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Cultura em resarial en Venezuela

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  • Cultura em resarial en Venezuela

  • Cultura empresarial en Venezuela.La industria qumica y petroqumica

    Amoldo Pirela (Ed.)

    FUNDACI6Nj~POLAR~_ __JJ

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    Caracas, 1996

  • Plimera Edicin, 1996

    La responsabilidad de las opiniones expresadas en eSla publicacin incumbeexclusivamenle a sus aUlores y no retleja necesariamenle los punLOs de viSla deFundacin Polar ni del CENDES.

    Fundacin Polar1a EdicinCoordinacin Edilorial: Amoldo PirelaDiseo, diagramacin eleclrnica, grficos, mapas y porlada: Rogelio ChovetFOlolilo: Scan-x-pressImpresin: Editorial Texto, Caracas 1996

    ISBN 980-6397-21-5 Fundacin PolarISBN 980-00-1009-2 CENDES

  • Este estudio se inscribe dentro de un esfuerzo que, por aos FundacinPolar ha venido desarrollando sostenidamente y sin pausa, en relacin altema ciencia, con plena conciencia de su trascendencia y de la necesidadde unir voluntades para abordarlo. Al entregar esta publicacin, y otrasque sern sucesivamente editadas en las distintas series que conformanesta coleccin, esperamos estar contribuyendo a una mejor comprensinde nuestra realidad nacional, y a formar una opinin crtica para trans-formarla, en funcin del engrandecimiento del pas.Leonor Gimnez de Mendoza

  • PREFACIO DEL EDITOR 9

    RECONOCIMIENTOS 13

    AUTORES 15

    'ONTENIDO PARTE I. Taxonoma de la industria, conductaempresarial y poltica pblica 20

    A INDUSTRIA QUIMICA y PETROQUIMICA ENENEZUELA: REALIDAD y RETOS. Amo/do Pire/a 21Introduccin 21

    1. La industria qumica y petroqumica; entre la siembra del petrleo yel desarrollo de la competitividad 24

    2. Las empresas y el ajuste, con "tropezones" de cuadros y grficos 35A modo de reflexin final 68

    PRENDIZAJE TECNOLOGICO y CONDUCTAMPRESARIAL: LA TAXONOMIA DE LA INDUSTRIA

    QUIMICA VENEZOLANA ANTES DEL AJUSTEESTRUCTURAL. Amo/do Pire/a, Rafae/ Rengifo,Rigas Arvanitis y A/exis Mercado 71

    Introduccin 711. La muestra 742. Las variables 773. Aprendizaje tecnolgico e innovaciones menores 824. Estrategias tecnolgicas y conducta; una taxonomia empresarial 84

    Conclusiones 97

    CERCA DE LA AUSENCIA DE POLITICA INDUSTRIAL OE COMO LOS ORNITORRINCOS APRENDIERON A

    BAILAR. Amo/do Pire/a 101Introduccin 101

    1. Contribucin a una doctrina gerencial para Venezuela 1032. Los perfiles de la conducta empresarial despus del ajuste

    estructural 1113. La competitividad a largo plazo: indicador de competitividad

    estratgica 123Anexo estadstico 129

  • PARTE 11. Los efectos del ajuste sobre el potencial innovativo

    ONDUCTA TECNOLOGICA y TAXONOMIA DE LADUSTRIA QUIMICA VENEZOLANA: UNA MIRADA

    ESTADISTICA. Pablo Testa 135Introduccin 135

    1. Evolucin de la metodologa estadstica del proyecto CTIQV 1362. El diseo de la muestra 1403. El anlisis de datos: evolucin histrica, caractersticas generales, y ~

    aspectos tcnicos del ACM y la CAl 142 :::e

    4. Los resultados del ACM y la CAl 148 ~5. A manera de conclusin 171 ~

    Anexo estadstico 173 ~~~

    177 a

    STABILIZACION y AJUSTE ESTRUCTURAL: SU IMPACTOY OBRE LA INVESTIGACION y DESARROLLO. Alexis Mercado.

    Rigas Arvanitis 179

    Introduccin 179La poltica tecnolgica: un enfoque ofertista 179Los efectos sobre la industria qumica 181La respuesta econmica: fuerte contraste entre tipos de empresas 181La diversidad de respuestas tecnolgicas de las empresas dequmica 186Las repercusiones sobre la investigacin y desarrollo 188Un ligero aumento del personal de I&D que escondeimportantes diferencias 188Variaciones importantes que puede detectar un anlisispor capital y segmento productivo 191La nueva orientacin de la actividad de I&D en las empresas 193Las limitaciones al desarrollo de capacidades endgenas de I&D 196Conclusin 199

    'OS RETOS PARA LA INVESTIGACION yESARROLLO EN LA INDUSTRIA QUIMICA DE

    LOS PAISES LATINOAMERICANOS.Rigas Arvanitis y Alexis Mercado 201

    Los principales rasgos de la evolucin de la tecnologa en laqumica 202La nueva importancia de las innovaciones de procesos yequipos 203Procesos optimizados y congruencia con el medio ambiente 204Nuevas caractersticas de los productos: alto contenido deconocimiento e intensas relaciones con los clientes 205Cambiar la capacitacin 209 6

  • La planta como laboratorio 210Los motivos colectivos del aprender aprendiendo y el papel delEstado 211Buscar los mercados competidos es fomentar redes deinnovadores 212Enfocar el cambio tecnolgico en trminos estratgicos 213El rol de la IyD en la industria 214Apoyo a la formacin de recursos humanos 214Las mltiples funciones de la I&D 215Conclusiones 219

    f\RTICULARlDADES INNOVATIVAS DE LOS SEGMENTOSRODUCTIVOS. Alexis Mercado 221

    El tipo de productos como determinante de la direccin de laactividad innovativa 223Las caractersticas de los procesos 223Papel de los factores institucionales o de poltica 224Infraestructura de las empresas 232Importancia de las diversas variables en el procesode aprendizaje tecnolgico de cada segmento 237El anlisis por segmentos y su relacin con la taxonoma 241Conclusiones 242

    PARTE III. Capital humano y conducta organizacional 245

    A ORGANIZACION DEL TRABAJO: VIEJAS Y NUEVASCTICAS. Consuelo Iranzo 247

    Introduccin 247La gestion del trabajo 250

    l. Disposicin frente al cambio 2502. Factores que frenan los cambios internos 2513. Modernizacin en la organizacin gerencial 2534. Modernizacin en la organizacin produyctiva. La gestin tcnica del

    trabajo. 2555. Modernizacin en la organizacin del personal. La gestin social 262

    A modo de conclusin 269

    RACTICAS DE GESTION DEL PERSONAL:A MODERNIZACION ANCLADA EN EL REZAGO

    ORGANIZACIONAL. 1. Gregorio Darwich Osorio 273l. La Transicin, Nuevo paradigma Tecnoeconmico. 2762. Conducta tecnolgica y comportamiento organizacional desde el

    punto de vista de las prcticas de gestin del personal 281_7 3. A modo de .conclusin 276

  • ~CURSOS HUMANOS DE NIVEL SUPERIOR.Carmen Garda Guadilla 291

    Introduccin 291 _1. Aspectos cuantitativos globales del sistema de

    educacin superior en Venezuela 2932. Perfil educativo del personal de las empresas encuestadas. 2953. La calificacin del personal: principal problema

    sealado por las empresas 2974. Exigencias a la Universidad, a partir de las

    respuestas de los empresarios 2985. Hacia una mayor articulacin entre el mundo

    productivo y el educativo 309

    PARTE IV. Globalizacin y dinmica espacial 315

    10 NMICA ESPACIAL y TERRITORIOS EN EL MARCO\D~ LA GLOBALIZACIN. Didier Ramousse 317l. Dinmica espacial de la industria petroqurnica y qumica en

    Venezuela (desde sus orgenes hasta 1993) 3182. Definicin de los espacios de referencia para el anlisis de la

    territorialidad de las empresas qumicas en Venezuela 3263. Estrategias competitivas y territorialidad de las empresas

    petroqumicas o qumicas enVenezuela 334Conclusin 362

    ORIGEN DEL CAPITAL Y LA CONDUCTA'ECNOLOGICA. Yvan Lapiace 365

    Introduccin 3651. Particularidades de las empresas con capital extranjero

    ante la apertura econmica 3662. Conducta tecnolgica y articulacin de las industrias

    qumicas en Venezuela 379Conclusin 393

    8

  • PREFACIO DEL EDITOR

    En enero de este ao 1996, por azar uno de los das en que completaba lasltimas correcciones de este libro, la prensa dio a conocer los graves problemasfinancieros que aquejaban a CORIMON. En ese proceso los acreedores tomaron elcontrol de esa corporacin industrial y designaron una junta restructuradora. Llegabana su fin los sueos de construir la primera gran multinacional privada venezolana.

    La cada de CORIMON, si bien fue estruendosa, no es un hecho aislado, es unacto ms en la cadena de descalabros ocurridos en los ltimos aos a los gruposindustriales privados nacionales. Cabe entonces preguntarse qu pas? Este libro,reflejo de doce aos de seguimiento sistemtico al comportamiento y desempeo denuestra industria qumica y a la cultura empresarial que ha desarrollado en su seno,analiza los principales elementos explicativos del fenmeno que, como sealamos, hatocado a casi toda nuestra estructura econmica e industrial.

    Los aspectos ms generales los resumimos, al decir que la cultura empresarialvenezolana es hija legitima de la falta de claridad acerca del papel que le correspondejugar al Estado y al mercado en una economia capitalista. Nuestra clase empresarial,joven, inexperta y un tanto "malcriada" es hija de la ausencia en el pas de discusinsera sobre este tema. El tratamiento maniqueo que se ha hecho del asunto, el pendularde la poltica pblica en las ltimas dcadas, la poca transparencia de los procesos dedecisin, la inducida vergenza de ser un pas petrolero y el peso muerto de la consignade "sembrar el petrleo" son algunos de los elementos que han impedido madurar amuchos de nuestros empresarios.

    De la industria qumica, en particular, podemos afirmar que en los primerosmeses de este ao se est completando un cuadro nuevo. Se trata de un mapa diferenteal que se conform durante un proceso iniciado en los aos cUarenta cuando MximeSilberg y Hans Neumann movieron sus paletas sobre las pailas donde por primera vezse prepar pintura en Venezuela. En lo que respecta a CORIMON, lleg a su fin el msambicioso, pero tambin ingenuo plan de globalizacin de una corporacin industrialvenezolana. La intervencin de la empresa, la reprogramacin de dos tercios de sudeuda estimada en casi 70 mil millones de bolvares, la recapitalizacin en acciones deltercio restante, el recorte de patrimonio a unos 16 mil millones de bolvares. (casi uncuarto del original) como consecuencia de la multimillonaria perdida de 1995 y,finalmente, el regreso a ocuparse exclusivamente del mercado interno de pinturas ponenpunto final al asunto. Esperemos que slo sea as por ahora. Todo esto sin icluir lasprdidas de quienes apostaron en la Bolsa de Caracas y Nueva York al xito de estaempresa. Se trata de compradores de acciones que alcanzaron un mximo de US $23,50 Ycayeron a US $ 1,25. Esperemos tambin que se conserven la produccin que

  • en esas empresas se genera, los empleos que da y que la experiencia sirva de verdaderoaprendizaje.

    Ahora bien, es pertinente sealar que este libro tiene una relacin con losacontecimientos dentro del grupo CORIMON la cual va ms all del azar. Probablementeforma parte de lo que Jorge Luis Borges llama "la compleja maquinaria de la casualidad".

    Adems de los aportes de la Fundacin POLAR, los fondos semilla de estetrabajo los di CORIMON y la Corporacin Andina de Fomento (CAF), ahora el segundo~~C"-'--------

    acreedor ms importante del grupo en desgracia y, segn las noticias, en el momento ~que escribo estas lneas, la CAF considera la posibilidad de capitalizar su acreencia ~para convertirse en su primer o segundo accionista individual ms importante.i

    ':1~

    Hay otras casualidades destacables. Durante los aos 1986 y 87 reaJizamos ms ~de treinta estudios en profundidad de empresas qumicas, entre las cuales figuran varias jde las pertenecientes a ese grupo industrial. Entonces reconstruimos la historia de los

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    se pusieron en primer orden las visiones estrictamente financieras de los negocios y sedej a la suerte del mercado la consideracin de los asuntos de la produccin, suorganizacin, el dominio de la tecnologa y su evolucin en el largo plazo. Segn estecriterio, desarrollar en las empresas las capacidades innovativas en lo organizativo,ambiental y tecnolgico y el desarrollo del capital humano involucrado en la produccinno requiere de estmulo ni apoyo del Estado: "el mercado dar indicios para actuar..."fue la frase repetida hasta el cansancio.

    Diramos que es casual, en el sentido que aludimos, esa asesora estratgica y elcambio generacional que signific tambin un salto, sin transicin, de la visin ingenierila la visin financista y CORIMON resolvi, as, porque si, hacerse global: especializarseen pinturas, nacional e internacionalmente, incursionar en el mercado de capitalesextranjero, establecer alianzas estratgicas para proveerse de asistencia tcnica ytecnologa extranjera llave en mano y romper la tradicin de contar con algunaestructura de investigacin y desarrollo propia.

    CORIMON procedi a desmantelar laboratorios, reducir la inversin en 1&0,liquidar personal en esas reas o reubicarlos en labores directas de produccin ymercadeo, aumentar el nmero de personas dedicadas a labores admjnistrativas y reducirlos involucrados en la produccin, un acento en la calificacin de la gerencia y reduccinen los esfuerzos dirigidos a los niveles ms directamente involucrados en la produccin;una gerencia alta volcada a los asuntos financieros y mayormente de espaldas a losproblemas de la produccin, una visin y estrategia de market share especializada,en lugar, por ejemplo, de una de integracin y diversificacin con la proteccin de unacartera de productos de diverso ciclo.

    Tambin forma parte de esa maquinaria de la casualidad que dos meses antes dela intervencin de los acreedores, el Comit Estratgico insistiera en mantener la lneade intemacionalizacin trazada. Todo con la misma fuerza de convjccin con que muchasveces se defendi la poltica de

  • mixtas de Pequiven son cada vez menos con el capital privado nacional. Con todo ellose ha perdido tambin la posibilidad de avanzar con estrategias del tipo desarrolladopor Japn y Korea con los "Keiretsu" y "Chaibol".

    Con la especificidad de los casos, con mayor o menor suerte, cada empresa,cada grupo industrial nacional y la cultura empresarial desde donde construyen susdecisiones, ha intentado sobrevivir y adaptarse a la turbulenta realidad econmica,poltica y tecnolgica de estos aos. Y, ciertamente, no todos cometieron los mismos--""' _errores, y no fueron pocos los que en las empresas aludidas llamaron la atencin sobre 1el curso equivocado que se tomaba. ~

    ;>o

    As que, tambin es posible identificar algunas empresas importantes, otras lamen- itablemente no tan grandes, cuya capacidad de adaptacin a las nuevas circunstancias [les ha permitido crecer econmicamente y desarrollar su cultura para hacerse ms inno- ~vativas y, por tanto, ms competitivas. Se trata de empresas que poseen una visin ~

    uprospectiva relativamente bien integrada, en lo tecnolgico, econmico, ambiental yorganizativo, y pueden balancear mejor los criterios financieros y las necesidades de laproduccin. Tambin sobre su conducta y desempeo este libro profundiza en el anlisis.

    En las pginas siguientes encontrarn detalles del proceso de surgimiento ydesarrollo del sector industrial nacional ms avanzado desde el punto de vista de sucultura empresarial y de sus posibilidades competitivas. Tambin vern los elementosque promovieron la cada o desmembramiento de algunos y los retos que tienen planteadolos que sobreviven y han sabido adaptarse. Esperamos que la lectura de este texto sirvatanto a gerentes como a los hacedores de poltica en el sector pblico para no cometerlo mismos errores, para aprender de los aciertos, para ver con mejor luz el futuro y,sobre todo, para buscar en la cultura de nuestras empresas las capacidades ypotencialidades innovativas que debemos desarrollar para ponerlas a la altura de estemundo cambiante.

    Amoldo Pirela, Caracas. marzo de 1996

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    RECONOCIMIENTOS

    Un libro de estas dimensiones, diez investigadores involucrados en diversascombinaciones para redactar los doce captulos que lo conforman, varios de los autoresresidenciados en otros pases, adems, un trabajo resultado de un conjunto deinvestigaciones realizadas a lo largo de diez aos, necesariamente, todo ello crea deudasde agradecimientos con muchas personas e instituciones. La Fundacin Polar,CORIMON y la Corporacin Andina de Fomento (CAF) aportaron los fondos inicialespara la formulacin de la investigacin y los primeros estudios de caso; ASOQUIM,ORSTOM, la Embajada de Francia en Caracas, el CDCH de la UCV y la FundacinUCV, el Ministerio de Investigaciones Francs y el CONICIT, aportaron fondos endistintos momentos y todos contribuyeron de muchas maneras al xito de estos proyectos.En todas estas instituciones hay personas a quienes desearamos agradecer el apoyo,comprensin y la diligencia con que afrontaron exigencias de variado orden planteadaspor nosotros. Un especial reconocimiento a Heinz Sonntag por el empeo en gestionarlos fondos iniciales, a Virgilio Urbina, quien puso su confianza en el proyecto desde laprimera formulacin, a Renato Valdivieso quien se hizo presente en las fases finales delproyecto y apadrin la edicin de este libro.

    Deseamos mencionar tambin a Geraldin de Pulido y al resto del personal ydirectivas de ASOQUlM, a Ricardo Barreto, Ronaldo Frendin y Cesar Martn y muchosotros directivos, dueos o gerentes de empresas del sector con quienes hemos mantenidoun constante y enriquecedor dilogo durante estos aos. Ellos han aportado su tiempo yel de sus organizaciones para ayudamos a entender muchas cosas de esta industria.

    Versiones parciales o preliminares de distintos captulos fueron presentadas porsus autores y discutidas en muchos eventos nacionales e internacionales, la mayorparte de ellos cont con el apoyo financiero del CDCH de la UCV, del CONICIT, laEmbajada de Francia en Caracas, el CEFI Intemacional, ORSTOM y otros. Entre loseventos a los que han asistido los distintos autores presentando algunos de estos trabajoscabe mencionar:

    "Seminario-Taller Internacional sobre Inversion Directa Extranjera en la IndustriaQuimica de America Latina: Pto. Ordaz, Guri, 19-26 de junio de 1995.

    "Seminario CERETIM: Technologie et globalisation: une application au Venezuela",Universite de Rennes 1, 29 de septiembre de 1994.

    Coloquio ORSTOMlUNESCO, "Les Sciences hors d'occident au XXe. Siecle",Pars, 19-23 de septiembre de 1994.

  • "I1I Congreso y Exposicin de la Industria Qumica y Petroqumica", ASOOUIM,Caracas, junio 1994,.

    "Seminaire de Recherche, Comprendre L'innovation Dans Les Pays enDveloppement: L'industrie Chimique en Amerique Latine, ORSTOM, Pars, 8 deOctubre de ]993.

    "Ciclo de Conferencias Doctorales", Conferencia Inaugural 1993-94, UniversidadRennes 1, Francia, noviembre 1993. -,:..~ '---------

    "2emes lournes Lyonnaises sus )'efficience technique". GLYSI e INIDET, ~Universidad de Lyon n, Lyon , Francia, 5-6 Octubre] 993. ~

    "Seminario Internacional Conducta Empresaria] y Cultura Tecnolgica en Amrica ~Latina: La Industria Qumica y Petroqumica" y el "Encuentro Empresarial ~Venezolanos: Los Fabricantes de Productos Qumicos y Petroqumico". Caracas, aMarzo de 1993.

    loint 4-SIEASST meeting, Gothemburg, SESSION: The Dynamics ofTechnologicalCommunities in LDCs. Institucional Models and Profesional Networks, 1992.

    IV Seminario Latinoamericano de Gestin Tecnolgica (ALTEC), Caracas, 23 al25 de septiembre de 1991.

    11. Atelier Emrgence de Communauts Scientifiques dans les Pays enDveloppement" Annaba, Argelia, 25 al 30 de mayo 1991.

    Table Ronde Intemationale, Innovations Technologiques et Mutations Industriellesen Amrique Latine: Argentine, Brsil, Mexico y Venezuela, Paris, 12-15 Dc. 1990.

    Debo hacer referencia a las mltiples y valiosas contribuciones en la forma decomentarios y sugerencias a los miembros del Area de Ciencia y Tecnologa del CENDESy a idividualidades como, Carlota Prez, Hebe Vessuri, Ignacio Avalos, lean RevelMouroz, lean Ruffier, Marc Humbert y Roland Waast.

    Quiero agradecer tambin a Sandra Caula, Auramarina Barreto y lulietaMirabal quienes completaron una minuciosa y excelente revisin de estilo a todo loscaptulos y corrigieron las varias pruebas de imprenta necesarias; a Rogelio Chovet porel montaje y diseo grfico y a Violeta Vidal por su apoyo computacional y entusiasmo.Finalmente, especial agradecimiento a Pricilia Trejo y Yelitze Obregn por la permenentecontribucin secretarial y a Claudia Bettinatzi por su auxilio en momentos crticos.

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    Rigas Arvanitis

    Economista, Universidad de Paris I, Doctorado en sociologa, Universidad ParisVII,. Investigador del Instituto Frances de Investigacin Cientfica para el Desarrollo yla Cooperacin (ORSTOM), Investigador-Profesor visitante de la UAM-Xochimilcoen Mxico y del CENDES. Autor de mltiples publicaciones de gran prestigio cientficoy organizador de varios congresos internacionales. Actualmente dirige un proyecto deinvestigacin sobre aprendizaje tecnolgico en la industria qumica de Mxico.E-mail:[email protected]

    Jos Gregario Darwich Osario

    Arquitecto, en la Universidad Central de Venezuela. Maestra en Urbanismo,Instituto de Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. Es autor y coautor dediversos trabajos y ha participado en multiples eventos nacionales einternacionales.Doctorandi en Ciencias del Desarrollo. CENDES. Investigador del Areade Ciencias y Tecnologa, CENDES-UCV en los campos del desarrollo y aprendizaje einnovacin organizacional. Email: [email protected]

    Carmen Garda Guadilla

    Psicloga de la UCY. Maestras en Planificacin del Desarrollo (CENDES) y enEducacin Superior Comparada (Stanford University-USA). Doctorado en CienciasSociales de la Educacin (Universidad Ren Descartes, Pars). Trabaj como funcionariade CRESALC/UNESCO donde fue Jefe de Redaccin de la Revista Educacin Superiory Sociedad. Actualmente se desempea como Profesora-Investigadora en CENDESdonde coordina el Proyecto de la Ctedra UNESCO Situacin y Principales Dinmicasde Transformacin de la Educacin Superior en Amrica Latina, en el cual participanveinte pases de la regin. E-mail: [email protected]

  • Consuelo lranzo

    Sociloga de la UCV, doctora en Sociologa del Trabajo. Universidad de ParsVII. Profesora-Investigadora del Area Sociopoltica del CENDES nivel II del Programade Promocin del Investigador del CONICIT y miembro de la Asociacin Latinoame-ricana de Sociologa del Trabajo, de las Comisiones Laborales de la Clacso, de la RedLatinoamericana de Educacin y Trabajo y del Comit Asesor de la revista EstudiosSociolgicos del Colegio de Mxico. Ha Participado en diversos libros colectivos pu J:~::II.---------blicados en Caracas, Maracaibo, Buenos Aires, Sao Paulo y Pars, y en revistas acad- ]micas nacionales e internacionales. Actualmente coordina un estudio sobre la gestin jde la mano de obra en los sectores automotriz y siderrgico. E-mail: [email protected]. ve .~

    "-~1"2e

    Yvan Laplace

    Economista y Maestra en economa industrial e intercambios mundiales, ambosen la Universidad de Rennes I (Francia). Doctorandi en esa universidad bajo la tutoradel Dr. Marc Humber (CERETIM). Investigador visitante del CENDES. Tambin esprofesor en la Universidad de Rennes I y ha participado en diversos eventos cientficosinternacionales. Actualmente est completando su tesis doctoral sobre "Globalizac iny cambio tcnico en la industria qumica en Venezuela, Mxico, Brasil y Argentina".CERETIM, Facult des sciencces conomiques, 7 place Hoche, 35065 Rennes,Tlf. (33) 992 53 509

    Alexis Mercado

    Licenciado en Qumica en la UCV, M.Sc. en Poltica Cientfica y Tecnolgicaen la Universidad de Campinas, Brasil, Profesor-investigador del CENDES, Profesorinvitado de la Escuela de Qumica de la Universidad Federal de Ro de Janeiro. Autorde numerosos trabajos cientficos en Venezuela y el extranjero. Ganador del "PremioIberoamericano de Gestin Tecnolgica" (1994), responsable del proyecto sobre capa-citacin tecnolgica de la industria qumica brasilea con ABIQUIM, asesor de ABQ yABIFINA en Brasil y Coordinador del Programa de "Maestra y EspeciaJizacin enPoltica y Gestin de la Innovacin 'fecnolgica" del CENDES. E-mail:[email protected]

    Amoldo Pirela

    Lic. Administracin de la UCV, Diploma en Economa de la Universidad deEast Anglia (Inglaterra), Msc. en "Organizacin y estructura de la ciencia y la tecnologaen la Universidad de Manchester (Inglaterra) y Doctorandi del CENDES bajo la tutorade la Dra. Hebe Vessuri. Profesor investigador del CENDES y coordinador de losproyectos de investigacin sobre "Cultura empresarial en la industria qumica ypetroqumica venezolana". Autor o coautor de varios libros y diversas publicacionesen revistas internacionales. Profesor e investigador invitado de la George Washington 16

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    University (EEUU) y Universidad Poltcnica de Madrid, conferecista invitado a laUniversidad de Rennes 1, Geoge Town University, ORSTOM, Paris III y otras.Actualmente trabajando en problemas de competitividad y estrategias innovativas enindustrias de proceso. E-mail: [email protected]

    Diddier Ramouse

    Gegrafo de la Universidad de Pars 1, Maestra en geografa industrial de lamisma universidad, Doctorandi de la Universidad de Pars III con una tesis sobre"Estrategias de industrializacin, ordenamiento del territorio e insercin internacionalde Venezuela". Es autor de diversas publicaciones, ha participado en numerosos eventoscientficos en Europa y Amrica Latina y es miembro de la Red Iberoamericana deinvestigacin sobre impactos territoriales de la reestructuracin. Actualmente se desepeacomo profesor de la Universidad de Yersailles en Francia.CredaI28, Rue SI. Guillaume,75007, Paris.

    Rafael Rengifo

    Estudios de Antropologa y Sociologa en la UCY y la Universidad.de Chile eILPES. Investigador del Area de Ciencia y Tecnologa, CENDES-UCV en los camposde sociologa de la innovacin y desarrollo organizacional e investigador asociado alORSTOM de Francia. Ha desarrollado investigaciones para diversos organismos na-cionales e internacionales (OEA, lDRC). Es autor o coautor de ms de muchas publica-ciones nacionales e internacionales. Es consultor en materia de poltica de ciencia ytecnologa, sistemas de innovacin y transformacin organizacional para organizacionesintensivas en conocimiento (SELA, CONICIT, Fundacin Polar, Fundacin UCV, Cine-mateca Nacional, EUREKA y otras). E-mail: [email protected]

    Pablo Testa

    Estadstico UCY, Maestra en Planificacin del DesarroJJo, Mencin Ciencia yTecnologa, Profesor-Investigador del CENDES y de la Escuela de Estadstica y CienciasActuariales de la UCV, autor de varias publicaciones especializadas y participacin endiversos eventos nacionales e internacionales. Actualmente, asesor del CONlCIT enmateria de indicadores de ciencia y tecnologa. E-mail: [email protected]

  • ASISTENTES DE INVESTIGACION

    Elizabeth Ortega Brito

    Economisla. de la Universidad Central de Venezuela. Asistente de investigacin ien los proyectos "El Rol de la Inversin Directa Extranjera y la Transferencia de

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    Tecnologa en el proceso de Apertura Econmica" y "Conducla empresarial ante la tecnologa y las medidas de ajuste estructural: La industria qumica en Venezuela". ~Actualmente profesora instructora, CENDES-UCV y cursando la maestra "Politica y ~gestin de la innovacin tecnolgica". Trabaja sobre el tema de competitividad y ~ambiente en las industrias de proceso. E-mail: [email protected] a

    Carla Pedroz R.

    Economista de la Universidad Central de Venezuela. Asistente de investigacinen los proyectos "El Rol de la Inversin Directa Extranjera y la Transferencia deTecnologa en el proceso de Apertura Econmica" y "Conducla empresarial ante latecnologa y las medidas de ajuste estructural: La industria qumica en Venezuela".Actualmente se desempea dentro sector financiero venezolano y en labores deconsultora. Fax: (582) 978-4615

    18

  • Taxonoma de la Industria, Conducta Empresarial y Poltica Pblica

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    A INDUSTRIA QUIlVIICA y PETROQUIMICA ENVENEZUELA: REALIDAD Y RETOS

    Introduccin

    Si una empresa logra vender un producto fuera de las fronteras del pas que laalberga, si en el proceso de producir ese bien participa directa e indirectamente la manode obra mejor pagada, y menos expuestas a riesgos y enfermedades profesionales, y siadems, al obtener el balance final, la operacin aporta la ms alta remuneracin posibleal capital y el menor dao previsible al ambiente, entonces podemos considerar que esaempresa es altamente competitiva y, tambin podra serlo, la regin donde se localiza yla nacin a la cual paga impuestos. En esa medida tambin estaremos hablando de unaempresa, regin o pas que aporta una alta suma de beneficios materiales a sus empleadosy conciudadanos. Esta es la idea de competitividad y desarrollo que defiende este libro

    yesos son, adems, los temas analizados en los distintos captulos.

    Detrs del tipo de esquema normativo, al estilo de M. Porter en La VentajaCompetitiva de las Naciones o del programa de gobierno de Clinton y Gore l , podemosencontrar procesos histricos que han llevado a muchos empresarios, lderes polticosy acadmicos de diversas naciones a la mejor comprensin de los fenmenos deldesarrollo productivo. Estos elementos son la orientacin bsica en que se sustenta laestrategia de las empresas ms exitosas y la poltica de los gobiernos ms establesalrededor del mundo. Es tambin lo que se ensea en las escuelas de negocios y economadirectamente involucradas en los temas relativos a la industria y la produccin. Unos yotros han ido concretando reglas de juego para una dinmica econmica que se insertacada vez ms en fenmenos globales y hasta de guerras comerciales como las queavisor Lesther Thorrow2 en Head to Head. Y los individuos que forman parte de lasintrincadas redes de funcionarios pblicos, justifican su existencia realizando accionesque intentan favorecer las exportaciones. Para bien o para mal, cada vez ms, estadinmica poltico-econmica se aleja de preceptos ideolgicos, dogmas y posicionesde principio. Mientras tanto, cada empresa trata de aprovechar las condiciones dadaspara lograr una estable y bien estructurada posicin en los mercados.

    Para lograr este objetivo, los empresarios ms activos siguen hoy una regla simple.Esta consiste en agregar cualidades a los productos que logran una primera introduccinen el mercado. Se trata de incorporar valor haciendo a los productos ms elaborados, oms sofisticados, si se prefiere decir as. Eso significa un mayor agregado de trabajolocal. Por lo tanto, la situacin ser mejor en la medida que el agregado de trabajo seade mayor valor, sin que ello conduzca a una prdida de posicin en el mercado.

    Pero el juego no es fcil, es un delicado equilibrio detrs del cual todos intentanubicarse. El dinamismo de esta lucha es muy intenso, y mucha la cantidad de actoresque por inusitadas vas intervienen en la competencia. Participan en el juego lasgigantescas corporaciones financieras e industriales de escala global e instituciones

    J (1993)2 (1987)

  • supranacionales como la Organizacin Mundial de Comercio. Tambin participangrandes, medianas o pequeas empresas y microempresas en todas partes del mundo.Debemos considerar el papel de los acuerdos regionales, subregionales o bilaterales decomercio, las alianzas estratgicas, los acuerdos de cooperacin y mltiples modalidadesde joint venture, la compleja legislacin internacional y otros instrumentos de polticainternacional y las regulaciones nacionales o regionales, estadales y municipales.Finalmente, entran en eljuego las organizaciones empresariales, las de trabajadores, deconsumidores, de vecinos, de preocupacin por los problemas del ambiente y la ecologa.-',,".L- _o por la seguridad pblica y ciudadana, y muchas ms que forman parte de la tramada]estructura corporativa que comunmente llamamos sociedad civil. ~

    e~

    Con estas premisas y dentro de ese marco de referencias, este libro enfrenta el ]anlisis de las capacidades y potencialidades competitivas de la industria qumica y ~petroqumica en Venezuela. Presentaremos los ltimos resultados de nuestras ~investigaciones en un momento particularmente difcil de la vida poltica y econmica 8del pas. Comentaremos de las necesidades competitivas a largo plazo, cuando losempresarios y cada ciudadano comn de este territorio apenas si la inseguridad general,le permite avizorar el futuro en el margen de unos pocos das. En este trabajo proponemosintegrar decisiones sobre mltiples dimensiones de la vida de una empresa, cuandoexiste una sombra que oculta hasta los datos bsicos del valor de cambio de la monedacon que se realizan las transacciones. Hablamos de una masa de informacin empricaque cubre el perodo entre 1989 y 1992, cuando en los aos siguientes han ocurridofenomenos de gran conmocin y trascendencia para toda la industria. No obstante, nosalienta la certidumbre de que hay una necesidad de pensar y decidir sobre los problemasa largo plazo en las empresas, aun cuando nos encontramos en las ms apremiantescircunstancias coyunturales de la historia econmica de este pas. Y, adems, estamosconvencidos de la utilidad para el presente y futuro de nuestras estructura de producciny servicios, presentar la pelcula de un perodo clave en la vida de nuestras empresas.

    Comenzamos con una consideracin acerca de la capacidad del pas para hacercaminos en el creciente proceso de internacionalizacin de la economa, o deglobalizacin, como se entiende actualmente. Centraremos la atencin en los aspectosdirectamente vinculados con las industrias de la qumica y petroqumica, aguas arriba yaguas abajo en los procesos productivos, sin dejar fuera los llamados sectores conexosa estas actividades. Iniciamos el tratamiento del tema, adems, reflexionando sobre elsignificado de algunas estadsticas relativas a 1989, ao en el cual el gobierno venezolanointrodujo al pas en el programa de apertura econmica ms consistente que se haintentado en Venezuela.

    Partimos de 1989 porque justamente en ese ao presentamos los primerosresultados de una investigacin emprica iniciada entre 1986 y 1987, en la cual nosplantebamos la identificacin de capacidades y potencialidades innovativas del sectorqumico y petroqumico. Esa investigacin se realiz con una muestra de ms de uncentenar de empresas venezolanas. En el captulo 2 incluimos esos resultados difundidosdentro y fuera del pas J . En ese momento hicimos tambin un conjunto derecomendaciones de poltica industrial y tecnolgica con orientacin sectorial, que seinsertaban explicitamente en las tendencias econmicas, tecnolgicas y organizativasdominantes en el mundo. Las mismas que hemos presentado resumidamente en losprrafos iniciales de este captulo.

    3 Pirela, A. [el al.] (1993) 22

  • Quienes tenan bajo su responsabilidad la elaboracin de poltica pblica parapromover la competitividad de nuestra economa, respondieron que el Estado debainhibirse por completo de actuar. Su atencin deba limitarse al estmulo a un mercadode capitales, capaz de equilibrar los flujos financieros y el valor de la moneda. En su

    (

    criterio, no exista justificacin para desviar el rumbo de su accin de gobierno haciendouna poltica que prestara atencin a las especificidades del sector qumico y petroqumico,ni de ningn otro de la estructura de produccin del pas.

    --------- i! Este libro trata de tales especificidades, analiza los efectos de esa poltica~e industrial de estado inhibido, y presenta alternativas y disea instrumentos para la accin,~~ tanto pblica como empresarial. Se trata de analizar uno de los ms graves errores queE se cometi en el quinquenio pasado y que, probablemente, por lo apremiante de las1 dificultades que le ha tocado enfrentar a este gobierno, o por una falta de oportunidad"~ para acertar con las prioridades, an no se corrige.~

    u

    1 El libro presenta en doce captulos, y un anexo estadstico, un detallado trabajo.~ sobre los aspectos econmicos, tecnolgicos, espaciales, organizativos y de recursos.~ humanos de la industria qumica y petroqumica venezolana privada, mixta y 100%..J extranjera; incorporando importantes elementos acerca del papel de la variable ambiental,

    particularmente en lo que tiene que ver con las tendencias tecnolgicas ms actuales.Se incluye tambin en el libro un minucioso relato de la metodologa de levantamiento,procesamiento y anlisis de la infonnacin emprica sobre las dos encuestas adelantadas(1988 y 1992) Ysobre los mltiples estudios de caso realizados. Adems, presentamosun esquema de interpretacin terico y una contextualizacin del desarrollo de la industriaqumica venezolana en el marco de la historia econmica venezolana, todo sin olvidarlas referencias al mbito internacional o global dentro del cual debe estudiarse un sectorindustrial como ste.

    Obviamente, la utilidad prctica e interpretativa de estos elementos toca a todala estructura industrial venezolana, y no slo al sector de la qumica. Por eIJo hacemosgeneralizaciones que atacan problemas de otros sectores y anunciarnos el inicio y prximaculminacin de estudios similares en otros ramas industriales, particulannente los quese vinculan con la industria de procesos y sus proveedores de bienes de capital y servicios.Junto a la industria qumica, petroqumica y, por supuesto, la petrolera, estos sectoresrepresentan el eje de la estructura productiva nacional.

    Finalmente, antes de entrar en los puntos anunciados, unas palabras acerca delos caminos de la gJobaJizacin y el xito competitivo, evaluados a partir de algunosdatos sobre comercio internacional durante ese ao de 1989, primero de la aperturaeconmica venezolana.

    En ese ao, el valor de los productos qumicos' intercambiados en el mundo fuede 247 mil millones de US dlares. Esa cifra representa cerca del 8% del total delmercado mundial de manufacturas. Se trata pues del segundo sector manufactureroms importante, si consideramos por separado a los vehculos automotores (US $263.000millones) y los computadores, con US $110.000 millones5.-----------------

    23

    4 Cdigo 5 de Standard Intemational Trade Classifications (SITC): qumicos y otros productosrelacionados.

    5 Tanto vehculos automotores como computadores forman parte de una categora ms amplia(mquinas y equipos de trasporte) que en total se aproxima a un tercio del comercio mundialde bienes y servicios.

  • Por otra parte, los productos de la minera (incluido el petrleo) representaron,ese mismo ao, el 13,4% del total mundial de mercancas intercambiadas. El petrleovenezolano (9.148 millones de US dlares exportados en 1989) represent 0,31 % deltotal del comercio mundial de bienes y servicios6.

    Consideramos, como punto de partida, que los pases o regiones ms desarrolladasdel globo, son precisamente aqullas que tienen una fuerte participacin en el mercadode manufacturas. Por tanto, podemos afirmar en trminos muy amplios, que entre los........'-- _9.148 millones de dlares producto de la exportacin de petrleo venezolano y los ~247.000 millones de dlares de intercambio mundial de qumicos, se encuentran los ~

    >lmites dentro de los cuales se mueven las posibilidades ms claras de desarrollo de la fieconoma venezolana y de su crecimiento estable y estructurado dentro de la esfera del comercio global. ~

    Desde este punto de vista parece claro el camino que permitira a Venezuela ~v

    incrementar su capacidad exportadora. Este es: aumentar el valor de su principal y casinico producto de exportacin, el petrleo, y el de sus productos o subproductosasociados. As como completar cadenas productivas desarrollando los sectoresdirectamente conectados con sus actividades.

    Se trata simplemente de entender que en el comercio mundial cada vez son msdifciles los aumentos directos de precios sin cambios en las cualidades de los productosy sin reducciones sensibles de la demanda. Entonces la mejor opcin es agregarle valora los productos que se generan; es decir, en Venezuela, agregarle cualidades al petrleo,al gas y a sus productos asociados.

    En el centro de ese proceso parece evidente el papel de la industria qumica ypetroqumica privada venezolana y porqu es necesario prestar atencin a susespecificidades. Es el sector con la cultura econmica, tecnolgica y organizativa msaltamente desarrollada de nuestra estructura industrial, el de mayor experiencia deaprendizaje y con la mejor calificacin de recursos humanos, el que posee una conductatecnolgica y organizativa ms activa y, sin duda, la industria ms y mejor imbricadacon nuestras ventajas comparativas bsicas, en lo que a dotacin de recursos energticos,materias primas y otros recursos naturales se refiere.

    Cabe preguntarse entonces, cmo se explica la falta de prioridades claras, queimpidi un mayor desarrollo del sector de hidrocarburos, sus derivados y conexos. Porqu buena parte del pas y la poltica industrial del Estado le dio la espalda al petrleo,a la qumica y a la petroqumica a lo largo de toda nuestra historia industrial y nosolamente entre los aos de 1989 y 1992?

    1. La industria qumica y petroqumica entre la siembra del petrleo y eldesarrollo de la competitividad

    La reaccin ante nuestros argumentos de quienes ejercan la cosa pblicaen 1989 -llmense impulsores de un experimento neoliberal, por comodidad- noest fuera de una lgica de pensamiento con honda raigambre en la lite poltica,econmica e intelectual del as. Es una ex resin de un con 'unto de valores

    6 Es necesario considerar que las manufacturas representan aproximadamente las tres cuartaspartes del comercio total de bienes y cerca del 60% del total de bienes y serviciosintercambiados en el mundo. 24

  • 25

    actitudes de una cultura, que se apoya histl;camente en la vocacin agrarista denuestros grupos dirigentes en el momento de la Independencia. Se trata de unacultura que se forj a la luz de los intereses de los poseedores de tierras,rechazando a la actividad industrial, e ignorando los mecanismos y perspectivasque ofreca la pujante sociedad industrial a inicios del siglo XIX. Sabemos quecasi todo ese siglo se consumi en guerras intestinas. Y no olvidemos que con elfin de esa centuria la reflexin antimperialista, antinorteamericana y antitcnicaque se iniciara con Jos Enrique Rodo, una de las figuras representativas delmodernismo latinoamericano, se construyeron las bases de una tradicin depensamiento econmico y social en Amrica Latina cuya intluencia abarca alcepalismo, al dependentismo, a buena parte del marxismo latinoamericano y acasi todo el pensamiento social y econmico de la regin7

    Esa visin de hacendados, de caudillos con podero militar regional, queconocen bien el riesgo que representa la minera para sus intereses, explica enbuena medida la tesis de un subsuelo perteneciente a la nacin, pues cierra lasposibilidades a los aventureros; buscadores de oro o cualquier otro mineral oproducto del subsuelo. Desde esas bases culturales e intelectuales Alberto Adrianiconstruye su visin del petrleo como recurso efmero cuya carga destructoraslo es tolerable en la medida que la riqueza generada pueda contribuir aldesarrollo de la agricultura. Luego Uslar Pietri, en la misma tradicin e interesesy en ejercicio de la cosa pblica, entiende al petrleo como un factor decorrupcin, destructor de los hbitos de trabajo duro, y resume su pensamientoen la frase "sembrar el petrleo", metfora dominante en el pensan1iento y laaccin econmica en Venezuela.

    Con los aos a travs de la educacin, la prensa y la literatura, esas ideasse han insertado en los valores y actitudes de la mayor parte de los venezolanos.PrezAlfonzo, su libro Petrleo, el excremento del diablo, sus escritos y campaade opinin al final de su carrera y, finalmente, la desbandada antidesarroJlo delpensamiento izquierdista de los aos sesenta y setenta, y la difusin de los xitosde un movimiento ambientalista en los pases altamente industrializados,completaron el panorama anti petrolero. Indudablemente la conducta del gobiernode Prez entre 1989 y 1992 no es ms que una expresin de la cultura que seapoya en la tradicin y lgica de quienes produjeron y han mantenido el esquemade "sembrar el petrleo".

    Para la lite poltica venezolana, y los tcnicos o tecncratas que ejercanla direccin del aparato pblico en 1989, inhibirse respecto a la industria qumicay petroqumica era una idea coherente, no slo desde el punto de vista de los"dogmas y preceptos" neoliberales, sino, ms importante, desde la perspectivade la cultura de desprecio al petrleo, al "excremento del diablo", al "manefmero" que construy el "Estado Omnipotente". El nico culpable de laexistencia de cientos de miles de funcionarios pblicos; la causa directa, segnotros, del crecimiento desbordado de la administracin pblica y de las empresasen manos de1 Estado fue lo que atrofi e hizo ineficiente y corrompido al Estado.En definitiva, el escritor y actor de una obra en monlogo, como si los fenmenossociales pudieran resumirse en una sola y simple explicacin, como si losfuncionarios pblicos del siglo XIX hubiesen sido muy probos, como si el petrleo

    7 Pirela,A.(1991)

  • no se hubiera descubierto en un pas casi inexistente despus de un siglo deguerras intestinas. Un pas miserable, con una poblacin prcticamente analfabetay diezmada por las esfermadades infectocontagiosas. Son juicios sobre el estadode las cosas, como si ignoraran que nuestra lite dirigente no entenda, no leinteresaba y tema a un intenso proceso de industrializacin. Es la predica deuna lite que fue incapaz de explotar eficientemente una dotacin natural derecursos y lo justifica considerando "... Ia situacin de despilfarro de la riquezapetrolera como algo engendrado por la naturaleza misma de esa riqueza"8. ,;

    "~Este tipo de imgenes9 ha servido de base a la poltica de desarrollo de la ~

    agricultura a expensas del petrleo, tambin impulsaron el esquema cepalista ~de sustitucin de importaciones y de diversificacin de la economa para romper lcon la supuestamente maligna dependencia del excremento del diablo. Finalmente ~proporcion una base cultural a la idea copiada de las propuestas del tatcherismo ;;

    2Yde la Reganomics del No Picking Winners: no seleccionar ganadores, pues de eello se ocupara el mercado. En otras palabras, cuando se pusieron de moda losesquemas de apertura econmica, cambiaron el precepto sustitutivo por el depromocin de exportaciones, pero se dej intacto el criterio de la diversificaciny el de desarrollo capitalista, negando la valorizacin de nuestra dotacin naturalde recursos. No es casual, pues, que Carlos Andrs Prez haya presidido elgobierno que llev al extremo la poltica de sustitucin de importaciones entre1974 y 1979, Y luego puso en prctica uno de los programas ms radicales deliberalizacin adelantado en pas alguno, al menos en lo que a naciones bajorgimen democrtico se refiere.

    Es decir, el V Plan de Prez-Gumercindo R. mantuvo inclume la metforaque dict sembrar -en realidad se podra leer "enterrar"- petrleo con la idea de"cosechar" fbricas de automviles y tractores, plantas siderrgicas y de aluminio,hilados y textiles, neveras, lavadoras y televisores, muebles y computadores,mquinas y trenes. A partir de 1989, el "paquete" Prez-M. Rodrguez, se propusoobtener bancos, compaas de seguro y bolsa de valores a partir del petrleo.Parece que no han descubierto que aunque se le pueden pedir muchas cosas alolmo, este terco rbol se empear en dar siempre la excelente y bien cotizadamadera de olmo.

    Insistimos, la races histricas del experimento neoliberal, que neg todaposibilidad de hacer poltica industrial, pueden encontrarse en la poca atencinque secularmente le han prestado nuestras lites econmicas y polticas a ladefinicin de una estrategia de desarrollo econmico, un Proyecto Nacional,como lo llaman otros. Es bueno tener en cuenta que en el siglo XIX, la

    8 La Nacionalizacin Petrolera y el Futuro de Venezuela, Entrevista al Dr. Juan Pablo PrezAJfonzo, Caracas, Abril de 1975, Entrevista realizada por Pedro Duna, CEDIPLAN-CENDES,(88-D-16518).

    9 ... las imgenes de una cultttra: excremento del diablo en sus peores pocas, cuerno de laabundancia para los optimistas. Negro se/luelo, espejismo de riqueza efmera ... En ocasiones,humanizndolo, se lo define como un gigante con pies de barro, o como un sujeto concapacidad para provocar las ms variadas desgracias: puede corromper a los individuos, ysegn algunos, no sembrarlo provoc la destruccin de la agricultura, la dependenciaeconmica, y la prdida definitiva de la moral y buenas costumbres del pas. Entre tantaabundancia metafrica, los laureles del absurdo lo obtienen quienes afirman que poseerloes, definitivamente, ser ms pobres cada da. Perez Schael, M. (1993: p. 9). 26

  • Independencia slo trajo, desde el punto de vista econmico, la destruccin quenormalmente acompaa a toda guerra, mientras que las bases productivassiguieron siendo las mismas de la colonia: predominantemente agrcola deminifundos y conucos, y ganadera extensiva, casi salvaje.

    Por el contrario, si consideramos los pases que han logrado una insercinexitosa en el desarrollo industrial durante los ltimos dos siglos, encontraremosuna temprana y larga discusin entre las opciones agricola o industrial, y unatoma de conciencia acerca de la necesidad y posibilidades de la modernizacinindustrial. Casi siempre apoyndose en la industrializacin de aquello queformaba parte de su dotacin natural de recursos, de su ventajas comparativas,para utilizar trminos de la economa clsica.

    As sucede en los casos de Estados Unidos y Japn, por mencionar slodos ejemplos paradigmticos. En el primero, la discusin se dio a finales delsiglo XVII, durante los albores de la independencia de las colonias inglesas denorteamrica. Y fue orientada por la conciencia del tremendo potencial energticode los Estados Unidos y por la figura de Benjamin Franklin. En el segundo, amediados del XIX, momento de la Revolucin Min, fue la lite militarista de losSamurai, con claros objetivos de defensa y expansin, y centrada en el desarrollode los recursos humanos, la que orient la discusin y tomo la decisin deindustrializar.

    En ausencia de una estrategia nacional, ni tan siquiera una discusin seriasobre el problema, en Venezuela la escasez de capital y de mano de obracalificada, unida a lo reducido del mercado interno y a las facilidades paraimportar artculos manufacturados de Europa y los Estados Unidos, hicieronmuy difcil, durante el siglo XIX, el surgimiento de una actividad productivaque rebasara el nivel artesanal. Mientras tanto, los planteamientos y anlisis delos libertadores, en materia econmica, fueron escasos y esencialmente orientadosa mantener las estructuras ms atrasadas de produccin, aquellas ligadas a laagricultw-a, la ganadera o, cuando mucho, a la produccin artesanal. Entre [aspocas elaboraciones acerca de los asuntos econmicos que encontramos en elLibertador estn las "Reflexiones sobre el estado actual de la Ew-opa con relacina la Amrica", fechada en 1814. En ella Bolvar afirma:

    " ...La Amrica se halla adems, por fortuna, en circunstancias de nopoder inspirar recelos a los que viven del comercio y la industria.Nosotros no podemos ser por mucho tiempo otras cosa que un puebloagricultor. .." 10.

    Cuando empeor la economa nacional, a mediados del siglo XIX, losgremios de artesanos plantearon la necesidad de proteger los pocos artculosque se producan en el pas, tales como jabones, sombreros, zapatos, vestidos,muebles, ladrillos, tejas, velas, pieles curtidas, joyas, hamacas, cestas, cabestrosy otros. Y se puso as de manifiesto lo que con el tiempo sera una actitud seculardel empresariado: el proteccionismo.

    27 10 Citado por Filippi, A. (1991: p. 25)

  • As que, mientras en Europa y otras partes del mundo la modernidadavanzaba ligada a la revolucin industrial, desarrollando fuentes de energa ymquinas que potenciaban el trabajo humano, en Venezuela los pocosestablecimientos para la produccin de manufacturas eran puramente artesanalesy destinados al consumo directo de la poblacin, con un escaso aprovechamientodel conocimiento cientfico y tecnolgico sistemtico y las dems herramientasasociadas a los procesos de industrializacin como, por ejemplo, la explotacinde los recursos energticos, los hidrulicos en particular, un factor que ha posedel pas en grandes cantidades. "...

    ~~

    ;;>

    Obviamente lo caracterstico en el siglo XIX venezolano no es la atencin 5y comprensin del fenmeno industrial. El pas estaba dominado por las guerras ~intestinas y por los ciclos de alzas y bajas en los mercados internacionales de ~nuestros productos agrcolas de exportacin. Venezuela era todava una repblica ~en proceso de conformacin e integracin, arruinada y endeudada, sin un grupo Jsocial o alianza dominante en todo el territorio, sin una ideologa de profundapenetracin en el tejido social y con un Estado cuya estructura institucional y depoder se debata en la paradoja de vivir sobre unas bases culturales e histricasheredadas del proceso de la guerra de independencia, pero incapaz de galvanizarla voluntad de los diversos sectores de la sociedad, salvo 10 que se expresa en elhecho de su exigua existencia.

    La inestabilidad poltica y administrativa que sigui a la Independenciaestaba acompaada de una especie de ideologa liberal tropicalizada, ampliamentecompartida pero muy vaga en sus principios y propuestas, las cuales, en elfondo, muchos de sus partidarios asuman con gran cinismo o laxitud. Laideologa liberal de esa poca luce como una bandera cmoda por su ampliaaceptacin entre los grupos de lite, pero, al igual que las ideas en discusindurante la Independencia, tuvo una expresin casi exclusivamente poltica. Sepuede afirmar que slo en el campo poltico durante el perodo Caudillista sehizo evidente alguna confrontacin de ideas y posiciones, lo cual se expresa enlos frecuentes cambios y rotaciones del personal de direccin de los gobiernos.Slo las ideas polticas de ese "liberalismo tropical" fueron ampliamentedifundidas y discutidas, pues las propuestas econmicas poco ocuparon laatencin de la gran mayora de los lderes y dirigentes del momento.

    Salvo en los planteamientos de la efmera Sociedad de Amigos del Pas,no es posible reconocer en la bibliografa especializada una posicin amplia ycomprensiva acerca de la necesaria insercin de Venezuela en los procesos deindustrializacin que se adelantaban en otras latitudes. No obstante, como afirmaPrez Vila:

    ... vinculada la economa venezolana al mercado exterior a travs delas naciones industrializadas o en ms avanzado proceso deindustrializacin de la poca, las crisis internacionales se convertanen crisis domsticas"ll.

    11 Perez Vila, Manuel [el al.] (1976: p.76)28

  • Pero esa dinmica nunca provoc una verdadera reflexin en la litesnacionales acerca de la manera de romper ese crculo vicioso y sobre lasposibilidades de insercin en la dinmica del comercio internacional, no slocomo proveedores de algunas materias primas, sino agregando valor yconocimiento en forma de productos industriales.

    Mientras tanto, los modelos y prcticas polticas propios de las sociedadeseuropeas penetraban en la vida poltica venezolana, pero en contradiccin conla "constitucin efectiva" y con la voluntad y costumbres de los gobernantes. Enefecto, las propuestas transformadoras del modelo poltico imperante quedabancomo letra muerta de la Constitucin o como voluntad meramente declarativa,incapaces tan siquiera de garantizar de manera efectiva el simple derecho a lapropiedad, otra piedra clave de la estructura capitalista industrial.

    Sin embargo, los resultados de la revolucin tecnolgica que sucede enese mismo perodo, especialmente lo relacionado con energa elctrica,comunicaciones telegrficas y telefnicas, y ms tarde el petrleo, son muyrpidamente transferidos al pas, pero destinados, en la mayora de los casos, aservicios fundamentalmente del Estado, de las guerras, el comercio y el controlpoltico, pero no de la produccin manufacturera.

    En 1903, cuando en Ciudad Bolvar el ejrcito de Castro al mando deJuan Vicente Gmez derrota a la hueste "Libertadora", financiada entre otrospor el ms audaz empresario banquero de la poca, Manuel Antonio Matos, elpas est saciado de violencia y guerras y reclama paz casi al unsono. Ello auna costa de las libertades polticas, que de todas maneras no eran parte importantede nuestro patrimonio. Alrededor de ese acontecimiento gira la llamadaCentralizacin Restauradora de Cipriano Castro la cual, por la va militar ypoltica, pone fin al predominio de los caudillos histricos y permite laconsolidacin de un poder central militar, econmica y polticamente fuerte yestable, cuya vigencia pocos pondrn en cuestin por muchos aos.

    Es a partir de la dcada de los veinte, cuando el petrleo provoca, demanera progresi va, una serie de transformaciones de carcter econmico y social.La ampliacin del mercado interno, la modificacin de los hbitos de consumohacia bienes de origen industrial, la movilizacin de la poblacin a los centrosurbanos, el fortalecimiento de las ideas industrialistas como propuestas para eldesarrollo, la creciente capacidad fiscal e interventora del Estado y otrosfenmenos ligados a la modernidad petrolera.

    Finalmente, es apenas en los aos treinta cuando adquiere relevancia yen cierta manera se ponen de moda en Venezuela las propuestas industrialistas,en gran medida como consecuencia del "efecto de demostracin" de la industriapetrolera. En 1936 se elabora el Primer Censo Industrial 12 y en 1937 se crea elBanco Industrial de Venezuela, como entidad gubernamental de financiamientoa la industria. No obstante, lo que en ese momento se puede llamar parque

    29

    12 Segn los datos del Censo Industrial de 1936 existan en Venezuela 8.025 establecimientosindustriales, de los cuales ms de la mitad pertenecan al rengln de alimentos y bebidas. Ensu conjunto, la industria nacional ocupaba 47.863 personas, entre obreros y empleados, loque significa un promedio simple de algo menos de seis trabajadores por establecimiento.

  • industrial es bastante pobre. Adems tiene escaso impacto en un pas que siguedependiendo casi totalmente de productos manufacturados en el extranjero.

    El pas es erTnentemente rural, en 19361a poblacin urbana escasamentealcanza un 28%. De la poblacin econrTcamente activa cerca de un 60% seencuentra ocupada en la agricultura y la ganadera. Es precisamente ese aocuando se registra pblicamente el nacirTento de la propuesta de sembrar elpetrleo'!' de explcita inspiracin agricola. Se trata de una metfora que se~ _convierte desde ese momento en el concepto central de las actuaciones de todos ~los gobiernos venideros 14. Las interpretaciones oscilan entre desarrollar la ~

    >-agricultura con el dinero del petrleo hasta invertir en desarrollar industrias desvinculadas del petrleo. Siempre con la idea de que el petrleo es un recurso]agotable y no renovable. ~

    E

    Ese organismo verbal en forma de metfora, "la siembra del petrleo", ~u

    lanz una sombra de silencio aprobatorio sobre Venezuela y se convirti en elcentro y eje de lo ms prximo que hemos llegado a enunciar un ProyectoNacional. Durante casi sesenta aos estas palabras han servido para justificarinversiones, gastos y despilfarro. El dinero del petrleo se invirti en agriculturade clima templado, en promover sindicatos, en la educacin y salud pblica, enseguridad para los gobernantes, en inmensos aparatos burocrticos para gestionarlas llamadas industrias bsicas, en rTles de pequeas e intrascendentes fbricasde toda cosa, en ganadera lechera que fue necesario comerse, en animales paracarne que no tienen condiciones para engordar, en autopistas y carreteras cuyoshuecos nadie tapa, en fbricas de automviles de ocho cilindros al momento dela ms grave crisis energtica del planeta. Finalmente, y valga el salto histrico,despus de 1989 se invirti el dinero del petrleo, en "bonos cero cupn" y enuna inmensa red de especulacin financiera, sin respaldo de bienes materiales nide capacidad productiva.

    Pero sigamos con la historia respetando la cronologa. En el perodo entre1936 y 1974 el consenso sobre la estrategia econrTca es total. El esquemamodernizador, petrolero-rentista y de sustitucin de importaciones con unamoneda dura, es compartido, con mayor o menor alarde de publicidad yargumentos, por todos los gobiernos. As como por los dirigentes de todos losgrupos econmicos, polticos o militares que se disputaron el poder duranteestos aos. Como ejemplo, en las resoluciones adoptadas por la XIV AsambleaAnual de Fedecmaras, en 1958, se seala que el sistema de libre empresa" ...requiere como complemento necesario, que el Estado realice, de acuerdocon una planeacin racional, las siguientes funciones: a) Asegurar, estimular yfomentar el desarrollo de la libre iniciativa privada ... b) Adoptar medidasencarTnadas a la diversificacin, incremento y proteccin suficiente de nuestrasactividades productoras, a los fines de acelerar su desarrollo ... c) Destinar unaparte importante de los ingresos a inversiones pblicas que redunden directa oindirectamente en el desarrollo de las actividades productoras..."15.

    13 En editorial sin firma del diario Ahora, del 14 de julio de 1936, cuya autora es atribuida poralgunos a Alberto Adriani y por otros a Arturo Uslar Pietri.

    14 Esto es claro en la definicin de objetivos generales de los siete Planes de la Nacin elaboradosdurante el perodo democrtico. Ver: Pirela, A. (1991)

    1S ibidem p.87 30

  • 31

    Nos interesa destacar que al final de la dcada de los cuarenta se establecenlas primeras empresas que con el tiempo conformaran el sector qumico. Laindustria qumica en Venezuela tiene una historia paradjica, porque no es elsector petrolero, como sera lgico, el que da el primer impulso, sino el de lafabricacin de pinturas. Las empresas ms antiguas, y entre las ms dinmicas,comenzaron por la fabricacin de estos bienes de consumo final y posteriormentedesarrollaron otras lneas buscando integrarse verticalmente. El objetivo, pordiversas razones, ha sido manejar la totalidad de las actividades industriales,aguas arriba yaguas abajo. Se trat siempre de un esfuerzo doble dediversificacin, estimulada por los esquemas de sustitucin de importaciones,combinado con integracin vertical, consecuencia del aprendizaje tecnolgico.Un concepto que, como se ver a lo largo de libro, es central en nuestro anlisis.

    La mayor parte de esas empresas, fundadas o muy influenciadas poremigrantes de procedencia centroeuropea, se caracterizan por una cierta capacidadinnovadora, por una alta vitalidad tecnolgica y organizativa relativa y por estargestionadas por empresarios tcnica y gerencial mente calificados (ingenierosqumicos, licenciados en qumica y en diversos casos con postgrado y doctoradoen especialidades del campo de la qumica) que gerencian directamente losaspectos tcnicos de la produccin. Este aspecto hace atpico al sector qumicoen el panorama industrial nacional y lo aproxima a los sectores industriales msactivos de los llamados Nuevos Pases Industrializados. Algunos detalles relativosa esta afirmacin se presentan en el punto siguiente, y posteriormente se analizanprofundamente en otros captulos, particularmente en el de Carmen Garca G.(captulo 10).

    En contraste con la industria qumica, encontramos que la mayor partede las empresas industriales de Venezuela, salvo algunos grupos corporativosmuy particulares, se han desarrollado muy poco como estructuras industrialesmodernas y competitivas, contentndose en muchos casos con aadir un pocode valor a insumos importados destinados al mercado local. Un gran nmero deempresas de origen comercial importador solamente se industrializaron nomi-nalmente, haciendo slo el ensamblaje, el simple empaque o embalaje de pro-ductos importados. Otras, sin embargo, han dado pruebas consistentes de poseerverdaderas capacidades competitivas, pero carecen de una cultura tecnolgica yorganizativa capaz de impulsar una conducta acti va e innovadora y son demasiadopequeas para enfrentar tales retos.

    Ni siquiera el cambio poltico del 58, signific una transformacin radicalen los esquemas generales de la poltica de industrializacin del Estado, aunques en el mayor nfasis que se dio a algunos de sus componentes. Fue el inicio deun intenso proceso de ampliacin de la oferta de bienes industriales, un impulsoms definido por la sustitucin de importaciones; paralelo al desarrollo de lasindustrias bsicas y la definitiva institucionalizacin de la tradicional polticaplanifIcadora y proteccionista del Estado. Esto a travs de mecanismos talescomo la creacin de Cordiplan, el decreto 512 de Compre venezolano, unsistema de regulacin de importaciones y con los altos aranceles, los subsidios,los crditos blandos, las bonificaciones, etc. Se estableca asi, a partir del 58,una estructura ms amplia de uso del dinero del petrleo, siempre con el objetode estimular la diversificacin industrial y negando explcitamente laconcentracin en las reas de ventajas comparativas naturales.

  • Con ese modelo se pretenda, ante todo, la formacin de nuevas empresasy nuevos empresarios. Una parte importante de nuestras empresas y empresariosno nacen, en el sentido que no surgen de una dinmica econmica propiacomo sucedi en Estados Unidos y otras partes, sino que son hijos de la actividadpromotora del Estado y del dinero fcil que se aporta para la formacin deliberadade capitales.

    Es importante, adems, dejar claro los mecanismos a travs de los cuales-=''-- _en Venezuela se construye una poltica de industrializacin por medio de la ]sustitucin de importaciones. Esta poltica surgi en otros pases de nuestro ~

    >continente y fuera de l, como consecuencia de las dificultades que en distintas ~pocas haban tenido estos pases para importar bienes de consumo, ello como 1consecuencia de guerras y bloqueos o la incapacidad para generar divisas ~extranjeras para comprar esos bienes. En Venezuela, por el contrario, esta poltica ~surge y se desarrolla como producto de una concepcin del proceso de ;5industrializacin y sin que medie ninguna de estas condiciones. Surge en unperodo de paz mundial y sin grandes dificultades para importar, es decir, sincondiciones econmicas reales para su existencia. Por ello fue necesario crearartificialmente, con la proteccin arancelaria, condiciones que la permitieran yaceleraran su desarrollo.

    En el perodo que se inicia con el sbito incremento de los ingresospetroleros en 1974 se ve el intento de desarrollar los ms ambiciosos y aceleradosplanes de industrializacin, al mismo tiempo que se enuncia una intencin depromover exportaciones. No obstante, el lastre de la diversificacin a espaldasdel petrleo y la ignorancia sobre el papel de la variable tecnolgica llevaronesa poltica al fracaso. La dificultad para entenderse y desarrollarse como paspetrolero, ech por tierra las expectativas de prosperidad de los venezolanos yprovoc la crisis de la cual Venezuela pareca estar exenta hasta ese momento.

    A nuestro modo de ver, entre otros tambin importantes, hay dos elementoscaractersticos del proceso de toma de decisiones en el seno de las lites dirigentesque explican esa decisin: 1.- la ignorancia, por parte de muchos empresarios ylderes del Estado, del papel que tienen las variables tecnolgica y organizativa,de lo que significa la necesidad de monitorear las tendencias tecnolgicas yorganizativas y hacer prospectiva incorporando esta variable en una dimensina largo plazo y 2.- el delirio de los planificadores, que entienden la realidadsocial en la forma de modelos cuya aplicabilidad se asume por las simplesevidencias de su xito en otras latitudes, sin importarles que se trate de historias,tradiciones y culturas diferentes. Si deseamos explicar lo consistente de larepeticin de tal error durante los ltimos sesenta aos, la incapacidad paraaprender de nuestros dirigentes, basta con mirar la actitud que han mantenido enrelacin con nuestro principal recurso natural. Se mantiene la idea que eso queposeemos es efmero, es un recurso de origen e impacto maligno. En el mejor delos casos, piensan en un pacto con el demonio para alcanzar un estadio defelicidad en el que podremos deshacernos de l. Veamos, en el curso de losacontecimientos despus de 1974, cmo se expresaron estos dos elementoscaractersticos en las decisiones de nuestros dirigentes.

    Sabemos que el bloqueo petrolero rabe en 1974, sumado a la excesivademanda mundial de hidrocarburos, debido al largo perodo de precios 32

  • eo

    33

    artificialmente bajos, signific para Venezuela un sbito incremento de los

    ingresos de divisas internacionales. Los primeros comentarios de algunosespecialistas sealaron el peligro de intentar una incorporacin completa einmediata de esos recursos financieros. Esto debido a la baja capacidad deabsorcin de la economa venezolana, consecuencia de la incapacidad del sectorproductivo nacional para incrementar sensiblemente su produccin a corto plazoy por la desigual distribucin del ingreso.

    Con esos criterios se plante la necesidad, y as se hizo en alguna medida,de crear represas para esos recursos en el extranjero. De igual modo, seredujeron los niveles de produccin de petrleo para disminuir los ingresos dedivisas, conservar el recurso natura) y ejercer mayor presin alcista en losmercados internacionales del petrleo.

    No obstante, pronto se hicieron sentir las demandas de distintos sectoressociales que exigan la satisfaccin inmediata de necesidades de variado orden.El argumento se vincula lgicamente con la idea de que el recurso nos puedeproporcionar, liquidndolo ahora, lo que necesitamos y lo que vamos a desarrollarcomo alternativa. Despus, de todas maneras, se acabar, y para entoncestendremos otra cosa de que vivir. As, la estrategia definida en el V Plan Nacionalestaba destinada a modificar la estructura industrial del pas a fin de diversificarla produccin y las fuentes de ingreso pblicas y privadas, para acabar de unavez con la dependencia casi exclusiva del ingreso petrolero. En otras palabras,la muchas veces repetida consigna de sembrar el petrleo, pero ahorainfinitamentente potenciada por la circunstancia de los explosivos preciospetroleros. En pocas palabras, una repeticin de los objetivos trazados desdesiempre.

    El plan pretenda la estructuracin de una industria basada en laexplotacin y desarrollo de la metalurgia y metal mecnica. Particularmenteimportante en el plan, era el desarrollo de la siderrgica. justo en el momentoqu estaban cerrando o en proceso de redefinicin tecnolgica centenares deesas plantas en todo el mundo, debido a su incompatibilidad con los nuevosprecios de la energa. Por otra parte, se pretenda que esta industria se integraraverticalmente con la industria metal mecnica y especialmente con la industriaautomotriz, justamente tambin, en el momento de la peor crisis por la que jamshaban atravesado esas industrias.

    Nuestra lite no vio que los acontecimientos petroleros de 1973 golpeabana la industria automovilstica mundial probablemente ms que a ninguna otra.El impacto fue tal que hasta puso en cuestin la idea de una sociedadmotorizada. La industria automovilstica entraba en el perodo ms crtico desu histOlia. Era obvio que, no slo la industria y sus procesos, sino tambin elautomvil, deban sufrir cambios sustanciales si queran sobrevivir en un mundode dficit energtico.

    En este contexto parece incomprensible que uno de los pases que habacontribuido a desatar la crisis energtica, y uno de sus mayores beneficiarios,pudiera concentrar sus esfuerzos de desarrollo industrial en la fabricacin deautomviles. Ahora bien, no slo esto, decidieron tambin, dentro del planautomotriz, la fabricacin de automviles grandes de ocho cilindros (el tipo de

  • automvil que por razones tecnolgicas estaba condenado a desaparecer msrpidamente) y, planificaron reducciones en la fabricacin de automvilespequeos, ms econmicos en consumo de combustible 16

    En conclusin, ni los empresarios ni el Estado tomaron en cuenta lasseales que daba el mercado, el anlisis de las tendencias tecnolgicas yorganizativas ni la relacin entre los precios del petrleo y el resto de la estructurade produccin de bienes y servicios. Tampoco entendieron que en la medida que--",-~__~ _se enfrenten los problemas de industrializacin prestando atencin y ~monitoreando las especificidades de cada rama industrial, podremos adelantar ~

    ;,

    en la comprensin de su dinmica econmica y tecnolgica. Menos aun han ~sido capaces de entender la vinculacin del petrleo con el sector qumico. ~

    ~

    Esta conclusin est en el centro de las motivaciones que nos llevaron a iiniciar un proceso de compresin y monitoreo sistemtico del sector qumico ~

    uvenezolano. Por ello, al final de la dcada de los setenta, un grupo deinvestigadores que por diversas razones estbamos muy vinculados a las fronterasde la informacin internacional, iniciamos esta lnea de investigacin empricasobre conducta empresarial, capacidad innovativa y posibilidades competitivas.Visitamos infinidad de empresas, entrevistamos cientos de gerentes o directivosde medio y alto nivel, estudiamos las caractersticas bsicas de muchos sectoresy nos concentramos en la industria qumica: rastreamos las tendenciastecnolgicas, econmicas y organizativas dominantes en el mundo, hicimosmuchos estudios de casos, corrimos encuestas masivas y revisamos toda labibliografa nacional sobre el tema y buena parte de la ms actual a escalainternacional.

    En 1989, cuando se anunci el paquete de ajustes estructurales, recinterminbamos la primera encuesta en unas ciento cincuenta empresas del sectorqumico y petroqumico. Entonces llamamos la atencin acerca de los riesgosque corra el pas si esas empresas perdan su acervo de experiencias deaprendizaje tecnolgico, presionadas por necesidades de corto plazo. Planteamosla necesidad de abrir la economa en el marco de una accin de defensa ypromocin del desarrollo tecnolgico de las empresas, si es que se quera que elaparato productivo respondiera eficientemente a las exigencias de lacompetitividad. Llegamos al punto de construir una clasificacin de las empresaspor sus capacidades innovativas, la cual permita una accin selectiva paraestimular potencialidades especfIcas e indicadores que facilitaban un monitoreopermanente y transparente, tanto para el Estado, como para los directivos decada empresa y, eventualmente, para las asociaciones de productores del sector.Los resultados detallados de esa encuesta los presentamos tambin en el captulo2 de este libro, pues, no obstante el tiempo transcurrido, dejan claras evidenciasde la magnitud del dao causado por la falta de poltica industrial desde 1989.

    En 1992 corrimos una segunda encuesta en ese mismo sector industrial.Esta vez con el objeto de medir el efecto del proceso de ajustes en la capacidadinnovativa de las empresas. Lamentablemente los resultados indicaron conclaridad el deterioro de una cantidad importante de las unidades productivas. Enmuchos casos se trata de prdidas reparables slo a largo plazo, pues estos

    16 Un anlisis detallado de este proceso en Pirela, A. (1984) 34

  • 35

    aspectos as lo requieren. Por ltimo, construimos un indicador de competitividadestratgica de nuestras empresas, til para la comparacin con similares en otrospaises de Amrica Latina, que evidencia lo poco estimulante de nuestra posicincompetitiva estratgica.

    En definitiva, reunimos lo que podemos calificar como el mayor y msprofundamente analizado cmulo de informacin disponible sobre este sectorde la industria venezolana. En el segundo punto de este captulo presentamos,en forma sucinta, los elementos ms destacados y actuales del sector y en loscaptulos siguientes analizaremos en detalle los aspectos particulares.

    Las empresas y el ajuste, con tropezones de cuadros y grficos

    El objetivo ~e esta investigacin fue, desde el principio, aportar cifras auna discusin de la conducta y cultura de los empresarios venezolanos que hastaese momento se haba desarrollado sobre bases puramente intuitivas yanecdticas. Por otra parte, es difcil describir una base de datos con ms desetecientos tem de informacin sin abrumar al lector con cuadros y grficos.As pues, presentamos en esta parte una descripcin de la industria qumica contropezones de cifras y breves comentarios sobre ellos. Finalmente, el uso dela terminologa culinaria slo pretende rendir homenaje al lugar donde la qumicanaci: la cocina.

    Presentar una radiografa en cifras confiables sobre un sector industrial,adems de las dificultades para hacer menos pesada la lectura, se enfrenta convarios problemas, particularmente en un pas donde las estadsticas adolecen deinnumerables deficiencias. En materia industrial ello se explica, ms que porsupuestas fallas tcnicas, por una sociedad que se caracteriza, en general, por lafalta de reglas de juego claras y, en particular, por el escaso desarrollo de laestructura y sistemas impositivos y de control fiscal y de los mecanismos decontrol social. Ello estimula, hasta niveles absurdos, las tendencias naturales amantener la informacin sobre las operaciones de la empresa en el dominioexclusivo de sus gerentes y dueos, dejando al Estado ya la sociedad en generalciegos respecto a sus actividades y las consecuencias econmicas, sociales yambientales de la conducta y decisiones de sus directivos.

    En este punto presentamos los resultados de las encuestas realizadas, afmales de 1992, en 112 empresas, cuyos detalles de representatividad, comparadacon los datos de la encuesta industrial de la Oficina Central de Estadsticas eInformtica (OCEI) se presentan en el captulo 4, preparado por Pablo Testa.Testa evala adems, de manera detaJ lada y crtica, toda la estructurametodolgica de la investigacin emprica que soporta este libro, considerandono slo los datos de esta encuesta del 92, sino los de la primera encuesta realizadaen 1988 y el gran nmero de estudios de casos realizados durante estos aos. Ensu trabajo se consideran los aspectos metodolgicos y tcnicos de la investigacinen su dinmica evolutiva, incluida la pequea historia detrs de las grandesconclusiones metodolgicas en su estadio actual. Ello hace de ese texto unaherramienta pedaggica para quienes deseen enfrentar el reto de analizar unsector industrial complejo como este de la qumica.

  • Aspectos econmicos

    La industria qumica venezolana, si consideramos los criterios declasificacin internacional ms frecuentemente usados, est formada en losu bstanciaJ por empresas pequeas y medianas, por el capital suscrito (ver grfico1), por el volumen de las ventas (ver grfico 2) y, obviamente, por el empleo.

    47,4%2,8-17,4 millones de US$

    52,61,4-2,8 millones de US$

    27,3%0,3-1,4 millones de US$

    Grfico W2

    Grfico Wl

    Porcentaje segn elcapital suscrito

    53,5%0-0,3 millones de US$

    Volmen de ventas de la industria qumica

    42,0%No sabelNo responde$

    36,6%0-1,4 millones de US$

    9,8%ms de 14 millones de US$

    11,6%1,4-14 millones de US$

    36

  • Las empresas con ms de 400 trabajadores (13,4% de la muestra) le danempleo al 62,7% de todas las 22.222 personas que registramos empleadas en las112 empresas encuestadas. Mientras que las cuarenta y tres empresas de los dosestratos ms bajos (entre 5 y 50 trabajadores), las cuales representan el 38,4%de toda la muestra, emplean slo al 4,9% de todos los trabajadores (ver grfico3 ). Es decir el sector representa un proporcin muy baja del empleo productivodel pas, concentrado mayoritariamente en un puado de empresas. Por otra

    Slo una pocas unidades superan los 500 trabajadores, que es el lmite inferiorms comnmente aceptado en las estadsticas internacionales para clasificar alas empresas grandes. Este hecho es particularmente relevante cuando hablamosde una industria intensiva en capital y tecnologa. Estamos, pues, ante unaestructura productiva que muestra un injustificado bajo nivel de desarrollo en suconformacin bsica, si consideramos la tradicin petrolera venezolana y portanto el acceso y disponibilidad de recursos naturales y energticos, dos de laslimitaciones fundamentales para el crecimiento de las empresas en este sector.

    j

    =cr-o

    1.----------------------------------,Grfico N3

    J

    Empleo por tamao de la empresa(considerando los criterios de clasificacin nacional)

    Porcentaje de empresas segn el tamao total

    48,3%Medianas (entre 51 y 400 trabajadores)

    38,4%Pequeas (entre 5 y 50 trabajadores)

    13,4%Grandes (ms de 400 trabajadores)

    Porcentaje del empleo absorbido segn tamao de las empresas

    32,4%Grandes (ms de 400 trabajadores)

    4,9%Pequeas (entre 5 y 50 trabajadores)

    62,7%Medianas (entre 51 y 400 trabajadores)

    37

  • Grado de corporativizacin de la industria qumica venezolana49,1%

    No pertenece a unacorporacin

    parte, aproximadamente la mitad de las empresas forman parte de una corporacin(ver grfico 4); el 44, 1% estn formadas por 6 o ms empresas y un 25% formanparte de un corporacin con ms de 10 unidades empresariales. Es decir, el gradode corporativizacin de la industria qumica venezolana es bastante alto. Adems,son empresas de capital nacional o mixto en su gran mayora (ver grfico 5).Estos son hechos importantes que hablan de las posibilidades de negociar yconcertar acciones de poltica pblica, pues un pequeo grupo de interlocutoresresponden por el grueso de las decisiones que se toman en este sector.

    50,9%Pertenece a unacorporacin

    55,9%entre 2-5 empresas

    25,0%ms de 10 empresas

    19,1%entre 6 y 10 empresas

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    Es importante destacar, en relacin con los datos anteriores, que si bienel grueso de la industria qumica esta controlada por el capital nacional, existenimportantes inversiones extranjeras en las empresas ms grandes, aparte de unnmero significativo de empresas que mantienen fuertes ataduras, en la mayorade los casos de carcter tecnolgico, con corporaciones multinacionales. Eljuegode competencia por el mercado nacional entre las empresas extranjeras y lasnacionales en muchos sentidos inclina la balanza en favor de mejores condicionespara las extranjeras. Un anlisis detallado de estos aspectos lo realiza YvanLaplace en el captulo 12: El origen del capital y conducta tecnolgica.

    En cuanto a los volmenes de venta, el 36,6% de las empresas reportaventas inferiores a 1,4 millones de US dlares en 1991. El 42% vende entre 1,4millones y 14 millones de US dlares al ao. Tan slo el 9,8% de las empresasreporta ventas de 14 mWones o ms. Trece empresas se negaron a aportar datossobre sus ventas, aunque slo se les preguntaba por rangos bastante amplios. Esdecir, las empresas son pequeas tambin desde el punto de vista de los volmenes 38

  • 39

    Distribucin de las empresas por origen de capital

    12,5%Mixto

    20,5%100% extranjero

    de ventas, al menos de acuerdo con las cifras que logramos obtener. La falta detransparencia, como sealamos al principio, afecta particularmente a los datospropiamente econmicos y poco a las operaciones, situacin exactamentecontraria a la de los pases desarrollados, donde son las operaciones y los secretosindustriales asociados a la tecnologa lo que las empresas cuidan mucho y nodan a conocer.

    Para 1991, un 43,8% de las empresas no reporta actividad alguna deexportacin y un 11,8% de las empresas se neg a informar sobre este aspecto(ver grfico 6). Las tres cuartas partes de las empresas que exportan lo hacenhasta el 25% de su produccin y l3 empresas, el 26%, dicen que exportaron msdel 25% de su produccin, de las cuales, slo cuatro empresas reportanexportaciones superiores al 50% de su produccin. Si consideramos otros sectoresindustriales venezolanos, encontraremos que el sector qumico, no obstante eltodava pobre desempeo exportador, es probablemente el sector de nuestraindustria con ms experiencia en mercados internacionales.

    Entre 1987 Y 199 l, cerca de un 10% de las empresas se incorporaron algrupo de exportadores. El doble de ellas mantuvo su desempeo exportadorentre 1987 Y 1991, slo cuatro lograron incrementar el monto de las exportaciny una lo redujo. Podemos afirmar que el resultado neto del perodo es positivo,pero si consideramos el sentido general de la poltica pblica durante esos aos,caracterizado por la apertura con el objetivo primordial de diversificar las fuentesde divisas, es de sealar que sus resultados no son del todo estimulantes.

    Un grupo pequeo de las empresas que exportan lo hacen a pases deAmrica Latina (ver grfico 7) donde hay industrias qumicas con alguna fuerza(Argentina, Brasil y Mxico). Un 37,5% de las empresas exportan a Colombia,pas con una dbil industria qumica. Un 56,3% Jo hace a otros pases de Centroy Sur Amrica donde prcticamente no existe industria qumica. Ntese que casiel 20% de las empresas llevan productos a mercados con niveles de competenciams altos, como Estados Unidos, Canad o Europa.

    En cuanto al porcentaje utilizado de la capacidad instalada (ver grfico8), el 65% de las empresas reportan operaciones con una capacidad ociosasuperi,or al lmite mximo de 25%. Ello en una estructura o morfologa de los

  • Grfico N 6

    Evolucin de las exportaciones entre los aos 1987 y 1991

    Porcentaje de empresas exportadoras en 1991

    43,8%No exportan

    11,8%No sabe/no responde

    E'-n:-tre~50O;-y-:-;-;JOOv;1~rn"l5"l!r-(

    Entre 25 Y50

    porcentaje ex.portado

    Porcentaje de empresas exportadoras en 198729,5%

    No sabe/no responde

    Entre 25 Y100

    Entre 10 Y25

    50,8No exportan

    porcentaje ex.portado

    40

  • Grfico N'7

    Pases o regiones a los cuales exportan (1992)

    56,3

    Resto, de A. del Sur Estados UnidosAmenca Cenlral C d~

    El Caribe ana "Europa

    BrasilArgentinaMxico

    I Porcentaje deEmpresas~ 60~:le 50!:~

    u 40g. 37,5e 30R>,~u 20E'~

    '-

    1 10j O

    Colombia

    mercados (ver grfico 9) donde una proporcin alta de las empresas seala noposeer siquiera una idea aproximada de su cuota de participacin en el mercado,y mientras un 12% seala que su empresa y un segundo competidor conocidocontrolan 40% o menos del mercado. Casi el 38% del total de las empresasencuestadas sealan que junto con otra empresa se reparten porcentajes delmercado que van desde un 40% hasta un 80%. El 22% de las empresas seconfiesan participando en un duopolio o controlando, una sola, el 100% delmercado de su producto o lnea principal de productos. Es decir, estamos enpresencia de una industria de alta capacidad ociosa y altos niveles deconformacin de estructuras monoplicas y oligoplicas y con un muy bajonivel de exigencias en informacin sobre el mercado. Las consecuencias en larelacin de estos hechos con la cultura y conducta tecnolgica y organizativa delas empresas ser tratado en el captulo 3: Acerca de la ausencia de polticaindustrial o de cmo los ornitorrincos aprendieron a bailaf.

    41

    Finalmente, es posible identificar en los patrones de localizacin de laindustria qumica venezolana cierta tendencia al desarrollo de externalidadespositivas y efectos de distrito industrial en algunas regiones, particularmenteentre Valencia y Guacara, donde se ubicaron las ms antiguas empresas del sector.El patrn de localizacin responde bsicamente al de proximidades a los mercadosprincipales de Caracas y el centro del pas. En el captulo 11, Dinmica espacialy territorios en el marco de la globalizacin, Didier Ramouse profundiza en elanlisis de estos aspectos, destacando cmo las caractersticas taxonmicas delas empresas, por su perfil de capacidades y potenciaJidades tecnolgicas, y Josefectos del ajuste estructural de la economa, tienen una expresin diferente de

  • Grfico W8

    Porcentaje de empresas segn la proporcin utilizada de su capacidad instaladade produccin (1992)

    65,7%Entre 76 y 99% de capac.

    35,0%Entre 76 y 100 % de su capacidad

    65,0%Hasta 75% de su capacidad

    Grfico W9

    Porcentaje de empresas segn las caractersticas de la concurrencia(1992)

    28,6%No conocelNo responde

    37,5%Oligopolio

    (2 empresas: entre 80% y 40% del mercado)

    11,6%Competencia

    (2 Emp:.!f 40% del mercado)

    22,4%Monopolio o Dopolio(1 2 empresas: 100% mercado)

    42

  • acuerdo con la localizacin de las empresas. All se estudian tambin los proble-mas de ubicacin espacial vinculados con la proximidad a las fuentes de recursoshumanos calificados y los centros nacionales de produccin y difusin delconocimiento.

    Aspectos Tecnolgicos

    Las 112 empresas se distribuyen en proporciones similares entre los tressegmentos productivos (1.- Qumicos bsicos, 2.-Intermediarios y farmacuticas,y 3.- Productos finales), con un ligero sesgo a favor de los productos finales (vergrfico 10). Como sealamos, la historia de la industria se inici precisamentepor este segmento y se desarroll sobre la base de patrones de integracin verticaly diversificacin, aspecto que veremos en el captulo 7: Particularidadesinnovativas de los segmentos productivos, preparado por Alexis Mercado. Esteenfoque tiene particular relevancia para entender las capacidades innovativasdesarrolladas por las empresas en el tiempo, los patrones de aprendizajetecnolgico y la conducta de las empresas.

    >,~

    1jj,...--------------------------------,

    Grfico WIO

    Distribucin de las empresas segn su segmentoproductivo (1992)

    33,9%Intermediarios y Farmacuticas

    29,5%Qumicos bsicos

    36,6%ProduclOs Finales

    Aproximadamente la mitad de las empresas poseen una capacidad mediao alta