cosmo-convivencia indígena matricial

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Bolivia - Matrices de civilizacin - Sobre la teora econmica de los pueblos andinos 11. QhathuQulqa : matricial Cosmo-convivencia indgena

Simn YAMPARA | 2006 Introduccin Nuestro propsito es escudriar y entender el tejido de elementos del proceso : 1) la irradiacin/replica de la practica del qhathu de los ayllus-markas, y referencias de las tentastekoas, sus autoridades naturales originarias en los espacios urbanos, una dinmica encaminada por los movimientos sociales de los pueblos originarios contemporneos, interaccionando/ recreando/reconstituyendo espacios territoriales con patillas [1] /ecosistemas econmicos como parte de la dinmica insurgente de la reconstitucin del qullana-suyu, que para unos esta en la rUTA del Qhapaq an, en nuestro criterio, pues justo el qhathu est ubicado en el espacio/faja territorial de mayor energa espiritual como es El Alto y en particular la Ceja de la ciudad de La Paz (limite entre el Alto y la ciudad de La Paz, parte de la faja de mayor carga de energa espiritual).

2)

la relacin interaccionada de las energas materiales-espirituales, que siendo practica en la vida de los pueblos qullana andinos, estn presentes en el qhathu [2]/feria 16 de julio. Es mas los yatiri-chamakani desde la muyta/entorno, suministran las energas espirituales, dando sostenibilidad a la expresin de la materialidad del qhathu ; 3) como el qhathu de El Alto de La Paz, es la re-creacin del Qulqa qalqu-tampu (almacn de acopio, distribucin y hospedaje tanto de los productos, los productores, las riquezas y la concurrencia de los pueblos), con alcance del espacio territorial de la costa, la amazonia y a nivel internacional, tegiendo otro sistema econmico. otro lado, habamos dicho que acercarse/interiorizarse de la cosmovisin, el cosmocimiento y lgicas econmicas en el mundo andino, es acercarse y transitar por espacios de las energas visibles e invisibles, materiales e inmateriales, el nomeno [mayjta-sallqa], la convivencialidad y armona o desarmona de los elementos concurrentes en el proceso de la vida es lo que define la dinmica de los pueblos y la razn de ser de las sociedades.

Por

El mundo que se ve y la lgica de las ferias comunales, qu de eso tienen la feria de la 16 de julio ? El mtodo usado es parangonado y adecuado con la agricultura, que nos permite adecuadamente recolectar datos informativos con dos herramientas ; uno como UTA que toca como lograr informes adecuados con los actores en el campo, que una parcialidad urin quiere decir la accin motivadora de los investigadores y la otra parcialidad aran como reaccin de los actores concurrentes al qhathu por medio de sus organizaciones/ asociaciones, de ambos encontrar el taypi como la opinin interaccionada/concensuada/profundizada y por otro como el llamayu/cosecha y su posterior tallma [3]/rebusque, nos aproximan ha resultados satisfactorios hasta su procesamiento. Y la otra herramienta es la muyta/contorno muyta/entorno, que se refiere al conjunto de actores, considerado de un espacio, su contorno y entorno, para ver la influencia en el campo de operaciones al espacio menor. Ahora los resultados del procesamiento de los productos son analizados, por volicin : a) deliberacin reflexiva, b) se decide, y c) se acepta por su mayor peso ponderativo de evidencias. En la calidad hallazgos : de resultados, se muestran los

La razn del mundo andino en la cosmovisin del mundo visible y el mundo invisible, el nomeno. El mas que que el menos (reflejos en la feria) de los elementos socio-econmicos.

La triada, produccin-feria-fiesta de los elementos de bienestar El intercambio andino de la feria como churikuti [4]/dar-recibir entrelazante de los elementos socio-econmicos. La mujer fundamental, y potencial con el hombre, en la creacin de la riqueza. Replicacin/kikipta [5], por orden de necesidades de la feria. Proyeccin refulgente de un mercado regional de control vertical. De la misma manera, sabemos, lo que esta en el proceso y camino de la estructura del Estado Boliviano, lo que mas sale a luz y se conoce es la dicotoma de un aparente antagonismo entre la lgica capitalista empresarial privado con la ideologa liberalista-neoliberal, guiado por el mercado, la teora econmica dominante (variante de la teora neo-clsica) y la lgica empresarial estatal con aparente control colectiva e ideologa socialista, sin embargo, ambos provienen de la misma matriz civilizatoriacultural occidental. Por tanto poco o nada pueden aportar al proceso.

Aqu esta in-visibilizado la identidad, el pensamiento poltico y econmico de los pueblos Qulla-Antisuyu, de los aymara-qhichwa warani, para estos pueblos no hay espacio, parece no caber o simplemente no se visualiza precisamente esa identidad y pensamiento, as como el factor invisible, de la dimensin inmaterial que es la espiritualidad. La sombra de la materialidad de los pueblos. Mejor dicho cosmovisiones y lgicas econmicas de pueblos y civilizaciones que gestionan y manejan ambas energas : material espiritual, lo visible-invisible en simultaneidad de acciones hacia el bienestar de los pueblos y la armona de la vida, como es el suma-qamaa. Aqu hay necesidad de considerar : 1) El comportamiento ancestral atvica (semejanza de antepasado de las comunidades de los pueblos del qullana-suyu en el tiempo y espacio). 2) La gestin de los complementarios en ecolgica. espacios territoriales la naturaleza inter-

3) La identidad con diferencia de matices de la poblacin y visin en integridad y unidad territorial. I. La influencia del qhathu de los ayllus-markas y la accin de sus autoridades en los espacios urbanos 1.1. El Alto, lectura de las dos memorias : QulqaTampu

El Alto es una ciudad joven, nueva que se disputa entre la primera-segunda ciudad de Bolivia. Bsicamente en la memoria corta, el comportamiento de la poblacin se conoce como producto de la migracin campo ciudad de la poblacin aymara-qhichwa y rebalse de la ciudad de La Paz, sobre todo efecto del DS 21060, cuya relocalizacin ha obligado entre uno de los espacios de asentamiento, la ciudad de El Alto, como un espacio de aterrizaje (crecimiento acelerado desde la dcada del 80). Esto es producto de las polticas agropecuarias, las reformas agrarias, las polticas educativas que lejos de crear condiciones adecuadas, se han convertido en centros de expulsin y movilizacin demogrfica ; por su orientacin privatista individualizada y cortes a procesos histricos del movimiento ecolgico de poblaciones, se ha recreado como otro espacio ecolgico de aymaras-qhichwas. Desde entonces, El Alto, toma otra fisonoma. Pero tambin es evidente que se crea una ciudad al lado de otra, como expresin al descontento/descolonizacin, recuerdo en la memoria, sobre los vejmenes y la inquisicin coloniales, con la recreacin identitaria y cambio de las estructuras coloniales, por eso no sabemos bien si es una ciudad o son una red de ayllus continuos, en proceso de reestructuracin/reconstitucin del Qullana-suyu, el encuentro territorial del urqu-uma-suyu en plena puerta de la ciudad de La Paz, la ceja ecolgica de sunipata (puna-altiplano) y la entrada a la qhirwayunka (valles-yungas), en markas y suyus modernos.

Sin embargo, muy poco se lee y visualiza la memoria larga de la practica del contro/gestin de espacio-territorial, de markas y tampus que articulan/interaccionan la produccin de los diversos pisos ecolgicos tapill-tapilla saraqanakan achunaka (produccin en gradientes de los pisos ecolgicos), los ecosistemas de produccin complementarios entre si recprocamente, como exigencia de un ayni ecolgico vivencial, orientados hacia el rgimen alimentario andino y el mercado, pero sobre todo, la recreacin de espacio-marka con nuevo asentamiento, y su qulqa ynaka tampu, que rebasa las fronteras territoriales de los estados-republicanos, pues, el movimiento cosmolgico civilizatorio-cultural y econmico, corresponde al control espacio territorial ancestral de quta laka uraqi (tierras de la ecologa de la costa Iquique-Arica ), pasando por pata-suni (altiplano puna El Alto ), reubicando en ella el qulqa-tampu (almacn de acopio y redistributivo de bienes y recursos), con valores ancestrales modernizados ; hoy qhathu/feria de la 16 de julio entrando e interaccionando Pueblos y ecologas de la costa, el altiplano, los valles y la amazonia en unidad e interaccin territorial convivencial.

En este sentido, para comprender adecuadamente, la constitucin/configuracin de El Alto, si bien, en la memoria corta, es parte de la migracin campo-ciudad (enfoque dicotmico, no tan pertinente) y efecto del DS 21060 su crecimiento poblacional ; en la memoria comunitaria larga, es parte del movimiento ecolgico, espacioterritorial cosmolgico civilizatorio-cultural y econmico qulqa-tampu de pueblos y naciones de los andes, por eso, no es casual que los aymaras-qhichwas, se relacionan social, econmica y culturalmente con los atacameos, los mapuches y los waranies como pueblos atvicos, en convivencia y armona, as como con la poblacin de la vertiente civilizatoria occidental. En el caso de nuestro trabajo : cosmovisin y lgica del comportamiento socio-econmico en la dinmica de la feria 16 de julio, trata de situar y complementar/tejer si el caso es necesario la visin de las dos memorias por una parte y por otra, auscultar/entender las lgicas econmicas de las dos matrices civilizatorios-culturales : La andina ancestral autctona y la occidental centenaria republicanizada. As entender la dinmica del qhathu/feria de la 16 de julio como recreacin del proceso de qulqaTampu (almacn de acopio y redistributivo de bienes y recursos), que interacciona ecologas, espacios-territoriales y pueblos con matrices civilizatorio culturales diferenciados, pero que conviven y crecen aceleradamente como respuesta a la desocupacin y pobreza material.

Ahora en la lupa y la lectura de Pablo Yaez, para el caso mexicano, desde el titulo : urbanizacin de los pueblos indgenas y etnizacin de las ciudades, nos induce a la lgica de la dicotoma rural- urbano (migracin campociudad), nos hace notar que la cuestin indgena se ha convertido en un asunto urbano que transforma tanto a los pueblos indgenas como a las ciudades del pas y obliga a la necesidad de incorporar la diversidad tnica y cultural como nuevo elemento constitutivo en el diseo de polticas publicas, en nuestro criterio eso es moverse en la memoria corta, vivir el presente, sin ver el proceso histrico. Aunque si nos abre los ojos de cmo paradjica y paralelamente surge el auge de estudios y enfoques de la escuela multiculturalista, esencialmente en la tradicin anglosajona, quienes analizan la diversidad cultural dentro de los limites de la tradicin liberal con supremaca de los derechos individuales. Aqu de entrada vemos como limitacin, el solo mirar, la dicotoma migracin campo-ciudad, la memoria corta, con lupas de la tradicin liberal y los derechos individuales y hasta la ortodoxia marxista como oposicin, no escapa de este proceso ;

se

deja de lado, todo el comportamiento cosmognico de interaccin armonizada de intereses privado-familiares y comunitarios como es la practica histrica en la memoria larga de los ayllus andinos de la sayaa/dimensin privada familiar y la saraqa/dimensin y usufructo comunitario, pues, los aymara-qhichwa en su espacio ancestral y desplazamiento ecolgico, recrea cosmovisiones, lgicas y paradigmas de vida, en procesos de convivialidad, parte de esa dinmica es la configuracin de El Alto.

Otro tema a debatir, es el pluri-multiculturalismo, si bien, son procesos oxigenadores y riqueza andina, pero sin la orientacin, mejor dicho sin la lectura de las matrices civilizatorio-culturales, la ancestral milenaria andina con ejercicio del derecho universal natural, interaccionado y armonizador de los intereses privadocomunitarios y la occidental republicanizada con ejercicio del derecho positivo privadoindividualizado, no pueden ser comprendidos o tratados como una pluralidad jurdica, pues esto seria un multiculturalismo anarquizante, sin direccin ni identidad. Entonces no se puede cultivar enfoques del pluralismo ni multiculturalismo por multiculturalismo, sino, ellos obedecen a matrices civilizatorio-culturales que hacen ingeniera de las cosmovisiones y lgicas de vida que estn en juego en el proceso interaccionado convivencial de los pueblos pero con identidades y matrices civilizatorios diferenciados.

En este sentido, debemos hacer notar que la veta de la matriz civilizatorio-andino no solo est in visibilizado, sino, tambin est muy poco trabajado a nivel acadmico como un otro enfoque, pues mas por prejuicios coloniales y colonialidad, que tiene implicancias acadmicas, se los limita a asuntos indgenas o a meras expresiones culturales o asuntos de analfabetos y pobres. En este sentido, hay necesidad de equiparar, balancear mas que cuantitativamente, la cualidad de enfoques y paradigmas tericos (herramientas que deben ser trabajados) para tratar adecuadamente y comprender mejor la realidad. Pero tambin es evidente que hay que tomar posicin sobre las matrices civilizatorioculturales y desde all tejer enfoques, paradigmas y herramientas que alimenten procesos de interaccin y armona como valores que emulan la humanidad.

En

esta ocasin, nuestro ensayo se limita y concentra el esfuerzo, por ahora, al ayni cosmognico a partir del matriz civilizatoriocultural andino, desde este espacio, comprender la otra matriz, para hacer tinkhu, ver posibilidades de dialogo y los factores de exclusin de ambas matrices, orientando las acciones ha encontrar el bienestar y la armona, pero tambin es evidente, saber o aproximarnos cmo y por donde circula esa fuerza y energa material-espiritual, en nuestro criterio eso est, en el ayni. El ayni como emulacin eco-bitica de los miembros de la comunidad natural, una especie de motor de energa humana, donde generan y fabrican, valores humanos de prestigio comunitario, diseo de paradigmas cosmolgicos de vida, gestin-administracin de espaciosterritoriales, los recursos naturales y las acciones polticas, en sus dimensiones materiales y espirituales.

No solo la esencia de la feria 16 de julio tiene su origen en los productos del rubro agropecuario, sino que, buena parte de las actividades de los aymaras-qhichwas, est definido por el calendario y actividad agropecuaria, razn por lo que vamos ha hacer mayor referencia a la ritualidad agropecuaria y social de los pueblos andinos, puesto que, nuestro trabajo versa sobre La cosmovisin y lgica del comportamiento socio-econmico de la feria 16 de julio en ella, se quiere entender entre los factores, algo que est doblemente in-visibilizado la dimensin espiritual de la qulqa-tampu-pirwa, el acopio y la circulacin de los productos agropecuarios y noagropecuarios, el mismo realizado principalmente por los aymara-qhichwa. El otro es una practica econmica no comprendida adecuadamente, generalmente derivada por los economistas a la bolsa de la categora de una economa informal sin mayor explicacin ni la molestia de entender el sistema econmico que se teje en ella. 1.2. La ritualidad agropecuaria, practica de ayni con uraq-pacha, la ciclicidad y la estacionalidad agropecuaria

Lo que llama la atencin de la gente aymaraqhichwa, es que pese a la inquisicin religiosa el rol de la evangelizacin cristiana o no cristiana, de las iglesias ; los comunarios de los ayllus andinos han sabido guardar en el disco duro de su corazn e inteligencia, las practicas de la ritualidad agropecuaria y social, muchas veces camuflando y mimetizando las acciones rituales con las fiestas litrgicas cristianas a lo largo del calendario agropecuario y el ciclo de vida social. Pues en nuestro criterio se trata de un ayni a uraq-pacha, para la qamaa, es decir, un sistema de emulacin/ayni con la comunidad bitica natural del contorno/muyta y entorno/muyta, una manera de conversar y ponerse de acuerdo en cada ciclo /estacionalidad agropecuaria con la comunidad fsica natural y las deidades, en un proceso de convivialidad, pues cada miembro de la comunidad bitica tiene su espritu o deidad natural, la ritualidad es una manera de hacer encontrar y armonizar esas energas de la pacha. Eso es convivialidad eco bitica de la comunidad de seres biticos. Entonces, el mundo de la gente de los ayllu-marka, procesa/ condensa permanentemente y a lo largo del calendario agropecuario y el ciclo de vida social, las energas materiales con las espirituales (ajayu/qamasa), eso hace que prcticamente se convivan armnicamente los miembros de la comunidad bitica natural. Convivialidad cultural y bitica orientado por leyes naturales.

Dicho de otra manera, el mundo de la gente, emite, cosecha y procesa las fuerzas y energas (ajayu/qamasa), de alaxpaxha/ arriba/altura, como de manqhapacha /abajo /profundidad, en un tercer o taypi espacial de akax-pacha/ jichapacha (espacio presente de la vida). Este es el espacio de interaccin y armonizacin de las fuerzas y energas ajayu/qamasa de la profundidad y la altura, haciendo una unidad de factores. Donde el ayni jaqicha (matrimoniar fuerzas-energas, materiales-espirituales en una unidad/totalidad), es la qamasa (combustible energtico) de la qamaa (vivencia de la vida). En este sentido, el ayni, no debe entenderse solamente como una forma de solidaridad, de reciprocidad, ni de ayuda en trabajos con un enfoque economicista o etnicista.

El ayni metafricamente, es un tejido de la textileria andina, del telar andino, donde el quqi (genero de especies de la naturaleza), el qalqu (expresin de los clculos de la matemtica andina) la qulqa (el almacn de los recursos naturales se moviliza), el pa-qalqu de la kurmi (siete colores del arco iris macho-hembra) sintoniza y armoniza la celebracin de las qhachwas y tinkhus (competencias emulativas). Es una especie de motor de energa humana condensada, donde se generan y fabrican, valores humanos de prestigio comunitario, paralelo o invisible pero complementario a la materialidad, en ella, se disean paradigmas cosmolgicos de vida, donde se gestionan y administran espacios, territorios, recursos y acciones polticas, articulando e interaccionando las dimensiones materialesespirituales, sobre todo, velando el bienestar y la armona de los miembros integrantes de la comunidad eco-bitica natural. Los andes es una territorialidad en palabras de Mauss (1923-24), Shalins (1954), Godelier () y Temple (2003), de dones, contradones (obligaciones de dar y recibir) y reciprocidad, comparada con las culturas orientales y asiticas. No tiene comprensin del ayni. Para nosotros, el ayni como hemos dicho, es el telar andino, donde se fabrican y tejen los valores ticos morales y de convivencialidad que nos hacen ms humanos a los humanos y no humanos, donde trasunta lo humano con la comunidad eco bitica de la naturaleza, all se hace una ecuacin

de la vida, emuladora de las dimensiones materiales y espirituales como factores por una parte y por otra la interaccin armonizada de las dimensiones privadas-comunitarias como ejercicio del derecho universal natural, con los que se encuentra el bienestar y armona en la vida suma qamaa . Al respecto, Mendoza Santander, Hurtado (2001:68), citado por Gonzales Martha (2005) nos dice : el ayni supera en cada uno de los momentos de la interaccin social ; en el trabajo, en el prstamo, el comercio, en las actitudes, etc. Pero, tambin son las acciones del hombre con la naturaleza, con la realidad, con la tierra que cultiva, la lluvia, el sol o los animales. Nosotros afirmamos que, la practica del ayni es tejido con diversas saltas en distintos espacios y contextos del territorio andino, espacios y contextos destinados a construir el ser comunitario convivencial cosmognico, con bienestar y armona, pese a los contactos con el otro sistema, an persiste desafiante convivencialmente con el otro. Ahora en y con este Pachakuti cobrara mayor fuerza en la vida poltica, econmica, cultural y social de la sociedad boliviana, que depender mucho de como se emule y cultive como valor humano y tica social de alcance eco bitico cosmognico. Ahora aqu notamos, que, el ayni, transita cada ao por tres pachas diferenciadas, por la ruta al menos de tres momentos y ritualidades ms significativas que corresponden a las tres estacionalidades del calendario agropecuario a saber :

Juyphi-pacha (poca de heladas, corresponde a los meses : A.M.J.J.). Esta estacionalidad es muy importante en los andes/qullana, pues aqu esta la celebracin al padre sol (da mas corto y la noche mas larga), donde la helada alcanza su plenitud, a este proceso los aymaras qhichwas llamamos mara taqa, que a su ves tiene que ver con el cambio de las autoridades originarias y la redistribucin de las tierras en los ayllus andinos, eso, a su ve

esta relacionado con el apthapi-chuuchapirwacha/Piluna (cosecha, procesamiento y puesta en silos de los productos del ao agrcola). A todo esto se realiza el ayni con las deidades por medio de las ritualidades desde las sayaas privadas de las familias a cada una de las actividades de la cosecha, procesamiento, puesta en silos de los productos agropecuarios. Naturalmente cada uno tiene su propia tecnologa ritual. Pero esto no queda hay, esta acompaado o complementado por la ritualidad comunitaria de los ayllu-marka de mara tijra-taqa (culminacin y renovacin del ao agropecuario), que contemporneamente se difunde como machaq-mara (ao nuevo andino) cada 21 de junio, en Tiwanaku y otras latitudes de influencia de la matriz cultural andina, que va paralela al sistema educativo vigente y las acciones oficiales del sistema occidental republicanizado. Por qu ? Pese a que ha sido afectado y con pretensiones de sustitucin con 24 de junio y de veneracin al santo de San Juan, las celebracin del 21 de junio de cada ano en Tiwanaku principalmente es realizada por aymara qhichwas y extraos que visitan cada ao, pero tambin hay una tendencia de folklorizacin del proceso un tanto desligado de las actividades agropecuarias y de sus autoridades naturales y encaminados por fanticos que por su accin desnaturalizan. En esta estacionalidad se celebra al astro sol considerada como padre, al cambio del ao y al acopio de la cosecha asi como al procesamiento de los productos agropecuarios anuales.

Awti-pacha (poca seca, comprende meses : A.S.O.N.). Es el periodo seco crticamente con ausencia de la lluvia, aun que paradjicamente es el periodo de la cada de nevada (tan esperada por los comunarios) y el despertar de la variedad de semillas y las plantas perennes, que tradicionalmente tiene que ver con qaputasawuta-jatha parjta-ayru-sata, (poca de hilados, tejidos, el despertar de la semilla e inicio de la siembra), con ayni/ritualidades de acciones de las sayaas privadas desde las familias a cada inicio y terminacin de las actividades de hiladostejidos, del despertar de la semilla, de la siembra, todo esto acompaado y complementado con la ritualidad comunitaria mayor a la pachamama/pacha-mama, (doble fuerza y energa de la madre naturaleza) que generalmente se lo hace todo el mes de agosto, que es conocido como lakani-phaxsi, pues aqu se da de comer, beber y hasta se celebra comunitariamente en accin de ayni con la Pachamama, para que en el ao agropecuario pueda tener la misma repercusin e impacto en la produccin agropecuaria y generacin de riquezas. Esta accin de ayni se lo realiza por medio de amta/recordar, concebir ; programar waxta/convidar/ compartir, luqta/dar, alcanzar, phuqhacha/completar dar a cabalidad lo que necesita, pero a quien o quienes ? A la Pachamama y las deidades naturales de la comunidad eco bitica de la naturaleza. Es decir en esta estacionalidad se celebran a la Pachamama : madre de la naturaleza bitica, las semillas y al inicio de las siembras.

Jallupacha (poca de lluvias, corresponde a los meses : D.E.F.M.). Este periodo es caracterizado por la presencia de lluvias, muy apto para el crecimiento de los cultivos agrcolas, eso, tiene que ver con achuqa-picha-yapu puqura/uywa mira, con ritualidades y acciones privadas desde las sayaas familiares a las actividades del prendimiento de los cultivos la procreacin de los animales domsticos, el aporque y los cuidados culturales, la maduracin de la variedad de los cultivos y la procreacin de los animales, aqu nuevamente es acompaado y complementado con la ritualidad comunitaria de los ayllu-marka de la anata , muy conocida y difundida como carnavales. La anata no solo que es generalizado, sino que obedece a toda una tecnologa ritual propio de los andes que tiene que ver con la celebracin a la maduracin de la variedad cultivos y la cra de los animales andinos y la interaccin con sus wakas/ deidades andinos. Aqu inventaran /contabilizan /cuantifican/ cualifican, la produccin comparada con los aos anteriores, mediante las acciones de la killpha, tikhacha/surtija/chimpu, taparu, kuntur mamaniru urucha, pero todo esto est en cierta medida afectada por la inquisicin religiosa y la evangelizacin cristiana.

Lejos de una confrontacin por confrontacin y la mera rentabilidad en la produccin, creo que hay que ver el aporte con valores cualitativos y sostenibilidad ecolgica en la produccin agropecuaria. En ese sentido, vale la pena la recuperacin/re-constitucin de los conocimientos y saberes en su propia cosmovisin y lgica de vida y no como yapa para la cosmovisin del sistema occidental, ni para fusionar ambos. Aqu en esta estacionalidad el rito ms importante y general es anata donde se celebra casi por espacio de todo el mes de febrero generalmente, a toda la produccin agropecuaria y los espacios de la vivienda, los cultivos en proceso y pastoreo de los ganados y los bienes que poseen las familias qullanas. Entonces es importante, tomar la ritualidad agropecuaria como espacio de ayni emulativo de la comunidad bitica natural, de alta tica social, pues eso nos remite a superar adjetivos como superchera, paganismo, brujera, sacrificios y otros prejuicios que se lanzan sobre las practicas andinas de la ritualidad agropecuaria, que en nuestro criterio tiene que ver con la alta ciencia de la cosmologa y la ecologa andina. Es decir de la ciencia de la tierra, de la pa-chamama. El ayni moviliza esa doble fuerza y energa de la madre naturaleza y la gente, como hijos y miembros de esa comunidad bitica corresponde dar comida, bebida y celebrar festivamente ese encuentro, acuerdo entre las partes para vivir en armona con bienestar. 1.3. La ritualidad agropecuaria y social

Si bien ambos tienen alcance cosmognico, una manera de hacer encontrar para hacer convivir con la carga y recarga de las fuerzas y energas materiales y espirituales, la ritualidad da el sello cuantitativo y cualitativo de la vida agropecuaria y social, pues el uno esta referido a los ciclos de la actividad agropecuaria y el otro, al ciclo de vida social de las personas/jaqi del ayllu-marka. Ambos estn ntimamente relacionados, no solo en espacios y actividades, sino, sobre todo, por el accionar del mundo de la gente con los miembros de la comunidad bitica natural y consigo mismo. En este caso, la ritualidad social es la preocupacin del mundo de la gente, nuevamente desde las sayaas, vale decir desde las familias como usua-wawacha-suticha-ruthucha/muruqa-nayriri qau saraqa-aru mayjta (dar luz a la nueva criatura, dar nombre, hacer primer corte de pelo, primera menstruacin, cambio de voz) hasta llegar a jaqicha/ matrimonio y emprender el viaje comunitario a la pacha en su vivencia con el entorno y contorno.

Jaqicha . Lo sobresaliente pero complementario a las acciones privado familiares son las acciones comunitarias de la jaqicha/aylluru-tamacha (acto de consagracin ritual de la pareja humana, y oficializacin de la consagracin ante los comunarios y autoridades de los ayllus) luego de este acto ceremonial y ritual la pareja humana adquiere como el pasaporte para emprender el viaje al interior/contorno y exterior/entorno del ayllu-marka. Es decir est autorizado el viaje a la pacha de la pareja consagrada y presentada en la comunidad/ayllu, las acciones de ellos dependen mucho del cultivo de la tica social en su medio, pero tambin en esta consagracin se le da la ruta o seal del paradigma de vida, aqu precisamente al gestarse la nueva pareja se visualiza su bienestar y armona en la vida como es el deseo de todos por el suma qamaa. No es un mero pareamiento, sino es el hito cosmolgico de consagracin ritual de la pareja y la presentacin oficial a las familias del ayllu con su pasaporte de viaje a la pacha.

Jiwaki . Otra, ceremonia ritual de alcance comunitario importante y generalizado en el espacio de influencia andina es la muerte/Jiwaki (transito entre la desaparicin fsico-material y la entrada a la comunidad espiritual de la familia de los antepasados), donde la celebracin de todos los santos como llaman ahora es una celebracin ritual muy significativa de los andes, all a los muertos generalmente de los abuelos/as, de los padres/madres de hermanos/as se los recuerda casi obligatoriamente por tres aos consecutivos, denominados como juntu, taypi, tukuya apxhata, amta (recordacin del primer, segundo y tercer ao consecutivo). La vida humana de acuerdo a la cosmovisin de los ayllus tiene una doble expresin, una primera etapa viven su expresin fsico material interpelando a la dimensin espiritual, luego se vive la dimensin espiritual interpelando que le provean de elementos materiales como son las apxatas anuales por los tres aos consecutivos y luego pasa ha ser parte de la comunidad espiritual de las familias de las deidades de los antepasados del muntu alma como lo llaman. Es una especie de comunicacin e interaccin con el otro yo y en forma comunitaria.

Ahora hablar del ayni no es una simple reciprocidad y complementariedad, el ayni es un proceso de interaccin de dos o ms entidades en correspondencia mutua, para la convivencia en armona, y, la ritualidad andina es el mecanismo de interaccin emulativa entre el mundo de la gente y la naturaleza. Una manera de ponerse de acuerdo entre los miembros de la comunidad bitica natural. Es decir, el mundo de la gente solicita la provisin de las fuerzas y energas naturales de la pachamama y los achachilas, por medio de la comida espiritual como son las ofrendas y las mesas rituales. La vida en los andes se entiende como la interaccin entre las dimensiones espirituales y materiales, donde los factores preponderantes sintetizados estn expresados en uraqpachan qamaa. De donde entendemos por uraqpacha como la interaccin de la doble fuerza y energa en un tercer espacio que es la unidad totalizadora. Es decir alax-pacha como fuerza y energa de arriba/lo mas alto y manqha-pacha como la fuerza y energa de abajo/de lo mas profundo, produccin, cosecha y armonizacin que se hace en un espacio llamado taypix-pacha/akajichaxpacha, donde se produce precisamente la interaccin del espacio fsico-territorial/material con el espacio fsico-territorialdeidalizada/espiritual, pero en una unidad holista. Aqu se produce una especie de taypixa de esas fuerzas y energas de uraqpacha.

Ahora qamaa tiene que ver con un doble proceso por una parte la armona de lo material/yanaka con lo espiritual/ajayunaka, por otra, con la accin armonizada de la dimensin familiar privada/sayaa, con la dimensin comunitaria/saraqa. La interaccin tetralectica armonizada de lo material-espiritual, de lo privado-familiar y comunitario, hacen que haya una vida buena, vida plena como es el/la suma qamaa. Todo este proceso convivencial armonizada, requiere que sea materializada/armonizada por medio de ceremonias rituales emulativas, donde la imagen del cuerpo fsico material pierde su imagen corporal, en el rito y el no cuerpo espritu encarna para visibilizar su fuerza y energa complementaria a lo material. Este proceso de una u otra manera, esta reflejada en el siguiente esquema :

Palabras Aymara Palabras Aym Significacin ara Pa-cha Comprensin/gnero

Doble fuerza y energa Espacio y tiempo natural

Mundo de Chacha-kasta (espacio de deidades masculinidad ; WarmiJaphalla (de kasta (espacio de arriba/altur feminidad) a) Uywa Yapu Mundo animal Mundo vegetal Urqu (macho), (hembra) Luki/chuqala chuqi Qachu

chuqi/phiu

Uraqi

Mundo de tierra

Urqusuyu (espacio territorial la con valores masculinos), Umasuyu (con valores femeninos)

jaqi

Mundo de gente

la

Consagracin de la pareja humana, Chacha (varn) warmi (mujer)

[6] 1.4. El calendario agropecuario, disea el ritmo de trabajo comunitario Siendo uno el ciclo /ao agropecuario, de las tres posibilidades de presentar el calendario agropecuario hay una que es ms practicado : 1) la dualidad y bi-espaciacin del ao agropecuario, entre waapacha-jallupacha (poca seca y de lluvias), de donde prcticamente se establece que 8 de los 12 meses del ao, hay ausencia de agua/lluvias, por tanto es considerada como seca, correspondiente a los meses de A-M-J-J-A-S-O-N, eso en las tierras altas del altiplano, es un factor natural limitante para la produccin agropecuaria, pues 4 de los 12 meses hay presencia de lluvias que generalmente corresponde a los meses de D-E-F-M, aunque este sistema de irrigacin depende mucho de ventarrones/wayra a tiempo, as como una buena nevada/khunu de julio-agosto. 2) la trialidad y la tri-espaciacin del ao agropecuario (nos parece mas practicado, el taypi entre los otros dos) entre JuyphipachaAwtipacha-Jallupacha (pocas : de heladas, crticamente seca y de lluvias), pues las tres estaciones son hbilmente aprovechados por los comunarios agricultores, la de heladas para la cosecha y el procesamiento natural de los productos apthapi-chuucha-pirwacha (cosecha/recojo, procesado y puesta en silos), aqu hay una especie de la distribucin equilibrada de 4 meses /estacin del ao agropecuario : Juyphi corresponde a A-M-J-J, Awti a A-S-O-N, Jallupacha a D-E-F-M ;

3)

la tetralidad y la tetra-espaciacin del ao agropecuario en : juyphipacha-AwtipachaLapaka-Jallupacha (pocas : de heladas intensas, seca, crticamente seca, y de lluvias), cada estacin afecta a 3 meses /ao, de donde a juyphi corresponde los meses de A-M-J, a Awti, J-A-S, a Lapaka O-N-D, y a Jallu-pacha E-F-M. Toda esta espaciacin de ao agropecuario, es parte de la planificacin natural que definen las actividades agropecuarias de los comunarios. Pues, si bien tiene cierta flexibilidad en el cambio de las estaciones, es difcil que puedan escapar del ritmo de las mismas.

Ms an si vemos la calendarizacin de tres-das de observacin y ritualidad cada cuatrimestre y cada 21 de cada cuatrimestre tenemos la siguiente relacin que tiene que ver con la planificacin y el ritmo de trabajo de las actividades comunarias. Eso es como sigue :

Actividades de los comuneros Fech a Meses s 1, 2, Mayo (Fiesta 3, Cruz) de la Fech a Meses s 21 Junio (Mara taqa/tijra, machaq-mara) Septiembre (taypi sata, inicio de la siembra grande) Diciembre (aporque cuidados culturales)

Agosto (rito a la pachamama, 1, 2, semilla e inicio de 21 3, la siembra/jatha sata qallta) Febrero (anata, rito a la maduracin 1, 2, productos, engorde 21 3, ganado y kunturmamani)

Actividades de los comuneros Fech a Meses s Fech a Meses s Marzo (maduracin de la produccin y engorde de ganado)

Noviembre (Ritualidad 1, 2, a la muerte, 21 3, Amaya, todos los santos)

Fuente : elaboracin propia base observaciones de las actividades de los comunarios. Dependiendo, cual de las estacionalidades es la ms adecuada en cada regin ecolgica, en cada ecosistema de produccin, el ritmo de trabajo de las actividades comunarias est definido por esas estacionalidades, la observacin y celebracin de los 3 primeros das de cada cuatrimestre, que de una u otra manera tiene implicancias e influencia en la dinmica de la poblacin de El Alto, pues al ser definido este espacio territorial como otro espacio ecolgico, tiene que ver con el desplazamiento de la poblacin, pues la provisin de los productos de la pachamama sigue siendo importante en la provisin de qulqa-pirwa/feria 16 de julio. Aqu encontramos como el qhathu/feria, es parte de la cosmo-convivencia andina y la lgica de vida de los aymara-qhichwa principalmente, donde se teje dos matrices civilizatorio-culturales, dando formas a una economa alotrpica, atvica. Qhathu alimentado por el ayni ecolgico y socio-cultural andino. II. La relacin interaccionada materiales-espirituales de las energas

Estudiar y hablar de la vida de los pueblos QullanaTawa-inti-suyu de los andes, por tanto su cosmovisin, cosmocimiento y lgicas econmicas del mundo andino, hemos dicho que es, acercarse y transitar por espacios de las energas visibles e invisibles, materiales e inmateriales, el nomeno [mayjta [7]-sallqa [8], por una parte, y por otra, la convivencialidad y armona o desarmona de la comunidad ecobitica natural, donde el territorio/uraq-pacha como integrador de factores holistas de la vida son importantes en la vida de estos pueblos, all la fundamentacin y la necesidad histrica de su re-constitucin. Ahora, estos pueblos son portadores o provienen de matrices civilizatorio-culturales ancestrales, con semilleros en Tiwanaku e Inkario ; por tanto tambin tienen cdigos y sistemas jurdicos, acordes con la organizacin y la institucionalidad del ayllu-marka, en simbiosis con las leyes naturales, semilleros cosmognicos de la vida de los pueblos andinos. Sin embargo, esta situacin, desde la invasin colonial tiene sus variantes, llegando a establecerse, desde entonces, dos matrices-civilizatorio-culturales : la andina ancestral milenaria y la occidental republicanizada centenaria ; como tales manejan/gestionan y orientan cdigos y sistemas jurdicos diversos, rutas de paradigmas de vida, lgicas econmicas concordantes con ese paradigma, pensamiento y cosmovisin de vida, que es motivo de nuestro estudio, para entender y diferenciar valores humanos o inhumanos, los eco-biticos y abiticos

En ese proceso y camino, de convivencia de sistemas y matrices civilizatorio-culturales, en el escenario del Estado Boliviano ; lo que mas sale a luz y se conoce es la dicotoma de un aparente antagonismo entre la lgica capitalista empresarial privado con la ideologa liberalistaneoliberal, guiado por el mercado, la teora econmica dominante (variante de la teora neoclsica) y la lgica empresarial estatal con aparente control colectiva e ideologa socialista, sin embargo, ambos provienen de la misma matriz civilizatoria-cultural occidental. En ese espacio de accionar de las cosas parece no caber 1) el pensamiento y la estructura

ancestral de lo qullana, pasa por ignorado o superado como del pasado, por tanto in visibilizado, 2) no se visualiza precisamente el factor invisible, de la dimensin inmaterial que es la espiritualidad. La sombra de la materialidad, manifestada en el qhathu/feria 16 de julio de El Alto de La Paz. Mejor dicho, la matriz civilizatoria ancestral milenaria, la cosmovisin y lgicas econmicas de pueblos y civilizaciones que gestionan y manejan ambas energas : material espiritual, lo visible-invisible en simultaneidad de acciones y con esto lograr el bienestar y la armona de la vida de los pueblos, estos elementos desaparecen en el escenario de los Estados republicanos o al escisionar lo material de lo espiritual, esto lo dan a la religin y al cultivo de la teologa. Es ms en esta cosmovisin de convivencialidad de la comunidad bitica natural, se practica la ritualidad como ayni/reciprocidad bitica, una manera de emular fuerzas y energas complementarias entre los miembros de la comunidad eco-bitica natural de alcance ecolgico y cosmognico, para hacer una unidad y totalidad de factores, que prevalece junto o seguido de la religiosidad cristiana entre los pueblos andinos/qullanas.

Nuestro trabajo hemos dicho que escudria elementos de ambos procesos : 1) la relacin interaccionada de las energas materialesespirituales, que en nuestro criterio estn presentes en la vida de los pueblos qullana andinos y por tanto extendido en el qhathu [9]/feria 16 de julio, 2) el proceso de reconstitucin que est implcito entre los actores concurrentes y la vecindad de El Alto de La Paz. Estos elementos/factores hemos detectado al realizar el trabajo con pieb, en nuestras observaciones y entrevistas en los relatos de los concurrentes/actores del qhathu, por ejemplo, sale esto de cmo iniciar la venta del da en el qhathu ?. All afirman que : si inicio con un hombre es bueno, pero si inicio con una mujer es menos que bueno, regular, ahora si inicio con una pareja : chacha-warmi (hombre y mujer) es mucho mejor.

Una primera aproximacin a estas ideas es la gestin de fuerzas y energas de la masculinidad y la feminidad, pero cuando es interaccionado en una unidad es mucho mejor. Es decir fuerza-energa armonizada, entre lo material- espiritual y de gnero : Una segunda aproximacin es que estas fuerzas y energas son materiales o espirituales o ambas ?, en nuestro criterio es la interaccin y armona de ambas. En una tercera aproximacin es que nos preguntamos Quin/quienes suministran/administran esas fuerzas y energas ?, una respuesta aproximada es que tienen maestros que atienden estos asuntos y Dnde estn esos maestros ?, estn fsicamente lejos, en la muyta [10]/entorno y espiritualmente con nosotros en la muyta [11]/contorno, pero ambos estn en la uta [12]/casa mayor como es la pachamama y como se comunican con ellos ?, eso no es fcil, tenemos que ir a visitar consultar a nuestro maestro, para ver como va ir nuestro qhathu/negocio y que necesitan nuestras deidades mayores como los achachilas [13]/principales nevados y la pachamama [14]/madre naturaleza, tata inti [15]/padre sol, dueo de la energa de la luzphaxsimama [16]/madre luna proveedora de la energa de la riqueza, para eso necesitamos de una gua/tutora gestionadora del ajayu [17]/espiritualidad, del maestro yatiri chacha-warmi/sabio andino varn mujer. Este maestro yatiri nos ayuda a comunicarnos, relacionarnos, conversar y ponernos de acuerdo con nuestras deidades. Es decir, a ejercer el ayni [18] bitico, puesto que nuestras deidades como seres vivientes saben comer, beber, celebrar como nosotros, pero adems son dueos de los espacios territoriales, los recursos

materiales y espirituales as como de las tapas/nidos de riquezas y qulqas [19]/almacenes de los recursos naturales, que cuando solicitamos/ pedimos en ayni nos proveen/ facilitan dichas riquezas y recursos para usufructuar en la comunidad eco-bitica, pero cuidando la salud y la reproduccin de la misma. III. El qhathu de El Alto re-creacin del Qulqa qalqutampu

La ubicacin espacio territorial del qhathu/feria de la 16 de julio es capital para entender el proceso del qulqa qalqu tampu, pues tiene connotaciones significativas : 1) espacio de quiebre ecolgico y eco climtico entre la puna altiplano y la entrada a los valles interandinos, que a su ves es tambin el limite de las dos ciudades/municipios conexas El Alto y La Paz ; 2) es el espacio de la faja andina/ bisagra de mayor carga de energa espiritual, pues en ese eje se concentran y consagran los maestros ritualistas andinos. Los yatiri/gestionador/administrador de fuerzas y energas diurnas chamakani/gestionador y administrador de fuerzas y energas nocturnas. Eso que los otros investigadores llaman Milla V. C. la ruta de wiraqhucha o lo que Lajo Javier dice : qhapaq Nan, para nosotros es el espacio de mayor carga de energa espiritual, espacio de consagracin de los yatiri chamakani, pues all estn las deidades principales y los maestros consagradores, los chhamachiris de los yatiri chamakani y en este quiebre y faja esta el qhathu/feria 16 de julio de El Alto de La Paz. Es mas esta feria esta guiado y controlado por las fuerzas y energas de los yatiris-chamakani segn sean los casos, que hacen el rol de tutores/guas, sino es del total, de la mayora de los concurrentes (comerciantes) del qhathu y es mas en esa faja tambin estn ubicados la mayor parte de los consultorios de los yatiris ; 3) es un espacio territorial de interaccin con fuerte identidad aymara qhichwa, pues all, al menos en una de sus vertientes se discute y se percibe el pensamiento y la ideologa por que no decir la sabidura de la reconstitucin del qullana suyu, un segundo paso, luego de la reconstitucin de los ayllus y las autoridades originarias en los

espacios de fuerte tradicin y pensamiento aymara qhichwa. El Alto, en ese sentido, considera como la capital contempornea de Tiwanaku, mejor dicho de la matriz civilizatoria ancestral milenaria como es Tiwanaku. Estos elementos entre otros da el sentido al qhathu no como una simple feria, sino, como la recreacin silenciosa de una qulqa/almacn de recursos y riquezas, qalqu/ espacio donde se cuantifican se contabilizan dichos recursos y riquezas. Tampu/histricamente sabemos que los tampus eran centros de almacenes de acopio y redistribucin de recursos, riquezas y sobre todo de alimentos en el inkario. Estas tres connotaciones y dimensiones han recreado los qullanas aymaras qhichwaq para que el qhathu cumpla esas funciones por eso su enorme potencialidad que requiere de mayores estudios, pero que para el Estado Boliviano continua in visibilizado as como la espiritualidad andina, si bien hay silenciamiento desde las polticas del estado, pero los qullanas silenciosamente van construyendo : edificando infraestructuras y cultivando lgicas econmicas concordantes con al cosmovisin andina y las lgicas de pensamiento de los ayllu marka en consolidacin y reconstitucin.

Lo interesante es que los qullana aymara qhichwa va caminando en una especie de doble lgica, a) la irradiacin de la experiencia y la practica del qhaqthu desde sus lugares de origen, practica cosmovisionaria y cosmognica de interaccin de lo material-espiritual como una unidad en la vida y b) la adopcin/apropiacin de la lgica del mercado, lgica mercantilista de una nueva manara de acumulacin privada combinado con elementos de redistribucin comunitaria, pues esta lgica esta encaminada por una triada entre espacios/talleres/fabricas de produccin, seguido del qhathu/feria, pero estrechamente ligado a la celebracin/ fiesta (entrada del 16 de julio de cada ano). El qhathu del 16 de julio, no se puede entender aisladamente como espacio de puro mercadeo de productos agropecuarios y no agropecuarios, sino en la dimensin de la triada : Produccinferia-fiesta, adems del contacto directo de los concurrentes vendedores-compradores, productos-circulante monetario. Es mas todos ellos tienen su sombra mejor dicho la espiritualidad intangible, inmensurable y por tanto invisible para el sistema de economa capitalista, tan vigente para el sistema econmico de los ayllus y como tal practicado por los concurrentes al qhathu.

Aqu es importante destacar que la espiritualidad o la accin de la espiritualidad da sostenibilidad al qhathu 16 de julio, ah esta la potencialidad del crecimiento incontrolable del mismo. Tarea y visin que es incomprendido por los polticos y municipalistas del sistema republicano, sin embargo paradjicamente se dice que quieren un municipio productivo que tipo de produccin ?, quieren ser competitivos sin comprender la cosmovisin andina ni el sistema econmico de los qullana aymara-qhichwa. Es decir por el problema de la colonialidad del saber prefieren mantenerse en el analfabetismo y la ceguera cognitiva. Es decir, si bien son o pretende ser competitivos para el sistema del capital, sin embargo, son in competitivos para este sistema ancestral. IV. Elementos de conclusin En este ensayo hemos querido reflexionar como dijimos al iniciar, bajo tres elementos que son parte del proceso de trabajo :

los qullana aymara-qhichwa no solo han sabido resistir los 500 anos de invasin colonial, sino, donde van, llevan consigo, su cosmovisin, practicas culturales y de saberes, tal es as, en este caso, han tenido la capacidad y la inteligencia de conservar valores y estructuras desde espacios del silenciamiento y exclusin, tal ves haciendo eco a que el espacio del vaco/chusa, as como la espiritualidad/ajayu son elementos vitales para la cosmovisin andina, el qalqu de la matemtica andina la creacin de una ciudad El Alto al lado de otra como es La Paz, el qhathu 16 de julio de El Alto (con base en la experiencia de las ferias rurales) al lado de los supermercados de La Paz, la recreacin del sistema econmico qullana al lado del mercado mercantilista/capitalista, aprender el idioma espaol adems de conservar el idioma materno de lo aymaras-qhichwas, son algunos elementos que coadyuvan nuestra afirmacin. Aqu notamos la potencialidad cosmovisionaria del qhathu que procesa, experiencias y saberes de los ayllus andinos, se nutre de energas materiales y espirituales, buscando ambas ganancias (materiales-espirituales), que desde milenios vienen practicando de generacin en generacin, en nuestro criterio son generadores de valores humanos y ecolgicos concordantes con la bsqueda del bienestar y armona en la vida suma qamaa y la ciencia de punta occidental de la tierra inteligente o la ciencia de la tierra

2)

Pese a la inquisicin y el proceso de la evangelizacin cristiana, adems del rol de la gama de iglesias as como de las sectas religiosas, han persistido con la emulacin bitica con las deidades de la naturaleza. Es decir, el ayni con la comunidad bitica pese a la adopcin del simbolismo de medallones y estatuas de representacin de cristo, santos y vrgenes en los templos cristianos y la catequizacin con el padre nuestro, los qullana aymara-qhichwa han mantenido en el disco duro de su corazn, el pensamiento y la memoria larga la cosmovisin practicada a lo largo del calendario agropecuario, gracias al rol subterrneo y protagnico de los amawtas, yatiri, chamakani y la infaltable chuspa e istalla con las hojas de coca que han tenido viva esta practica por mas de 500 anos de invasin. Eso tiene que ver precisamente con la gestin y administracin interaccionada de las dimensiones espirituales y materiales simultneamente en todo quehacer de la vida. Aqu hay que hacer notar que no hay sincretismo como algunos estudios pretenden mostrar, pero tambin es importante recalcar que la cosmovisin andina as como la matriz civilizatoria cultural de los andes tiene una practica cultural convivencial, para ellos es importante la convivialidad bitica, pues en los andes todo tiene vida y se requiere conversar con todos ellos, esta conversacin se lo realiza por medio de ceremonias rituales de corresponsabilidad y emulacin reciproca entre las partes, aqu precisamente la emulacin y procesamiento de ambas fuerzas y energas que alimentan la convivialidad del bienestar y la armona

3) Lo novedoso y sorprendente es que los dos procesos anteriores estn presentes en el qhathu/feria 16 de julio de El Alto de La Paz, de manera invisible o in visibilizado a simple vista, pero interaccionando tanto en productos como en los concurrentes. Hemos dicho y reiterado que la sostenibilidad del qhathu depende de la accin de los maestros espiritualistas, que no estn directamente en la feria sino en el entorno. De la misma manera invisible pero reveladora es la recreacin de qulqa como almacn de acopio y predistribucin de recursos y riquezas generadas por los qullana aymara-qhichwa sin exclusividad ni mucho menos, sino, en un marco de convivencialidad y un compartir comunitario, pero tambin el qalqu como la cifraccin de cosas elementales unitarios hasta cantidades considerables y de alcance industrial pero que en la mayora de los casos es manejado por la contabilidad del qalqu, por ejemplo la ganancia material y espiritual es medido por la cantidad de salida de mercadera y las adquisiciones iniciadas en lo posible en parejas que es signo o seal de armona.

Es mas en el proceso del qhathu adems del contacto personal es importante la iraqa/rebaja y la irjata/yapa/aumento para lograr la conformidad de los concurrentes, muchas veces las diferencias en cifras se cierran con la celebracin de compartir ambas partes con cervezas. En la lgica ms amplia del sistema econmico qullana y del qhathu funciona muy bien la triada : Produccin-Feria-Celebracin, que es una manera expresiva de la prctica cosmovisinaria de gestin y administracin de las fuerzas y energas materiales y espirituales, siempre orientado a armonizar la vida. Ahora todo eso es prctica de los tampus histricos desde los tiempos de Tiwanaku e Inkario, pues all haba una jerarqua de centros de acopio ; hospedaje y predistribucin de los recursos, las riquezas y sobre todo alimentarios en los tampus. Ese rol cumple el qhathu/feria 16 de Julio de El Alto de La Paz. Ahora estos tampus son la expresin y agrupamiento de la red de ferias regionales y locales, pues los comerciantes de estas ferias se mueven durante todos los das de la semana en las diferentes redes de feria ; donde cumplen con la misma lgica de la feria. Es mas aqu se observa la articulacin de los diversos espacios territoriales as como ecologas diversas pero tambin la recreacin del amplio espacio qullana y hasta tawantinsuyana. Esto tiene que ver con la costa del pacifico y la amazonia, que no esta circunscrito a las fronteras republicanas ; sino mas bien un amplio espacio de interaccin y complementacin de procesos y dinmicas socioeconmicas que hacen de la vida de los pueblos en los andes.

Jallalla por ese proceso que silenciosamente desde el silenciamiento estatal se va construyendo.

La cosmo-convivencia andina y el ayni ecobiticoSimn Yampara H. Asesor de Gestin Cultural del Gobierno Municipal de El Alto GMEA. [email protected]

Ante la recomendacin de ONU y el organismo JIFE respecto a Per y Bolivia, no solo es preocupante, sino sobre todo atentatorio, genocida y etnocidiario contra los pueblos del Tawantinsuyu y del continente Abya-yala. Nos hace recuerdo a las prcticas de la inquisicin religiosa colonial, con presupuestos y valores jurdicos de la invasin colonial, de dominio, control espacial y de los pueblos, actualizada, modernizado en el siglo XXI. Pues, los derechos de los pueblos atvicos del Tawantinsuyu, del continente Abya-yala continan encubierto por la invasin y el descubrimiento de la Amrica. Por que?. Por que la orientacin de la geopoltica del conocimiento y la colonialidad del saber, ven como peligro el cuestionamiento y despertar de los pueblos del Abya-yala sobre el ejercicio de sus derechos, respecto al control del territorio, los recursos naturales y por ende el negocio (mercado) de los recursos y el cultivo de la riqueza en el mundo y la regin. Es decir, la nueva estrategia econmica de orden alotrpico [como los sistemas de qhathus] de estos pases por la composicin mayoritaria de pueblos indgenas, donde las hojas de la coca y el pijchu/akulliku [no masticado] son parte de la cosmo-convivencia andina de estos pueblos y practica del ayni/reciprocidad de la comunidad de los mundos eco-biticos naturales que tiene que ver con el paradigma de vida del suma qamaa de los pueblos indgenas, que lastimosamente por el encubrimiento histrico y la ceguera cognitiva de los cientistas del sistema, no se entiende ni se quiere entender, pero que sin embargo, rompe y perjudica la dinmica proyectiva del pachakuti de estos pueblos.

Mejor dicho, continuar con la hegemona, el dominio de los presupuestos jurdicos y valores de la matriz civilizatorio-cultural occidental y la perpetuacin del encubrimiento de los valores y presupuestos jurdicos emergentes de la matriz civilizatorio-ancestral milenaria, cuyo semillero est en tiwanaku e inkario.

La cosmo-convivencia andina y la convivialidad de sus pueblos y de stos con los diversos mundos de la comunidad eco-bitica natural, tiene que ver con el ayni/ reciprocidad emulativa de las energas espirituales a la materialidad de las cosas, en la vida de los pueblos indgenas, donde los maestros yatiris, chamakanis, los kallawayas, sin el pijchu y las hojas de la coca, no podrn desarrollar sus actividades cotidianas que tiene que ver con la salud integral de los pueblos. Mejor dicho la salud fsico-material y espiritual. Es mas, ni la constitucin de las nuevas parejas jaqicha- podr realizarse entre las familias de los aymara-qhichwa. De la misma manera no podrn hacer jornadas ni cultivos agropecuarios, mineros y las celebraciones-festivas que se hacen a lo largo del calendario agropecuario, social y cultural de la convivialidad eco-bitica de estos pueblos. Es decir no solo quieren afectar la dimensin de la espiritualidad de la vida de estos pueblos, sino, quieren acabar haciendo un genocidio y etnocidio con la vida y la dinmica de estos pueblos. Parecen no tener conciencia humana pese a pregonar los derechos humanos universales, pues quieren acabar con gentes que s, generan valores cosmognicos salubles para la humanidad y han aportando con alimentos valiosos para la humanidad con la variedad papas, la quinua y en los ltimos tiempos con la fibra y la carne de los camlidos/auqunidos andinos.

Ahora cuidado con la produccin, el mercado de la cocaina y las acciones del narcotrfico, donde si bien las hojas de la coca son la materia prima preferida, no la nica ni insustituible, si esta es la preocupacin. Naturalmente detrs de esto esta tambin un caudal considerable del movimiento econmico-finaciero, hasta mviles polticos y de castas sociales familiares que hacen ponguaje con la pobreza material de sectores de los pueblos indgenas, bajo sistemas de colonato y practicas amaadas de corrupcin, muchas veces con pretextos de control de esta produccin y programas de desarrollo alternativo que en mas de

30 aos con un presupuesto considerable, no se ven resultados favorables, menos cultivos realmente alternativos para sustituir el cultivo de las hojas de coca. Ellos mientras siga siendo altamente competitivo el cultivo de las hojas de coca, en el mercado abierto transnacional y haya mayor demanda de consumidores de los pases llamados del primer mundo, continuara la produccin de la hoja milenaria. Eso a su Ahora cuidado con la produccin, el mercado de la cocaina y las acciones del narcotrfico, donde si bien las hojas de la coca son la materia prima preferida, no la nica ni insustituible, si esta es la preocupacin. Naturalmente detrs de esto esta tambin un caudal considerable del movimiento econmico, hasta mviles politicos y de castas sociales que hacen ponguaje con la pobreza material de sectores de los pueblos indgenas con practicas amaadas de corrupcin, muchas veces con pretextos de control de esta produccin y programas de desarrollo alternativo que en mas de 30 aos con un presupuesto considerable, no se ven resultados favorables, menos cultivos realmente alternativos para sustituir el cultivo de las hojas de coca. Ella mientras siga siendo altamente competitivo en el mercado abierto transnacional y haya mayor demanda de consumidores de los pases llamados del primer mundo, continuara la produccin de la hoja milenaria. Eso a su ves, tiene que ver con la galopante desocupacin y la pobreza de los pases como Per y Bolivia.

Entonces esto de la recomendacin de la ONU, el JIFE, hay que considerar como una alerta roja para los Estados andinos, que merece un tratamiento urgente, sino queremos perder la dignidad cosmo-convivencial de la cultura de los pueblos andinos y mas bien pensar en una estrategia de generacin y reproduccin de valores cosmognicos, de economa y dignidad de los pueblos en pos de encuentros intercivilizatorios en el mundo, frente a la globalizacin del capitalismo y la consecuencia del calentamiento global del planeta. No veamos la vida como pura expresin de la materialidad y del circulante del capital de las cosas. Eso es economicidio con acciones del politicidio, pues sta va en matrimonio institucionalizado/interaccionado con la dimensin de la espiritualidad en la vida de los pueblos andinos, cuya emulacin y salud dependen del uso de las hojas de coca en las acciones celebratorias del pijcheo, que emula, regula las energas de la vida. Altu Pata-Qullasuyu 5/03/08

La cosmo-convivencia andina y el ayni ecobiticoSimn Yampara H. Asesor de Gestin Cultural del Gobierno Municipal de El Alto GMEA [email protected] Ante la recomendacin de ONU y el organismo JIFE respecto a Per y Bolivia, no solo es preocupante, sino sobre todo atentatorio, genocida y etnocidiario contra los pueblos del Tawantinsuyu y del continente Abya-yala. Nos hace recuerdo a las prcticas de la inquisicin religiosa colonial, con presupuestos y valores jurdicos de la invasin colonial, de dominio, control espacial y de los pueblos, actualizada, modernizado en el siglo XXI. Pues, los derechos de los pueblos atvicos del Tawantinsuyu, del continente Abya-yala continan encubierto por la invasin y el descubrimiento de la Amrica. Por que?. Por que la orientacin de la geopoltica del conocimiento y la colonialidad del saber, ven como peligro el cuestionamiento y despertar de los pueblos del Abya-yala sobre el ejercicio de sus derechos, respecto al control del territorio, los recursos naturales y por ende el negocio (mercado) de los recursos y el cultivo de la riqueza en el mundo y la regin.

Es decir, la nueva estrategia econmica de orden alotrpico [como los sistemas de qhathus] de estos pases por la composicin mayoritaria de pueblos indgenas, donde las hojas de la coca y el pijchu/akulliku [no masticado] son parte de la cosmo-convivencia andina de estos pueblos y practica del ayni/reciprocidad de la comunidad de los mundos eco-biticos naturales que tiene que ver con el paradigma de vida del suma qamaa de los pueblos indgenas, que lastimosamente por el encubrimiento histrico y la ceguera cognitiva de los cientistas del sistema, no se entiende ni se quiere entender, pero que sin embargo, rompe y perjudica la dinmica proyectiva del pachakuti de estos pueblos. Mejor dicho, continuar con la hegemona, el dominio de los presupuestos jurdicos y valores de la matriz civilizatorio-cultural occidental y la perpetuacin del encubrimiento de los valores y presupuestos jurdicos emergentes de la matriz civilizatorio-ancestral milenaria, cuyo semillero est en tiwanaku e inkario.

La cosmo-convivencia andina y la convivialidad de sus pueblos y de stos con los diversos mundos de la comunidad eco-bitica natural, tiene que ver con el ayni/ reciprocidad emulativa de las energas espirituales a la materialidad de las cosas, en la vida de los pueblos indgenas, donde los maestros yatiris, chamakanis, los kallawayas, sin el pijchu y las hojas de la coca, no podrn desarrollar sus actividades cotidianas que tiene que ver con la salud integral de los pueblos. Mejor dicho la salud fsico-material y espiritual. Es mas, ni la constitucin de las nuevas parejas jaqicha- podr realizarse entre las familias de los aymara-qhichwa. De la misma manera no podrn hacer jornadas ni cultivos agropecuarios, mineros y las celebraciones-festivas que se hacen a lo largo del calendario agropecuario, social y cultural de la convivialidad eco-bitica de estos pueblos. Es decir no solo quieren afectar la dimensin de la espiritualidad de la vida de estos pueblos, sino, quieren acabar haciendo un genocidio y etnocidio con la vida y la dinmica de estos pueblos. Parecen no tener conciencia humana pese a pregonar los derechos humanos universales, pues quieren acabar con gentes que s, generan valores cosmognicos salubles para la humanidad y han aportando con alimentos valiosos para la humanidad con la variedad papas, la quinua y en los ltimos tiempos con la fibra y la carne de los camlidos/auqunidos andinos.

Ahora cuidado con la produccin, el mercado de la cocaina y las acciones del narcotrfico, donde si bien las hojas de la coca son la materia prima preferida, no la nica ni insustituible, si esta es la preocupacin. Naturalmente detrs de esto esta tambin un caudal considerable del movimiento econmico-finaciero, hasta mviles polticos y de castas sociales familiares que hacen ponguaje con la pobreza material de sectores de los pueblos indgenas, bajo sistemas de colonato y practicas amaadas de corrupcin, muchas veces con pretextos de control de esta produccin y programas de desarrollo alternativo que en mas de

30 aos con un presupuesto considerable, no se ven resultados favorables, menos cultivos realmente alternativos para sustituir el cultivo de las hojas de coca. Ellos mientras siga siendo altamente competitivo el cultivo de las hojas de coca, en el mercado abierto transnacional y haya mayor demanda de consumidores de los pases llamados del primer mundo, continuara la produccin de la hoja milenaria. Eso a su Ahora cuidado con la produccin, el mercado de la cocaina y las acciones del narcotrfico, donde si bien las hojas de la coca son la materia prima preferida, no la nica ni insustituible, si esta es la preocupacin. Naturalmente detrs de esto esta tambin un caudal considerable del movimiento econmico, hasta mviles politicos y de castas sociales que hacen ponguaje con la pobreza material de sectores de los pueblos indgenas con practicas amaadas de corrupcin, muchas veces con pretextos de control de esta produccin y programas de desarrollo alternativo que en mas de 30 aos con un presupuesto considerable, no se ven resultados favorables, menos cultivos realmente alternativos para sustituir el cultivo de las hojas de coca. Ella mientras siga siendo altamente competitivo en el mercado abierto transnacional y haya mayor demanda de consumidores de los pases llamados del primer mundo, continuara la produccin de la hoja milenaria. Eso a su ves, tiene que ver con la galopante desocupacin y la pobreza de los pases como Per y Bolivia.

Entonces esto de la recomendacin de la ONU, el JIFE, hay que considerar como una alerta roja para los Estados andinos, que merece un tratamiento urgente, sino queremos perder la dignidad cosmo-convivencial de la cultura de los pueblos andinos y mas bien pensar en una estrategia de generacin y reproduccin de valores cosmognicos, de economa y dignidad de los pueblos en pos de encuentros intercivilizatorios en el mundo, frente a la globalizacin del capitalismo y la consecuencia del calentamiento global del planeta. No veamos la vida como pura expresin de la materialidad y del circulante del capital de las cosas. Eso es economicidio con acciones del politicidio, pues sta va en matrimonio institucionalizado/interaccionado con la dimensin de la espiritualidad en la vida de los pueblos andinos, cuya emulacin y salud dependen del uso de las hojas de coca en las acciones celebratorias del pijcheo, que emula, regula las energas de la vida. Altu Pata-Qullasuyu 5/03/08

La Triada : sistemas econmicos, imaginarios y la espiritualidad andinaYAMPARA Simn & Dominique TEMPLE | 2006. Feriacontorno-entorno y la celebracin D. Temple :

Nos dices que el Contorno es la parte de influencia de la Feria. La Feria, primero, se hubiera iniciado con las actividades agropecuarias y, luego, con la participacin de los talleres de los artesanos que proponen los tiles necesarios a las explotaciones agropecuarias. Y, por eso, el Contorno parece una amplificacin del conjunto agropecuario por la parte artesanal. Aqu el Contorno parece una esfera motividada por la complementariedad, esfera que puede ser ubicada en lo real, es decir, por las prcticas que se definen por lo til. Pero parece que esta esfera es dependiente de las actividades agropecuarias. Si las actividades artesanales y mercantiles dependen de las actividades agropecuarias, me pregunto si hay una diferencia en el manejo de los yatiris ? Me pregunto cmo las relaciones de esta esfera definida por el Contorno se justifican al nivel simblico ? Y cmo los yatiris pueden atender con los mismos principios o las mismas leyes a los campesinos y a los artesanos o tambin a los obreros, en particular, a los mineros ? Cmo hacen ? S. Yampara : Tengo una confusin entre el Contorno y el Entorno en castellano. No as en aymara. Muyta es el Contorno y la muyta que sera algo ms ampliado, por tanto, hara referencia al Entorno. Me preguntas cul es el uso adecuado de las palabras Contorno y el Entorno y dices que parece depender ms de las actividades agropecuarias ? D. Temple :

Por lo que entend, el Contorno es la parte inmediata y el Entorno es la parte en la cual estn los yatiris. Es la parte donde se halla lo espiritual. S. Yampara : Con esta aclaracin me parece muy interesante la pregunta que estas haciendo.Qu pasa con los yatiris ? Cmo interaccionan ? Una primera cosa que se puede aclarar, segn mi criterio, es que los yatiris estn en su espacio : su espacio es toda la territorialidad andina que va de la costa del Pacfico hasta los llanos orientales, del norte : desde el lmite del Tawantinsuyu, el Cuzco, hasta el ro Maule en el sur, lmite con los Mapuches. Todo el espacio del qullana-suyu. En este espacio territorial tiene mayor vigencia su accionar. No es extrao que, en este espacio, pueda haber gente de uno a otro lado, del espacio del urqu-suyu o del espacio del uma-suyu, con sus prcticas de pertinencia territorial y la cosmovisin de pueblo. Esto es una cosa. Pero, por otro lado, en eso de los obreros, ellos tienen la tradicin minera. En esta tradicin, tambin ha entrado este fenmeno de la ritualidad ; el To, por ejemplo. El tercer elemento, los Artesanos, debemos indicar que, tanto los mineros obreros como los artesanos, tienen origen y procedencia aymaraqhichwa, no exclusivamente pero si principalmente. El proceso de su identidad se ha ido cortando, tal vez, por su actividad no agropecuaria y por el proceso de la invasin colonial.

Todo eso se observa como negacin de su propia identidad pero, en el fondo, en su pulmn conectado al corazn y es una cosa que se tiene que verificar pervive el cultivo de la espiritualidad andina. En el programa de la inteligencia, aparentemente, s han variado muchas cosas, pero, en el disco duro, como es el corazn, all permanece viva y latente esta energa. Eso que est encubierto hay que ir descubriendo. A nosotros, en nuestro trabajo de investigacin, nos ha llamado la atencin que los entrevistados, en el fondo, siguen pensando en la actividad agropecuaria. Eso es importante sealar. Inclusive, estn soando que un da tendrn tierras y que podrn cultivar. Esto me hace pensar : trabajando en otra actividad no agropecuaria por qu no se han olvidado del todo ? Pero, paradjicamente, resulta que los que han nacido dentro de la actividad minera ya no saben de agricultura. Entonces hay que averiguar cuntos saben de las actividades agropecuarias y cuntos no. Los que tradicionalmente han nacido dentro de les actividades agropecuarias siempre van a pensar en las actividades agropecuarias y, por tanto, en la cosmovisin, la espiritualidad y la ritualidad andina.

En fin, la cordillera andina con sus paisajes y montaas con picos nevados elevados, permanentes () en su recorrido espacial, tiene una especie de columna en el espacio territorial andino, como el hombre tiene una columna vertebral en su cuerpo. Entonces esa columna, cual bisagra territorial, tiene y contribuye con una fuerte carga de energa espiritual a todo el espacio andino. Por eso, ese espacio se llama qullana-suyu. qullana-suyu, en aymara, tiene tres connotaciones : Espacio territorial, donde se produce la mayor cantidad de hierbas medicinales, insumo bsico para los qulliris y kallawayas, mdicos naturistas herbolarios por esencia. Por la variedad altitudinal y ecolgica, es un espacio que se auto-sanea, se autorregula ecolgicamente. En ese espacio estn los macizos de la cordillera y la faja de mayor carga de energa espiritual, donde est el lago Titicaca, ms alto del mundo, y el semillero de la civilizacin andina como es Tiwanaku. Entonces digo, en esta rea de influencia actan los yatiris, los chamakanis, los kallawayas como gestores y administradores de la energa espiritual andina. No se si con eso he podido aclarar tu preocupacin. D. Temple : S, pero en lugar de tener una cuestin ahora tengo dos. El Imaginario

Por lo que has dicho, entiendo que los yatiris tienen que expresar la ley para todos ; es decir, dar una cosmovisin para todos ; pero si no hay un centro de redistribucin, que puede reivindicar por si solo el derecho de definir la ley, tienen que hacer entre ellos una especie de red que engloba la totalidad del mercado, el conjunto agropecuario y el contorno. Por lo tanto, sera la razn por la cual estn ubicados afuera del Contorno para disear una esfera ms importante, que llamas el Entorno ? De eso, la esfera de lo Imaginario competir con la esfera de lo Real y creo que es natural que no se mezclen. Pero, si la ms amplia enlaza a la ms pequea, la desborda tambin ?. Si el Imaginario es que desborde lo Real, los yatiris tendrn que ubicarse en el entorno, para figurar este enlace ?. Y esta ubicacin tendr una significacin terica ? Entonces, la ubicacin de los yatiris seria la de una esfera de espiritualidad que desborda a la esfera material y la contiene y parece adems que la determina. Quieres, tu, insistir sobre el hecho que la chuyma no es solamente una afectividad que se recibe o que es sufrida o que es padecida, sino que es tambin una potencia que exige manifestarse y que tiene una dinmica ?. Cantidades de atenciones y expresiones y, luego, de acciones atestiguan la manifestacin de aquel sentimiento. Podemos llamar a esta eficacidad : la eficiencia simblica ?

La chuyma es eficaz pero tiene que conformarse tambin a las costumbres, es decir, que los valores ticos tienen que conformarse a la tradicin, respetar una serie de rituales, como las mesas que tienen un carcter apremiante y de representaciones, como son los achachillas, etc., que constituyen un lenguaje, un discurso coherente, que se puede llamar : un discurso del Imaginario que pretende dar cuenta de la realidad del mundo. Cmo se puede constituir este Imaginario ?

Para entender, yo me puedo referir a un trabajo de Michal Harner [1]. El ha mostrado que los chamanes achuar han llegado a institucionalizar una esfera de relaciones sociales que moviliza las relaciones humanas por medio de su Imaginario. En la sociedad achuar, los primeros que han construido la reciprocidad fueron los guerreros y se gener un valor que llaman el kakarma, que se representa con una visin que se dice arutam. Si se proclama la visin arutam por una palabra, esta proclamacin, da obligacin de traducir la potencia del kakarma en lo Real. Esta palabra, que designa la arutam, es un nombre de venganza, porque los Achuar son guerreros. La proclamacin de su arutam significa la obligacin de ir a la guerra. Entonces, cuando se proclama la potencia del kakarma a travs de su visin la arutam se tiene que realizar un acto real de matanza. Si no fuese as, significara que el kakarma ha muerto ; que el guerrero hubiera espiritualmente muerto. Cuando en una comunidad alguien muere por accidente, se dice que aquella muerte es la consecuencia de una palabra enemiga. Aqu se ve que los Achuar dan a la palabra, que expresa la potencia espiritual, un crdito tan grande que pueden interpretar todo acontecimiento como una manifestacin suya, aunque su origen sea desconocido, o sea, sin origen. Es la esfera de lo Imaginario que ha sustituido la esfera de lo Real. Me pregunto, si en el mercado hay tambin esta tendencia de los yatiris a interpretar todos los acontecimientos de la vida como dependientes de la palabra y, por tanto, a integrar todos acontecimientos dentro de una esfera de relaciones imaginarias, regidas por la potencia de los valores ticos ?. En este caso, se podra hablar de una tico-gracia ?

Imaginario qullana e Imaginario cristiano Entend que los yatiris son los dueos de los espritus y que hablan por cuenta de la chuyma. Son los que tienen las llaves de la verdad tica. Su universo no es ms el mundo de lo Real, de las prestaciones de cervezas o refrescos, por ejemplo, que ofrecemos para sentirnos conformes, no, sino de la esfera de las prestaciones rituales, de quienes pueden decir cules son las cosas justas, leales o no, la esfera de quienes manejan entonces los valores nacidos de las prestaciones del mercado para acordarlas al nivel que es el suyo, es decir, a lo Simblico y eso por el camino o el medio del Imaginario. Es una esfera ms amplia que la esfera del mercado y, adems, superior. Pero los cristianos tambin quisieron hacer lo mismo y construyeron, en el centro de la marka, su iglesia. Sin embargo, no se ubicaron en el Entorno sino en el centro y, ms precisamente, en el centro de la marka cuando lo podan. Me pregunto, si no quisieran tomar el lugar de los curacas que eran, quizs, los representantes de la autoridad en un sistema de redistribucin tambin centralizado qu era el sistema de redistribucin inca ? Dices que cada uno de los yatiris se piensa apto o inapto para arreglar un asunto, y anotas que si le toca la competencia, l dice lo que tiene que decir y, si no, invita a consultar a otros que pueden responder. Entonces, quizs los sacerdotes no han llegado a superar a los yatiris porque los yatiris no pertenecen al mismo sistema de reciprocidad que los curacas, no pertenecen a un sistema centralizado, sino a un sistema descentralizado que supone una estructura de base que es el compartir ?

S. Yampara : Primero hay que aclarar varias cosas. Una aclaracin sobre el chamanismo : chaman viene, creo, de la cultura oriental. Creo que, en los Andes, no se conoce con el nombre de chaman. Se tiene que precisar eso un poco. D. Temple : Tienes razn : hay que tomar la palabra achuar (chaman = uwisin) S. Yampara : Otra precisin. Creo que lo que t dices del mundo real y el mundo imaginario, y de lo material que se escapa el mundo espiritual, yo creo que, aqu en los Andes, ms bien se trata de armonizar estas energas : la energa material con la energa espiritual. Se trata de interaccionar, contrabalancear, trabajar con ambas energas ; material y espiritual. Ahora, entre lo Imaginario y lo Real siempre se contrabalancea la vida. No trabajan solamente con lo Imaginario. Entonces, eso parece otro factor muy importante que habra que ver y profundizar.

Ahora bien, lo que nos est faltando, me parece, es el lenguaje adecuado, para una comunicacin adecuada y, tal vez, una cosa, un objeto, una expresin, la entendamos de distinta manera, de acuerdo a nuestra cosmovisin, los presupuestos culturales y hasta lingsticos y la manera de cmo entendernos mejor, como en el caso de chaman y chamanismo, por ejemplo. Muchas veces, podemos decir, se puede entender que todo tratamiento espiritual es chamanismo, pero cuando entramos en lo profundo, creo que hay otras cosas o, al menos, los sentidos de manifestacin del corazn/chuyma que tiene su exigencia de la identidad propia y su matriz cultural. Se sabe que los yatiris no son personas comunes, para los aymara-qhichwa. Pero, a su vez, el yatiri ms sabio resulta aquel persona consagrado por Illapa , el rayo, relmpago. Aqu es pertinente preguntarse qu proceso y fenmeno pasa con el yatiri ? Por qu se convierten en sabios notorios estos hombres o mujeres ? Hay otro elemento ms aqu : los yatiris no trabajan as no ms, de modo directo con la palabra, como estamos aqu conversando. El yatiri trabaja con una serie de implementos, como la hoja de la Coca en la istalla/tari. Son implementos muy importantes. No se si el chamn tendra algo correspondiente con que trabaja, pero el yatiri como el chamakani, as como el kallawaya, sin la hoja de Coca, en la chuspa, la istalla, no puede trabajar, ni comunicarse con las energas de las deidades naturales.

Ahora bien, a esta accin de estas autoridades que complementan con la espiritualidad Por qu es que les dicen brujos ? Eso puede tener una explicacin. La inquisicin cristiana no quera que practicaran esto, sino que se conviertan en seres cristianos y, por lo tanto, les han dado este adjetivo de brujos , de hechiceros , que trabajan con cosas malignas , pero, no entienden el rol profundo que ellos tienen. Mas bien son ellos los que suministran, administran e interaccionan, las energas materiales y las energas espirituales y los que tratan, en lo posible, de armonizar esas energas. Cuando hay una especie de sobrecarga, por as decir, de esas energas materiales, ellos tienen que regular ; cuando hay un dficit de energa espiritual, ellos tienen tambin que regular. Son maestros, administradores y reguladores de ambas energas materiales y espirituales. Aqu, creo, que hay que entender las cosas de esta manera, no separadas ni aisladas, como en la teologa cristiana. Yo no puedo separar lo material de lo espiritual y decir que en la accin espiritual andina esta lo malfico y lo diablico, como sostienen los cristianos y las sectas religiosas contemporneas. La interaccin de lo material-espiritual, lo real y lo imaginario, es la potencialidad que puede aportar la cosmovisin, la cosmo-convivencia andina a la humanidad como un valor tico.

Y pienso que el hombre occidental, la civilizacin de los pueblos llamados occidentales, ha separado lo material-espiritual, no solamente por cuestin de especializacin sino, sobre todo, porque ha dado mayor atencin y preocupacin a lo material-monetario y, para ello, han desviado el principio del derecho universal natural hacia el derecho de la propiedad privada, para permitir y encaminar hacia una mayor acumulacin privada. Desde entonces, ha sido su principal preocupacin la acumulacin de lo material-monetario, sin preocuparse que, con sus acciones, estn enfermando el planeta tierra [calentamiento global] y poniendo en peligro la humanidad en su conjunto, incluidos ellos. Pero, paradjicamente, otros pueblos y civilizaciones en sus corazones, late el retorno a valores ticos y ms humanos como los andinos que buscan el bienestar y la armona integral. D. Temple : Lo que dices aclara esta ubicacin de los yatiris cerca del mercado. Tienen que estar en la proximidad del mercado, donde est lo Real, para poder armonizar, como dices, las fuerzas que vienen de lo que llamo lo real y lo que llamo la eficiencia de lo simblico. Es esa la inteligencia propia de los yatiris. Y tambin estn en el Entorno, porque tienen que dar una clara interpretacin del todo. Por lo tanto. cuando uno no sabe cual tiene que ser su actitud, pide ayuda a quienes saben : los yatiris. Yatiri

Sin

embargo, aqu tengo otra cuestin. Para implementarla se puede recordar un estudio sobre el pueblo de los Huni Kuin, debido a Deshayes y Keifenheim [2]. Los Huni Kuin pertenecen al conjunto Kuin. Este conjunto puede ser dividido, por la Palabra de Oposicin, en parcialidades y, stas, en otras divisiones tambin, como en las sociedades aymaras y qhichwas. Pero me interesa solamente la palabra Kuin que quiere decir el conjunto, una Palabra de Unin que designa un conjunto que no puede oponerse brutalmente al Contorno, porque sera una nueva oposicin. Entonces se dice que entre la esfera del Kuin y el Contorno, el pasaje es progresivo como un degrad.

Esta parte progresiva, en la cual los caracteres propios del Kuin se difunden sobre lo que no es Kuin (un poco como el mercado agropecuario que extiende su influencia sobre los talleres que no son agropecuarias) esta zona de influencia del Kuin se llama

Kayabi. Kayabi es el Contorno. Pero existen, fuera de la zona de influencia Kayabi, otros seres, otros hombres, como son los colonos, los misioneros, etctera, que no son de todo Kuin. Los que no son Kuin se llaman Kuinman. Sin embargo, estos perjudican a los hombres Kuin cuando vienen en su aldea e imponen su modo de ser, por ejemplo, cuando vienen a imponer formas de mercado, motivadas por el provecho. Esta zona de sufrimiento, en la cual el orden Kuin es perjudicado, es una frontera en degrad que se llama Bemakia. No es la misma zona que soporta la influencia de Kayabi. Kayabi es la influencia positiva de Kuin sobre el mundo exterior. Bemakia es la influencia negativa del mundo exterior sobre el mundo Kuin. Entonces se puede imaginar que hay dos especies de espritus : unos benficos, que pertenecen a la sociedad de los Huni Kuin, y otros malficos, que pertenecen a los colonos.

Pero se presenta la dificultad siguiente. En el mundo aymara existe otra relacin, diferente a la relacin de reciprocidad positiva : ayni, minka, redistribucin, que expresa relaciones de reciprocidad negativa, como por ejemplo el tinku. Pero estas relaciones generan tambin sentimientos que podemos llamar espritus : son los espritus de venganza o, tal vez, de justicia tambin. Entonces, tenemos dos tipos de sentimientos, llamados negativos : unos que parecen ser los efectos del extranjero, que no pertenece al sistema de reciprocidad, en el estilo Bemakia segn la interpretacin de Deshayes y Keifenheim ; los otros son sentimientos o espritus negativos que pertenecen al sistema de reciprocidad aymara, como es el tinku : espritus negativos de adentro y espritus malficos de afuera. La cuestin viene a ser visible cuando los mineros desfilan en las Entradas. Tienen mscaras que son mscaras del diablo ; incluso hay una danza con el diablo, la Diablada. Por fin, la cuestin es : estas mscaras son los smbolos de espritus de dentro o de fuera ; son de tipo Bemakia, segn la interpretacin de Deshayes y Keifenheim, o resultan de una forma de reciprocidad negativa aymara, el tinku, por ejemplo ?

La cuestin es difcil, para m, porque tenemos que ubicarla dentro del contexto colonial, en el cual los sistemas de reciprocidad aymaras han sido distorsionados o sustituidos tambin por sistemas ajenos, por ejemplo, el sistema centralizado de la iglesia catlica. Respecto a los espritus negativos, los cristianos dicen que son cosas de indio pero los Huni Kuin dicen, hoy, que son producidos por la forma antireciprocidad del intercambio capitalista. Que se podra decir al respecto ? La cosa es ms difcil todava porque, en el comentario de la tesis de Deshayes y Keifenheim que publicaron Javier Medina y Jacqueline Michaux [3], doy la interpretacin siguiente de los espritus Bemakia : antes de la colonizacin, los espritus negativos procedan de la reciprocidad negativa y solamente de ella, porque todas las actividades de la sociedad eran integradas por la reciprocidad. Entonces, Bemakia querra decir los espritus de la reciprocidad negativa, los espritus de la venganza y de la justicia tambin. La noreciprocidad no exista socialmente : caracterizaba lo inhumano. Entonces no haba lugar para hombres que no pertenecieran ora a una red de reciprocidad positiva ora a una red de reciprocidad negativa. La aparicin de una soldadesca, que se nutra de oro y plata y que no perteneca al modo de ser de las sociedades originarias, gener graves Quiproquos que trastornaron la cosmovisin de los pueblos de Amrica.

Por

lo tanto, aparecieron nuevas formas de sufrimiento, pero que fueron primero interpretadas por las categoras existentes. Pienso que los pueblos de Amrica intentaron de convencerse que sus sentimientos de sufrimiento eran los efectos de espritus malficos, producidos por la reciprocidad negativa. El estudio de B. Meli sobre la interpretacin del precio del mercado de intercambio por los Guaranes, nos da que pensar [4]. Los Guaranes de hoy utilizan la palabra tepy, que quiere decir venganza, para expresar el precio impuesto por los colonos ; es decir, que justifican el precio por la venganza de quien es suponen tiene una razn para imponer aquel precio. Una razn

que se explicar por una supuesta relacin de reciprocidad negativa. Fuera de esta relacin previa, el precio impuesto no tendra ninguna justificacin para ellos. Es por eso que aplican el trmino de venganza. Lo mismo podra justificar la interpretacin de Deshayes y Keifenheim. La influencia malfica de hoy es una influencia nueva, la del extranjero occidental que no practica la reciprocidad, la del intercambio para el provecho, pero que est interpretada todava con las categoras de la reciprocidad negativa. Pero dnde entra el Intercambio en esta triada de la cual Uds hablan : Produccin-Feria-Celebracin no sera lo mismo ? De qu nos habla el chamakani ?

La armonizacin por el tinku S. Yampara :

Lo central hay que aclarar. Una cosa es que el tinkhu lo tomen como algo malfico. El tinkhu, ms bien, es algo para neutralizar energas malficas : es algo para armonizar estas fuerzas malficas. Lo del tinkhu es una cosa importante, mas yo no dira que es malfico. Lo malfico es el cristianismo, para la cosmovisin andina. D. Temple : En este caso, es el control de lo malfico por la reciprocidad. Se puede decir que, tradicionalmente, lo malfico es neutralizado por la reciprocidad. Ahora bien, en el caso de los blancos no hay ms reciprocidad. Hay otra especie de tratamiento que no se puede neutralizar. S. Yampara : El tinkhu tiene un sentido armonizador ; puede ser de energas malignas, que estn all, pero si se las pone en la accin del tinkhu, tratan, si es posible, de armonizar para que salga lo benfico y, entonces, lo malo lo encaminan, lo anulan, para recoger energa benfica que beneficie a todos. Ahora bien, el ayni, por medio de las ceremonias rituales, sirve precisamente para emular, interaccionar las energas materiales con los espirituales ; movilizar las energas espirituales de las deidades naturales hacia el bienestar y armona en la vida.

Ahora, el diablo, y lo diablico, es ms bien efecto colonial, porque hubo tantas inquisiciones religiosas. Todo lo maligno, todo lo que hacan con la invasin colonial, era maldad con consentimiento de los invasores. Paradjicamente, las acciones de los que armonizaban, son consideradas diablicas, malficas. Con esos conceptos encubran. El cristianismo tena que deshacer esa armonizacin, sosteniendo que todo lo que hacan los Andinos era malfico y diablico. Como respuesta a esa diabolizacin, sale la Diablada, con las fuerzas, con las energas malignas, como indicando hasta con ellos compartimos y, ahora, se dice lo mismo de la Virgen del Socavn, de adentro de estas energas invisibles sale la virgen