crustanews nº5 invierno 2014

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Invierno 20146 Mantenimiento de bivalvos en el acuario 8 El caracol manzana en el Delta del Ebro 10 Entendiendo el espectro luminoso

16 Bricogamba: Cómo hacerte tu propio sifón

20 Moluscos autóctonos I

26 Introducción al Iwagumi

28 David vs Goliath: Caridina logemanni

30 Sesarma bidens

34 Insectarios. Capítulo 3: Acondicionamiento

38 Anatomía de los bivalvos

42 Entrevista a Bikersoy

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In our days, people of almost all nations are very much interconnected. The Internet enables us to come into contact with fellow men everywhe-re, and the shrimp scene is no exception. Today, more than ever before, breeders and keepers from everywhere on the planet meet online to exchange views, opinions, and methods. During the last years, we have seen a veritable surge in quality and in methodology everywhere.

People have started to take a look at the conditions in their shrimp’s natural habitats. Special mineral salts and soil substrates have been de-veloped that enable us to mimic the environment our shrimp would find in nature. Many species that were considered very difficult in former times have turned out to be quite easy when kept in the right conditions, which has given breeders more leeway to find new patterns and variants - and they have been on the lookout for new colour morphs everywhere. Even the seemingly uninteresting, easy Red Cherry shrimp has encoun-tered much interest due to its spectacular new colour variants, like oran-ge, green, yellow, black, chocolate brown or blue, its Rili and its Sakura variants – and so on.

Tigerbee crossbreeds are the latest rage, and beautiful patterns have re-sulted from these experiments. Shadow Bees with new patterns appear almost by the day, and the multitude of patterns and colours is seemin-gly infinite. We have seen the emergence of a new classification system that allows us to describe these patterns very flexibly yet exactly. We have also witnessed somewhat of a counter-movement: despite all the-se highly interesting crossbreeding experiments, there are breeders who concentrate on keeping their lines pure, and they have come to stunning results, too. Especially mentionable are Pure Red and Pure Black Lines in Bee shrimp, which do not only show stunning colour densities on the body but also in their extremities.

However, we have also seen the horrible effects of mass production. Massive deteriorations in colour quality and even physical deforma-tions have cropped up on a large scale. Breeders are called to be on the lookout and to breed their shrimp responsibly. Fortunately, a large number of them have taken this subject seriously and take the utmost care that their shrimp are not only beautiful, but healthy.

And even though one might think that all those bright colours and beau-tiful patterns have rendered wild shrimp forms somewhat insignificant there are quite a few people who dedicatedly work on maintaining these populations in captivity – and in nature, too.

Development is breathtaking, and there is still so much to discover!

Have fun and keep shrimping.

Ulli Bauer

Hoy en día, la gente de casi todas las naciones está muy in-terconectada. Internet nos permite entrar en contacto con otras personas en cualquier parte, y esta situación no excluye al hobby de las gambas. Hoy, más que nunca, los criadores y cuidadores de todas partes del planeta están en línea para intercambiar puntos de vista, opiniones y métodos. Durante los últimos años, hemos visto un verdadero aumento en la calidad y en la metodología de todo el mundo.

La gente se ha comenzado a interesar por las condiciones en los hábitats naturales de sus gambas. Sales minerales espe-ciales y nuevos sustratos se han desarrollado para permitir-nos imitar el entorno que nuestros camarones encontrarían en la naturaleza. Muchas de las especies que se consideraban muy difíciles en tiempos pasados han resultado ser bastante fáciles cuando se mantienen en las condiciones adecuadas, lo que ha dado a los criadores más margen de maniobra para encontrar nuevos modelos y variantes (y han estado buscan-do nuevos patrones de colores por todas partes). Incluso la aparentemente poco interesante y fácil de mantener Red Cherry, se ha encontrado con un creciente interés debido a sus espectaculares nuevas variantes de colores, como naran-ja, verde, amarillo, negro, marrón o azul, sus variantes Rili y Sakura, y así sucesivamente.

Los cruces Tigerbee son la última moda, y como resultado de estos experimentos han surgido patrones muy bellos. Shadow Bees con nuevos patrones aparecen casi cada día, y la multitud de modelos y colores es casi infinita. Hemos vis-to el surgimiento de un nuevo sistema de clasificación que permite describir estos patrones de forma muy flexible y con exactitud. También hemos sido testigos de algo así como un movimiento contrario: a pesar de todos estos experimentos de cruzamiento tan interesantes, hay criadores que se con-centran en mantener sus líneas puras, y han llegado a resul-tados impresionantes también. Especialmente mencionables son las líneas puras negras y rojas en Caridina cantonensis, que, no sólo muestran impresionantes densidades de color en el cuerpo, sino también en sus extremidades.

Sin embargo, también hemos visto los efectos horribles de la producción en masa. Deterioros masivos en la calidad del color y deformaciones físicas que han surgido a gran escala. Los criadores están llamados a criar sus animales con respon-sabilidad. Afortunadamente, un gran número de ellos se han tomado este asunto en serio y toman el mayor celo en que sus gambas no sólo sean bellas, sino también saludables.

Y a pesar de que se podría pensar que todos esos colores bri-llantes y hermosos diseños han hecho de las formas silvestres de camarón algo insignificante, hay bastantes personas que trabajan con dedicación en el mantenimiento de estas pobla-ciones en cautiverio y en la naturaleza también.

¡La evolución es impresionante y todavía hay mucho por des-cubrir! Divertíos y mantened camarones.

Ulli Bauer

Editorial

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Revista de Invertebrados de Agua Dulce y Salada

© Crustanews es una revista de acuariofilia sin ánimo de lucro, queda prohibida su venta y distribu-ción con tales fines. Todos los derechos reservados. ISSN 2340-6275

Querido lector, Crustanews es una revista creada por y para aficionados a la acuariofilia, en concreto al fantástico mundo de los invertebrados de agua dulce. Por eso nos importa mucho tu opinión, sugerencias, ideas, colaboración, etc. Ponte en contacto con nosotros en nuestro email [email protected] y haznos llegar tus comentarios.

Coordinador

José María Requena

Colaboradores

Isaac GarcíaMarta Grau

Autores

John Ander Artieta (Jonpuma)Isaac García

Julián Gómez Vega (Julius85)Mario González

Marta GrauFernando Martínez (Titin)

José María RequenaMaurici Romero

Imagen de Portada

Grzegorz Nowińscy

Imagen de Contraportada

Mario González

Material Fotográfico

Iwagumi BCNIsaac García

Mario González (Guela)Marta Grau (Mattiuskina)

Grzegorz Nowińscy (Novina)Carmine Orza

José María Requena (Jmlast)Maurici Romero (Bat)

Manuel Salgado (Manu_el)Carlos Zaballo (Bikersoy)

Maquetación y Diseño Gráfico

Leonor AmorósIsaac GarcíaMarta Grau

José María Requena

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Ya que en números anteriores de Crustanews hemos aprendi-do un poco más sobre la anatomía de estos animales, ahora nos gustaría mostraros unas sencillas pautas para poderlos mante-ner dentro de nuestro hobby que es la acuariofilia. El grupo de los bivalvos, aunque sésiles (inmóviles) parcial o totalmente, es cuando menos interesante y desconocido hoy en día para mu-chos aficionados. Engloba múltiples especies denominadas vul-garmente como almejas, mejillones o náyades, entre otras. Pese a que las pocas especies que encontramos en comercios de acua-riofilia suelen ser de países situados en los trópicos, mayorita-riamente asiáticos, este grupo se extiende por casi todo el globo exceptuando muy pocas regiones del planeta. Por tanto son un grupo de amplísima extensión (el 90% de la superficie del planeta presenta especies de bivalvos de ecosistemas dulceacuícolas) y en nuestro caso, en la Península Ibérica, cuenta con un buen nú-mero de representantes, algunos de ellos muy bellos y extraños.

Como ya hemos dicho, en las tiendas del ramo solemos encontrar especies como la almeja amarilla asiática (Corbicula fluminea) o la náyade del Mekong o almeja verde (Pilsbryoconcha exilis). Estas dos son especialmente fáciles de encontrar últimamente. También empezamos a ver con mayor frecuencia la importación del mejillón dorado (Limnoperna fortunei) que incluso algunos aficionados utilizan en estanques exteriores.

El peligro de la importación de estas especies de moluscos es su liberación al medio acuático. Cuando esto se produce nos encon-tramos con verdaderas invasiones ecológicas como pueda ser el caso de las almejas amarillas que ocupan buena parte de la cuen-ca baja del Río Guadalquivir, o el más acuciante problema de la cuenca del Ebro, que está totalmente invadida por el mejillón cebra o tigre (Dreissena polymorpha) que causa ya no sólo da-ños ecológicos, sino importantísimos daños económicos en em-barcaciones, embalses, instalaciones hidroeléctricas, canales de riego y suministro de agua, etc. Es por ello que el aficionado tiene una gran responsabilidad en el mantenimiento de cualquier tipo de animal, pese a que el caso del mejillón tigre fue una intro-ducción producida por los barcos procedentes de Oriente Me-dio, siempre debemos mantener a nuestros animales domésticos en las mejores condiciones posibles y jamás liberarlos al medio natural. De este modo evitaremos posibles desastres ecológicos y daños en la economía de nuestra comunidad, al menos en la parte que nos toca.

Volviendo a la Península, lo cierto es que tenemos verdaderas joyas faunísticas como Potomida littoralis, Anodonta anatina o Unio pictorum (el mejillón del pintor, llamado así porque su concha fue utilizada como paleta de pintura durante siglos). Algunas de ellas están muy seriamente amenazadas, como es el caso de Margaritifera auricularia, que alcanza los 15 cm de lon-gitud, siendo junto con Anodonta anatina (de 20 cm los adultos) las mayores náyades presentes en aguas continentales españolas. Recientes estudios apuntan a que estas grandes náyades son de una longevidad extrema, pudiendo alcanzar con facilidad más de cien años de edad algunos ejemplares.

Después de estas almejas de gran porte, tenemos varias decenas de especies prácticamente microscópicas que se camuflan entre

los granos de arena de ríos y estuarios, sobre todo del género Musculium sp. y Pi-sidium sp., visibles sólo me-diante una lupa binocular o una mirada más que atenta a un palmo de la arena. Muchos son los acuaristas que, habiendo intro-ducido arena procedente de embalses, lagos o ríos en sus acuarios, con el tiempo descubren las conchas de estos diminutos seres cuando quedan al descubierto sobre el sustrato.

El mantenimiento de estos animales pasa siempre por unos crite-rios similares, independientemente de la especie o procedencia: aguas en constante movimiento, ya que son animales de escasa locomoción, algunos de ellos nula, por lo que el agua debe cir-cular constantemente para aportarles oxígeno y alimento (recor-demos que todas ellas son especies filtradoras de partículas en suspensión); sustrato fino o como mucho de grano medio (por lo general se entierran parcialmente en el sustrato usando su pie, una zona con potente musculatura, dejando sólo parte de la con-cha en el exterior por lo que un sustrato demasiado grueso les impediría hacer esto); aguas generalmente frías o no excesiva-mente cálidas (la oxigenación del agua es menor a altas tempera-turas y los bivalvos son extremadamente sensibles a la anoxia en el agua); ausencia total de metales pesados, sobre todo de cobre que es letal para los moluscos, así como concentraciones altas de compuestos nitrogenados, igualmente mortales; y por último una alimentación adecuada, compuesta de partículas finas en suspensión en el agua (papillas mixtas generalmente).

Aun así a veces resulta complicado mantener a estos inverte-brados, dado que algunos ciclos de vida son demasiado cortos (algunas especies subsisten en acuarios menos de 6 meses a lo sumo). Otras en cambio son muy longevas pero su ciclo vital es complicado y no se pueden reproducir en acuarios estancos. Los uniónidos (Fam. Unionidae), una de las familias más numerosas, necesitan especies de peces muy concretas para que las larvas puedan desarrollarse en el interior de sus branquias (son parási-tos en sus primeras fases de vida). Otras necesitan desarrollarse en forma de larva de vida libre en aguas marinas o salobres. No obstante el mantenimiento de estas especies ofrece nuevas posi-bilidades al acuarista y sin duda confieren al acuario una belleza inusual, algo estática pero muy peculiar. Además, dado que son organismos filtradores, ayudarán a mantener el agua limpia de residuos como algas verdes libres o detritos orgánicos. Por ello, lejos de desanimar al lector a mantenerlas, os aconsejamos que probéis la experiencia de introducir estos curiosos animales en vuestros tanques.

Recordad: evitaremos sustratos gruesos y duros, proporcionare-mos comida en polvo o papillas y no demasiada, mantendremos el agua muy limpia y con buena filtración y circulación, con tem-peraturas no excesivamente altas… si seguimos estos sencillos pasos, el éxito en su mantenimiento está asegurado.

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Corbicula fluminea. Foto de Isaac García

Corbicula fluminea. Foto de Isaac García

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Mucho se ha hablado de la responsabilidad que rodea al mundo de la acuarofilia en el problema de la liberación de especies forá-neas en los cursos fluviales. El último y, posiblemente el máximo exponente en España de este problema en los últimos años, es el caracol manzana, un invertebrado en auge en los acuarios espa-ñoles.

Su aparición en el Delta del Ebro en julio del 2009 se achacó supuestamente a la fuga de las instalaciones de una empresa de venta de especies exóticas entre el 2004 y el 2009, no obstante, el caso ha quedado sobreseído por falta de pruebas que incrimi-nasen a la empresa, que declaraba no tener este tipo de caracol en sus instalaciones en el momento estimado del escape. Aunque se esperan nuevas apelaciones por parte de la acusación.

El caracol manzana, originario de América, en toda su extensión, es muy utilizado en la acuariofilia por su innegable atractivo. Con un gran tamaño, vistosos colores, sus casi 4 años de espe-ranza de vida y sencilla reproducción son pocos los que nunca se han planteado introducir uno en uno de sus tanques. Del mismo modo, tienen la ventaja de ser bastante sencillos de controlar en acuarios dado lo llamativo de sus puestas, que realizan al amparo de la oscuridad en zonas emergidas (en el caso del Ebro, en la vegetación que rodea los humedales) y a la necesidad de tener un mínimo de una hembra y un macho (ya que no son herma-froditas).

No obstante en una extensión tan grande y plantada como la zona afectada, los casi 500 huevos cada 10 días que puede po-ner una hembra de caracol y las 400 raíces de plantas de arroz

que puede devorar una pareja en sólo una noche, las labores de control y recuperación de la zona estan siendo poco menos que desesperantes para el Departamento de Agricultura de la Gene-ralitat que ha invertido más de 4 millones de euros desde que comenzó la plaga.

Actualmente las actuaciones para el control de este caracol se ex-tienden a lo largo de casi 10.000 hectáreas del humedal. En con-creto, la Generalitat prevé secar 7.000 hectáreas e inundar con agua salada otras 2.000 del hemidelta izquierdo, donde el caracol invasor está presente ya en el 95% de las parcelas, según calcula el sindicato Unió de Pagesos.

Teniendo en cuenta los hechos no ha sorprendido la recien-te noticia de que la importación del caracol mazana haya sido prohibida en el mundo de la acuariofilia, que, si bien es verdad que la variedad generalmente mantenida en acuarios (Pomacea bridgesii) no es la misma que la de la plaga en el Delta del Ebro (Pomacea canaliculata), sino un “primo” como podría decirse, se teme que la situación pueda agravarse en los siguientes años si se vuelven a suceder fugas o liberaciones.

Actualmente el Departamento de Agricultura de la Generalitat planea liberar Macrobrachium rosenbergii al Delta del Ebro, de forma que acaben con estos caracoles. Su posible plan es libe-rar sólo ejemplares macho para evitar una nueva invasión y que mueran en el invierno, ya que son invertebrados tropicales. El problema viene en determinar cómo podrían afectar a la cadena trófica y la posible trasmisión de enfermedades tropicales a es-pecies autóctonas.

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Caracol manzana. Foto de Carmine Orza

Caracol manzana. Foto de Carmine Orza

Caracol manzana. Foto de Carmine OrzaCaracol manzana. Foto de Carmine Orza

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La radiación electromagnética es un fenómeno físico que está presente en absolutamente todos los ámbitos de la vida. Es otra forma más de energía que conforma el universo en el que vivi-mos. Físicamente se propaga de una manera un tanto peculiar: está formada por una componente (onda) eléctrica y otra mag-nética que viajan en planos perpendiculares entre sí. Pero para entenderla mejor la simplificamos por una onda 'al uso'.

Y como toda onda, se caracteriza entre otras cosas por su fre-cuencia (f) y su longitud de onda (λ) que están relacionadas in-versamente:

Imaginemos una instantánea del perfil de la superficie del agua cuando tiramos una piedra a un estanque. En esas olas que se forman, la longitud de onda es la distancia que separa dos crestas o picos consecutivos. La frecuencia es la inversa del tiempo que transcurre entre que en un punto determinado pasa un pico y vuelve a pasar el siguiente consecutivo.

En las ondas electromagnéticas, la relación entre longitud de onda y frecuencia está escalada (multiplicada) por la velocidad de propagación de esa onda en el medio correspondiente (en nuestro caso, la velocidad de la luz en el aire/agua, la podemos considerar casi la misma para las profundidades que manejamos en nuestros acuarios, c, o velocidad de propagación de la luz en el vacío).

λ = c/f

La luz no es más que la parte de radiación electromagnética que puede percibir el ojo humano. Está formada por varias compo-nentes espectrales diferentes (el famoso arcoíris), donde pode-mos aproximar diciendo que cada componente única determina un color puro, caracterizado por su longitud de onda o frecuen-cia, entre otros parámetros.

El espectro luminoso o espectro visible de la luz es determinante en lo que respecta a la iluminación de acuarios plantados, donde el fallo más común entre la mayoría de los aficionados es el hecho de no tener en cuenta la fotosíntesis y la parte del espectro que afecta al crecimiento de las plantas. La elección de la luz se limita

muchas veces a la elección de la bombilla en función de su tem-peratura de color en grados Kelvin. En realidad, este dato nos da muy poca información acerca de la luz que es emitida realmente dentro del espectro luminoso y la longitud de onda a la que lo hace. La luz visible para el ojo humano se mueve en longitudes de onda emitidas entre los 380 y los 780 nanómetros (nm), abarcando desde la luz violeta al rojo intenso.

El fundamento de la fotosíntesis reside en el hecho de que las plantas sólo pueden emplear para desarrollarse la luz que pue-den absorber. De todas la componentes que forman el espectro visible, sólo unas pocas son aprovechadas por las plantas, en concreto las zonas rojas y azules del espectro. A su vez, la física de cualquier cuerpo determina que es la luz que precisamente refleja y no absorbe la que determina el color del que lo vemos: las plantas verdes, por tanto, reflejan la luz de longitudes de onda en torno al color verde (490-530nm).

El hecho de que una bombilla sea más o menos brillante está aso-ciado a la cantidad de energía que esa lámpara es capaz de radiar en el espectro visible y por lo general presentan un máximo en la zona verde del espectro o zona intermedia, localizado aproxima-damente en los 550nm. La temperatura de color de una lámpara viene definida por la comparación de su color dentro del espectro luminoso con la temperatura a la que habría que calentar a un cuerpo negro ideal (en grados Kelvin) para que emita radiaciones de dicho color.

Si calentamos un cuerpo negro comenzará a ponerse al rojo (em-pieza a emitir dentro del espectro luminoso) a partir de unos 1000 K. Conforme se va calentando más, va emitiendo cada vez más colores del espectro que se añaden a los anteriores hasta lle-gar a la suma de todos los colores del espectro, que equivale a la luz blanca, que se consigue a una temperatura de unos 6000 K (aproximadamente la temperatura en la superficie del Sol). A partir de entonces van añadiéndose emisiones ultravioletas.

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Acuario plantado de Antonio Silva

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Por tanto a mayor temperatura de color, mayor presencia de luz azul. La siguiente podría ser una escala aproximada en grados Kelvin:

Límite infrarrojos---------------------

Luz incandescente: 2.700 KLuz diurna: 5.500 K

Luz “Blue Sky”: 10.000 K---------------------Límite ultravioleta

Para seleccionar la iluminación de un acuario plantado no basta con fijarse en la temperatura de color de la lámpara. Si bien es cierto que las bombillas de espectro total (entre 5000 y 6500 K) son consideradas como las más adecuadas para acuarios planta-dos, esa información no indica qué tipo de luz está emitiendo la lámpara en términos de longitud de onda. Cuando se desea opti-mizar tanto el desarrollo de hojas como la longitud de los tallos y color de la planta, es necesario recurrir a luces tanto rojas como azules dentro del espectro para la fotosíntesis.

Podemos generalizar diciendo que se necesita fundamentalmen-te una mezcla de luz roja y azul para las plantas y verde para no-sotros (tal y como percibe el brillo el ojo humano). Si se tiene una luz excesivamente brillante y las plantas tienen una apariencia muy verde, significa que en el espectro de dicha luz predomina la energía de las longitudes de onda próximas al verde. No cai-gamos en el error de pensar que dicha luz es adecuada para las plantas, ya que ellas no emplean la luz correspondiente al verde para realizar la fotosíntesis.

La luz solar presenta picos en 475 nm (espectro azul). Dicha longitud de onda es más corta que la roja y la aprovechan tanto plantas como algas. Conforme la luz atraviesa el agua, la intensi-dad de la misma disminuye. Las longitudes de onda azules, más cortas, penetran mejor y más rápido en el agua, frente a las rojas, que son más lentas y se absorben con mayor rapidez.

Los pigmentos fotosintéticos que emplean las plantas, o clorofi-las, absorben las luces rojas y azules, pero son más efectivos con la luz roja a una longitud de onda de 650-675 nm. La luz azul es aprovechada con una tasa superior, simplemente por el hecho de que existe más disponibilidad por su facilidad para penetrar en el agua frente a la luz roja.

Los picos de absorción más importantes para las plantas verdes son:

- Clorofila-a: 430 nm / 662 nm.- Clorofila-b: 453 nm / 642 nm.- ß-Carotenos: 449 nm / 475 nm.

Sin embargo, las plantas rojas suelen aprovechar más luz de la parte azul del espectro.

Más allá de elegir una luz adecuada para la realización de la fotosíntesis, como se especifica más arriba, es recomendable al menos elegir una luz con la temperatura de color que mejor se adapte a las necesidades estéticas de tu tanque. Por lo que no merece la pena obsesionarse con la temperatura de color más allá de la apariencia que busquemos en la urna: desde el punto de vista de la temperatura de color, la luz azul mejorará el azul en nuestros peces; la luz verde hará que el tanque parezca más bri-llante para los humanos y mejorará el color de las plantas verdes; y la luz roja mejorará el rojo de nuestros peces, así como de las plantas rojas. Pero todo ello sobre todo desde un punto de vista de apreciación por el ojo humano.

Pasemos ahora a hablar de parámetros estrictamente cuantitativos en lo que a iluminación se refiere. El lumen (lm) se define como una medida de la potencia lumino-sa emitida por una fuente. En este concepto se contempla la sensibilidad variable del ojo huma-no frente a las distintas longitudes de onda de la luz.

El lux (lx), que se emplea para medir el ni-vel de iluminación, equivale a un lumen por metro cuadrado (lm/m²), por lo que son similares. Ambos están defi-nidos en términos que afectan a la percepción humana de la luz, pero no a las plantas. Ambos parámetros se centran en la cantidad de energía presente en la banda de las longitu-des de onda equivalente a los tonos verdes, banda a la que es más sensible el ojo humano y no las necesidades lumínicas de las plantas. Normalmente las fuentes de luz artificiales se evalúan en base a los lúmenes de salida que ofrecen. Pero no se incluye toda la energía que realmente emite la fuente, sino aquella que afecta o es capaz de captar el ojo humano.

Por lo general se suele tener acceso a la información de una lám-para en lúmenes, pero no hay que perder de vista qué es lo que realmente significa. Una bombilla A puede tener más lúmenes que otra bombilla B y realmente parecernos más brillante, sin embargo la bombilla B puede suministrar una luz mucho más aprovechable para las plantas.

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Podemos, por ejemplo, comparar los lúmenes emitidos por una lámpara cool white con una GroLux en igualdad de watios para ver la diferencia. Mientras que un tubo de 40W cool white emi-te unos 3050 lúmenes, un tubo GroLux de potencia equivalen-te emite tan solo 1200 lúmenes. La diferencia radica en que el GroLux emite muy poca luz en el rango del verde y la cool white emite mucha energía en dicho rango. Lo más recomendable es emplear una mezcla de ambos en un acuario plantado: el GroLux es tal vez el mejor tubo para acuarios plantados, pero el aspecto que ofrece es del de una luz tenue y algo violácea; sin embargo si se añade luz del tipo Philips 6500 K, el efecto es mucho más

agradable al ojo humano y, además, bueno para las plantas. Según recomendaciones del propio

fabricante (Sylvania), la combinación ideal dentro del espectro foto-

sintético es la de emplear un tubo GroLux junto a un

GroLux de amplio es-pectro (CRI de 89,

ahora hablaremos de este concep-

to), cuya com-binación ade-más da un buen resul-tado como luz para amanecer/anochecer en el tan-que.

Las referen-

cias, tanto en grados Kelvin

como en lúmenes no son muy útiles

para las plantas. La es-cala en grados Kelvin está

relacionada con qué aspecto tendrá el tanque para nosotros y es

una escala totalmente subjetiva. Sí que es cierto que los rangos más bajos de la escala

Kelvin tienen mayor presencia de rojos y los grados más altos mayor presencia de azules. Los lúmenes a su vez no tienen ningún tipo de significado para las plantas, ya que ellas no sin-tetizan la luz verde en la fotosíntesis. Como dijimos, una lámpa-ra de la misma potencia con más lúmenes que otra tiene mayor aporte de luz verde.

No hay que dejarse engañar y pensar que la temperatura de color es un indicador de qué longitudes de onda están presentes en un tubo. La longitud de onda emitida por dos tubos con la misma temperatura de color puede diferir enormemente. Por tanto, no debemos emplear dicho parámetro para determinar la luz más adecuada para el crecimiento de las plantas. No obstante, sí que nos dará una idea de qué aspecto mostrará el tanque que ilumi-

nemos con ella. Por ejemplo, la luz blue sky tienen una tempera-tura de color de 10.000 K y tiene un aspecto azulado, pero úni-camente significa que predominan las longitudes de onda azules y que activará la actividad fotosintética de las plantas en el rango de los azules, lo cual es algo positivo, y además permitirá tener un mejor efecto sobre la fauna azul, como pueden ser algunos tetras, cíclidos enanos, algunos invertebrados, etc.

Los pigmentos fotosintéticos rojos son menos eficientes a igual intensidad lumínica y, por tanto, requieren mayor intensidad que los pigmentos azulados para rendir adecuadamente. Por tanto, su rendimiento dependerá en este caso de la luz azul y algo de verde así como de mayor intensidad lumínica. La mayoría de las plantas son capaces de cambiar los pigmentos que emplean para la fotosíntesis en función de la luz que reciban. Podemos verlo por ejemplo, en plantas de coloración rojiza, que pueden mostrar tonos verdosos si la intensidad lumínica es baja (sin suficiente luz azul o verde). Del mismo modo, algunas plantas verdes produ-cen hojas más anaranjadas o rojizas cuando están más cerca de la fuente de emisión lumínica o con fuentes mucho más intensas.

Si entramos más en el tema fotosintético, encontramos la RFA o Radiación Fotosintética Activa (del inglés PAR, “Photosyntheti-cally active radiation”), que es la medida estándar para cuantifi-car la cantidad de energía disponible para la fotosíntesis. Mide, asignando el mismo peso a todas las longitudes de onda, la emi-sión de salida de una fuente luminosa en el rango de 380 a 780 nm, y no dando mayor peso al rango de los verdes como los lú-menes. Otro aspecto que diferencia al RFA o PAR de los lúmene s es que no es una medida directa de energía, sino que se expresa en número de fotones por segundo. El motivo no es otro que el hecho de que la reacción fotosintética tiene lugar cuando la plan-ta absorbe un fotón, sin importar cualquiera que sea su longitud de onda, siempre y cuando esté dentro del rango citado anterior-mente. En otras palabras, si se absorbe una cierta cantidad de fotones azules, la cantidad de fotosíntesis que genera en la planta es idéntica a si esos fotones hubieran sido rojos.

Este es el hecho fundamental por el que es tan importante co-nocer el espectro de salida de un tubo antes de decidir si es una buena fuente lumínica para las plantas. Por eso es conveniente emplear una combinación de tubos adecuada para obtener una iluminación que ofrezca buenos resultados al ojo humano y una luz adecuada para las plantas al mismo tiempo.

Podemos encontrarnos también con otros parámetros derivados del PAR, como el PARA y PARR. Son el mismo parámetro pero relacionado únicamente a la luz del rango del azul (PARA) o del rojo (PARR). Existe otro parámetro conocido como PUR (Photosynthetically Useable Radiation) que mide la fracción del PAR que es apro-vechable por los pigmentos fotosintéticos, es decir, la energía radiada en las longitudes de onda de aprovechamiento de la fo-tosíntesis.

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Por otro lado, el Índice de Reproducción Cromática o IRC (del inglés CRI o Color Rendering Index) es un indicador de la cer-canía de una luz artificial a la luz natural (espectro completo) en una escala de 0 a 100 respecto a cómo reproduce a los obje-tos al iluminarlos. Por ejemplo, en el caso del Philips PL-L 950 encontramos un IRC de 92, lo que representa una muy buena capacidad de reproducción cromática. Dos tubos con la misma temperatura de color pero diferente IRC pueden ofrecer resulta-dos muy variados. Volviendo a la temperatura de color, el que la luz de un tubo nos parezca “natural” es totalmente subjetivo: depende de a lo que estemos acostumbrados. Por ejemplo, los entornos nublados se aproximan a una luz diurna de unos 7.000 K; una zona con cielos despejados la mayor parte del tiempo puede asemejarse a una temperatura de 5.000 K; sin embargo el cielo de latitudes más al norte se puede aproximar a los 10.000 K. En cualquier caso, es necesaria una buena reproducción cromática en los tubos, lo que es más difícil de conseguir con tubos con elevada temperatura de color.

En general, las plantas crecerán bien con tubos “normales”, ya que normalmente ofrecen emisiones tanto en longitudes de onda rojas y azules. El problema es que también presentan emisiones entre los 500 y 600 nm, rango que aprovechan las algas. Tanto las algas como las plantas verdes emplean los mismos pigmentos para la fotosíntesis: clorofila a/b y carotenoides. Por lo que la luz que le viene bien a unas lo hace también para las otras. Pero hay otro tipo de algas, como las verdeazuladas (cianobacteria), que contienen ficocianina y absorben las radiaciones cercanas a los 600nm (naranja-rojo), emisiones presentes en la mayoría de tu-bos comerciales. Por lo que a la hora de plantear la iluminación de nuestro acuario plantado, es recomendable que ésta sea más fuerte en la parte roja del espectro. Siempre podremos compensar tanto con luz azul, que fomentará el crecimiento compacto y espeso de las plantas, como verde para la percepción del ojo humano, a pesar de que dicha luz azul también beneficiará al crecimiento de las algas. Por tanto es recomendable que las emisiones se acerquen a 2/3 de luz en el rango de los rojos y 1/3 en el de los azules, que en términos de PAR se traduce en una relación PARA/PARR de 1/3.

Los tubos que se venden como genéricos para acuarios plantados normalmente ofrecen suficiente energía dentro del rango de los azules pero no lo suficiente para los rojos de acuerdo a lo que se-ría idóneo para las plantas acuáticas. Puede que el rojo que apor-te sea o no el adecuado de hecho, dependerá del fabricante y el modelo concreto. De modo que volvemos a necesitar las gráficas que nos muestren la emisión espectral del tubo en cuestión para determinar si es el más adecuado para nuestro acuario planta-do. Si comparamos tubos fluorescentes lineales con fluorescentes compactos o CF (como las bombillas helicoidales de bajo con-sumo), por norma general el espectro ofrecido por estas últimas aún está muy lejos de la calidad ofrecida hoy día por la mayoría de fabricantes de tubos lineales.

Otro aspecto a destacar y que podemos consultar antes de com-prar un determinado tubo es el factor de pérdida de luminosidad que ofrece a lo largo del tiempo. Encontraremos lámparas de di-versa índole, desde algunas que sólo pierden un 10% de lumino-sidad a otras que pierden más de un 30% para el mismo intervalo de tiempo. Evidentemente, cuanto mayor sea dicho factor, más tiempo pasará hasta que nuestros tubos necesiten un cambio. Por regla general, lo ideal es cambiar los tubos cada 6 meses, si ha-blamos de tubos lineales, o cada año, cuando hablamos de tubos compactos.

Los tubos que se comercializan dentro del mercado de la acua-rofilia no son necesariamente mejores que versiones genéricas de uso cotidiano, y por lo general suelen ser más caros. Además, tampoco se comercializan de la manera más adecuada: algunos ofrecen gráficos del espectro de emisión del tubo, pero en lugar de representarlos respecto a una medida de potencia real, como la relación entre watios y lumens emitidos, representan poten-cias relativas respecto al máximo que ofrece la lámpara. Digamos que el pico máximo de la gráfica es el 100% de la emisión de la lámpara, y el resto de picos están representados en función a ese máximo. Lo cual no nos da una información real y objetiva de la potencia emitida en valores absolutos, y sí de la relación entre la potencia en diferentes longitudes de onda. Comparad sino la siguiente imagen con la mostrada al comienzo de este artículo. Las plantas acuáticas responden mejor y más rápido a los posi-bles cambios en las condiciones de iluminación a las que se las someta que las algas; además, son capaces de regular la fotosín-tesis a mayor velocidad también al estar más evolucionadas que las algas. Mientras que las plantas comienzan a realizad la foto-síntesis en cuanto hay luz, las algas necesitan un periodo largo y continuo de iluminación para ello.

De modo que introducir una hora al principio y al final del foto-periodo con una luz más tenue para amaneceres/atardeceres e incluso dar un breve descanso justo en mitad del fotoperiodo, cuanto mayor es la intensidad lumínica, sólo puede ir en detri-mento de la formación y proliferación de algas en un acuario plantado. La duración dependerá de muchos factores como el tipo de luminaria, intensidad, tamaño de la urna, etc.

Pero no os dejéis engañar, si bien hay muchos otros motivos que generan la aparición de algas, la mayoría va ligada al desequili-brio de nutrientes en nuestros tanques. Por lo que no merece la pena un análisis exhaustivo del tipo de luz que empleamos en-focando nuestros esfuerzos en evitar las algas, sino en optimizar el adecuado crecimiento de nuestras plantas acuáticas. El mejor remedio para acabar con ellas no es otro que entender mejor la química de nuestro acuario y ser capaces de corregir los desequi-librios, pero el tener como aliadas un buen batallón de plantas acuáticas sanas y con un correcto aporte lumínico ayuda enor-memente en la batalla contra las “indeseables”.

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Acuario plantado de Antonio Silva

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Muchos de nosotros hemos oído hablar de sifonar, sifón, etc. In-cluso lo habremos hecho alguna vez en nuestros acuarios, pero habrá gente que no sepa en qué consiste, por qué se hace o cómo hacerlo.

¿Por qué sifonar?

Como norma general no es absolutamente imprescindible sifo-nar nuestro acuario, seguramente habrá gente que no lo habrá hecho en la vida ni su acuario lo necesitará, pero, a veces, pasa a ser inevitable. Entre el sustrato podemos ver un cúmulo de ma-teria parecida a polvo que se va acumulando. Este polvo (por así decirlo) son los detritus, es decir, restos de desechos de alimentos y de defecaciones de los animales que habitan en el acuario. Prin-cipalmente, la acumulación de los detritus se puede deber a un exceso de alimentación de las gambas, que acaban por descom-ponerse entre el sustrato.

A parte del aspecto visual de suciedad, resulta problemático cuando los parámetros de nuestra agua se alteran, particular-mente en el caso de los nitratos (NO3), generando picos altos que pueden llegar a ser mortales para nuestras gambas. El exceso de detritus en el sustrato fomenta la aparición de plagas de otros individuos que se alimentan de ellos, como por ejemplo, las pla-narias. Cuando los nitratos son demasiado elevados (más de 10 mg/L) es necesario proceder con algún cambio de agua y sifonar un poco los restos para irlos reduciendo paulatinamente hasta que dejen de ser un grave problema y una causa de mortalidad.

¿Qué es un sifón?

Un sifón no es más que un aparato consistente en una parte más amplia que nos servirá para remover el sustrato y un tubo por donde saldrán el agua y los desechos. Vamos a ver distintas op-ciones:

1. Sifón comercial: existen muchos sifones comerciales que po-demos encontrar en tiendas especializadas, e incluso en los chi-nos. La mayoría de estos sifones tienen el inconveniente que el tubo de succión es muy ancho y en el caso de trabajar en acuarios de poco volumen hay que controlar mucho que no se esté sacan-do agua en exceso.

2. Sifón casero “jeringa”: este sifón es muy sencillo de fabricar en casa y muy fácil de usar. Para montarlo sólo necesitaremos una jeringa de farmacia de 20mL (se puede hacer con una de 5mL para zonas más reducidas o nanoacuarios) y un tubo de airea-dor con suficiente longitud para que el agua con los detritus que saquemos llegue hasta el envase de recogida que estará siempre por debajo del nivel del acuario. Para hacerlo sólo tenemos que cortar las aletas de los laterales de la jeringa para que quede como un cilindro y se introduzca bien en el sustrato, e incorporar el tubo del aireador en la punta de la jeringa a presión. Se puede usar silicona para evitar que se suelte, pero no es imprescindible.

3. Sifón casero “botella”: en este caso, usaremos el cuello de una botella pequeña y un tubo de aireador. Sólo hay que cortar la botella a la altura del cuello y perforar el tapón lo justo para in-troducir el tubo del aireador a presión.

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Estas dos últimas opciones de sifón, realizadas en casa, con un coste muy bajo y realmente sencillas de fabricar, se pueden per-feccionar con más accesorios. Es decir, para evitar meter la mano en el acuario, podemos colocar un palillo de los chinos atado con bridas al tubo. Personalmente, lo intenté pero me resultaba difícil de maniobrar con el palillo, aunque quizás es una simple cuestión de práctica. Lo único que hay que tener en cuenta si se mete la mano en el acuario es de limpiarla bien para que no que-den restos de jabón ni otros productos cosméticos o de limpieza.

Otro accesorio del sifón sería colocar una malla en la base de la jeringa o de la botella atada con gomas. Así es como lo utilizo yo, dado que he comprobado que si el sustrato tiene poco peso tiende a subir con la succión y colapsa más rápidamente el tubo.

¿Cómo sifonar?

Ahora que tenemos el sifón hecho y sabemos cuándo o por qué debemos usarlo, vamos a ver cómo hacerlo.

Antes que nada decir que aunque no es complicado requiere de cierta paciencia y práctica. Las dos primeras veces que sifoné mi acuario, acabé levantando la mitad del sustrato, estresando a las gambas (y a mí) y dejándolo como si hubiera habido un autén-tico terremoto.

En el caso que sea posible, sacaremos un poco de agua del acua-rio en un recipiente y meteremos a las gambas dentro mientras estamos trabajando en el acuario. No es absolutamente impres-cindible hacerlo y, a veces, puede resultar imposible si hay crías escondidas entre los musgos, pero es más cómodo porque aun-que no vayamos a dañar a las gambas con el sifón, algunas vienen a cotillear y estorban un poco.

Para empezar podemos parar el filtro y el aireador (si tenemos), así el agua no tiene tanto movimiento y si levantamos polvo o detritus queda al momento en su sitio de nuevo.

Ya está todo parado y nosotros tenemos el sifón en la mano y un recipiente debajo del acuario donde irá a parar el agua con los

desechos. Metemos la jeringa en el agua (o la botella) y succiona-mos el tubo hasta que el agua empieza a salir por el extremo en el envase que hemos preparado. Siempre que sea posible, aconsejo que el recipiente sea transparente, ya que sin querer podemos succionar alguna cría que esté en el sustrato y así cuando acaba-mos el proceso de sifonado podemos verificar que no nos hemos llevado a nadie sin querer. Meteremos la jeringa en el sustrato y la moveremos con cuidado. Poco a poco, iremos viendo cómo los detritus son absorbidos a través del tubo y el agua del reci-piente empieza a tener un color marrón. Iremos repitiendo este movimiento, sin levantar el sifón del sustrato, evitando así que se levante la suciedad y quede en el agua.

En el caso de tener plantas enraizadas en el sustrato hay que de-jar entre 3 y 5 cm alrededor de la planta sin sifonar para evitar levantar las raíces y desplantarlas. En mi caso, como no tengo plantas enraizadas al sustrato, pero sí musgos atados a piedras y helechos atados a troncos de cholla, he retirado del acuario estos elementos con mucho cuidado para poder sifonar por debajo de donde están colocados.

No es necesario hacer todo el acuario de golpe, es decir, podemos hacer una parte y dejar otra parte para otro momento. Hay que tener en cuenta que durante el sifonado estamos sacando agua del acuario, así que, dependiendo del volumen del mismo, po-dría ser un problema. Para ello, sifono cuando tengo que hacer cambio de agua, así controlo que el agua que saco (que sería la que sacaría con el cambio) se corresponde a la que tengo que re-

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emplazar posteriormente para que el acuario tenga más o menos siempre el mismo nivel de agua y no hayan alteraciones en los parámetros.

Y ya para terminar, una vez hecho el sifonado volvemos a conec-tar el filtro y el aireador (si tenemos). Aunque se haya levanta-

do polvo al poco rato vuelve a asentarse y si queda un poco por la superficie podemos hacer un pequeño sifonado extra en esa zona. Evidentemente, si hemos sacado las gambas, esperamos a que esté todo asentado de nuevo y las podemos volver a meter en su casa.

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Acuario antes de sifonar

Acuario después de sifonar

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Vamos a presentar una nueva serie de artículos en los que explo-raremos cada rincón de la geografía ibérica en busca de nues-tras pequeñas joyas autóctonas, las cuales no tienen nada que envidiar a otros moluscos más exóticos como los que podríamos encontrar en los lagos de Sulawesi, en los pantanos de Florida o en la cuenca amazónica. Dada la gran variedad de fauna acuá-tica invertebrada que podemos encontrar en tierras españolas, intentaremos agrupar esta sección por familias importantes o, como es este caso, por géneros, empezando por uno de los gé-neros emblemáticos de gasterópodos ibéricos y, en general, me-diterráneos: los Melanopsis. La familia a la que pertenecen es la Melanopsidae.

En aguas continentales españolas podemos encontrar 5 ó 6 es-pecies de este género (según el autor consultado): Melanopsis cariosa, M. lorcana, M. penchinati, M. praemorsa y M. tricarinata (la cual incluye la subespecie tricarinata y la subespecie dufouri). Por lo general son caracolas operculadas y con escotadura en la base de la abertura, de concha gruesa y cónica o sub-cónica o sub-fusiforme, de unos 2.5 a 3 cm de longitud, de giro dextrógiro y con un total de unas 6-7 espiras.

Hábitats y localización geográfica:

Estas caracolas habitan por lo general aguas duras y limpias en numerosos países de la cuenca mediterránea (más adelante vere-mos en concreto dónde podemos encontrarlos en las tierras espa-ñolas), tanto en las zonas de curso medio-bajo de ríos y afluentes como en diques, canales de riego siempre con aguas de elevada dureza (Gh y Kh) y presencia de algas y vegetación acuática o ma-teria vegetal en descomposición. También es posible encontrarlas en embalses de riego o zonas de aguas más estancadas, aunque prefieren zonas un tanto turbulentas. Su medio natural es espe-cialmente sensible a cambios ambientales y su distribución muy reducida en el caso de determinadas especies que se consideran endemismos locales, por lo que cualquier alteración de su medio sería una grave amenaza para estas especies. Prefieren fondos o paredes sólidas (de roca, cemento, hormigón…) aunque también frecuentan fondos cenagosos y lugares con vegetación palustre abundante. Tienen hábitos parcialmente anfibios, saliendo por encima de la superficie del agua en numerosas incursiones. No toleran demasiado bien temperaturas inferiores a los 13-10ºC pero sí que son muy osmotolerantes (viven en rangos de salini-dad muy variados). En muchas ocasiones ciertas especies de algas generan concreciones calcáreas sobre sus conchas, prolongando

y alterando la forma de éstas.

Conocien-do a cada especie:

Melaopsis lor-cana es una ca-racola de concha espiralizada y alar-gada, acabada en una punta fina; presenta una con-cha lisa y casi perfectamente cónica, en ocasiones con ligeros escalones entre cada espira; es de giro dextrógiro y operculada, siendo sus antenas filiformes, y presen-ta una trompa prominente característica de su familia, siendo estos últimos rasgos que se van a repetir en sus congéneres. El color del manto en esta especie es oscuro, en ocasiones gris páli-do. El color de la concha puede variar pero en general es oscura rozando el negro puro, rojo intenso o de tonos marrones, con o sin punteaduras más oscuras. Puede alcanzar casi los 3 cm de longitud (en general este será el tamaño medio de todo el género, por lo que no repetiremos este dato así como muchos otros). Esta especie en concreto puebla la cuenca del Río Segura, y se ha visto reducida a escasas zona de la provincia de Alicante (donde la po-demos encontrar en Novelda, Rabasa, Orihuela… por ejemplo) y a la comunidad de Murcia, aunque en tiempos pasados abarcaba una mayor extensión (Albacete y Almería) que se ha visto re-ducida drásticamente por la contaminación de ríos y abandono de sistemas tradicionales de riego en las últimas décadas. Pese a que no existe una figura de protección legal para esta especie, sí es cierto que se considera como vulnerable en el Catálogo de Especies de la UICN para España.

M. cariosa es una caracola de concha más cónica/subesféri-ca-ovoide. Puede alcanzar los 3,5 cm de longitud. Se trata de un endemismo de Andalucía que ocupa las cuencas fluviales del Guadalquivir, el Guadiaro y el Guadalete, así como sus diver-sos afluentes, encontrándose en las provincias de Málaga, Cá-diz, Sevilla y Córdoba. La especie también ha sido descrita en el norte de África. Está catalogada como especie vulnerable en el Libro Rojo de los Invertebrados de Andalucía, pese a lo cual, no cuenta con ninguna figura especial de protección debido a las

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M. cariosa. Foto de Isaac García

M. lorcana. Foto de Isaac García

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altas poblaciones de dicha especie en los parajes que habita. Sin embargo la presencia de moluscos exóticos invasivos en la cuen-ca del Guadalquivir (almeja asiática, almeja amarilla y mejillón cebra), así como los reiterados vertidos y agresiones al medio fluvial, pueden suponer un grave retroceso de esta especie en los próximos años.M. penchinati presenta una concha más obesa/oblonga, con mu-chas costillas muy recias en cada espira, que le da nombre a la especie. Se trata de una caracola típica de las surgencias termales de la provincia de Zaragoza y del Río Jalón, habitando también en canales de riego. Su distribución es muy limitada, siendo la menos extendida de todas las especies ibéricas del género Mela-nopsis. El Gobierno de Aragón la tiene catalogada como especie sensible a alteraciones de su hábitat y aunque de por sí no cuenta con ninguna figura de protección especial, sí lo hacen las zonas donde habitan.

M. praemorsa presenta una concha casi lisa y casi perfectamente cónica, con ligeros esbozos de acostillamientos en cada espira. Si distribución es la más amplia de todo el género. En el Mediterrá-neo se extiende por numerosos países de la costa norte africana, Israel, Irán, Turquía, etc. En España la podemos encontrar desde varias provincias de Andalucía hasta llegar a Cataluña, pasando por la Comunidad Valenciana y Murcia. Su gran distribución y abundancia de ejemplares en las zonas donde habita hacen que no se les considere una especie sujeta a ningún grado de protec-ción.

Por último, dentro de la especie Melanopsis tricarinata encontra-mos la subespecie tricarinata que presenta una carena, quilla o cresta en cada espira que le da nombre a la especie (le confiere un

aspecto de triple carena muy peculiar, similar a un tornillo con aristas). La subespecie dufouri no muestra las crestas de la con-cha nada marcadas, en su lugar presenta abombamientos y hen-diduras que le fan un aspecto ondulado, siendo algunos ejem-plares incluso totalmente lisos (muy similares a M. praemorsa).

Cabe decir que existe mucha controversia entre los taxónomos que apuestan por un modelo de especie morfológico más clásico y aquellos que pretenden incorporar las nuevas técnicas genéti-cas y moleculares, por lo que no está nada claro en este momento si realmente se trata de 6 especies diferentes o de subespecies, variedades morfológicas, geográficas, etc. Si las consideramos como especies aisladas (siguiendo un modelo clásico) es relevan-te mencionar que todas ellas hibridan entre sí (aparentemente se aprecia eso en acuarios mixtos) y que dan lugar a descendencia híbrida con rasgos intermedios a los progenitores.

Acuarios recomendados:

Hay dos opciones recomendables, ambas son posiciones extre-mas, por un lado mantenerlas en acuarios grandes, con abun-dante vegetación y presencia de algas verdes para limitar su con-sumo de plantas y minimizar el daño en las mismas. Si son pocos ejemplares apenas notaremos este efecto, si son abundantes en el acuario ocasionarán muchos daños. La opción contraria es man-tenerlos en acuarios basados en un hardscape de rocas, troncos y sustrato grueso, donde no puedan dañar una composición plan-tada que nos importe. El agua debe estar bien oxigenada, con un flujo constante y buena filtración ya que son especies de aguas claras y poco contaminadas, por lo que no toleran excesos de nitratos o de amonio, así como metales pesados. El pH del agua

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M. tricarinata. Fotos de Isaac García

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debe oscilar en torno a 7 y la dureza debe superar los 12º Gh. En aguas ácidas y blandas su concha sufrirá un severo desgaste llegando a producir la muerte del animal. La temperatura pue-de oscilar entre los 15º y los 32ºC aunque su óptimo se sitúa en torno a los 25ºC. Necesita sustratos de granulometría fina o me-dia, con algo de arena o limo donde se enterrará ocasionalmente. También acoge de buena gana otros elementos decorativos como rocas o madera.

Alimentación:

Todas ellas se alimentan fundamentalmente de algas verdes ad-heridas a rocas y paredes, aunque sienten especial predilección por ciertas partes tiernas de plantas verdes, lo cual constituye un problema a la hora de introducirla en acuarios plantados. Se pue-de reducir su consumo de plantas depositando en el acuario pas-

tillas de fondo hechas a base de verduras y concentrados vegeta-les o de algas como la espirulina, aunque esto no asegurará que no contemplemos periódicamente cómo danzan en la superficie del acuario algunos tallos de nuestras plantas favoritas, podados con precisión quirúrgica.

Comportamiento:

Son especies activas aunque algo lentas, que deambulan perma-nentemente por el acuario raspando la superficie de rocas, tron-cos o cristales. Pueden enterrarse ocasionalmente pero por lo ge-neral pasan el tiempo adheridas a cristales, plantas o al sustrato alimentándose de restos vegetales o mordisqueando tallos y ho-jas tiernas. Prácticamente todas las especies del género muestran un comportamiento anfibio ocasional, saliendo por encima del nivel del agua y permaneciendo así incluso horas si la humedad

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Hábitat de M. tricarinata en la Provincia de Castellón.

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en esa zona es suficiente. Este comportamiento puede constituir un problema en acuarios destapados ya que, en ocasiones, los cara-coles sobrepasan el borde de la urna, cayendo fuera y si no lo detectamos a tiempo pueden morir deshidratados, pese a que gracias a su opérculo pueden resistir cierto tiempo la desecación. En su hábitat estas especies se agrupan en comunidades de miles o millones de individuos, constituyendo verdaderos tapizados vivientes de las paredes rocosas de acequias, ríos, etc.

Reproducción:

De complicada reproducción en acuarios, no por su imposibilidad, ya que resulta viable, sino por su extrema lentitud. Depositan pequeñas bolsas de huevos que contienen aproximadamente una veintena sobre rocas o sustrato sólido, o bien depositan huevos aislados enterrados en el sustrato que tardan entre 2 y 4 meses en eclosionar. Los sexos en estas especies se encuentran separados (no existe dimorfismo sexual apreciable, salvo en la época de cópula en la que las hembras presentan una glándula blanquecina visible en la base de los tentáculos), por lo que es necesaria la conjunción de hembras y machos para que se reproduzcan en cautividad. Desde el momento del nacimiento ya se observan las líneas que originarán las costillas principales o las carenas en su concha en las especies que las presentan (como M. cariosa o M. tricarinata). El crecimiento no es demasiado rápido debido al grosor de su concha y al ritmo vital pausado de estos animales. Necesitan aguas de una dureza muy elevada para crecer sin daños en su concha y si se mantienen en aguas blandas la mortalidad, tanto juvenil como de adultos, es muy elevada debido a problemas de descalcificación severa y otras enfermedades derivadas.

Compatibilidad con otras especies:

Son animales de carácter pacífico, pueden convivir con cualquier especie que no deprede moluscos. Dada su dieta, quizá sean los gasterópodos ideales para acuarios poco o nada plantados, con sustrato rocoso y disponibilidad de algas. Resultan pues ideales para cangrejarios con un diseño basado en un hardscape rudimentario y toleran muy bien la presencia de vecinos rudos como puedan ser diversas especies de cangrejos (Procambarus sp., Cherax sp., Astacus sp., etc).

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1. M. lorcana2. M. praemorsa3. M. tricarinata dufouri4. M. tricarinata5. M. cariosa6. M. tricarinata7. M. tricarinata8. M. cariosa9. M. lorcana

10. M. tricarinata11. M. praemorsa12. M. tricarinata13. Alicante, hábitat M. tricarinata14. Castellón, hábitat M. tricarinata15. Castellón, hábitat M. tricarinata

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Cada roca utilizada en Iwagumi tiene su propio nombre. Hay re-glas especiales de Iwagumi, tales como la forma en que su sustra-to se coloca y el orden de colocación de roca. Esta sección trata sobre los conceptos básicos de Iwagumi que cada principiante debe saber.

Cualquier tipo de roca es válida para hacer Iwagumi, tanto gui-jarros del río como rocas volcánicas, el límite esta en tu imagina-ción. Si buscáis vosotros mismos se pueden encontrar rocas muy impactantes.

Los nombres y funciones de las rocas:

Oyaishi: esta es la piedra principal en Iwagumi. Es la roca más grande y su altura debe ser aproximadamente 2/3 de la altura de un acuario.

Fukuishi: esta es la segunda más grande y se coloca en el lado de la izquierda o la derecha de la Oyaishi. Selecciona una roca con la misma o similar textura de Oyaishi para dar uniformi-dad al Iwagumi.

Soeishi: es más pequeña que Fukuishi, se coloca junto a la Oyaishi o junto con el Fukuishi y desempeña un papel clave en acentuar el contraste del Oyaishi.

Suteishi (una piedra de sacrificio): se trata de una pequeña roca que no se destaca en la disposición general de Iwagumi, y puede incluso llegar a ser oculta por plantas acuáticas de vez en cuando. Su presencia tiene una sencilla elegancia sutil.

Composición Iwagumi:

Se pueden elegir muchas formas para organizar nuestro iwagu-mi, aquí os dejo algunas “normas” básicas:

-Se considera bueno tener un número impar de las rocas que desempeñan las partes más importantes en el paisaje. -Un número par de rocas tiende a hacer un paisaje o permite

hacer zonas divididas. -El iwagumi parecerá más vistoso si el centro de la composi-ción está lateralizado a izquierda o derecha.

¿Por qué se inclina el Oyaishi?

Sanzon Iwagumi en los jardines japoneses secos aparece en po-sición vertical, el Oyaishi en Acuario Natural, se coloca en un ángulo para expresar el flujo de agua al aparecer de soportar la fuerza del agua.

Procedimiento de creación Iwagumi:

1. Colocar una capa fina y uniforme del sustrato.

2. Disponer el Oyaishi de acuerdo con la proporción área. La re-gla de oro para comenzar una disposición es mediante la coloca-ción de la primera Oyaishi. Un atractivo y equilibrado Iwagumi se puede crear mediante la colocación de la Oyaishi siguiendo la proporción áurea de 2:3.

3. Tras la colocación de Oyaishi, las rocas restantes se colocan en orden descendente de tamaño: Fukuishi primero, luego Soeishi y Suteishi después. Las posiciones de las rocas pueden variar y decidiremos al ver el resto de los ángulos y orientaciones de las demás rocas.

4. Para terminar, habrá que ir añadiendo sustrato con un peque-ño recipiente de plástico por la parte trasera del acuario. Así se obtiene una parte delantera del acuario baja y aumenta gradual-mente hacia la parte posterior para obtener una mayor sensación de profundidad.

Un punto clave en el Iwagumi son las plantas acuáticas que se utilizan para crear un equilibrio en la “fuerza” entre las rocas y la delicadeza de las plantas.

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Imágenes de Iwagumi cedidas por Iwagumi BCN

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David vs GoliathCaridina logemanni & Caridina mariae vs Caridina cantonensis

Como la mayoría a estas alturas sabrá, la especie Caridina can-tonensis ha dejado de existir y se ha subdivido en dos especies: Caridina logemanni (para todas las Crystal y Taiwan) y Caridina mariae (para todas las Tiger). Un hallazgo en el que Crustahun-ter ha participado especialmente y a quienes sin duda alguna les debo estas líneas, especialmente a Ulli Bauer, quien ha tenido la paciencia de explicarme el tema.

Inicalmente este tema ha sido confuso y para muchos de noso-tros difícil de entender científicamente por el sencillo hecho de que al juntar Crystal con Tiger tenían descendencia fértil, así que deducía directamente que deberían ser la misma especie.

Empecemos por el principio, esta división se ha hecho en base a pruebas genéticas y el hecho de que tengan descendencia fértil no impide que sean dos especies distintas. Ulli me puso un ejem-plo que, si bien no es de invertebrados, se ajusta a la perfección.

“Al reproducir un caballo con una burra (dos especies diferentes, incluso con número de cromosomas diferentes) sale un animal lla-mado burdégano, de igual modo un burro con una yegua sale una mula. Ambos en teoría estériles, el problema ha surgido cuando se ha visto que esta esterilidad no es absoluta y hay datos sobre mulas fértiles. Se ha visto principalmente con mulas porque que un burro fecunde a una yegua es más fácil técnicamente que al revés.”

Así que extrapolando este dato existe la posibilidad de que sean dos especies diferentes con descendencia fértil, lo que también explicaría la tasa de reproducción tan baja de las Tibees, Taiti-bees, Pinto, etc., ya que esas diferencias genéticas, aunque pare-cen ser muy pequeñas, si podrían alterar la reproducción a nivel de la meiosis.

Ulli también me dio otro ejemplo con invertebrados, uno del que yo no tenía conocimiento alguno de su existencia. Se basa en el cruce de Neocaridina davidi con N. palmata. El resultado hasta donde conocía era de híbridos estériles y es una teoría que de-fendía bastante. El caso es que me ha comentado que mantiene desde hace tiempo y de hecho va por su F2 (es decir tiene abue-los, padres e hijos) de híbridos entre Red Cherry y blue pearl. Si bien es verdad me ha comentado que se reproducen bien, pero en tasas algo menores que el resto de Neocaridina.

Por tanto, y llegados a este punto, sólo puedo compartir el cam-bio de nombre y dar la enhorabuena a sus autores por el trabajo realizado.

Y ahora seguimos con otro tema también importante. En el ar-tículo original sobre el cambio de nombre de la Caridina canto-nensis se menciona una tercera especie descubierta, cuyo nombre es Caridina conghuensis. Esta especie aún no está comercializada aunque se prevé hacerlo y es una especie azul con rayas blancas.

Por último la Caridina serrata se queda como estaba y sigue con-teniendo las Aura blue y Tangerine tiger.

Sobre las otras especies tan similares a la Black crystal la clasifi-cación taxonómica es la siguiente:

- Caridina maculata- Caridina breviata- Caridina ventusa = Caridina tumida (antes estaban separadas en dos especies y ahora son sinónimos). - Caridina trifasciata- Caridina meridionalis = Paracaridina meridionalis (cambia del género Caridina al de Paracaridina). Afortunadamente he de decir que ya he encontrado tiendas que han modificado sus nombres y se preocupan por vender lo más cientítificamente posible.

En las Paracaridinas seguimos con dos Paracaridina sp. Blue bee y Princess bee. Aún ninguna de ellas tiene una especie definida, pero confío en que sea cuestión de tiempo.

Y finalmente han aparecido dos gambas nuevas de las que aún no está claro qué especie son: Galaxy tiger y Leopard shrimp. De ambas gambas existe poquísima información pero a medida que sea comercializada lograremos conocer un poco más sobre ellas.

Espero que os sea de utilidad.

Jmlast

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C. logemanni. Foto de Novina C. mariae. Foto de Manu_el

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Nombre científico: Sesarma bidens (De Haan 1835)Clasificación:

Reino: Animalia.Filum: Arthropoda.Clase: Malacostraca.Orden: Decapoda.Familia: Sesarmidae.

Distribución:

Originarios de las costas tropicales del Indo-Pacífico.

Biotopo:

Es una especie muy adaptable a zonas intermareales de bosques de manglar, desembocadura de ríos, tanto en zonas de agua dul-ce como salobre. Abundan también en biotopos de selva inunda-da en cercanía siempre de las costas.

Morfología:

Cangrejo de caparazón ovalado de tamaño cercano a los 4 cm de anchura. Presenta una tonalidad parduzca con las quelas y la parte frontal que rodea a los maxilípedos con una fuerte colora-ción rojo intenso con las puntas de las pinzas amarillas.

Dimorfismo sexual:

A simple vista apreciable, el abdomen de la hembra es más ancho que el de los machos. Estos presentan una coloración más inten-sa y un tamaño de las quelas mayor.

Tanque recomendado:

Es una especie ideal para paludarios, una urna mixta donde ten-gamos una zona emergida y una zona de agua siendo muy con-

veniente que las conexiones entre ambas fases sean de fácil acce-so. Gran parte de la superficie terrestre puede ser decorada con troncos y rocas naturales así como plantas palustres o plantas tropicales por ejemplo Philodendron, Scinapsus, Fittonia, muchas bromeliáceas, orquídeas, musgos, así como diferentes especies de tillandsias y helechos. Es conveniente dejar espacios despejados ya que los Sesarma pasan mucho tiempo en tierra. No obstante también es una especie muy adaptable que puede vivir en acua-rios sin zona emergida, aunque le gusta de salir a superficie no es extraño verlos sobre filtros y chimeneas si están en acuarios estrictos. Son cangrejos extremadamente escapistas.

Parámetros recomendados:

Temperatura recomendada: 24ºC. Puede soportar rangos de temperaturas mayores pero debemos vigilar que la temperatura no baje de los 20ºCRequieren aguas neutras–alcalinas con una dureza media con Gh superior a 8º.Toleran tanto agua dulce como salobre.

Son sensibles a los compuestos nitrogenados, especialemente ni-tritos y amonio por lo que la calidad del agua que les proporcio-nemos debe ser la adecuada. Alimentación:

Omnívoro oportunista, aceptará casi todo tipo de alimentos, es preferible alimentarlos a base de gránulos vegetales y verduras con aportes de proteina de forma puntual para evitar un rápido empeoramiento de las condiciones de calidad del agua.

Comportamiento:

Para ser un cangrejo, no resulta excesivamente agresivo pudién-dose mantener varios ejemplares juntos siempre y cuando el vo-

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Sesarma bidens. Foto de Guela

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lumen del acuario lo permita. Por norma respeta tanto plantas en emegido como bajo el agua incluso puede convivir con peces de tamaño medio. De caracter tímido, huirá a refugiarse en caso de mostrarse amenazado, pudiéndosele considerar muy esquivo.

Reproducción:

Dificil en cautiverio. En su medio natural la hembra tras la cópu-la porta los huevos alrededor de tres semanas y estos son depo-sitados en zonas intermareales en agua salobres. Las zoeas pasan por diferentes fases larvarias hasta alcanzar su fase adulta. La reproducción en cautiverio está documentada por un finlandés, Jukka Järvi, es similar a la publicada por el compañero Pegassus en relación a la reproducción en cautiverio de la Caridina multi-dentata en el número 2 de esta revista. Por esta dificultad de cría deduzco que la gran mayoría, si no todos, de los ejemplares que podemos encontrar en el mercado son capturados en sus hábi-tats de origen y para la venta en tiendas de acuariofilia, siendo Tailandia, Hong Kong y Singapur los principales exportadores.

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Sesarma bidens. Fotos de Guela

Sesarma bidens, ejemplar ovado. Fotos de Guela

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Vamos a ver la primera parte práctica de este asunto que ya nos traemos desde hace tiempo entre manos. Empezaremos a prepa-rar el acuario que necesitamos para alojar algunos de estos fasci-nantes animales.

Antes que nada debemos decidir qué especies vamos a mantener, ya que no será lo mismo criar larvas de mosquito que reproducir las condiciones idóneas para mantener una pequeña comunidad de escarabajos buceadores. Habrá insectos que tendrán unas ne-cesidades mínimas tanto de espacio como de alimentos, tempe-ratura, oxigenación, etc., mientras que otros serán muy exigentes con las condiciones del acuario. Decidir las especies es muy sen-cillo, debemos observar qué animales habitan en las aguas cer-canas (charcas, ríos, arroyos, lagunas, embalses, estanques, etc.) ya que son los que más fácilmente podremos conseguir, además de los más sencillos de mantener. Es una tontería pretender con-seguir insectos tropicales (que no vamos a encontrar en tiendas de animales y será muy dificultoso conseguirlos de otros aficio-nados) cuando vivimos en la Europa templada, y al revés, por supuesto. En cada zona hay diferentes insectos, cuyo atractivo no tiene nada que envidiar al de otros de lugares distantes. Ade-más en este punto hay que añadir que la propagación de especies de insectos de unos lugares a otros de donde no son originarios puede ser una vía de entrada de nuevas plagas, ya sean agrícolas o sanitarias, por lo que nunca, bajo ningún concepto, debemos liberar especies de insectos foráneas al medio natural.

Empezaremos por establecer qué tipos de insectos se pueden mantener en un acuario convencional (un acuario plantado) y qué especies son más meticulosas. Para ello lo mejor es que vayamos repasando grupo por grupo sus necesidades más fun-damentales. Un denominador común, en todos los casos, es la necesidad de que el acuario esté cerrado ya que, recordemos, los insectos en su fase adulta tienen alas, lo cual les permite escapar con suma facilidad de cualquier recipiente abierto. Si dispone-mos de un acuaterrario (que es otra opción que ahora veremos) los respiraderos deben recubrirse con una rejilla de tamaño infe-rior al de los insectos adultos para evitar que escapen. Este punto es sin duda muy importante.

Si nos fijamos en los dípteros (moscas, mosquitos, quironómi-dos, etc.) resulta que su fase acuática es solamente la de larva, siendo los adultos de vida totalmente terrestre-aérea. Por lo tan-to lo ideal para mantener a estas especies sería un acuaterrario, donde podrían disfrutar de plantas emergidas, rocas, tierra o troncos sobre la superficie del agua. Es comprensible que si in-tentásemos mantenerlos en un acuario normal cerrado, tarde o temprano los adultos caerían al agua ahogándose, por lo que no sería nada operativo. En cambio en un acuaterrario podríamos incluso reproducirlos si les proporcionamos a los adultos su ali-mento y un lugar idóneo donde refugiarse, aparearse y realizar la puesta. Debemos saber que los dípteros tienen ciclos vitales rela-tivamente rápidos. Las larvas alcanzan velozmente el estadío de pupa, acercándose a la superficie para realizar la metamorfosis que liberará a los adultos con alas. Por tanto a veces es poco prác-tico mantener a estos animales, pero no por ello dejan de ser in-teresantes. Su alimentación mientras son larvas es relativamente simple, comiendo la mayoría de ellos material vegetal en des-composición u otros detritos, algas o vegetales. En este sentido son muy simples de mantener. Algunos, como los quironómidos o algunos sírfidos necesitan fondos fangosos donde se entierran en busca de alimento. A otros como los mosquitos culícidos este factor les trae sin cuidado ya que nadan libremente por todo el acuario. En cuanto a la calidad del agua no son nada exigentes en general, tolerando sustancias contaminantes como los nitritos, sulfatos, etc. El nivel de oxígeno tampoco es un factor limitante ya que normalmente residen en aguas muy tranquilas. Por tanto podremos tenerlos incluso en aguas estancadas carentes de filtro o aireadores. Una vez que son adultos la alimentación puede va-riar mucho, desde polen o néctar de flores, carne en descompo-sición, fruta, pescado o incluso sangre. Los que se alimentan de sangre de mamíferos (mosquitos hematófagos) serán imposibles de mantener en sus fases adultas (a no ser que les donemos la nuestra…). Algunas especies ni siquiera se alimentan cuando al-canzan la fase de imago.

Los tricópteros, plecópteros y efemerópteros son más exigentes. Normalmente encontramos a estos tres grupos en aguas turbu-lentas, como las de arroyos y ríos de montaña. Esto implica que

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Insectario de Isaac García

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son aguas muy oxigenadas, limpias y cristalinas, y, además, de temperaturas relativamente bajas. Las fases adultas también son de vida aérea-terrestre, por tanto cuando caen al agua corren el riesgo de ahogarse. Tenemos el mismo problema que con los an-teriores, necesitamos un acuaterrario con vegetación y otros ele-mentos emergidos. Pero además surge la necesidad de mantener el agua muy limpia, en constante circulación y con un sistema de filtrado muy potente. La gran mayoría de especies de estos grupos presenta un ciclo vital muy acelerado en sus fases adultas, lo cual implica que los imagos mueren pronto, una vez que se aparean y realizan la puesta. La mayoría de ellos no se alimentan, sólo lo hacen las ninfas acuáticas. Es aconsejable que el lecho del acuario sea de cantos rodados y gravilla fina, emulando las con-diciones de un arroyo. Una abundante vegetación en superficie es indispensable para la perfecta aclimatación de los adultos y para que realicen las puestas ya que algunos (los tricópteros) lo hacen sobre las hojas cercanas al agua.

Los odonatos (libélulas y caballitos del diablo) también necesi-tan un acuaterrario por los mismos motivos que los anteriores. Aquí sumamos un punto de dificultad extra: tanto ninfas como adultos son depredadores muy activos. Debemos tener esto en cuenta a la hora de mantener estos animales. Las ninfas de zy-gópteros (caballitos del diablo) pueden alimentarse de pequeños invertebrados como gammáridos, larvas de dípteros, de efíme-ras, plecópteros o tricópteros, entre otras presas de pequeño ta-maño. Las de anisópteros (libélulas de mayor tamaño) necesitan presas mayores, como otras ninfas de libélula o caballitos del dia-blo, pequeños peces, alevines, renacuajos, larvas de escarabajo, etc. Los adultos de ambos grupos cazan en pleno vuelo moscas y otros insectos más pequeños que ellos ayudándose de sus patas y sus fuertes mandíbulas. Por lo tanto el espacio aéreo es muy importante para los adultos y debe ser de dimensiones consi-derables (un acuaterrario bastante alto y largo). Reposan sobre plantas palustres como juncos, a la espera de sus presas. Una vez que las localizan se lanzan contra ellas atrapándolas en el aire. El agua para las ninfas debe estar estancada o semiestancada ya que prefieren corrientes suaves. Agradecerán fondos heterogéneos, con vegetación, lecho algo fangoso, con rocas y cantos rodados, troncos, etc., es decir, el terreno de caza idóneo para un depre-dador. Mantener un mínimo de filtración y limpieza del agua no estaría de más aunque se trata en general de especies resistentes a diversos factores.

Los coleópteros acuáticos son de dos tipos, como ya vimos: los patinadores (gyrínidos) y los buceadores. Tanto unos como otros tienen larvas subacuáticas, variando su dieta entre los vegetales y las presas vivas dependiendo de la especie. Las necesidades de las larvas son muy similares a las de las ninfas de libélula, por tanto aplicaremos los mismos criterios. En cambio los adultos son menos exigentes que los anteriores grupos. Por lo general los escarabajos acuáticos adultos no salen del agua salvo en conta-das ocasiones. Por tanto es posible su mantenimiento en acuarios convencionales. Lo que sí es imprescindible es una buena cober-tura de vegetación donde se puedan refugiar y buscar alimento. Recordemos que también se trata de especies depredadoras en su mayoría. Los gyrínidos o escribanos, por ejemplo, son es-carabajos patinadores que viven en colonias sobre la superficie del agua. Necesitarán presas que queden flotando como larvas

de otros insectos, al igual que una superficie del agua bastante tranquila, sin muchas fluctuaciones para que no les moleste. Los hydrofílidos y ditiscos necesitan aguas tranquilas, donde pasan el tiempo buceando entre las plantas, troncos y rocas en busca de presas o de carroña y subiendo de vez en cuando a la superficie para renovar sus reservas de aire. Algunas plantas flotantes como ranúnculos o similares ayudarán a que estos escarabajos reposen cerca de la superficie. Para alimentar tanto a larvas como adultos será necesario usar pequeños alevines o trocitos de pescado o carne esporádicamente.

Acabando ya nuestro repaso llegamos a los chinches de agua, también divididos en patinadores y buceadores. Todos los chin-ches son depredadores, por tanto incompatibles también con muchos otros habitantes del acuario como pequeños peces, re-nacuajos, pequeños crustáceos, etc. En general requieren aguas estancadas y al igual que pasaba con los escarabajos necesitan abundante vegetación acuática y un lecho heterogéneo donde refugiarse y cazar a sus presas. Los de superficie necesitan aguas muy tranquilas, si acaso de circulación muy lenta. Nunca bajan de la superficie por lo que se alimentan también en este nivel (lar-vas de insectos o moscas serán las mejores opciones de alimenta-ción para estos animales). Para este grupo es imprescindible un acuaterrario si queremos que se reproduzcan ya que muchos de ellos ponen sus huevos en tierra, turba o sobre las plantas emer-gidas. Sin embargo si sólo queremos mantener algunos ejempla-res adultos podremos hacerlo en un acuario cerrado donde co-locaremos algunas plantas flotantes como lentejas, ranúnculos, nenúfares o jacintos de agua. Para los buceadores como los reme-ros o los escorpiones acuáticos procuraremos un entorno rico en plantas sumergidas, con fondos arenosos o fangosos con algunos cantos rodados y troncos. Para estos chinches utilizaremos como alimento pequeños peces e insectos que echaremos sobre el agua (para los remeros que cazan bajo la superficie) o hundidos (para escorpiones e insectos palo acuáticos). Este grupo es también muy tolerante ante agentes como la temperatura, contaminantes (incluso ante el cloro), oxígeno disuelto, etc.

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¡Este 2015 va a empezar con un gran concurso!

Crustaforo, nuestro foro amigo, va a realizar un gran concurso en el que podrán participar los usuarios regis-trados. Las bases ya están disponibles en su correspondiente post.

¿En qué consiste? Pues se tratará de realizar un montaje desde cero, con las actualizaciones correspondientes para valorar su evolución durante 6 meses. Es algo ambicioso, pero ¿quién no tiene ganas de hacer un nuevo proyecto y mostrarlo, paso a paso, para ganar un concurso?

Hay interesantes premios para los 3 mejores proyectos y los 5 mejores se publicarán en la revista, optando así al sorteo que realizamos con los artículos que nos enviáis para poder seguir adelante con cada nueva publicación.

Pero ojo, no se quiere potenciar la competitividad ni el secretismo… Por ello los proyectos se postearán en el foro y se justificará desde la elección de los materiales hasta el más pequeño detalle de los parámetros para valorar la evolución. Los usuarios podrán realizar consultas a los participantes para aclarar sus dudas. Se trata no sólo de realizar un buen proyecto, sino que el mismo pueda servir como manual de consulta para futuros montajes de otros aficionados.

¡¡Os animamos a participar y a seguir la evolución de todos los proyectos presentados!!

A los que ya conocéis el foro, no tenemos mucho que decir, se trata de un grupo de aficionados con más o me-nos experiencia siempre dispuestos a ayudar a los compañeros. A los que no lo conozcáis, echad un vistazo y si os gusta el ambiente, ¡registraos y a participad!

Crustaforo y Crustanews os dan las gracias por hacer que este pequeño mundo acuático tenga cada vez más seguidores y que podamos compartir con los demás nuestras experiencias en el cuidado y el mantenimiento de nuestros amigos de acuario. A todos, ¡muchas gracias por estar ahí!

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En el número anterior de Crustanews ya analiza-mos la anatomía de uno de los dos grupos de mo-luscos de agua dulce, los bivalvos. En esta ocasión vamos a diseccionar la anatomía de los gasteró-podos paso a paso. La aparición de los gasteró-podos como clase (Cl. Gastropoda) implica varios cambios significativos en el filo de los moluscos: en primer lugar aparece una cabeza bien definida, hay un alargamiento dorso-ventral del cuerpo, la modificación de la concha primitiva (con forma de escudo) a una forma más “moderna” en forma de habitáculo, y por último la torsión corporal. Para ver a grandes rasgos su anatomía tendremos que ser muy generalistas, ya que la gran diversi-ficación de este grupo hace imposible abordarlos con propiedad en un artículo de varias páginas.

Todos los gasterópodos conservan un pie reptan-te primitivo, que es una formación que deriva del manto y que les da su característica movilidad. La cabeza pre-senta, por norma general, dos tentáculos (que pueden ser de dis-tintas formas: filiformes, tubulares, triangulares aplanados, etc.) en cuya base se encuentran los ojos. Todo el cuerpo se ha espi-ralizado y torsionado, junto con la evolución de la concha que, en la actualidad y en la mayoría de casos, es espiral y asimétrica. La torsión implica que varios de sus sistemas corporales, como el digestivo, han realizado un giro de 180º en sentido contrario a las agujas del reloj, colocándose en posición anterior sus extremos, por detrás de la cabeza, en lugar de ser lineales y acabar en la parte posterior del animal.

La espiralización de la concha gira en torno a una región central denominada columela, que es una zona que la dota de una gran consistencia. Cuando el animal retrae la cabeza y el pie dentro de su concha lo hace gracias a unos músculos columelares. En la superficie de la zona posterior del pie se encuentra una estruc-tura presente en muchos gasterópodos denominada opérculo, un disco córneo cuya finalidad es sellar la abertura de la concha cuando el animal se retrae. Las vueltas de la concha se denomi-nan espiras y la zona inicial y puntiaguda se denomina ápice. En la abertura se distingue un labio interno (junto a la columela) y otro externo. La abertura se considera el extremo terminal de la concha. En su extremo está el canal sifonal, por donde pasa el sifón. La última vuelta que acaba en la abertura se denomina vuelta del cuerpo, siendo la espira de mayor tamaño. La espira puede ser dextrógira o levógira dependiendo de que la abertura esté a la derecha de la columela, cuando la concha se sostiene con la espira hacia arriba y la abertura mirando al observador, o a la izquierda, respectivamente. La gran mayoría de gasteró-podos son dextrorsos o dextrógiros, mientras que muy po-cos son sinestrorsos o levógiros. Menos aún son las especies que presentan ambos caracteres indistintamente, según el individuo. La con-cha normalmente está constituida por cuatro capas, siendo la más externa el periostraco, for-mado por conquiolina, junto con pigmentos que le dan el color a la concha. Las capas más internas

son de carbonato cálcico (capas prismáticas y laminares). La capa más interna forma el nácar en algunas especies. Por otra parte, el crecimiento de la concha no es continuo habitualmente, sino que va por intervalos, esto hace que aparezcan marcas de crecimiento y ornamentaciones como costillas, espículas, espi-nas, escalonamientos, carenas, etc.

Existen tres grupos de gasterópodos: los prosobranquios (respi-ran por branquias y son los más primitivos, todos los de agua dulce poseen opérculo), los pulmonados (la mayoría terrestres pero también algunos acuáticos, todos carentes de opérculo) y los opistobranquios (liebres y babosas de mar). Tanto opisto-branquios como pulmonados descienden de los prosobranquios.En los prosobranquios, fijándonos ya en la anatomía interna, en-contramos en la zona anterior, por detrás de la cabeza, la cavi-dad paleal, donde se alojan las branquias y desemboca el ano. La cavidad paleal se comunica directamente al exterior del cuerpo del animal para eliminar los desechos y favorecer el intercambio gaseoso con el agua circundante.

Hay muy pocas especies de opistobranquios de agua dulce, por lo que no trataremos en este apartado su anatomía en profundidad, pero por lo general su concha se ha reducido muchísimo, está cubierta por el manto o ha llegado a desaparecer, al igual que la cavidad paleal y las branquias. Poseen un segundo par de tentáculos lla- m a d o s r i n óforo s , por de-trás del primer

p a r .

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Pueden presentar estructuras del manto a modo de ramificacio-nes llamadas ceratas (vivamente coloreadas) y algunas especies tienen las branquias en posición dorso-posterior de manera ex-terna. En los que carecen de branquias, el intercambio gaseoso se realiza a través del tegumento corporal directamente. Los nu-dibranquios son el grupo de opistobranquios más espectacular y conocido. Han adquirido una simetría bilateral y el ano se ha desplazado evolutivamente a una posición posterior, al contrario que en los prosobranquios. Algunas de estas especies han desa-rrollado músculos y extensiones del manto con fines natatorios. Otras segregan ácido sulfúrico o toxinas en glándulas cutáneas. Otras tienen espículas embebidas en el manto o “reciclan” los ne-matocistos de las anémonas de las que se alimentan… todo ello son ingeniosos sistemas de defensa ante la pérdida de su concha.

En los pulmonados, la cavidad paleal se ha modificado, desa-pareciendo la branquia, generándose una pequeña abertura lla-mada pneumostoma, y vascularizándose el techo de la cavidad paleal, todo ello generando la estructura de un pulmón. Las es-pecies de agua dulce (como Lymnaea sp. o Physa sp.) deben subir a la superficie del agua para realizar el intercambio gaseoso. Los ancílidos (lapillas de río) y los planórbidos han desarrollado una pseudobranquia que les permite prescindir de la respiración aé-rea. La mayoría de los pulmonados son terrestres y, entre los más evolucionados, encontramos a las babosas, que han perdido la concha en gran parte o en su totalidad.

Si nos fijamos en la anatomía bucal de los gasterópodos pode-mos encontrar cualquier tipo de alimentación (herbívoros, car-nívoros, detritívoros, suspensívoros, parásitos…). Por tanto, sus bocas serán muy variadas atendiendo a este factor. No obstante, la mayoría de gasterópodos dulceacuícolas son herbívoros, por lo que nos centraremos en su aparato bucal más característico, la rádula. La rádula presen- ta dientes en hileras transversales, es una especie de “lengua raspado-ra”. Esta lengua con- duce el alimento raspado en un cordón mucoso a través de unos sur- c o s hacia el esófago y de ahí al estómago. Los gaste-rópodos carnívoros (como Anentome helena, por ejem-plo) han desarrollado un apara-to bucal especial llamado probóscide,

que es extensible y le permite alcanzar a su presa y perforar sus tejidos. La probóscide incluye la cavidad bucal, la rádula y el esófago. Los conos (un grupo de gasterópodos marinos) poseen uno de los venenos más potentes de la naturaleza, que inyectan gracias a unos dientes radulares modificados que tienen en su probóscide. Algunos gasterópodos han evolucionado hacia el parasitismo y han desarrollado estiletes, probóscides succiona-doras o incluso mandíbulas quitinosas para chupar la sangre de otros animales.

Volviendo a la anatomía interna, la mayoría de gasterópodos presentan uno o dos riñones. A través de un conducto llamado nefridioporo excretan la orina a la cavidad paleal y de ahí al

exterior del animal. Poseen un corazón en la parte anterior de la masa visceral, con un ventrículo, una o dos aurículas y una o dos aortas, dependiendo del grupo. El transportador de oxígeno en la gran mayoría de los gasterópodos es la hemocianina, salvo en los planórbidos que tienen hemoglobina.

El sistema nervioso consta de dos ganglios cerebroideos por de-trás del esófago, que inervan otros ganglios bucales, tentaculares y radulares. De ambos ganglios cerebroideos parten cordones nerviosos que inervan el pie (ganglios pedios), el manto (gan-glios pleurales). De estos parten otra serie de ganglios accesorios (los viscerales, parietales, intestinales, etc.). El sistema nervioso se torsiona en forma de ocho y los ganglios se comunican en-tre sí por cordones nerviosos. Si hablamos de los órganos de los sentidos, nos encontramos con ojos (primitivos sin lente o vesi-culares con lente, más evolucionados) que detectan cambios en la intensidad de la luz. En el pie poseen estatocistos que actúan como órgano del equilibrio. Muchos presentan osfradios, que son órganos capaces de detectar sustancias químicas en el agua que aspiran a través del sifón (muy desarrollados en carnívo-ros y carroñeros).

En cuanto al sistema reproductor, la mayoría de prosobranquios son dioicos, con un ovario o un testículo cerca de la glándula digestiva. A través de un gonoducto pasan los óvulos o espermato-zoides hasta la ca-

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vidad paleal. En algunas especies primitivas, el gonoducto se fu-siona con el nefridio derecho originando una única estructura. En estas especies no hay cópula, sino fecundación externa en el agua. En las más evolucionadas hay cópula interna, aparece un poro genital al final del gonoducto, junto a la abertura de la ca-vidad paleal. En las hembras de algunas especies se ha generado en la porción paleal del oviducto una glándula de la albúmina y otra de gelatina o de la cápsula, que sirven para concentrar sustancias de reserva en los huevos y mucus protector, respec-tivamente. Algunos prosobranquios son hermafroditas de fe-cundación cruzada (son necesarios dos individuos). Algunos varían su sexo conforme a su edad, naciendo como machos y acabando como hembras o al revés. Pulmonados y opistobran-quios son hermafroditas simultáneos, con una gónada especial llamada ovotestis. En estos grupos el aparato reproductor se puede complicar mucho en varias estructuras especiales que no veremos en este artículo.

Y en general, hemos repasado ya toda la anatomía básica de los gasterópodos, esperamos que no haya resultado especialmente tedioso y que nos ayude a comprender mejor cómo funcionan estos apasionantes animales.

Marisa cornuarietis. Foto de bat

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Karlos Zaballos, probablemente el nombre no suene a muchos lec-tores, pero si añadimos que su alter ego en el mundillo acuariófilo es Bikersoy, la cosa cambia. Entusiasta colaborador en diversos foros, camarada solidario, inventor creativo, amante de todo bi-chillo acuático sin vértebras... y con vértebras también. Intenta-mos descubrir qué esconde nuestro apreciado compañero tras su caparazón.

Muchas gracias por atender la llamada de Crustanews, Bikersoy. Siempre es curioso conocer el lado humano de nuestros colegas de afición. Creo que tu nick nos da una pista: bicicletas. Cuénta-nos algo sobre ti.

El nick viene, como tú bien dices, de mi afición por las bicicletas, pero mi nombre es Carlos Zaballos. Nací en el 75 en Barcelona, donde he vivido prácticamente toda mi vida. Pero por motivos laborales ahora estoy residiendo en la bonita y cálida Málaga.

Mi afición por los acuarios es reciente. Comenzó gracias a la donación de un compañero de trabajo y así he ido aumentando la cantidad de urnas que tengo en casa.

También habría que decir que cuando hablo como Bikersoy no siempre estoy yo detrás. A mi señora le encanta esta afición in-cluso mucho más que a mi.

Gambero exquisito y andaluz de adopción. ¿Una tortillita de ca-marones es un sacrilegio?

Está claro que nos tenemos que alimentar. Aun siendo aficio-nado no he renunciado a unas ricas gambas cocidas, ni a la tortillita de camarones... pero claro está, las de de mis gambarios seguro que no.

Hablemos de un tema recurrente en los foros: los gambarios compartidos. ¿Qué es más difícil de compatibilizar Anentome helena y planorbis o siete urnas en un piso y la señora de la casa?

Los gambarios compartidos no son lo mejor, pero el espacio y el dinero también son un impedimento. A veces hay que sacrificar

un poco el resultado final.

El que la señora colabore está bien, pero también son dos los que quieren tomar partido y hacer las cosas a su manera. Por suerte mi pareja colabora casi demasiado, cambia agua de los acuarios, limpia y desmonta filtros... y como me demore mucho en el tra-bajo me los mueve de sitio.

Pongámonos serios con un viaje al pasado. En todos los asuntos de la vida siempre recordamos la primera vez. ¿Cómo te iniciaste en el mundillo de los invertebrados?

Mi primer invertebrado fue un caracol manzana amarillo, lo compré en la Boutique del Acuario cuando todavía era legal. Luego me enganché a la sección de invertebrados de Doctor Pez y fue mi perdición.

Ahora la máquina del tiempo viaja al futuro. Los invertebrados están conquistando el mundo y también nuestros acuarios. La técnica avanza deprisa y cada vez hay más especies nuevas a la venta. Imagínate que tú y yo nos vamos de compras dentro de veinte años. ¿Qué novedades encontraremos?

Hasta ahora, casi todo lo que hemos visto es algo similar a lo que encontramos en la naturaleza, sólo que poco a poco a base de selección hemos logrado mejorar los patrones de color.

Pero viendo cómo evolucionan las caridinas, al final, conseguiremos individuos totalmente diferentes.

Y con las neocaridinas ya ha empezado el cambio, con las rilis y sus variedades.

Lo que sería de esperar es que al menos algunas va-riedades no fueran tan delicadas en el tema de los parámetros. Así serían más cercanas a todos los afi-cionados.

La máquina acelera y pasamos las coordenadas es-pacio/tiempo: llegamos a la crustautopía. De repente no tienes limitaciones de espacio, ni económicas, ni conyugales. ¿Qué montarías? Cuéntanos tu sueño invertebrado.

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Acuario de Bikersoy plantado con M. tuberculata

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Bueno, mi sueño sería viajar a una de esas granjas asiáticas para contemplar esa abundancia de camarones en las urnas. O a esas tiendas alemanas con gran variedad de invertebrados.

No puedo decir que no he vivido ya el sueño, he mantenido bas-tantes variedades. Quizás el tema de las Taiwan es el reto que he podido conseguir.

Regresemos de nuestro viaje galáctico y toquemos de pies en el suelo. Tenemos la suerte de vivir en la Península Ibérica, joya de biodiversidad de toda Europa. ¿Por qué tratamos tan mal nuestro patrimonio natural?

Será que por nuestro carácter damos más valor a lo que viene de fuera que a lo propio, sin darnos cuenta de las maravillas que tenemos.

Y mientras nosotros miramos hacia otro lado, vienen de fuera a disfrutar de nuestro patrimonio natural.

Nuestros ríos y mares desbordan animales y plantas maravi-llosos. Eres de los pocos compañeros que los muestran en sus colaboraciones en los foros. ¿Por qué no triunfan los gambarios autóctonos en España?

La legislación no ayuda mucho. En otros países pueden disfrutar de nuestras especies. En cambio para nosotros en algunos casos está prohibida su tenencia, incluso aunque no sean especies en peligro.

Y también siempre vamos al recurso fácil de ir a la tienda y com-prar. Lo otro conlleva un esfuerzo extra al que no todos estamos dispuestos...

Y siguiendo con la cuestión medioambiental, hablemos de un tema espinoso. Un número creciente de peces, plantas e inverte-brados foráneos se han convertido en especie invasiva en nuestro entorno, causando cuantiosos daños económicos y ecológicos. Los responsables de las introducciones son diversos, pero cada vez más nuestro gremio se sitúa en el punto de mira. Ya se oyen voces pidiendo la prohibición de la importación de animales y plantas exóticos. ¿Temes por el futuro de la acuariofilia?

Aunque para nosostros sea una afición detrás hay un gran nego-cio. Si se prohíben unas especies traerán otras.

El problema de nuestro país es su clima tan bueno y templado. Aquí pueden desarrollarse muy bien muchas especies tropicales, mientras que en otros países más fríos es prácticamente impo-sible.

Los descuidos siempre suceden, pero en muchos casos es la falta de información lo que hace pensar a la gente que una tortuga que se les hizo grande será mas feliz en un pantano. Y no se dan cuenta del grave daño que representa su mascota.

Pasemos a temas más agradables. Hablemos de acuarios mari-nos. Tienen fama de caros, complicados, inestables, delicados... Tú has experimentado con marinos autóctonos: ¿Verdad o le-yenda?

Sí, mantengo un marino mediterráneo desde hace ya como dos años.

Siempre desde el respeto se pueden mantener, pero la recolec-ción de material y especies del medio natural se debe hacer con cuidado para evitar cualquier posible daño.

¿El skimmer es imprescindible? Y si tenemos la suerte de vivir cerca de la costa. ¿Podemos usar agua de mar directamente? Todo sería más sencillo...

Todo dependerá de la carga biológica que tengamos, pero el skimmer es muy recomendable. Aunque hagamos cambios de agua muy frecuentes es el filtro de los acuarios marinos. Y no siempre dispondremos de agua o ésta puede ser de mala calidad, por ejemplo cuando hay temporal.

Karlos, nos conocemos hace tiempo y ya sabes que soy un poco cotilla. Tomemos un cafetito virtual y cuéntame cuántas urnas y qué bichillos mantienes en casa actualmente.

Pues ahora está la cosa un poco desanimada, aún así mantengo 7 acuarios.

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Marino mediterráneo de Bikersoy

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Tres de ellos plantados y con fauna diversa: escalares, corydoras, ancistrus y sakuras.El marino mediterráneo con tomates de mar, quisquillas y algún cangrejo.

Dos acuarios con Procambarus y un tercero con alguna caridina.

Además un pequeño emergido y algunos cacharros en el balcón con flotantes, gammarus y mangles.

Por cierto y hablando de urnas: los nanoacuarios están de moda. Asequibles y pequeños, son ideales para que los principiantes se fogueen. ¿Pero cuál es el límite? ¿En una urna de cinco litros se pueden mantener invertebrados?

No es lo ideal, está claro. Pero sirve para que la gente se acerque a la afición y eso está bien. Pero pronto se dan cuenta que con 5 litros poca cosa se puede hacer.

Mantienes un blog muy recomendable, Lascosasdelkarlos. Des-tacas por tu imaginación e inventiva para solucionar cuestiones técnicas, sobre todo en filtros e iluminación. Un auténtico Mc-Gyver acuático. Algunas ideas son muy curiosas. Cuéntanos tu invento más extraño.

Inventar no creo que haya inventado nada. Básicamente los he descubierto o mejorado a mi manera.

Lo más curioso fue sin duda el globo de CO2 de mis primeros tiempos, cuando trasteaba con CO2 casero.

Lo más sencillo cuando reparé una fuga del cebador con un trozo de bolsa de plástico.

Y lo que más ha gustado ha sido el sistema de cambio de agua automático.

Un cambio de agua automático es el sueño húmedo de todo acuarista. ¡Cuéntanos!

La idea es que el acuario sea lo más autónomo posible y que las tareas que podamos automatizar, buenas son.

En mi caso uso un sistema de goteo continuo hacia los acuarios, y el exceso de agua va al desagüe por un rebosadero. No es un sistema complicado pero sí implica tener una toma de agua y el desagüe cercano.

Bueno Karlos, vamos acabando. Siempre has estado muy activo en la red. Mójate con un par de frases sobre los siguientes foros:

-Doctor Pez: un gran foro, grandes recuerdos, una gran pérdi-da para todos.

-SoloInvertebrados: un buen foro de invertebrados donde mu-chos aprendimos, pero el tiempo se lo llevó.

-PlanetAcuario: desde que se nos fue DrPez éste ha sido mi foro preferido. Lamentablemente ha sufrido muchos fallos y parece que está tocado de muerte si sus fundadores no se po-nen las pilas.

-Crustaforo: el mejor foro de invertebrados en español, en él postean los mejores, un lugar donde disfrutar entre amigos y aprender.

Y para terminar la primera palabra que te sugieran los siguientes conceptos (bueno, si necesitas algunas más aceptamos planaria como animal de compañía):

-Agua de grifo: mal sabor.

-Iluminación led: futuro.

-Ecoesferas: decoración.

-Bazar chino: mi Corte Inglés low cost.

-Crustanews: la mejor revista de acuariofilia en español. Y lo mejor: gratuita y al alcance de todos. Lo siento pero no podía definirla con una sola palabra.

Bueno Karlos, esperamos que este tercer grado invertebrado no te haya sentado como un subidón de nitritos. Muchas gracias por atendernos con tu gentileza habitual. Un placer que las antenas de Bikersoy hayan asomado por aquí...

Muchas gracias por invitarme. No sé si será un gran aporte pero al menos he puesto mi granito de arena. Un placer estar entre vosotros. Y para los lectores: ¡No os perdáis los próximos nú-meros!

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Faunus alter. Foto de Bikersoy

Caridina babaulti var. Stripes. Foto de Bikersoy

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