copoazú

14
Copoazú, un sabor que quiere conquistar Bolivia Por Anna Infantas - Periodista Invitado - 30/08/2009 Comentarios Copoazú, un sabor que quiere conquistar Bolivia - ¡ Oh ! Redacción Los Tiempos Multimedia Galería de fotos (8) El olor a naturaleza se siente apenas se llega al aeropuerto de Riberalta. Se va haciendo más intenso a medida que se avanza tierra adentro. La tupida selva se abre ante los ojos, mientras se la recorre por estrechos caminos. Allí, en medio del monte y lejos de la agitada ciudad, se encuentra la parcela de Leoncio Tomichá Pardo.

Upload: jonathan-pablo-cano-sanchez

Post on 01-Feb-2016

5 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

ninguno

TRANSCRIPT

Page 1: Copoazú

Copoazú, un sabor que quiere conquistar BoliviaPor Anna Infantas - Periodista Invitado - 30/08/2009

 

 

 

 

 

 

Comentarios

Copoazú, un sabor que quiere conquistar Bolivia - ¡ Oh ! Redacción Los

Tiempos

Multimedia

Galería de fotos (8)

El olor a naturaleza se siente apenas se llega al aeropuerto de Riberalta. Se va

haciendo más intenso a medida que se avanza tierra adentro. La tupida selva se

abre ante los ojos, mientras se la recorre por estrechos caminos. Allí, en medio del

monte y lejos de la agitada ciudad, se encuentra la parcela de Leoncio Tomichá

Pardo. 

Page 2: Copoazú

Estamos en la comunidad de San Antonio, al noreste de la capital riberalteña.

Como todo agricultor, el hombre, de 72 años, extiende sus manos callosas y

ajadas, en un fuerte apretón… Orgulloso nos muestra su chaco.  Resulta curioso

que en medio del arroz, maíz, plátano y yuca crezcan plantas de copoazú. “Antes

no las conocíamos”, advierte don Leoncio. Y tiene razón. Si bien es un producto

amazónico, no era común cultivarlo en Bolivia.

Cuando en 1997, a don Leoncio le hablaron de probar con este nuevo fruto, él lo

hizo con cierta cautela. Pero los resultados han valido la pena. Hoy en día, lleva

cuatro años cultivando copoazú, tiene 450 plantas en más de media hectárea y ha

recolectado mil kilogramos. 

Muy distinta fue la actitud de Christian Noko Nakamura, que no la pensó dos

veces cuando escuchó de este fruto, que algunos dicen que es una palabra tupi

guaraní, que significa cacao grande. “A mí me gusta arriesgarme, así que le metí

mil plantas de una sola vez”, afirma tajante. Su instinto no le falló. Recientemente,

con 1.300 plantas, ha recolectado 6 mil kilos y ha ganado Bs 10.800. “¡Está mejor

que andar en burro!”, dice sonriendo. “Es que antes no había más que arroz y

castaña, ahora con el copoazú la cosecha es larga. Trabajamos con sistemas

agroforestales y tenemos actividad todo el año. Es decir, primero, maíz. Cuando lo

cosecho, saco castaña. Después recojo el copoazú y enseguida el arroz…”, acota

el también vocal de la Asociación de Productores de Copoazú, que tiene 156

socios activos. 

Vale la pena detenerse, por un momento, en los sistemas agroforestales a

solicitud de Rolvis Pérez, de la Fundación Amigos de la Naturaleza. El técnico,

entonces, explica: “En este sistema de cultivo, se asocian los árboles maderables

(mara, roble, castaña, copaibo) con especies agrícolas (arroz, frejol o copoazú). La

idea es combinarlos, que se alternen, se recuperen las zonas degradadas y se

generen ingresos”.  Hay que reconocer que la Theobroma grandiflorum, su

nombre científico, no es muy trabajosa.  Eso le valió cuando, en la década de los

90, el Instituto Para el Hombre, Agricultura y Ecología (Iphae) escogió el copoazú

de una lista de 12 frutas amazónicas y la presentó como alternativa productiva a

los campesinos de la zona, que suelen ser inmediatistas. El copoazú cumplía

Page 3: Copoazú

varios requisitos a favor: el cultivo es rápido (a los cuatro años se tiene una

producción comercial) y cuando madura, el fruto cae y tiene un sabor promisorio.

Esta planta mediana se distingue fácilmente en los chacos, como el de doña Iris

Villanueva Melgar (43).

Una hectárea alberga a 400 plantas y en promedio de cada una se puede obtener

diez kilos. Es decir, sacando números, una parcela bien manejada podría estar

produciendo entre 4 mil y 6 mil kilos por hectárea. “Es bien nomás”, afirma doña

Iris, que lanza sus propias cifras: “Yo saqué, este año, más de mil kilos, sin contar

los que nosotros consumimos. Se vende bien”. 

La zafra empieza en enero y no termina hasta mayo; durante este tiempo, los

cocos se pueden ver regados por la tierra. En el interior se encuentra un 30% de

pulpa (tiene un acidez similar al limón), un 20% es semilla y un 50% es la cáscara.

Pero después que Iphae promovió el sistema agroforestal, nació una asociación y

luego se vio la necesidad de buscar mercados para vender; así surgió Madre

Tierra Amazonia Srl, que completa una cadena productiva, en la que el 30% de la

empresa pertenece a los productores de copoazú. 

Ya de vuelta en la ciudad de Riberalta, una moto (el medio de transporte por

excelencia en la zona; los taxis son casi inexistentes) se encarga de llevarnos a

conocer Madre Tierra. Álvaro Suárez es el gerente. Tras un portón de madera, el

joven administrador nos presenta su producto estrella: la pulpa congelada de

copoazú. Antes de abrir las frías puertas de las congeladoras donde las guardan,

Suárez recorre mentalmente el proceso de trabajo: “Al ser una fruta perecedera,

dura cinco días como máximo, se tiene que recoger el fruto todos los días y dejarlo

acá, porque una vez se seca, ya no es apta para pulpa, aunque la semilla sirve,

porque de ahí extraemos el cupulate (chocolate) y la manteca. Por suerte las

comunidades están cerca”. 

Los cocos sanos pesan entre kilo y kilo y medio. En una cabaña de recepción se

los revisa uno por uno. “Sólo nos interesa el fruto de primera calidad”, agrega el

gerente. Después se lo lava, se lo descascara, una maquina se encarga de sacar

la pulpa (cada cinco minutos procesa cinco kilos) y se envasa. 

Page 4: Copoazú

El año pasado, Madre Tierra Amazonia produjo 25 toneladas, en lo que va de

2009 son 33 y la apuesta para 2010 es de 40. “Cada año aumentan las áreas de

cultivo”, acota Suárez, mientras camina por la pequeña planta, en la cual trabajan

seis personas y en época de zafra se contrata, eventualmente, a 25. ¿Bastantes?

“Es que se procesan 3 mil kilos por día en el lapso de nueve horas. Como no se

manejan conservantes, todo tiene que ser rápido. Desde que se rompe el coco

(literalmente de un golpe) hasta que se lo coloca en la cámara en frío, no pueden

pasar más de 20 minutos, porque se pierde calidad”, responde Suárez.

Claro, el esfuerzo da recompensa a todos: al agricultor, por ejemplo, se le ha

aumentado su ganancia de Bs 1 a Bs 2 por kilo, mientras que Madre Tierra en

2008 comercializó 26 toneladas. La organización está en un proceso de

certificación orgánica y eco social (similar al precio justo), y según su política, la

economía también puede ser solidaria. “Cuando hay mejores ganancias se paga

mejor por el fruto”, afirma el gerente.

La palabra biocomercio engloba todo el proceso de industrialización, desde la

cosecha hasta la venta. La FAN es experta en el tema y por ello apostó por

trabajar en forma conjunta con la empresa que industrializa el copoazú en

Riberalta; como dato: la Fundación Amigos de la Naturaleza pretende potenciar,

este año, 86 iniciativas, como la de Madre Tierra. 

El objetivo es conseguir el mayor beneficio para el agricultor, a largo plazo, lo que

obliga a hombres y mujeres a proteger la fuente de sus ingresos. “El copoazú a

uno lo saca de apuros”, resume don Leoncio. 

El 80% de Ama-frut, la marca que creó Madre Tierra para la pulpa congelada, se

queda en la calurosa Riberalta. Es común ver carteles que ofrecen jugos y helados

elaborados con el fruto amazónico. De la pulpa se hace refrescos (delicioso, de

verdad), vinos y licores, y de la semilla se obtiene manteca y aceites, que son la

base para productos cosméticos (la famosa marca Natura, de Brasil, lo emplea por

su comprobado poder de hidratación). “También se preparada mermeladas y

cupulate, aunque en menor cantidad. Estamos más concentrados en producir

materia prima”, dice Suárez. La comercialización también llega a Trinidad, a La

Page 5: Copoazú

Paz y, por supuesto, a Santa Cruz. Quieren exportar, pero primero aspiran a

conquistar el mercado nacional.

El copoazú ha ganado tanta popularidad que hay 300 familias repartidas en 21

comunidades del municipio de Riberalta que se dedican a su recolección; en

Guayaramerín hay alrededor de cinco y otro tanto en el municipio Gonzalo

Moreno, de Pando.  Eso sí, el 90% de lo que se produce en la Amazonia boliviana

se concentra en Riberalta, aunque lo que genera está lejos de los índices

económicos de la poderosa castaña, que por exportaciones obtiene entre $us 50 y

70 millones.

Los seguidores del fruto amazónico saben que no pueden hacerle sombra, pero lo

que quieren es que el boliviano descubra el sabor único de su copoazú.

Los champús de doña Roxana

Son artesanales y Se basan en el  aceite y leche de castaÑa  |  También hay de

copoazú y aloe vera. Utiliza agua de lluvia como materia prima

De niña, su madre solía realizarse masajes de almendra en su frondosa cabellera; por

ese tiempo, ni por curiosidad se le cruzó la idea de hacer su propio champú y

acondicionador. Pero las cosas de la vida la llevaron a volcar su mirada en una

creencia arraigada en el pueblo... “En Riberalta, la gente siempre ha usado almendra,

porque ponía bonito el cabello, lo tonificaba y revitalizaba. Me di cuenta, por ejemplo,

que los ancianos que la usaban no tenían canas o tenían pocas. Le pregunté a una

mujer, de 80 años, cómo se cuidaba, porque no lo tenía ni picado, mientras que el mío

estaba mal. Me dijo que su secreto era el aceite de almendra”, recuerda Roxana

Pinto. 

Después de un tiempo, se encontró con unas señoras que ofrecían champú en una

feria y doña Roxana se dijo a sí misma: “¿Y por qué no puedo hacer lo mismo?” Una

de las mujeres fue a su casa a enseñarle cómo preparar, le dio la fórmula básica, pero

luego empezó a experimentar con aceite y con leche de almendra, aunque descubrió

un mejor aliado: en lugar de usar agua destilada, era mejor emplear el agua de lluvia.

Sus familiares, amigos o todo quien llegaba a su casa en Riberalta, probaba la

efectividad de la fórmula que doña Roxana escribía minuciosamente en un cuaderno.

“Me obsesioné”, acota. 

Page 6: Copoazú

Su primer champú fue de un litro, que lo dividió en varias partes y lo vendió a sus

conocidos. Seguidamente fue aumentando las cantidades hasta llegar a 100, 250 ó

1.000 unidades. “Ahora último hicimos 3.000 unidades, cada una de 450 ml”, dice la

propietaria de una marca que está recibiendo el apoyo de la Fundación Amigos de la

Naturaleza (FAN), como parte de su programa de biocomercio. Champú Roxana,

como se llama, es artesanal y es en los meses de lluvia cuando se guarda parte de la

materia prima que le servirá para su producción. Gracias a FAN ha mejorado el

tiempo que destina  a su elaboración. “Al principio, dice ella, tardaba mucho.

Comenzaba a la una de la tarde y no terminaba hasta las siete de la noche. Pero vino

un químico de FAN que me enseñó a hacerlo en dos y tres horas. Reducir el tiempo

ya es ganancia”,  detalla Pinto, que ahora ofrece no sólo champú de almendra, sino

también de manzanilla y de aloe vera.

La fórmula de la abuelita, como dice doña Roxana, está mirando con buenos ojos al

copoazú y al aceite de majo. En su fábrica, tres mujeres la ayudan; el secreto está en

batir con calma, sin perder nunca la paciencia; jamás, dice ella, hay que hacerlo con

prisa, porque se hace agua. “Uno tiene que tomarse su tiempo para hacer las cosas

como se deben hacer”, resume la propietaria.

Todavía tiene muchas cosas que mejorar, si quiere ser competitiva, como aprender

algo de costo o mejorar el diseño de su presentación. Ella es consciente de que

todavía le queda por delante un largo camino, pero su sentido común se ha unido a su

conocimiento empírico, y ambos le dicen que su champú dará que hablar.

30%, es la cantidad de pulpa que tiene un fruto como el copoazú (el cacao tiene

menos). La semilla representa el 20% y la cáscara el 50%.

80%, de la producción de copoazú es consumida en Riberalta. De las 26 toneladas

que se produjo el año pasado, 22 se quedaron en el departamento y sólo tres se

comercializaron en Santa Cruz.

200 mil kilos, o si quiere hasta un millón es la capacidad de producción que tiene la

planta de Madre Tierra, en la cual se obtiene la pulpa de copoazú

Page 7: Copoazú

Copoazú: Super Fruta Amazónica de extraodinarias propiedades cosméticas y nutricionales.  Origen y Descripción de la Manteca de Copoazú

Usos de la Manteca de CopoazúBeneficios de la Manteca de CopoazúCaracterísticas de la Manteca de CopoazúComposición de la Manteca de CopoazúComposición de la Pulpa de CopoazúBibliografía

 

El mayor valor de esta planta lo constituyen sus frutos que son carnosos y de sabor

agridulce agradable. Con la pulpa se elaboran bebidas, licores, compotas, dulces,

gelatinas y otras golosinas. Además de cafeina, los frutos contienen teobromina, que

es un alcaloide muy conocido por sus propiedades estimulantes. Las semillas

constituyen, en la región del Amazonas, el cacao verdadero, y de ellas se obtiene el

45% de grasa blanca y aromática, que es digestiva para la especie humana. Del

fruto también se aprovecha su semilla, que contiene porcentajes altos de proteína y

grasa, para la preparación de cupulate, un producto con características similares al

chocolate. La manteca deCopoazú posee propiedades emolientes y lubricantes de

la piel, dejando un delicioso aroma.

Origen y Descripción de la Manteca de Copoazú

Theobroma grandiflorum, de nombre

común Copoazú, Copuazú o Cacao Blanco, es

originario de la Amazonia oriental, es una especie

de cacao amazónico, su hábitat natural es el

bosque tropical húmedo en terrenos altos no

inundables.

El Copoazú (Theobroma grandiflorum) es un árbol

frutal tropical que se encuentra distribuido en forma

silvestre en la cuenca de la Amazonía de los

países de Brasil, Ecuador, Perú, Colombia y

Bolivia.

Arbol del bosque tropical húmedo que puede

alcanzar hasta 18 m de altura,presentando tallo

  

 

Page 8: Copoazú

con cáscara marrón oscuro y ramificaciones

tricotómicas, con las ramas superiores

ascendentes y las inferiores horizontales. El

crecimiento de la parte aérea obedece a un patrón

bien definido. El tallo crece en etapas de 1,0 a 1,5

m, emitiendo ramas plagiotrópicas trifurcadas al

final de cada período.

Usos de la Manteca de Copoazú

Su importancia económica radica en su fruto, del cual se aprovecha su pulpa, misma

que se puede comercializar fresca o industrializada. La semilla es utilizada para la

fabricación de chocolates ocopulate y la cáscara como abono orgánico. 

El Copoazú presenta más pulpa que semilla, en una relación de 2 a 1, así que se

puede aprovechar la pulpa, aspecto que no es posible con el cacao. La pulpa del

Copoazú es de color blanco, con altos contenidos de fósforo, pectina y contenidos

medios de calcio y vitamina C. Se utiliza en la elaboración de jugos, néctares,

mermeladas, compotas, gelatinas y dulces. Del fruto también se aprovecha su

semilla, que contiene porcentajes altos de proteína y grasa, para la preparación

del cupulate, un producto con características similares al chocolate.

Beneficios de la Manteca de Copoazú De acuerdo con estudios científicos e

investigaciones etnobotánicas en el campo de la cosmética la manteca de copoazu se comporta como un excelente emoliente y lubricante, que proporciona tacto agradable, y suavidad a la piel, lo que favorece las propiedades de propagación de las formulaciones cosméticas.

Tiene la capacidad de absorción de agua, alrededor de 240% más alta que la lanolina, que actúa como un sustituto de la misma planta. Ayuda a la estabilidad y como co-emulsionante en emulsiones.

Debido a la presencia de ácidos grasos de cadena larga, promueve la hidratación superior dejando un tacto sedoso y la mejora de la elasticidad de la piel. Debido a que los fitoesteroles presentes en su

  

 

Page 9: Copoazú

composición, reemplazar los lípidos actúa en el estrato córneo.

Con efecto anti-inflamatorio y reducir la pérdida de agua transepidérmica actuando sobre el equilibrio de fluidos.

Copoazú realmente es un pariente del cacao, pero tiene diferencias en el contenido la manteca de Copoazú carece de teobromina y cafeína.

Características de la Manteca de Copoazú

Índice de Acidez: 4,77 mgKOH/g

Índice de Saponificaçión: 170,0 - 200,0 mgKOH/g

Índice de Yodo: 30,0 - 55,0 gI2/100g

Punto de Fusión: 22,0 - 35,0 .C

Índice de Peróxido: <12,0 mEq 02/1000g

Composición de la Manteca de Copoazú

La Manteca de Copoazú o Cupuaçu es blanca. Tiene una extrema capacidad de

absorción de agua. Es un emoliente que le brinda un tacto agradable y suave a la

piel.

Cada 100 gramos contiene:

Proteína: 1,7gr.

Calcio: 23mg.

Fósforo: 26mg.

Hierro: 30mcg.

Vitamina B1: 0,04mg.

Vitamina B2: 0,04mg.

Vitamina C: 33mg.

Posee más ácidos insaturados que la manteca de cacao.

El índice de digestibilidad es de 94,1%

No contiene cafeína

Composición de la Pulpa de Copoazú

Valor nutricional de 100 g de pulpa de copoazú.

Page 10: Copoazú

Componente Unidad ValorAcidez gramo 2,15Brix   0,80PH   3,30

Humedad gramo 89,00Aminoácidos mg 21,90

Extracto Etéreo gramo 0,53Cenizas gramo 0,67

Sólidos Totales gramo 11,00Azúcares Reductores gramo 3,00

Pectina mg 390,00Fósforo mg 310,00Calcio mg 40,00

Vitamina C mg 23,10

Bibliografía

CRUZ, F.A. 1996. Determinación de algunas propiedades físico-mecánicas y

quí-

micas de las semillas de copoazú (Theobroma grandiflorum Wild ex Spreng

Schum) y obtención de pasta de copoazú. Convenio Instituto SINCHI-

Universidad

Nacional de Colombia-ICTA. Facultad de Ingenieria Agronómica. Tesis

de pregrado. 86p.

HERNÁNDEZ, M.S y GALVIS, J.A. 1994. Análisis del crecimiento del fruto y

determinación del momento de cosecha del copoazú (Theobroma

grandiflorum).

Colombia Amazónica Vol 7 (1-2):157-168.

VILLACHICA, H. 1996. Frutales y Hortalizas Promisorias de la Amazonía.

Tratado de Cooperación Amazónica. Secretaría Protempore. FAO. Lima.

Perú. 366 p.

Page 11: Copoazú