danza y crÍtica. margarita muñoz zielinsky
TRANSCRIPT
DANZA Y CRÍTICA
MARGARITA MUÑOZ ZIELINSKI
DANZA Y CRÍTICA
Copyright © Margarita Muñoz Zielinski, 2007
Copyright © de la edición, Editorial Azarbe, S.L., 2007
Los artículos recogidos en este libro aparecieron publicados por pri-
mera vez en el diario La Verdad de Murcia con cuya autorización se
cuenta para la presente edición.
Reservados todos los derechos. De acuerdo con la legislación vigente, y bajo las san-
ciones en ella previstas, queda totalmente prohibida la reproducción o transmisión
parcial o total de este libro, por procedimientos mecánicos o electrónicos, inclu-
yendo fotocopia, grabación magnética, óptica o cualesquiera otros procedimientos
que la técnica permita o pueda permitir en el futuro, sin la expresa autorización por
escrito de los propietarios del copyright.
Compuesto en Warnock Pro 10,5/13
ISBN: 978-84-96299-86-3
Depósito Legal: mu-851-2007
Impreso en España - Printed in Spain
Imprime:
nausícaä edición electrónica, s.l
Pol. Ind. La Polvorista, c/ Pulpí, c12, Apartado de Correos 2053
30500 Molina de Segura (Murcia)
A Pepita Guaita
7
PRÓLOGO
Murcia es una región cuya afición por el arte de Terp-
sícore, la danza, es de sobra conocida gracias a la labor
de Margarita Muñoz Zielinski, colaboradora del pe-
riódico La Verdad, que ya hizo una primera selección
de sus críticas y artículos en la publicación Diez años de Danza en Murcia. Ahora, la misma autora ofrece
con Danza y Crítica la posibilidad de continuar acer-
cándonos a la historia de la danza en Murcia. Los di-
ferentes festivales dedicados a esta disciplina o la cele-
bración de su Día Mundial son algunos de los hechos
acaecidos en nuestro entorno, de los que en estas pá-
ginas queda constancia y que, retomando el año 1999
como punto de partida, enlazan nuestro siglo actual
con el ya pasado.
Pero esta miscelánea de críticas y crónicas va mu-
cho más allá del simple valor informativo y analítico
de sus comentarios para mostrarnos la calidad litera-
ria de una excelente escritora en el género de la crítica,
un género difícil, difundido siempre en un medio pun-
tual como son los periódicos y enfocado a todo tipo de
público que haya visto la obra, como al que no, algo
que la autora resuelve con su soltura creativa y una
buena dosis de humor capaz de sorprender a cualquier
tipo de lector.
Su extensa labor de años nos presenta a una gran
conocedora de todos los tipos de danza, ya sea clási-
8
ca o contemporánea. Y es que, sin Margarita Muñoz
Zielinski, pionera en el ejercicio de una intensa labor
pedagógica e intelectual entre el público murciano, el
mundo de la danza en la Región no se conocería.
Por ello, y porque la danza posee la misma impor-
tancia que el resto de disciplinas artísticas, presenta-
mos Danza y Crítica, considerando su contenido como
testimonio de la cultura de estos años en la Región de
Murcia.
Juan Ramón Medina Precioso
Consejero de Educación y Cultura
Región de Murcia
9
INTRODUCCIÓN
La crítica de danza se ha ganado su espacio en los perió-
dicos junto a la de otras artes escénicas, teatro, música
y el cine. Mientras que en grandes capitales un espec-
táculo puede permanecer un tiempo indeterminado, en
provincias lo habitual es que sea por una o dos funciones,
siendo además el lugar de los pomposamente llamados
estrenos mundiales que no son sino preestrenos a modo
de ensayo general útiles para las Compañías antes de su
presentación ofi cial
Las programaciones teatrales determinan sus tem-
poradas y el espectador puede saber con días, semanas,
meses e incluso años qué ver, donde y cuando. Esta infor-
mación la cubren los rotativos en su espacio de cultura,
agenda, etc. En cuanto a los “previos”, adelantan un acon-
tecimiento describiendo brevemente su contenido como
información de lo que tras el estreno y en la sección re-
servada a la critica llega a los lectores.
“Los géneros literarios son en último término, la resul-tante del genio de un escritor y sobre todo de la exigencias de un tema, de un destinatario y de una técnica difuso-ra (verbigracia: la voz, el amanuense o la linotipia). Por eso nacen, se imponen, decaen o evolucionan. El articulo vino a satisfacer la necesidad de hacer públicos y en una ocasión, dada una idea, un proyecto o una crítica. Esta necesidad la han sentido los hombres mucho antes de in-ventarse la imprenta y usaron de formulas retóricas que
10
no llamaron artículos, pero que respondían a urgencias análogas.” 1
La critica de danza es un genero literario cuya fi na-
lidad es emitir la especialista opinión sobre un espectá-
culo ofrecido, compartida en algunos medios por varias
fi rmas según sea el estilo de la danza mientras que en
otros es una sola la responsable de la sección ya se trate
de danza clásica, neoclásica, española o contemporánea.
En cuanto al interés documental, como ejemplo histó-
rico tenemos, entre otros, el de la crítica de danza en el
Romanticismo francés del xix de la que un intelectual y
autor como Th éophile Gautier fue testigo de su época y
fuente de información para la Historia.
La crítica no es un análisis coreográfi co sino una opi-
nión del resultado de todos los elementos que confi guran
la obra, basada más en la generalidad de la calidad de la
coreografía que en la propia técnica. Arte efímero, el de
la Danza solo permanece en nuestros ojos su mágico mo-
mento para luego formar parte de las sensaciones vividas
al contemplar el hermoso trabajo de los bailarines.
Como cualquier acontecimiento social, el fenómeno
de la danza refl eja algo más que entretenimiento o diver-
sión ya que es testimonio del desarrollo cultural de una
época. Festivales, Concursos, Cumbres, Compañías que
empiezan, otras que terminan, bailarines, artistas, de-
butantes, profesionales reconocidos, los que estuvieron,
los que ya no están… Clásicos, contemporáneos, fl amen-
cos…todos vuelven ahora a nuestros recuerdos en forma
de lectura, siendo novedoso para los que no asistieron
a estos espectáculos o eventos sobre los que a modo de
crítica, crónica o artículo de opinión ya se escribió.
Escenarios diversos, danza en la calle, al aire libre,
bajo el sol, o bajo las estrellas, teatros donde se apaga
1 Gonzalo Fernández de la Mora. El artículo 1905-1955. Antolo-
gía literaria de abc. Editorial Prensa Española. Madrid, 1955.
11
la luz de sala y se levanta el telón. Antiguos mercados
reconvertidos, nuevos espacios escénicos. Danza hori-
zontal, danza vertical. Se baila en el suelo, se baila en las
paredes. Con zapato, zapatilla, puntas o pies descalzos.
“La danza expresa lo que el bailarín piensa con el cere-
bro y siente con el corazón” me comentaba hace poco
Hector Zaráspe, quien fuera maestro privado de Margot
Fonteyn y Nureyev.
La danza también se escribe. Y para que no se los lleve
el viento, como hojas de papel, sus escritos se recopilan.
En el año 2000 publiqué una primera selección de mis
colaboraciones, críticas, alguna entrevista y artículos de
danza que con el título Diez Años de Danza en Murcia
abarcó la década 1988-1998.
Sin necesidad de esperar a los veinte años como crítica
de Danza en el periódico La Verdad de Murcia, contan-
do con su beneplácito, y agradeciendo el patrocinio de
la Dirección General de Cultura de la Región de Murcia,
sintiéndome muy honrada por el Prólogo del Consejero
de Educación y Cultura Juan Ramón Medina Precioso,
cuyos halagos no merezco, ahora se publica Danza y Crí-tica como un segundo volumen de análogas característi-
cas al anterior y que empieza donde este terminaba, 1999,
con el cambio de siglo.
Espero que su lectura sirva nuevamente como infor-
mación de archivo a las nuevas generaciones de bailarines
que ahora empiezan, además de compartirla con todos
los que sientan curiosidad por esta parte de la historia de
Murcia y de las gentes que por ella pasaron, recordando
siempre la presencia de los ausentes.
Margarita Muñoz Zielinski
13
CRÍTICAS
El Sur. Ballet Victor Ullate. Foto Jesus Vallinas
15
ULLATE, CREADOR INFINITO
Compañía: Ballet Víctor Ullate. Director: Víctor Ullate. Es-
pectáculo: Ven que te tiente, Jaleos. Lugar: Teatro Romea. Do-
mingo 3 y lunes 4 de enero de 1999.
El nuevo año que empieza ha tenido un afortunado re-
galo con la presencia del Ballet de Víctor Ullate en el
Romea. El espectáculo ofrecido por la joven Compañía
es, nuevamente, todo un goce para la danza. Y digo nue-
vamente porque decir Ullate es decir rey Midas. Si en
aquella leyenda todo lo que se toca se convierte en oro,
la danza con Ullate se transforma en un tesoro digno de
admiración.Este programa, estrenado en 1996, tanto el
Ven que te tiente (Teatro de Madrid) como Jaleos (City
Center, Nueva York) son una muestra de cómo la inspira-
ción de la música popular antigua, recopilada por Lorca
en esas deliciosas canciones interpretadas por Carmen
Linares, pueden resultar tan españolas sin caer en el tó-
pico que a veces se da en otras coreografías.
Sevillanas, Romance de los Pelegrinitos, Zorongo, La Tarara o Zapateado forman parte de un compendio de
danzas de un contemporáneo bejartiano originalísimo
en el que la música forma parte de la danza y la danza es
pura música.
El estilo defi ne la forma de mezclar la base con los ele-
mentos que confi guran la fi nalidad buscada por el coreó-
grafo (clásico + contemporáneo made in Ullate + toque
español: braceos, pasos, capa, palmas…), el movimiento
16
perpetuo es típico de Ullate, ese no parar, ni una pausa
de un paso a otro es característico de este gran creador
que sin embargo no agota a sus bailarines. Los moldea,
les hace interpretar y sentir ritmo y percusión transfor-
mada en danza. Jaleos impacta más que la primera parte.
Una escenografía metalizada y vestuario de Eduardo Lao,
junto a la música de Luis Delgado (de nuevo la percusión
es la base rítmica) da un entorno apropiado para la co-
reografía en la que la asombrosa técnica clásica de todos
los bailarines moldeada por Ullate, ofrece una de las más
originales y frescas del maestro.
Ritmo, percusión, sonidos todo se entremezcla en
un constante dibujo de pasos increíbles, venciendo con
maestría las más complicadas difi cultadas de una obra
modernista y completa. Si en la primera parte hay to-
ques de identifi cación de danza española, aquí es sólo
la música la que marca esa intención (ese un, dos, tres,
cuatro, cinco, seis…) acentuado ya indica ritmo de palo
fl amenco.
En cuanto a los bailarines, tanto las chicas como los
chicos son de primera categoría. Nombres conocidos por
todos, Ana Noya, Rut Miró, Pilar Nevado… o Víctor Gi-
ménez, Carlos López, Eduardo Lao y Juanjo Garres entre
otros, este último incorporado hace poco a la compañía,
jovencísimo bailarín murciano, formado íntegramente
en nuestro Conservatorio Profesional de Danza.
La Verdad, martes 5 de enero de 1999.
17
CISNE BLANCO, CISNE NEGRO
Compañía: Ballet Nacional de Bielorrusia. Director: Valentin
Yelizarev. Orquesta: Orquesta Sinfónica de la Ópera y el Ballet
Nacional de Bielorrusia. Director: Nikolai Koliadko. Progra-
ma: “El Lago de los cisnes”. Chaikovsky - Petipa. Lugar: Teatro
Romea. Domingo 7 de marzo de 1999.
De todos los ballets surgidos del genio musical de
Chaikovsky y coreografi ados por Petipa, El lago de los cisnes es, sin duda, uno de los universalmente más cono-
cidos a nivel popular, y técnicamente más difi cultosos en
su ejecución.En varias ocasiones, el público murciano ha
tenido la oportunidad de asistir a su representación por
ballets rusos (Stanislawsky, Kiev, Brno, Minsk…) unas
veces completo en sus cuatro actos, otras en fragmentos,
adagios, etc. y cuando es el ballet completo, su duración
excede las tres horas, siendo este el caso de la versión
ofrecida por el Ballet de Bielorrusia.
De los cuatro actos, el primero y el tercero, obra del
francés Petipa, son de tono festivo y colorista, y el se-
gundo y cuarto, de Ivanov, defi nen el fi nal del ballet ro-
mántico del xix. La interpretación del Ballet Nacional
de Bielorrusia estuvo marcada por altibajos, quizás el
escenario les venia pequeño, pero se notaba una falta de
espacio para desplazamientos lucidos del cuerpo de baile,
que junto a la inclinación del suelo (terrible para bailari-
nes, se lo puedo asegurar) no contribuía para nada a una
desenvoltura técnica de los bailarines.
18
convincente y segura
Tatiana Berenova, en su doble papel Odette-Odile estuvo
más convincente y segura en el segundo que en el pri-
mero (su variación de Cisne blanco faltó poco para una
perdida fi nal de equilibrio) y V. Dolguikh como Sigfrido,
más limitado a acompañante que a su lucimiento de so-
lista. Los pequeños cisnes, correctísimos y musicales (M.
Watanaber, E. Veselova, N. Kabtseva y J. Lebedeva); y la
danza española sería de las más aplaudidas.
Como siempre en las escenografías de compañías ru-
sas, la parte teatral con efectos especiales no podía faltar,
incorporando el paso de los cisnes por el telón de fondo
buscando la ayuda a la parte narrativa de la historia, así
como el exceso de saludos en fi nal de acto o variaciones.
Cuerpo de baile, correcto en el segundo y cuarto acto
(cisnes) más que en los otros de corte y carácter. Y como
siempre que tenemos ocasión, agradecer la presencia de
la orquesta, dirigida por Nikolai Koliadko, cuyo acompa-
ñamiento realzó la calidad de la compañía. El aforo del
Teatro Romea, lleno total, y éxito de público entusiasta
del ballet, que disfrutó con la velada.
La Verdad, miércoles 10 de marzo de 1999.
19
UNA FANTASÍA MÁGICA
Compañía: Ballet y Orquesta de la Ópera de Kiev. Programa:
“La Bella Durmiente”. Música: P. Chaikovsky. Coreografía: M.
Petipa. Auditorio y Centro de Congresos Región de Murcia.
Sala Narciso Yepes. Viernes 9 de abril de 1999.
Como fantasía mágica defi nía I. A. Vsevolojsky, director
de los Teatros Imperiales, cuando Chaikovsky recibiera
el encargo de la partitura, desde 1890 fecha de su estreno
en el Teatro Mariinski de San Petersburgo, el ballet “La Bella Durmiente” en un prólogo y tres actos, coreografi a-
do por Marius Petipa, ya ha cumplido su siglo de vida sin
que el paso del tiempo haya alterado su lozanía.
Numerosas versiones, adaptaciones y arreglos se han
representado en estos ciento nueve años, siendo el más
logrado y completo del ballet clásico. Curiosamente, tal
y como reseñaba el comentarista de “Th e New Yorker” en
1973, en la historia del ballet el orden habitual está inver-
tido; las obras románticas vienen en primer lugar, luego
las clásicas, y la Compañía de Ballet de la Opera de Kiev
es una de las depositarias de los tesoros coreográfi cos
que perduran formando parte de la Historia de la Danza
como la Biblia del ballet. En nuestros escenarios, dada
la falta de una Compañía Nacional que se ocupe de la
parcela de los clásicos debemos el disfrute de los mismos
gracias a Compañías autonómicas, privadas o subvencio-
nadas. Esta Compañía de Kiev se presentó en Madrid en
Septiembre de 1986 (Inauguración de la Temporada de
20
Ballet Ruso), y en Murcia en anteriores ocasiones (Mar-
zo y Noviembre 1994, Teatro Romea) ofreció diferentes
programas, (Romeo y Julieta, Cascanueces, El Lago de los Cisnes) con un resultado desigual.
La producción de esta Bella Durmiente presentada
la noche del pasado viernes en el Auditorio y Centro
de Congresos, ha sido correcta en su puesta en escena,
usando de los decorados y escenografía tan necesaria
para crear el “clima” fantástico en la narrativa, danza
pura, danza expresiva y simbolismo del argumento.
las bodas de aurora
De la obra, la importancia de variaciones, solos y paso a dos se encuentra en el prólogo (Bautizo) y tercer acto,
representándose a menudo este último en uno solo co-
nocido como Las bodas de Aurora. De los papeles más
representativos el de Hada Lila estuvo perfectamente
asumido por E. Gorbach, correcta en sus variaciones y
llevando a buen termino la narrativa del cuento. Como
siempre, el papel secundario de la bruja Carabosse seria
uno de los atractivos, divertido y convincente.
El Príncipe Desiré, A. Datsyshyn, aunque nada acerta-
do en su forma de interpretación y poco favorecido por
esa intención de capa roja que no llegaba ni a la aparien-
cia de manto real en su vestuario, no se le puede obviar
su buen papel de partenaire. Más principesco sin embar-
go hubiera sido G. Zhalo, que acometió con elegancia y
potencia su Pájaro Azul en el tercer acto de las bodas de
la Princesa Aurora, interpretada esta por T. Golyakova,
buena elección entre los solistas del elenco y sufi cien-
temente lucida en sus tres adagios, el de la Rosa en Mi
bemol, la aparición de la Visión en Fa y el Gran Paso a
dos en Do.
21
El resto de los componentes, cuerpo de baile nume-
roso pero que siempre en estas Compañías parece como
falto de espacio para desarrollar con más grandiosidad
sus intervenciones, vestuario cuidado y colorista, y un
buen acompañamiento de la Orquesta bien dirigida por
V. Kozhujar, pendiente de las entradas y velocidades de
cada uno de los primeros bailarines, premiado trabajo
con el entusiasta aplauso de un público que disfrutó de
la larga velada.
La Verdad, lunes 12 de abril de 1999.
22
ÉXITO INDISCUTIBLE DE SARA BARAS
Sara Baras. Espectáculo: Sueños. Auditorio Municipal de San
Javier. Jueves 6 de agosto de 1999.
El duende del baile fl amenco en los pies y manos de Sara
Baras puso en pie al Auditorio de San Javier en la noche
de la inauguración del Festival de Teatro, Música y Dan-
za de este año. Si todas las artes necesitan de un don es-
pecial para acometer su desarrollo, la danza y la música
requieren talento y dotes adecuadas para llegar al domi-
nio de su técnica y del cuerpo, instrumento del bailarín.
Y como cualquier otro arte, el trabajo constante y
acertado produce esas primeras fi guras que animan el
horizonte danzístico elevando el baile en su importancia
y consideración.
El fl amenco, arraigado desde sus discutibles oríge-
nes en lo popular y auténtico, ha ido transformándose
a lo largo de su historia, llena de innovadores (Carmen
Amaya, Vicente Escudero…) que en su momento senta-
ron nuevas bases que nuevas generaciones de bailadoras
y bailadores aceptan y a su vez renuevan.
De esta forma no queda estancado y de esas nuevas
generaciones con garra y originalidad, sin olvidar las raí-
ces, Sara Baras está demostrando, desde sus primeros
triunfos (Compañía Merche Esmeralda, Mujeres, 1996)
una nueva forma de entender su fl amenco.
El contenido de su espectáculo presentado en San Ja-
vier, es recopilación de sus obras anteriores (Sensaciones,
23
estrenado en el Auditorio y Centro de Congresos Región
de Murcia, abril de 1998) y otras nuevas (Sueños). Con
una introducción musical, Tangos, a modo de presen-
tación de sus diez músicos - guitarra, percusión, fl auta,
violín, cantaores, las niñas, como gusta llamar Sara a sus
bailarinas, irrumpirían con unas rondeñas, elegantes y
fi rmes, seguidas de una seguiriya. Siguieron Martinete, Alegrías en las que acompañando a Sara Baras, Miguel
Toleo, único chico bailaor de la Compañía, mostró un
limpio trabajo de pies, aunque pobre de brazos y fl ato de
tablas para llenar el escenario.
Precisamente, una de las características del trabajo de
Sara Baras es la importancia que le da al braceo y parte
superior del torso, vueltas y quiebros hermosos, bien do-
minados, y la velocidad de pies en el taconeo. A esto se
le une el diseño de unos vestidos que guardan relación
con la danza a la que sirven, pero lejos de tópicos del fl a-
menco de peineta y pandereta, reforzado este carácter en
una bien interpretada Soleá, traje blanco y mantón con
motivos azules, que daría paso a bulerías de fi nal de Sen-saciones, apoteósico fi n de fi esta con Sara y la Compañía
entre el público y éste con Sara. Aplausos interminables
y ovaciones para una joven bailarina que está empezan-
do una ya afi anzada carrera hacia el éxito, un éxito que
ella afronta con una gran sencillez y con entrega.
La Verdad, sábado 7 de agosto de 1999.
24
NUEVOS TIEMPOS, NUEVOS AIRES PARA UN GRAN BALLET
Ballet Nacional de España. Directora Artística: Aida Gómez.
Director Gerente: Hans Tino. Primeros Bailarines: Maribel
Gallardo - Óscar Jiménez - Francisco Velasco. Bailaor invitado:
Currillo. Adjunto a la Dirección Artística y Maestro de Ballet:
Raúl Tino. Programa:”Ritmos” Coreografía: Alberto Lorca,
música: José Nieto.”Mensaje”; Coreografía: Aida Gómez, mú-
sica: Vicente Amigo.”Luz de alma”; Coreografía: Javier Latorre:
música: Popular.”Silencio rasgado” Coreografía: Aida Gómez:
música: Jorge Pardo.”Grito”; Coreografía: Antonio Canales,
música: J. Mª. Bandera, J. C. Gómez. Gala patrocinada por “La Verdad”. La Unión. XXXIX Festival Nacional del Cante de las
Minas. Sábado 7 de agosto de 1999.
El Ballet Nacional de España con su fl amante Directora
Aida Gómez llenó de fuerza y poderío el recinto del Festi-
val del Cante de las Minas en La Unión, en una hermosa
noche de danza española. Aida Gómez, experimenta-
da bailarina, gran profesional de la danza, conoce esta
Compañía a fondo. No en balde ha bailado en ella duran-
te años y ahora llega a la dirección con fuerza y ganas de
renovación, con nuevos aires para un Ballet Nacional ya
veterano, que, afortunadamente, está creando una tradi-
ción difícil de lograr en otros estilos. A esto añadir en el
equipo directivo, como adjunto Raúl Tino y como geren-
te Hans Tino, antiguos componentes del Ballet Clásico
Nacional y magnífi cos bailarines. El programa elegido
25
para abrir el Festival de La Unión es coherente, ameno
y de alta calidad en sus coreografías. Ritmos, coreografía
ya tradicional, creada por Alberto Lorca en 1984, con mú-
sica de José Nieto, es una de esas obras que se convierten
en repertorio clásico, obra digna de estudio por parte de
los bailarines y de que el público continúe disfrutándola.
La fuerza de la partitura, la estilización de pasos y fi guras
y el cambio de colorido en el vestuario, del negro al rojo y
faldas que al mover recuerdan un hermoso clavel, siem-
pre ha sido un seguro éxito.
Y a continuación, todo nuevo. Mensaje, una fantásti-
ca composición de Vicente Amigo en la que cuatro bai-
larinas, disfrutan ejecutando una coreografía de Aida
Gómez de fandangos estilizados contemporáneamente,
adornados de magnífi cos brazos y vueltas de pecho pre-
ciosas con una velocidad de cambio que dibuja el movi-
miento sensual femenino, sin perdida del mismo en el
espacio. Carmen Esteban, Raquel Gómez, Genma Barre-
da y Mercedes Burgos bordan el trabajo de la coreógrafa
interpretándolo con verdadera entrega.
En Luz de alma, el coreógrafo Javier Latorre usa de
la seguiriya y los tangos para un solista, Currillo y un
grupo de quince chicos, fantásticos todos ellos, con un
buen trabajo de brazos y píes, (pero cuyo sonido no se
apreciaba en su totalidad, debido al entorno arquitectó-
nico) y enriqueciendo el fi nal con la entrada de cuatro
bailarinas.
Y por fi n, la aparición de Aida Gómez como solista
en coreografía propia, Silencio rasgado, estrenada en el
Teatro Real de Madrid, inspirada en los versos del poeta
sufí Rumi, con música de Jorge Pardo. Pedro Ontiveros
al saxo y Ana Ramón cantaora dan la entrada para Aida,
que irrumpe en el escenario enfundada en un pesado tra-
je del que se desprende casi inmediatamente para gozar
de la libertad de un atuendo modernista, pantalón ceñido
26
y cuerpo recortado que deja ver su cintura y estiliza aún
más todos los pasos y movimientos. Coreografía moder-
na total que indica claramente al igual que Mensaje la
línea propia que busca en sus obras. Esta sería la única
intervención de la directora acertada para no acaparar
protagonismo en la noche que terminaría con la creación
de Antonio Canales, Grito, en la que seguidillas, soleá,
alegrías y tangos es una mezcla para la veterana Maribel
Gallardo y el bailaor invitado Currillo, que forman una
pareja compenetrada y unida para los diferentes “palos”.
El buen trabajo de ambos bailarines, a los que se van aña-
diendo el resto de la Compañía, fue ovacionado por el
público que llenaba al completo el recinto y que, estamos
seguros, disfrutaría con una nueva actuación del Ballet
Nacional de España, a ser posible en el Auditorio Regio-
nal.
La Verdad, lunes 9 de agosto de 1999.
27
UN OSCILANTE “ZORBA EL GRIEGO” A CARGO DEL BALLET DE LITUANIA
Ballet Nacional de Lituania. Programa: “Zorba el griego”.
Música: Mikis Th eodorakis. Coreografía: Lorca Massine. Lu-
gar: Auditorio Parque Almansa. Martes 10 de agosto de 1999.
XXX Festival Internacional de San Javier.
El Ballet Nacional de Lituania presentó en el Festival In-
ternacional de San Javier Zorba el griego, ballet en dos
actos que ya anteriormente tuvimos ocasión de conocer
en el Teatro Romea de Murcia, (8 de Abril del 92). Lorca
Massine, cuyo nombre artístico se debe a la admiración
despertada en él por García Lorca en su infancia, fue en
aquella ocasión el protagonista de su propia obra. Hijo
de aquel Leonide Massine, que con los Ballets Rusos de
Diaguilev alcanzara fama universal como bailarín y co-
reógrafo (Sombrero de tres picos, entre otros), tras una
amplia formación en danza su dedicación a la coreogra-
fía aporta resultados como el presentado en forma de Ba-
llet, y que pese a la espectacularidad pretendida provoca
una sensación de instabilidad en el equilibrio de la línea
de los dos largos actos del montaje.
La fuerza de la partitura de Mikis Th eodorakis, la
hermosura de su música es una fuente tentadora de ins-
piración, pero al mismo tiempo precisa de una conti-
nuidad cuya difi cultad radica en mantener el interés del
argumento, en forma de narración y no como un ballet
abstracto, un pasaje en la vida de un personaje especial:
28
Zorba. La preparación técnica de los componentes del
Ballet Nacional de Lituania, facilita la labor del creador,
contando con elementos tan valiosos como los cinco per-
sonajes, Zorba, Marina, Johnas, Yorgos y la esperpéntica
Madame Hortense.
Usando de la base folklórica de las danzas griegas,
a través de la clásica y contemporánea, los tres estilos
confl uyen en una serie de episodios de corte narrativo
que en su duración resultan en ocasiones repetitivos o
monótonos. Monotonía rota cuando esa línea de la que
hablamos antes eleva el interés en desplazamientos del
cuerpo de baile y solistas, como en los paso a dos de gran
belleza, para volver a una horizontalidad anterior.
Esta inestabilidad en el conjunto de la composición
coreográfi ca se supera precisamente por la música de
Th eodorakis, (utilizada por Maurice Bejart también para
sus danzas griegas), cuya fuerza despierta los sentidos
y contagia un sentimiento colectivo emocional que au-
menta conforme va fi nalizando la historia. Los dos pro-
tagonistas, Johnas y Zorba, van a ir introduciendo de
forma graduada el esperado sirtaki, y que por su popu-
laridad y aceptación constituye el momento cumbre de
lo anterior.
Son formulas que el coreógrafo utiliza, a sabiendas
que el público en ese momento necesita de esa explosión
de fuerza, bien bailada, con demostración de la buena
forma física de los bailarines, que provoca los aplausos
entusiastas y con los consiguientes bises, todos en pie,
faltando muy poco para que los pasos de la conocida
danza popular griega pasaran del escenario a las gradas,
no tan completas como en otras ocasiones.
La Verdad, jueves 12 de agosto de 1999.
29
MODERNISMO INNOVADOR
Compañía: Flamenco XXI. Dirección: Pilar Izaguirre. Ricardo
Franco. Programa: “La mañana”, Coreografía: Ricardo Franco,
Música: F. Cruz Montoro, J. Quevedo, “El Bolita” “Dúo”, Co-
reografía: Ricardo Franco, Música: F. Cruz Montoro, J. Queve-
do, “El Bolita”, “La calle”, Coreografía: Ricardo Franco. Música:
Joaquín Martín / Jerónimo Maesso. Lugar: Teatro Romea. Jue-
ves 7 de octubre de 1999. Semana Grande de CajaMurcia
La coincidencia de Sara Baras en nuestra ciudad, el mis-
mo día y a la misma hora actuando en el Auditorio y Cen-
tro de Congresos con su espectáculo Sueños, no restaría
ni interés ni público a este otro interesante programa
realizado bajo la dirección de Pilar Izaguirre y Ricardo
Franco.
Modernista, innovador, son términos que califi can
el montaje que, partiendo de diversos palos fl amencos,
constituye la forma de expresión utilizada para su crea-
ción por el coreógrafo Ricardo Franco. De formación
académica clásica, este antiguo componente del Ballet
Lírico Nacional, lo recordamos, entre otras, por su inter-
pretación de coreografías como Cuatro temperamentos,
de Balanchine, en octubre de 1990 en este mismo esce-
nario.
En el 96, por iniciativa del Festival Internacional de
Danza Taz de Viena, nace el proyecto Flamenco xxi que
tras su paso por escenarios como la Ópera de Graz, In-
nsbruck, Lisboa, Amsterdam, La Haya nos llega ahora a
30
nosotros. El fl amenco es utilizado por Ricardo Franco
para la elaboración de un programa que se caracteriza
por un afán de innovación creativa, de tintes modernis-
tas y rompedor de las líneas conservadoras.
Fragmentado en tres partes claramente defi nidas, la
primera, La mañana, tras un comienzo en claroscuro,
iniciado por el trabajo uniforme de los bailaores, y de
la intervención de Beatriz Martín (Ella sola) en la que
contrastan sus brazos con la profundidad que la rodea,
Rafael de Carmen, tras La mañana y Al sol, baila por so-
leá, terminando el cuerpo de baile con unos coloristas
Jaleos en los que la percusión forma parte de la coreogra-
fía, que con efectos de luminotecnia proyectados sobre el
ciclorama de fondo hacen que no sólo sea el baile puro el
principal componente del montaje.
Los músicos quedan un tanto desplazados acostum-
brados como estamos a notar algo más su presencia, tal
y como sí se harían notar en la segunda parte. De ésta,
Dúo y La Calle son un conjunto de desigual resultado.
El piano, junto a instrumentos de percusión que ahora
sí ocupan un lugar central, intervienen en una llamati-
va puesta en escena junto a una efectista escenografía,
la luna está presente y el sol va creciendo en intensidad,
marcada por la fuerza de la música de unos tangos bien
bailados, pero cuyo vestuario queda un tanto desangela-
do ante la alegría de los bailes.
Interesante trabajo de Ricardo Franco, que se vio re-
compensado por un entusiasta aplauso.
La Verdad, sábado 9 de octubre de 1999.
31
LA DANZA SE VISTE DE FIESTA
Compañía: Víctor Ullate Ballet, Programa: “Don Quijote”. Co-
reografía: Víctor Ullate. (A partir de las originales de Marius
Petipa y Alexander Gorski) Música: Ludwid Minkus. Ilumi-
nación: Olga García. Escenografía y vestuario: Roger de Salas.
Lugar: Auditorio y Centro de Congresos de la Región de Mur-
cia. Sábado 16 de octubre de 1999. Semana Grande de Caja-
Murcia.
El episodio de la segunda parte de la novela de Cervan-
tes, sacado de los capítulos 19, 20 y 21 (Bodas de Cama-
cho), en los que nos narra la boda del rico Camacho con
la aldeana Quiteria, enamorada del pastor Basilio, fue
utilizado añadiendo personajes y escenas sueltas por el
coreógrafo francés afi ncado en San Petersburgo Marius
Petipa, para su ballet estrenado en Moscú el 14 de Di-
ciembre de 1869.
Anteriormente se había desarrollado una tradición
desde 1743 en París, (Ballets Cómicos) que venía utili-
zando este argumento por Jean Georges Noverre (1768),
Aumer o Louis-Jaques Milón ya en el xix.
Mezclando partes de capítulos, como el 17 en el que D.
Quijote confunde la posada por un castillo o el encuen-
tro con los cómicos ambulantes (capítulo 2 de la primera
parte y otra del 26 de la segunda), hilvana la historia que
también ha sido coreografi ada de mil maneras a lo largo
del siglo xx.
Víctor Ullate y su Ballet de la Comunidad de Madrid,
32
una fábrica de estrellas, han sido los últimos en transfor-
mar la base de Petipa en un “Quijote” colorista, de fi esta,
merecedor de fi gurar entre las mejores coreografías he-
chas al respecto.
En otras más tradicionales la parte clásica quedaba
enmarcada dentro de la Escuela Rusa, de perfeccionismo
técnico sublime, y sus principales personajes formando
parte obligada en el repertorio de grandes fi guras da la
danza, pero el carácter español que Petipa conocía de su
estancia en nuestro país siempre quedaba exagerado o
como mero adorno. La coreografía de Víctor Ullate divi-
de la historia en tres actos y prólogo, utilizando una línea
argumental escenifi cada como narrativa, enmarcada en
una cuidada escenografía y un acertado vestuario debi-
do al colaborador habitual de Ullate, Roger de Salas, que
respeta admirablemente la época histórica, y, tal y como
el propio Ullate afi rma, españoleando y dotando de fres-cura lo que quedaba antes obsoleto.
Atrevido, Ullate en el acto I tras un breve prólogo en el
que comienza la locura fantástica de Alonso Quijano, ya
como Quijote (Víctor Orive) acompañado de Sancho Pan-
za (Fernando Carrión), presenta a Quiteria (encantadora
Rut Miró) y su romance con el barbero Basilio (magnífi co
Carlos López), modernizando la escena de Mercedes (Ana
Noya) y Espada (Eduardo Lao) con un colorista pasodoble
en una plaza improvisada a partir de las capas de los tore-
ros, (el murciano Juanjo Garres entre ellos).
Destacan los efectos especiales y la iluminación debi-
dos a Olga García y en el segundo acto la escena de los
gitanos y una efectista y lograda lucha contra los Moli-nos, aplaudida con entusiasmo por un público entregado
desde el principio. El delirio y sueño en el mundo de las
Driadas es la parte mantenida más clásica por Ullate en
la que Carlos Pinillos hace un magnífi co Cupido de salto
elevado y limpieza en sus entrechats y cabriolas.
33
Para terminar tres horas de Quijote que pasan rápidas,
las Bodas de Quiteria y Basilio conocidas del gran públi-
co, pas de deux, variación del abanico, codas y brillantísi-
mo fi nal de toda la Compañía. Un Auditorio al completo
y puesto en pie saludó al director y creador infi nito Víc-
tor Ullate, artífi ce de que la danza clásica, a pesar de los
pesares, mantenga un primer puesto en nuestro país, Sus
bailarines heredaran su clase y talento.
La Verdad, lunes 18 de octubre de 1999
34
OSADOS, ATREVIDOS
Nuevo Ballet Español. Espectáculo: Flamenco directo. Direc-
ción artística: Ángel Rojas, Carlos Rodríguez. Lugar: Audito-
rio y Centro de Congresos Región de Murcia. Miércoles 2 de
febrero de 2000.
Jóvenes, trabajadores y con capacidad creativa para ela-
borar este nuevo fl amenco son estos bailaores, osados y
atrevidos, Ángel Rojas y Carlos Rodríguez.
Nuevo Flamenco, espectáculo del Nuevo Ballet Espa-
ñol, es un ordenado, pensado y meticulosamente diseña-
do programa cuyo contenido sorprende desde el primer
momento, en una presentación (directos), original y no-
vedosa que introduce al espectador en una nueva forma
de entender el fl amenco. Los palos tienen nombre propio,
Horizontes, Lunáticos, etc. rodeados de modernismo, em-
pezando por el vestuario en el que una mezcla explosiva
de made in… y fl amenco un tanto llamativa unen la pu-
reza del baile con infl uencias de otras bases académicas
y de técnica de escuela. La mezcla de infl uencias de todo
tipo de danza, clásica, contemporánea, moderna… con
la pureza del fl amenco, es una fórmula que es atrevida y
provocadora ante los puristas defensores de conservar y
no cambiar llegando al debate de si es o no correcto.
En la primera parte, tonos blanco y negro, movimien-
tos de amplitud escénica, lejos de ese fl amenco que ape-
nas se desplaza del sitio. El grupo formado por los inte-
grantes de la Compañía, destacando Esther Esteban, es
35
de una uniformidad asombrosa. La disciplina rigurosa
de estos bailarines no deja espacio para la improvisación,
o si la hay no se perfi la, y el Musical del grupo Cañadu
con la farruca de Carlos Rodríguez para terminar, antes
del intermedio, con toda la Compañía en Playas del alma
permite disfrutar no sólo de la danza, sino igualmente de
una música rica en matices y muy del gusto del fl amenco
innovador.
La segunda parte ofrece, bajo tonos ocres entre otros,
una sensual Guajira o el mano a mano de los dos directo-
res y estrellas del Nuevo Ballet; en Mahera donde ambos
bailarines (o bailaores) muestran su fuerza interpretati-
va y su forma de entender este fl amenco. Diferentes en
su estilo, Ángel más suelto y Carlos menos controlado,
los dos entusiasman al público ante su fuerza en el baile,
caracteres diferentes que se complementan al compartir
escenario.
Escenografía muy cuidada, con variación de iluminación reva-
lorizan la calidad de la puesta en escena. Para terminar, Amo-
nós, resulta igual de ordenado que todo lo anterior, caldeando
el fi nal, con una innecesaria proyección del título del espectá-
culo, aplaudido calurosamente por un Auditorio que lamenta-
blemente lució media entrada.
La Verdad, viernes 4 de enero del 2000.
36
EL ESPLENDOR DEL ROMANTICISMO CON “GISELLE” Y VÍCTOR ULLATE
Compañía: Víctor Ullate. Ballet de la Comunidad de Madrid.
Programa: “Giselle”. Ballet romántico en dos actos. Coreogra-
fía: Víctor Ullate, (Sobre la original de Coralli/Perrot/Petipa).
Lugar: Teatro Romea. Viernes 10 de marzo de 2000. Gala or-
ganizada por la cope.
El Romanticismo del xix aportó en el arte, la literatu-
ra y la música el deseo de huida de la vida cotidiana. La
sustitución de la realidad por un mundo irreal tuvo en el
ballet clásico su obra maestra con la creación de Giselle.
La coreografía original, estrenada en 1841 en País,
fue el resultado de la unión de dos coreógrafos, Perrot
y Coralli; dos músicos, Adam y Burgmüller; el libreto de
Saint-Georges, Gautier y Coralli y un solo decorador, el
pintor Pierre Ciceri quien también había realizado los de
La Sylphide (1832).
Hoy en día no podemos asistir a una representación
de Giselle tal y como la pudieron contemplar los especta-
dores del xix pero conserva muchos elementos, algunos
de ellos casi en su estado original y otros oscurecidos por
el paso del tiempo y sucesivas adaptaciones debidas a Pe-
rrot, Petipa y el maestro de danza ruso Titus. Fue tal su
repercusión en el mundo de la danza que siglo y medio
después continúa siendo uno de los ballets más represen-
tados en el mundo entero.
Víctor Ullate, este genio creador que no nos merecemos,
37
volvió a Murcia en gala de la cope para ofrecernos de nue-
vo su Giselle, En esta ocasión, el Teatro Romea fue testigo
emocionado de la magnífi ca interpretación de Bárbara Gar-
cía. Bailarina de origen cubano, asumió perfectamente el
reto que supone la doble personalidad de Giselle, ingenua y
alegre en el primer acto, y etérea Willi del segundo.
La adaptación coreográfi ca de Ullate (la versión anterior
vista en Murcia en Marzo de 1996 se debió a José Parés, con
Támara Rojo y Jesús Pastor) aporta actualizaciones técnicas
que ofrece amplitud de posibilidades a bailarines que, como
Antonio Ruiz en Albrecht, tienen ocasión de mostrar su pre-
paración en las variaciones, compenetrado con su pareja en
los paso a dos, y la fuerza interpretativa de Víctor Jiménez
en el desesperado Hilarión cuyo papel luce espléndidamen-
te en el segundo acto. El pas de paysanne (que en su versión
original del xix estrenara Nathalie Fiztjames) resultó una
ocasión excelente para disfrutar de la presencia junto a Pi-
lar Nevado de la de Juanjo Garres, cuya carrera profesional,
tras su formación en el Conservatorio Profesional de Danza
de Murcia, va ascendiendo vertiginosamente igual como su
enorme talento. Todos los detalles escenográfi cos de Giselle
están cuidados al máximo por Víctor Ullate. El cuerpo de
baile posee una calidad de primera categoría y el resultado
es, como toda la obra que pone en escena este creador, de
una importancia enorme.
En un país del que siempre se asegura que carece de
tradición clásica no sabemos a qué estamos esperando
para abrir los ojos y contemplar la realidad de Compañías
únicas como ésta que debería ocupar su lugar junto a los
nacionales. Y nuestro público lo sabe, demostrándoselo a
Víctor Ullate en una larga, emocionante y enfervorizada
ovación que cerró la magnífi ca velada en el Teatro Romea.
La Verdad, domingo 12 de marzo del 2000
38
CENICIENTA POR FANDANGOS Y BULERÍAS
Ballet Flamenco de Antonio Canales. Programa: “La Cenicien-
ta”. Coreografía y dirección: Antonio Canales. Música: Ober-
tura: Prokofi ev, Albinoni. Por el “Grupo a cuerda y tacón”: José
Jiménez, Viejín; David Cerreduela; Ramón Jiménez; Antonio
Suárez, Guadiana. Lugar: Auditorio y Centro de Congresos
Región de Murcia. Jueves 16 y viernes 17 de marzo del 2000.
De todas las versiones que del cuento de Perrault del
xviii se han venido haciendo en danza, la Cenicienta de
Antonio Canales es una ambiciosa coreografía en la que
el fl amenco y la escuela bolera nos acercan a una pro-
tagonista quizás más real que la de narraciones infan-
tiles. El artista sevillano ha desarrollado a lo largo de su
carrera una inquietud coreográfi ca que le proporciona
montajes tan dispares como Torero, Guernica, Bernarda Alba, o Raíz, para su propia Compañía, o las estrenadas
por el Ballet Nacional de España, en el cual se formó y
del que fue solista, Grito y A ciegas. Cenicienta llega a
los escenarios murcianos, como casi siempre ocurre en
los espectáculos de danza, un año después de su estre-
no en Madrid. Partiendo de la raíz fl amenca, Canales no
duda en introducir aportaciones de escuela clásica, tan
característico de todos los que pasaron por el Nacional,
mezclando movimientos de infl uencia contemporánea y
39
usando la escuela bolera del XVIII para el baile de cum-
pleaños. La intencionalidad de dotar a esta obra de un
aire circense se refuerza con la escenografía (bombillas
a pie de escenario, transformación del vestido de la pro-
tagonista…) y el mago de cuya chistera pueden surgir las
más insólitas realidades. En cuanto a la adaptación musi-
cal, esa mezcla de Prokofi ev y Albinoni, unida al fl amen-
co es de un resultado interesante debido así mismo a la
excelente calidad de los músicos y cantaores de los que
María La Coneja, en esta ocasión, además no sólo baila
sino que está muy lograda como La Madrastra.
Cristina Gómez, jovencísima bailarina interprete de
la protagonista, personaje que en su día fuera ideado
para Sara Baras, posee unas amplias cualidades como el
dominio alternativo de fl amenco y escuela bolera, aun-
que para apreciar toda su riqueza el vestuario usado para
esta última no sea acertado. Este mismo inconveniente
lo encontramos en otros personajes, como las hermanas-
tras, Laura González y Rosana Romero, batallando con
la pomposidad de las faldas a sus intervenciones de palos
fl amencos de la primera parte. Juan de Juan, excelente
bailaor, sabe perfectamente lo que Canales espera de él.
No es la primera vez que trabajan juntos y siempre se le
ofrece posibilidades de lucimiento para sus pies, de rapi-
dez y sonoridad asombrosa, además de esa estilización
moderna de la danza de la que Antonio Canales gusta
tanto. Este último se reserva el papel de mago, mostran-
do todo su estilo en una coreografía de cuyo montaje re-
sulta algo cargado la primera parte que hace necesario
un descanso tras el que un rápido fi nal arrancó la ova-
ción del entregado público.
La Verdad, domingo 19 de marzo del 2000.
40
Y LA DANZA SE HIZO HOMBRE
bocca bailó completamente entregado com-
partiendo escenario y máximo esfuerzo con
sus bailarines.
Compañía: Julio Bocca y ballet Argentino. Dirección: Julio
Bocca. Programa: Ángeles sin alas. Música: autores varios.
Coreografía: Attila Eharhazi. Pido esa boca. (Pas de deux).
Coreografía: Marcela Criquet. Música Oscar Kreimer. Desde lejos. Coreografía Mauricio Wainrot. Música: Wins Mertens.
Piazzola Tango Vivo. Coreografía: Ana María Stekelman. Mú-
sica: Astor Piazzolla. Festival Internacional de teatro, música
y danza de San Javier.
Parque Almansa. Sábado 19 de agosto del 2000.
Y la danza se hizo hombre despertando los sentidos a
través de la belleza de las coreografías presentadas por
Julio Bocca y su Ballet Argentino, la noche del sábado en
el escenario del Festival Internacional de Música y Dan-
za de San Javier. La completa formación técnica de este
bailarín le permite ahora, después de años interpretando
a los imprescindibles grandes clásicos del xix y los mo-
dernistas geniales del xx, le permite, repito, afrontar el
nuevo siglo con una danza innovadora en la que tanto él
como los bailarines que le acompañan inundan el esce-
nario durante cerca de dos horas de plasticidad y belleza
de unas coreografías dignas de alcanzar la categoría de
otras ya consagradas.
En sus anteriores visitas a Murcia, tanto en 1992 junto
41
a Eleonora Cassano en el Teatro Romea como en 1996
en el Auditorio y Centro de Congresos, este gran baila-
rín mantenía un programa que oscilaba de los clásicos
al tango, introduciendo éste de forma estilizada y teatral
en una línea de trabajo que comenzaba a defi nirse con
obras de corte contemporáneo como Aquelarre, de Os-
car Arraiz o Escenas, y aquella Sinfonía entrelazada de
Mauro Bogonzetti, ballet abstracto sobre un recitativo
de sonetos de Shakespeare y música de Mozart.
Pasados estos últimos años Julio Bocca ha ido mol-
deando su danza en una búsqueda de nuevas formas,
manteniendo siempre la importancia de la base clásica y
como resultado nos ofrece ahora la posibilidad de com-
partir su obra. La danza es un arte que, a diferencia de la
pintura o la escultura, solamente permanece ante nues-
tros ojos el instante en que se está interpretando pero
sin embargo las sensaciones que despierta en nosotros
se mantiene en los recuerdos según y como haya conse-
guido llegar a quien la contempla. Las coreografías pre-
paradas por el Ballet Argentino en esta ocasión, aunque
variadas respecto al programa anunciado, fueron una
muestra de autentica calidad. En Ángeles sin alas su co-
reógrafo Attila Eharhazi se sirve de cuatro bailarinas y
cinco bailarines en tonalidades de la gama de los azules
para plasmar suaves y ondulantes movimientos, coordi-
nados en variaciones sobre fragmentos musicales, en una
obra de resultados interesantes.
Pido esa Bocca, un impresionante Pas de deux en el
que Julio Bocca baila entregado a su pareja con la que su-
pera brillantemente todas y cada una de las complicadas
formulas balletísticas ideadas por Marcela Criquet lle-
nando la hermosa música de Oscar Kreimer, tras el que
Desde lejos supone una sinfonía de movimiento pensada
para un continuo movimiento de grupo generalmente
correcto (excepto el de una de las bailarinas algo des-
42
coordinada y un tanto desorientada que debiera estudiar
algo mas la coordinación y velocidad de sus compañeros)
entrelazando el trabajo de parejas o dúo, obra de Mauri-
cio Wainrot llena de plasticidad y belleza sobre la emo-
cionantemente hermosa composición musical de Wins
Mertens. Y, como no, cerrando la noche, esos Tangos,
compuestos por Astor Piazzolla como una Suite, con so-los, dúos o quintetos, en los que Ana María Stekelman lo-
gra una obra estilizada basada en la danza contemporá-
nea y muy diferente a aquellos de Oscar Arraiz, Responso, La apuñalada o El día que me quieras.
Julio Bocca bailó, y bailó completamente entregado a
lo largo de toda la noche compartiendo escenario y máxi-
mo esfuerzo pero tan complementado con sus bailarines
que no buscó el protagonismo fuera de lugar y además
sin que la ausencia del anunciado paso a dos del Quijote fuera echado de menos. Bocca y este su Ballet Argenti-
no ya pertenecen a las nuevas generaciones de bailarines
con los que la danza entra de fi rme en el nuevo siglo.
La Verdad, lunes 21 de agosto del 2000.
43
MERECIDO HOMENAJE A JOSÉ CARLOS MARTÍNEZ
Gala de Danza Homenaje a José Carlos Martínez, bailarín es-
trella de la Ópera de París, con estrellas, primeros bailarines
y solistas de la Ópera de París. CajaMurcia. Semana Grande.
Programa: Primera parte: Paquita (paso a tres). Música: Lud-
wig Minkus. Coreografía: Marius Petipa. B comme Bea. Mú-
sica: Hugues le Bars. Coreografía: Jocelyn Bosser. El Corsario. Música: Ricardo Drigo. Coreografía: Marius Petipa. Aunis. Música: Maurice Pacher. Coreografía: Jacques Garnier. Don Quijote Suite. Música: Ludwig Minkus. Coreografía Marius
Petipa y Alexander Gorski. Segunda parte: El Cisne Negro,
(paso a tres). Música: Chaikovsky Coreografía: Rudolph Nu-
reyev. Alquivia. Música: Luis Delgado. Coreografía: Anatol
Yanovski. Romeo y Julieta (escena del balcón). Música: Seguei
Prokofi ev. Coreografía: inspirada de Rudolph Nureyev. La Sílfi -de. Música: Daniel Severin Lovenskjold. Coreografía: Augusto
Bournonville. Diva. Música: G. Giordano. La mamma morta
(de la Ópera Andrea Tcheiner). Coreografía: Carolyn Carson.
Raymonda, fi nal con toda la Compañía. Sábado 7 de octubre.
Auditorio y Centro de Congresos. Murcia.
La Semana Grande de Cajamurcia del 2000 tuvo un bri-
llante comienzo con el homenaje que en forma de Gala
ofreció el pasado sábado al bailarín José Carlos Martínez.
La noche murciana se engalanó de estrellas, de estrellas
de la danza que desde la Ópera de París volaron hasta
el escenario del Auditorio y Centro de Congresos para
44
acompañar a su primer bailarín en ocasión tan especial.
Y es que si en otras muchas profesiones, el triunfo y éxito
es un premio justo al sacrifi cio, la tenacidad y el buen
hacer, en danza es una recompensa que aporta además
la ventaja de ser un arte cuya belleza es compartida por
el público.
No vamos a recordar aquí y ahora la excelente trayec-
toria artística de José Martínez. Este es su nombre artís-
tico habitual, simplifi cando el compuesto en escenarios
internacionales en los que ha podido bailar los princi-
pales papeles de grandes ballets de repertorio y de los
que se ha seleccionado los más idóneos para confi gurar
el espectáculo que en dos extensas partes ofreció junto a
Agnes Letestu y bailarines de la Ópera parisina.
En la primera parte del variado programa, con los clá-
sicos paso a dos y paso a tres de ballets como Paquita, o
Corsario, este último algo carente, intercalados por co-
reografías modernistas de B comme Bea, jugando con la
trilogía de color blanco, azul y rojo, o Aunis en la que la
mezcla rítmica no concede un respiro a los tres intérpre-
tes, coreografías no tan espectaculares como el esperado
Don Quijote Suite en el que tanto José Carlos Martínez
como Agnes Letestu estuvieron magnífi cos, compene-
trados al máximo y ofreciendo una buena lección de téc-
nica pura, acompañados de un correcto cuerpo de baile,
destacando la variación de solista femenina.
Un pequeño cambio en el orden de la segunda parte
no alteró para nada el resultado de las diferentes varia-
ciones, ofreciendo la posibilidad de apreciar como José
Carlos domina el estilo contemporáneo en la coreografía
de Anatol Yanovski Alquivia compartida junto a Marie-
Agnes Guillot seguido de un hermoso Romeo y Julieta
a cargo de la dulce Isabel Ciaravola y el apasionado Sé-
bastien Th ill interpretado tras el Cisne Negro sin nada
especial si no es la intervención más personal del mago.
45
Le seguiría, una Sílfi de convencional y la muestra de la
coreógrafa Carolyn Carson, Diva, un tanto fuera de con-
texto.
Y para fi nalizar la larga noche, ante un público in-
cansable de danza que pedía seguir disfrutando de los
bailarines estrellas, el éxito del lucido fi nal con Raymon-da haría necesaria su repetición ante los interminables
aplausos con que toda Murcia, tierra de artistas, quiso
mostrar su admiración y merecido cariño al cartagenero
José Carlos Martínez y sus compañeros.
La Verdad, lunes 9 de octubre del 2000.
46
LA LOCURA DE SARA Y SU DUENDE FLAMENCO
Ballet fl amenco Sara Baras. Programa: Juana la Loca (Vivir por amor). Coreografía Sara Baras. Dirección escénica: Luis
Olmo. Idea-guión: Lucho Ferruzzo. Música: Jesús de Rosario,
José Heredia, Juan Carrasco. Por derecho (Suite Flamenca). Di-
rección y Coreografía: Sara Baras. Música: Jesús de Rosario,
Juan Carrasco.
Auditorio y Centro de Congresos Región de Murcia. Sala Nar-
ciso Yepes. Jueves 2 y viernes 3 de noviembre del 2000.
Sara Baras rompe moldes con su forma de hacer fl amen-
co. Su nuevo espectáculo, Juana la Loca, es un elegante y
sobrio montaje en el que la locura de amor, la pasión y los
celos se transforman en danza rebosante de expresividad
sinuosa, acompañada en sus braceos y giros envolventes
por un taconeo limpio, rápido y sutil.
Sara Baras ha vuelto a triunfar en Murcia, en el mis-
mo escenario en el que en dos ocasiones anteriores, en
el 96 y 98, el público ya se rindiera a sus pies. En este es-
pacio de tiempo el trabajo de la gaditana ha ido ganando
no sólo en esa forma personal de entender el fl amenco e
interpretarlo, sino que una cuidadosa y estudiada pues-
ta en escena acompañada por el cercano cante de Chelo
Pantoja enriquece la calidad del montaje de esa apasio-
nada locura en la que se ha inspirado para elaborar la
historia de esos amores con el aquí traicionero Felipe el Hermoso, José Serrano.
47
Sara es baile, y el baile es Sara. Elegante, segura, ve-
loz y con una arrolladora personalidad que irradia sim-
patía natural es, al mismo tiempo, capaz de no acaparar
protagonismo compartiéndolo con sus bailaoras, chicas
de talento bien fl anqueadas por dos valiosos elementos
masculinos de los que en Raúl Fernández se adivina un
futuro prometedor.
Completando programa, la Suite fl amenca y Por de-recho se acerca más a la muestra de diferentes palos con
los que habitualmente los espectáculos fl amencos dan el
cierre por bulerías, soleares etc. y hasta para esto Sara
Baras tiene originalidad, acompañada de uno de esos
mantones que tanto le agradan en un estilo del que ha
formado parte importante desde el principio de su carre-
ra forma el vestuario debido en esta ocasión a Pedro Mo-
reno y Val Barreto. Diseños coloristas y de no fácil ma-
nejo que, sin embargo, quedan fundidos a las bailaoras
complementando la intención de todos los movimientos
que entusiasmó a un público tan cercano como el cáli-
do saludo con el que Sara y su Compañía cerró la noche
llena de aplausos y expresiones de admiración ante un
trabajo bien hecho.
La Verdad, sábado 4 de noviembre del 2000.
48
DUATO, ESCULTOR DEL ESPACIO
Compañía Nacional de Danza. Dirección artística: Nacho
Duato. Programa: Synaphai, Nacho Duato/Iannis Xenaki
/Vangelis. Remansos. Duato/Granados. Arenal. Duato/Bonet.
Ciclo de Danza ii. Auditorio y Centro de Congresos Región de
Murcia. Miércoles 29 y jueves 30 de noviembre del 2000.
Nacho Duato con ocasión de su décimo aniversario al
frente de la Compañía Nacional de Danza ha recopilado
parte de su obra y la ofrece a modo de celebración, cum-
pleaños feliz, en dos programas que nos llegan tras su
presentación en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
De ambas muestras del duatismo absoluto –pues él es
el único autor de las tres obras seleccionadas para Mur-
cia– representan etapas diferenciadas de la creatividad
del afamado director, bailarín, actor, modelo…, con la
coincidencia de que las tres fueron estrenadas en su día
por otras compañías (Nederlands Dans Th eather, Ame-
rican Ballet Th eather) antes de ser bailado por la cnd.
Quien siga fi elmente la trayectoria de la misma en es-
tos diez años, puede apreciar la diferencia evolutiva de la
expresividad de Duato a la hora de dar forma a sus mon-
tajes. Y, quien no, pues se conforma con la sorpresa de
una danza llena de mensajes intencionadamente dirigida
a despertar sensaciones, nunca indiferencia.
En Synaphai (1986), que junto a Arenal es parte del
segundo programa ya visto en Madrid a partir del 2 de
noviembre, Iannis Xenakis fue el compositor que, con su
49
Concierto para piano y orquesta, inspiró a Duato para
la expresión mediante movimiento continuo de unos
sentimientos que pasan por la violencia opresiva de la
incomunicación a la tranquilizadora imagen del paso a
dos de Luisa María Arias y el magnífi co Patrick de Bana
en la música de Vangelis. Contraste y escenografía que
complementan el resultado buscado. Reacción fría del
público en la noche del jueves.
Los Valses de Enrique Granados fueron los Remansos
de una primera versión estrenada por el American Ballet
Th eather en el 97 y posteriormente la Danza Oriental, el Minueto, la Danza Villanesca y Valses poéticos, son
una bellísima composición en la que a la difi cultad de la
técnica que Duato imprime en sus movimientos se une
la plasticidad y la implicación de la propia escenografía
como elemento participativo usada por los contemporá-
neos. Los atléticos cuerpos ofrecen algo que ya dijimos
hace años de su danza “…una forma de bailar en la que
el movimiento constante de los cuerpos dibuja sin pausa
líneas en el espacio” (La Verdad, 23 febrero, 93).
Y como guinda del pastel Duato/Bonet son un comple-
mento perfecto para su Arenal, emotivo fruto de los pri-
meros años de la Compañía y que fue estrenado en España
en el Teatro Romea de Murcia en octubre de 1990. Si en
aquella ocasión fue Catherine Allard la solista, diez años
después la obra que sigue conservando la misma frescura
mediterránea llega con Emmanuelle Broncin a lo más pro-
fundo del alma en un conjunto de altísima calidad.
El público, la noche del jueves repito, aplaudió el salu-
do fi nal de forma insistente, un tanto desilusionado ante
la no presencia de Duato en el escenario.
La Verdad, viernes 1 de diciembre de 2000.
50
BLANCA DEL REY, SEÑORA DEL ARTE
Ballet Flamenco Blanca del Rey. Flamenco a bocajarro. Direc-
ción artística y bailaora principal: Blanca del Rey. Música: au-
toría, composición y dirección: Leo de Aurora, Felipe Maya.
Programa: El son que baila. (Martinete y seguiriya acabada
por cabales). Ruiz/del Rey. Amarrándose los machos. (Farru-
ca). Dori. Mi bata que a Cádiz lleva. (Alegrías). Blanca del
Rey. Una rosa con espinas. (Taranto). Del Rey/Llori. Concierto
de abanicos (Colombiana). Blanca del Rey. Soleá del mantón.
Blanca del Rey.
Sábado 2 diciembre del 2000. Teatro Romea. Murcia.
El fl amenco, su cante, su baile, es un estilo misterioso,
una danza abstracta sin tema preconcebido a desarrollar
cuya libertad de expresión en el gesto de los bailaores
encierra un misterioso poder de fascinación. Esta forma
de expresión que transforma en arte toda la energía de
quienes lo interpretan tuvo en los viajeros del xix como
Davillier o Doré sus primeros cronistas que guardaron
en sus relatos aquellos bailes de candil y de academias de
baile. La posterior evolución del fl amenco motivada por
la estilización teatral derivó en tendencias modernistas
defendidas por unos y atacada por otros. Blanca del Rey,
bailaora e investigadora, desde su vuelta al mundo de la
danza y la formación de su Compañía en 1983 se identifi -
có con la tendencia más conservadora.
Flamenco a bocajarro es un fl amenco sobrio en el que
el baile es lo que importa fuera de otros adornos, empe-
51
zando por martinete y seguiriya para seguir con farru-
ca, baile de hombre para unos y también de mujer para
otros. Diego Llori aporta en ella, a la técnica, una elegan-
cia añadida a la velocidad de sus pies. Las Alegrías, sirven
a Blanca del Rey como lección del uso de una bata de
cola, mostrando el dominio de la misma, adornado por
el trabajo de los brazos y de un zapateado limpio y ligero,
mientras que la fuerza interpretativa del taranto en el
hombre y la mujer lo ofrece en un paso a dos de emoción
contenida tras el cual la luz y el calor de una Colombia-na llena de abanicos, una coreografía bien bailada por la
compañía.
Y si hay bailes característicos de determinadas bailao-
ras, el de Blanca del Rey es sin duda su famosa y perso-
nalísima soleá del mantón con el que juega, lucha y se
integra dominándolo para ser uno solo mientras que sus
músicos, sólo dos guitarras y tres cantaores, combinan
libremente falsetas y rasgueados bien adaptados al com-
pás. La entrega de esta artista, que ya nos visitó en dos
ocasiones anteriores, el éxito del ambiente de la noche,
provocó unas emocionadas palabras de despedida de la
bailaora para quien Murcia y sus gentes “… que tanto en-
tienden de fl amenco” supone una verdadera familia.
La Verdad, martes 5 de diciembre del 2000.
52
EL BAILE DE SARA BARAS
Sara Baras. Espectáculo Juana la loca.Coreografía: Sara Baras.
Artista invitado: José Serrano. Dirección técnica: Luis Olmos.
Teatro Romea de Murcia. Martes 22 de mayo de 2001. Patro-
cinado por la cope.
Sara Baras, ese fenómeno de nuestro baile, protagonizó
un nuevo éxito en nuestra ciudad. Todo el Teatro Romea
siguió con absoluto interés su personalísima interpreta-
ción del personaje de Juana la Loca en un espectáculo
organizado por la cope, el Ayuntamiento de Murcia y la
Concejalía de Cultura y Festejos. A lo largo de hora y me-
dia, la puesta en escena de esta coreografía, ya comenta-
da cuando su estreno en el Auditorio Región de Murcia el
pasado mes de noviembre, junto a la acertada dirección
escénica hizo que los calores de la noche aliviados por la
energía de los programas de mano, improvisados abani-
cos, se olvidaran ante la danza de la artista gaditana. Tal
y como ya dije en alguna ocasión, el baile es Sara y Sara
es el baile.
Ella sola con su portentosa técnica y talento natural,
actúa, interpreta, baila, ríe, llora… y hace llegar, a través
de su fl amenco mezclado con una estilización cuidada,
toda la emoción de una locura de amor. Sara Baras está
en su mejor momento, bien rodeada de buenas parejas
como José Serrano y con esas niñas tan correctas y bien
preparadas para formar esta Compañía.
Aun y cuando no se trate de un montaje reciente, el po-
53
der de convocatoria de esta bailaora logró colgar el cartel
de agotadas las localidades –muchas por invitación- y
que todo el cariño del público puesto en pié sin dejarla ir
llegase a emocionarla obsequiando un generoso y alegre
fi n de fi esta en el que ofreció, además, los improvisados
pasos de dos pequeñas promesas del baile.
La Verdad, jueves 24 de mayo de 2001
54
CISNES BAJO LAS ESTRELLAS
32 festival internacional
de teatro, música y danza
alicia alonso, que asistió a la función en
san javier, recibió la emocionada ovación de
todo el auditorio puesto en pie.
Ficha técnica: Ballet Nacional de Cuba. Dirección General:
Alicia Alonso. Programa: El Lago de los Cisnes. Coreografía:
Alicia Alonso, sobre la original de Marius Petipa y Lev Ivanov.
Música: Chaikovsky. Escenografía: Ricardo Reymena. Vestua-
rio: Francis Montesinos. Auditorio Parque Almansa. San Ja-
vier. Sábado, 11 de agosto de 2001.
La magia de la danza inundó el sábado el escenario del
Festival Internacional de San Javier con la excelente re-
presentación de El lago de los Cisnes, a cargo del Ballet
Nacional de Cuba. La agradable temperatura bajo un
cielo estrellado, junto a la aplaudida presencia de Alicia
Alonso entre el público, lleno total, fueron cómplices del
éxito de una noche en la que la danza clásica, tan au-
sente en nuestros escenarios, nos deleitó de una forma
completa.
El lago de los Cisnes, es una de las últimas obras del
repertorio clásico, que desde su primer estreno en 1877, y
como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, ha
sido de las más representadas en el pasado siglo y lo es
en nuestros días. Este hecho no se debe sólo a una es-
tructura argumental aceptada por el público, sino que
55
compañías y coreógrafos han ido adaptando en diferen-
tes versiones desde los personajes cisnes-mujeres, cisnes-hombres, hasta el vestuario. En esta ocasión, el diseñador
Francis Montesinos ha dado un giro total en el estilo con
un resultado en sus bocetos atrayente y que además no
interfi ere en el desarrollo de las evoluciones de los bai-
larines.
Otro de los elementos que contribuyen al éxito de
cualquier ballet es la calidad de los primeros bailarines,
sobre los que generalmente recae la responsabilidad de
toda la obra. Y la presencia de Oscar Torrado, príncipe
Sigfrido, junto a Laura Hormigón, Odette-Odile, es para
el Ballet Nacional de Cuba todo un lujo y un acierto. La
pareja, únicos españoles en la compañía, tuvo una de sus
mejores noches, venciendo los obstáculos que los escena-
rios al aire libre siempre tienen, y demostraron su técni-
ca, compenetración total en los pas de deux, junto a una
lograda interpretación dramática. (Resulta algo curioso
que mientras en nuestro país se sigue negando la exis-
tencia de la danza clásica, sin Compañía Nacional que
la asuma, el mundo entero, Londres, Nueva York, Paris,
Cuba… se vaya llenando de fabulosos primeros bailari-
nes clásicos españoles).
Lucido pas de trois, con Dalay Parrondo, Hayna
Gutierrez y Víctor Gil; agilidad y fuerza en el Bufón, Ja-
vier Sánchez en el primer acto y buen cuerpo de baile en
el segundo, cisnes, con un hechicero Von Rotbart, Jaime
Díaz, alargando la elevación de sus plumas en esa eté-
rea capa. En cuanto a las danzas del tercer acto, tanto
la napolitana como la española fueron cuidadas en no
exagerar su carácter.Y en el epilogo de esta versión, adaptada sobre la ori-
ginal de los cuatro actos, quizás la tonalidad ocre elegida
para el desencantamiento cisnes-princesas, resulte un
tanto opaco para un fi nal de cuento, compartido el salu-
56
do de los bailarines en el escenario junto a Alicia Alon-
so, recibiendo una emocionada ovación de un Auditorio
puesto en pie. Un largo aplauso en reconocimiento a un
mito de la danza.
La Verdad, lunes 13 de agosto de 2001.
57
UN DESAFÍO A LA GRAVEDAD
Gran Gala de Ballet Clásico. Ángel Corella & Stars of Ameri-
can Ballet. Programa: Primera parte: Romeo y Julieta, (Pas de
deux). Música: Prokofi ev. Coreografía: Sir Kennet, McMillan.
Tchaíkowsky, pas de deux. Música: Ttchaikowsky. Coreogra-
fía: George Balanchine. Giselle, (pas de deux). Música: Adam.
Coreografía: Jean Coraffi . A Elda. Música Griega. Coreogra-
fía:, Chiara Tanesini, Th e Leaves are Fadíng, Música- Dvorak.
Coreografía.- Anthony Tudor. Corsarío (pas de deux). Música:
Ricardo Drigo. Coreografía: Marius Petipa. Segunda parte:
Who Cares. Música: Georges Gershwin. Coreografía: Georges
Balanchine. Elegía. Fíerecílla Domada (pas de deux). Concer-to. Música Shostakovich. Coreografía Kennet McMillan, In a Coma. Música Prodigy. Coreografía: Georges Birkazde. Sema-
na grande de CajaMurcia. Auditorio y Centro de Congresos
Región de Murcia. Viernes 12 de octubre. 2001.
La temporada de danza en Murcia tuvo uno de los más
brillantes comienzos que desde hace años se recuerde
con la logradísima y hermosa Gala organizada por Caja
Murcia en su Semana Grande. Si bien la tradición del ba-
llet clásico apoya los pilares de su técnica en las Escuelas
Rusas (Kirov, Bloshoi…), en la Francesa (ópera de Paris),
o en las del English Ballet, el Royal etc. etc., lo cierto es
que hoy en día el American Ballet es uno de los puntos
neurálgicos fundamentales de la danza actual. Las visi-
tas a España de esta Compañía no son frecuentes, por lo
que la actuación en nuestra ciudad el pasado viernes, día
58
del Pilar y fi esta de la Hispanidad, fue un autentico lujo
del que además, dada la realidad de la situación mundial,
hay que valorar el enorme esfuerzo que para todos los
bailarines supuso el volar a Murcia desde New York y
cumplir con su compromiso en esta Gala. Los últimos
acontecimientos vividos en esta ciudad, en la que tiene
su sede el American Ballet afectaron a algunos de sus
componentes por lo que se tuvieron que hacer algunos
cambios y ajustes para completar un programa marca-
do por dos líneas de contenido variado. En una primera
parte, la ternura de Romeo y Julieta, (en la versión de la
producción que fue revisada y estrenada por el Ballet de
Stuttgart en el Teatro de Wuerttemberg el 2 de diciembre
de 1962 y presentada por primera vez en Estados Unidos
en la Metropolitan Opera House de Nueva York el 18 de
junio de 1969) abriría la noche con Ángel Corella junto a
la delicada Xiomara Reyes.
La difi cultad de la técnica del Chaikovsky, pas de deux,
coreografi ado por Balanchine sería superada con creces
por Carmen Corella (síiii es su hermana…), bien acompa-
ñada por su partenaire Charles Askegar Y no podía faltar
el clásico entre los clásicos, Giselle, joya del Romanticis-
mo a cargo de la pareja del Kremlim Ballet formada por
Svetiana Romanova y Konstantine Matveev. La danza
contemporánea no faltó en este muestrario de todo un
poco que son las Galas, con una emotiva A Elda, de cla-
ras líneas modernas, Pero lo más impactante y esperado
sería, como no, ese Corsario, “volado” más que bailado,
que provocó descargas de adrenalina y gritos de emo-
ción contenida ante esas remontadas piruetas y el salto
de Ángel Corella, desafío para la gravedad, que de nuevo
junto a Xiomara Reyes, provocó un interminable aplauso
lleno de gritos, bravos y todas las expresiones del entu-
siasmo que la danza bien hecha puede llegar a provocar.
Y ante al ejecución de Ángel Corella no hay que olvidar
59
que si en el repertorio tradicional de la danza clásica hay
ciertos ballets que suponen una prueba de fuego como
entre los papeles femeninos lo tenemos en Gíselle, tierna
y alegre en el primer acto, etérea y fantasmagórica en el
segundo, este el de Corsario lo es para bailarines. En el
descanso, el todo Murcia de la danza no dejó de mostrar
sus impresiones de forma apasionada comentando tam-
bién el problema de¡ sonido en la sala o defecto en las
grabaciones, detalle que hay que cuidar cuando la músi-
ca no se disfruta en directo. Y de la segunda parte, entre
las variaciones que eran menos conocidas para el gran
público, Yseult Lendavi y Robert Conn ofrecieron una
divertida interpretación de La Fierecilla Domada esco-
gida lógicamente al ser miembros del Stuttgart Ballet,
Compañía para la que en su día coreografl ó el desapa-
recido John Cranko. Cerrando la noche, Ángel Corella
de nuevo volvió a escena para ofrecer el estreno mundial
de In a Coma, obra fuerte y agresiva cuya interpretación
haria llorar de emoción a su coreógrafo George Birkazde,
presente en el saludo fi nal. Un saludo lleno de aplausos,
puesto en pie el abarrotado Auditorio rendido ante estos
bailarines y ante un Ángel Corella que hoy en día es ya
esa primera fi gura como en su día en el arte de la danza
lo fueran otros mitos y leyenda.
La Verdad, domingo 14 de octubre de 2001.
60
CURRANTES DE PRIMERA
Espectáculo: tap dogs. Producción original de Sydney Th ea-
tre Company. Creación y coreografía: Dean Perry.
Dirección y diseño: Nigel Triffi t. Música: Andrew Wilkie. Se-
mana Grande de CajaMurcia. Auditorio y Centro de Congre-
sos de la Región de Murcia. Sábado 20 y domingo 21 de octu-
bre de 2001.
El término Tap dancing en inglés, corresponde en dan-
za a un baile caracterizado por su rítmico golpe de los
pies. El claqué, del francés claquette es un baile moderno
caracterizado por el zapateo que el bailarín realiza con
la punta y el tacón de sus zapatos reforzados en ambas
partes con unas láminas de metal que le permite marcar
el ritmo. Este tipo de danza, que no se identifi ca con la
de los bailaores de fl amenco, gozó en su día de gran po-
pularidad a través de aquellos viejos musicales de Fred
Astaire, Ginger Rogers, Gene Kelly etc.
A partir de esta base, la imaginación de un coreógrafo,
Dean Perry, y elementos de escenografía imaginativa-
mente utilizados en escena son aplicados a una música
hecha para ser acompañada por la rítmica hecha dan-
za por seis currantes del tap. Y digo currantes porque si
digo bailarines creo que no correspondería con la defi ni-
ción de lo que representan estos Tap Dogs, invitados en
la Semana Grande de CajaMurcia.
Y, sin embargo, bailan. Bailan de forma frenética, con
una compenetración exacta en la que por muchos moti-
61
vos, incluida su propia seguridad física, no puede haber
un solo fallo.
Es una danza trepidante, sin dar respiro en casi una
hora y media de su espectáculo, de una originalidad
atractiva, y en la que a pesar del esfuerzo y el cansancio,
todos los componentes muestran una actitud divertida y
un trabajo bien hecho y ameno.
Reforzada la banda sonora del espectáculo con el
acompañamiento de un músico percusionista en la re-
creación de un duro ambiente industrial, mezclan su
danza con malabarismos gimnásticos y un toque de clo-wn bien logrado.
Taps Dogs transmite una energía positiva a través del
ritmo frenético de su baile, entusiasmando al público al
que hace cómplice de su éxito.
La Verdad, martes 23 de octubre de 2001.
62
ANTONIO CANALES, ESE GRAN PROVOCADOR
Compañía: Antonio Canales. Bailaor. Coreografía y dirección:
Antonio Canales. Bailarines: Antonio Canales, Juan de Juan,
Mónica Fernández. Músicos: Guitarras: Ramón Jiménez, José
Jiménez: “Viejín”, David Cerreduela, lván Losada.
Percusión: Lucky Losada, Antón Suárez. Cantaores: Montse
Cortés, Antonio Suárez Guadíana. Coros: Luís Carmona. Au-
ditorio y Centro de Congresos Región de Murcia. Sábado 1 de
diciembre de 2001.
Volvió Canales. Y con el mismo espectáculo que este pa-
sado verano llevara al Festival de Teatro de San Javier,
que no resultó entonces ser nada especial. Y es que una
cosa son las intenciones de un montaje, “… intentando
comunicar la desnudez del fl amenco”, a través de “…tra-
zos pintados con su arte en un lienzo en blanco, por cada
uno de los artistas, con su pincelada especial…” según
palabras del mismo coreógrafo, y otra es que la grandio-
sa sencillez del fl amenco quede bien encajada en un mar-
co adecuado.
La estructura ideada para Bailaor es la habitual en
estos espectáculos en los que no hay un argumento es-
tablecido. Diversos “palos” con o sin introducción mu-
sical, pasando de uno a otro sin interrupciones, ligado
todo ello por la percusión o el cante. La escenografía mo-
dernista, con una acertada iluminación ayuda a paliar la
monotonía de los bailes. Ahí está el problema y eso que
63
Antonio Canales no podemos decir que no diera el cien
por cien de su zapateado, de velocidad extrema, respal-
dado por el siempre fogoso Juan de Juan, y la magnífi ca
Mónica Fernández, a la cual podría dar un poco más de
baile, se lo merece.
larga duración
Seguimos pensando en esta segunda vez que vemos Bai-laor, que la larga duración del programa, casi dos horas,
es una ambiciosa intención de rellenar tiempo, y que el
fl amenco no es cuestión de récords Guinness de zapato,
sino también poder apreciar en su pureza la diferencia
de uno y otro palo. Y si embargo señores, el público es el
público. Y Antonio Canales es un gran provocador del
aplauso bien medido; desde el principio supo ganarse
el aforo total del Auditorio cuyo creciente entusiasmo
demostrado al fi nal con aplauso rítmico, gritos etc. fue
agradecido por el emocionado artista, ofreciendo propi-
na de unos jaleos casi bailados por los asistentes.
Y al margen de la crítica, un pequeño detalle que se
repite en más de un artista que nos ha visitado, y es la
falta de atención con los jóvenes estudiantes de danza
que esperan impacientes en la calle, a veces con tempera-
turas nada agradables, para conseguir un autógrafo y ver
de cerca a sus ídolos de la danza, y que tardan hasta una
hora en lograrlo. Pero claro, quizás el atenderlos no está
estipulado en los contratos.
La Verdad, lunes 3 de diciembre de 2001.
64
“CASCANUECES”, DESTROZADO EN EL ROMEA
Ballet Nacional de Moldavia. Director Mihail Caftanat. Pro-
grama: Cascanueces.
Música. Chaikovsky. Coreografía: Lev Ivanov. Teatro Romea.
Murcia, lunes 10 de diciembre de 2001.
Si me lo permiten, debo comenzar agradeciendo a nues-
tro público su fantástica educación a la hora de dedicar
su aplauso a una compañía increíblemente elemental y
cuyo ostentoso nombre de “ballet nacional” puede llevar
a llenar un Teatro Romea con gente encantadora y con
ganas de disfrutar de una velada de ballet.
Pero no puedo dejar de expresar también mi sorpre-
sa cuando hoy en día todavía se puede ofrecer un nivel
de danza engañoso que no hace ningún favor a aquellos
para los que quizás sea la primera vez que asisten a una
representación de Cascanueces, ese delicioso ballet que,
llevado a escena por Lev Ivanov, colaborador de Petipa, y
estrenado en el Teatro Maryinski de San Petersburgo el
17 de diciembre de 1892, se ha mantenido más de un siglo
como un clásico de fechas navideñas.
Si recordamos la representación ofrecida por el Ballet
Clásico de Minsk, en diciembre de 1996 en este mismo
Teatro Romea, y que resultó una delicia, la versión que
ofreció este Ballet Nacional de Moldavia el pasado lunes,
no deja de ser una función de escuela de fi n de curso, des-
trozando una joya de ballet de varias formas: el vestuario
65
resulta pobre, y encima alguno de los bailarines no sabe
ni estirarse las mallas, la puesta en escena necesita un
buen repaso.
una bailarina se salvaba
Al margen de que cuando se utilizan recursos simpáticos
como los pequeños bailarines cascanueces estos no tie-
nen por qué tener fallos de técnica, y si no atentos a los
alumnos de la Opera de París.
Todo esto, ya en la primera parte, hizo que particu-
larmente sintiera ganas de abandonar la sala, pero la pre-
sencia de la única componente del elenco con un mínimo
de calidad, Cristina Terentieva en el papel de Clara, des-
pertó mi interés por el esperado paso a dos del fi nal del
segundo acto.
Y después de soportarlo con la intención de adivinar
un cambio imposible en el nivel general, realmente esta
magnífi ca bailarina es lo único que se salva, sobrevivien-
do a unas mustias fl ores en su vals, junto a algunos de los
interpretes de las siempre divertidas danzas de carácter,
danza china, danza rusa y poco más. Así veo yo, y esto es
solo mi modesta opinión, cómo algunas puestas en esce-
na no son sino formas de destrozar un hermoso ballet.
La Verdad, viernes 14 de diciembre de 2001.
66
SALOMÉ, UNA BELLEZA MALDITA
Programa: Salomé. Dirección Artística: Aída Gómez. Direc-
ción Escénica: Carlos Saura. Coreografía: José Antonio.Mú-
sica: Roque Baños. Colaboración especial: Tomatíto. Diseño
iluminación: Nicolás Fischtel (aai). Diseño vestuario: Pedro
Moreno. Asistente dirección Artística y regidora. Gemrna
Barreda. Auditorio y Centro de Congresos Región de Murcia.
Sábado 2 de febrero de 2002. Murcia.
La tragedia de Salomé ha sido representada en forma
de ballet en varias ocasiones. Loïe Fuller tuvo la idea
original siendo la primera intérprete. Para ella escribió
el libreto Robert d’Humieres y la partitura se encargó
a Florent Schmitt, partitura que se ejecutó en 1907 en
el Teatro de las Artes de Paris para orquesta reducida,
orquestándola posteriormente con nuevas dimensiones
sinfónicas. El Ballet Ruso de Diaguilev, con coreografía
de Borís Romanov la incorporaría a su repertorio con Ta-
mara Karsavina como principal interprete. En 1945 Ser-
gio Lifar compuso otra Salomé, con la partitura de Ri-
chard Strauss, para los Ballets de Montecarlo, y la Opera
de Paris estrenó en 1954 su propia versión.
En danza española Aída Gómez es ahora quien ha
dado nueva forma coreográfi ca a este drama, y para ello
se ha rodeado de lo que mejor podía encontrar para su
idea. Un gran director de escena, Carlos Saura, cuya ex-
periencia en el terreno de llevar a la pantalla montajes
de danza española nos ha proporcionado esas maravi-
67
llas que son Carmen o Flamenco. La estructura de esta
Salomé tiene desde sus comienzos simulando de forma
natural el ambiente de clase en un estudio de danza, o
la entrada de los bailarines al mismo, con espejos inclui-
dos, una de las características comunes, y ya vistas en
las tres obras mencionadas; es la tarjeta de presentación
de Saura. Tras su rodaje cinematográfi co, la versión de
la Salome vista la noche del pasado sábado en Murcia
resulta en escenario real un trabajo coreográfi co intere-
sante. La partitura de Roque Baños aporta la fusión que
proporciona a los bailarines la música adecuada sin abu-
sar del acercamiento al fl amenco y a la danza española, y
además la guitarra de Tomatíto suena a gloria.
apuesta arriesgada
Aída Gómez se ha arriesgado con este montaje. Ella mis-
ma ha afi rmado que lo necesitaba tras toda la historia
anterior ocurrida, su salida del Nacional etc. Por lo tan-
to ha cuidado al máximo todos los detalles que hemos
mencionado y en menos de sesenta minutos arropan de
forma muy correcta, hablando del baile en sí y en todo
momento, a Aída-Salomé, quien se vuelca en su danza
de belleza maldita, dando el cien por cien de su técnica,
en un baile que quiere arrancar a un Herodes, Paco Mora,
un grito de deseo, rompiendo su energía y disolviendo su
voluntad de rey, ante los ojos de la corruptora Herodías,
Carmen Villena, y enmarcada por la trayectoria bien es-
tudiada de los grupos de cuerpo de baile en los que la
ondulación de movimientos así como la colocación de
brazos, torso etc. son recursos coreográfi cos que resul-
tan idóneos para trasladar la historia al lugar y momento
adecuados. En cuanto a ciertos detalles de originalidad,
excelente la solución de la presentación de San Juan Bau-
68
tista, con un Javier Toca que resulta muy espectacular en
su intervención.
Sin embargo, respecto al fi nal elegido de Salomé, la
utilización de esa gasa blanca, que termina siendo soga
mortal, es algo ya visto hace unos años en una coreogra-
fía que sobre lsadora Duncan hiciera Maya Plisestkaya,
coreografía estrenada en el Teatro Romea de Murcia con
ocasión de su reinauguración, que contó con la presen-
cia de la Reina Doña Sofía, y en la que participaron diez
alumnas de danza murcianas, por lo tanto es una idea
que aun pareciendo original no podemos decir que haya
sido la primera en utilizarse.
En cuanto al público, entre el que se encontraba el
músico jumillano, y autor de la partitura, Roque Baños,
no fue exactamente un lleno absoluto aunque los aplau-
sos intentaron dar todo su apoyo y calor a esta nueva
Aída Gómez.
La Verdad, lunes 4 de febrero de 2002.
69
UN ABURRIDO LAGO
Ballet Nacional de Moldavia. Director: Mihail Caftanat. Pro-
grama: El Lago de los Cisnes. Música: Chaikovsky. Coreografía:
Marius Petipa. Teatro Romea, Murcia. Domingo, 10 de febrero
de 2002.
En el espacio de apenas dos meses, en la misma ciudad y
en el mismo teatro, la misma compañía de ballet que nos
hizo sufrir con aquel penoso Cascanueces el pasado di-
ciembre, repitió actuación con una impersonal y aburri-
da puesta en escena de uno de los clásicos más hermosos
de¡ repertorio del xix.
Y es que al margen de contar con un elenco de artistas
de formación académica más o menos rigurosa en luga-
res emblemáticos como Kiev o San Petersburgo, y con
sus curriculum en los programas de mano siempre llenos
de amplio abanico de meritos y califi caciones brillantes,
lo cierto es que hoy en día resulta un tanto valiente y
osado el representar El Lago de los Cisnes debido a las
difi cultades que esta obra supone.
Al margen de la necesidad de una brillante puesta en
escena, riqueza de vestuario y un adecuado ambiente de
cuento de príncipes, cisnes encantados y todo lo demás,
es que esta obra necesita como elemento primordial la
aportación interpretativa que del doble papel femenino
Odette-Odile se espera.
70
karneriskich no dio la talla
Y en la versión ofrecida por el Ballet Nacional de Mol-
davia, aparte de un cuerpo de baile bastante correcto y
aceptable o un Bufón empeñado en mostrar que era ágil
y rápido, con el príncipe Sigfrido que nos tocó la noche
del domingo era algo difícil imaginar que iba a conseguir
romper el malefi cio del mago Rotbart, y porque, además,
Elena Kamenskich no dio la talla ni como dulce Odet-
te-cisne blanco, ni mucho menos como el engañoso cisne
Negro-Odile.
No hubo ni brazos, ni alas, más bien alones, todo ace-
lerado y descontrolado sin que por un momento pudiera
surgir la emoción que esta gran obra debiera transmitir
en cada una de sus interpretaciones. En cuanto a las dan-
zas de los embajadores de tierras extranjeras que asisten
a la celebración del cumpleaños de Sigfrido, en el tercer
acto, no mostraron ni mucho menos el carácter fuerte y
alegre que necesitan y en la Española, además, el vestua-
rio de los caballeros de las dos parejas resultó completa-
mente desfasado.
En resumen, frialdad en todo momento rota por los
intentos de aplausos de un teatro en el que no llegó a
fl otar la magia de la danza.
La Verdad, Sábado 16 de febrero de 2002
71
BRILLANTE Y COLORISTA “VIUDA ALEGRE”
Ballet y Orquesta del Teatro Nacional de Brno. Programa: La viuda alegre. Director: Zdenek Prokes. Director de orquesta:
Jan Stych. Auditorio y Centro de Congresos Región de Murcia.
Martes 9 de abril de 2002.
La agradable velada la que pudimos disfrutar con la ver-
sión que de La viuda alegre fue ofrecida por el Ballet y
Orquesta del Teatro Nacional de Brno la noche del mar-
tes. La Asociación Pro Música de Murcia reserva desde
hace años en su programación anual un espacio para la
danza, siempre con orquesta. Este hecho, que debería ser
habitual, en nuestra ciudad lamentablemente es excep-
cional.
La adaptación de la opereta original, estrenada en
septiembre de 1905, se debe a los arreglos musicales que
hizo Jhon Lanchbery. La música original de Lehar sirve
de base para la adaptación al ballet, conservando toda su
riqueza y enfocándola a las necesidades del ballet clásico.
Y respecto a esto, los componentes del Ballet de Teatro
Nacional de Brno son un claro ejemplo del resultado de
una buena escuela, ya que tanto el elemento masculino
como las diferentes protagonista femeninas demostra-
ron un amplio dominio de la técnica de puntas, paso a
dos, velocidad asombrosa en las variaciones y perfecto
dominio del espacio escénico.
Y además de llegar al publico por la calidad, esa esce-
72
na en Maxim, con acercamiento al París del cancán, fue
un acertado fi n de fi esta cantado entre la explosión de
colorido y blancas luces de bengalas.
La Verdad, jueves 11 de abril de 2002.
73
LA RIQUEZA ESTÉTICA DE LA DANZA
Compañía: Ballet Nacional de España.Dirección artística: El-
vira Andrés.Programa: Fuenteovejuna. Coreografía, dirección
e iluminación: Antonio Gades. Música: Antón García Abril.
Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier). Martes 6 de
agosto de 2002.
Cuando en diciembre de 1994, Antonio Gades estrenó
Fuenteovejuna en el Teatro Carlo Felice de Génova, su-
puso por un lado su regreso a los escenarios y, por otro,
la aportación de una nueva creación que, junto a los ya
considerados clásicos Carmen o Bodas de sangre, pasó a
formar parte de su obra coreográfi ca.
Siempre es bueno tener presente la trayectoria de
nuestros grandes creadores, a veces algo olvidada por las
jóvenes generaciones, y recordar los comienzos de Gades
con sus versiones de La Historia del soldado, o del Bolero de Ravel que junto a Anton Dolin estrenara en Milán en
1963. Desde los tiempos de formación junto a Pilar López,
magnífi ca maestra y señora de la danza culta, con obras
menos conocidas por el gran público como Ensueños, o
aquel Don Juan, que con música de Antón García Abril y
textos de Alfredo Mañas y estrenado en 1965 en el teatro
de la Zarzuela de Madrid se considera su primera gran
creación, Antonio Gades ha sido siempre un contempo-
ráneo de la danza española, al tiempo que conservador
de lo tradicional e interesado por la variedad y riqueza
del folklore español.
74
La danza española cuenta con un repertorio de gran-
des maestros que el Ballet Nacional de España recupe-
ra en ocasiones y muestra junto a nuevas producciones,
realizando de esta manera una doble función: preservar
nuestro patrimonio dan cístico al tiempo que avanza con
los nuevos tiempos. Su actual directora Elvira Andrés, ha
vuelto a llevar a los escenarios Fuenteovejuna, que pre-
sentada en el Festival Internacional de Teatro, Música y
Danza de San Javier el pasado martes, supuso no sólo un
gran éxito de público sino un nuevo acercamiento a An-
tonio Gades y a su forma de entender la danza.
los artistas, magníficos
Con un magnífi co Juan Mata en el papel de Alcalde, y
Tamára López junto a Oscar Jiménez en Laurencia y
Frondoso respectivamente, el texto de Lope de Vega
nos llega a través de un excelente montaje en el que
la danza es teatro y el teatro es danza. Trilleras, bule-
rías, alegrías, van intercalándose de forma atrevida con
música barroca inglesa o el folklore de las serranillas
y jotas en una curiosa mezcla de la que hasta un bole-
ro zamorano de Algobre sorprende en el desarrollo de
toda la historia. Pero el ballet coral que Gades realiza
no se ve limitado a la amplia utilización de recursos de
danzas de pueblo, sino que en escenas como la entrada
de la novia, los emotivos pasos a dos, si se me permite la
expresión, o el estallido de las mujeres junto a la ofen-
dida Laurencia reclamando justicia, es todo un ejemplo
de los recursos que Gades guarda para sorprendernos y
de su amplia visión escenográfi ca con momentos tan lo-
grados como las variantes que resultan de la utilización
de amplias telas blancas.
Gades esculpe la danza en sus bailarines, buscando
75
que los pasos, gestos o desplazamientos no sólo sean mo-
vimientos sino el hilo conductor que lleva a crear grupos
de formas corporales de una enorme riqueza estética
creada para ser vista.
La Verdad, jueves 8 de agosto de 2002.
76
EL BAILE DE LA LIBERTAD
Compañía: Ballet Flamenco Sara Baras. Programa: Mariana
Pineda, sobre una idea de Federico García Lorca.
Coreografía: Sara Baras. Música y orquestación: Manolo San-
lucar. Adaptación de guión, diseño, iluminación y dirección:
Lluis Pascual. Dirección musical: José María Bandera. Lugar:
Auditorio y Centro de Congresos Región de Murcia. Martes 3
y miércoles 4 de diciembre de 2002.
Las leyendas, los mitos, los héroes y heroínas, personajes
históricos, unos reales, otros no, han sido tema de obras
de teatro, música y danza. Y dentro de este último arte,
en esta ocasión la danza española y el ballet fl amenco de
Sara Baras, después de aquella Juana la Loca, vuelve a
sorprendernos con otro espléndido montaje presentado
en Murcia la noche del pasado martes.
De nuevo la fi gura de una mujer, la de Mariana Pine-
da, romántica heroína de la libertad, es la inspiración, el
punto de partida del que arranca el baile de Sara. A lo
largo de hora y media ininterrumpida, reto para baila-
rines y músicos, el drama político de García Lorca que
estrenara en Madrid en 1927, en la dictadura de Primo
de Rivera, la amiga del poeta Margarita Xirgú, ahora se
convierte en danza expresiva, apasionada, dramática, ro-
mántica… Todo un conjunto de fi guras coreográfi cas en
las que el desarrollo argumental transforma a Marina
Pineda (1804-1831), “libertad herida por los hombres”, en
Sara, y Sara transforma la leyenda “ley, libertad, igualdad”
77
tres palabras por las que pierde la vida, símbolo de leal-
tad y fortaleza, en una sinfonía de movimientos, braceos,
zapato, giros y quiebros de una calidad fabulosa.
Junto al baile, un acertado montaje, constante cambio de
vestuario casi en escena, la simbología del pañuelo-bandera,
la acertada ubicación de los músicos, (¡cuanto se agradece
su presencia directa!), magnífi cos profesionales enmarcan-
do esa reja que se transforma en convento (el clero por bule-
rías, anda que no es original…) calle, cárcel y patíbulo todo
ello se ve ampliado con el efecto escénico tan acertado de
espejos que la iluminación convierte en transparencias a su
antojo, que engaña al espectador confundiendo igual que
la doble “clónica” aparición de Sara-Mariana. José Serrano,
en Don Pedro, Luis Ortega como Pedrosa y Miguel Cañas
encarnando a Don Fernando son los elementos masculinos
que con su buen baile acompañan a Mariana-Sara. Por otra
parte, un detalle importante en la resolución de la historia,
trágica como fue la sentencia de garrote vil, Sara la transfor-
ma siguiendo uno de los ideales del movimiento romántico
del xix, en un mensaje fi nal esperanzador.
Sara Baras fue en su día un descubrimiento para el bai-
le fl amenco, pero a diferencia de otros que desaparecen
en el fi rmamento de estrellas, Sara Baras sigue estudiando,
madurando su técnica, reforzando matices y aprendien-
do cada día en una búsqueda de movimientos que le con-
duzcan a esa interpretación tan personal de su baile. Su
estilo ya ha sentado escuela, es ya la forma de Sara Baras,
los brazos de Sara Baras y el taconeo tan rápido y limpio
de Sara Baras lo que la hace tan querida de su publico (el
Auditorio presentaba un lleno asombroso para un día de
semana…), ese publico que estalló toda su emoción con-
tenida con una larga ovación que la compañía agradeció
dedicando un exitoso saludo fi nal de fi esta y jaleo
La Verdad, sábado 7 de diciembre de 2002.
78
LIRISMO SURREALISTA
Compañía: Rafael Amargo. Programa: “Poeta en Nueva York”,
de Federico García Lorca. Director artístico y coreográfi co:
Rafael Amargo.Trabajo coreográfi co: Manuel Segovia. Mon-
taje audiovisual: Juan Esterlich. Dirección musical: Edith Sa-
lazar. Diseño vestuario: Antonio Belart. Lugar: Auditorio y
Centro de Congresos Región de Murcia. Miércoles 22 de enero
de 2003.
De la obra de los poetas del 27, ha sido la de García
Lorca, representante del romanticismo de esta Genera-
ción, en la que la danza ha encontrado motivo de inspi-
ración ya que si La casa de Bernarda Alba o Bodas de Sangre ya están incluidas en el repertorio de danza espa-
ñola, la musicalidad y el ritmo de su verso libre ha hecho
bailable su poesía popular.
Los poemas escritos por Federico García Lorca en
América, durante su estancia como estudiante en Co-
lumbia University, y reunidos bajo el título Poeta en Nue-va York no fueron publicados hasta después de su muerte
en el 36, con dos primeras ediciones de 1940, que no co-
inciden plenamente, habiéndose perdido el manuscrito
original.
Defi nido por el propio García Lorca como “un libro
sobrio en el que la parte social tiene una gran impor-
tancia”, es su más importante confesión poética y ha
sido el motivo de inspiración para Rafael Amargo. Este
joven bailaor, desde su anterior espectáculo Amargo, ha
79
ido afi anzando su lugar en el baile fl amenco y ahora pre-
senta este ambicioso montaje elaborado sobre tres temas
escogidos de Poeta… en un collage escénico, mezcla de
fusión de estilos, fl amenco, contemporáneo jazz y mu-
sical que intenta llegar a defi nir el ambiente de Nueva
York, utilizado como gran símbolo negativo, y el paisaje
de tierras americanas sin dejar de sentir la Andalucía na-
tal de Lorca.
Poemas en soledad en Columbia University, Los Ne-gros, y Calles y Sueños son los poemas elegidos y desarro-
llados. El surrealismo, la consideración de la poesía en
función del ambiente defi ne la coreografía y el montaje
audiovisual que la enmarca, y sin el cual no tendría sen-
tido, con contrastes muy defi nidos; no obstante, la dis-
continuidad de estilos de danza resulta en ocasiones re-
cargada, algo desconcertante, y con alguna intervención
pequeña como la del “chica robotíta muñeca con tutú y
tacones”, a mi gusto, fuera de contexto, discontinuidad
que se ve aliviada cuando se integra el fl amenco. Cada
uno de los poemas elegidos busca llegar a través de la
danza, unos mejor que otros, y la rudeza de algunos de
ellos, representativa del año 1929, tan importantes para
la sociedad como fue la caída de la Bolsa en Nueva York,
se ve aliviada por la suavidad de la mezcla de otros como
la adaptación de una colorista muñeira o ese fi nal, en el
que el mar es vehículo de huida de la Gran Manzana que
tanto impresionó al poeta, en el viaje a Cuba.
Bulería, farruca etc; todo ello bien bailado, por un Ra-
fael Amargo y su compañía, que sabe provocar el aplauso
del publico, y ponerlo en pie y todo eso, y lo busca en ese
gesto, toreador casi, que encuentra respuesta segura, y
más en Murcia con lo que nos gusta aplaudir. Espectácu-
lo interesante, pero algo recargado y de excesiva duración
sumada a esos incorrectos veinte minutos de retraso con
los que comenzó, pasadas las nueve y veinte de la noche.
80
Montaje, repito, muy ambicioso y espectacular de éxito
buscado entre otros detalles por esos efectos de musi-cales americanos; buenos músicos y cantaores, pero no
muy claro en cuanto a su resultado en el que el aplauso
mayor siempre coincide con los apartados de fl amenco.
La Verdad, lunes 27 de enero de 2003.
81
GRACIA Y MOVIMIENTO
Compañía: Ballet de Víctor Ullate. Programa: Arias de ópera,
canciones y espirituales. Lugar: Auditorio y Centro de Con-
gresos Región de Murcia. Domingo 2 de febrero de 2003.
Cuando ya dudábamos de que en esta temporada la dan-
za clásica se diera una vuelta por Murcia, afortunada-
mente la Compañía de Víctor Ullate ha sido la primera
en pasar por nuestros escenarios.
El amplio programa se puede clasifi car en tres apar-
tados: el clásico puro, con paso a dos, del repertorio de
grandes ballets adaptados del original de Marius Petipa
o coreografi ados por Aaron Watkhin. Sus interpretes,
Pilar Nevado, Gentian Doda, abrieron la noche con una
acertada Bayadera que provocó los primeros aplausos,
para pasar a una novedosa Bella Durmiente, con coreo-
grafía que recuerda el neoclasicismo de Balanchine, en
la que Ana Noya y Brice Bardot estuvieron brillantes y
muy compenetrados; Esmeralda, tercero de los clásicos,
fue bien defendida por Natalia Tapia y un cada día más
brillante Fernando Carrión. El segundo grupo, danza
moderna del siglo xx, estaría formado, por un lado, por
tres coreografías del propio Ullate, de las que un estre-
no mundial (gracias por el detalle, Víctor) Nostalgie, es
una simpática y sensible interpretación de Jaime Roque
sobre una agradable música tradicional cubana. Sola, es
una obra que nos demuestra que la danza es, de todas
las artes, la que mejor expresa los sentimientos, en esa
82
emocionante interpretación de Ilja Louwen arropada y
acompañada por Jens Weber, y cuya emoción contenida
fue de las más aplaudidas de la noche.
Y en tercer lugar una interesante De Triana a Sevi-lla. Junto a estas, Before Nihgt Fall, Tercer Movimiento
con el que ya en 1991 decíamos era una obra en la que la
música de Double concerto de Martinv “….es atacada con
fuerza en una difícil y rapidísima creación en la que los
bailarines deben enfrentarse a variaciones con grado de
difi cultad superada por todos ellos”. En un tercer aparta-
do, y en una Gala Ullate, no podía faltar la presencia de
quien fue su maestro, el gran Bejart, con Bahkti III, co-
reografía sobre música tradicional hindú. Shiva, (Pontus
Sundset) tercer personaje de la trinidad hindú (Brahma,
Vishnou y Shiva), dios de la destrucción, de la personali-
dad, dios de la danza, y Shakti, (Peggy Konik), su esposa
que es la energía vital que emana de Shiva y vuelve a él,
inmóvil pero eterna en movimiento, sorprenden por la
fusión de la danza étnica y la clásica.
Y cerrando la excelente noche de gala, la tan atractiva
colorista coreografía de William Forsythe Th e vertigi-
nous thrill of exactitude en la que si la música es, como
la propia vida, un movimiento continuo, la danza lo
acompaña en modernista creación llamando la atención
la originalidad del vestuario integrado en los cuerpos de
los bailarines
La Verdad, martes 4 de febrero de 2003.
83
RITMO ASCENDENTE HACIA LA BELLEZA
Compañía: Julio Bocca, y el ballet Argentino. Programa: Boc-
ca Tango. Tangos tradicionales. Lugar: Auditorio y Centro de
Congresos Región de Murcia. Sábado 1 de marzo de 2003.
El Ballet Argentino, que Julio Bocca creara en 1990 con el
propósito de mostrar la calidad de los jóvenes bailarines
argentinos, ha ido a lo largo de estos años haciendo reali-
dad el proyecto de tener un repertorio propio. El dominio
de una perfecta técnica clásica y su amplia experiencia en
papeles clásicos (Quijote, Romeo y Julieta etc.) pasando
por el neoclasicismo balanchiniano o el expresionismo
modernista de Martha Graham le ha dado a Julio Bocca
un vocabulario dancístico lleno de recursos que ahora
utiliza en la línea coreográfi ca elegida en el montaje de
su espectáculo Bocca Tango.
La sensualidad arrebatadora del tango, símbolo nacio-
nal argentino, ha sido el estilo de baile que ha ido afi an-
zando como danza teatral desde 1992, cuando con el Ballet
del Teatro Municipal General San Marín presentara una
pequeña muestra junto a Eleonora Cassano. Ahora, este
Bocca Tango, estrenado en el Teatro Maipo de Buenos Ai-
res en el 2001, nos llega como una exaltación total del baile
porteño. El amplio programa, con un resultado de ritmo
ascendente, está dividido en dos partes y las muy numero-
sas pequeñas intervenciones nos obliga a esquematizarlo
con los siguientes cuatro elementos fundamentales.
84
En primer lugar, la introducción al ambiente de Bue-
nos Aires mediante un recurso audiovisual, “deja vu,”
quizás demasiado utilizado en el mundo de la danza, lo
cual le quita lo que de original pueda tener, así como las
sombras en pantalla etc. En segundo lugar; la música en
directo de las canciones, como elemento primordial en
casi todo el desarrollo del espectáculo permite disfrutar
de la calidad de sus intérpretes aunque resultan un tanto
excesivas sus intervenciones. En tercer lugar, la utiliza-
ción de recursos escenográfi cos como una mesa, una si-
lla, un banco o una escalera haciéndolos participes de la
danza de una forma complementaria, que permite a Boc-
ca y sus bailarines aunar la plasticidad de los movimien-
tos y la fuerza física. En cuanto a la complementación de
lo masculino-masculino, es una constante, anteponién-
dose al masculino-femenino, con una única bailarina
compañera perfecta de Bocca tanto en los tangos como
en la hermosa interpretación de un paso a dos natura-
lista en el que la belleza de la danza queda adornada por
una discreta y acertada luminotecnia.
La Verdad, martes 4 de marzo de 2003.
85
SONORIDAD FLAMENCA
La Cumbre Flamenca de la cam ofreció una de las actua-
ciones que mejor recoge la esencia del fl amenco al aunar
el toque, el cante y el baile en un espectáculo cuyo pro-
grama permite disfrutar de los tres modos tanto juntos
como por separado.
En esta ocasión la voz y personalísima forma de sentir
el cante de Mayte Martín, que ya ocupa uno de los pri-
meros puestos en el mundo del fl amenco, ofreció algunos
de los temas de su último disco, Querencia, ante el silen-
cio contenido, interrumpido y acompañado por parte del
atento auditorio, haciendo que el movimiento melódico
del fl amenco de Belén Maya, cuyos brazos y torso dibu-
jan un fl amenco contemporáneo que se funde en la tradi-
ción y pureza del baile, se desarrolle con modo y armonía.
La trayectoria de esta bailarina, tras su paso por compa-
ñías como la de Mario Maya o la Compañía Andaluza de
Danza, ha ido consolidándose de forma que ahora esta
nueva forma de espectáculo le da libertad para nuevas
fórmulas en las que su creatividad se ve realizada.
Las guitarras de Juan Ramón Caro y José Luis Montón
aportan a la sonoridad fl amenca de sus ligados o glisan-
dos la imprescindible colaboración sonora de las falsetas.
Tanto en sus intervenciones como acompañantes al cante
o al baile como en las de solistas de cada uno ofrecieron lo
mejor de su arte completando el éxito del espectáculo.
La Verdad, Martes, 8 de Abril de 2003.
86
ILUSIÓN DE MOVIMIENTOS
Miniaturas coreográfi cas. Ballet Nacional de San Petersburgo.
Director artístico. Yuri Petujov. Lugar: Auditorio y Centro de
Congresos Región de Murcia. Jueves 8 de mayo de 2002.
La obra coreográfi ca de Leonid Jacobson (1904-1975)
supone en la historia de la danza rusa un elemento que
se aparta de la línea tradicionalista y conservadora de
escuela. Bailarin de carácter, iniciado en la danza en la
Escuela de Alexander Chekrygin y alumno de Viadimir
Ponomarev en la Escuela Coreográfi ca de Leningrado,
encontró la fórmula para desarrollar su creatividad co-
reográfi ca en las miniaturas, ballets de corta duración
en una misma función. De entre las obras que creara, las
ahora recuperadas por el Teatro Académico Nacional de
Ballet de San Petersburgo causan en el espectador una
sensación extraña si no se conoce la intención del co-
reautor: jugar con el movimiento usando elementos está-
ticos como imágenes de pintura y escultura. Como ejem-
plo, en la primera parte del programa, la pintura de Mark
Shagal inspira al Cortejo Nupcial, en el que se aprecia la
infl uencia de las ideas modernístas que Fokine refl ejara
en su Petroucka (1911) y Tríptico Ruso. En cuanto a la se-
gunda infl uencia, la escultura, el estudio del movimiento
de las ideas de Jacobson encuentra similitud en Rodin,
cuya defi nición de los contornos hace que sus obras pue-
dan contemplarse desde todos los lados. Llevados a la
danza y relacionada con la luz y la atmósfera que la rodea,
87
nos conduce a un juego de seis grupos escultóricos que
captan la vida en movimiento con sugestivos motivos.
En cuanto a Espartaco, última de la noche, es una
muestra más de la concepción plástica que impera en la
obra de Jacobson. De cualquier forma, siempre es intere-
sante el acercamiento a estos estilos de la danza rusa.
La Verdad, sábado 10 de mayo de 2003.
88
PASIÓN Y TERNURA DEL BAILE FLAMENCO
elegante y acompasada, dominando el arte
de la bata de cola y el mantón.
el junco volvió a sorprender en una soleá
con el acople justo al cante
Compañía: Ballet de Cristina Hoyos. Espectáculo. A tiempo
y compás. Coreografía: Cristina Hoyos. Música: José Luís Ro-
dríguez. Luces: Doniz. Iluminación: Oscar Górnez. Dirección
General: Cristina Hoyos. 34 Festival Inter nacional de Teatro,
Música y Danza. San Javier. Lunes, 11 de agosto de 2003.
Del fl amenco se dice que no es sólo cante o baile. Es una
de las más profundas formas de expresión de sentimien-
tos que se convierte en un arte al ser dirigida a un públi-
co y alcanzar su complicidad. La riqueza de los palos le
otorga una amplitud envidiada por otras formas de dan-
za y, sobre todo, el orden en el que se ofrecen es el que
hace que se logre llegar o no. El Festival Internacional
de Teatro, Música y Danza de San Javier, en la presente
edición, nos trajo la presencia de una espléndida Cristina
Hoyos, por primera vez en este escenario, pero ya vincu-
lada a nuestra tierra por sus anteriores visitas.
Cuando en verano la costa murciana hierve de fl a-
menco, con La Unión tan cerca, los afi cionados tienen
que repartirse, pero esta circunstancia no resto dema-
siado publico a la artista andaluza, de la que no vamos
a insistir aquí en su conocidísima trayectoria, o quizás a
89
modo de recuerdo citar simplemente la relación con Ga-
des –Bodas de sangre, Carmen…–, o su Amor brujo con
Carlos Saura. Pero aquÍ y ahora hablamos de su creación
personalizada desde los sueños Flamencos (1989-90) en
los que ya estructuro lo que iba hacer: su fl amenco.
La formula empleada es usar palos sin argumento ne-
cesario, para dar rienda suelta a un baile siempre bien
hecho y ajustado a la técnica pura por el necesario toque
para no quedar anclado en el tiempo. La variación en el
orden de cada uno de sus anteriores estrenos, Caminos Andaluces o Arsa y Toma, le dio un sentido diferente, y si
en 1999 en La Unión buscaba transmitir el paso del tiem-
po a través del compás de su baile, un oportuno giro de
palabras hace que ahora el ritmo interior brote a tiempo
y a compás.
A lo largo de una hora y tres cuartos, empezando por
una seguirilla sobria y ordenada, buscando la variación
escénica en la geometría de las líneas de los bailarines,
(entre los que hizo una pequeña intervención Juan A. Ji-
ménez, marido de Cristina) le siguieron los tangos bai-
lados por chicos entre los que El Junco destaca por su
línea y la limpieza y rapidez de zapato. A continuación, la
pasión y ternura de una petenera en la que la castañuela
acompaña a Cristina Hoyos, tal y como hace unos años
hizo con una seguirílla resulto elegante y acompasada,
dominando el arte de la bata de cola y el mantón.
La cuidada escenografi ta y el variado vestuario con-
tribuyeron a lograr la complicidad de su público (con al-
guna afi cionada cercana, a la que le falto poco para saltar
al escenario) y más aún cuando las alegrías vibraron con
toda su fuerza mostrando la disciplina que rodea todo
el trabajo de la compañía, con la exactitud en cierres y
escobillas.
Ya casi cerrando la noche, Juan José Jaén El Junco vol-
vió a sorprender con una soleá con el acople justo al cante
90
de David Palomar, El Cheito y Ana Ramírez, y las buenas
guitarras de José Luís Rodríguez, Antonio Sousa y Roque
Acebedo. Todos dieron como fi nal de fi esta de la com-
pañía unas espectaculares bulerias, en las que de nuevo
Cristina Hoyos demostró que los años no han hecho sino
crecer en su baile, con esos brazos tan suyos, brazos que
se quiebran y se ondulan haciendo de su cuerpo ese puro
baile fl amenco que levantó al auditorio en una merecida
ovación.
La Verdad, miércoles 13 de agosto de 2003.
91
LA UNIÓN RINDE HOMENAJE A ANTONIO GADES
gerardo núñez y “bodas de sangre”, doble
éxito, en el antiguo mercado público
Primera Parte: Gerardo Núñez y grupo. Segunda Parte: Com-
pañía Andaluza de Danza. Director: José Antonio
Programa: Bodas de sangre, de Federico García Lorca. Adap-
tación para el Ballet: Alfredo Mañas. Música: Emilio de Diego,
¡Ay mi sombrero! Perelló y Monreal. Dirección, coreografía e
iluminación: Antonio Gades. Lugar: La Unión, Antiguo Mer-
cado Público Martes 12 de Agosto de 2003.
El Festival Internacional del Cante de La Unión en su úl-
tima gala, antes de comenzar la fase correspondiente a
los concursos de cante y baile, ofreció un doble progra-
ma que rindió un justo homenaje a Antonio Gades, uno
de los grandes maestros de la danza española.
En primer lugar actuó Gerardo Núñez, espléndido
músico que, acompañado por Pablo Martín al contrabajo
y la percusión de Pepillo, sabe obtener el sonido perfecto
de la guitarra en una lucida actuación, a pesar del trasie-
go de espectadores que no acertaban a encontrar su sitio.
Conforme se apaciguaba el ambiente, pudimos disfrutar
de la fusión de un fl amenco vanguardista que gustó, con
motivos como Yerma, unas rítmicas Bulerías y la cuida-
da interpretación de Trafalgar que junto a las Bulerías de Jerez sonaron con fuerza en la amplitud del recinto de la
Catedral del Cante.
92
Tras un breve descanso, la Compañía Andaluza de
Danza fue la encargada de representar la adaptación para
ballet de la obra Bodas de Sangre, que Federico García
Lorca estrenara en 1933. Desde que Gades realizara esta
coreografía en los años setenta en Roma, y su posterior
versión cinematográfi ca con Carlos Saura en 1981 es, jun-
to a Fuenteovejuna o La Casa de Bernarda Alba, un clá-sico con el que el coreautor ya ha pasado a formar parte
de la historia de la danza española. El desarrollo del ar-
gumento es fi el a la práctica escénica lorquiana con una
defi nida situación de la acción, descripción del espacio y
los personajes colocados exactamente en su sitio, junto a
la iluminación, del propio Gades.
En cuanto a los cinco personajes: la madre, Ana María
Bueno, interpreta la rudeza de su papel con la ternura y
fi rmeza adecuada ante la actitud del novio, Raúl Gómez;
Úrsula López es la mujer, o bien la muerte, que muestra
sus celos ante la pasión de Leonardo, un jovencísimo Mi-
guel A. Corbacho, por la desesperada novia, papel que
luce con esmero Ana Mª Moya. En el movimiento coral
de bailarines, los grupos siempre guardan una estética
defi nida, enriqueciendo las miradas frontales en imagen
fi ja que hacen participe al público, otra de las intenciones
que Lorca quería para sus obras. La alegría de boda, con
ese acertado pasodoble, marca sin embargo la tragedia
del desenlace, bailado en silencio y bajo la luz de la luna,
con esos movimientos retardados en la persecución a ca-
ballo y en la lucha de dos hombres defendiendo uno el
honor y el otro el amor perdidos ante la desesperación de
la novia, ya sola, en el trágico fi nal.
Los aplausos del público no fueron el fi nal de la no-
che, ya que, a continuación, el director de la Compañía
Andaluza de Danza recogió de manos del alcalde de La
Unión, Manuel Sanes, el Premio del Festival de las Minas
a la Junta de Andalucía, en agradecimiento por su apo-
93
yo constante, y cómo no, el concedido a Antonio Gadus,
cuya justifi cada ausencia fue paliada por la lectura de las
palabras enviadas por el artista. Gadus a modo de agra-
decimiento, dedicó una sentida oratoria a la memoria de
aquellos que perdieron su vida en las minas.
El emocionado aplauso del público dio paso al último
acto de la noche con la proyección de un audiovisual en
las puertas del recinto, que ofreció el lujo de volver a ver
bailar a un jovencísimo Antonio Gades, respetando las
normas marcadas por Vicente Escudero (¡esas manos del
hombre en el baile!) y recordando la trayectoria del bai-
larín, en cuya completa formación se sumaron las ense-
ñanzas de Pilar López, el folclore, el fl amenco la escuela
bolera y la danza clásica.
La Verdad, jueves 14 de agosto de 2003.
94
BAILE EXPLOSIVO
la compañía de rafael amargo actualiza el
“amor brujo” de manuel de falla en un espec-
táculo con altibajos que gustó al público.
Ballet de Rafael Amargo. Primera parte: Viejos aires, Soledad y desaliento, un momento, Improvisación al tap, Amar no es querer. Segunda Parte: El amor brujo.; Coreografía: Rafael
Amargo; Música: Manuel de Falla. XXXIV festival Internacio-
nal de Teatro, Música y Danza. Lunes 18 de agosto de 2003.
El Festival de San Javier ofreció como último espectá-
culo en el apartado de Danza, a la Compañía de Rafael
Amargo. Protagonista de la noche, El Amor Brujo, pero
antes, y completando el programa, una primera parte
en la que coreografías de espectáculos anteriores, como
Viejos aires o Soledad y Desaliento establecieron la toma
de contacto como muestra de la fusión de estilos que
Rafael Amargo ha establecido desde sus comienzos en
Amargo o Poeta en Nueva York. Si dicha fusión de fl a-
menco, danza clásica y contemporánea resulta un tanto
difícil de seguir, ya que prevalece de pronto uno u otro
estilo, las mezclas tienen un cierto orden que enriquece
los resultados pero que no se ven favorecidos por núme-
ros como esa Improvisación al tap, que a pesar del ago-
tador y llamativo trabajo de pies de sus protagonistas, los
gemelos Lombard, y a pesar de la gracia y complicidad
del publico, es una pieza descontextualizada que rompe
la línea de esta primera parte, antes de terminar con un
95
interesante Amar no es querer. Avanzaba la noche, y si ya
había empezado con veinte minutos de atraso (por cier-
to, cuando Poeta en Nueva York, en Murcia, también se
produjo esa falta de cortesía…) un largo descanso, con
palmas impacientes entre el respetable, dio paso a lo más
esperado: El Amor Brujo.
teatro, música y danza
En danza española, como en la clásica y en la contem-
poránea, ya se empieza a producir el fenómeno de la re-
cuperación de las obras que consideradas como clásicas,
el paso del tiempo puede llevar al olvido, o bien realizar
una versión novedosa basándose en el argumento y la
música sin que lo demás tenga nada que ver con la co-
reografía original.
Dicho esto, vista la nueva versión de Rafael Amargo,
estrenada el 12 de agosto en Las cuevas de Zugarramurdi
(Navarra), puede gustar o no, pero contiene todos los ele-
mentos que se le quiera poner a una obra, teatro, música
y danza, una mezcla natural que puede resultar explosiva
si no se cuida, en una interpretación en la que infl uye
poderosamente la escenografía de Roger de Salas y una
puesta en escena que hace que los bailarines actúen, los
actores canten y los músicos, bajo la dirección de Edith
Salazar y en directo, interpreten todos la magnífi ca mú-
sica de Falla en la adaptación del argumento que no se
parece en nada a versiones anteriores. Los elementos del
montaje se entremezclan a modo de tragedia griega para
narrar la historia de Candela, interpretada por Olga Pe-
ricet, menudita y buena bailarina, protagonista a la que
nada es ajeno.
Rafael Amargo, en el Gitano, baila, y baila bien, en
una coreografía con momentos interesantes y llamativos,
96
en los que la participación de María La Coneja como la
Gitana vieja, o La Luna, Gema Morado, arropan todo el
desarrollo en el que vuelven a intervenir los aplaudidos
gemelos Lombard, como casi acróbatas Bengues y un dis-
creto cuerpo de baile. Resumiendo, la nueva versión de
El Amor Brujo, que gustó mucho al público, es un aporte
novedoso a la danza; no obstante se advierten unos des-
niveles entre los diferentes momentos que nos hace lle-
gar a esta conclusión, y es que es una obra que debe aún
ser trabajada ya que si la base es la danza, y no el teatro
danzado, toda coreografía debería ser importante por sí
misma y no en función de la escenografía.
La Verdad, jueves 20 de agosto de 2003
97
CLÁSICOS SOBRE HIELO
Compañía: Ballet Clásico sobre hielo de San Petersburgo. Pro-
grama: La Cenicienta. S. Prokofi ev 1 K. Rassadín.
Director: Mikhall Karninov. Semana Grande de CajaMurcia.
Sábado 11 de octubre. Lugar Auditorio y Centro de Congresos
Región de Murcia.
El patinaje artístico sobre hielo ha permitido desarrollar
la plástica de sus movimientos en otros aspectos que
no sean solamente la exhibición o la competición. Aun
y no siendo de los deportes más practicados en España,
el atractivo debido a la espectacularidad de su técnica
convoca a un público heterogéneo, que disfruta tanto de
la superación de difíciles ejercicios y piruetas como en la
belleza de la danza.
En cuanto a los escenarios habituales, son grandes
pistas preparadas las que acogen tanto los campeonatos
como actuaciones populares tipo Holiday on ice, de esti-
lo americano. Sin embargo, el Ballet Clásico sobre hielo
estatal de San Petersburgo, compañía creada en 1967 por
Constantin Boyarsky, traslada a los espacios tan limita-
dos de un teatro montajes basados en la adaptación de
coreografías de repertorio clásico de danza, como es el
caso de esta Cenicienta presentada en Murcia.
Y la verdad es que cuando se alude a este tipo de es-
pectáculos se entremezclan varios aspectos como son
dos técnicas diferentes -patinaje y danza clásica junto a
la interpretación, que hagan los protagonistas dirigido
98
todo a un público familiar por regla general en el que pri-
man los niños, algunos casi bebés, a los que sus padres
acercan al teatro, a la música y a la danza.
De esta forma, por ejemplo, la nada fácil partitura
de Prokofl ev Solyushka, segundo ballet clásico después
de su Romeo y Julieta de 1938, y cuya gestación fue larga
desde 1940 a 1944 debido a los acontecimientos bélicos,
es seguida por un público que disfrutó con las herma-
nastras, identifi cadas con toques grotescos, la madrastra,
Cenicienta, con su tema gracioso y en medida sufi ciente,
el hada y su Príncipe junto a un Rey-Bufón, personajes
de¡ cuento de Perrault en un ambiente divertido que hizo
las delicias de grandes y chicos con momentos acertados
como la formación de la carroza, los elementos de cocina
con vida propia, o las vertiginosas vueltas de cuerpo de
baile.
Al margen de esto, se aprecia la preparación clásica
de los bailarines, que es fundamental para dar el estilo
necesario, pero por supuesto que no es la base del espec-
táculo sino la técnica de patinaje, donde, la pareja intér-
prete de la Danza Oriental fue la que mostró realmente
uno de los mejores momentos de la tarde.
La Verdad, domingo 14 de octubre de 2003.
99
SOLDADOS DE LA BELLEZA
no faltan las elevaciones gimnásticas, gi-
ros vertiginosos y potencia en los saltos
Formación: Coro, Baile y Orquesta del Ejercito ruso. Director
Valeri Tachenko. Semana Grande de Cajamurcia.
Lugar Teatro Romea. Viernes 24 de octubre de 2003.
El folclore de cada país no conoce ni fronteras ni proble-
mas de orden político. Forma parte de la tradición y une
a los pueblos de manera sencilla a través de la música y
la danza. Las canciones y bailes son parte de la identidad
de las gentes y una forma de transmitirlas es en espectá-
culos como el presentado por los Coros del ejercito ruso
con los que desde hace años se han popularizado temas
como Ojos negros, Kalinka o Los Rernefos del Volga, in-
terpretados por las potentes voces de tenores, bajos y ba-
ritonos. Pero una de las características de estos Coros
del ejercito ruso, aparte de la exclusividad de voces mas-
culinas, ha sido de siempre la puesta en escena de bailes
en los que la preparación de sus interpretes corresponde
a la técnica de danza clásica por lo que las coreografías,
divertidas e informales alcanzan un nivel con pasos que
suelen despertar la admiración, sobre todo cuando en
algunos montajes las habilidades necesarias para su in-
terpretación se acercan a elevaciones gimnásticas, giros
vertiginosos y potencia en los saltos para los que el esce-
nario se queda corto.
Canciones y bailes se van alternando a lo largo de un
100
extenso programa del que falta el acierto en algunos re-
cursos como esa colorista presentación de chicas de con-
junto, anclada en el pasado, junto al desfi le de banderas
en una coreografía que pretende ser espectacular pero es
como una copia de los musicales americanos de los años
cincuenta. Otros números, como las muñecas acompa-
ñantes resultan sin embargo uno de los más originales y
festivaleros. En cuanto al coro en sí, alternando unifor-
mes de tierra y de mar, se intenta paliar la monotonía con
algunos movimientos simpáticos arropando marchas y
melodías características, acompañadas por los músicos
entre cuyos instrumentos no podía falta la balalaica, laúd
de tres cuerdas y caja sonora triangular usado en Rusia
para interpretar la música popular y destacado también
en una de las coreografías. No obstante, y aunque no era
lo mismo, no podemos dejar de recordar a aquellos Ballets
de Moisseiev que hace ya años ocupaban los grandes espa-
cios de Palacios de Deporte con sus danzas tradicionales.
La Verdad, martes 28 de octubre 2003.
101
ARABESCOS SONOROS
Con los bailarines del Leipziger Ballet, numeroso elen-
co muy joven entre los que fi gura nuestro paisano Oscar
Córdoba, se puede contemplar y analizar la línea coreo-
gráfi ca seguida por Uwe Schoiz, entre cuyas creaciones
fi gura Die Grosse Messe, Requiem en do menor inacaba-do de Mozart en la que inserta cantos gregorianos, músi-
ca con temporánea y poemas.
Decantado por el estilo neoclásico la característica
de las dos obras presentadas en Murcia, La Sinfonía nº 7 de Beethoven, y la Sinfonía Fantástica de Berlioz, ambas
están concebidas en un contexto de sinfonísmo balletís-
tico de las que la primera traduce el color de los timbres
instrumentales siguiendo, un esquema en el que el desa-
rrollo coreográfi co se basa en el elevado número de bai-
larines que interpretan al unísono arabescos sonoros en
variaciones de difi cultad extrema debido a la rapidez con
las que se realizan sus desplazamientos.
La utilización de grandes cuerpos de baile en estilo
neoclásico ya se ha visto a menudo, (Bejart, iniciador de¡
tema con aquel Ballet del Siglo xxi; obras como la Consa-gración de la primavera, Danzas Griegas o Bolero) pero si
la cantidad de bailarines en escena junto a la misma ra-
pidez y difi cultad busca la espectacularidad del montaje
también ocasiona que en la primera de las obras presenta-
das, la Sinfonía nº 7, no se asegurase la coordinación en el
desarrollo de trabajo de paso a dos multitudinario y se eje-
cutasen con poca limpieza alguno de los saltos y caídas.
102
técnica
El esquema de la sinfonía también hace que ciertos pasa-
jes resulten repetitivos y faltando quizás la relación entre
los cuatro movimientos, ya que el sentido de esta obra
es algo más que la pura interpretación de variaciones de
técnica. La Sinfonía Fantástica de Berlioz, segunda de
las coreografías de la noche, que recuerda en parte la
simbología de la Consagración de la Primavera y contie-ne ciertas reminiscencias del Pájaro de Fuego, desarrolla
una línea, como la anterior.
Uwe Schoiz sigue usando el trabajo conjunto de baila-
rines numerosos en escena desarrollando los cinco mo-
vimientos de con alternancia de cuerpo de baile y pasos a
dos en los que volvemos a disfrutar de la buena prepara-
ción de todos los jóvenes bailarines en una colorista co-
reografía la en la que admite gestos expresivos cómicos y
efectos escénicos llamativos.
La Verdad, viernes 7 de noviembre de 2003.
103
UNA PENA DE “LAGO”
Compañía: Ballet Clásico de Liviv. Obra: El Lago de los Cisnes. Chaikovsky. Coreografía: Petipa, Ivanov. Lugar: Teatro Romea.
Murcia. Sábado 8 de noviembre de 2003.
De los ballets de repertorio, El Lago de los Cisnes es uno
de los grandes que Marius Petipa: coreografi ara, en co-
laboración con su alumno Ivanov, y que junto a La Bella Durmiente y Cascanueces forma la trilogia más conocida,
estudiada y bailada en el mundo entero. Junto la magní-
fi ca música de Tchalkovsky, estructurada en un poema
sinfónico, su argumento refl eja el gusto del siglo xix por
la unión de lo irreal y lo terrenal, con encantamientos,
brujos y princesas convertidas, en cisnes rescatadas por
el amor verdadero.
Siendo la escuela rusa la que tradicionalmente inter-
pretaba más fi elmente este ballet, hoy en día y por su-
puesto desde hace ya años, las grandes compañías de
los cinco continentes ofrecen Lagos magnífi cos, entre
ellos quedan en el recuerdo grandes intérpretes de Odet-
te-Odíle como la insuperable Natalia Makarova. Por
todo eso, cuando nos llega a Murcia una representación
de la obra, raramente vale la pena ir a verla si no se quiere
asistir a la decadencia. del ballet clásico.
En alguna ocasión, la versión ofrecida ha sido acepta-
ble, pero esta del Ballet Clásico de Liviv es de una simpli-
cidad, de una pobreza de recursos tan a la vista, que ni
siquiera con la oferta del 50 hecha por el Teatro Romea
104
hubiera valido la pena ir de rebajas. Los programas de
mano (¡en fotocopias, anda ya…!) ni siquiera nos per-
miten conocer el elenco específi co, del cual podríamos
salvar a los intérpretes del paso a tres del primer acto, a
los cuatro pequeños cisnes del segundo y poco más. La
Odette-Odile estableció una lucha de técnica con el po-
bre Sigfrido, cuya reina madre parecía su hija, por cierto,
rematando los 32 fouettés de Cisne Negro a base de un
giro sin calidad ni línea, aceptable en un tercer acto en
el que de las danzas de carácter, aparte de suprimir la
Napolitana, la Española quedó patética.
El fi nal del cuarto acto, frío y sin sentido. Lo único
aceptable de la noche fue la orquesta, ya que precisamen-
te por lo inusual de que los ballets nos lleguen con su pre-
sencia, siempre resulta un alivio cuando la perspectiva
de la localidad permite poder mirar a los instrumentos
antes que a los bailarines.
La Verdad, viernes 14 de noviembre de 2003
105
RAFAEL AMARGO DEJA LO MEJOR PARA EL FINAL
el público llenó el auditorio y disculpó un
retraso de ¡treinta minutos!
Compañía: Rafael Amargo. Obra principal: El amor brujo.Música:
Manuel de Falla.libreto de: Gregorio Martínez Sierra y María Lajá-
rraga. Coreografía y dirección: Rafael Amargo. Lugar: Auditorio y
Centro de Congresos Víctor Villegas. Domingo 18 de enero de 2004.
La reposición de la obra El amor brujo, que Rafael Amar-
go estrenó el pasado agosto en las cuevas de Zugarra-
murdi (Navarra), ya tuvimos ocasión de verla ese mismo
mes en el escenario del Festival Internacional de Teatro,
Música y Danza de San Javier. Y naturalmente también
hicimos un amplio comentario del montaje en estas mis-
mas páginas (miércoles 20 agosto de 2003), por lo que
en esta ocasión voy a dirigirme más a la generalidad del
espectáculo que a la novedad de un estreno.
El mundo del fl amenco siempre ha tenido sus prime-
ras fi guras, que destacan de otras por el dominio de la
técnica: como bailarines o por su originalidad, como co-
reógrafos. Al margen de los puristas o no puristas, los fl a-
mencólogos pueden discrepar en cuanto a si es fl amenco
o no lo que las nuevas tendencias de la danza aportan a
este estilo de baile y si con ello se puede llegar con el paso
del tiempo a perder las raíces.
Hoy en día Rafael Amargo parece ocupar el primer
puesto de los novedosos, ya que desde su primer espec-
106
táculo, Amargo, y tras Poeta en Nueva York, su popula-
ridad ha ido creciendo. Esto explica la expectación entre
el público, que llenó a tope el Auditorio, dispuesto de an-
temano a disfrutar de la noche y a ser generoso desde el
principio disculpando el retraso del ¡treinta minutos! con
el que se subió el telón, retraso casual o no que ya hemos
sufrido en anteriores ocasiones con esta misma compañía.
La primera parte, una hora completa y algo larga, ofreció
un, martinete de inicio sobrio, bien marcado el compás
con palmas y tacón alternando el baile de Rafael Amargo
con el de Carmen La Talegoga, junto al resto de bailaores
en acertados Tientos tangos, encuadrado el escenario por
las buenas guitarras de Camarón de Pitita y Flavio Rodrí-
guez, el violín de David Moreira, con alguna difi cultad en
la apreciación del sonido por problemas técnicos de acús-
tica, la percusión de Antonio Maya, Malte Maya y María
Cardona al cante en la original soleá por bulerías y una sí-
guirilla con la fuerza del baile de Amargo, a veces exagera-
damente martilleante en su zapato, que con ese aire triun-
fante y su dominio de las tablas sabe ganar la complicidad
del público haciéndole partícipe con toques efectistas, de
palmas y luces de sala, con lo que gente se lo pasa pipa.
En cuanto a El amor brujo, al margen de algunos cam-
bios de adaptación escenográfi ca respecto a lo visto en San
Javier y la ausencia de aquellos músicos que bajo la direc-
ción de Edith Salazar enriquecían el montaje, es una obra
para ser vista una vez. El acercamiento al baile contempo-
ráneo, de un coreógrafo tan ecléctico como Amargo y su
búsqueda de la fusión de estilos puede llevar a lo que pre-
cisamente no busca, la pérdida de referencias de la esencia
del fl amenco; eso sucede aquí. El público estaba totalmen-
te entregado y Amargo lo agradeció con un Improvisado
fi nal de fi esta espectacular.
La Verdad, domingo 18 de enero de 2004.
107
DUENDE Y TÉCNICA
solo o acompañado, fárruquito es todo un
prodigio de coordinación
Baile: Farruquito, Farru, La Faraona, El Barullo. Cante: José
Valencia, El Canastero, Antonio Zuñiga. Guitarra: El Peña, Ro-
mán Vicenti. Patrocina: Cumbre Flamenca de la cam. Lugar:
Teatro Romea de Murcia. Martes 30 de marzo de 2004.
Ante todo quiero advertirles que de lo que aquí se habla
es únicamente de baile, dejando para otros espacios lo
que a la crítica no le corresponde. Y, si deciden seguir
leyendo, les diremos que el baile subió al escenario del
Teatro Romea en la edición de la Cumbre Flamenca de
este año para mostrar todo el duende, la magia y la téc-
nica asombrosa de Juan Manuel Fernández Montoya, Fa-rruquito.
Acompañado por el Farru, El Barullo y el Polito, este
clan familiar, herederos de Farruco, muestra toda la
fuerza de la juventud de los intérpretes, la energía vital
de los diferentes palos del fl amenco ya sean fandangos,
seguidas, bulerias, tangos o guajíras, entremezclados con
la sabiduría, gracia y experiencia de Pilar Montoya Man-
zano, sublime Faraona. Bailes cortos, solo o acompañado,
Farruquito, es todo un prodigio de coordinación acom-
pasada, de improvisación medida en la que nada queda
fuera de compás, estableciendo una complicidad con su
publico y entregado a la magia expresiva de uno de los
momentos mas emocionantes de la noche: la soleá.
108
Pendientes en todo momento del joven bailaor, el can-
te y la guitarra son los que siguen las salidas, desplan-
tes, cierres, en fi n, todas las evoluciones que igualmente
el Farru o El Barullo son capaces de realizar sin saber
muy bien por dónde van a salir; todo ello, caracterizado
además por la vitalidad del zapateado, y una forma de
vestir, elegante, sobria y juvenil, fl amenco de chaqueta
y corbata, que confi gura la personalidad del arte de este
clan familiar.
La larga trayectoria del bailaor, el trabajo constante
y su talento especial le ha convertido en la fi gura que el
fl amenco actual estaba necesitando.
Esto no viene más que a confi rmar que con Farruqui-
to, el baile vuelve a su esencia más primitiva de expresión
del ser huma no y se convierte, como ya se ha dicho en
otras ocasiones, en un ritual. Esta forma de bailar oca-
siona en el espectador una inquietud continuada y un
estallido de emoción contenida liberada en el cerrado
aplauso con el que se cerró la noche.
La Verdad, jueves 1 de abril de 2004.
109
INTERESANTE “PETROUCHKA”
muy buena escenografía, acertadísimos
efectos especiales y danza atrevida y
muy personal, todo ello en un espacio
cibernético.
Compañía: Le Ballet D´Europe. Director: Juan Carlos Gil.
Programa: DS. Coreografía: Regis Obadia; música D. Galas, I.
Papas, Vangelis Papathanassiou. Flamingo Mix. Coreografía:
Lionel Hoche. Música: Cosmik Connection/Vlad/ Sayag Jazz
Machine. Petrouchka. Coreografía: Juan Carlos Gil. Música: I.
Stravinsky. Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas.
Murcia, domingo 25 de abril de 2004.
Aunque la trayectoria artística del jumillano Juan Carlos
Gil ha sido más conocida fuera de nuestra tierra que en
ella, siempre le recordaremos como magnifi ca pareja de
aquella juvenil y triunfadora Trinidad Sevillano en un
Corsario inolvidable que llegó a ocupar portadas de pren-
sa de primera fi la. Ahora, fi nalizada su etapa de bailarín,
Juan Carlos Gil ha optado por el mundo de la dirección,
con este joven Ballet de Europa cuya actuación no se vio
agradecida de público debido a dos motivos coincidentes:
día de playa y fútbol.
Del programa presentado, DS resulta una coreografía
extraña y difícil de seguir ya que la intención del autor,
las relaciones entre lo humano y lo divino son buscadas
estéticamente mediante una interpretación que resulta
brusca en sus desplazamientos y rodeada de un desor-
110
den que no facilita el acercamiento a la obra. La segun-
da coreografía, Flamingo mix, mezcla de hip hop, break
dance etc. queda sumergida en un aire discotequero con
la fuerza juvenil de sus interpretes con un ambiente co-
lorista pero sin nada especial que resaltar.
Y salvando lo que aparentaba ser una noche algo pe-
sada, de pronto una nueva versión de Petrouchka vino a
llenar el espacio de originalidad, muy buena escenogra-
fía, acertadísimos efectos especiales y danza atrevida y
muy personal. Todo ello enmarcado en un espacio ciber-
nético en el que haciendo guiños a Tron y al mundo de
las computadoras, Juan Carlos Gil actualiza la historia
para la que en su día compusiera una rica partitura Stra-
visnsky, aunque también cualquier otro argumento hu-
biera servido como tema principal para llevar a cabo esta
interesante y, repito, original coreografía muy aplaudida.
Claro que todo ello queda lejos de lo que quizás parte del
publico esperaba, por eso del ballet claro, y es que hay
que reconocer que esta temporada la oferta de danza en
general ha quedado algo relegada, con poca variedad en
la programación de nuestros teatros, olvido que no duda-
mos se solucione la próxima temporada.
La Verdad, martes 27 de abril de 2004.
111
NOCHE DE BUEN BALLET EN BELLUGA
Compañía: Ballet Nacional de España. Programa: Concierto de Aranjuez. Música: Joaquín Rodrigo. Coreografía: Pilar López.
Mujeres. Música, Emilio de Diego y Víctor M. Martín. Coreo-
grafía, Elvira Andrés. Taranto. Música, José Jiménez. El viejín. Coreografía: Antonio Canales. Tiempo. Música: José Antonio
Rodríguez. Coreografía, Joaquín Grilo. Plaza del Cardenal Be-
lluga. Murcia. Martes 22 de junio de 2004
Brillante estreno de las noches de Belluga, en un Festival
que se presenta como novedad y que a los que ya somos
históricos (por eso de los años, no por otra cosa) nos pue-
de recordar aquellos Festivales de España en los que muy
cerca del impresionante imafronte y en la Glorieta, la
danza ya nos visitaba en verano.
Superado el reto de entrar en el recinto, hora y media
antes del comienzo del espectáculo, guardando orden y
calma, algunas carreras incluidas y con algunas esceni-
tas de mi reino por una silla o bien okupas invasoras de
mentes obtusas, como invitado de honor en la primera de
las noches que nos esperan, el Ballet Nacional de España
tan caro de ver por estas tierras, ofreció un programa
variado en el que El Concierto de Aranjuez supuso una
delicia y un lujo como ejemplo de la obra de esa dama de
la danza española, Pilar López, que junto a su hermana
Encarna, La Argentinita, fueron creadoras de un estilo
propio en el panorama de la danza española del pasado
siglo.
112
Escenografía simplifi cada, con decorado sencillo, lo
que se veía siempre en la obra de Pilar López era bai-
le, baile que ella pensó en unas visiones -Atardecer, de
juegos alegres, Noche, en la alegoría del manto y Día de
brillante danza cortesana-, mezclando de forma acer-
tadísima escuela bolera, apuntes al folklore, taconeo y
zapateado junto a la sonoridad de la castañuela y una
elegancia en una obra del repertorio español que se agra-
dece volver a ver.
Mujeres, de Elvira Andrés, resulta una obra interesan-
te pero no bien encajada en el programa en el que una
Taranta bien acompañada al cante y bien bailada por Es-
ther Jurado y Christian Lozano sí despertó el entusiasmo
del público. Ya sabemos que Murcia es tierra de afi ción al
fl amenco y en el cierre de la noche, El Jaleo y los Fandan-
gos modernizados con un vestuario sobrio calentaron el
ambiente.
La Verdad, jueves 24 de junio de 2004.
113
BAILANDO BAJO LA LLUVIA
Obra: Carmen, Carmela. Intérpretes: Antonio Canales, Lola
Greco, Diego Llori. Coreografía: Antonio Canales.
Adaptación musical: Juan Víctor Rodríguez Yagüe. Dirección:
Miguel Narros. Festival Belluga. Murcia. Martes 6 de julio de
2004.
A pesar de las nubes amenazantes, quince minutos de
retraso y un público razonablemente impaciente, el cie-
lo aliado con Terpsicore, como buena musa de la danza,
permitió que Lola Greco (¡qué gran bailarina, señores!)
mostrara su poderío transformada en la nueva Carmen, Carmela.
Lección de profesionalidad, esto fue lo que nos dio la
hija de aquel gran maestro, José Greco, que lleva en su
sangre la herencia y en sus brazos y cuerpo el talento que
una trabajada técnica hace del movimiento un arte.
Las impertinentes primeras gotas convirtieron el es-
cenario en un peligroso reto, cobrándose el precio con
algún doloroso percance pero… ¡la función tenía que se-
guir! Y pudimos ver, entre inquietos paraguas, el montaje
de Miguel Narros, más teatral que dancístico, fórmula a
modo de tragedia griega que si en ocasiones anteriores
(Medea) fue a gran escala, ahora se reduce al mínimalis-
mo de tres personajes: el toreador Diego Llori bailando
una farruca impresionante, Canales-Don José como ac-
tor-intérprete-maltratador recitando su pasión a la fi gu-
ra de la noche, y la ya citada Lola Greco, que en algún
114
momento hace guiños a la Carmen de Roland Petit, es
capaz de ofrecer una amplia gama de danza española con
ribetes de clásica y haciendo de la muerte parte del jue-
go. En cuanto al imafronte, algún efecto de luz no hizo
sino desviar la atención de la única habitación roja en
la que transcurre la acción con apuntes dramáticos y la
intención no captada de juego divertido. Canales, como
siempre, recibió la entusiasta ovación del público como
agradecimiento a la superación de las difi cultades con
que había empezado la noche en la que hasta la lluvia
supo esperar.
La Verdad, jueves 8 de julio de 2004.
115
AQUELLOS BALLETS RUSOS
la compañía ballets rusos representó en
murcia en 1919 un programa parecido.
Compañía: Ballet de la Ópera de Kiev. Obra: El Lago de los
Cisnes. Coreografía: Petipa; Música: P. Chaikovsky
Sheherezade. Coreografía: M. Fokine; Música Rimsky-Kor-
sakov. Festival Belluga. Jueves 15 de julio de 2004.
La historia tiene tendencia a repetir los hechos. Sorpren-
dentemente, en el campo de la danza, hay un círculo má-
gico que junto al progreso de las técnicas gira sobre sí mis-
mo ofreciendo de pronto una realidad que nos traslada al
pasado. Se preguntarán el porqué de esta introducción a
la crítica de la actuación del Ballet de la Ópera de Kiev.
Pues tiene su explicación si les digo que lo visto en Belluga,
danza académica de repertorio, con ese clásico Lago y el
modernista art deco de Sheherezade, me produjo una sen-
sación de vuelta en el tiempo de lo que hubiéramos visto si
hubiésemos asistido en cierta representación que tuvo lu-
gar en nuestra Murcia de 1918. Por aquel entonces la Com-
pañía conocida como Ballets Rusos, que revolucionaron el
mundo entonces caduco de la danza con sus aportaciones
de músicos como Borodine, Rimsky-Korsakov, Debussy o
Ravel y el colorido de decorados y vestuario de pintores
de la talla de Bakts, Benois, Gontharova, en su estancia
en España actuaron en el Teatro Romea con un programa
muy parecido a lo visto en la noche del jueves.
En la actualidad del siglo xxi, la Escuela Rusa, denomi-
116
nación académica tradicional al margen de nuevos terri-
torios políticos, está a salvo gracias a formaciones como la
del Ballet de Kiev con montajes de repertorio clásico que
a veces se presentan en edición de bolsillo como esta de-
nominada Suite del Lago de los Cisnes, versión reducida de
los cuatro actos de Petipa/Ivanov de1895. Esta opción, que
puede ser adecuada para ciertos espacios, públicos y oca-
siones, es un tanto acelerada para apreciar toda la riqueza
del original ya que prescinde de momentos fundamenta-
les del segundo acto, paso a dos, Cisne Blanco, respetando
los tan conocidos Pequeños cisnes todo ello técnicamente
correcto, y más espectacular resulta la selección del tercer
acto Cisne Negro (Odile) o las danzas de carácter como la
Española cuya base había aprendido Petipa en su estancia
en España a mediados del xix, que la Odette, Cisne Blanco,
sin sus variaciones fundamentales.
Por lo tanto, más brillante resultó Seherezade” de Fo-
kine, aquel joven coreógrafo modernista, rebelde a la tra-
dición de San Petersburgo que supo imponer sus nove-
dosas aportaciones de nuevo siglo al mundo de la danza
(Sehereazade se presentó en Paris en 1909). Lo que sí es
acertado es el contenido del programa ya que se observa
cómo la semilla del fruto del trabajo de Petipa/Ivanov se
transformó en Fokine en un nuevo estilo de ballet en el
que las danzas populares, el exotismo oriental y la in-
fl uencia de Isadora Duncan junto a posiciones cerradas
y la rítmica de Dalcroze dio paso a un nuevo estilo de
danza espectacular y colorista del que surgiría la dan-
za moderna del siglo xx, y sin embargo llega a nuestros
días sin un ápice de antiguo ni caduco. Como siempre,
al igual que otras noches, aplausos entusiastas con este
tipo de espectáculos populares incluida una bandera que
entre el publico saludó en honor a sus compatriotas.
La Verdad, sábado 17 de julio de 2004.
117
EN SU JUSTA MEDIDA
Julio Bocca. Ballet Argentino. Dirección Julio Bocca. Progra-
ma: Sin tiempo/ Ecos/ Desde lejos/ Septiembre/ Piazolla tango vivo. Parque Almansa San Javier. Festival Internacional Teatro
Música y Danza. Jueves 19 de Agosto de 2004
No es nada fácil hoy en día mantener el éxito durante
más de diez años en danza, como en otras artes escéni-
cas, y además saber evolucionar en el aspecto creativo. En
esto existe la formula que yo llamo de la triple T: talento,
técnica y trabajo, formula que el bailarín argentino Julio
Bocca ha sabido desarrollar con inteligencia y maestría.
Si recordamos su trayectoria como bailarín clásico de
repertorio, Bocca en sus comienzos en los años 80 defen-
dió a los clásicos, Quijote, Giselle, Lago, Bayadera y un
largo etc., y junto a ello comenzó a mostrar una inquie-
tud creativa que le llevó a formar desde 1990 Compañía
propia junto a Eleonora Cassano. A partir de entonces
desarrolló una línea de trabajo en la que su necesidad
de expresar manifestaciones estéticas ha encontrado la
medida justa para seguir llenando aforos y emocionar a
su público.
Su último programa, visto en San Javier, presentaba
de salida varios problemas que podían muy bien haber
restado atractivo a la cita; y es que los cambios de última
hora a causa de la ya tan temido humedad de la noche
y sus consecuencias en los suelos especiales para danza
obligó a comenzar con una coreografía, Sin tiempo, sus-
118
tituyendo Chaconne, que resultó también sin efecto, para
salir del paso vamos. Y como también nos quedamos sin
el anunciado Orfeo, pues resulta que la muestra del es-
tilo José Limón, coreógrafo y creador perteneciente a la
modern dance americana de los años 40 se nos quedó
fuera de juego. Afortunadamente, el paso a dos, Ecos, con
Julio Bocca y Cecilia Figaredo nos dio un respiro y de-
volvió la confi anza en poder disfrutar una buena velada,
confi rmada por una hermosa, fresca, sutil, difícil y bien
bailada Desde lejos, coreografía en la que pudimos apre-
ciar los jóvenes y sin embargo bien preparados bailarines
que se volcaron en una completa y magnifi ca muestra de
la línea que actualmente tanto se lleva, tipo Jirí Kylián,
Duato etc.
Otro paso a dos, Septiembre, llegó a romper el silen-
cio contenido del público ante las difi cultades de algún
lanzamiento, y cerrando la noche Piazolla tango, carac-
terístico de Bocca y conocido por, como ya decíamos en
el 96 “… la sensualidad arrebatadora del tango…”, danza
popular transformada en teatral en la que se entremez-
clan momentos un tanto repetitivos con otros sublimes
de ese tango masculino que corta la respiración. Éxito de
público y de programa, que se hizo corto, y con un Julio
Bocca que, todavía, nos deja tiempo antes de su anuncia-
do retiro.
La Verdad, sábado 21 de agosto de 2004.
119
CARNAVAL?, CARNAVAL
Compañía: Ballet y Orquesta del Teatro de la Ópera de Luvov.
Obra: Romeo y Julieta. Música: S. Prokofi ev.
Director principal de Orquesta Vladimir Harbaruk. Coreó-
grafo: Igor Gramov. Auditorio y Centro de Congresos Víctor
Villegas.Murcia, miércoles 10 de noviembre de 2004
La temporada de ballet en Murcia no ha podido tener
un comienzo tan poco alentador. Luego se dirá que es
que la gente no va al ballet, que la danza no llena y cosas
así, pero es que claro, la exigencia de nuestro público ya
está por encima de ciertos intentos de que te den gato
por liebre. Al margen de la posible decadencia de algunas
Compañías de la extinta Unión Soviética, todavía hay al-
gunas que conservan con rigor tanto los grandes ballets
de repertorio de los que El Lago de los Cisnes (rogativa:
por favor, que el que viene sea bueno) sería un ejemplo,
como que manejan adecuadamente las actualizaciones
que, como en otras artes, la danza experimenta. Pero
claro, es que esto es Murcia y entonces ¿para qué vamos
a preocuparnos? Quien quiera ballet de calidad que se
vaya fuera, y para quien empieza a aprender pues qué
más da, si todavía no entienden. Esto al menos fue la im-
presión general solamente subir el telón y encontrarnos
con una versión de Romeo y Julieta, mezcla top manta
de West Side Story, moteros en acción, rebajas de Barbies
con apuntes fashion totaaaal (como diría Martita, mi so-
brinita-nieta de cinco años a la que le encanta disfrazar-
120
se, pero que ya sabe quien es Giselle) y fondo de armario
¡ponte lo que tengas! como toque fi nal.
Menos mal que al menos venía con orquesta, razón
por lo que una parte del personal estaba allí con nosotros,
pero que debió sufrir también al no disfrutar al máximo
de la hermosa partitura de Prokofi ev. En cuanto a la par-
te técnica, la coreografía era algo así como clásico, pero
no clásico, neoclásico, pero tampoco, Fiebre del sábado noche pero con calentura… el Montesco y el Capuleto,
los irritados padres metiendo miedo…¿trampa o truco? y
obviando a la Julieta, que no hay por donde cogerla por-
que se le iba todo, salvando alguna escena de paso a dos
arropada por cuerpo de baile y por no dar más caña, que
no soy quien para hacerlo, al menos el Romeo, A. Glasne-
yder tuvo algunos momentos y sobre todo Mercucho, (M.
Motkobol) nos alegró la noche ya que él no tuvo culpa
de que a la salida si unos cantaban Pena, penita, penaaa,
otros se decantaran por Carnaval, Carnaval.
La Verdad, viernes 12 de noviembre de 2004.
121
CISNES ACADÉMICOS
Ballet de Moscú. El Lago de los Cisnes. Coreografía: Fayziev,
Ryzova, Poklitaru según original de Ivanov-Petipa-Vaganova.
Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas Murcia, mar-
tes 16 de noviembre de 2004.
Bueno, parece ser que las rogativas de la semana pasa-
da dieron resultado y el segundo de los ballets del Ciclo
de clásicos no sólo llenó el Auditorio sino que al menos
la danza estaba en el escenario. Con El Lago de los Cis-nes ocurre como con los clásicos en música, que es pieza
obligada y de reto para los profesionales, y motivo de for-
mación danzística para estudiantes y balletómanos.
¿Que cuantas veces se tiene que ver?: por siempre ja-
más. Pieza obligada de repertorio, versionada infi nita-
mente, llega a nuestros días como si no hubieran pasado
ya más de cien años de su estreno. El único problema
de la danza es que a diferencia de la música no tiene un
lenguaje universal escrito, aunque hay algunos sistemas,
y además muchas obras nunca se escribieron, sino que
siempre se bailaron y se transmitieron de maestros a
alumnos directamente resultando, por tanto, interpreta-
ciones antes que lecturas.
La ofrecida por el Ballet de Moscú la noche del martes
es un ejemplo de esta problemática, ya que es una versión
de otra versión etc. etc. pero que al menos tiene el sello
académico de Agrippina Vaganova, maestra indiscutible
de la llamada Escuela Rusa, heredera del esplendor deci-
122
monónico de los zares de la época Petipa/Ivanov/Cechet-
ti/Paulova y cuya rigurosa metodología respetada uni-
versal-mente permite el conservadurismo de los clásicos.
Cuerpo de baile correcto, arropando a una Odette/Odile
segura y que resultó más convincente en Cisne Negro
que en Cisne Blanco. Sus variaciones obligadas, paso a
dos de segundo acto o la coda del tercero las interpretó
con dominio de escena y ella fue la reina de la noche ya
que el Sigfrido era un príncipe blandito, blandito, que
hubiera podido intentar emocionar un poquito en sus
intervenciones en las que siempre un buen bailarín tiene
ocasión de llegar a levantar a un auditorio.
En cuanto a lo que faltó: a pesar de la adecuada esce-
nografía bien montada y la búsqueda de efectos mágicos,
el escaso elenco hacía difícil que las escenas de Corte re-
sultasen lujosas y las danzas de carácter, española, italia-
na etc. quedaron un poco fuera de lugar. Y en cuanto lo
que no faltó, fue la popular muerte del Cisne que me han
pedido que recuerde que nunca perteneció a este ballet
sino que es una pequeña pieza hecha, con posterioridad
al Lago, para la gran Ana Paulova. En resumen, esta vez
lo pasamos bien así es que… ¿nos vemos en Cascanue-ces?
La Verdad, jueves 18 de noviembre de 2004.
123
SANTA CECILIA, TAMBIÉN EN DANZA
los alumnos de danza no pueden cursar en
murcia el grado superior
La Festividad de Santa Cecilia, aunque más relacionada
con la música, desde hace unos años presta su onomás-
tica también a danzantes y bailarines. El caso es que lo
de San Pascual Bailón sería más adecuado pero las Artes
Escénicas cuanto más en común tengan, más oportuni-
dades tienen de ser escuchadas, vistas y atendidas en su
justa medida. Por lo tanto, el próximo lunes 22 de no-
viembre, los danzantes comparten la celebración con los
músicos y de paso reclaman una mayor atención a los
problemas por los que atraviesa su situación artística.
¿Que cuales son? Pues empezamos por la necesidad
de que los estudios que desde 1990 están regulados con
Grados Elementales y Medios, si bien en nuestro Conser-
vatorio Profesional y centros autorizados se llevan a cabo
de forma adecuada, cuando terminan los alumnos, tras
diez años de duro trabajo, esfuerzo y sacrifi cios resulta
que no pueden continuar con el Grado Superior, cuya
titulación es equivalente a Licenciatura y se imparte en
otras ciudades como Madrid, Sevilla, Valencia, Barcelo-
na y Alicante.
Así es que o bien abandonan y estudian otras carre-
ras o bien deben dedicar un esfuerzo físico y económico
desplazándose a otras ciudades. Lo triste del caso es que
hay talento y aptitudes en las promociones que han ido
terminando brillantemente el Grado Medio, y que por
124
falta de oportunidades se pierden. Y ya que tienen que
irse fuera los que quieran terminar, otro problema es
que, al menos, sobre ayudas que en otras carreras sí se
pueden solicitar, se encuentre una formula más real ante
los gastos que suponen los estudios de danza. Dentro de
unos días en nuestra ciudad se va a llevar a cabo un foro
cultural a cuyas mesas de trabajo y debates suponemos
que la danza ha sido invitada.
Esperemos no caer en el olvido como Carabosse, el
hada malvada de la Bella Durmiente, y que habiendo sido
Murcia pionera en danza, -tal y como se puede conocer
en la publicación que dediqué al tema Aspectos de la Danza en Murcia en el siglo xx- no tengamos que espe-
rar cien años para despertar. ¡Feliz Día de Santa Cecilia,
músicos y danzantes!
La Verdad, sábado 20 de noviembre de 2004.
125
“CASCANUECES”, MAGNÍFICO REGALO
Compañía: Ballet Estatal de San Petersburgo. Auditorio y Centro
de Congresos Víctor Villegas. Murcia, 23 de diciembre de 2004.
Tal y como nos cuenta Marius Petipa en sus memorias, y
partiendo de su escenario original, Lev Ivanov, asistente y
colaborador con quien ya había compartido la coreografía
defi nitiva del Lago de los Cisnes, compuso todas las dan-
zas del ballet Cascanueces sobre la música de Chaikovski,
que se estrenó en Diciembre de 1892, siendo la obra que
junto a La Bella Durmiente cierra la trilogía de grandes
ballets post románticos de repertorio de la danza clásica.
Debido al argumento que transcurre en vísperas de
Navidad, (aunque también en la antigua Rusia se remite al
Año Nuevo), basado en la versión de Alejandro Dumas del
cuento de Hoff man, El cascanueces y el rey de los ratones, que fue publicado en 1819 en los Fratelli di San Serapione,
la representación del ballet es tradicional en estas fechas
navideñas y, afortunadamente, de las numerosas versio-
nes que hoy en día se pasean por los escenarios de todo
el mundo, la que pudimos disfrutar la noche del pasado
jueves 23 fue un delicioso y magnífi co regalo para el feliz y
numeroso publico que abarrotó el Auditorio.
Coreografía actualizada en el 2002, cuidadosamente
tratada en todos sus detalles, apoyada en la espléndida
música escrita por Chaikovski estrenada como una suite
en ocasión de un concierto de la Sociedad Imperial de Mú-
sica en marzo de 1892 y en cuya orquestación aparece la
126
celesta entonces de reciente invención (1886), escenografía
adecuada para crear el ambiente necesario y la tradicional
técnica de Escuela Rusa con innovaciones perfectamente
integradas, fue la base para crear el ambiente mágico de la
danza en los dos actos en los que se divide la obra.
Si la entrada, con la fi esta en casa de Clara, una Maria
Yakanova sorprendente por la delicadeza y seguridad en
todas sus intervenciones de la noche, esta entrada repito,
mostraba ya la calidad del montaje, la elegante danza de
los Copos de nieve con la angelical sorpresa de dos mi-
niaturas celestes, los niños María Petouchova y Poman
Shavshukov, dio paso a las danzas de carácter, con una
Oriental exquisita e insinuosamente interpretada por
Anastasia Liubomudrova y Víctor Demidov, al impecable
Vals de las Flores y a la delicadeza del juego de las danzas
de los Mirlitones con guiños en la variación de la cinta a
la versión de la Fille Mal Gardée de Sir Frederik Asthon.
muchos niños
Todo ello fue llevando a los ojos del publico, muchos ni-
ños y estudiantes de danza, cantera de nuestros futuros
bailarines quizás, al fi nal de la noche con el encanto y
complicidad de buen partenaire del Príncipe, Nikolay Se-
menov, en el difícil y original Gran Paso a dos tras el que
Clara, en su despertar encontrará el sueño vivido en la
realidad de uno de sus invitados.
Noche de éxito total, desde luego, tras el que espera-
mos que a partir del nuevo año que entra, que les deseo
lleno de felicidad, ya todo el ballet que podamos com-
partir sea, como mínimo, de esta calidad. Feliz Navidad,
danzantes, balletómanos y amigos.
La Verdad, domingo 26 de diciembre de 2004.
127
EXCELENTE “DON QUIJOTE”
Compañía: Ballet Nacional de Cuba. Dirección: Alicia Alonso.
Obra: Don Quijote. Coreografía: Alicia Alonso, Marta García,
María Elena Llorente, sobre la original de M. Petipa. Versión
de A. Gorski. Música: Ludwig Minkus. Auditorio Víctor Ville-
gas, Murcia, viernes 14 de enero de 2005.
No es la primera vez que Alicia Alonso visita Murcia, ya
que esta prima ballerina assoluta, mito de la danza clá-
sica del siglo xx y fundadora de una de las más presti-
giosas compañías de danza del mundo, afi anzada con la
cantera de su propia escuela; esta gran fi gura ha pasado
por nuestros escenarios en varias ocasiones. Recordamos
que fue en 1989 y en el Teatro Romea, cuando obsequió
generosamente a un grupo privilegiado de asistentes con
su magisterio en una inolvidable clase magistral. Ya en-
tonces, su ballet ofreció el mismo Quijote que ahora se
ha visto en el Auditorio cuyo escenario igualmente fue
testigo en 1997 de otra actuación del Ballet Nacional de
Cuba.
Por lo tanto, considerando que esta compañía y el
nombre de Alicia Alonso es sufi ciente garantía de cali-
dad en el mundo de la danza, es sorprendente que la cita
resultara algo frustrada si nos atenemos a un aforo me-
dio lleno en viernes y a una hora prudencial, Quizás lo
del precio único para localidades diferentes haya infl ui-
do negativamente a la hora de acudir.
Y es una pena ya que la versión de ambiente goyes-
128
co que Alicia Alonso dedica al personaje universal de
Cervantes, con la invocación al espíritu de Quijote para
ayuda en la España napoleónica, resultó magnífi ca tanto
en espacios, escenografía e interpretación de cuerpo de
baile y primeras fi guras. Virtuosismo llevado a extremos
sorprendentes.
La Verdad, jueves 20 de enero de 2005.
129
FLAMENCO EN VERSO
Compañía: Kalós. Obra: Romancero Gitano, de Federico Gar-
cía Lorca. Dramaturgia escénica: Rubén Cano y Francisco
Suárez. Música: Cachapines. Auditorio y Centro de Congresos
Víctor Villegas. Murcia, jueves 17 de febrero de 2005.
La obra poética de García Lorca ya ha sido motivo de ins-
piración para la danza. Entre otros, Rafael Amargo nos
lo presentó (Enero, 2003) en la misma sala en la que la
noche de pasado jueves se representó el Romancero Gi-tano. La compañía Kalós, compuesta en su mayoría por
gitanos dirigidos por Francisco Suárez, interpreta través
del teatro, música y danza su particular visión del mun-
do poético lorquiano.
La danza, el fl amenco gitano con tintes de contempo-
ráneo cuidadosamente mezclados, y la música del Caha-
pines en palos montados por los propios interpretes se
dramatiza y liga a partir de la introducción que presenta
el poeta (Florencio Campo). Y en un Martinete -La luna vino a la fragua…-, el Romance de la Luna, vemos a Clau-
dia Faci, nieta de Lola de Avila, mostrar la elegancia de su
fi gura con detalles de funanbulismo acrobático junto a
Daniel Doña; Al relevo sale la soleá, sobria y bien ajusta-
da de Inge Marín…, cuando por el monte oscuro baja So-
ledad Montoya en el Romance de la pena negra. La Soleá
por bulerías es elegida por Kelian Jiménez para el verde
que te quiero verde de Romance sonámbulo. Acertados
otros Tangos de la Reyerta, navajas de Albacete.
130
Los músicos que se dejan adivinar, guitarra, piano y
percusión, mientras que los cantaores son el corifeo de
la puesta en escena concebida como teatro griego. Una
de las sorpresas de la noche fue Alegría Suárez, premio
revelación de los Premios Telón Chivas, con su Preciosa,
alegría, Luna de pergamino, de baile personalísimo y con
toques del maestro Ciro adivinando una gran promesa.
Sevillanas, seguiriyas, tangos y galeras; José Maya,
Isaac de los Reyes, Niño de los Reyes cubrieron el resto
elevando la emoción escénica del largo fi nal. Buena in-
terpretación de los textos lorquianos, y original elabora-
ción coreográfi ca.
La Verdad, domingo 20 de febrero de 2005.
131
DOBLE ÉXITO DE ULLATE
Compañía: Víctor Ullate Ballet de la Comunidad de Madrid.
Programa: Before Hight Fall, coreografía Niels Crristie, músi-
ca B. Martineu. Llanto de luna, coreografía Eduardo Lao, mú-
sica Mari Boine Persen. Seguiriya, coreografía Víctor Ullate,
música Luis Delgado. Auditorio y Centro de Congresos Víctor
Villegas, Murcia. Sábado, 26 de febrero de 2005.
La conservación de las obras de repertorio de la danza es
parte fundamental de su historia cuyo estudio y repre-
sentación es la forma en que los bailarines, instrumentos
de coreógrafos, hacen de las coreografías ese momento
mágico y efímero que es el movimiento en el espacio
y el tiempo. De estilos de danza del periodo actual, el
ullatismo es uno de los que la personalidad de su crea-
dor proporciona una línea clara y segura al tan escaso,
dudoso, empobrecido y necesitado horizonte de la dan-
za en España. Por eso, el programa disfrutado la noche
del sábado fue un doble éxito, ya que permitió disfrutar
de obras conocidas para unos (pocos) y novedosas para
otros (una mayoría).
Before Night Fall, que recordamos en el Teatro Romea
en 1991, no ha hecho sino ganar con el paso del tiem-
po y resulta sorprendente la enorme difi cultad que Nils
Christe infundió a las variaciones cuya difi cultad en la
rapidez vertiginosa en el movimiento es superada por la
depurada técnica y compenetración que solistas y gru-
po demuestran afrontando la musicalidad estresante del
132
Doble Concierto de Martinu, con la disciplina y rigor ca-
racterístico de los bailarines de Ullate.
Con Llanto de luna, Eduardo Lao sorprende una vez
más como coreógrafo en el tema base de inspiración, ese
refl ejo de luna y su infl uencia en el ser humano, que per-
mite a la pareja formada por Eri Nakamura y Williams
Castro una deliciosa interpretación que encantó.
Y si en aquel Amor Brujo de Víctor Ullate se intercala-
ban en la música de Falla los elementos sonoros abstrac-
tos de Luis Delgado, en Seguiriya encontramos de nuevo
la colaboración de Delgado, autor de la partitura. Esta co-
reografía nos acerca a las raíces del fl amenco fusionado
con lo contemporáneo-neoclasicista en una danza que,
introducida a base de palmas y percusión en variaciones
individuales de repetición intencionada, va agrupándose
en forma coral a base de sinuosos movimientos plurales
que siempre me ha recuerdan a la formación bejartiana
de Ullate, artista donde los haya que recibió a pie de es-
cenario una justa y entusiasta ovación.
La Verdad, miércoles, 2 de marzo de 2005.
133
EL QUIEBRO DE LA YERBABUENA
Compañía de Baile Eva La Yerbabuena. Espectáculo: eva. XII
Cumbre Flamenca de la Cam. Teatro Romea de Murcia. Lunes
11de abril de 2005.
La penúltima sesión de la XII Cumbre Flamenca Cam
nos ofreció una exquisita actuación de ese fenómeno con-
servador del buen fl amenco que es La Yerbabuena. Llevar
el baile a escena, hacer que de él se disfrute manteniendo
la atención a lo largo de hora y media, sin descanso, es un
reto nada habitual. La Yerbabuena, nombre que refresca
los sentidos, es una artista sensata y cabal. Al baile puro
tradicional aprendido con Enrique El Canastero, Angus-
tias La Mona, ha sabido agregarle el concepto teatral o
de coreografía a la estructura de sus espectáculos.
Un tema de inicio, ese viejo gramófono del que salen
los primeros compases y con ellos los primeros braceos,
es determinante para, presentándose los cantaores al
más puro estilo tradicional con una serie de cante por
tonás y martinetes, se pasa a los palos. Eva alterna sus
intervenciones, sola o con grupo, bulerías, rondeñas, ver-
diales y una Siguiriya impresionante sin que falte la im-
prescindible Soleá.
Pero todo esto es lo habitual en un orden de baile fl a-
menco. Lo especial es la forma en que la Yerbabuena hace
ese fl amenco. Los brazos, prolongados los giros en esas
expresivas manos son como cintas al aire que entrecru-
zan dibujos sobre un fondo oscurecido para que su pro-
134
fundidad escenográfi ca permita resaltar lo importante:
el baile, y de este impresiona el quiebro de la Yerbabuena.
Esa cintura doblada en asombroso equilibrio, sabe utili-
zar como efecto escénico y como acertada forma de ex-
presión. Además, buen cuerpo de baile, Mercedes Ruiz,
Sonia Poveda, Amador Rojas, Juan Manuel y Luís Miguel
González por bulerias, alegrías o tangos. Sin olvidar que
los músicos, guitarra, cantaores, percusión, saxo/fl auta,
acompañan muy bien al baile.
Eva La Yerbabuena sabe donde quiere llegar y el terre-
no que pisa, con ese zapato claro y enérgico; cuando otros
precipitan acontecimientos y mezclan inadecuadamente
modernismos innecesarios, aquí el fl amenco aparece a la
antigua, pero actualizando uniformemente un fl amenco
tan refrescante como su nombre.
La Verdad, miércoles 13 de abril de 2005.
135
MARÍA PAGÉS
Compañía de baile: María Pagés. Espectáculo: Canciones an-tes de una guerra. Coreografía: María Pagés.
Dirección José María Sánchez. XII Cumbre Flamenca Cam.
Teatro Romea de Murcia. Martes 12 de abril de 2005.
Lo mejor que te puede pasar, cuando la danza prolonga
tu jornada, es que te dejes llevar por el baile. Esto ocu-
rre cuando la Cumbre Flamenca va y nos trae a Maria
Pagés. Precedida por buena fama y buenos avales de la
danza, acudes a verla en Canciones antes de una guerra y
te encuentras, de entrada con la voz de Angelillo en Bo-querones del alma, y los bailarines, negro azabache, van
iniciando el rito, porque Canciones… es un rito.
La percusión inicial te avisa de que lo que va a ocurrir
va a ser especial, diferente del fl amenco de siempre o del
fl amenco desvirtuado. De pronto Blues Dingue, de Henri
Salvador convierte en fl amenco un salón retro para abrir
la ventana a un puerto donde el Tatuaje (¡que voz la de
Concha Piquer!) desborda sensibilidad en la entrada a es-
cena de María Pagés, rojo años veinte, movimiento ser-
penteante. Si hay duda sobre si va a haber o no fl amenco,
va y te suelta a Atahualpa Yupanqui, Guitarra dímelo tú, espléndida Farruca innovadora en grupo qué arranca
aplausos de locura. ¡Que bailaores! Después de esto, te
dejas llevar llevar, Pagés no sigue el ritmo habitual y le
sigue una Soleá de la Cueva en la que la excelente voz de
la sudafricana Tsidii le Loka fusiona la armonía del baile
136
con una intención nada trivial. Poco a poco llegan los
Tarantos para Mujeres, el cante de Ana Ramón e Ismael
de la Rosa; y cuando te relajas, una sorpresa divertida,
“Intermedio”, dice una seria voz en off , y ya es la repano-
cha cuando de pronto bailan la canción del Cola Cao y
un twist de polvos de lavar divinos que dejan la ropa tan
suave. Entonces piensas -con perdón-: ¡la madre que la
parió! ¿Como se puede ser tan genial? Totalmente relaja-
dos la Nana de la cebolla, Miguel Hernández en canción
de Serrat casi te hace llorar. Esto no es un musical de
Brodway, ¡Que noooo! Es que la Pagés se ha empeñado en
hacer refl exionar al público: “Sonidos pacífi cos en busca
de dialogo y tolerancia”, dice.
Casi al fi nal, cuando las guitarras de Carrillo y Muñoz
y la percusión de Uriarte, cantan a Machado Soñar, no
quieres que termine. Los bailaores salen por When the saints manching in, vuelve Tsidii le Loka, con Travellers Lament, para cerrar todo bajo un enorme mapamundi y
el Imagine de Jhon Lennon. Para remate saludo especta-
cular, publico en pie y La Vaca lechera de fi n de fi esta.
La Verdad, jueves 14 de abril de 2005.
137
LA DANZA DE LA MUERTE
Compañía Lindsay Kemp. Espectáculo: El último baile de Eli-sabeth I. Música: Carlos Miranda. Vestuario: Sandy Powell.
Coreografía: Marco Berriel. Auditorio y Centro de Congresos
Víctor Villegas. Murcia, miércoles 13 de abril de 2005.
El Ciclo de Danza y otras Músicas, ofreció el último es-
pectáculo que Lindsay Kemp con David Haugthon ha
estrenado en Cantabria. Vino en periodo de rodaje de su
montaje, que dará mucho de qué hablar. Quien haya se-
guido la trayectoria del actor, mimo y bailarín británico,
cuyos comienzos en danza fueron con Maria Rambert,
Charles Widman y Sigurd Leeder, ya conocen su perso-
nal estilo que crea escuela. Su lenguaje atrae por igual a
músicos, cómicos, actores o bailarines; un lenguaje en el
que el mimo y la mezcla de géneros teatrales conforman
los pilares de la interpretación.
Las biografías han sido lectura preferida de Linsday
Kemp que considera la vida de un hombre más impor-
tante que sus sueños de papel. Ahora interpreta la vida
de una reina, Elisabeth I mujer poderosa en un mundo
de hombres, marcada por su amor de su vida Lord Es-
sex y ejecuciones cercanas impuestas por obligaciones de
Estado. La llamada Reina Virgen de una forma onírica y
surrealista, vive sus últimas horas recordando su azarosa
existencia en una danza de la muerte. En ella, los textos
recitativos cantados con las excelentes voces del baríto-
no Gianluca Marcheri o Angelo Smimno, se entremez-
138
clan con baile alegres como el zapateado de Canario o la
Volta, baile cortesano.
Y el vestuario ésta magnífi camente recreado por San-
dy Powell, ganadora de dos Oscar; Lo que aporta calidad
a este teatro-danza con apoyo audiovisual.
La interpretación transformista de Lindsay Kemp, es
magnífi ca, y lleva muy bien la historia, de movimiento
algo lento.
La Verdad, viernes 15 de abril de 2005.
139
EL TRIUNFO DEL “TUTÚ”
Maya Mikhailovna Plisetskaya, a los tres años ya asom-
braba con improvisaciones. “Hay un momento en que
uno comprende que pertenece al Arte y, una vez iniciado
ese camino, ya no puede desviarse”. Son sus palabras re-
cuperadas del programa-homenaje que organizó Ricardo
Cue en 1995 en el Teatro Romea, y que no fue sino un
signo más de la estrecha vinculación que Maya Plisets-
kaya ha tenido con Murcia. La famosa Muerte del Cisne,
que Fokine ideó para Ana Paulova, ha sido una de las pe-
queñas grandes coreografías más bailadas por Maya. Ni
ella misma podría contar la veces que la ha interpretado,
pero en Murcia , en aquella inolvidable función del 95 con
Arantxa Arguellles, Angel Corella, Lorena Feijoo, Elena
Filipeva, Martin James, o Jose Triguero, fueron más de
tres, o cuatro, fue la locura. Maya bailando su Cisne, bajo
un atronador aplauso que confundía la música de Saint-
Saens, y ella, mito viviente de la danza, emocionaba al
publico, que chillaba y lloraba viendo la ondulación de
sus brazos y su agonía.
Maya Plisetskaya con su danza ha hecho, todavía, vito-
rear al publico con una edad en la que se supone que las
estrellas de la danza deben estar lejos de los escenarios, y
ella atractiva y única unos años después de nuevo Murcia,
en el Auditorio, se nos pasea vestida de Armani para des-
pedirse del escenario, que no de la danza. Canto de Cisne,
entre los gritos de un publico que la adora, algunos muy
jóvenes que incluso no la han visto nunca bailar.
140
Cuando en 1988 se reinauguró el Teatro Romea, fue la
danza clásica y Maya con el Ballet Lírico Nacional quien
subió el telón. Y para ello contó con un grupo de niñas, se-
leccionadas y entrenadas en unos días por Azari Plisetski,
para una irrepetible Isadora, coreografía en la que el chal
de aquella otra divina de la danza envolvía mortalmen-
te su destino rodeada de diez pequeñas bailarinas, cuyas
túnicas se trajeron de Moscú para la ocasión: bailar ante
Doña Sofi a. La propia reina quiso recompensar el esfuer-
zo de estas pequeñas reclamando su presencia con aquel
famoso impecable saludo en el Salon de los Espejos. En
esa misma etapa, la Asociación Amigos de la Danza de
Murcia nombró Socia de Honor a Maya Plisetskaya y el
Conservatorio Profesional de Danza tiene un Aula con su
nombre. Su fi gura estará siempre muy unida a Murcia.
La Verdad, Jueves 30 de Junio de 2005.
La autora y Maya Plisetskaya. Oviedo. Premios Principe de
Asturias 2005. Foto Carlos Gravalos. Revista Tiempo de Danza
141
PLACER PARA LOS SENTIDOS
Compañía de Música y Danza de Hubei. Espectáculo: Las campanas de la Paz. Semana Grande Cajamurcia.
Dirección escénica: Jiang Changz hong Li Yong Composición
musical: Ding Feng; Gong Guofu; Xu Ping
Coreografía: Liang Qun; Yang Fengxian. Auditorio Victor Vi-
llegas. Murcia. Miércoles 12 octubre de 2005.
El arte de la danza en la antigua China se acompañaba
de instrumentos para marcar ritmos o por el placer de
la música. Algunos de estos instrumentos, como el pla-
tillo chino, o el wood-block o bloque de madera fueron
introducidos en las orquestas de jazz en la Europa de
los años veinte. En Occidente, el arte de las campanas
cuyos grupos forman dos octavas cromáticas se refi ere
al carillón. Para otras civilizaciones, y usadas de dis-
tintas formas, constituyen una tradición ahora dada a
conocer por la Compañía China del Hubei Art College
en el llamativo espectáculo Las Campanas de la Paz
dentro de la programación de la Semana Grande de Ca-
jamurcia.
El hilo conductor de una voz en off facilita al espec-
tador la narración de una serie de historias que giran en
torno a las campanas, transformadas en pequeñas coreo-
grafías de danzas orientales siempre atractivas (el aforo
a rebosar demuestra el éxito de taquilla) y si le sumamos
la virtuosidad de vestuario, la agradable presencia de los
interpretes y la espectacularidad de las anunciadas cam-
142
panas, nueve móviles y veinte fi jas, todo ello proporciona
un trabajo de alta calidad.
Movimientos enérgicos, ondulantes o de ángulos
marcados en base a las diferentes necesidades coreográ-
fi cas, movilidad de elementos escenográfi cos y hasta un
toque de contorsionismo artístico muy efectista confi -
guran unas danzas que desarrollan sus tendencias bus-
cando una profundización espiritual y la necesidad de
crear para ello un atavío imponente imprescindible en la
riqueza colorista del montaje.
La composición musical acompaña los ochenta mi-
nutos de duración y el play bak es suavizado, al menos,
por el directo de percusión, cuerda y viento. No obstante,
ante las posibilidades de despliegue escénico, este tipo
de espectáculos resulta aún más efectista cuando se lleva
a cabo en espacios grandes, como los estadios olímpicos,
sin limitaciones propias de los escenarios teatrales…
La Verdad, viernes 14 de octubre de 2005.
143
LOCOS POR EL RITMO
Espectáculo musical: La vida es ritmo. Compañía: Camut
Band. Semana Grande Cajamurcia. Auditorio Víctor Villegas.
Murcia, sábado 15 de octubre de 2005.
Al fi nal casi bailamos todos. Bueno, porque entre butacas
no hay mucho espacio pero los de Camut Band si logra-
ron que la clase de rítmica terminara con un sobresalien-
te, que todos se divirtieran y que apreciaran la difi cultad
de tres tipos de ritmos: instrumental, vocal y corporal.
Esta utilización del ritmo como forma de exhibición de
virtuosismo acrobática ha sido llevada a la danza en infi -
nidad de ocasiones. Lo difícil es lograr que sea un arte de
expresión y de emoción, una forma de danza armónica y
no convulsiva cuyo método consiste en imprimir un gol-
pe rítmico a cada movimiento, un tipo de danza en el que
todas las partes del cuerpo están al servicio del compás.
El golpe del pie contra el suelo es universal y el popular
claqué surgió en los Estados Unidos usando la punta del
zapato o el tacón como instrumento de percusión para
crear fi guras rítmicas.
Por otra parte la percusión y la danza africana han
experimentado una popularidad y una aceptación como
arte escénico o como simple práctica que hace más
atractivo espectáculos como este del que hablamos. Es-
tos principios son la base de Camut Banda para mezclar
a lo largo de ochenta minutos entretenidos, divertidos y
amenos, la percusión africana, el claqué o la propia voz.
144
El bailarín instrumento de percusión sobre grandes
tambores, el sonido de la arena sobre la que se deslizan
unos pies o los propios instrumentos surgidos de simples
vasijas sumando a todo ello la total entrega de sus intér-
pretes y la comunicación con el público. Por otra parte,
la forma de lograr la complicidad del espectador es un
arma de doble fi lo, no siempre resulta fácil ganarse su
colaboración, pero la noche del sábado la gente estaba
para pasárselo bien y además ya sabemos que cuando
te comparan con ciudades vecinas pues siempre quieres
quedar mejor así es que todo el mundo a repasar nocio-
nes de rítmica.
Los Camut Band son músicos, bailarines y actores,
una mezcla explosiva cuando como en este caso las ha-
bilidades técnicas de los intérpretes, la originalidad de
montaje y la mezcla de ritmos se funden consiguiendo el
carácter embriagador de la danza.
La Verdad, miércoles 19 de octubre de 2005.
145
EL VUELO DE ÁNGEL
Ángel Corella. Estrella del American Ballet. Tanguero: Coreo-
grafía: D. Arias; Música: A. Troilo, P. Castellano, J. Contursi,
Scarpino y Calderella. Apollo: Coreografía: Balanchine. Músi-
ca: Stravinsky. Mumuki, fuga y misterio: Coreografía: D. Arias.
Música: Astor Piazzolla.Who cares: Coreografía: G. Balanchi-
ne. Música: G. Gershwin.
Suite D. Quijote: Coreografi a: Petipa-Gorsky. Auditorio Victor
Villegas. Murcia, viernes 2 de diciembre de 2005.
La técnica de la danza clásica ha experimentado avan-
ces extraordinarios haciendo del esfuerzo físico un arte
con mayúsculas. Al margen de los grandes ballets de re-
pertorio con elenco numeroso, también se llega al gran
público a través de pequeñas piezas seleccionadas. Esta
formula es posible gracias a que grandes creadores, des-
de Petipa (s. xix) a Balanchine (s. xx), idearon sus coreo-
grafías para que se pudieran interpretar individualmente
las variaciones mas características, cuya enorme difi cul-
tad requiere el total dominio de la técnica y un reto para
los bailarines que triunfan integrados en las mejores
compañías del mundo como el American Ballet, una de
las de más prestigio y calidad, en la que Ángel Corella
es estrella indiscutible. Su prodigiosa técnica, optimista
presencia escénica y seguridad, así como las aportacio-
nes de su estilo volvieron a quedar probadas.
En la primera parte, las dos coreografías de Balanchi-
ne, el neoclásico Apollo, adecuadamente interpretado
146
por Carmen Corella y Guillaume Coté, y el modernista,
difícil y siempre brillante Who Cares, en el que Ángel de-
rrochó su genialidad de aparente facilidad en la rapidez
de piruetas y el vuelo de sus saltos, se intercalaron con
dos tangos que en otro momento y en otro lugar pueden
ser interesantes, pero aquí resultan prescindibles.
En la una segunda parte, con el ambiente ya caldeado
de entusiasmo por Corella, -arrancando aplausos y gri-
tos de admiración-, La Suite de D. Quijote proporcionó
una rápida visión del ballet alternando a Kristi Capps en
Kitri, Carmen Corella como Mercedes junto a Guillaume
Coté, del ballet de Canadá; la delicada Melanie Atkins,
Cupido muy acertado, y como amigas de Kitri, Claudia
Shereiber y Lindsay Purrington. Un marco de profesio-
nales cuyo estilo Estrellas del American Ballet está muy
defi nido hasta en el saludo fi nal, pero en el que la estrella
indiscutible es Angel Corella; los aplausos y gritos fue-
ron interminables y además la paciente y leal espera de
sus admiradores para conseguir una sonrisa y una fi rma
de su ídolo hacen del fenómeno Corella un star system
total.
La Verdad, martes 6 diciembre de 2005.
147
UN BUEN “LAGO”
Compañía: Ballet Estatal de Perm. Obra: El Lago de los Cisnes.
Música: P. I. Chaikovsky. Libreto: V. Begichev/V. Gelzer. Co-
reografía: M. Petipa/L. Ivanov en versión de Natalia Makarova
y fragmentos de F. Ashton.
Dirección artística: Natalia Makarova. Auditorio y Centro de
Congresos Víctor Villegas.Murcia jueves 8 de diciembre de
2005.
Como ya hemos dicho en anteriores ocasiones, de los
grandes ballets de Chaikovsky coreografi ados por Peti-
pa en colaboración con otros coreógrafos, El Lago de los Cisnes (1895) es uno de los que más adaptaciones ha sufri-
do, apartándose poco a poco de aquella primera versión
que solo unos pocos, como por ejemplo Balanchine, aun
podían recordar por haberlo estudiado y bailado en su
años de estudiante en San Petersburgo. Este es el precio
del paso del tiempo de un arte transmitido de maestros
a alumnos y la forma de la conservación de los clásicos.
Por eso no es raro que ya se dude de asistir a los Lagos
que llegan a nuestra querida Murcia temiendo que se
conviertan en charca. En esta ocasión afortunadamente
el Ballet Estatal de Perm ha contado con la dirección ar-
tística de Natalia Makarova, gran bailarina ya retirada de
los escenarios pero cuya experiencia como Cisne inmor-
tal, y el buen gusto de las anotaciones de Sir Frederik As-
hton del ballet ingles, se nota perfectamente en el nota-
ble y elegante Lago que pudimos ver. Tres actos y cuatro
148
cuadros, vestuario muy cuidado, danzas cortesanas y de
carácter estilizadas y nada exageradas, escenografi ta jus-
ta teniendo en cuenta la capacidad de escenario en una
versión larga de la obra que tuvo un comienzo algo re-
cargado en las danzas cortesanas un tanto ruidosas pro-
blema solventado gracias a elevar el sonido grabado (con
orquesta no ocurre, claro), versión en la que no destacó
precisamente el Príncipe Sigfrido, limitado a partenaire
de melancólica interpretación ya que en sus solos estuvo
lejos del virtuosismo o de elevación de saltos o difi cultad
de piruetas: normalito, pero no para protagonista que
hubiera hecho mejor el Benno, amigo del Príncipe, Ye-
ygueni Konobeyey quien tuvo muy buenos momentos en
el Paso a tres del primer acto. El Lago de los Cisnes es
para bailarinas, ya que Petipa, experto en crear para ellas
solos maravillosos, para chicos siempre tuvo que buscar
inspiración de maestros como Johansson, pero hay mo-
mentos magnífi cos. Lo que sí resultó sobresaliente y bri-
llante fue el cuerpo de baile, cisnes uniformes, delicados,
y muy disciplinados alcanzando momentos sublimes de
hermosos vuelos y grupos geométricos de dibujo exacto.
La Verdad, sábado 10 de diciembre de 2005.
149
VELADA BALANCHINE
Compañía: Ballet Estatal de Perm. Titulo: Homenaje a Ba-
lanchine. La Sonámbula: música Vittorio Rieti sobre temas
de Vicenio Bellini; coreografía George Balanchine. Serenata:
música, Chaikovsky. Coreografía G. Balanchine. Ballet Impe-rial: música Chaikovsky, coreografía G. Balanchine. Auditorio
y Centro de Congresos Víctor Villegas. Murcia 9 de diciembre
de 2005.
Hay ocasiones en las que la asistencia a un espectáculo
de danza es una oportunidad única para disfrutar de jo-
yas coreográfi cas no siempre fáciles de ver, así es que si
cuando esta ocasión no la aprovechamos pues allá cada
uno con sus propias decisiones. Digo esto porque el pro-
grama ofrecido por el Ballet Estatal de Perm en su segun-
da noche en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia fue
una autentica delicia para los que ya conocen la obra de
Balanchine y para los que por primera vez tienen ocasión
de empezar a apreciar parte de la abundante obra de este
genio de la danza.
Programa homenaje, algo largo, pero muy acertado
tanto en la selección e interpretación de tres trabajos re-
presentativos de la primera etapa de creación de Balan-
chine, empezando por la Sonámbula, pieza de aparente
romanticismo decimonónico modernizado con un toque
de parodia dramatizada de los bailes de carnaval, con
Elena Kulagina como perfecta protagonista del fatal pa-
seo nocturno compartido con Alexandre Volkov como
150
poeta y muy buen partenaire en las difíciles variaciones
del tema principal.
En cuanto a Serenata, éste fue el primer ballet de Ba-
lanchine en Estados Unidos y surgido poco después de
su llegada a raíz de las clases que impartía como parte
del currículo de la Escuela de Ballet Americano en Nue-
va York. De una simple idea pedagógica aprovechó las
situaciones de las propias clases para ir confeccionando
la estructura de Serenata, ballet sin historia en el que,
como decía su creador, solamente hay bailarines en mo-
vimiento, el resultado es una hermosísima coreografía
cuya interpretación resultó asombrosamente perfecta
dadas las exigencias que se requieren a las compañías
que solicitan bailarla.
De nuevo el magnifi co elenco, que ya habíamos apre-
ciado la noche anterior en el Lago, mostraron su concien-
cia de la técnica escénica con la Serenata para cuerda de
Chaikowsky de forma perfecta. Finalmente, un toque de
la brillante escuela imperial, Ballet Imperial, un recor-
datorio a Marius Petipa por quien Balanchine siempre
guardó admiración y respeto, ballet sin tema que no re-
sultó tan lucido como Serenata y con algún vacío esce-
nográfi co respecto a lo defi nido en el programa de mano.
De cualquier forma, una gran noche para la danza, (y un
punto a favor del Ciclo de Danza) que se la perdieron los
que no vinieron.
La Verdad, domingo 11 de diciembre de 2005.
151
DEMASIADO INGENUO
Compañía: Ballet de Moscú. Obra: Cascanueces. Coreografía
L. Ivanov, V. Vaynonen. Música: P. Chaikovsky. Auditorio Víc-
tor Villegas. Murcia, jueves 22 de diciembre de 2005.
Ya como costumbre y casi tradición el ballet Cascanue-
ces se representa como algo característico de la danza
en Navidad. Ballet clásico en dos actos con música de
Chaikovsky cuya coreografía y argumento se debe a Lev
Ivanovich Ivanov, bailarín y coreógrafo del Teatro María
de San Petersburgo, quien a partir de 1885 sería segundo
maestro de danza, asistente y colaborador del entonces
ya anciano Marius Petipa. La historia en la que se basa al
argumento, original de A. T. A Hoff man, El cascanueces
y el príncipe de los ratones, es uno de los ballets cuyo pú-
blico puede ser mayoritariamente infantil y una fórmula
magnífi ca para iniciar la afi ción en los niños. Pero esto no
quiere decir que las adaptaciones que sobre el original se
hacen no deban tener la misma calidad que otras coreo-
grafías y que la representación pueda ser tan ingenua que
se llegue al aburrimiento desde el punto de vista técnico.
La versión de V. Vaynonen del Ballet de Moscú causa esta
impresión debido, en primer lugar, a la escasez de cuerpo
de baile que limita la presencia escénica de personajes
dando demasiado protagonismo al mágico Droselmeyer
o al príncipe de los ratones cuya pelea con los discretitos
soldaditos es casi un discusión personal mano a mano.
En segundo lugar, tenemos el movimiento de grupos, y
152
al no haber grupos, claro, queda tan triste que te fi jas en
todo y cosas que quizás en otras versiones quedan sola-
padas aquí se notan mucho. Ya en el mundo del sueño de
Masha (María o Clara en otras adaptaciones) a cargo de
una correcta Anastasia Tchumakova, los copos de nie-
ve y al margen de una caída sin importancia, mostraron
una discreta variación; luego, el triste vals de las fl ores
(que penita de trajes) se entremezcló con las danzas de
baile español, chino, ruso, francés y oriental, que fue la
más acertada. En cuanto al paso a dos del Hada Pan de
Azúcar y el Príncipe, momento grandioso de Cascanue-
ces, sólo quedó bonito con las cogidas que tanto llaman
la atención, pero nada espectacular; aunque nuestro pú-
blico, siempre tan agradecido, aplaudía con frecuencia
disfrutando del cuento cuyo fi nal feliz, como todos los
cuentos con fi n de fi esta a modo de saludo, surtió efecto
provocando un cálido aplauso. Todos salieron contentos,
y ya que estamos en fi estas, feliz Navidad.
La Verdad, sábado 24 de diciembre de 2005.
153
ESENCIA SUREÑA
Compañía Víctor Ullate. El Sur. Coreografía: Víctor Ullate.
Música: Enrique Morente y Estrella Morente.
Lugar: Teatro Villa de Molina. Molina de Segura. Sábado 14 de
enero de 2006
El magnífi co nuevo Teatro Villa de Molina refrendó con
su público puesto en pie el éxito del estreno de la nueva
obra de Víctor Ullate, El Sur. Hemos tenido que aguar-
dar un tiempo ya que desde Sola, en el 2001, Ullate no
había puesto en escena ninguna nueva obra, pero con
este creador siempre vale la pena la espera de novedades
de las que tanto los afi cionados como los profesionales
de la danza están tan necesitados. Y es que no es fácil
encontrar un tema de inspiración que conjugue danza y
música con la realidad de lo que el público busca hoy en
día. Víctor Ullate lo ha encontrado en la esencia sureña
de aire mediterráneo cuyo carácter para la danza sale de
la música de Enrique Morente y de la increíble voz de
su hija Estrella Morente. Junto a todo ello, la infl uencia
lorquiana rezuma por los cuatro costados.
Todo esto da como resultado una obra que de forma
pausada nos introduce con movimientos contemporá-
neos y neoclásicos en los que se intercalan raíces folclóri-
cas, en la tragedia del amor entendido como violenta po-
sesión, para ir desarrollando por alegrías, soleá, tientos o
cañas el toque de fl amenco adecuado. Esto es quizás lo
más difícil de todo, el hacer que el fl amenco esté en esos
154
movimientos en su punto justo, es decir sin pasarse o no
llegar. Ullate lo consigue cuando entre giros o saltos de
pronto aparece ese contoneó de cadera o ese braceo que
unido a la introducción del zapato masculino en temas
populares ya es sufi ciente para que todo se impregne de
esa esencia sureña creando un ambiente en el que una
parte muy importante es la escenografía y vestuario de
Pedro Moreno, ya que ese fondo en transparencia en el
que cuelgan las ropas blancas y en el que sigue parte de
la historia, que cambia los tonos con la iluminación de
Nicolás Físchtel llevándonos a la parte del día, amane-
cer, tarde o noche de verano, es fundamental así como
el propio vuelo de las faldas que forma parte de la danza,
una danza que no solo es fusión de estilos sino que añade
un fi nal sorprendente de la idea del amor liberado en el
más allá y que por su forma nos recuerda la infl uencia de
Bejart en la formación de Ullate.
Los bailarines están todos en su mejor momento, muy
compenetrados en su trabajo y bailando sin reservas con
un entusiasmo fantástico; Ana Noya, joven gran bailari-
na de siempre, es su oportunidad ya que está magnifi ca
a lo largo de la hora y veinte minutos y puede mostrar
como la maltratada Estrella todo el potencial que siem-
pre tuvo. Junto a ella, Luca Vetere como Antonio y Ye-
vgen Uzlenkov como Bernardo comparten el protago-
nismo convenciendo en su interpretación de esta obra a
cuyo estreno hemos podido asistir antes de su presenta-
ción en Madrid y que de momento se adivina como un
gran éxito.
La Verdad, Lunes 16 de enero de 2006.
155
GISELLE, CLÁSICO ROMÁNTICO
Ballet: Giselle. Música: A. Adam y F. Burgmüller. Libreto: T.
Gautier y Saint Georges. Coreografía: J. Perrot, Coraffl , M.
Petipa y A. Petrov. Compañía: Ballet del Kremlin. Director
artístico: Andrei Petrov. Orquesta Sinfónica de la Región de
Murcia. Director: Alexander Sladkovsky. Auditorio y Centro
de Congresos. Murcia
Del ballet de estilo romántico se ha dicho que se reveló
como arte de la ilusión más que de la ilustración. Si de to-
das las obras de dicho estilo La SyIphide de María Taglio-
ni en 1832 fue el detonante, Giselle, con Carlotta Grissi
en 1841, pasaría a la historia de la danza como la mejor
expresión del contraste de lo natural y lo sobrenatural.
La coreografía es siempre retomada en su estructura con
adaptaciones de las que esta del Ballet del Kremlin es de
las más conservadoras en el 2º acto permitiéndose una
cierta fantasía plástica en el con 1º con el juego de cua-dro escénico de lámina de cuento, colorido vestuario algo
pastiche que resalta ante el necesario fondo de castillo
señorial y la sencilla cabaña de la que aparece Giselle,
una Cristina Kretona que supo mostrar la capacidad de
alegre interpretación de ingenua enamorada campesi-
na, la locura de desengaño amoroso y la espiritualidad
etérea del generoso perdón a través de la técnica de su
danza. En cuanto al papel masculino, el irresponsable
príncipe Albrecht, Serguei Sarinov no fue más que un
partenaire, es decir, ya que aparte de la ayuda en sus
156
paso a dos, en las variaciones propias y su interpretación
dramática no pasó de la mera rutina. Mejor hubiera re-
sultado Mijail Martiniunk, que en el Paso de Campesi-
nos estuvo acertado intentando refl otar lo que su pareja
Svetiana Tonsheva se empeñaba en destrozar. El cuer-
po de baile fue estupendo y la limpieza del ballet blanco
inundó el mundo de las Willis en el que todo el reino
de Myrtha, Olga Zublova, resultó tan sobrenatural como
debe ser. Y como novedad afortunada, la incorporación
de la Orquesta Sinfónica de Murcia que nos deleitó con
una obra que se creó concebida como ópera sin palabras,
con características especiales del leivmotiv como iden-
tifi cación de un personaje hace de ella una partitura de
mayor importancia que los ballets de la época y cuyas
entradas, valses, paso a dos y variaciones fue estupendo
escuchar en directo, a pesar de que el director Alexan-
der Sladkovsky le diese un exceso de velocidad a toda la
obra, rapidez que en ocasiones fue un problema para la
musícalidad de los bailarines y causa de alguna entradas
fallidas como la del Paso de Campesinos. Por encima de
estos inconvenientes, felicitaciones a Centenero por la
idea de utilizar nuestra magnifi ca orquesta con las com-
pañías de ballet visitantes.
La Verdad, viernes, 3 de febrero de 2006.
157
JULIETA SI, ROMEO NO
Compañía: Ballet del Kremlin. Director artístico: Andrei Pe-
trov. Obra: Romeo y Julieta. Ballet en dos actos sobre la obra de
William Shakespeare. Coreografía: Yuri Grígorovich. Música:
Sergei Prokofi ev. Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia.
Director, Alexander Siadkovsky. Auditorio y Centro de Con-
gresos Víctor Villegas. Murcia, jueves 2 de febrero de 2006.
El mítico coreógrafo ruso Yuri Grigorovich (San Peters-
burgo, 1927) creó para el Bolshoi de Moscú durante más
de cuarenta años un número importante de coreografías
como Flor de Piedra, Leyenda de amor, Cascanueces, Es-partaco o Iván el Terrible, Cuando hace unos meses visi-
tó España al frente de la Compañía que lleva su nombre,
confi rmó su estilo en el respeto a la tradición del clásico
pero abierto a todas las tendencias modernas. Sobre esta
línea concibió en su día el Romeo y Julieta (1979) que el
Ballet del Kremlin ofreció en la segunda actuación en
Murcia. Su estructura coreográfi ca es un clásico avan-
zado del siglo xx en el que predominan las innovaciones
modernistas que surgidas de Fokine o Nijinsky se en-
tremezclan de forma sutil con la férrea disciplina de las
bases de escuela rusa tradicional y que en Balanchine ya
se clasifi caría como neoclasicismo. Si junto a este estilo,
además, la fantástica partitura de Prokofi ev es un reto,
el carácter balletístico del drama shakespiriano requie-
re una interpretación de técnica y alma. Por eso cuando
una Julieta perfecta, Natalia Balajnicheva, de pies ligeros,
158
giro adecuado y dominio del escenario, se encuentra con
ese Romeo que nos tocó, Serguei Vasiochenko, lánguido,
fl ojo en sus saltos y poco convincente, pues estás desean-
do que Mercuzio., Mijail Martiniuk, de agilidad, estilo
y brío patentes, le quite la novia porque, aunque Romeo
tenga otro carácter, no levanta ni a su Julieta, ni pasiones
amorosas, ni nada de nada. Vamos que Teobaldo se lo
hubiera cargado con un soplo, pero no podemos cambiar
el argumento claro. Esto hizo que el 2º acto se hiciera
pesadito, y que el público pudiera distraerse con el rui-
doso desorden de bastidores o haber captado el detalle,
sin importancia pero no habitual, vamos, de la presencia
en el cuerpo de baile de algún profesional entradito en
años. En cuanto al éxito de la noche, no estuvo mal, aforo
mayor que en Giselle y aplauso generoso, agradeciendo
de nuevo el acompañamiento de nuestra Orquesta Sinfó-
nica de la Región de Murcia.
La Verdad, sábado 4 de febrero de 2006.
159
DUATO HACE PENSAR
Compañía Nacional de Danza. Dirección artística: Nacho Dua-
to. Programa: Castrati, Nacho Duato. A. Vivaldi, Karl Jenkins.
Rassembiement. Nacho Duato, Toto Bissainthe. Por vos muero.
Nacho Duato, música antigua española siglos xvi y xvii.
Lugar: Auditorio y Centro de Congresos. Murcia, viernes 18 de
febrero de 2006.
La Compañía Nacional de Danza, tan cara de ver en
nuestros escenarios, revalidó con todos los honores el
estilo Duato transformando lo que para muchos es sólo
entretenimiento, la danza, en la manifestación profun-
da de un arte. Con sólo tres coreografías, conocidas ya
y estrenadas hace algún tiempo, Nacho Duato aceleró el
pulso del rebosante aforo que ya en el comienzo de la
primera, Castrati, estalló en un aplauso necesario como
liberación de la tensión que produce esta coreografía en
la que sus nueve bailarines muestran con fuerza des-
garradora la cruel realidad del castrado como castigo o
como imperativo precio de una cotizada voz.
La espléndida obra, grupos, formas, solos, movimien-
tos de una contemporaneidad clásica, todo está medido
y pensado para lograr el efecto que Duato quiere obtener.
Además, el vestuario forma parte de la intención ya que
esas faldas-capas incrementan la energía del baile y hasta
el último apunte desgarrador de la teñidas y acusadoras
manos está tratado en su justa medida. Pero la denuncia
de la tragedia del individuo no es determinante de una
160
costumbre o de una época, ya que en Rassemblement, segunda obra del, programa, es la falta de otra libertad
refl ejada en la esclavitud que con música de Toto Bissain-
the en la que a pesar del paso del tiempo (fue estrenada
por el Culiberg Ballet en 1990) de formas cercanas a Jar-
dí Trancat o incluso Arenal, es pieza totalmente actual y
además estudiada como repertorio Duato. La danza de
la tierra, el sonido de la voz profunda, el vudú como re-
ligión y símbolo del poder dominante, la opresión y el
canto a la libertad, todo ello se transforma en danza que,
de nuevo, hace pensar.
Es que cada paso, cada gesto, cada movimiento no
es sino la expresión de la denuncia a la trasgresión de
los derechos humanos y una llamada a la libertad. Y ya
como brillante fi nal de una brillante noche, el encanto
de las danzas cortesanas con sus intrigas y sus devaneos
es otra muestra de la utilización y falsedad de normas de
conducta y costumbres, en este caso la danza social, es la
inspiración de Por vos muero, extraordinaria coreografía
llena de intención en la que la hermosa música antigua
española de romances, morescas, villancicos y el magní-
fi co recitativo en voz de Miguel Bosé, todo es convertido
en variaciones más clásicas que nunca. La pureza de lí-
neas de los trabajados cuerpos de los bailarines fl ota en el
espacio, vuelan de forma ingrávida desafi ando la ley de la
gravedad y jugando al engaño con caretas y trampanto-
jos pero con la energía que nace de la tierra. El duatismo
está en las tres coreografías de la Compañía Nacional de
Danza, un lujo necesario para todo aquel que sea sensi-
ble al arte y que deberíamos disfrutar más a menudo. Por
cierto, de agradecer el afectuoso trato que Nacho Duato
dispensó al numeroso grupo de alumnos que a la salida
esperaron pacientemente.
La Verdad, martes, 21 de febrero de 2006.
161
LA MUERTE Y LA DONCELLA
el festival mudanzas no pudo tener un
inicio más atractivo y espectacular
Compañía: Sol Picó. Obra: Paella mixta. Festival MUdanzas.
Lugar: Cuartel de Artillería. Cartagena. Viernes 17 de marzo
de 2005
La V Edición del Festival Mudanzas de Cartagena no
pudo tener un comienzo más espectacular, atractivo y,
desde luego, nada convencional que la Paella Mixta de
Sol Picó. Arropados por el aval de premios recientes, la
unión de la Picó (Premio Max a la mejor coreografía)
con Israel Galván (premio nacional de Danza 2005 a la
creación) ya era una propuesta de la que se podía esperar
todo menos rutina, líneas establecidas o lo políticamente correcto.
Desde la Edad Media y sus Danzas Macabras, la no
aceptación del fi nal natural del ser humano pasa a ser
representado como un absurdo juego con dos jugadores
de los que siempre ganará La Parca. El tema de la danza
y la muerte, la muerte y la doncella, le Jeune homme et la mort, Orfeo y Euridice, repetido hasta la saciedad, sigue
siendo argumento para los creadores. Pero con Sol Picó
ya sabemos que algo muy especial vamos a experimentar.
Un nombre irónico, Paella mixta, hace adivinar algo di-
vertido; sin embargo, ya nos saca de dudas en los pasillos
en los que nos va introduciendo presentando los perso-
najes en un comienzo que no es sino el mismo fi nal, el
162
destino de ese cuerpo femenino, desnudo, inmóvil ya en
un mar de arroz.
Los apóstoles penitentes, la muerte anunciada por el
taconeo, todo nos obliga a seguir una única dirección di-
rigidos a la amplitud de un patio en el que bajo el cielo
nocturno y una estructura metálica espectacular forma-
mos parte del montaje en un circulo que arropa el fre-
nético baile de cuatro danzantes dominados por un ara,
donde se cocina esa paella mixta, y que saltan, luchan y
giran en un ritual como derviches o que cruzan una cor-
tina de agua que bien podría ser la laguna Estigia donde
Caronte espera para conducirnos al Averno: la entrada a
los infi ernos.
La música tecno alcanza unos decibelios exagerados
y la aparición serena de Sol Picó en el comienzo de su
lucha perdida, de sus miedos y de un fi nal anunciado nos
traslada a otro espacio, una enorme plataforma de dos
escenarios, un ring de dos escenarios, volvemos a ser un
coro en gradas, abajo la lucha con ella misma, su baile
contemporáneo y esas zapatillas rojas que condena a
quien las calce. Las posibilidades infi nitas del movimien-
to del cuerpo se transforman en esta bailarina de forma
increíble, obteniendo como resultado una impresionante
obra de arte. Arriba la muerte espera en un balancín, y
cuando la trampilla se abre entonces es el duelo de ti-
tanes, la doncella y la muerte, la música de fl amenco, el
violín, la voz y más decibelios de tecno, el frenético taco-
neo de Israel Galván, su presencia y dominio del espacio
escénico hasta el fi nal anunciado, la caída, y esa lluvia de
arroz que nos remite al comienzo. Todo esto es Paella Mixta. Yo volvería a verla.
La Verdad, domingo, 19 de marzo de 2006.
163
UN VUELO DIVINO
Compañía Sol Picó. Espectáculo: Diva Divina. V Edición Festi-
val Mudanzas. Domingo 19 de Marzo del 2006.
Puerto de Cartagena.
Un dorado sol de mediodía, un cielo azul refl ejado en las
tranquilas aguas del puerto de Cartagena, un domingo
de primavera, todo es un apetecible entorno para la dan-
za hecha en espacios abiertos. Mudanzas, en su segunda
oferta repitió a la siempre imprevisible Sol Picó con el
montaje Diva Divina, portada de la revista especializa-
da Tiempo de Danza. Estructuras metálicas, armazones
desnudos de un viejo autobús en el que colores naranjas
priman sobre ocres oxidados. Una plaza, suena la música
como reclamo, el público acude.
La fi gura de la Diva, Sonia González, languidece ama-
rrada a la seguridad del brazo férreo de una grúa en repo-
so. Cubre su boca protegida con una máscara, como si el
aire puro fuera veneno. Espera. Suena la música, Mastre-
ta, Caries López, Lasha…, y cuatro bailarines surgen de
los bajos del viejo transporte inmóvil en el centro de ese
espacio elegido. Clowns, charlotadas, ironía divertida,
movimientos de cine mudo… pasos de danza terrenales
hasta que la melancólica fi gura cubierta de gasa también
naranjas comienza un vuelo divino elevada en el meca-
nismo que impulsado por el esfuerzo humano recuerda a
los que Da Vinci ideara para fi estas y saraos.
Y el vuelo de la Diva comienza, danza aérea, cambrés,
164
brazos, piernas largas de tacones altos, también naranjas.
Busca en su huida de lo terrenal la no aceptación de la
realidad, Efecto conseguido, entretenido paseo rasante
sobre las cabezas de su público que comprueba el forzoso
e inútilmente evitado aterrizaje en el viejo esqueleto del
autobús en el que ahora dos abuelas, Maribel Martínez y
Lola López, rechazan a la intrusa junto a un rarito, Xevi
Dorca y atacan a la intrusa horrorizada de la caída a tan
cruel mundo. Baile hecho lucha cargado de ironía asom-
brosa cuando esas abuelas se nos convierten en sexis chi-
cas que con eróticas insinuaciones despojan a la Divina
de sus gasas y su pasado. ¿Se salvará? Al grito de ayuda,
pues, hala, suena la música de cine del Oeste, El Árbol del Ahorcado, por cierto, y allá va en la grúa un maca-
rra llanero solitario, Pablo Molinero, que al mejor estilo
de arrogante salvador de damas en apuros cabalga sobre
ruedas lanzando ágilmente la cuerda salvadora con la
que rescata a su amada. ¡Toma ya!
La escenografía en estos espectáculos es básica y la de
Óscar Paz contribuye a la perfecta adecuación de danza
y elementos. Pues con todo esto, ¿quién no se lo pasa di-
vinamente?
La Verdad, lunes 20 de marzo de 2006.
165
JUGAR CON EL RITMO
Compañía de Antonio Canales. Espectáculo: Bailaor. XIII
Cumbre Flamenca de la cam. Lugar: Teatro Romea. Murcia.
Martes 21 de marzo de 2006.
La inesperada ausencia del Ballet Flamenco de Andalu-
cía, debido al problemático planteamiento de la dimi-
sión de su directora Cristina Hoyos, no supuso ninguna
merma para la XIII edición de la Cumbre Flamenca de
la cam, ya que su sustitución por Antonio Canales tuvo
como resultado, con Bailaor, un brillante comienzo en
el aforo completo del Teatro Romea. A lo largo de hora
y media el sonido del baile se dibuja en la estructura de
suelo blanco cuya sonoridad estudiada no sólo hace lle-
gar el ritmo del baile sino todos los matices del mismo
con los que desde el Romance a golpe inicial, a modo de
presentación con los músicos también de blanco, Cana-
les, Oscar de los Reyes -¡que pedazo de bailaor!- y una
elegante Adela Campillo, van desgranando bulerías,
alegrías o seguidillas en ese lienzo en el que la impor-
tancia de la luz refl ectada forma parte de una cierta es-
piritualidad en la forma en que se quiere hacer llegar la
apuntada raíz trianera.
Un buen diseño escenográfi co, cambio de vestuario, y
la improvisación estudiada en cada uno de los bailes que
se alternan correctamente con los instrumentales dan
opción al cante de Gallí, Juan José Amador o Antonio el
Pulga, a la guitarra de Dani Morón y Miguel Iglesias y a
166
la enérgica percusión de Amador Lozada, apadrinando el
debut en cajón fl amenco del propio hijo de Canales.
La característica general de Bailaor es la luminosidad
y alegría del fl amenco en Rueda de Verdiales, o en la soleá
por bulerías fi namente interpretada por Adela Campillo
que da paso al palo preferido por Canales, la soleá en la
que, utilizando toda la experiencia teatral de sus veinte
años de escenario, enfatiza teatralmente al máximo sus
dotes interpretativas llegando a ganarse a la ya entregada
afi ción -¡cuánto gusta aquí el fl amenco!- de forma que
otra variante de la seguidilla, los últimos tangos, no fue
el fi nal ya que los aplausos a un Canales emocionado por
el entusiasmo de todos obligó a seguir bailando y no hizo
nada fácil la bajada de telón.
La Verdad, jueves 23 de marzo de 2006.
167
CURIOSO ISRAEL GALVÁN
Coreografía: La Edad de Oro. Coreógrafo y bailarín: Israel
Galván. XIII Cumbre Flamenca cam. Lugar: Teatro Romea.
Murcia, miércoles 22 de Marzo de 2006.
Va nuestro Premio Nacional de Danza, Israel Galván, y
aparece descalzo porque sí, porque quiere y porque la tie-
rra, el suelo, tiene una energía que afl ora en el cuerpo de
este especial bailaor. Rompedor de estructuras estableci-
das que teniendo como maestro a su padre, José Galván,
baila con pasos marcados en un guión muy relajado, bus-
cando el retorno a esa forma de hacer fl amenco que en
la llamada Edad de Oro, periodo prolífi co de 1860 a 1910,
fl orecimiento de los cafés cantantes, aparición de Pastora
Imperio, Antonia Mercé, La Argentina y como anteriores
La Perla, El Jerezano, Míracielos, La Macarrona o La Me-
jorana… desarrolló el fl amenco en todas sus facetas entre
las que el baile establece diferencia hombre-mujer.
Luego derivaría en la Opera fl amenca y el llamado Ba-
llet Flamenco. Pero ahora, a los cien años de todo esto
resulta que el modernismo, el cubismo y lo picassiano es
un fl amenco clásico de vanguardia y de una actualidad
rompedora en el concepto que de su baile hace Galván.
Cuando el baile de academia se hace de frente, él va y se
pone de perfi l, y la línea que dibuja en sus palos tiene una
similitud con lo que otros rompedores de estructuras
impuestas hicieron también hace cien años en otra danza,
la clásica: hablamos de los grandes Nijinski y Massine.
168
Israel Galván, saca giros, brazos, posturas como muy
raras pero nada extrañas, aparece y desaparece sin dejar
el escenario, se alterna con el buen cante de Fernando
Terremoto, trilla, por soleá, soleá por bulería acelerada,
baile por serrana y tientos que terminan por tangos o la
siguiriya, palo preferido de Galván. Los cierres los hace
porque quiere y entonces se va y se sienta, se levanta, y
empieza y termina en una improvisación medida. Curio-
so, diferente, divertido.
Por cierto, hubo gente que abandonó el Romea con ai-
radas protestas de mala visión debido a la colocación de
dos enormes torres de altavoces. ¿Por qué no las bajan al
foso? Ahí no molestan y la gente ha pagado una entrada
para ver además de escuchar.
La Verdad, viernes, 24 de marzo de 2006.
169
MUCHA MIEL EN LAS CADERAS
Espectáculo: Gitanas. XIII Cumbre Flamenca de la cam. Tea-
tro Romea. Murcia, jueves 23 de marzo de 2006.
Como era de esperar, se armó la marimorena. Y si no,
que lo diga ese público tan cabal, esa afi ción ruidosa, esas
gentes entendidas de fl amenco, que apenas guardaron al-
gún silencio acompañando el estreno sonado de Gitanas.
Mujeres de tronío, de rompe y rasga. Porque anda y que
no tiene fuerza el reunir a Rosario Montoya La Farruca,
Pilar Montoya la Faraona, Angelita Vargas, Carmelilla
Montoya, Manuela Vargas y ese terremoto de energía in-
controlable que es Saray de los Reyes.
Puesta en escena de elegancia estudiada -para mí el
dichoso humo frío sobra, con detalles de transparencias
que dejan ver el interior blanco y oro de esa casa en cuyo
pórtico se hace el baile. La luz de las lámparas ya no son
la luz del candil de aquellos bailes que en 1862 nos dejara
en testimonio escrito Charles Davillier y recreado en las
ilustraciones de boleras, que no de gitanas, de Gustave
Doré, su acompañante en aquel viaje por la Andalucía
del xix que decía en sus copias: «Las doncellas son de
oro, las casadas son de plata, las viudas son de cobre y las
viejas de hojalata».
Ahora es el café cantante, Sillas en semicírculo, cuadro
fl amenco, temple, y el cante de una mujer se hace baile en
otra. Alante y atrás, es igual. Porque en el escenario Jua-
na del Revuelo, Mara del Rey, Encarnita Salazar o María
170
Vizárraga arrancan toda la fuerza expresiva y hondura
de lo jondo. Bulería, alegrías, tangos… de una cosa a otra,
el cante y baile tan fuertemente interpretado que vuelan
las fl ores del cabello, se suelta, ménades de Andalucía, los
cuerpos se mueven, insinuantes, gracia natural, mucha
miel en las caderas, se quiebran brazos ondulantes, giran
sobre sí mismos y los zapateados rabiosos, con escobillas
acertadas dan su sonido rítmico junto al de las tres guita-
rras y las entradas y salidas de cada palo están marcadas
dentro de una aparente improvisación medida y acompa-
sada. Baile de mujeres. Anda y que ahora diga alguien eso
del sexo débil, porque lo tiene claro. Menos mal que el
Romea aguanta, porque al fi nal se venía abajo con gritos,
aplauso por bulería y todo eso.
La Verdad, sábado 25 de marzo de 2006.
171
FUSIÓN DE SONIDOS
Vicente Amigo: Un momento en el sonido. XIII Cumbre Fla-
menca cam. Lugar: Teatro Romea de Murcia. Viernes 24 de
marzo de 2006.
El espléndido concierto ofrecido por Vicente Ami-
go. Un momento en el sonido, fue el cierre de lujo de la
XIII Cumbre Flamenca. Durante dos horas, con un pú-
blico fi el, respetuoso -afortunadamente menos ruidoso
que el de Gitanas- y mejorada la ubicación escénica de
las torres de sonido, el artista cordobés nacido en Sevilla,
nos deleitó con su guitarra y con su presencia colmada de
sincera simpatía por nuestra tierra, a la que está ligado
por sus comienzos en aquel Cante de las Minas de 1989
y también por haber participado en anteriores ediciones
de la Cumbre.
Tras cinco años sin publicar disco, este artista cordo-
bés, sevillano de nacimiento, de cuya obra en colabora-
ción con Leo Brouwer Poeta Javier Latorre hizo danza
coreografi ada para el Ballet Nacional de España en 1999
y escenifi cada por La Fura del Baus, nos presentó temas
nuevos, mezclados con algunos anteriores y siempre bien
acompañado de percusionistas, cantaor, bajo y teclado.
Del sentimiento que arranca el sonido de su guitarra,
prueben a cerrar los ojos y verán que es música llena de
colores –será por deformación profesional discúlpenme,
pero siempre veo además que bailan las notas, música
en la que el fl amenco de corazón fusiona otros sonidos,
172
diferencias tan ricas en esencia que los momentos de
batería y el bajo te cambian tonalidades, más sentidas
aún si cabe con el del atrevido bandoleón, que gracias
a la transformación técnica del teclado contribuye a esa
personal creación en la que las experiencias de la larga
trayectoria de Vicente Amigo, desde sus comienzos con
Manolo Sanlucar, han ido inspirando su obra con resul-
tados tan hermosos, poéticos, plásticos y sentidos como
esta fusión de colores, estos momentos de sonidos.
La Verdad, domingo 26 de marzo de 2006.
173
DE LA PIEDRA A LA SEDA
Festival Danza. Compañía: Michelle Man and Friends. Espec-
táculo: Porque hay piedras que guardo… /Tussore.
Coreografía: Michelle Man. Música: Claude Debussy /Alfon-
so García de la Torre. Centro Párraga. Murcia. Miércoles 5 de
abril de 2006.
La danza contemporánea ocupa un importante espacio
en la actualidad escénica de nuestra región. En Carta-
gena termina la quinta edición de MuDanzas y no hace
mucho Nacho Duato y la Compañía Nacional de Danza
visitó nuestro auditorio. Todo esto ha ido creando una
afi ción y un público que acude atraído por la belleza del
movimiento por el movimiento, por una danza libre cu-
yas sensaciones no tienen porque ser igual para todos.
Ahora el Centro Párraga, siempre abierto a las nuevas
tendencias, viene ofreciendo en el mes de abril el Festival
Ddanzas por el que ya han pasado Carmen Werner, con
Noche de Duos, Provisional Danzas, Aracaladanza con
su espectáculo para niños y no tan niños, y ahora Mi-
chelle Man and Friends que nos ofreció un espectáculo
dividido en tres partes. De nuevo, como en toda danza
en la calle, el espectador rodea al intérprete. Comienza el
solo al aire libre Porque hay piedras que guardo. Enton-
ces aparece el discreto desnudo de un cuerpo femenino
caminando a cámara lenta, movimientos fotográfi cos
retardados guiados por una luz. Michelle Man se sienta
en una única silla, se cubre con un vestido con el que
174
gira, corre y hace rotaciones sobre la frialdad del suelo
buscando el refugio de un sencillo montón de arena, mo-
vimientos inspirados en el recuerdo de un claustro aban-
donado. Luego vuelve a desvestirse y es cuando aparece
más libre. Termina.
Pasamos al interior y antes de llegar a la caja escéni-
ca visualizamos una dirigida y abarrotada exposición de
fotografías colgadas de cuerdas cuya intención sincera-
mente no aprecié, quizás porque la pausa de veinte mi-
nutos invita al saludo apretado de amigos más que otra
cosa.
Pasamos a Tussore. Iris Muñoz, Billie Pérez y Miche-
lle Man interpretan una agradable coreografía en la que
la música de Claude Debussy combina adecuadamente
con los momentos electroacústicos de Alfonso García de
la Torre, técnica depurada contemporánea en la que se
adivina una importante base de formación clásica, líneas
de suavidad inspiradas en la sensación de la seda enmar-
cada por la escenografía de tres bandas rojas que aportan
el recuerdo de la India y una curiosa infl uencia de luces
colgadas. Vestuario de pantalones cómodamente ajusta-
dos para el contacto de las bailarinas en una interpreta-
ción cuya duración, no obstante, resulta algo larga con
falsos fi nales y un tanto repetitiva.
El resultado por un lado es interesante, en cuanto al
trabajo ofrecido de esta bailarina de origen euroasiático
y formación británica, pero la estructura del programa
resulta demasiado larga y si uno empieza a cansarse es
que algo falla.
La Verdad, viernes 7 de abril de 2006.
175
CÓCTEL CARRASCO
aunque hayan pasado 10 años, para quien lo
pruebe por primera vez, sabe a nuevo
Marta Carrasco. Espectáculo: Aiguardent. Creación e interpre-
tación: Marta Carrasco. Música: Gustav Malher, C. Durnont,
M. Vaucarie, Raul Barboza, Rene Aubry, J.S.Bach, Jacques Breit,
Holiner, Chaplin. Nichols, Cahn, Haendel, Bo Verspaendonck.
Festival Ddanzas. Centro Párraga. Murcia, viernes 7 de abril
de 2006.
Como clausura del Festival Ddanzas, el Centro Párraga
tuvo la deferencia de obsequiarnos con un cóctel alcohó-
lico apto para abstemios. Y ya que resultó acertadamente
explosivo, les apunto la receta por sí quieren probarla.
Ingredientes: Catorce medidas de música dispar, pero
bien combinada (un fantástico Mahler… o un inolvidable
Rien de rien…) Cuatro de soledad, Cuatro cucharadas de
gesto. Dos de danza. Mil y una de otras guindas y frutos.
Preparación: Prepara una base de imaginación creati-
va. Tamiza con gotas de luces muy pensadas. Añade ele-
mentos escenográfi cos originales movibles con cuyo des-
lizamiento da comienzo a la mezcla. Añade estos otros
ingredientes: cuatro cucharadas de escogida música, Vas
a notar que no resulta nada espesa y que por ejemplo Ja-
cques Brel conjuga adecuadamente con Bach. Para que
estos elementos se junten revuelve con la expresividad
de manos impacientes pero controla que sus garras ame-
nazadoras no precipiten el resultado fi nal. Flambea pru-
176
dentemente, no olvides su sentido de ritual. Aunque con
alguna pausa no dejes de moverte, y cuando se apague la
llama ve vaciando poco a poco la soledad de mujer refl e-
jada en el espejo invisible de la compañía de los invitados.
Saca de ese tarro-baúl los recuerdos de viejos vestidos
pero cuida de que, como el blanco nupcial del pasado, no
estén caducados. Añade toques de tu danza, algo de clo-
wn, ironía o chiste. Haznos reír un momento. Pero vuel-
ve a la violenta energía de lanzamiento del jarro-cuerpo,
made in Marta Carrasco, sobre la dureza de una descu-
bierta base vertical, antes roja, ahora marfi l, que retiene
la ingravidez de su peso. No pares en sesenta minutos,
ya que es de trago largo, y la receta no se corta. Por fi n
y aunque hayas tenido un vano intento de huida de la
inevitable realidad, añade infi nitos litros de amargos y
alcohólicos remedios a la soledad. Da un toque de teatra-
les espasmódicos gritos y golpea con fuerza. El envase no
se quiebra. Tiene garantía desde sus comienzos en 1988
con Ramón Oller.
Servir: Cuando tengas todo ese líquido, remuévelo
una vez más, para que se junten bien todos los elemen-
tos y viértelo sin moderación, a chorros que salpiquen el
alma de tus invitados. No olvides que aunque hayan pa-
sado diez años desde su invento, para quien lo prueba por
vez primera es novedoso y el éxito premiado por Max y
otros eventos da como resultado que esta fórmula en so-
litario sea un éxito afi anzado por su inventora que forma
parte de la generación catalana de artistas surgida en los
80. Ah, y por si interesa, añadimos información nutricio-
nal de la receta. Energía: 50 Kcal. Fibra de movimiento 50
gr. Ácido de aburrimiento: 0.00 Mg. Vitaminas creativas
50 gr. ¡Buen brindis!
La Verdad, domingo 9 de abril de 2006.
177
UNA BAYADERA ACEPTABLE.
Compañía: Ballet y Orquesta del Teatro Nacional de Brno. La
Bayadera. Música: L. Minkus. Arreglo musical: John Lanch-
bery. Arreglo del libreto, coreografía y dirección: Jaroslav Sla-
vicky. Dirección del Ballet: Karel Littera.
Dirección de Orquesta: Javel Zbavitel. Asociación Pro Música
de Murcia. Lugar: Auditorio Víctor Villegas. Lunes 24 de abril
de 2006.
La Bayadera, antiguo ballet clásico de Marius Petipa es-
trenado en el Teatro Maryinsky en 1877, fue conocido
en Occidente por la gira del Ballet Kirov en 1961. Desde
entonces se dice de este viejo nuevo ballet, inspirado en
dos dramas del poeta hindú Kalidasa, que es el presen-
te del pasado de la danza. Considerado como una de las
mejores composiciones sinfónicas coreográfi cas sigue
conservando el estilo Petipa de la Escuela Imperial de
San Petersburgo. El tándem Minkus-Petipa dio como re-
sultado otras joyas como Paquita o Quijote en la fórmula
de ballets en los que se combinaba virtuosismo y efectos
teatrales en un estilo de mezcla de plasticidad francesa
y allegro italiano, sacando el máximo de la técnica clási-
ca. Petipa construía todos sus ballets bajo el mismo es-
quema, imponiendo formas y estilo a sus compositores.
Era danza para ser vista y sentida sin otro propósito que
entretener a la realeza que mantenía el ballet en Rusia.
Priorizaba la coreografía sobre la partitura y quizás por
ello la música de sus ballets ha sido poco apreciada por
178
los melómanos. En el caso de la versión de Bayadera del
Teatro de Brno -misma agrupación de todos los años en
la oferta de ballet de Pro Música, a pesar de ser escasa
de instrumentos y poco brillante en maderas y meta-
les, la adaptación de John Lanchbery de la partitura de
Minkus fue acompañada correctamente a la igualmente
adaptada coreografía, respetando la característica Peti-
pa de repetición de frases de ocho tiempos con estruc-
tura de tres repeticiones iguales que terminan con una
cuarta diferente, en una aceptable interpretación de los
bailarines Andrea Smejkailová y Jan Fousek, no desta-
có en especial el Acto 1. Realmente, de Bayadera lo más
esperado es el acto II, con la famosa bajada desde una
rampa de arabesques penché eternos cuyo mágico efecto
repetitivo no apreciamos en su totalidad al reducir las 36
sombras a más de la mitad. Y eso se nota. El pas de trois
fue correcto como fi nal de esta Bayadera aceptable, que
pareció gustar pero en la que faltó el calor de un público
retraído en sus aplausos.
La Verdad, jueves 27 de abril de 2006.
179
EL TALENTO DE MAYUMANA
Compañía: Mayumana. Creadores y directores artísticos:
Nylon Nuphar y Boaz Berman. Festival Murcia Tres Culturas.
Lugar: Teatro Romea. Murcia. Miércoles 17 de mayo.
En el musical Cantando bajo la lluvia, una jovencísima
Debbie Reynolds le dice a Gene Kelly acerca de las pelí-
culas mudas: «Vista una, vistas todas», refi riéndose a que
determinadas manifestaciones artísticas corren el riesgo
de, por repetitivas, no ser sino más de lo mismo.
La danza hecha a partir de la base de percusión, efec-
tos especiales, decibelios a tope y mucha energía rítmica
ha llegado en forma de arte en espectáculos como los
de Camut Band, Tap Dogs y los de Mayumana. Iguales
en su inspiración creativa, que parte de la utilización de
instrumentos originales y variados en los que cualquier
cosa sirve para percusión que provoca el estallido del so-
nido y de la energía del propio cuerpo de los bailarines
sin embargo, el desarrollo contextual deriva por cauces
diferentes dando como resultado efectos distintos.
O sea, que no siempre visto uno, vistos todos. Mayu-
mana, que ya es la tercera vez que nos visita, ha elabo-
rado su gira 2006 a partir del montaje presentado en el
2003 en el Auditorio y Centro de Congresos. La vitalidad
de todos los magnífi cos componentes del grupo, mezcla
de danzarines, acróbatas, actores y músicos, se derrama
a chorros en el espacio teatral logrando transmitir esa
pura energía de sus cuerpos en un ritmo loco incansa-
180
ble capaz de recargar cualquier pila humana que esté a
punto de vaciarse, Junto a la música, decibelios al máxi-
mo, vibra el aire, la coordinación del canon gestual y so-
noro es fundamental ya que la sincronización es pieza
obligada debiendo además sus intérpretes estar atentos
para saber sortear con talento los posibles desajustes ac-
cidentales que se puedan dar en escena. En los diferentes
números y gags humorísticos, la divertida utilización del
salto y una curiosa mezcla de elementos, claqué, hip hop,
capoeira, fl amenco con guiños a variados estilos confor-
man un baile que libera el cuerpo y alegra el corazón, un
todo de calidad pero además en esta ocasión el propio
espacio escénico, los palcos bajos del Romea con espejos
que multiplican la imagen y las colocaciones arriesgadas
en los altos de Paraíso, son excusa para algunas escenas
llamativas y que diferencia lo visto hace unos años.
Como propina fi nal, y ya que la gente no estaba dis-
puesta a dejar de aplaudir, todos bailando, una exhibición
de percusión y algo de danza en la calle a las puertas del
teatro, con algún estupendo espontáneo, cerró la noche.
Bueno, pues si no han ido todavía, no se lo pierdan.
La Verdad, viernes 19 de mayo de 2006.
181
NO VALE CUALQUIER COSA
Festival: Punto Aparte. Compañía: Raff aella Giordano. Espec-
táculo: Quore. Escenario: Teatro Romea. Murcia. Lunes 12 de
junio de 2006.
Vamos a ver. En primer lugar advierto de que en casi
veinte años de ofi cio, me refi ero a esto de ver para lue-
go escribir, nunca o casi nunca he cedido a la tentación
de: «Mejor me voy». Considero que todo artista, por el
mero hecho de subir a un escenario, merece todo respeto
y consideración, y que la subjetividad de la crítica precisa
de temple y profesionalidad, entendiendo perfectamente
que la opinión de uno no va a ser la de los demás. Dicho
esto, aclaro que a los cuarenta minutos de reloj del Quore
de Raff alella Giordano, anunciado pomposamente como
un estreno nacional para «disfrutar abriendo el Festival
Punto Aparte» como «montaje en el que funde teatro y
danza contemporánea»… consideré sinceramente que
me había equivocado de lugar (bueno, no fui la única que
abandonó y confi eso que consideré que debía esperar el
obligado fi nal, eso sí, a través de los ovalados cristales
de las puertas del pasillo) y que simplemente correspon-
dería a mi colega de teatro, más experto que yo en estas
lides, haber ido en mi lugar.
Pero claro, es que van y te dicen que si es danza con-
temporánea, con una información previa que habla de
«una pasión que comunica al público a través de la dan-
za…».
182
Y comienza la actuación y aunque dudas, te dices vaya, que ya sé de qué va a ir esto, pero al ratito ya el interés del
inicio no se mantiene igual y aparecen propuestas que
hacen reír a alguno pero no a todos -es que tampoco tie-
nes por qué reírte, claro-, y entonces va y aparece ¿la dan-
za? Bueno, lo que ocurre es que a cualquier cosa se llama
danza y el concepto de contemporánea se usa para todo…
«Poética donde la sensibilidad del gesto danzante…».
A ver. Unos actores que se dedican a hacer una inter-
pretación muy suya de una serie de conceptos teatrales
en una estética que presume de ordinaria, anunciado
como trabajo apasionado y desestabilizador, tiene que
tener ese punto de genialidad que convierta lo vulgar en
original. Y eso tan moderno de decir performance queda
como muy vanguardista y muy mono pero… ¡que no me
vengan con rollos!
Este montaje es teatro y movimiento para un espacio
escénico diferente, donde el público que asiste, como
esta vez sin pasar por taquilla, claro, sabe exactamente
qué va a ver, que porque sea gratis el canapé la fi esta no
tiene que ser un éxito. Ahora, eso sí, a la salida los corri-
llos ofrecían de todo. Y bueno, eso siempre es interesante.
Pero de danza no hemos hablado, ¿vale?
La Verdad, miércoles 14 de junio de 2006.
183
MÁS DE LO MISMO Y UNA DE ROMANOS
Compañía: Ballet Estatal de San Petersburgo. Programa: No-che de Ballets, coreografías de Leonid Yacobson. Paso a cua-tro, música: V.Bellini. Rodin, música: C.Debussy, S.Prokofi ev
y A.Berg. Espartaco, música: Katchaturian. Festival Belluga.
Murcia, martes 11 de junio de 2006.
La programación del Festival Belluga de este verano nos
ha reservado para la danza dos de sus noches, la prime-
ra de las cuales, a excepción del Paso a cuatro, no fue
sino una repetición del programa que ya vimos de este
mismo Ballet en mayo de 2002 en el Auditorio y Cen-
tro de Congresos. Ahora en esta ocasión, un homenaje
a su coreógrafo Leonid Yacobson (1904-1975) es el mo-
tivo para darnos más de lo mismo y hacernos llegar tres
coreografías de las que el ya mencionado Paso a cuatro,
inspirado en el recuerdo del hecho de ver bailar juntas a
las mejores bailarinas del momento en 1845, está lejos del
encanto y la riqueza de la reposición tradicional que con-
serva hoy en día entre otros el ballet Nacional de Cuba y
Alicia Alonso. Claro que para el volcado público, después
de la paciente espera, carrera de fondo al abrir el recinto
y premio alcanzado de la codiciada silla, alguna de las
cuales ocasionó algún susto por su inseguridad, el tutú y
las coronitas fueron sufi cientes para disfrutar en general
del ballet tradicional así es que tampoco nos vamos a po-
ner a afi nar tanto, pero permítanme, y a quien mueva la
184
curiosidad, que les recomiende ver en alguna ocasión el
original del que les hablo.
En cuanto a Rocín, las composiciones coreográfi cas
que basadas en esculturas del artista, desde los años 50
fue elaborando Yacobson, y luego unidas en una muestra
de miniaturas, es un claro ejemplo de la visión de futuro
de la danza modernista afrontada con valentía en su día y
que en más de medio siglo no resulta atrasado ni caduco.
Aquí ya se entiende claramente la tendencia a usar el im-
pacto visual que la escultura causa en este coreógrafo que
le hace jugar con efectos de pose y movimiento de cinco
parejas y un sólo femenino, enfundados todos en blancas
mallas, con formas muy intencionadas en la interpreta-
ción gestual de sentimientos y estados de ánimo. Este as-
pecto sin embargo es un arma de doble fi lo ya que el abuso
exagerado de determinadas expresiones corre el riesgo de
convertir una danza en una escena de cine mudo cuando
el ballet de por sí ya es sentimiento y forma.
El uso de la interpretación que tanto le gusta a Yacob-
son, en Espartaco, tercera coreografía de la noche, supo-
ne la base de la acción narrativa que transcurre mediante
una puesta en escena muy teatralizada, muy espectacular,
pero en la que se echa de menos variaciones de técnica
ya que exceptuando el paso a tres de inspiración oriental,
la danza de Egina o la danza coral de vírgenes gaditanas,
lo demás es como una de romanos, ahora vengo, ahora
voy, salen gladiadores, luchan y todo eso, aplausos del
foro murciano pero ¿dónde están esos momentos como
el hermoso Adagio que en la otra afamada composición
de 1968 de Yuri Grigorovich es todo un poema?
Aquí no hay nada de eso. Este Espartaco resulta como
un cómic entretenido y fácil de seguir pero ingenuo en su
resultado, aunque de verdad que la gente se lo pasó bien.
La Verdad, jueves 13 de julio de 2006.
185
LA ALEGRÍA DE LA DANZA
Espectáculo: Spirit of the dance. Escenario: 37 Festival de Tea-
tro, Música y Danza. Auditorio Parque de Almansa de San Ja-
vier. Jueves 17 de agosto de 2006.Un espectáculo presentado
por La Verdad
La danza tiene la capacidad de transformar un simple
gesto, un movimiento, en una obra de arte. Pero además
es una de las manifestaciones más generosas a la hora
de expresar los sentimientos y, de entre estos, el de la
alegría compartida despertando el entusiasmo partici-
pativo es uno de los más atractivos, pero también de los
más difíciles de conseguir en un espectáculo. De los muy
diferentes estilos, escuelas o formas de baile que toman
como base las raíces populares de sus danzas autócto-
nas, las de percusión suelen ser llamativas al combinar
junto a los elementos de sonido la repetición eurítmica
de movimientos cuya interpretación tiene que demostrar
la superación de la técnica, cuya difi cultad radica a su
vez fundamentalmente en la interpretación grupal, velo-
cidad de pasos y disciplina de conjunto sin que todo esto
parezca un desfi le militar.
energía
Una de las compañías que desde hace unos años desarro-
lla este estilo de danza es la de Sipirit of de Dance, que
programada en el 37 Festival de Teatro, Música y Danza
de San Javier y presentada por La Verdad resultó todo
un éxito, entusiasmando a los espectadores durante dos
horas en las que toda la energía, fuerza y vitalidad de un
186
grupo de 21 bailarines fue despertando ese espíritu que
todos llevamos dentro, el de la danza misma.
Debo decir sinceramente que la presentación inicial,
a modo de ritual orquéstico, me desconcertó un poco ya
que las túnicas azules resultaban demasiado simples y
no cuadraba con la idea de lo anunciado. Afortunada-
mente, la intención era una puesta en escena que rápi-
damente daría paso a una desbordante manifestación de
energía de unos bailarines cuyos pasos atractivos y des-
plazamientos de rapidez estudiada fueron todo el tiempo
acometidos con una fuerza de interpretación agotadora y
cambio constante de vestuario sin desaparecer la alegre
expresión de los rostros.
A partir del TAP irlandés, esa forma tan especial de
usar el zapato, pies, saltos sobre puntas, trenzados que
a diferencia del usado en el baile español se separa del
suelo para incrementar su peculiar sonido (y resulta más
similar al posterior claqué americano), la fantasía de los
coreógrafos da como resultado ocho números en la pri-
mera parte del largo programa, intercalando canciones y
la participación de un simpático y habilidoso violinista,
cuyas cuerdas del arco creo que volaban antes que las no-
tas, showman adecuado para llenar el tiempo de cambio
de vestuario, con estudiadas apariciones que incremen-
taban la simpatía del público recibiéndolo ya como ele-
mento familiar y necesario. Y entre los guiños folclóricos
no podía faltar el toque escocés, con una fantasía sobre el
tema con danza de espadas incluida y siempre incremen-
tando la velocidad de los pasos y el acompañamiento de
palmas que por parte del publico ya sabía que era su co-
laboración a la diversión general, sobre todo después de
haber recibido en clave de humor una pequeña lección
de rítmica, pequeña actividad participativa siempre bien
recibida que suele ser habitual en este tipo de espectácu-
lo de percusión.
187
Un leve accidente de una de las bailarinas prolonga-
ría algo el largo descanso, pero la noche estaba siendo
amena, reencontrado el agradable ambiente de danza de
otros años del que hace unos días les hablaba, y la com-
prensible paciencia del publico tuvo su recompensa con
una segunda parte de otras diez coreografías de muy
diferente inspiración -con inicio de la melodía del Fan-tasma de la Ópera, que por cierto hace unos días vi. en
Londres-, desde el rap, funky, jazz, can-cán, y con uno de
los mejores y más originales montajes de la noche, som-
brero negro y guantes blancos, usado además de forma
simpática en el borde de escenario, todos sentados, en
un difícil y muy divertido juego de manos como genial
fi n de fi esta.
bises
Con todo esto tenemos todos los elementos que confi gu-
ran lo que es un musical, sin argumento defi nido, y cuyo
play-bak resulta bien defendido por todos los intérpretes,
ya que tanto las voces como el sonido del zapato se hacen
en escena correctamente superpuesto a la banda sonora.
Un espectáculo divertido, ameno, original y prolongado
por los bises (la gente bailaba y no quería irse).
La Verdad, sábado 19 de agosto de 2006.
188
SABOR A SARA
Compañía: Sara Baras. Espectaculo: Sabores.Presentado por
La Verdad. 37 Festival de Teatro Musica y Danza de San Javier.
Viernes 25 de agosto de 2006.
¡Viva la madre que te parió! La rendida emoción de una
voz masculina rompiendo el silencio contenido de la no-
che fl amenca, torbellino de faldas, pétalos rojos, morados,
fucsias, hizo propio el homenaje que Sara Baras dedica
con Sabores a Concha, su madre y maestra. La bailaora
gaditana, que en aquellas Mujeres del 96 ya nos anuncia-
ba que iba a ser algo especial, tras los años transcurridos
con su compañía presentada en El Cante de las Minas del
97, nos ofreció como cierre del 37 Festival de San Javier el
broche fi nal de la trilogía de las tres eses, que iniciada en
el 98 con Sensaciones y luego Sueños, ahora completa con
Sabores. Flamenco modernista, serio, pero no aburrido,
tachado por algunos como alejado de lo puro o auténtico
(¿y qué es en realidad puro y auténtico?) con el que sigue
dando caña y gusta.
Sara Baras, cuyo nombre se lee al derecho y el revés, ya
ven que cosas, tras su estreno en París (bueno) presenta
estas cuidadas coreografías, propias y otras compartidas,
con las que en un espectáculo sin argumento concreto
pasea durante casi dos horas, cuidando tanto sus bailes
como los otros en los que no interviene, y haciendo un
fl amenco que se ve, se escucha y se siente. Comienza a
modo de sala de ensayo, bailarines que charlan, calien-
189
tan, comparten los nervios previos a la salida a escena.
Entonces, tras una sobria presentación con los únicos vo-
lantes negros de la noche ciñendo caderas de bailarinas,
toque de contemporáneo añadido y ante un auditorio
casi lleno, va y aparece Sara en un paso a tres, traje gris,
falda cuya capa al vuelo, pétalos, alas de mariposa, que
tras envolver esos giros frenéticos va a descansar sobre
sus hombros del modo en que Isadora Duncan transfor-
maba en escultura viviente un trozo de tela.
Tangos, tanguillos, zambra, lo que importa no son los
palos sino la forma de enlazarlos, combinando sin miedo
una seguiriya de zapato y castañuelas como baile recupe-
rado de hombre, del que José Udaeta entre otros era un
experto, unas alegrías de sombrero cordobés a la antigua
y sus solos, enfundada sin miedo en cuero negro con un
minúsculo pañuelo azul que convierte en falda sin dejar
de acentuar el sonido de los zapatos (¿qué limpieza, seño-
res!) con una velocidad que hace de su técnica un prodi-
gio infrahumano. Ésta ha sido siempre una de las carac-
terísticas especiales de Sara Baras: única en su taconeo,
su rostro expresa el esfuerzo con la serenidad y alegría
que brilla en los desplantes, escobillas y cierres. Sara
baila para ella, pero baila para todos. Para su público, al
que envía besos y agradecimientos y para sus bailarines,
cuerpo de baile y dos bailaores invitados. Lamentable-
mente, la falta de una fi cha técnica en el programa nos
impide de alguna forma que se personalice la felicitación
a todos ellos así como a los seis excelentes músicos.
Lo fácil hubiera sido acudir a otras fuentes ya publi-
cadas (eso lo hace cualquiera, ya) pero el caso es que soy
de las que prefi ere confi rmar datos, así es que habiendo
solicitado de antemano la posibilidad de obtener esa y
alguna otra información necesaria de Sara Baras, en-
tendiendo que habría que esperar para cumplir con el
cometido de informar a los lectores lo mejor posible, la
190
absoluta descortesía por parte de manager y/o persona
encargada de fi ltrar los saludos en camerinos, tras una
larga espera en la que amigos y autoridades, o amigos de
autoridades que no es lo mismo, desfi laban sin problema,
y vista la imposibilidad de acceder en un tiempo pruden-
cial ( que conste que otras veces Sara Baras ha sido siem-
pre amabilísima y encantadora) ya que además esta vez
el personal que la rodea no estuvo muy fi no consideré
que ahí terminaba mi obligación y mi paciencia, y por
eso no hay fi cha técnica ¿de acuerdo? Bueno, pues antes
de esta lamentable espera, había terminado Sabores con
la dedicatoria de unas poéticas Alegrías, rosa en la mano,
aplausos de éxito pleno, fi n de fi esta obligado ante la in-
sistencia del publico puesto en pie y la sorpresa infantil
(bueno) de una pequeña invitada cerrando una noche de
fl amenco de altura, diferente sí, pero tan personal que ya
es un estilo propio por su forma en la que la fantasía en
determinados movimientos junto ese vestuario tan espe-
cial encuentro que no quita la esencia de Andalucía.
La Verdad, domingo 27 agosto de 2006.
191
EN MEMORIA DE PURI LÓPEZ
Cualquier momento es bueno para la refl exión, para ha-
cer balance de una trayectoria, pero parece que en las efe-
mérides, en las fechas señaladas, la memoria inconscien-
temente nos aporta un nivel de recuerdos, de nostalgias,
que en otras circunstancias fl uyen con mayor difi cultad».
Con estas palabras comenzaba un articulo que, escrito
por Olivia Bella y Puri López, directoras de la Compañía
Murciana de Danza, quería recordar los años trascurri-
dos desde que en 1993 estas dos grandes bailarinas, pro-
fesionales de la danza, amigas, decidieron embarcarse en
la dura pero hermosa tarea de crear una compañía en la
que pudieran, según sus palabras, canalizar sus inquie-
tudes artísticas y su trayectoria como bailarinas y como
maestras de baile.
Si en otras ocasiones desde este espacio dedicado a
la danza tuvimos ocasión de hablar, mencionar, felicitar
y animar a Puri López en presente, ahora es duro, muy
duro, hablar de ella en pasado. Porque aunque todos sa-
bíamos lo que estaba pasando, cuando hablabas con ella,
cuando la veíamos tan animada, fuerte, serena, hablando
de proyectos, del baile, de la danza, reunía una fuerza
tal que no hacía sino animarnos a todos a continuar con
el trabajo diario como si no pasara nada. Alumna en el
Conservatorio de Murcia, titulada en Danza y además
en piano, instrumento que tocaba maravillosamente con
un talento heredado de su igual maravillosa madre, Puri
Gómez, madre coraje, a base de trabajo, sacrifi cio y tena-
192
cidad, fue alcanzando lo que se proponía: bailar, bailar,
bailar.
Era feliz con la danza, y hacía felices a los que la rodea-
ban por su capacidad creativa y pasión por todo lo que
emprendía. Es duro, muy duro hablar de ella en pasado,
pero hay que hacerlo; en su recuerdo, en su memoria, esa
memoria que permanecerá siempre con nosotros cuan-
do podamos recuperar la serenidad, aliviar la tristeza de
su pérdida, y aprender a recordarla siempre tan alegre,
tan dada a los demás, y a su precioso hijo, ese niño al
que adoraba. Su Poeta, su Romeo y Julieta, y otros mon-
tajes de la compañía son su herencia, para todos aque-
llos que bailaron y para sus alumnas, las que empiezan y
que nunca la olvidarán. «No es nuestra prioridad mirar
atrás», decía, «preferimos pensar en el futuro ». Sí, pero,
es muy duro hablar, ahora en pasado, de ella.
Puri López nació en Murcia en 1967, y empezó desde
muy joven sus estudios de Ballet Clásico y Danza Espa-
ñola, que compaginó con los de Solfeo y Piano. En 1985
ingresó en el Ballet Español de Murcia, como cuerpo de
baile. Pasó más tarde a bailarina solista y fi nalmente a
primera bailarina. Falleció el domingo a causa de una
grave enfermedad.
La Verdad, miércoles 11 de octubre de 2006.
193
QUE COSA MÁS DIVERTIDA
Cubo. Compañía dança de Brasil Coreografía: Susana Yamau-
chi-Joao Mauricio y colaboración de toda la Compañía. Banda
sonora: Séneca Baleiro. Semana Grande de CajaMurcia. Lu-
gar: Teatro Romea Jueves 26 de Octubre de 2006.
Refrescante, divertida, original, atrevida danza libre,
danza de estilo, danza para reír, danza para pensar, el
baile en su más pura esencia de movimiento pautado,
muy bien pensado en su estructura básica y que a par-
tir de unos códigos de movimiento van surgiendo otros
que a su vez van a dar forma a los siguientes en cadena
infi nita. Algo que parece ingenuo, pero que esconde una
gran profesionalidad cuando los coreógrafos Susana Ya-
muchi y Joao Mauricio nos deleitan con 17 creaciones en
las que se aprecia claramente la infl uencia de formación
de Louis Falco y la impronta de Merce Cunningham, Al-
vian Ayley o Paul Taylor. Danza contemporánea de gran
calidad para el último de los espectáculos de danza de la
Semana Grande de Cajamurcia, y que junto a la excelen-
te preparación técnica de los componentes, de correcta
base clásica además, la originalidad de combinaciones
audiovisuales de las proyecciones de Fernando Meirei-
lles-Marcelo Presotto-Geninho, y la excelente puesta
en escena a partir de algo tan simple como es la fi gura
de un cubo, logran entretener al público buscando algo
más que la simple diversión. La combinación de fotos
extraídas del libro Éxodos de Sebastiao Salgado y las
194
superposiciones en diferentes transparencias, así como
una coordinación milimétrica en la que no puede haber
fallo alguno, obliga a los bailarines a un trabajo exacto
logrando un efecto de elegancia, suavidad en el contact, caídas amortiguadas y un resultado de un cómic multi-
media en el que la original banda sonora de Zeca Baleiro
es una combinación de samba de la que deriva cualquier
tipo de sonido.
En cuanto a la parte de show, parodias de danza clá-
sica, genial la derivada de los cuatro pequeños cisnes,
ahora tres en uno en un solo tutú plastifi cado y además
zapatillas rojas, mientras el partenaire masculino vuela y
vuela y menos original y deja vu de los enanos bailarines
que siempre encuentro recurso fácil pero innecesario
para conseguir la sonrisa del público.
La Verdad, sábado 28 de octubre de 2006.
195
MONSIEUR BUTTERFLY
Obra: Madama Butterfl y. Compañía de Danza Metros. Co-
reografía y dirección: Ramón Oller. Música: Giancomo Puc-
cini/Yoyomama. Lugar: caes de Torrepacheco. Viernes 29
septiembre 2006.
La creación de nuevos espacios escénicos en nuestra
Región supone una apuesta más por las artes teatrales
entre las que la danza no podía faltar. Las excelentes ins-
talaciones del caes de Torrépacheco, dentro de la pro-
gramación inaugural que ocupa este mes de septiembre,
apostaron por la Madama Butterfl y estrenada el pasado
agosto en el festival de Perelada por Metros. Ramón Oller,
su director y coreógrafo, es una personalidad de la danza
contemporánea catalana de conocido prestigio ganado
a pulso tanto a lo largo de los veinte años de existencia
de su compañía, como por las creaciones para otros bai-
larines o direcciones escénicas de espectáculos. O sea,
que no estamos hablando de alguien desconocido para
el gran público sino de un compositor de movimientos,
un creador coreográfi co, en cuyos sus trabajos anteriores,
como Romeo y Julíeta, Carmen o La Casa de Bernarda Alba, por citar algunos, siempre opta por la utilización
de temas cercanos al publico buscando la comunicación
en unas historias universales a las que va a dar forma de
danza de escuela, técnica contemporánea en la que des-
taca la cuidada preparación académica de sus bailarines.
Pero a algo tan aparentemente sencillo como es el he-
196
cho de escenifi car historias ya contadas, Ramón Oller le
da la vuelta y en el caso de Madama Butterfl y, él es ella
y ella es él. Que sí, que resulta que no es madame sino
monsieur. El femenino es masculino, lo masculino es fe-
menino. La trágica historia de la geisha (Javier García)
se transforma en sus amores con Pinkerton (Suana Gar-
cía). Pero a ver, que no se trata de que los personajes los
interpreten bailarines de distinto sexo, es que la temá-
tica varía la historia. A partir de esto, hay una brillante
escenografía, una adecuada adaptación de la música de
Puccini con fragmentos de melodías tradicionales nipo-
nas, y un elemento importante: la acertada presencia de
Goro, (Sahdrine Rouet) mezcla de brujo y fi gura de por-
celana nacida de las ramas de un árbol con movimientos
estilizados de delicadeza suprema, y que constantemente
parece dirigir los destinos de los protagonistas.
La narrativa parte de una primera escena del fi nal
anunciado y se proyecta en retroceso respetando el co-
nocido libreto. La mezcla de Oriente y Occideníe está
conseguida a través de la danza fl uida y gestual con un
acertado vestuario y contrastes (las geishas son también
ellos) de las imposiciones culturales, cambio irónico de
té por coca-cola, o banderas (barras y estrellas, claro)
lanzadas como dardos, sin olvidar la presencia retardada
de la caracterizada pareja americana. En cuanto a la apa-
rición del hijo, a ver ¿qué pasa con el hijo ahora?: bueno
pues se resuelve de modo abstracto recortando la silueta
del niño en forma de sombra interior del traje que cubre
a Cio-Cio-San.
Con todo esto, Madame Butterfl y/Oller es un inte-
resante trabajo contemporáneo de línea continua, muy
dependiente de los elementos escenográfi cos y con un re-
sultado en el que no hay algo que sorprenda mas que todo
el conjunto (exceptuando lo ya dicho del brujo Goro) de
resultado quizás demasiado clásico, con algunos pasajes
197
repetitivos, y bien defendida la obra por un elenco muy
correcto de profesionales, sabemos como los cuida Oller,
que fueron aplaudidos, ovacionados con bravos, silbidos
y gritos de un entusiasta y entregado publico.
La Verdad, domingo 1 de octubre de 2006.
198
BUEN COMIENZO
Ballet Nacional de España. Director: José Antonio. Programas:
Aires de Villa y Corte. Coreografía: José Antonio.
Música: José Nieto, A. Rodríguez, Juan Reqauenay Rafael Ma-
rinelli. Lugar: Auditorio y Centro de Congresos Víctor Ville-
gas. Murcia. Viernes 3 de Noviembre de 2006.
La danza española de lujo fue el punto de partida de la
nueva temporada de Danza del Auditorio y Centro de
Congresos Víctor Villegas de Murcia. El Ballet Nacional
de España, bajo la dirección de José Antonio en esta su
segunda etapa (la anterior fue entre 1986 y 1992) no pudo
elegir mejor programa que el ofrecido la noche del pasa-
do, afortunadamente lluvioso, viernes. Dos coreografías
del propio director, Aires de Villa y Corte, estrenada en
el Teatro Lope de Vega en enero de 1994 por José Anto-nio, y Los Ballets Españoles y Leyenda, inspirada en la
gran Carmen Amaya, estrenada en el Teatro Cánovas de
Málaga en el 2002 por la Compañía Andaluza de Danza
siendo director entonces igualmente José Antonio, son
dos muestras diferentes en estilo de dos formas de danza
española hermosas y llenas de vida, transmitida a través
de los pasos, gestos y movimientos de la llamada Escuela
Bolera, madrileña dieciochesca, y del fl amenco de raíces
andaluzas.
Aires de Villa y Corte, con música de José Nieto, es
un claro ejemplo del resultado de la identifi cación que
un coreógrafo logra con un compositor ya que la ple-
199
na aceptación hace que de la música fl uya el resultado
en danza de manera fácil, espontánea, y que cada uno
de los cuadros o movimientos en los que se divide, de
elegancia refi nada, cuidada escuela, castañuela sonora y
combinación tan difícil de los pasos boleros, sean de una
limpieza en la que el ballet clásico aparece refl ejado de
forma destacada. Es decir, para bailar esta escuela bolera,
a diferencia de la murciana, se necesita una base de clá-
sico sin la que todos y cada uno de los diferentes pasos
carecerían de la limpieza y ejecución necesarias
Por otra parte, el vestuario de la premiada Ivonne
Blake es otro de los elementos que contribuye a la agra-
dable visualización de la danza ya que los colores y la
textura de las telas forman parte del baile y de los baila-
rines cuyos pies y piernas enfundados en mallas blancas,
bordan encajes, bodorneos, embotados, giros y sosteni-
dos de este tesoro tan rico pero en peligro de olvido que
es nuestra Escuela Bolera, y en cuya muestra, nada larga,
además no falta la capa española, otro detalle de época.
En cuanto a la segunda parte, Leyenda, es un home-
naje inspirado en recuerdo de Carmen Amaya y en el que
partiendo del simbolismo mujer-inmortalidad mediante
alegrías, tangos, fandango, rondeña, rumbas o seguiriyas
se muestra la capacidad de los bailarines en una forma
de baile diferente de la anterior, tanto de las solistas, Ana
Moya, Elena Algado como del estupendo cuerpo de baile
(entre las bailarinas no podemos dejar de mencionar a
nuestra Carmen Coy) que supieron defender con soltura,
brillantez y una entrega profesional todos y cada uno de
los palos.
Músicos en directo, alternando con música grabada,
(bueno) sin que faltase el violín, un acertado detalle de
escenografía especialmente original en la aparición y
desplazamiento de las dos Amayas y a destacar la bata
de cola blanca, doble de su tamaño habitual con la difi -
200
cultad de manejo que ello conlleva y que resulta de una
belleza lograda, y un fi n de fi esta de diseño que quizás
hubiera resultado mas natural con algo de improvisación
no dirigida.
Público rabiosamente entusiasmado, divina afi ción,
buen ambiente, buen comienzo de temporada.
La Verdad, domingo 5 de Noviembre de 2006.
201
LA DANZA Y SANTA CECILIA
Músicos y danzantes siempre húbolos; comediantes to-
dos lo semos, que teatro el mundo es, donde farsa repre-
sentamos ». Así comienza la Tabla xix que sobre Sarao, comedia y cena, en casa ajena representa el teatro de la
historia de estas diversiones en Murcia Un extracto de la
obra de Fuentes y Ponce Murcia que se fue, publicado en
abril de 1872 en Madrid y que pasados cien años el Ayun-
tamiento de Murcia recuperó en su día.
Bueno, la excusa de esta cita sirve para relacionar mú-
sica y danza, disciplinas paralelas y que se complementan
cuando en el caso de una celebración como la de Santa Ce-
cilia, en principio solamente patrona de los músicos, resul-
ta que los danzantes y bailarines, al ser huérfanos de santo
propio, nos apropiamos del que más nos convengan y ob-
viando a San Pascual Bailón, como creo que ya mencioné
en alguna ocasión, pues nos viene muy bien que cuando
no hay a mano un San Vito está Santa Cecilia, mártir de
educación cristiana, nos la adjudiquemos de forma tan na-
tural los bailarines para que también nos sirva de fi esta.
ocio
Nada de esto es demasiado ajeno a una actividad artísti-
ca, siempre relacionada con diversión, sarao, entreteni-
miento Y toda excusa es buena para que suene la música
y comience el baile.
202
Claro que cuando estas cosas tan bonitas y divertidas,
relacionadas como espectáculo para nuestro tiempo de
ocio, resulta que son estudios de largos años de apren-
dizaje, profesiones competitivas cuyo nivel de exigencia
siempre demanda lo mejor, lo perfecto, pues entonces
deberíamos también pensar en algún momento, de esos
en los que disfrutamos de la música y de la danza, si real-
mente la oferta educativa es sufi cientemente amplia y
generosa para que nuestros futuros artistas, educadores,
profesionales de las artes escénicas, de las enseñanzas
artísticas, tengan más de una opción para elegir su ca-
mino y no tener que abandonar por falta de recursos o
de motivación.
No hay que olvidar que tal y como están concebidos
estos estudios, deben compaginarse con las enseñanzas
obligatorias, con la carga lectiva tan importante que su-
pone un doble horario, pero una vez logrado un cierto
nivel y asegurada la vocación artística es necesario por
un lado que quien lo desee pueda salir fuera cuando se
considere oportuno académicamente para completar la
formación artística, pero también que se pueda encon-
trar aquí al menos determinados grados como el Supe-
rior en Danza, inexistente de momento cuando sí hay un
Elemental y un Medio, y que alguna vez sea una realidad
necesaria en esta Murcia tan musical y bailona.
Que si nos descuidamos, al fi nal nos quedaremos los
últimos de la fi la habiendo sido en su día los primeros.
La Verdad, martes 21 de noviembre de 2006.
203
CASTAÑUELAS ARMÓNICAS
Musica para Danza: La Guitarra española en las Españas. Re-
pertorio oculto de ultramar. Obras de: Matias José Maestro,
Gaspar Sanz, Codice Saldivar. Guitarra barroca: Manuel Mu-
ñoz. Castañuelas: Raquel Alarcon. Fundacion CajaMurcia. Ci-
clo: Los rincones de la musica. Iglesia de Jesus (Museo Salcillo,
Murcia. Viernes 24 de Noviembere de 2006.
Festín sin castañuelas es la cosa más fría del mundo. Eso
afi rma Agustín Florencio en su Crotalogía o Ciencia de las Castañuelas, publicado en 1792. Excelente concierto
el ofrecido por el profesor del Conservatorio de Puerto-
llano, titulado por el Conservatorio de Murcia, Manuel
Muñoz. Empezando con tres piezas de Matias José Maes-
tro, Sonata en La menor, Sonata de Misón y Seis minue-tos, la suavidad del sonido de la guitarra barroca, a pesar
de pequeños incovenientes ruidosos de la cercana calle,
se apreció con claridad en el ambiente de la Iglesia de
Jesús, marco idóneo para esta música.
Con Españoleta, Pasacalle, Folía, como muestra de
Gaspar Sanz, el compás del baile brotaba de los acordes, y
fue claramente apreciado cuando la incorporación de las
castañuelas de la bailarina y coreografa Raquel Alarcón,
con buena técnica de palillos, llenó de calida sonoridad
un villano, una jota y un fandango, forma musical de la
que derivaría el tan famoso bolero, baile que haría furor
en el xix y del que surgiría la llamada Escuela Bolera,
tan nuestra y lamentablemente olvidada. Un concierto
204
interesante, completado por las oportunas explicaciones
de Enrique Máximo o del propio Manuel Muñoz y una
forma especial de apreciar la importancia de unas cas-
tañuelas.
La Verdad. Martes 28 Noviembre de 2006.
205
OTRA VEZ NO, POR FAVOR
el “cascanueces” visto en el auditorio fue
pobre, pobre pobre
Compañía: Ballet de Moscú. Obra: Cascanueces. Musica:
Chaikovsky. Libreto: Igor Belsky y Yuri Petujov. Coreografi a:
L. Ivaqnov y V. Vaynonen. Lugar Auditorio y Centro de Con-
gresos Victor Villegas, Murcia. Fecha:Sabado 23 de diciembre
de 2006.
La verdad es que, sin ánimo de amargar la fi esta a nadie,
he pensado en remitir esta crítica a la que por estas mis-
mas fechas comentábamos hace un año acerca del tra-
dicional Cascanueces. De madrugada, releyendola, creo
que incluso podía haberla reescrito tal cual y les aseguro
que hubiera salido perfecta coincidiendo con lo visto la
noche del sábado.
Que porqué, se preguntaran ustedes. Bueno, pues re-
sulta que aún y cuando las obras coreográfi cas, ballets,
como toda creación artística, teatral, musical…, fueron
creadas para su disfrute y deben ser vistas siempre que
se pueda, hay ciertas produciones que nada más empe-
zar piensas: Otra vez no, ¿por favor! Todo esto viene por-
que el Cascanueces del Ballet de Moscú de este año ha
sido exactamente el mismo que el del año pasado, pobre
pobre, pobre, exceptuando la excelente intervención de
Anastasia Tchumanova como Masha (María o Clara en
otras traduciones del original ruso).
Lo demás resultó escaso en la puesta en escena y
206
número de bailarines, amén de un vestuario limitado y
esas horrorosas pelucas con las que las chicas son chi-
cos, cuando no los hay, y los chicos quedan escondidos
o reservados para partenaires de las coloristas danzas
de carácter. Apoyamos la programación de Cascanueces
como muestra tradicional navideña y una forma de crear
afi ción entre los más jóvenes, pero si Covent Garden nos
queda lejos y la Ópera de París impensable, y repetimos
compañía y espectáculo, hubiera sido estupendo, por
ejemplo, volver a ver el Ballet de San Petersburgo que en
el 2004 nos deleitó las visperas de Nochebuena. De to-
dos modos, el cuento gustó a niños y grandes, ya que el
aplauso fi nal fue tan generoso como acostumbramos por
estas tierras. Así es que… ¿Feliz Navidad!
La Verdad. Martes 26 de Diciembre de 2006.
207
CÓMO SE DIVIRTIERON LOS NIÑOS
Compañía: Joven Ballet de Ucrania. Espectáculo: La cenicien-
ta. Libreto: N. Volkov y I. Chernyshev, basado en el cuento
de Ch. Perrault. Música: Serguei Prokofi ev. Coreografía: y I.
Chernyshev. Navidad en CajaMurcia. Lugar: Auditorio y Cen-
tro de Congresos, Víctor Villegas. Murcia.Dia: Sábado 30 de
Diciembre de 2006.
Mi más sincera felicitación al joven Ballet de Ucrania por
haber sabido entretener durante hora y media a un pú-
blico de expertos en determinados temas, conocedores
del argumento y muy entendidos en diferentes versiones.
Me estoy refi riendo lógicamente a los niños, pequeños,
medianos y grandes, para quienes el arte de la danza, el
ballet, es, según una pequeña alumna, contar una histo-
ria sin palabras.
El público infantil es serio, y si algo no le gusta desde
luego lo expresa inmediatamente, así es que cuando las
frases de la nada fácil música de Prokofi ev se convierten
en poesía en movimiento (otra buena defi nición) la histo-
ria de la Cenicienta de Perrault interpretada por jóvenes
alumnos del Joven Ballet de Ucrania resulta, con las li-
mitaciones de la incipiente técnica y lógica consideración
del grado de alumnos de Escuela, una obrita agradable
y realizada, exceptuando parte del vestuario demasiado
disfraz baratito, con más cuidado que algunos ballets
que de profesionales mayores nos llegan a veces.
Aunque no tan representada como La Bella Durmien-
208
te, la Cenicienta para ballet cuenta con versiones como la
del Bolshoi de 1945, la de Frederick Ashton de 1948, Na-
tional Ballet de Washigton en 1970 etc., y otras de estilo
modernista.
En cuanto a su acercamiento al mundo infantil, el len-
guaje coreográfi co para edades desde meses a algunos
añitos pues debe ser fácil de seguir sin mas complicacio-
nes. El Hada, la madrastra, las hermanastras (me encanta
eso de histriónica y colérica, me lo guardo en mi agenda )
el Príncipe, la Cenicienta, la princesa española (qué altu-
ra la de la niña) la tierna oriental, las tres naranjas es que
es un cuento que reúne todos los elementos mágicos a los
que la imaginación da forma y además con ese pequeño
detalle de la búsqueda de la dueña del zapato de cristal
entre el publico con la lógica emoción contenida por si
acaso hubiera suerte, vamos…
Además, cuando hablamos de ballet para niños, ya
saben ustedes que desde esta sección siempre hemos
diferenciado lo correcto de la tomadura de pelo, que a
veces con la excusa de infantil también se da. Este no es
el caso, ya que todos y cada uno de los alumnos partici-
pantes realizaron su cometido con disciplina, sabiendo,
repito, contar sin palabras un cuento que era de lo que se
trataba. Felicidades.
La Verdad, miércoles 3 de enero de 2007.
209
ERES TÚ MI PRÍNCIPE AZUL?
Obra: La Bella Durmiente. Compañía: Ballet des Teatres de la
Generalitat Valenciana. Coreógrafo: Goyo Montero. Música:
Piotr L. Tchaikovsky. Música en directo: Orquesta Sinfónica
de la Región de Murcia, dirigida por Joan Cerveró. Auditorio
y centro de Congresos Víctor Villegas. Murcia. Sábado 13 de
Enero de 2007.
El Ballet des Teatres de la Generalitat Valenciana, forma-
ción al frente de la que se encuentran Mauro Galindo e
Inmaculada Gil-Lázaro, nos ofreció una interesante, no-
vedosa y atractiva versión de La Bella durmiente, última
y muy reciente coreografía del premiado Goyo Montero
y basada en el cuento de Perrault, de la que Petipa hiciera
su ballet clásico en 1880.
Pero en nuestro siglo xxi, en tiempos de las maquinitas,
videoconsolas, pes eses y todo lo demás, con los cuentos que
empiezan por ‘Érase una vez’ en la danza-cuenta cuentos
hay dos opciones: puedes acudir a la fórmula del xix mante-
nida en repertorio clásico, que termina por ‘y fueron felices’
o ver qué pasa con formaciones actuales de elencos muy jó-
venes y con buena base técnica que, mediante el neoclásico
y el contemporáneo, plantean: ‘¿Y después qué pasó?’.
Pues ahí empieza esta historia que puede sorprender a
quien espera el clásico y ve que no es lo que esperaba, pero
una vez aclarado de qué va nos encontramos una propues-
ta que parte del tercer acto fi nal de la de Petipa y plantea la
falta de comunicación que no es sino el propio sueño.
210
La escenografía de Joseph Simón y Manuel Zuriaga
forma parte imprescindible del desarrollo de las escenas,
sombras chinescas con las que el hada cuenta el male-
fi cio del príncipe, elegido para rescatar a la aristócrata,
quien precisamente al despertar no se va a mostrar nada
agradecida sino indignada por ese beso no consentido.
A partir de ahí, humor, ironía, guiños a las variaciones
originales como la de Pájaro azul ahora en vuelo gimnás-
tico y el empeño de cortesanos (muy acertado el vestua-
rio de Pascual Peris), junto a la insistencia del hada para
la unión de la pareja, ante la duda de qué es en realidad
eso del Príncipe azul.
La hechicera Carabosse adopta forma masculina con
un inquietante protagonismo y termina este primer acto
al engullir cual mantis religiosa, en su espléndida capa
-una de las mejores escenas-, a la Bella.
Un segundo acto nos lleva al rescate, a la lucha con
los propios sentimientos, con detalles del conocido vals
interpretado por gestos de lenguaje sordomudo, plantea-
miento del bien y el mal, la variación de las cuatro hadas
empujadas por Carabosse, que resulta vencido por Desi-
ree en un beso mortal, momento reforzado por el espec-
tacular desplome de escenario.
Final con paso a dos comunicativo cuya intimidad es
compartida por parejas repetidas en un lenguaje coreo-
gráfi co muy personal de Goyo Montero, en el que se adi-
vinan las infl uencias recibidas en el proceso de formación
que ha tenido como bailarín. Obra, por tanto, diferente y
original, que ahora con su rodaje dará que hablar.
En cuanto al acompañamiento musical, otro punto a
favor del programa fue la música en directo con la Or-
questa Sinfónica de la Región de Murcia, que tuvo una
excelente actuación.
La Verdad, martes 16 enero de 2007.
211
UNA NUEVA ‘COPPELIA’
Obra: Coppelia. Compañía: Ballet Víctor Ullate. Dirección ar-
tística: Eduardo Lao. Dirección general: Víctor Ullate. Auditorio
y Centro de Congresos, Murcia. Jueves 25 de enero de 2007
Fue Coppelia el último ballet de Arthur Saint-Léon (París,
1821-1870), bailarín, coreógrafo, músico y maestro de ballet
francés. Casado entre 1845 y 1851 con la bailarina Fanny Ce-
rrito, actuó por toda Europa, y en Madrid en 1846 y 1851.
Entre sus numerosas coreografías para la Opera de París
montó La Fille de Marbre, Le violon de marbre o Pâquerette.
Maestro de ballet en los Teatro Imperiales, sucediendo a Pe-
rrot, a su regreso de Rusia en 1869 se instaló en París, donde
coreografi ó su ultimo y más exitoso ballet, Coppélia, ou la Fille aux Yeux de marbre. Estrenado en París el 25 de mayo
de 1870, con música de Delibes y libreto de Nuittier, su pro-
tagonista en el papel de Swanilda fue Giuseppina Bozzachi,
y como el donjuanesco e ingenuo Franz, Eugénie Fiocre.
Diez años después Marius Petipa lo retomaría, y a lo
largo de décadas este ballet, divertido, alegre, entreteni-
do y muy cercano al gran público se ha mantenido fresco
como el primer día en escenarios de todo el mundo. En
ocasiones variando su desarrollo, modernizando los per-
sonajes o jugando con la imaginación -una de las mas atre-
vidas fue la versión que Roland Petit creara en 1975 para su
mujer Zizi Jeanmaire-, el tema Coppelia ha dado mucho
juego. Ahora, a través del Ballet Víctor Ullate de la Comu-
nidad de Madrid, llega de manera muy diferente.
212
En el argumento original, Coppelia se limita a dar
nombre a la obra para justifi car tres actos en los que real-
mente ni baila (a excepción de algunos movimientos me-
cánicos), ni tiene una personalidad propia, limitada a ser
una muñeca sin vida. En esta ocasión, Eduardo Lao, para
quien supone su primera obra completa, nos transporta
a un laboratorio futurista en el que la protagonista no es
Swanilda, sino la propia Coppelia. Androide, muñeca-ex-
perimento con sentimientos, personalidad y, por una vez,
es ella la gran protagonista más allá de un simple nombre.
frescura
Tras su estreno ofi cial en Santander, se presentó en Ma-
drid el 30 de Noviembre en el Teatro Albéniz. En pa-
labras de Eduardo Lao para Tiempo de Danza: «Es un
ballet muy fresco, nada oscuro y muy fácil. Como coreó-
grafo he tenido muy buenos elementos para la obra. La
música es la original de Delibes, el vestuario galáctico
y futurista, de Pedro Moreno; la escenografía de Carles
Pujol; y la iluminación corre a cargo de Nicolas Hischtel.
Para mí es un reto cambiar la historia. Coppelia ahora es
un androide, la muñeca es la protagonista que cobra vida
y sentimientos. Es una maquina humanizada».
El estreno fue un auténtico éxito. Dos actos, tres es-
tilos: clásico y puntas, neoclásico y contemporáneo sin
dejar olvidada la pantomima y el humor que rodea el ger-
men de este nuevo ballet. En cuanto al elenco, Coppelia
es Eri Nakamura; el doctor Coppelius, Luca Vetere; Franz,
Yergen Uzlenkov; Diva Espectral, Ana Noya. Luego te-
nemos a tres personajes, Beti, Leure Castresana; Rosi es
Natalia Tapia y Andreina, Marta Rodríguez Coca.
La Verdad, sábado 27 de enero de 2007.
213
DESDE CHINA, CON AMOR
Compañía: Ballet de Lanzhou. Espectáculo: Sueños, la ruta de
la seda.Lugar: Auditorio Víctor Villegas. Murcia. 12 de febrero
de 2007.
Cuando se anuncian espectáculos de origen asiático, un
exceso de prudencia o desconfi anza basado únicamen-
te en el enfoque de la información, publicidad colorista,
etcétera, puede conducir a no asistir y con ello perderte
una magnifi ca oportunidad de disfrutar con todo lujo
del encanto exótico de una espectacular puesta en esce-
na, despliegue de medios técnicos –del que ya debieran
aprender muchos de los que por aquí presumen de ade-
lantados y perfectos–, y una forma de entender la danza
como arte visual y grandioso en el que todo forma parte
del encanto de un cuento oriental.
Sueños, la ruta de la seda, presentado por el Ballet de
Lanzhou, es un sencillo cuento que narrado a través de
una voz, transforma el escenario en un mundo fantásti-
co en el que cien bailarines se multiplican mágicamente
debido al increíblemente rápido cambio de vestuario de
sus mil trajes, ilustrando con oros, ocres, rojos, verdes,
azules todas y cada una de las escenas de la historia de
amor imposible.
Historia tipo Romeo y Julieta, entre Mogao, el joven
pintor interpretado por un bailarín, acróbata, volador y
gimnasta, y su enamorada Yueya –que, entre nosotros,
recordaba a esos dibujos de Mulan–, bailarina con técni-
214
ca de clásico cercana al contorsionismo perfecto, compi-
tiendo ambos en variaciones de contemporáneo y danza
tradicional, artes marciales y no sé que más porque en
este montaje coreográfi co cabe de todo.
Pero ese todo no deriva hacia demasiado folklore o
espectáculo circense, cuidado. Esta es una coreografía
muy complicada, llena de detalles de efectos especiales
en la que por ejemplo unos pocos soldados se convierten
en cientos. Los movimientos corales son divertidos, esa
forma de caminar rapidita que, bien utilizada, en direc-
ciones y espacios como si jugáramos con muñecos y los
cambios, parecen hechos sin un porqué pero con una in-
tención estética muy lograda.
mil detalles
Una sorpresa te lleva a la otra, y hasta el vuelo escénico
es perfecto. En cuanto a la duración de dos horas, más un
descanso de veinte minutos, no se hace nada larga. Qué
quieren que les diga. Que desde la música, pasando por
el muy cuidado vestuario lleno de matices y detalles, los
chorros de luz inundando el espacio, y mil detalles más
que en estas líneas no cabrían, pues que todo ello hace
que siempre estemos a tiempo de disfrutar con este tipo
de sueños, para dejarnos llevar por la imaginación -por
cierto, a los niños habría que llevarlos- y conocer mejor
la cultura de la danza en Asia.
La Verdad, miércoles, 14 febrero 2007.
215
CLÁSICOS VIRTUOSOS
Espectáculo: José Carlos Martínez y los bailarines de la Ópera
de Paris. Lugar: Centro de Artes Escénicas de Torrepacheco.
Sábado, 17 de febrero de 2007.
El estudio de la danza clásica desarrolla una técnica me-
diante la cual el movimiento en el cuerpo humano pasa
de ser pura mecánica a una de las artes que mejor expre-
san los sentimientos. Cuando dicha técnica es la base de
una escuela como la francesa de la Ópera de Paris, cuyo
simple nombre es aval de calidad y prestigio, es una opor-
tunidad fantástica de disfrutar con una forma de baile, el
clásico puro, tan difícil de poder ver por estas tierras. Di-
cha oportunidad nos la ofreció nuestro murciano carta-
genero universal, José Carlos Martínez, quien junto a la
brillante Agnes Letestu y magnífi camente acompañado
por cuatro parejas, adaptó milagrosamente el escenario
del caes de Torre Pacheco a las necesidades de los paso
a dos escogidos.
Grana Pas Clachique, coreografía de Víctor Gsovsky,
fue una acertada forma de comienzo con Laura Hequet y
Audric Bezand mostrando brillantemente la ya mencio-
nada escuela francesa. Luego, un delicioso Romeo y Ju-
lieta, Prokofi ev/Labroski, en la que Muriel Zusperreguy
y Cristophe Duquenne interpretaron una tierna y con-
vincente Escena del balcón. Tras el Adagietto de Mahler,
acertado toque neoclásico de Oscar Araiz con Fanny Fiat
y Simón Valastro, José Carlos, bailarín estrella, fue reci-
216
bido con una ovación al comenzar su D. Quijote, sobrio
y elegante, seguro y muy técnico, diferente a otros, junto
a su inseparable y encantadora Agnes Letestu que hizo
las delicias del publico que abarrotaba el aforo y cuyas
entradas ya hace días estaban agotadas.
En una segunda parte, otra muestra de clásico de re-
pertorio, Cisne Blanco y un tesoro de la historia de la
danza, la Farruca de El sombrero de tres Picos que con
música de Falla y vestuario de Picasso (no hay que con-
fundir con la versión española de Antonio Ruiz) es la
original que Leonide Masssine bailara para los Ballets
Rusos de Diaguilev. Como tres últimas propuestas, otro
clásico, Corsario, cuyas difíciles piruetas y grands jetés
emocionan junto a los típicos fouettés súper dominados,
y un contemporáneo Fado dando perfecta forma a la mú-
sica de Misia antes de cerrar la noche (por cierto, fría en
el exterior pero qué calorcito pasamos dentro), que no
pudo ser mejor que volviendo a ver a José C. y Agnes uni-
dos en un Forsythe fantástico, In the Midle, Somewahat
Elevated, broche de de lujo porque este coreógrafo mun-
dial es de lo mejor que tenemos por Europa y que con su
dominio del lenguaje clásico es capaz de escribir histo-
rias tan bellas como esta. Y para terminar, saludo muy
espectacular, lucida fantasía de carrusel para colmar de
aplausos una noche de éxito merecido de un luchador,
osado y valiente bailarín que desde que se marchó con
tan solo doce años supo buscar su puesto entre los mejo-
res y, ahora, volver triunfador a su tierra.
La Verdad, lunes 19 de febrero de 2007.
217
VIVA EL TUTÚ
Espectaculo: Giselle. Libreto: Teophille Gautier. Musica: Adam.
Coreografi a: Adaptacion sobre original de Coralli, Perrot y Pe-
tipa. Compañía: Arte 369 Maria Jiménez. Lugar: Auditorio y
Centro de Congresos Victor Villegas. Murcia 23 de febrero de
2007.
Dicen que la Compañía de Ballet Clásico Arte 369 ha
puesto en pie de guerra el tutú. Su directora María Gi-
ménez, bailarina musa de Víctor Ullate, forma parte de
la generación de clásicos como Tamara Rojo o Ángel Co-
rella cuya formación técnica y artística les permite, ahora
muy jóvenes todavía, dar el paso de bailar a dirigir, coreo-
grafi ar y siempre defender el ballet clásico, el triunfo del
tutú. Maria Giménez, además, se ha atrevido con uno de
los retos más osados, el de Giselle, ballet romántico por
excelencia que es uno de los tesoros representativos de
la danza clásica. La adaptación que hace la propia Maria
Giménez para su Compañía Arte 369, con más de un año
de rodaje tras su estreno en Noviembre de 2005, ofrece
diferentes puntos de vista en la función vista en Murcia.
Por un lado, la Giselle, papel en el que, aún muy bien de-
fendido por Mireia Facal, esperábamos poder ver toda-
vía a Maria Giménez (entre otras razones porque en el
programa de mano el protagonismo de la portada podía
hacérnoslo pensar). Por otro lado, en los dos actos de la
historia de campesina engañada y willis fantasmagóricas,
el reducido elenco, reforzado por la colaboración de la
218
presencia escénica de jóvenes alumnas de Murcia, dio un
ejemplo de preparación, técnica, disciplina y limpieza en
sus intervenciones. El Pas de Paysans estupendo por Fe-
derico Fresi, más discreta Paula Paz. Sabemos las difi cul-
tades que para una Compañía de Danza Clásica supone
no poder contar con mayor número de bailarines. Si esto
no afectó demasiado al primer acto, en el segundo adver-
timos que a pesar del acertado intento de adaptación con
magnifi co trabajo de cuerpo de baile enmarcando varia-
ciones, paso a dos de Albretch, Daniel Galárraga y Giselle,
Mireia Facal, o Mirtha, excelente Paula Acosta, faltaron
willis que con un mínimo de dieciséis, como aparecen en
fotos interiores de programa de mano, por ejemplo, hu-
biera alcanzado ese grado de emoción sublime cuando la
belleza de ballet blanco inunda el escenario.
Hay que confi ar y dar tiempo al muy digno esfuerzo
de María Giménez en un país como el nuestro que es
capaz de formar grandes bailarines para luego olvidar-
los como ocurrió con aquella generación de los ochenta
con Trinidad Sevillano y Aranxta Arguelles, y cuando
el resultado fi nal es merecedor de doble éxito y aplauso
por su buen trabajo y por la defensa del ballet clásico y
del tutú.
La Verdad. Lunes 26 de febrero de 2007.
219
CLOWS DE LAS DANZAS
Compañía: Larumbe Danza. Espectáculo: Tutti fruti. Música
original: Fagocity. Otras músicas: Bach, Ligeti García Abril.
Coreografía: Daniela Merlo. Lugar: Centro Parraga. Murcia.
Festival Ddanzas.Sábado 3 Marzo de 2007.
El Festival Ddanzas del Centro Párraga comenzó la edi-
ción de este su segundo año con una oferta de danza
contemporánea dirigido al publico infantil en una doble
opción de la Compañía Larumbe Danza: por un lado, la
posibilidad de participar en un taller, con lo que es una
toma de contacto tacto con la danza contemporánea, y,
por otro, la de asistir al espectáculo Tutti fruti, que, a
partir de extractos de cinco producciones infantiles rea-
lizadas por la Compañía en sus diez años de existencia,
ha montado la coreógrafa Daniela Merlo.
Partiendo del mundo de los sueños, en el que la rea-
lidad se mezcla con la fantasía y viceversa, los cuatro
bailarines de Larumbe Danza utilizan cinco escenas en
las que todo puede suceder. Viendo el trabajo que esta
Compañía realiza, me gustaría defi nirlo, más que como
danza contemporánea para niños, como danza creati-
va en la que la comunicación que se busca a través del
movimiento del cuerpo despierta los sentimientos y pro-
voca sensaciones de sorpresa con situaciones divertidas,
curiosas y tiernas en las que la interpretación escénica
resulta cercana a los clowns, payasos, verdaderos artistas
de la interpretación sin necesidad de palabras.
220
Los gags, la sorpresa, las situaciones que provocan ri-
sas y carcajadas sinceras se obtienen con movimientos
que si bien están basados en la danza contemporánea
no tienen porque defi nirse así exactamente. Junto a la
elección justifi cada de la música que contribuye a crear
el ambiente de cada momento, elementos de multimedia
familiares a los niños habituados al mando a distancia y
la voz para ordenes o expresiones, todo lo utilizado en
Tutti fruti resulta más cercano al mundo del mimo y al
payaso, aunque la danza creativa sí está presente, por
supuesto, pero con una forma que necesitaría otra de-
nominación que no fuera exactamente la de «danza con-
temporánea».
Los elementos de escenografía no son demasiado
complicados y los detalles histriónicos en determinado
vestuario son los adecuados para cada situación. El resul-
tado es un trabajo muy correcto, de justa duración para
que los niños no se cansen y logrando un excelente com-
portamiento como espectadores siendo ellos mismos los
que controlaron hasta la espontaneidad de las risas.
La Verdad, lunes 5 de marzo de 2007.
221
TÚ Y YO SOMOS TRES
Compañía: Teresa Nieto. Espectáculo: Consuelo. Dirección:
Teresa Nieto. Música: Brahms, Schubert, Bret, Paganini Cen-
tro Parraga, Festival MUDanzas. Murcia, 5 de marzo de 2007.
De entre los cuatro o cinco nombres que en España son
protagonistas de la danza contemporánea, el de Teresa
Nieto supone haberse ganado a pulso desde 1990, como
los buenos vinos, la denominación de origen. Y el Fes-
tival Ddanzas (que coordina Fuensanta Morales en el
Centro Párraga) apuesta fuerte con su compañía presen-
tando Consuelo, obra estrenada en la muestra de Danza
Contemporánea de Gijón en 2004, una oportunidad de
apreciar los mil y un detalles del trabajo de la bailarina y
coreógrafa, a cuya trayectoria artística se suma su expe-
riencia como actriz en Tierra.
Con una formación tan completa como variada, im-
plicada en proyectos culturales de Nicaragua o compo-
nente de la Compañía Arrieritos, autora de numerosos
montajes fl amencos como Mareas para el bne o parti-
cipando en Trece Rosas…; todo conforma una personali-
dad cuya inquietud artística da como frutos de la cosecha Teresa Nieto obras como Consuelo, que en la madurez
profesional refl eja los propios miedos y contradicciones
en el amor y el paso del tiempo. Consuelo resulta una
coreografía en la que dos son tres, el propio yo femenino
de la Nieto refl ejado en la juventud del pasado, estupenda
Vanesa Medina, y la realidad del presente en lucha por
222
conservar la pasión por el opuesto masculino, ágil, inter-
pretativo y convincente Jesús Caramés.
Montaje interesante –el público de sillas incomodo
por no ver bien– para el que se necesita la escenografía,
ya que el lenguaje teatral de sillas, mesa, mantel blanco
en fondo rojo, vino en copas de cristal y el fuego ritual, el
agua renovadora ; todo forma parte de la estudiada danza,
intencionada, elegante, siempre suave (aun en momentos
de fuerza) y el refl ejo en dos espejos, el del propio repe-
tido yo femenino, y ese que cuelga al fondo como voyeur
que devuelve imágenes y contempla la historia.
Teresa Nieto, técnicamente, baila magnífi ca, compar-
te con sus compañeros escenario, muestra dominio de
pasos y un físico envidiable. En cuanto al desnudo fe-
menino de la otra bailarina: está justifi cado si se quiere,
pero resulta un recurso tan natural como fácil, no es muy
original y, además, siempre les toca a ellas.
La Verdad, miércoles 7 de Marzo de 2007.
223
QUÉ BUEN ROLLO EL DE MURADAY
Compañía: Losdedae. Dirección artística y coreografía: Chevi
Muraday. Espectáculo: 1ª parte: Veintisiete. Musica: Anthony
and Th e Jonson, Beck. Audiovisuales: Rafa Calleja. 2ª parte:
Recorrido… recorrer. Música: Miguel Mendoza. Lugar: Centro
Parraga. Festival Ddanzas. Murcia, miércoles 7 de marzo de
2007.
Chevi Muraday, nuestro Premio Nacional de Danza 2006,
no se corta un pelo y nos recibe con copa y cava: ¡Amigos,
serviros y celebrarlo conmigo! Como niño con zapatos
nuevos. ¡Qué pasada! Divertida forma de empezar la no-
che que, además, se agradece cuando llegas sorteando las
peligrosas caídas de ramas, viento huracanado y apreta-
da entrada en el Párraga, donde esta segunda actuación
del Festival Ddanzas se esperaba como muy particular.
Bueno, pues la Compañía Losdedae, con una década
de reconocida labor en el campo tan complicado de la
danza contemporánea, brinda con nosotros por el Pre-
mio al que hace guiños al comienzo de Veintisiete, prime-
ra obra de la noche, con el luminoso Cafetería marcando
la escena en la que Paloma Sainz-Aja y Chevi juegan con
motivo de regreso de la fi esta de celebración comparti-
da, dando pié a la recopilación de sus coreografías, y una
nueva, con mezcla de vídeo-interferencias-danza, un tra-
bajo a base de fragmentos de otras creaciones.
Hay una buena comunicación en esta pareja y su danza
está plena de energía, fuerza interpretativa y ganas enor-
224
mes de bailar ideas y pensamientos tan intensos como la
cantidad de información que se puede acumular a lo lar-
go de años de experiencias vividas. Una mirada al pasado
con proyecto de futuro. Respecto al uso del vídeo sobre
fi gura cúbica como repetición virtual de la danza real, no
queda muy claro si la intención era seguir exactamente
el movimiento o no pero al no coincidir puntualmente
despistaba un poco el efecto retardado. Un buen numero
de ideas dan pie a lo variado que resulta este Veintisiete,
la camisa de él, luego de ella, cintas adhesivas extendidas
y arrancadas bueno todo se sucede de forma pensada con
recursos hasta divertidos como cuando el rollo de la dan-
za de Chevi se ofrece al publico.
En cuanto a la segunda parte, Recorrido recorrer es
una obra completa, diferente de lo anterior, con un am-
plio lenguaje metafórico de este polifacético artista ca-
paz tanto de montar coreografías para el Ballet Nacional,
que dirige Nacho Duato, como para no cortarse y hacer
danza hasta de la presentación de una marca de lavadora.
Como su 16 trabajo para Losdedae, desde luego las ca-
rreras aquí bailadas son tan reales como agotadoras para
los cuatro bailarines, Paloma Sainz-Aja, Daniel Abreu,
Chevi Muraday y Vanesa Medina. Llamativo montaje el
ofrecido por Muraday: «Este es mi rollo ». Pues su rollo
irradia fuerza y energía muy condensada, un tanto exce-
siva para asimilar todo su contenido por la sobrecarga de
un doble programa, pero tan contagiosa que hasta Mara
Mira ha pensado en ¿danzar?
La Verdad, viernes 9 de marzo de 2007.
225
RENGLONES TORCIDOS
Compañía: Marta Carrasco. Espectáculo: J’arrive. Dirección:
Marta Carrasco, Carmen Portaceli. Festival Danzas. Centro
Parraga. Murcia. Viernes 9 de marzo de 2007.
¡Qué paranoia! En primer lugar o la caja escénica del
Párraga se amplia (no sé cómo) o los invitados al festín
Carrasco se limitan, o algún día va a pasar algo. Bueno,
tampoco es para tanto, nos apretamos todos y ya está. Y
los que se agobian que se vayan. El caso es que la clausu-
ra del Festival Ddanzas tuvo un lleno súper, extra, mega
lleno total. Claro que Marta Carrasco es mucha Marta
Carrasco y profesores, bailarines, actores o mimos co-
nocedores del trabajo de esta particular creadora o los
asombrados que veían por primera vez una locura co-
lectiva como J’arrive, todos metiditos como sardinillas
en lata tan contentos de compartir este trabajo que con
los estupendos Adrian Devant, Carmen González, Xavi
Sáez y Cristina Sirven es una mirada atrás de lo ya hecho,
Gá-gá, Aiguardent, Blanc d’ombra, etc. para poder en-
contrar algo que está por venir.
Como en la novela de Luca de Tena aquellos renglones
torcidos de Dios me vienen a la mente viendo aquí tan-
tas neuronas esquizofrénicas bailonas y tanto absurdo
justifi cado que engaña sutilmente cuando al parecer ser
cómico resulta cruel. J’arrive y Brel( a todos estos con-
temporáneos les dice mucho Brel), abriendo un bazar de
las sorpresas lleno de todo tipo de absurdos(¿de donde
226
ha sacado tanto chisme?), estanterías que se deslizan y se
abren, y lo teatral es lo bailado y viceversa cuando esos
fragmentos elegidos de anteriores montajes se fusionan,
absurdos para el espectador pero nada arbitrarios, uno
a cual más loco que otro, ternura de bailarín/a, cabeza
de chorlito, fl amenca con mascara de gas, cachondeo in-
creíble que causa inquietud porque no sabes lo que viene
después de un momento de risa que solo es aparente-
mente divertido. Sí, sí, ríete que no sabes lo que te espera.
Vamos, que sólo faltaban los niños del maíz.
La imaginación de Marta Carrasco, a la que ahora le
va a dar unas vacaciones, es una inagotable fuente de re-
cursos ofreciendo situaciones como esas dos fantásticas
escenas, la Camille Claudel devorada por la estatua de
Rodin, o la acertada utilización de un material plastifi -
cado cual viento en el que lucha la fi gura femenina de
la Carrasco. Demasiados otros detalles conocidos, de los
que además ya hablamos en su día, como para comentar
ahora de todos. Hay que verlo. Un teatro del mundo. Una
locura estable, locura fantásticamente inestable. Actores
que bailan, bailarines que actúan, todo en J’arrive es un
manicomio en el que también se hacen piruetas de la
fantasía.
La Verdad, domingo 11 de marzo de 2007.
227
FLAMENCO NUEVO, SABOR ANTIGUO
Espectáculo: Israel Galván. Arena. Dirección coreográfi ca: Is-
rael Galván. Dirección artística: Pedro G. Romero.
Videos: Enrique Morente y el publico. Lugar: Festival MUDan-
zas. Teatro Circo de Cartagena. Martes 13 de marzo de 2007.
Israel Galván vuelve a sorprendernos con este su nuevo
montaje, Arena, que convierte el mundo del toreo en co-
reografía vanguardista de un fl amenco nuevo con sabor
antiguo.
No vamos a repetir eso tan dicho de este bailador, que
si Picasso del fl amenco, que si inspirado en Nijinsky, bai-
le innovador es que eso suena ya muy fácil. Vamos, que
hasta ahora ante lo personalísimo de su forma de baile,
como que teníamos que buscar comparaciones para tra-
tar de entender lo que este artista hace cuando apare-
ce descalzo, pantalón recogido, sobrio, para empezar, y
sus gestos, poses, fi guras, primer contacto tierra a tierra,
sorprende a los fl amencos, y atrae a los contemporáneos
que en el Festival MUDanzas lo esperaban como agua de
Mayo, y hasta no se inmuta cuando entre el publico al-
gunos ruidosos listillos mal educados sueltan una absur-
da risa (luego eran de los que enmudecieron y aplaudían
a rabiar, que cosas, pero sus interesantes opiniones nos
dieron la noche. La próxima vez que se queden viendo
Salsa Rosa).
Este año con Arena, Galván se acerca al últimamente
tan discutido mundo del toreo, y los 90 minutos que po-
228
drían ser difícilmente defendibles en solitario, se pasan
en un momento ya sea porque con las tonás de Enrique
Morente que en pantalla entre el público anuncian cada
toro, o los cantes de trilla de Miguel Poveda en Bailaor, la percusión de la Orquesta Joven de Andalucía para
Granaíno, la curiosa presencia de la gaita del Gastor en
el cuadro fl amenco que acompaña Pocapena, luego las
bulerías de Diego Carrasco para Burlero, o esa seguiriya
de Pildorilla creación libre a compás de seguiriya al pia-
no de Diego Amador, es un producto de primera calidad
con el que se rodea, se envuelve, abre y cierra su baile
Israel Galván. Difícilmente clasifi cable desde luego, por-
que bailar, baila, con botos o descalzo, los palos están
ahí, y le da igual servirse de las posibilidades que le saca
al movimiento de una mecedora en la que se enrosca
con agilidad gimnástica o ser toro que se lanza sobre el
chiquero o pasea un arriesgado zapateado calzado de cu-
chillos (muy efectista, desde luego, porque no tropezará
nunca digo yo). Es otra forma de utilizar el movimiento
que nos empeñamos en califi car como fl amenco contem-
poráneo o contemporaneizado fl amenco. Qué más da. Es
que no creo que a Galván le preocupe eso. Su búsqueda
de expresión es diferente de lo normal o tradicional, a lo
moderno, o a lo antiguo, y ya en sus anteriores espectá-
culos, como cuando hace un año lo vimos en la cumbre
Flamenca, o ahora en Arena resulta como mínimo inno-
vador.
Seis coreografías unas más fuertes que otras. Versos
lorquianos a las cinco de la tarde sobre círculo de luz. Le
saca partido hasta al cajón de resina en el que espera. Si
todo el mundo baila de frente, él lo hace de perfi l, se re-
tuerce, mantiene equilibrios, usa mucho juego de mano,
saca tripa y nos sorprende cuando para terminar va y
aparece la Banda Los Sones desde el publico con la cha-
ranga de pasodoble fúnebre, cambiando por sevillanas
229
antiguas y nos llevan a la verbena con Paquito el Choco-latero ¡Anda ya! Muchos detalles juntos. Cada uno en su
suerte.
Noventa minutos de baile es un esfuerzo considerable
con el buen toque de Alfredo Lagos, las palmas y jaleos
de Bobote y El Eléctrico, buen humor de acompañantes,
pedazo de artistas desde luego vamos, que Arena todavía
va a dar mucho de qué hablar.
La Verdad, jueves, 15 de marzo de 2007.
230
CON GRACIA Y ARTE
Formación: Joaquín Grillo. Compañía de Flamenco. Espectá-
culo: Grillo. Lugar: XIV Cumbre Flamenca cam. Murcia. Tea-
tro Romea. Miercoles14 de marzo de 2007.
La Cumbre Flamenca de la cam, en su segunda jornada
cuando aún no se habían apagado los ecos de la voz de Es-
trella Morente de la noche anterior, nos trajo a Joaquín Grilo,
bailaor que desde sus comienzos empezó a destacar entre
los de su generación con un fl amenco que se vuelve joven.
Sencillo, escueto, con su nombre como tarjeta, Grilo, ahí
estaba presentándose en oscuro, a compás de tangos, músi-
cos con palmas, él y Rosario Toledo (qué bonita) Traje negro,
encaje, elegancia. A la altura de las circunstancias compar-
tiendo palos, en pareja o solos. Este chico, buena planta, ha
tenido muchos maestros a su alrededor como, entre otros,
Paco de Lucía. Y ha sacado partido de todo.
A cada palo le va a dar su toque exacto interpretando
los matices. Ahí está Jerez cuando la fuerza de su zapato
tumba altavoces, ruedan botellas y lo que haga falta. Sim-
pático, agradable, disfruta del escenario. Y teatraliza la
trágica seguiriya, sillas opuestas, Rosario y Joaquín. Dia-
gonal marcada por cenitales. Luces y oscuro. Diagonales
que confl uyen en dialogo de gestos, brazos, zapato y gui-
tarra (qué buenos Juan Francisco Requena y Luis Ricardo
Rivera, Riqui). Vestuario elegante, lejos de los convencio-
nalismos pero ajustado a la coreografía que estiliza aún
más las fi guras. Bulerías por soleá, voz y palmas.
231
Grilo pone los cincos sentidos al baile. Y acerca al pú-
blico la voz de Carmen Grilo, de José Valencia y de José
Antonio Núñez, Pulga, prescindiendo de amplifi cadores.
¡Toma ya! Tan cerca y a pelo. Con o sin guitarras y sacan-
do a la percusión de Raúl Domínguez su adorno acompa-
sado. Ahí también es moderno. Otra vez Rosario Toledo,
en quiebro que reta a la fuerza de la gravedad (¿Cómo
se sostiene en esa pose duncaniana?). Alegrías bonitas,
largas. Salida, silencio, escobilla, larga, y de pronto un
impresionante rasgueo.
Sabemos de Grilo que es puntillista y riguroso en lo
que hace, así es que se le ve pendiente de todo lo que
ocurre a su alrededor, baila para nosotros, y para ellos,
habla con ese cuerpo serrano y unos pies que hacen mú-
sica. Soleá pastueña, no hecha en los tonos tradicionales,
jugando con la acentuación del compás, bonitos brazos
con manos expresivas, bailando para que se lo agradez-
can con silencios, cuando deben estar, y con aplausos,
cuando no se puede más.
Flamenco joven, con aire fresco, que no se aparta de
lo tradicional pero que aporta un toque juvenil. Hay mo-
mentos en que está poseído por el ritmo frenético de su
baile. Llega el fi n de fi esta, la hora y pico se había hecho
corta, y eso dice mucho. Anda y que no se lo pasan bien
cuando cada uno hace lo que se le ocurre con gracia y
arte. ¡Olé! La gente de la Cumbre entiende de esto y par-
ticipa de este fi nal. Por dentro bailan todos y por fuera
lo hubiéramos hecho de no tener que salvar los espacios
escénicos del abarrotado Romea, volcado totalmente con
Joaquín Grilo y Compañía. ¡Olé!
La Verdad, viernes 16 de marzo de 2007.
GRUPOS MURCIANOS
Mozart. Ballet Joven de Murcia. Foto Carlos Grávalos
235
LA DANZA ESPAÑOLA, DE NUEVO EN EL ROMEA
Compañía: Compañía Murciana de Danza. Dirección: Olivia
Bella. Puri López. Programa:
Primera parte:Triada, música Carlos Piñana, coreografía O.
Bella / P. López. Concierto Andaluz, música Joaquín Rodrigo,
coreografía P. López / O. Bella. Segunda parte: Sendero, músi-
ca José Mercé y Vicente Amigo, coreografía O. Bella / P. López.
Jueves 18 de mayo de 2000. Teatro Romea de Murcia.
La danza española volvió a los escenarios del Teatro Ro-
mea con un nuevo estreno de la Compañía Murciana de
Danza. Desde Junio de 1996, fecha de su presentación
al público, esta compañía ha sabido mantener su traba-
jo afi anzando con diversos montajes su presencia en el
campo de la danza española. El terreno que pisan no es
nada fácil. La profesionalización de un arte conlleva res-
ponsabilidades de técnica, estilo y seriedad en los resul-
tados, no siempre logrados.
Pero éste no es el caso, ya que este grupo integrado por
veintidós bailarines, incluidas sus directoras y coreógrafas,
presentó la noche del pasado jueves un completo y varia-
do programa. En la primera parte, la magnífi ca música de
Carlos Piñana envuelve a Olivia Bella en unos Jaleos que,
enfundada en su roja bata de cola desgrana, con brazos
elegantes y acompasado tacón, dando paso a La voz del viento, farruca a cargo de Puri López sentimentalmente
expresada y bien acompañada de Javier Martínez.
236
pasión
La Guajira, Cal-libirí, llenando escenario con las alegres
ganas de bailar por parte de diez bailarines, y la danza
teatralizada en el Concierto Andaluz, homenaje a Joa-
quín Rodrigo uniforme y fl uida historia de amor de Au-
rora, Soledad y Miguel guiados por la Pasión.
La segunda parte, con música del cantaor fl amenco
José Mercé y del prestigioso guitarrista Vicente Amigo,
es quizás más completa en cuanto a resultado general.
Aquí toda la Compañía se encuentra totalmente volcada
a través de seis palos fl amencos que discurren mante-
niendo una correcta línea, movimientos coordinados de
técnica segura y cuyo resultado asegura la continuidad
ascendente en el difícil mundo de la danza profesional.
Una compañía que trabaja con seriedad.
La Verdad, domingo 21 de mayo del 2000.
237
AÑOS DEL BALLET ESPAÑOL DE MURCIA
Ballet Español de Murcia. Dirección: Carmen Rubio/Matilde
Rubio. Artistas invitados: Lienz Chang, Carlos Piñana, Car-
los Benavent. Música: Carlos Piñana, guitarra. José Piñana, 2ª
guitarra. Baudel Betancourt, fl auta. Lázaro Issaqui, percusión.
Sebastián Contreras, voz y palmas. Manuel Fernández, voz
y palmas. Aida Liftja, chelo. Orges Tolhe, violín. Carlos Be-
navente, bajo. Programa: Primera parte, Fugaz secuencia, co-
reografía M. Rubio. Música L. Sederson. La muerte de un cisne, música C. Saint Saens, coreografía Michael Desconbey. Danza nº 1 de la Vida Breve, coreografía J. Granero, música M. Falla.
Escape, coreografía María Rovira. Tecnia, coreografía M. Ru-
bio, música Carlos Benavent, L. Paniagua. Segunda parte: A compás, coreografía M. Rubio, música Carlos Piñana. Farruca para tres, coreografía M. Rubio, música C. Piñana (Rosa de invierno). Negroide, coreografía M. Rubio, música C. Piñana.
Cal-Libiri, coreografía M. Rubio, música Carlos Piñana. Eter-no, música Carlos Benavent. Calentito da cá, coreografía M.
Rubio, música Carlos Piñana (La niña de mis ojos). Algo nues-tro, coreografía M. Rubio, música Carlos Piñana (Tú eres mi estrella) Teatro Romea de Murcia. Viernes 26 de mayo 2000.
Si los cumpleaños felices son celebraciones recordatorios
de fechas que marcan el comienzo de una vida o una obra,
algunos representan la continuidad y perseverancia en el
trabajo bien hecho. Así, el Ballet Español de Murcia tuvo
su espléndida fi esta de aniversario en el adecuado mar-
238
co del Teatro Romea. Cuando en 1984, Carmen Rubio se
decidió a crear la Compañía, su intención de ofrecer “un espacio donde el bailarín de danza española pudiera de-sarrollar su vocación artística” abrió un camino cuyas
difi cultades se han ido superando por la constancia y el
tesón en el trabajo de todos sus colaboradores. De ellos,
más de cien nombres en un cartel acogieron la entrada al
Teatro la noche del pasado viernes. De una u otra forma,
todos ellos forman parte de esta Compañía cuyas actua-
ciones en estos quince años no se han limitado a la Re-
gión murciana. Los escenarios de Salamanca, Madrid, El
Escorial, Lisboa, Francia o Cuba han sido testigos de sus
éxitos. Si en Febrero de 1996, con ocasión de los primeros
diez años, este Ballet ofreció, y en homenaje al desapare-
cido Antonio, Escenas madrileñas, Elegía a Ramón Sitgé, y La Cenicienta (adaptación de A. Morales), ahora, cinco
años más tarde, Carmen y Matilde Rubio han ideado un
amplio programa dividido en dos partes.
Comenzando la noche, Fugaz secuencia, coreografía
estrenada en el Teatro Principal de Castellón con ocasión
del pasado Día Mundial de la Danza, en la que la música
de L. Sederson inspira a M. Rubio en una colorista co-
reografía defendida por toda la Compañía. Como aniver-
sario especial, invitado de categoría de la talla de Lienz
Chang, bailarín formado en la Escuela Cubana, cuya
técnica de danza es una sólida base para la moderniza-
ción de un clásico como es la Muerte, en este caso, de un cisne, rompedora de esquemas ante la nueva danza del
siglo xxi. Del maestro Granero, algunas de cuyas obras
son sobradamente conocidas del público murciana (Tria-na, Sinfonía Española, Medea) la Danza nº 1 de la Vida Breve se estrenó en 1995 y ha sido seleccionada en esta
ocasión para volver a disfrutar con ella. Lienz Chang en
una segunda intervención volvería a causar admiración
con Escape, estreno mundial de una original y atractiva
239
coreografía de María Rovira y en la que las condiciones
físicas del bailarín transforman la energía de los gestos
en suaves movimientos ondulantes.
Tecnia, lucida por toda la Compañía y Esther Pardo
y Fuensanta Zomeño daría paso tras el descanso a la se-
gunda parte enriquecida por la presencia del grupo de
músicos y de los invitados de lujo, la guitarra del genial
Carlos Piñana y el bajista renombrado Carlos Benavent
cuya colaboración en la noche de fi esta contribuyó a la
muestra del fl amenco marcado entre otros por A compás,
con Farruca para tres, Negroide, con Estefanía Brao y
una espléndida Beatriz Arce, y Cal-libirí que además de
ya popular, es una de las composiciones más coreografi a-
das en un mismo año por varias compañías de danza.
Brillante cumpleaños de un Ballet Español de Mur-
cia cuya emocionada Directora, Carmen Rubio, dedicó el
saludo fi nal entre aplausos a todos esos cien bailarines y
colaboradores que han hecho posible junto a su trabajo
la existencia de esta su Compañía, que vivió una gran
noche.
La Verdad, martes 30 de mayo del 2000.
240
DIVADLO, SUGERENCIAS PERTURBADORAS
Compañía: Erre que Erre Espectáculo: Divadlo. Coreografía e
interpretación: Susana Castro, Mª Ángeles G. Angulo, Mario G.
Sáez, Teresa Navarrete, Ricardo Salas, Marina Serrano. Músi-
ca Martín Fuks. Escenografía: Jordi Colomer, Armand Medina,
Ralf Huber, Erre que Erre. Vestuario: La Madre del Sol, La Can-
tante Calva, Erre que Erre. Atrezzo: Isabel Castro. Iluminación:
Diego A. Rodríguez. Promoción: Mario Sáez. Dirección Artísti-
ca: Erre que Erre. Murcia, Semana Grande de CajaMurcia. Tea-
tro Romea sábado 28 de octubre, 21h. Califi cación: Buena.
Dentro del panorama que la danza contemporánea pre-
senta en España, la zona de Cataluña junto a Valencia
ha desarrollado la formación, afi ción y posibilidad de es-
cuelas en las que bailarines, coreógrafos y profesores han
hecho de un estilo algo propio.
Un primitivo Ballet Contemporáneo de Barcelona, y
la labor desarrollada por el Instituto del Teatro, abrió ca-
mino hace ya algunos años, de grupos posteriores que
valientemente en la actualidad se arriesgan al montaje
de espectáculos, coreografía propias, y a su exhibición
en Ciclos como el de Dansa Valencia que anualmente se
celebra en dicha ciudad.
La región de Murcia tuvo igualmente sus intentos de
abrir nuevas vías en este aspecto, con La Birlocha y el Ballet
del Alba, compañía de la que algunos de sus integrantes for-
maron en 1996 esta de Erre que Erre. El aún corto camino
241
recorrido desde entonces, ampliando sus estudios y forma-
ción, no ha hecho sino enriquecer su creatividad y curricu-
lum. Despegando sombras del suelo, primer Premio Certa-
men Coreográfi co de Madrid, 1996, Dando forma a la nada, primer accésit Premio Ricardo Moragas, Miajas, o Vaivén junto a la colaboración con la Fura del Baus, El martirio de San Sebastián, en Roma, son algunas de sus creaciones que
han ido confi gurando la estructura de la línea a seguir.
Para este el último de sus montajes, Divadlo, inspira-
do en la obra del fotógrafo checo Jan Saudek (Praga 1935),
la música de Martín Fuks es la combinación elegida para
trasladar al espectador unas imágenes inquietantes, que
acompañadas de un matizado grado de erotismo se desliza
en una coreografía cuya intención es recrear el movimien-
to humano de los contenidos de los cuadros disolventes
del provocativo Saudek.
Los bailarines de Erre que Erre no llegan a confundir,
aún cuando en determinados momentos de la coreogra-
fía se roce el limite de esta peligrosa frontera, en la bús-
queda del contraste entre la violencia de unas imágenes
suavizadas por la ternura inmediatas de otras.
Junto a la preparación técnica de todos los componentes,
destacando quizás la fl exibilidad portentosa y pureza de lí-
nea de Marina Serrano, tanto los cambios de una escena
a otra como el de vestuario in situ están resueltos de for-
ma discreta tamizados por una adecuada iluminación con
momentos llamativos como los de fi guras en posición fetal
invertida, arropados por un manto de terciopelo rojo apro-
vechado a su vez tanto como tapiz, como en amplia falda de
una elevada fi gura, resultado efectista de la superposición
de dos bailarines que desaparecen hundidos en el espacio.
Novedoso espectáculo, poco habitual en nuestros es-
cenarios.
La Verdad, miércoles 1 de noviembre de 2000.
242
NUEVO ESPECTÁCULO DE ENTREDANZAS,
EN EL TEATRO ROMEA
Dirección artística: Nuria Aparicio. Dirección técnica: Jesús
Domínguez. Programa: Semblanzas. Coreografía: Nuria Apa-
ricio. Música: Jesse Cook, Chris Spheers, Dorantes, y Paco Or-
tega. Sinfonía de sueños, Coreografía: Nuria Aparicio. Música:
Kítaro. Jueves 15 de febrero 2001. Teatro Romea, Murcia.
“A través de nuestros sueños imaginamos… a través del
movimiento creamos imágenes para nuestros sueños…”,
hermosas palabras que en el programa de presentación
del Ballet Entredanzas, defi nen la creatividad artística
con la que Nuria Aparicio ha elaborado un nuevo espec-
táculo ofrecido en el Teatro Romea de Murcia la noche
del pasado jueves.
La trayectoria de esta joven compañía, desde su crea-
ción en 1995, ha seguido una línea discreta, en la que el
trabajo constante tanto en la preparación técnica de los
componentes como en la búsqueda de nuevas coreogra-
fías ha ido dando como resultado Delirios en 1998. Elegía,
presentada ese mismo año en el VII Certamen de Coreo-
grafía de Danza Española, y Flamenco de Madrid, y en
1999 Mediterráneo.
El nuevo programa de la compañía, defi ne en dos co-
reografías de Nuria Aparicio, Semblanzas, y Sinfonía de Sueños, toda la riqueza expresiva de la danza española,
clásica y contemporánea. Estilos mezclados, fundidos
243
en movimientos sinuosos llenos de emoción contenida,
apoyados en una música acertada que transmiten la in-
tención de una danza de sentimientos profundos en la
que los recursos que ofrecen las diversidad de técnicas
empleadas enriquecen el resultado tanto en la primera
parte.
imaginación
En Semblanzas la coreografía sin argumento defi nido, se
juega tanto con zapato, castañuela y mantones, como en
la imaginativa Sinfonía de sueños. Esta, que ocupa la se-
gunda parte del programa es una fantasía onírica, basada
en sueños reales con un Alma, la propia Nuria Aparicio
como magnífi ca bailarina, y unos personajes que inter-
pretan Alas, Vida, Viento y Tormenta. De los estilos uti-
lizados por la coreógrafa, aquí impera más la utilización
de variaciones de corte clásico frente a las de inspiración
española ligado todo ello mediante los lazos de unión de
lo contemporáneo, con un resultado interesante aunque
la duración total de la obra resulte algo extralimitada. El
teatro, lleno hasta la bandera, dedicó una larga y mere-
cida ovación a lo joven compañía y a su directora, pre-
miando de esta forma la entrega con la que todo el elenco
bailó en las casi dos horas de espectáculo.
La Verdad, domingo 18 de febrero de 2001.
244
BIEN POR EL BALLET ESPAÑOL DE MURCIA
Ballet Español de Murcia. Dirección: Carmen y Matilde Rubio.
Programa: La cara oculta del Mediterráneo. Coreografía: Ma-
tilde Rubio. Música: Carlos Piñana. A tiempo de fuego. Coreo-
grafía: Matilde Rubio. Música: Carlos Piñana, Lázaro Issaqui.
Auditorio y Centro de Congresos Región de Murcia.
El Ballet Español de Murcia volvió a saborear las mieles
del triunfo escénico con su nuevo espectáculo, arropado
por un público dispuesto a mostrar su apoyo incondicio-
nal en todo momento. Recordando sus otros anteriores
estrenos, no hay duda de que la madurez y la experiencia
adquiridas en estos quince años de trabajo se refl eja en
estas nuevas coreografías, debidas a Matilde Rubio y en-
marcadas en la acertada intención de la escenografía de
Eduardo Balanza.
En La cara oculta del Mediterráneo, la totalidad de
los colores, ocres, verdes… revela la búsqueda intención
de la expresividad de la tierra guiados por la música de
Amargós, de una enorme fuerza y difi cultad, que las bai-
larinas transforman en danza acompasada con castañue-
las y el taconeo, elementos que forman parte de la coreo-
grafía de la que Coral y Levante son las más brillantes
de sus cuatro movimientos, que ciertamente hubiéramos
disfrutado con más atención sin esas inexplicadas, repe-
tidas y ruidosas entradas en la sala de grupos de publico
retardado.
245
En A tiempo de fuego el fl amenco, es la única inten-
ción del contenido elaborado de forma bien estructurada
y siendo correctamente acometido por todas las bailari-
nas. Todas y cada una de ellas nos demostraron su espe-
cial calidad y preparación. Y el acompañamiento musical
es todo un lujo.
La Verdad, lunes 7 de mayo de 2001.
246
LA COMPAÑÍA MURCIANA Y JOSÉ MARÍA CANO
Compañía Murciana de Danza. Dirección: Olivia Bella, Puri
López. Programa: El Relicario. Música, Álvarez y Padilla. Co-
reografía: Puri López y Olivia Bella. Vida Breve, Música, M. de
Falla. Coreografía: José Granero.
El Puerto. Música: I. Albéniz. Coreografía: Puri López y Olivia
Bella. El Corpus en Sevilla. Música: I. Albéniz. Coreografía:
Puri López y Olivia Bella. Jaleo (Ópera Luna). Música J. Mª.
Cano. Coreografía: Puri López y Olivia Bella. Tanguillos, Soleá, Alegrías, Farruca, Rumbas, Bulerías. Música: Carlos Piñana,
Coreografía Olivia Bella y Puri López. Teatro Romea. Miérco-
les 9 de mayo de 2001. Murcia.
La danza española en Murcia está ocupando actualmente
un espacio que poco a poco se amplia, afi anzándose con
exitosas cumbres fl amencas, nuevos estrenos y anuncia-
das próximas presencias en la oferta cultural de nuestra
ciudad. Y en esta oferta cultural, la Compañía Murciana
de Danza se ha ganado, por derecho, uno de los primeros
lugares.
Olivia Bella y Puri López, como responsables de la
dirección, han marcado en los seis años transcurridos
desde su presentación en Junio del 96, una línea de ac-
tuación para sus bailarines en la que conviven el con-
servadurismo tradicional de la danza estilizada junto
al fl amenco, aceptando otras innovaciones que tanto en
danza como en otras artes los nuevos tiempos marcan.
247
Así, la primera parte del programa ofreció una agradable
recopilación de obras ya estrenadas como El Relicario, la
coreografía del maestro Granero Vida Breve, o El Corpus de Sevilla, formulada a modo de suite bien defendida por
los componentes de la Compañía.
La música en directo siempre realza la calidad y ca-
lidez de la danza, pero además en este caso, y en la se-
gunda parte de la noche, pudimos disfrutar con la pre-
sencia del acompañamiento de Carlos Piñana, junto a su
hermano Pepe Piñana, la fl auta de Raudel Betancourt, la
percusión de Lázaro Issaqui, -tan inspirado y divertido
esa noche que a punto estuvo de bailar- y la suavidad de
la cuerda con el violín de Orges Toçe o el violencello de
Aida Çiftja.
Tanguillos y Rumba, dieron oportunidad de disfru-
tar de la alegría del fl amenco puro en diferentes palos, sucesión en la que no faltó la elegancia de una Soleá rasgada ni la sobriedad de esa Farruca ofrecida por los
bailaores, Javier Martínez, Francisco Navarro y Miguel
Ángel Serrano.
La Verdad, martes 15 de mayo de 2001.
248
EL CONSERVATORIO DE DANZA LLEVA “CASCANUECES” AL
AUDITORIO REGIONAL
Dentro de las tradiciones, ritos o costumbres que tienen
su celebración por Navidad, entre las del mundo mágico
de la danza la representación del ballet Cascanueces ha
llegado a ser desde hace más de un siglo, el estreno tuvo
lugar en 1892 en el Teatro Maryinsky de San Petersbur-
go, uno de los montajes que más se identifi can con estas
fechas.
Esta noche en el Auditorio y Centro de Congresos, el
Conservatorio Profesional de Danza cumple con la tra-
dición y presenta una de estas adaptaciones protagoni-
zada por más de cien alumnos de todas las edades en un
montaje que puede ocupar un muy digno lugar al lado de
compañías profesionales.
Dirigido por numerosos profesores, maestros y co-
reógrafos, este Cascanueces tuvo su estreno en febrero
de 1999 en el Teatro Romea y se está conservando como
uno de los trabajos más interesantes del Conservatorio
murciano.
La Verdad, sábado, 29 de diciembre de 2001.
249
FLAMENCO EN VERONA
Compañía: Compañía Murciana de Danza. Espectáculo: Romeo
y Julieta. Dirección artística y coreografía: Olivia Bella, Puri Ló-
pez. Dirección escénica: Antonio M.M. Repetidora: Loles Souan.
Dirección musical: Carlos Piñana. Vestuario: José Zurita Pepón.
Iluminación: Jesús Martínez. Lugar Teatro Romea. Murcia. Jue-
ves 25 abril 2002. Cumbre Flamenca de la cam.
Romeo y Julieta, el drama de amor del inmortal William
Shakespeare ha sido llevado desde el teatro al cine (West
side Story) y a la danza en sus diversos estilos. En danza
española Los Tarantos con aquella irrepetible Carmen
Amaya y Antonio Gades fueron, en la gran pantalla, el
acercamiento al mundo gitano con sus bailes como for-
ma de expresión. La Compañía Murciana de Danza, cuya
trayectoria alcanza ya los siete años, puso anoche en es-
cena en el Teatro Romea, dentro de la programación de
la Cumbre Flamenca su particular versión, contando de
antemano con una baza a su favor: la colaboración de
Carlos Piñana, responsable de la dirección musical.
Bulerías, tangos, fandango martinete y guajiras confi -
guran la riqueza de una música de la que una parte perte-
nece a obras anteriores del joven y brillante músico y otra
es novedad compuesta para la ocasión.
La coreografía, debida a Olivi Bella y Puri López, cons-
tituye el quinto espectáculo de la Compañía y ha sido el
elemento que rige para la adaptación de la música, que
en momentos como el fandango de Julieta o la presenta-
250
ción, junto a Romeo con Lamento, alcanza una emoción
contenida arrastrando gestos, pasos y giros de los joven-
císimos Virginia Victoria, Miguel Ángel Serrano a través
la modulación de su baile.
El fl amenco estilizado tal como lo entienden sus
creadoras llega a través de guitarra, fl auta, chelo, violín
y cajón, de una forma hecha por y para los bailarines,
pensando en los sentimientos a expresar, expresiones de
dolor y cariño que Loles Souan como Ama y los fogosos
Mercutio y Teobaldo aportan con generosidad. El Romeo y Julieta de la Compañía Murciana de Danza con una
buena dirección escénica de Antonio M.M, provocó el
entusiasta aplauso del aforo completo de un emocionado
Teatro Romea puesto en pie.
La Verdad, viernes 26 de abril de 2002
251
CALIDAD Y ESTILO
Compañía: Ballet Español de Murcia. Dirección: Carmen y Ma-
tilde Rubio. Coreografía: Javier Latorre. Música: Carlos Piñana.
Patrocina: Semana Grande de CajaMurcia. Lugar: Auditorio
y Centro de Congresos Región de Murcia. Lunes 6 de octubre
de 2003
La temporada de danza en Murcia ha comenzado de for-
ma excelente gracias a la calidad de su primer espectá-
culo. Enmarcado en los actos de celebración de la Sema-
na Grande de Cajamurcia, el Ballet Español de Murcia
ofreció un doble programa con sorpresas cuyo éxito se
adivinaba.
La primera fue, y antes del anunciado estreno del ba-
llet Penélope, un delicioso paso a dos clásico, con coreo-
grafía de Roland Petit, La Prissiónnere, brillantemente
defendido por los bailarines invitados Eva López Cre-
villén, elegante, delicada y magnífi ca, bien acompaña-
da por Lienz Ghang, cuya técnica de escuela cubana le
asegura en todo momento como un fi rme partenaire. La
personalidad de estos magnífi cos bailarines es el punto
de referencia para que la interpretación del coreógrafo
francés se refl eje en la expresión de sentimientos de la
danza. Una delicia contemplarlos.
En danza española, pudimos volver a ver la coreogra-
fía de Matilde Rubio La cara oculta de/ Mediterráneo, en
la que la música y los diferentes tonos de los trajes mar-
can la diferencia de los cuatro movimientos.
252
La segunda sorpresa de la noche, el esperado estreno
de Penélope, tuvo tres puntos a su favor a la hora de ase-
gurar el éxito. En primer lugar, Carmen y Matilde Rubio
han sabido elegir un celebrado coreógrafo cuyo talento
y creatividad se ha visto en obras como Suite Flamenca, Poeta, Ombra, Rinconete y Cortadíllo. Por otra parte, Ja-
vier Latorre ha venido a Murcia y se ha encontrado con
una plantilla de bailarines cuya buena formación le ha
permitido desarrollar la historia basada en Ulises, quien
vuelve a Itaca tras vagar lentamente durante el viaje de
retorno al hogar después de la guerra de Troya y derro-
tar a los pretendientes de Penélope. El tercer punto es la
magnífi ca composición musical de Carlos Piñana, Rau-
del Betancourt y José Torres, con letras de cante de Ja-
vier Latorre en un espléndido directo de Carlos Piñana,
guitarra, Caries Benavente, bajo, José Torres, 2ª guitarra,
la fl auta de Raudel Betancourt, violonchelo de Maríbel
Cabrera, a la percusión Miguel Ángel Orengo y Carmen
Arenas, junto a la voz de Antonio Campos. Con estos ele-
mentos, el desarrollo global de la coreografía es de un
excelente resultado en una obra narrativa llena de estilo,
en la cual los protagonistas componen un elenco bien se-
leccionado ya que la mezcla de los pasos de los diferentes
palos, junto a la estilización de la danza con elementos
de técnica clásica y toque de contemporáneo, resulta
apropiada para cada uno de ellos en todo momento.
Por cierto, la danza también echa de menos a Víctor
Villegas.
La Verdad, jueves 9 de octubre de 2003
253
SONIDO AGRADABLE
Compañía: Ballet Entredanzas. Dirección y Coreografía: Nu-
ria Aparicio. Programa. Sur y Promenade.Lugar: Teatro Romea de Murcia. Jueves 13 de mayo de 2004.
Cuando se dice que la danza es un ritmo mudo para ser visto
no se está refi riendo precisamente a las creaciones de Nuria
Aparicio para el Ballet Entredanzas. Desde su creación en
1995, la línea de las coreografías de esta joven compañía no
ha dejado de sorprender, no sólo por lo original y novedoso
de sus trabajos, sino porque, al menos a mi, siempre me ha
parecido que en ellos el movimiento tiene sonido.
La mezcla de estilos -fl amenco, clásico, contempo-
ráneo sin caer en lo tópico, junto a las castañuelas, el
taconeo de zapato o el vuelo del mantón es una posibi-
lidad tan amplia como arriesgada, que ahora en Sur Nu-
ria Aparicio (que interviene como bailarina) transforma
acertadamente en una amalgama de movimientos desa-
rrollados en fi guras y líneas geométricamente ordenadas,
sin, que lo numeroso de los diferentes grupos, con un
total de veintisiete entregadas bailarinas, desbarate el ca-
non de la coreografía.
Entradas y salidas justifi cadas, mezcla de colores, se-
das que bailan solas, danza en la que un recurso tan sen-
cillo como es un volante de las mangas, prolonga el dibu-
jo de los brazos en el espacio. Todo muy sugerente.
La Verdad, viernes 21 de mayo de 2004.
254
LA PRESENCIA DEL AUSENTE
Compañía Taller del Conservatorio de Danza de Murcia. Pro-
grama: Ritmos. Estreno Nacional. Música: Joaquín Turina; Co-
reografía: José Antonio. Dos escenas de Carmen (La Clase y La
Pelea). Coreografía: Antonio Gades; Maestra de baile: Stella
Arauzo. Música: Gades, Solera, Freire y Lorca-Heredia. XII
Cumbre Flamenca. Teatro Romea de Murcia. Domingo 10 de
abril de 2005.
En el ecuador de la XII edición de la Cumbre Flamenca
de la cam la sesión del pasado domingo fue algo especial
por diferentes motivos. Se trataba de homenajear, in me-moriam, a Antonio Gades, evocando su recuerdo con la
presencia de la danza y del baile, arte, afi ción y actividad
a la que dedicó su vida.
En el acto, presentado por Maria del Amor Olmos, el
presidente de la Asociación Flamenca de la Universidad
de Murcia, D. Andrés Sánchez, hizo entrega de la distin-
ción Patriarca Flamenco, concedida a titulo póstumo a
Antonio Gades, a Faustino Nuñez, en nombre de la Fun-
dación Gades. Así mismo, el Conservatorio Profesional
de Danza entregó sendas placas conmemorativas de la
edición de la Cumbre Flamenca Cam al propio Faustino
Nuñez, a José Antonio Ruiz, director del Ballet Nacional
de España y a Antonio Parra, director de la Cumbre.
El programa de la noche estuvo compuesto por dos
obras. Ritmos, estreno nacional, es una coreografía de
José Antonio, sencilla, en la que la música de Turina per-
255
mite la estilización de un baile en el que se insiste en la
importancia de brazos y la estructura coral de grupos
defi nidos; suavidad en toda la línea coreográfi ca de corte
elegante que se ve con agrado. José Antonio ha sabido
adaptar sus pasos al grupo del Taller del Conservatorio
que, recordamos son alumnos, realizan un acertado y co-
rrecto trabajo profesional.
Más espectacular, la segunda parte reunió la base del
acto-homenaje. Una proyección, Antonio Gades, discipli-na y libertad, inundó el escenario y el teatro de la presen-
cia del ausente, que por momentos estuvo con nosotros,
con su voz y con su baile. Esto daría paso a Dos escenas de Carmen, La Clase, que en Gades siempre aparece como
disciplina obligada y como refl ejo del reconocimiento al
maestro”… aprender a manejar los conocimientos. De
esta escena nada sencilla, Stella Arauzo ha sabido sacar
partido de todos y cada uno de los alumnos, avanzando y
retrocediendo por fi las frente al público que participa en
la escena sin saberlo, ocupando el lugar del espejo, y re-
cibe y devuelve la energía, miradas sostenidas del grupo
atento a correcciones y mejoras constantes. En La Pelea,
segunda escena, extracto de La Tabacalera, cruces de
grupo calculadas al milímetro, circulo, ¡gallos de pelea!,
rabia contenida en percusión en la que cada sonido tie-
ne su acento intencionado y que el zapato prolonga tal
y como Gades decía, prolongación de un sentimiento a
la tierra. En resumen, un buen trabajo en recuerdo a un
buen trabajador de la cultura.
La Verdad, martes 12 de abril de 2005.
256
EL BAILE DE LA GITANILLA
Compañía: La. Ferroviaria. Obra La Gitanilla, de Miguel de
Cervantes. Adaptación: Paco Macià y Santiago Delgado. Mú-
sica: Luis Paniagua. Escenografía: Angel Haro. Coreografía:
Anabel López y Paco Macià.
Viernes 5 de agosto de 2005. Auditorio Parque Almansa. Festi-
val de Teatro Música y Danza San Javier.
El año cervantino, pasado ya el ecuador de las mil y una
quijotescas representaciones de todo tipo, y lo que toda-
vía queda, sigue siendo fuente de inspiración y motivo en
las artes escénicas. De otros personajes de Cervantes la
fi gura de La Gitanilla es una de las más apropiadas para
montajes de teatro-danza sin buscar otra excusa que ella
misma y la descripción que de su baile se hace en la no-
vela (“Preciosa, rica de villancicos, coplas, seguidillas y
zarabandas…”) por lo que Paco Macià, cuyos comienzos
en danza se decantaban por lo contemporáneo, no ha
tenido que transformar el argumento para justifi car su
fuente de inspiración. Si el baile y la música forman par-
te de los entremeses, jácaras y mojigangas del teatro del
Siglo de Oro, el corpus poético de La Gitanilla, su poesía
cantada y romances cantados y bailados, marcan la di-
ferencia de otras novelas ejemplares. Llevada al baile en
1996 por el Ballet Nacional de España con la versión de
José Granero, música de Antón García Abril, nada que
ver con la original adaptación presentada en San Javier
por la Compañía Ferroviaria. Tomando como elemento
257
fundamental la habilidad musical de Preciosa (“La más
única bailaora que se hallaba en todo el gitanismo…”),
Luís Paniagua ha creado unas hermosas melodías, mez-
cla de música española de la época cervantina y arábigo-
andaluza siendo esta última la que defi ne el baile gitano
de Preciosa. Prefi ero utilizar “gitano” y no fl amenco, tér-
mino usado para defi nir el baile a partir del XIX, ya que
aunque la coreografía de Anabel López y Paco Maciá se
acerca a rumbas o buleria y sonido de martinetes es más
bien el baile gitano libre sin ataduras obligadas de “palos”
concretos el que se hace aquí. Formula acertada en esta
muy agradable adaptación en la que se logra la complici-
dad del público desde la divertida entrada a constantes
guiños de participación a lo largo de la obra que intercala
música, poesía, texto y baile en una escenografía de Án-
gel Haro cargada de matices y amplio efecto escénico de
movimiento del juego del agua, otro de los detalles que
contribuye a una Gitanilla que se ve bien.
La Verdad, domingo 7 de agosto de 2005.
258
TODO UN HOMENAJE
la ansiada continuidad de la compañía
murciana de danza se ha hecho firme
Compañía: Murciana de Danza. Dirección: Olivia Bella y Puri
López. X aniversario Homenaje. Teatro Romea de Murcia. Jue-
ves 17 de noviembre de 2005.
Cuando una Compañía de Danza celebra su aniversario,
más que de cumpleaños tendríamos que hablar de odi-
seas, retos y un afán de superación vocacional que hace
posible lo imposible. Cuando hace diez años asistíamos
a la presentación de esta entonces muy joven Compañía,
ya entonces deseábamos la consolidación de los siempre
difíciles comienzos. El panorama de la danza en España,
hay que reconocerlo, no es precisamente un camino de
rosas para nuestros artistas, y en ocasiones los esfuerzos
titánicos para montar espectáculos no ofrecen resulta-
dos que garanticen una continuidad de esas formaciones
artísticas en las que nuestros bailarines encuentran un
lugar para mostrar su arte.
No es este el caso de la Compañía Murciana de Danza,
ya que esta ansiada continuidad se ha hecho fi rme como
pudimos ver la noche del jueves en un Teatro Romea
desbordado por su incondicional público. El programa
elegido fue una cuidada selección de diferentes coreo-
grafías de danza española y fl amenco correspondientes
a cada uno de los cinco espectáculos estrenados en estos
últimos diez años así como un reconocimiento al traba-
259
jo y apoyo de Carlos Piñana, Juanjo Carmona, Antonio
Hernández, Pepón, Antonio M. M. y a todos los bailari-
nes cuya calidad artística y preparación han revalidado
la trayectoria del pasado reciente, augurando un futuro
prometedor.
La Verdad, sábado 19 de noviembre de 2005.
260
ARTE Y ENSAYO
Compañía Erre que Erre. Obra: Escupir en el viento. Espectá-
culo: Escupir en el viento, Proceso de construcción.
Lugar: Espacio O. Caja escénica, Centro Párraga. Murcia. Vier-
nes, 18 de noviembre de 2005.
La actualidad de la danza contemporánea impone una
serie de tendencias en la búsqueda de nuevos modelos y
nuevas experiencias a través de procesos de creación en
los que el arte no es solo el resultado fi nal sino el ensayo
a través del que se llega. Y de esto se trataba la cita con la
Compañía Erre que Erre. El Centro Párraga, su fantástica
Caja escénica del Espacio O fue perfecta para que, en un
ambiente informal e intimo, los bailarines compartieran,
como un ensayo más, los resultados del trabajo realizado
durante el mes de su estancia en Murcia.
Partiendo del motivo de celebración de cumpleaños
ampliable a todo tipo de fi estas y con una buena dosis
de imaginación, la expresión corporal, música, danza,
audiovisuales, fotografía artística, vestuario variopinto,
mobiliario, atrezzo, todo sirve para asistir a un proceso
creativo en el que además de la preparación técnica de
base se impone la disciplina del performace. A diferencia
de otro tipo de danza en la que el espectador solo tiene
que apreciar el movimiento en el espacio, la de Escupir en el tiempo es una danza teatralizada en la que la infor-
mación y sensaciones recibidas pueden ser muy diversas,
adivinando las intenciones de sus creadores o simple-
261
mente dejándote llevar siendo además todo ello discuti-
ble en un coloquio posterior con los interpretes.
Considerando todo esto por ellos mismos como pri-meros apuntes habrá que esperar un año para ver el fi nal
del proceso cuya formula, de momento, se presenta in-
teresante.
La Verdad, domingo 20 de noviembre de 2005.
262
UN MAGNÍFICO CELOSO
Compañía: Carmen y Matilde Rubio (Ballet Español de Murcia).
Obra: “El Celoso”. Coreografía: Javier Latorre, Matilde Rubio. Di-
seño de escenografía: Cristóbal Gabarrón. Música: Carlos Piña-
na, Pablo Barón, Armando García. Adaptación y letras del cante:
Antonio Parra. Guión y asesoramiento: Cesar Oliva. Iluminación:
Francisco Leal. Diseño vestuario: Matilde Rubio. Auditorio Víc-
tor Villegas. Murcia, viernes 25 de noviembre de 2005.
La escenifi cación de textos literarios a través del lenguaje
de la danza no es novedosa, Pero es una modalidad que
requiere además de la técnica y de una adecuada drama-
turgia para contextualizar la historia, el apoyo de una es-
cenografía balletística cuyo concepto en el siglo xx tomó
un giro radical a partir de Picasso, Miró o Cocteau y de
una música hecha para la danza. Todos estos elementos
se encuentran en “El Celoso” del Ballet Español de Mur-
cia, que como inicio de temporada de Danza en el Audi-
torio V. Villegas fue un éxito rotundo y uno de los mejo-
res montajes cervantinos hemos visto. La coreografía de
Javier Latorre, resulta fantásticamente divertida, fresca
y amena sin restar el nivel de un fl amenco que actua-
liza la historia de Leonora, una Carmen Coy entregada,
sublime, increíble artista, y de Felipo De Carrizales, el
viejo celoso extremeño que Francisco Velasco borda ex-
cepcionalmente. Las quince escenas se suceden con una
agilidad escénica que sólo un magnifi co conocedor del
teatro cervantino como es Cesar Oliva podía asesorar
263
en la adaptación de Antonio Parra. Los bailarines, mues-
tran una fuerza y técnica magnifi cas, arropando a Fran-
cis Núñez, Loysa, galán del engaño, una de las estrellas
de la noche sin olvidar a Emilio Serrano en un acertado
cómico guardián. Todo ello con el acompañamiento de
la magnífi ca guitarra de Carlos Piñana, que junto a Pa-
blo Barón, Armando García y otros excelentes músicos
nos deleitaron con creaciones y adaptaciones de las que
solamente una, acompañando el solo de Francisco Velas-
co, resulta pues rompe la unidad del resto. Pero el plato
fuerte del montaje se basa en la grandiosa escenografía
envolvente de Cristóbal Gabarrón, de colores alegres en
contraste con la simbología de la opresión refl ejada tanto
en un vestido como en el encierro de maderas punzan-
tes atravesadas o la belleza de la búsqueda de la libertad
en las sombras del lienzo de una blanca transparencia.
Todo esto nos lleva a la belleza de formas por la que hay
que felicitar a las directoras artísticas, Carmen y Matilde
Rubio.
La Verdad, jueves, 1 de diciembre de 2005.
264
DANZA LIBRE
Espectáculo: Mitsune (danza + video). Coreografía: Marina
Serrano. Producción: Erre que erre.
Música: Martín Fuks. Lugar y fecha: Puertas de Castilla. Mur-
cia, miércoles 15 de marzo de 2006.
Todo es danza. Los gestos a través del movimiento ejecu-
tado de forma rítmica son danza. Y la danza es la forma
más antigua de expresión de sentimientos. Cuando la
danza se realiza para que otros la contemplen se con-
vierte en arte. Gestos, movimiento, ritmo, sentimientos,
espectador, artista, danza libre. De todo ello una coreó-
grafa, Marina Serrano logra como bailarina componente
del grupo Erre que Erre un solo de nueva creación. Par-
tiendo del formato multimedia, la música electrónica de
Martin Fuks acompaña a través de un video, primero, al
personaje de fi cción, Mitsune, que toma vida propia en la
realidad del escenario. Siendo ya algo habitual tanto en
danza como en teatro la utilización de audiovisuales la
difi cultad de la originalidad estriba en el uso que de ellos
se haga. En este caso, primera parte de quince minutos
resulta atractiva en su realización siendo un interesan-
te trabajo de arte-ensayo. Por su difícil resolución de la
transformación de una imagen fi ja, un dibujo, en una
imagen humana, bailada, es original e inquietante en una
realidad que se plasma en la segunda parte, treinta minu-
tos en los que Mitsune-Marina, Marina-Mitsune es un
replica de lo visto en pantalla, con movimientos inspira-
265
dos en su buena preparación de bailarina. El resultado lo
podemos enmarcar como un nuevo tipo de estas nuevas
tendencias de danza de autor en las que el concepto de
movimiento, gesto o ritmo que llega al espectador, para
quien se crea lógicamente, lleva a un planteamiento so-
bre si lo que se pretende, la expresión de los sentimientos
contenidos en una sucesión de viñetas, podría ser inter-
pretado igualmente por un actor o por un bailarín. Yo
tengo mis dudas,
La Verdad, viernes 17 de marzo de 2006.
266
BUEN TRABAJO
Taller Coreográfi co del Conservatorio Profesional de Danza
de Murcia. Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia. Obra:
El sombrero de tres picos. Música: Manuel de Falla. Coreogra-
fía: Antonio Ruiz Soler.
Diseño coreográfi co y vestuario: Pablo Ruiz Picasso. Lugar:
Auditorio Víctor Villegas. Murcia. 28 de abril de 2006
Si se hace camino al andar, el de la danza se hace bailan-
do. Este arte, cuyo Día Mundial se celebra en estas fechas,
es una labor sacrifi cada, larga y dura. Pero todos los es-
fuerzos tienen su compensación. Cuando se trabaja con
tesón, con ilusión y con buenos maestros, los alumnos,
cantera de futuros bailarines, pueden llegar a confi gurar
un plantel espléndido de jóvenes promesas. En este te-
rreno, el Conservatorio Profesional de Danza de Murcia
lleva algún tiempo recogiendo frutos de largos años de
trabajo. Uno de estos ha sido la excelente reposición que
del Sombrero de tres picos del gran Antonio ha podido
hacer ese gran maestro repetidor que es Juan Mata. Una
joya coreográfi ca de la danza española que junto a la co-
rrecta muestra de danzas de Escuela Bolera y estilización
de coreografías cedidas para la ocasión por Mariemma,
José Granero y Teresa Souán pudimos disfrutar en esta
muestra llevada a cabo con toda la dignidad, calidad y
presencia como si de una compañía profesional se trata-
ra. Lo visto la noche del viernes era la conjunción perfec-
ta de muchos detalles. Una buena danza necesita de una
267
buena música, y la de Manuel de Falla fue excelentemen-
te interpretada por la Orquesta Sinfónica. Junto al disci-
plinado cuerpo de baile de alumnos no podemos dejar de
mencionar la brillante colaboración de los artistas invi-
tados, Carmen Coy y Miguel Ángel Serrano, Javier Pala-
cios, Loles Souan o José Luís Navarro como Garduña.
La Verdad, martes 2 de mayo de 2006.
268
SUBIDA A UNOS ZANCOS
Juan Antonio Saorín. Obra: Yo, Eurídice. Lugar: Teatro Romea.
Murcia, sábado 3 de junio de 2006
La danza como expresión artística Siempre ha encontra-
do en la mitología una de sus fuentes inagotables de ins-
piración. Con estos elementos, el mito y la danza, Juan
Antonio Saorín elaboró en su día un trabajo, Yo, Eurí-dice, ahora presentado en el Teatro Romea, y que ofrece
diferentes aspectos traducidos en un resultado original
y creativo. Orfeo/Saorín busca en su danza teatralizada
no a una sino a tres Eurídices. A partir de tres gestos se
genera la coreografía en la que Mariló Molina, con una
amplia belleza de movimiento, es la que era el pasado.
Las capacidades de las bailarinas son aprovechadas ade-
más en otras cualidades como la voz de Marga López,
la Eurídice del presente, mientras que a Pepa Robles, la
Eurídice de siempre, quizás por ello inalcanzable, va y al
fi nal nos la sube a unos zancos. Las tres son una. Para
ello se prescinde de sus caras, de sus vestidos, cuerpos
semidesnudos fundidos entre los que se debate o sobre
los que se lanza en vuelo un ágil Orfeo. Figuras matiza-
das por una cuidada luz. En la obra prevalece la inspira-
ción del texto de base teatral en una narración dancística
en la que todos se mueven con y sin música, ritmos mu-
dos frases construidas a partir de estilos variados cuya
contraste sorprende, y cuesta un poco de asimilar por
la aparente distancia entre los fragmentos elegidos para
269
las diferentes escenas. Original en todo su montaje, esta
Eurídice es una muestra más del importante movimien-
to que en tomo a la danza moderna se está desarrollando
en la Región.
La Verdad, jueves 8 de junio de 2006.
270
QUERIDA PURI
Cuando se cumplen apenas dos meses de la muerte de
Puri López, profesora de danza española del Conserva-
torio Profesional de Murcia, bailarina que fue de aquel
Ballet de la Región y co-directora, junto a Olivia Bella,
de la Compañía Murciana de Danza, el Teatro Romea,
con su aforo lleno hasta la bandera, rinde merecido
homenaje en su memoria. Esta noche, en un acto or-
ganizado por el Conservatorio Profesional de Danza,
Dirección General de Cultura, Enseñanzas de Forma-
ción Profesional e Innovación Educativa, con el reco-
nocimiento de la Asociación Amigos de la Danza de
Murcia, revista Tiempo de Danza y el Sindicato Anpe,
se le otorga la concesión a titulo póstumo de la medalla
al mérito en el trabajo.
En este homenaje, las Compañías Murciana de Dan-
za, Ballet Español de Murcia, Entredanzas y Azahar, los
alumnos del Taller del Conservatorio Profesional de
Danza y la Escuela Superior de Arte Dramático, van a
dedicarle su arte, su baile, ese baile que tanto amaba Puri
para, a través de la danza , de la música, de la poesía, lle-
nar dos horas de recuerdos en un ambiente lleno de ca-
riño hacia una profesional que nos dejó tan pronto, tan
joven, y que supo ganarse el cariño y admiración de su
familia, alumnos y amigos.
La danza española murciana ha alcanzado una catego-
ría reconocida en escenarios importantes. Promociones
de tituladas, bailarinas unas, profesoras ya otras, tienen
271
en común el haber estudiado o compartido una parte de
su formación artística con Puri.
Profesora, compañera, bailarina, hija, esposa, madre
vivió demasiado poco tiempo, siempre es poco, pero aun-
que la realidad de su ausencia sea difícil de admitir, nos
queda en el recuerdo el hecho de que la suya fue una vida
plena, feliz, en la que la danza ocupó un lugar muy im-
portante. Si tal y como se dice de lo que se da se recibe,
pues mucho amor supo dar, ya que ahora va a ser muy
emocionante sentir el enorme cariño con el que todos
los bailarines y participantes en la gala homenaje van a
inundar el escenario del Romea en el que ella tantas ve-
ces bailó o presentó sus trabajos coreográfi cos.
En su recuerdo que suene la guitarra, que repiquen las
castañuelas, que los zapatos rompan el silencio, que en la
belleza de líneas contemporáneas o en un verso afl ore la
emoción contenida. Ahora en tu recuerdo, querida Puri
¡arriba el telón, comienza el espectáculo!
La Verdad, lunes 4 de diciembre de 2006.
272
CUANDO DORMIMOS, DÓNDE VAMOS?
Espectáculo: Carrusel. Compañía: Isabel Lavella. Dirección y
coreografía: Isabel Lavella.Musica: Kromos Quartet y Rodrigo
Leao. Festival de Arte Emergente Alter-Arte.Lugar: Jardín de
Floridablanca, Murcia. Domingo, 3 de diciembre de 2006.
El vanguardismo en la danza resultó en sus orígenes un
movimiento que utilizaba como fuente de inspiración
la refl exión acerca de todo lo que ocurría en su entor-
no y que los artistas proyectaban en sus obras con unos
resultados unas veces mejores que otros. En cualquier
caso siempre fue una vía para las nuevas tendencias en
un estilo que se denominó modern dance o danza con-
temporánea. Hace años también se comenzó a acercar
a la calle el resultado del trabajo de una parte de este
tipo de colectivo dancístico en espacios urbanos al aire
libre, donde el contacto y la energía de la danza llegaba
sin limitaciones propias de otros escenarios. El Festival
de Arte Emergente Alter-Arte de la Región de Murcia,
que se ha celebrado en Murcia desde el 27 de noviembre
a propuesta del Instituto de la Juventud de la Región de
Murcia, en su ultimo día ha tenido en cuenta esta forma
de danza, de la que Isabel Lavella es una creadora de es-
tilo muy personal y que en el espacio del jardín de Flori-
dablanca nos presentó un trabajo coreográfi co basado en
la interpretación libre de imágenes oníricas trasladadas
a un mundo real.
273
Los sentimientos de amor, miedo, la realidad de la
guerra y los temores del ser humano se encuentran en
lucha por la supervivencia, por la libertad. Como en todo
sueño, hay una parte de absurdo del que estos excelentes
bailarines obtienen un interesante trabajo de laboratorio,
con una atractiva puesta en escena que llamó la atención
por su originalidad y atractivo montaje.
Desde la sencillez de las formas de danza contempo-
ránea, Isabel Lavella hace bailar a Magdalena Jiménez,
Alicia Bernal, María Mas y Alberto García Torno, en un
montaje en el que tras una introducción a modo de paseo
entre los árboles y con la utilización de una cama matri-
monial transformada en carrusel giratorio surge el sueño
en el que desde la narrativa coreográfi ca refl exiona acer-
ca de cuando dormimos, ¿dónde vamos? Y la respuesta
es un atractivo Carrusel que llenó el espacio del jardín
de Floridablanca, venciendo admirablemente la difi cul-
tad que el entorno natural siempre supone, un decorado
del que no se puede tocar nada, es lo que hay y punto,
y eso precisamente es lo mas interesante de la historia,
así como también la reacción del público, que aplaudió a
rabiar a los bailarines cuya preparación técnica para este
tipo de danza en la calle requiere también el estar pre-
parados para salir de situaciones arriesgadas, ya que nos
siempre todos van a colaborar y siempre te vas a encon-
trar con el/la impertinente de turno que reclamando su
«derecho» a pasar por donde quiera es capaz de invadir el
terreno. Aparte de esto, todo muy bien.
La Verdad, martes 5 de diciembre de 2006.
274
IMÁGENES TREPADORAS
Compañía: Art Ángeles. Espectáculo: Danza Vertical Digital.
Organiza Concejala de Cultura Ayuntamiento de Cartagena.
Patrocina Dirección General de Cultura Región de Murcia, La
verdad, Instituto de las Artes Escénicas y de la Música. Plaza
del Ayuntamiento de Cartagena. Sábado 10 de marzo de 2007.
El Festival MUDanzas, que ha ido ganando prestigio y
profesionalidad a lo largo de sus cinco años de existencia,
comenzó el sábado su 6º edición con el espectáculo de
vídeo y danza que el coreógrafo Toni Mira (Barcelona
1957) graduado en Danza Contemporánea por el Institu-
to del Teatro y fundador en 1987 de la Compañía Nats-
Nus Dansa ha creado personalizándolo para la ocasión.
Con la colaboración de bailarines de Cartagena, en Art Ángeles la idea era proyectar la danza realizada y grabada
sobre una base escénica, réplica de la fachada del Pala-
cio Consistorial, con las fi guras que sobre ella se desli-
zan, trepan, caminan o se cruzan como ángeles del arte.
Mezcla de danza virtual y de danza real que los mismos
bailarines comenzaban in situ y apareciendo esporádi-
camente desde los balcones para convertirse luego en
imagen.
La idea, muy interesante, ha sido elaborada en tres
días de intenso trabajo (unas diez horas que por tres dan
treinta), un esfuerzo enorme que quizás hubiera necesi-
tado como mínimo de una semanita mas relajada dado
lo ambicioso del proyecto. Como resultado, salvando un
275
retraso de horario previsto por problemas técnicos, te-
nemos una coreografía divertida y de efecto fantástico
cuando se consigue la coordinación de movimientos de
bailarines virtuales colgando de los balcones reales, gi-
rando, saltando en una danza vertical, coincidiendo con
los detalles arquitectónicos usados como referencia, con
planos curiosos y un tanto inquietantes cuando hasta los
falsos graffi tyes dibujados parecen quedar fi jos en la im-
poluta fachada. Claro que esto no hubiera sido una bro-
ma acertada dada la estupenda remodelación del edifi cio
¿no?
Bueno, el trabajo de Toni Mira ha requerido una ardua
tarea: montaje de pasos, ensayos, grabación desde dis-
tintos ángulos, cálculo milimétrico de espacios, estudio
y observación de ornamentación arquitectónica y, ade-
más, esos dichosos problemas técnicos de última hora.
Esfuerzo considerable y nervios, incluidos los de Marga
Amante y Paco Martín, superados sobre la marcha. Buen
ambiente, a pesar de que otras actividades musicales en
el mismo entorno restaran un poco la calidad acústica
que siempre en espacios al aire libre es más complicada.
Todo superado por la buena labor de equipo de este fes-
tival que ha pasado de ser una convocatoria regional a
ocupar un importante puesto como certamen nacional e
internacional muy considerado en el mundo de la danza
contemporánea.
La Verdad, lunes 12 de marzo de 2007.
276
PARA ELLOS, PARA NOSOTROS
Espectaculo: Zona_Mu La Región en Danza. Festival MU-
Danzas. Lugar: Teatro Circo de Cartagena.
Jueves 15 de marzo de 2007.
El colectivo de creadores murcianos en danza contempo-
ránea ofreció, dentro del Festival MUDanzas, una mues-
tra de su trabajo de forma altruista ya que la recaudación
de la noche iba destinada a benefi cio de la Asociación
Apoyo Activo de la Región de Murcia, lucha contra el
vih.
Por el escenario del Teatro Circo, y a modo de gala,
cinco compañías hicieron una única actuación compar-
tiendo el programa en el que Kike Guerrero para Zei-tanschläge buscó su inspiración en torno a fragmentos
operísticos marcados en tonos rojos, mientras que la
de Trini Martínez y Manolo García, Sin más turbación mental, just for fun, fue un contact divertido, camisetas
en cuerpos que no se despegan y risas contagiosas. Luego,
la especial historia narrada y bailada de un cactus en una
piedra y una pompa de jabón (No me importa cuánto me
quieres, sino cómo me quieres y si no me quieres, tam-
poco importa) que en Clavado en el alma deja adivinar
el riesgo de sentirse atraído por algo que puede herir de
forma punzante, claro, y en la que cuando la autora Leti-
cia Ñeco baila a su manera con la de Sinatra, My Way de
fondo, resulta especialmente tierna.
A continuación, pausa-descanso con reivindicativo
277
discurso y minuto de silencio en emocionante homena-
je mientras los rápidos fotogramas proyectados nos re-
cuerdan, ellos, nosotros, vosotros, los veinticinco años
de lucha mundial contra esa lacra que actualmente no
es ya factor de rechazo temible por los que están cerca
de algún afectado (puede ser cualquiera, nos dicen).Con-
tinuando la noche, Dory Sánchez se decantó por comu-
nicar lo difícil que este último año ha sido para ella y
en 365 días, sus fotos de momentos de amistad y familia
desfi lan tan rápido como sus articulados movimientos
bajo un solitario foco. Lectura de diario en penumbra
que desnuda sus más íntimos pensamientos. Y para ter-
minar, el lenguaje visual de las novias, gestos, maneras y
posturas que sustituyen a las palabras, repiten o concre-
tan su signifi cado con matices que la acompañan o bus-
can la contradicción. Eso pretende con su coreografía la
Kinésica de la Compañía Mariló Molina, en la que esper-
pénticas bailarinas tocadas de locas pelucas pasean sus
galas nupciales. Agradecido aplauso de asistentes, ami-
gos y conocidos, y nuestra incombustible y polifacética
Marga Amante de regidora, organizadora y lo que haga
falta. Enhorabuena a todos.
La Verdad, sábado, 17 de marzo de 2007.
DÍA MUNDIAL
Danza en el Campus. Universidad de Murcia. Abril
2006. Joven Ballet Camargo. Foto Carlos Grávalos
281
DANZA Y UNIVERSIDAD.
“Y aprendí que también a la música se puede aplicar lo
que Vitruvio dice con tanta razón de la arquitectura, a
saber: “que los que intentan ejercitarse solo manualmen-
te, sin estudiar, no pueden realizar nada efi cazmente. Y
los que confían sólo en la teoría y en las letras, dan la
impresión de que persiguen la sombra, no la realidad. Por
fi n, los que aprenden una y otra cosa, como adornados
por todas las armas, llegan a conseguir pronto una gran
autoridad en lo que propusieron”. (Francisco Salinas,
1513-1590), Catedrático de Música de la Universidad de
Salamanca).
Durante los días 26, 27, y 28 del pasado mes de marzo
se celebraron en el Centro Coreográfi co de la Comuni-
dad Valenciana las II Jornadas debate en torno a la danza,
Danza y Universidad, que, organizadas por la Federación
Española de Asociaciones de Profesionales de la Danza,
han contado con la participación de profesionales proce-
dentes de distintas comunidades autónomas del Estado,
así como de destacados ponentes pertenecientes a dife-
rentes Universidades españolas. Profesionales de la dan-
za y del ámbito universitario debatieron juntos puntos
de vista como: “un marco legal y razones académicas y
administrativas para la integración del grado superior de
los estudios de conservatorio en la estructura académica
universitaria transformando estos centros en facultades
de danza”, como expuso el profesor Enrique Téllez de la
Universidad de Alcalá, que utilizó la cita de Salinas.
282
futuro
La realidad es que existe una profunda preocupación por
el futuro de los estudios de danza, desarrollo de ese “Gra-
do Superior” aún sin determinar, y si en otras profesiones
el mundo laboral representa un reto difícil para nuestros
jóvenes, los bailarines en general en nuestro país hoy por
hoy se sienten igual de afectados por el paro, la falta de
oportunidades etc. que cualquier otro trabajador. Por lo
tanto, cuanto mayor sea la oferta educativa, Grado Supe-
rior, Licenciatura en Danza, reconocimiento ofi cial del
Titulo de Licenciado Universitario en Danza, (estudios
de postgraduado, posibilidad de la investigación en dan-
za) y la creación e inclusión del citado titulo en el Catálo-
go General de Titulaciones que actualmente imparte la
Universidad española, no será sino igualar las oportuni-
dades del futuro laboral, formativo y académico de nues-
tros estudiantes de Danza. El Día Mundial de la Danza
no está sólo para ver bailar esporádicamente a nuestros
alumnos. Es necesario si queremos alcanzar los mismos
niveles que el resto de Europa, al menos, abrir los ojos y
estar preparados para afrontar una realidad que va más
allá de un par de zapatillas
La Verdad, jueves 29 de abril de 1999.
283
DIA MUNDIAL DE LA DANZA
En Abril de 1727 nacía en Francia Jean-Georges Nove-
rre, quien llegaría a ser uno de los hombres más desta-
cados y célebres de su tiempo. Su obra, Cartas sobre la Danza y los Ballets, uno de los tratados más importantes
sobre danza y pantomima publicada en 1760, marcó un
comienzo en la evolución y desarrollo de la danza acadé-
mica o de escuela que, derivada de las danzas cortesanas
de las fi estas renacentistas llevadas a la corte de Fontai-
nebleau por Catalina de Médicis, se convertiría en lo que
hoy en día conocemos como Ballet.Bailarín, alumno del
gran Dupré, profesor y coreógrafo, aburrido de la rutina
y artifi cialidad de la danza de su época, sus reformas no
llegaron a ser sufi cientemente apreciadas por sus artistas
contemporáneos a los que en vano suplicó que se inspi-
raran en la naturaleza para reemplazar sus estereotipa-
dos gestos convencionales por movimientos racionales
más comprensivos a todos.
En el siglo xviii, en las cortes imperaban tradiciones
vanidosas y artifi ciales en las que los ballets no eran sino
una sucesión de danzas cortas, sin unión ni temática
escénica alguna que podían formar parte de una ópera,
reproduciendo pasos iguales unidos sobre fragmentos
enlazados de música, sin más interés que el de ser un
divertimento agradable y de cuya situación se quejaría
el mismo Jean-Jacques Rousseau en su Diccionario de la música publicado en 1767. Ante un arte que había lle-
gado a ser aburrido y monótono, Noverre preconizó la
284
unidad del tema principal, suprimiendo todo lo que no
le fuera útil, eliminando apariciones de solistas estrellas y concibiendo en sus más de ciento cincuenta creacio-
nes coreográfi cas teorías que se consideran paralelas al
movimiento fi losófi co del xviii y que ya anuncian el ro-
manticismo literario. En la Historia del Ballet, Noverre
representa la invasión de la sensibilidad a expensas de
la danza pura buscando una copia fi el de la naturaleza,
dramas y situaciones de la que deriva el ballet de acción,
compuesto de danzas determinadas bajo una temática
unifi cada, tal y como se defi ne su obra. Bajo su insisten-
cia los entonces afamados bailarines Gaetano Vestris y
Maximiliano Gardel fueron de los primeros, entre 1770
y 1772, en aceptar la eliminación de pelucas y mascaras
usadas hasta entonces en la danza teatral, y el uso de la
pantomima con el rostro descubierto, formula defendida
por los Enciclopedistas y una pura obsesión para Nove-
rre en la interpretación del tema principal de sus ballets.
El vestuario, enormemente recargado y pesado se aligeró
igualmente para proporcionar un mayor lucimiento en
los pasos que conllevaría un avance técnico en saltos y
piruetas.
El alma y la expresión, presentes en el espectáculo de
la danza junto a la pintura y la música, y la renuncia a la
rutina por parte de los bailarines es la formula de Nove-
rre que encontramos de actualidad en la danza del año
2000. Heredera de la cortesana, académica y clásica, los
coreógrafos de fi nales del xx utilizan en sus creaciones
estas recomendaciones, surgidas de la mente de un artis-
ta renovador inconformista, más apreciadas hoy en día
que en su época. La extensión universal de la danza, en
puertas del siglo xxi, es una fuente de creatividad cuya
perdida era tan temida por Noverre. De un continente a
otro, nuevos valores de la coreografía ofrecen sus crea-
ciones despertando la curiosidad y el interés por parte de
285
bailarines y del gran público a quien van destinados los
espectáculos. Ante un cambio de siglo, los movimientos
fi losófi cos literarios siempre han tenido su refl ejo en las
artes como la pintura, escultura, y junto a ellas tanto la
danza como la música no son ajenas al mismo. Son co-
rrientes a veces no exentas de polémicas y desacuerdos
en los que la búsqueda por la representación de senti-
mientos de forma teatralizada, como cuando a principios
del xx con la Consagración de la Primavera con música
de Stravinsky presentaran los Ballets Rusos de Diaguilev
en París llegando a causar escándalo en una sociedad no
preparada para romper con determinados convenciona-
lismos.
Afortunadamente, los grandes creadores continuaron
siendo independientes a la hora de llevar a cabo sus obras,
realizando autenticas maravillas, y tanto la danza mo-
derna, el conservadurismo de los clásicos, innovaciones
futuristas, danza española, o el folklore teatralizado... to-
dos los estilos y escuelas surgidos en los más de doscien-
tos años transcurridos desde el nacimiento de Noverre, han mantenido en su base esa inquietud por la búsqueda
de creaciones novedosas y la transformación moderni-
zada de los elementos básicos de la técnica que en su día
preconizara éste en su día llamado por el célebre actor
inglés David Garrick, Shakespeare de la danza.A su memoria se dedica este Día Mundial celebrado
este año en Madrid, con la Gala que, dedicada a la fi gura
de Manuela Vargas, se celebra conmemorando este 29 de
Abril en el Teatro Albéniz.
La verdad, sábado 29 de abril del 2000
286
PRESENTE Y FUTURO DE LA DANZA
De entre las artes escénicas, la danza en Murcia, el baile,
la fi esta en general ha formado parte de la historia de
nuestra ciudad dejando a su paso como huella del pasa-
do la realidad de un presente en el que más de cuarenta
academias privadas, un Conservatorio Profesional de
Danza y una serie de Compañías y Grupos de carácter
profesional son la actualidad de un futuro prometedor.
En nuestra ciudad la afi ción a la danza como elemento de
ocio y diversión de principios del siglo xx derivó, a partir
de los años cuarenta, en los estudios ofi ciales que han
venido desarrollándose hasta ser hoy en día una carrera
de catorce años dividida en tres Grados, Elemental, Me-
dio y Superior y cuya titulación fi nal tiene la equivalen-
cia a Licenciado Universitario. De estos Grados, el Ele-
mental, cuatro años, puede cursarse tanto privadamente
en Academias autorizadas como de forma ofi cial en el
Conservatorio Profesional, el Grado Medio, seis cursos
divididos en tres ciclos de dos años cada uno, solo se im-
parte en Conservatorios y se estudian dos especialidades,
Danza Clásica y Danza Española.
El próximo curso, al fi nalizar el ultimo ciclo del Gra-
do Medio con el sexto curso, lógicamente los alumnos,
primera promoción en Bachillerato en Danza del actual
Plan, optarán por continuar sus estudios ¡que llevan ya
diez años en ellos! incorporándose al Grado Superior
al igual que otros estudiantes acceden a la Universidad.
Este interés por la danza en Murcia viene de lejos, con un
287
anterior Plan de Estudios a extinguir, manteniéndose en
todo momento la magnifi ca afi ción refl ejada, por ejemplo,
en una estadística que en el año 1982 proporcionaba, en
la entonces Escuela Superior de Arte Dramático y Danza,
la cifra de 1600 alumnos matriculados en Danza. En la
actualidad, veinte años después, no solamente las carac-
terísticas especiales de estas enseñanzas hacen necesa-
rio establecer unas pruebas de acceso, sino que la masiva
asistencia de publico a espectáculos en los que la danza
es protagonista es algo habitual en nuestros escenarios. Y
todo este movimiento en torno a la danza, creado, man-
tenido y trabajado durante décadas con titánico esfuerzo
por parte de sus profesionales espera ahora, algo inquie-
to, la urgente implantación en Murcia de ese Grado Su-
perior que permita a los bailarines que así lo deseen, tan-
to esos nuevos Bachilleres anteriormente mencionados
como los titulados por el antiguo Plan de estudios, ser
nuestros primeros Licenciados en Danza. Contamos con
instalaciones adecuadas, profesorado dispuesto y prepa-
rado y un espléndido Conservatorio en una ciudad en la
que desde hace años la danza ha sabido mantenerse por
encima de todas las difi cultades que podían surgir. No
deberíamos dejar que el futuro de la danza en Murcia se
nos escapase por no haber tenido esa intuición que otras
personas tuvieron al adivinar este nuestro brillante pre-
sente de hoy y patrimonio de mañana. Y entre piruetas,
adagios o arabescos, valga este deseo, bajo el lema Todo
por la Danza, la Danza por Todo, como reivindicación
por benefi cio de nuestros bailarines en este nuevo Día
Mundial de la Danza.
La Verdad, domingo 29 de abril de 2001.
288
DE LA DANZA Y SU HERMOSA HISTORIA, EN EL DÍA MUNDIAL
Atención: “Para sobresalir en el arte de la danza os voy
a dar una idea de los conocimientos que deberíamos
poseer. Hay que ser capaz de ayudarnos del genio, de
la imaginación y del gusto. Es decir, sacar provecho de
las cualidades y el talento que el estudio no puede dar
pero que, innatos en el artista, constituyen su fuerza. El
buen gusto se encargará de la elegancia, el genio creará
la variedad y el ingenio dirigirá la distribución. El ballet
es una especie de máquina construida ingeniosamente
donde todos esos elementos en conjunto y armonía se
combinan y entrecruzan.
Necesita a veces elementos externos, maquinaria que el
maestro de ballets debe saber utilizar como un buen tra-
moyista. Pero cuidado, esto no siempre puede aplicarse en
todos los teatros y lugares y a veces supone gastos inmensos
con espectáculos poco rentables. El estudio de la Anatomía
arrojará claridad sobre los preceptos que deberá dictar a los
alumnos de cuya formación está encargado. Con su ayu-
da descubrirá fácilmente los vicios de conformación o los
defectos adquiridos por el hábito que con tanta frecuencia
se oponen al progreso de los discípulos. La poca aplicación
que los maestros ponen en descubrir la conformación de
sus alumnos (conformación que es tan variada como sus
fi sonomías), es el origen de esas nubes de malos bailarines
que serían menos, sin duda, si se hubiera tenido el talento
de colocarlos en el género que les corresponde.
289
El estudio de la Música. El maestro de ballets que
ignore música fraseará mal las melodías, no captará su
espíritu y no ajustará los movimientos de la danza a los
del ritmo con la precisión y fi nura de oído absolutamente
necesarias, a menos que se esté dotado de una gran sen-
sibilidad auditiva que la propia naturaleza pude otorgar.
Los movimientos y rasgos de la música son los que deter-
minan y fi jan los de los bailarines. Dada la relación que
existe entre la música y la danza un maestro de ballets
puede sacar ventajas del conocimiento práctico de este
arte. La música bien compuesta debe pintar, debe hablar:
la danza, al imitar sus sonidos, será el eco que repita todo
lo que aquella articula.
Hay que tener conocimiento generales de todas las
artes y ciencias que por la relación que guardan entre sí
puede concurrir al embellecimiento y gloria de la danza
Todas esas ramas del saber, artes y ciencias están cogi-
das de la mano y forman una numerosa familia que hace
ilustrarse”.
Estas palabras que bien pudieran haber sido escritas
hoy, pertenecen a las Cartas sobre la danza que publica-
das en 1760 defi nen una parte de las ideas revoluciona-
rias de su autor, Jean Jorge Noverre, bailarín, coreógrafo
y maestro, nacido un 29 de abril de 1727, y que llegó a ser
llamado el Shakespeare de la danza. Su concepto de lo
que debe ser el ballet fue marcando ideas renovadoras y
directrices que llegan hasta nuestros días.
La danza, la más antigua de las artes, ha tenido o a tra-
vés del tiempo y de la historia un desarrollo armonioso al
lado de acontecimientos que marcaban la vida del hom-
bre. Ya fuera de índole religioso, social, festivo o guerrero,
todos los tiempos han tenido entre sus manifestaciones
artísticas a la danza ocupando un lugar preferente sin ser
fue privilegio de clases sociales diferenciadas sino que,
en todos los niveles, siempre tuvo su espacio.
290
alumnos y maestros.
En la actualidad de nuestro siglo xxi, la base del ballet
académico, cuyos orígenes nos fueron dados en la Acade-
mia de la Música fundada en París en 1661 por Luís XIV,
el Rey Sol. Esta base continúa siendo enseñada a nuevas
generaciones de alumnos por los maestros y los jóvenes
bailarines que hoy triunfan en los escenarios serán a su
vez maestros de otros y así sucesivamente ya que la dan-
za es un arte que necesita ser transmitido directamente.
Los principios que en el siglo xviii proclamara Nove-
rre como fundamentales, no han perdido actualidad ni
han quedado obsoletos. La danza debe ser, además de un
bello arte para ser mostrado, una forma de entender la
vida rodeándola de cuanto creativo y hermoso podamos
encontrar en todas las otras artes.
Al margen de todo esto, que puede sonar a fi losofía
fácil, la realidad es que la danza que se hace en nuestros
días debe luchar contra problemas e inconvenientes para
sobrevivir en un mundo cada día más computerizado y
menos artístico. La obtención de resultados rápidos sin
la espera de un trabajo paciente, la competitividad en el
mundo laboral y la prisa por llegar antes que otro es un
contraste interesante con la necesaria práctica paciente
de la danza. Al talento y las aptitudes necesarias hay que
añadir la espera de los años de estudio.
No todos los alumnos que empiezan soportan la pre-
sión a la que son sometidos, ya que la simultaneidad con
la enseñanza obligatoria les obligan a rendir al máximo
en una doble jornada que pocos adultos soportarían,
pero que al menos lo hacen con la esperanza de poder
terminar los diferentes grados que les ofertan los estu-
dios de danza. Este año en el que precisamente celebra-
mos la primera generación de alumnos murcianos que
concluyen brillantemente su Grado Medio regulado por
291
la logse en nuestro Conservatorio Profesional de Dan-
za, sin embargo no tienen, hoy por hoy, la posibilidad de
continuar en Murcia un Grado Superior.
Desde nuestras aulas, donde día a día se estudia y se
baila, los jóvenes bailarines seguirán mostrando su tra-
bajo en escenarios, pero confi amos en que tal y como
defendió en su día Noverre también podamos formar a
buenos maestros. Sin ellos la danza dejaría de existir.
La Verdad, lunes 29 de abril de 2002
292
MURCIA . LA DANZA DE HOY EN DÍA
La danza académica, de escuela, de la que Noverre fue
uno de los grandes maestros del xviii y en cuya memo-
ria se celebra este día Mundial, tuvo en Murcia a lo largo
del pasado siglo su desarrollo y afi anzamiento. El baile
como divertimento en las fi estas sociales, la enorme po-
pularidad del Teatro, el cinematógrafo, las varietés con
cupletistas y bailarines y las compañías de afi cionados
existentes en Murcia desde principios del siglo xx pro-
piciaron el desarrollo del arte de la danza, gozando de
tanta popularidad que desde los años cincuenta empe-
zó a formar parte obligada de la educación de niñas y
adolescentes de un determinado estamento social para,
posteriormente, ir extendiendo su práctica de forma ge-
neralizada.
En los años setenta las academias de baile comenza-
ron su proliferación teniendo en la década de los ochenta
su momento más brillante con más de sesenta escuelas
privadas funcionando, aparte del Conservatorio. Fueron
los años del gida, y la Birlocha, pioneros grupos inde-
pendientes hoy apenas recordados que al igual que aquel
Ballet del Alba, y antes de su desaparición, llegaron a al-
canzar éxitos profesionales abriendo un camino que la
danza española hoy ocupa con el Ballet Español de Mur-
cia, Compañía Murciana de Danza, Entredanzas etc.
La implantación de la l0gse en los noventa, que su-
puso la reforma educativa en las enseñanzas artísticas
293
a nivel nacional de unos planes de estudios desiguales
en cada Conservatorio, originó en la enseñanza privada
una crisis al desaparecer la modalidad de exámenes li-
bres. En Murcia fue un auténtico desastre ya que el nú-
mero de alumnado que anualmente se presentaba para
acceder a una titulación, quedó limitado a los aspirantes
a bailarines matriculados en el Conservatorio de Danza
al tiempo que la reducción de plazas dejaba en la calle a
alumnos sin posibilidad de realizar estudios académicos.
Además, en torno a la práctica de la danza junto a la
numerosa realización de los Festivales fi n de curso se ha-
bía ido desarrollando una importante actividad comer-
cial de la que Pepe Molina hizo historia junto a Carmen,
Rodolfo y Cervantes etc. y que en alguna medida se vio
afectada por la crisis. Ante esta situación algunas aca-
demias optaron por la homologación para equílibrar su
alumnado al de los centros ofíciales y otras continuaron
su labor de formación sin vistas a obtener la titulación.
Falta de previsión
Como resultado de todo esto hoy en día, en el ter-
cer año del siglo xxi, la danza se presenta en nuestra
querida Murcia de la forma siguiente: en la enseñanza
ofi cial, la falta de previsión y poca visión de futuro ha
hecho que conforme se haya ido cumpliendo el calen-
dario previsto en la l0gse, en sus Grados Elemental y
Medio, y en sus especialidades de Danza Clásica, Espa-
ñola, ahora incorporada también la de Contemporánea,
no exista un Grado Superior; contemplado en la Ley,
y de titulación equivalente a universitaria que no se
puede realizar si no es desplazándose a otras ciudades
como Barcelona, Madrid, Valencia, Alicante etc. donde
sí está ya en marcha. Claro que puede que sea una for-
ma de frenar la fi ebre de la titulitos, ya que recuperar
la practica de la danza como complemento de la edu-
cación no es algo tan desproporcionado y los buenos
294
profesionales no tienen por qué estar exclusivamente
en relación con Centros ofi ciales.
Pero también la práctica de la danza tiene unos límites
físicos para los bailarines y a ver qué pasa cuando en un
futuro próximo solamente puedan ejercer la docencia los
titulados. A pesar de todo parece que se abre una nueva
época de afi ción renovada. Las academias privadas am-
plían su oferta de danza académica, que junto a los bailes
latinos y actividades físicas aeróbicas hace que la gente
siga bailando a ritmo frenético. Los colegios incluyen en
sus actividades extraescolares bailes del mundo, cante-
ra de bailarines, y el mundo universitario ha abierto sus
puertas a la investigación.
La Verdad, martes 29 de abril 2003
295
LA DANZA, ALGO MÁS QUE UN ARTE
Esto de los Días Mundiales se puede analizar desde dife-
rentes aspectos. En primer lugar el porqué se celebran. En
el caso que nos ocupa el motivo no es otro que la Danza,
cuya musa Terpsícore baila junto a sus hermanas, musas
de las otras Bellas Artes, en la festiva ronda de la obra de
Andrea de Mantegna, El Parnaso. A continuación tene-
mos la justifi cación de la fecha, y se elige un 29 de Abril
en recuerdo del nacimiento, en 1727, del brillante perso-
naje de la Ilustración, Jean Georges Noverre, defi nido por
el musicólogo Delfín Colomé (quien nos acompañó hace
unos años en este Día) como “nombre mítico en el arte
coreográfi co”, y cuya renovación de la danza en cuanto a
interpretación y estudio supuso una importante aporta-
ción histórica. Quien tenga curiosidad por acercarse a su
obra le recomiendo la lectura de sus Lettres sur la Danse,
cartas que son una auténtica crítica sobre la danza tea-
tral, y que defendió, entre otras muchas teorías, la equi-
paración de la fi gura del coreógrafo con la del escritor:
“Sabed que como maestro de danza me considero igual
a Voltaire como maestro de la escritura” decía, y si bien
puede suponer falta de modestia no hay que olvidar que
se le recuerda como el Shakespeare de la danza.
Luego vienen manifi estos, reivindicaciones etc. de
este Día que, por cierto, los danzantes somos tan “raritos”
que lo celebramos... ¡trabajando!, ¿qué son si no las Galas,
actuaciones, conferencias etc. compartidas con todos los
que quieran acompañarnos?
296
Pero la verdad es que no era de todo esto de lo que
quería hablarles hoy, Día Mundial de los danzantes, ba-lletómanos y afi cionados, y, cómo no, de ustedes, queri-
dos lectores de la sección de danza. Ya que desde hace
más de quince años hemos compartido tantos y tan va-
riados temas danzísticos me gustaría, si me lo permiten,
poder celebrar este cumple-día haciéndoles participes de
unas breves refl exiones, empezando por ejemplo por la
opinión de Nietzsche de que la danza es el único arte
donde el artista se convierte por sí solo en obra de arte, y
que nos revela un aspecto fi losófi co, a veces negado por
las otras Bellas Artes, de la única que, por efímera, pare-
ce estar condenada al olvido. Por otra parte, la danza no
es sólo un ejercicio físico que por motivo de celebración,
religiosa o festiva, el hombre realiza en el tiempo y el es-
pacio ensalzando con ello su espíritu, ni busca la supera-
ción de un record mundial de giros, saltos o equilibrios
portentosos. La danza, como disciplina, no siempre per-
sigue una belleza estética, usando el propio cuerpo como
instrumento en movimientos coordinados por un ritmo,
sino la manifestación más completa de los sentimien-
tos. El acercamiento a la danza no tiene hacerse desde
la perspectiva exclusiva de la técnica sino que ahonda en
aspectos más profundos y puede ser, de hecho lo es, un
complemento al desarrollo de la persona en la diversidad
de su entorno socio cultural. De esta forma se llega a la
conclusión de que la danza es algo más que un arte, es
una forma de vida.
La Verdad, jueves 29 de abril de 2004.
297
NUEVO DÍA MUNDIAL DE LA DANZA
La Danza celebra hoy su día especial en recuerdo de Jean
Georges Noverre, celebérrimo maestro del xviii que
abrió nuevos caminos al arte más antiguo de todos apli-
cando nuevas formas de enseñanza y recomendaciones
en sus famosas Cartas, que hoy en día más de uno debe-
ría, al menos, leer una vez. Si así lo hicieran algunos de
los que dependen decisiones, decretos y leyes por las que
se rigen los danzantes de un arte efímero, que no invisi-
ble, su lectura les llevaría a descubrir que la situación de
la danza no es tan distinta de la de hace unos siglos y que
este hermoso arte está atravesando una etapa no muy
brillante que no deja vislumbrar un futuro prometedor.
Estamos asistiendo asombrados a un despilfarro im-
parable de bailarines en activo que abandonan nuestros
escenarios por falta de un trabajo que encuentran más
allá de nuestras fronteras, donde son inteligentemente
cuidados. Lugares en los que se valora la danza y su im-
portancia, sociedades en las que la cultura sí forma parte
de la educación. Por otra parte las ultimas conversacio-
nes que «responsables artísticos» están llevando a cabo
en torno a solucionar problemas legislativos de anterio-
res titulaciones se paralizan porque, asombrosamente,
unos y otros se tiran piedras sobre su propio tejado y se
impide la solución a la problemática de homologación de
títulos del llamado Plan Antiguo que se necesita urgen-
temente y se exigía por el colectivo afectado desde hace
más de quince años. Por no hablar del Centro de Grado
298
Superior, inexistente en nuestra Región, porque ya esta-
mos cansados de recordar que su vacío obliga a los dan-
zantes del Grado Medio a tener que irse fuera si quieren
terminar sus estudios. (Andá, dirá más de uno, ¿pero es
que el baile se estudia? ¡pues que hagan como yo, que
bailo el aserejé sin haber ido a la escuela!).
En cuanto a la oferta de temporadas teatrales cada vez
se programan menos ballets, menos danza, y cuando lle-
gan sobre todo los clásicos de repertorio se prefi ere ofer-
tas de rebajas adornadas con nombres rimbombantes. Con tal de llenar aforos no importa engañar al público.
Afortunadamente la danza es algo más que un arte, es
una forma de vida, no se cansa en la búsqueda de hori-
zontes y está encontrando ahora nuevos amigos como los
del mundo universitario, hasta ahora discreto, pero que
ha empezado a interesarse por su cultura y su historia al
igual que hace ya el resto de Europa y otros continentes
y que, aunque nos lleven años de ventaja en este terreno,
estamos seguros de que, si nos dejan, podríamos poner-
nos a su altura y llegar a ofrecer un nuevo futuro para
nuestros jóvenes estudiantes. A todos, feliz día.
La Verdad, viernes 29 de abril de 2005
299
DANZA Y TOLERANCIA
«La danza no necesita ni pluma, ni pincel. La única herra-
mienta necesaria es el cuerpo humano, todo movimiento
está impregnado de la danza. El moverse es danzar”. Es-
tas Son algunas de las palabras que nos llegan en el texto
del Manifi esto Internacional de la Danza, este año a car-
go de Norodom Sihamoni, Rey de Camboya.
El arte de la danza sobrevive al paso del tiempo. Su
magia esconde algo más que movimiento, diversión o
entretenimiento. Es una manifestación del sentimiento
humano y como tal puede expresar alegría, dolor, fi esta o
duelo. Los bailarines no son solo aquellos que hacen de la
danza su profesión. David bailó delante del Arca. Cuan-
do Moisés atravesó las aguas las mujeres lo celebraron
con danzas. En Creta, desde niños, la Pyrrica se prac-
ticaba como preparación para las batallas... hay tantos
ejemplos en la historia de la humanidad que sería largo
intentar exponer brevemente el hecho de que la danza,
el baile, el sarao, el baile en sus múltiples manifestacio-
nes, esconde una forma de pensamiento, un arte que sir-
ve para vivir. Disciplina, orden, valoración del esfuerzo
sin el que nada se consigue, superación de difi cultades...
horas, días, años, todo ello acompañado por esa falta de
comprensión de los que, ajenos a su raíz y naturaleza, no
ven en la danza mas que una forma de pasar el tiempo.
La danza demanda la más alta dedicación del cuerpo,
la mente y el alma, dice el Manifi esto. Y ese esfuerzo tie-
ne, para el que la practica como Arte, la recompensa de
300
la valoración que los demás, como espectadores, hagan
de ella. Pero si fuera sólo eso, no habría sobrevivido a
años, siglos, porque se baila para sí mismo además de
bailar para los demás. Como disciplina, modela el cuer-
po y el carácter. Dominio del cuerpo sobre el espíritu. Y
si el avance del mundo necesita de ella como ritual, pues
¿a qué esperarnos para unirnos todos en una Carola, co-
rro mágico que rodeando nuestro estrecho mundo sirva
para entrelazar, unir y estrechar las manos y los cora-
zones de todos aquellos que buscan vivir en paz y com-
prensión?
La Verdad, sábado 29 de abril de 2006
ÍNDICE
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
críticas
Ullate, creador infi nito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Cisne blanco, cisne negro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Una fantasía mágica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Éxito indiscutible de Sara Baras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
Nuevos tiempos, nuevos aires para un gran ballet . . . . . . 24
Un oscilante “Zorba el griego” a cargo del Ballet de Lituania 27
Modernismo innovador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
La danza se viste de fi esta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Osados, atrevidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
El esplendor del romanticismo con “Giselle” y Víctor Ullate 36
Cenicienta por fandangos y bulerías . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Y la danza se hizo hombre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Merecido homenaje a José Carlos Martínez . . . . . . . . . . . . 43
La locura de Sara y su duende fl amenco . . . . . . . . . . . . . . . 46
Duato, escultor del espacio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Blanca del Rey, señora del arte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
El baile de Sara Baras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Cisnes bajo las estrellas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Un desafío a la gravedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Currantes de primera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Antonio Canales, ese gran provocador . . . . . . . . . . . . . . . . 62
“Cascanueces”, destrozado en el Romea . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Salomé, una belleza maldita. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Un aburrido Lago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Brillante y colorista “Viuda alegre”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
La riqueza estética de la Danza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
El baile de la libertad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
Lirismo surrealista. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
Gracia y movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Ritmo ascendente hacia la belleza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Sonoridad fl amenca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Ilusión de movimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
Pasión y ternura del baile fl amenco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
La Unión rinde homenaje a Antonio Gades . . . . . . . . . . . . 91
Baile explosivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
Clásicos sobre hielo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Soldados de la belleza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Arabescos sonoros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Una pena de “Lago” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Rafael Amargo deja lo mejor para el fi nal . . . . . . . . . . . . . . 105
Duende y técnica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Interesante “Petrouchka” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
Noche de buen ballet en Belluga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
Bailando bajo la lluvia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Aquellos ballets rusos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
En su justa medida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
¿Carnaval?, Carnaval . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Cisnes académicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Santa Cecilia, también en danza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
“Cascanueces”, magnífi co regalo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
Excelente “Don Quijote” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
Flamenco en verso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
Doble éxito de Ullate . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
El quiebro de La Yerbabuena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
María Pagés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
La danza de la muerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
El triunfo del “Tutú” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Placer para los sentidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
Locos por el ritmo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
El vuelo de Ángel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
Un buen “Lago”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
Velada Balanchine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
Demasiado ingenuo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
Esencia sureña. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
Giselle, clásico romántico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
Julieta si, Romeo no . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
Duato hace pensar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
La muerte y la doncella . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
Un vuelo divino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
Jugar con el ritmo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
Curioso Israel Galván . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
Mucha miel en las caderas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
Fusión de sonidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
De la piedra a la seda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
Cóctel Carrasco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175
Una Bayadera aceptable. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
El talento de Mayumana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
No vale cualquier cosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
Más de lo mismo y una de romanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
La alegría de la danza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
Sabor a Sara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188
En memoria de Puri López . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
Que cosa más divertida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
Monsieur Butterfl y. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
Buen comienzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
La danza y Santa Cecilia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201
Castañuelas armónicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
Otra vez no, por favor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
Cómo se divirtieron los niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
¿Eres tú mi príncipe azul? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
Una nueva ‘Coppelia’ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
Desde China, con amor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
Clásicos virtuosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
Viva el tutú. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217
Clows de las danzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
Tú y yo somos tres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
Qué buen rollo el de Muraday . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223
Renglones torcidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
Flamenco nuevo, sabor antiguo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227
Con gracia y arte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230
grupos murcianos
La danza española, de nuevo en el Romea. . . . . . . . . . . . . . 235
15 años del Ballet Español de Murcia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
Divadlo, sugerencias perturbadoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 240
Nuevo espectáculo de Entredanzas,en el Teatro Romea . 242
Bien por el Ballet Español de Murcia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
La Compañía Murciana y José María Cano . . . . . . . . . . . . 246
El Conservatorio de Danza lleva “Cascanueces” al Auditorio
regional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
Flamenco en Verona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
Calidad y estilo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 251
Sonido agradable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253
La presencia del ausente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254
El baile de La Gitanilla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 256
Todo un homenaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 258
Arte y ensayo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 260
Un magnífi co celoso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 262
Danza libre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264
Buen trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 266
Subida a unos zancos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 268
Querida Puri . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
Cuando dormimos, ¿dónde vamos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272
Imágenes trepadoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 274
Para ellos, para nosotros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 276
día mundial
Danza y Universidad.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281
Dia Mundial de la Danza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283
Presente y futuro de la danza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 286
De la Danza y su hermosa historia, en el día mundial . . . 288
Murcia 2003. La Danza de hoy en día . . . . . . . . . . . . . . . . . 292
La danza, algo más que un arte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295
Nuevo día Mundial de la Danza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 297
Danza y tolerancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299