Credo:

Jamás había hecho un credo, o por lo menos con sensatez, ahora lo escribo insensato, pero sincero, perdido en un mar de patrañas, oscuras me miran desde las sombras, con sus brillantes ojos y me dicen que si en el ponto no me deseo hundir, pues que se hable con sinceridad y les grite la respuesta a su pregunta: ¿En qué crees?

Creo en mí voluntad, con todas mis fuerzas.

Creo en la vida, en el disfrute de ella.

Creo en el amor, en el de verdad y etéreo, que no se lo lleva la marea, ni los daños, ni los inventos.

Creo en ti, si sabes reconocerme, creo en tu palabra si me la vendes con valor y honor.

Creo en ese alguien, que cambió mi vida, le dio alegría y un momento de paz y armonía a mi alma.

Creo en la literatura, como el acreedor de las esperanzas, las arrebata cuando quiere las devuelve si lo realza.

Creo en tus besos, sollozantes al separarnos, son como la vida, un regalo arrebatado.

Creo en la justicia y el devenir de los crueles, son aquellos que se hundirán en su miseria y sus heces.

Creo en el pueblo, como ente social supremo, pero también creo en la ignorancia y en como hunde este tan hermoso poderío.

Creo en la educación, carente o poseedora de academias, la instrucción es aquello que permite crecer, como mentes, nos alimenta la razón y el corazón.

Creo en una sola cosa y que reúne todas mis creencias creo la reconocerás si con atención me ojeas.

Creo en ti mi amor, en tu presencia, no sabes cuánto te creo y cuanto me haces creer. En ti se esconde el buen hombre, en ti los besos son albaricoques, en tu cuerpo se reúnen todos mis deseos, dentro de tu mente esta mi amor, el verdadero. Puedo hacer mitología en tu nombre, ya le respondí a las bestias su maldita pregunta, espero se callen como lo hicieron los titanes. Te deseo y ahora esto lo grito después de las bestias y a los cuatro vientos, te deseo por tu sonrisa, tu inteligencia y tu mirada, por tu hermoso carisma y tu mente descabellada, te deseo por tus habilidades y torpezas te deseo aunque me cueste, te deseo aunque duela, cruzaría el mar muerto mientras bebo sus aguas si al final del camino con tus brazos como mantos me abrazas, ahora me quedan tus suspiros susurrando a mis oídos, que con uno o dos topitos se puede hacer el paraíso. Te deseo en mi futuro, para siempre, no sé si entiendes, quiero estar a tu lado como esos ancianos que envidio, quiero besarte bajo el cielo estrellado, quiero ser padre si estas a mi lado, quiero ser esposo si me sonríes en la mañana, quiero ser tu amante si me gimes por las tardes. Quiero conocerte hasta tus más íntimos pesares, quiero serte fiel, pero quiero ser tu más deseado amante, quiero tomarme un vino observando las constelaciones, quiero verte en la música y en el dulce olor de las flores, quiero saborear tu cuello he insistirte con mis barbaridades, quiero que

me quieras lento, con pasión y desenfreno. En el momento que grito esto las bestias retroceden, se dan cuenta que mi credo las aplasta y las conmueve, ven que conmigo a tu lado jamás podrán, y espero que contigo a mi lado sea exactamente igual.