W

.

DE LA

ANALIS IS

. .

! !.

I

1

i

8

. .

cfpio de la vida humana,

.

,

de lrt divisi&n da1 trabajo.

,

ICs ;Lmportante tiestacwr que Althusser mmaja el furmiom- =%ento de la ideoJogía en un juego .3e doUs-consti tución, es de-

-18-

, .. -20-

I , i

reatXrao8 econdlnicos al hogar.

dea de es tar adqufriendo alga miis jun2o al obfeto. , La publicidad es una muestra m- de la sociadad capi- .

taXiruta y a % r a d a d e l manejo ideoldgico que se le da, consi-

cibn, etc. #?

1 .

. ..

-26- i

i

. . . .

-. 1

" "

i

1

" . .

. . . .

.

, .. . . I.

. .

-33- ' , :

Roaario CastellanoE

Sra-

buen

. . , .

I

r

.. .

f

. i -.

i

?

PROSTITUTAS COMO EVITAR

QUE ELLAS8USQU.E

El tema de la infidelidad masculina de los “ A l p h a ” esti ampliamente tratado en otra parte de ese libro. Hemos ex- puesto d m 0 las aventuras meramente ocasionales y espor& dieas de los “Alpha” carecen de verdadera trascendencia. Usted no debe considerarlas como “el fin del mundo”. No hay por que sobreestimarlas ni revestirlas de una importan- cia que no tienen.

Ahora bien, aún las más inteligentes y sensatas de las mujeres “Alpha”, aún las mejores preparadas para com- prender y olvidar los pecadillos menores de 4 se sienten profundamente desmoralizadas (e incluso repugnadas) si se enteran que la escapada de ha sido con una prostituta, COE una vendedora de placer. Podrían incluso aceptar que 41 se dejara seducir por otra mujer, pero por UM mujer de calidad, no por una mujerzuela.

Sin embargo, puede suceder. No es frecuente -ni siquiera probable- pues los hombres “Alpha” generalmente no se sienten atraídos por el sexo mercantilizado. Pero excepcic nalmente puede ocurrir.

Ahora bien, si Ocurre y usted se entera, sobre todo si ocurre más de una vez. es imperativo que usted, con toda decisión y valentía, se plantee esta pregunta: ¿Por quC necesita mi marido comprar placer sexual? La respuesta, en más de un caso, señalará que la culpable es la esposa. Ella, probablemente ignorándolo. es la que ha empujado a su marido, desesperado, a pagar por algo que 61 necesita y que ella le está negando en sus ‘relaciones intimas.

Porque no se puede tapar el Sol con un dedo: el hombre “Alpha” que acude a una prostituta suele ser un hombre desesperado. Y ese tipo de relaci6n con ese tipo de mu- jeres puede hacerle muchísimo daño en todos los sentidos. Usted, por tanto, no puede encogerse de hombros y limitarse a despreciarlo desdeñosamente por “haber caído tan bajo”. Si a usted ese hombre le’importa algo, usted tiene que res-

Las mujeres que caen en la prostitucibn ”cualesquiera \ catarlo, sachdolo del marasmo en que se ha hundido.

14

que sean las causas- son seres humanos de una contextura &moc.ional muy complicada. incluso atormentada.. . y ator- mentante. Las prostitutas, en su inmensa mayoria, son mujeres de muy escasa inteligencia. de pocos atractiva, físicos (con la posible excepcibn de las muy jdvenes que empiezan a iniciarse en. l a profesihn mis antigua de la humanidad). y ”cosa que es lo peor de todo- intensamente bosses a l hombre. Porque, como mujeres, resienten al mundo masculino que las usa (y abusa) de ellas.

Hay muchos hombres no “Alpha” que se contentan con el placer puramente carnal, sin buscar otra cosa, divor- &dolo de todo lo demás. Pero ningún hombre ”Alpha” es así. Por mucho que pretenda engafiarse, el hombre “.Upha” no puede aislar al sexo para convertirlo en un mecanismo enteramente separado de toda proyeccidn emo- cional. Sus experiencias con las prostitutas. por consi- guiente. son siempre insatisfactorias, humillantes y trau- matizantes.

A pesar de las novelas y películas que se empefian en presentarnos la figura humana de la prostituta “con el coraz6n de m”. lo cierto es que semejante tipo, en la vida real, escaqa muchísimo. Las progtibrtas, en su in- mensa m a y e son absolutamente- de desplegar el menor gesto de genuina ternura hacia el hombre que acude a ellas. ¿Podría usted, como mujer, imaghr un contacto sexual en el que la ternura estuviera ausente? Probablemente m. Sin embargo, asi son la mayoria de los contactos con las mujeres que venden sexo.

A la prostituta le interesa cobrar. Muchas cobran ppr adelantado. No tienen la menor preocupacidn ni el m k &mo deseo de dejar complacido a l . . hombre. Les da igual. Lo que quieren es terminar pronto. Y, si llegan a ser más complacientes, es sdlo para sacarle a él mbs dinero. La prostituta está llena de codicia.

Cualquier hombre sensible -y los hombres “Alpha” lo S” se siente profundamente deprimido despub de estas experiencias, a veces por espacio de varios dias. y en ocasiones tambihn durante la experiencia misma. “¡Que se fastidien! i E l l o s mismos ‘ s e lo han buscado!”, tal vez piense usted, en un primer impulso de despecho. Pero las cosas no son tan simples. Tiene que haber un a r 6 w u y poderosa para que un hombxsyerior, un .fan- S € i E o ; ün h6&ir”aya bust$g$.%-hidad cm una mujer de 4s-asLmmopuede usteirseotk.se plenamente ~ ~ a - i I e ~ i i í i la responsabilidad dab-ocurrido no ha sido suya? . . .. --,Se ofende de que quieran achacarle la responsabilidad a usted por los g u s h “bajos’ y “depravados” de Cl? Usted no tiene una responsabilidad directa, desde luego. Usted probablemente ni siquiera esté consciente de lo ocurri- do. Pero, ¿no habrá estado usted, en la intimidad y en el curso de toda su vida diaria en común, abriendo un abismo sexual entre usted y su marido? ¿Ha estado usted poniendo de su parte para lograr una compenetracidn s e d m-6s plena con su esposo, tratando de buscar la más completa satisfacción para los dos? ¿O meramente se ha dedicado a “cumplir el deber conyugal”, sometiéndose pasivamente y con desgano a la “violacidn” .de &l. legalizada por el con- trato matrimonial? ¿Ha estado usted dhdole a 8 segu- ridades positivas y reiteradas de que efectivamente lo ama y lo desea? ¿Cuántas veces ha sido usted la que, con toda franqueza y naturalidad, sin prejuicios absurdos. ha tomado la iniciativa, invitándolo a él para que le haga el amor? ¿Cuántas veces ha sido usted la que. camino de casa. des- pués del une o de una fiesta, le ha dicho en forma e@- cita: “Tengo ganas de que lleguemos de una vez para que me hagas el amor”?

Claro que usted puede ser muchísimo más sexy que una prostituta. ¡Por supuesto que sí! Y en ello, desde luego, no hay nada degradante. Porque usted lo ama y realmente desea complacerlo, hacerlo feliz, y ser feliz usted tambien con el. Usted desea estimularlo y excitarlo, y sentirse estimulada y excitada por 61. La prcstit.uta ni lo ama ni tiene el menor interés en que 61 sea feliz. Ella sólo quiere cobrar. A ella le interesa su dinero. i A usted le inkresa su amor!

-.-

I

"Ed8cho: poder, la fuerza., pero desligada de toda nocidn de or- den, el poder R ? ? b i t ; r f n % O y la voluntad sin freno y sin causey

Octavio' Part

i

!

*'ubre. Ante'todo, yo dueria ser li- bre:. Y Ver6nica. de 32 anos de edad, se convirti6 en abogada. . "Yo no habrla tolerado un patr6n autoritario, o un jefe de oficina dema- gogo". Y Catalina, de 39 afbs, ha decidido ser enfermera

"Trabajar 0.- meses para cobrar ciiatro semanas de trabajo ... ¡Que riesadilla!" Y Silvia, de 44 anos, que pra,ctka la Medicina General, confie- sa, pon una amplía sonrisa, que este verano tom6 dosr -S y medio de wapcíones a pleno sof. Por su wen-, ta'Y,rieSgo. . I .

U'< S .': .I J. Unanimemente, Ver6&a, Ca na, Silvia y muchas otras mujc mas se expresan de la misma m2 ra. No hay que sorprenderse: se ?a, en todos los casos, de que q ren ser libres, y.por ee,han eso do una profesi6n libe.ml. Todas sotras hemos softado alguna ve: la hora de la merienda, entre la cha y ,el metro, cuando parece qu reloj camina hacia at&, escapar de golpe, y dejar atrAs.al patr6n n humorado, a la$ miradas exasper tes de un subjefe, 0.a los desplar de una jefa a quien el mando se le

. I

I '

.- . . . - .

ido a la cabeza. El paralso existe: encabezando las listas austeras que las computadoras se comen, digie- ren y escupen, este parafso aparece, con el nombre de "profesiones libe- rales".

'CuAles son las 'Fndiciones para ser admitidas en una de estas profe- siones? El requis?o oficia1,es un ni- vel de estudios superiores. En suma, l a preparacidn que representan unos euantos afios en alguna facultad. . .

Sin e'mbargo, es reducido el nú- mero de las elegidas. "Salvo, qu/z8s, las abogadas", corrige Ver6nica, mir litante .feminista convencida y con- vincente. Formamos ,ya, al menos, un tercio de los profesionales en es te'campo. Lo cual, despues de todo,

es lo de menos en un oficio donde l a autoridad la da la ropa".

Parece que los medicos 'tomaron l a revancha, pues las estadísticas son desmoralizadoras. De- acuerdo con un reciente estudio del Consejo de Orden en I=rancia, hay menos de un 25% de mujer,es ejerciendo esta profesidn (&lo en la Un¡& Sovi6tka hay un 72% de doctoras)." .':, , , s'f . . ' "En la Arquitectura la situaci6n causa mayor consternaci6n aún", di- ce ir6nicamente una joven llamada Paquita. 'liMenos del 3% de las mujeres autorizadas a reconstruir el mundo por encima de 9m hombres 'esforzados!". ..: I ' .. . .

Nada de que -asbmbrar&' Algu- nas de estas profesiones, ni siquiera -

se llaman del mismo modo cuando I "i. una -mujet, las practica. :'Notaria,:;$$. 6 "experta ~ n t a d o r a ' ~ ~ ~ ' i ~ ~ i e ~ - . - ~ ~ ~ ,,%

ieso no puede tomar,en Serio! Lais .. :.$ dodoras en medicina, las aboga- ' '

das. o las notarias. provienen casi siempre de familias adineradas. Por supuesto, hay-excepqione3, Una de estas. es Ana. quien r e m ,g$$atu-',..:,,. + raliw &o' túvo ~ que b a j t p ' a &. ' C ' triunfm;? %alizar mil trabajos.de t& da clase para pagarse sus,.estudios . . .

de dentista; estudios que su padre. un humilde obrero, no podia finan- ciar,.'como es de suponer. Ana que- rla realizar-. Pera. por una Ana, . , I cuintas hay Cow Conria; gil?ec6lo; 2

ga-e hija de un cirujano,'que confiesa ' . ' 1 sin complejos: "Mi padre jam& tuvo ' . t

I sg

El % h a l o de ja una gran intsrrogante en la lectora,

I

I

i

- - .- .. " . .. .. . .

.<

-4&"

,

,'

-.

t

I - .

-4 9- I .

,

I

TRAGOS LO QUE USTED

DEBE SABER PARA COMPLACERLO o SORPRENDERLO

A los hombres "Alpha", con muy escasas excepciones. les gustan las bebidas alcohólicas. Rara vez llegan a embria- garse, pues normalmente saben c6mo beber para disfrutar del placer del trago sin temor a sus peores consecuencias. Y este terreno de la vida es uno de aquCllos en los que la mujer suele encontrarse más desorientada. Son muchas " a u n entre las mujeres ~'Alpha'*- las que no saben exac-

' tamente en que consisten los distintos tragos, especialmen- te cuando se trata de ckteles con nombres un poco extra- fics y que requieren varios ingredientes (a veces con nom- bres m4s extraños aún).

Otras, aunque conozcan lo que cada trago es, no saben muy bien cuindo debe servirse ni qu6 situaciones sociales (o'íntimas) reclaman cierto tipo especial de bebida.

Para despejar todas sus dudas en este sentido, me ha parecido esencial incluir en este libro de autosuperación la presente sección, de gran valor práctico. Guihdose por ella, podrá evitar incurrrir en una serie de errores, de esos que un hombre "Alpha" espera que usted no cometa.

Además, algunos hombres son tan autosuficientes que, sin mayor averiguación, ya dan por sentado que usted no sabe absolutamente nada en materia de tragos y c6cteles y pretenden, por consiguiente enseñárselo todo al respecto. Excepcionalmente, es posible que a usted le convenga fin- gir ignorancia y dejarse enseñar. Pero, fuera de esos casos especiales, lo más probable es que usted desee demostrarle "genti1.y suavemente", que usted ya sabe, bien sea porque fue lo suficientemente lista para aprender sola o porque "otro" le enseño antes que él. Todo dependerá de las cir- cunstancias de cada caso concreto. A veces, conviene de- jar a los hombres que hagan un despliegue de su vanidad ante los asombrados y admiradores ojos de la mujer. Otras. por el contrario, es mejor dejarles ver que no tienen tanto que enseñar como ellos suponen.

Hechas las anteriores aclaraciones, veamos las nociones ,esenciales sobre tragos que usted no puede permitirse ignorar:

MARTINI

Es el trago ideal para cuando se quieren lograr resultados rlgidos. Puede clasificarse, sin lugar a dudas, entre los

1 o1

I _ .

-.

. . I -

* i i

a que refuerce an ro2 de machiste,.

i

. .

,

,

de chifdn de bolitaa ccs-l-or negm, ccmhine.do con un b l a i a e r de manga

todo e l l a hzbr& un repsrioricr muy' propio dc su persdntb

Revistn

6 . .

. . .

. . t..

. .

. L.'

EJ. t e r c e r cuadro ae encuentrs de p i s 3- trás de e l l a se, encuentra wpI

' ',

tarlo 8 traves de sus' piernas o al& escote. ,..

I . _ _ ' , , . .

y pararse bonitamente,' thocando el pie que est& delante de tal forma que el lac6n toque el empeine del otro pie .... y aquello.de sentarse y cruzar las piernas de manera que las dos ..--J.+:

queden tan juntas como sea posible 9 casi paralelas de las rodillas hacia abajo. ¡Hay una gran diferencia en'el aspecto de la mujer que sabe "manejar" sus extremidades! Lo m&s difícil de todo es bajarse de un autom6vil o subirse a 61 "particularmente si .se trata de un modelo . '

deportivo; de'esos'que tienen 10s asientos casi pegados a tierra-; pero, despues de todo, 'que tiene de malo que se le vea una puntita. del:.,;:: . . pantaloncito interior de vez en cuando? Digo, si,.;, no tiene los muslos demasiado gruesos,-o :+.:':'?: celulitis, o algo por el estilo. Muchas de mis : '? amigas se abandonan un poco en el invierno y hasta pasan semanas enteras sin rasurarse las piernas, con el pretexto de que usan botas . altas ... pero yo creo que ése es un grave error. Y en la intimidad ... 'qué? Yo me rasuro las piernas dos veces por semana en verano, y en el invierno voy al s a l h a que me las depilen con cera, de modo que siempre las tengo absolutamente sin vellos. Justamente ayer fui a hacerme este tratamiento y, por la noche, Jorge me dijo: "¿Nunca te había dicho que tienes los muslos muy suaves...?" (Sí, ya me lo había dicho antes varias veces.) Mi criterio definitivo sobre este punto es que, si usted tiene unas piernas perfectas (o casi perfectas), no tiene que preocuparse mucho del resto ... Ahora, eso sí, debe hacer ¡todo lo posible! para sacarle el mayor partido a sus fabulosas extremidades."

e*;. ~

. , t

1

. . . ~ . .

. 1 .

.'

-6 1- i

i

con a.

. .

- . valk ;;i d*eayuno €51 la cama.. . pero ndun desayuno tará encontrar esta prenda al pie de la cama cuando se

ra, '"'m salir del paso'', sino algo .muy despierte a la mañana siguiente.

de caviai y crema agria. "Croissants ' _ Cosas 9. Dígale que kstá tan cansada que no tiene fuerzas ni resamente seleccionadas para él. para desvestirse. Pídale que éI la ayude, y déjelo haTer

Jugo d e . naranjas frescas recién ex-rimidas.

- -4. . .. . . . . I . ,r todo.:el trabajo. A los hombres les fascina desvestir a ..-e .~~ ,; . 2,: ~ 6 1 6 yR %uen masaje en la espalda, -poniendo en éI las mujeres. Si el cansancio era real Y no finpido. vera 2%;. ,? .

-~~~ .- =<., todo .su -azbn, sin quejarse de 10 cansada*que se siente. que Se le quita .antes de We 61 termine. r;jcc: ESO Ser@ iCOmo 'dar un regalo sin quitarle la etiqueta w e %fif,::; ? ' ' mar? E+ precio.

. ..v.. I

,. "4. " -.

,.. .,A 1 10. Nunca hable de sus doiores de cabeza o de espalda

. "c-. -3: Huela' bien . . . Ello implica n i . $610 un "barcicito" ci6n. hn hombre puede interpretar que usted eStij anUn-

" _'. T." % . 11. Sea más "agresiva"..Aun en esbs tiempos de libera-

"

I .J ' . . ' . t .I 2 después. de las 730 P. M. .&unque ésa no sea su inten-

. . .de perfume. &o una fragancia fresca que emane de todo ciándole, por-anticipado, que no se siente con des2os para . .

. ésa. que le anuncia a éI que usted está ahi. . 1 . SU cuerpo, aaemss de una nube de su esencia favorita, hacer el amor, y esto 10 ecfriará ter!-ib!emente.

..- . _ . . .

. 4. NoJo&ga es@erar demasiado tiempo'en'la cama: Es s ci6n"femenina. l a s mujeres todavía tienden a ser dema- posible que d se duerma de aburrimiento. Si va a darse . siado pasivas. Siempre esperan que éI haga la primera un baño sensual antes de 'ir a acostarse, hágalo, pero no maniobra envolvente: ;Ataque usted de vez en cuando. . lo prolongue demasiado. Acuérdese siempre de que 61 la T aunque no Siempre! está aguardando ;impaciente!

?

. .

12. Déle begtos y morhisquitos en los dedos de los pies, 5. Procure .que e] dormitorio que comparte con 61 siem- sobre todo ji 61 siente cosqqillas.

.:pre esté -ordenado. Lo que a usted quizá le parezca un ligero desorden temporal, a él puede parecerle un caos 13. si 61 la desea a usted ahora, tal y como.está, ;no in- deprimente. sista en ir antes a cepillarse los dientes!

6. ¿Es!.á El er:fexno? TrAtf-lo como ci estul-iera mu- chísimo más enfermo de lo que realmente st; siente. Con- viértase en UM enfermera muy sexy, como esas que algunas veces vemos en las peliculw y en la televisión. Llévele huevos hervidos, budines &e arroz; té con miel y 'lim6n. Tómele el pulso. Pálpele la frente con unas - manos frescas. Déle fricciones de alcohol.

7. Aprenda a arreglar la cama sin necesidad de hzcerlo levantar a él. ¡Es divertidísimo! ¡Toda una experiencia que ninguna pareja debería perderse! - 8. Use .una bata de dormir muy sexy, semitransparente,

algo en chifón amarillo o en raso negra. A él le encan-

1 4 . Hágale . aricias nuevas. que :,unta antes le ha hecho. A~lnque lleten 15 ;Í¡os de casados, sic-rnpye habrá aunque sea un centímetro cuadrado de su cuerpo que usted no haya explorado aun. iExplórelo! Y déjeselo saber a 61; explícitamente. Así éI se dará más cuenta .aiin de lo sensual que es usted y no la confundirá con una maniaca sen~al.

- 7 .. F,er; t i ;e :a 3 , m " ; ~ c i h del clarmitoj.;o. Ilzga arre- glos .iitdacis. Luces indirectas. Bomhi?!as ~-tsadas. . Velas. P. 5. Ayúdelo a él a pensar en otras 15 cosas que 61 ,, '

pueda hacer por usted en la intimidad. ;Avívele la ima- ginación! Los resultados serán . ._ ¡estupendos!

I

112

hIQ proletariado no

Y

. "

.-

Y

!

'! "_ .

, I ' . " : ,/ ' i

su bolleza y propia de au femenidad. El t i t u l o de eaBe apart:uio e s t a marcando eon signos de irr-

ha.cia iss mujeres o un lla-

mleral y en especit31 a l a mujer en tratiz que l e da 8 sus senos, 3:

Est6 mensaje que se presr@~ea e s t e apartaao va d i r i g i d o en doe sen - %idos : I.- Los'.senos deben sex- cuidados porque es una de 1 ~ s p6rtes

- i.

nl6~ seneiblea de La mujer y que debe porscar un cuidzdo fisico espe- k

. f

...

. . ..

un nivel de estudios

. su e8poso.

en e s t e cnso 18s revistes

su ar$io e s t & en la casp ,

que en ea1 lugar que Q C U ~ R

/

. . . : .

. .

.

. . .

3,- Anhlisis dol n;ensa.je'. subyacente ( función ideológica) . El articulo maneja 19s p a r t e s sexuales de la mujer como son:

l o s senos1 Pes p i a ' m s s y en si su enetomia completa, Las considera

como un centro de atracción y un punto foca¡ er. que e l l a %ends& qae

c

. . i

. , ' k i 2:

,

monio e8 siempre el objetivo sfha y Is maternxdad un8 recompensa.

vlduali.r,a y por tmto se wliberaw grecias 8 -8 competencia basada I i.

an 3 R

v & m revistas manifisstan SUQ cr i ter ios de modezmidad en

I f..

Y I "

. /

-17- *

I '

l a mujer a s w e graficamente une p o s i c i i h de esclava r e i í n d e .

a los pies deX hombre, esta actitud materialiee; la fe l ic idad y ple-

nitud.

, &ciatan pues mmerosos y sut;hlei:.mcaaiomoa puestos en.

- mc?.i6n en el juego de forma y fondo Be las revistas fenenbas

funoiomO.aa piara el sislerna, aptos p w a la fragmentacidn, el o-

cultmiento, l e m i s t i f i c a c i b n t e 18. reetlidnd.

., Ecn e1 anfilisis de l o s discumors ( tg tu lo e imagesd corn-

proberrnos que se encuentra imerss, la ideologia yachista, muchas

vece9 di8frrzz;ada. u oculta, que no se percibe dlrecttkente pero

qde ejerclo m poder de reformadora de un mQdo ds vida,

Fue palpable e n c o n t m r en los mensaje8 C'e ltls rexistbs,

l a preponderancia que se l e otorga al s e r mascu?-ino en contra

paerieibn l a aimtsibn e in fer ior idad der ser femenino.

$@A d i v i s i 6 n de 8ex08 es un hecho biqlhgico, la pare ja e8

uA8 uni.dad fundamental, sin" embwgo la mujer siempre ha sidb, ~-3ino

la esciava del hombre, su vasalla, koa dos s e b ? no han comparti-

do nunca e l mundo nor partee igualea y todavia h a ~ aunque su con-

dicidn esta evolucionando, la mujer padece de much8.s desventajas,

Economicanent 'os hombres 'y las mujeres constituyen dos grupos,

que ante '10s mismos hechos, l o s primeros tienen situaciones m h

ventajosas, salarios mas a l t a s y mayores posibilidades de exito,

f

. .. . . .

I ." l___.-_ "" I_ . - . .

. . - ". . - ~ " . " - ... - - .. - _.__" ". __ - - _ ~ _ , ~~

_l__l ." ." . ..

m0

-7 9-

P

i

HornEstein Bernardo, Iruis, Tcorfa de Las ideologías 9

vacionea , gri j albo, México, 1978

limos, Sqmual. El P e r f i l del Hombre y la Cd t t r r a en

r ".