david Álvarez cineira - el impuesto al césar (mc 12,13-17) y la labor redaccional del evangelista

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El impuesto al César (Mc 12,13-17) y la labor redaccional del evangelista David Álvarez Cineira 1 SUMARIO: La anexión de Judea al Imperio supuso el pago del impuesto de capitación, cuya exacción era realizada por la administración religiosa judía. No estaba estipulado que su contribución se efectuara en metálico, pudién- dose realizar con monedas de bronce, monedas de Tiro o, incluso, mediante productos agrícolas (grano…). Además, los estudios numismáticos han corroborado que la monetización romana de denarios era escasa en Judea para esta época, lo cual haría inviable que los judíos pudieran abonar el impuesto en denarios imperiales. La mención del “denario” y de los “hero- dianos” en el relato de Mc 12,13-17 se debe a la labor editorial del evange- lista o de la comunidad de Roma, quien reelabora un logion de Jesús para afrontar una imposición: la tributación del fiscus Iudaicus en la capital del imperio. PALABRAS CLAVE: Impuestos, denario, herodianos, labor redaccional de Mc ABSTRACT: The annexation of Judea to the Empire assumed the payment of poll tax, which was levied by the Jewish religious administration. It was not stipulated that the payment will be made in cash, and it could be be done with bronze coins, coins of Tyre or even grain. In addition, numismatic studies have confirmed that the monetization of Roman denarii was scarce in Judea at that time, which would make it impossible for the Jews to pay it with imperial denarii. The mention of the “denarius” and the “Herodians” in Mark 12:13-17 is due to the editorial work of the evangelist, who reelabo- rated a logion of Jesus to face a conflict in his Roman community: the taxa- tion of the fiscus Iudaicus. ––––––––––––– 1 Correo electrónico: [email protected] Est Ag 47 (2012) 449-492

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David Álvarez Cineira - El Impuesto al césar (Mc 12,13-17) y la labor redaccional del evangelista.

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  • El impuesto al Csar (Mc 12,13-17) y lalabor redaccional del evangelista

    David lvarez Cineira1

    SUMARIO: La anexin de Judea al Imperio supuso el pago del impuesto decapitacin, cuya exaccin era realizada por la administracin religiosa juda.No estaba estipulado que su contribucin se efectuara en metlico, pudin-dose realizar con monedas de bronce, monedas de Tiro o, incluso, medianteproductos agrcolas (grano). Adems, los estudios numismticos hancorroborado que la monetizacin romana de denarios era escasa en Judeapara esta poca, lo cual hara inviable que los judos pudieran abonar elimpuesto en denarios imperiales. La mencin del denario y de los hero-dianos en el relato de Mc 12,13-17 se debe a la labor editorial del evange-lista o de la comunidad de Roma, quien reelabora un logion de Jess paraafrontar una imposicin: la tributacin del fiscus Iudaicus en la capital delimperio.

    PALABRAS CLAVE: Impuestos, denario, herodianos, labor redaccional de Mc

    ABSTRACT: The annexation of Judea to the Empire assumed the payment ofpoll tax, which was levied by the Jewish religious administration. It was notstipulated that the payment will be made in cash, and it could be be donewith bronze coins, coins of Tyre or even grain. In addition, numismaticstudies have confirmed that the monetization of Roman denarii was scarcein Judea at that time, which would make it impossible for the Jews to pay itwith imperial denarii. The mention of the denarius and the Herodiansin Mark 12:13-17 is due to the editorial work of the evangelist, who reelabo-rated a logion of Jesus to face a conflict in his Roman community: the taxa-tion of the fiscus Iudaicus.

    1 Correo electrnico: [email protected]

    Est Ag 47 (2012) 449-492

  • KEY WORDS: Taxes in Palestine, denarius, Herodians, Markan redactionalwork

    El imperio romano constituy el contexto histrico, religioso y cultu-ral en que Jess vivi, aunque su actividad se desarroll en un rea ruralinsignificante y alejada del poder imperial. Ms imbuidos de esa cultura seencontraban los autores y destinatarios de los evangelios escritos en grie-go, que presuponen un Sitz im Leben urbano donde la presencia romanaera mucho ms patente que en Galilea. Es lgico, por tanto, que se intentedescubrir la actitud de Jess frente al imperio dentro de estos evangelios,tema al que se han dedicado diversas monografas en los ltimos decenios.Si Jess proclam la inminente llegada del reino de Dios, ese mensaje con-tena implicaciones sociales y un desafo poltico para quienes detentabanel poder. Segn el parecer de varios autores, el mensaje del reino de Diossignificaba el rechazo del imperio romano, ya que no era el emperador,sino Dios quien rega los destinos del mundo2. Adems, Jess jugaba unpapel relevante en la llegada de ese reino, e incluso realiz actos provoca-dores que desafiaban el status quo (p.e. una pretendida entrada triunfal enJerusaln), actitud y mensaje que fueron castigados con la condena a muerte.

    Al margen de este y otros pasajes que pudieran considerarse desafian-tes para las autoridades romanas, la percopa del pago de los impuestos(Mc 12,13-18; Lc 20,20-26; Mt 22,15-22) trasmite uno de los textos ms cla-ros del NT, donde Jess viene interrogado de forma directa sobre una com-prometida cuestin poltica, ya que es confrontado con un aspecto esencialde la dominacin romana: el pago de los impuestos al imperio. Nos encon-tramos aqu ante una de las preguntas ms tensas de todo el evangelio3.Sus interlocutores esperan una respuesta incriminatoria: una contestacinnegativa o afirmativa habra causado igualmente problemas a Jess, bienteolgicos o polticos, pues aparecera como un revolucionario contraRoma o un colaboracionista del imperio. Es significativa, sin embargo, laausencia de dichos de Jess que ataquen directamente el sistema fiscal de

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    2 Cf. las publicaciones de John Dominic Crossan, God & Empire, Jesus against

    Rome, then and now, HarperSanFrancisco, New York 2007, 97-142; Richard A. Horsley,Hearing the Whole Story. The Politic of Plot in Marks Gospel, Westminster John KnoxPress, Louisville - London Leiden 2001. En contra, cf. Christopher Bryan, Render toCaesar. Jesus, the Early Church, and the Roman Superpower, University Press, Oxford2005, 42: Jesus stood foursquare with the biblical and prophetic attitudes toward politicaland imperial power represented by Nathan, Jeremiah, Daniel, and Deutero-Isaiah: hewould acknowledge such power, but he would also (and therefore) hold it accountable.

    3 J. Gnilka, El evangelio segn San Marcos. Vol. II: Mc 8,27-16,20 (BEB 56), Sgue-me, Salamanca 1986, 178.

  • impuestos e, incluso, en su relacin con Zaqueo, jefe de los publicanos, noaboga por una transformacin del sistema fiscal (Lc 3,13).

    La percopa ha llamado la atencin de los estudiosos desde hace dca-das4 y ha planteado infinidad de problemas a nivel del relato y de su histo-ricidad, discutindose si la respuesta de Jess se refiere al pago del tributoo ms bien encontramos aqu una confrontacin con la ideologa del cultoal emperador representada por la imagen e inscripcin de la moneda5. Enel presente artculo abordar la temtica del sistema tributario romanodentro de Palestina en tiempos de Jess. Ello nos permitir dilucidar aqu tipo de impuesto se estn refiriendo los interlocutores de Jess segnel relato marcano? En estrecha relacin con la tipologa de gravmenes fis-cales se encuentra el sistema de recaudacin y las formas de pago. Por suparte, las formas de tributacin nos llevarn a cuestionar si la monedahabitual para tributar era el denario romano o exista algn otro tipo demoneda con la que efectuar el pago. Adems, la aversin de los piadososjudos de Palestina hacia las imgenes cargadas de toda una simbologacultual pagana (p.e. culto al emperador), como eran las monedas romanasdel emperador, hace improbable que le mostraran a Jess un denarioimperial en el Templo. Por consiguiente, es probable que la inclusin deldenario fuera un aadido redaccional del evangelista o del ltimo redactoren aras de su audiencia romana.

    Si esa conclusin se mostrara correcta, tendramos que plantear laposible existencia de otro contexto vital verosmil en la comunidad de Mcpara el debate acerca del tributo y la respuesta de Jess6. En otro prximoartculo, ntimamente conexo con el presente, expondr que la mano redac-cional de Mc no se circunscribi nicamente a la moneda sino tambin alos interlocutores (Mc 12,13), identificando a los herodianos con los res-

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    4 Ethelbert Stauffer, Christus und die Caesaren. Historische Skizzen, Friederich Wit-

    tig Verlag, Hamburg 1948, 118-149; Werner Stenger, Gebt dem Kaiser, was des Kaisersist...! Eine sozialgeschichliche Untersuchung zur Besteuerung Palstinas in neutestamentli-cher Zeit (Theologie BBB 68), Athenum, Frankfurt am Main 1988; Fabian E. Udoh, ToCaesar What Is Caesars: Tribute, Taxes, and Imperial Administration in Early RomanPalestine (Brown Judaic Studies 343), Brown University, Providence, RI, 2006. RafaelAguirre Monasterio, El evangelio de Jesucristo y el imperio Romano, en: Estudios Ecle-sisticos 86 (2011) 213-240, aqu 223-225.

    5 Martin Rist, Caesar or God (Mark 12:13-17)? A Study in Formgeschichte, en:The Journal of Religion 16 (1936) 317-331, aqu 317ss.

    6 M. Eugene Boring, Mark. A Commentary, Westminster John Knox Press, Louisvi-lle London 2006, 335, considera la historia importante para intentar buscar argumentos yarrestar a Jess. Pero tambin era importante para Marcos, pues se trataba de un temaactual de su tiempo, en el que la relacin de los cristianos ante las exigencias de los gober-nadores romanos constitua un problema concreto.

  • ponsables de la sinagoga romana de los Herodianos, encargados, probable-mente, de la confeccin del censo tributario del fiscus judaicus e, incluso, desu recaudacin de los bolsillos de algunos miembros de la comunidad cris-tiana en Roma. sta se planteaba el interrogante: pagamos o no paga-mos el impuesto dirigido contra los judos tras la destruccin del Templo?(Mc 12,17). El evangelista/redactor, por tanto, responde a una cuestinacuciante de la comunidad mediante un logion de Jess, que en su da fueproferido en un contexto distinto al que presenta Mc.

    Con esta propuesta creemos responder de forma plausible al intersmostrado por Joel Marcus7 por descubrir el contexto vital de esta percopaen la vida de la comunidad del evangelista. As, la cuestin del tributo noconstitua un mero inters de anticuario para la comunidad de Marcos, sinouna cuestin de vida o muerte. Adems, la parbola previa de los labrado-res homicidas (12,1-12) despertara ecos en el auditorio marcano de la tr-gica revuelta juda contra los romanos, pero ms an si lean o escuchabanel discurso escatolgico de Mc 13,7-23. Este exegeta, por su parte, sita lacomunidad de Marcos en los albores de la guerra juda contra los romanos,una revuelta desencadenada, entre otros motivos, por la cuestin del pagode los impuestos, por lo que es posible que algunos cristianos conocidos ode esa comunidad, se hayan dejado llevar del entusiasmo revolucionario yse negaran a pagar el impuesto. Considero, sin embargo, que el rechazo apagar el tributo fue una tentacin real para la audiencia de Mc, pero no enGalilea, sino en Roma despus de la destruccin del templo, con las consi-guientes consecuencias: Os entregarn a los tribunales, seris azotados enlas sinagogas y compareceris ante gobernadores y reyes por mi causa paradar testimonio ante ellos (Mc 13,9).

    1. Los impuestos romanos en Judea en tiempos de Jess8

    El desconocimiento del sistema fiscal romano en Palestina puedehacernos pensar que la imagen del relato evanglico es histrica para el

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    7 Joel Marcus, Mark 8-16 (The Anchor Yale Bible 27A), Yale University Press, New

    Haven London 2009, 826.8 Jack Pastor, Land and Economy in Ancient Palestine, Routledge, London 1997;

    Zeev Safrai, The economy of Roman Palestine, Routledge, London 1994; Gildas Hamel,Poverty and Charity in Roman Palestine, University of California Press, Berkeley LosAngeles 1990, 129-148. Para un breve y preciso estudio cf. E. Gabba, The social, economicand political history of Palestine 63 BCECE 70, en: William Horbury - W. D. DaviesJohn Sturdy, The Cambridge History of Judaism. Vol. III: The Early Roman Period, Cam-bridge University Press, Cambridge 2008, 94-167. Philip A. Harland, The Economy of

  • tiempo de Jess en Jerusaln. Por eso considero importante abordar la cues-tin de los impuestos en Judea dentro del contexto de la poltica romana.

    Herederos de la ideologa de las ciudades-estado griegas, el gobiernoromano no impuso a sus ciudadanos, independientemente de su lugar deresidencia, la tasacin directa regular sobre las personas ni sobre las tierrasposeedoras del ius Quiritium, es decir, Italia, ni sobre los territorios roma-nos de las colonias y de las ciudades provinciales que posean el ius Itali-cum9. Por el contrario, los pueblos conquistados contribuan al imperio consus tributos (de ah el origen etimolgico de tributum relacionado con elbotn de guerra o de conquista cf. Mt 17,24-27). Al parecer no existi unalegislacin fiscal uniforme durante la Repblica ni a inicios del Principadodebido a que, en general, Roma asumi los regmenes fiscales existentes enlos territorios conquistados, adaptndolos a sus propias necesidades y cir-cunstancias especficas. El resultado fue que las diferentes provincias, ciu-dades-estado y grupos tnicos desarrollaron una amplia variedad de obli-gaciones fiscales y exenciones frente a la potencia dominadora. Estomismo sucedi con los judos, quienes fueron sometidos a diferentes polti-cas fiscales dependiendo de la poca, el lugar y el tipo de relaciones mante-nidas con Roma.

    Durante el Principado se aplicaron diferentes gravmenes fiscales alas provincias. En primer lugar, cabe mencionar el impuesto directo regu-lar, tributum (en griego se empleaban los vocablos fo,roj10 o el latinismosinnimo kh/nsoj11). Este tipo de carga fiscal se subdivida a su vez en tribu-

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    First-Century Palestine: State of the Scholarly Discussion, en: Anthony J. Blasi - JeanDuhaime - Paul-Andre Turcotte (eds.), Handbook of Early Christianity: Social ScienceApproaches, Alta Mira Press, Walnut Creek, CA 2002, 511-527.

    9 Andrew Lintott, Imperium Romanum, Politics and Administration, Routledge,London New York 1993, vase el captulo de tasacin y prestaciones personales pp.70-96. B. Shaw, Roman Taxation, en: Michael Grant Rachel Kitzinger (eds.). Civiliza-tion of the ancient Mediterranean: Greece and Rome. 3 vols., Scribner, New York 1988,809-827.

    10 W. Rebell, fo,roj en: Horst Balz Gerhard Scheider, Diccionario exegtico delNuevo Testamento, vol. II, Sgueme, Salamanca 1998, 1989s. cf. Pauly-Wissowa VII, A 1-78, esp. 44-47. Lucas emplea el concepto griego fo,roj en su texto paralelo (Lc 20,22),vocablo que usa tambin en su material propio cuando Jess es acusado de prohibir pagara los judos el tributo (Lc 23,2).

    11 Este latinismo aparece en griego, arameo y hebreo. K. Weiss, fo,roj, en: ThWNTIX (1973) 81-86: Census ist zunchst die Erhebung des abgabeflichtigen Vermgens anKapital, Grundeigentum u Sklaven, dann die Liste darber, der Steuerkataster, weiterhindas steuerpflicthtige Vermgen selbst u endlich die als Kopf- oder Grundsteuer zu erle-gende Summe (p. 83, n. 12). En este ltimo sentido es empleado por Mt 17,25; 22,17.19,mientras que Lucas, Lc 2,2 y Hech 5,37, traduce la palabra correspondiente al primer sig-nificado con avpografh,.

  • tum soli, que gravaba la tierra y los bienes inmuebles, y tributum capitis otributo sobre las personas (capitacin). Adems, exista una amplia gamade impuestos indirectos (vectigalia, te,loj) que gravaban el consumo, el tr-fico de mercancas, las actividades comerciales Por regla general, el tribu-tum de las provincias senatoriales era destinado al aerarium Saturni, mien-tras que el proveniente de las provincias imperiales engrosaba las arcas delfiscus.

    La recaudacin de los impuestos directos se encomendaba, por reglageneral, a las tericas ciudades autnomas y tribus del imperio, de las quese esperaba que produjera una suma anual fija. Esa cantidad se computabaen base al tamao de la provincia y, probablemente, al nmero de habitan-tes. En muchos casos se segua el censo romano. La exaccin era responsa-bilidad ltima del quaestor en una provincia pblica o del procurador enuna provincia imperial12, quienes deban asegurarse de que se recaudara atiempo la cantidad estipulada en metlico y, en ocasiones, tambin en pro-ductos (especialmente trigo13). Las societates publicanorum para la recau-dacin de impuestos fueron perdiendo importancia en la poca imperial,ya que las ciudades o el aparato administrativo imperial asumieron suexaccin.

    Los impuestos indirectos (vectigalia) eran numerosos, p.e. el impuestode liberacin de los esclavos, compra-venta de esclavos, impuesto de heren-cia14 Destacaban especialmente los aranceles (portoria) que se recauda-ban en los puertos, en las aduanas de las fronteras imperiales y provincia-les: el gravamen fiscal en la frontera oriental de acceso al imperio era del25 % del valor de la mercanca importada, mientras que el impuesto entreprovincias oscilaba entre el 2 y 5 %. Adems de los impuestos indirectosestatales existan tambin otras pequeas tasas provinciales o locales. Peroanalicemos con ms detalle la situacin fiscal en Palestina.

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    12 Ni Augusto ni sus sucesores introdujeron el servicio de los publicani para recau-

    dar este tipo de gravmenes.13 Peter Garnsey Richard Saller, The Roman Empire. Economy, Society and Cul-

    ture, University of California Press, Berkeley Los Angeles 1987, 87-88.14 Para un anlisis del tipo de impuestos romanos indirectos en Palestina cf. Werner

    Stenger, Gebt dem Kaiser 26-29, entre los que destacan el aurum coronarium, impuesto dela sal, impuestos de compra-venta, impuesto de tribunales, impuesto industrial. A estosimpuestos indirectos hay que aadir, adems, los aranceles de diversos tipos de aduanas ode trnsito, as como otros trabajos que haba que prestar a la mancomunidad (angaria) yuna contribucin especial para el ejrcito (annona) (pp. 30-36).

  • 1.1. Herodes y los impuestos en Judea

    Los reyes asmoneos y Herodes heredaron el sistema de impuestosexistente en la tierra de Israel y en Celesiria durante los periodos tolomai-co y selucida, aunque modificaron el nmero y el porcentaje de los grav-menes, por lo que los sbditos judos continuaban pagando el epikephaliono impuesto de capitacin, a excepcin hecha de los sacerdotes. Para estapoca, Josefo no recoge quejas de parte de los sbditos judos respecto alas prcticas de tasacin.

    Por el contrario, este historiador judo expresa un juicio negativosobre Herodes y su sistema tributario en Palestina. Esta opinin (AJ XVII308; BJ II 85ss) ha influido de forma poco crtica en la mayor parte de lasinvestigaciones recientes. As, gran parte de los estudiosos modernos consi-deran que los judos sufrieron una poltica fiscal opresiva bajo el gobiernode Herodes15. Este monarca habra esquilmado la maltrecha economa desus sbditos judos mediante un sistema abusivo de recaudacin fiscal: a)las gravosas tasas impuestas por el propio Herodes para realizar todo suambicioso plan de construcciones; b) el tributo que Palestina tena queabonar a Roma y c) los impuestos religiosos para el mantenimiento deltemplo y de los sacerdotes (impuesto del templo y los diezmos). Sin embar-go, una valoracin diferente de los datos considera que la poltica fiscal de

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    15 De esta opinin es J. Klausner, The economy of Judaea in the Period of the Sec-

    ond Temple, en: The World History of the Jewish People VII: The Herodian Period, NewBrunswick 1972, 180-205. Abraham Schalit, Knig Herodes 262-98; Shimon Applebaum,Herod I, en: EncJud, Keter, Jeru salem 1971, 382-5; Shimon Applebaum, Judaea as aRoman Province: The Countryside as a Political and Economic Factor, en: ANRW II 8(1977) 375-79; Idem, Economic Life in Palestine, en: S. Safrai M. Stern, The Jewish Peo-ple in the First Century. Vol. II: Historical Geography, Political History, Social, Culturaland Religious Life and Institutions (CRINT I/2), Van Gorcum Fortress Press,Assen/Maastricht Philadelphia 1987, 661s.; Gerd Theissen, Sociology of Early Palestini-an Christianity, Fortress Press, Philadelphia 1978; Richard A. Horsley - John S. Hanson,Ban dits, Prophets, and Messiahs: Popular Movements in the Time of Jesus, Winston, Min-neapolis 1985, 58-63; Richard A. Horsley, Jesus and the Spiral of Violence: Popular JewishResistance in Roman Palestine, Harper & Row, San Francisco 1987, 13; Marcus J. Borg,Conflict, Holiness, and Politics in the Teaching of Jesus, Edwin Mellen Press, New York1984, 53-54; Douglas E. Oakman, Jesus and the Economic Questions of His Day (Studiesin the Bible and Early Christianity), Edwin Mellen Press, New York 1986, 68-71; David A.Fiensy, The Social History of Palestine in the Herodian Period: The Land Is Mine (Studiesin the Bible and Early Christianity), Edwin Mellen Press, New York 1991,100-105. Cf.Aryeh Kasher, King Herod. A persecuted persecutor: a case study in psychohistory and psy-chobiography (Studia Judaica 36), Walter de Gruyter, Berlin New York, 2007, 418,quien lo compara con un dictador por sus pretensiones de grandeza visible en enormesedificaciones, cuyos costes agravaron la situacin econmica de sus sbditos.

  • Herodes no fue ms severa que la de sus predecesores e, incluso, habrasido beneficiosa para el pas, ya que supuso progreso y prosperidad16.

    Una posicin intermedia viene defendida por otro grupo de estudio-sos, tales como E. Gabba17 y Jack Pastor18. Segn estos autores, Herodes noexplot su territorio con una poltica fiscal severa a partir del ao 31 a.C.De hecho, en dos ocasiones redujo los impuestos (en los aos 20 y 14 a.C.).En opinin de Jack Pastor, las tasas herodianas no fueron ni ms bajas nims elevadas que las de la administracin posterior romana. Y aunqueHerodes, al menos en dos ocasiones, recurri a una tasacin punitiva de sussbditos (AJ XIV 433 y BJ I 314; AJ XVII 42), esas medidas extraordina-rias no fueron ideadas con el objeto de recaudar ms impuestos, sino demostrar la mano dura del monarca contra los sbditos rebeldes.

    En esta misma lnea de pensamiento, Samuel Rocca19, en su monogra-fa dedicada a Herodes, considera que los sbditos tuvieron que abonarimpuestos relativamente elevados, especialmente al inicio de su reinado(37-31 a.C.). Durante ese primer periodo, la tasacin era elevada con elobjeto de obtener dinero con el que contentar a Marco Antonio y a las tro-pas conquistadoras. Ante el nmero reducido de gentiles que habitaban suterritorio para someterlos a tasacin y dado que Cleopatra dominaba granparte de los recursos del pas (puertos, plantaciones de blsamo), Hero-des se encontr ante la imperiosa situacin de recaudar impuestos, por loque tuvo que imponer onerosas cargas fiscales a los ricos y, en menor medi-da, al campesinado judo que tena pocos recursos econmicos. Pero el ao31 a.C., tras la victoria naval de Augusto en Accio, supuso un cambio drs-tico en la poltica fiscal, ya que las tierras reales volvieron a manos delmonarca, las cuales constituan la verdadera fuente de riqueza y de ingre-sos. Adems, Octavio aadi todas las ciudades gentiles, que haban forma-do parte del reino asmoneo, al territorio de Herodes, socius y amicus popu-li romani, quien tena un foedus aequus con Roma y no un mero tratado de

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    16 E.P. Sanders, La figura histrica de Jess, Verbo Divino, Estella 2000, 37-53. 17 E. Gabba, The social 118, hablando de Herodes afirma: However, the charges

    of excessive exploitation of the kingdom, leading to general destitution, which are oftenaccepted by modern historiography, seem to be unfounded.

    18 Jack Pastor, Land, 98-126. Tamar Landau, Out-Heroding Herod. Josephus,Rhetoric, and the Herod Narratives (Ancient Judaism and Early Christianity 63), Brill, Lei-den Boston 2006, 197s. Joseph Geiger, Rome and Jerusalem: Public Building and theEconomy, en: David M. Jacobson - Nikos Kokkinos (eds.), Herod and Augustus. PapersPresented at the IJS Conference, 21st23rd June 2005 (IJS Studies in Judaica 6), Brill, Lei-den Boston 2009, 157-169.

    19 Samuel Rocca, Herods Judaea (TSAJ 122), Mohr Siebeck, Tbingen 2008, 203-210.

  • amistad y alianza. Como consecuencia de la mejor situacin econmica dePalestina, la presin fiscal herodiana sobre los sbditos judos se aliger deforma significativa.

    Herodes y su estado mantenan, por tanto, una relacin especial conRoma, aunque conllevaba ciertas limitaciones. Como rey cliente de losromanos20, su poltica exterior estaba totalmente limitada. No obstante, leconfera la posicin de dueo y seor de Palestina. Asimismo, obtuvo otrosdos beneficios importantes: al igual que su padre, se convirti en ciudadanoromano y mantuvo relaciones personales y polticas de cliente respecto aAugusto, lo que le sirvi para mantenerse tanto tiempo en el poder (Josefo,AJ XV 190).

    Relevante para nuestro estudio es si este tratado de amistad conRoma exoneraba a Herodes y a su reino de tener que pagar tributo alimperio. La discusin sobre las obligaciones fiscales judas hacia Romabajo el reinado de Herodes tiene como gran escollo la ausencia de testimo-nios. Nuestra fuente literaria juda ms importante para esa poca, Josefo,no menciona que sus sbditos estuvieran sujetos al pago de tributo alimperio. A. Momigliano21, sin embargo, bas su hiptesis de que Romacontinu exigiendo un tributo anual de Judea en base a un pasaje pococlaro de Apiano, Bell. civ. 5,75, interpretacin que ha sido criticada por laausencia de evidencias. Muchos exegetas de NT, no obstante, se han apoya-do directa o indirectamente en esta opinin de Momigliano para mencio-nar de forma poco precisa los impuestos romanos que gravaban a losjudos o que Herodes tena que pagar una suma fija anual a Roma. Sinembargo, no existe nada que apoye tal teora22.

    El consenso de los historiadores afirma en la actualidad que, aunqueno exista una regla establecida y fija, pero en la prctica los reinos clien-tes/vasallos durante la Repblica y la primera etapa del Principado noestaban sujetos a la tasacin anual, ni se conoce para esa poca algn reycliente que tuviera que pagar el tributo a Roma. As, segn E. Gabba, laJudea de Herodes fue uno de los estados clientes que no tributaba a

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    20 Peter Richardson, Herod. King of the Jews and Friend of the Romans, University

    of South Carolina Press, Columbia 1996, 226-239; Anthony A. Barrett, Herod, Augustus,and the Special Relationship: The Significance of the Procuratorship, en: David M. Jacob-son - Nikos Kokkinos (eds.), Herod and Augustus 281-302, considera que el nombramien-to de Herodes como procurador le dara la autoridad sobre las cuestiones patrimoniales yla administracin de las finanzas de Augusto en Palestina.

    21 Arnaldo Momigliano, Ricerche sullorganizzazione della Giudea sotto il dominioromano, 63 a. C.-70 d. C. (Bologna: Annali della R. Scuola Normale Superiore di Pisa,1934; repr., Amsterdam: Adolf M. Hakkert, 1967), 10-36.

    22 Fabian E. Udoh, To Caesar 121.

  • Roma23. Por otra parte, hay que sealar que los judos que se reunierontras la muerte de Herodes, exigieron de Arquelao una reduccin tanto delimpuesto anual como de los aranceles de ventas (AJ XVII 204-5; BJ II 4).Posteriormente, la legacin ante Augusto expuso su queja de la elevadatasacin herodiana con la esperanza y el objetivo de apoyar su demanda deabolir la monarqua (AJ XVII 307-8; BJ II 85-86). Pero para nada se men-ciona en ambos casos el tributo a Roma. Herodes, como otros reyes clien-tes y los hechos de su reinado claramente dejan traslucir, fue seor de suterritorio con independencia judicial, administrativa, militar y fiscal bajo lahegemona romana24. Impuso y suprimi impuestos ad libitum; decret lascargas fiscales para las ciudades y colonias que haba fundado, todo ello sinreferencia alguna a supuestas obligaciones fiscales hacia Roma.

    A nivel interno de Palestina, sin embargo, es imposible determinar eltipo de gravmenes que Herodes impuso a sus sbditos y en qu consist-an. La falta de datos concretos ha ocasionado que los eruditos hayan esta-blecido un marco terico que permita atribuir a este monarca y a sus hijosdiferentes impuestos. Se presupona que el rey judo, adems de haber asu-mido aspectos del sistema fiscal romano, habra introducido diversas tasasconocidas en Egipto o Siria. Especialmente relevante en esta direccin fuela publicacin de Schalit25 sobre Herodes, para quien el monarca establecilos siguientes aranceles: tributum capitis, tributum soli (impuesto de propie-dad y de ingresos), impuesto de la corona, impuesto de ventas y ocupacio-nal, aranceles de aduanas e impuestos varios. Harold Hoehner26, por suparte, expone tasaciones diferentes a las anteriores para el territorio deHerodes Antipas, que a su vez provendran de su padre, Herodes el Gran-

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    23 E. Gabba, The finances of King Herod, en: A. Kasher - U. Rappaport - G. Fuks

    (eds.), Greece and Rome in Eretz Israel: Collected Essays, Jerusalem 1990, 160168, aqu164. E. Gabba, Social, Economic and Political History of Palestine 60 BCE-CE 70, en:CHJ. The Early Roman Period 3, Cambridge 1999, 121: The often painted picture of akingdom tragically oppressed by the double weight of taxes due to the king and the tributepaid to Rome, is tendentious in both of its elements. There is no evidence that Herod,after 30 BCE, or his heirs after him, paid any tribute to Rome, and this state of affairscoincides perfectly with what we know of the condition of the reges socii et amici populiRomani. El pago de tributum ha sido defendido por M. Stern - S. Applebaum, en TheJewish People in the First Century Vol. I, Van Gorcum Fortress Press, Assen/Maastricht Philadelphia 19742, 2389; 324-334; y Vol. II, p. 661 y n. 8.

    24 Fabian E. Udoh, To Caesar 144.25 Abraham Schalit, Knig Herodes. Der Mann und sein Werk, Walter de Gruyter,

    Berlin 20012, 256-296.26 Harold W. Hoehner, Herod Antipas, Cambridge University Press, Cambridge

    1972, 75-77, menciona la capitacin, impuestos de pesca, aranceles de aduanas, impuestosde compra-venta, impuesto profesional, impuesto religioso. K. C. Hanson - Douglas E.Oakman, Palestine in the Time of Jesus. Social Structures and Social Conflicts, Fortress

  • de. Sin embargo, este tipo de suposiciones son arbitrarias, nicamente basa-das en la existencia de dichas imposiciones en otros lugares de OrienteMedio. El reino de Herodes reflejara ciertos modelos especficos de tasa-cin existentes en otras regiones del imperio. Ese modelo, sin embargo,estaba marcado por la adaptabilidad y variabilidad, acomodndose a lasnecesidades econmicas y polticas.

    Probablemente, Herodes eximi a los judos en los ltimos aos de sureinado del tributo (fo,roj o impuestos de los frutos de la tierra), dado quela situacin econmica haba mejorado. Todos los sbditos de Herodes ten-dran que pagar el epikephaleion, la capitacin. Como los selucidas, tam-bin habra mantenido los impuestos de compra-venta, los gravmenessobre la actividad comercial: el comercio de trnsito a travs de aranceles yderechos de peaje, o el impuesto profesional. Existan otros gravmenesfiscales como era el impuesto de inscripcin, que se pagaba por todos losbienes antes de la exportacin o importacin27.

    Adems de hacer frente a la fiscalidad de Herodes, los judos tenanque pagar los impuestos especiales para el mantenimiento del templo y sussacerdotes, tales como la terumah y la maaseroth, y el medio shekelanual28. En el mbito religioso, este monarca probablemente dirigi supoltica fiscal contra los sacerdotes y los bouleutes, en oposicin a la prcti-ca habitual de los selucidas y asmoneos, lo cual explicara la actitud nega-tiva de Josefo frente a su poltica recaudatoria, dado que l era sacerdote.Antes de su reinado, las clases pudientes de Judea estaban exentas de lamayor parte de los impuestos, aunque es verdad que contribuan a lacomunidad mediante el euergetismo voluntario. No pudiendo recaudar msimpuestos de las clases humildes, Herodes opt por gravar en mayor medi-da a las clases adineradas, por lo que obtuvo ms dinero y el control econ-mico sobre sus sbditos. No obstante, el grueso de sus ingresos provena de

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    Press, Minneapolis 1998, 144, sealan los siguientes impuestos en tiempos de Herodes:impuesto de tierra propiedad, capitacin, impuestos de mercados en las ciudades, adua-nas de trnsito, aranceles portuarios y la contribucin mediante trabajos comunales paraproyectos del estado.

    27 E. Gabba, The social 118: Taxes were levied directly on the produce of thesoil, through payment of a proportional or a fixed quota (there does not appear to havebeen a capitation tax, although the Romans later introduced one), and indirectly on salesand certain trades, in particular the transit trade, through excise duties and tolls on variouscommercial activities.

    28 Sobre los diferentes gravmenes religiosos de los judos en tiempo de Jess cf.Werner Stenger, Gebt dem Kaiser 147-228: impuesto del templo shekalim; impuesto dela madera; las primicias bikurim; contribuciones para el personal del culto: mala, teruma,maaser rishon, maaser min ha maaser; otras aportaciones: maaser sheni, maaser shlishi,maaser ani, pat sade, leket y shika.

  • los beneficios procedentes de las tierras reales, ya que l era el mayor pro-pietario de tierras frtiles, algunas de las cuales constituan su patrimoniopersonal, pero la mayor parte haban sido confiscadas a sus enemigos.

    Josefo no menciona el uso de la prctica romana y helenista de lospublicanos (recaudadores de impuestos) en conexin con los asmoneos nicon Herodes. Por tanto, este monarca emple probablemente funcionariosestatales para la recaudacin de impuestos, quienes reciban un salarioregular. Estos agentes vienen descritos en AJ XVII 308 como sus escla-vos/servidores que eran enviados a recoger el tributo. De esta forma, elbeneficio de los publicanos fue eliminado del sistema fiscal.

    Un elemento importante del mbito econmico lo constitua la acua-cin de moneda29. Herodes mostr cierta reserva respecto a las representa-ciones y smbolos, intentando evitar las imgenes humanas y el simbolismoexcesivamente sacralizado. Prosigui con la imaginera de los asmoneos (ladoble cornucopia y el pomelo), posiblemente acuando monedas de Tiroempleadas en el mbito local para el pago del impuesto del Templo. Deigual modo, utiliz smbolos republicanos romanos mediante los que mos-traba su simpata hacia el Senado romano, a quien deba su poder. Fuerade su pas, fue considerado un importante patrono, un hombre amable ygeneroso, piadoso y amigo de los romanos. Estas caractersticas contrastancon la imagen que presenta Josefo. En conclusin, se puede afirmar que entiempos de Herodes, todas las clases sociales pagaban tasas de una u otraforma, aunque el peso mayor de los impuestos recaa sobre la clase dominante.

    Tras la muerte de Herodes, su reino fue dividido entre tres de sushijos. El sistema tributario de esos tres territorios no se modificar respec-to a Roma. Por tanto, tendrn una autonoma fiscal en la exaccin deimpuestos y tributos30. Esa situacin permaneci en las regiones de Anti-pas y Filipo durante casi medio siglo. Sin embargo, la situacin de los terri-torios gobernados por Arquelao, Idumea, Judea y Samara, cambi en el

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    29 A. Kushnir-Stein, Coins of the Herodian Dynasty: The State of Research, en: N.

    Kokkinos (ed.), The World of the Herods. Volume 1 of the International Conference TheWorld of the Herods and the Nabataeans held at the British Museum, 1719 April 2001(Oriens et Occidens 14), Stuttgart 2007, pp. 5560. Donald T. Ariel, The Jerusalem Mintof Herod the Great: A Relative Chronology, en: INJ 14 (20002002) 99124; Idem, TheCoins of Herod the Great in the Context of the Augustan Empire, en: David M. Jacobson- Nikos Kokkinos (eds.), Herod and Augustus, 113-126; Yaakov Meshorer, A Treasury ofJewish Coins. From the Persian Period to Bar Kokhba, Jerusalem 2001, 5-30; PeterRichardson, Herod 203-215; Morten Hrning Jensen, Herod Antipas in Galilee (WUNT II215), Mohr Siebeck, Tbingen 2006, 194-197.

    30 Werner Stenger, Gebt dem Kaiser 56, opina, sin embargo, que pagaron un ciertotributo al erario imperial como signo de su seoro (tributario) frente a Roma.

  • ao 6 d.C., tras haber sido desterrado a Francia por Augusto. Solo tras lamuerte de Agripa I (44. d.C.), en cuyo reino haban sido integradas esastetrarquas, Palestina qued bajo dominio directo romano, tanto polticocomo fiscal.

    1.2. Judea bajo administracin directa romana (6 41 d.C.)

    Una vez depuesto Arquelao de su cargo, sus dominios pasaron adepender directamente de la administracin romana31. No obstante, elnuevo rgimen poltico de esos territorios no es muy preciso conforme alas informaciones que trasmite Josefo. As, por una parte, el historiadorjudo seala que Augusto agreg luego a la provincia de Siria el territorioque haba estado sometido a las directrices de Arquelao. E inmediatamen-te fue enviado all por el emperador un hombre perteneciente al ordenconsular, Quirino, con la misin de proceder al censo de las propiedadesexistentes en la referida provincia de Siria y de vender el patrimonio deArquelao (AJ XVII 335). Por consiguiente, Judea fue anexionada a la pro-vincia imperial de Siria y sometida al legado imperial de rango senatorial.El historiador judo silencia el censo propio de Judea, considerando que serealiz ms bien un censo en toda Siria. Sin embargo, el mismo autor indi-ca en otro pasaje que Judea fue vinculada a Siria, pero sin integrarse total-mente en ella: se le otorg un gobernador propio de rango ecuestre, quientena toda la potestad militar, jurdica y fiscal, exceptuando solamente enalgunas materias en las que estaba subordinado al legado imperial deSiria32.

    Estas dos noticias vienen combinadas en otro prrafo de Josefo: Qui-rino, perteneciente al orden senatorial, se present en Siria, adonde fueenviado por Augusto para administrar justicia entre las gentes y para efec-tuar el censo de sus propiedades. Y con l fue enviado tambin Coponio,perteneciente al orden ecuestre, para gobernar a los judos con poderesabsolutos. Tambin Quirino se present en Judea, al haber sido agregadasta a la provincia de Siria, para llevar a cabo el censo de las propiedades

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    31 Israel Shatzman, Lintegrazione della Giudea nellimpero romano, en: Ariel

    Lewin (ed.), Gli Ebrei nellimpero romano, La Giuntina, Firenze 2001, 17-46.32 BJ II 117: El territorio de Arquelao fue convertido en provincia y fue enviado

    como procurador Coponio, que perteneca a la clase ecuestre de los romanos, y recibi deCsar todos los poderes, hasta el de condenar a muerte. Durante su gobierno, un galileollamado Judas, incit a sublevarse a los habitantes del lugar, pues les reprochaba quesoportasen el pagar tributos a los romanos.

  • judas y para vender los bienes de Arquelao. Y los judos, aunque al princi-pio no queran en absoluto or hablar de catastro, fueron cediendo en loms de su oposicin (AJ XVIII 1-2).

    Podemos concluir que en el ao 6 d.C., P. Sulpicio Quirino fue nom-brado legatus Augusti pro praetore en la provincia imperial de Siria, y comotal detentaba todo el poder jurdico, fiscal y militar. Ese mismo ao, al asu-mir sus funciones, realiz el censo rutinario en Siria. Al mismo tiempo, lefue encomendado organizar, tras la anexin romana de los antiguos territo-rios de Arquelao, el primer censo33 romano de los habitantes de la nuevaprovincia y de sus bienes (Lc 2,2; Hech 5,37; Josefo, AJ XVII 13,4; XVIII 1-2), lo que constituy la base catastral para que los judos pagaran por pri-mera vez en su historia el tributo directamente al emperador. Se trataba deun procedimiento normal de la administracin romana, condicin necesa-ria para la imposicin del impuesto de capitacin. Aunque ese censo no seidentificaba con el que se deba realizar en Siria, Quirino, sin embargo, fuecomisionado, como encargo especial, de liquidar las propiedades deArquelao, bien mediante venta o arrendamiento de tal forma que fuerantiles al fiscus del emperador.

    Se concluye, por tanto, que Judea no fue incorporada a Siria, sino quese cre con ella una nueva provincia romana de segunda categora34, de lasllamadas provincias procuratorianas, gobernada por un magistrado delorden ecuestre, es decir, inferior al orden senatorial, que reciba el ttulo deprefecto, segn consta en una inscripcin hallada en el teatro de Cesarea,en la que se cita a Poncio Pilato como praefectus Iudaeae; probablementedespus del ao 44, este ttulo se cambi al de procurador. Solo determina-das provincias, que eran conflictivas o difciles de gobernar y de formaexcepcional, se ponan bajo gobierno directo de un procurador de rangoecuestre35. Judea es as una provincia autnoma, cuyo prefecto posea lacompleta autoridad sobre la zona. La intervencin del legado imperial de

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    33 F.X. Steinmetzer, Census, RAC II, 969ss: Als erste Prokurator Judaeas wurde

    etwa 6/9 nC. Coponius, als Legatus von Syrien Quirinius nach Judea gesandt. Dieser nahmiJ. 37 der aera Actiaca d.h. 6/7 nC. einen C. vor. Jack Pastor, Land and Economy 136-140. Sobre el censo de Quirino (Lc 2, 1-5), cf. el apndice de Emil Schrer, Historia delpueblo judo. Vol. I, 515-550.

    34 As la considera Joaqun Gonzlez Echegaray, Los Herodes. Una dinasta real entiempos de Jess, Verbo Divino, Estella 2007, 121s. Por su parte, Werner Stenger, Gebtdem Kaiser 58, la considera una provincia de tercera clase (cf. Strabo 17,3,25: A algunasprovincias, el emperador enviaba encargados a hombres de rango consular; a otras, hom-bres de rango pretorio y a otras, de rango ecuestre).

    35 Emil Schrer, Historia del pueblo judo en tiempos de Jess 175 a.C.-135 d.C. Vol.I: Fuentes y marco histrico, Ed. Cristiandad, Madrid 1985, 463: Y esta categora debe

  • Siria, Quirino, constituy un caso nico, explicable porque los romanos nodisponan de su propio aparato administrativo en la nueva provincia. Ade-ms, este legado imperial tena experiencia previa ya que haba pacificadola zona tras la muerte de Herodes el Grande y la sucesin de sus hijos.

    El censo ordenado por los romanos despert conmocin y resenti-miento en el pueblo judo. La deposicin y el destierro de Arquelao, laanexin del territorio, el censo y la imposicin del tributo provocaron unarebelin (BJ II 118). El motivo especficamente religioso, que parece habersido predominante, de la ilegalidad del censo fue estrechamente asociadocon un segundo motivo de carcter ms poltico. El censo y el impuestoconsecuente de capitacin fueron vistos como pruebas de la prdida deindependencia y de esclavitud ante un poder extranjero.

    Como territorio anexionado al imperio, Judea pas a ser stipendiariae,es decir, sujeto a tributo, por lo que todos los varones fueron sometidos aun doble impuesto directo: a) el tributum soli, vinculado al solar familiar,que implicaba el pago de la suma correspondiente en funcin del registrocatastral. Las fuentes existentes no proporcionan detalles sobre la organi-zacin del tributum soli en Judea, por lo que no sabemos si este impuestogravaba nicamente la propiedad o tambin su produccin anual; es proba-ble que se asemejara al impuesto herodiano sobre los productos de la tie-rra y fuera recaudado en su mayor parte en especie. b) Tras el censo depoblacin se agreg un nuevo impuesto gravoso de capitacin (tributumcapitis), que deban pagar las personas como tales, independientemente desus bienes. Segn Gonzlez Echegaray, el impuesto territorial ya exista entiempos de Herodes, pero el impuesto personal resultaba una novedadpara los judos36.

    La existencia del impuesto de capitacin en Judea durante la vida deJess se desprende de la palabra kh/nsoj en los pasajes del NT, la cual apa-rece slo en Mc 12,14; Mt 22,17.19 y Mt 17,25, donde Jess, al comentar lapeticin sobre el impuesto del templo (didracma), pregunta a Simn, dequin reciben los reyes de la tierra peaje o tributo37. Los historiadores y

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    considerarse como una excepcin a la regla. La mayora de las provincias imperiales, aligual que las senatoriales, estaban administradas por personas de rango senatorial, lasmayores (como Siria) por antiguos cnsules, y las ms pequeas por antiguos pretores.Slo unas pocas provincias estaban excepcionalmente bajo mando de gobernadores derango ecuestre, a saber, aquellas que, debido a sus dificultades, a la individualidad de sucultura o a su carencia de ella hacan poco menos que imposible el estricto cumplimientode las regulaciones ordinarias del Imperio.

    36 Joaqun Gonzlez Echegaray, Los Herodes 122.37 Significa impuesto de capitacin escriben Davies y Allison sobre la expresin oi`

    basilei/j th/j gh/j avpo. ti,nwn lamba,nousin te,lh h' kh/nson en Mt 17,25, las dos palabras uni-

  • estudiosos del NT consideran que esta percopa evanglica proporcionauna evidencia irrefutable para defender que los judos tenan que pagar elimpuesto de capitacin a Roma desde el censo romano realizado en el ao6 d.C.38 As leemos afirmaciones: En la poca de Tiberio, -escribe Hei-chelheim- Judea pagaba un impuesto de capitacin de un denario, quehaba sido introducido tras la deposicin de Arquelao y la confiscacin desu reino39. Como prueba para defender su opinin, Heichelheim cita Mc12,13-17 y los textos paralelos (Mt 22,15-22 y Lc 20,20-26). Esta opiniocommunis, sin embargo, ha sido cuestionada recientemente por Fabian E.Udoh, para quien el trmino censo indica simplemente la lista de loshabitantes del territorio, sin implicar el pago del tributo de capitacin40.

    Contra la hiptesis de Fabian E. Udoh, se puede aducir, no obstante,un texto de Filn. En el ao 40 d.C., Agripa, segn informa Filn, escribe aGayo con la siguiente peticin: Por mi naturaleza y por la multitud debeneficios con que me has enriquecido, me habra atrevido a pedir para mipatria, si no la ciudadana romana, al menos la libertad (independencia) yla remisin de los impuestos, pero no he tenido la osada de pedir nada deeso (Legat 287). Judea, la patria de la que habla Filn, haba estado bajodominio directo de Roma y sometida a tributo desde el ao 6 d.C. Liber-tad y remisin de tributo (la concesin ms alta que se poda conceder alas provincias) habra supuesto la liberacin de Jerusaln y del resto deJudea de la administracin directa romana junto con la concesin de inmu-nidad fiscal.

    Por desgracia, desconocemos la forma de fijar y la cuanta monetariadel tributo de capitacin, pues el supuesto denario anual por persona, tal ycomo pudiera dar a entender Mc 12,13-17, es cuestionable, como posterior-mente veremos. A los impuestos directos, hay que aadir el resto de losimpuestos indirectos anteriormente mencionados y los posibles impuestoslocales41. En opinin de Josefo, Judea volvi a tener el mismo sistema

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    das implican los impuestos directos e indirectos, es decir, de todo tipo (cf. Rom 13,7,donde fo,roj y te,loj realizan esta funcin), cf. W. D. Davies - Dale C. Allison, A Criticaland Exegetical Commentary on the Gospel according to Saint Matthew, Vol. III, T.T.Clark, Edinburgh, 1997, 211

    38 Cf. (1) la declaracin de Apiano, Syr. 11.8.50; (2) el episodio del impuesto alCsar de los evangelios; y (3) el pasaje del jurista Ulpiano sobre el registro del censo y lanotificacin del jurista Pablo sobre la fundacin de la colonia romana en Cesarea.

    39 F.M. Heichelheim, Roman Syria, en Tenney Frank (ed.), An Economic Survey ofAncient Rome, Vol. 4, Baltimore 1938, 236, n. 33.

    40 Fabian E. Udoh, To Caesar 221s.41 Referente a los impuestos de compra-venta Josefo, AJ xvii 205. Sobre los produc-

    tos agrcolas trados a Jerusaln, AJ. xviii.90; sobre el impuesto de las casas en Jerusaln,AJ xix 299 (es probable que fuera impuesto por algn prefecto romano como medida de

  • administrativo que Pompeyo42 haba establecido en el ao 63 a.C. (y queperdur hasta el 40 a.C.), es decir, un gobierno directo en manos de la aris-tocracia sacerdotal y un gobierno indirecto supervisor al mando de unmagistrado romano.

    2. El sistema de la recaudacin de impuestos en Judea

    El sistema de recaudacin de impuestos en la provincia de Judea siguesiendo elusivo. El estudio clsico, al menos entre los estudiosos de NT, deJohn R. Donahue43 sobre los recaudadores de impuestos en tiempos deJess se basa en la nocin de que los impuestos directos, en ese momento,estaban bajo la supervisin de la autoridad central, mientras que losimpuestos indirectos, los aranceles, peajes y otros impuestos, fueron enco-mendados a arrendatarios individuales. En su opinin, por lo tanto, duran-te el gobierno de los prefectos y procuradores, los impuestos directos, elimpuesto de capitacin y el impuesto sobre la tierra, no fueron subcontra-tados o arrendados. Los funcionarios encargados de recaudar estos grav-menes fiscales estaban bajo la supervisin directa de los romanos. No obs-tante, esta visin no ha sido compartida por todos los estudiosos44.

    Cmo y quin cobraba en tiempos de Jess los impuestos directos enJudea? El sistema de recaudacin de los impuestos mediante su arrenda-miento funcion en ese territorio45 durante un periodo breve de tiempodesde Pompeyo hasta Gabinio, pues poco tiempo despus, Julio Caesaraboli en Judea el sistema de exaccin por medio de publicani y, en conse-cuencia, el sistema clsico de publicanos dej de existir en Palestina. Hero-des instituy, como anteriormente haban hecho los reyes asmoneos, suspropios servicios de recaudacin fiscal. Es poco probable que con la consti-tucin de la nueva provincia se volviera a instaurar un sistema obsoleto derecaudacin.

    EL IMPUESTO AL CSAR (Mc 12,13-17) Y LA LABOR REDACCIONAL 465

    castigo por alguna de las confrontaciones con el poder romano, aunque desconocemos elmotivo exacto para dicha tasacin, la cual fue suprimida por Agripa I (AJ XIX 299).

    42 No obstante, el estatuto del estado judo haba sufrido ciertos cambios desdePompeyo hasta Herodes (40 a.C.), en virtud de las concesiones realizadas por los magis-trados romanos, especialmente Julio Csar.

    43 John R. Donahue, Tax Collectors and Sinners: An Attempt at Identification, en:CBQ 33 (1971) 48-49.

    44 Fabian E. Udoh, To Caesar 230-232.45 Sobre la administracin provincial romana cf. A. Lintott, Imperium Romanum 79-

    80, sobre los publicanos en Judea, pp. 156-157, cfr. la discusin de la ley romana y juda enla administracin provincial.

  • Dado que Judea constitua un pequeo territorio vinculado de algunaforma a la provincia de Siria y no de vital importancia a nivel estratgicoen la frontera oriental, la administracin imperial concedi pocas tropas alprefecto. Por tanto, ste necesitaba un cuerpo institucional en quien pudie-ra delegar la responsabilidad de recaudar los impuestos. Adems, ungobierno estable era nicamente posible con la cooperacin de los ldereslocales. Esta prctica de cooperacin con las lites locales era habitual enla administracin romana, ya que stas, gracias a su prestigio ante el pue-blo, mantenan mejor el orden pblico y posean conocimientos para reco-ger las estadsticas del censo. Como contrapartida, esperaban obtener deRoma ciertas compensaciones econmicas o privilegios.

    La exaccin fiscal recay presumiblemente en el Sumo Sacerdote y elSanedrn (BJ II 405)46, quienes para desempear esa funcin contaran conun grupo de colaboradores (un secretario y la nominacin de 10 hombresdirigentes, dekaprtoi)47. Josefo parece sugerir que los magistrados y losmiembros del Sanedrn recaudaban personalmente el tributo. Al menos, yadeja entrever que el Sumo Sacerdote desempe un papel relevante en laorganizacin del primer censo (AJ XVIII 3), lo que le granje la estima dela clase poderosa simpatizante de Roma. Probablemente, la aristocraciasacerdotal jugaba un papel de supervisin, mientras que sus agentes recau-daban el tributo de los campesinos, pues sabemos que tena sus propiosesclavos y sirvientes para la colecta de los diezmos (AJ XX 181, 206-7).Es posible que esas mismas personas hubieran sido sus agentes para laexaccin del impuesto de capitacin o fuera encomendado a personas rele-vantes de las aldeas.

    Este sistema de recaudacin viene corroborado por la informacindisponible para la poca de Gesio Floro durante la revuelta contra Roma,en la que los impuestos no venan cobrados por una sociedad arrendatariade recaudacin fiscal o por medio de sus propios recaudadores, sinomediante los magistrados y los miembros del consejo, quienes iban porlas aldeas recaudando el tributo. De entre los magistrados y notables jud-os, el procurador elega a los que deban colectar los impuestos de laregin (BJ II 405-407). Esto indica que los exactores eran judos al serviciodel poder dominador extranjero, sin que hubiera cobradores romanos en laprovincia de Judea en tiempos de Jess.

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    46 E. P. Sanders, Jesus Galilee, en: Ismo Dunderberg et al. (eds.), Fair Play:

    Diversity and Conflicts in Early Christian ity, Brill, Leiden 2002, 6-9; E.P. Sanders, Judaism170-89.

    47 Cf. K.C. Hanson Douglas E. Oakman, Palestine 115.

  • Por su parte, el gobernador subastara los impuestos indirectos, que-dando stos en manos de publicanos nativos48, es decir, los arrendatarios ysus agentes eran judos. As, los dos recaudadores de impuestos indirectos49conocidos por sus nombres en los evangelios son tambin judos: Lev /Mateo (Mc 2,17 / / Lc 5,27-32; Mt 9,9-13); y Zaqueo (Lc 19,1-10). Otro casoconocido es Juan, el publicano, uno de los notables o lderes judos deCesarea en tiempos del procurador Floro (BJ II 287.292)50. Este sistemafiscal continu dcadas ms tarde, ya que los rabinos discuten el caso de siun compaero fariseo puede convertirse en cobrador de impuestos. Si rea-liza esta funcin, se le considerar como excluido de la comunidad y nopodr volver a ser aceptado dentro del grupo de los fariseos una vez quehaya abandonado el cargo (b. Bekh 31a). No obstante, estos recaudadoresfariseos no vendrn condenados moralmente, pues en ocasiones ayudabana su gente y defendan los intereses de su pueblo, cosa que no hara unexactor pagano. Se puede concluir, por tanto, que los agentes judos deimpuestos desempeaban su cargo en cooperacin o, mejor, bajo el controlde los paganos que estaban al servicio del procurador.

    Martin Goodman se percata de la dificultad de explicar que estospublicanos judos fueran considerados pecadores y mal vistos en las fuen-tes judas y cristianas, mientras que esa crtica no se emite contra el SumoSacerdote y sus colaboradores directos, que cooperaban ms estrechamen-te con Roma y se lucraban a mayor escala con los impuestos directos51.Sern los sublevados en el ao 66 d.C., sin embargo, quienes consideren atodos los recaudadores de impuestos como colaboradores de los paganos.

    La carga total de los impuestos debi ser gravosa52 entre las clasesmenos pudientes. El pago del tributo supona, adems de una carga econ-

    EL IMPUESTO AL CSAR (Mc 12,13-17) Y LA LABOR REDACCIONAL 467

    48 Lc 19,1. Para la presencia de publicanos en la tetrarqua de Antipas, vase Mc

    2,14; Mt 9,9; Lc 5,27; Harold W. Hoehner, Herod Antipas 779. 49 Los recaudadores de impuestos del NT no eran encargados de recoger los impues-

    tos directos, sino los aranceles, es decir, funcionarios o empleados en el centro de recau-dacin (telonion), as como tambin el hombre rico que adquiere el derecho de recaudaresos aranceles.

    50 Martin Goodman, The Ruling Class of Judaea: The Origins of the Jewish Revoltagainst Rome A. D. 66-70, Cambridge University Press, Cambrigde 1998, 38ss., 131.

    51 Martin Goodman, The Ruling Class of Judaea 132, ofrece la siguiente explicacin:los recaudadores de impuestos lograron el poder solo a travs del mecenazgo romano, sinque cumplieran ninguno de los criterios generalmente aceptados por los judos, como eranel buen nacimiento o los deseos de conocer la Tor. El poder de los publicanos era, portanto, inmerecido.

    52 Pheme Perkins, Taxes in the New Testament, en: The Journal of Religious Ethics12 (1984) 182-200, muestra cmo el pensamiento cristiano sobre los impuestos estuvo mar-cado por un contexto donde los tributos eran opresivos y administrados de forma abusiva;los textos instan al respeto por el gobierno.

  • mica, un reconocimiento tcito de la legalidad de las instituciones opreso-ras y constitua un smbolo de falta de libertad nacional incompatible conla identidad del pueblo de la alianza. Para ms inri, ese dinero serva paramantener la presencia opresora romana y contribua al esplendor de susabominables cultos, de forma especial del culto al emperador.

    A la luz de estas implicaciones, los judos piadosos vean con malosojos tener que tributar a Roma. As lo entendieron varios judos que senegaron a acatar la imposicin del censo (Judas de Galilea: Josefo, BJ II8,1; VII 6,1-4), negndose a confesar al emperador como su seor y repro-chando a sus compatriotas someterse al tributo y ser sumisos a Roma (AJXVIII 25), en lugar de a Dios (BJ II 118). Este rechazo de los impuestosromanos se basaba en la creencia de que aceptar el censo significaba redu-cir el pueblo de Judea a un tipo de esclavitud que desde el punto de vistateolgico, poltico y econmico era una condicin intolerable para unanacin cuyo Dios constitua el nico Seor del universo. Un segundo efec-to de esta campaa abierta en contra del censo fue presentarse comodefensor tanto de una guerra de liberacin contra Roma como de unacruda crtica contra los colaboracionistas de la potencia extranjera, ya queno eran leales ni fieles a la ley de Dios. A los ojos de los romanos, esta acti-tud constitua una rebelda, una sedicin pblica y una ofensa digna demuerte. La superioridad de la fuerza militar romana impuso el pragmatis-mo de acatar ese impuesto, por lo que los judos no tuvieron otra alternati-va.

    3. Las formas de pago de los impuestos

    Hanson y Oakman53 analizan las funciones sociales del dinero (de oroy plata) en Palestina. En primer lugar, este tipo de moneda constitua unmedio de acumulacin de riqueza y capital por parte de los ricos (Mt 2,11;10,9), quienes controlaban su posesin. El resto de la sociedad, especial-mente los campesinos, estaran familiarizados con las monedas de broncepensadas para las transacciones del mercado cotidiano (en las provincias) ypreferan los intercambios de mercancas (el sistema de trueque). Ensegundo lugar, el dinero serva como medio de pago, ya fuera de impuestoso de transacciones econmicas. El uso de las monedas de oro y plata enJudea se circunscribira al comercio de importacin exportacin, a lostrabajadores estatales que recibieran sus salarios en dicha moneda y a la

    468 D. LVAREZ CINEIRA

    53 K. C. Hanson - Douglas E. Oakman, Palestine 121.

  • aristocracia de Jerusaln54. Sin embargo, la mayor parte del campesinadono estaba familiarizado con la moneda del denario (un aspecto para cues-tionar la historicidad de Mc 12,16) y si llegaba a sus manos, pronto regresa-ra a los agentes del emperador55.

    Estas dos funciones sociales del dinero estaban realmente disponiblesslo para las lites y sus agentes, quienes posean cantidades suficientes dedinero para que la funcionalidad monetaria fuera real. Por el contrario, lamayora de la poblacin administrara slo monedas adquiridas con laventa de sus productos agrcolas o artesanales, que pronto las tendra quevolver a poner en circulacin para satisfacer las necesidades bsicas ohacer frente a las deudas pendientes. Las nuevas realidades polticas impo-nan ahora una monetizacin de bronce y haca obligatorio su uso (espe-cialmente mediante el endeudamiento o por los impuestos indirectos exigi-dos que se pagaran en metlico). Ello implicaba que el sistema tradicionalde trueque fuera perdiendo fuerza. De esta forma, la autoridad polticapoda valorar mejor y tasar la produccin agrcola y maximizar los ingresosen concepto de impuestos.

    Por lo que respecta a los impuestos directos, parece ser que no eraindispensable pagarlos en metlico. Los campesinos podan abonar a losrecaudadores locales mediante frutos en especie, quienes vendan a su vezel producto de tal forma que pudieran pagar al procurador la cantidad esti-pulada en metlico o incluso en grano, como posteriormente veremos. Esdifcil establecer la ratio anual a lo largo del imperio entre la recaudacinde los impuestos directos en metlico y en especie, pero probablemente elpago en mercanca sobrepasaba el pago en metlico en los inicios del Prin-cipado. No obstante, Mc 12,13-18 deja entrever en Jerusaln la exigenciadel pago a Roma en metlico y con moneda romana. Se trata esta presen-tacin de una realidad histrica en tiempos de Jess o refleja el contextovital del evangelista o de la comunidad que lee ese evangelio? A estascuestiones dedicaremos el resto del artculo.

    EL IMPUESTO AL CSAR (Mc 12,13-17) Y LA LABOR REDACCIONAL 469

    54 Los contratos de deudas tambin se escriban en Palestina en trminos de dena-

    rios, as como las sanciones. Los evangelios conocen y estn familiarizados con las deudasen denarios (Lc 7,41 o Mt 18,28). Generalmente se ha asumido que el salario medio entiempos de Jess era un denario, pero esta indicacin slo aparece en conexin con gran-des propiedades agrarias (Mt 20,9-10).

    55 K. C. Hanson - Douglas E. Oakman, Palestine 124s.

  • 4. El relato de Marcos 12,13-18

    Tras tres das de actuacin en Jerusaln, se relata una serie de contro-versias en las que Jess aparece como maestro que discute sobre diversostemas con sus interlocutores: el pago de impuestos al emperador, la resu-rreccin de los muertos y el mandamiento ms importante. Su gran ingenioen la argumentacin deja desconcertados a los adversarios. Un ciclo derelatos de disputa (Streitgesprche) ya haba sido colocado por Marcos alinicio de su actividad pblica en Galilea (Mc 2,1-3,6). Este otro ciclo decontroversias, donde los discpulos no desempean ningn papel relevante,aparece situado al final del ministerio de Jess. De forma similar al ciclogalileo, Mc ha situado el ciclo jerosolimitano (11,27-12,37) despus de lossucesos iniciales del ministerio de Jess en Jerusaln (entrada triunfal, mal-dicin de la higuera y purificacin del templo en 11,1-25), pero antes de losdecisivos acontecimientos de la muerte y resurreccin.

    El inicio de este ciclo de controversias viene ubicado en el templo deJerusaln, donde tiene lugar una discusin con los jefes de los sacerdotes,los maestros de la ley y los ancianos (Mc 11,27). Estos adversarios, trasescuchar la parbola de los labradores homicidas (Mc 12,1-11), deseabanapresarlo, sin embargo lo dejaron y se marcharon, porque tenan miedo dela gente (v. 12). Sin indicacin temporal precisa ni cambio de lugar, prosi-gue el relato diciendo que estos (presumiblemente los lderes judosmencionados en 11,27) enviaron entonces a algunos de los fariseos y de losherodianos con el fin de cazarlo con alguna pregunta capciosa. Por suparte, unos saduceos aparecern como los interlocutores directos de lasiguiente percopa referida a la resurreccin de los muertos (v. 18). Estastradiciones recogidas en el captulo 12 pasan revista a los diversos adversa-rios de Jess, lo cual pone de relieve la intencin del evangelista que tratade poner de manifiesto que todos estos diversos interlocutores no estabanen condiciones de demostrar que Jess hubiera cometido culpa o incorrec-cin alguna56. J. Meier expresa tambin una opinin semejante: Contodos los artificios y vnculos de que se sirve Marcos, cuando son examina-dos uno a uno los relatos de disputa que componen el ciclo jerosolimitano,ste resulta ser un cajn de sastre en mayor medida, por cierto, que el ciclogalileo57. Pero expongamos brevemente el desarrollo argumentativo de latercera percopa del ciclo (12,13-17) correspondiente a la pregunta sobre elpago del tributo al csar.

    470 D. LVAREZ CINEIRA

    56 J. Gnilka, El evangelio 180.57 John Meier, Un judo marginal, vol. III 426.

  • 4.1. La construccin del relato

    El relato constituye un dilogo irnico desde el inicio al final, cuyodesarrollo est magnficamente tramado, hasta el punto de que algn autorha considerado que se tratara de un texto rabnico enteramente sometidoa las reglas retricas en uso dentro de esa literatura58. Los interlocutoresde Jess plantean la cuestin con el objeto de cazar a Jess mediante unapregunta capciosa. Para ello comienzan con unas afirmaciones irnicas yaduladoras, lejos de una simple captatio benevolentiae (v. 14). Es sarcsticoque estos emisarios de los sumos sacerdotes sepan que Jess es un maestroque ensea el verdadero camino59 de Dios, cuando previamente los mis-mos lderes religiosos demuestran su desconocimiento acerca de la personade Jess (Mc 11,33).

    La trampa est cuidadosamente preparada, pues ya la adulacin adu-cida de que Jess no tiene en consideracin la apariencia de las personaspuede implicar una respuesta negativa incriminatoria. Esa indicacin sehace eco de la afirmacin en 1Sam 16,7, cuyo contexto tiene que ver con lasustitucin de un rey (Sal) por otro (David), tema similar al de nuestrotexto (csar Cristo). Segn 1 Sam, David ser el antepasado del mesas yste actuar como Dios, en cuento que ignorar las apariencias de las per-sonas a la hora de emitir sus juicios. Si Jess es el mesas, lo cual parecehaber sido sugerido en Mc 11,1-19 (15-19), entonces tampoco tendr enconsideracin las apariencias y dignidades humanas a la hora de emitir sudictamen. Adems, un texto judo del siglo I procedente de Qumran, 4QpI-saA (4Q161) 8-10 3:1-25 [1-29], considera al mesas de Isa 11, quien ignoralas apariencias, como el azote de los romanos, es decir, ese guerrero mili-tante contra los enemigos de Dios60. Por tanto, si Jess es verdaderamenteMesas, debera someter a los romanos (cf. Ps. Sal 17,30) y rechazar el pagodel tributo a Roma (cf. Lc 23,2, donde se le acusa a Jess de proclamarserey y de prohibir pagar el tributo al emperador). La exaccin del tributoimplica de forma tcita reconocer no slo la soberana de los romanos enPalestina, sino tambin el status divino del emperador, lo cual va en contradel primer mandamiento judo. En este contexto, la insinuacin de losinterlocutores segn la cual Jess no respeta las apariencias humanas, pare-ce ser una provocacin deliberada para que cometa lesa majestad al deni-

    EL IMPUESTO AL CSAR (Mc 12,13-17) Y LA LABOR REDACCIONAL 471

    58 D.T. Owen-Ball, Rabbinic Rhetoric and the Tribute Passage (Mt 22:15-22; Mk

    12:13-17; Lk 20:20-26, NT 35 (1993) 1-14.59 La referencia al camino de Dios nos trae a la mente la autodenominacin cristiana

    como el Camino (cf. Hech 9,2.23; 24,14.22). 60 Joel Marcus, Mark 8-16, 818.

  • grar la imagen idoltrica del emperador acuada en la supuesta monedadel tributo. La gravedad de tal accin viene recogida en un ejemplo deFilostrato para el tiempo de Tiberio (Vida de Apolonio 1,15).

    Es lcito pagar tributo al Csar, o no?. Esta pregunta sita a Jessante un dilema religioso y poltico. La licitud de ese acto se debe entenderbajo la premisa religiosa de si Dios, segn la ley mosaica, lo permite. Elobjeto de la cuestin es el pago del impuesto que tienen que hacer loshabitantes de Judea con una edad comprendida entre los 14 y 65 aos. Losinterlocutores no simplemente estn preguntado por una posicin terica,sino por una directriz prctica de actuacin (pagamos o no pagamos? v.14). La poblacin de Judea detestaba los tributos romanos, no slo porquerepresentaban la sumisin juda a un poder gentil extranjero, sino que ade-ms el pago de esos impuestos implicaba el apoyo, aunque no deseado, delo que representaba el emperador, es decir, su soberana y divinidad, locual estaba plasmado en el poder de las imgenes de las monedas61. Exis-ten buenas razones para pensar que los judos eran reacios a la exigenciadel pago de sus impuestos con este tipo de moneda, en caso de que suexaccin tuviera que realizarse en metlico. El denario no simplementepresentaba al emperador como el oficial de mayor rango dentro de la reli-gin el imperio romano (pontifex maximus), sino que l mismo se conver-ta en objeto de esa religin. l es hijo del deificado Augusto y Tiberiomismo es Augusto, es decir aquel que merece ser servido con reverenciadivina. La corona de laurel sobre su cabeza lo asocia con los dioses Apoloy Zeus. La moneda, pues, no es un simple instrumento econmico o detransaccin y del sometimiento poltico judo a Roma, sino tambin formaparte de la configuracin del culto imperial durante el primer siglo62.

    Si Jess declaraba ilcito para un judo observante de la ley pagar losimpuestos al emperador, inmediatamente habra obtenido la aclamacin yel apoyo del pueblo, pero se habra posicionado en una situacin precariafrente a las autoridades polticas y, en ltimo trmino, ante las autoridadesreligiosas encargadas de recaudar ese impuesto, que conllevaba pingues

    472 D. LVAREZ CINEIRA

    61 Sobre el poder y mensaje de las monedas (patronazgo divino y Victoria) de las

    monedas de Octavio Augusto cf. Paul Zanker, The Power of the Images in the Age ofAugustus, University of Michigan Press, Ann Arbor 1990, 53-57, monedas que todavaestaban en circulacin en Palestina en ese tiempo.

    62 Larry J. Kreitzer, Striking New Images. Roman Imperial Coinage and the NewTestament World (JSNTS 134), Sheffield Academic Press, Sheffield 1996, 69-98 sobre laapoteosis de los emperadores romanos en la numismtica y su impacto en el judasmo; cf.Hans-Josef Klauck, The Religious Context of Early Christianity: A Guide to Graeco-Roman Religions, Fortress Press, Minneapolis 2003, 29; Paul Zanker, The Power 98.

  • beneficios. Dada la reciente entrada triunfal en Jerusaln, es probableque muchos esperaran que Jess declarara ilcito ese pago. Por otra parte,si Jess afirmaba la licitud del pago de los impuestos al imperio, la multitudy varios de sus seguidores se habran sentido defraudados. Una vez desacre-ditado ante el pueblo, la clase sacerdotal poda ignorarle ms fcilmente.

    Tras esas palabras aduladoras, Jess reconoce inmediatamente laestratagema que encierra la pregunta, as como su hipocresa, por lo queresponde de forma indirecta y poco precisa, lo cual ha ocasionado que losestudiosos hayan propuesto diversas interpretaciones para esa respuestacrptica/velada. En su lugar, pidi que le trajeran un denario, lo quepudiera indicar que no llevaba ese tipo de moneda encima. De ello, sinembargo, no se puede concluir que Jess mostrara un desprecio radical aldinero como posteriormente se afirm de algunos rabinos63. Los interlocu-tores llevaron un denario. Este verbo llevar pudiera inducir a pensarque incluso los mismos emisarios tuvieron que buscarla, porque no la ten-an consigo64, considerando algn autor que la podran haber obtenido delos cambistas del templo65. Adems, se ha cuestionado que los interlocuto-res pudieran llevar una moneda romana en sus bolsillos, especialmente losfariseos, ya que a nivel del relato se encontraban en el recinto del Templo,sobre suelo sagrado. Por este motivo, Gnilka cree improbable que el relatopremarcano situara la accin en el templo, aunque el evangelista lo hayapresupuesto (cf. 14,49)66. Tras recibir la moneda, Jess la mostr a susinquisidores, replicando a su vez con la pregunta irnica, De quin esesta imagen e inscripcin?. A la respuesta esperada, del Csar, contes-t, dad al Csar lo que corresponde al Csar y a Dios lo que pertenece aDios.

    El relato, tal y como se encuentra ahora, es parte de la narracin delevangelio de Marcos. En la estructura narrativa, el incidente tiene lugar en

    EL IMPUESTO AL CSAR (Mc 12,13-17) Y LA LABOR REDACCIONAL 473

    63 Rab Menajem bar Simai fue considerado un personaje piadoso porque jams

    contempl una moneda (bPes 104a). Cf. J. Gnilka, El evangelio 178.64 E. Lohmeyer, Das Evangelium des Markus, MeyerKEK 1/2 Ergnzungshefts, 16.

    Aufl., Vandenhoeck & Ruprecht, Gttingen 1963, 252. En contra Robert H. Gundry,Mark. A Commentary on His Apology for the Cross, Eerdmans, Grand Rapids, Michigan1993, 698.

    65 Alan H. Cadwallader, In Go(l)d We Trust: Literary and Economic CurrencyExchange in the Debate over Caesars Coin (Mark 12:13-17), en: Biblical Interpretation 14(2006) 486-507, aplica una estrategia de lectura marxista de la inscripcin para subvertir elpoder poltico-religioso.

    66 Cf. J. Gnilka, El Evangelio 179, lo que le lleva a suponer que la localizacin de lapercopa en el templo es errnea e histricamente improbable. Robert H. Gundry, Mark698 no considera que ello constituyera un problema moral para los judos, pues estaranhabituados al uso de esa moneda.

  • el templo de Jerusaln. Al margen de esta indicacin indirecta, sin embar-go, la parte narrativa de la percopa no contiene ninguna indicacin tempo-ral o local. Ello implica que los estudiosos se hayan cuestionado la histori-cidad del relato. La cuestin precisa es si Mc 12,13-17 y sus paralelosproporcionan informacin histrica sobre la fiscalidad en Judea y sobre laactitud de Jess ante dicha fiscalidad67. Para abordar estas cuestiones, sedebe constatar si el redactor trasmiti fielmente su tradicin o si la modifi-c por motivos personales o por necesidades de la comunidad. De ser as,habra que reconstruir el contexto narrativo del incidente dentro de lacomunidad marcana.

    4.2. La mano redaccional de Marcos

    La tradicin aparece en los tres evangelios sinpticos. Dado el mate-rial comn en las tres versiones sinpticas de la tradicin y sus respectivoscontextos, los especialistas han visto una dependencia literaria entreellos68. Mc trasmitira la tradicin ms antigua, mientras que las versiones

    474 D. LVAREZ CINEIRA

    67 Jess tiene una visin poco clara sobre el pago del medio shequel como impuesto

    para el templo (Mt 17,25), sin embargo pide a Pedro que pague el impuesto religioso (Mt17,27). Es difcil pensar que Jess enseara que esos hijos libres tuvieran que pagar elimpuesto al emperador. Al margen de la respuesta inteligente en Mc 12,17, es posible queenseara a sus discpulos que en el reino de Dios no se pagaran ms impuestos al empera-dor, lo cual sera una explicacin contra Jess en Lc 23,2.

    68 Existe una cuarta versin de la percopa trasmitida en el Papiro Egerton 2, encon-trado en 1934 y cuya datacin se suele situar en torno al ao 150 d.C. La traduccin deltexto es la siguiente: Y presentndose ante l en plan indagatorio, le tentaban diciendo:Maestro Jess, sabemos que eres venido de Dios, pues tus obras estn de acuerdo con eltestimonio de los profetas. Dinos, pues: Es lcito dar a los reyes lo que corresponde a (su)autoridad? Se lo damos o no?. Mas Jess, indignado al conocer su pensamiento, les dijo:Por qu me llamis maestro con los labios, si no escuchis lo que os digo? Bien profetizde vosotros Isaas, diciendo: Este pueblo me honra con los labios, mas su corazn estlejos de m. En vano me reverencian...... mandatos (Egerton Pap. 2, Fragm. II [recto],traduccin tomada de Aurelio de Santos Otero, Los Evangelio Apcrifos. Edicin crtica ybilinge, Reimpresin, BAC, Madrid 2002, 95. El fragmento recoge nicamente conflictosy disputas de Jess, prescindiendo de toda ambientacin histrica. Esta variante vieneconsiderada generalmente en los comentarios como secundaria, proveniente de elementosjonicos y sinpticos, cf. Joseph A. Fitzmyer, El Evangelio segn Lucas: IV. Traduccin ycomentarios. Captulos 18,15-24,53, Cristiandad, Madrid 2005, 162-163; Craig A. Evans,Mark 8:27-16:20 (WBC 34b), Thomas Nelson Publishers, Nashville 2001, 243. Existenotras dos variantes abreviadas en Justino, 1 Apol 17,2 y ThomEv 100: Mostraron a Jessuna (moneda de) oro y le dijeron: Los agentes del Csar nos reclaman los impuestos. lles dijo: Dad lo de Csar a Csar. Da lo de Dios a Dios y lo que es mo, ddmelo voso-tros. Cf. E. Cuvillier, Marc, Justin, Thomas et les autres. Variations autour de la pricopedu denier Csar, en: ETR 67 (1992) 329-344; Joel Marcus, Mark 818-821.

  • de Lc y Mt seran secundarias y derivaran de Mc 12,13-1769. Por tanto,para ver la naturaleza y el contenido de la tradicin sobre el pago de losimpuestos al emperador tenemos que centrarnos en la versin de Mc.

    La mayor parte de los comentarios que analizan la historia de la tradi-cin de la percopa consideran el relato no simplemente pre-marcano en suorigen, sino que su estado actual de la percopa debe pocos retoques a laactividad redaccional de Mc. Con excepcin hecha de los vv. 1370 y 17b, elresto de la percopa es una reproduccin fiel de una unidad tradicional dematerial que ya estaba fijada en su forma actual mucho antes que Mc larecibiera. Apoyndose en la opinin autoritativa de Rudolf Bultmann71,los exegetas suelen aceptar los argumentos de la crtica formal para afir-mar que el pasaje de la moneda y, en concreto, el dicho de Mc 12,17 / / Mt20,22 / / Lc 20,25, es una tradicin autntica de Jess. Davies y Allison resu-men este consenso con las siguientes palabras: Los eruditos se han abste-nido generalmente de hipotticas historias de la tradicin para Mc 12,13-17par. Al margen del v. 13, existen pocos signos redaccionales atribuibles aMc y la mayora ha encontrado en esta escena estilizada una reminiscenciahistrica autntica72. Esta posicin es reafirmada por las conclusionesobtenidas de tres consideraciones interrelacionadas. En primer lugar, elanlisis de la historia de las formas muestra que el texto es un dilogo dedisputa cuya forma es clsica, concluyendo con una sentencia de Jess yprecedida de una disputa que sirve de marco al logion, marco que indicala ocasin y la situacin del dilogo. En segundo lugar, la sentencia apodc-tica de Jess (v. 17) es sin duda tradicional, ya que no poda circular al mar-

    EL IMPUESTO AL CSAR (Mc 12,13-17) Y LA LABOR REDACCIONAL 475

    69 Para la cantidad de material comn, los acuerdos verbales y las respectivas con-

    textualizaciones de las tres versiones cf. C.H. Giblin, The Things of God in the Questionconcerning Tribute to Caesar (Lk. 20:25; Mk. 12:17; Mt. 22:21), CBQ 33 (1971) 515-516.Para la dependencia literaria de Mt y Lc respecto a Mc cf. Jeffrey B. Gibson, The Tempta-tions of Jesus in the Early Christianity (JSNTS 112), Sheffield Academic Press, Sheffield1995, 289s., n. 4.

    70 Segn J. Gnilka, El evangelio 176, Mc dio forma a la totalidad del v. 13, y la entra-da sonaba probablemente de la misma manera que 12,18.28: Y vienen a l fariseos(herodianos?) para pillarle en alguna palabra.

    71 Segn Rudolf Bultmann, Historia de la tradicin sinptica, Sgueme, Salamanca2000, 85, el v. 17 es un apotegma de concepcin uniforme y estructura excelente. No creeque exista razn para ver aqu una composicin de la comunidad. No obstante, en la pgi-na 107 considera que este pasaje debi formarse ya en la tradicin oral, al que la comuni-dad dio forma y que esta no tiene por qu reflejar sin ms sucesos histricos, sino situacio-nes de la comunidad de los discpulos. La situacin vital de los litigios habr que buscarlaen las discusiones que la comunidad mantena con sus adversarios. A favor de la historici-dad del relato durante la estancia de Jess en el templo cf. Craig A. Evans, Mark 244.

    72 W. D. Davies - Dale C. Allison, A Critical and exegetical Commentary on theGospel according to Saint Matthew. Vol. III, T.T. Clark, Edinburgh 1997, 211.

  • gen de una situacin y de un motivo por el que se pronunci. Y finalmente,el relato est correctamente estructurado, con los elementos mnimos esen-ciales para conducir la historia a su clmax.

    No obstante, han surgido estudiosos que han puesto en tela de juicioeste consenso o han matizado mucho el material tradicional, descubriendocada vez ms elementos provenientes de la mano redaccional del evange-lista. Ya Wolfgang Weiss rechaz esta aquiescencia sobre la historicidad deuna parte del relato, al igual que John Meier, quien afirma: Mc 3,6 y 12,13,tal y como estn en el texto de Marcos, no nos dicen nada fiable sobre inci-dentes concretos en la vida del Jess histrico73. El prembulo del textode Mc (vv. 13-14) es muy prolijo y amplio, tal y como Bruce74 constat,aunque segn este autor ello no es signo de un desarrollo secundario pos-terior, dado que se adecua al contexto. En contra, J. Gnilka considera el v.14 sobrecargado, por lo que es probable que Mc lo haya incluido, especial-mente la frase causal, porque no miras a la persona del hombre sino queenseas con verdad el camino de Dios, aunque es difcil decidir con segu-ridad75. Otras peculiaridades redaccionales han sido constatadas por JoelMarcus76 en su magnfico comentario sobre el segundo evangelio: el len-guaje sobre la percepcin (conocer, mirar, ver), el uso de expresionesdobles, incluyendo una negativa doble, los temas de enseanza, el caminode Dios/del Seor y la prueba a Jess de parte de los fariseos. Estos rasgos,bien pudieran provenir de la mano redaccional del evangelista, lo cual esespecialmente evidente en el v. 13, donde habra aadido el trmino de losherodianos a los interlocutores para formar una inclusin con Mc 3,6. Lalabor redaccional tambin se constata en la conclusin de la percopa, yaque el asombro producido por la respuesta de Jess responde perfecta-mente al modelo tpico marcano.

    Por su parte, Jeffrey B. Gibson va mucho ms all en su valoracinsobre la labor editorial77. Este autor considera que el logion de Jess es tra-dicional y nunca circul independientemente de algn marco narrativo ointroduccin. No obstante, es improbable que el material con el que Mcintroduce y enmarca el dicho de Jess sea tradicional y original al logion. Y

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    73 J. Meier, Marginal Jew, 3:565; Wolfgang Weiss, Eine neue Lehre in Vollmacht:

    die Streit- und Schulgesprche des Markus-Evangeliums, Walter de Gruyter, Berlin 1989,202-34.

    74 F.F. Bruce, Render to Caesar, en: E. Bammel C.F.D. Moule (eds.), Jesus and thePolitics of His Day, Cambridge University Press, Cambridge 1984, 257.

    75 J. Gnilka, El evangelio 176.76 Joel Marcus, Mark 8-16 818.822. 77 Jeffrey B. Gibson, The Temptations 294s.

  • ello por varios motivos. La construccin tridica78 del dilogo es atpica dela forma y estructura de estos relatos de disputa, por lo que el relato mar-cano es tardo en origen y sera producto de la actividad redaccional. Laredundancia y verbosidad de las alabanzas de los interlocutores haciaJess, especialmente cuando contrasta con el laconismo precedente y pos-terior y entre lo pretendido y la realidad, es un signo claro de la laborredaccional de autores conocedores de la retrica, pero difcilmente pensa-ble en un autor de literatura popular (Kleinliteratur). En tercer lugar, argu-menta que la historia de la tradicin se conserva mejor en el logion 100 delEv. Toms (sin el aadido gnstico de dadme a m lo que es mo), ya quees mucho ms breve y su compilador no tendra razones para omitir algu-nas expresiones de Mc 12,14 (a pesar de que muchos autores considerenese logion una conflacin tarda de Mc). El Ev. de Toms conserva una ver-sin del relato que es paralela e independiente de la versin de Mc e, inclu-so, esta chreia constituye la fons et origo de la tradicin sinptica. Por con-siguiente, la versin de Mc no representa una reproduccin fiel einalterada del material primitivo tradicional y, en segundo lugar, gran partedel material en Mc 12,13-17, aunque basado en una chreia primitiva, es unaconstruccin editorial creada en el estadio literario de la tradicin sinpti-ca.

    El evangelista Mc sera, por consiguiente, el responsable de esa ver-sin de la tradicin tal, y como muestran algunos indicadores: a) la estruc-tura tridica; b) el relato abunda en exceso de dualidad temtica y estils-tica, tpicamente redaccionales (doble dialctica de pregunta y respuesta;repeticiones en vv. 14-15a; dualismo en los interlocutores; una correspon-dencia entre mandato y cumplimiento vv 15b-16). As mismo, tambin sedetectan otros rasgos estilsticos de la narracin producto de la huellaredaccional79 y un vocabulario tpicamente marcano: maestro, ensear, ver-dadero/verdad, saber, tentar, traer, mirar Por tanto, la estructura y lamayor parte del material provendran del evangelista.

    Gibson concluye afirmando que el anlisis de la historia de la tradi-cin del pasaje ha constatado que la versin marcana de la tradicin deJess referente al impuesto al emperador es una expansin secundaria rea-lizada por un evangelista del relato pre-marcano, la cual se preserva mejoren el logion 100 del Ev. Tom. Mc habra alterado, al menos, de dos formas

    EL IMPUESTO AL CSAR (Mc 12,13-17) Y LA LABOR REDACCIONAL 477

    78 J.D. Crossan, Mark 12:13-17, en: Int 37 (1987) 397.79 Cf. Jeffrey B. Gibson, The Temptations 298s: ti, usado como una exclamacin (v.

    15), la construccin ouv ( avlla, (v. 14), el empleo en el v. 16b de la construccin kai. le,geiauvtoi/j para introducir un logion de Jess.

  • la versin que recibi. En primer lugar, transform la forma de la versinoriginal (chreia) en un relato de disputa o en un dilogo de controversia nounitario. En segundo lugar, modific significativamente la introduccincontextual de la tradicin original mediante un cambio de interlocutores:en lugar de ser sus compatriotas o compaeros quienes planteaban la cues-tin a Jess, sern sus oponentes o enemigos. Asimismo, aadi el contex-to, situando el relato en un lugar concreto (en Jerusaln, en la ltima sema-na de la vida de Jess) y relacionando lo que sucede y las pretensiones deacabar con el maestro bueno con la lnea del complot que ya haba apareci-do en el inicio del evangelio (el deseo de las autoridades religiosas judasde acabar con Jess, Mc 11,18; Mc 3,16). De la pluma marcana provendraadems la formulacin de la cuestin sobre la legitimidad del impuesto, yaque somete a Jess a una experiencia de tentacin (peirasmo,j). La versinde la tradicin ms antigua ya contena la cuestin del pago de los impues-tos, sin embargo Mc fue innovador en la forma y en el contenido del mate-rial, pero al retomar el tema, el segundo evangelista actu de manera con-servadora y permaneci tradicionalista 80.

    Al margen de la valoracin concreta que merezcan varias de las afir-maciones de Gibson, como es la prioridad del logion 100 del ev. de Toms,considero que el evangelista tambin introdujo en su relato los vocablosdenario y herodianos, trminos que nos ayudarn a descubrir el con-texto narrativo del incidente dentro de la comunidad de Mc.

    4.3. El denario ante Jess?

    Las formulaciones de Mc 12,15c y Lc 20,24a no implican la existenciade una relacin directa entre el denario y el impuesto debido al Csar. Estarelacin es establecida por la versin de Mt, tanto en la peticin de Jesscomo en la respuesta de sus interlocutores (22,19): Mustrame la monedadel tributo. Y ellos le trajeron un denario. El denario es, pues, la monedadel kh/nsoj. Si la conexin que se hace aqu entre fiscalidad romana enJudea y el denario es una verdadera reminiscencia de las condiciones tribu-tarias de Judea en tiempos de los prefectos romanos, el pasaje de Mt cons-tituira la nica evidencia directa que tenemos para afirmar que Romarecaudaba impuestos en metlico y, concretamente, en denarios. Al margende que su exaccin se realizara o no en denarios, los tres pasajes de los

    478 D. LVAREZ CINEIRA

    80 Jeffrey B. Gibson, The Temptations 317.

  • evangelios sugieren que la monetizacin romana era comn en Judea en lapoca de Jess. Veamos si realmente fue as.

    El emperador Augusto organiz y sistematiz la acuacin de mone-da en el ao 19 a.C. mediante tres tipos de metales: monedas de oro, plata ybronce puro (o una aleacin de cobre y cinc). El aureus de oro, el denariode plata (25 denarios = un aureus) y el as de cobre (16 asses = un denario)constituan las principales monedas en circulacin. Como moneda habitualy medida de contar permaneci el sestertius, equivalente a 4 asses81. La can-tidad de moneda acuada variaba segn la poltica imperial82 y proceda ensu mayor parte de dos centros de acuacin, aunque existan otras cecas desegundo rango. La casa de la moneda de Lyon (Lugdunum) produjo lamayor parte de las monedas imperiales de oro y plata desde el 15 a.C.hasta que Nern traslad su ubicacin a Roma. Por su parte, las monedasde bronce se acuaban en las provincias. Al margen de las monedas impe-riales oficiales que circulaban en todo el imperio en mayor o menor grado,existan tambin los tetradacmas, didramas y dracmas de plata acuadospor varias ciudades griegas, y en Palestina83 circulaban frecuentementemonedas de plata acuadas en Tiro (Shequel de Tiro), adems de lasmonedas locales de bronce troqueladas por las autoridades competentes.

    En Judea, en tiempos de Jess, el procurador tena la potestad de emi-tir moneda84. Los estudiosos de Nuevo Testamento han dedicado especialatencin a las piezas acuadas por Poncio Pilato85, no por su valor moneta-rio, sino por su proximidad temporal, geogrfica y humana a Jess. Esteprocurador dise y acu en Jerusaln monedas en los aos 29, 30 y 31,las cuales puso en circulacin y Jess muy probablemente tuvo en sus

    EL IMPUESTO AL CSAR (Mc 12,13-17) Y LA LABOR REDACCIONAL 479

    81 Cf. T.E. Schmidt, Taxes, en: Joel B. Green Scot McKnight I. Howard Marshall

    (eds.), Dictionary of Jesus and the Gospels, IVP, Downers Grove, Ill. Leicester 1992,804-807.

    82 Richard Duncan-Jones, Money and Government in the Roman Empire, Cam-bridge University Press, Cambridge 1994; Kenneth Harl, Coinage in the Roman Economy,300 B.C. to A.D. 700, Johns Hopkins University Press, Baltimore 1996.

    83 Para la acuacin de las monedas en ciudades de Palestina: Alla Kushnir-Stein,City Eras on Palestinian Coinage, en: Christopher Howgego - Volker Heuchert - AndrewBurnett (eds.), Coinage and Identity in the Roman Provinces, Oxford University Press,Oxford 2005, 157-161.

    84 A. Kushnir-Stein, Editors Note. New INR Classification for Early Roman Gover-nors of Judea, en: INR 2 (2007) 34.

    85 H.K. Bond, The Coins of Pontius Pilate: Part of an Attempt to Provoke the Peo-ple or to Integrate them into the Empire?, en: JSJ 27 (1996) 241-262; cf. el artculo alrespecto de Jean-Philippe Fontanille, The Coins of Pontius Pilate, en internet (visto 19-12-2011) http://www.numismalink.com/fontanille1.html; cf. monedas emitidas por Pilato,http://www.wildwinds.com/coins/greece/judaea/pontius_pilate/t.html

  • manos, o al menos tir por los suelos al volcar las mesas de los cambistas.Se trata de monedas romanas con inscripciones en griego: TIBEPIOYKAICAPOC en todas las tres monedas acuadas; IOYLIA KAICAROCaadida a la moneda del ao 29 d.C. La iconografa decorativa era general-mente la corona de laurel, smbolo de poder y victoria, o tres espigas decebada. Ms llamativas son, sin embargo, las representaciones iconogrfi-cas de los smbolos del lituus y simpulum, elementos romanos con connota-ciones del culto imperial86. El simpulum es un utensilio empleado por lossacerdotes romanos durante sus cerem