Día del Seminario19 de marzo de 2006

Revista anual del Seminario Diocesano de Osma-Soria «Santo Domingo de Guzmán»

«Aquí estoy, porque me has llamado» (1S. 3,5)

Carta de nuestro Obispo

El día 19 de marzo, en el ter-cer Domingo de Cuaresma, celebra-mos el día del Seminario. La Iglesiaha colocado a los Seminarios, don-de se forman los futuros sacerdotes,bajo la fiel custodia de San José, cuyafiesta litúrgica celebraremos el díaveinte.

La “sequía vocacional”En nuestra Diócesis

tenemos 18 seminaristas enel Seminario Menor y 1 solojoven en el Seminario Ma-yor, que recibirá precisa-mente la ordenación de diá-cono el mismo día de SanJosé. Nuestros seminaristasson un gran regalo de Dios,que acogemos con gozo yagradecimiento. Pero estenúmero de seminaristas esclaramente insuficiente paralas muchas necesidades de laDiócesis y de otras Iglesias,particularmente de aquellasmás pobres y en estado demisión. Todos somos cons-cientes de la “sequía voca-cional” que padecemos. Lasvocaciones sacerdotales sonhoy entre nosotros un bienescaso.

Ante esta situación,escribo a todos los diocesa-nos con preocupación y es-peranza. Con esta carta pas-toral hago un llamamientoapremiante a todos los fieles,pero, especialmente, me di-rijo a los sacerdotes, a las fa-milias y a los propios jóvenes.

Los sacerdotes, promotoresde vocaciones

Todos los sacerdotes debemosser solidarios con el Obispo y corres-ponsables con él en la búsqueda ypromoción de las vocaciones sacer-dotales. La función de los sacerdo-tes en el nacimiento y seguimientode la vocación continúa siendo unamediación querida por Dios. Y estoafecta a los sacerdotes jóvenes, pero

también a los mayores, porque todosestán llamados a hacer presente hoyaquel ministerio de cercanía y ben-dición de Jesús con relación a losniños: “Dejad que los niños se acer-quen a Mí” (Mt 19, 13-15). Y comonos recordaba el venerado Papa JuanPablo II: “Una exigencia imprescin-dible de la caridad pastoral hacia lapropia Iglesia particular y hacia elfuturo ministerial es la solicitud del

sacerdote por dejar a alguien quetome su puesto en el servicio sacer-dotal” (PDV 74).

Queridos hermanos sacerdo-tes: para llevar adelante esta misión,os propongo unas pistas de actuación:

- Tarea prioritaria. Es nece-sario que asumáis como vital la ta-rea prioritaria de la promoción de lasvocaciones sacerdotales en vuestrasparroquias; entre los niños, adoles-centes y jóvenes; con los monagui-llos; en la animación del trabajo con

los catequistas, los educadores y losprofesores de Religión.

- Testimonio alegre. Es im-portante que deis testimonio evan-gélico de vuestra vocación con ale-gría y humildad, aun en medio de lasdificultades y cruces de la vida; a laalegría se opone la tristeza, no la cruzy el sufrimiento. No tengáis miedo ycomplejo de hablar de vuestra voca-ción a los jóvenes.

- Cercanía y dialogocon los chicos. Acercaos a losadolescentes y jóvenes y ha-cedles una propuesta clara ydirecta para que sean sacerdo-tes. No hay que tener ningúnmiedo de condicionarles o li-mitarles su libertad; al contra-rio, una propuesta concreta,hecha en el momento oportu-no, puede ser decisiva paraprovocar en los jóvenes unarespuesta libre y auténtica.

- La oración, vida desacramentos y dirección espi-ritual. Iniciad a los jóvenes enla vida de oración, donde re-suena de manera viva einterpeladora la llamada delSeñor; llevadles a la participa-ción frecuente en la Eucaris-tía y a la celebración del sa-cramento de la Penitencia; fa-voreced la dirección espiritual,como medio apropiado para eldiscernimiento vocacional.

La familia, “como unprimer Seminario”

La familia cristiana es ver-daderamente “iglesia doméstica”(LG 11). Ella es “como un primerSeminario” (OT 2).

Queridos padres de familia:os propongo estas tareas concretaspara favorecer la vocación sacerdo-tal de vuestros hijos:

-Vida cristiana en clima vo-cacional. Contagiad a vuestros hijosla experiencia de sentirse amados yde amar; transmitidles la fe;educadles en el sentido de la piedad

LAS VOCACIONES SACERDOTALES:TAREA URGENTE EN NUESTRA DIÓCESIS

y la oración, en el amor a Cristo y ala Iglesia, en el espíritu de caridad yde servicio. Todo ello forma el cli-ma favorable para el nacimiento dela vocación (cfr. PDV 41).

- Acogida del don de la vida yde la vocación. Acoged el don de lavida y valorad la vocación sacerdo-tal de alguno de vuestros hijos comoun gran regalo de Dios. Sabed queDios puede colmar de dicha el cora-zón de vuestros hijos, porque la vidasacerdotal es un camino de felicidad.Si Dios os pide un hijo para ser sa-cerdote, ofrecédselo, como hizo Anacon el joven Samuel: ”Ahora se locedo al Señor para todos los días desu vida” (1 S. 1, 28).

- Ingreso en el SeminarioMenor. Orientad a vuestros hijos pe-queños hacia el ingreso en nuestroSeminario Menor de El Burgo deOsma. Es un centro de la Diócesismuy apropiado para la formaciónintegral, donde en un clima sano yalegre, se logra el crecimiento huma-no, cristiano y vocacional de losalumnos. ¡Traed a vuestros hijos alSeminario Menor! Ellos os lo agra-decerán.

- Oración por las vocaciones.Tomad en serio el mandato del Se-ñor: “La mies es abundante y losobreros, pocos. Rogad, pues, al Due-ño de la mies que envíe obreros a sumies” (Mt 9, 38; Lc 10, 2).

Los jóvenes, destinatariosde la vocación

Me dirijo directamente a ti,joven de nuestra Diócesis, y te digo:

- Ponte en actitud de escucharla voz de Dios y dile como el jovenSamuel: “Habla, Señor, que tu sier-vo escucha” (1 S. 3, 9). Y si te ha-bla, contéstale con prontitud: “Aquíestoy, porque me has llamado” (1 S.3, 5).

- Pídele al Señor generosidady valentía para no bajar la miradaante la de Jesús, como el joven ricodel que nos habla el evangelio, queno tuvo el coraje de dejar los bienesmateriales (cfr. Mt 19, 16-22).

- Sé valiente para no quedar-te enredado en la seducción de losplaceres fáciles del mundo y paradejar en la playa de tu vida todos tus

proyectos e ilusiones en que hastaahora venías soñando. ¡Qué difícildejarlo todo, pero, al mismo tiempo,qué alegría sentir en tu corazón lallamada de amor y predilección deJesús, que es tu amigo! ¡Cristo seráentonces el verdadero tesoro de tuvida por el que merece la pena de-jarlo todo! (cfr. Mt 13, 44).

- Te recuerdo las palabras quepronunció el Papa Benedicto XVI alcomienzo de su Pontificado: “Quiendeja entrar a Cristo en su vida nopierde nada, absolutamente nada delo que hace la vida libre, bella ygrande. Sólo con esta amistad seabren las puertas de la vida… Sólocon esta amistad experimentamos loque es bello y lo que nos libera. Élno quita nada y lo da todo. Quiense da a Él, recibe el ciento por uno.Sí, abrid de par en par las puertas aCristo, y encontraréis la verdaderavida” (Homilía, 24 de abril 2005, In-auguración del Pontificado de Bene-dicto XVI).

La Campaña del Día delSeminario, momento de gratitud yde esperanza

Desde esta carta pastoral ex-preso mi gratitud sincera al Rector,Superiores, claustro de Profesores ypersonas de servicio del Seminariopor su sacrificada dedicación y fide-lidad a la tarea confiada; al equipo

de la Delegación de Pastoral Voca-cional, de la Juventud y Universita-ria; a los sacerdotes del presbiteriodiocesano por su interés y desvelopor las vocaciones sacerdotales; a losmiembros de vida consagrada por suapoyo a la obra de las vocacionesdesde la oración y el sacrificio; a lasfamilias por la entrega de sus hijospara el servicio de Cristo y de los her-manos; a todos los diocesanos porvuestra oración y generosa colabo-ración económica para el sosteni-miento ordinario y las obras extraor-dinarias de reforma y rehabilitacióndel Seminario.

Ante la Campaña del Día delSeminario os exhorto a mantenerviva la llama de la esperanza, enmedio de nuestras dificultades y pre-ocupaciones, y a poner nuestra con-fianza en el Señor. La esperanza enDios no defrauda (cfr. Rom 5, 5).“Ante la crisis de las vocacionessacerdotales, la primera respuestaque la Iglesia da consiste en un actode confianza en el Espíritu Santo.Estamos profundamente convenci-dos de que esta entrega confiada noserá defraudada, si, por nuestra par-te, nos mantenemos fieles a la gra-cia recibida” (PDV 1).

A la Virgen María, tan queriday venerada en nuestra Diócesis, lepedimos que nos alcance de su Hijo,Sumo y Eterno Sacerdote, muchas ysantas vocaciones sacerdotales.

Saludo del Rector

El día 19 de marzo, en el III Domingo de Cuaresma, celebraremos elDía del Seminario. La solemnidad litúrgica de san José, modelo de respuestagenerosa a la llamada de Dios, hombre justo y fiel que creyó contra todaesperanza y en silencio cumplió la voluntad de Dios y bajo cuyo patrociniose hallan los Seminarios, se celebrará el día 20.

Un año más os presentamos nuestra Revista “Afán”. Os invitamos aleerla con cariño y atención: encontraréis la Carta Pastoral del Sr. Obispocon orientaciones claras para sacerdotes, familias y jóvenes en la promociónvocacional en nuestra Diócesis; el testimonio de Rubén Tejedor, nuestro úni-co seminarista mayor, que será ordenado diácono, D.m., el día 19; nuestraspáginas centrales dedicadas al Seminario Menor; la crónica del curso contodas las actividades que realizamos en esta casa; la presentación por el di-rector espiritual de la vida de oración y los libros de oración que emplean losseminaristas menores; la información económica ofrecida por nuestro admi-nistrador y, por último, la contraportada llena de informaciones. Nuestra re-vista anual quiere ser un precioso instrumento de evangelización para cono-cer-amar más a esta institución y para que oremos sin cesar por las vocacio-nes sacerdotales.

Este año hemos elegido como lema para nuestra campaña una cita bí-blica: “Aquí estoy, porque me has llamado” (1S. 3,5). Es la respuesta deljoven Samuel a la llamada del Señor, respuesta sugerida por el profeta Elí asu discípulo. La vocación sacerdotal, como cualquier vocación, siempre esdon porque es Dios quien llama-ama primero y da al hombre la propia capa-cidad de responderle en amor. Este diálogo entre el Misterio de Dios y el delhombre siempre puede darse y Dios quiere que se dé. Pero quizás la crisisvocacional que padecemos tiene su causa tanto en la falta de esa relación,que no se quiere dar o se impide, como en la ausencia en nuestras familias ycomunidades cristianas de los que representen a Elí, guías que sean verdade-ros “mistagogos” (los que ayudan y acompañan a que descubramos la propiapresencia del Señor que llama en nuestras vidas).

Debemos realizar una pastoral vocacional específica sin tener miedo apresentar al Señor a nuestros niños y jóvenes y a proponer y acompañar,como Elí, la vocación de los mismos. No debemos en justicia esperar queDios haga todo; de la propuesta y del acompañamiento espiritual de todos, yen especial de los sacerdotes, dependen muchas cosas. Tal vez, quizás, que lahistoria de salvación de un niño o joven se oriente de una manera u otra.

Gracias a todos los cuidáis de esta Casa: con vuestra oración; cuandoos acercáis si se os necesita o simplemente cuando queréis compartir un ratocon nosotros y también cuando dais vuestros bienes para contribuir a su fun-cionamiento diario o a sus obras extraordinarias. Estamos muy contentos devuestra generosidad y entrega. Como os expresamos el año pasado, debemosdejar de lado tantas quejas y recuerdos de otros tiempos que sin pretenderlonos hacen ser “profetas de lamentos” que a nada conducen; por el contrario,debemos ser, más que nunca, “mistagogos y diáconos de la Esperanza” quees Cristo que nunca defrauda. Él es el único Señor al que merece la penaentregar la vida. Dios os bendiga. Feliz Día del Seminario.

Un nuevo Diácono

1. Rubén, háblanos de cómo des-cubriste que el Señor te llamaba alsacerdocio

He de confesar que, si bien enmi caso hubo un momento determi-nante (la experiencia vivida en mi-siones en el verano del 2000), el dis-cernimiento de mi vocación, el ir des-cubriendo lo que Dios quería de mípara que sea plenamente feliz, ha su-puesto un proceso de crecimiento ymaduración.

Proceso en el que he descubier-to, ayudado por numerosas personas(formadores, director espiritual, sa-cerdotes, amigos, grupos parroquia-les) y animado por la gracia y la mi-sericordia divinas, el amor de Diosque me pedía, y me lo sigue pidien-do, que le entregue mi vida a Él y,por amor a Él, la entregue a todoslos hombres.

2. ¿Cómo han sido estos años en elSeminario?

La verdad es que han sido unosaños muy bonitos, con sus luces ysus sombras, desde luego. Pero he dedecir que desde el primer día que lle-gué al Seminario (con mi párroco,Antonio Utrilla, para presentarme alRector) me he sentido, de verdad,como en mi casa, arropado por unagran familia que Dios ponía a mi ladopara ayudarme en mi proceso deidentificación con Cristo y en mi ca-minar hacia el presbiterado.

Tengo que dar muchas graciasa Dios por todo lo que el Seminarioha hecho por mi y por el crecimien-to y madurez de mi llamada al sa-

El 19 de marzo, en la S. I. Concatedral de San Pedro, de Soria, Rubén Tejedor Montón será ordenado diácono pornuestro Sr. Obispo, D. Vicente Jiménez Zamora. Hemos querido preguntarle cómo afronta este decisivo paso en sucamino hacia el sacerdocio.

cerdocio. Gracias a Juan Carlos yJavier, los rectores; a los formado-res Tomás, Gabriel-Ángel, Julián,Ángel, Víctor y, por supuesto a D.Eustaquio; a mis directores espiri-tuales D. Antonio Mínguez y D. Il-defonso; gracias a los profesores ya las señoras que, con tanto cariñoy desde su labor callada, nos hancuidado.

3. ¿Cómo estás viviendo los díasprevios a tu ordenación?

Los estoy viviendo en una pro-funda acción de gracias a Dios porotorgarme un don tan grande y taninmerecido. En mi oración le pido alSeñor, especialmente en estos mo-mentos, que me conceda ser, de ver-dad, diácono, servidor de todos, sinexcluir a nadie, amando a todos ytrabajando para que nuestra Iglesiadiocesana constituya, en medio deesta sociedad dividida y que se alejade Dios, una realidad donde reine lapaz, la verdad, la caridad y, así, to-dos encuentren en ella un motivopara seguir esperando.

4. ¿Qué función tiene encomenda-da el diácono en la Iglesia?

El ministerio diaconal surge enla Iglesia estrechamente ligado a lacaridad (cfr. Hch. 6, 1-7) En la his-toria, a la luz de la Palabra de Dios yde la Tradición y por el Magisterioeclesial, se ha ido perfilando su ac-tual configuración (cfr. Concilio Va-

ticano II, especialmente Lumen gen-tium 29).

Desde esta evolución se puedeconsiderar que el diácono tiene comomisión, especialmente, el servicio enla caridad, en el ministerio de la li-turgia y en el de la predicación de laPalabra de Dios. Así se encarga, porejemplo, de atender a las necesida-des de los más pobres, administrarel Bautismo, asistir a la celebracióndel Matrimonio, proclamar el Evan-gelio o distribuir la Eucaristía y lle-varla a los enfermos.

5. ¿Qué dirías a los jóvenes que seplantean la vocación sacerdotal?

Les diría, porque también me lasdigo a mí mismo, con fuerza y congran cariño, las palabras que nues-tro querido Papa Benedicto XVI nosgritó a los jóvenes de todo el mundoel día que comenzó su ministeriopetrino: “¡No tengáis miedo de Cris-to! Él no quita nada, y lo da todo.Quien se da a Él, recibe el ciento poruno. Sí, abrid, abrid de par en parlas puertas a Cristo y encontraréisla verdadera vida”.

Esto es lo que yo, desde mi po-breza y mi pecado, pero confiandosiempre en la misericordia de Dios,he experimentado y sigo creyendocon fe firme: que Cristo es la únicay verdadera felicidad para el ser hu-mano y que merece la pena entregarla vida a Dios y, por amor a Él, a losdemás, siendo sacerdote.

Nuestro Seminario Menor

¿QUIÉNES PUEDEN SERALUMNOS DE NUESTRO SEMINARIO?

Aquellos niños y jóvenes de la Diócesis que quieran estudiar o estén estu-diando ESO o Bachillerato, presentados por sus familias y sacerdotes.

Igualmente, han de presentar una inquietud por una educación integral queles ayude en sus vidas a nivel humano, espiritual, intelectual.

Y han de querer integrarse, sea como externos o internos, en este centro vo-cacional cristiano para, estudiando lo mismo que los jóvenes de otros centros, des-cubrir si el Señor les llama al sacerdocio.

¿QUÉ ES EL SEMINARIO MENOR?

El Seminario Menor es una comunidad educa-tiva, cristiana, diocesana y vocacional, destinada acultivar las semillas de vocación de aquellos chavalescon inquietudes por descubrir qué es lo que el Señorquiere de ellos y si les llama a ser sacerdotes.

¿QUIÉNES FORMAN LA COMUNIDADDEL SEMINARIO MENOR?

✔ Chicos de nuestros pueblos y ciudad de Soriaque quieren descubrir la vocación a la que el Señor lesllama.

✔ Un equipo de formación (rector, formador, di-rector espiritual, otros sacerdotes) y unos educadores,encabezados por el Sr. Obispo, a quienes éste ha encar-gado la educación y acompañamiento personalizado delos chavales.

✔ El personal de servicio que atiende, con grandedicación, todo lo necesario para la vida de la comu-nidad.

✔ Toda la comunidad cristiana que alienta estatarea formativa, en especial, las familias de los semi-naristas y sus parroquias.

¿DÓNDE ME PUEDO INFORMAR?

✔ Hablando con el sacerdote de tu parroquia.

✔ Pidiendo información por escrito al Seminario.

✔ Visitando nuestro Seminario con tu familia.

✔ Llamando al 975 34 00 00

✔ Escribiendo a: semi.osmasoria@telefonica.net

¿EN QUÉ CONSISTEEL EXTERNADO YEL INTERNADO?

✔ El externado exige es-tar en el Seminario desde las ochoy media de la mañana hasta lasocho de la tarde, de lunes a vier-nes, con asistencia a clase, come-

dor, oración y estudio di-rigido. Junto a esto, la per-manencia de dos fines desemana al mes en el Se-minario. Este régimenestá abierto sólo a la ESO.

✔ El internado con-siste en la permanencia delunes a viernes y convi-

vencias para profundizar en lamadurez de su vida. Esta modali-dad está abierta tanto a la ESOcomo al Bachillerato.

Crónica del curso

La fiesta de San José del año pasado, en puertas de laSemana Santa, vino marcada por un hermoso acto que tuvolugar en la Concatedral de San Pedro, en Soria: la ordena-ción de diácono de nuestro compañero José Sala Pérez.Arropado por su familia, sacerdotes, numerosos amigos ypersonas cercanas a él y al Seminario, recibió, por la im-posición de manos de D. Vicente, nuestro Obispo, el sa-cramento del Orden, en el grado de los diáconos.

caristía. Más tarde visitamos la Seo zaragozana, reciente-mente restaurada, y la Aljafería. La tarde la dedicamos adisfrutar en el Parque de Atracciones desde donde, trasmerendar y rezar Vísperas, regresamos a casa.

A los pocos días, el día 8, celebramos el Día de lasFamilias. Lo hicimos con la Santa Misa, dentro de la cualnuestro compañero Rubén Tejedor fue instituido acólitopor el Sr. Obispo, y con una merienda fraterna.

El año 2005 estuvo dedicado, por expreso deseo delquerido y recordado Juan Pablo II, a la Eucaristía. Por esemotivo, nuestra Diócesis organizó, entre otros actos, unomás solemne en el Seminario, en el que participamos ycolaboramos los seminaristas: la Jornada Diocesana de laEucaristía, el día 4 de junio. D. Vicente presidió una so-lemne Eucaristía en los patios acompañado por gran partedel clero diocesano y por grupos de fieles venidos de to-dos los rincones de la provincia. El acto concluyó con laprocesión con el Santísimo y la posterior bendición en laPlaza de la Catedral burgense.

El mes de junio estuvo marcado por el proceso de exá-menes finales de curso tras el cual, con buenos resultados,gracias a Dios, los seminaristas marchamos unos días acasa antes de comenzar con las distintas actividades pro-gramadas para el verano.

De esta manera, del 8 al 17 de julio, un grupo de no-sotros peregrinó junto con gran cantidad de jóvenes dedistintas parroquias de la Diócesis por toda la provincia,siguiendo una ruta por pueblos con especial vinculación aMaría (al celebrar el año pasado el 150 aniversario de laproclamación del dogma de la Inmaculada Concepción).

Días más tarde, los seminaristas “veteranos” y los nue-vos “fichajes” para este curso estuvimos durante variosdías en El Burgo de Osma en la convivencia de ingreso alSeminario; durante los cinco días que duró gozamos detiempo de oración, de conocernos, de diversión o de de-porte.

Pero el momento más emocionante de todo el veranofue que, algunos de nosotros, los más mayores, además deD. Julián, el formador del Seminario Menor, pudimos par-ticipar, junto con más de un millón de jóvenes de todo elmundo, en la XX Jornada Mundial de la Juventud, que se

Días más tarde, el dos de abril, junto con toda la Igle-sia, vivimos como un momento de intensa tristeza, perode profunda esperanza, la muerte de nuestro Santo PadreJuan Pablo II. Los seminaristas participamos en las Misasque se celebraron en la Catedral y la Concatedral de nues-tra Diócesis y en la Vigilia de oración que los jóvenes or-ganizaron en Soria capital para dar gracias a Dios por lavida y el fecundo ministerio del que fue nuestro Papa du-rante veintisiete años.

La Iglesia de Cristo nunca es abandonada por su Pas-tor. Así lo vivimos también, días más tarde, y nos llenó dealegría el conocer que la Iglesia tenía un nuevo Sucesorde Pedro: el Cardenal Ratzinger que tomaba el nombre deBenedicto XVI. En esos momentos, para dar gracias a Diosy poner en su presencia al nuevo Papa, participamos enlas Eucaristías que se celebraron en El Burgo de Osma,Soria y en la Catedral de Burgos.

Entrado el buen tiempo, el día 2 de mayo, todos losque formamos la comunidad del Seminario realizamos laexcursión anual, en este caso a Zaragoza: seminaristas,profesores, sacerdotes, colaboradores, amigos, etc. Pere-grinamos a la Basílica del Pilar donde celebramos la Eu-

A lo largo del año 2005 nuestro Seminario ha vivido numerosos acontecimientos que hacen de él “el corazón dela Diócesis”.

celebró en Colonia (Alemania) del 11 al 21 de agosto y ala que asistió el Santo Padre. Además tuvimos la enormesuerte de poder estar muy cerca de él en el encuentro quemantuvo con los seminaristas en la iglesia de San Panta-león. Un enorme regalo por el que damos muchas graciasa Dios.

Tras las vacaciones de verano, en las que vivimos muybuenos momentos, regresamos al Seminario para afrontarel nuevo curso escolar y pastoral. Lo inauguramos ofi-cialmente el 24 de septiembre: Lección inaugural sobrecuestiones de ecumenismo por D. Ángel Hernández Ay-llón, profesor de nuestro Seminario Mayor, Eucaristía (enla que Rubén Tejedor fue admitido a las Sagradas Órde-nes), vino español y comida marcaron una jornada llenade buenos deseos y propósitos para el nuevo curso reciéncomenzado.

Y a los pocos días, el 8 de octubre, vivimos otro mo-mento de enorme alegría para toda la comunidad diocesa-na y no sólo para esta casa: José Sala fue ordenado presbí-tero en la Catedral. Al día siguiente, toda la comunidaddel Seminario quiso acompañarle en la Eucaristía que élpresidía por primera vez en su localidad natal, San Leo-nardo de Yagüe.

También en el mes de octubre los seminaristas meno-res tuvieron los Ejercicios Espirituales que dirigió D. Ga-briel-Ángel, director espiritual del Seminario.

El 25 de noviembre celebramos a la patrona de losfilósofos, Santa Catalina de Alejandría, con la Santa Misapresidida por D. Jesús Muñoz, profesor del SeminarioMayor, a la que siguió un ágape fraterno.

Así llegamos a final de año, en el pórtico de la Navi-dad, donde el día 22 de diciembre tuvimos la tradicionalvelada navideña. El Obispo presidió la Misa; después ben-dijo el belén que cada año prepara con gran cariño D. Eus-taquio en los comedores del Seminario para después com-partir la cena con los formadores, profesores y padres. Alfinal de la misma, dimos un cumplido homenaje a D. Euspor sus 25 años de presencia en el Seminario. Empezába-mos así las vacaciones de Navidad, que terminarían el día8 de enero.

Tras los primeros días después de las vacaciones, enplena preparación de los exámenes, el día 28, festividadde Santo Tomás de Aquino, celebramos la memoria de

este gran santo y el cumpleaños de D. Vicente. Toda lacomunidad educativa del Menor, junto con los profesoresdel Seminario Mayor, quiso recordar al santo patrón delos teólogos y acompañar, en un día tan especial, a nues-tro señor Obispo.

El Seminario ha acogido, a parte de estos actos, ungran número de acontecimientos a lo largo del curso ante-rior: los cursos de verano de la Universidad San Pablo-CEU, de Madrid; la Jornada Diocesana de la Familia, eldía 19 de junio; los Ejercicios Espirituales de los sacerdo-tes diocesanos, en la última semana de junio; la celebra-ción del Triduo pascual de un grupo de la RenovaciónCarismática Católica; los retiros y las sesiones de forma-ción para los sacerdotes y, algunas de ellas, también paralaicos; el aula de teología; o la presentación, recientemen-te -el día 10 de febrero-, de la Encíclica de Benedicto XVI«Deus Caritas est».

Igualmente seguimos manteniendo, en el curso pasa-do, la cariñosa y fraterna relación con la Diócesis de Ca-lahorra y La Calzada-Logroño, por medio de nuestro se-minarista mayor que vivió con ellos en el periodo de suformación teológica en la Facultad de Teología de Bur-gos.

Y ahora, el Seminario anda preparando la campañavocacional de este año que culminará, si Dios quiere, eldía 19 de marzo, este año tercer Domingo de Cuaresma,con la ordenación de diácono de Rubén Tejedor.

La vida espiritual en el Seminario

La formación que reciben los se-minaristas en esta Casa de todos quees el Seminario lleva consigo una grandiversidad de matices pues tiene comoobjetivo el desarrollo armónico de lasdistintas dimensiones de la persona-lidad del joven seminarista. Qué dudacabe que la formación humana es fun-damental, es decir, constituye el fun-damento para que las demás puedanservir al crecimiento integral del se-minarista: ciertamente la educación enla responsabilidad, en el respeto de laspersonas y cosas, la integración afec-tiva, el sentido de la solidaridad y otrasmuchas actitudes forman parte de estadimensión humana de la formación delos adolescentes.

A su lado, es preciso destacar tam-bién la formación académica o inte-lectual, particularmente en una socie-dad tan competitiva como la nuestra.Por ello trabajamos para que los chi-cos que aquí se forman tengan cabe-zas “bien amuebladas” que les permi-tan afrontar su futuro, estén donde es-tén, con rigor y competencia.

Pero si hay algo específico de laformación del Seminario en relacióna otros Centros de estudio es su di-mensión espiritual, es decir, la aper-tura a la Trascendencia y la necesi-dad de entrar en diálogo con Dios através, particularmente, de la oración.

De Santa Teresa de Jesús, cas-tellana de alma, son estas palabras:“Si no era acabando de comulgar,jamás osaba comenzar a tener ora-ción sin libro; que tanto temía mialma estar sin él en oración, como sicon mucha gente fuera a pelear. Coneste remedio, que era como una com-

pañía o escudo en que había de reci-bir los golpes de los muchos pensa-mientos, andaba consolada” (Vida,4, 9). Pues bien, si la santa andariegaconsideraba conveniente el recurso aalgún libro, nosotros, pobres apren-dices en este delicado arte, no pode-mos más que secundarla.

Y entre los libros destaca el Li-bro por excelencia, la Biblia, que es,en moderno lenguaje pedagógico,como el eje transversal en la vida deoración del Seminario porque la Pa-labra de Dios informa y penetra cadamomento de oración. La escucha ylectura atenta del Evangelio, particu-larmente, ayuda al seminarista no sóloa conocer los hechos y dichos de Je-sús sino a procurar hacerlos “carne”en la vida cotidiana.

Otro instrumento al servicio de laoración es el libro de la Liturgia delas horas con el que el seminarista seune a la Iglesia orante. Alguien po-dría pensar que los adolescentes sondemasiado jóvenes para “aventurarse”con este tipo de oración y posiblemen-te lleve razón; por eso cada salmo vaprecedido de un breve comentario quelo ilumina y ayuda a sacar el “jugo”que ese texto puede tener para el se-reno discurrir de los días.

Los seminaristas más pequeños,durante sus primeros meses en el Se-minario, son introducidos en la ora-ción con la ayuda de un librito re-

dactado por el Seminario de Logro-ño titulado “Habla, Señor”.

Y nosotros, los formadores delSeminario, nos impusimos el veranopasado un trabajo extra pensando encómo facilitar a los chicos su oraciónpersonal: decidimos redactar un Ora-cional que ponemos también a vues-tra disposición. Se trata de una com-pilación de oraciones con la mentepuesta en que los seminaristas vayangradualmente profundizando en eltrato asiduo con Jesucristo. Y así, alas oraciones de siempre se unen eneste Oracional textos de la Palabrade Dios, salmos, parábolas… que in-ciden sobre los diversos aspectos dela vida cristiana. Se trata de ayudar alos seminaristas a crecer “por den-tro” sabiendo que orar es algo queestá más allá de las pobres indicacio-nes de los libros de oración, pues esel Espíritu de Dios, Maestro interior,quien enseña las más sublimes lec-ciones de oración…

D. Gabriel Ángel es el Director Espiritual del Seminario Menor. Nos habla de las distintas dimensionesformativas y, en concreto, sobre los libros de oración empleados por nuestros seminaristas menores.

Información del Administrador

Toda colaboración de personas particulares, instituciones, parroquias, comunidades serábien recibida y utilizada en la finalidad formativa y cultural que ha tenido durante cuatro siglosesta institución de nuestra Iglesia diocesana y que quiere seguir teniendo en el futuro.

Resumen- Colectas Año 2005

ARCIPRESTAZGOS

Abejar y San Leonardo 3.074,65 €

Ágreda 3.111,37 €

Almarza “Tierras Altas” 1.436,20 €

Almazán 1.960,40 €

Berlanga de Duero 314,00 €

El Burgo de Osma 1.732,23 €

Gómara 1.072,00 €

Medinaceli 1.474,05 €

San Esteban de Gormaz 1.534,00 €

Soria 13.050,68 €

TOTAL 28.759,58 €

DONATIVOS PARTICULARES 33.669,28 €COMUNIDADES RELIGIOSAS 3.167,00 €TOTAL GLOBAL 65.595,86 €

Agradecemosde corazón la ge-nerosa colabora-ción de tantas per-sonas que sientencomo algo muyimportante la for-mación de los fu-turos sacerdotes ynos ayudan con suoración, su presen-cia sincera y suaportación econó-mica sin la cual nopodríamos mante-ner el Seminario.Pueden leer conatención el cuadro

resumen de las colectas y donativos particulares duranteel año 2005 que se dedican al presupuesto ordinario deesta Casa y que ha supuesto la cantidad de 65.595,86 €.

D. Julián Ortega es el Formador del Seminario Menor y el Administrador. Le preguntamos por el informeeconómico del año 2005, así como por las obras realizadas.

Otro capítulo diferente en las cuentas de la Casaes lo que destinamos al presupuesto extraordina-rio dedicado a las grandes obras y no a las reparacio-nes ordinarias. Durante el año 2005 terminamos dereformar la fachada del Seminario (subvencionadaen una pequeña parte por la Consejería de Cultura dela Junta de Castilla y León) y realizamos una impor-tante obra en las despensas y almacenes en la plantabaja, así como continuamos pagando lo debido porlas obras del 2003-2004 de adecuación de aulas, ca-pillas y salas del Seminario Menor y la instalación ypuesta en funcionamiento de la calefacción en estagran Casa con un gran cuarto de calderas general paratodo el edificio. Para estas obras “extraordinarias”dedicamos una campaña especial durante los mesesde diciembre y enero de cada año que llamamos “Túeres el protagonista” y que en el 2005 nos aportó lacantidad de 54.157,59 €. Nos ha sorprendido, de nue-vo, tanta generosidad. ¡GRACIAS!

Como muchos ya saben, hemos iniciado la re-habilitación integral de toda la tercera planta. Esun gran proyecto valorado en torno a 1.275.000 €,subvencionado en 200.000 € por la Consejería deFomento de la Junta de Castilla y León, que dará ungran servicio al Seminario, a la propia Diócesis, asícomo a otras entidades culturales. Esperamos disfru-tarlo el próximo curso pastoral. Como comprende-rán, esta fase es de tal envergadura que ni el Semina-rio ni la Diócesis pueden por sí solas financiar sindesatender gravemente otras necesidades.

VIGILIADE ORACIÓN

Iglesia de S. Juan de Rabanera (Soria)Sábado, 18 de marzo

8 de la tarde

SEMINARIO DIOCESANO«SANTO DOMINGO DE GUZMÁN»

C/ Rodrigo Yusto, 3342300 EL BURGO DE OSMA (Soria)Tfno. 975 34 00 00 - Fax 975 36 80 20E-mail: semi.osmasoria@telefonica.net

DONATIVOS:Puedes hacer tu donativo en tu parroquia

o ingresándolo a nombre de Seminario Dio-cesano en los siguientes nos. de Cuenta:

Caja Duero: 2104-0570-97-3000000114BSCH: 0049-2810-08-1310023720Caja Rural: 3017-0300-29-0000517920

Sagrado Ordendel Diaconado

Rubén Tejedor MontónConcatedral de San Pedro (Soria)19 de marzo de 2006 - 17,30 horas