crisis de la modernidad - estudioshistoricos.inah.gob.mx · crítica de la cultura moderna, de sus...
TRANSCRIPT
-------------------------------- RE:>Eri9:> ---
trabajo de introducir al lector,quiza necesariamente desigual, llega a constituir un aporte. La introducción general del segundotomo merece comentario especialporque es sunuimente valiosa. Estavez de modo amplio, en las primeras 219 páginas, el editor analizanuevas documentaciones de uncapítulo de la historia rural pococonocido: la repercusión social,política y cultural de la polémicasobre las obvenciones parroquiales y la situación campesina.
Sóio nos queda comentar quesiguen pendientes la publicaciónde abundantes documentos inéditos. Esperamos, que como lo pro-
pone el editor pronto sean dadosa conocer como una ampliacióno complemento de estas nuevasObras¡ completas. Pensamos queotros textos podrían ser eventualmente incluidos -aunque no deOcampo sí a modo de complemento- según su importancia;por ejemplo, la reconstruccióntestimonial del asesinato deOcampo hecho por Angel Polaque se comentó al principio. Otraampliación de la obra puede cubrir una ausencia significativa: esmuy de lamentar que en un trabajo de esta importancia faltenlos útiles índices temáticos, onomásticos y toponímicos que facilitan la consulta de obras de esta
naturaleza y que necesariamenterefieren a la calidad editorial.
Notas
1 Melchor Ocampo, Obras completas, México, F. Vázquez editor, 1901·1903, tres volúmenes (edición y notasde Angel Pola, prólogo de Félix Romerq.). El primer volumen contiene las"I'blémicas religiosas", el segundo: "Escritos políticos" y el tercero: "Letrasy ciencias".
2 Melchor Ocampo, Obras completas, MéXico, Ediciones El Caballito,1978, tres volúmenes (introducción deElí de Gortari, edición y notas de Angel Pola).
3 José C. Valadéz, Don Melchoracampo reformador de México, México, Ed. Patria, 1954.
Vanguardias artísticasy crisis de la modernidad
María Estela Eguiarte
Eduardo Subirats, La flor y elcristal. Ensayos sobre arte y arquitectura modernos, Barcelona,Anthropos, 1986.
La actualidad de los ensayossobre arte y arquitectura modernos que Eduardo Subirats escribióentre 1979 y 1984, reunidos ahora en La flor y el cristal, es doblemente significativa. Por un lado,sus reflexiones son la aperturaque la historia social del arte neocesita para poder relacionar elsignificado social de las formassimbólicas con estructuras históricas más amplias. Por otro lado,Subirats apunta hacia el análisisde la crisis de los postulados delas vanguardias en estos añosochenta, donde se cuestionan los
alcances de esa modernidad porel llamado pensamiento postmoderno -que aún no acaba de definirse.
A lo largo de veinticuatro ensayos, Subirats analiza las vanguardias artísticas de los comienzos del siglo XX, d~ntro de lasconcepciones de modernidad, crisis de valores, crisis de la modernidad, y amplía la relación artesociedad al considerar tambiénestructuras históricas de alcancegeneralizador, estructuras "civilizatorias". Enriquecidos por lasperspectivas que facilitan estasestructuras, los procesos artísticosadquieren un sentido histórico, yse les ve como parte del desarrollogeneral de la humanidad y no sólocomo una historia fragmentadaen la que nada más cupiera regís-
trar el devenir de las formas, delos estilos o de los artistas. Sinque la intención explícita de los ensayos sea la de sostener unaposición postmoderna -lo cualen efecto sucedió en su libro Davanguardia ao pós-moderno-, es-ta lectura nos obliga a considerarlos dentro de ella. Se nos diceque "el principo fundante" de lasvanguardias, originado por su "estructura ideal" y su carácter decrisis en cuanto ruptura -dio labase a una nueva idea de modernidad y de progreso en términosde un rompimiento con las formas de vida, valores, pensamiento, concepciones y lenguajes artísticos del pasado inmediato. Elidealismo utópico y revolucionario que originara las abstracciones y a la arquitectura de cristal,
165
-- RE)Eñq) ---------------------------------
señala Subirats, fue desplazadopor el espíritu pragmático realistay racionalista de los años siguientes, pero siempre bajo la convicción de que la emancipación humana era inherente a la realizaciónde un arte absoluto, en el sentidode la "estetización" de la realidada través del arte. Esto nos lleva apensar que ahora, en la penúltima década del siglo XX, nuevamente la cultura estética, la críticay las mismas artes se cuestionanlos resultados de la "modernidad"que sustentaban aquellas vanguardias. Al definir al postmodernismo como "una corriente emocional de nuestro tiempo que hapenetrado en todas las esferas dela vida intelectual", que es la definición de Habermas, se apuntamás hacia una forma cultural quehacia un estilo artístico. Comoparte de este contexto cultural,resulta sugerente analizar las mismas actitudes postmodernas a laluz de las estructuras históricoartísticas que Subirats proponepara el análisis de la modernidadde las vanguardias.
El mismo Subirats, en la introducción de La flor y el cristal,señala que sus ensayos "describenmomentos y parcelas de un acercamiento crítico a la realidad delarte moderno y a la crisis de susvalores estéticos y culturales"; yque pese a su carácter fragmentario, "parten de un punto de vistaunitario y coinciden con una panorámica global". El punto departida es el análisis de la culturamoderna a través de sus expresiones, proyectos artísticos y arquitectónicos desde la perspectivateórica que él mismo define comocrítica de la cultura moderna,de sus conflictos y de sus tendencias hacia el futuro. A partir deesta crítica, los escritos sobre artey arquitectura, metodológicamente son un intento de análisis del
166
arte moderno, de la teoría y lascategorías que los sustentan, enuna constante confrontación conlas concepciones estéticas que nose agotan en los aspectos inmanentes de la composición arquitectónica y pictórica. De ahí laimportancia de remitimos constantemente a los escritos de losartistas, como los de Klee, Kandinsky y Mondrian, ola crítica delarte del momento como la de Ortega y Gasset o incluso a los proyectos arquitectónicos como losdel Bauhaus o las utopías de H.Ferriss. Al mismo tiempo, la confrontación que hace entre la obray las propuestas discursivas de losartistas y de los momentos particulares de las vanguardias, se insertan dentro de un principio globalizante que Subirats ubica enuna "crítica más general de la racionalización". Esto equivale avincular la especificidad de la vanguardia con una estructura general del pensamiento de principiosde siglo, en donde los movimientos artísticos "asumen un papelcultural y social de signo racionalizador". De ahí que su interpretación de la obra de Paul Klee,fuera de las líneas generales queseguían las vanguardias, la ubiqueen la "dualidad paradigmática"del pensamiento de Goethe yKant en cuanto a la relación hombre-naturaleza. Así, el significadode la obra de Klee, en el ensayoque da su nombre al libro, 'se entiende como "una constante meditación sobre la naturaleza",cuya visión plástica y literariaconstituyen un apo~ a la filosofía y pensamiento moderno. Ydentro de esa dualidad del pensamiento de principios de siglo, laobra de Klee adquiere por tanto,un sentido "civilizatorio". Así,estos ensayos son una propuestade análisis del arte y la arquitectur.a en los términos en que la his-
toriografía moderna ha queridorealizar a partir de su rompimiento con la historia tradicional "formalista" del arte: una vinculaciónentre la historia, la crítica y laestética.
La lectura de este libro obligaa historizar al mismo Subirats, yaAmold Hauser había plan~ado
en 1957 la necesidad de estudiarel arte desde el punto de vista dela sociología, de la psicología yde la historia social del arte. Apartir de entonces la historia social del arte se ha enriquecidocon aportaciones de distintasperspectivas teóricas (marxismo,estructuralismo, semiótica, hermenéutica), que privilegian aspectos diversos en sus reflexionessobre la relación arte-sociedad.Sin embargo, se ha mantenido elreconocimiento al estudio interdisciplinario del arte y con ello laposibilidad de enriquecer el significado social del mismo. Así, la"recuperación disciplinar" -parausar una expresión de MarchánFiz- tanto en el campo de la arquitectura y el arte como en lasdiferentes disciplinas teóricas,puede considerarse como el principio epistemológico que subyaceen ei planteamiento central deSubirats: la integración del historiador, del crítico y del filósofodel arte. Para Subirats consiste enabarcar "una dimensión culturalcrítica" en la interpretación general o parcial del arte. Recuperación que por otra parte representa "un síntoma respecto a lo queempezamos a reconocer comonuestra condición postmoderna",como diría Marchán Fiz al referirse al papel de la estética en lacultura.
Dos ideas que se mantienenatrás de los análisis de los artistasy movimientos de vanguardia nosubican nuevamente en este aspecto: su carácter de vanguardia lo
--------------------------------- ~e)eIi9)---
de~n a la coincidencia entre lospostulados estéticos y políticosen un momento de crisis y de rup-
_tura. y en esta misma coincidenciase encuentra su agotamiento artístico actual, ya que la circunstanciahistórica que les dio sentido hacambiado. De ahí que la experimentación formal que pretendesituarse en aquellos postuladosartísticos queda hoy carente designificado. Así, los niveles de uto-pía que alcanzó el problema de laangustia ante la guerra y el caos,que para Subirats define gran parte del carácter de las vanguardiasy que en la arquitectura se manifestó en los diseños del Bauhaus'(entre otros), como "arquitecturade cristal", provocan ahora vacíosde convencimiento. Lo que paraaquella arquitectura representabala "claridad, elevación, geometría,transparencia lógica, estructura
racionalizada de las formas y trascendencia. . . [como] catedral delsocialismo y del futuro [y que]ceInJ.ba así las puertas a la destrucción y al principio del mal",según nuestro autor, quedan hoycarentes de contenido si se atienesólo al postulado de la abstraccióny la universalidad estilística.
En esta misma línea de pensamiento, la discusión sobre la ideade "deshumanización del arte"que Ortega y Gasset introdujo en1925 y de la cual Subirats demuestra su debilidad como crítica a los postulados de las vanguardias, adquiere actualidad según elmismo autor nos lo indica, en lamedida en que el pensamientocontemporáneo recela sobre laposibilidad de las vanguardiascomo utopías sociales y culturales: "No entendemos ya el significado de su invocación utópica
de un orden social e histórico".Pero la importancia que para ellector actual tiene estas reflexiones que cuestionan la modernidadplanteada por las vanguardias, esdoble en un sentido metodológico: el conocimiento de la críticacontemporánea a los movimientos artísticos que han sido lapunta de lanza de la cultura plástica de este siglo, y la integracióna la historia del arte contemporáneo de las concepciones críticasy estéticas que surgen junto conlas obras. De esta manera, la recuperación de la realidad empíricatanto individual como histórica,se nos presenta en estos ensayosno sólo como la reconstruccióndel pasado cultural y artísticomás inmediato, sino como unasugerente reflexión sobre el arte y la cultura de nuestro tiempo.
167