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Cultura y tecnologa en el Nuevo Entorno

Tecnosocial

Fernando Sez Vacas

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Primera edicin: Marzo 2011

Poltica de derechos de autor: Fernando Sez Vacas y la Fundacin RogelioSegovia para el Desarrollo de las Telecomunicaciones ponen a disposicin delpblico en general un acuerdo de licencia ColorIURIS AMARILLO que puede acep-tarse on-line para obtener permisos sobre este libro ms amplios a los previstospor la normativa de derechos de autor.

En concreto, previa aceptacin del acuerdo de licencia, se autorizar la reproduc-cin, distribucin y comunicacin pblica para uso privado y sin nimo de lucro,respetando los derechos morales del autor; as mismo se autorizar la transfor-macin siempre y cuando la obra derivada tenga idntica poltica de derechos deautor.

Enlace al acuerdo de licencia online:https://www.coloriuris.net/contratos/800dcee95e6a715022af2db0fd8c620f

Esta obra ha sido editada gracias a la colaboracin de la Fundacin VodafoneEspaa

Edita:Fundacin Rogelio Segovia para elDesarrollo de las TelecomunicacionesCiudad Universitaria, s/n28040-Madrid

Imprime:V.A. Impresores. S.A.

Diseo de cubierta y maquetacin: Rocio Ortega

ISBN (13): 978-84-7402-376-3Depsito Legal: M-11159-2011

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PRESENTACIN

Para la Fundacin Vodafone Espaa es un honor presentar un nuevo trabajo de laFundacin Rogelio Segovia para el Desarrollo de las Telecomunicaciones (FUNDETEL).En este caso, la colaboracin en la edicin del ltimo trabajo del profesor FernandoSez Vacas.

Su autor es, a buen seguro, uno de los tericos ms importantes que han estu-diado y siguen estudiando el nacimiento y desarrollo de la Sociedad de laInformacin y del Conocimiento. Nadie como l ha analizado, de manera tanexhaustiva y profunda, el impacto social y cultural de lo que llama, con mucha for-tuna, Infotecnologa.

Sez Vacas es un doctor ingeniero de telecomunicacin, informtico, catedrtico,investigador, que ha devenido en filsofo y socilogo de la tecnociencia. En laspginas que siguen, podr el lector comprobar el tino con el que el profesor ana-liza la combinacin informacin-tecnologa.

El autor plantea pensamientos originales, propios, que ha ido elaborando a lo largode su fructfera carrera y que ahora, presenta reelaborados con nuevos enfoquesy planteamientos. Con este trabajo, el profesor Sez Vacas abre la teora infotec-nolgica actual, para sacar a la luz la esencia de lo que pasa en la sociedad de lainformacin, relacionando sus elementos en un proceso, que partiendo de lo com-plejo, persigue la simplicidad.

La Fundacin Vodafone Espaa se honra en colaborar en la edicin de este trabajo,que apoya la importante labor de divulgacin de las TIC que lleva a cabo Fundetel,bajo la excelente direccin tcnica del profesor Vicente Ortega. Por todo lo ante-dicho, invitamos a leer este libro a ingenieros, cientficos, filsofos y socilogos; ya todos aquellos profesionales del sector o profanos a l, interesados por el pre-sente tecnolgico y el entorno social en el que se desarrolla.

Fundacin Vodafone Espaa

Presentacin

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ndice

PREFACIO...................................................................................... 9

CAPTULO 1: LOS SIGNIFICADOS OFICIALES DE CULTURA 17EXCLUYEN PRCTICAMENTE AL CONOCIMIENTOTECNOCIENTFICO

1.1 Qu se entiende acadmicamente por cultura en general?.............. 18

Y por cultura tecnolgica?

1.2 En la prctica, la segunda acepcin lxica del trmino cultura....... 21

se ha convertido en sinnimo de conocimiento especializado

1.3 Una tercera cultura?.................................................................. 25

1.4 Hacia una orientacin antroposocial de los conocimientos tcnicos.... 27

CAPTULO 2: SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO, 35UN SISTEMA TECNOCULTURAL

2.1 Comunicacin social de la cultura tecnolgica................................. 35

2.2 El problema de la tecnoincultura dominante.................................. 38

2.3 Tres lneas posibles de comunicacin social.................................... 40

2.4 Propuesta de una nueva subcultura para infoingenieros................... 41

2.4.1 Crticas constructivas a recomendaciones curriculares informticas......... 43

internacionales de 1991

2.4.2 Ingenieros hbridos (sociotcnicos)..................................................... 46

2.5 Subculturas infotecnolgicas en el mbito de los tcnicos................ 49

2.5.1 Informtica/Infotecnologa-uso, rea tecnocientfica orientada a........... 52

la socioinfotecnocultura

2.5.2 La innovacin tecnolgica en las empresas, una de las reas................. 56

subculturales socioinfotecnolgicas

CAPTULO 3: REFLEXIONES SOBRE LA NATURALEZA 63 PRCTICAMENTE INMATERIAL, POLIVALENTE Y COMPLEJA DE LA INFOTECNOLOGA

3.1 Algunas ideas sobre cerebro, lenguaje, cultura y mente ................. 63

3.2 Vivimos en un entorno cada vez ms artificial................................ 66

3.3 Una sociedad del conocimiento progresivamente ms instrumental... 70

que mental

CAPTULO 4: SOCIOINFOTECNOCULTURA, UNA PIEZA NECESARIA 77 PARA CIMENTAR HUMANSTICAMENTE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIN Y DEL CONOCIMIENTO

4.1 A modo de resumen, para pasar a la accin................................... 77

4.2 Un concepto-semilla para crear una metodologa de diseo.............. 79

de diversos modelos socioinfotecnoculturales: H x I x O = IO

4.2.1 H, I, O.......................................................................................... 79

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4.2.2 IO: la imagen del objeto.................................................................. 82

4.3 Precisiones finales en cuanto al significado de los trminos H, O,...... 84

I e IO en este ensayo

4.3.1 Objetivos genricos para un proyecto de socioinfotecnocultura............. 86

(partiendo del marco de modelacin H x I x O)

4.4 Vivimos ya en un mundo digital?................................................. 88

4.4.1 En la era digital, la infociudad crece aceleradamente; algunos datos..... 91

4.5 Puesto que vivimos en mbitos hbridos cada da ms digitales,........ 94

para programar procesos educativos hay que estudiar a fondo

la influencia de la infotecnologa en ellos

CAPTULO 5: LA RED UNIVERSAL DIGITAL, (R.U.D) Y EL NUEVO 101ENTORNO TECNOSOCIAL (N.E.T), ESQUEMASCONCEPTUALES DE LA ACTUAL INFRAESTRUCTURAINFOTECNOLGICA Y DE SU IMPACTO SOBREEL ENTORNO SOCIAL

5.1 La Red Universal Digital (R.U.D).................................................... 101

5.2 El Nuevo Entorno Tecnosocial (N.E.T.).......................................... 103

5.3 El telfono mvil, instrumento estelar de la Red Universal Digital...... 105

5.4 Impacto de la tecnologa de los mviles en las propiedades del N.E.T. 107

CAPTULO 6: EVOLUCIN HUMANA: ENTORNO - CEREBRO - 123 INTELIGENCIA - TECNOLOGA

6.1 Nativos digitales, inmigrantes digitales, turistas digitales,................ 124

inmovilistas analgicos

6.2 Una mirada tecno-antropolgica: Est surgiendo el Homo Digitalis?. 127

6.2.1 Rol de instrumentos infotecnolgicos como multiprtesis cerebrales,..... 132

manejabilidad: una posible faceta de inteligencia digital

6.3 Un obstculo inevitable para razonar y actuar: la grande y............... 134

creciente complejidad de la tecnologa y la todava mayor

complejidad de las relaciones humanas con ella

NOTAS............................................................................................ 141

ANEXO: Extractos del resumen general del documento:................. 171EL TELFONO MVIL, PRODUCTO ESTELAR DE LA RED UNIVERSAL DIGITAL. UNA TECNOLOGA COMPLEJA DE IMPRESIONANTE Y UBICUO IMPACTO SOCIAL

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Prefacio

PREFACIO

Este libro est concebido como un ensayo muy personal y tiene ese enfoque yestructura. Partiendo de la conviccin de su autor, expresada mediante datossobre la evolucin humana, razonamientos, referencias de diferentes autores,ejemplos y experiencias propias y de otros, argumenta que la ciencia, la tcnica yla tecnologa deben de ser reconocidas como un componente social del rea de lacultura, algo que prcticamente no ocurre ahora y que no parece formar parte delos deseos de una gran mayora de cientficos, tcnicos y tecnlogos. Adems,tiene por objetivo establecer un conjunto de principios conceptuales sobre socioin-fotecnocultura, hipotticamente aplicables, con distintos niveles y enfoques, tantoa la formacin y actividades de tcnicos en infotecnologa (TIC, segn sigla habitualen los medios de comunicacin) como a la de usuarios de lo que hoy da llamamosTecnologas para la VIda Cotidiana (TVIC).

En la prctica habitual es fcil de comprobar que lo que leemos u omos sobrecultura y los actos culturales convocados se refieren a literatura, pintura y escul-tura, teatro y otras artes escnicas, cine, msica, patrimonio artstico en general,es decir, a una parte del extenso territorio conocido por Humanidades, incluyendolos procesos histricos de las mencionadas reas. Hace algn tiempo, en 1959,Snow expuso pblicamente su teora de las Dos Culturas, para resaltar la brechaentre humanistas y cientficos, concepto que an sigue mencionndose, aunque,para el autor de este ensayo, hablar hoy da de dos culturas, a no ser que se hagacon la conviccin de que estamos hablando de dos inmensos continentes, cadauno de ellos compuesto por un mosaico de mltiples y fragmentarios conocimientos,podra calificarse como una simplicidad terminolgica.

Entre otras cuestiones, en el primer captulo analizamos mediante algo de enfoqueacademicista el significado de cultura, con referencia inicial a sus tres acepcionesen la 22 edicin del diccionario de la Real Academia Espaola (DRAE), para versi hay que considerar la cultura con o sin apellidos, cuntos tipos de cultura hay,qu se entiende por una "persona culta", si tiene sentido actualmente hablar decultura general, etctera. Dedicamos ms texto a la segunda acepcin lxica deltrmino cultura, que se ha convertido en sinnimo de conocimiento especializado,lo cual alimenta la necesidad de complementar el vocablo cultura con prefijos(p. ej. neurocultura, neuroeconoma, socioinfotecnocultura) o con uno o variosapellidos (p. ej., cultura digital, cultura musical, cultura operstica italiana). Engeneral, el empleo de apellidos o prefijos no slo es necesario para ubicar eltrmino en el rea designada dentro del inmenso espectro de una especializacin,sino tambin dentro de la incontable variedad de costumbres o aficiones humanas(3 acepcin de cultura en el DRAE). Prcticamente, la palabra cultura se haconvertido en algo polismico, en un comodn verbal.

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Cultura y tecnologa en el Nuevo Entorno Tecnosocial

Con todos los matices conceptuales que puedan apuntarse y tomarse en cuentasobre el concepto de cultura es incuestionable que cuando las actividades humanasse desenvuelven en un entorno muy complejo y supeditado a la tecnologa (en nues-tra versin personal nos centramos en la infotecnologa), dicho entorno ya no sim-plemente es social, sino tecnosocial (Nuevo Entorno Tecnosocial, NET) y nos lleva auna tecnificacin progresiva de nuestras vidas. As pues, la infotecnologa es unartefacto social y cultural. Analizando sus poderes transformadores sobre nuestrosmodos de vivir, que generan nuevas y muy diversas formas sociales y mentales(algo que se hace con detalle a lo largo del ensayo), resulta obvio que estamosexpresando como poco su influencia de transformacin cultural, interpretada deacuerdo con la tercera acepcin acadmica de cultura.

La tecnologa en general y la infotecnologa en particular constituyen parte real dela cultura, pero falta por desarrollar formal e intelectualmente esa integracin,dotando a ciertas especialidades tecnocientficas de conocimientos sociotcnicos yhumanistas que pudieran constituir unas bases socioinfotecnoculturales. Como que-dar ampliamente reflejado en este ensayo muy personal, el autor ha dedicado bas-tante tiempo de su dilatada trayectoria profesional a elaborar y experimentar edu-cativamente temas y modelos de sociotecnologa de la informacin o, dicho de otromodo, de un enfoque sociotcnico de la infotecnologa, conceptos y tcnicas que,adems de exponerse esquemticamente aqu, con referencias argumentales dediversos autores, deseara completar, estructurar y divulgar en un futuro prximopor medio de proyectos investigadores y educativos inter- o multidisciplinares.

El enfoque sociotcnico para tecnlogos es un asunto difcil y polmico, que el autorha ido estudiando y aplicando tericamente durante muchos aos de forma un tantomarginal, o sea, sin demasiado eco entre colegas ni instituciones, tal vez por la fuerzade la hiperespecializacin vigente en nuestras sociedades del conocimiento, a lasque el autor con realismo pragmtico valora como sociedades tecnoculturales -asse explica en el captulo 2- y hasta ms instrumentales que mentales, como podrleerse en la seccin 3.3. Esto ltimo pone de manifiesto el enorme poder de las info-tecnologas, en su versin digital informatizada, sobre los humanos y sus formassociales. La comunicacin social de dosis de cultura tecnolgica entre los ciudadanosno tcnicos se hace cada vez ms necesaria y ello implica una cierta ResponsabilidadSocial Tecnolgica (RST) en actividades de aquellos tcnicos o tecnlogos que puedany deseen participar en esa clase de comunicacin, alimentada por unas basessocioinfotecnoculturales.

Entre las dificultades para incorporar en la formacin de un cierto porcentaje delicenciados o ingenieros en infotecnologa conocimientos de carcter sociotcnico sealude en este captulo a la composicin de los planes de estudio, que habitualmenteno los incluyen, y se describen con detalle las crticas del autor respecto de ciertasrecomendaciones curriculares internacionales en las ramas de informtica, reforzadaspor textos de varios autores prestigiosos que convergen sobre la conveniencia de

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construir un concepto sociotcnico de la tecnologa. Entre los enfoques habitualesderivados de tales planes de estudio las subculturas generadas suelen tender areforzar la ciencia y la industria y casi no exista una subcultura orientada al usode la tecnologa, salvo cuando se produjo el desarrollo de las aplicaciones de lastcnicas de CHI (Computer Human Interaction), destinadas a elaborar instrumentosms fciles de usar, enmascarando su creciente complejidad interna mediante eldiseo de interfaces, tcnicas que han alcanzado un nivel increble y contribuido ala asombrosa expansin de las TVIC.

Pero tal orientacin a la usabilidad (convivencialidad humano-mquina), porsupuesto importantsima, no recoge nociones acerca de los poderes transforma-dores de la infotecnologa sobre nuestros modos de vivir, conocimientos que podranconstituir una subcultura de uso de carcter antroposocial, es decir no orientadaexclusivamente al uso instrumental y a su eficacia sino a las consecuencias socialesy humanas de su uso, entendido ste en sentido amplio, constituyendo as partede lo que denominamos socioinfotecnocultura. La funcin ltima de los infoprofe-sionales integrados en esta cultura y convencidos de su responsabilidad socialtecnolgica (RST) sera ayudar a formar dentro de la sociedad de la informacinuna mente preparada para conocer y saber gestionar las consecuencias que laaplicacin de las funciones y servicios tecnolgicos disponibles tiene sobre las acti-vidades de los usuarios, sobre su entorno humano, socioeconmico y ambientalhabituales, para as contribuir, aunque fuera en pequeas dosis, a una coevolucinsociotcnica lo ms armnica posible enmarcada en un complejo Nuevo EntornoTecnosocial.

Hace unos aos, a esta clase de infoprofesionales, inexistentes oficialmente debidoa los contenidos y prcticas de los planes de estudio vigentes, los hemos denomi-nado ingenieros hbridos y definido algunas de sus necesidades educativas, conespecial nfasis en los estudios sobre complejidad y sobre conceptos y tcnicasinterdisciplinares para adquirir una mentalidad un tanto metatcnica.Tericamente, formaran parte de un sector STIC (SocioTecnologa de laInformacin y Cultura). Para probar si tal clase de ingenieros pudiera crearse enla realidad, el autor y algunos colaboradores han experimentado dicho nfasis enasignaturas como la de Innovacin Tecnolgica y en libros sobre varias ramasdescritas con teoras sociotcnicas.

Los conceptos generalistas sobre complejidad y los enfoques interdisciplinares (ymultidisciplinares cuando la situacin los requiera) aparecen continuamente en elresto del ensayo, como por ejemplo en el tercer captulo dedicado a reflexionessobre la naturaleza prcticamente inmaterial, polivalente y compleja de la infotec-nologa. El hecho de vivir en un entorno cada vez ms artificial, donde las TVICdotan de un poder tecnolgico a los infociudadanos, pero al mismo tiempo ponende relieve las relaciones entre tecnologa, cerebro, mente y cultura, marca el caminopara estudiar los impactos de la infotecnologa dentro del mbito de los procesosde coevolucin humanidad-tecnologa.

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Prefacio

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El infociudadano reflejar en su cultura y sin duda en su inteligencia-sistema,como si fuera un espejo, algunas de las fuerzas transformadoras de una tecnologade complejidad generalmente superior a sus capacidades, pero en nuestra opininconvendra que estuviera preparado para utilizarla con unos mnimos criterios decultura sociotcnica.

Puesto que hablamos de complejidad, para ser coherentes en los enfoques aproponer para crear mtodos de estudio de situaciones relacionadas con objetosinstrumentales infotecnolgicos, dedicamos unas cuantas pginas del cuarto captuloa explicar la frmula H x I x O = IO, denominada "marco universal para la cons-truccin de modelos" en un libro del autor sobre Complejidad y Tecnologas de laInformacin. Observar o estudiar un objeto (O) o situacin complejos da siemprecomo resultado una "visin" parcial, superficial o estrecha de la realidad del objetoo situacin observados, es decir una imagen del objeto (IO), no su realidadcompleta. Dicha "visin" depende de las capacidades, intereses y mentalidad delo de los observadores humanos (H) y de los instrumentos (I) cognitivos o fsicosempleados. El cuarto captulo se ocupa de explicar pormenorizadamente los con-ceptos y la aplicacin de esta frmula con vistas a su empleo en el desarrollo deprocesos para el uso de infotecnologas con mentalidad socioinfotecnocultural (O).

Dado que el autor ya public hace aos una teora sobre la infraestructura infotec-nolgica general, denominada Red Universal Digital (RUD), y sobre su impactotransformador en el entorno social, bautizado con el nombre y dimensiones deNuevo Entorno Tecnosocial (NET), podemos decir que esta teora prctica constitu-ye una base de imagen sociotcnica (IO) de los impactos de la poderosa infotecno-loga que est evolucionando con una dinmica vertiginosa desde principios de estesiglo. Tal imagen puede servir para construir los instrumentos de observacin (I)para muy diversas situaciones concretas con enfoque sociotcnico. De hecho, elconcepto de nuevo entorno tecnosocial forma parte del ttulo de este ensayo.

Como demostracin indiscutible de vertiginosa evolucin tenemos a la tecnologade los terminales mviles, con algunos datos impactantes: 5.000 millones de abo-nados de telefona mvil, de ellos 600 millones usuarios de banda ancha, 67% dela poblacin mundial disponiendo de un telfono mvil frente al 17,8% con lneafija, el xito de los smartphones, ms de 52 millones de lneas mviles en Espaa,etctera. Todo esto convierte a los telfonos mviles en una tecnologa estelar dela Red Universal Digital, as que en el captulo 5 hemos incluido una lista detalladade su hipermultifuncionalidad y de su impacto en las dimensiones o propiedadesde carcter sociotcnico del Nuevo Entorno Tecnosocial, extractadas de un estudioreciente en el que hemos colaborado. Para ilustrar todava ms el conocimientosocioinfotecnocultural de esta tecnologa tan ubicua, el ensayo contiene un anexoque resume este estudio, en el que, entre otros factores del telfono mvil, seresaltan sus caractersticas simultneas de instrumento tecnolgico y sociocultural.De hecho, en varios artculos y libros se habla ya de una "sociedad mvil".

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Cultura y tecnologa en el Nuevo Entorno Tecnosocial

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La misma rpida evolucin de la infotecnologa que abre grandes brechas culturales,incluso en trminos de "lenguajes" diferentes, entre personas de diferente edad, aveces llamadas brechas digitales debido a la preponderancia de la tecnologa digital,y a denominaciones ilustrativas de tales diferencias, como las de nativos digitales,inmigrantes digitales, turistas digitales e inmovilistas analgicos, han impulsado alautor (inmigrante digital, debido a su incorporacin a una edad ya avanzada al usode las ltimas generaciones de infotecnologa) a dedicar el sexto captulo a unasreflexiones sobre este tema relacionndolo tecno-antropolgicamente con un marcohistrico de evolucin humana. En cuanto a las relaciones entre entorno, cerebro,inteligencia y tecnologa, es conocido que, hace muchos cientos de miles de aos,cambios fsicos del entorno transformaron lentamente la mano de los homnidos, loscuales originaron cambios cerebrales al tiempo que cambios tecnolgicos, que, a suvez, transformaban el cerebro y por tanto la inteligencia de sus usuarios.

Varios autores, como Gubern (1987) y Taylor (2010), nos hablan respectivamentedel simio informatizado y del mono artificial. Por nuestra parte, nos preguntamossi entre los nativos digitales ms puros no se estar por fin desarrollando un Homodigitalis. El empleo continuo de los dedos de la mano (que histricamente diferencial Homo habilis de los chimpancs) es una caracterstica de la operatividad de losinstrumentos digitales TVIC, que en nios y jvenes se convierte en habilsimomanejo de cualquiera de esos instrumentos y por tanto en una posible propiedadde esa inteligencia digital que todava no sabemos definir, pero que por supuestono sera una inteligencia similar a la lgica informtica integrada en los instrumentos.Muchos de estos instrumentos digitales (cdigo digital procede de dgito, dedoen latn) pueden considerarse prtesis cerebrales porque sus funciones contienenconocimientos que los usuarios manejan digitalmente (con los dedos) sin necesidadde tener en su mente tales conocimientos. A fin de cuentas, tal manejo constituyeun lenguaje de dilogo y de expresin de instrucciones operativas para dichos ins-trumentos protsicos. La hiptesis de tal clase de inteligencia instrumental, for-mada en el cerebro por ese uso continuo de los dedos vinculado a la ejecucinprctica de funciones diversas y complejas integradas en los instrumentos prot-sicos, debera ser debatida con especialistas neurocientficos y psiclogos.

En resumen para acabar el prlogo, el texto de este ensayo, complementado pornumerosas notas, que, adems de referencias bibliogrficas y webogrficas, contienendatos, ejemplos e informaciones explicativas propias o tomadas de diversos autores,constituye una visin analtica, constructiva y un tanto interdisciplinar de la llamadaSociedad de la Informacin y del Conocimiento (SIC), sugiriendo algunos reenfoquesSTIC en el uso de la potente y ubicua infotecnloga TVIC actual. Como se recomiendaen la ltima seccin del captulo 6, para razonar y actuar respecto de estas cuestionesen ningn momento debemos olvidar la grande y creciente complejidad de la tecnolo-ga y la todava mayor complejidad de las relaciones humanas con ella.

Fernando Sez Vacas

Noviembre 2010

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Prefacio

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CAPTULO 1

Los significados oficiales

de cultura excluyen

prcticamente al conocimiento

tecnocientfico

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Los significados oficiales de cultura excluyen prcticamente al conocimiento tecnocientfico

1. LOS SIGNIFICADOS OFICIALES DE CULTURA EXCLUYEN PRCTICAMENTE AL CONOCIMIENTOTECNOCIENTFICO

El autor de este ensayo, despus de poco ms de una dcada conviviendo con eleuro, sigue an, como tantos otros, convirtiendo mentalmente algunas cantidadesen euros a pesetas para poder asimilar ciertos costes. Hay ideas que han arraiga-do en las capas ms hondas de nuestra mente, tras un proceso de impregnacindurante aos y aos de uso, y resulta muy difcil sacarlas de ah o podra necesi-tarse casi el tiempo de una generacin para conseguirlo. A escala colectiva, algosemejante ocurre con la nocin de cultura, que en nuestra prctica social excluyecasi siempre a la ciencia y a la tecnologa. Y ste es un error histrico grave1, peroah est, presente, firmemente establecido y al parecer tcitamente aceptado poruna gran mayora, en la que, en honor a la verdad, habra que incluir a un por-centaje nada desdeable de cientficos, tcnicos y tecnlogos quienes sienten quesus reas de conocimientos y de actividades tienen poca o ninguna relacin con lacultura. Su gravedad reside en que esa concepcin raramente discutida, si se ana-liza a fondo, adems de ser un profundo error en s misma, constituye tambin unlastre para nuestro desarrollo socioeconmico, cuyo motor actual es la tecnologa.Uno de los componentes bsicos, pero no el nico, de esa gravedad es el dficitde comunicacin social de la cultura tecnolgica2 o tecnocientfica en una sociedadque pretende denominarse sociedad del conocimiento. Precisamente, en estosmomentos de hipertrofia social de las tecnologas de la informacin, con el augeexplosivo de las TVIC (ver siguiente recuadro), procedera analizar la sociedad delconocimiento como un complejo sistema tecnocultural.

En tales condiciones, es posible pensar que en principio hablar de "cultura tecno-lgica", que no debe confundirse con la abundante publicidad consumista sobreproductos tecnolgicos, aunque en un plano lgico no sea de ninguna manera unacontradiccin en los trminos, puede parecerlo en el plano social, porque en lambos trminos operan en discursos separados y responden a actitudes bien dife-renciadas. Entregarse ahora, como voy a hacer, para empezar, a una disquisicinsobre qu es cultura, qu es la cultura con o sin apellidos, cuntos tipos de culturahay, qu se entiende por una "persona culta", a qu nos referimos cuando habla-mos de comunicacin social de la cultura tecnolgica, cules son sus condicionesde viabilidad, etc., puede tomarse por una discusin acadmica, lo que tiene suriesgo porque en el dicho popular "discusin acadmica" es sinnimo de discusinintil. Sin embargo, asumir ese riesgo es un precio muy bajo cuando lo que sequiere proponer son conceptos y criterios que ayuden a crear una adecuada com-prensin y gestin de una sociedad tan tecnificada que me permit denominarla tec-nosociedad en el simposio internacional ACTS, celebrado en Madrid en 2005.

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Cultura y tecnologa en el Nuevo Entorno Tecnosocial

F. Sez Vacas, Editorial en TELOS 73, oct.-dic. 2007: http://sociedadinformacion.fundacion.telefonica.com/telos/editorial.asp@rev=73.htm

1.1 Qu se entiende acadmicamente por cultura en general? Y por cultura tecnolgica?

A ello voy, para, en definitiva, dirigir mis pasos a explicar finalmente mi versinpersonal de "cultura tecnolgica", enfocada, como veremos posteriormente, aciertos fines sociotcnicos, que es la que orienta mi tarea individual en lo queentiendo por comunicacin social y a argumentar sobre la necesidad de crear unasmnimas bases de tecnocultura3 o, ms precisamente, de sociotecnocultura, en unmundo donde las actividades humanas se desenvuelven en un Entorno, ya no sim-plemente Social, sino Tecnosocial, muy complejo y supeditado a la tecnologa4 (ennuestro caso, a la infotecnologa, tambin conocida por la sigla TIC (Tecnologasde la Informacin y las Comunicaciones). En mi libro Ms all de Internet: la RedUniversal Digital, Ed. Ramn Areces, 2004 (publicado en 2010 como libro digital),que lleva como subttulo el trmino "Nuevo Entorno Tecnosocial", defino esteEntorno y explico sus propiedades y consecuencias en cinco captulos.

Por cultura, as, sin apellidos, y en su segunda acepcin5, que en la 22 edicin del dic-cionario de la Real Academia Espaola (DRAE) se define como conjunto de conocimien-tos personales, nuestro inconsciente colectivo tiene ms o menos interiorizada, por lafuerza de la costumbre, una lista muy parcial6 que contiene: literatura, pintura y escultu-ra, teatro y otras artes escnicas, cine, msica, patrimonio artstico en general, esto es,una parte del extenso e indefinido territorio conocido por Humanidades, incluyendo losprocesos histricos de las mencionadas reas. Aspectos casi todos relacionados princi-palmente con los sentidos y emociones humanas y con ms funcionalidades propias delhemisferio derecho del cerebro que con las del izquierdo, mientras que los planteamien-tos, el estudio y la prctica de la ciencia y la tcnica tienden a desarrollarse habitualmenteen un mbito muy exigente, pero ms fro y desconectado de lo humano.

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TVIC: Tecnologas para la Vida Cotidiana

Si por infotecnologa entendemos aqu lo que suele denominarse como Tecnologas dela Informacin y de las Comunicaciones (TIC), podramos concluir que esa porcin,inmensa y variadsima, compuesta por clases de elementos cada una de las cuales seintegra en la vida de decenas o centenas de millones de usuarios no tcnicos -es decir,no profesionales de la infotecnologa- son Tecnologas para la VIda Cotidiana (TVIC):Telfonos o terminales mviles multifuncionales; ordenadores personales; PDAs; pginas,sitios o servidores web; blogs; cmaras digitales; videoconsolas; reproductores mp3;reproductores o grabadores DVD; navegadores GPS; correo electrnico; mltiples ser-vicios de Internet (mensajera instantnea, telefona,); multimedia en diferentes ins-trumentaciones; etctera.

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Editor, extracto de presentacin, Enciclopedia Universal de la Cultura A-Z El Mundo, Ed. Planeta, 1996

Ministerio nacional, consejeras autonmicas y concejalas municipales de cultura,revistas de cultura7 (con pocas excepciones), secciones de cultura en los medios decomunicacin, la mayora de fundaciones, en fin, todos los instrumentos sociales,polticos y mediticos, refuerzan este concepto, que por tanto tiene cierto poderinstitucional, normativo, presupuestario, organizativo, aunque sea una mascaradaconceptual.

F. Sez Vacas, Tecnofobia literaria, PCWEEK, 381, 19-2-1998http://www.gsi.dit.upm.es/~fsaez/educacion/pcweek006.html

Mascarada excluyente, con algunas excepciones que pueden mencionarlas de formasuperficial, de la ciencia, la tcnica y la tecnologa, que resulta asombrosa y recha-zable, habida cuenta de que stas, ms que cualquier otro factor conocido, transfor-man continua y profundamente nuestros modos de vivir8, de comportarnos, de estar

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Los significados oficiales de cultura excluyen prcticamente al conocimiento tecnocientfico

El trmino cultura, en el libro Enciclopedia Universal de la Cultura

Este libro pone el nfasis en aquel sentido de la palabra cultura entendida por la Romaclsica como humanitas, como cultura humanstica. Ello quiere decir que determinadosaspectos culturales como la tecnologa, la ciencia, la poltica o la historia de la huma-nidad son contemplados slo en sus aspectos ms singulares, mientras que se pres-ta una especial atencin a las actividades del quehacer humano y sus frutos que sereflejan en el arte, el pensamiento, las creencias o las costumbres.

As pues, esta obra recoge, sobre todo, la expresin artstica en sus diversas manifes-taciones de las artes plsticas (pintura, escultura, arquitectura, dibujo, fotografa,cinematografa, vdeo); de la literatura, narrativa, lrica o teatro; de la msica o ladanza, con una descripcin de los conceptos, las corrientes, las obras maestras, los cre-adores, los personajes de ficcin mundialmente conocidos, etc. Tambin incluye filo-sofa, oriental y occidental; las grandes religiones, los mitos y las creencias que hanconfigurado el pensamiento actual. Y, con ello, las referencias al mundo de la comuni-cacin, prensa, radio o televisin, sin dejar de lado los nuevos sistemas informticosque se estn convirtiendo en el vehculo universal de la cultura.

Tcnica vs. Humanidades

La moderna contraposicin curricular entre Tcnica y Humanidades es artificial y absurda,pero lo grave es que se ha instalado profundamente en nuestro discurso y en nuestraaccin. Para reconocer que el progreso cultural es tambin progreso tecnolgico no hayms que leer la historia con ojos desprejuiciados. La evolucin cultural del hombre, nosu evolucin biolgica, ha sido su modo de adaptarse al entorno. La tecnologa no esslo un instrumento para transformar la cultura, es tambin cultura.

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en el mundo, de generar y adquirir conocimientos9, de pensar10, de jugar11 y hasta deexpresar emociones, incluso artsticamente12. Cualquiera puede comprobar que a uncientfico o ingeniero, competentes en sus respectivas disciplinas, slo se los calificade cultos si ilustran sus manifestaciones escritas o verbales con algunos argumentos,citas o informaciones histricas, artsticas o humansticas de cierto nivel. Resulta evi-dente que, en las circunstancias actuales, hablar de "cultura tecnolgica" no tienemucho eco.

L. Racionero, Arte y Ciencia, Ed. Laia, 1987, captulo 1 "Creatividad"

En gran medida, la tecnologa actual, y especialmente la infotecnologa, es unartefacto social. Sin embargo, al mencionar el poder transformador de la tecnologasobre nuestros modos de vivir, hasta el punto de que genera nuevas y muy diversasformas sociales y mentales, es obvio que estamos expresando como poco suinfluencia de transformacin cultural, interpretada de acuerdo con la tercera acep-cin de cultura, de enfoque ms social y general, puesto que abarca tambinlos conocimientos, definida en el DRAE como "conjunto de modos de vida y cos-tumbres, conocimientos, etc.". Sin entrar en estas diferencias de significado entreacepciones acadmicas, un libro de hace aos, escrito por A. Salvador, con elllamativo ttulo de Nuevas tecnologas y viejas culturas, Ed. Fundesco, 1986, enunas 150 pginas expona argumentos sobre la necesidad de "reflexionar sobrecmo enlazar el pensamiento tradicional, las "viejas culturas", con el nuevo mundotecnificado, mucho ms complejo y difcil de entender".

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Creatividad

Arte y ciencia surgen de un manantial comn de creatividad, a saber, las grandes pre-ocupaciones que motivan la evolucin de la humanidad en cada cultura. (p. 9)

En los grandes momentos creativos de la humanidad, a diferencia de lo que ocurre enel presente, ciencia y arte no se hallaban separadas, sino que coexistan como aspec-tos complementarios de un mismo y nico impulso creador, orientado siempre hacia elmismo objetivo: competir con la naturaleza en la produccin de formas y fenme-nos,As ocurri, por ejemplo, en el Renacimiento, como lo demuestra el mtodo cre-ativo de Leonardo da Vinci. La divisin entre arte y ciencia se consolid en el siglo XVII.(p. 10)

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F. Sez Vacas, Ms all de Internet: la Red Universal Digital, Ed. Ramn Areces, 2004

1.2 En la prctica, la segunda acepcin lxica del trminocultura se ha convertido en sinnimo de conocimientoespecializado

Es obvio, que, mezclando estas dos acepciones, en un plano ms real y mundanoel concepto de cultura se convierte en un verdadero embrollo, del que pareceque la Real Academia Espaola de la Lengua no sabe cmo salir13. En realidad, lacultura tiene muchas caras y grados dentro de una misma rea. Puede compro-barse que la palabra cultura se ha transformado en un comodn verbal, vaco desentido cuando pretende expresar un significado ya individualmente inabarcableen el mbito del conocimiento, confusamente polismico, acomodaticio14 a las con-veniencias o "visin" individual o grupal de cada usuario y de cada instante. Nohace demasiado tiempo que el presidente de un importante canal televisivo serefiri a TVE como "la empresa cultural ms grande de Espaa", aunque resultatodava ms pattico or a algunos conocidos actores o actrices de cine y teatro,especialmente ignorantes, proclamarse gentes de la cultura.

Asimismo, es obvio que el camino personal hacia algo parecido a una cultura general,entendida como compendio mnimo actualizado de todos los conocimientos bsicos,se interrumpe oficialmente al terminar de cursar el bachillerato y todos sabemosde su superficialidad y falta de asentamiento, entre otras muchas razones debidoa un exceso no asimilado de contenidos, por no hablar tambin de inconsistenciapoltica en los criterios educativos de nuestros sucesivos gobernantes. Sin embargo,

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La infotecnologa crea nuevas formas sociales y mentales

La evidencia del amplio repertorio de actividades diarias tecnificadas que realizamos loshabitantes de cualquier ciudad medianamente importante en un pas desarrolladomuestra que en un tiempo extraordinariamente corto hemos asumido nuevas formassociales configuradas al modo de las redes, con extraordinarias propiedades de inter-actividad y globalidad. En parte, vivimos y actuamos en lo que llamo Infociudad:"Espacio informacional donde los humanos de sociedades desarrolladas, mediante ter-minales con botones, teclas, pantallas, contraseas e identificadores varios, se comu-nican y llevan a cabo una parte creciente de sus actividades habituales y otras muchasnuevas, convertidas en seales, lenguajes y procesos inmateriales, soportados por unapotente infraestructura tecnolgica de arquitectura reticular" (Sez Vacas, 2004).Convencido de todo esto, mi actividad investigadora ms importante y personal estdedicada a la Sociotecnologa de la Informacin, que podra denominarse de formams breve Socioinfotecnologa, y mi mayor inters sera contribuir a crear las basesslidas de una Sociotecnocultura o, ms en concreto en mi caso, de unaSocioinfotecnocultura. Mi enfoque: estudiar la tecnologa incluyendo siempreel factor humano en el estudio.

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las actuales circunstancias del inmenso acervo universal de conocimientos,segmentados en especialidades, hacen ms necesaria que nunca una slidaformacin en la adolescencia, aunque fuera mnimamente multidisciplinar, paraque se siembre en esos estudiantes conocimientos de base y motivacin con losque poder adquirir en el futuro algunos saberes diferentes o profundizar en algunosde los ya iniciados para compensar brechas de ignorancia derivadas del exceso deespecializacin que rige en la actualidad.

Y hablando de "camino", mucho tiempo despus de redactar este prrafo lleg amis manos un libro de C. Vidal, precisamente titulado El camino hacia la cultura,Ed. Planeta 2007, que evidentemente se refiere a una cultura general, pero enten-dida a la manera tradicional antes mencionada y discutida. Dicho libro contiene,enmarcados en una visin histrica, los siguientes componentes: literatura, artesplsticas (arquitectura, pintura y escultura), msica, teatro y cine. Pese a que en sucontraportada se lee que el libro "establece un nuevo canon en todos los campos dela ciencia y el arte", no hay en l nada de ciencia y menos de tecnologa. Incluso elautor declara en la Introduccin que "podra haber incluido una parte dedicada alpensamiento cientfico -indispensable para la cultura- pero opt por excluirlo, al con-siderar que requiere una obra especfica por s misma y que, adems, en ella, el ele-mento autodidctico es harto difcil". Como nota curiosa, merece resaltarse que ellibro est estructurado en cuatro partes, tituladas "Lo que hay que leer", "Lo que hayque contemplar", "Lo que hay que escuchar" y "Lo que hay que ver", esto es, fun-cionalidades todas cubiertas hoy da en soporte pantallesco por las TVIC.

Lo cierto es que la polisemia creciente de la palabra cultura ha convertido a staen un caleidoscopio insondable, hasta el punto de que ya no significa casi nada sino se acota aadindole un prefijo (p. ej., neurocultura15, neurofilosofa, neurotica,neuroeconoma, neuroarte, neurociencia cognitiva, etc) o acompandola dealgn apellido, como as se hace discrecionalmente para denotar dominios inco-municados entre s: cultura literaria, cultura econmica, cultura poltica, culturaclsica, cultura musical, cultura popular, cultura gastronmica, y ahora decimos -aunque mucho menos- cultura cientfica, cultura tecnolgica o cultura tecnocientfica.Puestos a poner apellidos o a adjetivar todo vale: cultura cartogrfica16, culturadigital17, cultura mvil (por el uso intensivo de alguno de los variados dispositivosmviles, especialmente del telfono), cultura simbionmica (J. Rosnay, El hombresimbitico, Ed. Ctedra, 1996, p. 245), cultura bloguera (propia de la actividad deacrrimos autores de blogs o bitcoras internticas y de usuarios entusiastas), cul-tura lomogrfica o, yendo a terrenos de hbitos, formas de vivir o de aficiones,cultura de la violencia, cultura del vino, cultura taurina18, cultura del consumo19,cultura pop, y, por acabar con un ejemplo extravagante dentro de un etcterainterminable, cultura friki20 Y pensar que slo hace unos 50 aos estaba de modael debate acerca de la brecha21 entre las dos culturas!.

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Como inciso en estos comentarios acerca de la tendencia a adjetivar el trmino,recordemos que entre los usos del vocablo sin apellidos y amparndose ms omenos en la tercera acepcin acadmica de cultura se usan las expresiones de"excepcin cultural" o "identidad cultural", como arma poltica para ensalzar y dife-renciar modos de vida, costumbres, lengua e historia de una regin o comunidad,etnias, ideologas religiosas, etc. Con el mismo enfoque, aunque en direccin con-traria, para expresar la coexistencia de tales superamplios e indefinidos conjuntosculturales, se emplea con frecuencia el trmino "multiculturalismo". El antroplogoE. T. Hall, por su parte, considera a la cultura como una realidad humana oculta.

Volviendo al empleo de apellidos, de hecho uno solo es con frecuencia insuficientey hay que aadir varios ms, para ubicarla a la clase de categora designada dentrodel inmenso espectro de la especializacin o de la incontable variedad de costumbreso aficiones humanas. Por ejemplo, habra que decir cultura musical de jazz o cul-tura jazzstica, cultura operstica italiana, cultura del vino de Rioja, etc. Incluso,acaba de empezar a utilizarse la denominacin de "cultura de las aplicacionesmviles"22 tal vez como una categora especfica dentro de la cultura mvil, cita-da anteriormente.

F. Sez Vacas, Computadores personales: Hacia un mundo de mquinas informticas,Fundesco, 1987, p. 163

En el caso presente, debido a mi perfil profesional, para situar de manera msprecisa mis conocimientos, yo tendra que decir cultura infotecnolgica, en lugarde cultura tecnolgica, aunque dada la transversalidad de las tecnologas de lainformacin (infotecnologas, denominadas de forma ms breve), que afectan a

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Cultura, la trama oculta de la existencia humana, segn E. T. Hall

Hall* muestra literalmente que "el hombre, a pesar de todos sus esfuerzos, no puedeescapar al imperio de su propia cultura, que alcanza hasta las races mismas de susistema nervioso y modela su percepcin del mundo. La cultura es en su mayor parteuna realidad oculta que escapa a nuestro control y constituye la trama de la existenciahumana". Y lo ilustra con magnficos ejemplos acerca de las diferencias en la percepciny uso del espacio en las culturas rabe, japonesa, alemana, francesa, inglesa, ameri-cana de EE.UU., que, no solamente condicionan su concepto de distancia personal y laorganizacin de su hbitat arquitectnico, entre otros, sino que sugieren fuertes, aunquesutiles, distinciones en los respectivos tratamientos psicofisiolgicos de la informacin.Esta idea queda mayormente resaltada en el mundo de la representacin artstica yms concretamente en la pintura, cuya historia acaso podra reescribirse desde laperspectiva de la percepcin y del tratamiento de la informacin.

(*) E. T. Hall, La dimension cache, Editions du Seuil, Paris, 1971

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casi todas las actividades humanas, me permito muchas veces, y siempre dentrode un contexto, utilizar el trmino tecnologa, despus tecnocultura y socio-tecnocultura y finalmente socioinfotecnocultura. Pero, siguiendo con el razona-miento, tambin habra que dejar constancia de la emergencia de una modalidadde cultura sin apellidos especializados, esa forma superficial, ligera, horizontal ysin estructura construida por numerosos ciudadanos que navegan intensamentepor las redes electrnicas y muy poco por los libros, que Vicente Verd, en su libroya citado tres prrafos atrs, llama personismo (o cultura de consumo).

En resumen: simplemente cindonos a la segunda acepcin del diccionario, laCultura (con mayscula y sin apellidos) se ha convertido en algo inaccesible, en unaentelequia, y el camino hacia ella, al menos como aspiracin individual de sntesisde los conocimientos humanos -ah, los tiempos del trivium y el quadrivium!- yvehculo de entendimiento entre stos, ha pasado mil veces a mejor vida arrastrada-por la especializacin23 creciente e irreversible. El inmenso conocimiento acumulado,dividido en numerossimas especialidades o conocimientos aislados24, hace de laSociedad del Conocimiento una problemtica Sociedad del Conocimiento Vertical25

Fragmentario (SCVF) o, si se quiere introducir la informacin y su poderosa tecno-loga, una Sociedad de Informacin Total y de Conocimiento Fragmentario (SITCF).

E. Morin, El Mtodo, 6: tica, Ed. Ctedra, 2006, p. 169

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"Mquina" tecnocientfica: Conocimiento e ignorancia

"Nuestras Sociedades estn confrontadas al problema, nacido del desarrollo de estaenorme mquina en la que ciencia y tcnica estn ntimamente asociadas a lo que enadelante se llama tecnociencia. Esta enorme mquina no slo produce conocimiento yelucidacin, tambin produce ignorancia y ceguera. Los desarrollos disciplinarios de lasciencias no slo han aportado las ventajas de la divisin del trabajo, tambin han apor-tado los inconvenientes de la superespecializacin, del tabicamiento y parcelamientodel saber. Este ltimo se ha hecho cada vez ms esotrico (slo accesible a los espe-cialistas) y annimo (concentrado en los bancos de datos) y adems es utilizado porinstancias annimas, en primer lugar el Estado. Asimismo, el conocimiento tcnico esreservado a los expertos, cuya competencia en su dominio cerrado va acompaada deuna incompetencia cuando este dominio es parasitado por influencias exteriores omodificado por un acontecimiento nuevo. En semejantes condiciones, el ciudadanopierde el derecho al conocimiento. Tiene el derecho de adquirir un saber especializadohaciendo los estudios ad hoc, pero est desposedo en tanto que ciudadano de cual-quier punto de vista englobador y pertinente."

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Si los conocimientos, por profundos que sean, no son sino fragmentos26 de unainabordable totalidad, las culturas referidas a esos conocimientos sern tambinfragmentos, parcelas, enfoques27, que a veces se denominan o podran denomi-narse subculturas. Por esa razn, utilizo el trmino noodiversidad para refe-rirme a la variedad de niveles o de composicin de culturas y lenguajes. Una rea-lidad ante la que hay que admitir que un conocimiento integral que abarcase deforma comprensiva las esencias de todos los conocimientos especializados es -yadesde hace mucho tiempo- una utopa, por tanto habr que replantearse la visinde las culturas quiz como reas culturales componentes de una suerte de urba-nizacin amplia y compleja, ms que como un edificio. Lo que parece indudable esque en pocas de esas reas podrn faltar los elementos tecnocientficos, en especiallos relacionados con las infotecnologas.

Decir hoy, como todava se hace, aunque cada vez con menos frecuencia, que unapersona es culta, resulta definitivamente improcedente28 y, para quienes estamosconvencidos de que la ciencia y la tecnologa forman parte inseparable de la actualcultura humana29 en sentido amplio, como es literalmente conforme a la definicinacadmica, puede incluso llegar a ser aberrante cuando se aplica tal calificacin aalguien que demuestra ser ignorante cabal en cuanto a las ms elementales basestecnocientficas.

1.3 Una tercera cultura?

Ahora se habla mucho de la brecha digital, pero hubo un hombre ilustre, C. P. Snow,que, a mediados del siglo pasado, dedic un tiempo a reflexionar sobre la existenciade una gran brecha cultural, la brecha entre humanistas y cientficos, e impartisu conferencia Two Cultures en mayo de 1959 en la Universidad de Cambridge,despus ampliada y publicada como ensayo.

Por entonces, los humanistas eran considerados los intelectuales. Cientficos yhumanistas, argumentaba Snow, lean libros diferentes, sus conocimientos partande distintas premisas, tenan diferentes hbitos mentales y casi poda decirse quehablaban diferentes lenguajes. Los primeros no lean a Shakespeare y los segundos,los "intelectuales", no conocan ni las mnimas nociones bsicas de la ciencia.Entre ellos se miraban con hostilidad, pero slo los humanistas ejercan unainfluencia sobre los polticos y la poltica. Por tanto, lo que proceda era un acer-camiento entre esas dos culturas separadas y dar mayor relevancia pblica alconocimiento cientfico.

Mucho se ha hablado de este problema, hasta el punto de que la nocin de "lasdos culturas" casi se ha convertido en un mantra. En Espaa ha surgido reciente-mente la iniciativa "Tercera Cultura" (con el apelativo un tanto meditico de

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"Cultura 3.0") para impulsar la integracin real de la ciencia en la cultura, lo que,si bien apoya nuestro razonamiento, ya expuesto, de que "la nocin de cultura ennuestra prctica social excluye a la ciencia y a la tecnologa", como iniciativa laconsideramos sin utilidad prctica, debido a su excesivo simplismo generalista. Elnovelista y acadmico espaol A. Muoz Molina escribe en la revista MuyInteresante una columna mensual genricamente titulada "Las dos culturas" y elilustre paleontlogo S. J. Gould, ya fallecido, escribi un notable libro, traducido alespaol con el ttulo rase una vez el zorro y el erizo: Las humanidades y la cien-cia en el tercer milenio, Ed. Crtica, 2004, que en la pgina 227 recoge la siguientecita textual de E. O.Wilson: "La mayor empresa de la mente siempre ha sido ysiempre ser el intento de conectar las ciencias con las humanidades".

Cultura 3.0. Iniciativa "Tercera Cultura", 2009:http://www.terceracultura.net/tc/?page_id=126

Snow se qued corto. Hoy da, hablar de dos culturas, a no ser que se haga conla conviccin de que estamos hablando de dos inmensos continentes, cada uno deellos compuesto por un mosaico de mltiples y fragmentarios conocimientos,podra calificarse como una simplicidad terminolgica, si bien hay que aceptar yresaltar la necesidad social de interconectar muchos de esos fragmentos, as comode aproximar mnimamente ambos continentes, cuyos habitantes humanos tien-den en su gran mayora a desconocer un conjunto mnimo de saberes esencialesdel otro continente.

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Iniciativa "Tercera Cultura"

Las dos culturas es el ttulo de una conferencia que C.P. Snow imparte en Cambridgeen 1959. All se plantea con claridad el problema de la excesiva separacin entre lashumanidades tradicionales y las ciencias naturales, insinuando la posibilidad de una"tercera cultura" que venga a rellenar el vaco resultante y a tender puentes entreambas.

El propsito de esta iniciativa es establecer un movimiento en Espaa basado en estanueva manera de percibir "la cultura", y de promoverla como un vehculo para el des-arrollo del juicio crtico en nuestro pas ()

Es posible definir la Cultura en tres grandes bloques, y proponer la idea de que esta-mos, acabamos de entrar, en el tercero de ellos.

Siguiendo esta lnea, la Tercera Cultura representara la "Era de la Ciencia". EstaCultura difiere de las otras por un simple rasgo: No acepta verdades absolutas. Estoevidentemente no significa que no acepte verdades funcionales, puntos de partida asu-mibles desde donde poder progresar y avanzar en quizs el rasgo ms importante dela cultura: el desarrollo del juicio crtico. Esta cultura se evidencia en la creciente acep-tacin popular de obras cientficas y de humanistas seculares que abren mundos posi-bilistas hacia todos los rincones culturales: las artes, la educacin, la poltica, la mismaconvivencia humana y la proteccin del entorno natural.

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F. Sez Vacas, Computadores personales: Hacia un mundo de mquinas informticas,Fundesco, Madrid, 1987, p. 224

1.4 Hacia una orientacin antroposocial de los conocimientostcnicos

El que la inviabilidad de una cultura general30, incluso reducindola al dominio delos conocimientos, conduzca a sta a ser sustituida errneamente por ciertas par-celas de conocimiento especializado es bastante ms que un tema para debatirintelectualmente. Representa la expresin de una patologa irremediable del saber,que, fragmentado en mltiples disciplinas, especialidades y subespecialidades, porotro lado pilares indiscutibles del enorme desarrollo del rbol (mejor sera decirbosque) del conocimiento, produce como consecuencia extensas lagunas de igno-rancia entre especialistas, donde, pese a las innumerables ventajas del especialis-mo en la evolucin de la especia humana, puede naufragar una parte de la rea-lidad de numerosas situaciones sociales problemticas y por tanto su control.Como se dijo en la conferencia internacional "Los siete saberes de la educacinpara el presente", celebrada en septiembre de 2010 en Fortaleza (Brasil) "la com-partimentacin y fragmentacin de los saberes impide y obstaculiza no slo eldiagnstico de los problemas sino tambin su solucin, sobre todo porque losproblemas ms importantes de la vida, de la humanidad, del planeta y de laspersonas como sujetos individuales, son siempre globales, contextuales y relacio-nales, lo cual no significa que haya que despreciar ni acabar con las disciplinas sinoreligarlas y contextualizarlas".Qu puede hacerse entonces?.

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Snow se qued corto

El mundo del conocimiento est organizado desde hace varios siglos, y de manera cre-ciente en ste, por fragmentos, afirmacin que es vlida incluso en lo que concierne almundo fsico, cuya visin actual como conjunto de objetos separados est en crisis. Aslo ha dicho, no ha mucho tiempo, el profesor Toraldo de Francia: "tal concepcin es con-secuencia de una burda adaptacin nuestra para poder vivir en un mundo macrosc-pico sustentado por una realidad microscpica". Snow se qued corto. No hay dos cul-turas, sino muchas culturas y subculturas, y la educacin, departamentalizada, trans-mite un conocimiento fragmentario, siempre distorsionado y algunas veces catico. Nospaseamos por la vida provistos de unos "ojos" tan especializados que no la vemos (lavida).

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Si queremos que los fragmentos de conocimiento especializado, sobre todo losreferidos a reas de tecnociencia o tecnologas, merezcan ser calificados comounos componentes de cultura, conservando algo del noble significado antiguo (queasume cierta diversidad de conocimientos personales), muy diferente al sentido dedesorden entrpico, y por tanto inclasificable, en que se va convirtiendo el con-cepto de cultura, deberamos hacer algo.

J. Ll. Barona, Salud, tecnologa y saber mdico, Ed. Ramn Areces, 2004, p. 170

Para pasar a la accin despus del anlisis de situacin, lo que nos queda proba-blemente sea, en primer lugar, intentar paliar en lo posible y con muchsimapaciencia algo de este dficit cultural, construyendo subculturas "especializadas-generales", esto es, sntesis actualizadas (visiones de conjunto31, es decir, inter otransdisciplinares) de conocimientos especializados conexos que anulen las citadaslagunas o reduzcan su tamao, algo que en algunos casos, como el de la medicina,son trascendentales debido a la extraordinaria complejidad del ser humano y desu organismo. Especializadas, pero al tiempo -aunque parezca un contrasentido-generalistas (como puede verse en el siguiente recuadro de Kabat-Zinn), en laidea de cubrir un rea ms amplia que una simple rama o una parte reducida deun rbol frondoso.

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Desarrollo del especialismo mdico

"() el desarrollo del especialismo mdico ha significado una modificacin sustancial delas condiciones en que tena lugar la tradicional relacin mdico-enfermo. () a menudosucede que el mdico especialista se ocupa de una parte pequea de la salud o de losproblemas de salud del enfermo. A diferencia de la funcin global desempeada tradi-cionalmente por el mdico de cabecera (hoy en da recuperado a travs de la figura delmdico de familia) el especialista muchas veces ha dejado de establecer una relacinhumana y personal con el enfermo para ocuparse, en su condicin de tcnico especia-lizado, de una parte de sus exploraciones, sus pruebas diagnsticas y sus rganos osus tratamientos. No hace falta insistir en el peligro que conlleva toda perspectiva frag-mentaria, por cuanto dificulta la comprensin integra de la enfermedad como fenmenopsicosomtico y social que afecta al enfermo como ser humano en su totalidad.Obviamente, interfiere tambin en la necesaria comunicacin entre el mdico y elenfermo, al tiempo que ahonda la sensacin que tiene el enfermo de ser un objeto enmanos de la tcnica."

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Jon Kabat-Zinn, Vivir con plenitud las crisis, Ed. Kairs, 3 edic., 2009, p. 197

Si nos referimos por unos momentos a ramas tecnocientficas vinculadas a tecno-logas, se ha comprobado con frecuencia que conocimientos tcnicos muy espe-cializados pueden conducir a sus poseedores, enfrascados en las maravillas y efi-cacia de sus tcnicas, a una suerte de utopismo tecnolgico muy alejado de unmnimo realismo social32. En mi archivo de notas tengo recogida una entrevista enel ao 2001 a un colega y compaero, entonces presidente de una importanteempresa del sector, Alcatel, quien en una de sus respuestas parece reforzar33 estaidea. Por ello, parece imprescindible aadir el factor humano en la formacin, sino de todos, al menos de un porcentaje razonable de especialistas tecnocientficos,para que sus conocimientos no queden circunscritos a un conjunto de datos,conceptos y mtodos descontextualizados del entorno social.

Hasta tal punto el autor de este ensayo est convencido de ello que lo ha resalta-do en su visin y enseanza de los temas y tcnicas de Innovacin Tecnolgica ytambin en las de Ingeniera del Software, por poner unos ejemplos concretos ydocumentados. Relativo al primer caso, puedo citar mi captulo titulado Innovacintecnolgica, un proceso psicolgico, en el libro Sistemas y procesos para la inno-vacin en la pequea y mediana empresa, editado por el Instituto para laFormacin de la Comunidad de Madrid, 1994, donde se argumenta acerca de cmola resistencia humana desplegada ante ciertos cambios de actitud necesarios enlas tareas habituales, cuando stas tienden a ser transformadas por la tecnologa,

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Hacia la integridad e intervinculacin en un rea importante: la Medicina

"El avance quizs ms bsico en la medicina de la conducta sea el reconocimiento deque ya no podemos pensar en la salud como en algo nicamente caracterstico delcuerpo o de la mente, porque cuerpo y mente estn conectados entre s. La nuevaperspectiva reconoce la importancia central de pensar en trminos de integridad y deintervinculacin, as como en la necesidad de prestar atencin a las interacciones demente, cuerpo y conducta en sus esfuerzos por comprender y tratar la enfermedad.Este punto de vista pone de relieve que la ciencia nunca ser totalmente capaz de des-cribir un proceso dinmico complejo, como la salud, o siquiera una enfermedad crnicade relativa simplicidad, sin contemplar el funcionamiento de todo el organismo y norestringirse a un anlisis de las partes y componentes por importantes que stas ystos sean.

() En su mayor parte, nuestra manera de pensar en el da a da sobre la realidad fsi-ca -nuestras suposiciones tcitas sobre el mundo, el cuerpo, la materia y la energa- sebasa en una visin de la realidad pasada de moda y que ha cambiado muy poco en lostres ltimos siglos. La ciencia hoy busca modelos ms amplios que se correspondanms con nuestra comprensin de la intervinculacin de espacio y tiempo, de masa yenerga, de mente y cuerpo, de hasta conciencia y universo."

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demuestra que "la innovacin tecnolgica es bsicamente un proceso de ordenpsicolgico, aunque en apariencia sea slo de ndole tcnica y econmica". En elrea tcnica de desarrollo del software, elemento esencial de toda la infotecnolo-ga actual, el factor humano es bsico, tanto en lo referente al inevitable trabajoen grupo, como en el afrontamiento intelectivo de las tareas especficas de estastcnicas, lo que da un valor didctico a la enseanza de cuestiones relacionadascon la inteligencia en sus diversas facetas de inteligencia-sistema, como puedecomprobarse en las notas de clase34 de una de mis asignaturas impartidas en laEscuela Tcnica Superior de Ingenieros de Telecomunicacin, UPM.

Es as cmo yo entiendo un modo pragmtico de tratar de cumplir las propuestasde E. Morin: "La inteligencia parcelada, compartimentada, mecanicista, disyunti-va, reduccionista, quiebra el complejo mundo en fragmentos disjuntos, fraccionalos problemas, separa lo que est unido, unidimensionaliza lo multidimensional"() "El conocimiento slo es pertinente cuando se es capaz de contextualizar suinformacin, de globalizarla y situarla en un conjunto"; y de J. Rosnay35, bilogo,informtico y futurlogo a quien citar con frecuencia en este ensayo: "En estemomento, la cultura debe ser una capacidad de integracin de elementos y dehechos separados en una coherencia que se pueda volver a integrar en la vida yen la accin para devolverle su sentido".

F. Sez Vacas, Andarse por las ramas, revista BIT, ago.-sept. 2007,http://www.gsi.dit.upm.es/~fsaez/infoneurastenia/infoneurastenia.html

De los conceptos de estos dos pensadores de la cultura de la complejidad se des-prende que, aunque una estrategia parcial de generalizacin de dominios de cono-cimiento podra iniciarse en el terreno educativo modificando contenidos y meto-dologa36, tal enfoque no sera completo si no procurase traducir los conocimientospropios de sectores especializados y las sntesis correspondientes a formas msmundanas, hacerlos ms cotidianos y ms necesarios, asocindolos a las cosas

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Cultura y tecnologa en el Nuevo Entorno Tecnosocial

Estrategia RTI

Buscando construir esa mnima visin de conjunto, propongo una estrategia educativaRTI correctora de la especializacin, alimentada por tres mecanismos que habra queaadir inteligentemente a los que practicamos cotidianamente en la imparticin denuestras asignaturas universitarias: a) Radical: proveer conocimientos bsicos de origen, es decir, races (incluyendo las

histricas); b) Transversal o inter-ramal: proveer conocimientos bsicos relacionados con otras

ramas disciplinares prximas;c) Intertroncal: crear canales de conocimiento con otros troncos o rboles habitual-

mente conexos en su impacto sobre la vida real.

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que nos rodean y a las situaciones que nos interesan o nos preocupan, y sta seraquizs la manera de construir canales de comunicacin social para acercarlos acualquier ciudadano con mnimas inquietudes intelectuales, deseoso de seguirensanchando su bagaje de lo que se viene entendiendo como cultura general.

Tcnicamente, esta operacin consiste en transformar37 los conocimientos que formanun conjunto intelectual (segunda acepcin de cultura en el diccionario, a la quepodramos denominar por ahora cultura/conocimiento individual) en componen-tes de modos de vida y costumbres, desarrollo, pero tambin de conocimientogrupal, etc. (tercera acepcin de cultura, que expresa su dimensin antropol-gica38 y social), que en general tienen mayor relacin con las emociones, esto es,con el sistema lmbico humano, a diferencia de lo intelectual, que se rige por lacorteza cerebral, si bien ambos sistemas son indisociables, como nos ensea laneurociencia. En definitiva, la razn es guiada o controlada por los sentimientos.El cerebro es cognitivo y emocional; moderno y antiguo; nico y diverso. Quizpor ello, las dos acepciones de cultura definidas por la Academia son inseparablesen su materializacin, como puede leerse en este texto de F. Capra: "Las ideas,valores, creencias y dems formas de conocimiento generadas por los sistemassociales constituyen estructuras de significado, que denominar "estructurassemnticas". Estas estructuras semnticas, y, por ende, los patrones de organiza-cin del sistema, estn encarnadas fsicamente, hasta cierto punto, en el cerebro39

de los individuos que pertenecen a esa red". Del cerebro hablaremos ms adelante.

Pero, antes, merece mencionarse la obra del profesor e investigador Juregui,quien aplica de forma original los enfoques inter o multidisciplinares y la integra-cin de saberes en sus investigaciones sobre el comportamiento humano. Aqu,insistiendo de forma muy convencida en propuestas formuladas hace ya bastantetiempo40, estamos proponiendo una orientacin antroposocial de los conocimientostcnicos y, por su parte, el antroposocilogo Jos Antonio Juregui, que nos dejen el ao 2005, en su libro Cerebro y emociones: El ordenador emocional, MAEVA,2 ed., nov. 1998, traducido a varias lenguas, practica un mtodo innovador deexplicacin antroposocial empleando conceptos, argumentos y trminos infotecno-lgicos. Segn su autor, este libro est dedicado a "demostrar la correspondenciasincronizada entre el sistema emocional y mental y entre los sistemas bioqumi-cos, biofsicos y sensoriales" (pag. 14).

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Los significados oficiales de cultura excluyen prcticamente al conocimiento tecnocientfico

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J. A. Juregui, Cerebro y emociones: El ordenador emocional, MAEVA, 1998, Glosario, p. 302

Otro Jos Antonio, ste filsofo, pedagogo y ensayista famoso, de apellido Marina,quien, en la pgina 23 de su libro El vuelo de la inteligencia, Ed. de Bolsillo, 2000,escribe "La ciencia, el arte y las dems ramas de la cultura", en su pgina 28 serefiere al cerebro, no como un ordenador, pero s "como un complejsimo cuartode mquinas de donde surgen ocurrencias, movimientos, deseos, sentimientos. Laespecie humana dio el gran salto cuando aprendi a dirigir, a trancas y barrancas,este cuarto de mquinas."

Los argumentos de esta seccin "antroposocial" relacionados con la infotecnologapodran verse reforzados con una mirada rpida y general al mbito educativobsico de las ciencias. En un breve artculo41 de J. A. Acevedo Daz, referido a algunasconclusiones de la evaluacin PISA (Programme for International StudentAssessment) del ao 2006, titulado La evaluacin PISA y las actitudes relacionadascon la ciencia y la tecnologa, se dice que "la crisis de la educacin cientfica en lamayora de los pases desarrollados es, al menos en parte, consecuencia de unaenseanza que tiende a descuidar los aspectos emotivos y afectivos de las actitudeshacia la ciencia, que son un componente de base de la alfabetizacin cientfica.Ello requiere la implicacin del alumnado en temas sociales relacionados con lasciencias y la tecnologa".

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Cultura y tecnologa en el Nuevo Entorno Tecnosocial

Sistema emocional

Es un sistema sui generis compuesto por un repertorio de emociones distintas cada unade ellas por naturaleza, mediante el que el ordenador emocional informa al sujeto yle presiona para que realice tareas necesarias para que funcionen los sistema somticos(respiratorio, digestivo, trmico, etc.) y sus sistemas sociales (biosociales). El sistemaemocional est diseado e instalado en el cerebro con una correspondencia y sincroni-zacin con los sistemas somticos y biosociales siguiendo pautas bionaturales y/o bio-culturales.

El software del ordenador emocional son los programas diseados e instalados en eldisco duro del ordenador cerebral, sea por el plan gentico, sea por la cultura. Si el pro-grama est diseado e instalado por el plan gentico, es bionatural. Si el programa estdiseado por alguna de las sociedades culturales, entonces es biocultural.

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CAPTULO 2

Sociedad del conocimiento,

un sistema tecnocultural

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2. SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO, UN SISTEMA TECNOCULTURAL

Por lo visto en las pginas anteriores, es evidente que se est produciendo un pro-ceso acelerado de impregnacin tecnolgica de nuestras vidas, en la que la grandey creciente complejidad de la tecnologa y la todava mayor complejidad de lasrelaciones humanas con ella requieren respuestas muy pensadas de ndole tecno-cultural, que no se estn dando. An peor, para las que ni siquiera existe todavaun mnimo de sensibilidad y de demanda social. Afirmo que, salvo excepciones, noestamos preparados para usar con criterio ni eficacia la descomunal funcionalidadde la infotecnologa actual, cuya expresin social se refleja en los instrumentostcnicos que pasan por nuestras manos (denominables por la sigla TVIC:Tecnologas para la VIda Cotidiana), ni para comprender el Nuevo EntornoTecnosocial y mucho menos para gestionarlo convenientemente y extraer lo mejorde sus extraordinarias oportunidades informativas, de comunicacin, artsticas,cientficas, educativas, de entretenimiento, sanitarias y operativas de mltiplesclases.

Los cambios culturales que reclama la tecnificacin social en general y en particularla exponencial difusin de las multifuncionales infotecnologas, tanto por su podertransformador como por su complejidad y por sus efectos generadores de espa-cios con luces y sombras42 sociales y vitales o, dicho de otra manera, compuestosa la vez por ventajas y por riesgos en proporciones difcilmente previsibles, hacennecesario reflexionar sistemticamente y a fondo sobre la naturaleza de esos cam-bios con el objetivo de introducir las conclusiones de tales anlisis en los diversosconjuntos de conocimientos y mtodos de los infoprofesionales, agentes indiscu-tibles de la sociedad de la informacin.

2.1 Comunicacin social de la cultura tecnolgica

El VI y el VII Programas Marco de la Unin Europea43 propusieron mejorar la comu-nicacin entre la comunidad cientfica y la sociedad en general. Interpretandolibremente sus objetivos, parece que se tratara de hacer asequibles a ciudadanosno especializados sus disciplinas duras44, que no propician precisamente temas deconversacin en cualquier reunin social o plataforma meditica, para intentarintroducirlas en el mbito de la vida ordinaria, esto es, en el conocimiento comn.En definitiva, se trata de aproximarnos -y sta sera la primera vertiente de la citadatransformacin antropolgica- a que si decimos "cultura tecnolgica" no se infierapor tal simplemente el conjunto de conocimientos especializados y de terminologaslo para entendidos, sino un conjunto de conocimientos cotidianizados, nuncatrivializados, asumibles como componentes imprescindibles de una cultura social-mente abierta, ya que no general, interesante y til, en el sentido de dotar a susposeedores con una cierta capacidad de "juicio crtico" aplicable a las situaciones

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Sociedad del conocimiento, un sistema tecnocultural

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sociales. En otras palabras, se tratara de "ablandar" un poco aquellas disciplinascuyos productos o aplicaciones tengan un alcance social, como es el caso de casitodas las reas infotecnolgicas. Esto se conseguira formando mediante un enfo-que un tanto sociotcnico a un subconjunto de los practicantes o profesionales detales disciplinas. En otras palabras, que es necesario cimentar la citada comunica-cin social sobre adecuados procesos educativos.

Historia visual del mundo, Unidad Editorial, 1994, p. 798

Veamos lo que escribe N. Malinowski45, siempre muy inspirado por el pensamientode Edgar Morin: "Para qu sirven los conocimientos tcnicos -a fortiori en nues-tras sociedades globalizadas dnde se hacen cada da ms vivos los cambios pol-ticos, econmicos y sociales- si no existe paralelamente una aptitud para relacio-narlos, actualizarlos y contextualizarlos? () "Frente al obstculo de una obsoles-cencia acelerada de los conocimientos tcnicos, al riesgo de una dilucin de lo fun-damental en la urgencia cotidiana, no son los conocimientos en s mismos los quele deben importar al estudiante, al empresario o al dirigente poltico, sino ms bienel mtodo y la creatividad intelectual que permiten ordenarlos en una secuenciaestratgica, con el fin de identificar y solucionar los problemas siempre transdis-ciplinarios que se manifiestan en nuestro mundo".

Una sociedad que no se fundamente en principio en estas formas de conocimientoser, como se dijo anteriormente, una Sociedad del Conocimiento VerticalFragmentario (SCVF), pero nunca una Sociedad del Conocimiento (SC) sin adjetivos,pese a que hoy da es habitual que en discursos, artculos y folletos se identifiquems o menos explcitamente sociedad de la informacin con sociedad del conoci-miento y a veces hasta se resumen ambas en la sigla SIC. Sin embargo, identifi-car sociedad de la informacin con sociedad del conocimiento es asunto intelec-tualmente sujeto a controversia. As, por ejemplo, investido el ilustre Umberto Ecodoctor honoris causa por la Universidad de Sevilla (su 38 doctorado honoris causahasta hoy), en su discurso afirm que "Internet es una especie de parodia de laenciclopedia, que rene todo el saber del mundo, pero incluye tambin informa-cin falsa, por lo que consider que el medio ha fracasado en su intento por ordenarel conocimiento del mundo disponible". J. F. Tezanos, en su texto de 2002 ya citado,

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Cultura y tecnologa en el Nuevo Entorno Tecnosocial

La ciencia sin fronteras

Los progresos cientficos y tecnolgicos no siempre son bien entendidos y causan, aveces, cierto temor e inquietud. Por esta razn, es necesaria una aproximacin entrela ciencia y la sociedad. No se puede ignorar que el progreso de la ciencia ha repercu-tido directamente en la calidad de vida de los ciudadanos y en otros aspectos directa-mente conectados al conocimiento del universo. De ah la necesidad de difundir y divulgarla ciencia y la tcnica.

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estima que la revolucin tecnolgica en curso generar "modalidades de pensa-miento nico y dbil". Otros autores son ms drsticos y en un librito de ensayos,editado por Infonoma en mayo de 2009, nos vienen a decir que "la tecnologa ysu socializacin generan tensiones y divisiones en nuestras estructuras etolgicasy culturales", que nos conducen a una "sociedad de la ignorancia" (A. Brey), a una"sociedad del desconocimiento" (D. Innerarity) o a una "sociedad de la incultura"(G. Mayos).

Ayuntamiento de Madrid, folleto acerca de "la web de los mayores de edad" recibido por el autor el 9 de enero de 2010

La comunicacin de la cultura tecnolgica, concebida con el enfoque antroposocialdescrito, es objetivamente una tarea ardua, no slo por la gran especializacinexistente -el primer enemigo natural de la comunicacin-, sino por los mecanismosde reconocimiento institucionales (becas, nombramientos, premios, sexenios deinvestigacin en la universidad, plazas a concurso, etc.) que refuerzan esa mismaespecializacin e incomunicacin y en la prctica penalizan dedicar esfuerzos a lageneralizacin, a la interdisciplinariedad y no asignan valor acadmico a la divul-gacin de conocimientos46. Seguramente, Ortega denunciara la crudeza extremade tales mecanismos como una herramienta poderosa al servicio del ahondamientode la "barbarie del especialismo", el reino de las mentalidades estrechas. Quinva a dedicar su tiempo a una tarea tan compleja, no apreciada entre sus pares,sin prestigio en sus instituciones? Fuera de ellas es verdad que los cientficos eingenieros gozan de un cierto prestigio lejano, ese respeto que tienen las gentesa lo que consideran complejo y hasta misterioso, pero tambin lo es que cuentanpoco en la agenda poltica, econmica y "cultural", que es como llaman a las ins-tancias donde se toman las decisiones importantes para los asuntos pblicos.

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Sociedad del conocimiento, un sistema tecnocultural

lavozdelaexperiencia.es (Introduccin)

"Las nuevas tecnologas y herramientas de comunicacin se hacen imprescindibles paramantenernos informados y participar en la construccin de nuestra sociedad da a da.La era digital ya est aqu!"

"Los mayores de Madrid tienen mucho que decir, mucho que contar, mucho que apor-tar. Es necesario que utilicen los nuevos canales de interaccin y comunicacin que nospropone la sociedad del conocimiento para poner en valor su sabidura y experiencias."

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Quien, pese a todas estas barreras y a los costes personales47 implicados, quierarebelarse y aportar con seriedad (lase subrayada esta palabra) algo a la comuni-cacin social de sus conocimientos, en mi opinin debera empezar la obra por laexigente e ineludible tarea de remodelarlos conforme a las siguientes clusulas:

1. En primer lugar, no aceptar al pie de la letra la repetidamente citada segundadefinicin de la RAE, que parece establecer la equivalencia directa entre cono-cimientos y cultura, porque sta, sea la que sea (ya realistamente aceptadacon minsculas y apellidos), por ejemplo, la que aqu estamos denominando"cultura tecnolgica", tiene que integrarse o al menos contextualizarse en ciertasdimensiones antropolgicas y valores humanos48 y sociales (historia, psicologa,economa, filosofa, etc.) que vitalicen esos conocimientos especializados y lesdoten de la posibilidad de desarrollar un mnimo sentido crtico en su aplica-cin a lo humano y social..

2. Procurar una mnima inter- o transdisciplinarizacin de los propios conocimientos,para que stos no queden encerrados, como suele suceder, y envueltos poraadidura en sentimientos de orgullo por parte de muchos cientficos y tcnicos,en una porcin pequea dentro de un rea de conocimientos (en Espaa,segn el registro oficial del Consejo de Coordinacin Universitaria delMinisterio de Educacin y Ciencia hay alrededor de 200 reas de conocimientoespecializado, que rigen el funcionamiento docente e investigador de la uni-versidad).

Lo que acabo de definir son las condiciones de autotransformacin de los cientficoso tcnicos, que, interesados en hacer comunicacin social de sus saberes o peda-goga realista, debern colocarse virtualmente en el "pellejo" mental de un ciuda-dano no especializado, y "ponerse" el sombrero de usuario, tratando de combinartecnicidad con pensamiento social.

2.2 El problema de la tecnoincultura dominante

Antes de proponer y justificar unas lneas de actuacin en mi particular idea decomunicacin social, quisiera apuntar mi diagnstico de que el nivel de cultura tec-nolgica de los ciudadanos, cualificada con los matices que estoy proponiendo, esen nuestro pas de una pobreza considerable, impropia de una sociedad desarro-llada. Determina una situacin muy adversa para operar en un mundo tan com-petitivo y globalizado, de ah la necesidad imperiosa de mejorarlo. En este punto,conviene sealar que no hay que confundir era digital49 (trmino tecnolgico, enmi opinin) con sociedad digital.

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Comprobamos que a menudo se da por sentado que un alto grado de difusin dela instrumentacin tecnolgica equivale a desarrollo tecnolgico, cuando la interio-rizacin social de esa tecnologa en la prctica de hoy no es realmente en la mayorade los casos otra cosa que lo que antes se llamaba "civilizacin del conductor",pura tecnicidad funcional: apretar un botn por aqu, mover una palanca por all,pero con un desconocimiento amplio del porqu y del para qu de esa tecnologay de sus consecuencias, o sea, de lo que quiero significar como tecnocultura.Este trmino, que sera mi primera denominacin para una cultura tecnolgicaorientada social y antropolgicamente, aade un importante matiz al concepto decultura tecnolgica. Desde hace tiempo utilizo el trmino tecnocultura para refe-rirme a lo siguiente: "una suerte de impregnacin o metabolizacin mental, cons-ciente y activa, que lleva al individuo a integrar las realidades tcnicas del momentoen la visin, valoracin y construccin de su entorno personal y organizativo".

Desde este prisma, la tecnocultura es un conocimiento convertido en programa bio-cultural (como dira el antroplogo Juregui, ya citado), algo que no hay que con-fundir con los puros conocimientos tcnicos, ni con una profesin u oficio tcnico.Volver sobre este concepto repetidamente y para que no queden dudas de que meestoy refiriendo a conocimientos tcnicos debidamente contextualizados mediantedosis adecuadas de orientacin antropolgica o social, sealo que cuando convengaprecisar puedo emplear, como vengo sealando en este texto, el trmino socioinfo-tecnocultura50, en lugar de tecnocultura a secas o de infotecnocultura, como hedicho en alguna ocasin51 por manifestar mi focalizacin en este sector de la tecno-loga. Los cambios tecnolgicos siempre plantean oportunidades y riesgos para lasociedad, pero esto se trata muy raramente en la enseanza de la tecnociencia.

Siempre que se hable de conocimiento habra que tener en cuenta que ste es unrasgo personal, individual, ontolgico, pero en ocasiones es lcito, o cuanto menosrazonable en una primera aproximacin, extrapolarlo a colectivos enteros. Puesbien, este conocimiento tecnocultural, rastreado en determinados colectivos deagentes sociales influyentes, tales como gobernantes, polticos, dirigentes empre-sariales, comunicadores y lderes de opinin, merece un suspenso sin paliativos enun porcentaje mayoritario de sus componentes, suspenso agravado al sumarse lainsensibilidad a la ignorancia. Por desgracia, y an ms grave, es que -aunquesuene a paradjico-, esta asignatura tambin la suspende, en opinin de esteautor, una gran parte de los ingenieros y cientficos,. Puede que ese prestigio dis-tante, del que antes hablbamos, le baste a la mayora de componentes de estoscolectivos, en cuyo caso permanecern alejados de las preocupaciones y esfuerzospor participar seriamente en la comunicacin social de sus conocimientos y saberes.Por ende, renuncian a una cierta responsabilidad social.

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Este ltimo razonamiento, aplicado a los grados de tecnocultura colectiva de agentessociales influyentes -en nuestro caso, rayana en la tecnoincultura- nos seala unapista para resaltar su dimensin estratgica, ms all de la mera y tradicionaltarea divulgativa, su papel en el desarrollo econmico y social, a travs de la inno-vacin. Un ejemplo: en el dominio de la infotecnologa y de la sociedad de la infor-macin se habla mucho de la brecha digital, pero cuando se menciona nuestroretraso como sociedad o pas, comparado con la media de los pases de parecidonivel de riqueza, siempre se olvidan lamentablemente de la brecha tecnocultural,que es la causa mental y psicolgica predominante del desfase. En mis estudios yreflexiones sobre las barreras a la innovacin tecnolgica, la tecnoincultura essiempre el factor ms adverso, el ms profundo y resistente.

2.3 Tres lneas posibles de comunicacin social

Termino reuniendo algunos de los elementos suscitados en los prrafos anterioresen tres lneas posibles de comunicacin social de la cultura tecnolgica52, conver-tida en este texto en socioinfotecnocultura:

a) Divulgacin, en sus diferentes formas y canales individuales, colectivos e ins-titucionales.

b) Clarificacin y tomas de posicin solventes, saltando a la palestra ante la opi-nin y los poderes pblicos, sobre cuestiones relativas a problemas, preocu-paciones y necesidades de impacto social, en los que la tecnologa juegue unpapel crucial.

c) Contribucin a crear y potenciar estructuras profesionales e instituciones,entendidas como recursos organizados para actuar en los sectores de actividadsocioeconmica.

Parece evidente que de las tres lneas sealadas, la primera, aunque escasamentepracticada por cientficos e ingenieros53, es la ms conocida, la que contiene unmenor grado de compromiso y no requiere mayores explicaciones. A veces adquiereel aspecto de una simple alfabetizacin cientfica, tcnica o tecnolgica. La segunday la tercera, que implican un proyecto previo (incluido un factor educativo, comoya se ha mencionado anteriormente) de construccin de un tipo nuevo de conoci-miento al que he llamado hbrido, acercaran a los ingenieros y cientficos a laagenda poltica, econmica y social de la que hoy estn habitualmente ausentes.Con la segunda, se canalizara la respuesta iluminadora y neutral que muchos ciu-dadanos esperan y que rara vez reciben de esos "lejanos" expertos y representantesdel mundo acadmico.

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Si la situacin fuera realmente como acaba de expresarse en el ltimo prrafo, elcolectivo de los cientficos e ingenieros estara aadiendo varios grados ms a suhabitual renuncia a responsabilizarse socialmente con sus conocimientos. Perotambin son posibles dos opciones no excluyentes: a) Que el diagnstico de lasituacin expuesto en este artculo sea incorrecto o injustificadamente pesimista;b) Que suficientes representantes e instituciones de este colectivo reaccionen antesu absurda exclusin de la cultura ofi