coreografía "un cuento sobre el agua"
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Reflexiones sobre la coreografía
IRINA dice: “Teníamos vergüenza; es difícil
poner los movimientos a la música, la ropa, los
materiales…
Al empezar no creí que iba a quedar tan bien. Creo
que ha quedado tan bien porque le hemos echado
mucho esfuerzo y repetido mucho.
He aprendido que no debemos tener vergüenza y
que podemos enseñar algo a los demás.”
JASMINE (LA COREÓGRAFA) dice: “Lo
peor de todo fue montar la coreografía, porque yo
pensaba una cosa y ellas no querían hacer eso.
Lo mejor, que saliera al final tan bien, porque ellas
me ayudaron a decidir los movimientos. Yo sola no
lo hubiera hecho tan bien.
Lo mejor es que ha sido divertido y lo peor que a
veces pensé que tendría que hacerlo sola.
Ha sido difícil ser la “jefa” porque yo inventaba y
no sabía si les gustaría y si sabrían o podrían
hacerlo.”
Mª JOSÉ dice: “Fue difícil decidir el tema del
baile y aclararnos todas porque la canción costaba
y no sabíamos qué baile ponerle.
Algunas veces nos poníamos a discutir porque no
salía; alguna gente se puso enferma; nos costó
mucho hacerlo. Tanto que al principio pensé que
no iba a valer la pena subirlo al blog. Algo que
parecía fácil, cosa de una semana, se convirtió en
¡21 días de ensayo!
Ha valido la pena porque así siempre lo tendré y
cuando sea mayor lo verán mis hijos.”
RAQUEL dice: “Yo empecé formando parte del
grupo, porque en principio lo íbamos a hacer
todas las chicas de la clase, y somos cinco.
Después de una semana de ensayos más o
menos, lo dejé. Le dije a Conchita que no lo
quería hacer porque había que expresar
demasiado de cómo soy y eso hacía que no
estuviera cómoda.
También porque no me gustaba mucho cómo iba
quedando.
Cuando lo terminaron y se proyectó en clase para
que lo viéramos los demás, a mí me encantó, me
pareció perfecto, no pudo haberse quedado
mejor.
Las felicito por todo el trabajo que le han puesto.
Me gusta que en clase se hagan este tipo de
cosas: cada día llegas a clase y no sabes si vas a
cantar, a bailar… te sales de la rutina.”
JULIA dice: “El principal problema han sido las
discusiones. Cuando hacíamos un poco de baile y
estábamos bien, se nos metía en la cabeza que
era muy cursi y decidimos hacer otro.
Además, yo me puse enferma y estuve una
semana sin venir a clase.
Luego… perdimos un poco el hilo y estuvimos de
parón.
Otra cosa es que Jasmine, que es la coreógrafa,
vive bastante lejos, en las afueras del pueblo, y no
podíamos quedar para ensayar fuera de clase. Así
que todo el trabajo que hacíamos parecía que no
daba ningún resultado; eso nos decepcionó un
poco.
Luego nos animó nuestra profesora y lo volvimos
a intentar, porque pensamos dejarlo y todo.
Empezamos a hablar de la ropa que íbamos a
llevar y, como por arte de magia, se nos iluminó la
bombilla y empezó a salir bien todo.
Más tarde, grabamos y terminamos nuestro
trabajo. Pese a todo, ha sido una experiencia
inolvidable y divertida.”