- Agua - Papel (cualquiera menos papel higiénico)- Batidora o licuadora - Batea (recipiente)- Bastidor: un marco de madera con una malla que puedes comprar o hacer tú mismo. El tamaño lo determi-nará el de la hoja de papel y tiene que caber dentro del recipiente.- Prensa: para conseguir una hoja plana durante el secado debemos mantenerla con presión. Bastará con unos libros pesados.- Tela de algodón: debe ser de más grande que el bastidor.-Láminas de plástico (o bolsas) para evitar que la humedad de la masa moje los tomos.

MaterialesRecicla TU papel

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Sencillos pasos para hacer tu propio papel en casa.

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El primer paso es cortar el papel en trozos muy pequeños. Recuerda que, mezclando distintos tipos, conseguirás un producto más atractivo. Cambia el agua a medida que el papel va soltando la tinta para que el color final sea más uniforme.

Tritura la mezcla en la batidora hasta conseguir una masa homogénea. Es mejor triturar la mezcla por partes para desmenuzar los trozos bien.

Una vez tengas la pulpa (la masa conseguida en el paso anterior), introduce el bastidor en ella consiguiendo que se deposite en la malla la cantidad suficiente para cubrir toda la superficie. El grosor de la capa determinaráel del papel final.

Déjalos en remojo en el recipiente durante 1 ó 2 horas, hasta que el papel comience a tener consistencia de pasta.

Puedes triturar algodón con la pasta para lograr una consistencia mayor.

Si incorporas pétalos de flores y hojas,tu papel tendrá más textura.

Saca la malla de la batea y deja que escurra el agua sobrante.

Cuando la pasta empiece a secarse por la pérdida del líquido, vuélcala con mucho cuidado sobre la tela.

Para terminar, el papel tiene que secarse completamente. Cubre la pasta con una lámina de plástico (o bolsa) y pon algunos libros encima para hacer presión y conseguir que la superficie sea más lisa.

Últimos consejos:

Una vez que esté seco, separa con cuidado el papel y la tela para que las partes que puedan estar pegadas no se rompan. Ayúdate de una espátula si es necesario.

Para acelerar el proceso de secado, que suele durar 12 horas, tiende el paño con el papel al sol (cuando ya esté algo seco para evitar que pierda la forma) o plancha con sumo cuidado el papel, siempre usando una tela como protección.

Si el agua está caliente, el tiempo de espera se reduce.