cuento los tres amigos

7/26/2019 Cuento Los Tres Amigos.

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LOS TRES AMIGOS Y LOS TRES CONSEJOSHubo una poca en nuestra frontera, peor que la de ahora, en que los aos fueron malsimos. No llovanada de nada sobre nuestras cerreras. Los cerros se hallaban completamente pelados. Los animalitos,como los chivos, vacas, gallinas, perros y burros eran puro esqueleto. Lo nico que reinaba era un solfuerte que todo lo quemaba. Los algarrobos, gualtacos. ceibos y los overales no eran mas que serescenios que se retorcan clamando al ciclo por un poco de agua.!n "aguay #lto, un pequeo casero refundido all por los cerros, vivan tres campesinos y crianderos deganado cabro que eran bien unidos. $e llamaban %omingo. Hortensio y #rnaldo. #costumbraban a

reunirse por las tardes, a &ugar casino y a darse esperanas sobre la pronta llegada de los aguaceros. #spasaban el tiempo, hasta que un da, %omingo les propuso'( )ueno, muchachos. *+u es lo que estamos esperando aqu $-lo la muerte nomas hasta el &aguay seesta secando. /0monos me&or a buscarnos la vida a otro sitio. 1o lo que es maana mismo agarro paradonde sea.( 2or mi parte estoy de acuerdo. 3 +u hacemos aqu pues 4 afirm- Hortensio.( 2or lo que a mi persona se refiere, maana mismo armamos via&e 4 dio su palabra tambin #rnaldo.L# 2#567%#. '#l da siguiente, de madrugada, ensillaron sus flacos &umentos, se despidieron de sus mu&eres y de sushi&os hi&os, y emprendieron via&e hacia donde los llevara la ventura. 8uy penoso, pero bien resuelto,salieron de aquel casero cerreo.%eambularon das sobre das pasando las de 9an, atravesando cerros, caadas, caseros, ya porsenderos peligrosos, ya por anchos y descuidados caminos. 2or todos lados abundaba la desolaci-n,hasta que por fin, como no hay mal que dure cien aos ni cuerpo que lo resista, se encontraron con unfundo de regular e:tensi-n. !l dueo era un seor ya anciano y bastante bondadoso. 2ara suerte deellos empeaba la siembra y necesitaban traba&adores.( )ien. muchachos, como ustedes son de le&os, adem0s de su &ornal tienen comida y alo&amiento gratis43les ofreci- don #rturo, el anciano patr-n.;racias seor < habl- %omingo a nombre de los tres amigos 4 Nosotros queremos pedirle otro servicio.

(. $i es que se puede, de mil amores 4 respondi- buenamente el anciano.( !n vista de que ya tenemos aseguradas la comida y la posada, queremos que nuestros &ornales nossean guardados por usted hasta el da en que nos vayamos de aqu, ya que hemos venido a buscarnos lavida por estas le&anas para llevar alivio a nuestros hogares el da que volvamos.( %e acuerdo, muchachos, me comprometo a guardar vuestros &ornales. '#s fue como los tres &-venes amigos traba&aron durante numerosas campaas agrcolas para aquelseor, sin ver a sus familias y sin poder mandarles nada por la gran le&ura que los separaba de sushogares. Lo nico que los sostena en el pensamiento de ahorrar lo suficiente, como para recompensar asus seres queridos por las grandes penurias que sin duda estaran pasando. .!L 5!;5!$= 1 L=$ 65!$ 9=N$!"=$.# los quince aos de su partida, sintieron fuerte el apego a la querencia y decidieron volver. Luego de lafaena, a eso de las tres de la tarde, se dirigieron a la casa hacienda donde fueron recibidos por supatr-n.( %on #rturo, hemos tomado el acuerdo de volver el da de maana a nuestros ranchitos 4 le hioconocer %omingo 4 han sido muchos aos le&os de nuestras familias y queremos que tenga listo nuestros&ornales para maana temprano, ya que partiremos de madrugada. ' !l anciano bastante apenado loshio pasar a la sala de su mansi-n. Luego entr- a uno de los cuartos de donde regres- con tres bolsas decuero completas de dinero. > . . ( #qu est0n sus ahorros, muchachos' ni un real menos ni un real m0s.Los tres amigos miraron muy contentos los cargados y sonantes talegones, fruto de su laborioso traba&o

y agradecieron al anciano de tantas facilidades que les haba brindado.( 1o. tambin estoy muy agradecido por vuestra buena comparta a lo largo de lodos estos aos. 9omomuestra de mi profundo agradecimiento y en mrito a que ustedes han laborado con honrade y


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sacrificio, quiero hacer un trato con ustedes.( *?n trato@ $i, un trato.@ *+ue trato es ese, don #rturo( 1o les propongo un cambio.@ 3 *?n cambioA( $i, un cambio. 1o les doy tres buenos conse&os que van a serles muy tiles en sus vidas, a cambio devuestros &ornales. Los conse&os se los anuncio en estos momentos y tiene toda la noche para pensar si es

que se los llevan o no. 2ero el que acople llevarse los tres conse&os, me de&ara sus ahorros y el que nodesea tomarlos podr0 llevarse su dinero.( 2ero, patr-n, si aceptamos los conse&os *que llevaremos para nuestros hogares 4 habl- Hortensio.( 1o lo que es, patr-n, no cambio mis &ornales por nada 4 adelant- muy resuelto, #rnaldo. %omingo, queescuchaba atentamente, intervino.( )ueno, amigos. %on #rturo ha sido claro. Nada perdemos con escucharlo. %e&emos que nos diga susconse&os. 1 ya despus, cada uno ver0...!l anciano habl- con solemnidad'( Los conse&os son los siguientes' !l primero' @Nunca de&es lo vie&o por lo nuevo@. !l segundo' @Nuncapreguntes lo que no te conviene@. 1 el tercero' @Nunca te de&es llevar por el primer [email protected] tres amigos escucharon con atenci-n aquellos conse&os que por primera ve conocan. !l anciano losdespidi- dicindoles'( !ntonces, tienen plao hasta la hora de su partida para que me den su ltima palabra. *%eacuerdo ...( %e acuerdo. 4 respondieron los tres amigos. . . .$e encaminaban a la casa donde se alo&aban. Hortensio y #rnaldo ya haban tomado su decisi-n'( Ni locos para aceptar el trato quince aos de traba&o por tres conse&os, esta fregado.2ero si nos pide tan alto precio por esos conse&os es que deben valer verdaderamente. 4 les alegaba%omingo, si pueden valer, pero si los tomamos * qu llevaremos para nuestras choas.

Hortensio y #rnaldo. realiada ya su elecci-n, dorman pl0cidamente. %omingo, sin embargo, se dabavueltas y m0s vueltas sobre la barbacoa, pensando y repensando sobre los tres conse&os. 8as seinclinaba por llev0rselos, pero lo detena el tener que regresar con las manos vacas despus de tantosaos de ausencia. !ra ya cerca de la media noche cuando tom- su decisi-n. @)ueno, despus de todo,hasta aqu he vivido la vida a la mas que nunca, sin ninguna ayuda que me oriente en la vida y un buenconse&o es una buena estrella para no cometer errores graves. Lo nico que he podido aprender es aleer y a dibu&ar algunos garabatos, y uno no sabe lo que hay detr0s de la vida... 2or ltimo *que de rarotiene que sin plata haya venido y que sin plata me vaya@#l da siguiente, no bien empearon a rebunar los burros y a cantar los chilalos, se levantaron los tresamigos. 8ientras arreglaban sus alfor&as. %omingo les dio a conocer sus decisi-n y las raones que lohaban llevado a tomar los conse&os. $us amigos, asustados, trataron por todos los medios de hacerlocambiar de parecer. 2ero no lo consiguieron.$e presentaron ante don #rturo y cada uno le fue manifestando su decisi-n. Hortensio y #rnaldorecibieron sus sonantes bolsas de cuero. # %omingo le di&o( #curdale de los tres conse&os. 6en presente lo que te han costado. 5ecuerda' @Nunca de&es lo vie&opor lo nuevo@. @Nunca preguntes lo que no te conviene@ y @Nunca te de&es llevar por el primer impulso@.%e esta manera, los tres amigos, despus de quince aos, emprendieron el regreso a "aguay #lto.8archaban a prisa, ansiosos por hallarse de nuevo en sus hogares. +ueran enterarse cuanto antes de lasituaci-n de sus familias. 39-mo las encontraranA.

!L 2578!5 9=N$!"=%urante quince das cabalgaron sin ninguna novedad, hasta que se encontraron con un desvo, con unaruta nueva que no conocan. # la entrada de ese sendero estaba plantado un letrero que deca' #


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+?!)5#%# H=N%# 4 BC %D#$. +uebrada Honda era el lugar m0s cercano a sus hogares.@ 9on este caminito nos ahorraremos unos quince das de via&e. 4 se entusiasmaron.?no tras otro entraron por aquel sendero. Haban avanado unos cien metros cuando, de repente.%omingo detuvo bruscamente su cabalgadura. !n su mente haba estallado como un dinamitao elprimer conse&o del anciano' @Nunca de&es lo vie&o por lo nuevo@.( *+u pasa. %omingo4se sorprendieron sus amigos.( 8uchachos, creo que es me&or ir por el otro camino es un a ruta que ya conocemos. 2ero es muylarga, son quince das m0s de via&e.

( $i, pero es m0s segura. 8iren hacia donde va a parar ese sendero' a esa cerrera que no conocemos.$e formaron dos bandos. %omingo que se apegaba a uno de los conse&os que llevaba y que tanto lehaba costado, 1 el otro bando formado por Hortensio y #rnaldo quienes queran llegar cuanto antes asus chocitas.9omo nadie daba su brao a torcer, se vieron obligados a separarse. 8uy apenados se despidieron confuertes abraos.( !n +uebrada Honda te de&aremos noticias nuestras. 4 le prometieron Hortensio y #rnaldo a su amigo%omingo desando el camino y tom- nuevamente la ruta conocida.%espus de treinta das lleg- al casero de +uebrada Honda. Lo primero que hio fue averiguar por susamigos. 2ara ello se encamino a un pequeo ranchito donde vendan comida, chicha dulce y licores.Luego de saludar, pregunt- a la mu&er que atenda la venta'( $eora. *por casualidad no han de&ado por aqu algn recado, dos amigos @*?sted es %omingo 4 lo mir- con curiosidad la mu&er.( #s es, seora, un servidor.( 2ues le tengo malas noticias de sus amigos 4 se apresur- a informarle 4. +uien ha estado aqu ha sido#rnaldo, vino lodo ensangrentado el pobre' dice que en lo alto de la cerrera les sali- al encuentro unafuera de fora&idos y que despus de robarles todos sus &ornales les dispararon con sus carabinas. #Hortensio lo mataron' #rnaldo tuvo suerte porque lo hirieron en el hombro y los facinerosos lo dieronpor muerto... .

( )endito sea %ios, y yo que tanto les porfi para ir por el camino que ya conocamos 4 se lamentaba%omingo, llorando por la triste suerte corrida por sus buenos amigos y, sobre todo, por el desdichadoHortensio que haba de&ado sus huesos por esas cerreras desconocidas.( 2or esas rutas siempre asaltan 4 continuaba la mu&er 4 los bandoleros han hecho sus guaridas por esoscerros porque la gente para ahorrarse camino se mete por esos lugares s-lidos. ' 1( 1 * %-nde se encuentra #rnaldo( #qu estuvo como una semana cur0ndose las heridas, pero har0 unos tres das que se fue. Nos encarg-que le avis0ramos que va avanando hacia una hacienda que est0 como a un par de das de aqu es deun tal don %ami0n )ellido, que dicen que est0 medio loco. +uera traba&ar unas semanas en esahacienda para llevar algo siquiera a su casa, porque esos bandidos lo han de&ado en el aire, con la ropaque lleva puesta nom0s. '#quel da repos- en +uebrada Honda. #l da siguiente, continu- nuevamente su camino. !L $!;?N%=9=N$!"=.9abalgando fuerte y descansando algunas horas, al medio da siguiente, logr- divisar el ro 9hira que enesa parte de su recorrido, sirve de lmite fronterio con el !cuador. Las aguas cristalinas corranprovocativas y abundantes. Luego de darse un refrescante y reparador bao, cru- los linderos de lahacienda de don %ami0n )ellido, que estaba situada en la margen iquierda del ro 9hira, en el ladoperuano.# medida que se acercaba a la casa hacienda le llamaba muchsimo la atenci-n el abandono que all

campeaba. No haba gente traba&ando y aunque las tierras se vean buenas y productivas, estabansiendo invadidas por los overales y @borracheras@. Los 0rboles frutales empeaban a secarse. #quellom0s bien pareca un lugar habitado por fantasmas.


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9uando lleg- a la casona, aparecieron cuatro perros enormes que con furiosos ladridos se le fueronacercando peligrosamente. $acando su lampa que iba en la grupa del burro se dispuso a defenderse. %epronto, chirri- la puerta de la mansi-n y apareci- un hombre barbudo y robusto. !ra don %ami0n)ellido.+uietos 3/amos, adentroA 4 grit- con una vo tronante que se pase- por la desolada hacienda. Losperros volvieron a ocultarse de inmediato.@ )uenas tardes, seor 4 salud- %omingo haciendo un gesto de atenci-n con el sombrero 4 #ndo en buscade traba&o. !sta hacienda no se traba&a ya, forastero pero pase, tiene traa de haber cabalgado duro.

Le invitar algo de comer.# diferencia de lo que pasaba con la hacienda, en el interior de la casa todo era asco y orden. %omingosalud- a una &ovencita vestida con ropa muy limpia, pero remendada, que caminaba con dificultad ylimpiaba a cada momento muebles, piso y paredes. !l ruido met0lico que produca al caminar le hioba&ar la mirada hacia los pies de la adolescente. $e horrori- cuando su mirada trope- con gruesascadenas que se enroscaban sobre los tobillos de la simp0tica &ovencita. '@ 6ome asiento 4 le invit- el hacendado, seal0ndole una silla del bonito comedor de caoba que sehallaba en la sala. Luego orden- con durea a la encadenada &oven' 4 hi&a, tr0enos algo de comer. '%omingo profundamente e:traado por el abandono de la hacienda y por el encadenamiento de la&ovencita, se aprest- a preguntar.( %isculpe, don %ami0n...!n aquel instante sinti- como un latigao y le vino a la memoria el segundo conse&o del anciano' @Nuncapreguntes lo que no te conviene@. 1a no se atrevi- a lanar la pregunta.* %eca usted 4 lo interrog- a su ve el hacendado con una mirada maligna que lo atemori-. '( 8ucho le agradecera que me regale un poco de agua para tomar la sed es la que m0s me mata 4disimul- por su parte %omingo.( 6rae agua, hi&aA 4 grit- en un todo que demostraba desencanto.La &oven con gran dificultad le llev- el agua despus sirvi- deliciosos platos de comida. %omingo comi-hasta chuparse los dedos, de&ando algunos restos nomas.

( /en. Hi&a, come4 seal- hacia el piso don %ami0n.La encadenada se arrodill- deba&o de la mesa y el hacendado empe- a tirarle las sobras de la comida.La &oven los recoga y se los llevaba a la boca.#nte este triste espect0culo. %omingo se frotaba los o&os creyendo que era una pesadilla la que estabaviviendo. #quello era el colmo de los colmos. $u curiosidad empe- a desbocarse y sinti- el fuerteimpulso de averiguar los motivos de tan e:traa situaci-n. 2ero, nuevamente volvi- a golpear sumemoria el segundo de los conse&os comprados a cambio de quince aos de grandes esfueros ysacrificios' @Nunca preguntes lo que no te conviene@. 6rat- de frenar la curiosidad que lo hincaba. 6odoesto es muy raro. +uin sabe si con mis preguntas desato un aguacero de malos recuerdos y pasionesque me hagan salir mal parado@. $e hio l firme prop-sito de apegarse fielmente al segundo conse&o.!l hacendado, por su parle, lo estudiaba con gran curiosidad, como si esperase algo de l. %omingo selevant- de la mesa para despedirse.( 8uchsimas gracias por su hospitalidad, don %ami0n ahora tengo que irme porque todava tengo unlargo trecho por delante.( 2ero, amigo, c-mo se va a ir. $e le nota muy cansado, qudese a cenar con nosotros y duerma aqu.8aana ya mas descansado podr0 seguir via&e a su cerrera. /amos, acepte por favor.( )ueno, no me caera mal descansar bien durante una noche.( Hi&a. & prepara un cuarto para nuestro huspedA.%urante la cena se repiti- la misma situaci-n de la anterior comida. Luego, fue guiado a uno de los

dormitorios donde cay- pesadamente.#l da siguiente se levant- muy temprano dispuesto a salir r0pidamente de all. !n la sala lo esperaba elhacendado con el desayuno servido. .


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comprender0, usted, porque le estoy muy agradecido.%os das despus, con un documento que lo converta en rico propietario y dueo de un considerablecapital. %omingo enrumb- a la cerrera de "aguay #lio. iba con el pensamiento de traer a su familia alas tierras que haba ganado con el segundo de los conse&os.!L 6!59!5 9=N$!"=%omingo avanaba contento, entristecindole nicamente las tr0gicas muertes de sus queridos amigoscon quienes compartiera penas y alegras desde muy pequeo. 2ero se haba hecho la noble promesa deayudar a las familias de sus amigos y darles parte de su fortuna. 2or eso, adem0s de la briosa mula que

ahora montaba, llevaba una piara de burros con abundantes regalos. $e felicitaba por haber aceptado elcambio de sus &ornales por los tres conse&os' de lo contrario, en lugar del contento que llevara a lastres familias, qui0s se encontrara con sus pobres huesos regados por tierras a&enas. Los que m0s leagradaba era la &usta recompensa que dara a los tres hogares por la larga espera, por el sufrimiento ypenalidades que, sin duda haban pasado.#nimado por esos pensamientos, avanaba sin descanso. 6res das despus, en un amanecer, alcan- adivisar las chocitas de "aguay #lto. # medida que se acercaba, su goo iba en aumento. !n el ampliocorredor de su choa se encontraba una seora.. 3 !ra la $antos, su mu&erA. $e puso loco de content-.!staba tendiendo unos sacos vacos, un tendal, donde seguramente iba a desparramar el ma para quese asolee. %e pronto, una presencia lo estremeci-. 2or detr0s de la casa apareci- un hombre ensillandoun burro. La mu&er entro y sali- portando un chanchero que entreg- al hombre. @!l fiambre@, pens-. !lhombre, un mocet-n, se acerc- a la mu&er y la bes- cariosamente. . '$u pensamiento fue ligero. 6odas sus ilusiones y alegras se derrumbaron. 2reso de la c-lera sac- sugarantiado, un filoso machete, y clav- las espuelas en su cabalgadura. 2or su familia haba salido enbusca de nuevos horiontes, pasando penurias y hasta en peligro de perder la vida como sus desdichadosamigos. 1 su mu&er lo engaaba miserablemente. $e senta humillado, pero estab decidido a terminarcon la vida de su mu&er y de su amante.!l sombrero vol- de su cabea por la loca carrera que llevaba. !n medio de la tormentosa oscuridad quelo envolva como el resplandor de un rel0mpago, lo estremeci- el tercer conse&o del anciano' >@Nunca te

de&es llevar por el primer impulso@. Eren- la desbocada carrera de su mula. 1a estaba &unto al corredorde su ramada. !l hombre que se encontraba montado ya en el burro, y la mu&er lo miraron cone:traea.( *+u se le ofrece, seor 4 le pregunt- su mu&er.( %e tal manera que no me ha reconocido 4 pens- 4 No en vano han sido quince largos aos le&os deella@.( $oy comerciante, seora 4 minti-4 vendo telas buenas y baratas.( *No lleva, por casualidad, pantalones de hombre( 9laro que si. *%e qu talla desea( 9omo para este muchacho 4 di&o sealando al mocet-n 4 es mi hi&o que quiere acompaarse ya.*6u hi&o i 8i hi&oA 4 grit- loco de contento, pues amaba a su mu&er.( 3 +u sonso, de& a mi pequeo $egundo %omingo de ocho aos, ahora debe tener veintitrs, puesA( 38u&erA 3 Hi&oA *!s qu. acaso no me reconocen 3$oy %omingoA F se dio a conocer.( La mu&er lo mir- detenidamente. #l reconocerlo, fue enorme su alegra. $e estrecharon con un fuertey amoroso abrao ante los gritos de &bilo de su hi&o. ' 6al como lo haba prometido, ayud- a losfamiliares de sus amigos y se estableci- con su mu&er y su hi&o en la parte de la hacienda que heredarade don %ami0n )ellido. Nunca se cansaba de contar su gran aventura a familiares, amigos y visitantes. 1hasta hoy, pese a que han transcurrido muchsimos aos, todava se sigue contando en esta parte de lafrontera la historia de %omingo con el nombre de @Los tres amigos y los tres conse&os@.

%e esta manera brillante remat- su relato don Eermn, el cerreo.9uando ba&aba por el sendero de la colina hacia la carretera que conduce al casero de 2layas de5omeros, empec a pensar en el espritu y las incidencias de aquella historia. ?na historia que se


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a&ustaba de manera biunvoca y perfecta con esta soberana quietud de la frontera.Las sombras, cada ve m0s densas, acrecentaban el augusto y c-smico silencio que reina en estosale&ados y abandonados limites de nuestra patria. ?no tiene la impresi-n de que los habitantes de estassoledades consideran esta tierra como un espacio esencial, como una dimensi-n irremplaable que lespermite fundirse con algo que les seme&a a la eternidad...

Despus de haber ledo el relato, o!testa las s"#u"e!tes pre#u!tas$

% Cu&l es el te'a e!tral del ue!to(

% Cu&les so! los tres o!se)os(

% Cu&l es el 'e!sa)e del relato(

% *u +alores resalta el ue!to(

cuento los tres amigos

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