cuyanos y pililos

29
___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____ 1 “CUYANOS” Y “PILILOS”... EN EL LÍMITE Las relaciones fronterizas argentino-chilenas en la prensa satírica de Chile durante la segunda mitad del siglo XIX Christian Báez A. Marina Donoso R. Daniel Palma A. Maximiliano Salinas C. 1 Resumen El presente trabajo aborda las relaciones chileno-argentinas en un período durante el cual se registraron una serie de problemas limítrofes entre ambos Estados. Los conflictos de la segunda mitad del siglo XIX en torno a la Patagonia o la Puna de Atacama, desataron pasiones y resentimientos mutuos que se reflejaron en virulentas campañas de opinión pública impulsadas por la prensa. A partir de una fuente periodística todavía muy escasamente trabajada en Chile -la prensa humorística-, nos planteamos dar cuenta de los imaginarios que por entonces se crearon en relación a los argentinos en nuestro país. Respecto a la prensa humorística chilena debemos puntualizar que se trata de periódicos caracterizados por un agudo espíritu crítico hacia el sistema imperante, expresado en caricaturas, crónicas jocosas, versos hilarantes y una permanente sátira dirigida contra el poder establecido. Sin embargo, en relación a los problemas limítrofes, esta prensa adoptó un discurso nacionalista y patriotero que contribuyó a exacerbar las animosidades del pueblo chileno contra sus vecinos y, específicamente, contra los argentinos. Nos ha parecido importante detenernos en esta temática, pues creemos que a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX se forjaron diversos estereotipos sobre el “otro”; estereotipos que cada vez que se discuten aspectos fronterizos vuelven a aflorar y que es necesario desterrar de una vez por todas. La prensa humorística chilena en el siglo XIX La fría mañana del 18 de julio de 1858, Santiago despertó con una sonrisa dibujada en los rostros de los lectores tradicionales de la prensa nacional. Sorpresivamente se adhirieron a esta mueca de alegría (e ironía) aquellos que ni siquiera sabían leer. La razón, una gran caricatura del presidente de turno, ministros ad hoc y parlamentarios famosos adornaban las páginas centrales de El Correo Literario, el primer periódico chileno de caricaturas “político, literario, industrial y de costumbres”. 1 Este artículo es fruto de una investigación y reflexión colectivas, si bien los capítulos han sido redactados individualmente por cada uno de los autores.

Upload: pelainho

Post on 12-Dec-2015

220 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Articulo sobre relaciones entre Chile y Argentina a través de prensa satírica.

TRANSCRIPT

Page 1: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

1

“CUYANOS” Y “PILILOS”... EN EL LÍMITE Las relaciones fronterizas argentino-chilenas en la prensa satírica de Chile durante la

segunda mitad del siglo XIX

Christian Báez A. Marina Donoso R.

Daniel Palma A. Maximiliano Salinas C.1

Resumen

El presente trabajo aborda las relaciones chileno-argentinas en un período

durante el cual se registraron una serie de problemas limítrofes entre ambos Estados. Los conflictos de la segunda mitad del siglo XIX en torno a la Patagonia o la Puna de Atacama, desataron pasiones y resentimientos mutuos que se reflejaron en virulentas campañas de opinión pública impulsadas por la prensa.

A partir de una fuente periodística todavía muy escasamente trabajada en Chile -la prensa humorística-, nos planteamos dar cuenta de los imaginarios que por entonces se crearon en relación a los argentinos en nuestro país. Respecto a la prensa humorística chilena debemos puntualizar que se trata de periódicos caracterizados por un agudo espíritu crítico hacia el sistema imperante, expresado en caricaturas, crónicas jocosas, versos hilarantes y una permanente sátira dirigida contra el poder establecido. Sin embargo, en relación a los problemas limítrofes, esta prensa adoptó un discurso nacionalista y patriotero que contribuyó a exacerbar las animosidades del pueblo chileno contra sus vecinos y, específicamente, contra los argentinos.

Nos ha parecido importante detenernos en esta temática, pues creemos que a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX se forjaron diversos estereotipos sobre el “otro”; estereotipos que cada vez que se discuten aspectos fronterizos vuelven a aflorar y que es necesario desterrar de una vez por todas. La prensa humorística chilena en el siglo XIX

La fría mañana del 18 de julio de 1858, Santiago despertó con una sonrisa

dibujada en los rostros de los lectores tradicionales de la prensa nacional. Sorpresivamente se adhirieron a esta mueca de alegría (e ironía) aquellos que ni siquiera sabían leer. La razón, una gran caricatura del presidente de turno, ministros ad hoc y parlamentarios famosos adornaban las páginas centrales de El Correo Literario, el primer periódico chileno de caricaturas “político, literario, industrial y de costumbres”.

1 Este artículo es fruto de una investigación y reflexión colectivas, si bien los capítulos han sido redactados

individualmente por cada uno de los autores.

Page 2: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

2

A esta novedosa modalidad de mostrar la realidad nacional e internacional, se adhirieron numerosas publicaciones durante la segunda mitad del siglo XIX, muchas de ellas con nombres bastante elocuentes de la hilaridad de su contenido o la violencia de sus textos: El Chicote, El Ají, El Ajicito, El Burro, El Cuco, El Diablo, El Jeneral Pililo, El Látigo, El Sinvergüenza, El Times, etc., sumaban más de un centenar de periódicos que variaban desde un par de números hasta algunos cientos. Literatos, dibujantes, poetas, intelectuales de todas las tendencias políticas y religiosas participaron en más de alguna columna hilarante, en más de alguna caricatura que hiciera gala de las debilidades o defectos del contendor. En su mayoría, las imágenes iban acompañadas de estrofas que condimentaban de manera sabrosa lo que ya explicaba de manera elocuente la hábil pluma de los dibujantes.

Sin embargo, la relación tan productiva entre la prensa y el humor tiene sus primeros antecedentes con el nacimiento mismo de la República de Chile. En vísperas de la reunión del congreso en 1811, circularon en Santiago algunas glosas contra aquellos que participaron en esta primera reunión cívica (especialmente contra José Antonio Rojas, Manuel de Salas y Juan de Dios Vial). En la década de 1820, también circularon ciertas estrofas contra el mismo Bernardo O’Higgins y José de San Martín.

Hacia 1827, en pleno periodo de organización de la república, se puede apreciar la guerra de epítetos y burlas entre El Hambriento –“papel público, sin período, sin literatura, impolítico, pero provechoso y chusco”- y El Canalla. En 1839 ya existía una gran cantidad de periódicos, aunque ninguno superaba los 30 números de continuidad. El Diablo Político fue uno de los más famosos y renombrados de la época, aunque también fue uno de las primeras víctimas del proyecto de restricción a la prensa planteado el año 1839.

La década de 1840 parte con la aparición de una publicación llamada Guerra a la Tiranía, destacando la virulencia y la descarnada representación de personajes públicos connotados: el presidente José Joaquín Prieto era un asno denominado Abraham Asnul, el general Manuel Bulnes aparece siempre borracho como Bulke Borrachey y Ventura Blanco Encalada era Lord Callampa. En palabras de Barros Arana, pilar de la historiografía tradicional chilena, este periódico despertó las risas de los lectores y excitó el desprestigio de los gobernantes. Por otra parte, El Despedazado, “periódico voluntariosos que saldrá cuando se le antoje”, fundado por el canónigo Juan Francisco Meneses en 1844, fue uno de los representantes más conservadores y reaccionarios de sus símiles humorísticos.

Con el decenio de 1850, la instrumentalización que se realizaba de la burla y la procacidad hilarante tenía sus ejemplos bien definidos en las campañas que se realizaron contra la candidatura y posterior gobierno de Manuel Montt. El Amigo del Pueblo, La Barra y El País son algunos de estos ejemplos.

Aunque la lista de publicaciones podría ser bastante más larga y voluminosa, ésta sólo daría cuenta de las disputas ideológicas de una elite que utilizaba la risa (o la sonrisa) de carácter despectivo y burlesco, con el fin de establecer sus propias categorías y relaciones con el poder. Dirigidas a un público

Page 3: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

3

que, en primer lugar, supiera leer y además de ello, con la suficiente capacidad intelectual para relacionar el acontecer cotidiano con el sinnúmero de citas literarias, bíblicas, en otros idiomas, etc., ¿cuál habrá sido el real alcance de la risa (o sonrisa) en la sociedad de la época en la que se realizaban estas publicaciones?. Sin duda fue bastante limitado.

A partir de la década de 1850, con la aparición del humor gráfico expresado en la caricatura, una mayor cantidad de personas pudo acceder a las opiniones que ciertos grupos producían (tomando en cuenta que las visiones que se entregaban en los dibujos correspondían a percepciones bastante parciales del acontecer nacional e internacional). El nivel de información y percepción se socializaba a través de la expresión gráfica.

Al examinar las caricaturas, vemos como en la mayoría de ellas se mantienen claramente definibles los personajes, fácilmente identificables por la mayoría de las personas (además de las situaciones representadas). Además, ocupan una gran parte física de los periódicos revisados (doble página, equivalente a un 50% del periódico). Esto nos permite suponer lo siguiente: - Están dirigidas a una población analfabeta, de carácter netamente popular. - Las situaciones representadas abordan candentes temas de la realidad de la época, que sin embargo no están presentes en toda su vitalidad y magnitud en la mayoría de los textos de historia de Chile (por ejemplo, las ácidas críticas a la iglesia o el nacionalismo exacerbado frente a nuestros vecinos). - Responden a uno de los periodos de la historia de Chile, donde el humor (en el más amplio sentido de la palabra) se manifestó con mayor fuerza y vivacidad.

Muchas veces se ha señalado que el humor político o aquel que comprende a la sociedad en general se convierte en una verdadera vía de evacuación a la contingencia tan tirante de una sociedad moderna. Sin embargo, para el historiador las fuentes objeto de nuestra investigación, pueden llegar a constituirse en un barómetro de la magnitud real de ciertas situaciones en un momento determinado de nuestra vida republicana.

Por otra parte, las restricciones legales que este tipo de prensa sufrió en el Chile decimonónico, nos dan cuenta que el humor también puede ser un arma muy peligrosa en la visión de los que detentan el poder. Ya en los inicios de la prensa humorística, que coincide como hemos visto, con el nacimiento de la república, el Tribunal de Seguridad Pública, en su decreto del 1º de junio de 1811 reprimió la acción de las sátiras dirigidas contra los miembros del congreso. En 1839, Mariano Egaña se encargó de redactar un proyecto de restricción a la prensa, el cual se materializaría con la aplicación de la ley de imprenta, encabezada por el ministro Antonio Varas, el 16 de septiembre de 1846. Sólo el 17 de julio de 1872, se suprimieron las trabas para la prensa.

Si había obstáculos legales para la expresión de ciertas ideas a través de las caricaturas, las restricciones que la iglesia puso a los que consideraba sus adversarios eran feroces. En un estado manejado por el poder civil y eclesiástico a la vez, difícil era la disonancia con los sectores ultramontanos de la sociedad chilena, sobre todo en

Page 4: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

4

los prolegómenos del enfrentamiento entre la iglesia católica y los sectores anticlericales en la década de 1860. No fue casualidad la aparición de uno de los periódicos abiertamente anticlericales en 1867, La Linterna del Diablo, ni tampoco la excomunión de la que fueron objeto diversas publicaciones de uno de los más prolijos editores de periódicos con caricaturas, Juan Rafael Allende.

En fin, la abundancia del material habla por sí misma de su productividad y el relativo éxito que pudo haber alcanzado entre los “lectores” legos y analfabetos de la sociedad chilena del siglo XIX. Sin embargo, la riqueza de estas fuentes no ha sido explotada ni valorada en toda su potencialidad.

¿Será que el tema del humor no cabe dentro de los moldes de la seriedad y disciplina de la historiografía? ¿Será que el cuestionamiento constante de nuestra propia condición humana no es digno de la risa e hilaridad de nuestros semejantes?

Nuestra propuesta es un desafío a rescatar del pasado las percepciones, los conflictos (en su más cruda expresión), los obstáculos cotidianos (minimizados o exagerados por la utilización de las fuentes oficiales o convencionales) de la sociedad chilena durante la segunda mitad del siglo XIX. Además, realizarlo de la manera más entretenida posible. Pensemos qué pasaría con nuestros estudiantes secundarios, si además de leer la historia, pudieran tener el ejercicio del mirarla a partir de las caricaturas. Por otra parte, en una cultura de la imagen, como es la nuestra, el tema y las fuentes cobran una vitalidad sorprendente.

Invitamos, entonces, a mirar las relaciones chileno-argentinas con otros ojos, a humanizar nuestra propia historia y los que la construyeron, a contemplar nuestras diferencias y pequeñeces con la perspectiva del humor. Es una invitación a reírse de nosotros mismos. Las relaciones chileno-argentinas: en la frontera del conflicto

“El estado actual de las relaciones entre Chile y la Argentina es sumamente vidrioso. Lo conceptuamos tan grave, que creemos que sólo por un esfuerzo serio de los estadistas que gobiernan ambos países puede llegar a evitarse el conflicto”.

(Ernesto Quezada. La Política Chilena en el Plata, Buenos Aires,1895).

La historia de las relaciones chileno- argentinas invariablemente nos remite

a la problemática fronteriza, dejando en un plano secundario otras coyunturas como los esfuerzos conjuntos en el proceso de Independencia o la solidaridad nacida entre ambos países frente al intento de España por retomar sus colonias.

El establecimiento de los límites ha sido un proceso tan largo como los cuatro mil doscientos kilómetros de frontera que nos separan. Cada una de las

Page 5: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

5

discrepancias que ha sido necesario resolver, ha implicado difíciles negociaciones entre las autoridades de ambos países. Éstas generalmente fueron acompañadas de un clima de recriminaciones mutuas, especialmente exacerbadas por la prensa, donde ambas partes se acusaban de querer posesionarse, con diferentes métodos y embustes, de lo que no les pertenecía. Este ambiente de desconfianza y recelo llegó a tal punto, que los dos países estuvieron al borde de la guerra en variadas oportunidades.

Los conflictos limítrofes que se desarrollaron entre Chile y Argentina se insertaron en el contexto latinoamericano de consolidación del Estado Nacional. Chile y Argentina experimentaron, durante la segunda mitad del siglo XIX, un fuerte crecimiento económico que les permitió impulsar políticas de expansión y consolidación territorial.

En el caso chileno se mantuvo una política económica fructífera, basada en las exportaciones mineras y en un creciente mercado internacional, acompañado de un férreo dominio oligárquico. Estas condiciones le permitieron al Estado impulsar un proceso de fortalecimiento militar, capaz de iniciar y mantener una expansión territorial que tuvo como consecuencia la incorporación de los territorios de la Araucanía y las provincias de Tarapacá y Antofagasta.

Por otra parte en Argentina, durante la década de 1880, comenzó a manifestarse una creciente prosperidad económica que permitió, junto al ejército y la administración pública, difundir la autoridad del Estado Nacional a todo el territorio. La conformación de un solo ejército no se logró hasta la década de los setenta, época en que el Estado emprendió la expansión de la frontera hacia el sur, teniendo como objetivo la “Conquista del Desierto”.

Sin embargo, los primeros desacuerdos entre ambos países datan de 1840 cuando Chile tomó posesión del Estrecho de Magallanes “en cumplimiento de las órdenes del Gobierno Supremo”2. Este acto de soberanía despertó en la Argentina una rápida respuesta, al sentir menoscabados sus derechos de propiedad y soberanía en la zona. En 1856 se estableció un tratado que dispuso el principio del Uti Possidetis, es decir “ambas partes reconocen como límites de sus respectivos territorios, los que poseían como tales al tiempo de separarse de la dominación española al año de 1810”. Además se comprometieron a resolver en forma pacífica los futuros conflictos y, de ser necesario, recurrir al arbitraje de alguna nación amiga. Con este primer acuerdo no se avanzó en la solución de los problemas de deslinde. Por el contrario, se dio inicio a procesos expansionistas de ambos países.

Desde la década de los setenta las relaciones con Argentina se desenvolvieron en un ambiente de tensión y se llevaron a cabo una serie de negociaciones fallidas en relación con los territorios australes. Paralelo a las negociaciones, surgió otro problema. Julio A. Roca quién estaba a cargo de la comandancia militar de Río Cuarto, encabezó la lucha para someter a los indígenas en el centro y oeste de la Argentina y ocupar militarmente sus territorios en la Patagonia. Tanto Chile como Argentina reivindicaron derechos históricos sobre estas 2 Acta de Ocupación del Estrecho de Magallanes, 21 de septiembre de 1843.

Page 6: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

6

tierras. La situación alcanzó ribetes de agitación, desarrollándose una virulenta campaña nacionalista en la prensa de ambos países, poniendo en alerta de la posibilidad de un rompimiento de relaciones. Mientras el presidente chileno Aníbal Pinto reforzaba el ejército y la escuadra, su par Nicolás Avellaneda dictaba una ley ordenando el avance de la frontera hasta el río Negro.

Con el inicio de la Guerra del Salitre, el escenario de la negociación de los territorios australes cambió. Por una parte, Chile concentró sus esfuerzos en posesionarse de la zona norte como su principal objetivo, postergando a un segundo plano los “territorios que nada valen” en el extremo sur3. Avellaneda, en tanto, decidió no intervenir en el conflicto bélico, reforzando su política de ocupación de la Patagonia y esforzándose por conseguir una solución al diferendo limítrofe entre ambos países.

Finalmente en 1881, en plena Guerra del Salitre, se firmó el acuerdo fronterizo más importante entre Chile y Argentina, en donde se estableció que la línea divisoria pasaría “por las más altas cumbres que dividieran las aguas”. El tratado consagró también el arbitraje como medio de general aplicación para allanar las diferencias que surgieren entre las partes4.

Si bien es cierto el tratado dejó un sinnúmero de problemas por resolver, se convirtió en un avance en la resolución de las discrepancias con nuestros vecinos. En su mensaje al Congreso argentino en 1882, el general Roca expresó: “La cuestión de límites con la República de Chile que tanto preocupaba los ánimos y que había pasado por varias y peligrosas alternativas, quedó amistosamente terminada, como vosotros lo sabéis; y nuestras relaciones con aquella nación descansan ahora en la más completa armonía”5.

Las imprecisiones del tratado, sumado a los problemas de aplicación del principio de la divisoria de aguas, acarrearon una serie de nuevos conflictos. En septiembre de 1898 se convino, por actas suscritas en Santiago, elevar los antecedentes a S.M. Británica para que determinase la línea fronteriza en los tramos en que existía desacuerdo.

Paralelamente, un nuevo conflicto puso en jaque las relaciones chileno-argentinas, pues ambos países reclamaron soberanía sobre la Puna de Atacama. Esta zona, situada en un sector alto y desértico de la provincia de Antofagasta entre el monte Licancabur y el Paso de San Francisco, había sido cedida a Chile de parte de Bolivia a través de la tregua de 1884. Sin embargo Argentina tenía pretensiones sobre esos territorios y Bolivia se manifestaba dispuesta a cedérselos. Chile negó que Bolivia tuviera ese derecho, con lo cual nuevamente se creó un clima de tensión cercano a la guerra. Cumpliendo con el tratado de 1881 la “cuestión de la Puna” fue sometida al arbitraje del Rey de Inglaterra. Solucionado el impassé y superado el peligro de guerra, los presidentes resolvieron encontrarse en la zona del Estrecho de

3 Carta de Diego Barros Arana a Miguel Luis Amunátegui, 30-IX- 1876. 4 VILLALOBOS et Al., t. IV, 1976: 582. 5 Mensaje leído por el presidente Julio A. Roca al Congreso en Mayo de 1882.

Page 7: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

7

Magallanes para manifestar la amistad y el deseo de paz. Allí, el 15 de febrero de 1899, se dio el llamado “Abrazo del Estrecho”.

En medio del arbitraje y del trabajo de los peritos británicos en la Puna de Atacama, se produjeron nuevas tensiones que se resolvieron con los llamados “Pactos de Mayo”. En ellos ambas partes se comprometieron a limitar sus armamentos y establecer una equivalencia del poderío naval, comprometiéndose a no aumentar la flota de guerra durante los cinco años siguientes. La resolución de S.M. Británica fue dada a conocer el 20 de noviembre de 1902, recibiendo Argentina la mayor parte del territorio en litigio. Pero, a pesar de estas negociaciones, la solución de los problemas fronterizos debió esperar muchos años más para ser resuelta definitivamente. “Cuyanos” y “pililos” en la prensa humorística de Chile

Tal como veíamos en el apartado anterior, durante la segunda mitad del

siglo XIX las relaciones chileno-argentinas distaron mucho de ser buenas y estuvieron marcadas por sucesivas fricciones. Esto último quedó nítidamente reflejado en la prensa satírica chilena.

Durante las décadas de 1860 y 1870, el tema de la frontera chileno-argentina, imprecisamente delimitada, cobró gran relevancia y se formaron distintas comisiones para estudiar el asunto. Considerando que la economía chilena estaba orientada fundamentalmente hacia el norte, entre los representantes de ese país comenzó a prevalecer la idea de que la Patagonia carecía de valor y que sería muy difícil acceder a ella. De esa manera, en las negociaciones con Argentina se privilegió la soberanía chilena sobre otras regiones y en julio de 1876 se tomó un acuerdo preliminar en el cual Chile renunció a su intención de apropiarse los territorios indígenas de la Patagonia. Tras este arreglo, gestionado por el ministro plenipotenciario chileno Diego Barros Arana, en la prensa caricaturesca se fustigó duramente la actuación de los personeros chilenos.

“Memoria de relaciones exteriores presentada al Congreso Nacional por el ministro del ramo. “La Constitución me ordena (y ojalá no lo ordenara) presentar ante vosotros la memoria detallada de todo lo que en el año por mi ministerio se haga. Como bien comprenderéis la tarea es más que ardua, Sobre todo si en la suma sale cero, es decir, nada. (...) Del año setenta y seis en el mes de las escarchas, con el objeto de que pudieran ponerse a raya las pretensiones enormes de una República hermana, mandé de representante a don Diego Piernas Largas. (...) Trescientos días después yo recibí un telegrama Que la conducta de Diego sin claridad explicaba.

Page 8: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

8

(...) Pasó algún tiempo, y al fin tuve la noticia exacta Del tratado que Palote con Elizalde firmara. Ese tratado helo aquí, es pieza curiosa y rara De que deben sacar molde los que estudian diplomacia: «Yo, Rufino Elizalde, y yo, Diego Piernas Largas, representante el primero de la argentina comarca, plenipotenciario el otro de una república magna que los hombres de talento produce por toneladas; el subsiguiente convenio firman y al mundo reclaman: Primero.- Chile se obliga, como nación soberana, a ceder a la Argentina toda la terrestre banda que de su actual territorio la cordillera separa. Segundo.- Cede también la colonia Magallánica, Juan Fernández y la Mocha, todas las islas de Pascua, siete octavos del Estrecho y aun la provincia de Talca, siempre que decida el árbitro que es argentina comarca» (...) Ya comprenderéis, señores, que tan leonina jugada Tuvo entre nosotros la desaprobación más amplia. Enviamos a Diego Barros, que de embarrarse no escapa, Una carta de retiro en lacónicas palabras”6.

6 El Sinapismo, Nª2, Santiago, 22 de junio de 1878.

Page 9: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

9

Tal como se señaló anteriormente, el Tratado de Límites entre Chile y

Argentina de 1881, fue el que, en definitiva, estableció los principios básicos que debían regir la demarcación de la frontera entre ambos países. Dicho acuerdo no contó con el beneplácito de los redactores de los periódicos de caricaturas chilenos, quienes se referían al gran robo del que Chile había sido víctima por parte de Argentina. Más aún, con las victorias que se estaban obteniendo en la guerra del salitre contra Perú y Bolivia en mente, parecía inconcebible renunciar tan fácilmente al territorio patagónico. Por lo mismo, para expresar el descontento contra el gobierno se recurrió a la figura del soldado chileno, quien fue utilizado como una especie de vocero del rechazo popular ante la conducta de las autoridades nacionales. Más adelante, en la década de 1890, volveremos a encontrar a esta figura militar en la prensa humorística con el nombre de “Jeneral Pililo”.

Un consejo de gobierno resolviendo la cuestión arjentina

Roca. Mientras don Aníbal Pinto I su ministerio roncan, Yo que no soi boquiabierto, Le robo la Patagonia. Es preciso aprovechar Los días que a esta marmota Quedan de gobierno, porque No tendrá la Arjentina otra Oportunidad mejor

Page 10: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

10

Que la que se ofrece hora De ensanchar su territorio I de estender más sus costas. Un soldado chileno. ¡Esta sí que me ha gustado! ¡Mui bien, Señor! ¡Linda cosa! En lucha que a Chile honra, Conquistamos en el norte Provincias ricas, valiosas, Compradas con nuestra sangre, Aquí al gobierno le roban Territorios por el sur I entrega la Patagonia I deja que la Arjentina Le meta el dedo en la boca! ¡Maldito sea el gobierno Que así mi patria deshonra!7.

Por otra parte, la forma en que se llevaron a cabo las negociaciones en torno a la delimitación de la frontera y al dominio de la Patagonia, refleja la actitud ambivalente con que el Estado chileno enfrentó los problemas limítrofes. En efecto, dependiendo del poderío del vecino y las circunstancias, el trato fue distinto, tal como se puede observar en la siguiente caricatura.

7 El Padre Cobos, Nº42, Santiago, 4 de agosto de 1881.

Page 11: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

11

Una vez concluida la Guerra del Salitre (1883), el triunfo chileno contribuyó a exacerbar el patriotismo y se vivió un marcado nacionalismo en dicho país. Este se expresó a la hora de producirse divergencias sobre el trazado que debía tener la línea fronteriza chileno-argentina en algunos lugares. El sentimiento nacionalista también se apoderó de la prensa caricaturesca, que orgullosamente proclamó a todos los vientos la valentía de los soldados chilenos jamás vencidos y desafió una y otra vez a sus vecinos argentinos. De hecho, en los periódicos humorísticos se observa una actitud jactanciosa y prepotente y se recomendaba a Argentina no involucrarse en conflictos con Chile. Así por ejemplo, valiéndose de la simbólica imagen del cóndor, esta prensa se burló del denominado “león argentino”.

El león arjentino i el cóndor chileno Con miedo a las trampas/ Que tenga el camino Recorre las pampas/ El león arjentino. Al pie de los morros/ Que bordan los Andes Se creen sus cachorros/ Leoncitos ya grandes. Su padre, con esto,/ Se siente orgulloso; I altivo y enhiesto/ Esclama el coloso:

Page 12: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

12

“Con sólo mi raza/ Que es raza bravía Vérame en la plaza/ Santiago algún día. “Si fue Patagonia/ Ayer Araucana Yo haré una colonia/ De Chile mañana. “I al cóndor chileno/ Rival de nosotros Al fin pondré freno/ Cual pongo a mis potros”. I el león da un salto/ De gusto pretende, I el cóndor, de lo alto,/ Así lo reprende: “Desiertos de pastos/ Son hoi tus dominios Donde haces tus gastos/ I tus latrocinios. “Mi nido es pequeño/ I no es un palacio; En cambio soi dueño/ De todo el espacio! “Tendrás prepotencia:/ Más yo sin donaires Cualquier diligencia/ Haré en Buenos Aires. “I en fin si me toca/ Lidiar con canijos, La haré hasta en tu boca/ I en la tus hijos! “No hai sables ni balas/ Leoncillo en tu suelo Que corten mis alas/ Ni atajen mi vuelo! “Los cuicos y cholos/ Llegaron un día Serenos y solos/ Al Santa Lucía, “En donde juraron/ Comer pepitorias Pero ellos soñaron/ Conquistas i glorias. “Pues los bullangueros/ En largo desfile Al fin... prisioneros/ Llegaron a Chile!” El cóndor su vuelo/ Tendió al infinito,

Page 13: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

13

I el león, sin consuelo,/Quedó calladito.8

Otro fuerte dolor de cabeza en las relaciones chileno-argentinas de la

segunda mitad del siglo XIX fue la disputa por la Puna de Atacama. Las crecientes contiendas que en la década de 1890 se registraron en torno a este territorio, sirvieron a los periódicos humorísticos de pretexto para minimizar el poderío transandino, ridiculizar a sus tropas y advertirles que no tendrían el coraje para enfrentarse exitosamente a Chile. Profusamente se difundió la idea de que los “cuyanos”, como se llamaba despectivamente a los argentinos, eran traidores, pero que no constituían un verdadero peligro para el aguerrido ejército chileno. Los versos y caricaturas que presentamos al respecto son muy elocuentes.

8 La Beata, Nº46, Santiago, 26 de octubre de 1894.

Page 14: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

14

Eh! Cuyana! No toques a mi madre!

“En las peruanas cálidas arenas,/ Si el cuyano conserva aún memoria, Recuerde que con sangre de mis venas/ Florecer hice el árbol de la gloria. Rodaron a millares las cabezas,/ Segadas de mi corvo bajo el filo, I admirando mis bélicas proezas,/ Aplaudió el mundo al Jeneral Pililo. Pero, envidiosa la nación cuyana,/ Aplaudió del peruano la perfidia, I hoi a torrentes de su pecho mana/ Sobre Chile el veneno de la envidia. (...) Mendiga de la América la alianza/ De mar a mar, de un polo a otro polo, I así en pandilla tomará venganza/ Del bravo Chile, que la espera solo! I se arman los terríficos Caínes/ I hasta nos piden anjelitos fritos; Pero ya les daremos... adoquines/ Por más que ellos esperen anjelitos... I como la fritanga no te cuadre,/ Vecina, te daré el cólera morbo. Eh! Cuyana, no toques a mi madre,/ Si respeto le guardas a mi corvo”9.

9 El Jeneral Pililo, Nº1, Santiago, 12 de marzo de 1896.

Page 15: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

15

Lo que piden esos niños.

“Al fijar nuestras fronteras/ Pretenden los arjentinos Sean límites andinos/ Las más altas cordilleras. Si con vara china miden,/ Hai que decirles: ¡atrás! ¿Qué más nos piden?/ ¿No piden más? “(...) “Sí, la ambición los inflama,/ I ya en ellos se barrunta La gana de que sin Punta/ Nos quedemos de Atacama. Que somos hombres no olviden/ Los gauchos de Barrabás... ¿Qué más nos piden?/ ¿No piden más? “Su pedir es tan prolífico/ Que tienen por hecho cierto Que les daremos un puerto/ En la costa del Pacífico. En trocitos nos dividen/ Con su chinesco compás. ¿Qué más nos piden?/ ¿No piden más? “¿No exijen esos matones,/ Que se arman con tanto ahínco, Cuatro provincias o cinco,/ I a más, quinientos millones? ¡Con qué talento se espiden/ Los rivales de Caifas! ¿Qué más nos piden?/ ¿No piden más? “Si a nuestra querida hermana/ Le ha dejado el jenio arisco

Page 16: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

16

El mojón de San Francisco,/ Que es de discordia manzana; Si hoy los gauchos con cañones/ I amenazas nos asustan, ¡Que se coman mil mojones,/ A ver si acaso les gustan!”10.

Con el tiempo, las tensiones entre Chile y Argentina aumentaron al punto que ambos países se aprontaron para la guerra. El año 1896 fue particularmente difícil, pues el enfrentamiento bélico parecía inminente. Fue el momento en que el ejército argentino fue víctima de las mayores ridiculeces que puedan imaginarse. Desde el propio general Roca hasta el último recluta, nadie se salvó de las mofas de alto contenido nacionalista que se hicieron en medio de esta complicada coyuntura diplomática.

Un campamento arjentino. Como frondosas callampas/ Se ven por muchos millares Pardas tiendas militares/ De los leones de las Pampas. (...) Nadie en el combate piensa/ En el vasto campamento: Ellos en todo momento/ Tienen labor más inmensa. Más, si nadie en el combate/ Piensa, ¿qué hacen ¡por mi abuela!? ¡¡¡Unos tocan la vihuela,/ Mientras otros toman mate!!! Unos cantan tonadillas/ De la guitarra al compás En tanto que los demás/ Hacen sonar las bombillas. Desde el recluta más bruto/ Hasta mi jeneral Roca No se quitan de la boca/ El baboseado cañuto. Creo que esos hombronazos,/ Altivos como sus potros, Si se baten con nosotros,/ Lo harán sólo a bombillazos. Pero, a la primer descarga/ Que escuchen en un combate, Hallarán caliente el mate/ I la yerba mui amarga; I volarán cual plumillas/ En día de ventolera, Dejando una gran chorrera/ De mates i de bombillas. Nuestro roto, que es canela,/ ¿Temer podrá a esos petates, Que pasan tomando mates/ I tocando la vihuela?11.

10 Íd. 11 El Jeneral Pililo, Nº7, Santiago, 26 de marzo de 1896.

Page 17: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

17

Montados en avestruces, portando siempre una guitarra y el mate con su

bombilla, los soldados transandinos parecían no tener ninguna posibilidad contra el recio militar chileno, fogueado en la Guerra del Salitre.

Las burlas llegaron a tanto, que en una comparación entre el soldado chileno y el argentino, este último salía realmente mal parado.

I) De gaucho a matero Por la fuerza, de la Pampa Se le lleva hasta un cuartel, I soldado se le zampa; Pero con el traje aquel Hace una divina estampa. Con sus barbas de pellón Amasadas con cadillos, Al pobre gaucho en cuestión Le suda hasta el corazón Por sujetar los fondillos. Tal mal trato se le da, Que con crueldad, sus patrones, Que raya en lo feroz ya, Le quitan el chiripá I le ponen pantalones!!!

Page 18: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

18

I el gaucho ve con espanto Que un sarjento se le atraca I sin atender su llanto, Le quita el grueso chamanto I le mete una casaca. Pero luego lo consuela De suerte tan amarilla, Mandándole a un centinela Que le entregue una vihuela, Un mate i una bombilla. I en las lejiones modernas Del Plata, el gaucho a ser viene Causa de burlas eternas, Pues parece que aun tiene Una mula entre las piernas. Ande a pinos, perni-abierto, Cabizbajo i pensativo, Con paso menudo e incierto. ¡Vaya que es soldado vivo Ese gaucho medio muerto!

Page 19: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

19

II) De pililo a soldado Ese tipo sí que es tipo De soldado i de valiente; Desde luego yo anticipo Que, con su marcial equipo, Nadie se le pondrá al frente. Ya en el gañán se adivina Al heroico defensor Del chileno tricolor Que mui pronto en la Arjentina Ha de flamear vencedor.

Page 20: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

20

Venga del monte o del llano, De los Andes o del mar, Vestido de militar Ya parece veterano I no un recluta vulgar. En Chile hasta las señoras Nacen con el vivo anhelo De ser en críticas horas Entusiastas defensoras De este idolatrado suelo! ¿I en un pueblo, do levanta la mujer en alto el rifle, poner invasora planta podrá un pueblo mercanchifle, que toma mate i que canta? Porque conozco el terreno I conozco a mis hermanos, Digo de confianza lleno: ¡Pueden venir diez cuyanos por cada roto chileno! Yo, en tanto, mi corvo afilo, I vengan doscientos mil Contra el Jeneral Pililo, Que ya les sacaré el quilo, El mondongo i el añil!12.

El conflicto bélico logró ser evitado gracias a las negociaciones que culminaron con el llamado “Abrazo del Estrecho”.

12 El Jeneral Pililo, Nº12, Santiago, 7 de abril de 1896.

Page 21: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

21

No obstante, años más tarde, la prensa humorística chilena todavía seguía

mofándose de este acuerdo, sin abandonar el sesgo chauvinista en sus caricaturas. Podemos concluir, entonces, que a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, en Chile se fueron creando y divulgando una serie de estereotipos en relación a los vecinos argentinos, cuyos rastros en algunos casos aún los podemos percibir en nuestros días. Una reflexión final: la expansión nacional y el racismo de la nación en Chile, 1860-1920

En esta breve comunicación hemos querido mostrar el sentido de la prensa satírica chilena en relación con los problemas limítrofes con Argentina a fines del siglo XIX. Queremos hacer ahora unas reflexiones finales en que nos interesa pensar acerca de la idea de nación e identidad nacional que se configuró en Chile durante esa época. Esta noción se vincula íntimamente con el racismo y se expresa en forma muy nítida en relación a las diferencias chilenas con los “otros” (en este caso Argentina)13.

Chile vivió un proceso de expansión nacional entre 1860 y 192014. Este proceso es también el de la creación del nacionalismo moderno de matriz europea

13 Nuestra perspectiva ciertamente es crítica del nacionalismo decimonónico que fundó la actitud

chauvinista de la prensa satírica que aquí presentamos. Una visión que no refleja esa distancia crítica y que aún reivindica la noción de "voluntad guerrera" nacional planteada por Francisco Antonio Encina, puede verse en CRUZ DE AMENÁBAR y ZALDÍVAR, 1996: 105-158.

14 VILLALOBOS et Al., Op.Cit.: 579-824.

Page 22: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

22

que incluyó el racismo, como se aprecia por ejemplo en el pensamiento de E. Renan (1823-1892)15.

El pensamiento nacionalista-racista del siglo XIX concibe al mundo con Europa como la cúspide y los amos de la humanidad, con las características supremas de la razón y la fuerza, la ciencia y el poder militar. Escribió Renan en 1883: “La ciencia es el alma de una sociedad, ya que la ciencia es la razón. Es ella la que crea la superioridad militar y la superioridad industrial”16. Y también había dicho más claramente en 1871: “La naturaleza ha hecho una raza de obreros, que es la raza china...; una raza de trabajadores de la tierra, que es la negra...; una raza de amos y soldados que es la raza europea”17. Con estos argumentos la guerra tuvo un carácter civilizatorio. Desde el nacionalismo-racismo inglés señaló Cecil Rhodes en 1877: “Sostengo que somos la primera nación del mundo, y que cuanto mayor sea la zona terrestre que ocupemos, tanto mejor para la especie humana. Sostengo que cada acre incorporado a nuestro territorio procura el nacimiento de más ingleses de raza de los que de otra forma llegarían a existir”18.

El proceso de expansión nacional chileno del siglo XIX se hizo bajo esta inspiración ideológica nacionalista-racista europea. El afán por ser los ‘ingleses de Sudamérica’, expresión al parecer reconocida por el Times de Londres, se reveló rotundo desde la década del 60 del siglo XIX. Escribió el futuro arzobispo Mariano Casanova desde París en 1865: “Nuestro crédito sube a las nubes. La opinión unánime de Europa nos alaba y bendice,...Todo el mundo nos observa,...La historia, la geografía de Chile están a la orden del día. La inmigración será luego inmensa, y Chile habrá probado que es la Inglaterra del Pacífico, como lo llama el Times”19. Como si no fuera poco, en abril de 1880 el Times de Londres señaló a Chile como la “república modelo”20.

En América del Sur se alzó la identidad nacional de Chile como la reproducción de un país europeo, ejemplo de razón y de fuerza, de inteligencia y poder militar, una raza de amos. Esta autoimagen se construyó vigorosamente entre 1860 y 1920. En 1913 escribió el historiador Alberto Edwards para la enciclopedia ESPASA: “Se les ha llamado [a los chilenos] con justicia los ingleses de la América del Sur...La sangre de los valerosos conquistadores castellanos, unida a la de los indomables araucanos, ha producido ante todo un hombre de guerra, en que subsiste el atavismo de cuatro siglos de nunca interrumpido batallar”21. Ingleses de América del Sur, predominio de la ‘raza blanca’. En 1920 el pedagogo y filósofo liberal Enrique Molina (1871-1964) describió la identidad nacional: “No hay indios bravos

15 Cfr. TZVETAN, 1991. 16 Ibid, pág,148. 17 Id, p.137. 18 Cfr. ELTON, 1948: 527. 19 Carta a Miguel Luis Amunátegui, París, 15.12.1865. 20 “Es evidente que nuestra alta burguesía sintió muy sinceramente aquello de que los chilenos debían ser

los ingleses de la América del Sur...”, HEISE, t. I, 1974: 186. 21 Artículo Chile, en Enciclopedia ESPASA, Madrid 1913.

Page 23: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

23

entre nosotros...ni negros. Fuera de unos pocos miles de indios mas o menos civilizados, el núcleo de la población es de raza blanca homogénea, con un pequeño tanto por ciento de mestizos”22.

Prácticamente la unanimidad de los intelectuales de la elite chilena entre 1860 y 1920 fueron tributarios del pensamiento nacionalista-racista europeo. Para estos productores del ‘saber nacional’ Chile se autocomprendió en los marcos de la raza europea moderna y dominadora del mundo (liberal o conservadora, para este caso dio igual). Mas allá de ese monoculturalismo, estaban los otros, que, como diría Buffon de los árabes o de los tártaros, eran los “sin regla, sin urbanidad y casi sin sociedad”23. En 1871 Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886) pudo homologar entre estos otros bárbaros tanto a los comunistas como a los pehuenches: “[Los comunistas son] salvajes, y mas ignorantes de la práctica de la libertad que los pehuenches andinos”24. Con su estilo satírico, el mismo Vicuña Mackenna, con ocasión de la sublevación mapuche de 1881, se mofó de ellos diciendo que eran aliados de Nicolás de Piérola, el llamado ‘Protector de la Raza Indígena’25.

Las experiencias militares de Chile en la época dieron ocasión de ejercitar con toda agresividad el paradigma del ‘nosotros-superiores/otros-inferiores’, propio del nacionalismo-racismo tributario de la Europa moderna. Entre 1879 y 1883 la Guerra del Salitre contra Perú y Bolivia se concibió en el imaginario de este modo como una gesta “civilizadora” donde un país europeo-superior (Chile) pudo real y legítimamente conquistar a países indígenas-inferiores (Perú y Bolivia).

El intelectual Zorobabel Rodríguez (1839-1901), aún antes de la guerra del salitre, comprendió en los siguientes términos la diferencia entre Chile y Perú a través de sus identidades ‘nacionales-populares’: “[Ocupa] el ‘cholo’ en la sociedad peruana, mas o menos la misma posición que el ‘roto’ en la chilena. Hay no obstante, entre las cualidades de uno y otro notables diferencias. Aquel es por lo general débil de complexión, flaco de piernas y abultado de panza; éste robusto, musculoso y enjuto de carnes; aquél expansivo y casi siempre palangana; éste taciturno y reservado; aquél más artista; éste más esforzado; y aquél en fin un andaluz injerto a indio peruano; éste un vizcaíno injerto en Araucano”26. En esta descripción late todo el racismo de la Europa moderna: el peruano es una metáfora de ‘Oriente’ (lo débil, lo artístico, lo festivo, lo andaluz,...), y el chileno lo es de ‘Occidente’ (lo fuerte, lo serio, lo reservado, lo vasco...). Durante el curso de la guerra Zorobabel Rodríguez pasó a ser un ‘intelectual’ militante de esta antonimia cultural. El daba el sentido cultural y simbólico de la guerra del salitre. En este contexto, Chile era la potencia ‘civilizadora’: “[No] solo Chile ha logrado hacer afortunadamente la guerra a sus poderosos enemigos, sino que ha sabido hacérselas caballerosa, noble y cristiana”27. 22 MOLINA, 1920: 130-131. 23 Cfr. TODOROV, Op.Cit., 124. 24 VICUÑA MACKENNA, 1871. 25 Cfr. El Mercurio, Valparaíso, 4.2.1881. 26 RODRÍGUEZ, 1876: 180. 27 Cómo vamos saliendo de la prueba, editorial de El Independiente, Santiago, 19.12.1879.

Page 24: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

24

Y Perú y Bolivia eran los ‘bárbaros’: “¿Qué es el indio en el Perú y Bolivia? ¡Poco más que una bestia de carga!...Chile ha vencido en la guerra a los aliados del Norte, porque desde antes era ya su vencedor en los torneos de la paz, del trabajo y de la civilización”28.

Las diversas expresiones de la elite intelectual chilena se unieron durante la Guerra del Salitre para fundamentar la superioridad material y espiritual (la fuerza y la razón) de Chile frente a sus enemigos. Entre los intelectuales liberales no puede olvidarse a Benjamín Vicuña Mackenna29. Valentín Letelier (1852-1919) también demostró con sus argumentos laicos que la raza chilena era una raza superior a la de sus enemigos, y que la guerra “se la debía llevar sin contemplaciones, con violencia y aun con crueldad si era preciso...porque ésta era la única forma de anonadar al enemigo...Nada de humanitarismo, exclamaba. En estos casos, ‘la humanidad es la patria y nada más que la patria’...”30.

Los clérigos contribuyeron con su arsenal de imágenes religiosas de ‘guerra santa’. Rodolfo Vergara Antúnez (1847-1914) mostró que Chile era el instrumento de Dios para el castigo del Perú: “[El] hecho es que la ira de Dios ha caído sobre el Perú, así como Chile va guiado en sus empresas por la mano de Dios. Es indudable que pesa sobre ese mísero pueblo una maldición...Es imposible no ver en este conjunto de males la ira de Dios y no comprender que Chile es el instrumento de esa ira. Cuando Dios quiere castigar a un pueblo, suscita a otro pueblo para que sea el brazo de su justicia...”31.

El cura Salvador Donoso (1840-1892) presentó con imágenes uránicas el poderío divino de Chile dispuesto a exterminar a los peruanos: “Si Dios está con nosotros, ¿quién podrá detener el vuelo de ese cóndor audaz que simboliza el empuje de nuestra fuerza? Ha volado desde la cima de los Andes y no volverá a su nido de rocas y de nieve, hasta que no haya despedazado el corazón del Sol que apenas alumbra entristecido el camino por donde huyen los que se llaman sus hijos”32.

La imagen del ‘cóndor audaz’ para referirse a la fuerza de las armas chilenas hizo fortuna en la prensa del momento. Se lee en una editorial de El Ferrocarril: “El soldado chileno, como el cóndor audaz que simboliza las aspiraciones grandiosas del genio nacional, se ha ostentado en las cumbres inaccesibles de Quebrada Honda, a despecho de los obstáculos de la naturaleza y del fuego y metralla de los enemigos”33.

A un nivel más global y sistemático fue el periódico El Mercurio de Valparaíso el que durante la guerra reprodujo con toda su riqueza el imaginario

28 Por qué ha vencido Chile, editorial de El Independiente, Santiago, diciembre 1879. 29 Cfr. sus artículos ¡Arma al brazo y a Lima!, en El Nuevo Ferrocarril, 24.11.1879; ¡Arica caerá!, en El

Mercurio, 31.5.1880; La gran victoria del pueblo, en El Mercurio, 20.1.1881. 30 Cfr. GALDAMES, 1937: 64. 31 La ira de Dios, en El Estandarte Católico, Santiago, 11.6.1880. 32 Homilía en el Te Deum en Valparaíso, en Pascual Ahumada, Guerra del Pacífico, Santiago, 1982, tomo

II, pág.626. 33 El Ferrocarril, Santiago, 30.5.1880.

Page 25: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

25

nacionalista-racista del conjunto de la elite chilena. En sus páginas se construyó el ‘icono’ repulsivo del otro, de las naciones enemigas de Perú y Bolivia como ‘bárbaras’, ‘inferiores’, ‘indignas’, ‘débiles’, ‘viciosas’, ‘licenciosas’, ‘ociosas’, ‘degeneradas’, ‘abominables’, y ‘afeminadas’34. El conjunto de imágenes habla de peruanos y bolivianos como civilizaciones ‘hundidas’ por el empuje de los valores modernos de Occidente. También El Mercurio comparó al Perú con “Babilonia” y a los peruanos con “los persas afeminados”35.

¿Cuál fue la posición frente a Argentina y los argentinos en la época? El imaginario nacionalista-racista volvió a emplearse si bien no con tanta intensidad. El Mercurio se quejó que los países latinoamericanos en general, incluyendo Argentina, se compadecieran del Perú, al afirmar que “las ranas de toda la prensa americana hicieron coro dentro de su pantano a los gritos de despecho de los energúmenos de Lima”36.

34 Véanse los siguientes textos: “[Perú y Bolivia son] países que, después de habernos provocado a una

guerra cruel, se quejan como mujeres de la rudeza de nuestros golpes.” Editorial Chile y sus hermanas, en El Mercurio, 23.11.1880.

“El Perú, como nación autonómica...ya no existe. Solo queda de él un pueblo ignorante, envilecido, desorganizado...Por lo que hace a Bolivia, vuelve a concentrar su poder de tribu bárbara y grosera en el interior de sus serranías. Su suerte está ya trazada en el libro de la Providencia; será todo menos una nación regular...Dicen los historiadores cristianos que las aguas del Mar Muerto testifican el castigo de Dios sobre esas naciones que, como Gomorra, provocaron por sus infamias la cólera celeste. Igual cosa dirán mañana del Perú nuestros nietos...El epitafio del Perú puede quedar contenido en estas pocas líneas: ‘Nueva Sodoma halló el tremendo castigo que merecía. Los chilenos fueron el fuego con que la Providencia quiso consumir su vida licenciosa.’”, Editorial El Perú y Bolivia ya no existen como pueblos, en El Mercurio, 26.11.1879.

35 Cfr. KLAIBER, 1978: 30. 36 El Mercurio, 23.11.1880.

Page 26: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

26

Las dos caras del general Mitre.

En 1881 el periódico La República de Buenos Aires avanzó la teoría de que

los mismos ‘rotos’ ejercerían una presión para hacer la guerra y conquistar nuevas tierras en Argentina. La Nación de Buenos Aires pensaba que el mismo pueblo chileno había convertido la Guerra del Salitre en un “duelo de razas”37. En 1898 ciertos argentinos esgrimieron que a la elite chilena le convenía la guerra para distraer de los problemas sociales internos del país (“en realidad, Chile es una oligarquía disfrazada. Las condiciones económicas actuales de Chile lo amenazan con un sacudimiento profundo -no puede decirse revolución social- de una especie de guerra civil. Para conjurar esa amenaza, sería muy útil a la aristocracia chilena una guerra nacional”38.

Como vemos, en los textos presentados la prensa gráfica satírica de Chile empleó con Argentina los mismos recursos que con los problemas internacionales del norte del territorio. La caricatura del argentino fue el ‘gaucho’ desprovisto de la razón y de la fuerza, los grandes poderes de la Europa moderna dominadora del mundo. El ‘gaucho’ no constituía peligro alguno. El pueblo chileno podía pasar de ‘pililo’ a ‘soldado’, en cambio el pueblo argentino sólo podía cambiar de ‘gaucho’ a ‘matero’, o sea, quedar invariable. Este ‘icono’ se mantuvo en el tiempo.

37 KLAIBER, Op.Cit., 1978: 32. 38 Citado en P.AHUMADA, 1901: 40.

Page 27: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

27

La sin razón cuyana ante la razón chilena. En cambio, Chile podía exhibir tanto la fuerza como la razón, simbolizando

en el ‘cóndor’ la fuerza, y en sus intelectuales como ‘Diego Barros Arana’, la razón. De todos modos, el soldado de Chile pudo representar la ‘civilización’, ya sea a través de su fuerza como de su nobleza.

Resta señalar finalmente que en estos temas la sátira gráfica no se apartó de la ideología nacionalista-racista hegemónica en el país. Si bien en el terreno de la política interna esta prensa pudo emprender una crítica social popular, en el terreno de la política externa de la nación su lenguaje se homologó al de la gran prensa oligárquica como El Mercurio de Valparaíso. De este modo el humor no fue

Page 28: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

28

expresión de la cultura cómica popular sino de la sátira desdeñosa y chauvinista de las elites dominantes39. Bibliografía y fuentes Artículo Chile, en Enciclopedia ESPASA, Madrid, 1913. Acta de Ocupación del Estrecho de Magallanes, 21 de septiembre de 1843. P.AHUMADA, Cómo se nos juzga en la República Argentina, Santiago 1901. Carta de Diego Barros Arana a Miguel Luis Amunátegui, 30-IX- 1876. Isabel CRUZ DE AMENÁBAR et Al., El trazado fronterizo de la caricatura.

Confrontación y cohesión en el proceso limítrofe chileno 1879-1902, en Boletín de la Academia Chilena de la Historia, Año LXIII, N°106, Santiago, 1996, págs.105-158.

Salvador DONOSO, Homilía en el Te Deum en Valparaíso, en Pascual Ahumada, Guerra del Pacífico, Santiago, 1982, tomo II, pág.626.

El Ferrocarril, Santiago, 30.5.1880. Lord ELTON, El imperio británico, Barcelona, 1948. Luis GALDAMES, Valentín Letelier y su obra, Santiago 1937. Julio HEISE, Historia de Chile. El período parlamentario 1861-1925, Santiago,

1974, tomo I. Mensaje leído por el presidente Julio A. Roca al Congreso en Mayo de 1882. Enrique MOLINA, Por las dos Américas, Santiago, 1920. Jeffrey L. KLAIBER, Los cholos y los rotos: actitudes raciales durante la Guerra

del Pacífico, en Histórica, Lima, II, 1, julio 1978. Periódico, El Mercurio, 23.11.1880, 26.11.1879. Periódico, El Sinapismo, Nª2, Santiago, 22 de junio de 1878. Periódico, El Padre Cobos, Nº42, Santiago, 4 de agosto de 1881. Periódico, La Beata, Nº46, Santiago, 26 de octubre de 1894. Periódico, El Jeneral Pililo, Nº1, Santiago, 12 de marzo de 1896; Nº7, Santiago, 26

de marzo de 1896; Nº12, Santiago, 7 de abril de 1896. Zorobabel RODRÍGUEZ, Diccionario de chilenismos, Santiago 1876.

Cómo vamos saliendo de la prueba, editorial de El Independiente, Santiago, 19.12.1879. Por qué ha vencido Chile, editorial de El Independiente, Santiago, diciembre 1879.

Tzvetan TODOROV, Nosotros y los otros, México 1991. Rodolfo VERGARA A., La ira de Dios, en El Estandarte Católico, Santiago,

11.6.1880. Sergio VILLALOBOS et Al., Historia de Chile. Tomo IV, Ed.Universitaria,

Santiago, 1976.

39 “Para el ‘hombre superior’ era de mal gusto una risa franca y desenvuelta. Sólo se debía llegar a la

sonrisa y ésta muy dosificada según las circunstancias” (HEISE, Op.Cit.: 187).

Page 29: Cuyanos y Pililos

___REVISTA DE ESTUDIOS TRASANDINOS N° 4____

29

Benjamín VICUÑA MACKENNA, ¡Arma al brazo y a Lima!, en El Nuevo Ferrocarril, 24.11.1879. ¡Arica caerá!, en El Mercurio, 31.5.1880. La gran victoria del pueblo, en El Mercurio, 20.1.1881. La insurrección del comunismo, en El Mercurio, Valparaíso, 7.6.1871.