conversaciones de coaching nº5 (diciembre 2015)

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CONVERSACIONESDE RESUMEN Y NOTAS DEL

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“Conversaciones de Coaching”nace como una iniciativa de servicio para co -construir un espacio entre coaches. distribución gratuita, cada cuatro meses. cor.to/conversaciones

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CONVERSACIONESDE COACHING|

RESUMEN

Y NOTAS DEL

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“Ética, Rigor y Eficacia”

Conferencia de Rafael Echeverría.

“Ecología del Porvenir”

Elena Espinal

El Camino de la Autorealización

Sandra Pinard

Coaching Desde la multidisciplina y la coherencia con una vida de crecimiento

Federico Sellés

La Ejecutiva que aprendió a meditar

capitulo 2 Javier Carril

Singularidad del coaching de equipos

Dr. Horacio Cortese

“El Coaching Ontologico es Internacional”

Alejandro Marchesán

“Coaching y Literatura Parte 2”

Juan Vera

“7 secretos para jugar el juego de la vida”

Maria Eva Baccaro

“Primer Congreso Latinoamericano de Coaching”

Hola, cómo están? Espero que muy bien y ejerciendo la exacta medida de accio-nes que los acerquen a sus sueños!!!

Mi propósito hoy es acercarles un disparador con la frase de Mahatma Ghandi que dice “debes ser el cambio que deseas ver en el mundo”.

Esta frase, me parece,, en una u otra medida, nos “habla”, nos moviliza hacia la acción, nos recuerda, nos motiva, mueve nuestra agujita del “darse cuenta”, y de alguna manera nos (re) presenta nuestra posibilidad de serlo efectivamente.

Los gobiernos, solos son insuficientes para abordar los desafíos de la sociedad, debemos pensar en realizar negocios, que creen valor para la sociedad y no solo para sus accionistas, se puede, hay mil cuatrocientas sesenta y ocho empresas que lo están haciendo, es un hecho.

Los desafíos sistémicos requieren soluciones sistémicas, y eso se está haciendo a través de un movimiento que desde esa consciencia, no solo creó los dispositi-vos, sino está sumando gente a la que nos interesa sumarnos no solo certificán-donos sino constituyéndonos en embajadores multiplicadores B.

Pero qué son las Empresas B?

Las Empresas B son empresas que redefinen el sentido del éxito empresarial, usando la fuerza del mercado para dar solución a problemas sociales y ambien-tales.

La Empresa B combina el lucro con la solución a problemas sociales y ambienta-les aspirando a ser la mejor empresa PARA el mundo y no solo del mundo.

Se puede!! Solo es cuestión de comprometernos a ser el cambio que deseamos ver en el mundo.

Que disfruten la Revi, hasta la próxima!!

Maria Eva

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Rafael Echeverría cerró el primer día del Con-greso con su disertación sobre “Ética, Rigor y Eficacia”, inició su conferencia mencionando por qué había elegido ese título. Al respecto contó allí que estas tres palabras fueron toma-das hace dos años, y pero luego la palabra “eficacia” ha ido cambiando y hoy se habla de “poder” aunque en definitiva –dijo- las tres se subsumen en la “Ética”.

Aclaró asimismo, que cuando se refiere al po-der, no habla de poder sobre, sino poder como capacidad de transformación, de superación, de poder para… y por tanto, define una forma de pararse en la vida, que tiene que ver en cómo nos orientamos, pero que también tiene que ver con “apreciar el poder” ya que ver que alguien logra algo, seduce.

Dice Rafael más adelante: “Creo que este es el carácter fundamental de nuestra propuesta, que es una propuesta porosa, no sectaria”. Y conti-núa con el concepto, “nuestra propuesta está siempre aportando e incorporándose de todas las cosas que nos dejan perplejos porque exhi-ben resultados nuevos”.

Y continúa: “en la propuesta ontológica hemos ido incorporando, importando, y esto no es tri-vial, el proceso de importación se somete en una reconstrucción ontológica”, en este sentido, da el ejemplo de que la ontología importa abrevan-do de la disciplina de C. Argyris, pero aclara, que la ontología lo importa pero en clave lingüística.

Cómo dar cuenta de lo que nosotros hacemos? Se cuestiona. “Para mí la manera más cómoda es tomar dos dimensiones: Discurso y Discipli-na”.

Y Prosigue: “Creemos que el discurso de la onto-logía del lenguaje es lo más preciado y que lo que viene descansa en la fortaleza que el discur-so tiene”. A continuación agrega: “hay que des-tacar la importancia del discurso fundamental que tiene que ver con el rigor conceptual”. “El coaching ontológico que proponemos” dice, “hay que sacarlo de las disciplinas esotéricas,

del new age, que se ali-mente de las mejores tradiciones de pensa-miento…Hay que darle un fundamento indiscutible”.

Más adelante, se refiere a que este discurso tiene como eje principal el despertarnos y mostrar-nos la capacidad transfor-madora de los seres hu-manos, y que una vez que articula lo que se propo-ne, se ve compelido, nos

empuja a un compromiso práctico donde mos-tremos que lo que decimos se plasme en resul-tados, enfatiza.

“La disciplina del coaching existía, como práctica informal, no la inventamos, sus componentes no estaban integrados, creo que es en la construc-ción de su disciplina donde hemos aportado”.

En una disciplina lo importante es su rigor con-ceptual, su metodología, su ética, su didáctica y su base institucional, aporta.

También hace referencia a que la ontología tiene mucho que hacer a nivel sistémico, en la educación, y en el Estado, dado que los cambios del mundo, implican la necesidad de una mirada ontológica.

Echeverría nos acompañó a mirar lo que el lla-mó “ontologías regionales”, miradas específicas propias, del dominio específico. Aplicables a sistemas y subsistemas que van más allá del coaching.

Se refirió asimismo a que la ética aparece por todos lados, tanto en el discurso como en la disciplina y que donde primero aparece es en las condiciones que hacen al discurso y a la dis-ciplina.

Rafael Echeverría, se refirió a una crisis de la

humanidad que no siempre vemos o reconoce-mos como tal, pero que nos hace que se nos desgaste el sentido que le conferíamos a nues-tras vidas, que nos obliga a reinventarnos. Se refirió asimismo, a una crisis en las relaciones personales, a una crisis en la convivencia social y que nos habla en suma, a una crisis en el do-minio de la ética.

Avanzando ya en su ponencia, citó a Nietzsche al decir: “Hemos transitado de preocuparnos por los problemas de la vida a darnos cuenta que la vida ha devenido un problema” y que a partir de ese diagnóstico hay dos partes, la que concebía-mos y lo que se viene.

El coaching ontológico dice, consiste en darnos

cuenta que hay una mirada distinta, se refirió

así a lo que él llama “El programa metafísico”

en donde debemos reconocen cuatro premisas

que el coaching ontológico cuestiona:

La primera que esta vida no tiene sentido sino que el sentido esta en otra vida y en otro mun-do.

La segunda es la centralidad de la categoría del Ser.

La tercera es noción metafísica de verdad.

La cuarta es la razón, “camino real” para acce-der a la verdad.

Dice no podemos estar en lo ontológico y en lo metafísico a la vez.

Entonces pregunta, “¿Qué es esto de la ontolo-gía?”

Rafael dice todo coach debe saber contestar esto.

“Ontología decimos”, dijo, “es la interpretación que poseemos sobre el carácter de la realidad, eso es ontología”.

Una vez más nos interroga diciendo: “Cómo

podemos hablar de la realidad como tal?”, y al

respecto nos advierte sobre que hay dos formas

de abordaje diferente: la primera citando a

Aristóteles dijo: “es dar cuenta como las cosas

son, puede ser determinado observando la reali-

dad tal cual se nos presenta. Observar la reali-

dad como tal, y la otra, la de la modernidad dice

que el carácter está determinado por cómo nos

concebimos a nosotros mismos. O sea que para

contestar una debemos responder primero otra

que es la pregunta por el ser humano….. Hei-

degger dice la pregunta por el ser que se pre-

gunta”.

Sigue en la próxima pagina...

”Creemos que el discurso de la ontología del len-

guaje es lo más preciado y que lo que viene des-

cansa en la fortaleza que el discurso tiene”.

Extracto de la conferencia de Rafael Echeverría

en el marco del 1º Congreso Latinoamericano de Coaching Ontológico

“ É TICA, RIGOR Y ÉFICACIA”

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“Esto es muy importante porque a partir de cómo nos concebimos a nosotros es como va-mos a concebir lo otro, y esto va más allá de lo que reza el talmud de no vemos lo que las cosas son sino como somos”.

El coaching va más allá, dijo, y va propuesto por dos ejes: el primero el compromiso de la trans-formación, mirar al ser humano desde la pers-pectiva de la transformación, aceptar que los seres humanos podemos participar de la trans-formación del mundo y de nosotros mismos, a través de nuestra capacidad de la Acción porque es la acción que produce la transformación y agregó que dentro de las acciones hay una que destaca por sobre todas las demás la acción de aprendizaje.

El segundo eje que mencionó, es el reconoci-miento de que somos seres conversacionales que cada uno define su forma de ser a través de las conversaciones que participa. Por eso nada nos lleva más lejos que examinar las conversa-ciones que nos definen, dijo, porqué sufrimos cuando sufrimos, qué nos alegra, etc.

Nos invitó a saber de dónde viene la ontología, y así habló de la filosofía continental y la filosofía analítica, se refirió así a que si bien son diferen-tes ente si, ambas en la ontología convergen.

Habló de la primacía de lo humano y la impor-tancia de la duda, dio un detallado análisis de cada una de las fuentes de la filosofía de las cuales fue abrevando el coaching.

Desde la filosofía continental, menciono: La fenomenología. La filosofía existencial de Hei-degger la filosofía de los fenómenos interpreta-tivos, entender los cuentos que nos contamos y por último la filosofía del diálogo de Martin Bub-ber. Nos constituimos como somos en el diálogo y marco tres ejes, “mis conversaciones con los demás, qué decimos, las conversaciones conmi-go mismo, qué me digo? con que emocionali-dad? Qué escondo? y tercero, la conversaciones que tenemos con el misterio de la vida. La vida nos sorprende, la espiritualidad. Lo que algunos llamamos Dios”.

Desde la filosofía Analítica, mencionó a Austin y

a su decir en lo que respecta a “el lenguaje es acción, el lenguaje crea realidades diferentes”.

En este punto hizo una especial distinción, ente

los actos del lenguaje, qué acciones hacemos al hablar , y en segundo lugar, se refirió a las competencias conversacionales, la competen-cia de la escucha, la competencia de fundar juicios de intercambiar juicios, entregar y reci-bir juicios críticos, la competencia de crear espacios emocionales expansivos y la compe-tencia de resolver problemas y alcanzar objeti-vos al diseñar conversaciones, las competencias de aprender a hablar lo que en general calla-mos dijo.

Las competencias conversacionales son genéri-cas agregó, nunca van a pasar de moda el ser impecables, no serán nunca obsoletas, además son transversales dijo, si aprendo a escuchar voy a ser mejor padre, amigo, gerente, nos dan capacidad de adaptación, son las fundamentales

de todas las prácticas de transformación. Son los elementos clave a partir de los cuales hacemos coaching ontológico, sintetizó.

Desde las ciencias también nos nutrimos de lo

biológico, la mirada sistémica, el coaching incor-

pora esto porque el lenguaje es un fenómenos

sistémico, y por sobre todo, desde nuestra pers-

pectiva hay una pieza fundamental agregó, “la

reflexión que hemos hecho sobre los condicio-

nantes del modelo humano” tomamos lo de

Argeris dijo, “pero hemos ido mucho más lejos”.

Del modelo OSAR dice surgen tres principios fundamentales y estos son éticos.

Uno el principio de los resultados. Hacemos de los resultados pauta ética de nuestra existencia.

Dos el principio de la acción. La acción genera Ser.

Tres el principio del observador. No tenemos

acceso al ser de las cosas, si yo creo que mi for-

ma de ver las cosas se corresponde a como las

cosas son, no hay espacio para el respeto.

Sigue en la próxima pagina...

“Nunca van a pasar de moda el ser impecables, no

serán nunca obsoletas, además son transversales si aprendo a escuchar voy a ser mejor padre, amigo, gerente, nos dan capaci-

dad de adaptación, son las fundamentales de todas las prácticas de transfor-

mación. Son los elementos clave a partir de los cuales hacemos coaching ontoló-

gico.”

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El principio del Sistema. “No vemos la lejanía, estamos condicionados, vemos los efectos inme-diatos y no nos damos cuenta de nuestra miopía sistémica.“ dijo.

“Si aplico el principio del sistema puedo ser éti-camente responsable, todos estos principios son éticos permiten modalidades de convivencia diferente”.

El coaching ontológico es una modalidad de aprendizaje profundo y transformacional y agre-gó el concepto de la concepción de lo que el denominó “un conocimiento obscurece”, y por eso dijo: “hay que ser sumamente responsa-bles”, “el orden excluye” “….no podemos vivir sin orden pero somos en rigor múltiples y con-tradictorios, el alma quiere orden pero esto conlleva la sombra que no se integra a la perso-na, esta idea de Nietzsche que impacta en la psicología y en Jung, y hace que las crisis exis-tenciales, hace que el coach, escuche las voces que vienen de la sombra”.

“El coach ontológico sabe que somos un equili-brio inestable como personas, entre persona y sombra”.

“Yo me preguntaba muchas veces ¿qué es esto de las personas del mediodía que dice Nietzche? Hasta que me di cuenta que el mediodía es el momento en que nuestra sombra es más corta.”

Para finalizar Echeverría se refirió a que el coaching ontológico si bien es un programa de aprendizaje transformacional, en sus orígenes fracasó porque al principio se basaba en las carencias, en las privaciones, etc. “nosotros lo colocamos en una ética distinta, ha habido prác-ticas éticamente cuestionadas, y esto lo objeta-mos y rechazamos la agresión de efectismo bajo, de insolencia y la arrogancia porque en nuestro pasado se hizo mucho mal, esto no siempre fue lo que Uds. ven hoy, esas prácticas originales que esas prácticas desataban, han dejado demonios que viven aún hoy en nosotros mismos cuidado! Es fundamental entender que ser coach ontológico nos obliga a cuidar, a mo-difica, a construir laboriosamente estos aspectos en nosotros, es fundamental, esto para nosotros es un desafío fundamental”

Se refirió para finalizar, a las claves emociona-les, presentadas en polaridades y pares, hablo de los dos triángulos, trayéndolos a colación para la mirada de la ética, y como aspecto fun-damental para la ética de la profesión.

El triángulo del valor (Respeto Humildad y Digni-

dad).

El triángulo de la temporalidad (Paz, Ambición y Confianza)

“En la práctica del coaching lo que prima es la comprensión, es un tipo de práctica que busca la autonomía, que busca que el coachee vuele, no queremos dependencia se trata de que aprenda a hacerse cargo de sí mismo, y cuidado, el per-miso no absuelve, dado que el coachee no sabe lo que le va a pasar. El despertar su ambición, su expansión de los horizontes, se busca estando presente. El coach es solo un espejo, las opinio-nes del coach no existen en ese momento, solo busca ser espejo para que el coachee pueda superarse”.

“Yo creo que no hay una profesión que nos de tanto, por eso tenemos que aprender a cuidarla, primero que nada de nosotros. Miremos siempre lo que podemos haber hecho mejor, debemos ser reflexivos, para hacerlo mejor mañana, cui-demos como lo ejerce el otro, porque despresti-giar esto es un crimen, hay mucha gente que nos necesita”.

“Tenemos la responsabilidad ética, el futuro de la humanidad nos necesita, no lo echemos a perder desviando el camino”

Al finalizar la conferencia, el presidente de la Asociación Argentina de Profesionales del Coaching Alejandro Marchesán, le agradeció y el público rompió en aplausos, ante ello Rafael Echeverría dijo: “ayúdenme por favor en la humildad no me estimulen en la arrogancia”

Nos hacemos eco de las palabras de Alejandro Marchesán:

GRACIAS MAESTRO!!!!

Extracto de la conferencia de Rafael Echeverría

en el marco del 1º Congreso Latinoamericano de Coaching Ontológico

“ É TICA, RIGOR Y ÉFICACIA”

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La vida es una aventura: Un juego que maravi-lla desde lo que podemos observar, disfrutar y crear en ese espacio.

Nuestra relación con la vida puede marcar posi-bilidades diferentes: Creer y observar la vida como algo separado de nosotros mismos, sería nuevamente un atrevimiento irrespetuoso. ¿Cómo hablar de la vida como algo separado a nosotros como seres vivos, si se manifiesta desde nosotros, las plantas, el agua, el clima y todo lo que esta vivo?

Describir la vida, en nuestro modelo nos lleva a relacionarnos con el tiempo y las circunstan-cias. Desde estas últimas, la habilidad de nave-gar la vida, con sus cambios y vicisitudes, como dice Fernando Flores, es posiblemente el disfru-te del regalo de la libertad. Esta no nos fue concedida para que elijamos lo que queramos, sino para que dentro de lo que sucede, inter-vengamos en crear lo elegido.

Esta relación con las circunstancias y el tiempo, según cuenta Flores en el Prólogo de Ecología del Porvenir, puede transformarse en esperan-za radical. Esa esperanza que aparece cuando ya no hay ocurrencias, ya parece todo perdido, y entonces aparece la entrega profunda a algo más grande que pueda hacerse cargo.

Cuenta la historia de Plenty Coups, el Gran Jefe de la Nación Crow que, cuando los blancos estaban en guerra para conquistarlos, este jefe advirtió que el problema no eran ellos, sino la emigración de los búfalos. Aquellos que eran su alimento, que su desaparición cambiaba toda la cultura y la forma de vida. A nosotros también se nos están yendo búfalos como sociedad. También a cada uno de nosotros como perso-nas, y tal vez ponemos la atención en otra cosa. Hemos perdido contacto con valores trascen-dentales así como con el amor, como base rela-cional. El miedo nos tiene cautivos, y por miedo a perder, interpretamos amor cuando se coin-cide con lo que sentimos y pensamos. Nos he-mos olvidado de que esa declaración sería la base en una sociedad sana, y que nos permitiría volver a “la manada”, y salir de la soledad pro-funda y la necesidad de defendernos, donde esa emoción nos coloca.

Muchas veces, nuestra relación con el futuro es una relación desde las emergencias, las urgen-cias, el arreglar el pasado. Nuestra lectura par-cial y lineal nos lleva a generar una coherencia entre el pasado y el futuro.

Crear futuro significa soltar parte del pasado. Hablamos de “parte del pasado”, porque somos seres históricos, donde no tenemos idea desde hasta qué punto lo vivido por nosotros y por generaciones que no hemos conocido, nos mar-can. Hemos sido educados en un modelo filosó-fico que supone que saber es ser… eso nos lleva al miedo a no saber, y “ser” ignorantes, como algo que esta mal. Cambiar algunos juicios fun-damentales de nuestra cultura, son la base de la generación de un futuro diferente. Aprender que no somos de una manera, y que la transfor-mación del logro puede afectarnos en el quie-nes decimos que somos. Aprender muchas veces significa dejar de ser quienes estamos siendo. Y como los juicios viven en nuestro cuerpo, en nuestros músculos, en nuestras células, soltarlos pareciera algo semejante a un profundo dolor (en realidad sufrimiento).

Lograr lo que no se ha logrado, requiere de un ser que hasta aquí no ha existido. De allí la grandeza de la transformación.

Así mismo, comprender que no hay un futuro pre-fijado, puede ser una vez más una expre-sión de nuestra libertad. Que no avanzamos hacia algo que nos espera, sino que llegamos adonde nuestras decisiones y las de otros han diseñado, en medio de la relación con aquello que ocurre, como contingencias. La relación entre las emergencias y las contingencias, gene-ran esta mezcla perfecta que son el campo en el cual generamos el futuro que queremos. Ese que se construye con nuestras decisiones dia-rias.

Esto nos llevará a comprender que no hay un futuro, sino muchos futuros posibles, tantos como podamos imaginar y que la construcción es colectiva. La visión es un espacio donde pue-den expresarse los sueños de muchos, porque es un fenómeno inclusivo. Cuando vemos el tiempo como tal, aquello que se aleja de noso-tros, nos mueve al control. Por ello, sólo se hacen planes a corto plazo.

Este libro tiene como fin, mostrar un modelo cultural donde vivimos que nos imposibilita a crear futuro, sentirnos poderosos y pensar más allá de nosotros.

Comienza con una primera parte que pretende describir y hacer una hipótesis sobre la inter-pretación cultural del tiempo y nuestra relación con él, que explicaría los magros resultados en la gran mayoría de la población. Busca eviden-ciar las emociones más frecuentes en relación

al futuro y la profunda sensación de soledad en la que vivimos.

Por ello describe en diferentes capítulos los tres dominios donde como seres humanos, pode-mos operar: La relación con nosotros mismos y con los otros, la relación con las circunstancias, la relación con el tiempo.

En su segunda parte, trae algunas nuevas ma-neras de ver el mundo que podrían ayudarnos a salirnos de esta caja y poder crear un futuro diferente, en un estado de ánimo diferente, para organizaciones, países y personas.

Sobre la Autora:

Elena Espinal es MCC, es pionera en el

uso y la creación de la cultura del Coaching

Ontológico en Argentina y otros países

latinoamericanos como Panamá y México.

Comenzó en 1987 con un modelo de lideraz-

go personal, por el que pasaron más de

25,000 personas entre Argentina, Panamá y

España. A partir de este modelo de

coaching personal y grupal comenzó su

trabajo en empresas a través de un modelo

de Riesgo por Elección, fundamental en la

generación de liderazgo, innovación y coor-

dinación de acciones.

Por Elena G.Espinal

ÉCOLOGI A DÉL PORVÉNIR

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Ecología del Porvenir

Es un libro que quiere despertar la pasión y la posibilidad con un futuro responsable y co-construido. Es un llamado a conversar sobre los búfa-los que se nos están yendo y responsablemente traerlos, o dejarlos ir y con conciencia, traer aquello que sea la base que les dejaremos a los que no conoceremos. Los lacandones que viven en Chiapas, hablan de su bosque y de cómo ese bosque les habla. Conocen las historias de los árboles y sus tragedias por sus marcas, y se sienten orgullosos de saber que los hijos de sus hijos y de esos hijos y de esos hijos, disfrutarán su sombra.

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INTRODUCCIÓN

A poco que nos pongamos a pensar, el fin último de

todas nuestras acciones en la vida, desde el más pe-

queño pensamiento hasta cada una de nuestras ocu-

paciones, las realizamos con el firme propósito de Ser

Felices. Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto alcanzar

esta meta? ¿Por qué nos obsesiona la Felicidad y nos

resulta tan difícil de lograr?

A la luz de diversas enseñanzas orientales (budismo,

Reiki, Yoga…), antiguos maestros indican que el logro

de la Felicidad es un aprendizaje, un camino, una

forma de Vida. Hoy en día, desde la filosofía como

desde la ciencia, diversas corrientes de pensamiento,

nos dan la misma respuesta (Eckar Tolle, Jaime

Barylko, Daniel Goleman). Desde distintos abordajes,

estas dos vertientes –la tradición y la ciencia-, nos dan

la misma respuesta: desaprender lo aprendido para

aprender nuevamente desde la observación, la acep-

tación y la voluntad de un cambio.

Algo nos mueve en nuestro interior –insatisfacción,

desidia, desgano, depresión, angustia, algún revés

repentino o inesperado…-, a buscar nuevos horizon-

tes, nuevos caminos… Sentimos que no somos lo que

realmente deseamos ser o lo que sentimos ser en

nuestro interior… Queremos un cambio, queremos

realmente que nuestra alma nos guíe para hacer

brillar todo el potencial que sabemos que somos, pero

¿por dónde empezar?

Como suele decirse, “el árbol no nos permite ver el

bosque”. De tan cerca que tenemos las herramientas

para comenzar nuestro trabajo, de tan obvio, nos

resulta sorprendente que el material por el que tene-

mos que empezar somos nosotros mismos, nuestro

cuerpo, nuestros pensamientos, nuestras emociones.

Partiendo de esto, que podríamos resumir que el

camino a “convertirnos en quien realmente somos”,

constaría de cuatro pasos fundamentales, que iremos

estudiando:

1-el Auto Reconocimiento o Auto Observación

2- la Auto Aceptación

3- la Auto Transformación o Auto Reflexión

4- la Auto Realización.

PRIMERA PARTE:

Auto-Reconocimiento o Auto-Observación

Soy mi dolor, soy mi condena Soy el veneno de mis venas Soy mi remedio, soy mi cura, la enfermedad es mi cordura (*)

Vivimos relacionándonos entre dos mundos. Nos encontramos entre dos mundos: el externo y el interno. Y debemos aprender a observar cada uno de ellos. El mundo exterior es verifica-ble y experimentado a través de nuestros senti-dos, que son los que nos comunican e intercam-bian información con este mundo exterior (olor, aspecto, gusto, sonido y textura). Es el mundo de lo comprobable, medible y concreto.

Pero ¿podemos acaso ver, tocar o medir nues-tros pensamientos o emociones? No, ya que estos son abstractos y de difícil identificación. Sin embargo, estos dos mundos están relacio-nados entre sí. Nuestro mundo interior está alimentado por nuestras percepciones exter-nas. Y la forma en que percibimos el exterior estará condicionado y filtrado, por nuestros pensamientos y emociones. “Somos lo que pensamos”, afirmaba Sakyamuni Buddha. Por lo tanto, de acuerdo a cómo vivenciamos nues-tro mundo interno, así nos relacionaremos con el mundo externo….y seremos más o menos felices con ello. Para poner nuestra casa interior en orden es vital conocerse, reconocerse a tra-vés de la auto observación de este abstracto mundo interno.

Veamos: si reconozco que hay una parte de mí que no me satisface o no me hace sentir yo mismo, o no refleja lo que realmente siento que soy, si debo esforzarme por alcanzar el que “realmente soy”, habrá que descubrir cuáles son las partes de mi interior que no soy. O, me-jor dicho, partes que soy, pero que no acepto y que no puedo integrar como propias.

Esta parte que pienso o creo que ‘no soy’, son mis puntos ciegos, esos lugares dentro de mí que no quiero, que no puedo ver, que no quiero reconocer como propios. Es el Mr. Hyde del Dr Jeckyll, la figura deformada en el lienzo de Do-rian Grey.

Sin embargo, para poder observarlos y recono-cerlos claramente y sin velos, debo despejar los juicios. Observar sin juzgar. Auto Reconoci-miento es justamente, reconocer en mí esos sitios oscuros, esos agujeros negros, esa “sombra” de la que nos habla Jung. Esa sombra

se aclarará cuando podamos ver en nuestro propio corazón, ya que “el privilegio de la vida es volverte quien realmente eres”. Y esto sólo se logra, según este pensador, “volviendo cons-ciente lo inconsciente, convirtiendo la sombra

en el oro de la conciencia”. Dicho de otra mane-ra, la sombra es parte fundamental del indivi-duo, en ella se encuentra la energía necesaria para afrontar el cambio y la reestructuración, fenómenos constantes en la vida del ser hu-mano. El hombre ha de aceptar su sombra si pretende desarrollarse.

Importante, primordial y punto clave en este observarse, insisto, es la falta total de juicios. Ya que el juicio implica dualidad, separación y división (bueno/malo, aceptable/inaceptable). Pero aquí, lejos de querer encontrar una culpa o un culpable a quien castigar, lo que buscamos es ni más ni menos, ver en total serenidad lo

que somos con todos sus relieves, con todos sus claroscuros. Se trata de ser un observador lúci-do y amoroso, sincero y sereno.

También, pienso, es sumamente difícil mante-nerse todo el tiempo en estado de auto obser-vación, en estado de alerta. Por un lado, vivi-mos inmersos en un mundo de estímulos exter-nos que quieren llevarnos continuamente a dispersarnos, en vez de concentrarnos… Por otro lado, y obviamente, ¡a la mente le encan-tan las distracciones! Tal vez por eso sea tan importante, y tendríamos que estar tan agrede-cidos, de contar con la pertenencia a un grupo. El grupo, además de compartir experiencias, prácticas, enseñanzas, simpatías, es un recor-datorio (una muletilla ¿tal vez?), que nos ayuda a mantenernos atentos. Y esto es ya muy im-portante. Para la auto observación, y para cual-quier otra práctica que queramos emprender.

Sólo a través de este primer e imprescindible

paso, sólo a través de este mirarnos profunda y

sinceramente, en Amor y Armonía, podremos

más adelante, dar el segundo gran paso: la Auto

Aceptación. Sigue en la próxima pagina...

Auto-Reconocimiento

o Auto-Observación

Soy mi dolor, soy mi condena Soy el veneno de mis venas

Soy mi remedio, soy mi cura, la enfermedad es mi cordura.

Soy mi soberano

Gustavo Cordera

Por Sandra Pinard

ÉL CAMINO DÉ LA AUTO RÉALIZACIO N

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SEGUNDA PARTE- La Auto Aceptación

Soy lo que siento, lo que me pasa, ese es mi templo, esa es mi casa (*)

Una vez que hemos logrado conectarnos con nosotros mismos, y hemos adquirido la práctica de la Auto Observación, tenemos la herramien-ta básica para el segundo paso: la Auto Acepta-ción.

Sin embargo, no debemos entender que estas etapas son compartimentos estancos, o pasos sucesivos. Muy por el contrario, desde el primer momento, la auto observación debe ser amoro-sa y sin juicios. Esto quiere decir, aceptarnos tal cual somos y no ser reactivos. El punto central al observarnos es sólo eso: adquirir el hábito de mirarnos a nosotros mismos, simplemente para reconocernos, con la serena intención de verme y conocerme, y aceptar como básico, como base y verdad, esa realidad que soy e integrarla.

Toda comparación es odiosa, se dice. Y si com-paramos lo que nosotros creemos (o creíamos) que somos con lo que verdaderamente somos, con lo que vemos que somos, esta comparación, muchas veces dejará de ser amable. Por eso, la atención debe ser constante y amorosa, al mis-mo tiempo. Atención puesta en observar y aceptar simultáneamente. Observar y volver consciente aquello que tenemos oculto. El to-mar conciencia de nuestras limitaciones como así de nuestras potencialidades, nos da la luz y el esclarecimiento necesarios para saber cuál es el material, la arcilla con la que contamos para trabajar, para trabajarnos, y de ahí seguir…. O comenzar.

Como practicante y maestra de Reiki, seguimos cinco simples principios, y se me ocurre echar mano de ellos para encontrar un hilo conductor que ejemplifique y podamos seguir, a fin de comprender esta autoacepcación. Veamos.

Sólo por hoy, no te enojes. Lo dicho: no reaccio-nar frente a los que consideramos nuestros de-fectos, nuestras zonas débiles u oscuras. Ver, observar, tomar nota, pasar a la conciencia…y continuar.

Sólo por hoy, no te preocupes. ¡Maravillosas palabras! ¡Qué aliviados podríamos sentirnos si nos sacásemos de encima el peso y la presión de “deber cambiar” aquello que consideramos negativo o erróneo… o simplemente no nos gusta…! Lejos del “Es lo que hay” como resigna-ción o justificación de mis actos, el no ‘pre’-

ocuparme conlleva la serenidad necesaria para ponerme manos a la obra, para ‘ocuparme’ de lleno en la transformación de mis debilidades, en forma presente y proactiva.

Sólo por hoy, sé agradecido y humilde. A mi entender, el más bello de los sentimientos: el agradecimiento. Es el valorar y tomar concien-cia de lo que tengo, y esa valoración es la que nos lleva al estado de “Gracia”. Recibo mi ser, acepto lo que soy, y doy al Universo mi recono-cimiento por todo esto. Ser humilde también es aceptar lo que soy, no creer ser de otro modo, o querer ser otro, sino reconocerme, simple y serenamente. Y agradecerMe , lo que no es poca cosa.

Sólo por hoy, trabaja con aprecio sobre ti mis-mo. Varias cosas para tener en cuenta. Primero, trabajar. Como dijimos en el apartado anterior, lo que nos proponemos es un camino hacia la realización de un cambio en nosotros mismos, y este camino hay que andarlo. Trabajar sobre nosotros mismos, porque somos nuestra propia materia prima, nuestra propia arcilla que iremos modelando. Siguiendo este principio, el trabajo debe ser realizado “con a-precio”, sin poner un precio o un valor a nosotros mismos, sin sobre-estimarnos o subestimarnos, sino que la obser-vación sea objetiva y precisa. Sinceridad y clari-dad en la justa medida de lo que somos y en lo que dejamos de ser.

Sólo por hoy, sé amable con todo lo que es vivo. Aunque a veces nos olvidemos, por lo evidente y lo tan inmensamente obvio, el primer y más cercano ser vivo que tenemos a mano ¡somos nosotros mismos! Se trata, entonces, de tratar-nos con amabilidad y benevolencia. Ser ama-bles, es ser capaces de Amar. Con nosotros mis-mos, o sea, ser capaces de AmarNos.

Por último, pero no menos importante… “Sólo por hoy”. No hay exigencias eternas ni prome-sas a futuro. Seamos atentos, sólo por hoy, sólo Ahora. Observémonos tal cual somos en este momento. Aceptémonos con todo lo que tene-mos ahora, en este presente. Sin pretensiones ni expectativas a largo plazo. Sólo por hoy, sólo en este efímero instante, sólo ahora. En el pre-sente, que es el único tiempo que tenemos.

La meta que nos proponemos es nuestra Reali-zación. Realizar lo que verdaderamente somos. La meta es clara. Ahora, poniendo en práctica estos dos primeros pasos, al Observarnos y Aceptarnos, tenemos dispuestos frente a noso-

tros los materiales para empezar a trabajar. Estos dos primeros son los más importantes y fundamentales pasos de este camino. Saber quiénes somos y aceptarnos tal cual somos.

Tenemos por delante nuestro objetivo. Tene-mos en nuestras manos las herramientas. Parti-mos de aquí, ya que sólo parándonos firmemen-te en la base que tenemos, en nuestra realidad actual, es como avanzaremos en forma segura hacia nuestro siguiente paso: la Auto Transfor-mación.

Sigue en la próxima pagina...

Sobre la Autora:

Sandra Pinard es instructora de yoga, y es facilitadora de terapias corporales.

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TERCERA PARTE – La Auto Transformación y final

Ahí en esa podredumbre, se encuentra en com-post de mi flor ahí donde la vida duele, se abren los ojos del amor ahí en el pozo de la desidia germinan ganas de crear ahí reconocernos es suficiente, es empezar a cambiarnos (*)

Sólo cuando comenzamos a conocernos a noso-tros mismos, por el camino de la auto observa-ción y aceptación, es cuando realmente pode-mos comenzar la auto transformación. En ese momento, es cuando podemos empezar a dife-renciar el personaje (el Ego), de nuestro verda-dero ser (el Ser Superior).

Esto quiere decir, asumir nuestra realidad. Res-ponsabilizarnos por nuestra vida y darle un sen-tido más sincero, más verdadero y profundo con el propósito, con el objetivo de que sea útil y felíz. Porque cuando logramos en este camino, comprender consciente e indubitablemente algo sobre nosotros mismos, ya no lo podemos soslayar. Lo que sabemos, aquello sobre lo que hemos echado alguna luz, ya no podemos dejar de verlo ni podemos ignorarlo. La pesadez y la culpa se diluyen, y desaparecen los miedos. La carga, la duda se esfuman, y ese sólo “sacarse un peso de encima” nos libera. Y esa liberación nos transforma.

Ahora bien, quiero detenerme un momento en otro aspecto. Estos cambios, estos pasos, siguen siendo simultáneos. Quiero decir, desde el mo-mento en que nos prestamos atención y pode-mos observarnos y adquirimos este hábito con la suficiente conciencia y amorosidad como para no juzgarnos, y aceptarnos tal cual somos, parte del proceso de transformación se da por añadi-dura. No son escalones que vamos ganando de uno en uno, sino que son como aros, que dis-puestos uno detrás de otro, cuando coinciden y se acomodan, los atravesamos fácilmente de punta a punta. Desde el momento en que nos observamos y nos aceptamos, ya nos estamos transformando.

Claramente, estos cambios son paulatinos, len-tos, casi imperceptibles. Aquí es donde segura-mente aparecerá nuevamente nuestro pequeño ego, susurrándonos que “para qué tanto esfuer-zo y atención, si la recompensa, el cambio o la transformación es tan pequeño, tan sutil”. Pero justamente, no son los grandes cambios logra-dos de un día para otro y a presión, los que perduran. Salvo poquísimas excepciones, la transformación es muy lenta. La mayor parte de las veces, los cambios inmediatos y explosivos no duran mucho tiempo. Son perdurables aqué-llos que provienen de la práctica, la perserve-rancia y de una profunda convicción. De allí, que los dos componentes indispensables para este cambio sean el compromiso y la práctica cons-tantes.

Preguntémonos a cada paso, como propone Castaneda, si nuestro camino “es un camino con corazón” , y si es así sigamos adelante. Para esto, hace falta mucha atención, mucha prácti-ca, mucha sinceridad y, sobre todo, mucho Amor para con nosotros mismos.

Mínimos e imperceptibles cambios son los que a la larga, un día, mirando a lo lejos hacia atrás, nos confirmarán todo lo que hemos cambiado. Basta mirarse y pensar lo que éramos hace un año, dos o cinco. Cada cosa que hicimos, cada pequeño paso, ¿nos trajo donde queremos es-tar?, ¿nos acercó a nuestra meta? Sólo parándo-nos firmes en nuestro presente y viendo nuestra propia realidad, es desde donde podemos “unir los puntos hacia atrás” como dice Steve Jobs (discurso en la universidad de Standford), y ver cómo cada paso nos llevó al siguiente, y así hasta donde estamos.

Pequeño refrán sufí: “Llegar a ser lo que eras antes de que fueras, con el recuerdo y la com-prensión de aquello en lo que te habías conver-tido”.

Creo que es aquí cuando llegamos al Cuarto Paso que nos proponemos: La Auto Realización. Ver lo que verdaderamente es. “Llegar a ser lo que eras antes de que fueras”. Poder vencer todos los obstáculos hasta conectarme y con-vertirme en mí mismo.

Ese es el punto donde podemos pararnos firme-mente, por lo que nada ni nadie nos perturba ni puede torcer nuestro espíritu. Cuando tomamos conciencia del “corazón” que late en el camino que vamos recorriendo se produce una revela-ción, como una pequeña iluminación, destellos de la realización que estamos buscando. Tal vez sea un segundo, sólo un relámpago, pero ese momento todo lo ilumina. Y en la medida en que avancemos en ese camino, esos destellos serán cada vez más duraderos y perdurables. Y, sobre todo, si estamos atentos y no nos “lo perdemos”, podremos traer esos destellos de luz a nuestro cotidiano Conscientemente, recu-perando así una de las funciones más importan-tes de nuestra mente, de nuestros pensamien-tos: que trabajen para nuestro mayor benefi-cio… y no que nosotros seamos víctimas de la ambigüedad y de la in-quietud de nuestro ego.

Este sería nuestro cuarto y último paso: la Auto Realización. Esa conciencia de nosotros mismos y de nuestra realidad. Conciencia y presencia que van retroalimentando cada paso. Siendo felices en el proceso. Que de eso se trata.

Por Sandra Pinard

ÉL CAMINO DÉ LA AUTO RÉALIZACIO N

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Parece que el tiempo pasa y las cosas se diluyen en él. Con ello nuestros logros, nuestros fraca-sos, nuestros aprendizajes y todo lo que fuimos experimentando en el pasado. Pareciera natu-ral, orgánico. Pero quizás te encuentres pade-ciéndolo como si no lo fuera… ¿En qué queda-mos? ¿Es o no es natural?

No creo que haya una respuesta absoluta, pero sí creo que tenemos una pregunta sobre la cual ahondar. Y es que nuestra naturaleza lingüística es la que nos hace desnaturalizar y padecer nuestros propios procesos pensándolos y repen-sándolos, buscándoles sentidos, explicaciones, pros y contras…

¿Será que ya es hora de cuestionar algunos postulados para ir aún mas allá en la compren-sión del fenómeno del vivir humano?

¿Será el lenguaje y sólo el lenguaje lo que nos caracteriza en esencia como seres humanos? Ya tengo mis dudas…

Ayer, en la entrega de diplomas a mis alumnos de la especialización en PNL, me encontré ha-blando de la evolución que nos inunda como especie. Tuve la fortuna de contar con la pre-sencia de mis padres en dicho evento, quienes estaban muy emocionados por verme ahí, fir-mando y entregando esos diplomas. No voy a negar que para mi (o para mi ego) no fue una enorme alegría hacerlo, pero una parte de mi sentía que eso no tenía nada de especial.

Mientras conversaba con los flamantes gradua-dos sobre el momento y el contexto donde su-ceden las cosas, esa sensación de banalidad se acrecentaba en mi. A veces se dan, otras se reciben, hay veces en las que nos toca estar de un lado, otras del otro, y así estamos todos (y todo) en una danza permanente donde nos retroalimentamos con lo que nos rodea, donde funcionamos como parte de un todo.

¿Cuáles serán los bordes del lenguaje como lo conocemos?

¿Será que hay distintos tipos de lenguajes o mecanismos a descubrir que nos hacen huma-nos?

¿Será que el descubrirlos nos llevará hacia un nuevo estadio en nuestra escalera evolutiva?

Sin dudas son preguntas que me mantienen en la búsqueda, en el crecimiento y en el encuen-tro de nuevas comprensiones que hacen que las personas seamos mas congruentes, mas inte-gradas, menos antropocéntricas, estando co-nectados con el medio en la mayor magnitud posible.

Para volver al eje de la columna, todo esto hizo

que desarrollara un enorme compromiso con crecer en la persona y el profesional que estoy siendo.

En ese camino, me voy dando cuenta de algunas cosas:

Una persona que integra, que escucha, que acepta, es una persona amplia.

Una persona amplia es una persona que no se siente mejor que nadie, porque esa amplitud le permite percibir que es parte de una existencia que la trasciende por completo y que del bie-nestar de esa existencia depende su propio bien estar.

Desde este lugar no hay otra opción: el bien común, la convivencia, el compromiso con algo mas grande, es lo que nos hará llegar a lo que sigue en nuestro camino.

Como profesional, encuentro la multidisciplina como punto de partida hacia la respuesta. To-dos los caminos de crecimiento y capacitaciones son un buen camino para transitar. Pero la crea-tividad del hombre será quien haga la mejor disciplina, con todas las disciplinas aprendidas integradas en su propia impronta, harán su excelencia. En definitiva lo que quiero decir con esto, es que la mejor capacitación que puedes tener, va a ser esa que se hace fuera de cual-quier escuela o instituto. Es esa de tu creación, posible de enseñar pero imposible de transferir, la que haga que tu forma se consolide y calce perfectamente en el mercado profesional, tanto como en tu vida personal, porque será única, y un recurso único para la comunidad.

Apostemos por nuestras escuelas, ellas son y serán la cuna de personas creciendo e impulsan-do el crecimiento de mas personas.

Apostemos por los avales y los reconocimientos, ellos a través de sus estándares nos nivelan y normalizan en una profesión aún difícil de regu-lar.

Pero estas apuestas no sirven de nada si no apostamos fundamentalmente por nosotros mismos como profesionales, llevando nuestros aprendizajes a reflejarse en las particularidades que nos hace única a cada persona.

Apostá al la grandeza del mejor coach que hay en vos!

Por Federico Sellés

COACHING DÉSDÉ LA MULTIDISCIPLINA Y LA COHÉRÉNCIA CON UNA VIDA DÉ CRÉCIMIÉNTO

Sobre el Autor:

Federico Sellés es Coach Organizacional Coach Personal es Entrenador y Formador Docente.

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Laura comenzó la semana siguiente. Cuando

llegó a la sala del centro de meditación, un

grupo de quince personas estaba ya situándose

y preparándose para empezar la práctica. Ha-

bía mujeres y hombres, de edades similares a

la suya, entre los cuarenta y los cincuenta.

Unos se sentaban en las sillas que había dis-

persas por la sala, mientras que otros se colo-

caban sentados en el suelo, con una manta

debajo y apoyando las nalgas en un duro cojín

llamado zafú, con las piernas cruzadas. Había

oído hablar de la postura del loto o del medio

loto, así que no le sorprendió que hubiera algu-

nos compañeros que tuvieran más experiencia

practicando y que meditaran con la postura

tradicional zen. Laura se sentó en una de las

sillas. Salvador de Almas entró en ese momen-

to en silencio. Nadie se inmutó, ni habló. El

silencio era absoluto. Cada persona estaba

preparando el terreno lo mejor posible para

realizar la práctica, así que Laura hizo lo mis-

mo. Salvador se sentó también en una silla y

saludó amablemente al grupo, que lo miraba

con respeto y admiración. Comenzó a hablar,

con aquel tono seductor y calmado que envol-

vió a Laura la primera vez. Y dirigió la primera

práctica, con idénticas instrucciones a las del

ejercicio que enseñó a Laura el día de su entre-

vista.

Laura cerró los ojos y se dejó llevar, y los pen-

samientos y emociones desagradables volvie-

ron a su mente. También retornaron los dolo-

res en la espalda y el cuello. Pero Laura consi-

guió distanciarse de dichas sensaciones, y eso

hizo que fuera capaz de manejarlas con más

eficacia. No logró hacer desaparecer aquellas

preocupaciones y angustias, pero sentía la

tranquilidad de que no estaba realizando mal

el ejercicio, aquello era un proceso normal, tal

y como Salvador le había explicado, y que aho-

ra repetía pausadamente.

Sin embargo, cuando llegó el momento de con-

centrar su atención en la respiración abdomi-

nal, los pensamientos no dejaban de invadirla

y le resultaba complicadísimo no dispersarse

con ellos. Intentaba apartarlos de su mente,

rechazarlos, pero volvían una y otra vez: su

nula relación con sus hijos, su fracaso matri-

monial, su aislamiento en el trabajo, su sensa-

ción de inadecuada en todos los entornos. Los

pensamientos y emociones distraían su aten-

ción una y otra vez, generando en Laura una

tensión y una ansiedad extremas, ya que su

elevada autoexigencia la obligaba a hacerlo

bien, máxime cuando la primera vez logró des-

conectarse totalmente. ¿Qué ocurría? ¿Por qué

ahora no sabía hacerlo? Para colmo, su respi-

ración comenzó a acelerarse, le faltaba el aire,

no aguantaba más, quería abrir los ojos y le-

vantarse de allí, huir y abandonar esa sala.

Pero no se atrevió. Aguantó como pudo el ejer-

cicio, que no fue demasiado prolongado, pero

se dijo a sí misma que ya no volvería más.

Salvador de Almas dio instrucciones para reali-

zar una nueva práctica. Esta vez se trataba de

caminar en fila india, con toda conciencia en

los movimientos del cuerpo. Había que mover-

se como un gato vigilante, lenta y sigilosamen-

te, en silencio absoluto, y manteniendo la mis-

ma distancia respecto al compañero que tuvie-

ra delante. Laura se calmó ligeramente reali-

zando este ejercicio, que duró unos cinco mi-

nutos. Todos volvieron a su sitio, y Salvador

volvió a iniciar las instrucciones para una me-

ditación más larga, de unos quince minutos.

Dicha meditación era exactamente igual a la

primera, aunque durante mucho más tiempo, y

por tanto, mucho más difícil.

Laura tuvo diversas experiencias durante el

largo ejercicio. Volvió a sentirse abrumada por

pensamientos relacionados con el pasado o el

futuro. Percibió con toda conciencia los dolores

en la espalda, pero se mantuvo firme, inmóvil,

tal y como había pedido Salvador. Después, y

durante unos cuantos minutos, volvió a conec-

tarse con su respiración, como el primer día. El

abdomen hinchándose y contrayéndose suave-

mente, mientras Laura notaba su respiración.

Debía dejar fluir las inspiraciones y espiracio-

nes, sin forzar ni pretender hacerlas más pro-

fundas o largas. Simplemente tenía que poner

atención a lo que estuviera sucediendo en su

abdomen, y conectar con las sensaciones en

esa parte de su cuerpo. Salvador guiaba y daba

instrucciones con un tono sereno y lento. No

obstante, Laura se distrajo varias veces, y algu-

nas de ellas tardó varios segundos en darse

cuenta de su dispersión. Cuando sucedía esto,

como decía Salvador, debía volver a su objeto

de atención, es decir la respiración, pero sin

culpabilizarse, sin juzgarse negativamente, lo

cual resultaba todo un reto para Laura, tan

acostumbrada a exigir la perfección tanto a sí

misma como a los demás.

Más de una vez, durante los quince minutos, se

pilló a sí misma criticándose, y atacándose por

haberse distraído. Fueron instantes de tensión,

en los que su respiración volvía a hacerse rápi-

da y superficial. Laura notaba que ella misma

dificultaba la eficacia del ejercicio con su ten-

dencia a forzar las cosas, a querer lograr su

objetivo de inmediato. Y de pronto aparecía

otra parte de sí misma, recordando las pala-

bras de Salvador respecto a la paciencia, a la

aceptación de las cosas tal cual son. Y entonces

Laura volvía a sentir un alivio enorme, como si

toda la carga que llevaba a la espalda se disol-

viera, y por un momento se permitiera que las

cosas fueran tal como son. Qué sensación de

paz sentía en esos breves instantes en que, de

verdad, permitía que sucediera todo sin resis-

tirse ni cambiarlo. Si estaba respirando sin

hinchar el abdomen, estaba bien.

Sigue en la próxima pagina...

Por Javier Carril

Cuento extraído del libro “El hombre que se atrevió a soñar”, 20 cuentos de motivación y liderazgo, de Javier Carril.

Ed.Rasche, 2014. Finalista al Premio Mejor Libro de Empresa 2014 en España.

LA ÉJÉCUTIVA QUÉ APRÉNDIO A MÉDITAR (CAPITULO 2)

Cuando la acepta-ción total se había apoderado de Lau-ra, Salvador indicó que era el momento

de abrir los ojos y dio por terminada la

práctica.

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Si estaba pensando en sus discusiones con su

marido, estaba bien. Si sentía frío o calor, si le

dolía la espalda, si de pronto se entristecía o se

enfadaba, estaba bien.

Cuando la aceptación total se había apoderado

de Laura, Salvador indicó que era el momento

de abrir los ojos y dio por terminada la prácti-

ca.

Habían pasado cuarenta y cinco minutos, en

los cuales las quince personas habían practica-

do en silencio, bajo las instrucciones de Salva-

dor. Laura observaba a sus compañeros para

tratar de desentrañar quienes eran, qué trabajo

tenían, qué habían venido a buscar allí. Pensó

que aquello era indiferente, porque todos eran

iguales en esa sala, todos habían ido allí a lo

mismo, a buscarse a sí mismos. Laura se dijo a

sí misma que debía ser más humilde.

Salvador de Almas interrumpió los pensamien-

tos de Laura, para comunicar que los últimos

quince minutos de la hora estaban destinados a

que, por fin, pudieran hablar y preguntar libre-

mente. Ahora se trataba de compartir lo que

cada uno había experimentado, con el fin de

enriquecerse mutuamente, y también para que

Salvador pudiera orientar y resolver las dificul-

tades que hubieran surgido durante los ejerci-

cios. Varias personas hablaron de sus experien-

cias y obstáculos durante la práctica, algunos

dijeron que se sentían mucho más relajados,

otros compartieron que, sin quererlo, habían

resuelto dilemas o decisiones que llevaban días

intentando solucionar. Y también preguntaron

a Salvador el sentido de algunas sensaciones o

pensamientos. Éste fue respondiendo todas las

cuestiones, repasando el proceso común de

todos los ejercicios:

- Recordad que estamos entrenando nuestra

mente para poner atención al momento pre-

sente, al objeto que hayamos elegido, sea la

respiración, o las sensaciones corporales, o el

movimiento de nuestro cuerpo. Debemos tener

paciencia, porque como todo entrenamiento

lleva tiempo y disciplina. Y siempre vamos a

estar dentro de una cadena que se repite. Pri-

mero ponemos nuestra atención en el objeto

que hemos elegido, por ejemplo la respiración.

En algún momento seguro que nos vamos a

distraer. Quizá un sonido, quizá un pensamien-

to, una sensación incómoda en nuestro cuerpo

o cualquier otra cosa nos despistarán del ejerci-

cio. Eso es normal. En tercer lugar, nos damos

cuenta de que nos hemos distraído, y ahí es

fundamental que lo veamos como algo natural,

y no nos culpabilicemos ni nos digamos cosas

feas. Estamos practicando, estamos entrenan-

do al cerebro a prestar atención a lo que quere-

mos que preste atención. Por tanto, aceptamos

que nos hemos distraído con toda normalidad,

y volvemos a poner la atención en la respira-

ción. Y así será siempre durante el tiempo del

ejercicio, pasaremos por las tres fases una y

otra vez.

Cuando terminó el tiempo, Salvador agradeció

el esfuerzo y el trabajo a todos, y se despidió

hasta el día siguiente. Laura sintió que había

pasado la primera gran prueba. Había tenido

momentos muy tensos pero los había superado.

Ya no pensaba en abandonar, sino todo lo con-

trario. Quería continuar practicando, incluso

en su casa a nivel individual. Se quedó hablan-

do con Salvador unos minutos, y le contó lo que

le había sucedido conduciendo la noche en que

se conocieron.

-Eso es buenísimo, Laura. ¿Te das cuenta de

que estás conectando contigo misma de forma

profunda? El hecho de que contactaras con

tantas emociones y sensaciones ese día de-

muestra que la práctica te impactó muchísimo.

Lo bueno de todo eso es que has empezado a

desconectar el piloto automático –dijo Salva-

dor.

Laura iba entendiendo cada vez mejor lo que

estaba sucediendo dentro de sí misma. Estaba

eufórica, y deseosa de seguir investigando en su

mente. Así que continuó asistiendo a las sesio-

nes grupales de Salvador cada día, sustituyen-

do al gimnasio por el momento. De lunes a

viernes, cuando salía de trabajar se marchaba

directamente al centro de meditación para

permanecer durante una hora con plena aten-

ción al momento presente.

Tres meses después, Laura había cambiado.

Todo en su día tenía más sentido, sencillamen-

te porque había puesto más conciencia en cada

cosa que hacía. Se concentraba de forma más

aguda en las tareas que acometía, se tomaba su

tiempo para almorzar adecuadamente, y conti-

nuaba asistiendo puntualmente a las sesiones

de meditación del centro de Salvador. Cuando

llegaba a casa, su humor era mucho más positi-

vo, se comunicaba con mayor calma y sereni-

dad, y notó que su marido empezaba a ser más

cariñoso con ella. También percibió que sus

hijos hablaban más con ella, se acercaban ellos

mismos sin que se lo pidiera o exigiera, como

antaño. A Laura le resultaba todo un maravillo-

so milagro. Sigue en la próxima pagina...

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En su trabajo también sus colaboradores y

empleados le dijeron en varias ocasiones que

había cambiado mucho su carácter y que daba

gusto trabajar con ella desde hacía tres meses.

Según ellos, Laura mantenía su altísimo nivel

de exigencia, pero no había crispación en su

mirada, en sus gestos, en sus palabras. Al con-

trario, transmitía calma y control emocional

incluso en los momentos de mayor estrés en la

empresa, algo inimaginable tres meses atrás. A

través del entrenamiento mental realizado

gracias a la meditación, era capaz de establecer

un espacio entre un estímulo y su respuesta.

Antes reaccionaba de forma histérica y descon-

trolada ante un problema o un error de uno de

sus empleados, pero ahora era capaz de espe-

rar, darse un tiempo y luego decidir más cons-

cientemente cómo quería actuar. El resultado

siempre era más equilibrado y también más

efectivo.

Laura miraba atrás y no podía creer lo que

había sucedido en su vida. La meditación la

había transformado. Era impresionante el im-

pacto que había causado en todas las áreas de

su vida. Ya no era cruel con los demás ni con

ella misma, ya no forzaba las situaciones hasta

que estallaban. Se sentía incluso con más clari-

dad mental sobre sus prioridades, y empezó a

fijarse en el descontrol emocional de los de-

más. Ahora se daba cuenta de la imagen que

ella misma proyectaba, y de la tensión que

generaba a su alrededor. Comprobó también, a

través de un cuestionario de evaluación que la

empresa realizaba todos los años a los directi-

vos, que la percepción que tenían sus subordi-

nados y pares sobre ella había mejorado radi-

calmente en todas las competencias: manejo

del estrés, gestión del tiempo, comunicación,

liderazgo, negociación, desarrollo de personas

y orientación a resultados.

Cuando comía, ya no devoraba. Tomaba los

alimentos con atención plena, degustándolos,

saboreándolos al máximo. Y cuando se daba

cuenta de que hacía algo con el piloto automá-

tico, es decir, sin ninguna conciencia, entonces

se decía: “Bueno, no pasa nada. La próxima vez

prestaré más atención. No soy perfecta, me

permito equivocarme y ya está.” Ese era un

gran paso para ella, acostumbrada a castigarse

cruelmente por la más mínima debilidad o

error. Así que su autoconfianza y autoestima

también se elevaron notablemente,

La clave, sin duda, había sido su perseverancia

con la práctica, y la sabia orientación de Salva-

dor durante las sesiones diarias de meditación.

Como siempre decía, lo importante era practi-

car y practicar, todos los días, hasta convertirlo

en un hábito diario.

Uno de los días que fue a la sesión grupal de

meditación, Laura quiso contar a Salvador el

enorme cambio que se había producido en su

vida, y agradecerle su contribución. Después

de un buen rato conversando mientras toma-

ban un café en el bar de enfrente, Salvador

preguntó:

- ¿Qué es lo más importante que has aprendido

Laura?

Laura se quedó pensativa, miró hacia abajo

tratando de encontrar la respuesta. Tomó un

sorbo de café, y después contestó:

- Que sólo tenemos una vida. Y debemos vivirla

de verdad, con toda nuestra atención, con toda

nuestra conciencia. Como si cada momento

fuera un milagro, como si fuera el primero.

Por Javier Carril

Cuento extraído del libro “El hombre que se atrevió a soñar”, 20 cuentos de motivación y liderazgo, de Javier Carril.

Ed.Rasche, 2014. Finalista al Premio Mejor Libro de Empresa 2014 en España.

LA ÉJÉCUTIVA QUÉ APRÉNDIO A MÉDITAR (CAPITULO 2)

MENSAJES DEL CUENTO

Einstein dijo: “Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no hay nada milagroso, y la otra es creer que todo lo es.”

La mayoría de las personas viven con el piloto automático, corriendo sin parar haciendo cosas y cosas, sin preguntarse para qué lo hacen.

Nos hemos convertido en hacedores humanos, en vez de seres humanos.

Además, las fuentes de información y los estímulos se han multiplicado, y cada vez es más difícil decidir a qué prestamos atención.

Necesitamos poner más conciencia y atención a nuestra vida, experimentarla con frescura y como si todo fuera un milagro.

La única forma para vivir con atención plena (mindfulness) es entrenar nuestra mente a estar muy atento al momento presente, y la forma más efectiva es la meditación.

Dedica al menos diez minutos de tu día a entrenar tu mente con la meditación. Todas las facetas de tu vida mejorarán radicalmente.

Sobre el Autor

Javier es Socio Director de Execoach, es profesor del IE Business School, obtuvo el Premio Excelencia Académica 2013.

Es Coach Certificado PCC por la ICF (International Coach Federation). Y miem-bro de TopTen Management Spain.

Autor de 3 libros: El hombre que se atre-vió a soñar, Zen Coaching, y Desestrésate.

Ha sido coach y formador de cientos de directivos y managers de empresas como Telefónica, Philips, Repsol, Banco Santan-der, Kyocera, Laboratorios Abbott, o Gru-po Volkswagen

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En general, las personas trabajamos en grupos sin tomar conciencia de las leyes que rigen su funcionamiento: un propósito u objetivo co-mún, las tareas concretas, un sistema de comu-nicación y participación y un sistema de direc-ción.

Hace dieciséis años con mi socio y nuestros colaboradores decidimos especializarnos en Coaching Ejecutivo, Coaching de Equipos y Aprendizaje Organizacional. Hemos investigado y evaluado la satisfacción con los grupos para observar las necesidades de nuestros clientes. Algunos grupos realmente funcionan bien, cumplen con los objetivos y logran satisfacer algunas necesidades de sus miembros, pero, en muchos otros, el cumplimiento de la tarea es pobre, sus miembros no se llevan bien y sienten frustración.

La neurociencia nos ha enseñado que somos seres emocionales que hemos aprendido a pensar, y no seres racionales que tenemos emociones. Cuando nuestro cerebro está libre de presiones, estamos habilitados para crear, mientras que las emociones negativas obstacu-lizan el desarrollo creativo que tanto necesita-mos.

La inteligencia social que nuestra especie ha desarrollado, nos permite expandir nuestra capacidad creativa en equipos. Se ha probado que los equipos de alto desempeño llegan a ser así gracias al desarrollo de espacios emociona-les expansivos, fruto del respeto mutuo y del espíritu de confianza que une a sus miembros, sin distinción.

Los coaches de equipos debemos enfocarnos en el desarrollo de nuevas distinciones, habili-dades y conocimientos para ayudar a que los grupos se conviertan en equipos de alto desem-peño, ya que éstos tienen una esencia y dinámi-ca propias, y las competencias adquiridas en el ejercicio del coaching individual resultan insufi-cientes para cumplir con éxito esta apasionante responsabilidad.

El rol del coach de equipos

La práctica del coaching de equipos es el proce-so mediante el cual una persona, aceptada por todos los miembros y que no ejerce autoridad para la toma de decisiones, ayuda al grupo a identificar y resolver errores y a tomar las deci-siones que incrementan su efectividad.

El coach interviene en cómo trabajan juntos los miembros de un grupo, cómo conversan, cómo identifican y corrigen errores, cómo toman

decisiones y cómo manejan el conflicto.

Además del proceso del equipo, está el conteni-do, que es aquello sobre lo que el grupo está trabajando. Mientras el contenido se refiere al qué, el proceso se refiere al cómo. El coach no debe intervenir en el contenido de las conver-saciones del grupo, si así lo hiciera abandonaría la necesaria neutralidad y reduciría la capacidad de aprendizaje grupal. Dejaría su rol de coach, para transformarse en consultor.

Hay tres principios rectores en el Coaching de Equipos para los miembros de cada agrupación:

Información válida: se refiere a que los miem-bros comparten y comprenden toda la informa-ción relevante sobre el tema que les compete.

Libre elección: significa que los miembros defi-nen sus propios objetivos y los métodos para lograr sus resultados, y sus elecciones están basadas en información válida.

Compromiso con la elección: las personas asu-men responsabilidad por las decisiones que toman.

Por su parte, el Coach de equipos necesita desarrollar una variedad de competencias para

desempeñar su rol: escucha activa, identifica-ción de coincidencias y discrepancias entre los comentarios de los miembros, comprensión de las múltiples perspectivas, análisis y síntesis de los asuntos tratados, identificación de hipótesis, diagnóstico e intervención ante conductas efec-tivas e inefectivas, ser un modelo de comporta-miento efectivo, provisión de retroalimentación (evitando generar reacciones defensivas), acep-tación de la retroalimentación sin reaccionar defensivamente, monitoreo y cambio de su

propia conducta mientras trabaja con el grupo, desarrollo de confianza con todo el equipo, empatía con los miembros del grupo, provisión de apoyo y, fundamentalmente, paciencia. Esta lista no es exhaustiva, sólo se propone captar la complejidad del rol del Coach de equipos.

La efectividad del Coaching de equipos inexo-rablemente se mide por la efectividad del equipo.

Por Dr. Horacio E. Cortese

SINGULARIDAD DÉL COACHING DÉ ÉQUIPOS

La neurociencia nos ha enseñado que somos seres emocionales que hemos aprendido a pensar, y no seres racionales que tenemos emociones.

Cuando nuestro cerebro está libre de presio-nes, estamos habilitados para crear, mien-tras que las emociones negativas obstaculi-zan el desarrollo creativo que tanto necesi-tamos.

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Veamos entonces cuáles son sus com-ponentes esenciales:

Satisfacción de los clientes: los equipos efectivos logran satis-facer tanto las demandas de clientes internos (aquellos dentro de la organización, quienes pueden recibir el trabajo del equipo o evaluar su desempeño), tanto como de los clientes externos (de afuera de la organización, cuando ellos reciben el traba-jo del grupo).

Trabajo continuo: la mayoría de los equipos deben seguir trabajando juntos, excepto los grupos de proyectos. Por lo tanto, el proceso grupal debe habilitarlos para conti-nuar trabajando juntos efecti-vamente.

Satisfacción de los miembros: finalmente, la efectividad del equipo reconoce que los miembros necesitan también estar satisfechos. En el largo plazo, cuando el grupo no satisface las necesidades de sus miembros, inexorable-mente se torna menos efecti-vo.

En síntesis, la efectividad de un equipo debe tener en cuenta los tres criterios, que están interrelacionados. Por ejem-plo, si el proceso del grupo reduce la habilidad de los miembros de trabajar

juntos o si las necesidades de los miem-bros no son satisfechas, la calidad del servicio o producto caerá a la larga.

Los equipos a los que me he referido en este artículo son el primer nivel de aná-lisis del sistema social, la base de la vida diaria en el trabajo. Por ejemplo: el taller, el aula o la oficina. Indiscutible-mente, el modelo mental de aprendiza-je mutuo subyace al ejercicio del coaching de equipos y al liderazgo de los mimos.

Aún es muy grande nuestro desafío y mucho lo que debemos hacer crecer nuestras competencias para facilitar el desarrollo de equipos de alto desempe-ño, que, con el tiempo, son los que logran que las buenas empresas se transformen en sobresalientes.

Sobre el Autor:

Horacio E. Cortese es doctor en Sociología del Trabajo, Master Coach de la Asocia-ción Argentina de Profesionales del Coaching (AAPC).

Director de la Maestría en Dirección de Recursos Humanos, de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES, Argentina) desde 1997.

Director Académico de la Escuela de For-mación de Coaches Generación Mas.

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No es llamativo mencionar que el Coaching Ontológico ha tenido un desarrollo y crecimien-to exponencial por su demanda de servicios en el mundo y, muy especialmente, en la Argenti-na. Decimos especialmente en la Argentina en virtud de la expansión que ha tenido la Asocia-ción Argentina de Profesionales del Coaching (AAPC) referente de la Profesión, llegando a estar presente con 9 Delegaciones en el país que son coordinadas desde su Sede Central en la Ciudad de Buenos Aires. Un dato más que relevante refiere a las 27 Escuelas que tienen el Aval de la AAPC para sus Programas de Forma-ción de Coaches Ontológicos que forman más de 4000 personas por año en la Carrera Profe-sional de un Coach Ontológico.

Un párrafo aparte merece el inolvidable logro de realizar desde la AAPC, el 1er Congreso Lati-noamericano de Coaching Ontológico con más de 1000 participantes y 700 que lo siguieron por streaming, con 7 paises presentes.

Hoy, los Coaches Ontológicos Profesionales en la Argentina, reconocemos en la AAPC a la Insti-tución que nos representa y acompaña en nues-tro desarrollo profesional. También éramos conscientes que necesitábamos una Institución que, de manera similar respecto de sus inten-ciones y compromisos, pudiese facilitar la inte-gración, articulación y representación en el contexto global.

A partir de estas inquietudes y compromisos, y luego de conversaciones en el contexto del Con-greso mencionado, junto al Dr. Rafael Echeve-rría y Alicia Pizarro, hemos realizado la Declara-ción Fundacional de una Federación Internacio-nal que encuentre a los Coaches Ontológicos en el mundo como así también a las Instituciones que tengan al Coaching Ontológico como pilar de su existencia, por ejemplo las Escuelas For-madoras y otras organizaciones que promueven esta creciente Profesión.

El Objeto que ha dado sentido a su creación, establece:

“Promover y constituir un espacio institucional que pueda establecer vínculos y desarrollar rela-ciones con otras organizaciones que contengan y representen la propuesta del Coaching Ontoló-gico Profesional y a los Coaches Ontológicos Profesionales en el mundo”

Ha nacido la FICOP – Federación Internacional

de Coaching Ontológico Profesional – y aque-

llos Profesionales y Escuelas formadoras que

aspiramos a una Acreditación Internacional

como Coaches Ontológicos y Formadores, tene-

mos ahora la posibilidad de ser parte y recono

cidos por una Institución que se especializa en el

Coaching Ontológico.

La FICOP, reúne de manera distintiva, dos condi-

ciones ideales en su génesis. Primeramente

contar con la persona en quien recae el recono-

cimiento de ser el desarrollador del discurso

que da sustento a la disciplina del Coaching

Ontológico. Me refiero a Rafael Echeverría con

la Ontología del Lenguaje. Por otro lado, el

aporte de la AAPC con su probada capacidad de

gestión a favor de la Comunidad de Coaches

Ontológicos en la Argentina, quien ahora, apor-

tando su expertise y equipos llevará adelante

una gestión con los ojos y acciones puestas en

facilitar similar desarrollo y valor agregado en

los distintos países que, con sus Asociaciones y

Profesionales, están interesados y comprometi-

dos en integrar y potenciar al Coaching Ontoló-

gico como la oferta de posibilidad que es, en

cuanto al desarrollo personal, organizacional y

social.

Se le atribuye a Víctor Hugo la frase “No hay

nada más poderoso que una idea a la que le ha

llegado su tiempo”. Creemos desde la FICOP

que le ha llegado la hora a una

Institución que, en el mundo,

esté vinculada al y especializada

en el Coaching Ontológico.

En esta línea de reflexiones,

suelo mencionar, que en la vida

es importante definir hacia

dónde vamos y quizás, aún

más, elegir con quienes! En la

FICOP hemos realizado una

Declaración Fundacional donde

no solo nos llena de entusiasmo

saber hacia dónde definimos ir

sino, y en especial, con quienes.

Seres humanos y profesionales

comprometidos con el servicio,

la ética, el rigor conceptual y el

poder como capacidad de ac-

ción y hacer que las cosas pa-

sen.

Hemos pasado de la conversación a la acción,

con un fruto, que nos llena de alegría y motiva-

ción por los tiempos por venir con esta nueva

realidad llamada FICOP.

En nombre del Nodo Fundacional y el Comité

Ejecutivo de la FICOP, les hago llegar el saludo

más cordial.

Por Alejandro Marchesán

ÉL COACHING ONTOLO GICO ÉS INTÉRNACIONAL

Rafael Echeverría Alejandro Marchesán Presidente FICOP Vicepresidente FICOP

Para todos aquellos Coaches Ontológicos e

Instituciones interesadas en conocer más

sobre estos primeros pasos de la FICOP,

deseamos mencionar que en los próximos

días, estaremos dando mayor visibilidad a

través de las Redes Sociales de los distintos

objetivos y planes de acción, como así

también la modalidad para ser parte de

esta Organización especializada en

Coaching Ontológico y comprometida con

su desarrollo en el mundo. No obstante y

ante cualquier consulta, pueden realizarla

en [email protected]

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Sigo completando la reflexión que inicié en la columna del nº 4 de esta revista digital, sobre ese punto en el que el coaching y la literatura se encuentran y pueden dar lugar a una escenifica-ción virtuosa que busca respuestas escondidas en el fondo del alma, allí donde se encuentra la palabra.

Coaching y Literatura comparten el poder del lenguaje, el poder de la palabra. La palabra que describe, la palabra que crea, la palabra que abre, la que cierra, la que ilumina, la que con-funde y encubre, la que entrega, la que oscure-ce.

En algún momento he detenido la conversación de coaching un instante para repetir la frase del coachee, como en esas obras de teatro en las que entra en escena el silencio y se subraya algo que el otro dijo antes: ¿Qué hay detrás de esta frase? ¿Qué dolor, qué sospecha, qué escudo…? Pueden venir muchos qué, se trata de cortar la explicación que se aleja del centro de la angus-tia, o de la confusión en la que hay que seguir habitando hasta convertirla en duda.

No olvidemos que la duda ha servido siempre para avanzar hacia una nueva luz, al final es sólo la provisional ausencia de una respuesta a la que no llegamos aún. Otra cosa es la confusión, ese estado anterior en el que no tenemos pre-gunta.

Cada palabra puede ser una perla, así aprendi-mos a leer, buscando perlas en las páginas de un libro. Todas tienen su valor y su oportunidad. En la literatura, en la medida en la que cumplan su rol de situar al personaje y su escenario, en el coaching, en la medida en la que develan una intención, una inquietud, un camino hacia de-lante o hacia atrás.

Poner en contacto con la Palabra con mayúscu-la, en el sentido de poner en contacto con la propia voz, esa voz en la que radica lo más au-téntico del ser, donde se aloja la grandeza y la belleza del misterio más profundo, donde la vida, la mezquindad, la política, la gestión o el arte tienen el destello más prístino y legítimo.

Pongo por ejemplo los versos de Antonio Ma-chado, que más de una vez me han llenado los ojos de lágrimas, los versos que se encontraron en el bolsillo de su gabán en el momento de su muerte “Estos días azules y este sol de la infan-cia”. Se han escrito después cientos de poemas para completarlos, para sacar todo el dolor del poeta desterrado en Colliure, la melancolía de sus patios de Sevilla y de sus campos de Soria. Hagámosle coaching.

El coach se sienta ante él y lo mira, guarda silen-cio y repite “Estos días azules…”. Probablemen-te ya se ha creado una sintonía que permite

desgranar la esperanza, estos días azules en los que no, o estos días azules en lo que al fin o en los que tal vez podría. Y este sol de la infancia que ya, este sol de la infancia que fue, que nun-ca, que siempre. Y siempre sin quitar los ojos de los ojos de él.

Otro poeta de mi juventud, Blas de Otero, escri-bió el libro “Pido la paz y la Palabra” y con ese nombre he titulado muchas de las sesiones de coaching que he tenido con hombres y mujeres esclavos de juicios y de paradigmas, observado-res incipientes de su propia coraza, que impide que la palabra salga.

Blas de Otero, pedía el derecho a la paz en

un país violentado, el derecho a expresar, a

decir, a negar. El derecho a recuperar la

dignidad que la palabra representa, porque

detrás de la palabra siempre hay una voz o

está su ausencia, representada por una leta-

nía monocorde. Está la voz, que tiene cuer-

po y emociones. Esta la voz que en si misma

expresa, lo que a veces la palabra encierra.

¿Qué paz estas buscando? ¿Qué escalera has de subir para que tu grito se oiga? ¿Cuál es ese grito? ¿Qué voz es la que quieres que resuene? ¿Y entonces que has de hacer? ¿Y

por qué no te atreves?

Es más fácil que el coachee encuentre su verso, que lo recite, que desde él, ya sin me-táforas, deje que su personaje cobre vida y se busque. Claro que no a todos los coaches

les gusta la literatura y menos la poesía, sin embargo y a mi juicio, en ella se encierra un infinito y conmovedor poder, que está a nuestra disposición. Quizás ese sea el punto del camino al que deba llegar en el futuro, a facilitar ese encuentro. ¡Quién sabe! Sólo se

que este artículo lleva tiem-po persiguiéndome. Aquí

lo dejo.

Por Juan Vera

COACHING Y LITÉRATURA (PARTÉ2)

Sobre el Autor

Juan Vera, español, Consultor Internacio-nal en Estrategia Organizacional y Gestión del Cambio, Coach Político y Directivo desde 1.994, ha sido coach de 7 ministros y 11 subsecretarios de los Gobiernos de Chile. Dirigió la Escuela de Negocios ES-DEN en Madrid entre 1987 y 1994, es socio Director de Gestacción Consultores, Dirige el Programa de Coaching y Política en la Escuela Europea de Coaching que se imparte en Madrid, México y Buenos Aires, con versiones en Santiago de Chile y Caracas.

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Un día, en mi diaria curiosidad, me encantó el significado que le da el diccionario a la palabra “Juego”, que dice: “Actividad que se realiza

generalmente para divertirse o entretenerse y en la que se ejercita alguna capacidad o destreza”. Y me puse a buscar entre mis se-

cretos aquellos que me permitieron a mi disfrutar del Juego de

Vivir.

También existe una disciplina de la matemática conocida como la

teoría de juegos, que utiliza modelos para analizar las interaccio-nes en las estructuras formalizadas de incentivos para llevar a ca-

bo procesos de decisión.

Sumado esto en forma lúdica, se me ocurrió al mejor modo del juego de la Rayuela, que nuestro recorrido entre la tierra y el cielo,

se podía organizar entre el armado de estrategias, el azar, la deci-

sión y la emoción, por qué no?

Así nació 7 Secretos para Jugar el Juego de la Vida.

Luego se me ocurrió distribuirlo en forma gratuita, como una contri-

bución al tejido de saberes en el juego de contar nuestras historias,

lo que fuimos, lo que somos, lo que queremos ser.

Ojalá llegue por más pequeña que sea, esa gotita de inspiración, que pretendí soplar desde mi pluma hasta tu alma.

Por María Eva Baccaro

7 SÉCRÉTOS PARA JUGAR ÉL JUÉGO DÉ LA VIDA

María Eva Baccaro, es Coach, Abogada,

Psicóloga, MPC de la AAPC, es Directora académica del programa de Coaching de la Universidad Católica Argentina , direc-tora ejecutiva de Impetus Consultora Multifocal y profesora de posgrado de la escuela de negocios de la Universidad Católica Argentina.

Este libro nace como producto de preguntas,

saberes y desarrollos que se producen

en los talleres de Coaching Organizacional y los

Programas Universitarios de Coaching y Liderazgo.

Tu vida personal, laboral, familiar o social,

son productos de tus aprendizajes

y de las elecciones que por ellos haces.

Darte cuenta de la distancia que hay

entre quién estás siendo y quién quieres ser,

Te hará ganar tu propio juego.

Deseo de corazón que este libro

sirva como inspiración

para que logres lo que te propongas.

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El Coaching Ontológico tiene su cuna en Suda-

mérica y hoy, en el mundo, Argentina es refe-

rente en la materia. Donde el Coaching Ontoló-

gico se desarrolla en el mundo, allí se encontra-

rán profesionales formados en la República

Argentina. Por eso fue muy interesante que el

congreso se desarrolle en Argentina, un congre-

so sin precedentes no solo por los más de 1600

personas de todo el país y de Latinoamérica,

que lo vivieron, o porque allí disertaron los ma-

yores referentes del coaching ontológico de la

Argentina y la región, entre ellos, el referente

del coaching, sociólogo y filósofo chileno Rafael

Echeverría, sino también, por haber sido el es-

pacio elegido para presentar el resultado de una

investigación que se llevó adelante durante un

año, con la participación de 15 Equipos de In-

vestigación, más de 100 investigadores y la revi-

sión de un equipo de 26 referentes de la profe-

sión para profundizar en la “Significación del

Coaching Ontológico” en la Argentina desde la

AAPC, y sus correspondientes competencias en

el hacer profesional.

El presidente de dicho Congreso, Héctor

Chaskielberg, tras la buena respuesta que tuvo

la convocatoria de la Asociación Argentina de

Profesionales del Coaching (AAPC), dijo que es

el momento de afrontar un nuevo desafío. “No

sólo tiene que ver con la incorporación institu-

cional académica, sino con desarrollar proyec-

tos amplios en su alcance e impactantes en

relación a crear valor social, en ámbitos políti-

cos, deportivos y sociales”

Gracias al apoyo de la Diputada de la Ciudad

Autónoma de Buenos Aires y coach, Karina Spa-

lla, cada vez falta menos tiempo para visualizar

la colegiatura del coaching ontológico profesio-

nal. La diputada se comprometió en dar segui-

miento a esta iniciativa.

Durante el primer día, y luego de las palabras de

bienvenida del Presidente del congreso Hector

Chaskielberg MCP, con 15 años de experiencia

como coach, comenzaron las conferencias con

la ponencia de Alejandro Marchesan MCP Ac-

tual Presidente de la Asociación y con 15 años

de experiencia como coach y formando coaches

quién desarrolló la conferencia: ”Significación

del Coaching Ontológico”.

Luego expositores de la AAPC, desarrollaron las

primeras 4 competencias, estuvieron a cargo de

ese segmento Martín Cainzos MCP quien tiene

14 años de experiencia como coach y 12 años

formando coaches; Sandra Vega MCP que cuen-

ta con 15 años de experiencia como coach y 14

años formando coaches; Daniel Rosales

MCP que cuenta con 16 años de experiencia

como coach, 12 de ellos formando coaches y

Gabriela Greco MCP quien tiene 10 años de

experiencia como coach, y 8 años formando

coaches.

Al finalizar ese bloque llegó el turno del plato

fuerte del congreso, Rafael Echeverría, el padre

del coaching ontológico, el fundador de la Onto-

logía del Lenguaje, referente mundial en

Coaching Ontológico disertó sobre “Ética, rigor

y eficacia”(en este número podrán encontrar

una nota sobre el contenido de su conferencia).

Esta Exposición fue el broche de oro del primer

día.

Durante el segundo día y luego de un resumen

de los aportes realizados en el día anterior las

primeras conferencias tuvieron como objetivo

completar las 7 competencias. Estuvieron a

cargo Mónica Liliana Fronti MCP con 9 años de

experiencia como coach y 8 años formando

coaches; Gabriel Gomez MCP quien cuenta con

15 años de experiencia como coach y 6 años

formando coaches y Angélica (Tani) Sturich

MCP con más 20 años de experiencia como

coach, 18 de ellos formando coaches.

Luego de esto Cristina Pietrauntoni MCP con 17

años de experiencia como coach y formando

coaches compiló los aportes a estas compe-

tencias desarrolladas el segundo día, para finali-

zar con una integración académica de los conte-

nidos.

Esto le dio paso a las palabras de cierre, donde

los directivos de la Asociación Argentina de

Profesionales del Coaching dejaron muy claro

que terminaba el primer Congreso Latinoameri-

cano de Coaching, y empezaba el futuro de esta

increíble profesión.

Por Conversaciones de Coaching

PRIMÉR CONGRÉSO LATINOAMÉRICANO DÉ COACHING

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Esta vez, queremos homenajear desde Conversaciones de Coaching, a

todas aquellas personas que han dejado su huella al partir, en la persona

de Berugo Carámbula

Este actor, conductor, humorista y músico, nació el 31 de octubre de

1945 en Las Piedras, Uruguay, y fue un hacedor nato. Comenzó su carrera

en la década del '60 con el mítico grupo de jazz Crazy Clown Jazz Band,

pero realmente fue en el programa de televisión Telecataplúm, desde

donde nos hizo reír, divertir, emocionar y pasar nuestros días gracias a

su humor, sano, familiar, único!

Más adelante, y siempre comprometido con llegar a las familias, desde

su propia alegría, nos acompañó desde Comicolor, Híperhumor, La Pelu-

quería de Don Mateo, Jugar por jugar, La Tota y la Porota, Atrévase a

soñar, Alcoyana, Alcoyana y Amo a Berugo (en el primero realizó una

icónica imitación de los Les Luthiers). También se sumó al cine en las

películas de Brigada explosiva (1986) y Los bañeros más locos del mun-

do (1987) y al teatro con las obras Duro de parar (1996) y Con un clavo en

el zapato (2005), entre otras.

Elegimos homenajear a Berugo porque él mismo decía: "Tengo un senti-

do del humor contra el cual no puedo lidiar. Ante una tragedia o un dra-

ma, lo primero que veo es la parte cómica".

Creemos sinceramente que el recurso del humor en nuestras vidas, es un

gran aliado para paliar las dificultades, creemos también que él se esfor-

zó duramente para entregarnos esa parte de su talento, en un tono fres-

co y compinche, y con el su ejemplo de vida, a fin de que cada día nues-

tro fuera un poquito mejor.

Sin dudas, Berugo, a muchos de nosotros, nos hizo soñar y reír desde sus

programas. Por ello, queremos despedirlo con una frase que él repetía,

cada vez que festejaba con algún invitado " los sueños... sueños son,

pero aquí se hacen realidad". Gracias Berugo, hasta siempre!!!

" los sueños... sueños son, pero aquí se hacen realidad"

Adiós Berugo

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