y junto con "La Danza" de la
Ópera de París son consideradas sus obras
más importantes en ese periodo. En las
colecciones del Museo de Orsay y del
Louvre se conservan también dos versiones
en terracota del "Triunfo de Flora" realizadas
por el mismo artista. Algunos suponen que
la obra del Palacio Paz puede tratarse de un
estudio preliminar de Carpeaux, pero en mi
opinión es poco probable ya que la versión
porteña no tiene la calidad expresiva de la
original.
3. Palacio Ortiz Basualdo
año: 1912
Arquitecto: Paul Pater
Usuario: Daniel Ortiz Basualdo y Mercedes
Zapiola
Dirección: Av. del Libertador 498
Actualmente: Sede de la Embajada de Francia
funcionando así desde 1939
Gran exponente de la arquitectura Beaux Arts,
en diferente escala, esta obra es, como
la Opera de París de Charles Garnier, una
lección de inserción en el tejido urbano, y de
correspondencia entre masas exteriores y
espacios interiores, y una original recreación
de elementos arquitectónicos de la tradición
francesa.
El planteo general del edificio es una sagaz
reelaboración del tradicional hôtel particulier
francés de cuatro niveles: basamento, planta
noble, planta de habitaciones particulares y
mansarda. Prototipo en vigencia desde
el siglo XVII..
Muestra una estupenda relación entre los
espacios exteriores e interiores, muchos de
los elementos arquitectónicos que se
encuentran en esta construcción son de la
tradición francesa. Cuenta con basamento,
planta noble y habitaciones. Carece de
terraza, pero se destaca su volumen central
debido a los pabellones y alas laterales. La
composición de la obra presenta muy buena
simetría, lo que proporciona espacios
amplios, cuenta con un torreón cilíndrico,
cubierto por una cúpula, confeccionada con
pizarra y cinc. La entrada ofrece una
innovación entre el exterior e interior. Tiene
un pórtico circular, así como un palier
cuadrado.
En 1925, durante la presidencia de Marcelo
T. de Alvear, cuando tanto el barrio como el
país se hallaban en su apogeo, sirvió de
residencia oficial al príncipe de Gales, quien
supuestamente demostró su admiración por
el refinado confort y la grandiosidad del
edificio. Pero sería finalmente Francia quien
tomaría posesión definitiva del palacio, al
transformarlo en 1939 en sede de su
embajada en Buenos Aires.
3. Palacio Ortiz Basualdo
4. Palacio Álzaga Unzué
año: 1916
Arquitecto: Roberto Prentice
Usuario: Félix de Álzaga Unzué
Direccion: Cerrito 1455
Actualmente: Hotel Four Seasons
Esta fastuosa residencia fue encargada al
arquitecto Roberto Prentice por Félix de
Álzaga Unzué en el año 1916, y fue levantada
en terrenos de su propiedad en el barrio
de Retiro, elegido por la clase alta porteña
desde fines del siglo XIX. El 6 de mayo de
ese año, Álzaga Unzué se había casado con
Elena Peña, y ambos se mudaron a su
mansión en 1920. Una versión dice que éste
fue el regalo de bodas de Félix a su mujer.
Prentice diseñó el edificio en estilo
eduardiano (correspondiente a la Belle
Époque), inspirándose en los castillos
del Loire.
La fachada se destaca por el uso de ladrillo a
la vista y por la gran entrada con
columnas corintias dobles y remata en
un frontis que es interrumpido por una
buhardilla. La mansarda de pizarra que ocupa
el 3º piso tiene un coronamiento
de zinc y hierro forjado. La mansión se
conecta con la torre moderna por el lateral,
mediante un pórtico circular con
columnas jónicas.
4. Palacio Álzaga Unzué
6. Palacio Errázuriz
año: 1911
Arquitecto: René Sergent
Usuario: el diplomático chileno Matías
Errázuriz y su esposa Josefina de Alvear
Direccion: Av. del Libertador 1902
Actualmente: la Academia Argentina de las
Letras, la Academia Nacional de Bellas Artes,
el Museo Nacional de Arte Decorativo y
el Museo de Arte Oriental.
Las valiosas colecciones que enmarcaban
aquellas tertulias escenificarán el recorrido
que culminará en el dormitorio que Errázuriz
diseñó con el prestigioso decorador André
Carlhian.
La habitación estará abierta al público en su
diseño original, como parte de la puesta en
valor del acervo arquitectónico y cultural del
museo.
Los trabajos incluyeron la restauración de
mármoles, pinturas y muebles, así como el
diseño de las telas que cubrían las paredes
en la misma tapicería que se solicitaron por
primera vez, hace un siglo, en Francia. Algo
inusual puede verse en la “Habitación
Errázuriz”: el placar de traje entero
empotrado en una de las paredes, un
adelanto por aquellos días, cuando el
concepto de armario para colgar ropa era al
menos una extravagancia.
Todos los materiales, salvo la mampostería
gruesa, fueron traídos de Europa. Los
revestimientos de madera, espejos,
mármoles, carpinterías, fallebas, molduras,
llegaron preparados para su directa
colocación en obra y para algunas tareas
específicas, como la realización de estucos,
vinieron artesanos europeos.
El aspecto externo del edificio es sobrio e
imponente, inspirado en el neoclasicismo
del siglo XVIII, en especial en las obras de
Jacques A. Gabriel artista de la corte de Luis
XV.
Los cuatro niveles son visibles desde el
exterior: el subsuelo tiene ventanas que se
abren en el basamento; la planta principal
está comunicada con el jardín y la terraza por
puertas en arco de medio punto; encima de
éstas se abren las ventanas que
corresponden a los aposentos; ya en el
último nivel, detrás de la balaustrada, se ven
las lucarnas de ventilación de las áreas de
servicio que ocupan la mansarda.
6. Palacio Errázuriz
CONCLUSIÓN
A partir de lo analizado anteriormente, entendemos la estructura social Argentina como la unión de
diferentes culturas, lo que trajo consigo distintas costumbres y diversidad de ideologías, y que dio
como resultado una sociedad compleja en el cual cada actor cumple una determinada función dentro
de un escenario el cual intenta demostrar opulencia para poder regodearse con los sectores de mayor
poder económico como lo es Europa y así insertarse dentro de un marco mundial de manera
economica y social. La forma en que intentan conseguirlo es a través de la imitación, en este caso de
Paris, donde la elite porteña que esta al mando del poder trata de adoptar el modelo de esa ciudad en
pro al progreso propio y a poder categorizarse como una ciudad cosmopolita.
Se adoptaron nuevos modos de vida lo cual dio un resultado fallido puesto que, la ostentosidad del
modelo que las elites intentaban introducir no se sostenía ya que las corrientes migratorias no fueron
las esperadas y las ganancias económicas no eran suficientes para negociar ni abastecer a una clase
alta muy ambiciosa. Y esa búsqueda de querer imitar contribuyó a la hibridación cultural y no se
logró una consolidación a nivel nación
“…A eso se sumó una clase media porteña que pudo ser parte del festín como profesionales. Todos
ellos alimentaban esa idea soberbia y elitista de creerse más que el resto del país y de Latinoamérica,
de la misma manera que despreciaban al obrero y al “indio”…”
BIBLIOGRAFIA
Libros:
• Historia de la vida privada en la Argentina: Argentina plural (1870-1930)
• Documentos de historia Argentina(1870- 1955) , Liliana Caraballo
• Buenos Aires: Historia de cuatro siglos, José Luis Romero
• Nueva historia Argentina, Marta Zaida Lobato
• Vivienda Opulenta, Rafael Iglesias
Paginas consultadas:
http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-241966-2014-03-17.html
http://diager-arte.blogspot.com.ar/2008/07/palacio-anchorena.html
https://miradaatenta.wordpress.com/2010/09/23/la-intrigante-historia-de-las-boiseries-
del-palacio-errazuriz-en-buenos-aires/
http://www.arcondebuenosaires.com.ar/
http://tn.com.ar/programas/en-el-camino/en-el-camino-grandes-palacios-de-buenos-
aires-segunda-parte_617441
http://www.isuba.com.ar/documentos/habitar%20bs%20as/Petit%20hotel-Bellucci.pdf