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o o cinco cosas a la vez - la diaria http://ladiaria.com.uy/articulo/2012/12/cuatro-o-cinco-cosa

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21.12.12

Marco Maggi. Foto: Pablo Nogueira

Marco Maggi, nuevo Premio Figari.

La semana pasada fue entregado el Premio Figari 2012 a Marco Maggi. Residente en Estados Unidos desde hacemuchos aos, sigue viniendo a Uruguay con cierta frecuencia. Aprovechamos su ltima visita para hablar de sutrayectoria, recientemente galardonada, y de sus ideas sobre arte y sistema.

-Empec a dibujar antes de saber escribir y creo que sigo dibujando por la misma razn. Crec en una casa rodeada degente muy valiosa y que me ayud mucho. Cuando tena nueve aos Rubn Yaez me public unos dibujos en el diario ElPopular a los 13 Rubn Castillo me pidi una serie de tarjetas para repartirlas a la gente que iba a la radio para unaaudicin. Estas tarjetas llegaron a mano de Tola Invernizzi y de ah alcanzaron a un gran poeta de origen espaol,Eduardo Gonzlez Lanuza, que vivi gran parte de su vida en Argentina y escriba en aquel momento en La Nacin. llogr que yo hiciera una exposicin de dibujos en la galera Van Riel de Buenos Aires con 15 aos. Fue un xito total,probablemente porque l invit al pblico, escribi las crticas y tal vez compr o vendi las obras. Yo volv a Montevideomuy impresionado de todo eso y dej de dibujar durante 20 aos. Ah me equivoqu en muchos campos diferentes, hasta1994 cuando un viaje a Europa termin en el taller de Leopoldo Novoa, en Galicia, una especie de to para m. El ltimo da


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de la estada le mostr algunos dibujos de viaje -recin haba retomado- y ah me dio no slo apoyo sino consejosexcelentes, entre los cuales ir a Nueva York y ponerme en contacto con algunos artistas. Llegamos all con Sylvia Meyer,mi mujer, y nos encontramos con Liliana Porter y Ana Tiscornia. Azarosamente, durante una conversacin para una obrade teatro -Sylvia iba a componer la msica- Rimer Cardillo, que era el escengrafo, me habl de dibujos que le habanmostrado Liliana y Ana y me llev a New Paltz, donde me ofrecieron un lugar en la universidad. De ah empec con unacolectiva y luego una individual en Tribeca: el librito de la muestra lleg a Kim Levin, directora del Village Voice, que pusoen la tapa la noticia de la muestra, junto a otras de Marianne Goodman y Gabriel Orozco! De ah empec a trabajar convarias galeras en San Francisco, Brasil, Houston, San Pablo. Luego de representar a Uruguay en la Bienal de PortoAlegre, junto a otros 12 artistas, fui a varias otras bienales, a Cuba, Brasil, incluso a Corea. Esta estructura es la que mepermite trabajar 14 horas por da, siete das por semana, desde Nueva York. Se fueron sumando personas que terepresentan, pero que tambin te comentan, que es importantsimo, te mantiene focalizado, as como lo hace la parteacadmica, los crticos, varios de los cuales, tanto en Estados Unidos como en Amrica Latina, fueron y son centralespara mi trabajo, adems de muchas veces son amigos.

-Viajo muchsimo, hago la vida de un tenista. Pero trabajo sobre todo en New Paltz: mi casa y mi taller estn a cincokilmetros del pueblo, en el medio del bosque: lo ms lejano a la idea de Nueva York que uno puede tener, aunqueManhattan est a una hora en auto. Con Nueva York es como una relacin de noviazgo: voy a verla, pero luego vuelvo, sino me resultara imposible trabajar.

-Mir, en enero hice una exposicin que se llam No idea, y al poco tiempo hice otra con un ttulo ms ambicioso, Lamenor idea. En mi trabajo hay una voluntad de ser insignificante, crear superf icies que estimulen cierta empata con lo

insignificante, y no con una idea, un mensaje, como si yo fuese un iluminado que proyecta. No, la obra tiene que ser uncampo para excavar. La intencin final es intentar un cambio de protocolo, generando cierta modalidad de percepcinque mute en dos aspectos, mirar ms tiempo y mirar ms de cerca. Para eso existen diferentes estrategias y una es laescala -mnima, casi fuera de foco, no slo en el espacio, sino en el tiempo: uno que mira la obra puede ver en ella algotanto arqueolgico, por ejemplo un jeroglfico, como de ciencia ficcin, algn microchip. Trato de dar estmulos, pero loms polismicos posible, atravesando todas las enfermedades de la comunicacin, que pueden ser la imposibilidad dever, de entender, de descifrar. De hecho, en lo material, hay muchas referencias a medios de comunicacin obsoletos, lasdiapositivas, los sobres, el lpiz, etctera. La idea es -en un mundo que va cada vez ms rpido, que es cada vez msmultitarea, ms distrado y ms disperso- agregar algunos segundos a lo que se estima que es el detenimiento promediofrente a una obra en el Louvre y en el Metropolitan, 16 y 12 segundos, respectivamente. Por eso me gusta definirme como

un promotor de pausas. En un mundo en el que ya no hay direcciones claras, ni convicciones, es difcil trabajar conconceptos, as que lo que te queda es el proceso, que de hecho me interesa enormemente. Pero el proceso no se realizasin el observador.

-Mucha gente dice que trabajo siempre a pequeas escalas, pero en realidad trabaj piezas enormes: en San Pablo el


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ao pasado arm una instalacin de 500 metros y en el Figari mismo hay una obra, Emigracin, que ocupa una paredentera. El gigantismo del que habls es un derivado del arte shock de los 90, pero en mi caso se trata exactamente de locontrario: puede ser grande, pero siempre es homeoptico. No trata de que la persona d un paso atrs impresionadapor el tamao, por el espectculo, por el miedo, sino que intento provocar el balconeo, la aproximacin, que la gente dun paso adelante.

-La ilegibilidad, o la escasa legibilidad, es un medio perfecto para poner en prctica el detenimiento del que te hablaba. Lapalabra ilegible es la esencia, en cierto sentido, de mi trabajo: una obra puede ser grande o chica, pero tiene que teneralgo que haga dudar al espectador sobre lo que est mirando. Ni el mismo Figari, por ejemplo, podra reconocer enEmigracin -que retoma un cuadro suyo, presente en el museo, y lo disemina sobre una superficie muy vasta- su obra.

-Claro, fijate en el lenguaje. Se dice que los medios de comunicacin cubren eventos, en vez de descubrirlos. Lo quehacen, en cierta medida, es transformar una realidad en algo ilegible. Nosotros estamos confiando en sentidos que sonmuy precarios, la vista humana no ve cosas muy rpidas o demasiado lentas, el odo no oye todo, estamos programadosslo para recibir informacin de un entorno muy cercano. Sin embargo, tenemos una fe ciega en lo que vemos y omos.Adems, ahora todo se agudiz, porque tenemos una lupa permanente en el bolsillo, internet, que nos brinda todo tipo deinformacin, imposible de procesar de verdad, porque el cerebro sigue siendo el mismo: hay una desproporcin ah quees un abismo. Demasiada informacin funciona como una anestesia. En el siglo pasado el smbolo de la censura era latijera, que cortaba y ocultaba partes, ahora la censura pasa por su opuesto, por la inundacin.

-Es lo que ms me gusta hacer. Sale todo de ah, uno empieza a dibujar y luego se acomodan las ideas, lo que articula esel dibujo. Pero soy esencialmente optimista: durante varios siglos fue considerado el soporte de otra tcnicas, desde finesdel siglo pasado me parece que se ha vuelto protagonista de un sector pequeo, pero pujante.

-Como no quiero marcar ninguna orientacin, tampoco quiero marcar una orientacin temporal. Un dibujo mo, perdiendoel foco, puede ser ledo como un elemento azteca o un circuito del iphone. Mi obra tiene que generar una serie desuperficies donde haya confusiones precisas. Normalmente las confusiones son imprecisas, ac no, deben despertarsimpata: lo ideal es que el espectador piense en cuatro o cinco cosas diferentes a la vez. Son todos elementosvinculados a una especie del festival de la incertidumbre que estamos viviendo. Por un lado estamos ac conversando enuna mesa de caf como se haca hace un siglo y por otro tenemos un telfono en el bolsillo que contiene el mundo entero.


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Es, de hecho, una situacin precolombina y posclintoniana. Y creo que vamos a tener el posclintoniano para rato.

-Yo no soy un buen testigo de la vida en Estados Unidos, ni de la de Uruguay, nunca form parte de la movida, ni ac niall. Mi especialidad es perder el tiempo solo

-En general para los artistas, la enfermedad ms grave que hay es la actividad perifrica. Si uno ve alguien joven contalento, que hace cosas interesantes, ve tambin que dedica el 70 u 80% de su tiempo al networking, a los contactos: losque ya tiene y debe conservar, los que debe establecer porque le sirven para determinada cosa, etctera. A una actividadfrentica y multitudinaria, agravada ahora por las ferias, que son desafos continuos, aunque no tengo nada en contra deellas -son fenmenos bien contemporneos, una ensalada cida e irrespetuosa, muy parecida al web, que forma parte delas reglas del juego- no se le puede prestar atencin permanentemente, los r itmos se vuelven imposibles. Hay que crearespacios que borren este contexto. Todo lo que es ese motor fuera de borda -el mercado y sus leyes, fundamentalmente-genera un movimiento centrfugo de la atencin: los artistas en vez de trabajar en lo suyo, desarrollando un lenguaje,estn como radares.

-Si yo te hubiera hablado de ese tema hace dos aos, creo que te habra contestado de otra forma. Antes,paradjicamente, la gran ventaja era la falta de estmulos, ac la gente trabajaba en lo suyo sin distracciones, todo locontrario de lo que pasa en Manhattan, donde vivs con una presin aterradora. Tampoco haba confrontacin con lo de

afuera, ni dilogo, no era una situacin tan mala, pero igual era un extremo, como aquello otro es un extremo. Pero ahoraentend, despus de haber montado una exposicin con cuatro montajistas que tienen una agenda loca marcada alminuto, que ha cambiado mucho: es como un caldo de cultivo al que le han subido la temperatura, y me parece que staen una situacin ptima. No hay todava la presin de los grandes centros, pero s hay estmulos, que pueden salir delministerio, de la intendencia, de instituciones privadas, de elencos independientes: hay una energa general muy fuerte.Como todo ahora es permeable, esa energa va a abrir posibilidades de intercambios, ya lo hace. Hace poco das queestoy y ya vi una cantidad de muestras excelentes y decantadas, no hablo de eventos frvolos. Probablemente estaenerga ya estaba, pero ahora tiene posibilidad de concretarse en hechos puntuales.

Riccardo Boglione

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Nico Napoli dice:Si, que es eso Maria, que pasa en Argentina Maria, que pasa?! Digalo Maria, no lo calle mas!

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