Contaminación del aire y su impacto en los ecosistemas

Para poder instalar el tema tratado tenemos que partir definiendo la palabra contaminación, se entiende por contaminación a la introducción de diferentes sustancias o energías que podrían ocasionar daños directos a un medio así como también daños a largo plazo. En pocas palabras cualquier alteración en la composición normal del medio que afecte negativamente su funcionamiento y a los individuos que viven en él.

La contaminación del aire existe cuando sustancias alcanzan condiciones suficientemente elevadas sobrepasando su nivel ambiental normal. Los contaminantes del aire pueden entrar desde fuentes naturales o sintéticas (Etze, 1999). El aire siempre porta contaminantes o material particulado como polen, bacterias y hongos, erupciones volcánicas, incendios forestales etc. Pero con todo esto la contaminación que surge de la naturaleza cuenta poco comparada con los efectos contaminantes producidos por la sociedad humana. Una de las principales fuentes de contaminantes sintéticos es la quema de combustibles fósiles (particularmente el carbón), emisiones de fundiciones y el que emite las sustancias principales que contaminan el aire, el vehículo motorizado. Los contaminantes primarios de estas fuentes son el dióxido de sulfuro (SO2), el dióxido de nitrógeno (NO2), el monóxido de carbono (CO), los hidrocarburos (HC), el ozono (O3), etc.

El efecto que estos contaminantes en el aire pueden traer a un ecosistema pueden ser irreversibles, ya que puede considerarse el proceso inicial que da a una degradación de este, sin que en principio esta degradación deba ser percibida, e incluso admitida, por todo el mundo (Hernández, 1995). Para visualizar más a fondo el efecto de los contaminantes del aire en ecosistemas, ocuparemos como ejemplo su consecuencia en los ecosistemas forestales.

La contaminación del aire tiene y seguirá teniendo una influencia en los ecosistemas forestales (Smith, 2003). Los efectos sinérgicos de la contaminación del aire y los cambios climáticos en particular, el ozono elevado, el nitrógeno alterado, la disponibilidad de carbono y agua deben ser temas de investigación (Paoletti, 2009).

La contaminación del aire no solo tiene un efecto directo negativo sobre la vegetación por deposición de los contaminantes sobre las plantas y perdida de nutrientes por lavado e intercambio iónico, sino también indirectos los cuales incluyen la acidificación del suelo con la consiguiente liberación de aluminio y otros metales pesados, igualmente afecta sus relaciones con microorganismos, hongos y ecología de los insectos. Los arboles dominantes y las situaciones de borde con árboles más expuestos a la luz y al aire son más proclives a los daños, los cuales pueden ser y observarse a muy grande escala la pérdida del color verde de las hojas, el viejo aspecto de árboles jóvenes y la multiplicación de brotes adventicios constituyen caracteres que preceden una mortandad generalizada. Esta decoloración de las hojas y del follaje, así como también, la reducción del crecimiento del eje del árbol y de las ramas primarias son síntomas externos de los arboles sensibles de la contaminación y ligados a la perdida de calcio y magnesio. Un efecto importante que actúa sobre la normal vivencia de los arboles es la lluvia acida (Pardos, 2006) la cual consiste en la transferencia desde la atmosfera a la superficie terrestre, en forma húmeda o seca, de ácidos fuertes, y compuestos que los

producen, uno de sus componentes principal es el óxido de azufre, contaminante del aire, el cual al reaccionar con la luz solar cae en forma de ácido a la superficie terrestre.

La deposición acida cambia la composición de los suelos. Al neutralizar las bases se reduce su disponibilidad por las plantas y produce carencias. En una investigación realizada en el nordeste de EE.UU en un bosque de picea roja (Picea rubra) especie conífera, se mostraron evidencias que la deposición ácida causa mortandad al provocar la disminución de la tolerancia a bajas temperaturas de sus acículas ya que la perdida de una pequeña fracción de calcio débil presente en el citoplasma celular provoca la desestabilización de la estructura de la membrana plasmática celular. Asimismo la solubilización de aluminio en el suelo bloquea la absorción de calcio cuyo contenido en el suelo ya está disminuido por la deposición acida.

El proceso reproductivo también se ve afectado por la deposición acida, cambiando el pH de la germinación del polen, asimismo, se reduce el tamaño y peso de diversas semillas. La germinación de las semillas y el crecimiento de plántula, en mayor caso en las coníferas sufren también el efecto del descenso de pH (Smith, 2003). Otro efecto de contaminación importante es el smog que sabemos que está constituido en gran parte por ozono (O3) a nivel del suelo. Según un estudio realizado la exposición larga en ozono también tiene un efecto negativo en el crecimiento de plántulas (Karnosky, 2006). A nivel de plantas el ozono reduce su crecimiento y disminuye el peso seco de raíces y ramas, también se han identificado que disminuye la fotosíntesis y produce síntomas semejantes a heridas, otros síntomas a largo plazo es que cambia la pigmentación y produce la caída prematura de sus hojas.

Los ecosistemas forestales vienen siendo sometidos a la presencia de contaminantes atmosféricos desde la revolución industrial. En poblaciones sometidas a una presión contaminante fuerte pueden producirse perdidas de genotipos sensibles y los arboles a diferencia de otros organismos dependen en gran medida de la diversidad genética para preservar su adaptabilidad a cambios ambientales. El cambio rápido, complejo y globalmente activo que constituye la contaminación atmosférica enflaquece las bases naturales de esta adaptabilidad de las poblaciones arbóreas, la velocidad de ese cambio que originan los contaminantes y el calentamiento global supera considerablemente las condiciones que hayan podido experimentar los árboles durante su evolución.

Bibliografía

-ETZE R. A. (1999); Contaminación del aire, cap. 16.

-HERNANDEZ S. (1995); Ecología para Ingenieros. El Impacto Ambiental.

-KARNOSKY D. F. (2006); 50 years of research on effects of tropospheric ozone air pollution on US forests. Environmental Pollution, Volume 147, Issue 3, June 2007, Pages 489-506.

-PAOLETTI E. (2009); Advances of air pollution science: From forest decline to multiple-stress effects on forest ecosystem services. Environmental Pollution, Volume 158, Issue 6, June 2010, Pages 1986-1989.

- PARDOS J. (2006); La contaminación atmosférica y los ecosistemas forestales.

- SMITH W. H. (2003); Air pollution—effects on the structure and function of the temperate forest ecosystem. Environmental Pollution (1970), Volume 6, Issue 2, February 1974, Pages 111-129.