de certeau, michel (1978). ¿qué es un seminario?

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¿Qué es un seminario?

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Qu es un seminario?Michel de CerteauPublicado en Esprit n 116, noviembre-diciembre de 1978. Traduccin de Francisca Comes.Zigurat 1 edicin: Noviembre de 1999 Buenos Aires: Eudeba. ISSN 1514-8874Un seminario es un laboratorio comn que permite a cada uno de los participantes articular sus prcticas y sus propios conocimientos. Es como si cada uno llevara el diccionario de sus materiales, sus experiencias, sus ideas y por efecto de intercambios necesariamente parciales, y de hiptesis tericas necesariamente provisorias, le fuera posible producir frases con ese rico vocabulario, es decir bordar o poner en discurso sus informaciones, sus preguntas, sus proyectos. Este lugar de intercambios instauradores podra compararse con lo que, en el Loiret, se llama un charladero, cita semanal en la plaza principal, laboratorio plural donde los transentes se detienen los domingos para producir a la vez un lenguaje comn y discursos personales. Un seminario tambin cuestiona una poltica de la palabra, ya volveremos a ello. Pero con respecto al charladero, presenta esta diferencia que no es la cita de la palabra, sino solamente un lugar de lenguaje entre muchos otros en una red que no tolera ni plaza mayor ni centro. De este modo, los efectos de produccin discursiva que engendra son slo tangenciales en relacin con la riqueza proliferante y silenciosa de los viajeros que se detienen un momento en este parador. Creo que la primera tarea de un seminario es respetar lo que no se dice, y an ms lo que pasa sin saber cmo, es decir moderar el deseo de articular, de impulsar, de coordinar uno mismo las intervenciones de cada uno: estas vienen de muy lejos para poder ser interpretadas; van muy lejos para ser circunscriptas a un lugar comn. Si el charladero de Pars VII crea acontecimiento es quizs porque tratamos, y personalmente yo trato de mantenerlo (como uno mantiene una direccin) entre dos maneras de dar a un seminario una identidad repetitiva que excluye la experiencia del tiempo: una, didctica, supone que el lugar est constituido por un discurso profesoral o por el prestigio de un maestro, es decir por la fuerza de un texto o por la autoridad de una voz; la otra, festiva y cuasi exttica, pretende producir el lugar por el mero intercambio de sentimientos y convicciones, y finalmente por la bsqueda de una transparencia de la expresin comn. Las dos suprimen las diferencias de trabajo en un grupo la primera aplastndolas bajo la ley de un padre, la segunda borrndolas ficticiamente en el lirismo indefinido de una comunin cuasi maternal. Son dos tipos de unidad impuesta, uno muy fro (excluye la palabra de los participantes), el otro demasiado clido (excluye las diferencias de lugares, historias y mtodos que resisten al fervor de la comunicacin). La experiencia del tiempo comienza en un grupo con la explicitacin de su pluralidad. Hay que reconocerse diferentes (con una diferencia que no puede ser superada por ninguna posicin magisterial, por ningn discurso particular, por ningn fervor festivo) para que un seminario se transforme en una historia comn y parcial (un trabajo sobre y entre diferentes) y para que la palabra se transforme all en instrumento de una poltica (elemento lingstico de conflictos, contratos, sorpresas, en suma, procederes democrticos). Cierto, nuestro seminario ha conocido momentos de euforia comunicante o de dinmica grupal, y tambin momentos en los cuales surga la pregunta que, desde mi posicin particular, yo sito y junto en un discurso las intervenciones de los participantes. Si es normal que esto suceda, no debe ser la norma, ya que comprometera lo que, en un grupo, puede ser experiencia poltica de la palabra (relacin discreta de fuerzas), creacin de acontecimientos en el tiempo (nacimientos gracias a la relacin con el otro) y produccin de un lenguaje dialogal (una comunicacin relativa a diferencias mantenidas) tres elementos que van a la par. Mi posicin consiste ms bien en explicitar mi lugar particular (en lugar de camuflarlo bajo un discurso supuestamente capaz de englobar a los otros), ofrecer la mayor cantidad de propuestas posibles, tericas y prcticas, para ser discutidas por el grupo, y recprocamente ejercer una accin interrogativa en los participantes que los lleve a plantear su diferencia y a encontrar en las sugerencias que yo puedo hacer la forma de formularla con energa. Los modelos tericos propuestos tienen por funcin destacar los lmites (la particularidad de mis preguntas) y posibilitar los desvos (expresin de experiencias y de otras cuestiones). De esta forma se produce el trabajo comn que crea acontecimientos; una serie de diferenciaciones permite a cada uno especificar paso a paso su propio camino en la masa de informaciones intercambiadas.( .y sigue)..