contaminación acústica y salud

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Contaminación acústica y salud ELABORACIÓN: DR. GABRIEL GARCÍA CORONA MÉDICO SOCIAL El ruido, catalogado como la primera molestia ambiental por la Organización Mundial de la salud, puede definirse como el conjunto de fenómenos vibratorios que, percibidos por el sistema auditivo, llega a originar molestias o lesiones de oído o como cualquier sonido que sea calificado por quien lo recibe como algo molesto, indeseado, inoportuno o desagradable. En general, el ruido es el sonido convertido en molesto y contaminante. Se caracteriza principalmente por ser complejo de medir y cuantificar, no deja residuos ni resulta acumulativo en el medio, tiene poco radio de acción y no se traslada a través de los sistemas naturales, por lo que resulta muy localizado. Los efectos del ruido son de tal envergadura que hace ya más de treinta años que es estudiado como un agente contaminante. La primera declaración internacional que contempló las consecuencias derivadas del ruido se remonta a 1972, cuando la Organización Mundial de la Salud decidió catalogarlo genéricamente como un tipo más de contaminación. En el año 1979 el ruido es clasificado como un contaminante específico por la Conferencia de Estocolmo, mientras que, tres años antes, en 1976, la Asociación Médica Mundial elabora su Declaración sobre la Contaminación, en la que mantiene que la contaminación acústica se conforma por “niveles excesivamente altos de sonidos producidos por instalaciones industriales, los derivados de la construcción, sistemas de transporte, sistemas de audio y otros medios que pueden llegar a producir problemas temporales o permanente de la audición, otros efectos pato fisiológicos y problemas emocionales". Posteriormente, en el año 1990, la OMS, creó el programa "Inter Salud", donde se advierte sobre las enfermedades relacionadas con el estilo de vida moderno, entre las que se encuentran las derivadas del ruido. A diferencia de la mayoría de los contaminantes, las consecuencias sobre la salud de las personas derivadas del ruido se producen de forma acumulativa a medio y largo plazo. Estas son múltiples y afectan principalmente a los sistemas vegetativo y neuroendocrino en distintas formas según la sensibilidad de cada persona. Destacan los cuadros de estrés, reacciones fisiológicas y psicológicas, cambios de conducta, dolores de cabeza, aumento de la tensión, modificaciones en las pautas del sueño, disminución de rendimiento laboral e intelectual, de la capacidad de atención y de percepción del lenguaje hablado, etc. Entre los efectos psicológicos, las modificaciones del sueño son las más destacables, con las posteriores consecuencias como falta de descanso, baja concentración, dolores de cabeza, etc. A

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Page 1: Contaminación acústica y salud

Contaminación acústica y salud ELABORACIÓN: DR. GABRIEL GARCÍA CORONA MÉDICO SOCIAL

El ruido, catalogado como la primera molestia ambiental por la Organización Mundial de la salud,

puede definirse como el conjunto de fenómenos vibratorios que, percibidos por el sistema auditivo,

llega a originar molestias o lesiones de oído o como cualquier sonido que sea calificado por quien lo

recibe como algo molesto, indeseado, inoportuno o desagradable.

En general, el ruido es el sonido convertido en molesto y contaminante. Se caracteriza

principalmente por ser complejo de medir y cuantificar, no deja residuos ni resulta acumulativo en el

medio, tiene poco radio de acción y no se traslada a través de los sistemas naturales, por lo que

resulta muy localizado. Los efectos del ruido son de tal envergadura que hace ya más de treinta

años que es estudiado como un agente contaminante.

La primera declaración internacional que contempló las consecuencias derivadas del ruido se

remonta a 1972, cuando la Organización Mundial de la Salud decidió catalogarlo genéricamente

como un tipo más de contaminación.

En el año 1979 el ruido es clasificado como un contaminante específico por la Conferencia de

Estocolmo, mientras que, tres años antes, en 1976, la Asociación Médica Mundial elabora su

Declaración sobre la Contaminación, en la que mantiene que la contaminación acústica se conforma

por “niveles excesivamente altos de sonidos producidos por instalaciones industriales, los derivados

de la construcción, sistemas de transporte, sistemas de audio y otros medios que pueden llegar a

producir problemas temporales o permanente de la audición, otros efectos pato fisiológicos y

problemas emocionales".

Posteriormente, en el año 1990, la OMS, creó el programa "Inter Salud", donde se advierte sobre las

enfermedades relacionadas con el estilo de vida moderno, entre las que se encuentran las derivadas

del ruido.

A diferencia de la mayoría de los contaminantes, las consecuencias sobre la salud de las personas

derivadas del ruido se producen de forma acumulativa a medio y largo plazo. Estas son múltiples y

afectan principalmente a los sistemas vegetativo y neuroendocrino en distintas formas según la

sensibilidad de cada persona. Destacan los cuadros de estrés, reacciones fisiológicas y psicológicas,

cambios de conducta, dolores de cabeza, aumento de la tensión, modificaciones en las pautas del

sueño, disminución de rendimiento laboral e intelectual, de la capacidad de atención y de percepción

del lenguaje hablado, etc.

Entre los efectos psicológicos, las modificaciones del sueño son las más destacables, con las

posteriores consecuencias como falta de descanso, baja concentración, dolores de cabeza, etc. A

Page 2: Contaminación acústica y salud

estas hay que sumar el estrés, las alteraciones de conducta, irritabilidad, disminución de

rendimientos de la memoria y/o la capacidad de atención, etc.

La Asociación Médica Mundial, de acuerdo con sus objetivos médico-sociales, llama la atención

sobre el problema de la contaminación acústica con el fin de contribuir a la lucha contra el ruido

ambiental a través de mayor información y más conciencia social, recomienda la adopción de una

serie de medidas por parte de las autoridades médicas competentes, entre las que destacan la

información al público en general, sobre los riesgos que conlleva el ruido, demanda de legislación y,

en su caso, sanciones legales contra los niveles de sonido intensivos, etc.

Recomendaciones:

Informar al público, en especial a las personas afectadas por el ruido ambiental y también a

los que elaboran políticas y toman decisiones, sobre los peligros de la contaminación

acústica.

Llamar a los ministros de transporte y planificadores urbanísticos a idear conceptos

alternativos que puedan combatir el creciente nivel de contaminación acústica ambiental.

Defender las regulaciones estatutarias para combatir la contaminación acústica ambiental.

Respaldar el cumplimiento de la legislación sobre contaminación acústica y observar la

eficacia de las medidas de control.

Instar a las autoridades educacionales a informar a los estudiantes en una etapa temprana

sobre las consecuencias del ruido en las personas, cómo se puede combatir el ruido

ambiental y la función de la persona en la contribución a la contaminación acústica.

Entregar información sobre los riesgos de daño auditivo que se produce en el sector

privado, como resultado de trabajos demasiado ruidosos.

Llamar a los responsables de la seguridad laboral y la salud en las empresas a tomar

medidas para disminuir la emisión de ruidos, a fin de asegurar la protección de la salud de

la población en general.