cubierta abril 2017.qxp cubierta madura, para la salvación del mundo, es decir, en un jardín...

Edita:PASIONISTAS - Madrid

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Colaboran:ALBERTO BUSTO, J. L. QUINTERO, PABLO GARCÍA, ANTONIO SAN JUAN, JULIA MERODIO, JUAN CARLOSPRIETO, JOSÉ LUIS LARRABE, JAVIER GARRALDA, GREGORIO SANTOS, PEPE F. DEL CACHO, JUAN IGNACIO VILLAR (VILY), RODRIGO SEVILLANO.

Fotógrafo Artístico: CLISOS

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Depósito Legal: SA Nº 1 - 1978Imprime: GRÁFICAS DEHON

PP. Reparadores - Tel. 916 751 536Preimpresión: Francisco Antón

SUMARIO

❚ Desde mi ventana MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ La “Belleza” del Crucificado JOSÉ LUIS QUINTERO SÁNCHEZ, C.P.

❚ La primavera y la creación PABLO GARCÍA MACHO

❚ Para vivir la Semana Santa DE REV. “V. NUEVA”

❚ Desde la otra orilla GREGORIO SANTOS ZAYAS

❚ Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos... REV. “ECCLESIA”

❚ Soledad RAFAEL REY GORDILLO, O.C.D.

❚ Familia y vida JULIA MERODIO A.

❚ Pasionistas en misión JUAN IGNACIO VILLAR (VILY)

❚ El membrillazo JUAN CARLOS PRIETO TORRES

❚ Arturo Soria 257. Un oasis en medio de la gran ciudad MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Peregrinación a la tierra de Jesús (XXXVIII) EZEQUIEL MIRANDA DE DIOS

❚ El evangelio cada día ANTONIO SAN JUAN

❚ “Misión Madrid-Pan Bendito”. Las memorias de Don Hilario HILARIO PEÑA ROJO

❚ Fíate de Dios ALBERTO BUSTO

❚ La Pascua de Monseñor José Luis Astigarraga❚ Rincón familiar “Santa Gema”

Portada: El Greco: La Magdalena penitentey contemplativa. En el Museo de Sitges


Mire usted por donde, la palabra he-brea Get-Semani significa “molino

de aceite”.¿Y...? Y eso es, precisamente, lo que le

sucedió a Jesús en aquella noche trágicadel Jueves Santo, en Getsemaní: ser tri-turado, por la angustia más honda, comoaceituna madura, para la salvación delmundo, Es decir, en un jardín precioso,con luna clara, bajo olivos centenarios, lanoche más oscura y lamayor tragedia: an-gustia profunda, sudorde sangre, soledad yabandono.

Y aquí ya, un puntode inflexión. Un alto enel camino para con-templar con la mayoratención, el primercuadro, la estación pri-mera de un Vía Crucisque hoy se inicia, queserá árduo, culmi-nando en la muerte encruz y en la victoria so-bre la misma muerte.¡La Pascua del Señor!

Cuanto daría unopor poder penetrar,aún hoy, en el ánimode Jesús, en aquella noche trágica. Im-posible. Las diferencias son abismales.Con todo, algo podemos, sí, vislumbrar.Sobre Él pesaban –¡misterio insondable!–todas las atrocidades, todas las soledadesy todos los padeceres de todos los tiem-pos. Demasiado peso para aquella natu-raleza, divina, cierto, pero ¡tan humana!Dejémoslo ahí, por el momento.

Las soledades, las violencias, las injus-ticias, todos los padeceres de los hombresy mujeres de hoy, año 2017, también pe-saban sobre Jesús, en Getsemaní. Tam-poco entonces el tiempo corría para Él.Su tiempo era la eternidad. No un ayer oun mañana, sino más bien, un “HOY” per-sistente. Y allí estábamos también noso-tros, los hombres y las mujeres de hoy,causando el sudor de sangre de Jesús.

Pero también con laposibilidad, hoy, aquí,de compadecer en Ély con Él, compade-ciendo a los hom-bres y mujeres su-frientes de nuestrapropia generación.Aliviando, según po-sibilidades, sufri-mientos, pesares ysoledades.

Pasar indiferentes,hoy, ante el dolorajeno, equivale a re-nunciar a nuestrocompromiso comoseguidores del Jesúsde Getsemaní. No-sotros, presentes ensu ánimo y en sus

súplicas a Dios-Padre, en aquella nochede la gran tragedia de Jesús en Getse-maní.

Que no nos pase desapercibida estaprimera gran Estación de Jesús orando ysufriendo, la noche del primer JuevesSanto, en Getsemaní.

❚ MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

Revista Pasionario | 111

Getsemaní

Desde mi ventana

PASIONARIO 111 a 123.qxp 23/03/17 09:58 Página 111

COMENTARIOA LA IMAGEN

Esta obra de Masaccio re-presenta la innovación artís-tica que el autor introduceen la pintura italiana y con-temporánea trazando una lí-nea entre el arte todavía li-gado a los esquemas ysímbolos medievales y elnuevo arte del Renacimientoitaliano. Esta composición,superando el modelo icono-gráfico de la cruz ornamen-tada de los siglos prece-dentes, introduce algunas re-flexiones teológicas que fue-ron de gran actualidad en laépoca de su realización. Lacruz ricamente ornamentadaen la época anterior, comoen la de San Damián o en lade Pisano o Giotto ahora essustituida totalmente en al-gunos casos, y en otros par-cialmente por la figura delPadre. A este tipo de repre-sentaciones se les denomi-nara “Trinitas in Crux”.

Considerada como la úl-tima obra del autor en am-biente Florentino, La Trinitaes datada entre el 1426 y el1427 y se encuentra en laIglesia de Santa María Nove-lla de Florencia. Encargadapor un rico morador floren-tino –Berto de Bartolomeo,

que está pintado junto consu esposa Sandra a lospies del Crucifijo– elfresco muestra un pro-grama iconográfico bientrabajado, seguramenteaconsejado por los her-manos dominicos de SantaMaría Novella.

Poniéndose fren-te al fresco, se en-cuentra el espec-tador al interno deuna atrevida pers-

pectiva que traduce en pin-tura lo que Filippo Brunes-lleschi había proyectadopara algún templete reali-zado en torno a 1413 y queMasaccio ha conocido. Esuna construcción arquitec-tónica sobre columnas quesostienen un arco-bóvedacon casetones. El color uti-lizado para esta “quinta ar-quitectónica” refiere a lasconstrucciones de la anti-güedad romana. Al pie de laconstrucción, como un ni-cho en el centro del muroestá esta inscripción: “Yo fuilo que vosotros sois, y lo quesoy seréis”. Es “mementomori” que llama a la caduci-dad de las cosas y de la vidaterrena, presente en toda laiconografía clásica del Cru-cifijo. El esqueleto adquiere

un significado espe-cialmente pro-

fundo pues elfresco es-taba colo-cado frentea la puerta

que desde elcementer io

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La “Belleza” del Crucificado

“TRINIDAD EN CRUZ” “Dios no se ha reservado a su propio Hijo,

sino que lo ha entregado por nosotros” (Rm 8,32)MASACCIO (1401-1428)

La vida está abandonando al Hombre en un abismo de dolor, pero los brazos del Padre,benévola y amorosamente, están abiertos al Cristo que muere, sostenido por el EspírituSanto, e idealmente vueltos a toda la humanidad. Se trata de una amplia coreografía propiadel renacimiento, a través de la cual el artista crea un espacio ficticio que hace que el ojodel que lo mira pueda percibirlo como realmente existente. El devoto tiene la posibilidadde introducirse en la escena representada –como si el Hombre sobre la cruz estuvierapresente en su corporalidad– y dejarse así guiar en la meditación y en la plegaria.



de Santa María Novella dabaacceso a la Iglesia.

Al interior de la complejaarquitectura ideada por Ma-saccio resaltan las potentesfiguras que se inscribenen una construc-ción geométrica,recuerdo de lasimbología me-dieval, formadapor la intersec-ción de untriángulo y dedos círculos.

L e y e n d oel fresco deabajo hacia loalto, desde labase en el vérticedel imaginario trian-gulo se encuentra el rostrosereno del Padre eterno y enlos extremos las figuras dedos orantes sumidos en ple-garia. A la inversa, en el vér-tice del triángulo esta élpunto de vista del especta-dor que es invitado a elevarla mirada y a medida que lohace se abre el horizonteante las manos abiertas delPadre que ofrece a su Hijo.Jesús ofrecido como aco-gida de su ofrenda.

En pie a la derecha de Je-sús, está la Madre en una ac-titud de profundo dolor, quemuestra el resultado de laimpiedad humana con un

gesto que invita a la medita-ción; a la izquierda está SanJuan con el gesto de apre-tarse las manos con expre-sión de contenida angustia,envuelto en un suntuosomanto, demasiado rico paraun humilde pescador de Ga-lilea.

La figura de Jesús en cruzes trágica, en nada seme-jante a la iconografía medie-val. Cristo es un hombreabandonado en un dolor in-finito, con un tratamientoanatómico de gran realismo.La vida ha abandonado aeste hombre, pero los brazosdel Padre celeste lo sostie-nen amorosamente comopreanunciando la inminenteresurrección. Cristo muereen Dios, unido a él por elEspíritu que representa lapaloma blanca sobre su ca-beza.

Todo es innova-ción en este fresco,lo que demuestraque Masaccio es re-

almente el primero delos pintores rena-centista: La cons-trucción perspec-

tiva-espacial, elclaroscuro y los

colores, pero sobretodo el profundocontenido humanoy moral que supintura expresaintensa y trágica-mente.

Una de las in-novaciones intro-ducidas por Ma-saccio, es la dehaber donado atodos los perso-najes la mismadignidad, dejandoa la construccióngeométrica y a laperspectiva el pa-pel de individuarla importancia de

cada uno de ellos al internode la escena.

Masaccio, pintando a laTrinidad, ha querido repre-sentar el amor de Dios Padreque a través de Cristo se ex-tiende a la humanidad. Jesúses la expresión del amor quese dona, es el centro de lahistoria, la emanación delamor del Padre, y cómo elespacio de nuestra vida es laemanación del espacioeterno de Dios y de su amor.El amor de Dios, derrotandoen Cristo la muerte, entra enel mundo del hombre do-nándole nueva vida: “Dios nose ha reservado a su Hijosino que lo ha entregado portodos nosotros” (Rm 8,32).

El rostro del Padre estávuelto hacia el espectador;y el rostro de María y elgesto de su mano indican aquien mirar. Sobre unamesa, quizá un altar, el Pa-dre ofrece al Hijo a la hu-manidad pudiéndose inter-pretar como ofrenda en

respuesta a la ofrendaque el Hijo ha hecho

de si mismo al Padreen nombre de todala humanidad. El

movimiento des-cendente, ascen-dente y de nuevodescendente delamor de Dios-Tri-nidad puede serevocado en lacontemplacióndel cuadro. ElAmor Trinitarioque tiene al Padre

como fuente donaa su Hijo a lahumanidad ha-ciéndole her-mano, partícipe

de su historia. ElHijo cabeza de la humanidad se

ofrece al Padre re-presentándonos y


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–asumiendo toda lahistoria y a cada serhumano– en acciónde gracias y origen dela humanidad nueva yredimida en el amor.Esta actitud de repre-sentación y ofrendaera representada en laacción litúrgica euca-rística en la que “laIglesia ofrece al Padre laofrenda-Víctima que elmismo ha preparado”. Y denuevo un nuevo movi-miento descendente de do-

nación-oblación, el Padrenos lo ofrece como lugarde reconciliación, justifica-ción y salvación. A la huma-nidad que se ofrece con

el Hijo al Padre, el Pa-dre mismo respondeofreciéndonoslo denuevo ahora en suhumanidad –como lanuestra– resucitada yresucitante. El es elSumo Sacerdote quesostiene a su Hijo “en-tregándolo amorosa-mente a la humanidad

en un nuevo acto deamor”.

❚ JOSÉ LUIS QUINTERO

SÁNCHEZ, C.P.

La “Belleza” del Crucificado

Sor Isabel de la Trinidad.

¡Oh, Dios mío, Trinidad a quien adoro!

Ayúdame a olvidarme enteramente de mí para establecerme en Ti, Abismada y tranquila, como si mi alma estuviera ya en la eternidad. Que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Ti, ¡oh mi Inmutable!, sino que cada minuto me sumerja más en la hondura de tu Misterio.Inunda mi alma de paz; haz de ella tu cielo, la morada de tu amor y el lugar de tu reposo. Que nunca te deje allí solo, sino que te acompañe con todo mí ser, toda despierta en fe,toda adorante, entregada por entero a tu acción creadora.

¡Oh, mi Cristo amado, crucificado por amor,quisiera ser una esposa para tu Corazón; quisiera cubrirte de gloria, amarte… hasta morir de amor! Pero siento mi impotencia y te pido «ser revestida de Ti mismo»;identificar mi alma con todos los movimientos de la tuya,

sumergirme en Ti, ser invadida por Ti, ser sustituida por Ti,a fin de que mi vida no sea sino un destello de tu Vida.Ven a mí como Adorador, como Reparador y como Salvador.

¡Oh, Verbo eterno, Palabra de mi Dios!,quiero pasar mi vida escuchándote,quiero hacerme dócil a tus enseñanzas, para aprenderlo todo de Ti.Y luego, a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias,quiero fijar siempre la mirada en Ti y morar en tu inmensa luz.¡Oh, Astro mío querido!,fascíname para que no pueda ya salir de tu esplendor.

¡Oh, Fuego abrasador, Espíritu de Amor, «desciende sobre mí»para que en mi alma se realice como una encarnación del Verbo.Que yo sea para Él una humanidad

acogedora en la que renueve todo su Misterio.Y Tú, ¡oh Padre Eterno!, inclínate sobre esta pequeña criatura tuya,«cúbrela con tu sombra», no veas en ella sino a tu Hijo Predilecto en quien has puestotodas tus complacencias.

¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza,Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo!,yo me entrego a Ti como una presa.Sumergíos en mí para que yo me sumerja en Vos,mientras espero ir a contemplar en vuestra luzel abismo de vuestras grandezas.



Este tiempo del año tanrico, hermoso y variado

de primavera, nos invita apasear por el campo, a pen-sar en Dios, y a escuchar ala Creación que nos hablade él. El cosmos es el espejode su Creador.

La contemplación de laCreación me permite apre-hender intuitivamente algode los atributos divinos. Porejemplo, la inmensidad delcosmos me habla de lo in-finito que es Dios y de sugrandeza; la belleza de laCreación me habla de la delCreador; la armonía del uni-verso me enseña la sabidu-ría eterna que lo anima; lagratuidad de esta obramaestra, inaudita, me hacecomprender que Dios no essino amor.

La contemplación debedejar paso a la admiración;luego, la admiración al re-conocimiento amoroso queconduce al alma, de unmodo totalmente natural,hasta la adoración auténticade Dios, su Creador.

¡Qué hermosa, qué va-riada, rica e inmensa es lacreación!

La naturaleza, la Crea-ción, ofrece un espectáculomaravilloso de equilibrio yde inestabilidad, de unidady de diversidad, de inmuta-bilidad y de cambio. El sen-timiento de armonía que seexperimenta en la contem-plación del cosmos tienecomo efecto el fascinar alespíritu humano.

El hombre es el destina-tario, el testigo y, al mismotiempo, parte de este orden

La primavera y la creaciónque le supera. Su capacidadde mensurar el mundo ma-terial le permite intentarmeter el universo en ecua-ciones, para dar cuenta deesta armonía profunda querige todo lo material queexiste en el universo. Perouno no puede quedarseaquí, es necesario plan-tearse la cuestión del “porqué”. ¿Cuál es la finalidad deeste orden, de esta realidadtan maravillosa, de la que elhombre es, al mismotiempo, parte y administra-dor?

Su finalidad es permitir-nos superarlo, llevar laCreación a Cristo, su Re-dentor, y que este la hagallegar hasta Dios, su Crea-dor.

La Creación ha sido he-cha para el hombre. En ellavivimos y ella nos intruye.Dios no ha creado el mundomaterial independientemen-te de nosotros: lo ha creadopara nosotros, para ofreceral hombre un lugar adecua-do de acogida.

El cosmos será “acoge-dor”, no solamente si ofreceal ser humano los mediospara subsistir biológica-mente, sino también si leayuda a elevarse hasta Dios,origen de su ser. Por eso sanPablo de la Cruz insistía enque la contemplación de lanaturaleza lleva a deducir “lagrandeza, la bondad y lamajestad de nuestro Dios”.Se equivocaría el que pen-sase que preconizaba enesto un ejercicio puramenteintelectual. De aquí queañada: “En pleno campo,

ensanchen su corazón enDios, lanzando suspiros ar-dientes y pensamientos in-flamados al cielo”.

❚ PABLO GARCÍA MACHO

VALENCIA


Continúa la Pascua deCristo en la Pascua de

su Iglesia, para la Pascuade todos los pueblos, supaso al Reino de Dios, Rei-no de justicia, de amor yde paz. El obispo PedroCasaldáliga lo precisa consu original estilo: Sientoque la Pascua es todavía. /Como Él es nuestra Pascua,/ nosotros somos / la Pas-cua del mundo.

En la Semana Santa, elTriduo Pascual, y toda lacincuentena pascual queculmina en la fiesta deldon del Espíritu (Pen-tecostés), actualizamosdel modo más solemnetodo el acontecimientode Cristo, que cada do-mingo y cada día delaño es nuestra vida ymisión, nuestra pasióny gloria, el centro denuestra fe, la causa denuestra esperanza y elmanantial inagotable denuestro amor. Celebra-mos todos los años lavida entregada de Jesúsa favor de todos, perocada año la acogemossegún las variantes dela vida personal, eclesialy social. Ni Cristo serepite ni nosotros nosrepetimos.

Aunque no lo pa-rezca exteriormente, “laprocesión que va por

dentro” marca paso dife-rente y expresiones reno-vadas según va la vida yamenaza la muerte, dandocolorido distinto a la ex-periencia de la fe, a la fuer-za de la esperanza, al ser-vicio del amor.

SEMANA SANTA

Domingo de Ramos

Las palmas de la victoriasolo tienen derecho a al-zarlas los que trabajan por

la paz y por la justicia delReino de Dios. El Pueblode pobres (como el papaFrancisco ha calificado ala Iglesia en su mensajepara la Cuaresma) del Me-sías Jesús procura, y cele-bra por adelantado, una“tierra nueva”, sin males,sin oprimidos ni excluidos:un Pueblo mundial de her-manos que renuncian a losuperfluo y violento paracompartir todo lo nece-sario, el pan y la paz, elamor y la fe. Esto acarrea

mucha injusta pasión,pero a mucha honra si-gue las huellas de suSiervo-Señor, quien nolo guía a ningún perci-picio, sino a la plenitudde Dios.

Jueves Santo

∞ Servir como Je-sús, a los pies de lospobres y desvalidos, delos pecadores y des-graciados, de los en-fermos y ancianos, delos niños y últimosabandonados.

∞ Amar como Je-sús, gratuita y humil-demente, sencilla y lim-piamente, con genero-sidad ilimitada y perdónentero.

∞ Entregar como Je-sús cuerpo y sangre, la

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Hacia la plenitud del Reino

Para vivir la Semana Santa


existencia toda, a favorde los faltos de todo,para sellar la Alianza nue-va y eterna, agraciandoa los desgraciados hu-manos con incondicio-nal amor fraterno, tra-sunto fiel del don pri-mero, el amor divino.

Viernes Santo

∞ Jesús en la cruzsuplica el perdón de loshombres a Dios y en-trega el espíritu a lasmanos de su Padre. Desu costado abiertomana, para todos, san-gre inocente que nomancha, sino lava; y elagua que sacia nuestrased de vida nueva, amorfeliz y gloria eterna.

∞ En la madre deJesús y el discípuloamado, de pie junto a lacruz de Jesús, encontra-mos el espejo claro de lahumanidad nueva, de todoel Pueblo de Dios.

∞ Seguir al Cordero deDios que quita el pecadodel mundo y pasar con Éla la gracia de la filiacióndivina, de la fraternidad hu-mana y de la vida eterna...es la salvación definitiva.

Sábado Santo

En el silencio de la au-sencia en que se pierdenlos muertos, experimen-tamos la expulsión de Je-sús de la tierra de los vivos.

Aguardamos la última pa-labra del Dios vivo, espe-rando contra toda espe-ranza su intervención su-prema a favor del Justo:Sin defensa, sin justicia, selo llevaron; e intercedió porlos pecadores.

Vigilia Pascual

∞ En la tiniebla de lanoche, que simboliza elsufrimiento, el pecado y lamuerte, encendemos el ci-rio pascual: Jesús nos pasasu luz gloriosa.

∞ Es el Camino, la Ver-dad y la Vida. Escuchamosla gran Noticia: ¿Por qué

buscáis entre los muer-tos al que vive? ¡HA RE-SUCITADO!

∞ Renovamos nues-tro Bautismo, por elque nos unimos al Se-ñor resucitado parasiempre: Su Vida Nueva,llena del Espíritu delamor de Dios y volcadaal amor fraterno, noshace criaturas nuevas.

∞ Con Jesucristo,hijos de su mismo Pa-dre y hermanos, com-partimos el Banquetede la Nueva Alianza: laentrega permanente desu amor.

∞ Como testigos dela victoria de su Resu-rrección, somos envia-dos en misión perma-nente para anunciar suVida Nueva, con nuestravida nueva, a todas las

gentes. ¡ALELUYA!

Domingo de Pascua

¡Jesucristo nos regalael Espíritu de la nueva crea-ción! Para que estrenemossu nueva conducta, per-sonal y comunitariamente,al servicio de un mundonuevo, justo y fraterno. Vi-vamos esta experiencia:unos con otros, unos paraotros.

¡Feliz Pascua, Feliz Pasoa nueva vida compartida:los últimos ya son prime-ros!

❚ DE REV. “V. NUEVA”



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Una de las caracte-rísticas de la narra-

tiva juánica es que laacción de los perso-najes discurre dentrode una unidad de es-pacio-tiempo, dandola impresión de apre-suramiento por la seriede acontecimientosque se desarrollan entan breve espacio detiempo.

El drama comienzacon un movimiento dejesús: “Habiendo dichoJesús estas cosas, saliócon sus discípulos aotro lado del torrenteCedrón, donde habíaun huerto al cual entrócon sus discípulos” (Jn18,1). y simultánea-mente, pero en sentidocontrario, “Judas, pues, to-mando una compañía desoldados y alguaciles delos principales sacerdotesy de los fariseos, fue conlinternas y con armas (Jn18,3); estos movimientosespaciales correspondena movimientos teológicos:“Ha llegado el momentodel encuentro entre la luzy las tinieblas”. La segu-ridad que rodea a Jesúsen el huerto es rota porla soldadesca, pero el mo-vimiento de Jesús sor-prende a sus captores. LaLuz sale al encuentro delas tinieblas (Jn 18,4ss).En toda esta escena, Judas

(las tinieblas), no ejerceningún poder sobre Jesús;(no hay saludo, ni beso,ni respuesta de Jesús,como en los sinópticos).

JESÚS ANTE PILATO

Juan refiere el juicioante Anás, quien sin sersumo sacerdote en aquelentonces, era figura im-portante y sumamente in-fluyente. Anás, intenta, sinlograrlo, obtener de Jesúsuna confesión de culpabi-lidad como reo político ocomo sedicioso. “El pontí-fice preguntó a Jesús sobresus discípulos y sobre sudoctrina” (Jn 19,19), y Jesús

responde con suma se-renidad, diciendo queél no es ningún orga-nizador de reunionessecretas, sino quesiempre ha habladoabierta y públicamen-te.

En la presentaciónde Jesús ante Pilato,Juan relata el enfren-tamiento de Pilato conlos acusadores de Je-sús, donde aquel des-cubre que estos no tie-nen ningún cargo es-pecífico, más bien con-testan a la pregunta dePilato (Jn 18,30) conuna respuesta evasivaque implícitamente lle-va en sí la intención depresentar a Jesús como

un malhechor digno demuerte (Jn 18, v30ss).

El interrogatorio de Pi-lato a Jesús (Jn 18, 33-35)gira entorno a una situa-ción que tiene implicacio-nes políticas; Pilato pre-gunta: ¿Eres tú rey de losjudíos? (Al parecer, durantela dominación romana, eltítulo de rey guardaba cier-to sentido subversivo,puesto que implicaba laexpectativa de un caudillopolítico liberador). El granteólogo Rudolf Bultmann,considera que el involu-cramiento personal de Pi-lato, es motivado por sucomprensión política deltérmino “rey”. Sin embargo,

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Desde la otra orilla

Imagen de Jesús en la Pasiónsegún S. Juan 18-19

Iglesia de Sta. Cecilia en Albi.



después de cru-zadas las primeraspalabras con Je-sús, Pilato asumeuna actitud defen-siva, la cual man-tendrá durantetodo el proceso(Jn 18, 34-40).

NUEVAMENTE PILATO

Pilato interroga nueva-mente. Esta vez preguntapor las acciones de Jesúsque le han llevado a la si-tuación en que se encuen-tra, ¿Qué has hecho? Jesúsno atiende la pregunta, sinoque continúa hablando desu reino, “Mi reino no esde este mundo” (Jn 16,36).Lo que Jesús está decla-rando es su auténtica con-dición real: Él es rey, perode un reino que no es deeste mundo porque no seafirma por medios huma-nos, sino que se realizadentro de la soberana vo-luntad de Dios.

El proceso muestra quePilato se convence de laaparente inofensividad deJesús para el sistema polí-tico; por eso intenta salvarlo,pero con esto lo único queconsigue es provocar máslas iras de sus acusadores.La actitud de Pilato sor-prende por ambigua. Con-cluye absolviendo a Jesúsde todo crimen político;“Yo no hallo en éste ningúncrimen” (Jn 18,38).

Después de esto el finse desencadena rápida-mente. Pilato intenta con-mover a la multitud, me-diante la flagelación. El dra-mático escenario de la pre-sentación ante los líderes

que la Escriturase cumpliese “ (Jn19, 24, 28, 36, 37).

El relato de lapasión en el Evan-gelio de Juanmuestra que consu muerte, Jesússe convierte en

Rey y alcanza su glorifica-ción junto al Padre. Él noteme a la muerte, sino quela vive y le quita el sentidode desastre. Dicho de otramanera, Juan presenta aJesús asumiendo su vidacomo un camino que lolleva a la gloria del Padre,y su final lo aclara todo:entre el espíritu, agua ysangre, elementos que danla vida a los creyentes.

Juan y los sinópticoscoinciden en que Jesúsfue condenado a muertepor el procurador PoncioPilato y crucificado en vier-nes “paresceve del sába-do”. Aquel viernes, para lossinópticos era el día antesde Pascua, la festividad mássolemne de todo el calen-dario judío; mientras quepara Juan, el viernes era lavíspera de la gran fiesta (Jn18,28). Para los sinópticosJesús murió el viernes 15de nisán, mientras que paraJuan, ocurrió el viernes 14de nisán y sobre la mismahora en que se degollabanlos corderos pascuales,pues según este evange-lista, Jesús aparece comoel verdadero cordero pas-cual, del que no se podíaquebrantar hueso alguno(Jn 19,31-36).

❚ GREGORIO SANTOS

ZAYAS

BARCELONA


judíos, demuestra tambiénel poder literario creativodel evangelista. La enig-mativa expresión de Pilato:“ecce homo”. (“He aquí elhombre”), presenta a Jesúscomo “varón de dolores”(Isaías 5.3), en quien los lí-deres del pueblo no pue-den ver atractivo algunopara desearlo (Jn 19, 6-7).

Pilato es acosado porel chantaje político: “si suel-tas a ese, no eres amigodel César; todo el que sehace rey va contra el Cé-sar”. Pilato se desmorona,y en una actitud llena decinismo, les proclama aJesús como “rey de los ju-díos”, y ante el asombrodel procurador todo elpueblo claudica vergon-zosamente ante el Empe-rador: “No tenemos másrey que al César” (Jn 19,15)“Entonces se lo entregópara que lo crucificasen”.

SINTETIZANDO...

En la narrativa de estostextos de Juan (la Pasiónde Cristo), encontramos amodo de obra de teatroun comienzo (el huerto delos olivos), un nudo (el jui-cio a Jesús) y un desenlace(la escena final de la cru-cifixión); una crucifixióndominada por una atmós-fera profética evidenciadaen la reiterada frase: “Para

Si no cumplimos la ley del amor,los pobres erán nuestros jueces.


Oh Cruz de Cristo, símbolodel amor divino y de la in-

justicia humana, icono del su-premo sacrificio por amor y delextremo egoísmo por necedad,instrumento de muerte y vía deresurrección, signo de la trai-ción, patíbulo de la persecucióny estandarte de la victoria.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo alzadaen nuestras hermanas y her-manos asesignados, quema-dos vivos, degollados y deca-pitados por las bárbarasespadas y el silencio infame.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losrostros de los niños, de las mu-jeres y de las personas extenua-das y amedrentadas que huyende las guerras y de la violencia,y que con frecuencia solo en-cuentran la muerte y a tantosPilatos que se lavan las manos.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losdoctores de la letra y no delespíritu, de la muerte y no dela vida, que en vez de enseñarla misericordia y la vida, ame-nazan con el castigo y lamuerte y condenan al justo.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losministros infieles que, en vez dedespojarse de sus propias am-biciones, despojan incluso a losinocentes de su propia dignidad.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en loscorazones endurecidos de losque juzgan cómodamente alos demás, corazones dispues-tos a condenarlos incluso a lalapidación, sin fijarse nunca ensus propios pecados y culpas.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losfundamentalismos y en el te-

rrorismo de los seguidores decierta religión que profanan elnombre de Dios y lo utilizanpara justificar su inaudita vio-lencia,

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losque quieren quitarte de los lu-gares públicos y excluirte de lavida pública, en el nombre deun cierto paganismo laicista oincluso en el nombre de laigualdad que tú mismo nos hasenseñado.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en lospoderosos y en los vendedoresde armas que alimentan loshornos de la guerra con la san-gre inocente de los hermanos.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en lostraidores que por treinta dena-rios entregan a la muerte acualquier persona.

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Oh Cruz de Cristo, aún hoy teOración del Papa en la conclusión del Vía Crucis del Coliseo Rom


♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losladrones y en los corruptos queen vez de salvaguardar el biencomnún y la ética se venden enel miserable mercado de la in-moralidad.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losnecios que construyen depósi-tos para conservar tesoros queperecen, dejando que Lázaromuera de hambre a sus puertas.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losdestructores de nuestra «casacomún» que con egoísmoarruinan el futuro de las gene-raciones futuras.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losancianos abandonados por suspropios familiares, en los disca-pacitados, en los niños desnu-tridos y descartados por nuestrasociedad eogísta e hipócrita.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo ennuestro Mediterráneo y en elMar Egeo convertidos en un in-saciable cementerio, imagen denuestra conciencia insensible yanestesiada.

♦ Oh Cruz de Cristo, imagendel amor sin límite y vía de la Re-surrección, aún hoy te seguimosviendo en las personas buenasy justas que hacen el bien sinbuscar el aplauso o la admira-ción de los demás.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losministros fieles y humildes quealumbran la oscuridad de nues-tra vida, como candelas que seconsumen gratuitamente parailuminar la vida de los últimos.

♦ Oh Cruz de Cristo,aún hoy te seguimos viendoen el rostro de las religio-sas y consagrados –losbuenos samaritanos–que lo dejan todopara vendar, en el si-lencio evangélico, lasllagas de la pobreza yde la injusticia.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losmisericordiosos que encuentranen la misericordia la expresiónmás alta de la justicia y de la fe.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en laspersonas sencillas que vivencon gozo su fe en las cosas or-dinarias y en el fiel cumplimientode los mandamientos.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losarrepentidos que, desde la pro-fundidad de la miseria de sus pe-cados, saben gritar: «¡Señoracuérdate de mí cuando estésen tu reino!».

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losbeatos y en los santos que sa-ben atravesar la oscuridad de lanoche de la fe sin perder la con-fianza en ti y sin pretender tu si-lencio misterioso. Oh Cruz deCristo, aún hoy te seguimosviendo en las familias que vivencon fidelidad y fecundidad suvocación matrimonial.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losvoluntarios que socorren gene-rosamente a los necesitados ymaltratados.

♦ Oh Cruz de Cristo, aúnhoy te seguimos viendo en losperseguidos por su fe que con

su sufrimiento siguen dando tes-timonio auténtico de Jesús y delEvangelio. Oh Cruz de Cristo,aún hoy te seguimos viendo enlos soñadores que viven con uncorazón de niños que trabajancada día para hacer que elmundo sea un lugar mejor, máshumano y más justo.

En ti, Cruz Santa vemos aDios que ama hasta el extremo,y vemos el odio que domina yciega el corazón y la mente delos que prefieren las tinieblas ala luz.

♦ Oh Cruz de Cristo, Arcade Noé que salvas a la humani-dad del diluvio del pecado, lí-branos del mal y del maligno.Oh Trono de David y sello de laAlianza divina y eterna, despiér-tanos de las seducciones de lavanidad. Oh grito de amor, sus-cita en nosotros el deseo deDios, del bien y de la luz.

♦ Oh Cruz de Cristo, ensé-ñanos que el alba del sol esmás fuerte que la oscuridad dela noche. Oh Cruz de Cristo,enséñanos que la aparente vic-toria del mal desvanece ante latumba vacía y frente a la cer-teza de la Resurrección y delamor de Dios, que nada lo po-drá derrotar u oscurecer o de-bilitar. Amén.

❚ REV. “ECCLESIA”


oy te seguimos...iseo Romano (Viernes Santo, 25-3-2016)


Soledad, ¡qué palabramás triste! Intentamos

ahuyentarla como a un pá-jaro de mal agüero. Nadiesupo más de soledadesque María, la de Nazaret:sin padres, sin esposo, sinHijo, ¡y qué Hijo!

Si amar es sufrir, Maríala Madre del Amor hermo-so es Madre del Amor do-loroso. Todas las madresson un poco dolorosas,pero María es la Madre delMayor dolor. Se lo anuncióSimeón y no fue de men-tirijillas. La hora definitivatardaría en llegar, pero an-tes, precedida de otrosmisterios dolorosos. ¿Sólosiete? ¿Quién los podrácontar? Un día el Hijo sepierde, otro los amigos de

luminosa del Tabor, ni enla mañana, encendida enhosannas, del Domingo deRamos. Su único sermónfue: “Haced lo que él osdiga” (Jn 2,5). Ella calla paraque hable la Palabra. Sólohablará –con su presen-cia– en el Calvario.

No he conocido a nin-gún médico que permitala presencia de la madreen el quirófano ante laoperación del hijo. Soncontadas las que asisten asus exequias. María sí. Yno está derrumbada, comola imaginó Gregorio Her-nández o Juan de Juni,sino de pie, como la viosan Juan. Ella todo lo oía,todo lo veía, todo lo en-tendía. Su soledad quedó

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Soledadsu infancia y los parientesle tildan de loco. Ella loobserva desde la puerta desu casa y calla. Tendrá quevivir con una familia queconsidera a su hijo comoun baldón.

Le hubiera gustado te-nerle cerca, atado a susfaldas. Darle consejillos:Que no atacara tanto a lospoderosos, que luego serebelan; que no fuera “va-gabundo” de Dios; que noviviera con “malas com-pañías”. María calla. Re-nuncia al placer de estarcerca de él. María entra enel Evangelio por la puertadel silencio. La Virgen notuvo triunfos, ni milagros.La gloria humana ni la rozó.No la veréis ni en la tarde

El cargó sobre sí nuestras enfermedades,todos nuestros dolores(TALLA “LA PIEDAD”, EN LA CATEDRAL DE FRANKFURT (ALEMANIA).


redimida por una nuevamaternidad ¡qué cambiotan brusco!: amar con en-trañas de madre a los ver-dugos de su Hijo. Esto esdifícil; el orgullo se revela.Ella lo acepta: es el testa-mento del hijo. Y ante esasimágenes procesionales demaría, erizada de puñales,me pregunto: ¿Cómo elmejor de los hijos no aho-rra angustias a la mejor delas madres? Sólo respondela fe: El mejor de los Padresno bajó de la Cruz al mejorde los hijos.

¿Sufres? Te felicito. TuCruz –la enfermedad, lasoledad, la incompren-sión– te pesa e intentastirarla. Mirando a la Madredel Mayor dolor, los tuyoste parecerán chiquitos. SanJuan de la Cruz, que supomucho de soledades, ca-lumnias y destierros, cantódesde una cárcel... “de pe-nas y dolores es el traje delos amadores”.

❚ RAFAEL REY GORDILLO, O.C.D.MADRID


Jerusalén, estación del Vía CrucisJerusalén, estación del Vía Crucis

Familia Pasionista, una gran familiaLa integran religiosos, religiosas y fieles laicos, hombres y mujeres

que se proponen vivir su fe “con un matiz pascual”,teniendo siempre en el corazón y en la vida el amor de Dios al mundo,

manifestado de manera clara en la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.

Y siempre con espíritu misioneroFAMILIA PASIONISTA. UNA FAMILIA ACOGEDORA Y EVANGELIZADORA

¡Bienvenidos!


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Familia y vida

Sé bien que no esfácil. Sé bien, que

se nos escapa de lasmanos por todo elriesgo que conlleva,sé bien que nosconformamos con irsaliendo de esa si-tuación que nos es-claviza.

Ello se debe aque hemos confun-dido la esperanzacon el “vivir de es-peras”.

∞ Esperábamosser compren-didos y si no losomos nosfrustramos.

∞ Esperábamosser tenidos encuenta y si nolo somos noshundimos.

∞ Esperábamos ser ama-dos, pero no nos llegael amor de la maneraque nos gusta.

∞ Esperábamos ser vá-lidos, pero por másque nos esforzamos,

año más a nuestravida, con ir cum-pliendo…

Pero la esperanzay la resurrección sonotra cosa. Ellas nosllevan mucho másallá, nos enseñan ano poner límites,porque la esperanzacristiana asume la di-mensión de lo im-posible. Y si no tras-pasa la muerte y seadentra en lo impo-sible, no es ni resu-rrección, ni esperan-za cristiana.

Es verdad que, ennuestra vida juntosnos hemos dañado,nos hemos negado,nos hemos vendi-do… y aquí estamossin ser capaces de

superar nuestro fracaso¡cuántos se han ido –cadauno por su camino– al lle-gar esta realidad!

Pero Jesús tiene unapalabra especial para no-sotros. Dejemos que nos

La familia que vive la esperanza,puede resucitar

Un año más, la Semana Santa nos llama a vivir como personas resuci-tadas. La muerte y la resurrección de Jesús, nos estimula para vivir unavida en plenitud.

Sin embargo, vivir así la vida, no resulta demasiado fácil. Con frecuencia,el pesimismo, el desencanto, salen a flote, también en la familia, restán-donos espacio para crecer en esperanza.

Este año, me propongo invitaros a resucitar a la verdadera esperanza.

La familia y la cruz, alegría familiary esperanza, siempre juntas

(IGLESIA DE SAN JOSÉ, EN NAZARET)

La familia y la cruz, alegría familiary esperanza, siempre juntas

(IGLESIA DE SAN JOSÉ, EN NAZARET)

en hacer cosas, nadiese da cuenta de ello…

De ahí, que vayamosconformándonos con salirpoco a poco de aquel pro-blema, de esa enfermedad,con no tener demasiadasdesgracias, con añadir un



la diga personalmente, mi-rémosle a la cara; no vol-vamos los ojos. No nosjustifiquemos.

Pensad en tantas vecescomo hemos dicho: esque yo “soy muy mío”, esmi carácter, no puedocambiar… Pero eso es unatrampa, eso daña a los de-más, eso queda grabadoen los hijos aunque no locreamos; por eso todasesas heridas que producenmuerte son las que nosalertan de que nuestroshechos no son cosas sinimportancia.

En Cristo resucitado ve-mos que quedan las cica-trices de su rostro deshe-cho y en la vida de lafamilia quedan las cicatri-ces de las heridas sin sanar.No tenemos nada más quemirar esas vidas segadaspor la injusticia, por la mi-seria, por la marginación…para darnos cuenta de ello.

Esa indiferencia antelos que carecen de lo ne-

cesario, nos van mos-trando las necesidades sincubrir que arrastran losque conviven con noso-tros. Qué bueno sería quenos preguntásemos de vezen cuando:

∞ ¿Qué alegrías quito alos míos?

∞ ¿Qué heridas les pro-duzco con mi indife-rencia?

∞ ¿Qué heridas dejomarcadas en los de-más por mi falta decompromiso?

Hay algo muy impor-tante que pasamos por altocon normalidad. Cuandohacemos daño a otro, noes solamente a esa personaa quien destruimos sino aun hijo de Dios. Y ¿quién denosotros es capaz de con-ducir a la muerte, a un hijode Dios, conscientemente?

Pero el daño no es ino-cuo, es como una piedralanzada en una charca deagua estancada, va ha-ciendo círculos y me-

tiendo en su área todo loque encuentra a su paso.Una acción reprobable enun miembro de la familiapuede ir dejando marca-dos a todos y, sin embargovivimos como si eso nofuera con nosotros.

Pero tenemos la gran-deza de que el Señor actuéen nuestra vida. Él es elamor derramado dentro decada corazón. Él nos envíala gracia y el poder sanadorque tanto necesitamos.

Él es la fuerza, el so-porte, el cimiento, el pilary la firmeza donde deberíaapoyarse nuestra familia.

Por eso, si queremosvivir como personas de es-peranza, como personasresucitadas desde la salidadel sol hasta su ocaso,busquemos al Señor, Él esnuestro Camino, nuestraVerdad y nuestra Vida.

Él alumbrará nuestranoche cerrada.

Él unirá nuestras ma-nos para que no caigamos.

Él nos recordará queno es más grande el quenunca cae, sino el quesiempre se levanta.

Él nos dará un cora-zón grande capaz de:

Esperar contra

toda esperanza.

❚ JULIA MERODIO [email protected] / Madrid

Vivir en familia es: remar juntos hacia horizontessiempre nuevos de gozo y esperanza.


Pasionistas en misión

Diez mil pies de al-tura. Turbulencias

en el descenso. Aero-puerto de Cara-cas: Simón Bolí-var. 23º. Control.Interrogatorio. Ve-nezuela se sabe insegura ynosotros lo sentimos. De-masiada violencia: 27.000muertes al año. Se descu-bre en las gentes desen-canto y preocupación. Sue-ñan con un cambio queles proyecte futuro y es-peranza. ¿Cuándo?

Los hermanos nos aco-gen estupendo. Santa Edu-vigis en domingo es un her-videro de gente que parti-cipa en la celebración do-minical. En la tardehemos reci-bido un bo-nito regalocuando he-

mos subido a los cerros dela Parroquia de Fátima ynos hemos adentrado ensus calles inundadas de mi-seria y con las familias “sinnada” que viven indigna-mente: ¡Es verdad que lospasionistas estamos con loscrucificados!

En 10 minutos de con-templación y emocionesante la novedad, el Me-trocable (teleférico con

capacidad para 8 perso-nas) nos eleva desde el

panorama normalde Parque Cen-tral hasta elcalvario de LaCeiba.

La compañía y el cuajode Cacho, que todas lassemanas acompaña a lasgentes de estos cerros,junto a la misionera laicaLisbet, me tranquiliza.

Iniciamos nuestro par-ticular y actualizado via-crucis.

Paisajes perfectamentecomparables a la favelasde Río de Janeiro: cantidadde ranchitos (chabolas) con

9 Venezuela:Y LOS CERROS DE CARACAS

126 | Nº 1.026 | Abril 2017


empinadas calles de abun-dante vegetación y por lasque pululan niños (profun-damente adoctrinados enel estilo chavista desde elkínder y, gracias a Dios, ig-norantes de la dura situa-ción por la que atraviesansus hogares), mujeres conla inquietud de “a ver quéconseguimos”, y jóvenes,muchos de ellos malandrosapostados en las esquinasesperando a sus mulas (ca-mellos), a ver a quién lepueden robar algo o vigi-lando a los de las bandasenemigas.

Mientras ca-minamos por es-tos cerros deDios, las impo-nentes torres deParque Centralnos contem-plan entre des-pectivas y al-taneras.

yores nos abrazan con ca-riño e ilusión. La pequeñita,mientras tanto, se agarradesconfiada a las faldas desu mamá. Primera Estación:Jesús condenado a prisión.

Regresamos, yo ya máscalmado, hacia la zona dela Fila, la más peligrosa yviolenta de la parroquiajunto con Marín. Nos recibeen la puerta una de lashijas de la difunta señoraGerarda (a quien en mo-mentos diferentes le habíanasesinado a cinco de sus8 hijos) y varios de sus hijosy sobrinos. Abrazos, son-

De regreso para volvera montarnos en el Metro-cable, saludamos a algunosde los malandros con carade pocos amigos, pero noen actitud agresiva porqueCacho es “el cura nuestropana” (amigo). Con los oí-dos escuchan los consejosde mi hermano (“chamos,cuídense, no se vayan ameter en cosas feas”), perosus ojos andan avizores,como el halcón buscandola presa a la que devorar.Tercera Estación: Jesús notardará en volver a caermuerto en la cruz de al-guna bala.

Después de 2 horas quepasaron volando, trasel ocasional viacrucismisionero de hoy,montamos en el Me-trocable que nos de-vuelve al lugar de ori-gen. Nuestra amadaparroquia de la Virgende Fátima. Es de noche.Varias personas nos han

dicho que es peli-


risas y bromas mientras to-mamos algunas fotos. Se-gunda Estación: Jesús con-suela a las mujeres denuestra parroquia.

groso andar por ahí tantarde.

Uuuuuuffffff. Impresio-na. ¡Llora y llena el cora-zón!

Llegamos a la casa deDaniel y Doranyelis, consus tres hijos. Le acompañasu hermana y sus dos. Losesposos de ambas llevanya dos años en la prisiónde Tocorón. Las niñas ma-


tencia de di-chos produc-tos… etc.

Me voy deCaracas y dejodetrás de mídolor, preocu-pación, incerti-dumbre, desen-canto. Aún así,en el último en-cuentro mante-nido con los her-

manos….Se invita a vibrar por

SER PASIONISTA en Ve-nezuela, aunque hoy noresulta fácil…

Se insiste mucho en tra-bajar el ámbito comunita-rio, –cuidar la relación hu-mana, y mimar la oracióncompartida–, en medio detanta ruptura y descon-fianza…

Se anima con optimis-mo a fortalecer la PastoralVocacional, con el sueñode seguir sembrando enesta tierra la espiritualidadde san Pablo de la Cruz….

Con paz celebramos laEucaristía abiertos al soplodel Espíritu. Muchas graciashermanos.

❚ JUAN IGNACIO VILLAR (VILY)

Llego a casa. Lecuento a Valentín(Venezolano ena-morado de su país)por donde hemosandado. Le com-parto la precariasituación que hecontemplado y lerepito mi emo-ción: ¡RecorrerLa Ceiba, llora yllena el corazón! Al día si-guiente me regala este tex-to-plegaria:

Gracias Vily por tus pa-labras de aliento para conmi país que vive la peorcrisis de su historia. Nodejas de tener razón cuan-do dices: “ánimo en estaetapa de la vida que lloraVenezuela”. Efectivamentese trata del llanto de las fa-milias que no consiguen elalimento de cada día; es elllanto de las personas aquienes se les muere unser querido por la falta delos medicamentos más bá-sicos; es el llanto de losancianos a quienes la pen-sión no les alcanza ni paracomer ni para comprar susmedicamentos; es el llantode los niños en edad esco-lar que van a las escuelascon el estómago vacío por-que no pueden comer suarepita (hecha a base deharina de maíz precocido,el pan de los venezolanos);es el llanto de tantas familiasa quienes la violencia lesha arrebatado a un ser que-rido (el año pasado cerrócon un total de 27.000muertes violentas); es elllanto de quienes se sientenimpotentes ante el uso des-medido de las fuerzas pú-blicas en las protestas por

Pasionistas en misión

la defensa de sus derechosConstitucionales; es el llan-to de tantos jóvenes quehan tenido que irse del paísen busca de un mejor fu-turo que les ha sido negadoen su tierra; es el llanto dede las familias empobreci-das que ven desfilar antesus ojos a la nueva claseburguesa de turno (los lla-mados Boliburgueses enalusión a los que defiendenla supuesta ideología de Si-món Bolivar) quienes hanexpoliado las riquezas detodos los venezolanos; esel llanto de quienes despuésde hacer largas colas du-rante muchas horas, aguan-tando hambre, sol, lluvia,entran al supermercado yno encuentran el azúcar,la leche, la mantequilla…porque ya se agotó la exis-

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Corría el mes de no-viembre en la tierra

castellana. Era un día oto-ñal frío, con nubes yviento, de esos que avisanque el invierno tal veztraiga nieve. Atrás habíanquedado las semanas so-leadas en las que loscampos se doraban y ba-ñaban con el calor del ve-rano. Algunos lo califica-rían de “mal día”. Yo prefierono dejarme condicionar porla climatología ni las expre-siones arraigadas, pues, quelos días sean mejores o peo-res, es más bien una cuestiónpersonal. Además, tal y comoestá la situación del planetacreo que la expresión másadecuada sería decir : “¡Québuen día hace!” Ya que nossobran altas temperaturas ynecesitamos enfriar, entre to-dos, la sartén en la que vivi-mos. Aún no somos cons-cientes de que nos estamosquemando.

Ese día fuimos mi padre yyo, a recoger los membrillosde un árbol generoso, cuyotronco era más o menos delgrosor de un brazo y cuyasramas, más delgadas en al-gunos puntos que una mu-ñeca normal, soportabangran cantidad de frutos. Miasombro fue grande al veraquel prodigio de la natura-leza. Tal vez porque haberperdido bastante contactocon la vida de campo, meayuda a seguir sorprendién-dome de la maravillas que lamadre tierra ofrece y de lasque muchas veces no somosconscientes ni nos paramosa contemplar. Abducidos porlas pantallas, nos dejamos se-ducir por lo que a través deellas nos muestran y ya no

cuestión de escucharlapara saber qué nosquiere decir. Como con-clusión de todo aquellopensé: ¡Me está bienempleado! Esto me pasapor quitarle a un árbolsus frutos sin pedirlepermiso, por robarle loque es suyo. Además nisiquiera le he cuidado alo largo del año; tam-

poco he tenido el detalle desaludarle a mi llegada, ni dedarle las gracias por ofrecersu productividad de formagratuita. Tampoco hubo des-pedida. Un sentido: “¡Gracias,hasta pronto!” hubiera sidoun detalle por mi parte.

Los seres humanos ten-dremos que hacer una refle-xión profunda sobre todoaquello que le robamos a lamadre tierra y ni siquiera lepedimos permiso o se loagradecemos. Nos creemosdueños del paraíso que habi-tamos y no un eslabón másde toda la cadena. Tendre-mos que aprender de las tri-bus y los pueblos indígenasen su relación respetuosacon el medio en el que viven.

Aprendida la lección degenerosidad, algunos deaquellos membrillos fuerondespués compartidos sir-viendo de ambientadorespara habitaciones, coches…También se ha elaboradodulce de membrillo o hansido un medio para enseñary educar.

Cuando se recibe con de-rroche, lo menos que sepuede hacer es re-galar en igual o ma-yor medida.

❚ JUAN CARLOS PRIETO TORRES

[email protected]

El membrillazo

apreciamos la belleza de unanoche estrellada ni nos de-tenemos a observar cómocambian los colores de unatardecer. Se hace necesariovolver a descubrir la bellezanatural que hay a nuestro al-rededor.

Les sigo relatando la his-toria. En un día así de frío, loque más urgía era recoger losmembrillos cuanto antes yvolverse a casa; aunque nofaltaron momentos en losque pararse a disfrutar de lasdistintas tonalidades de lashojas, en su transición otoñal,del verde al amarillo o a otroscolores ocres. Sin escalera,tuve que recurrir a saltar paraalcanzar algunos membrillosy dejar los más altos para queun día se cayeran y se los pu-dieran comer las liebres queviven en esos terrenos. Haycomida suficiente para todossi no acaparamos más de loque necesitamos y la com-partimos.

En uno de aquellos saltosy tensando la rama más delo debido, se desprendió unode los frutos dándome ungolpe en el tabique nasal.¡Un membrillazo en toda re-gla! Con el golpe en la narizy ya de regreso al hogar mehacía la siguiente reflexión:la naturaleza nos habla demil maneras, tan sólo es


Aaquí, el monasterio “Je-sús Crucificado y Sta.

Gema”, de religiosas pasio-nistas de clausura, que lle-garon a la capital del Reinohace justamente setenta ycinco años. Una fecha parael recuerdo grato y agrade-cido al que las monjas pa-sionistas han querido darleun especial relieve.

El tres de marzo fue lacelebración solemne, a las19,00 h. El Arzobispo deMadrid, Cardenal CarlosOsoro Sierra, presidió la so-lemne Eucaristía conme-morativa. En la capilla, am-plia y acogedora, esperabanal señor Cardenal un nu-trido grupo de religiosas dediferentes comunidades, y

oración. Aportó algunos da-tos históricos, pero llegó so-bre todo al corazón de unosy otros, en un lenguaje co-loquial y directo.

Finalmente, la comuni-dad del monasterio obse-quió al señor Cardenal, a lossacerdotes concelebrantesy algunos amigos en unágape compartido y muygozoso, en la sala grandedel monasterio.

SAN PABLO DE LA CRUZY LA MADRE MAGDALENA

Las monjas pasionistas declausura fueron fundadaspor San Pablo de la Cruz,pocos años antes de sumuerte, acaecida en 1775.

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algunos fieles, vecinos yamigos de las religiosas pa-sionistas. Concelebrandocon el Cardenal, su Vicariopara la vida consagrada, pa-dre Elías Royón, el párrocolocal, Padre Vitalino, agus-tino, el padre carmelita dela residencia carmelitanacontigua, y seis religiosospasionistas de las comuni-dades de Santa Gema, deSan Gabriel de la Dolorosay de la de Alcalá de Hena-res.

Monseñor Osoro, en suhomilía, dio gracias a Dios, ya las religiosas, por sus largosaños de entrega al serviciode la Iglesia en Madrid, me-diante el testimonio de laclausura y su intensa vida de

Arturo Soria 257Un oasis en medio de la gran ciudad


De aquella fundación inicialhan surgido posteriormentediversas más con un análogocarisma espiritual pasionista,pero también con vida y de-dicación apostólica directa.Entre otras, las Hijas de la Pa-sión de Jesucristo y de MaríaDolorosa, Las Religiosas sier-vas de la Pasión, etc.

La Madre Magdalena,fundadora de este monas-terio, llegó a Madrid, luegode largos años de vida y ava-tares en Italia y en Méjico,por los años 1942. Aquí llevóa cabo la fundación del Mo-nasterio que hoy nos acoge,no sin muchos sacrificios ycon la colaboración abne-gada de muchos benefacto-res y amigos. Algunos, aúnla siguen recordando. Murióen 1960, en este monasterio,y aquí está su sepulcro. Unasanta mujer, ya declarada

venerable por la Iglesia, ycuya beatificación sigue an-helada por muchos.

ORACIONES Y TRABAJOS

Este monasterio de reli-giosas pasionistas de Madridalberga una comunidad denueve religiosas. La mayo-ría, de edad avanzada, perotodas con mucha alegría.También algunas jóvenes. Ya la espera de que su nú-mero crezca, a pesar de “lasescaseces vocacionales”,pero con la convicciónfirme de que la oración, eltestimonio, la fe y la alegría,todo lo pueden.

Más allá de sus largashoras de oración litúrgica ycontemplativa, las monjaspasionistas “no dan abasto”en sus labores domésticasy en trabajos de variado gé-

nero que se les solicitan.Aquí también, “el trabajo esmucho, y las obreras sonpocas”. Roguemos con ellasal Señor de la mies...”.

Las puertas de este mo-nasterio, y el teléfono, reci-ben llamadas constantes degente necesitada que soli-cita “una ayuda”. Y sobretodo de gentes en situacio-nes difíciles, solicitandooraciones. La gente las co-noce, las quiere y confía enellas, en su intercesión anteDios. Ellas las monjas, tam-bién quieren y confían en lagente. Y esperan que estaconmemoración de los 75años, sea como una voz enla noche, portadora de es-peranza y de re≤≤≤≤toñosnuevos.

¡Felicidades, Hermanas!

❚ MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.


Monasterio de Religiosas Pasionistas, fundado por Madre Magdalena.


MAGNIFICATEL CÁNTICO DE MARÍA

Es el evangelista Lucasquien nos ha transmitidoel episodio conocido comola Visitación. La expresiónes adecuada porque se tra-ta de la visita que María,en período de expectacióndel nacimiento de Jesús,hizo a su prima Isabel, enuna ciudad de Judá situadaen la montaña y general-mente identificada comola actual Aín Karím, pocoskilómetros al sur de Jeru-salén.

MARÍA EN CASADE ISABEL

María realizó el viaje“con presteza”, según pre-cisa Lucas.

De esta Visitación, quetuvo lugar en la casa deZacarias, esposo de Isabel,merece destacarse la res-puesta de ésta al saludode María, que Lucas su-braya fue hecha clamandocon fuerte voz, y que re-petimos siempre que re-zamos la oración del AveMaría, “bendita tú entre lasmujeres y bendito el frutode tu vientre”. La primeraparte la forman las pala-bras dirigidas a la Virgenpor el ángel de la Anun-ciación: “Salve, llena degracia, el Señor es conti-

go”. Lucas dice que Isabelhablaba movida por el Es-píritu Santo, y hay en suspalabras una proclamaciónde fe que sólo por la ins-piración divina podríacomprenderse: “¿De dón-de a mí que la madre demi Señor venga a mí? Por-que así que sonó la vozde tu salutación en misoídos, exultó de gozo elniño –el futuro Juan el

Bautista en mi seno. Di-chosa tú que has creídoque se cumplirá lo que sete ha dicho de parte delSeñor”. A Isabel le habíasido dado conocer el mis-terio de la Encarnación, yasí llama “mi Señor” al hijode María, cuya respuestaa las palabras inspiradasde su prima fue la maravilladel canto del Magníficat,en el que se unen la

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Peregrinación a la tierra de Jesús (XXXVIII)

Aín Karím

Ein Karem. Iglesia de la Visitación.Lugar del nacimiento de Juan Bautista.


belleza y la profundidadde su contenido, que re-fleja en perfecta síntesistodo el espíritu del Evan-gelio. El rechazo de la so-berbia y la exaltación dela humildad, que no impideel conocimiento de quela Virgen sería llamada bie-naventurada por todas lasgeneraciones.

Aín Karím tiene el privi-legio de haber albergadodurante tres meses a unaMaría expectante de Jesús.Y así lo dice Lucas: “Maríapermaneció con ella comounos tres meses y se volvióa su casa”.

JUAN BAUTISTA Y EL CANTO DE AQUELANCIANO

En Aín Karím nacióJuan, el Bautista, el Pre-cursor; “con quien estabala mano del Señor”, encuya circuncisión su padreZacarías entonó el cantodel “Benedictus”, uno delos más bellos que nosofrecen las Escrituras Sa-gradas, y también de ma-yor sentido mesiánico. Enél se bendice al Dios deIsrael, que ha visitado yredimido a su pueblo, sus-citando un Salvador en

cumplimiento de las pro-mesas. Aquí el himno en-laza con los salmos pro-féticos de más hondo con-tenido mesiánico, y es uncanto de libertad, de per-dón y salvación. Pocos tex-tos bíblicos ofrecen a lameditación del creyen-te –cristiano o judío– unospensamientos más expre-sivos y profundos en tornoal misterio de Cristo. Tam-bién es un canto de ilumi-nación y de paz, en el quese lee esta frase: “para ilu-minar a los que están sen-tados en tinieblas y som-bras de muerte, para en-derezar nuestros pies porel camino de la paz”.

Muy poco tiempo des-pués, en el Templo de Je-rusalén, nacido ya tambiénJesús, el anciano Simeón,tomándole en brazos, ha-bría de decir refiriéndosea Él, “luz para iluminaciónde las gentes y gloria de tupueblo Israel”.

Juan es anunciado enel himno de Zacarías comoprecursor del Mesías. “Y tú,niño, serás llamado profetadel Altísimo, pues irás de-lante del Señor, para pre-parar sus caminos”.

Todo esto ocurrió ytodo esto se oyó en Aín Ka-rím, donde Zacarías –diceLucas– “profetizó lleno delEspíritu Santo”.

Por eso su visita es obli-gada para todo peregrinoa la Tierra de Jesús.

❚ EZEQUIEL MIRANDA DE DIOS

BARCELONA


Iglesia de la Visitación (interior).Iglesia de la Visitación (interior).


SEGUIR A JESÚSRECHAZANDO TODAVIOLENCIA

Desde el principio, mu-chas cosas no le salen biena Jesús. Por ejemplo, esteviaje a Jerusalén empiezamal y termina en la cruzsobre el Calvario. El re-chazo que va a suponer sumuerte, comienza con elrechazo que le hacen enesa aldea de Samaría.

Tras recorrer las aldeasde Galilea, anunciando elEvangelio y curando a losenfermos, esta decisión desubir a Jerusalén le va acostar a Jesús la muertemás cruel.

No obstante, el Maestroaprovecha el camino parapreparar a sus discípulos aldesenlace trágico de suvida. Y, aunque todos leabandonen en esa hora fa-tal, El sigue intentando enconvertirlos en seguidoressuyos hasta el final.

Y qué contraste: mien-tras el Maestro va caminode entregar la vida, sus dis-cípulos desean de Dios lamuerte de los samaritanosque le rechazan. Y comono es ese el estilo de Je-sús, tampoco lo quierepara sus discípulos de to-dos los tiempos.

Nuestra señal comocristianos será siempre la

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El evangelio cada día

Enemigos de la violencia

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó ladecisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino entraron

en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porquese dirijía a Jerusalén. Al ver esto Santiago y Juan le preguntaron: “Señor, ¿quieresque mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos”?

El se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea. Mientras iban de camino,le dijo uno: “Te seguiré a donde vayas”.

Jesús le respondió: “Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero elHijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.

A otro le dijo: “Sígueme”.El respondió: “Déjame primero ir a enterrar a mi padre”.Le contestó: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar

el Reino de Dios”.Otro le dijo: “Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia”.Jesús le contestó: “El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para

el Reino de Dios”.

(Lucas 6,51-62)

Tu palabra me da vida.


de Cristo: perdonar y amarincluso a nuestros enemi-gos. La única violencia quepodemos emplear sus dis-cípulos, es la de lucharcontra el egoísmo y el pe-cado que cada cual lleva-mos dentro. Eso viene adecirle al voluntario quequiere seguirle adondequiera que vaya.

Este evangelio de hoyquiere recordarnos a todosque no es fácil seguir a Je-sús. De camino a Jerusa-lén, el Señor no cuentacon casa, ni mesa ni camaque ofrecer a nadie.

En ese camino, Jesússolo arde en deseos deanunciar el Reino del Pa-dre que está llegando. Eslo que viene a indicarle alque desea acompañarle,pero después de enterrara su padre. Es decir, queno podemos comparar, nisiquiera nuestros muertos,con la urgencia de anun-ciar al Dios fuente y amigode toda vida.

TE SEGUIRE DONDEQUIERA QUE VAYAS

No acabamos de con-vencernos, pero ser com-pañero de Jesús no escosa facilona. Y si todavíahoy somos muchos losdiscípulos de Jesús, creoque son muchos menoslos que han entendido afondo la exigencia de suspalabras.

Por eso, la gracia másgrande para nosotros es lade poder compartir la so-ledad, el cansancio y lapobreza del Maestro, quese queda sin nada por dár-noslo todo. Ese tiene queser nuestro gozo más ín-timo: contar con El comocompañero de fatigas yseguirle como al mejoramigo en el descanso.

Los muertos para Jesússon tan importantes comopara nosotros. Pero su Pa-dre Dios es mucho másimportante, sin compara-ción alguna. Y la lecciónpara todo cristiano, es quesolo es digno de Diosquien pone el anuncio y la

vivencia de su Reino porencima de todo otro de-ber, por sagrado quepueda ser: es decir, quiensigue el camino de Cristosin condiciones ni compo-nendas.

Seguir su camino su-pone para los suyos en-frentarnos con cuanto senos ponga por delante,con tal de no perdernos suamistad, ni abandonar lasenda de su Evangelio.Pues eso terminamos pi-diéndole y prometiéndolehoy: “Te seguiré, Señor, adonde quiera quevayas”.

❚ ANTONIO SAN JUAN


Procesión Ramos.


con pastas caseras queencontré en la cocina.

Benito era un vecinodel barrio, de la U.V.A. másconcretamente. Su alco-holismo había ya provo-cado fuertes tensiones enla familia. Tenía mujer ydos hijas jóvenes. La situa-ción familiar se hizo tan

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“Misión Madrid-Pan Bendito”. Las memorias de Don Hilario

Alcohólicos con nombreHoy, afortunadamente,

abundan los Gruposde “alcohólicos anónimos”.En Pan Bendito no existíaninguno de estos grupos,sí abundaban los alcohó-licos con nombre y apelli-dos, enfermos de alcoho-lismo. Sufrían ellos, hacíansufrir a la familia, y eranun problema en la vecin-dad.

Con harta frecuenciaalguno de ellos, en su faseagresiva, se presentaba enel templo en medio de lacelebración religiosa o lareunión de oración. Seadelantaba hasta el altar, ydelante del Cristo impo-nente comenzaba, en altavoz, su oración incohe-

rente. Si alguien se leacercaba para que se fue-se, la cosa era peor. Le-vantaba su voz más agre-siva, con expresiones soe-ces y blasfemas. Aprendía calmarles en ese mo-mento y, con palabrashumildes y cercanas, in-vitarles a volver a su casa,tanto si eran de Pan Ben-dito Viejo como del Nue-vo.

La experiencia me hizoconocer las diferentesetapas que seguía en suproceso un alcohólico.Primera desemboca enun estado de agresividade irritación. Era peligrosoy sembraba consterna-

ción y miedo. Después lle-gaba el deterioro paulatino.El enfermo era un guiñapo.Ya no levantaba la voz nihabía en su rostro rastrode personalidad. Finalmen-te, llegaba el desenlace, ladestrucción total y la muer-te.

En aquella situación depostración y fracaso fami-liar, en medio del ambientedegradado y sórdido delbarrio, uno entiende queaquellos hombres se aga-rrasen a la botella de vino,que les calentaba elcuerpo y animaba elespíritu. Finalmente leshacía olvidar.

Aquella madrugadame despertaron los ron-quidos que se alzabandebajo de mi ventana.Me asomé, y vi tendido,entre la pared y el bojdel seto que protegíala fachada, un hombredormido, con la bo-tella de vino junto asu cara. La oscuridadno me dejaba distinguirsus rasgos. Me pareciótranquilo, la mañanaapacible, y le dejé quesiguiera durmiendo.Con la luz del día, abríya la ventana y se le-vantó. Era Benito,a quien invité atomarse uncafé ca-liente



insostenible que la mujery las hijas le echaron decasa. Por eso Benito vivíay dormía en la calle.

Se le veía junto a suamigo, el “Coneja”, otro al-cohólico, que se buscabala vida en los contenedoresde basura. De él hablare-mos después.

El final de Benito se pre-cipitó antes de lo esperado.Un día, inesperadamente,me trajeron la noticia:

–Ha muerto Benito, elMandanga. Lo encon-

traron en la calle yle han llevado al

Anatómico Fo-rense.

De allí saliópara el Ce-menterio. Era

el 14 de febrero,día de San Va-lentín. Me fuiante el Sagrarioe hice una ora-

ción por el her-mano muerto.Después, en mi

habitación, es-cribí:

Marginado

Hoy, día de SanValentín, los ena-morados se decla-ran su amor. La me-dalla del amor tienesu cara y su cruz.El revés del amorpuede ser la indife-rencia, el olvido, lamarginación, el des-

precio.

A Benito Pavón le hatocado esta suerte. PeroBenito era algo más que

un personaje. Él encarnaba,un poco, al Pan Bendito.Por eso hoy, yo le canto:

“El Mandanga”

El “Mandanga” se ha marchadopor la senda del olvido,

¿quién le llorará, cuitado,si no tenía un amigo?

Su hogar estaba en la calle,su compañía era el vino,

de cuando en cuando el detallede un pantalón sin destino.

Compañero del “Coneja”,vivía en su mundo propio,

envuelto por la madejadel vino, el hambre y el opio.

Fue en la vida su destinorodar, cual rueda un guijarro,

y, al pie de cada camino,crecer como crece un cardo.

Nadie le llora al “Mandanga”,que su mujer y sus hijos,

como si fuera un fantasma,ya no le daban cobijo.

Se tragó la fosa fríasu cadáver y su historia,no queda en la Notaríasu firma ni su memoria.

Adiós, “Mandanga”, Benito,que ayer llamaste a mi puerta,

mi Barrio de Pan Benditose mira en tu historia muerta.

Días después, la mujer de Benito golpeaba mi puertapara concertar un Funeral Solemne por él. Ella y sushijas acudieron ese día, de riguroso luto, acompañadasde sus vecinos. Todos juntos encomendamos a Benito,que ya descansaba en los brazos misericordiosos delPadre, y pedimos para él la paz y el descanso eterno.

❚ HILARIO PEÑA ROJO

MADRID


Pensémoslo por un mo-mento: casi siempre

que rezamos lo hacemospara pedir a nuestro gusto:Señor, quítame estos do-lores; Señor, que sane; queapruebe los exámenes,que me toque la lotería.Nos lo tiene dicho él re-petidamente: No sabéis loque pedís. Cuando recéisdecid: Padre, hágase tu vo-luntad así en la tierra comoen el cielo. Pero nosotrosestamos convencidos deque rezando así salimosperdiendo. Nos olvidamosfácilmente de que el hom-bre ha sido creado a ima-gen de Dios; no Dios aimagen nuestra.

Durante todos estosdías que preceden a la

Pascua de Resurrección(16 de abril) busquemostiempo para recrearnos enel recuerdo de aquelloshombres y aquellas muje-res que por fiarse de Diossalieron ganando. Porquees muy fácil dejarse llevarpor el desaliento. Pero nose saca nada. Se pierdetodo.

El libro del Génesis noslo cuenta así: “En aquellosdías el Señor dijo a Abra-ham: Sal de tu tierra y dela casa de tu padre haciala tierra que yo te mostraré.Haré de ti un gran pueblo,haré famoso tu nombre...

Y Abraham se instalóen el desierto a mercedde Dios. Se ofreció in-

cluso a sacrificar a su hijoúnico cuando Dios se lopidió. Y porque creyó sinentender, hoy es el padrede todos los creyentes.Era ya anciano el hombrey anciana su mujer. Peroalguien que llegó a su vi-vienda un atardecer se loaseguró de parte de Dios:Cuando yo vuelva a visi-tarte la próxima vez tumujer Sara habrá tenidoun hijo. Y punto. No lopensemos dos veces.Quien se fía de Dios ganasiempre. Por muy mal quede momento le vayan lascosas.

Era una joven de Naza-ret a la que un buen día sele apareció un ángel delSeñor. La llamó por su

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Fíate de Dios


nombre: “Alégrate, María,llena de gracia. Concebirásen tu seno y darás a luz unhijo a quien pondrás pornombre Jesús, el Hijo delAltísimo”. Tampoco ella en-tendió nada de nada. Perodijo sí. Cuando pidió al án-gel una explicación, éste selo puso casi más difícil: “Ahítienes a tu prima Isabel. Apesar de su vejez ha con-cebido un hijo y ya está deseis meses la que llamabanestéril, porque para Diosnada hay imposible.

Poco a poco nos vamosacercando a la gran fiesta

de la Pascua. Antes vivire-mos (Dios quiera que conmucha fe) los momentosen los que el Hijo de Diosva a ser condenado injus-tamente a la muerte másignominiosa, azotado, co-ronado de espinas. Y todopor amor. Como era hom-bre murió. Y como era Diosborró con su muerte nues-tros pecados. No se puedepedir más.

Jesucristo (rezamos ca-da domingo en la santamisa) resucitó del sepulcroal tercer día según las Es-crituras. Y ahora su reino

(y el nuestro, gracias a suPasión y Muerte) no tendráfin.

Que se nos quite el mie-do. Que tampoco nosasusten las cruces que alo largo de nuestra vidaDios ponga sobre nuestroshombros. A Pedro, Santia-go y Juan los llevó Jesúsaparte a una montaña alta.Se transfiguró delante deellos y su rostro resplan-decía como el sol y susvestidos se volvieron blan-cos como la luz. Aquelloera el cielo. Dios lleva siem-pre las de ganar.

Y esto no es ningúncuento ni ninguna novela.Esto es palabra del Señorque nos anticipa lo quetambién nosotros estamosdestinados a contemplar enel cielo. Y si Dios, por elamor loco que nos tiene so-portó tantos dolores pararedimirnos y devolvernos elparecido con Él, qué menosque le acompañemos porunos días con nuestra cruza cuestas camino de la Re-surrección... El día de nues-tra muerte, por negra y trá-gica que se nos presente,alguien nos susurrará al oídomientras el cielo se abrepara nosotros de par en par:¡Ánimo, hijo/a, tu fete ha salvado. Y a se-guir viviendo. Peroen la gloria.

❚ ALBERTO [email protected]



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LA PASCUA DE MONSEÑOR JOSÉ LUIS ASTIGARRAGA,OBISPO PASIONISTA MISIONERO EN YURIMAGUAS, PERÚ

Vivió una vida y apostolado intensos, hasta el final. Amado y añorado por todos, este esel testimonio de un amigo y compañero en la árdua misión evangelizadora.

Muchas palabras y sentimientos se cruzaron en estos días últimos de Mons. José LuisAstigarraga, C.P. El día 20 de Enero partía al encuentro del Padre Creador, a quien sirviócon Fidelidad y Humildad, tal como lo describe nuestro P. General Joaquín Rego, C.P.

Pastor hasta en el momento de su partida. Nos comparte la Sra. Luisa, su secretariadesde que inició su Episcopado: “Llegado el medio día, después de haber recibido la visitadel P. Mario Bartolini, y conversado con él, entró en un momento de oración, rezaba, rezaba, y su semblante se fue serenando y sonreía. A las 1,30 p.m. abrió los ojos, miró alos que estaban presentes en su habitación, sonrió, y con la sonrisa en los labios, cerrófuertemente los ojos, y expiró en total serenidad y alegría. El Señor lo acogió, como elniño en brazos de su madre”.

Desde el viernes 20 por la tarde, hasta el martes 25, cientos de feligreses, venidos detodas partes del Vicariato de Yurimaguas, llegaron a despedirse del Padre y Pastor.

A las 9:30 a.m. inicia la Eucaristía Funeral, presidida por Monseñor Gerardo Zerdin,Obispo de San Ramón; concelebrantes principales Monseñor Rafael Escudero, Obispo dela Prelatura de Moyobamba; el recién electo Administrador Episcopal Monseñor JesúsMaría Aristín, C.P. y un concurrido número de sacerdotes y misioneros.

Al terminar la Celebración Eucarística el féretro salió en hombros de los sacerdotes delVicariato, y, en relevo, por el pueblo, recorrió hasta la casa de la Comunidad Pasionista, laCasa del Vicariato, la Municipalidad de Yurimaguas y el Gobierno Regional de Loreto.

“Hasta la naturaleza llora tu partida Monseñor José Luis” expresaron, y es que una per-manente lluvia acompañó el recorrido del cortejo, pero nadie dejó al Pastor. Después delas 12 del mediodía ingresó a la Catedral en hombros de sus hermanos pasionistas, haciasu tumba, a los pies del Señor de los Milagros, y al lado de los restos de Monseñor AtanasioJáuregui y Monseñor Elías Olazar. Descansa en paz, querido hermano. Llegaste a servir, ylo hiciste hasta el final. Hasta pronto, hasta el cielo.


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Rincón familiar “Santa Gema”

(En memoria del Padre Leandro G. Monge, Pasionista)

Donaciones

Una devota (Madrid) 10 €; P.R.V. (Alcora, Castellón) 30 €; Mercedes Martín Jiménez(Madrid) 30 €; Manuela Sánchez de la Roda (Segovia) 15 €; Julián Cerrada Torres(Madrid) 10 €.

Esta Beca se destina a la formación de jóvenes aspirantes al sacerdocioy a la vida pasionista, en España y América. Colaboradores y amigos

de nuestras Misiones, ¡muchas gracias!

Agradecen y piden favores a Santa Gema

P.R.V. (Alcora, Castellón), por operación de Gema.–N. VF, Querida Sta. Gema. Despuésdel gran susto que tuve el año pasado en una de mis revisiones médicas, he visto cómome sigues ayudando y los resultados aunque muydespacio están mejorando. Muchas gracias por noabandonarme nunca.

Cuantos agradeceny piden favores a Santa Gema,si desean salir en esta página,

deben dirigirse a REVISTA PASIONARIO,C/ Leizarán, 24. 28002 Madrid,

Teléfono 915 635 407.http://www.libreriaelpasionariomadrid.com

Descansan para siempreen el Señor

Faustian (Zarauz, Guipúzcoa), María del CarmenGalindo (Matapozuelo, Valladolid), Inés GarzónGarcía (Garguera, Cáceres), Salvador Pellicer Escriva(Almaines, Valencia), Consuelo García Gregori (Al-maines, Valencia), Rosario Nogueroles Juan (Gadia,Valencia), Lina Alarcón Olivares (San Vicente delRaspeig, Alicante), María Polo Burgallo (Alcuéscar,Cáceres), Paco Chaomorro Chamorro (Alcuéscar,Alicante).

Por su eterno descanso celebramos la Santa Misaen el Santuario el día 14 de cada mes

a las cuatro de la tarde

Santa Gema que se veneraen la parroquia de la Virgen

de Gracia y San José - “Josepets”en Barcelona

(ARCHIVO ICONOGRÁFICO

DE FRANCISCO SALLERAS)


Muerto estáis

Muerto estáis; por eso os pidoel Corazón descubierto,para perdonar, despierto,para castigar, dormido.

Si decís que está velando,cuando Vos estáis durmiendo,¿quién duda que estáis oyendoa quien os canta llorando?

Y aunque él se duerma, Señor,el amor vive despierto;que no es el amor el muertoVos sois el muerto de amor.

Que si la lanza, mi Dios,el corazón pudo herir,no pudo el amor morir,que es tan vida como Vos.

Félix Lope de Vega

“Señor, mi rocaprotectora”


“Cristo, Resucitado al tercer día,

vencedor de tu muerte y de la mía”

EL GRECO, CRISTO RESUCITADO (EN EL MUSEO DEL PRADO)


cubierta abril 2017.qxp cubierta madura, para la salvación del mundo, es decir, en un jardín...

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