contexto de los salmos

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EL CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL DE LOS SALMOS Una introducción religiosa sociocultural de los salmos Resumen El salterio bíblico forma parte de la tradición literaria y religiosa de los pueblos veci- nos de Israel. Allí los israelitas encontraron un fértil patrimonio de lírica religiosa y tuvieron la genialidad de aprovechar el oficio literario y las intuiciones teológicas de esa herencia. Los salmos bíblicos son un testimonio de continuidad cultural con el en- torno, pero también de la creatividad de Israel para releer y desarrollar lo recibido desde su experiencia histórica y desde su identidad yavista. Este trabajo relaciona el salterio con las salmografías antiguas, destaca las diferencias y los puntos de contac- to, ofrece ejemplos ilustrativos y recoge algunas conclusiones. Abstract The biblical Psalter is part of the literary and religious tradition of Israel’s neighbo- ring cultures. It was there that the Israelis found a fertile heritage of religious poetry and they had the talent to take advantage of this literary profession and the theologi- cal intuition of that inheritance. The biblical Psalms are a testimony of cultural con- tinuity with their surroundings, and also of Israel’s capacity to reread and develop what they received from the perspective of their historical experience and Yahwist identity. This study relates the Psalter with ancient psalmographies, highlights diffe- rences and similarities, offers illustrative examples and brings together some conclu- sions. «Eso que va aullando en la ráfaga negra del Viento, por todos los caminos de la Tierra… es el Salmo» (León Felipe 1 ) ARMANDO NOGUEZ 1 LEÓN FELIPE, «¡El Salmo es mío!», Nueva antología rota, Visor, Madrid 1981, 162.

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  • EL CONTEXTO HISTRICO-CULTURALDE LOS SALMOS

    Una introduccin religiosasociocultural de los salmos

    ResumenEl salterio bblico forma parte de la tradicin literaria y religiosa de los pueblos veci-nos de Israel. All los israelitas encontraron un frtil patrimonio de lrica religiosa ytuvieron la genialidad de aprovechar el oficio literario y las intuiciones teolgicas deesa herencia. Los salmos bblicos son un testimonio de continuidad cultural con el en-torno, pero tambin de la creatividad de Israel para releer y desarrollar lo recibidodesde su experiencia histrica y desde su identidad yavista. Este trabajo relaciona elsalterio con las salmografas antiguas, destaca las diferencias y los puntos de contac-to, ofrece ejemplos ilustrativos y recoge algunas conclusiones.AbstractThe biblical Psalter is part of the literary and religious tradition of Israels neighbo-ring cultures. It was there that the Israelis found a fertile heritage of religious poetryand they had the talent to take advantage of this literary profession and the theologi-cal intuition of that inheritance. The biblical Psalms are a testimony of cultural con-tinuity with their surroundings, and also of Israels capacity to reread and developwhat they received from the perspective of their historical experience and Yahwistidentity. This study relates the Psalter with ancient psalmographies, highlights diffe-rences and similarities, offers illustrative examples and brings together some conclu-sions.

    Eso que va aullando en la rfaga negra del Viento, por todos los caminos dela Tierra es el Salmo (Len Felipe 1)

    ARMANDO NOGUEZ

    1 LEN FELIPE, El Salmo es mo!, Nueva antologa rota, Visor, Madrid 1981, 162.

  • 1. IntroduccinDurante el siglo recin pasado se publicaron varias obras representativas de

    la literatura de los pueblos vecinos de Israel que habitaron el Creciente frtil2. El he-cho demostr numerosos contactos entre esos escritos y la Biblia. En algn tiempohubo quienes proclamaron la gran superchera3 de la Biblia por haber copiado delos escritos ms antiguos; pero hoy se pueden apreciar en su justo valor las relacio-nes entre la Biblia y los textos de su entorno socio-cultural. Nadie duda que los au-tores bblicos tuvieron ante la vista escritos de los pueblos vecinos. En una compa-racin sencilla inmediatamente destacan las diferencias y los numerosos puntos decontacto.

    La constatacin de relaciones de dependencia de la Biblia respecto de las li-teraturas circunvecinas no plantea actualmente problemas. La originalidad de Israelno es el resultado de un aislamiento cultural absoluto, como algunos pudieron pen-sar. Lejos de rechazar sistemticamente todo lo que le rodeaba, Israel tuvo la genia-lidad de hacer suyas las riquezas culturales o religiosas de sus vecinos. Lo hizo conoriginalidad, las adapt, entresacando todo lo que no compaginaba con sus creen-cias y supo vincular hbilmente esos elementos prestados con su experiencia hist-rica y religiosa.

    2. Las culturas del Creciente FrtilEl Creciente Frtil es una regin singular que abarca desde Egipto a Mesopo-

    tamia: parte del ro Nilo, avanza hacia el norte y bordea las costas mediterrneas deSiria-Palestina, y luego dobla hacia el este siguiendo los ros de Mesopotamia. Seforma as la figura de una media luna. Esa regin fue cuna de grandes civilizacio-nes durante el tercer y segundo milenios antes de Cristo.

    a) Civilizaciones e idiomasMuchos siglos antes de la aparicin de los pueblos bblicos en la historia, flo-

    recieron en el antiguo Creciente frtil civilizaciones de altos logros culturales. En-tre los aos 3000 y 1500 a.C. hubo realizaciones de mucho prestigio en Egipto, Me-sopotamia y Siria Palestina. Monumentos y textos escritos siguen hablando de su es-plendor. Los pueblos bblicos, en efecto, forman parte del mundo cultural cananeoy sirofenicio. Como punto de cruce entre oriente y occidente, Israel es puente entrelas dos grandes culturas del antiguo Creciente Frtil, la mesopotmica (de Sumer yAcad) y la egipcia. Por su ubicacin singular los israelitas tuvieron que entrar encontacto y recibir influencia de los pueblos egipcios, cananeos, hurritas, hititas, asi-rios, babilonios y persas. La Biblia, entonces, es deudora de una rica tradicin cul-tural y religiosa anterior.

    24 ARMANDO NOGUEZ, El contexto histrico-cultural de los salmos

    2 Desde Amrica Latina, parece preferible hablar de Creciente frtil o de Media luna frtil parareferirse a la regin geogrfica de Israel y sus vecinos, porque las expresiones medio / cercano orien-te resultan poco precisas con respecto a la ubicacin del lector latinoamericano.3 Expresin del asirilogo Friedrich Delitzsch, en su conferencia Babel und Bibel (Babilonia y la Bi-blia) de 1902.

  • Los principales documentos del Creciente frtil estn escritos en las siguien-tes lenguas: el egipcio, en sus formas hiertica y jeroglfica; el ugartico, lengua se-mtica emparentada con el fenicio, el arameo y el hebreo; era hablado en el segun-do milenio a.C. por gente de la costa mediterrnea en la Siria del norte; el hitita, lalengua de los pueblos indoeuropeos no semitas de la regin central de Asia menor apartir del 1650 a.C.; el acadio, que designa a las lenguas hermanas de los asirios(norte) y babilonios (sur) escritas en cuneiforme desde el 2500 a.C.; el sumerio, quese hablaba en sur de Mesopotamia durante el tercer milenio a.C.

    Siempre ha estado latente la pregunta sobre el grado de conocimiento queexista en Israel de esas lenguas. Y han quedado tambin muchas dudas razonables.

    b) Textos y contenidosEn la zona de la media luna frtil se ha descubierto gran cantidad de material

    escrito; muchos de esos documentos interesan directamente a la Biblia4. Baste recor-dar solamente los fondos literarios descubiertos desde hace poco ms de un siglo enBiblos, Alalakh, Nuzi, Ugarit, Mari, Ebla, Amarna.

    Los contenidos de los textos religiosos son himnos y preces a los diversos dio-ses, que fueron compuestos para el uso cltico, rbricas para las celebraciones delculto y narraciones de contenido mtico para ser recitadas en determinadas fiestas delas divinidades. Existen tambin textos de conjuros contra los demonios, portadoresde calamidades y enfermedades, y textos de presagios basados en el arte adivinato-rio. Finalmente hay textos mortuorios, como las inscripciones sepulcrales. Es de no-tar que, aunque no sean de contenido estrictamente religioso, las inscripciones rea-les, leyes, tratados, poemas picos, narraciones, fbulas, etc. suelen contener infor-maciones que interesan a la historia de la religin y a la Biblia5.

    c) ValorLos textos encontrados en el Creciente frtil tienen un valor nico. Informan

    de tradiciones vigentes en esos territorios que no solo permiten ambientar los textosbblicos, sino que tambin se piensa que muchos de ellos sirvieron de verdaderasfuentes en las que se inspiraron los autores bblicos; otros, por lo menos ofrecen da-tos sobre la historia de Israel. El inters en el trasfondo bblico ha tenido sus abusosy exageraciones. Hay necesidad de un ms riguroso esfuerzo por comprender tantoel material del AT como el material no bblico en sus propios marcos y, antes de ha-cer juicios comparativos, uno debe tener muy claro que el material que se va a com-parar es efectivamente comparable.6

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 45 25

    4 Muchos de esos textos han sido traducidos y publicados en las lenguas modernas. Algunas obras dereferencia son: PRITCHARD, J.B., (ed.), Ancient Near Eastern Texts Relating to the Old Testament, Prin-ceton University Press , Princeton 31969. [Citado como ANET]. LABAT, R. CAQUOT, A. SZNYCER,M. VIEYRA, M., Les religions du Proche-Orient asiatique. Textes sacrs babyloniens-ougaritiques-hittites, Fayard-Denol, Pars 1970. DEL OLMO LETE, G., Mitos y leyendas de Canan, Cristiandad,Madrid 1981.5 Cf. M. NOTH, El mundo del Antiguo Testamento. Introduccin a las ciencias auxiliares de la Biblia,Cristiandad, Madrid 1976, 287.6 Cf. J.J.M. ROBERTS, The Ancient Near Eastern Environment, en D. A. KNIGHT G.M. TUCKER(ed.), The Hebrew Bible and its Moderns Interpreters, Fortress Press, Minneapolis 1985, 96.

  • 3. La Biblia y las literaturas religiosas de su entornoActualmente, nadie duda de que la produccin literaria en materia religiosa de

    los antiguos sumerios, babilonios, cananeos y egipcios, contiene muchos elementosde valor para fines de comparacin con la literatura bblica. De esas culturas Israelrecibi influencias notables en lenguaje, formas literarias, mitos, leyendas, estatutoslegales, conocimientos de sus dioses, himnos y splicas7. La presentacin del Gne-sis sobre los orgenes del universo y de la humanidad hace amplio uso de la epope-ya de Guilgams y del Enuma Elish; en xodo 18, la organizacin del pueblo se rea-liza segn el esquema militar propuesto por el sacerdote madianita Jetr; la prime-ra versin de Josu 1-12 constituye una adaptacin juda del lenguaje de la propa-ganda militar asiria; la teologa de la primera edicin del historia deuteronomista(de Josu a Reyes) est ampliamente marcada por prstamos en que se asume y setransforman usos de la cultura asiria; el marco narrativo del libro de Job, donde nospresenta los personajes y la situacin, con toda probabilidad, se deriva de una leyen-da o cuento pre-existente; y la misma temtica ya haba sido tratada por otros auto-res del oriente antiguo8.

    En los textos de los antiguos pueblos vecinos de Israel, diez siglos antes deltemplo salomnico, ya exista una lrica religiosa en Mesopotamia, en Egipto y enCanan de modo muy semejante a los salmos bblicos. Esto prueba que tanto la ora-cin como los testimonios escritos de oracin, no nacieron con la Biblia. Es univer-salmente afirmado que el salterio del pueblo de Israel procede de una poca tardaen la historia de la literatura del Creciente Frtil. Israel aprovecha elementos litera-rios, rituales y doctrinales de sus pueblos vecinos. No es extrao encontrar en la Bi-blia algunas expresiones o temas similares a los que se desarrollan en la tradicinoracional del antiguo Creciente Frtil. Los sistemas religiosos (ofrendas, sacrificios,fiestas) que se ven reflejados tienen muchos puntos en comn con la religin de lossalmos. Los pueblos del antiguo Creciente frtil aportaron las formas bsicas delculto sacrificial y de la oracin personal y pblica. Esos mismos pueblos desarrolla-ron varias tradiciones salmogrficas que presentan entre s varios paralelos en lacomposicin y uso de metforas y expresiones caractersticas. En los salmos con-verge una tradicin ya milenaria que les ofrece un amplio repertorio de smbolos, ar-quetipos, temas, motivos y gneros literarios.

    4. El Salterio bblico y su relacin con la lrica religiosa delCreciente frtilEs claro que los salmos bblicos tienen hondas races en la tradicin religiosa

    del Creciente frtil y presentan algunos paralelos con sus himnos y oraciones. Israelno invent sino que encontr ya en existencia numerosas formas y recursos litera-rios para expresar su experiencia de oracin. Es muy probable que Israel haya toma-do prestados y haya reelaborado modelos forneos. La comparacin entre los salmos

    26 ARMANDO NOGUEZ, El contexto histrico-cultural de los salmos

    7 Cf. Ch.G. CUMMING, The Asirian and Hebrew Hymns of Praise, Columbia University Press, NewYork 1934, 154-155.8 Cf. J. LVQUE, Job et son Dieu, Pars 1970, 11-116.

  • bblicos y los no bblicos es muy instructiva, tanto por las similitudes como por lasdiferencias que resultan.

    Pero una comparacin mecnica no lleva demasiado lejos y puede resultarociosa. Para avanzar un poco es preciso recordar, por un lado, que una misma ex-presin, cuando se emplea en diferentes literaturas religiosas, no siempre significala misma cosa; por otro, que la diferencia entre la religin bblica y la no bblica yano se plantea en trminos de religin verdadera y religiones falsas. Adems no pue-de olvidarse que entre ambas tradiciones literarias existe una amplia distancia tem-poral, pues la literatura no bblica pertenece al tercer y segundo milenio a.C. mien-tras que los salmos proceden del primer milenio a.C., siendo bastantes los que pro-vienen del perodo postexlico.

    4.1 Comparaciones formalesLa comparacin de los Salmos bblicos con los de otras culturas vecinas, na-

    turalmente, debe comenzar con la consideracin de su forma literaria. Muchos au-tores opinan que toda la zona del Creciente Frtil comparta patrones culturales muysemejantes. No slo el entorno fsico, tambin sus cosmovisiones y universos sim-blicos eran muy cercanos. De ah que sus concepciones precientficas, sus claves yexpresiones culturales fueran relativamente uniformes.

    Los textos de oracin permiten reconstruir una especie de koin religiosa o deteologa comn de las religiones politestas del mundo antiguo9. Es de esperar, en-tonces, que donde eran similares las concepciones precientficas, manifestacionesartsticas y expresiones religiosas, sean tambin comunes los cnones literarios.

    En muchos textos de himnos y oraciones el lenguaje es sumamente cuidado,los escritores de la poca ya se servan de diversas tcnicas literarias, algunas conelevado grado de refinamiento.

    a) SemejanzasAlgunos rasgos generales que asemejan a la poesa bblica con la lrica reli-

    giosa de sus vecinos son: el ritmo, la extensin de los versos, el paralelismo, el arre-glo o disposicin en estrofas, las preguntas retricas, estribillos, respuestas antifo-nales, la introduccin en el himno de un orculo divino, etc. Con la poesa religiosaasirio-babilnica, por ejemplo, los Salmos bblicos comparten la extensin relativa-mente uniforme de las lneas en cada poema, as como tambin el hecho de dividirun verso en dos partes10. En seguida de mencionan otros puntos de contacto.

    ParalelismoEl paralelismo de los hemistiquios era frecuente en la literatura mesopotmi-

    ca; en ella se recurre mucho al paralelismo sinnimo, pero entre los asirios prevale-ce el paralelismo tautolgico, donde la segunda parte del verso repite la misma ideade la primera parte casi con las mismas palabras. En el himno sumerio a Enlil en-contramos el siguiente paralelismo: los dioses de la tierra se curvan ante l, / los

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    9 Cf. J. TREBOLLE BARRERA, Libro de lo Salmos. Religin, poder y saber, Trotta, Madrid 2001, 89.10 Cf. Ch. G. CUMMING, op. cit. 95.

  • dioses Anunna se humillan ante l11. Estas tautologas pueden deberse al poder m-gico que se atribua a la repeticin de una determinada expresin o frmula.

    El paralelismo sinttico, donde la segunda parte del verso contina el pensa-miento de la primera parte, es relativamente comn en los himnos hebreos y asirios.El paralelismo antittico, abundante en los salmos bblicos, tambin aparece en laliteratura egipcia, donde un himno egipcio a Amn dice tu amor est en el cielo delsur / y tu ternura en el cielo del norte12.

    ImgenesEl imaginario de los salmos pone en relacin cuatro mundos que en la actua-

    lidad se consideran bien diversos: el de la divinidad, el del cosmos con su tiempoy espacio, el de la historia y el del ms all13. Esos mismos cuatro mbitos ya sehaban expresado ampliamente en la literatura religiosa del Creciente frtil.

    RepeticionesEl himno a Ishtar ofrece un buen ejemplo de la tcnica de repeticin:Cantad a la diosa, la ms imponente entre las diosas, /Que sea glorificada la seora de las gentes,la mayor de los dioses!Cantad a Ishtar, la ms imponente de las diosas.Que sea glorificada la seora de las mujeres,la mayor de los dioses!14

    En el himno sumerio a Inanna, una parte se desarrolla en forma de letana, conuna respuesta idntica:

    Destruir y construir / arrancar y levantarte corresponde, oh Inanna.Hacer del varn una hembra y de una hembra un varn,te corresponde, oh Inanna.Comercio y beneficio, prdidas y bancarrota,te corresponde, oh Inanna 15.

    Este procedimiento recuerda el Salmo 136 y otros salmos letnicos.

    Gneros literarios y Sitz im lebenEn la lrica religiosa del Creciente frtil se encuentran numerosas formas lite-

    rarias que despus aparecern en la Biblia: himnos (de alabanza, procesionales), va-rios tipos de oraciones penitenciales, lamentaciones, oraciones de peticin o spli-ca, oraciones de conjuro. En el caso de la literatura asiria, por contar con variasmuestras de himnos de santuario, de la naturaleza, procesionales, permitir descu-brir algunas coincidencias con el salterio bblico.

    28 ARMANDO NOGUEZ, El contexto histrico-cultural de los salmos

    11 ANET, pg. [573], ln. 8-9.12 ANET, pg. 366.13 Cf. J. TREBOLLE BARRERA, op. cit., 93.14 Himno a Ishtar, ANET, pg. 383, ln. 1-8.15 AA. VV., Oraciones del Antiguo Oriente, EVD, Estella 1979, 9.

  • La literatura religiosa del Creciente frtil refleja ambientes vitales (sitz imleben) semejantes a los de los salmos bblicos: muchas cosas se mueven en el am-biente pastoril; hay referencias a la leche, la lana, fecundidad del ganado y la pose-sin de muchos rebaos, etc. En la literatura asiria, por ejemplo, existen algunas si-tuaciones vitales similares a los salmos bblicos: la procesin al Santuario se en-cuentra en el Sal 24 y en el himno 13 a Marduk, la procesin hacia el Santuario apa-rece en el Sal 96 y en el himno a Enlil, la peregrinacin por la ciudad bordeando elSantuario como en el Sal 48 se da en muchos himnos asirios. La traicin de los ami-gos es tambin uno de los lugares comunes de los salmos de lamentacin del Cre-ciente frtil y de la tradicin bblica (cf. Sal 41,10; Jr 20,10).

    EstructurasEn la mayor parte de las oraciones de peticin llamadas con la mano alza-

    da, de origen acadio, que se rezaban en caso de dificultad o desgracia, se encuen-tran los siguientes elementos: una alabanza a la divinidad que se invoca, la presen-tacin del suplicante con su queja, una splica apelando a la misericordia divina yuna accin de gracias16. De modo semejante, en los salmos bblicos de splica indi-vidual (cf. 3, 5, 6, 7, 13, 17 etc.) la estructura bsica comprende: una invocacin alSeor, con ttulo, descripcin de la desgracia propia, la splica profesin de con-fianza y promesa de agradecimiento17.

    Algo bsico de los salmos babilonios es una estructura en la que pueden re-conocerse cinco partes importantes: apelacin, lamento, promesa de alabanza, ala-banza, peticin. Con las naturales variantes, esta secuencia suele preservarse casisiempre. La estructura tiene correspondencia de varios elementos con los salmos b-blicos18.

    Las estrofas de varios versos son comunes en el salterio hebreo y tambin enlas oraciones asirias; pero es notar que en ambas literaturas no son regulares ni cons-tantes en cuanto al nmero de versos. Es tambin caracterstica comn la aparicinocasional del estribillo para indicar respuestas antifonales; a veces se encuentranverdaderas letanas19.

    b) DiferenciasNo obstante las numerosas semejanzas, no puede negarse que, an desde el

    punto de vista puramente estilstico, existen tambin notables diferencias entre latradicin slmica israelita y la de sus vecinos. En la salmografa babilnica, porejemplo, hay una tendencia casi ausente en los salmos bblicos, exceptuando qui-z el 119 hacia la monotona y la repeticin tediosa, con la enumeracin de nom-bres y eptetos de los dioses, sin agregar nada nuevo20. El paralelismo antittico, queabunda en los salmos hebreos, est poco presente en los himnos asirios. Estos him-nos, adems, se dirigen a la divinidad en segunda persona, mientras que en el salte-

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 45 29

    16 Ver la repeticin de este esquema en las tres oraciones a Shamash, a Marduk y a Ishtar en AA. VV.,Oraciones del Antiguo Oriente, EVD, Estella 1979, 25-29.17 A. SCHKEL C. CARNITI, Salmos I, EVD, Estella 1992, 98.18 Cf. Cl. WESTERMANN, Praise and Lament in the Psalms, John Knox Press, Atlanta 1981, 37.19 Cf. Ch. G. CUMMING, op. cit., 98-99.20 Cf. H. RINGGREN, La fe los salmistas, La Aurora, Buenos Aires 1970, 162.

  • rio bblico es ms frecuente la tercera persona, que les da un carcter ms hmni-co21. La tradicin bblica de los Salmos tambin cre una nueva forma de himno, quecomienza y termina con una exhortacin a alabar a Yahvh. El genio hebreo empleams simplicidad, variedad y poder de expresin en algunas piezas maestras comolos salmos 8, 24, 29, 47, 67, 100, 96, 15022.

    4.2 Comparaciones temticasIsrael encontr en su entorno no slo un rico repertorio de fraseologa hmni-

    ca, sino tambin muchas ideas religiosas bsicas, algunas de las cuales fueron com-partidas y otras no se asumieron.

    a) SemejanzasEntre el salterio y las oraciones de los pueblos vecinos de Israel es comn el

    sentimiento religioso que se expresa como admiracin, agradecimiento, splica,exaltacin, alabanza. Adems, hay temas y expresiones con mucho parecido.

    En las oraciones sumerias, por ejemplo, la palabra divina es omnipotente:basta con que el dios establezca un plan, pronuncie una palabra y ya existe lo quepensaba23. De Isthar se dice: por su orden ella le ha sometido / las cuatro comarcasa su pies24; en la Biblia se dice le hiciste seor de las obras de tus manos, / todofue puesto por ti bajo sus pies (Sal 8,7). A Marduk se le celebra como divinidadguerrera: Tu nombre ms importante, oh Marduk, es el ms experto entre los dio-ses; tu flecha furiosa es un len sin piedad. Seor de peso, que pisoteas a todos losenemigos, que haces retroceder en el combate, tu escolta son las plyades 25; lomismo en la Biblia: Yahvh, Dios de los ejrcitos, quin como t?, poderoso eres,Yahvh, tu lealtad te circunda. T domeas el orgullo del mar, cuando sus olas seencrespan las reprimes; t machacaste a Rahab lo mismo que a un cadver, a tus ene-migos dispersaste con tu potente brazo (Sal 89,9-11). En una splica acadia a Mar-duk se le pide la curacin con un argumento particular: El que se ha vuelto polvo,qu ganancia hay en l? Un siervo vivo respeta a su amo; el polvo muerte qu pro-porciona de ms a un dios?26. La Biblia lo dice as: Qu ganancia en mi sangre,en que yo baje a la fosa? Puede alabarte el polvo, anunciar tu verdad? (Sal 30,10).

    En Egipto, la providencia del dios Amn se exalta porque: hace la hierbapara que viva el ganado y los rboles frutales para los humanos. Hace aquello de loque viven los peces del ro y las aves que pueblan el cielo27. Por su parte, Yahvhes el que hace germinar en los montes la hierba, y las plantas para usos del hom-bre, el que dispensa al ganado su sustento (Sal 147,8-9). Una oracin del faranRamss II a Amn en la batalla de Qadesh expresa la confianza en Dios diciendo:veo que Amn vale ms para m que miles de infantes y que centenas de millares

    30 ARMANDO NOGUEZ, El contexto histrico-cultural de los salmos

    21 Cf. Ch. G. CUMMING, op.cit. 99.22 Cf. Ch. G. CUMMING, op. cit. 155.23 Por ejemplo, el Himno a Enlil el omnibenefactor, ANET [573].24 ANET pg. 383, ln. 49-50.25 AA. VV., Oraciones del Antiguo Oriente, EVD, Estella 1979, pg. 17, ln. 13-19.26 AA. VV., Oraciones del Antiguo Oriente, EVD, Estella 1979, pg. 22, ln. 20-22.27 ANET, pg. 366, VI, 5.

  • de carros, ms que diez mil hermanos e hijos, todo unidos en un corazn28. En laBiblia se reza: No queda a salvo el rey por su gran ejrcito, ni el bravo inmune porsu enorme fuerza. Vana cosa el caballo para la victoria (Sal 33,16-17).

    Varios temas bblicos ya haban aparecido en la literatura de los vecinos is-raelitas. Entre ellos se pueden elencar los siguientes29: Dios es considerado creador,santo o totalmente otro, omnipotente y hasta nico. Dios se comunica con los sereshumanos por medio de su creacin, su palabra, sus profetas y sus bendiciones. Diostambin se revela como padre o madre, ser personal, pastor y guardin de su pueblo,misericordioso, salvador; se compromete con los humanos mediante sus promesas,la alianza y habitando en medio de ellos. Es de notar que sigue siendo libre, castigaa los culpables, su reino es el de la justicia y toma partido por los oprimidos.

    En los himnos y oraciones de los pueblos vecinos de Israel, los seres huma-nos expresan ante los seres sagrados actitudes de confianza, admiracin, alabanza,se reconocen pecadores, imploran perdn y el bien de la salud; se comprometen acomplacerse en lo que es justo, no lesionar al prjimo, apartarse de los dolos. Y noest por dems recordar que en las oraciones de los vecinos de Israel se considera alrey como hijo de Dios, se realizan sacrificios, se da importancia a los sueos y sihay referencias a una ciudad santa.

    b) DiferenciasLa tradicin bblica no fue una receptora meramente pasiva de la cultura de su

    entorno territorial. La especificidad yahvista de los Salmos marc varias diferencias.La Biblia celebra a un nico Dios, los pueblos vecinos son politestas y suelen

    dirigirse a un panten densamente poblado con divinidades consortes o subordinadas.Aunque la oracin y alabanza se dirigan por lo general a un solo Dios. La concep-cin monotesta es la que, a la postre, marca la diferencia entre las tradiciones slmi-cas de Israel y las de sus vecinos. En la tradicin penitencial acadia, por ejemplo, sedan casos trgicos en que el penitente est angustiado porque no sabe contra quDios ha pecado ni siquiera cul ha sido su transgresin, por eso hace una oracin atodos los dioses30. All se dice: Que el Dios, no s cul, se aplaque; que la diosa, nos cul, se aplaque Oh Dios, seas quien fueres, mis transgresiones son muchas,grandes son mis pecados la falta que he cometido no la conozco.

    Ajenos a la Biblia son tambin los complicados dramas entre dioses, desdematrimonios hasta rivalidades. Tambin se desconoce la invocacin de divinidadesmenores intercesoras o adversarias. Hay que resaltar tambin que el Dios de los Sal-mos bblicos se presenta disociado de cualquier prctica mgica. El sol y la luna, enla Biblia, no son ms que los servidores de Dios. En los salmos bblicos la divini-dad jams se identifica con los cuerpos celestes o las fuerzas de la naturaleza. En loshimnos acadios, Sin (la luna) y Shamash (sol)31 son realmente divinizados. Igual-mente, algunos pueblos del Creciente Frtil llegaron a divinizar al rey, hecho inau-dito en Israel.

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 45 31

    28 AA. VV., Oraciones del Antiguo Oriente, EVD, Estella 1979, pg. 74.29 Un cuadro muy ilustrativo sobre estos temas se puede consultar en AA. VV., Oraciones del AntiguoOriente, EVD, Estella 1979, 94.30 ANET, 391.31 Cf. ANET, pgs. 385 y 387.

  • Una diferencia fundamental est en la polmica contra los dolos: los dolosde los paganos son oro y plata, hechura de manos humanas: tienen boca y no hablan,tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen, no hay aliento en sus bocas. Semejan-tes a ellos son los que los hacen, y todos los que confan en ellos (Sal 135,15-18).Esta afirmacin dura de exclusivismo, aunque un tanto tarda en la historia de Israel,est ausente en la literatura religiosa antigua de los pueblos que le rodean.

    Las tradiciones no bblicas organizan su experiencia religiosa en torno a la ar-mona del universo mediante el sometimiento a un destino natural; se dirigen ms ala contemplacin csmica. La religiosidad bblica, por su parte, se construye en la fi-delidad a la voluntad personal de un Dios nico, cuyos atributos esenciales son la jus-ticia y la misericordia; y as se orienta ms a la accin histrica, interpelada por la pa-labra proftica. La plegarias no bblicas ensalzan a la divinidad de forma general,mientras que los salmos bblicos evocan las intervenciones de Dios en la historia y,los favores all recibidos son los que motivan la alabanza y la accin de gracias.

    5. El caso ilustrativo del Salmo 104En la historia de la exgesis de los Salmos, ya es clsica la comparacin en-

    tre el Salmo 104 y el himno al Dios solar Atn 32 del faranAmenofis IV (1380-1362a.C.) que cambi su nombre en Akhnaton para afianzar su reforma religiosa. Elhimno estaba escrito en una pared de la tumba deAy en Tel-el-Amarna (Medio Egip-to) y se descubri en 1887.

    El salmo solar egipcio parece tener contactos con el Salmo 104 en una canti-dad que jams se haba registrado en la Biblia con un paralelo egipcio33. Los vv. 19-24 del salmo 104 son los que muestran las ms estrechas relaciones con el himno alsol, como aparece en los siguientes textos:

    Sal 104Hiciste la luna con sus fases,el sol conoce su ocaso.Traes las tinieblas y se hace de nochey rondan las fieras de la selva;los cachorros rugen por la presareclamando a Dios su comida.Cuando brilla el solse retiran y se tumban en sus guaridas;el hombre sale a sus faenas,a su labranza hasta el atardecer.Cuntas son tus obras, Seor,y todas las hiciste con maestra,la tierra est llena de tus criaturas.

    32 ARMANDO NOGUEZ, El contexto histrico-cultural de los salmos

    32 ANET, 369-371.33 Existe una amplia literatura sobre el himno egipcio y sobre sus probables nexos con el Salmo 104,baste citar slo un estudio en castellano: B. CELADA, El salmo 104, el himno de Amenofis IV y otrosdocumentos egipcios, Sefarad 30 (1970) 305-324; 31 (1971) 3-26.

  • Himno de AkhnatonCuando tu reposas en occidente, bajo el horizonte,la tierra se halla en sombra semejante a la de la muerte.La gente descansa, bien cubierta, en sus habitaciones.Ningn ojo ve al otro.A los durmientes podran robarles todos sus bienes,que han puesto bajo su cabeza, sin que ellos se den cuenta.Todo len sale de la cueva, todo reptil muerde.Hay oscuridad la tierra estn en silencio.El que ha creado las cosas reposa en su horizonte.Al alba, tu resplandeces en el horizonte,t iluminas, t, oh sol!Durante el da, disipas la oscuridad enviando tus rayos.Los dos pases se despiertan con gozo,los hombres se levantan, se ponen en pie, a causa tuya.Lavan sus cuerpos, se ponen sus vestidos,extienden sus brazos para adorar tu amanecer.La tierra entera se pone a hacer sus labores.

    Aunque no siempre las correspondencias sean de trmino a trmino, es evi-dente que entre ambas piezas literarias existen puntos de notable similitud. Perotambin hay diferencias esenciales, que no son tanto de detalle literario sino de ac-titudes religiosas fundamentales. El Dios Atn prodiga sus cuidados sobre todas lascriaturas, con la desventaja de que slo lo hace durante el da; durante la noche pre-valecen las fuerzas malignas la tierra yace en silencio, porque el que la ha creadodescansa en el horizonte. En cambio, el Salmo 104,20-21 afirma: mandas t lastinieblas, y es la noche; en ella corretean todas las bestias de la selva. Los leoncillosrugen por la presa, y su alimento a Dios reclaman. Aqu la noche es tambin partede la creacin de Dios. Por otra parte, es preciso tener presente que en el himno egip-cio el sol es una divinidad; en el Salmo 104 el sol es criatura. En el himno de Akh-naton la noche tiene entidad propia, porque el sol se fue; en el Salmo, Dios pone latiniebla para que haya noche sin que eso le afecte; el salmo 104 habla del hombreen sentido ms profano que en el himno al sol, pues aqu es un adorador maanerodel sol34.

    Frente al problema comparativo los autores han adoptado tres posturas prin-cipales: los dos textos independientes, el salmo 104 depende del himno a Atn, elsalmo 104 depende del canto egipcio a travs de la mediacin cananea y fenicia35.Es difcil inclinarse por una de las posiciones porque las relaciones estrechas cons-tatadas chocan con evidentes autonomas y diversidades. Baste decir que la inde-pendencia absoluta resulta improbable por los contactos bastante puntuales y, aun-que la prueba de una mediacin cananea sea solo parcial e indirecta, no es desca-bellado suponer que las expresiones poticas del himno a Akhnaton se hicieron

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 45 33

    34 Cf. H.-J. KRAUS, Los Salmos. Sal 60-150, vol. II, BEB 54, Sgueme, Salamanca 1995, 447.35 Cf. G. RAVASI, Il libro dei Salmi, III. Commento e attualizzazione, Dehoniane, Bologna, 1993, 97.

  • parte del patrimonio literario del oriente medio y as encontraron eco en la literatu-ra de otras tierras36.

    6. ConclusionesLa revelacin de Dios no desprecia la sabidura humana, sino todo lo contra-

    rio. Una de las fuerzas de Israel radica en que supo captar todo lo bueno que encon-tr en su camino. Su fe le permiti asimilar los valores humanos, culturales y reli-giosos de sus vecinos colorendolos de la originalidad mosaica, proftica y sapien-cial. Por eso es que, desde la tradicin bblica, no se puede menospreciar el polites-mo de los pueblos vecinos de Israel. Ha de valorarse como genuina experiencia re-ligiosa, matriz religiosa y cultural generadora de algunas tradiciones del antiguo Is-rael. Aunque en contextos polmicos se acenten las diferencias, es inaceptable unmenosprecio de las religiones no bblicas, tratndolas simplemente como paganas,idlatras, supersticiosas, mgicas, etc.

    Es preciso tomar en serio los textos de las tradiciones slmicas del mediooriente antiguo. No se les puede considerar a la ligera como intentos primitivos, in-tiles o superados, incapaces de ofrecernos una enseanza o inspiracin. La expre-sin religiosa de Israel no es la primera en el tiempo y, sin dejar de ser una obra ori-ginal, se inscribe en una larga bsqueda religiosa. Los salmos bblicos forman par-te de un tipo de poesa religiosa cultivada en el antiguo Creciente frtil. Las cuestio-nes son las mismas, aunque las respuestas no sean idnticas. Puede hablarse del hon-do arraigo de los salmos hebreos en el ambiente cultural de los pueblos circundan-tes, que se expresa en la relacin ms o menos cercana en lo que respecta a imagi-nera, simbolismos, motivos religiosos y hasta lingsticos.

    Los mismos sentimientos religiosos han encontrado formas de expresin muysimilares. Quiz sea por pertenecer a una misma civilizacin o por la universalidadde la experiencia religiosa. Pero as como la experiencia religiosa que dio origen alos salmos, acogi y supo beneficiarse de otras tradiciones religiosas, de igual mo-do la lectura (interpretacin en la oracin, meditacin, estudio) de los salmos, ha deabrirse a una perspectiva multicultural que tenga en cuenta la diversidad de formasde vida, que en ella encuentran expresin.

    Israel no slo aprovecha los contenidos religiosos, tambin se beneficia deloficio literario, el ya bien experimentado y afianzado repertorio de procedimientosy recursos retricos o poticos. Los numerosos contactos entre los salmos bblicosy la correspondiente lrica religiosa del Creciente frtil sugieren que el lenguaje de-vocional era un patrimonio comn de esos pueblos vecinos. Los salmos compartencon la literatura religiosa de sus vecinos las principales caractersticas de la poesahebrea. Sin embargo, es muy aventurado pretender comprobar el grado de similitudo desemejanza entre la salmografa bblica y la lrica religiosa extraisraelita, tantopor lo que se refiere a las formas literarias cuanto por lo que respecta a sus respec-tivos contenidos.

    34 ARMANDO NOGUEZ, El contexto histrico-cultural de los salmos

    36 Cf. Ch. F. PFEIFFER, Tell El Amarna and the Bible, Baker Book House, Grand Rapids, Mich. 21970,38-43.

  • Finalmente, el estudio de la tradicin lrica religiosa de los pueblos vecinosde Israel ofrece grandes ventajas para el lector de la Biblia. Se ampla el campo deconocimiento, se evitan las simplificaciones histricas que pretenden hacer singula-res todas las manifestaciones de la religin de Israel y, finalmente, tambin se ahu-yenta la tentacin de juzgar los salmos bblicos desde los estndares de la poesa yde la literatura occidental moderna, que en la mayora de los casos resultan inade-cuados.

    Armando NoguezEmail: [email protected]

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 45 35