La Hormiguita

COMISIÓN DIOCESANA DE PASTORAL SOCIAL

DIOCESIS DE PASTOCOMISIÓN DIOCESANA DE PASTORAL FAMILIAR

“Familia que Ora Unida con la Palabra de Dios en Comunidad, Permanece Unida en Fraternidad-”

La HormiguitaLes voy a contar una historia en la que todos vamos a ser los protagonistas . Resulta que el padre diego nos invita a un paseo a chachagui. Todos muy contentos en especial doña rosita. Ese dia se arreglo muy bien y hasta se peino, pero antes de salir de su casa les dejo echando una cantaleta.

Al esposo le dijo hasta de que se iba a morir, al hijo lo levanto a gritos, quien le contesto muy muy grosero e igualmente a gritos, a la hija le reclamo en tono grosero el haber llegado tarde diciendole: ¡claro, andas con ese vago bueno para nada¡

Y como popularmente las mamas aquí en nariño decimos: ¡no Me Vayas A Salir Con Tu Domingo Siete , Yo Solo Te Digo Cuidaraste Porque Yo No Te Voy A Cuidar Guaguas ¡… ¡yo Ya Cumpli Con Mi Tarea… Alla Vos¡ .

La Hija Le Respondio En Tono Desafiante Y Grosero:¡no Se Meta En Mi Vida Yo Sabre Lo Que Hago¡.

Rosita No Le Hizo Caso Y Continuo Diciendo: …yo Me Voy, Ahii Se Hacen El Desayuno…y Ustedes Veran Donde Almuerzan…. Hasta Luego.

Y Salio. Rapidamente Tomo El Autobus, Llego A San Agustin, Se Encontro Con Todos Nosotros ( Invitamos A Los Participantes A Saludarnos Entre Todos) Al Subirse Al Bus Se Encontro Con Una Vieja Amiga.Hola! ¿como Estas Ethelvina? Milagro Que Vas A Un Paseo… Como Ahora Dicen Que Estas Dedicada A La Oracion Y Que No Sales De La Iglesia Que Te Van A Poner Habito.

Etelvina Una Mujer Callada Muy Tranquila, Muy Prudentemente Le Dice: Tu Sabes La Gente Es Exagerada, Juzga, Critica, Habla Por Hablar. Solo Mira Lo Malo… ¡ Talvez Es Lo Que Anida En Su Corazon! Envidia, Amargura, Soledad, Tal Vez No Ha Sentido La Presencia De Jesus Y Por Eso Actuan Asi…pero A Mi Eso No Me Afecta Soy Feliz Por Todo Lo Que Tengo Y Todo Lo Que Soy.

Rosita Fruncio El Ceño Y Siguio Hablando Y Le Dijo: ¡yo Tambien Estoy Feliz Si! Eso Le Contesto Etelvina, Me Libre Por Un Dia De Mi Marido Que No Hace Mas Que Dormir Y Llegar Tarde Y Aveces Oliendo A Trago Y Quien Sabe Que Mas …

Y Le Dice Etelvina: ¿y Es Que No Trabaja? Claro Que Si Le Contesta.

Trabaja de lunes a viernes de 7 a 7 jornada continua ¿y tu como lo recibes? ….ummmm… como quieres que lo reciba. Yo si no me dejo yo le canto sus cuatro verdades.

¡pobre hombre¡, le dice etelvina. ¿como? Le dice rosita. Claro el llegara cansado, con ganas de descansar , ansioso de llegar a casa, de ver a su familia despues de tantas dificultades en su trabajo. Pero que se encuentra a una mujer cantaletuda, quejanbrosa, ruidosa , de mal genio, amargada y hasta desarre-glada y a unos hijos que nunca estan en casa y si estan, se la pasan encerrados en mismos, viviendo cada quien su propia vida. Entonces… ¿como quieres que el llegue temprano a casa y hasta te falte al respeto el y tus hijos no te tomen encuenta con esa actitud tuya?

Rosita silenciosa en tono mas suave le dice: Mi hija... Si te contara… llega tarde. Anda con un vago, en estas me llega embarazada.

Etelvina muy preocuapada le dice: ¡no, no digas eso de tu hija¡… mas bien habla con ella… no a los gritos, asi no te escuchara… has como yo lo hago con mi hija mayor, dialogamos… yo la escucho, respeto su forma de pensar… son jovenes y… ¡si¡… los tiempos han cambiado, pero yo como mama la oriento, le hago ver como son las cosas. Su padre tambien dialoga mucho con nuestros hijos. Compartimos mucho tiempo juntos y sobre todo oramos juntos y encomendamos a nuestros hijos a jesus sacramentado. Todos los dias de nuestra vida a cada momento, a cada instante… y lo mas importante cada vez que salen de casa su padre y yo les damos la bendicion… al igual que cuando llegan.

Rosita solo escucha pensativa. Algo esta pasando dentro de su corazon. De pronto resulta que el bus en donde vamos empieza a fallar y se varo a mitad del camino.

Bueno nos dice el padre diego nos vamos a bajar con cuidado, el padre nos invita a caminar un ratico mientras arreglan el bus.

Caminamos sin darnos cuenta nos hemos parado encima de unos hormigueros y empiezan a subírsenos las hormigas por los pies, en los zapatos, por el pantalón, por la chaqueta, por los brazos, por el estómago, por el cuello hasta la cabeza empezamos a sacudirnos, empezamos a caminar rápidamente, empezamos a saltar para que se caigan, empezamos a ponernos de mal genio, estamos bravos, hasta con el padre diego.

Resulta que se nos ha quedado una hormiguita… esta es la que me tiene así amargado, de mal genio, impaciente y enojado con mis compañeros y con todo el mundo. ¡La tengo en mis manos ¡… yo les pregunto, ¿que haríamos con esa hormiguita?

Yo personalmente la mataría, la destierro de mi vida y con ella desterraría todo lo que me aleja de mi familia, mi mal genio, mi desconfianza, mi infidelidad, mi falta de fe, mi falta de tolerancia. Todo lo malo que a mi corazón le hace daño y que afecta a las personas que están a mí alrededor en especial a mi familia.

En esas arreglaron el bus, y nos invitan a subirnos. Tomamos el asiento nos acomoda-mos. En ese momento no sabemos qué nos pasa porque nos entra una nostalgia, una desesperación una intranquilidad que nos da ganas de llorar y lloramos y lloramos…

Parece que hay otra hormiguita. Esa hormiguita que nos hace recordar (la tengo en mis manos) que hay en mi vida, un vacío que me atormenta solo a mí. Me acuerdo del dolor que hay en mi corazón o tal vez de esa enfermedad física que me aflige, que me desespera, que me hace dudar del amor de dios, el pensar que no puedo perdonar a esa persona que me ofendió, que hirió en lo más profundo de mis sentimientos, mi falta de comprensión, mi falta de compromiso con mi esposo cuando ante dios prometí serle fiel en las alegrías y en las penas en la salud y en la enferme-dad y con mis hijos, mi falta de amor, mi falta de paciencia. Les soy infiel a mis padres mintiéndoles, irrespetándolos, faltándoles a su amor mi falta de responsabilidad para con mi familia, mi falta de servicio para mi hermano prójimo, y todas aquellas cosas que guardamos en nuestro corazón….

(En estos momentos invitamos a todos los participantes del encuentro a que cerre-mos los ojos por unos momentos a que se olviden de quien está a nuestro lado hagamos de cuenta que estamos solos: solo escuchan mi voz

(Se hace un momento de silencio, si tienes algún tipo de música suave y si es instru-mental mucho mejor ponla en un tono en el que te puedan seguirte escuchando).

De pronto una luz viene a nosotros, una luz resplandeciente se acerca muy lentamen-te y nos envuelve y nos llenamos de tranquilidad, de serenidad. Nuestro corazón se agita, nuestro corazón se llena de gozo, nuestro corazón se ensancha… como cuando Jesús se les apareció en el camino de Emaús a sus discípulos.

Sentimos una fragancia que endulza nuestros sentidos, una paz que nunca antes la habíamos experimentado.

(Invitamos a los participantes a respirar muy profundamente tomando el aire por la nariz y soltándolo muy lentamente por la boca despacio y continuamos)

Y esa paz nos llega hasta el fondo de nuestro ser en lo más profundo de cada uno de los órganos de nuestro cuerpo; los sanos y aquellos que están enfermos. Sentimos un alivio sin igual.

Sentimos la presencia de alguien esta tan cerca, escuchamos una voz suave que nos dice:

(Volvemos a invitarlos a respirar igual que la primera vez, y hacemos un momento de silencio).

(Hacemos unos segundos de silencio, recuerda la música es muy importante en un tono suave y discreto).

Dame tu hormiguita… yo te la recibido déjala en mis manos, no te angusties ni te desesperes, déjame al cuidado de tus cosas y todo te ira mejor. Cuando te abandones a mi todo, todo se resolverá con tranquilidad, según mis designios. Cierra los ojos del alma y dime con calma: “Jesús yo te amo yo confió en ti”. Reposa en mí... Y deja en mis manos tu futuro. Solo dime frecuentemente: “Jesús yo te amo, yo confió en ti”. Aquí estoy, que puedo hacer por ti, yo también te amo. Antes de que tú nacieras yo ya te amaba, yo te amo y te cuido como el mejor de mis tesoros. Si sientes que lejos estoy de ti no te afanes… es porque te llevo en mis brazos divinos. No tengas miedo yo también te amo. Cierra los ojos del alma y confía. Continua diciéndome a toda hora: “Jesús yo te amo yo confió en ti”. Esta hormiguita que tienes ahora en tus manos queda sanada y es para ti, solo para ti, te la regalo guárdala, cuídala, protégela, consérvala y sobre todo compártela con tu familia con las personas que amas y aun con aque-llas que crees que no te quieren. Esta es la hormiguita del amor, de tu tranquilidad, de tu felicidad, de tu bienestar, de tu paz, del servicio que puedes desde hoy y para siempre brindar al quien más lo necesita tu herma-no el que está a tu lado.

Ahí como están con sus ojos cerrados vamos a ser un compromiso.Repitamos todos: yo…Mónica………………

(Pedimos a los asistentes decir su nombre propio en voz alta).

Me comprometo : a cuidar , a conservar, a alimentar , y sobre todo a compartir esta hormiguita con las personas que amo ,con mi familia, o con esa persona que no la voy muy bien.Hoy a salir de este encuentro lo primero que haré será llegar a casa, abrazar a esa persona que tal vez nunca le he demostrado que es importante para mí, y le diré:

“yo te amo, eres el mejor regalo que dios me ha dado, gracias por ser en todo momento y a cada instante, de mi vida la bendición de dios representada en ti.Perdóname si te he faltado, perdóname si te he ofendido con mis palabras o tal vez con mis actitudes, o mis gestos o miradas, discúlpame no me di cuenta que tú eres lo más importante en mi vida” ¡Yo! ¡Te amo! Sencillamente ¡te amo! Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.

Autor:Ana Mónica Benavides Medina

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