Cuento al revés

Ni tan bella, ni tan durmiente

Carla Remonsellez

Había una vez una dulce princesa llamada Bella quien era muy querida por los reyes, así como por

el pueblo. Bella vivió feliz hasta que cumplió 15 años, momento en que fue maldecida por la malvada

bruja, diciéndole que cuando cumpliera 18 años de edad el insomnio no la dejaría volver a dormir.

Pasó el tiempo y Bella mientras se encontraba en la sala de tejidos, el día de su cumpleaños número

18, se pinchó un dedo y tal como le había dicho la bruja, no volvió a dormir. Con el paso de los días, el

ánimo y aspecto de Bella fue cambiando, volviéndose cada vez más irritante y mal genio, al extremo

de tratar mal a los sirvientes, a sus padres y a las personas en general. En el pueblo ya nadie la quería

y pasó de ser la querida princesa a ser la apestosa princesa.

Un día, desde muy lejos, llegó el príncipe del reino vecino con la intención de encontrar a la bella

princesa del pueblo de la cual le habían hablado, pero se encontró con una princesa chascona, ojerosa

y mal genio, no podía creer lo que estaba viendo. Convencido de que podía revertir el efecto de la

brujería, tomó a Bella por la cintura y le dio un gran beso. En ese preciso momento ella comenzó a

sentir mucho sueño y en segundos cayó dormida en los brazos del príncipe quien todavía espera que

despierte.

Fin