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Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina Caso: Maestrías de Ciencias Políticas en Bogotá, Colombia
Luisa Fernanda Gualy García
Universidad Nacional de Colombia Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales
Bogotá, Colombia
2015
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina Caso: Maestrías de Ciencias Políticas en Bogotá, Colombia
Luisa Fernanda Gualy García
Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de: Maestra en Estudios Políticos Latinoamericanos
Director: Mario Ramírez-Orozco Ph.D.
Línea de Investigación: Análisis Político
Universidad Nacional de Colombia Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales
Bogotá, Colombia
2015
(Dedicatoria)
A Dios, por la vida. A mis padres Luz Ángela García y Jesús Heraclio Gualy por todo su apoyo incondicional, por su respaldo, dedicación y amor. A mi hermana María Paula Gualy por ser mi soporte, por su ánimo y amor. A Steve Schrenzel, por alentarme a trabajar con entusiasmo, por su ayuda y por todo el cuidado y amor. A ustedes debo el desarrollo y finalización de esta Tesis.
Resumen y Abstract IV
Agradecimientos
Quiero agradecer a todas aquellas personas que apoyaron el desarrollo y culminación de esta Tesis. A mí querido director de tesis Mario Ramírez-Orozco Ph.D., quien orientó de manera excelente esta investigación y realizó invaluables aportes a mi desarrollo profesional y humano. A la Dra. Flor Alba Romero, quién me concedió su entrevista e hizo grandes aportes a mi investigación y aportó a mi conocimiento y profundización en mi tema de gran interés, la Cultura de Paz. A Julio Rafael Quiñonez, director del Departamento y Área Curricular de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Colombia, por la autorización para acceder a los programas académicos de la Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos. Al doctor Antonio Scocozza, director de la Maestría en Ciencia Política de la Universidad Católica de Colombia con Énfasis en Paz e Integración y doble titulación con la Universtà degli Studi di Salerno (Italia), por la autorización para acceder a los programas académicos de la Maestría. Al Dr. Alpiniano García-Muñoz, co-director de la Maestría, por facilitarme los programas, por la entrevista que me concedió, así como por todo el apoyo y disposición brindada durante el desarrollo de mi investigación. Al Dr. Víctor Martín Fiorino, profesor de la Universidad Católica de Colombia, por la entrevista concedida, así como por su disposición y ayuda. Al director de la Maestría en Estudios Políticos de la Universidad Javeriana, Andrés Dávila Ladrón de Guevara, y a Yeymy Andrea Ardila Ávila, coordinadora de estudiantes de Posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, por la autorización para acceder a los programas académicos de la Maestría. A la docente-investigadora María Teresa Pinto, directora de la Maestría en Estudios Políticos del IEPRI de la Universidad Nacional de Colombia, por la autorización para acceder a los programas académicos de la Maestría, y por la entrevista concedida. A Felipe Botero, director de Posgrados en el Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes por la entrevista concedida, y a Carolina Gómez Segura, coordinadora académica de Posgrados por la autorización para acceder a los programas académicos de la Maestría. A las demás profesoras y profesores que me concedieron sus entrevistas, por sus valiosos aportes a esta investigación. De nuevo a Dios, a mi madre Luz Ángela García, a mi padre Jesús Heraclio Gualy, a mi hermana María Paula Gualy y a Steve Schrenzel, por su gran dedicación, comprensión, soporte y amor incondicional.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina V
Resumen
El problema de esta investigación se centra en un tema que cobra gran importancia en nuestra
coyuntura: la Paz y los medios para construirla. El objeto de estudio fue específicamente el análisis de la construcción de una Cultura de Paz desde la educación superior, a nivel de maestría, en las facultades o escuelas de Ciencia Política y Estudios Políticos en las universidades de la ciudad de Bogotá. La construcción de una cultura de paz propia latinoamericana es una necesidad imperiosa y es ahora cuando debe plantearse la discusión de cómo lograr la paz desde un cambio cultural propio en América Latina. Por consiguiente, este trabajo buscó acercarse a la respuesta de las siguientes preguntas de investigación: ¿De qué manera se promueve desde la educación superior la construcción de Cultura de Paz en América Latina y hasta qué punto se puede considerar esta una construcción propia para la región? ¿En qué medida las materias obligatorias ofrecidas a nivel de maestría en el área de la Ciencia Política influyen en la generación y fortalecimiento de una Cultura de Paz en los estudiantes, futuros profesionales? El análisis se hará teniendo en cuenta las concepciones generales y actuales de Cultura de Paz.
PALABRAS CLAVE: Cultura de paz, Estudios Políticos, Ciencia Política, Cultura Política,
Construcción Curricular.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Abstract
The focus of this research is of great significance in our current situation: Peace and the means to build
it. The object of this study was specifically to analyze the construction of a Culture of Peace at the level
of higher education, or Masters Programs, in schools and departments of Political Science and Political
Studies at universities in Bogotá, Colombia. Building a particularly Latin American Culture of Peace is
imperative, and now is the time to launch the discussion on how to achieve peace via a cultural change
from within Latin America. This study therefore sought to attain answers to the following research
questions: How is the construction of a Culture of Peace in Latin America promoted at the level of
higher education and to what extent can it be considered a construction particular to the region? To
what degree do the lectures and seminars offered at the Master’s level in the field of Political Science
influence the building and strengthening of a Culture of Peace within the students, future professionals?
This analysis will take into account the general and current conceptions of Culture of Peace.
KEY WORDS: Culture of Peace, Political Studies, Political Science, Political Culture, Curriculum
Construction.
Contenido VII
Contenido
Pág.
Resumen V Lista de Gráficos IX Lista de Tablas X Introducción XI
1. La construcción de Cultura de Paz en América Latina 3 1.1 Conocimiento desde América Latina 4 1.2 En busca de una Cultura de Paz latinoamericana 5 1.3 Educación y Academia 6 1.4 Colombia en el contexto latinoamericano 7 1.5 Marco teórico 10
1.5.1 Paz y Violencia 10 1.5.2 Conflicto y No-violencia 13 1.5.3 Cultura 14 1.5.4 Cultura de Paz 15 1.5.5 Cultura Política y Cultura de Paz 17 1.5.6 Entra en juego la Educación 18
1.6 Metodología 20 1.7 Estado del arte 21
1.7.1 Conceptos Principales 22 1.7.2 Cultura de Paz y Educación 24 1.7.3 Cultura de Paz y Currículo 29
1.8 Hipótesis de trabajo 32
2. Situación Actual en América Latina 33 2.1 Estudios de Educación Superior en América Latina, perspectivas y Paz 34
2.1.1 Programas en Educación para la Paz 34 2.1.2 Programas en Estudios Políticos 37
2.2 Estudios de Educación Superior en Colombia, perspectivas y Paz 40 2.2.1 Programas en Educación para la Paz 40 2.2.2 Programas en Estudios Políticos 43
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Lista de Tablas
Tabla 1. Universidades Analizadas 51 Tabla 2. Asignaturas Universidad Javeriana Bogotá 53 Tabla 3. Asignaturas Universidad Nacional MAEPLA 54 Tabla 4. Asignaturas Universidad Nacional IEPRI 55 Tabla 5. Asignaturas Universidad Católica 56 Tabla 6. Asignaturas Universidad de los Andes 57
Introducción
El presente trabajo de investigación buscó acercarse a un tema que cobra gran importancia en la actual coyuntura: la Paz y los medios para construirla. El objeto de estudio fue específicamente el análisis de la construcción de una Cultura de Paz desde la educación superior, a nivel de maestría, en las facultades o escuelas de Ciencia Política y Estudios Políticos en las universidades de la ciudad de Bogotá.
La construcción de una Cultura de Paz propia latinoamericana es una necesidad imperiosa
y es ahora cuando debe plantearse la discusión de cómo lograr la Paz desde un cambio cultural propio en América Latina. Para esto es necesario, primordialmente, reconocer las especificidades y la pluralidad de la región, así como su configuración como unidad concreta de análisis y los alcances de esta noción, con el fin de proponer un concepto de Cultura de Paz desde realidades y definiciones propias.
Desde Latinoamérica se pueden forjar las fuerzas estratégicas que permitan cambiar su
relación con el sistema-mundo, no solo en términos del ordenamiento de sus estructuras económicas, sino políticas, sociales, ambientales y culturales.
La creación de una nueva conciencia debe empezar desde las esferas micro- políticas, es
decir, desde la comunidad, la familia, la escuela, el barrio, en la cotidianidad, etc. Y es aprovechando esta cotidianidad que se pueden sacudir los viejos patrones culturales que legitimamos ahora. Entre ellos, la violencia cultural que agobia el continente y que no permite el planteamiento de nuevas alternativas ante la solución de conflictos, y que nos limita, desde la Violencia Estructural, a un ciclo indefinido de no alcanzar la Paz, ni en sus menores apreciaciones.
¿Puede hablarse entonces de la construcción de una Cultura de Paz propia
latinoamericana? Si. No solo es posible, sino que, como ya se enfatizó, es una necesidad ineluctable. A pesar de las diferencias entre las distintas culturas que componen América Latina, los elementos que la hacen única deben ser tenidos en cuenta para estimular la gestación de nuevas corrientes de pensamiento que analicen los problemas que enfrenta la región, como el arraigo de la Violencia Cultural en el marco de mundo globalizado. Se deben considerar los diferentes pensamientos, de manera multidireccional, dejando que el pensamiento y las concepciones propias latinoamericanas se reproduzcan en un espacio o ambiente que sea respetado.
Es vital que tomen fuerza en la región los intentos por construir Cultura de Paz, cuyo
núcleo sea la capacidad de diferenciar el conflicto de la violencia. Una Cultura de Paz en donde sea posible aceptar que la solución a los conflictos puede hacerse –y es incluso más efectiva-
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
desde la No-violencia; cuyas características principales vayan de la mano con la realidad latinoamericana, sus necesidades y especificidades.
Reiterando, es en el espacio latinoamericano en donde debemos dejar que el pensamiento
se genere, para que realmente pueda alcanzar todos sus niveles de pertinencia y autenticidad. El reto es, por tanto, identificar cuáles son los mecanismos con los que contamos en la región a nuestro favor para la construcción de una Cultura de Paz, de qué manera podemos cambiar las aproximaciones a los conflictos. Es importante que todos hablemos un mismo idioma frente a las necesidades de nuestra cultura y sus apreciaciones acerca de la Paz y la violencia.
Conceptos como Cultura de Paz, transformación de conflictos, No-violencia, respeto al
otro, convivencia de culturas, entre otros, deben ser discutidos entre los gobiernos latinoamericanos y sus distintas poblaciones en un ambiente de diálogo y de concertación. Se deben utilizar las herramientas necesarias para hacer cambios desde las políticas estatales que permitan un viraje significante en la Cultura de la Paz, creando así un nuevo sentido de cultura y legitimidades. Es ahora cuando debe plantearse la discusión de cómo lograr la Paz desde un cambio cultural propio en América Latina.
Este cambio cultural puede darse dentro de la perspectiva educativa. Por eso la propuesta
de esta investigación es el análisis de un cambio a través de la instauración de una Cultura de Paz por medio de una de las herramientas más efectivas en una sociedad: la educación. Así, se propone en este trabajo la educación para la Paz en el continente latinoamericano como obligación social. En el campo de la docencia latinoamericana, es necesario e inaplazable el planteamiento de temas de Paz, de respeto, y promoción de los DD.HH.
Así las cosas, esta investigación buscó acercarse a la respuesta de las siguientes preguntas
de investigación, a partir de las concepciones generales y actuales de Cultura de Paz: ¿De qué manera se promueve desde la educación superior la construcción de Cultura de Paz en América
Latina y hasta qué punto se puede considerar esta una construcción propia para la región? ¿En qué medida las materias obligatorias y electivas ofrecidas a nivel de maestría en el área de la Ciencia
Política influyen en la generación y fortalecimiento de una Cultura de Paz en los estudiantes, futuros profesionales?
Para este análisis y el acercamiento a las preguntas problema, planteadas en el Capítulo 1. La Construcción de Cultura de Paz en América Latina, se tuvieron en cuenta las concepciones generales y actuales de Cultura de Paz, haciendo en primer lugar un breve acercamiento a lo que se entiende por cultura y por Paz, para de esta manera proponer concepciones específicas para América Latina.
De igual manera se identificaron algunas de las principales propuestas que se han
desarrollado en materia de Cultura de Paz y su relación con la educación en los últimos años, teniendo en cuenta la bibliografía más cercana al tema específico de la tesis. Se identificaron las principales ideas de los autores, las tendencias y los debates sobre los temas que giran alrededor de la investigación. Así pues, se cae en la cuenta de que en Latinoamérica, a pesar de que la investigación y la educación para la Paz empiezan a tomar fuerza, no se ha consolidado aún una agenda fuerte en cuanto a temas de Paz, o de Cultura de Paz específicamente, de manera interdisciplinar.
Es aquí en donde la presente tesis toma gran fuerza, en América Latina, a pesar de la
existencia de conflictos que ya han superado medio siglo en la región, no hay suficiente
producción académica en temas que relacionen la Cultura de Paz con la educación superior, a nivel de maestría, a través del currículo.
La tesis buscó acercarse a la respuesta de sus preguntas desde un método mixto de
investigación. En primer lugar, desde una visión general. En el Capítulo 2. Situación Actual en América Latina, se hizo un breve acercamiento a los programas de maestría ofrecidos en América Latina en cuanto a los Estudios para la Paz, así como los programas de maestría en Ciencia Política o Estudios Políticos para identificar en donde se para América Latina actualmente en términos programáticos.
Desde lo observado en el Capítulo 2., se concluye que todas las maestrías analizadas
coinciden en la importancia del estudiante como sujeto activo en la sociedad, no solo local sino a nivel regional. En los programas se observan variables importantes cuando se analiza la construcción de Paz, por ejemplo conflictividades específicas, o el estudio de tipos de violencia específicos. Desde la mayoría de ellas se busca ser propositivos con el fin de que los estudiantes apliquen este conocimiento a la realidad.
Teniendo en cuenta que corresponde a las universidades contribuir a la construcción de
un proyecto político comprometido con la Paz en cada país, desde la pedagogía y la educación, se observó que aún se debe incentivar la interdisciplinariedad en los programas de Ciencia o Estudios Políticos a lo largo de América Latina, pero que existen ya programas que han identificado la necesidad de incorporar temáticas de construcción o análisis de Paz en sus currículos.
En segundo lugar, la metodología se acerca al objeto de estudio desde una visión curricular.
A partir del cuerpo teórico que sostiene la investigación, en el Capítulo 3. Caso de Estudio: Bogotá, se propusieron una serie de variables que componen el concepto de Cultura de Paz en su aplicación académica desde los Estudios Políticos y la Ciencia Política. Estas variables propuestas, facilitaron el proceso de estudio e identificación de las materias ofrecidas en las maestrías de las facultades en la ciudad de Bogotá, caso de estudio, que construyen directa o indirectamente (a través de un currículo oculto) dicha Cultura de Paz. Dichas variables terminaron por constituir el Círculo Académico de Cultura de Paz, como modelo propuesto para que las asignaturas de Estudios Políticos y Ciencia Política se acerquen al concepto de Cultura de Paz.
Adicionalmente, desde el Círculo Académico de Cultura de Paz, valioso aporte propio de
esta investigación, se permitió configurar a América Latina como el centro, y esto asegura que la construcción de Cultura de Paz se realice en respuesta a las necesidades básicas de la región. Igualmente, las variables se organizaron en cuatro grandes enfoques importantes que se deben tener en cuenta desde las asignaturas dictadas en las maestrías en Ciencia Política o Estudios Políticos.
Puede afirmarse, por lo tanto, que la construcción de Cultura de Paz en América Latina
desde la educación superior, para este estudio, tiene elementos propios de la región. En el caso específico de estudio, se pudo observar que las maestrías analizadas ofrecieron, durante el periodo 2011-I a 2013-II, asignaturas, entre obligatorias y electivas, que se sitúan en los cuatro diferentes enfoques propuestos en el Círculo Académico de la Cultura de Paz.
En tercer lugar, en el Capítulo 4. América Latina Bajo la Lupa se analizaron las diferentes
entrevistas realizadas con profesores universitarios a nivel de maestría. Insistiendo en la importancia de la Universidad como formadora de futuros sujetos políticos autónomos y trasformadores de su entorno, desde la educación superior se forma a la ciudadanía, y a partir
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
de los ciudadanos y de su compromiso se construye la Paz. A partir de esto se afirmó que el accionar de los profesores y de la Academia es muy importante en la construcción de Cultura de Paz en los estudiantes, así como en la sociedad.
En este análisis en particular se encontró que pocos de los profesores tienen el objetivo
directo e implícito de construir Cultura de Paz en sus estudiantes a través de su contenido temático, así como desde su currículo oculto. En adición, otros de ellos no lo tienen como objetivo, ni siquiera implícito, o simplemente no están seguros de tenerlo.
Entonces, los resultados de esta investigación mostraron que, si bien el camino aún es
amplio para recorrer, en la educación superior en América Latina se suman cada vez más esfuerzos para promover una Cultura de Paz que atienda y refleje las necesidades propias de la región, desde la Violencia Estructural hasta la Violencia Directa.
Se puede afirmar que aún hay bastante debilidad en la construcción y el fortalecimiento de
una Cultura de Paz en los futuros profesionales. Se observó, de la vasta oferta académica analizada, fueron relativamente pocas las asignaturas que proponían el estudio de la Cultura de Paz a partir de alguna de las variables, que para este estudio, la componen.
Se observó también que el accionar de los profesores universitarios a través de la estructura
curricular y en especial a partir del currículo oculto, es muy importante en dicha construcción de Cultura de Paz en los estudiantes. Los mismos estudiantes dan valor a la metodología de los profesores que incentiven el debate abierto entre ellos, en donde se garantice el respeto por las ideas ajenas y el reconocimiento por el otro, así como una metodología horizontal en donde el profesor sirva de guía, más que de transmisor de información.
Finalmente, la investigación mostró que el nivel de fortalecimiento de los valores en la No-
violencia y en la Cultura de Paz se verá reflejado en el accionar político de los estudiantes en la realidad. La Cultura de Paz propone, entonces, pasar de un saber de Paz a la acción en Paz, a la generación de cambios en beneficio de la construcción de opciones No-violentas para construir nuevas realidades en donde todos sean capaces de alcanzar el máximo de sus potencialidades. Estas conclusiones fueron consolidadas y ampliadas en el Capítulo 5. Consideraciones Finales.
Es preciso aclarar que el debate queda abierto, el tema de la construcción de Cultura de
Paz se sigue construyendo y alimentando de las diferentes disciplinas. A partir de los resultados de esta investigación se proponen nuevas temáticas de investigación a futuro, como por ejemplo, el estudio a profundidad de la Cultura de Paz y su construcción desde los estudiantes latinoamericanos, desde las organizaciones y movimientos sociales, quienes insertos en una realidad de violencias, procuran ser generadores de cambios por medio de métodos No-violentos. Así como el estudio de la construcción de Cultura de Paz a nivel de Doctorados, por su alto nivel de proposición de conocimiento novedoso.
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 3
1. La construcción de Cultura de Paz en América Latina
La concepción de América Latina se ha determinado e interpretado desde distintas
perspectivas. Algunos autores la han definido como el producto de distintas relaciones de dominación. Otros como una unión de culturas que, a pesar de ser diferentes, comparten elementos que les permiten identificarse entre ellas, así como una realidad histórica conjunta y un deseo de resistencia ante poderes imperiales y colonizadores. Por otra parte, se considera a América Latina como una región en donde el proceso de transculturación es producto de un mestizaje que absorbió las culturas existentes para imponer otra. Una región que, a partir de su propia negación, sostuvo el proyecto de modernidad capitalista malogrando la propia modernidad.
Todas estas representaciones de América Latina convergen en mostrar cómo, desde la
colonia, en América hubo un proceso de interacción mutua, pero no necesariamente equivalente. Por cuenta de este pasado histórico, indigno si se quiere, ajeno a la realidad social, el pensamiento latinoamericano ha tenido siempre una alta carga política, de carácter contra-hegemónico, de confrontación, desalienador y humanístico1.
Como señala Guadarrama (2004, pp. 19-32), los valores de la cultura latinoamericana han
caracterizado a sus pueblos por la búsqueda de consolidación de su independencia política. Es por esto que, sin negar la importancia global del pensamiento generado desde otras culturas alrededor del mundo sobre distintos temas, es necesaria la identificación de una realidad propia desde y para América Latina. La Academia latinoamericana debe tener en cuenta su propia historia y sus características peculiares diferenciadoras para poder plantear soluciones específicas a los problemas concernientes y, de la misma manera, tomar las riendas de la historia, redefiniendo el papel de América Latina en el funcionamiento global desde una visión propia del mundo.
Bien, este trabajo de investigación busca aproximarse a un tema que cobra gran
importancia y vigencia en la coyuntura latinoamericana y global: la construcción de Cultura de Paz. Se reconoce la presencia de los altos niveles de violencia, de todo tipo, asentados fuertemente en las sociedades latinoamericanas y la necesidad urgente que existe de formular y gestionar un cambio inmediatamente2. Una Cultura de Paz permitirá la construcción de Paz duradera y sostenible. En este estudio, el cambio hacia una Cultura de Paz que es posible desde todas las esferas sociales, se enfocará desde el ámbito de los Estudios Políticos3.
1 Sin referirse a estos elementos como características exclusivas latinoamericanas. 2 En el Marco Teórico se ofrecerá detalladamente la tipología de la violencia a tener en cuenta en esta investigación. 3 El estudio se hace desde los Estudios Políticos y la Ciencia Política sin distinción. Se entiende que la Ciencia Política está contenida en los Estudios Políticos, en donde también se incluyen temáticas como la Filosofía Política, la Economía Política, la Ética Política, el Pensamiento Político, entre otros. Así pues cuando en el estudio se hace referencia a la Ciencia Política, se le otorga un valor más amplio, alejándose de los aislamientos en los que a veces se incurre cuando se habla desde la disciplina. Teniendo en cuenta que los programas estudiados provienen de maestrías en cualquiera de estos dos campos y tratan los mismos temas, no se hará distinción entre los términos.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
1.1 Conocimiento desde América Latina Es necesario, primordialmente, reconocer las especificidades y la pluralidad de América
Latina, así como su configuración como unidad concreta de análisis y los alcances de esta noción, con el fin de proponer un concepto de Cultura de Paz desde realidades y definiciones propias. Para lograrlo, es importante reconocer a Latinoamérica primero, no simplemente como una región que reproduce las prácticas sociales hegemónicas, ni como una región explotada y dominada, sino como una región generadora de nuevas ideas y conocimiento.
En consecuencia, como individuos geopolíticos y geoeconómicos, es necesario entender
las contradicciones históricas internas latinoamericanas, su pluralidad y mestizaje. Europa se afirmó en su modernidad gracias al llamado encubrimiento de América. Es decir, la modernidad occidental es la que Europa leyó y resignificó desde sí misma, marcada fuertemente por la existencia del capitalismo, el eurocentrismo y el colonialismo (Dussel, 1964, pp. 24-36). Dussel afirma que la modernidad no pudo desarrollarse solo en el entorno espacial europeo, sino que fue necesario el papel de América en este proceso, así la modernidad fue producto del manejo de la centralidad del sistema-mundo.
¿Y la modernidad latinoamericana? Bien, ésta se construyó sobre condiciones ideológicas,
socioeconómicas, políticas, judiciales y culturales débiles. La ideología latinoamericana después de la independencia que debía forjar un nuevo sistema jurídico, político y social, no era una ideología unificadora. En primer lugar, no existía una identidad específica de hispanoamericanos, sino que dicha identidad erraba entre el sentirse europeo o indígena sin poder relacionarse por completo con ninguna de las dos; y en segundo lugar, a lo largo de la historia, como afirma Leopoldo Zea (s.f., pp. 281- 292), los nacidos en tierra americana cargaban con el peso de sentirse inferiores.
Tal vez por esto, el estudio de las concepciones acerca del Estado, libertad, justicia,
igualdad, etc., que estaban empezando a considerarse en Europa, no alcanzaron a llegar a manos de los nacidos en estas tierras precisamente porque eran excluidos de todo proceso organizacional, de la toma de decisiones, de todo planteamiento de pensamientos, etc.
Ciertamente por esta ambigüedad y ambivalencia que menciona Zea, y por esta falta de
conocimientos aplicados, después de la independencia los americanos encontraron gran dificultad en forjar una corriente de pensamiento que reuniera a la mayoría en su deseo por crear un nuevo Estado. Esta carencia evitó que se empezara a gestar un pensamiento propio alrededor de lo que debía ser el orden social, político y jurídico en el nuevo territorio que era libre.
Con la carga de los pensadores latinoamericanos de sentirse ignorantes respecto al manejo
político, económico y social, los Estados de América Latina se empiezan a guiar por otros Estados libres y recientemente configurados, con la creencia de que si se tomaba la misma ruta política y social se podía empezar a alcanzar esa concepción de desarrollo. Igualmente, el desarrollo industrial europeo necesitaba del papel de América Latina en la división del trabajo como proveedor de materias primas, y como salida mercantil, lo que malogró la modernidad latinoamericana bajo la percepción eurocéntrica que hoy todos conocemos.
Esta modernidad –que podría llamarse- malograda no solo se dio en términos políticos y
económicos, sino, a nivel de la evolución del pensamiento latinoamericano. Este proceso de configuración de América Latina como parte fundamental en la modernidad de Europa llevó a que se empezara a forjar una ideología y un pensamiento desalienizador y altamente
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 5
humanista. Lo anterior dejó sobre el tapete el reconocimiento de la región como un escenario de esa pluridiversidad analógica que puede permitir la formación de un hegemón alternativo al dominante que ha fetichizado el poder.
Entonces, es desde Latinoamérica que se pueden forjar las fuerzas estratégicas que
permitan cambiar su relación con el sistema-mundo, no solo en términos del ordenamiento de sus estructuras económicas, sino políticas, sociales, ambientales y culturales. Los investigadores sociales, como constructores de conocimiento latinoamericano contemporáneo, deben tener en cuenta que “el que es capaz de crear, no está obligado a obedecer” (Martí, p. 191).
Esta creación de una nueva conciencia debe empezar desde las esferas micro- políticas, es
decir, desde la comunidad, la familia, la escuela, el barrio, en la cotidianidad, etc. Y es aprovechando esta cotidianidad que se pueden sacudir los viejos patrones culturales que legitimamos ahora. Entre ellos, la violencia cultural que agobia nuestra región y que no permite el planteamiento de nuevas alternativas ante la solución de conflictos, y que nos limita, desde la Violencia Estructural, a un ciclo indefinido de no alcanzar la Paz, ni en sus menores apreciaciones4.
1.2 En busca de una Cultura de Paz latinoamericana ¿Puede hablarse entonces en la construcción de una Cultura de Paz propia
latinoamericana? Si. No solo es posible, sino que, como ya se enfatizó, es una necesidad ineluctable. A pesar de las diferencias entre las distintas culturas que componen América Latina, los elementos que la hacen única deben ser tenidos en cuenta para estimular la gestación de nuevas corrientes de pensamiento que analicen los problemas que enfrenta la región, como el arraigo de la Violencia Cultural en el marco de mundo globalizado. Se deben considerar los diferentes pensamientos, que no son solo los europeos, de manera multidireccional, dejando que el pensamiento y las concepciones propias latinoamericanas se reproduzcan en un espacio o ambiente que sea respetado.
Esto mismo, como reitera Guadarrama (2004), lo han hecho ya la teología de la liberación,
la filosofía de la liberación y la teoría de la dependencia, y por esto se han posicionado internacionalmente, pues se han correspondido de la mejor manera con las particularidades latinoamericanas. Es entonces hora de pensar desde América Latina en una filosofía de la Paz, de la No-violencia, en la configuración de una cultura que no legitime ni la violencia, ni la indiferencia.
Es vital que tomen fuerza en la región los intentos por construir Cultura de Paz, cuyo
núcleo sea la capacidad de diferenciar el conflicto de la violencia. Una Cultura de Paz en donde sea posible aceptar que la solución a los conflictos puede hacerse –y es incluso más efectiva- desde la No-violencia; cuyas características principales vayan de la mano con la realidad latinoamericana, sus necesidades y especificidades.
Reiterando, es en el espacio latinoamericano en donde debemos dejar que el pensamiento
se genere, para que realmente pueda alcanzar todos sus niveles de pertinencia y autenticidad. El reto es, por tanto, identificar cuáles son los mecanismos con los que contamos en la región a nuestro favor para la construcción de una Cultura de Paz, de qué manera podemos cambiar las aproximaciones a los conflictos. Es importante que todos hablemos un mismo idioma frente a las necesidades de nuestra cultura y sus apreciaciones acerca de la Paz y la violencia.
4 Ver marco teórico.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Conceptos como Cultura de Paz, transformación de conflictos, No-violencia, respeto al otro, convivencia de culturas, entre otros, deben ser discutidos entre los gobiernos latinoamericanos y sus distintas poblaciones en un ambiente de diálogo y de concertación. Se deben utilizar las herramientas necesarias para hacer cambios desde las políticas estatales que permitan un viraje significante en la Cultura de la Paz, creando así un nuevo sentido de cultura y legitimidades. Es ahora cuando debe plantearse la discusión de cómo lograr la Paz desde un cambio cultural propio en América Latina.
1.3 Educación y Academia Este cambio cultural puede darse dentro de la perspectiva educativa. Por eso la propuesta
de esta investigación es el análisis de un cambio a través de la instauración de una Cultura de Paz por medio de una de las herramientas más efectivas en una sociedad: la educación. Así, se propone en este trabajo la educación para la Paz en el continente latinoamericano como obligación social. En el campo de la docencia latinoamericana, es necesario e inaplazable el planteamiento de temas de Paz, de respeto, y promoción de los DD.HH.
En ese sentido, la tesis buscará acercarse a la respuesta de las siguientes preguntas de
investigación: ¿De qué manera se promueve desde la educación superior la construcción de Cultura de Paz en América
Latina y hasta qué punto se puede considerar esta una construcción propia para la región?
¿En qué medida las materias obligatorias y electivas ofrecidas a nivel de Maestría en el área de la Ciencia Política influyen en la generación y fortalecimiento de una Cultura de Paz en los estudiantes, futuros profesionales?
El análisis se hará teniendo en cuenta las concepciones generales y actuales de Cultura de
Paz propuestas en el marco teórico, haciendo en primer lugar un breve acercamiento a lo que se entiende por cultura y por Paz, para de esta manera poder entender si desde las especificidades de América Latina se propone o no una Cultura de Paz propia, de y para, la región.
El estudio se referirá a la educación superior haciendo especial énfasis en los estudios a
nivel de maestría, teniendo en cuenta que son los adultos quienes toman las decisiones en el presente, afectando la realidad inmediata y sentando las bases para transformaciones a largo plazo. Del mismo modo, así como la educación superior tiene como objetivo formar pensadores críticos e independientes, en este estudio se propondrá el papel de la educación superior, también, en la estructuración de seres No-violentos que hagan uso creativo de las capacidades y habilidades aprendidas en la instauración de una nueva realidad, en donde existan métodos de Paz y No-violencia para la transformación de conflictos.
Teniendo en cuenta que la Cultura de Paz es interdisciplinar y transdiciplinaria, es difícil
excluir alguna ciencia o profesión de la responsabilidad en su construcción; pero mayor responsabilidad tienen las ciencias y estudios que buscan generar pensamiento crítico en sus estudiantes, modificando su accionar político. Así, los Estudios Políticos forman el pensamiento de los estudiantes, que a su vez son seres políticos en la sociedad.
Por lo anterior, en aras de resaltar la importancia de los individuos en la construcción de
Paz a través de su accionar político, este estudio se delimitará a los programas en Ciencia
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 7
Política o Estudios Políticos, dejando claro así la necesidad de reflexionar seriamente el papel de la Academia en la construcción de la Paz:
¿Ha sido la Academia culpable del temor a la alteridad? ¿Cuál es el lenguaje que académicamente se reproduce, un lenguaje de Paz, o un lenguaje de violencia? ¿Alienta la Academia, positivamente o negativamente, el clima de una Cultura de Paz en los estudiantes? La Academia latinoamericana debe reconocer, hoy, su sentido político (en el sentido
filosófico), y su posición normativa. Desde ella se estudian los distintos conflictos sociales y se proponen posibles soluciones que desde el campo de la acción política tal vez no sean claras. Es labor de la Academia fomentar desde su núcleo la construcción de Paz, para aportar a ella de manera responsable y crítica5.
Por lo tanto, prevalece la importancia de retomar los estudios sobre los diferentes tipos de
violencia que afectan la región (política, simbólica, cultural, etc.), ir más allá del estudio de la Violencia Física. Es necesario hacer un ejercicio académico juicioso acerca de qué es la Paz y qué es la violencia. No se puede pensar más desde la Academia que la violencia es cualquier cosa abstracta y que la Paz es algo que se lee en un folleto de iglesia. Como dijo Jordi Cussó Porredón, el presidente de la Fundación Carta de la Paz dirigida a la ONU, en el acto de Inauguración del II Congreso Edificar la Paz en el Siglo XXI, llevado a cabo en Bogotá, Colombia (septiembre de 2014), “la Paz es un tema transversal de la Universidad y juega un papel fundamental”.
Entonces, la tesis expondrá en qué medida la Academia de los Estudios Políticos ayuda a
que los estudiantes influyan en el pensamiento político latinoamericano, actúen contra la indiferencia y por el cambio en la realidad social desde una perspectiva de Paz. Esto se realizará desde la perspectiva curricular, y con el fin de evaluar la fuerza con la que la cultura para la Paz es tenida en cuenta en esta disciplina se analizarán las materias obligatorias y algunas electivas ofrecidas en distintos programas de maestría6.
1.4 Colombia en el contexto latinoamericano El caso de estudio concreto será Colombia. Como ya se ha dicho anteriormente, desde la
colonia, hasta los procesos independentistas que se dieron en la región, América Latina ha sufrido y sigue sufriendo de altos índices de violencia, de todo tipo: Violencia Estructural (puede ser violencia política, represiva, económica y de explotación), Violencia de Actor o Directa, Violencia Cultural, y Violencia Temporal 7.
Por ejemplo, a modo enunciativo, los países latinoamericanos sufrieron de Violencia
Económica a través del atraso social y económico de las nuevas naciones producto de la descolonización y su desarrollo oligárquico dependiente que generó desequilibrios en el aparato productivo. Igualmente, tomando en cuenta solamente la historia del siglo XX y XXI,
5 Se reconoce que la Academia no se compone solamente de la Universidad, sino de otras organizaciones de educación generadoras de conocimiento, como los Institutos, los Centros de Pensamiento, los Think Tanks, entre otros. No obstante por el carácter de esta investigación se hará referencia al término Academia para referirse a la Universidad, sobre todo, y a sus docentes e investigadores. 6 Ver metodología. 7 Según el Marco Teórico de este trabajo, se asume la tipología de la violencia propuesta por Johan Galtung (1996).
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
se observan distintas guerras y dictaduras que desembocaron en más conflictos de índole política, económica, social y cultural.
Las dictaduras de Rafael Trujillo Molina en República Dominicana (1930-1961), Juan
Velasco Alvarado en Perú (1968-1975), General Rodríguez Lara (1972- 1976) en Ecuador, Augusto Pinochet (1973-1990) en Chile, Maximiliano Hernández Martínez (1931- 1944) en El Salvador, las dictaduras de la década infame (1930- 1943), la dictadura cívico-militar llamada la Revolución Libertadora (1955- 1958), las dictaduras militares del año 1966 a 1973, y la dictadura de la junta militar (1976- 1983) en Argentina, la dictadura cívico-militar en Uruguay entre los años setenta y mediados de los ochenta, la dictadura de los Somoza en Nicaragua desde principios de los años treinta hasta finales de los años setenta, las dictaduras de la junta militar de 1954 y 1957, y de Efraín Ríos Montt (1982-1983) en Guatemala, entre muchas otras, son prueba de la convulsionada historia de la violencia política en la región.
A esto se suman los distintos conflictos armados que estallaron (ya sea a causa de estas
dictaduras, o por distintas razones), y la Violencia Económica, que ha dejado altos niveles de pobreza, desigualdad y explotación devastadora en la región. Esta Violencia Estructural llevó a numerosos casos de Violencia Directa y a la instauración de una Violencia Cultural, debido a que todos los tipos de violencia están intrínsecamente relacionados. Pero también se observa que en la búsqueda de la Paz y la institucionalización de una democracia fuerte y segura, a lo largo de América Latina, se han llegado a soluciones negociadas de estos conflictos armados, que han tratado de cambiar los factores que producen la Violencia Estructural y que buscan restaurar la justicia.
Actualmente, América Latina enfrenta aún problemas de Violencia Estructural. Según
cifras del último Estudio Económico de América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL (2014), el desempeño económico de la región en el año 2013 ha desmejorado. La económica presentó una desaceleración y solamente creció 2,5%, frente al 2,9% que había crecido en el año 2012. Así mismo, se ha reducido el consumo de los hogares y se han aumentado las cifras de inflación regional acumulada. A mayo del 2014, dicha cifra se encontraba en 8,7% en comparación con el 7,6% que presentó en diciembre de 2013. La CEPAL también resalta que la generación de empleo formal es débil en América Latina y el Caribe, y que la cifra regional de desocupación ronda el 6,3%.
De igual manera, la CEPAL, en su informe Panorama Social de América Latina (2013),
plantea que en el año 2012 la pobreza en la región alcanzaba el 11,6% (algunas cifras muestran que México tiene un nivel de pobreza del 37%, Brasil del 18,6%, Venezuela del 23,9% y Ecuador del 32,2%). La desigualdad al año 2013 seguía caracterizando a la región en el contexto internacional por sus altos niveles. Así, señala la CEPAL que el 20% de los hogares con menores ingresos capta tan solo el 5% de los ingresos totales de la región, mientras que el 20% con mayores ingresos, recibe casi el 47% de los ingresos totales. No obstante, ante este panorama desalentador, se puede afirmar que la Violencia Política ha disminuido drásticamente en comparación con los niveles de violencia que marcaron el desarrollo del siglo XX en la región.
Es aquí donde el estudio de Colombia como caso de estudio se hace relevante. No es
desconocido ni remotamente precipitado aseverar que el país desde sus inicios ha estado dominado por la violencia y por la guerra. El conflicto armado que se vive en el país suma cerca de sesenta años y alrededor de cuatro generaciones han crecido bajo la guerra. A pesar de esta longevidad, el conflicto colombiano ha logrado permanecer alejado de grandes proporciones de ciudadanos, debido a que su principal impacto se da los universos locales y
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 9
regionales. Este hecho ha colaborado a crear una naturalización del conflicto y a que, para muchos ciudadanos, no sea una prioridad la finalización del conflicto.
La guerra en Colombia es una de las más dolorosas y letales en la historia contemporánea
latinoamericana. Según el Grupo de Memoria Histórica GMH (2012, p. 32), cerca de 220.000 personas han muerto entre el 1 de enero de 1958 y el 31 de diciembre de 2012. El 81,5% de estas víctimas han sido civiles, mientras que tan solo el 18,5% han sido combatientes. Estas cifras alarmantes, posicionan a Colombia como el segundo país, seguido de Afganistán, con mayor número de víctimas de minas antipersonal, y el primer país a nivel mundial con la mayor cantidad de desplazados internos.
Además, según el GMH (2012) el conflicto armado colombiano ha dejado 50.891 casos
de desapariciones. Cuando esta cifra se contrasta con lo ocurrido en dictaduras militares ocurridas en Sur América (Paraguay: 485 desapariciones forzadas entre 1958 y 1988; Chile: 979 entre 1973 y 1990; Argentina: aproximadamente 9.000 entre 1976 y 1983) se ratifica la gravedad de las consecuencias que ha tenido esta confrontación.
Los actores del conflicto se han transformado y, así mismo, sus estrategias y modalidades,
afectando de distintas maneras y en distintos grados su victimización. Esta victimización recae en gran proporción sobre la población civil, debido a la llamada “externalización de impactos” (GMH, 2012) y a la falta de regulación de la guerra. El envilecimiento de la guerra, la brutalidad y el inmenso terror, ha prolongado el dolor de los colombianos y ha creado la sensación de que encontrar una solución es utopía.
Sin embargo, no es desatinado afirmar que Colombia ha demostrado creatividad en la
búsqueda de soluciones pacíficas para las situaciones de guerra a lo largo de su historia. Y la coyuntura actual es el ejemplo más próximo de la búsqueda de la Paz en el país; la negociación como salida al conflicto armado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias- Ejército del Pueblo (FARC-EP) se configura como un proceso relevante a nivel global.
No se puede negar que algunos valores que prevalecen en la sociedad colombiana están
remojados en la legitimación de la violencia. José María Salguero Juan y Seva explica cómo “la sociedad colombiana está apabullada por aparatos de muerte que perpetúan las cadenas del maltrato, la sumisión y la impotencia. Ante el estallido de cualquier crisis vecinal o la confrontación de estructuras de poder grandes o pequeñas, los colombianos siguen dando primacía a las salidas armadas” (Salguero Juan y Seva, 2003, p.221). La naturalización de la violencia, el miedo, la evasión de las confrontaciones, la indiferencia, la intolerancia, la discriminación, etc., son valores negativos que hacen parte de la sociedad colombiana.
Entonces, teniendo en cuenta que América Latina debe dar cuenta de los distintos
ejemplos en construcción de Paz que se dan en su interior, pues la Paz la reconfigurará ayudándola a alcanzar todas sus potencialidades, el estudio de la construcción de Paz desde el caso colombiano se configura como uno de los casos actuales más importantes para el aprendizaje en construcción de Paz y en un cambio cultural de des-naturalización de la violencia en el continente latinoamericano.
Colombia se encuentra en un proceso de negociación que definirá si el país termina una
guerra en la que ha estado sumergida por más de cuarenta años. Sin embargo, como la Paz no es solamente la ausencia de guerra, es necesario saber qué tan preparada esta la sociedad para construir la Paz estructural una vez cese la Violencia Directa del conflicto armado, que tan preparada esta para naturalizar la Paz.
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Este proceso de naturalización de la Paz, o bien, de desarraigar la violencia cultural e instaurar la Paz como cultura en una sociedad, es necesario para que las decisiones de Paz sean duraderas y que el fin de la guerra signifique también el fin de la violencia. Cuando se contempla este proceso, es inevitable observar que la educación juega un papel fundamental, sobre todo -y este punto se hace hincapié- la educación de los futuros profesionales quienes serán quienes construyan esa sociedad en post-conflicto.8
Así pues, a manera de síntesis, en este estudio el análisis se enfocará en los programas de
Maestría en Ciencia Política o Estudios Políticos, en las facultades de la ciudad de Bogotá, durante el periodo delimitado desde el año 2011 (enero) hasta el año 2013 (diciembre), ciñéndose así al gobierno del presidente Juan Manuel Santos9.
1.5 Marco teórico
1.5.1 Paz y Violencia Con el fin de elaborar un aparato conceptual acorde a los objetivos de la investigación, es
preciso hacer primero una breve descripción del origen de la palabra Paz y del desarrollo que ha tenido en el tiempo para saber que caracteriza este concepto. A lo largo de la historia el significado de ‘Paz’ ha ido evolucionando, pasando por distintas perspectivas, desde la connotación de “Paz colectiva”, como señala Mario Ramírez-Orozco (2012), que denota la incapacidad de determinadas comunidades o individuos de hacer daño a otros por cuenta de conciliaciones que se llevan a cabo para asegurar la supervivencia, hasta nuevos conceptos de Paz que se empezaron a generar desde el nacimiento del Derecho, por cuanto este se constituiría en herramienta para concertar la convivencia y el respeto, y en la modernidad, desde donde se empieza a entender la complejidad que conforma el concepto de Paz.
Bien señala Lederach (2000) que el origen epistemológico de la palabra proviene de la
influencia greco-romana: del griego eirene, y del latín pax. El griego eirene, hacía alusión a armonía del espíritu y de la mente del ser humano en la constante búsqueda de la perfección, era una armonía que representaba el orden interior, era así un sinónimo de la palabra homonia (de donde proviene la palabra armonía) que era utilizada para referirse a la ausencia de hostilidades dentro de las ciudades o entre ellas. Más específicamente, homonia era una palabra utilizada para hacer referencia a la interacción No-violenta entre los griegos y los bárbaros.
Esta connotación de Paz era negativa por cuanto se refería a la Paz como la ausencia de
situaciones de guerra, sin embargo, también tenía en cuenta un aspecto positivo que era la búsqueda de la tranquilidad mental en aras de alcanzar la perfección espiritual10. Ahora bien, el término latino pax hacía referencia a la “relación legal y recíproca entre partidos”. Por lo tanto, esta noción se acercaba más al respeto por el orden establecido con una gran carga social y política que llevaba a describir situaciones de orden y unidad al interior de las ciudades.
A lo largo de la historia el concepto de Paz ha ido evolucionando (Muñoz, 2007) y hoy en
día la concepción de Paz, popularmente, tiene muchas contradicciones, al tiempo que se
8 El periodo después de la guerra, ha sido llamado también, el periodo del post- conflicto y empieza a tomar fuerza en la academia. 9 La escogencia de la ciudad de las facultades de la ciudad de Bogotá tiene una justificación analítica (Ver Capítulo 3.) y en ningún momento pretende restar importancia al papel que juegan las demás ciudades y regiones colombianas en la construcción de Paz en el país. 10 El concepto de guerra en esta investigación se entenderá como una forma de violencia organizada, más no la violencia en sí misma.
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 11
caracteriza por ser visualizada como algo imaginario e inalcanzable por algunos sectores de la sociedad, y en ocasiones incluso la Academia, al considerar que la violencia es inherente a la naturaleza del ser humano11. La Paz es percibida como felicidad, tranquilidad, serenidad al interior y de manera personal o en un contexto más amplio.
Adicionalmente, el teórico contemporáneo de la Paz, Johan Galtung (1996), ha delimitado
el concepto de la Paz desde dos perspectivas, una desde la violencia y otra desde el conflicto. La primera es interpretada solamente como la ausencia de guerra o violencia, o como la ausencia de circunstancias que llevan al rompimiento de la tranquilidad, ya sea en términos políticos, sociales, económicos o ambientales. La segunda, propone que la Paz es la utilización de métodos No-violentos para solucionar distinto tipo de conflictos utilizando la creatividad. Ambas maneras de definir la Paz, provienen desde un concepto de “Paz negativa”, por cuanto surgen de la existencia de violencia y/o conflictos como origen de la Paz y no se enfocan en el origen de la Paz en sí misma12.
Cuando se analiza la Paz desde un matiz negativo, se hace mayor énfasis en las teorías
explicativas del origen de la violencia y de los conflictos para ponerle fin. En cuanto a la Paz y a la violencia, por ejemplo, Galtung identifica distintos espacios en donde éstas se desarrollan: la naturaleza, la persona, la sociedad (o lo social), el mundo (en el ámbito geográfico), la cultura y el tiempo. Estos espacios son divididos así mismo en distintas subcategorías de donde surgen distintas tipologías de la violencia, de acuerdo a los distintos análisis de la realidad13.
Entonces, Galtung (1996) clasifica la violencia como: Violencia Natural, cuyo origen es la
naturaleza y es involuntaria; la Violencia de Actor o Violencia Directa, que es intencionada de manera verbal o física y se desarrolla a nivel personal, social y mundial por medio de actos específicos desde lo individual o lo colectivo; la Violencia Estructural o Violencia Indirecta, la que se construye desde los espacios personales, sociales o temporales. Por ejemplo, la violencia política, represiva, económica o de explotación14; la Violencia Cultural, aquella que legitima la Violencia Directa o Indirecta, o motiva a ignorar la Violencia Indirecta o promueve la Violencia Directa, esta puede ser intencionada o no intencionada (a partir de la religión, la ley, ideologías, lenguas, artes, ciencia, cosmología, entre otras); y por último se encuentra la Violencia Temporal, que representan los impactos agresivos en las futuras generaciones. En este mismo sentido, Francisco A. Muñoz y Beatriz Molina (2004) coinciden con Galtung al afirmar que hay distintas formas de violencia, así como espacios de potencialidad y desarrollo humano.
En cuanto a la tipología de la Paz, Galtung (1996) define cinco tipos de Paz diferentes: la
Paz Negativa, que, como se definió anteriormente, es la ausencia de cualquier tipo de violencia; la Paz Natural, en cuanto a la convivencia de las especies de manera cooperativa y sin
11 En esta investigación se refuta esta percepción y por el contrario, se afirma que, si bien el conflicto es inherente al ser humano, la violencia como respuesta a dicho conflicto no lo es. Se considera que, en la naturaleza del ser humano, las reacciones violentas a los conflictos son una construcción cultural que puede, por lo tanto, ser cambiada. 12 Los investigadores para la Paz han definido la Paz negativa como la ausencia de violencia, esta perspectiva se relaciona estrechamente con una condición del ser humano condenado a la violencia, que según Muñoz y Molina (2004) es un modelo judaico-cristiano y hobbesiano. Por lo tanto bajo la perspectiva de la Paz negativa, frenar la violencia se vuelve la preocupación principal. 13 En un recorrido breve por las subcategorías de Galtung (1996), la naturaleza se subdivide en los seres humanos, los animales, las plantas, los microorganismos y virus; la persona se subdivide en necesidades para la supervivencia, bien vivir, libertad e identidad; la sociedad, en ecologismo, género, generación, etnia, clase, nación, entre otros; el mundo, en estados, sociedad civil y gente.; la cultura, en culturas bloque, por ejemplo occidental, India, budista, Nipona, etc.; el tiempo como intra-tiempo y tiempo como inter-tiempo. 14 Otro ejemplo de esto, es la violencia de Estado cuando priva de la libertad a un sujeto, por cuanto este tipo de violencia proviene del sistema (Galtung, 1996)
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conflictos, la Paz Positiva Directa, definida como la bondad, física y verbal; la Paz Positiva Estructural, la sustitución de las condiciones de Violencia Estructural por valores como la integración, la solidaridad, la libertad, etc.; y finalmente, la Paz Positiva Cultural, que es la sustitución de la legitimación de la violencia cultural, por la legitimación de métodos pacíficos15.
Distintos autores se han acogido a este término de “Paz Estructural” opuesto al de
“Violencia Estructural”, puesto que no puede existir armonía y tranquilidad en situaciones de pobreza, desigualdad, represión y alienación, entre otros. Salguero Juan y Seva (2003), coincide con la organización Solidaridad para el Desarrollo y la Paz, de Madrid (SODEPAZ), al recoger estos mismos elementos en su propia definición de “Paz Positiva”. Esta incluye elementos que la hacen un proceso dinámico y permanente, dentro de una estructura social justa y violencia reducida, en donde existe igualdad y reciprocidad en las relaciones entre individuos.
De la misma manera, dicha Paz afecta todas las dimensiones de la vida más allá de la
política internacional y los Estados, e implica y tener en cuenta el concepto de desarrollo y DD.HH. Ahora bien, para Galtung y Webel (2007) la Paz en su sentido más progresivo y dialéctico “denota la autodeterminación activa, individual o colectiva, y un empoderamiento emancipatorio” (p. 8).
La Paz se puede entender, entonces, de distintas maneras. Sin embargo existe la noción de
que esta es un concepto con alto grado de complejidad que está compuesto de distintos factores, entre los cuales se destacan, pero no por eso son los únicos importantes, la solidaridad, la cooperación, la armonía y su conservación, la democracia y los DD.HH, el empoderamiento y la emancipación, el reconocimiento de las situaciones de desigualdad y de los conflictos, la búsqueda de soluciones distintas a las soluciones violentas, la armonía interior y el equilibrio mental y/o espiritual, el equilibrio en la vida política, económica y social de las diferentes naciones y al interior de estas, y la relación armoniosa con el medio ambiente y los recursos naturales.
Al respecto de estos valores Vincenç Fisas (2002) señala que la sociedad aún interpreta
dichos valores con una connotación de debilidad y valora por encima de ellos valores de la guerra y el militarismo, así como los valores de la agresividad, la competencia y el progreso científico. Por lo tanto, en la sociedad impera la violencia cultural, y en los estudios e investigación para la Paz, incluso desde las definiciones de Galtung, la Paz sigue siendo vista desde su concepción negativa pues no se considera como algo positivo en sí mismo.
El concepto de Paz se enfrenta, pues, con el concepto de violencia (este no es de confundir
con el concepto de conflicto, ni el de lucha, pues puede haber lucha No-violenta y conflictos que desemboquen en métodos No-violentos). Existen perspectivas que se alejan de la percepción destructiva de la violencia. Como denota José María Barrio Maestre (1997), la violencia no insinúa un concepto despreciativo. Para este autor, la violencia ayuda a la conservación y la perturbación del orden social a la vez, y cualquier manera en la que se ejerza una energía o fuerza alude directamente al significado etimológico de la palabra.
En este sentido muestra su descontento frente a la deslegitimación de todos los tipos de
violencia que se origina desde los estudiosos de la Paz. Muy al contrario de esta definición de violencia, se encuentra Fisas (2002), para quien, la potencialidad de la violencia es también una forma de violencia en sí misma. Para este autor la violencia es “el uso o amenaza de uso
15 Si bien esta perspectiva de Galtung frente al conflicto puede tener una connotación negativa, el autor cree y defiende las capacidades positivas del conflicto y sus beneficios en la construcción de la Paz.
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 13
de la fuerza o de potencia, abierta u oculta, con la finalidad de obtener de uno o varios individuos algo que no consienten libremente, o de hacerles algún tipo de mal (…)” (Fisas, 2002, p. 22). Battelheim (1982, p. 98), por su parte, entiende la violencia como la manera de actuar de un individuo que no imagina otra posible solución a un problema.
Como se observa, la Paz al igual que la violencia, no es un tipo de actuar determinado
necesariamente. Esta investigación tratará el concepto Paz desde su interpretación positiva, como un estado dinámico de las cosas en donde cada individuo alcanza su máximo poder de realización. Esto se aleja, por mucho, de la concepción errónea de que la Paz se asocia con la pasividad o con la inexistencia de conflictos. Por el contrario, la Paz tiene que ver con la realización de que existen métodos creativos no-violentos que se pueden aplicar en la solución y transformación de dichos conflictos.
Así, la investigación acoge también las ideas de Galtung y de Fisas en cuanto a la Paz y a
la violencia. Teniendo en cuenta las distintas categorías planteadas por estos autores alrededor de la violencia, en el trabajo de investigación se entenderá por esta: la acción que surge del desconocimiento de otra manera de actuar diferente y que se ve reflejada en las distintas categorías descritas por Galtung y mencionadas anteriormente.
1.5.2 Conflicto y No-violencia Se ha traído a colación hasta el momento la palabra conflicto repetidas veces, lo cual hace
necesario un breve análisis de las tesis que giran a su alrededor y su definición dentro del ámbito que le compete a la investigación. El conflicto en palabras de la antropóloga Flor Alba Romero (2011) es:
“la confrontación de ideas, el encuentro entre dos posiciones que manejan criterios
distintos frente a una misma problemática. Es una tensión en la relación social e interpersonal generada por una diferencia de intereses. Los encuentros entre dos o más personas siempre estarán cargados de puntos de divergencia, los cuales son espacios que implican salir de una zona de comodidad a una zona de riesgo, pero ofrecen una oportunidad excelente para la construcción de nuevos aprendizajes.” (p.13)
Este representa, entonces, situaciones de la vida en donde se contraponen distintos
intereses, criterios e ideas. La conceptualización que se hace de este término ha dejado de tener una connotación negativa. Este ha pasado a ser reconocido como un “trampolín para el desarrollo”, desde el cual se da pie a la transformación social16. Si éste evoluciona creativamente y se recurren a métodos no-violentos (Galtung, 2004), el conflicto, como expresión de la diversidad, no tiene por qué resultar en violencia, por el contrario se convierte en oportunidad para hacer de él algo productivo.
El nexo entre el conflicto y la No-violencia es obvio. Cabe entonces hacer un breve
acercamiento a esta noción. La No-violencia ha tenido, al igual que la Paz, varias interpretaciones erróneas que la asocian con la debilidad, la cobardía y el miedo. No obstante, la actitud No-violenta implica ser activo y demanda mucha valentía, incluso más que la violencia (Patfoort, 2004). Además, implica reconocer los actos de violencia propios y evitar caer en su justificación. Es más, la No-violencia es una modalidad de la acción política que se fundamenta en principios como la desobediencia, la palabra, la acción directa disruptiva, la negociación, entre otros.
16 Retomando los planteamientos de Vincenç Fisas (2002).
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Para Freddy Cante (2007), existen dos tipos de acción política No-violenta: a) la que se basa en el principio de cooperación consciente y consistente, y b) aquella que es estratégica. La primera, hace énfasis en individuos no-violentos incondicionales, es decir, personas que se rigen bajo los principios de
“conversión y argumentación; (…) superación de la lógica de la retaliación (ojo por
ojo, diente por diente) y de la reciprocidad (…), suficiente disciplina para superar emociones como el miedo y la fuerte convicción (incluso fe) para estar dispuestos a entregarlo todo, incluso la vida.” (Cante, 2007, p. 15).
Representantes de este tipo de acción política No-violenta serían, de acuerdo al autor,
Jesús, Martin Luther King Jr. y Gandhi, entre otros. La segunda, tiene que ver más con el cálculo y la planeación para lograr un objetivo, así como con compromisos tomados previamente con el fin de alcanzar el éxito.
Más aún, la Acción Política No-violenta es una forma efectiva para alcanzar el poder
político sin utilizar métodos violentos y así alcanzar determinados objetivos17. Después de todo, según Srdja Popovic, Andrej Milivojevic, y Slobodan Djinovic (2009) “el corazón del poder político es la obediencia” (p. 36). Esta visión implica entender el poder político como el canal a través del cual se implementan las reformas sociales necesarias y se alcanzan las reivindicaciones de distintos grupos de la sociedad. Efectivamente, queda contemplado en Popovic, et al. (2009): “No podemos cambiar la sociedad sin el poder político que se necesita para implementar nuestras reformas” (p. 27). En síntesis, la Acción Política No-violenta no lucha simplemente por ideas, sino por la materialización de las mismas.
1.5.3 Cultura Con lo que se ha dicho hasta aquí, es necesario, para darle forma al significado de Cultura
de Paz, hacer una breve recapitulación teórica respecto a la pregunta ¿Qué es cultura? En primera instancia, la cultura juega un papel muy importante en conjunto con el pensamiento político y la ideología. Según Guadarrama (2006), la historia y los vínculos identitarios y de pertenencia definen la cultura de los seres humanos, por cuanto la cultura mide el grado de control de la humanidad sobre su existencia y desarrollo en un periodo de tiempo determinado. En concreto, existe una relación bilateral entre cultura e ideología, pues la ideología nos considera parte de un ideario político, religioso etc. Estos idearios forman nuestra cultura, al mismo tiempo que nuestra ideología determina nuestro actuar político.
Dicho lo anterior, podemos darnos cuenta que la cultura es una construcción grupal, pero
es así mismo bilateral; la sociedad plantea las normas culturales en las que el individuo se desenvuelve, pero también el individuo cambia dichas pautas mediante su propio comportamiento frente a situaciones y circunstancias propias de la sociedad donde se desenvuelve. Por esta razón, la cultura es algo que se aprende y se desaprende. En este mismo sentido, Isabel Aguilar (2011) define el concepto de cultura como la “apropiación material y espiritual que hacen los seres humanos grupalmente vinculados, en determinado tiempo y espacio” (p. 2), es así como la cotidianidad y la convivencia de los individuos en una comunidad hace parte y a su vez determina una cultura en donde se legitiman ciertos comportamientos y actitudes frente a distintas situaciones.
17 En este trabajo nos acogemos a la visión de la necesidad de poder político del Estado para alcanzar las reformas necesarias, en donde la desobediencia es uno de los pilares fundamentales, como forma No-violenta para generar el cambio.
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 15
En segunda instancia, la especificidad de cada cultura, determinada por su temporalidad y espacialidad, no la hace ajena a otras culturas. De hecho, según nos recuerda Guadarrama (2006), el hecho de que los pueblos aprendan unos de otros, tiene una gran relevancia en el desarrollo de la cultura. La cultura se trata también, de una herramienta en contra de la enajenación de los pueblos y comunidades, en tanto se construye de una identidad propia que se fortalece en medio de otras identidades diferentes que fortalecen su peculiaridad singular entre sí. Por eso, los mejores valores culturales se deben internacionalizar para que los seres humanos de distintos tiempos y espacios alcancen mayores niveles de realización cultural gracias al aprendizaje mutuo18. Esta es, después de todo, una de las funciones primordiales del ser humano, el perfeccionamiento del ser humano, en pro del mismo, filosóficamente hablando.
1.5.4 Cultura de Paz En consonancia con lo anterior, al hablar de Cultura de Paz se podría asumir la existencia
de una cultura de la violencia, pero en este análisis se acoge el término de Johan Galtung, de violencia cultural 19. Esto quiere decir, como se señaló anteriormente, que a través de la cultura se justifica la violencia directa y la Violencia Estructural. Víctor Moncayo (ASCUN, 1998) definió la violencia social y, de modo parecido, Aguilar (2009) habla de la existencia de una violencia cultural en las sociedades actuales. Afirma que la convivencia, hoy en día, está marcada por un engranaje de estructuras generales e individuales de la violencia.
Los individuos tienen un acceso cotidiano a ella, ya sea mediante los medios de
comunicación, los videojuegos, los malos tratos intrafamiliares, etc., y esto ha llevado a su naturalización. Esto crea indiferencia en lugar de temor y hace que se reconozca el actuar violento como el orden natural de las cosas, frente a algún tipo de situación que necesite resolverse20. Es por eso que, esta internalización de comportamiento violento y la percepción del mundo en cuanto a la violencia como respuesta de los individuos frente a determinadas circunstancias, representan la violencia cultural. Aquella que legitima los patrones de acciones de naturaleza violenta como mecanismos comúnmente aceptados y empleados en la solución y el mantenimiento de cualquier conflicto (Aguilar, 2009).
Fisas (2002, p. 22-24) identifica diez factores principales en donde se puede ver la honda
huella de la violencia cultural en nuestra civilización. Estos son: el patriarcado y la mística de la masculinidad, la búsqueda del liderazgo, el poder y el dominio, la incapacidad para resolver los conflictos de manera pacífica, el economicismo que genera desintegración social y su principio de competitividad, el militarismo y el monopolio de la violencia de los Estados, los intereses de las grandes potencias, las interpretaciones religiosas, desde las cuales se permite matar, discriminar o atacar a otras personas, las ideologías exclusivistas, el etnocentrismo y la ignorancia cultural, la deshumanización, las estructuras que reproducen la injusticia, y la falta de oportunidades y participación.
Ya se comprende que, la Cultura de Paz se identifica con todo lo contrario y su amplia
definición, de la forma en que la conocemos ahora, ha sido tratada por investigadores que se especializan en el tema de la Paz desde inicios del siglo XX. Su concepto, en primer lugar, tiene origen en 1998 en Yamusukro, Costal de Marfil y años después es adoptado como
18 Acogiendo el pensamiento de Pablo Guadarrama. 19 En este estudio haremos referencia al concepto de violencia cultural de Johan Galtung (1996) y no de cultura de violencia teniendo en cuenta la definición de cultura hecha por Guadarrama (2006). Sin embargo no podemos negar que las costumbres y hábitos instaurados y enraizados en la cultura latinoamericana, protegen la reproducción del actuar violento, directo o estructural o de cualquier tipo. 20 La autora hace referencia a la existencia de una cultura de la indiferencia contra la cual también se debe luchar en el proceso de instauración de una Cultura de Paz.
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programa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura UNESCO. La aprobación de la Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz en 1999, ayudó a la difusión del término21. No obstante, los valores e ideas que componen esta compleja idea habían sido ya propuestos y divulgados por distintos pensadores. Cuando el Mahatma Gandhi afirmaba, "no hay caminos para la Paz; la Paz es el camino", hablaba ya de Cultura de Paz.
La Cultura de Paz para la UNESCO (2000) es una cultura cuyos valores son la tolerancia,
la solidaridad en el día a día, la pluralidad, el reconocimiento de las diferencias y el respeto de los derechos. Empero, esta visión parte de una visión negativa de la conflictividad, en el sentido en que está vinculada necesariamente a la prevención y solución de conflictos desde sus raíces (UNESCO, 2000). A pesar de su percepción del conflicto como algo que debe ser prevenido o finalizado, la UNESCO promueve la construcción de una Cultura de Paz que provenga de la solución a los factores económicos, políticos y ambientales, que puedan generar la violencia de manera estructural, así como indirectamente22. Justamente, la Cultura de Paz no solamente ayuda a promover las condiciones para que nazca la Paz, sino para que la Paz se mantenga y se legitime en la sociedad como opción para desarrollar las potencialidades propias, y como manera de enfrentarse a situaciones conflictivas.
Swee-Hin Toh y Virginia Cawagas (2002) modelan el concepto de Cultura de Paz de forma
holística en donde seis parámetros importantes giran alrededor del núcleo de la educación para la Cultura de Paz. Estos parámetros importantes son el desmantelamiento de la cultura de la guerra, la promoción de los Derechos Humanos y las responsabilidades humanas, la cotidianidad viviendo en justicia y compasión, la construcción del respeto culturalmente, la reconciliación y la solidaridad, la vida en armonía con el planeta tierra, y el cultivo de la paz interior.
La Cultura de Paz es, en resumen, un conjunto de valores, actitudes y comportamientos
que reflejan el respeto a la vida, al ser humano y a su dignidad. Un cultivo en donde se desarrollan las relaciones humanas, de manera tal que todos los seres humanos lleven una vida con el alcance pleno de sus potencialidades, sin miedo a la interdependencia natural e intrínseca a los individuos, sin miedo a las diferencias que llevan a la exclusión (Martínez Guzmán, París Albert, 2006)23.
De la misma manera, para John Galtung, la Cultura de Paz es la cultura de resolución de
conflictos. Bien vale la pena advertir que la Cultura de Paz no garantiza necesariamente la eliminación permanente de los actos violentos, pero asegura que esta violencia ya no sea legitimada ni justificada. Cuando en una sociedad existe Cultura de Paz, existe legitimación a los patrones de acciones pacíficas y No-violentas a la hora de enfrentar distintos tipos de conflictos en cualquier tiempo y espacio en relación con otros individuos o con la naturaleza y los seres que la componen. Para Flor Alba Romero, la Cultura de Paz debe ser activa, “la Cultura de Paz, tiene que ver con la vigencia de los derechos humanos la democracia y la posibilidad de construir tejido social” (entrevista, 7 de julio de 2014).
21 Ver Federico Mayor Zaragoza. Consultar web: http://federicomayor.blogspot.com/search/label/Cultura%20de%20Paz 22 En vez de transformado, como plantean otras visiones más positivas frente al conflicto que se trataron anteriormente en este mismo apartado, a las que se acoge este trabajo. 23 Este reconocimiento de las diferencias va más allá de la simple tolerancia. No basta con ser tolerante, es necesario incentivar la comunicación entre estas, es decir, no solo conformarse con vivir en las diferencias, sino conocerlas y hacerlas parte de nuestros propios imaginarios. Esto significa saber que la diversidad en pensamiento, creencia, religión, origen, cultura, etc., no implica una amenaza, ni debe ser causante de violencia, ni de exclusión del otro.
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 17
Teniendo en cuenta esto, a lo largo de este trabajo de investigación se entenderá Cultura de Paz por:
La cultura en donde la Paz y la No-violencia han sido naturalizadas socialmente y
por lo tanto son la respuesta obvia y legitimada culturalmente frente a un conflicto, ya sea en el ámbito micro-político o macro-político. Incluso, se irá más lejos al afirmar que no puede existir Cultura de Paz sin la acción política No-violenta, debido a que ésta no puede ser una cultura de la indiferencia, ni una cultura de la pasividad. La Cultura de Paz debe ser activa, debe ser una cultura de proyección que lleve a que los individuos se pronuncien en contra de todo tipo de violencia e injusticia, debe promover el alcance de potencialidades propias, bajo un sistema con oportunidades de autorrealización, pero debe hacerlo siempre en Paz y a través de medios pacíficos.
Ahora bien, teniendo en cuenta que la cultura es modificable y que los seres humanos
tenemos la capacidad de interactuar con las estructuras sociales, aprendiendo y desaprendiendo, la Cultura de Paz no es un imaginario inalcanzable. Esta no se construye únicamente una vez alcanzada la Paz estructural. Por el contrario, es precisamente ésta la que permite el planteamiento de nuevas soluciones y reinterpretaciones de los conflictos existentes, que lleven a la Paz estructural.
No se puede negar que el alcance de la Cultura de la Paz y la No-violencia puede ser más
o menos engorroso, en la medida en que esté más o menos arraigada la legitimación de la violencia cultural en una sociedad, pero, del mismo modo en que cada sociedad tiene enraizada una violencia cultural derivada en conflictos específicos, cuenta también con elementos propios que pueden nutrir de manera diferente la Cultura de la Paz y estos elementos deben ser identificados y aprovechados en beneficio de la transformación social.
1.5.5 Cultura Política y Cultura de Paz Con todo lo anterior, se infiere ya que la Cultura de Paz tiene una connotación política
inmensa que influye en los procesos políticos de los individuos, ya sea a nivel macro-político o micro-político24. El asunto de la política es ambiguo. David Slater (2001, p. 411-435), diferencia el concepto de la política, como el orden social en un nivel estático, del concepto de lo político, como aquello que fluctúa y se antepone a la primera. No obstante, aclara Slater (2001, p. 411-435), ambas conceptualizaciones son dinámicas e interactúan entre sí. Jacqueline Peschard (1994, p. 9) también conceptualiza la política como la organización del poder en una sociedad.
La distinción hecha por Slater, va de la mano con la concepción de la política de Massimo
Modonesi (2005, p.p. 141-159), para quién la política atraviesa una crisis definitiva. La política, para este autor, es la expresión del conflicto social junto con la manifestación de la lucha por el poder y la construcción de un proyecto de sociedad. Es por esto que han surgido ‘nuevos sujetos históricos’, como la sociedad civil. Este término, para esta investigación, será conceptualizado, según Modonesi (2005), como una red de contención de múltiples actores en defensa de valores y derechos fundamentales y representa un frente en el conflicto y la confrontación sociales. Bajo esta conceptualización, las minorías activas se convierten en un
24 Está claro que el enfoque de este estudio recae sobre los estudiantes de maestría en Ciencia Política o Estudios Políticos debido a que se quiere analizar si la academia, que los forma como futuros tomadores de decisiones y generadores de cambios, los prepara para ser individuos que se enfrentan a conflictos de manera No-violenta. Así queremos corroborar la hipótesis que afirma que su Cultura Política se verá influenciada por su Cultura de Paz y viceversa.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
‘sujeto histórico antagonista’. Teniendo en cuenta esta percepción de sociedad civil, se puede afirmar entonces que esta cuenta con una alta carga de Cultura Política25.
La Cultura Política designa, según Peschard (1994, p. 9), todos los valores, concepciones
y actitudes del ámbito político. En otras palabras, aquellos elementos que configuran la percepción subjetiva de una población respecto al poder. Acogiéndonos al pensamiento de la autora, la Cultura Política de la sociedad civil, en el sentido en que Modonesi la ejemplifica26, hace referencia los patrones de comportamiento, los sentimientos, creencias y demás, que internalizan un sistema político. La vida política, para Peschard (1994, p. 10), se conforma alrededor de las relaciones de poder y autoridad. Por lo tanto, si los patrones culturales en una sociedad cambian respecto a dicha percepción de poder, cambiará la Cultura Política. La Cultura Política es, así como la Cultura de Paz, modificable.
Y es que es difícil separar por completo la Cultura Política de la Cultura de Paz. Por un
lado, los valores y concepciones que se tienen desde el ámbito político y las perspectivas frente a las relaciones de poder, tienen relación directa con el comportamiento del individuo frente a los conflictos. Por otro lado, la Cultura Política de un ciudadano influye en la perspectiva frente a las problemáticas sociales y de justicia en una sociedad. Entonces, en este estudio se propone una Cultura Política que no se quede en la identificación de las problemáticas sociales simplemente, sino que sea una Cultura Política de Acción, en donde el individuo, el ciudadano o la población actúen de manera cítrica, reflexiva y No-violenta frente a las situaciones que se presentan en la sociedad. Así pues se le llamará una Cultura Política de Paz Activa, haciendo referencia a aquellos parámetros que componen la Cultura de Paz aplicados a la vida política, a la percepción de poder y de lo político.
1.5.6 Entra en juego la Educación Es en este punto en el que la educación juega un rol fundamental. Aquella es una práctica
social en tanto “es el proceso por el cual la sociedad facilita, de manera intencional o implícita, el crecimiento de sus integrantes” (Galvis, 2000, p. 13), mediante la interacción con otros seres e individuos. Según el Ministerio de Educación Nacional, la educación es un “proceso de formación permanente, personal cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes”27.
Se tiene claro que la educación no solo se obtiene en las aulas, sino que se adquiere en la
cotidianidad. Empero, en el presente estudio se tendrá en cuenta la educación en la Universidad, especialmente en el área superior, teniendo en cuenta que la formación de los adultos cobra importancia, en la medida en que son ellos quienes toman las decisiones en el presente que afectan nuestra realidad inmediata y que sientan las bases para transformaciones a largo plazo.
La educación superior, en aras de establecer un concepto que oriente la investigación,
forma a los individuos como futuros sujetos políticos autónomos y como trasformadores de su entorno, fomentando así la creación de nuevo conocimiento. La Universidad facilita
25 El término ‘sociedad civil’ tiene una visión neoliberal que la define como todo aquello que no hace parte del poder político y todo aquello que no pertenece a las instituciones públicas, en síntesis, los intereses individuales privados. Este enfoque es homogenizante y distingue la sociedad civil, con un proyecto conservador y conformista, del conflicto social y político visto desde una connotación negativa. Sin embargo, en el presente trabajo no se tendrá en cuenta esta perspectiva. 26 Modonesi a su vez se acoge a la conceptualización del término ‘sociedad civil’, hecha por Antonio Gramsci. 27 Ver Ministerio de Educación Nacional. Consultar web: http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-196477.html
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 19
análisis críticos e imparciales de la sociedad y sus realidades. La Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE (2012), define la educación superior como un “proceso que reconoce el desarrollo de la capacidad crítica, creadora y trasformadora de los sujetos, así como la pluralidad de contextos, los territorios y los saberes” (p. 24), desde donde se producen uno o varios proyectos de país y se garantizan la “apropiación, construcción creación y producción de conocimiento (…)” (MANE, 2012, P. 24). Ello, a través de las tres funciones de la Universidad: la docencia, la investigación y la extensión de la cultura (Rodríguez Alcázar, 2000). Desde esta institución se construye y se busca el conocimiento nuevo, se crea una identidad social, se forja el compromiso nacional y se fomenta la organización efectiva.
Entonces, la actualización de conocimientos mediante la educación y el aprendizaje son
fundamentales, y se presentan como herramientas fundamentales para lograr la Paz. Especialmente, cuando dicha educación forma a la ciudadanía, pues a partir de los ciudadanos y de su compromiso se construye la Paz. La Corte Constitucional de Colombia, en la sentencia T- 646 de 2011, expone que la “educación, a todos los niveles es uno de los medios fundamentales para edificar una Cultura de Paz”28. El problema de la educación para la Paz no es adiestrar a los individuos, sino, por el contrario, educarlos en las diferencias profundas y liberadoras (Arapé Copello, Rojas, 2008, p. 41). Retomando el pensamiento de Galtung (1997) Cabezudo, afirma que:
“La educación para la Paz debe articularse desde una dimensión mucho más amplia
que la meramente escolar, y esta educación debe incluir el estudio, la investigación y la resolución de conflictos por vía pacífica como objetivos fundamentales en un proceso de aprendizaje integral que trasciende el ámbito de la educación formal y se convierte en un imperativo pedagógico y ético a la luz de los acontecimientos de la actualidad” (Cabezudo, p.141).
Por lo tanto, la educación para la Paz debe ser una educación critica-conflictual-No-
violenta (Jares, 2000), y debe acercar a los estudiantes a los problemas en la construcción de una Cultura de Paz desde el estudio de la realidad desde una perspectiva micro y macro, y desde la enseñanza la trasformación social, a través de mecanismos como la resolución de conflictos por vía pacífica, el diálogo constructivo, la acción política No-violenta, la solidaridad, entre otros. Debe también, según Luis Alfonso Ramírez (ASCUN, 1998), acoger los conceptos de democracia y participación desde una perspectiva de la diferencia y no desde la homogenización y la igualdad.
Es importante aclarar que existen diferencias importantes entre la educación para la Paz y
educación en Paz. Rodríguez Alcázar, (Alfonso Fernández Herrería (ed.), 2000) hace énfasis en el modo en que ambas pueden, y deben, encontrarse en las distintas Facultades y Escuelas Universitarias desde las distintas disciplinas, pues la Paz tiene una dimensión compleja29. La educación para la Paz, por una parte, tiene que ver con el planteamiento de los problemas coyunturales socioeconómicos y culturales, de justicia y DD.HH, medioambientales, multiculturales y de equidad, así como también con la enseñanza y el estudio de los conceptos de la Paz y los conflictos, sus metodologías, herramientas y estrategias de resolución de manera pacífica.
Por otra parte, como la educación para la Paz no hace referencia solamente al contenido,
Rodríguez Alcázar, (Alfonso Fernández Herrería (ed.), 2000) propone la perspectiva de la
28 Ver Corte Constitucional de Colombia. Consultar web: http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2011/T-646-11.htm 29 El concepto de complejidad se entiende desde la perspectiva de un sistema general de carácter multidimensional que se constituye a partir de distintos sistemas particulares.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
educación para la Paz desde la estructura, es decir, la educación en Paz. Esta hace referencia a la forma en que cualquier asignatura es impartida, a la manera en que se vive la clase, independientemente de lo que se dice. La herramienta que tiene el educador, en cualquier nivel de educación, para desarrollar prácticas institucionales, no explícitas, a través de las cuales puede desarrollar el potencial de los estudiantes, es el currículo oculto.
El currículo es entendido como todo aquello que el medio ofrece a los individuos como
posibilidad de aprender tanto en el seno de las instituciones educativas como fuera de ellas. A partir de la teoría del currículo como disciplina educacional, se propone un plan de estudio para formar a los estudiantes. Según Nerio Vilches (1991), el plan de enseñanza y estudio se compone de: los perfiles y objetivos, el pensum o syllabus de las asignaturas, los programas y criterios de inducción y el régimen de evaluación. Así, se asume el currículo como un sistema dinámico que consta de un proceso de diseño y de evaluación.
Para finalizar, es necesario tener en cuenta las contradicciones bajo las cuales se imparte
la educación para la Paz. Resulta difícil explicar los actuales niveles de Violencia Estructural o directa, y los distintos tipos de conflicto a nivel global y local. Por eso, el papel del educador es explicar esas contradicciones y hacerlas obvias, para que los estudiantes se enfrentes a ellas de manera crítica y de manera No-violenta.
Precisamente, Ian Harris (1988) explica cuáles son las principales metas de la educación
para la Paz: a) apreciar la riqueza del concepto de Paz, b) abordar los temores, c) proporcionar información acerca de los sistemas de defensa de cada región, d) comprender el comportamiento de la guerra, e) desarrollar una comprensión intercultural en los estudiantes, f) proporcionar una orientación para el futuro, g) enseñar la Paz como un proceso, h) promover un concepto de Paz que vaya acompañado de la justicia social, i) estimular el respeto por la vida, y por último, j) abordar los problemas creados en un mundo consumido por los comportamientos violentos.
1.6 Metodología
Para el presente análisis y el acercamiento a las preguntas problema planteadas, se tuvieron en cuenta las concepciones generales y actuales de Cultura de Paz propuestas en el marco teórico, haciendo en primer lugar un breve acercamiento a lo que se entiende por cultura y por Paz, para de esta manera poder entender si estas concepciones son o no específicas de América Latina. La tesis buscó acercarse a la respuesta de sus preguntas desde un método mixto de investigación.
En primer lugar, desde una visión general. Se hizo un breve acercamiento a los programas de
maestría ofrecidos en América Latina en cuanto a los Estudios para la Paz, así como los programas de maestría en Ciencia Política o Estudios Políticos para identificar en donde se para América Latina actualmente en términos programáticos.
En segundo lugar, desde una visión curricular. A partir del cuerpo teórico que sostiene la
investigación, se propusieron una serie de variables que componen el concepto de Cultura de Paz en su aplicación académica desde los Estudios Políticos y la Ciencia Política. Estas variables propuestas, facilitaron el proceso de estudio e identificación de las materias ofrecidas en las maestrías de las facultades en la ciudad de Bogotá, caso de estudio, que construyen directa o indirectamente (a través de un currículo oculto) dicha Cultura de Paz. Dichas variables terminaron por constituir el Círculo Académico de Cultura de Paz, como modelo de propuesta para que las asignaturas de Estudios Políticos y Ciencia Política se acerquen al concepto de Cultura de Paz.
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 21
Se tuvo acceso al plan de estudios de las maestrías analizadas, así como al contenido curricular
de cada una de las asignaturas. La Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad Católica de Colombia, la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de los Andes se mostraron muy complacidas de aportar esta información, vital para el desarrollo de la investigación. La Universidad del Rosario desafortunadamente, cuenta con políticas muy estrictas con el uso de la información de sus programas y por lo tanto se negaron en repetidas ocasiones a proporcionar la información solicitada. Tal razón llevó a que no fuera posible analizar su Maestría en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales.
Con la información adquirida se hizo un conteo estadístico correspondiente que permitió
saber la presencia cuantitativa de materias presentes en el plan de estudios relacionadas con el tema de Paz en las distintas facultades. En acompañamiento a este análisis curricular, cuyo método en la recolección de los datos fue no-interactivo, se procedió a hacer un trabajo de componente de tipo interpretativo, en el que se entrevistó a diferentes profesores a nivel nacional e internacional relacionados con las materias en donde se identificaron una o más variables de Cultura de Paz. En la recolección de estos datos se utilizaron métodos interactivos.
De igual manera se realizaron charlas informales, en persona y electrónicamente, con algunos
estudiantes de las asignaturas identificadas en el análisis. En estas charlas informales se llegaron a conclusiones muy similares que aportaron profundidad al estudio y a la investigación. Sin embargo, otras charlas dieron como resultado conclusiones muy superficiales que no fueron tenidas en cuenta como aportes para esta investigación. Por lo tanto, de las charlas informales con los estudiantes solo se rescataron las más importantes, tratando de recoger los planteamientos esenciales sin ánimo de repetición.
Las fuentes de información utilizadas fueron primarias y secundarias. A continuación se
presenta una breve aproximación a sus componentes: Primarias - Las descripciones curriculares de las materias ofrecidas que hacen parte del plan de estudios
de las maestrías en ciencias políticas que se analizaron, a las que se tuvo acceso previa autorización de cada facultad.
- La información obtenida del trabajo de campo, mediante las entrevistas a los profesores de
las materias consignadas en el análisis curricular y las charlas informales con estudiantes. Secundarias - La revisión teórica utilizada en el trabajo, así como los distintos análisis interpretativos que
han surgido alrededor del tema de la construcción de Cultura de Paz desde la educación superior.
1.7 Estado del arte La línea de la investigación para la Paz, desde una perspectiva interdisciplinar y
transdisciplinar, ha cobrado fuerza, sobretodo, desde la Segunda Guerra Mundial (Tuvilla Rayo, 2002) y cada vez se va posicionando más dentro de la academia.
En América Latina, a pesar de la existencia de conflictos que ya han superado medio siglo
en la región, no hay suficiente producción académica en temas que relacionen la Cultura de Paz
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
con la educación superior, a nivel de maestría, a través del currículo. No obstante, sí se han generado diversos estudios, investigaciones y escritos respecto a la Cultura de Paz e investigación para la Paz y su mutua relación con la educación a nivel primario, secundario y superior30.
Está sección identificará algunas de las principales propuestas que se han desarrollado en
materia de Cultura de Paz y su relación con la educación en los últimos años. No se pretende brindar un panorama exhaustivo, y naturalmente habrá omisiones, dado que se le dará más relevancia a la bibliografía más cercana al tema específico de la tesis. Se identificarán brevemente las principales ideas de los autores, las tendencias y los debates sobre los temas que giran alrededor de la investigación.
1.7.1 Conceptos Principales Existen distintos trabajos que retoman los conceptos principales, que componen la
tipología de la Cultura de Paz y la investigación para la Paz. Isabel Aguilar Umaña (2009) hace su aporte a la construcción de una Cultura de Paz, desde la explicación de la cultura de violencia que caracteriza a las sociedades actuales. La cultura es una construcción grupal y bilateral, así, esta es algo que se puede aprender y desaprender. Aguilar (2009) retoma a Federico Mayor Zaragoza, ex-director general de la UNESCO, cuando define la cultura como algo que representa el comportamiento de cada individuo, sus reacciones y decisiones respecto a las circunstancias y eventualidades vividas.
En cuanto al concepto de la violencia, la autora utiliza la definición de Vincenç Fisas y
hace referencia a los distintos tipos de violencia según Galtung (Aguilar, 2009). Dichos sean, la violencia directa, estructural y cultural. Aún más, la autora afirma que la convivencia está marcada por un engranaje de estructuras generales e individuales de la violencia.
Aguilar retoma, también, los planteamientos sobre el conflicto en su percepción positiva.
A este respecto, la autora señala en su texto que las situaciones conflictivas pueden generar tres consecuencias. Una es la violencia, otra es el diálogo y la negociación, y la última es la indiferencia o el no abordaje. El conflicto debe ser visto como el propulsor de cambios sociales permitiendo la construcción de sociedad y la negociación, en vez de la guerra y la destrucción. Esta visión, que proviene de Thomas y Lederach (1994) es similar a la visión de autores como Ulry (Aguilar, 2009) en cuanto a las negociaciones (que van desde negociaciones que se realizan cotidianamente, pasando por las negociaciones empresariales, hasta negociaciones de mayor embrague), que propone estar al tanto de las necesidades e intereses de la contraparte.
Para superar la cultura de violencia instaurada tan fuertemente en nuestra sociedad
latinoamericana, Aguilar propone la instauración y legitimación de una Cultura de Paz31. Esta se logrará mediante el reconocimiento y abordaje de los conflictos constructivamente32. Esto también implica, superar la cultura de la indiferencia, y evitar el no abordaje de los mismos, causado igualmente por el miedo, por el individualismo y la despersonalización que caracterizan la actual civilización.
30 Desde una perspectiva de pregrados. 31 Aguilar (2009) resalta la fuerte cultura del terror que existe en Guatemala, que se refleja en el individualismo, autoritarismo, etnocentrismo, cultura de la violencia y el temor. Estos factores han convivido en el país durante siglos, y fueron causa directa de los conflictos presentados durante el periodo de 1960 a 1996. 32 Respecto a esto, Aguilar (2009) también señala que los Acuerdos de Paz, implementados para lograr la solución de los conflictos entre el Ejército Guatemalteco y la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), son un ejemplo de cómo los conflictos se pueden convertir en propulsores del cambio y la transformación social.
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 23
Por último, Aguilar señala el papel fundamental de la educación, en sus distintas manifestaciones, en la construcción de una Cultura de Paz, debido a la naturaleza aprehensible, transmisible y modificable de la cultura. La educación integral (en cuanto a la escolaridad, pero también en tanto lo simbólico, lo espiritual, lo económico, político, mediático, etc.), es la que permitirá construir y empezar a legitimar el rechazo a la violencia, como mecanismo de solución de conflictos, la lucha por la democracia, el estado de derecho y los DD.HH. A la par, ayudará a entender el conflicto y generará los mecanismos para abordarlo de manera No-violenta, permitiendo la participación ciudadana.
De manera similar, Soledad Arnau Ripollés (2009) se refiere a la Cultura de la Paz como
un cultivo en donde se desarrollan las relaciones humanas y propone este desarrollo desde el núcleo de la diversidad. Dicha diversidad se da en términos de género, de funcionalidad mental y física, culturas, razas, edades, religiones y orientación sexual. Por lo tanto, proviene del respeto y cumplimiento de los DD.HH y la igualdad y acceso a las oportunidades en las sociedades.
Según señala la autora, el 13 de septiembre de 1999, la ONU proclamó la Declaración y
Programa de Acción sobre una Cultura de Paz, en donde se determina que:
“la No-violencia es la metodología activa que se utiliza para influir en el proceso y en el resultado (pacífico) de un conflicto, siempre, partiendo del principio de que debe ser una acción, un deber y/o un convencimiento para la construcción de la justicia dentro de un absoluto respeto de la vida de las personas”(Arnaus Ripollés, 2009).
Entonces, para lograr la transformación hacia una Cultura de la Paz con núcleo en la
diversidad, cumple un papel indispensable la educación. Para la UNICEF (Arnaus Ripollés, 2009), la educación es uno de los pilares que sostienen la creación de Cultura de Paz, por eso, esta institución ha buscado promover las mejoras en la calidad de la educación, así como los derechos y libertades. De este modo, se plantea el perfeccionamiento y promoción de la educación en DD.HH, la educación inclusiva, la educación superior y la educación para todos.
Prosiguiendo, John Galtung (2010) plantea que la Cultura de Paz es la cultura de resolución
de conflictos. En nuestras sociedades existen evidentes conflictos violentos. Para la investigación para la Paz, Galtung propone analizar, no solamente la consecuencia sino la causa, es decir, aquello que genera la violencia, el problema de fondo. Con este fin, el autor propone tres fases para la transformación del conflicto de forma pacífica y sugiere la ciencia a partir de la cual se debe encarar cada fase.
La primera, es la realización de la carta o mapa del conflicto, esto es identificar las partes
que componen los conflictos, sus objetivos e incompatibilidades, esta fase corresponde a las ciencias sociales; la segunda, consiste en examinar la legitimidad de los conflictos, lo cual se debe realizar con el apoyo de la ética y la jurisprudencia; y la última, es la búsqueda de trascendencia de los conflictos, mediante el diseño de una nueva meta, que debe basarse en el desarrollo de la creatividad. El autor plantea la necesidad de reemplazar el círculo vicioso de la violencia por el círculo virtuoso de la Paz. En cuanto a los conflictos macropolíticos, el autor afirma que existen tres tipos distintos de poder que ayudan a la solución de conflictos y al diálogo y mediación a nivel global. Estos son: el poder económico, el poder militar y el poder para hacer favores.
Ahora bien, para Galtung es un error plantear de forma dualista las negociaciones de los
conflictos, en especial los conflictos a nivel de una nación o internacionales. Cada conflicto
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
consta como mínimo de cuatro partes y existe la necesidad de dialogar con todas. Finalmente, señala el papel que cumple el periodismo en la generación de la No-violencia.
Alemany Briz (2006), por su parte, se pregunta si es posible hablar de Cultura de Paz o de
educación para la Paz en una sociedad violenta que falta a los DD.HH. Paralelamente, se cuestiona acerca del rol de la educación para la Paz como creadora de seres preparados para enfrentar la realidad. El acercamiento a dichos cuestionamientos se genera, primordialmente, desde el reconocimiento de que nuestras sociedades están inmersas en una cultura de la violencia y de que la Paz se genera en distintos entornos: el macro entorno, a nivel nacional y global, y el micro entorno, a nivel local e individual.
Si en nuestras sociedades existen mecanismos que justifican la violencia, se ahuyentará aún
más la Cultura de Paz. Por tal razón, el autor busca explicar las razones por las cuales la sociedad se ha vuelto violenta y escoge el camino de la violencia justificada. A partir de ahí el autor plantea cinco justificaciones de la violencia (que van desde la biológica, hasta la filosófica) y las debate, dejando claro que estas no sirven de excusa para que el ser humano no se comporte de manera pacífica y viva su vida en convivencia solidaria con los demás.
En esta línea, Vincent Martínez Guzmán y Sonia París Albert (2006) ofrecen una tipología
que incluye el empoderamiento y el reconocimiento como clave en la transformación de los conflictos. Se basan en la doctrina del reconocimiento de Axel Honneth para plantear su filosofía de la transformación de conflictos para hacer las paces. El sufrimiento, afirman, es causado cuando los seres humanos llevan una vida por debajo de sus potencialidades, además por el miedo a la interdependencia natural en los seres humanos y por el miedo a las diferencias que llevan a la exclusión, generando así los conflictos. Los autores se acogen a la definición de política de Arendt (1996), quien afirma que la política es la capacidad de concertación y de alcanzar acuerdos, alejándose así del concepto de violencia legítima de Weber.
1.7.2 Cultura de Paz y Educación La discusión anterior se nutre de los estudios que asocian los principales conceptos de la
investigación para la Paz, y la Cultura de Paz, con la educación. Carmen Magallón Portoles (2006), resalta que la actualización de conocimientos mediante la educación y el aprendizaje son fundamentales para lograr la Paz, especialmente cuando dicha educación afecta a la ciudadanía, pues a partir de los ciudadanos y de su compromiso se construye la Paz. Teniendo en cuenta lo anterior, la autora ratifica la idea de que desde la escuela se puede transformar.
A continuación, delimita conceptualmente la violencia como la exclusión del otro, que
proviene del desconocimiento del otro. Con el fin de superar dicha exclusión, y para construir un marco adecuado para la construcción de Paz que lleve al fin de la Violencia Estructural, es necesaria la implementación de lo que la autora llama una educación cosmopolita. Así pues, por medio de ella se podrá empezar a forjar el camino para lograr una Paz positiva.
En la educación de un individuo, señala Magallón, influye toda una comunidad, así como
su propia experiencia. Luego la escuela no es el único escenario en donde el individuo se educa. El papel de educar recae, así, sobre los distintos escenarios en los que se desempeña el individuo, y es obligación de ésta educación dar a conocer las distintas situaciones de alcance y dificultades de los procesos de Paz que se adelantan en las sociedades. El seguimiento de conflictos bélicos, a nivel macropolítico, por ejemplo, es importante, pues permite conocer acerca de las negociaciones y soluciones de los conflictos. Se promueve, de esta manera, un “conocimiento conceptual y actitudinal para una mentalidad que apoye y promueva procesos
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 25
de construcción de Paz” (Magallón, 2006, p. 6) en la sociedad que, en últimas, significa Cultura de Paz.
Entonces, esta educación deberá guiar y reflejarse en la sociedad civil. Si bien en ocasiones
las guerras despiertan patriotismo en la sociedad civil y llevan al seguimiento de un líder específico, llevando también a las personas a acumular odios y sufrimientos en el tiempo, así mismo las guerras llevan al cansancio y a la acumulación de violencia que genera espacios en la sociedad civil para la construcción de Paz. Sirva de ejemplo, el caso de Nicaragua, cuando la presidenta Violeta Chamorro llegó al poder, y el caso de España, cuando ocurrió la elección de Zapatero.
De la misma manera, en Irlanda del Norte, la sociedad civil, en medio del cansancio por
la guerra y la violencia vivida con la República de Irlanda, jugó un papel significativo en la realización de actividades de convivencia entre los grupos enfrentados, que mostraban su anhelo por la Paz. Pero, “dado que las personas y los grupos de la sociedad civil no siempre están a favor de la Paz, habrá que educar para que sea la Paz el sentido de su influencia” (Magallón, 2006, p. 6).
Siguiendo el hilo conductor, Magallón (2006) resalta la conceptualización de Boutros-
Ghali (quién fue el sexto Secretario General de las Naciones Unidas) acerca de tres perspectivas de estrategias de Paz a nivel macro- político: estrategias para hacer la Paz (peace-making), estrategias para mantener la Paz (peace-keeping), y estrategias para construir la Paz (peace-building). Al igual que otros autores, Magallón hace referencia al concepto de conflicto. Para ella, el núcleo de la Cultura de Paz es la capacidad de diferenciar conflicto de violencia y la aceptación de que es posible solucionar el primero sin la segunda.
De acuerdo a esto, plantea cinco propuestas para implementar la Cultura de Paz: la primera
de ellas, es el aumento de las alternativas a la violencia como solución a los conflictos, entre más alternativas distintas existan, menos espacio existirá para la violencia; la segunda, el fomento del diálogo, a manera de reconocimiento de las ideas de los demás; la tercera, la superación de la violencia y la jurisprudencia, en tanto la jurisprudencia implica que solo una de las partes tiene el derecho; cuarta, la negociación, que conduce al compromiso; y la quinta, la redefinición y transformación de los problemas.
Para llevar a cabo estas propuestas de accionar no-violento, pero proactivo, es necesario
educar a las personas en cuanto a la noción y percepción de la realidad, a la noción del yo, para que sean más creativas a la hora de encontrar nuevas salidas, en cuanto al potenciamiento de la capacidad del diálogo y la negociación y en la capacidad de la reconciliación. En breve, la educación debe enfocarse fuertemente en la realidad, las relaciones y la reconciliación.
Ahora bien, la educación y la investigación para la Paz van de la mano, pues se necesita la
generación de nuevo conocimiento guiado por los valores de la Paz. Es por eso que Magallón enuncia el significado de la racionalidad para la Paz, sus nociones epistemológicas. A este respecto, Galtung propone cambiar la percepción de la realidad, es decir, el desplazamiento de los problemas y la transformación de los términos de la realidad, por medio de la negociación y el compromiso. En la percepción de la realidad influyen elementos distintos como la historia, la carga vital acumulada a lo largo de esta, etc., pero existe la libertad de percepción de dicha realidad. Por consiguiente, la propuesta es una nueva noción de realidad dialogada que amplíe la realidad por medio de la mediación.
Por último, la autora menciona la importancia de la Paz como reconstructora de las
relaciones. Allí Magallón (2006) hace referencia a Lederach y su marco de solución de
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
conflictos que trata los aspectos de la reconciliación en las relaciones humanas como principal componente constructor de Paz. Así pues la realidad y las nuevas ideas de solución de conflictos deben converger en la reconciliación, para la restauración de las relaciones.
Olga Molano, Marcedes Campos y María Quintero (2008), también ponen sobre la mesa
el tema de la Cultura de Paz y la educación de la ciudadanía. Su trabajo analiza las interacciones entre estudiantes y docentes en el marco de la formación de líderes universitarios con proyección social y comunitaria en Venezuela. Las autoras hacen un análisis del contexto conflictivo venezolano y de los cambios sociales y políticos que el país enfrenta. Proponen que los profesores universitarios asuman las relaciones e interacciones que se generan en los miembros profesionales de la sociedad, con sus funciones en el tejido social y en el ejercicio de la ciudadanía.
La educación ciudadana debe servir para fortalecer los lazos sociales y comunitarios. Para
superar la cultura de la guerra se necesita transparencia en las instituciones y libertad de información con el fin de fortalecer al ser individual y al ser social. Molano, et al. (2008) proponen, también, una epistemología socio- crítica al asunto de la Paz y una crítica frente a su construcción teórica en la práctica social, reconociendo una falta de conocimiento de los conceptos básicos de la Paz en las universidades venezolanas.
En este sentido, Élida Vargas Barrantes (2011) plantea que los métodos educativos son
importantes tanto para acercarse al saber, como para construirlo. El pensamiento complejo debe caracterizar estos métodos en la educación para acercarnos a realidad social. La autora, hace una crítica al positivismo como apropiación monopólica de la verdad, esto hace necesario un cambio en el paradigma civilizatorio.
Para Vargas, el individuo y la sociedad se interrelacionan y se encuentran en el pensamiento
complejo. Este es un concepto importante en el planteamiento de la autora, que explica que los sistemas en la naturaleza son sistemas vivos y por lo tanto el observador de la realidad debe ser parte de ésta sin abstraerse. De la misma manera, Vargas pone sobre la discusión la interdisciplinariedad del conocimiento y del pensamiento. En cuanto al educador, proyecta que éste debe proveer de una educación noble, justa y valiosa, que sea intercultural, para así promover la Cultura de Paz activa.
A este propósito, José Tuvilla Rayo (2002) estudia las implicaciones del concepto de la Paz
en la educación y la investigación para la Paz. El autor, que basa sus concepciones de la Paz en Fisas y Galtung (Tuvilla Rayo, 2002), expone que la educación y la investigación deben hacerse desde lo normativo, lo interdisciplinario, lo transdisciplinar, lo institucional y lo global para realizar aportes válidos de Cultura de Paz. La educación para la Paz no es la sola transmisión de contenidos relativos a la Paz, sino la repercusión de estos en todo el currículo, lo que se llamaría, según el marco teórico de esta investigación, la educación en Paz33.
La educación, para Tuvilla, debe concentrarse en la Paz positiva e imperfecta, en vez de
en la perspectiva de la Paz negativa. En este sentido, la educación debe ser sostenida por algunos principios esenciales de la Paz (Tuvilla Rayo, 2002). En primer lugar, la educación debe enseñar y aprender a resolver los conflictos de una manera no violenta para, de esta manera, prevenir la violencia; en segundo lugar, debe sostenerse sobre unos valores colectivos que potencien una responsabilidad de Paz con la sociedad; y en tercer lugar, la educación debe
33 El autor entiende el currículo como todo aquello que el medio ofrece a los individuos como posibilidad de aprender, tanto en el seno de las instituciones educativas como fuera de ellas.
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 27
ser un aprendizaje que se concentre en la acción, en pro de alcanzar un ideal de Paz que respete la justicia, la democracia, los DD.HH y el bienestar de los ciudadanos.
Los desafíos de la educación, para el autor, siempre van a estar definidos por las
características propias de la realidad. Es por esto que una educación basada en la Cultura de Paz, se compone de tal complejidad que sobre ella recae la reestructuración de la sociedad, encaminada integrar a todos sus individuos e instituciones en el proceso de construcción de Paz.
Adicionalmente, Mariela Inés Sánchez Cardona (2012) dice que el trabajo de distintos
actores e instituciones sociales influye en el empoderamiento de la Cultura de Paz en la sociedad en general. En este sentido, el Estado debe vigilar las normas que garanticen la educación para la Paz a través de distintas políticas públicas. Según Sánchez Cardona (2012),
“cuando se logran desarrollar coherentemente los principios y metodologías de la
educación para la Paz, en instituciones familiares, escolares y universitarias, ello facilita el fortalecimiento de la Cultura de Paz en un país determinado” (p. 127).
Por un lado, la autora retoma a Norberto Bobbio, en tanto plantea la necesidad urgente
de instaurar una pedagogía para la Paz, entendida como una voluntad dinámica. Lo anterior, teniendo en cuenta que la Cultura de Paz es un proceso que exige la participación universal desde la investigación y la práctica. Se acoge, asimismo, a Fisas para quién la Cultura de Paz se logra a través de estrategias de poder alternativas que evoquen respeto y se asocien al amor, la vida y la gratitud.
Conjuntamente, explica que, según Jares, se deben buscar soluciones a los conflictos en
cada región, mediante la creación de compromisos de solidaridad frente a la indiferencia y el menosprecio, basándose en Tuvilla Rayo cuando afirma que la Cultura de Paz se construye en la cotidianidad, a través del respeto a los DD.HH y al fortalecimiento de la democracia y la ciudadanía.
Por otro lado, Sánchez Cardona (2012) plantea los siguientes objetivos de la educación
para la Paz: en primer lugar, crear una sociedad pacífica y justa de respeto a los DD.HH y al medio ambiente; en segundo lugar, prevenir comportamientos negativos individuales y grupales; y en tercer lugar, enseñar habilidades para construir la Paz. Uno de los autores que mejor ha resumido las principales metas de la educación para la Paz, señala la autora, es el investigador Ian Harris, para quién es necesario pero muy difícil cambiar los paradigmas que existen frente a la guerra.
Retomando a Harris (1988), Cardona propone las siguientes metas: apreciar la riqueza del
concepto de Paz, abordar los temores, proporcionar información acerca de los sistemas de defensa, comprender el comportamiento de la guerra, desarrollar una comprensión intercultural, proporcionar una orientación para el futuro, enseñar la Paz como un proceso, promover un concepto de Paz que vaya acompañado de la justicia social, estimular el respeto por la vida, y abordar los problemas creados en un mundo consumido por los comportamientos violentos.
En último lugar, la autora sentencia que las instituciones universitarias en Colombia tienen
una enorme falencia en la articulación de temas de Paz en los pensum académicos. Lo anterior, debido a distintas razones, entre las que se destacan: que el currículum esté basado siempre en disciplinas aisladas, que existe gran competitividad, que hace que los estudiantes se concentren más en la nota que obtienen que en la calidad de la educación, que existe gran
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
dependencia a la información del profesor, y que ha tomado mucha fuerza la cultura de la letra impresa. Sánchez Cardona termina citando a Paulo Freire, cuando advierte que es labor de la educación formar ciudadanos autónomos, sociales y eco responsables para lograr la Paz viable y duradera.
Al debate anterior se suman Alonso Fuenmayor, Hugo Quintero y Charles Blanco (2010),
quienes hacen énfasis en los conflictos que se generan al interior de la Universidad, generadora de Cultura Política en la sociedad. La vida universitaria y los factores de naturaleza interna, tales como las asignaciones presupuestarias y la ideologización de la vida universitaria, entre otros, son propulsores de conflictos en la Universidad. Esto implica la importancia de nuevos diseños curriculares, con la Cultura de Paz como eje transversal.
Se identifica, también, la falla del sistema de educación en el diseño de currículos acordes
con las necesidades de la sociedad. En adición, el cambio en la educación universitaria debe ser un cambio ontológico-metafísico humano que llegue a las estructuras institucionales y de la vida nacional. El eje orientador para lograrlo, según los autores, es la comunicación “como instrumento de cohesión social que permite una sinergia entre los integrantes de la vida universitaria, en un proceso constante de integración y diálogo para el pleno desenvolvimiento de la vida universitaria” (Fuenmayor, et al., p. 85).
Ahora, para Fuenmayor, et al. (2010), los conflictos no son necesariamente violentos, sino
una oportunidad para implementar la No-violencia. Éste es “el mejor método para lograr, no tanto una Cultura de Paz totalizadora, (…) [pero] sí al menos [para] construir desde la perspectiva de la tolerancia y la comprensión un mundo menos agresivo, menos violento, más reflexivo, más crítico y más humano” (Fuenmayor, et al., 2010, p. 91).
Con todo lo anterior, los autores concluyen que se necesita un nuevo enfoque en donde
la Universidad, la comunidad y el Estado trabajen de la mano, esta triada por naturaleza pertenece al campo político. Así, se debe fortalecer la gestión democratizadora de la enseñanza y formar en los valores de la Paz, mientras se crean espacios institucionales, en donde la participación activa y No-violenta. Acogen, también, la propuesta pedagógica de Freire de la educación libertadora y el diálogo como única esperanza de la transformación del hombre.
Luis Gómez (2009), identifica la necesidad de aproximarse a la creación de un imaginario
de la Paz en las instituciones de educación superior y plantea la pregunta acerca de cómo se construye una Cultura de Paz desde una cotidianidad comunicativa y no- violenta. En respuesta, establece que la calidad de la educación no debe hacerse ser en términos operativos y que debe basarse en el respeto por la democracia y el la diversidad, a través del diálogo y la palabra, que propone la UNESCO. Según Gómez (2009),
“en la palabra encontraremos la visión colectiva y dialéctica de un mundo que clama
por la Paz y su poder para subyugar la violencia del otro. Este poder dialógico de la palabra será transferido al pensamiento y a las acciones humanas referidas al valor de la Paz y su desarrollo cultural” (p. 148).
Este diálogo surge del intercambio de subjetividades, formando una Paz que genera el
entendimiento. A partir de esto, se consolida una Paz real y no utópica, que subyuga la violencia del otro. La Paz es, pues, el desarrollo de la comprensión del otro, el pluralismo y la aceptación.
También, el autor plantea las cualidades que facilitan la convivencia (Gómez, 2009): la
aceptación del pluralismo y la diversidad, el respeto y la tolerancia, la capacidad y
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 29
predisposición para ponerse en el lugar del otro, el empleo del diálogo como enriquecimiento mutuo y como solución de conflictos por la vía del consenso, el formato y cultivo de la identidad de cada persona, pueblo y cultura, el compromiso con el bien común de carácter global más allá del egocentrismo, y el desarrollo de actitudes de cooperación entre comunidades, pueblos y culturas que nos enseñe a valorar lo local y peculiar, en el marco del pluralismo y la riqueza de lo global.
En esta línea, no se debe idealizar el conflicto humano pero si se debe confrontar con
herramientas comunicativas como el diálogo. La No-violencia, entonces, no debe entenderse desde su postura romántica en tanto que “la racionalidad en la cual se instala este imaginario de la Paz para la convivencia humana, está cimentada en una concepción comprensivo-interpretativa en la cual se busca comprender las acciones cotidianas del hombre desde el lenguaje, y no explicar las conductas humanas desde una concepción empírico-analítica” (Gómez, 2009, p. 163).
Ahora bien, los autores Luis Rojas y Elizabeth Arapé Copello (2009) y Luis Rodolfo Rojas
Vera, Bladimir Díaz, Elizabeth Arapé Copello, Silvia Romero, Anabella Rojas y Rosanna Rojas (2006), presentan los resultados de una investigación en comunicación y Cultura de Paz en estudiantes venezolanos en distintas universidades del país. El estudio, que buscaba captar las percepciones de los estudiantes acerca de las concepciones de Paz y violencia y sus motivaciones para actuar, mostró que existe la necesidad de aumentar la conciencia social frente a las dinámicas de la violencia y la construcción de Paz desde una visión más amplia y más dinámica.
Los autores llegaron a la conclusión de que se debe aumentar el entendimiento de la
relación entre comunicación y violencia, así como entre la relación violencia y construcción de Paz y las bases del diálogo. Esto se logra entendiendo la Cultura de Paz como eje transversal, que conecta distintas disciplinas, en especial aquellas que tienen que ver con realidades sociales y culturales.
1.7.3 Cultura de Paz y Currículo A los planteamientos anteriores se suman los trabajos que abordan el tema del currículo
universitario. Belandria Cerdeira, et al. (2011), explican que el núcleo de la construcción de una Cultura de Paz está en el proceso de formación. Su estudio, teórico bibliográfico y descriptivo, trata la Cultura de Paz desde la perspectiva de los futuros profesionales en comunicación social. En el tema de la educación para la Paz se basan en las teorías de Tünnerman y de Jares, en tanto su legado de la No-violencia y sus contribuciones pedagógicas. Para Jares (Belandria Cerdeira et al., 2011), los puntos clave en la formación para la Paz son: la enseñanza de historia, desarrollo social y comunitario, la enseñanza de la historia y la cultura internacional, la democracia y la participación, así como los DD.HH.
Belandria Cerdeira et al. (2011) resaltan la importancia de la triada
comunicación/conflicto/Cultura de Paz y, de igual manera, se acogen al pensamiento de Galtung en tanto su trípode reconstrucción/resolución/reconciliación. La Paz, para los autores, “surge en lo simbólico en los procesos de construcción de significado” (Belandria Cerdeira et al., 2011, p. 192). Entonces, la Paz es también un lenguaje, pues esta “se hace desde se hace desde el discurso, por el lenguaje, para la comunicación (…) es disposición para la comunicación para la escucha y el encuentro del otro; ese afrontamiento de la diferencia, de la dialéctica y la intersubjetividad” (Belandria Cerdeira et al., 2011, p. 193).
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Proponen trabajar el currículo desde una perspectiva crítico humanista, y hacen énfasis en el hecho de que desde las escuelas de comunicación se forja la consolidación de las agendas para la discusión de temas relacionados con la Cultura de Paz. Para los autores, la Universidad es el espacio de participación y gestión de lo social. Las universidades son pues, formadoras de recursos humanos, que participan activamente en el desarrollo nacional.
La Cultura de Paz, para ellos, es una construcción teórica compleja que sigue
evolucionando y es dinámica. A partir de la teoría del currículo como disciplina educacional, se propone un plan de estudio para formar a los estudiantes. Los autores plantean en ese punto, el currículo constructivista como la mejor estructura curricular para formar en comunicación y Cultura de Paz. Se asume el currículo como un sistema dinámico y un proceso de diseño y evaluación, cuyo enfoque constructivista es una forma de expresión y acción en libertad y humanismo (Belandria Cerdeira et al., 2011).
A partir de él se construyen valores y actitudes, teniendo en cuenta la experiencia previa
de los estudiantes y su entorno. A partir de él también se valora la complejidad. Con todo, la Cultura de Paz se propone como el eje transversal del currículo directo y oculto.
Otro trabajo es el de Ítala Paredes y Minerva Ávila (2008), quienes definen la educación
superior como la responsable de formar profesionales frente una realidad compleja. En su estudio, las autoras encontraron que existe una falta de valores humanitarios en el sistema educativo de Venezuela y señalan la necesidad de transformar los currículos universitarios, como respuesta a las necesidades de la realidad dentro de los espacios universitarios y más allá de ellos. La educación superior actual supone emprender procesos de reconocimiento de los desequilibrios sociales, la construcción de sociedades más humanas y solidarias, democráticas, participativas y llenas de Paz.
Paredes y Ávila (2008), hacen énfasis en la necesidad de esta transformación curricular en
América Latina. El modelo del currículo propuesto debe ser integral y transversal debido a que se necesitan profesionales integrales y existe la exigencia de conectar el espacio universitario con la vida diaria de los estudiantes y educadores.
Al igual que en otros trabajos, las autoras tienen en cuenta la idea de la educación como
práctica de la libertad de Freire. Para ellas los principios pedagógicos, basados en teóricos como Dewey, Freire, Freinet, Wallon, son: considerar al ser humanos como un organismo capaz de aprender mediante la razón y la experiencia, la naturaleza social del ser humano, la democracia como forma personal de vida individual, la formación del carácter de los estudiantes en el pleno desarrollo de sus potencialidades y la organización de las instituciones educativas cooperativamente (Paredes y Ávila, 2008).
En cuanto al diseño curricular, Raiza Gonzalez, C. Zabala y H. Berruela (2009), hacen su
propuesta desde el diseño curricular, para el desarrollo del docente como mediador de la Cultura de Paz. En su estudio del proceso educativo, los autores hacen énfasis en que el estudiante ya no debe ser visto como un receptor pasivo de conocimiento, y el docente debe ser entendido como generador de Paz. Los autores hacen, por un lado, una descripción de los aportes y corrientes psicológicas, pedagógicas y espirituales que argumentan la necesidad de una civilización nueva y en pacífica.
Por otro lado, señalan que el docente debe contar con competencias “en la dimensión del
conocer, hacer, convivir y ser; (…), amplitud ideológica (…) soluciones creativas; inteligencia interpersonal, emocional y naturista, habilidades para la negociación, cooperación, consenso, solidaridad, responsabilidad, respeto, reconocimiento de lo que es, confianza, disciplina, amor,
La Construcción de Cultura de Paz en América Latina 31
honestidad, gratitud, coherencia, empatía, desarrollo espiritual, fe y no violencia” (González, et al., 2009, p. 14) con el fin de servir como constructor de Cultura de Paz.
Al debate, se suma la discusión sobre el papel del maestro o docente en la construcción de
Cultura de Paz. En este sentido, el trabajo de Ana Mendez de Garagozzo (2009) plantea la educación como una oportunidad para el progreso en la sociedad y como un espacio en donde se construyen identidades.
El currículo, como herramienta del docente, plantea estrategias de pedagogía crítica desde
donde se analizan las situaciones actuales de la sociedad. El currículo debe ser, por lo tanto, interdisciplinar por la complejidad misma de la realidad. Para Méndez de Garagozzo (2009)
“se solicita redimensionar los fines de la educación para formar personas capaces de
ejercer una ciudadanía responsable, crítica, creativa, con sensibilidad para visualizar y comprender los problemas vivenciados, actuar eficazmente y participar en proyectos integrales que aporten soluciones y contribuyan a una mejor convivencia, a fin de instaurar mejores entendimientos que favorezcan la implantación de una Cultura de Paz entre las personas y los pueblos” (p. 204).
Continuando, la autora explica cómo la globalización económica y sobre todo la
sociocultural han creado un proceso de homogenización que normalizó y estandarizó las identidades culturales, descentrando al ser de su contexto natural y social. Han aparecido pues, “vertientes que se apropian de una identidad hibridada y otras apuestan por las singularidades culturales locales. La subjetividad (…) está deslocalizada respecto del tiempo y el espacio de su existencia, ocupando un espacio social construido por otros” (Méndez de Garagozzo, 2009, p. 206) y esto ha generado distintos tipos de conflictos sociales.
¿Cómo se soluciona entonces algo desde la acción educativa? Para Mendez de Garagozzo
(2009), la Cultura de Paz en la formación ciudadana es vital en cuanto a la formación de identidades propias. Es en este punto en donde el compromiso social que cumple el docente adquiere un compromiso avasallante con la sociedad. La universidad actual requiere de renovación y transformación, demanda revertir la tendencia de la universidad desde la perspectiva del libre mercado para volver a verla desde la perspectiva de un bien social.
La educación debe basarse en la democracia, en el respeto a los DD.HH, la Cultura de Paz
y el desarrollo sostenible. También, es necesario repensar la estructura curricular a través de la cual derivará la acción educativa del docente así como sus estrategias educativas. Para la autora, la realidad debe ser reinterpretada, debe aprenderse y enseñarse desde metodologías participativas, lejos de la autoridad, la dirección rígida, potenciando la creatividad y la innovación en el aula, incentivando en los estudiantes el sentido valorativo, ético y político de la vida (Méndez de Garagozzo, 2009). El docente debe, por esto, convertirse en un líder de la Cultura de Paz en sí mismo.
Es importante resaltar, también, las aproximaciones a la figura del maestro como sujeto
político. Al respecto, María Cristina Martínez Pineda (2005) se acerca a la subjetividad de los maestros. Para Martínez, en primer lugar, el maestro es un “sujeto de saber, sujeto de deseo y sujeto de acción política” (Martínez Pineda, 2005, p. 1). En segundo lugar, la autora habla de la pauperización de la percepción social y política del maestro. Gracias a la ausencia de memoria y al desconocimiento del contexto, el maestro es visto en la actualidad como un sujeto mínimo.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Finalmente, Martínez plantea al maestro como un ser político alternativo en la medida en que asumimos la política como subjetiva y entendemos la existencia de nuevas subjetividades en el marco de lo político. Esto se ha logrado a través de la consolidación, año tras año, de redes pedagógicas como territorio constituyente de subjetividades políticas. La emergencia de colectivos y redes pedagógicas, el deseo propio, el establecimiento de vínculos, entre otros hacen ver hoy en día al maestro más allá que un recurso docente.
1.8 Hipótesis de trabajo Teniendo en cuenta las investigaciones realizadas hasta el momento, se cae en la cuenta de
que en Latinoamérica, a pesar de que la investigación y la educación para la Paz empiezan a tomar fuerza, no se ha consolidado aún una agenda fuerte en cuanto a temas de Paz, o de Cultura de Paz específicamente, de manera interdisciplinar. Las facultades de Ciencia Política siempre han puesto sobre la mesa los temas de construcción de Paz, desde todas las esferas de la sociedad.
No obstante, en el año 2012, el tema de la Paz por medio de métodos pacíficos vuelve a
tomar fuerza en la agenda con la negociación a llevar a cabo entre el grupo guerrillero las FARC y el gobierno de la República. Sin embargo, la educación superior aún tiene que aportar bastante a la construcción de una Cultura de Paz en el país, pues solo de esta manera, las decisiones que provengan de la Paz serán legitimadas y perdurarán en el tiempo. Por lo anterior, en el desarrollo de la presente investigación quieren comprobarse las siguientes hipótesis de trabajo.
Hipótesis 1: ¿Existe desde la educación superior en Colombia suficiente promoción y
fortalecimiento de la construcción de una Cultura de Paz latinoamericana, teóricamente, que refleje las necesidades de Paz propias de la región?
Hipótesis 2: ¿Influye directamente el currículo directo y oculto de las facultades de Ciencia
Política, a nivel de maestría, en la generación de una conciencia de Cultura de Paz en sus futuros profesionales?
Hipótesis 3: ¿Hay una relación directa entre el fortalecimiento de la Cultura de Paz desde
la educación superior y el fortalecimiento de una Cultura Política, que promueva la acción en Paz, en los estudiantes?
Situación Actual en América Latina 33
2. Situación Actual en América Latina Este capítulo busca hacer una descripción general de los estudios en educación superior
en América Latina. Retomando los planteamientos del marco teórico, la educación superior forma a los individuos como futuros sujetos políticos autónomos y como trasformadores de su entorno. La educación para la Paz tiene que ver con el planteamiento de los problemas coyunturales socioeconómicos y culturales, de justicia y DD.HH, medioambientales, multiculturales y de equidad, así como también con la enseñanza y el estudio de los conceptos de la Paz y los conflictos, sus metodologías, herramientas y estrategias de resolución de manera pacífica.
Así pues, esta descripción se realizará, a groso modo, desde dos perspectivas de la
educación para la Paz. La primera, es la perspectiva directa en educación para la Paz desarrollada a lo largo de la región, a manera de referencia durante el periodo de estudio34. Esto quiere decir que se busca hacer una breve exploración de los programas que existen en Cultura de Paz, Paz, conflicto y negociación, entre otras. Es importante para esta investigación saber cómo se ha posicionado la región respecto al desarrollo de los temas de Cultura de Paz en las universidades, así como es fructífero observar las temáticas tratadas en estos programas, antes de proponer el desarrollo de una Cultura de Paz propia para América Latina desde otras disciplinas35.
La segunda perspectiva es la que se adhiere a la temática de estudio específica de este
trabajo: las maestrías en ciencia o Estudios Políticos. Esta descripción busca prestar atención a los programas de maestría para encontrar similitudes o desencuentros entre las direcciones que está tomando la disciplina y sus objetivos frente a las necesidades socio-económicas y políticas de América Latina. Esto con el fin de aproximarnos en capítulos posteriores a la respuesta de si los estudiantes están siendo formados en una posición activa en favor de la Paz, a través de la comprensión de los conceptos y fenómenos coyunturales de la región, para acercarnos a la construcción de una Cultura de Paz36.
El desarrollo crítico de una Cultura de Paz es la preocupación fundamental de esta
investigación y el caso de estudio concreto son los programas de maestrías en Ciencia Política o Estudios Políticos en la ciudad de Bogotá. Así pues, luego de la breve descripción general desde en América Latina, la lupa de estudio se acercará a los cinco programas ofrecidos en la ciudad de Bogotá, y la importancia de sus docentes en la construcción de Cultura de Paz utilizando el currículo como herramienta.
34 Se describirán los programas que hayan sido ofrecidos durante el periodo 2011-2013, y algunos que aún rigen en el 2014. 35 En el caso de esta investigación, se busca proponer la construcción de Paz desde la disciplina de la Ciencia Política y los Estudios Políticos. 36 Como se explica en la metodología, las descripciones están sujetas a la información disponible y otorgada por las Universidades. Las Universidades fueron seleccionadas por su oferta de programas de maestría en educación para la Paz y/o maestría en ciencias o Estudios Políticos. En ningún momento esta descripción busca ser definitiva, ni implicar que estos son los únicos programas disponibles en América Latina.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
2.1 Estudios de Educación Superior en América Latina, perspectivas y Paz
Como se planteó anteriormente, esta descripción se enfoca en diferentes programas de
maestría en temáticas relacionadas con los Estudios para la Paz, así como en maestrías en Ciencia o Estudios Políticos a lo largo de América Latina, con el fin de encontrar, a modo de referencia, similitudes o desencuentros entre las direcciones y los objetivos que tiene la Academia frente a las necesidades socio-económicas, políticas de América Latina, así como frente a las necesidades de la región en cuanto a la construcción de Paz, tanto estructural como directa y cultural.
Esto con el fin de aproximarnos al caso delimitado de estudio, para poder dar respuesta al
cuestionamiento de si los estudiantes están siendo formados en una posición activa en favor de la Paz, a través de la comprensión de los conceptos y fenómenos coyunturales de la región desde la perspectiva política37.
2.1.1 Programas en Educación para la Paz
República Argentina Argentina cuenta con distintos programas en educación para la Paz de manera directa. En
cuanto a educación superior, se resalta la Maestría en DD.HH ofrecida por la Universidad Nacional de la Plata, asociada al Instituto de DD.HH de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Esta maestría creada en el 2004 y de alto enfoque jurídico fue, según el Instituto de DD.HH - Universidad Nacional de La Plata (2014), la primera Maestría en DD.HH en Argentina, propone un programa que busca ahondar en la perspectiva económica, social, jurídica y política de los DD.HH. Del mismo modo, el programa hace énfasis en la Cultura de Paz y el Derecho Internacional Humanitario.
De igual manera, es importante destacar la labor del Instituto de Mediación y Cultura de
Paz de la Universidad Siglo 21 y sus aportes a la educación superior. Este instituto se concentra en la mediación y en la Cultura de Paz de manera multidisciplinaria, con el fin de contribuir a la construcción de Cultura de Paz y transformación de conflictos desde la educación. Entre sus objetivos se destaca la formación de docentes y profesionales expertos en gestión de Paz y el trabajo conjunto con distintas instituciones para realizar proyectos de cooperación para promover la Cultura de Paz desde la investigación para la Paz. (Instituto de Mediación y Cultura de Paz. Universidad Siglo 2, 2013)
Por último, es importante resaltar la Cátedra “Cultura para la Paz y Derecho Humanos”
en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, creada en 1998. La cátedra, que no es un programa completo en sí mismo, puede ser tomada por todos los estudiantes de cualquier programa ofrecido por la facultad, y por esto cuenta con un programa multidisciplinario. Su objetivo principal es contribuir a la construcción de Paz y promover una cultura de respeto a los DD.HH (DD.HH) a través de sus principales elementos conceptuales DD.HH como pilares de la democracia y la no-violencia.
37 La selección de los programas a continuación tiene un carácter netamente demostrativo, por lo tanto no se pretende ser exhaustivo, pero si dar una imagen diversa y comprensiva de los diferentes programas que hay a lo largo de América Latina. Se tuvieron en cuenta aquellos programas de los cuales se tuvo acceso a información básica para realizar esta descripción.
Situación Actual en América Latina 35
Así, esta cátedra cobra gran importancia en el contexto argentino y latinoamericano debido al proceso de irrespeto a los DD.HH que ocurrió bajo la última dictadura militar del país. Por lo tanto, construir una conciencia de Cultura de Paz y enseñar a respetar los DD.HH en un contexto de justicia social, es fundamental. Su programa considera las temáticas de: a) construcción de la Paz, b) derechos económicos, sociales, culturales y de incidencia colectiva, c) desarrollo del Sistema Internacional y Regional de protección a los DD.HH., así como el estudio del proyecto del Consejo de Defensa Suramericano, d) terrorismo estatal en América Latina y en Argentina y e) DD.HH. en perspectiva de construcción democrática y ciudadanía (Cultura para la Paz y DD.HH, s.f.).
Se observa que las temáticas planteadas en esta cátedra contribuyen a crear conocimiento
en los elementos que conformar una Cultura de Paz, así como al tiempo busca que los estudiantes entiendan las causas de los conflictos que desembocan en violencia. Adicionalmente, tiene un énfasis en la historia de la violencia en Argentina, pero también esta visión puede ser aplicada al estudio de otros conflictos desembocados en violencia a lo largo de América Latina. De allí se obtienen elementos que permitirán proponer un concepto de Cultura de Paz para la región.
Estados Unidos Mexicanos Ahora bien, en la Universidad Autónoma del Estado de México, en convenio con la
Universidad Jaume I de Castellón, España, se propone la Maestría en Estudios para la Paz y el Desarrollo que busca contribuir a la construcción de Paz y el desarrollo. A través de una aproximación transdiciplinaria el programa busca formar especialistas en el tema de la Paz, buscando que los estudiantes aporten desde la elaboración de nuevas teorías desde la rama de la investigación para la Paz, la democracia y el desarrollo (Universidad Autónoma del Estado de México, 2009, mayo 28).
El ámbito latinoamericano y mexicano cobra gran importancia en este programa, debido
a que a través del entendimiento de la realidad local y regional se pueden proponer dinámicas de Paz que se vean reflejadas en el progreso de la población. El programa, que se ubica en la disciplina de las Ciencias Sociales, cuenta con cuatro líneas de investigación: a) democracia, ciudadanía y Paz, b) desarrollo y movimientos sociales, c) dinámicas sociales y conflicto, y d) filosofía de la Paz (Universidad Autónoma del Estado de México, 2009, mayo 28).
Adicionalmente, en la Universidad Autónoma Indígena de México, se ofrecen dos
programas de maestría relacionados con la Paz. Primero, la Maestría en Estudios para la Paz, la Interculturalidad y la Democracia. Este programa propone formar científicos sociales expertos en los estudios para la Paz, desde la perspectiva teórica interdisciplinaria y transdiciplinaria. El objetivo principal de la maestría es, entonces, que los egresados sirvan en la construcción de soluciones a los conflictos que se generan por cuenta de los problemas sociopolíticos de México. Los campos disciplinares de esta maestría son: Diversidad social y cultural, Paz y regulación de Conflictos, Democracia y sociedad y Educación intercultural para la Paz. Segundo, la Maestría en Educación para la Paz y la Convivencia Escolar. Esta tiene como objetivo principal formar a los estudiantes en la investigación de los conflictos y en la construcción de paz desde las instituciones educativas, específicamente (Universidad Autónoma Indígena de México, s.f.).
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
República de El Salvador El Salvador, ahora bien, cuenta con un programa de maestría de trascendencia en el
ámbito de la Cultura de Paz, la Maestría en Políticas para la Prevención de la Violencia Juvenil en Cultura de Paz en la Universidad Don Bosco. Este programa, cuyo enfoque principal es juventudes y género, busca formar profesionales en prevención de la violencia, construcción de Paz y transformación de conflictos (Universidad Don Bosco. Centro de Estudios de Posgrado, s.f.).
Además, se concentra específicamente en el estudio e investigación para la Paz en la región
centroamericana y salvadoreña. De esta manera, busca la aplicación práctica de los estudios de la Paz en la prevención de la violencia, el diseño e implementación de estrategias para el desarrollo juvenil, la construcción de Cultura de Paz. De igual manera, busca la gestión de observatorios de violencia y planes educativos para la promoción de la Paz y la legalidad, convirtiéndose así en un ejemplo de búsqueda de construcción de Cultura de Paz desde la educación superior en América Latina. Su plan de estudios se divide en cuatro ciclos, en donde se enfatiza en los estudios de la juventud en América Latina, la violencia en América Latina, así como en el diseño y la gestión de políticas y programas de prevención de la violencia juvenil (Universidad Don Bosco. Centro de Estudios de Posgrado, s.f.).
Si bien no es posible hacer un análisis a profundidad de este programa, sus planteamientos
muestran su fuerte énfasis en los jóvenes, quienes cobran importancia como futuros profesionales constructores de sociedad. Sin embargo, para poder acercarse aún más al enfoque de construcción en Cultura de Paz de la maestría, debe estudiarse con detenimiento el modelo educativo Salesiano.
República de Costa Rica Por otro lado, la Universidad de la Paz en Costa Rica fue creada en 1980 por las Naciones
Unidas, con el objetivo de enseñar, investigar y expandir los estudios de la Paz. La Universidad UPEACE, ofrece distintos tipos de programas de maestrías en estudios de conflictos, Paz y construcción de Paz, con enfoque multicultural y de aplicación práctica y teórica. Entre ellos se encuentran: Environment, Development and Peace; Gender and Peace Building; International Law and Human Rights; International Peace Studies; Media, Peace and Conflict Studies; Peace Education; y Water Cooperation and Peace (University for Peace, 2014).
De la misma manera, no solamente se ofrecen maestrías relacionadas con el tema de la
Paz y el conflicto desde una perspectiva interdisciplinaria, sino programas doctorales y especializaciones, presenciales y virtuales. La universidad cuenta, no solo con profesores invitados, sino con profesores residentes, con el fin de resaltar y fortalecer el carácter internacional, multicultural y transdiciplinario de la Universidad (University for Peace, 2014). En palabras de Stephanie Knox Cubbon, directora de educación del Instituto Metta Center for Non-Violence y egresada de la UPEACE, “en el proceso de promover una Cultura de Paz, la UPEACE ha adoptado ciertamente este proceso por medio de la oferta de estudios de maestría en los campos relacionados con la Paz, (…) pero aún está el reto de promover una Cultura de Paz en la comunidad de manera directa” (comunicación electrónica, 17 de julio de 2014).
La existencia de esta Universidad, con sede en América Latina, pone en evidencia la
necesidad de construir Paz desde nuestra región y el gran avance que se empieza a dar en educación e investigación para la Paz. Al ser una institución de educación superior de carácter
Situación Actual en América Latina 37
internacional asociada a la ONU, los estudios y las investigaciones para la Paz allí realizados alimentan el desarrollo conceptual a nivel mundial sobre asuntos relacionados con la Paz en América Latina. Pero, de la misma manera, reciben influencia de otras regiones en donde se adelanta la educación y la investigación para la Paz, creando así un conocimiento compartido de orden global y multicultural.
República del Ecuador Entre tanto, la Universidad Andina Simón Bolívar en Quito, Ecuador, en conjunto con
sus sede en La Paz, Bolivia, y con la participación la Universidad Nacional de Lanús en Argentina, la Universidad del Estado de Bahía de Brasil, la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Perú y la Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela, ofrecen un programa de enfoque latinoamericano, de maestría en DD.HH y Democracia en América Latina.
Esta maestría cuenta con una visión interdisciplinaria del enfoque de los estudios
latinoamericanos y se constituye en un estudio a profundidad de los DD.HH desde una perspectiva emancipadora para la región, y su influencia y relación con la democracia. De la misma manera, la maestría busca ofrecer un enfoque de acción, en donde los estudiantes no solo analizan de manera crítica la realidad de América Latina, sino que proponen maneras de generar cambios y aportar a la sociedad con propuestas concretas (Universidad Andina Simón Bolívar. Programa Andino de DD.HH, s.f.). De esta manera, el plan de estudios de este programa, según el Programa Andino de DD.HH (s.f.) se compone de materias obligatorias y optativas que ahondan temas como la democracia y los DD.HH. en América Latina, la diversidad, los derechos económicos, sociales y culturales, las políticas públicas y los mecanismos de protección de los derechos, entre otros.
República de Guatemala Prosiguiendo, en Guatemala, la Universidad del Istmo (s.f.), ofrece la maestría en
Educación de Valores, que busca promover el desarrollo de la armonía y de la Paz en la sociedad guatemalteca. La maestría propone fortalecer una Cultura de Paz que alimente la democracia a través de la educación para la Paz. Los estudiantes se preparan en el estudio de los valores, desde su “fundamento ético, antropológico y axiológico” (Universidad del Istmo, s.f. Maestría en Valores, para. 4).
Del mismo modo, la maestría tiene un enfoque aplicativo y propositivo desde el enfoque
de programas de valores. Y si bien la concepción de valores puede ser subjetiva, este programa se destaca en su propósito de construir una democracia en donde la Paz se transmita a través de la educación.
2.1.2 Programas en Estudios Políticos
República de Chile En primer lugar, en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos de Chile
(ANEPE), del Ministerio de Defensa Nacional, se ofrece el Magíster en Ciencia Política, Seguridad y Defensa. Este tipo de programas, cobra gran interés en este estudio, debido a que la maestría va dirigida a la formación de profesionales que se desempeñan, o que buscan desempeñarse en el campo de la seguridad y defensa. Este ámbito se relaciona con la Cultura de Paz, debido a que los conceptos de seguridad y defensa en un país, hacen parte de los
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
estudios de la violencia y la Paz, y sus interpretaciones conceptuales determinan el accionar militar de una nación.
Este programa académico plantea como su objetivo fortalecer la seguridad y la defensa en
Chile para garantizar su “desarrollo armónico y sustentable” (ANEPE. Ministerio de Defensa Nacional, s.f. Magíster en Ciencia Política, Seguridad y Defensa, para. 2). Se busca lograr esto a través de la labor de sus profesionales, a quienes el magíster se propone formar en la rigurosidad conceptual de la Ciencia Política, de la Seguridad y la Defensa para el análisis de la contingencia económica, social y política a nivel nacional y global. El programa hace énfasis en los fenómenos de índole política, social, militar, entre otros, que puedan afectar positiva o negativamente el interés de la nación chilena.
El magíster, que busca fortalecer en los estudiantes sus capacidades de análisis crítico y
autocrítico, sus habilidades de investigación, su capacidad de liderazgo, de aprender, de aplicar la teoría a la práctica y de trabajar en un equipo multidisciplinario, cuenta con una estructura curricular que combina asignaturas propias de la Ciencia Política y las Relaciones internacionales, con temáticas de defensa y seguridad nacional (ANEPE. Ministerio de Defensa Nacional, s.f.).
Se observa que en el programa ninguno de los cursos tiene como interés directo la Cultura
de Paz, (ANEPE. Ministerio de Defensa Nacional, s.f.). No obstante las materias acerca de estudios de seguridad y construcción de escenarios futuros podrían acercarse al estudio de conceptualizaciones importantes en el ámbito de la Cultura de Paz tal y como las definiciones de violencia y Paz, así como de DD.HH y democracia. Pero para hacer tales aseveraciones se necesitaría de un estudio a profundidad del contenido de estas materias.
Ahora bien, el magíster en Ciencia Política en la Universidad de Chile (s.f.), asociada al
Instituto de Asuntos Públicos, y acreditada desde octubre 2011, tiene como objetivo fomentar en los futuros profesionales la investigación y el análisis, enfocándose en encontrar soluciones a los distintos conflictos que surgen en las actividades públicas. Para lograrlo, el programa tiene como línea de investigación las ciencias sociales y profundiza en las instituciones políticas y su funcionamiento, así como en la teoría del pensamiento político.
Se observa que en su Plan de Estudios, ningún seminario hace referencia directa a la
Cultura de Paz. Se destacan dos cursos que hacen referencia directa a la política latinoamericana y la teoría de la democracia, al considerarse variables importantes en la construcción de Cultura de Paz en la región (Universidad de Chile, s.f.).
En la Universidad Diego Portales (2014) se ofrece el magíster en Política y Gobierno, que
tiene como objetivo principal crear profesionales que analicen y construyan, con pensamiento crítico, el escenario político y la democracia de Chile y América Latina. Sus principales temáticas giran alrededor de la toma de decisiones y las políticas públicas, la democracia y la ciudadanía, así como el Estado y las instituciones gubernamentales, la política latinoamericana y sus dinámicas, y la ética y transparencia en el desarrollo de las políticas sociales (Universidad Diego Portales, 2014).
Su plan de estudios, busca dar énfasis en la aplicación práctica del conocimiento, y allí se
observa una vez más la importancia del componente latinoamericano, esencial en la creación y desarrollo de conceptos pertenecientes a la región. De los cursos ofrecidos ninguno hace referencia directa a la Cultura de Paz. No obstante, se identifican variables de estudio como la democracia, la naturaleza del poder, la ética y la moral, así como las ideas y tendencias de conocimiento de América Latina (Universidad Diego Portales, 2014).
Situación Actual en América Latina 39
Ahora bien, la Universidad Mayor (s.f.) ofrece el magíster en Ciencia Política y
Comunicación. En este programa se reconoce la importancia de que los egresados de magíster en Ciencia Política estén al tanto de las nuevas tendencias sociales y los nuevos medios de comunicación e informáticos. De igual manera, el programa busca asociar a la Ciencia Política el estudio de la globalización y los resultados de esta en la formación de las nuevas complejidades de la sociedad, con el fin de que los estudiantes estén al tanto y aporten a la discusión de las nuevas relaciones de interdependencia en el país (Universidad Mayor, s.f.).
En cuanto a la Pontificia Universidad Católica de Chile (2011), esta universidad ofrece,
desde su facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, el Magíster en Ciencia Política. Este programa tiene como objetivo principal la orientación profesional. Esto quiere decir que la formación académica con enfoque de investigación hace parte del programa de doctorado, mientras que en el programa de magíster se tienen en cuenta principalmente los elementos prácticos de la Ciencia Política que pueden ser aplicados en campos no universitarios principalmente. (Pontificia Universidad Católica de Chile. Instituto de Ciencia Política, 2011).
Por último, la Universidad Alberto Hurtado (s.f.) propone el Magíster en Estudios
Sociales y Políticos Latinoamericanos. El programa, ofrecido por la Universidad desde el año 2000, es multidisciplinario y resalta las realidades latinoamericanas, buscando que los estudiantes desde el ámbito ético-político, contribuyan a formar el futuro de la región y a solucionar los problemas propios de las sociedades latinoamericanas. De igual manera, el magíster busca fortalecer la democracia latinoamericana, desde las dinámicas de la acción, con el fin de aportar al desarrollo económico, político y social de la región (Universidad Alberto Hurtado, s.f.).
República Argentina Prosiguiendo, en la Universidad Nacional de Rosario, asociada a la Facultad de Ciencia
Política y Relaciones Internacionales se ofrece la Maestría en Estudios Políticos. Esta maestría busca ahondar en el análisis teórico-práctico de la política y la sociedad, con el fin de que los egresados sean capaces de analizar las dinámicas políticas actuales y aporten desde la formación rigurosa a su transformación (Universidad Nacional de Rosario, s.f.). En su plan de estudios no se hace referencia directa a la Cultura de Paz. Sin embargo, se observa el estudio de las siguientes variables que pueden ser importantes en el estudio de la Cultura de Paz de manera indirecta: la relación ética-política y distintas perspectivas del concepto de la vida buena, la democracia, y la acción política No-violenta (Universidad Nacional de Rosario, s.f.).
Ahora, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO, en su sede Argentina
(2012), ofrece la Maestría en Ciencia Política y Sociología. Este programa, que comenzó en 1957 en Santiago de Chile, busca formar a los estudiantes en un contexto multicultural, que los prepare para desempeñarse tanto en los ámbitos académicos, como los ámbitos del sector público y el tercer sector -ONGs, partidos políticos o sindicatos- (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. SEDE ARGENTINA, 2012).
De los cursos ofrecidos en su plan de estudios ninguno hace énfasis directo en la Cultura
de Paz, pero se destacan las siguientes materias por su contenido que puede aportar al desarrollo de los componentes de la Cultura de Paz en América Latina: Historia contemporánea y análisis político-social contemporáneo. En estos cursos se estudia la historia del siglo XX, y el enfoque principal es la temática social y el pensamiento argentino y
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
latinoamericano. El conocimiento de la región latinoamericana y su historia social permitirá que los estudiantes puedan entender las dinámicas latinoamericanas para así proponer conceptos únicos y diferenciadores (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. SEDE ARGENTINA, 2012).
Ahora bien, la Universidad Torcuato di Tella (s.f.), en la ciudad de Buenos Aires, ofrece
la maestría en Ciencia Política. Su objetivo principal es el de crear las capacidades necesarias en los estudiantes, para la comprensión de los procesos y dinámicas políticas de las sociedades actuales, con el fin de que participen en la creación de una sociedad cuyos elementos principales sean la equidad y la democracia. La maestría enfatiza, además de la política a nivel mundial, en la región latinoamericana, específicamente los fenómenos políticos en Argentina.
Se observa que ninguno de los cursos contemplados en el plan de estudios propone de
manera directa el tema de la Cultura de Paz o alguno de sus componentes. Aquí se omiten aquellos cursos que proponen directamente profundizar en la temática latinoamericana, debido a que estas aproximaciones alimentan la generación de conceptos propios para la región (Universidad Torcuato di Tella, s.f.).
Estados Unidos Mexicanos En México, la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM (2012) ofrece el
programa de Maestría en Estudios Políticos y Sociales que tiene como objetivo preparar al estudiante para afrontar la realidad latinoamericana, así como prepararlo para un posible doctorado. Los conocimientos impartidos desde el programa abordan temáticas interdisciplinares que se ven dirigidos a incentivar la convivencia entre las distintas disciplinas y formas de pensamiento.
De igual manera, la Universidad de Guadalajara (s.f.) cuenta con su programa de Maestría
en Ciencia Política, cuyo objetivo es desarrollar en los estudiantes conocimientos que permitan resolver problemas de índole política en México a nivel local con el fin de alcanzar y mantener la convivencia democrática.
Así se hace alusión a uno de los enfoques principales del programa: el estudio de las
democracias contemporáneas y los problemas que en ellas se presentan. El plan de estudios no aborda de manera directa la temática de Cultura de Paz. Pero se debe resaltar que, debido a que el estudio de los distintos tipos de democracia es uno de los énfasis principales de la maestría, el plan de estudios pone sobre la discusión el análisis de una variable vital en la concepción de Cultura de Paz (Universidad de Guadalajara, s.f.).
2.2 Estudios de Educación Superior en Colombia, perspectivas y Paz
2.2.1 Programas en Educación para la Paz Bien, en Colombia existen varios programas a nivel de Maestrías que buscan trabajar
temas de Paz, conflicto y Cultura de Paz de manera directa. Entre estos se destaca el programa de Maestría en DD.HH y Cultura de Paz en la Pontificia Universidad Javeriana de la ciudad de Cali, quien en convenio con la Universidad de la Paz UPEACE (de sede en Costa Rica)
Situación Actual en América Latina 41
de la Organización de las Naciones Unidas38, promueve la difusión y construcción de la Cultura de Paz y los DD.HH. a través de la educación para la Paz.
El programa trata la temática del conflicto en donde el poder (institucionalmente o
cotidianamente) cobra importancia. Así, los conflictos abordados desde los distintos tipos de violencia, son estudiados comparativamente y por medio de estudios de caso, con el fin de proponer nuevas alternativas al abordaje de conflictos desde una perspectiva de Paz, intercultural e interdisciplinaria. La maestría es propositiva, por cuanto no busca solamente un abordaje teórico del tema de la Cultura de Paz y la solución de conflictos, sino que basándose en los DD.HH busca dar a los estudiantes herramientas de acción para poder realizar el diseño o implementación de políticas y soluciones que desactiven la violencia en distintos escenarios (Pontificia Universidad Javeriana Cali, s.f.)
En la Universidad de Medellín se ofrece el programa de Maestría en Conflicto y Paz, desde
el año 2012. Esta maestría en profundización busca estudiar teórica y conceptualmente los conflictos, su fundamentación socio-política y cultural. Del mismo modo se busca acercarse a los estudios prácticos y teóricos de la construcción de Paz, haciendo énfasis en el caso colombiano, conflicto armado y sub-conflictos. Según la Universidad de Medellín (2012), la maestría hace la diferenciación entre conflictos violentos o no-violentos y se destaca el estudio de los conflictos desde sus distintas teorías y apreciaciones filosóficas, así como las soluciones que se han planteado al caso colombiano –y algunos casos a nivel global- para encontrar la Paz.
Cabe oponer a esto la percepción de conflicto que se plantea en la presentación del
programa, debido a que al afirmar que existe una diferencia entre conflictos violentos o no-violentos (Universidad de Medellín, 2012) se va en contra de la interpretación de conflicto como un elemento inherente al ser humano que sirve de trampolín para el desarrollo y que promueve cambios. Por lo tanto es importante aclarar nuevamente que el conflicto no es violento en su naturaleza, sino que, de acuerdo a cómo se gestione, puede resultar en actos de violencia o no-violencia.
Mientras tanto, la Maestría en Territorio, Conflicto y Cultura, en la Universidad del Tolima
(Universidad del Tolima, 2014) hace énfasis en la Violencia Estructural, de manera no intencional, al tratar como enfoque principal la temática rural, de la que se derivan asuntos de importancia actual como la pobreza, la inequidad, la exclusión social y política, otros tipos de violencias, y la repartición del territorio. Del mismo modo, el programa se concentra en los desarrollos culturales, socioeconómicos y políticos que se derivan de dichos asuntos.
La perspectiva regional de este programa, hace que sea un programa que promueve
conocimiento de regiones que hasta el momento habían estado relegadas en algunas áreas del conocimiento. Así, las denominadas áreas estratégicas de la maestría son tres: las dinámicas territoriales, sus patrones de desarrollo y sus ecosistemas estratégicos; el conflicto, con enfoque en la comprensión de conflictos específicos, prevención de la violencia y resolución de conflictos; y la cultura, con amplio énfasis en los procesos culturales desarrollados desde las dinámicas regionales, que la maestría denomina desarrollos ‘desde abajo’ (Universidad del Tolima, 2014).
Se observa que en esta maestría se estudian elementos de la Cultura de Paz, como el
conflicto en una perspectiva general y teórica, los DD.HH., y el estudio de conflictos
38 Ver sección 1.1.4
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
específicos, como por ejemplo los conflictos derivados del territorio, conflicto armado colombiano, problemas regionales, entre otros (Universidad del Tolima, 2014).
En la Universidad del Norte (s.f.), por otra parte, se ofrece la Maestría en Negociación y
Manejo de Conflictos, desde el año 2013, en la ciudad de Barranquilla. Este programa busca acercarse al estudio riguroso de los conflictos, con el fin de crear espacios para el diálogo y la convivencia, por lo tanto es importante su mención en la temática de Cultura de Paz. El acercamiento al conflicto se hace desde una perspectiva positiva, al acogerse al concepto de conflicto como algo positivo, posibilitador del cambio e innato a la naturaleza humana.
Esta maestría tiene un alto nivel en componentes de Cultura de Paz debido a que su eje
principal es el estudio de los conflictos. Los estudiantes se forman tanto en las concepciones teóricas del conflicto, así como en la aplicación práctica de herramientas que permiten acercarse a la gestión de los conflictos de una manera No-violenta. Así, la negociación, en ámbitos micropolíticos y macropolíticos se plantea como herramienta No-violenta para encontrar soluciones que beneficien a las partes envueltas en un conflicto (Universidad del Norte, s.f.).
Adicionalmente, en la Escuela Superior de Guerra (s.f.), se encuentra el programa de
Maestría en DD.HH y Derecho Internacional de los Conflictos Armados. Este programa tiene importante cabida en el análisis de la Cultura de Paz, debido a que es una maestría que trata temas de los estudios para la Paz, tales como los DD.HH. y el conflicto armado, desde la posición militar, una posición que en ocasiones se ve involucrada en el conflicto armado de manera directa.
El programa, de carácter investigativo, se concentra en el estudio de los DD.HH, el
Derecho Internacional Humanitario, así como en el Derecho Internacional de los Conflictos Armados (DICA), concentrando el conocimiento en el caso del conflicto armado colombiano. Profundiza también en la resolución de conflictos en un marco ético en un contexto democrático.
El ámbito militar se relaciona con la construcción de Cultura de Paz, debido a que los
conceptos de seguridad y defensa en un país y sus interpretaciones, determinan el accionar militar de una nación. Aquí se hace alusión a la materia Fundamento de la Estrategia y Naturaleza de la Guerra (Escuela Superior de Guerra Colombia, s.f.) Inicialmente, se podría considerar como una materia necesaria en la construcción de una Cultura de Paz, en tanto trabaja temas como el origen y las apreciaciones de la guerra; esto es necesario para entender por qué surge la guerra y la violencia, y de qué manera esto se puede evitar. Sin embargo, antes de afirmarlo, es necesario indagar a mayor profundidad el contenido de esta materia para asegurar que su contenido no justifica la respuesta violenta a los conflictos (así sea de parte del Estado), en cuyo caso no constituye una contribución a la Cultura de Paz.
En cuanto a la Universidad Externado, ésta tiene en su oferta académica la Maestría en
DD.HH y Democratización, uno de los pocos programas de educación superior en la ciudad de Bogotá, a nivel de maestría, que trabaja como línea principal temas que componen la Cultura de Paz (Universidad Externado de Colombia, s.f.). Se advierte que su énfasis se hace desde el derecho y la jurisprudencia, precisamente debido a que el programa busca preparar a los estudiantes en el respeto y el estudio de los procesos de protección de lo DD.HH. a nivel nacional e internacional.
También la Universidad Santo Tomás (2012) en la ciudad de Bogotá, ofrece desde el año
2006 un programa de similar eje temático: la Maestría en Defensa de los DD.HH y el DIH
Situación Actual en América Latina 43
ante Organismos, Tribunales y Cortes Internacionales. Esta maestría es de profundización y también tiene un énfasis jurídico. Así, busca que los estudiantes adquieran las herramientas necesarias para para solucionar situaciones jurídicas para defender los DD.HH y el DIH. También, se trabajan en el programa temas necesarios en el contexto colombiano como los crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y otras violaciones a los DD.HH.
Ahora bien, en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), en la sede
de Tunja, se ofrece la Maestría en DD.HH. Su énfasis no es netamente jurídico, sino que busca estudiar los DD.HH. de manera interdisciplinaria, para que a partir de su análisis, los estudiantes aborden problemáticas de índole ética y sociopolítica. Sus grupos de investigación trabajan en las siguientes líneas: DD.HH y medio ambiente, y teoría y praxis de los DD.HH. Además recibe apoyo del grupo de seguridad y defensa de la Universidad Nacional de Colombia, la Sociedad Colombiana de Pedagogía (SOCOLPE) y el observatorio de DD.HH UPTC (Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. UPTC, 2014).
Otro programa que propone la construcción de Paz es la Maestría en Conflicto Social y
Construcción de Paz de la Universidad de Cartagena (2013). Esta maestría tiene un fuerte énfasis social, y por ende se busca que el estudiante, a través de la teoría y la metodología aprendida, aplique en la práctica procesos de transformación que generen la cohesión social. Así, los egresados son capaces de construir formas de acceso a la justicia, diseñar programas de transformación de conflictos, promover el dialogo y la negociación cultural, así como promover la no-violencia y el respeto a los DD.HH.
Finalmente, en la Universidad de Pamplona (2008) se desarrolla la Maestría en Paz,
Desarrollo y Resolución de Conflictos desde el año 2007. Este programa trabaja en la línea de Estudios e Investigación para la Paz, y por lo tanto su enfoque principal es el estudio de las causas de los distintos tipos de violencia, desde una perspectiva de Paz positiva, así como el estudio a profundidad de las conceptualizaciones de dicha Paz.
La maestría tiene como objetivo promover el pensamiento crítico y, a diferencia de otros
programas que también lo promueven, este programa deja claro que el pensamiento crítico acompañado de la solidaridad y la responsabilidad es capaz de generar cambios sociales sostenibles, que además promuevan la resolución de conflictos de manera No-violenta.
2.2.2 Programas en Estudios Políticos En el caso colombiano, se realizará primero una descripción a nivel nacional, debido a
que el caso de estudio es Bogotá. En los próximos capítulos se hará énfasis y se profundizará en las maestrías en ciencia o Estudios Políticos ofrecidos en la ciudad de Bogotá, por lo tanto se omite en esta sección.
En la ciudad de Medellín encontramos tres diferentes programas de maestría en el área de
los Estudios Políticos. En primer lugar, en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín (s.f.) se oferta la Maestría en Estudios Políticos desde el año 2013. Su objetivo es el estudio teórico y el análisis crítico de la Ciencia Política, así como las relaciones internacionales desde el contexto de los conflictos políticos contemporáneos y desde la interdisciplinariedad de la cultura, a nivel nacional y a nivel latinoamericano. El Grupo de Investigación en Estudios Políticos de la Universidad Pontificia Bolivariana asociado a la maestría trabaja dos áreas de investigación: las Teorías Políticas y las Relaciones Internacionales (Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, s.f.)
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
De igual manera, la sede de la ciudad de Medellín de la Universidad Nacional de Colombia cuenta con la Maestría en Estudios Políticos (s.f.). Este programa busca fomentar el análisis crítico de los métodos y teorías políticas. Se enfoca en formar profesionales que sean capaces de desempeñarse tanto en el área del poder público y la toma de decisiones, como en la academia aportando al análisis político desde la rigurosidad teórica (Universidad Nacional de Colombia. Sede Medellín, s.f.)
Por último, en la Universidad de Antioquia se ofrece la Maestría en Ciencia Política, en
donde se busca abordar la problemática del poder y la política en un contexto colombiano. Se puede observar en su plan de estudios, otorgado por el Instituto de Estudios Políticos (entrevista, 13 de Febrero de 2014) que ninguna de estas materias o seminarios trabaja de manera directa el tema de la Cultura de Paz o de alguno de sus componentes. Sin embargo se podría subrayar la materia Problemas políticos en América Latina en el sentido en que esta materia trabaja la problemática latinoamericana y de allí se pueden generar aproximaciones conceptuales a problemáticas propias de la región.
En la Universidad de Caldas (s.f.) se ofrece el programa de Maestría en Estudios Políticos
asociada a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Este programa es único a nivel regional y se divide en cuatro áreas temáticas: a) teoría política, b) gobernanza, c) relaciones internacionales y d) investigación (Universidad de Caldas, s.f.)
A diferencia de los programas descritos hasta el momento, en esta maestría se ofrece el
seminario Procesos de Paz y Negociación de Conflictos, que trata directamente temáticas importantes que componen el concepto de Cultura de Paz: la Paz, la negociación y el análisis de ejemplos específicos de conflictos y solución de ellos. Por lo tanto este programa se destaca en su intento por ofrecer una perspectiva de educación para la Paz desde los Estudios Políticos.
Finalmente, en la Universidad de Norte (s.f.) en la ciudad de Barranquilla se encuentra
ofertada la Maestría en Ciencia Política y Gobierno. El énfasis principal de este programa es el estudio de lo gubernamental y lo político, de ahí que el estudio de la democracia cobre gran importancia, tanto como la estructura de la política, los procesos políticos y sus resultados. A través de su plan de estudios se busca formar a los estudiantes en los conceptos teóricos y las metodologías de la Ciencia Política así como se busca otorgarles las herramientas necesarias para la toma de decisiones y para el análisis de la coyuntura socio política, para que de manera crítica se propongan soluciones a los problemas a nivel local y global.
Es claro que no es suficiente analizar el contenido de un programa cuando hablamos de
educación para la Paz. Alfonso Fernández Herrería (ed.) (2000) propone la perspectiva de la educación para la Paz desde la estructura, es decir, la educación en Paz. Esta hace referencia a la forma en que cualquier asignatura es impartida, a la manera en que se vive la clase, independientemente de lo que se dice. Este análisis más profundo se realizará con el caso de estudio delimitado para esta tesis en el siguiente capítulo.
Caso de Estudio: Bogotá 45
3. Caso de Estudio: Bogotá En este capítulo se realizará el análisis del caso de estudio específico propuesto: los
programas de maestría en Ciencia Política o Estudios Políticos ofrecidos en Universidades de la ciudad de Bogotá. Dicho análisis se hará teniendo en cuenta las concepciones generales y actuales de Cultura de Paz propuestas en el marco teórico. Ya se hizo, en primer lugar, un breve acercamiento a lo que se entiende por cultura y por Paz, para de esta manera poder entender si las especificidades de América Latina permiten o no crear una Cultura de Paz propia de y para la región.
Adicionalmente, este análisis se realiza desde una visión curricular más profunda debido
a que se tuvo acceso a los programas de las materias. A partir del cuerpo teórico que sostiene la investigación, se propusieron variables (propiedades específicas) de Cultura de Paz que, para el marco de este estudio, son aquellas que se deben tener en cuenta para fomentar la Cultura de Paz desde la Ciencia Política. Estas variables fueron consignadas en una matriz (Ver Matriz en Anexo A), y así mismo modeladas en el Círculo Académico de Cultura de Paz, que permite identificar cuáles materias -de las ofrecidas en las maestrías de las facultades a analizar- son materias que fomentan y construyen directa o indirectamente (a través de un currículo oculto) dicha Cultura de Paz. Las variables, así como el Círculo Académico de Cultura de Paz propuesto, serán explicadas en este capítulo más adelante.
Como se planteó anteriormente, en este estudio el análisis se enfocó en los programas de
maestría en Ciencia Política o Estudios Políticos, en las facultades de la ciudad de Bogotá, durante el periodo delimitado desde el año 2011 (enero) hasta el año 2013 (diciembre), ciñéndose así al gobierno del presidente Juan Manuel Santos. A partir de la observación que se hizo de los programas ofrecidos a nivel nacional se llegó a la delimitación específica de la ciudad de Bogotá.
Ahora bien, es preciso resaltar que, dentro de un enfoque sintético, se encontró que los
enfoques metodológicos y teóricos de aproximación a los Estudios Políticos y a la Ciencia Política en América Latina, no se diferencia en gran medida de los enfoques a nivel colombiano (cada maestría tiene un énfasis nacional específico, pero todas comparten el interés por analizar la realidad latinoamericana desde la disciplina política). Se encontraron también vínculos entre las temáticas propuestas por las maestrías a nivel nacional y las maestrías ofrecidas en la ciudad de Bogotá, lo que permite, en cierta medida, transpolar el análisis del Estudio de Caso a un nivel Nacional39 y latinoamericano.
A continuación se listan las Universidades que en la ciudad de Bogotá ofrecen uno o más
programas de maestría en el campo de la Ciencia Política y/o los Estudios Políticos y las
39 En ningún momento se busca desmeritar el análisis desde otras regiones del país y dar prelación solamente al análisis urbano. Las similitudes encontradas servirán de factor delimitador del tema de la investigación. Igualmente el objetivo del análisis de las maestrías no es de carácter comparativo, es de análisis de la situación actual.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Universidades con las que se encontraron vínculos40. De esta manera, cuatro Universidades con cinco programas en total constituyeron la muestra de esta investigación41.
UNIVERSIDAD PÚBLICA PRIVADA PROGRAMA DE
MAESTRÍA SIMILITUD
ENCONTRADA CON:
Universidad de los Andes
X Maestría en Ciencia Política
Maestría en Estudios Políticos, Universidad de Caldas.
Maestría en Ciencia Política y Gobierno, Universidad del Norte.
Universidad Javeriana
X Maestría en Estudios Políticos
Maestría en Ciencia Política y Gobierno, Universidad del Norte.
Maestría en Estudios Políticos, Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín
Universidad Católica de Colombia
X Maestría en Ciencia Política
Maestría en Estudios Políticos, Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.
Maestría en Estudios Políticos, Universidad de Caldas.
Maestría en Ciencia Política y Gobierno, Universidad del Norte.
Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá.
X
Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos
Maestría en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales
Maestría en Estudios Políticos, Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.
Maestría en Estudios Políticos, Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín.
Maestría en Estudios Políticos, Universidad de Caldas.
Tabla 1: Universidades Analizadas. Elaboración de la Autora.
3.1 Círculo Académico de Cultura de Paz A partir del cuerpo teórico que sostiene la investigación, se propusieron variables
(propiedades específicas) de Cultura de Paz, que permiten identificar cuáles materias -de las
40 Según la observación realizada a nivel nacional. 41 Se excluye la Universidad del Rosario con su programa de Maestría en Estudios Políticos e Internacionales de la muestra, debido a la no cooperación del programa en proporcionar los planes de estudio solicitados con el único fin del análisis para esta tesis.
Caso de Estudio: Bogotá 47
ofrecidas en las maestrías de las facultades a analizar- son materias que fomentan y construyen directa o indirectamente (a través de un currículo oculto) dicha Cultura de Paz. A continuación se describen las trece variables propuestas, así como su pertinencia en el contexto latinoamericano.
- Contextos teóricos o prácticos y marcos interpretativos de la C.P: para hablar de Cultura de Paz, es necesario estudiar sus contextos y marcos teóricos. Debido a las múltiples interpretaciones que tiene la Cultura de Paz, se hace indispensable poner sobre la mesa sus distintas definiciones, teorías y aproximaciones que se han hecho desde los estudios de la Paz al respecto.
Esto es pertinente en el contexto latinoamericano, pues como se estableció en el marco
teórico de esta investigación, América Latina es una región en donde predomina la violencia cultural. La alternativa frente a los distintos tipos de violencia, legitimados desde la cultura, es el establecimiento de una Cultura de Paz. Pero para empezar a promoverla, desde las esferas micro- políticas, es necesario estudiar su verdadero significado. Nuestra región necesita estudiar la Cultura de Paz de manera teórica, no desde posiciones estigmatizadoras, y para eso es necesario su estudio y/o su discusión.
- Diálogo: no puede existir Cultura de Paz si no existe el diálogo. Por lo tanto el estudio del diálogo puede llevar o no a su construcción. La perspectiva desde la cual se entienda el concepto de diálogo, influirá innegablemente en la política, por cuanto ambas están unidas por un fuerte vínculo. De acuerdo a si este diálogo se interpreta desde la perspectiva hobbesiana - como mera negociación-, o más desde la visión de Habermas -deliberación abierta-, entre otras, se interpretará al otro como diferente o igual y se buscarán acercamientos o se generarán alejamientos ante la solución de un conflicto. En el diálogo queda claro cómo se reconoce uno con el otro y como se interpretan las diferencias.
Es pertinente en el contexto latinoamericano porque es claro que existen distintas
versiones sobre lo que es el diálogo que predominan en la región, que se alejan de la perspectiva de que el diálogo no debe buscar la sumisión del otro. Desde una mirada que se acerca más a Gadamer y a Aristóteles, el diálogo debe buscar elementos comunes entre las partes interlocutoras para que ambas se reconozcan en el otro. De esta manera estudiar y discutir sobre esta variable, ayuda a que en el continente nos acerquemos a una perspectiva más positiva del diálogo. Uno que permita que se lleguen a acuerdos en donde ambas partes busquen, no un punto medio de coexistencia, sino un punto de convivencia pacífica.
- Reconciliación: la reconciliación fomenta la Cultura de Paz, en tanto esta significa dejar atrás el remordimiento que generan los conflictos y las guerras. Reconciliarse es aceptar el pasado, no olvidándolo, pero restituyendo el presente que generó tal pasado. Sin la reconciliación no hay perdón, y con rencor y resentimiento, se fomenta la cultura de la violencia a través de los sentimientos de venganza y odio.
Es pertinente en el contexto latinoamericano porque la historia de América Latina y de su
pasado, indigno si se quiere, ha estado altamente cargada de violencia. La mayoría de los países latinoamericanos han estado azotados por dictaduras crueles y por grandes derramamientos de sangre. Además de esta violencia política, otros tipos de violencia han afectado a los latinoamericanos, dejando a sus espaldas víctimas por doquier. América Latina a pesar de su gran potencial de confrontación, desalienador y humanístico, se ha quedado estancada en la búsqueda de respuestas a sus conflictos por su saturación violenta basada en
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
la venganza y el odio. La reconciliación es necesaria si se quiere superar cualquier tipo de conflicto de manera perdurable y duradera, incluso en los conflictos políticos.
- Filosofía de la Violencia: para entender por qué es necesario el cambio cultural hacia la Paz, es indispensable entender la violencia y la filosofía tras ella. De esta manera podemos ponernos en los zapatos de los demás, beneficiando otros elementos que componen la Cultura de Paz, como el diálogo, la convivencia y la reconciliación. Entendiendo qué fundamentos filosóficos hay tras de la violencia, podremos dar un primer paso en la construcción de alternativas y de contraargumentos que favorezcan el cambio cultural hacia la legitimación de la Paz.
Si bien es claro que no todos los conflictos desembocan en violencia, la mayoría de los
actos violentos (de tipo directo, estructural, cultural, etc.) provienen de una respuesta no pacífica de un conflicto. La violencia, hace énfasis en la imposición y la negación de las diferencias. Es vital el entendimiento de la violencia y sus justificaciones filosóficas, en la medida en que dan una idea de su origen y así mismo de su solución misma. Es en las razones que llevan a la violencia en donde residen las respuestas pacíficas a un conflicto. Por lo tanto, si queremos hablar de Paz en América Latina, para a partir de ahí buscar trasladarla a un universo cultural, debemos entender primero la violencia, a pesar de que esta sea una visión negativa de la Paz.
- Filosofía de la Paz: de manera paralela, para instaurar una Cultura de Paz, debemos saber que es la Paz y los fundamentos filosóficos que la soportan. La legitimación de la respuesta pacífica a un conflicto en una sociedad no puede darse si la sociedad no entiende que es la Paz, y la estigmatiza de manera negativa, gracias al arraigo de la cultura de la violencia en nuestra sociedad. Es necesario estudiar y tener presentes las distintas discusiones que se dan desde la academia acerca de la Paz y sus interpretaciones.
En el contexto latinoamericano, en donde existen conflictos políticos que han superado
más de medio siglo, se han generado diversos estudios, investigaciones y escritos respecto a la Paz e investigación para la Paz. Estudiar la Paz y sus orígenes filosóficos ayudarán cada vez a acercarnos más al concepto y a la interpretación positiva de dicha Paz, permitiendo así que en la región se legitimen las salidas pacíficas a los conflictos. El conocimiento de las visiones desde las cuales se entiende la Paz, ayuda al entendimiento de distintos conflictos y al planteamiento de respuestas diferentes.
- Convivencia: una sociedad en donde prevalezca la legitimación de la Paz por encima de la violencia, es una sociedad en donde sus miembros conviven en armonía. Más allá de la sobrevivencia en nuestra sociedad, y más allá de coexistir con el otro, debemos convivir con el otro. Esto significa estar en un constante diálogo con el otro en donde se reconocen y se celebran las diferencias, y además se busca aprender de la posición del otro.
En el contexto latinoamericano se ha avanzado en el reconocimiento de la
multiculturalidad en la región. Sin embargo este concepto es contradictorio, en la medida en que la multiculturalidad se queda en el reconocimiento de las diferencias y en la tolerancia. Al tolerar al otro, nos estamos parando en un punto aún lejano, en donde la coexistencia es un estado de tensión que puede estallar ante la aparición del más pequeño conflicto. Para superar esto, es necesario dar el siguiente paso que va desde la tolerancia, por sobrevivencia, y desde la coexistencia, hasta la convivencia. Solo así, en América Latina se podrá dar un verdadero paso hacia la celebración y puesta en práctica de la multiculturalidad.
Caso de Estudio: Bogotá 49
- Acción Política No-violenta: esta visión implica entender el poder político como el canal a través del cual se implementan las reformas sociales necesarias y se alcanzan las reivindicaciones de distintos grupos de la sociedad. La Cultura de Paz, no puede ser la cultura de la indiferencia y de la inacción frente a las injusticias y frente a los conflictos, todo lo contrario. Una sociedad en donde predomina la Cultura de Paz, es una sociedad en donde se participa y se lucha activamente por ideas y por la materialización de las mismas, por medio de canales no-violentos.
América Latina está altamente cargada de un sentimiento de lucha, de insurgencia, en
contra de las injusticias y desigualdades causadas por la Violencia Estructural, entre otras. Parece obvio afirmar que existen y han existido quienes luchan por valores e ideales como la justicia social, la igualdad, la participación política, e incluso la Paz, entre otros; pero estas luchas han estado fuertemente influenciadas por la legitimación de la violencia como estrategia de lucha. La acción política No-violenta toma importancia en este contexto latinoamericano en el sentido en que se presenta como alternativa de lucha para alcanzar los mismos objetivos a través de estrategias pacíficas, en el sentido activo de la palabra. Claros ejemplos de esto también se ven en nuestra región. No obstante han tenido una respuesta violenta a cambio. Esto deja claro, que ambas caras de un conflicto deberían entender que es la acción política No-violenta.
- Conflicto: la palabra conflicto sale a relucir distintas veces cuando se habla de Paz o de Cultura de Paz, por lo tanto los fundamento teóricos del conflicto se plantean como una variable infaltable en el desarrollo de esta. La Cultura de Paz es así mismo la cultura de gestión de conflictos, por lo que su estudio teórico permite tener un mayor acercamiento a las distintas visiones de un conflicto, a su entendimiento. Es necesario aclarar que el conflicto solo es negativo en tanto se maneje de manera negativa.
Acercarse al conflicto en la teoría genera bases conceptuales fundamentales a la hora de
acercarse a un conflicto de manera práctica. Sin el conocimiento intelectual, no podremos analizar un conflicto en la realidad, debido a que las bases conceptuales nos darán herramientas de interpretación. En América Latina, dada la existencia de varios conflictos, cada uno de distinta naturaleza, se hace indispensable tener buenas bases teóricas, y así mismo ayudará a la hora de plantear soluciones, transformaciones o gestiones. El conflicto es el potencial del cambio, y es preciso entenderlo para manejarlo desde una perspectiva positiva que derive en el cambio y en la creación y no en la violencia y la destrucción.
- Entendimiento de un Conflicto en específico42: Entender un conflicto en específico, sus causas, sus dinámicas, sus metodologías, etc., es necesario pues de ellos se aprende en la práctica cómo se gestiona, se trasforma o se soluciona un conflicto. De un ejemplo concreto se pueden aprender valiosas lecciones a través del construir intelectual, en la construcción de la Paz.
Al analizar y entender un conflicto en concreto, se plantean preguntas fundamentales, o
se da un acercamiento a respuestas frente a inquietudes como democracia, justicia, Paz, reconciliación, perdón, sistema político, negociación, Estado, diálogo, etc. De manera que acercarse a un conflicto en la práctica aviva el debate frente a distintas cuestiones que desde la academia deben ser puestas en discusión, para que a partir de ahí se genere nuevo
42 En cuanto al estudio de dicho conflicto en general, o de sus actores, las dinámicas de la guerra, las dinámicas de la Paz (víctimas, movilizaciones y protestas), así como estudio o aproximaciones al postconflicto.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
conocimiento que ayude a la construcción de Paz y a la finalización de la violencia en América Latina.
- Perdón: el perdón es indispensable -dejando claro que este no es sinónimo de olvido- en la construcción social de una Cultura de Paz. Sólo con el perdón se puede entablar un verdadero diálogo cuando existe un conflicto ya sea violento o no, se puede ceder y llegar a acuerdos, se puede interpretar de manera propositiva el pasado y se puede construir una Paz sostenible en el futuro. Este va de la mano con la reconciliación, por cuanto sin el primero, no se logrará la segunda.
La Paz, supone la redención de culpas de todos, es admitir que todos los actores de un
conflicto contribuyen a él y a sus consecuencias. Es por eso que los mismos actores cumplen un papel fundamental en la búsqueda del perdón en aras de alcanzar la reconciliación. América Latina necesita del perdón para superar las vicisitudes que ha tenido que enfrentar de manera segura y duradera. Es una variable innegable en las etapas de post-conflicto.
- Víctimas y Memoria: por un lado, el reconocimiento de las víctimas que genera un conflicto que se ha tratado con violencia es un primer paso en la búsqueda de soluciones a tal situación. Hasta que no se reconozcan y se reparen a los afectados en una situación de violencia, no se podrá generar el perdón y la reconciliación necesarios en la construcción de una Cultura de Paz. Por otro lado, la memoria permite que no se caiga en el olvido y que el recuerdo de las consecuencias negativas de la violencia sea un impedimento para que dicha violencia se repita en el futuro.
Estas variables tienen pertinencia en el contexto latinoamericano, pues no se puede negar
su pasado y presente violento, si se busca que la región se mueva en una dirección de legitimación de la Paz como método para enfrentarse a los conflictos. Con el mal manejo que se le da a los conflictos que han derivado en violencia, han aparecido millones de víctimas. Si se identifican y se genera un acercamiento a ellas como una prueba histórica de que la violencia no sirve como gestora de conflictos, nos encaminaremos al alcance de una Paz duradera y estable.
- DD.HH: El conocimiento, respeto y garantía de los DD.HH, hace parte de los valores de una sociedad en donde la cultura predominante sea la de la Paz. Estos derechos fundamentales garantizan que los seres humanos alcancemos todas nuestras potencialidades, sin obstáculos ni negaciones, característica importante en la Cultura de Paz.
Como se estableció en el marco teórico de esta investigación, y reiterando nuevamente,
América Latina es una región en donde predominan distintos tipos de violencia. Esto tiene como resultado que existan graves violaciones a los DD.HH. Es por eso que el estudio de ellos, es un paso necesario en la generación de una nueva sociedad en Paz. América Latina necesita estudiar los DD.HH con el fin de identificar hacia donde se deben dirigir sus sociedades.
- Democracia: En esta investigación se hace énfasis en que no puede existir Cultura de Paz si no es en un sistema democrático. Ningún sistema autoritario permite la realización del cultivo de valores que permite legitimar la Paz culturalmente. Por eso acercarnos a las distintas perspectivas e interpretaciones de la democracia es un paso fundamental en el direccionamiento de una sociedad a un sistema más justo.
Caso de Estudio: Bogotá 51
Para alcanzar una democracia en donde se fomente la Paz y la Cultura de Paz es necesario estudiarla y discutir los planteamientos que alrededor de este concepto se generan. Por lo tanto, los distintos modelos de democracia que se pueden ver en el continente deben servir como herramienta para analizar desde una perspectiva intelectual, cuál es el mejor camino a seguir en la construcción de una sociedad justa en donde todos y todas participen de manera equitativa.
De dichas variables se plantea el Círculo Académico de la Cultura de Paz (Ver Gráfico 1)
para sintetizar lo que, para este estudio, es indispensable fomentar desde la educación en la disciplina de los Estudios Políticos. Este modelo está inspirado en el Modelo Integral de Educación para la Paz propuesto por Abelardo Brenes (Brenes, 2004) en donde se proponen los valores que se deben tener en cuenta en la educación para la Paz. La diferencia yace en que el Círculo Académico de la Cultura de Paz hace referencia a las variables que desde los Estudios Políticos constituyen una manera de construir y fomentar Cultura de Paz en los estudiantes.
Las variables propuestas en este estudio, y anteriormente explicadas, tienen una relevancia
clara en el contexto latinoamericano, que es el núcleo básico que se propone. Configurar a América Latina como el centro asegura que la construcción de Cultura de Paz se realice en respuesta a las necesidades básicas de la región. Igualmente, las variables se organizan en cuatro grandes enfoques importantes que se deben tener en cuenta desde las asignaturas dictadas en las maestrías en Ciencia Política o Estudios Políticos.
El Conocimiento y Entendimiento, en donde se permite aproximar de manera crítica y reflexiva
al estudiante a las variables de la Paz, la Violencia y la Cultura de Paz; el Reconocimiento y el Accionar, en donde se da prelación a las variables de acción, ya sea en el ámbito micro-político o macro-político; el Sistema Político y la Toma de Decisiones desde donde se busca la reflexión sobre el ámbito marco-político y la discusión de cómo la Paz entra a jugar un papel importante en el sistema político; y la Realidad Práctica, desde donde los estudiantes pueden aplicar los conocimientos teóricos a la práctica cerrando la brecha entre teoría y realidad. Ya sea que una asignatura se pare en todas las variables, o solo en una, estará contribuyendo en mayor o menor medida a la construcción de una Cultura de Paz desde la disciplina política.
El núcleo también lo compone el currículo oculto, debido a que no interesa a qué variable
se esté refiriendo una asignatura si esta no promueve los valores de la No-violencia y el respeto por el otro a partir de la metodología del profesor y de la promoción del diálogo abierto entre estudiantes.
3.2 Análisis Cuantitativo Si bien la recolección de los programas académicos de las Maestrías escogidas tuvo éxito,
no se obtuvo la mima información de cada programa, debido a las políticas propias de cada institución. Así pues, de algunos programas se obtuvo acceso a los currículos de todas las asignaturas obligatorias y electivas, y de otros se obtuvo solamente la información de las asignaturas obligatorias que se ofrecieron durante el periodo de estudio. De la Universidad de los Andes, por ejemplo, solo se obtuvo una muestra de las materias ofrecidas, entre electivas y obligatorias, dentro del periodo de estudio. A continuación se presenta un breve análisis cuantitativo de cada uno de los programas analizados, basado en la información otorgada por las directivas de las Facultades en cada Universidad43.
43 Es necesario aclarar que, a pesar de que los estudiantes de las diferentes maestrías analizadas pueden inscribir materias que pertenecen a otros programas de maestría, en el presente estudio solamente se analizaron las asignaturas ofrecidas
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Gráfico 1. Círculo Académico de Cultura de Paz. Elaboración de la Autora.
3.2.1 Pontificia Universidad Javeriana La Universidad Javeriana ofrece la Maestría en Estudios Políticos y busca crear un espacio
analítico y propositivo en donde se discutan los problemas actuales de las diferentes entidades territoriales en el país. (Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, s.f.). Gracias a la información dada por Yeymy Andrea Ardila Ávila, coordinadora de estudiantes de posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales (comunicación electrónica, 29 de julio de 2013), con la autorización del director de la Maestría Andrés Dávila Ladrón de Guevara (comunicación personal, 24 de julio de 2013) se logró conocer la oferta académica de las materias, sin diferenciación entre obligatorias y electivas, para el periodo de estudio, así como su contenido programático.
directamente por los programas de maestría en Ciencia Política o Estudios Políticos, porque las asignaturas ofrecidas reflejan de cierta manera el interés de la Maestría por ciertas temáticas, así como la concordancia con sus líneas de investigación y la especialidad de los profesores asociados a estas maestrías.
Caso de Estudio: Bogotá 53
Entonces, para el periodo 2011-I a 2013- II se pudo observar la siguiente oferta académica: a) Análisis de las Políticas Públicas, b) Derecho Internacional Humanitario y los DD.HH en la Política Mundial, c) Economía Política del Gasto Social, d) Políticas Sociales, e) Proceso Sociopolítico Contemporáneo en América Latina, f) Participación Política, g) Pensamiento político contemporáneo: la cuestión del biopoder, h) Política Colombiana, i) Fundamentos de Política Social, j) Introducción a los Estudios Políticos I, k) Participación política y electoral en Colombia, l) Seminario de Investigación I, m) Seminario de Investigación II, n) Teoría del Estado, o) Teoría de Conflictos, p) Conflictos Armados, Estado y Post-Conflicto, q) Estado Nación y Globalización, r) Gestión de Proyectos Sociales, s) Sistemas Políticos Comparados, t) Evaluación de Políticas Sociales, u) Formulación de Proyectos, v) Estado Nación y Globalización, w) Globalización, y x) Política y Ética Pública.
Así pues, en un análisis inicial de los programas ofrecidos en el periodo 2011-I a 2013-II,
sin entrar a analizar el contenido de cada asignatura, se observa que de las materias ofrecidas cada semestre, ninguna hace referencia directa a la Cultura de Paz en su título, y solamente tres materias hacen referencia a, por lo menos, una de las variables descritas en el Círculo Académico de la Cultura de Paz: a) Teoría de Conflictos, b) Conflictos Armados, Estado y Post-Conflicto y c) Derecho Internacional Humanitario y los DD.HH en la Política Mundial (Ver Matriz Anexo y Tabla 1).
Tabla 2: Asignaturas Universidad Javeriana Bogotá. Elaboración de la Autora.
3.2.2 Universidad Nacional de Colombia
Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos- MAEPLA La Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional en
Bogotá ofrece la Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos. Esta Maestría tiene como objeto dotar a los estudiantes de herramientas y habilidades que les permitan aproximarse a la solución de problemas disciplinares y profesionales, desde una perspectiva cultural, social y económica latinoamericana, desde la disciplina de la Ciencia Política. (Universidad Nacional de Colombia Bogotá, 2014). Gracias a la información otorgada por el director del Departamento y Área Curricular de Ciencia Política, Julio Rafael Quiñonez Páez (2013) se logró conocer la oferta académica de las materias, diferenciando entre obligatorias y electivas, para el periodo de estudio, así como su contenido programático.
En el análisis realizado se observó que para el periodo 2011-I a 2013-II se ofertaron las
siguientes materias, obligatorias y electivas, de las cuales ninguna hace referencia directa a la Cultura de Paz en su título. Así de las obligatorias se ofrecieron a) Seminario de Investigación
Año 2011 2011 2012 2012 2013 2013
Periodo Académico I II I II I II
Número de Materias
Ofrecidas 17 19 20 19 19 19
Número de Materias C.P
en Título 0 0 0 0 0 0
Número de Materias
Elemento Matriz en
Título 3 3 3 3 3 3
Universidad Javeriana Bogotá
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
I, b) Seminario de Investigación II, c) Seminario de Investigación III, d) Proyecto de Tesis, e) Proyecto de Trabajo Final, f) Propuesta de Trabajo Final, g) Tesis de Maestría, y h) Trabajo Final de Maestría.
De las electivas encontramos una vasta oferta: a) Pensamiento Político en América Latina,
b) Desarrollo y Desarrollo Rural en América Latina, c) Geopolítica y Política de los Recursos Minero-Energéticos en América Latina, d) Constitución y Política en América Latina, e) Multiculturalismo: La Universalidad en Cuestión, f) Políticas Públicas de Seguridad y Defensa en América Latina, g) Cultura Política y Subjetividades en América Latina, h) Partidos Políticos y Sistemas de Partidos en América Latina, i) Análisis de Políticas Públicas y Democracia, j) Crisis capitalista, reconfiguraciones del orden mundial y América Latina, k) Investigación en Estudios Internacionales un acercamiento y acompañamiento metodológico, l) Planeación Territorial y Participación, m) Procesos de Paz, Análisis en perspectiva comparada, n) Producción social del espacio y geografías de la acumulación, o) La dinámica del cambio político en Colombia, p) Políticas Públicas y ordenamiento Territorial, q) Análisis Económico de la política, r) Métodos cuantitativos para la evaluación de políticas públicas, s) Análisis del discurso político entre cualitativo y cuantitativo, t) Teorías políticas y jurídicas sobre el estado de excepción, u) China y sus relaciones con América Latina, v) Movimientos Sociales y Proceso político en América Latina: los casos de Venezuela y Bolivia, w) Políticas Públicas y DD.HH., x) La Política Agraria y el Conflicto por la tierra en Colombia, y) Psicoanálisis y Política, z) Ambiente Políticas Públicas y Relaciones Internacionales, α) Migraciones Internacionales y Globalización, y β ) Construcción de los imaginarios de la nación en América Latina.
Aquí se debe destacar, el interés que debe despertar para los estudios en temas de Paz y
Cultura de Paz, la temática de la seguridad y la defensa en un país o región. Esto debido a que, como se ha dicho en secciones anteriores, las concepciones sobre la Paz y la violencia de los hacedores de políticas públicas, o su aproximación y la perspectiva sobre los conflictos, determinarán el accionar del Gobierno en términos de seguridad. Así, por ejemplo, un Gobierno podría justificar o no acciones violentas en nombre de la Paz.
Adicionalmente, se observa que las asignaturas i) Análisis de Políticas Públicas y
Democracia, m) Procesos de Paz, Análisis en perspectiva comparada, x) La Política Agraria y el Conflicto por la tierra en Colombia, y w) Políticas Públicas y DD.HH, proponen el estudio de variables del Cuadro Académico de la Paz desde el Sistema Político y la Toma de Decisiones, a partir de las variables Democracia y Derechos Humanos; desde el Conocimiento y Entendimiento, a partir de la variable Filosofía de la Paz; y desde la Realidad práctica, a partir del Entendimiento de un conflicto en específico.
Tabla 3:.Asignaturas Universidad Nacional. MAEPLA. Elaboración de la Autora.
Año 2011 2011 2012 2012 2013 2013
Periodo Académico I II I II I II
Número de Materias
Ofrecidas 7 11 13 15 13 10
Número de Materias C.P
en Título 0 0 0 0 0 0
Número de Materias
Elemento Matriz en
Título 0 0 2 1 2 2
Universidad Nacional MAEPLA
Caso de Estudio: Bogotá 55
Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales- IEPRI El Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, IEPRI, de la Universidad
Nacional en Bogotá ofrece la Maestría en Estudios Políticos y a través de esta busca formar a los estudiantes, a través de un enfoque interdisciplinario e investigativo, en las diferentes metodologías, técnicas y métodos del análisis político. Así mismo, cultivar en los estudiantes una cultura política democrática y aportar a los debates nacionales e internacionales en cuanto a la coyuntura del análisis político. (IEPRI Universidad Nacional de Colombia Bogotá, s.f.). Gracias a la información dada por la directora de la Maestría, María Teresa Pinto (entrevista, 31 de julio de 2013) se logró conocer la oferta académica de las materias, sin diferenciación entre obligatorias y electivas, para el periodo de estudio, así como su contenido programático.
La información que se obtuvo arrojó que a lo largo del periodo 2011-I al 2013-II se
ofertaron a manera general diecisiete materias, de las cuales no se identificó ninguna que propusiera la temática de Cultura de Paz de manera directa la Cultura de Paz en su título. No obstante se identificaron siete materias que plantean el estudio de elementos que componen una Cultura de Paz para América Latina. A continuación se listan las materias ofrecidas durante los semestres que componen todo el periodo de estudio: a) Universidad, Conflicto y Guerra, b) Historia, Cultura y Derecho en América Latina, c) Regímenes de acumulación y formas de regulación: la economía colombiana a lo largo del siglo XX, d) Democracia y represión: la paradoja del caso colombiano, e) Guerra insurgente, contrapoderes y prácticas judiciales, f) Métodos de investigación en la realización de Estudios Políticos, g) Los nuevos actores sociales y políticos en las relaciones internacionales, h) Negociando el Pasado: Las luchas por la memoria, i) Estudios Críticos de la Comunicación, j) La política exterior de Estados Unidos en la era global, k) Metodología de Investigación a Partir de Técnicas y Herramientas Informáticas, l) El problema del orden, el conflicto, la cooperación y la integración social y política, m) Teorías y Metodologías de la Investigación sobre Movilización Social, n) Análisis Crítico de Televisión y Ciudadanía, o) Conflictos armados y recomposición identitaria en América Latina, p) U.S. Scientific Policy since WWII, y q) Estudios sobre la Violencia y la Paz.
De estas, las siguientes fueron aquellas que proponen directamente desde su título uno o
más elementos considerados como vitales para la construcción de Cultura de Paz: a) Universidad, Conflicto y Guerra, d) Democracia y represión: la paradoja del caso colombiano, e) Guerra insurgente, contrapoderes y prácticas judiciales, h) Negociando el Pasado: Las luchas por la memoria, l) El problema del orden, el conflicto, la cooperación y la integración social y política, o) Conflictos armados y recomposición identitaria en América Latina, y q) Estudios sobre la Violencia y la Paz.
Tabla 4:.Asignaturas Universidad Nacional IEPRI. Elaboración de la Autora.
Año 2011- 2013
Periodo Académico 2011- I a 2013-II
Número de Materias
Ofrecidas 17
Número de Materias
C.P en Título 0
Número de Materias
Elemento Matriz en
Título 7
Universidad Nacional IEPRI
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
3.2.3 Universidad Católica de Colombia La Universidad Católica de Colombia ofrece la Maestría en Ciencia Política con Énfasis
en Paz e Integración y doble titulación con la Universtà degli Studi di Salerno (Italia). Ésta Maestría tiene como uno de sus objetivos principales promover la construcción de Paz, a través de la integración. De la misma manera, busca acercar al estudiante de forma interdisciplinaria a la Ciencia Política con el fin de formarle en instrumentos y capacidades de análisis del contexto internacional y nacional, así como la resolución de problema complejos a través de medios pacíficos. (Universidad Católica de Colombia, s.f.). Gracias a la información dada por el co-director de la Maestría, el Dr. José Alpiniano García-Muñoz, (entrevista, 24 de febrero de 2014), con la autorización del director de la Maestría el Dr. Antonio Scoccozza (comunicación personal, 5 de agosto de 2013) se logró conocer la oferta académica de las materias obligatorias, para el periodo de estudio, así como su contenido programático.
La información otorgada de las dieciocho materias obligatorias ofrecidas cada semestre
durante el periodo 2011-I a 2013-II, arrojó como resultado dos materias que proponen de manera directa en su título variables que componen la Cultura de Paz: Estrategias de Negociación, y Etiología del Conflicto. La totalidad de materias obligatorias ofertadas a los estudiantes durante el periodo de estudio fueron: a) Cultura Hispánica, b) Derecho Constitucional, c) Derecho Económico, d) Economía Política, e) Estrategias de Negociación, f) Etiología del Conflicto, g) Historia y geo-estrategia de los Países de Europa Oriental, h) Historia de las Instituciones Políticas, i) Historia de las Relaciones entre Estados Unidos y América Latina, j) Instituciones Políticas, k) Pensamiento Político, l) Política e Historia de Italia y Europa Contemporánea, m) Procesos de Integración Económica, n) Sistemas Políticos y Electorales Comparados, o) Teoría e Historia de la Razón de Estado y Política de potencia, p) Teoría General del Estado, q) Tesis y r) Trabajo de Grado.
Tabla 5: Asignaturas Universidad Católica. Elaboración de la Autora.
3.2.4 Universidad de los Andes Finalmente, la Universidad de los Andes ofrece su Maestría en Ciencia Política, cuyo
objeto principal es la construcción de conocimiento en la disciplina con el fin de que, tanto los estudiantes, como la misma academia, contribuyan a la solución de las problemáticas
Año 2011- 2013
Periodo Académico 2011- I a 2013-II
Número de Materias
Ofrecidas 18
Número de Materias
C.P en Título 0
Número de Materias
Elemento Matriz en
Título 2
Universidad Católica
Caso de Estudio: Bogotá 57
nacionales, con énfasis en el conflicto armado y democracia. (Universidad de los Andes, 2013). Gracias a la información dada por Carolina Gómez Segura, coordinadora académica de posgrados del Departamento de Ciencia Política (entrevista, 14 de marzo de 2014), se logró conocer parte de la oferta académica de las materias ofrecidas durante el periodo de estudio, así como su contenido programático.
Las materias fueron las siguientes: a) Análisis Político Colombiano, b) Teoría Social y
Política Contemporánea de América Latina, c) Seminario Teórico Política Comparada, d) Conflicto Armado y Procesos de Paz en Colombia, e) Negociar la Paz: mediadores, modalidades y técnicas, f) Justicia: las luchas por la memoria, g) Normatividad internacional: debates de teoría política internacional en el mundo del siglo XXI, h) Seminario de Partidos Políticos, i) Violencia política y construcción del Estado colombiano, j) la Política de la Tolerancia, k) la Política de las Políticas Públicas, l) Filosofía y Teoría Política: Pasado y Presente de las Ideologías Políticas, m) Comportamiento Político y Opinión Pública en Perspectiva Comparada, n) Instituciones Políticas Comparadas, y o) Seminarios de Metodología ofrecidos por la maestría.
Así pues, de los programas recibidos ninguno plantea de manera directa el estudio de la
Cultura de Paz. No obstante, la Maestría cuenta con cinco materias que plantean de manera directa en su título el estudio de las siguientes variables que componen la Cultura de Paz: conflicto, sus aproximaciones desde el estudio de un caso específico; Paz¸ desde la perspectiva de solución de conflictos para alcanzarla, justicia y memoria, violencia, y convivencia desde el estudio de la tolerancia, que es el paso que precede a la convivencia. Estos elementos son proyectados por: d) Conflicto Armado y Procesos de Paz en Colombia, e) Negociar la Paz: mediadores, modalidades y técnicas, f) Justicia: las luchas por la memoria, i) Violencia política y construcción del Estado colombiano, y j) la Política de la Tolerancia.
Tabla 6: Asignaturas Universidad de los Andes. Elaboración de la Autora.
3.3 Análisis Cualitativo Luego del análisis cuantitativo, queda claro que el título de una materia no dice todo sobre
ella, y a partir de este no se puede hacer un análisis profundo en cuanto a sus objetivos, contenidos y enfoques principales. Así, se analizaron todas las asignaturas de las cuales se obtuvo la información necesaria para contrastar el programa con la matriz de variables explicada anteriormente (todas las materias fueron enunciadas en la sección anterior). De esta manera, se logró identificar aquellas materias que, si bien no proponen directamente o intencionalmente el estudio y la construcción de Cultura de Paz, lo hacen a través de su
Año 2011- 2013
Periodo Académico 2011- I a 2013-II
Número de Materias
Ofrecidas con acceso
a programa 14
Número de Materias
C.P en Título 0
Número de Materias
Elemento Matriz en
Título 5
Universidad de los Andes
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
contenido y de su currículo oculto. Este análisis arrojó como resultado materias que influyen en la construcción de Cultura de Paz pues trabajan uno o más de las variables propuestas, de manera directa o indirecta, incluyendo las materias con un fuerte énfasis en los estudios de América Latina.
3.3.1 Pontificia Universidad Javeriana a) Introducción, elementos, estructura y proyecciones del derecho internacional humanitario y los
DD.HH en la política mundial los procesos de resolución de conflictos armados –justicia transicional. Esta materia fue dictada durante el periodo 2011-I a 2013-I por el profesor Víctor
Guerrero Apráez y se identifica como indispensable en la construcción de una Cultura de Paz debido a que propone la temática de la resolución de conflictos armados, desde una perspectiva normativa, teniendo en cuenta el Derecho Internacional Humanitario (D.I.H.) y los DD.HH (DD.HH.).
En la investigación se identificaron tres variables según la matriz propuesta. En primer
lugar, el estudio de los DD.HH, como eje transversal que se debe tener en cuenta ante cualquier solución de conflictos; en segundo lugar, el Entendimiento de un conflicto en específico. Además de estudiar el caso del conflicto armado colombiano, se estudian casos de como el de la Antigua Yugoslavia y Ruanda en sus soluciones al conflicto y a su aplicación del D.I.H. que permiten comprender mejor la jurisdicción universal. Por último, la variable Víctimas y Memoria, en cuanto en la asignatura el profesor hace referencia a la aparición de la víctima (su memoria y su búsqueda de reparación) como nuevo eje articulador de la búsqueda de la Paz. En este caso se hace referencia a las víctimas del conflicto armado colombiano.
Entonces, la asignatura introduce a los estudiantes al Derecho Internacional Humanitario
(D.I.H) y a los DD.HH (DD.HH.), desde una perspectiva legislativa, con el fin de presentar posibles salidas procedimentales ante una eventual guerra. En el caso particular de esta materia, el conflicto colombiano se toma como referente; el entorno político nacional es estudiado, así como la justicia transicional y la deshumanización del conflicto, con el fin de que los estudiantes propongan aplicaciones prácticas del D.I.H. y de los DD.HH.
Para el profesor Guerrero (2013) el estudio de esta asignatura se justifica en la necesidad
de conocer a fondo los conflictos armados, así como sus procesos de finalización y de reconciliación, debido a que el entendimiento de un conflicto permite a los estudiantes identificar las diferentes opciones de tratamiento desde el ámbito procedimental y normativo. De esta manera, en el programa se afirma que:
"la comprensión de un conflicto armado y sus respectivas opciones de tratamiento
constituyen un ámbito ineludible para la formación de profesionales en ciencias política orientados en la vocación de construir una sociedad que se oriente a la superación de la guerra y a la edificación de una sociedad más justa dentro de un claro destino de realizar los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de todos los colombianas y colombianas. " (Guerrero, 2013. p.1).
Para finalizar, en el currículo se plantea una metodología en donde se combinan las
exposiciones magistrales por parte del profesor, con el análisis de casos y comentarios colectivos por parte de los estudiantes. No obstante, para esta materia no hubo un análisis del currículo oculto a través de entrevista.
Caso de Estudio: Bogotá 59
b) Conflictos Armados, Estado y Post-Conflicto
Esta asignatura fue dictada durante los periodos 2011-I a 2013- I por el profesor Mauricio Romero Vidal. Según Romero Vidal (2011) el curso busca estudiar las guerras y los conflictos armados, por cuanto estos producen cambios profundos en una sociedad y en las estructuras del Estado. Así mismo, propone que el Estado sea considerado en este estudio de los conflictos armados y las guerras, como variable explicativa, debido a la relación transformadora que existe entre Estado y Conflicto Armado.
Entonces, en el análisis cualitativo se identifican tres variables principales en la
construcción de Cultura de Paz: Filosofía de la Violencia, Conflicto y Entendimiento de un conflicto en específico. La primera, se trabaja en la clase a modo de introducción al estudio de los conflictos armados y las guerras; a través del estudio de la Guerra Fría y de los conflictos originados después de esta el profesor busca ofrecer las herramientas necesarias para aproximarse a su análisis y estudio.
La segunda y la tercera variable se trabajan en la asignatura mediante la conceptualización
de la guerra y los conflictos armados, así como el análisis de estos en relación con la democracia, la historia, la globalización, la economía, etc. Esto se hace mediante el estudio de algunos casos específicos de conflicto armado y guerra, que ocurrieron después de la guerra fría. Adicionalmente, se trabaja el tema específico del conflicto armado colombiano y se aborda la temática del post-conflicto desde las estructuras estatales y su funcionalidad para la Paz. (Romero Vidal, 2011)
A partir del periodo 2012-I se agregó al programa el estudio de la guerra contra las drogas
y en 2012-II se agregó una perspectiva introductoria en donde se estudia la investigación social y el periodismo investigativo (Romero Vidal, 2012).
Al igual que en las asignaturas analizadas hasta el momento, las estrategias metodológicas del profesor combinan la cátedra magistral con el debate abierto de los estudiantes.
c) Teoría Política de Conflictos Esta asignatura es una de las que más importancia tiene en todo el currículo de la Maestría
en Estudios Políticos de la Universidad Javeriana, en cuanto a la construcción de una Cultura de Paz. La materia fue dictada por el profesor Manuel E. Salamanca, PhD, en los periodos 2011-I, 2011-II, y de 2012-II a 2013-II. En el periodo 2012-I fue dictada por la profesora Mery Rodríguez. A partir de 2012-II la materia cambia al nombre Teoría Política de Conflictos y de Solución de Conflictos.
Como se identificó en el análisis inicial, esta materia propone el estudio de la Conflicto. Pero
más aún, en su análisis a profundidad se observó que además estudia las variables Entendimiento de un conflicto específico, Filosofía de la Paz, Filosofía de la Violencia, Acción Política No-violenta, (y a partir del periodo 2011-II) Víctimas y Memoria, y Reconciliación.
Desde la línea de investigación y estudios para la Paz, esta asignatura propone ahondar en
el campo de la resolución de los conflictos desde una perspectiva No-violenta. A partir del estudio teórico de las conceptualizaciones del conflicto, y asumiendo el conflicto como fenómeno inherente a la vida en sociedad, la materia propone una visión positiva del conflicto como motor de cambio. (Salamanca, 2013). De la misma manera, la materia propone aproximaciones y teorías en el estudio de la violencia y la Paz, con el fin de permitir al estudiante abordar analíticamente estos temas y proponer soluciones a los diferentes
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conflictos. Para lograrlo, además del abordaje teórico, se estudian casos específicos de resolución de conflictos.
El enfoque que se le da a Teoría Política de Conflictos y de Solución de Conflictos es un enfoque
desde la perspectiva de la Ciencia Política. Así, esta materia
“trata las teorías generales del conflicto, de sus manifestaciones (o sea de la violencia y de la Paz) y de la resolución y transformación pacíficas de conflictos, pero también los problemas políticos relacionados con la violencia (específicamente la guerra, y en especial los conflictos armados contemporáneos) y las diversas formas de construcción de Paz que aplican frente a estos a nivel internacional” (Salamanca, 2011, p.1)
d) Economía Política del Gasto Social La materia se dictó durante el periodo 2011-I a 2012-I por el profesor José Guillermo
García Isaza y fue identificada en la investigación como una de las materias que contribuye a la creación de Cultura de Paz, debido a que se identificó la variable entendimiento de un conflicto en específico: la pobreza en América Latina. Este conflicto tiene pertinencia en el estudio de la violencia y la Paz, en tanto la pobreza constituye Violencia Estructural. La pobreza y la desigualdad, como resultado del modelo de desarrollo económico hegemónico, son consideradas Violencia Estructural, en tanto son un tipo de violencia económica44 que coarta la posibilidad de las personas de alcanzar sus potencialidades y además tienen una alta probabilidad de desembocar en otros tipos de violencia, como la violencia física y directa de los conflictos armados.
La asignatura tiene como objetivo principal reconocer y entender los problemas
económicos de las economías emergentes, en especial la región latinoamericana, con el fin de entender los procesos y transformaciones políticas en sus sociedades a través de la cuestión del gasto social. (García Isaza, 2011). De esta manera, los estudiantes podrán contar con los elementos conceptuales, desde el análisis económico, para el estudio de los procesos políticos que se derivan de dinámicas sistémicas de desarrollo hegemónicas.
En cuanto a la metodología propuesta por el profesor, se busca que los estudiantes
estudien y analicen los problemas desde la perspectiva teórica de la economía, así como desde la economía aplicada. El profesor, de la misma manera, propone liderar discusiones acompañadas de exposiciones por parte de los estudiantes.
Bien, durante el periodo 2012-II a 2013- II la profesora Consuelo Ahumada dictó esta
asignatura. Pese a que la línea principal y los objetivos principales de la asignatura fueron los mismos, el contenido programático presentó ligeros cambios. Así pues, bajo el nuevo contenido se estudia más a profundidad el tema latinoamericano y se hace énfasis en las nuevas propuestas de modelo de desarrollo. (Ahumada, 2012)
En cuanto a la metodología, sigue siendo participativa por parte de los estudiantes,
mediante el análisis a los temas propuestos y la presentación de reseñas críticas sobre lecturas previamente asignadas.
44 (Galtung, 1996) Según la tipología de la violencia que se explicó en el marco teórico.
Caso de Estudio: Bogotá 61
e) Proceso Sociopolítico Contemporáneo en América Latina La materia dictada por la profesora Martha Lucía Márquez Restrepo en el periodo 2011-I
plantea el estudio de la variable Democracia en América Latina, como parte de su proceso sociopolítico. El enfoque principal de esta asignatura es el estudio de los procesos sociales y políticos de la región latinoamericana en perspectiva comparada y su vinculación al mundo globalizado (Márquez Restrepo, 2011).
Debido a la importancia del estudio de la democracia en la construcción de Cultura de Paz,
se destaca el hecho de que parte del contenido temático de la asignatura se dedica a estudiar las transiciones democráticas que ha sufrido la región latinoamericana, así como las crisis políticas que se han presentado, y la inestabilidad que esto ha generado. Igualmente, se destaca otro elemento, que aunque no se considera en la matriz de variables que componen la Cultura de Paz, es fundamental en la determinación de políticas que pueden afectar la Paz: la seguridad.
En cuanto a la metodología, se plantea la explicación magistral, con participación de los
estudiantes mediante discusiones abiertas de las lecturas asignadas y mesas redondas. Durante el periodo de 2011-II al 2012-II la asignatura fue dictada por Aldo Miguel Olano
y se identificó la variable Democracia, en cuanto al estudio de esta en América Latina y al análisis de las nuevas formas alternativas de interpretarla. Para esto, el nuevo contenido hace énfasis en los tránsitos que ha tenido la región latinoamericana desde el Estado desarrollista hasta el Estado liberal globalizado, pasando por el populismo y el neoliberalismo. (Olano, 2012)
Finalmente, el profesor Nikolaos Argyris, dictó la asignatura a partir de 2013-I y en su
planteamiento se identificaron las variables Democracia, en cuanto se busca analizar los diferentes tipos de democracia, y Entendimiento de un conflicto en específico, pues busca analizarse el caso específico del conflicto armado colombiano. Además, se consideran temáticas de economía política latinoamericana e internacional que influenciaron el comportamiento sociopolítico de la región. (Argyris, 2013)
f) Introducción a los Estudios Políticos Durante el periodo 2011-I a 2013- II el profesor Miguel Ángel Herrera dictó esta materia,
en donde se identificó la variable de estudio Democracia, como manera de alcanzar el bienestar, ética y justicia en una sociedad. En esta asignatura, una de las principales reflexiones es la búsqueda de la democracia y del rompimiento de los lazos de dependencia y subordinación personal en las sociedades. De esta manera, la materia se presenta como una reflexión alrededor de los problemas de la teoría política, que propone elementos desalienadores y humanizadores en su estudio. (Herrera, 2013).
Su perspectiva teórica busca que los estudiantes analicen los problemas políticos
intrínsecos a sociedades desde la Ciencia Política, como por ejemplo la idea de gobierno, la justicia, el bienestar común, las reformas y las revoluciones y el pensamiento político detrás de estas, entre otros. (Herrera, 2013)
En cuanto a la metodología el profesor propone la estrategia pedagógica Investigación
Acción Formativa (IAF), lo que significa que los estudiantes investigan y preparan las lecturas de la clase, realizan exposiciones sobre el tema, y a la vez el profesor acompaña estas exposiciones con su propia explicación sobre cada tema.
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g) Fundamentos de Política Social La materia fue dictada del 2011-I al 2013-II por el profesor César Giraldo y fue identificada
en la investigación como una de las materias que contribuye a la creación de Cultura de Paz, debido a que se identificó la variable Entendimiento de un conflicto en específico: la pobreza y desigualdad en Colombia, así como las políticas sociales que se implementan para reducirla. Ya se indicó que la pobreza y la desigualdad, como resultado del modelo de desarrollo económico hegemónico, son consideradas Violencia Estructural, por lo que su estudio ayuda a forjar en los estudiantes un sentido crítico de análisis, indispensable para proponer alternativas de no-violencia en una sociedad. (Giraldo, 2011)
h) Política Colombiana El profesor Javier Torres Velasco impartió la materia de 2011-II a 2013-II. Esta asignatura
cobra importancia en el estudio de la Cultura de Paz, por cuanto estudia un conflicto en específico: la violencia política en Colombia. El análisis de la política colombiana no es según Torres Velasco (2013) una de las principales obligaciones de la Ciencia Política y en este análisis no se puede dejar por fuera el tema de la violencia. Así pues, la violencia política hace parte del eje histórico que da cuerpo al contenido programático de esta materia. (Torres Velasco, 2013)
La metodología plantea debates organizados por los mismos estudiantes así como
presentaciones de las lecturas y las diferentes temáticas. Del mismo modo, el profesor implementa la pedagogía IAF.
i) Participación Política La profesora Clara Rocío Rodríguez Pico dictó esta asignatura durante el periodo de 2011-
I a 2012-II y allí se identificó la variable Democracia, especialmente en los casos de participación ciudadana en procesos de búsqueda de la Paz.
Esta asignatura tuvo como objetivo principal entender, desde la teoría y la práctica, los
principales conceptos de la participación electoral y ciudadana, así como los valores democráticos, haciendo énfasis en el caso colombiano. Según la profesora Rodríguez Pico el énfasis de su clase en el tema de la democracia fue muy importante, en tanto solamente bajo este marco se puede hablar del tema de la participación política. Por lo tanto, iniciando la asignatura, a manera de introducción dedicó un espacio grande a la reflexión y el debate del concepto de democracia. (C. Rodríguez Pico, entrevista, 17 de marzo de 2014).
Es preciso resaltar que en el programa de la asignatura, se dedica una sección a la
bibliografía especializada en temas de participación ciudadana en Colombia que incluye los temas de participación política de las mujeres, planeación del desarrollo, control a la gestión pública, participación ciudadana en Bogotá y participación ciudadana en procesos de búsqueda de la Paz. Esto contribuye a la formación de Cultura de Paz en los estudiantes, a pesar de que explícitamente este no era uno de los objetivos. (Rodríguez Pico, 2012)
Ahora bien, en cuanto a la metodología implementada, para la profesora esta parte del
respeto por el otro, de un intercambio de saber horizontal, no impositivo. (C. Rodríguez Pico, entrevista, 17 de marzo de 2014). Sus clases combinaban la cátedra magistral con los debates y reflexiones por parte de los estudiantes, aplicados a situaciones concretas. Así pues, en un análisis del currículo oculto, derivado de la entrevista personal con la profesora Rodríguez (17 de marzo de 2014) se observa que su metodología y estrategia de evaluación promovía la Cultura de Paz en los estudiantes, en tanto promovía el diálogo abierto entre ellos, sirviendo
Caso de Estudio: Bogotá 63
como guía cuando se presentaban conflictos ideológicos, con el fin de promover el respeto entre las diferencias y gestionar de manera pacífica su solución.
A partir del 2013- I, la asignatura fue dictada por Roberto García Alonso, y durante este
periodo el énfasis de la asignatura se concentra en la participación ciudadana, específicamente la no-electoral. Así se concentra en las nuevas formas de participación política, así como en la dimensión normativa de la variable Democracia. La crisis de la representación política, así como las nuevas perspectivas que rodean el concepto de democracia, así como las Nuevas Tecnologías de la Información cobran gran importancia en este periodo. (García Alonso, 2013)
En cuanto a su metodología, la clase magistral sigue teniendo importancia para explicar
algunos temas, pero va acompañada de la participación activa y crítica por parte de los estudiantes.
j) Sistemas Políticos Comparados El profesor Fabián Alejandro Acuña dictó esta materia de 2011-I a 2011-II. Durante el
periodo 2011-I se identificó solamente la variable Democracia, en tanto la materia estudia y aborda las conceptualizaciones y perspectivas de este sistema político y su metodología de estudio comparado. (Acuña, 2011). Pero, a partir del periodo 2011-II se identificó adicionalmente la variable Conflicto en tanto propone las herramientas para el análisis comparado de los conflictos.
En cuanto a la metodología, esta es participativa y gira en torno al debate de los estudiantes,
desde donde se promueve su capacidad crítica y analítica a los temas planteados. (Acuña, 2011).
Ahora bien, el profesor Andrés Dávila dictó esta asignatura de 2012-I a 2013-II y durante
este periodo solamente se identifica la variable Democracia, y hace referencia, sobre todo, al análisis de la democracia desde la perspectiva latinoamericana y colombiana. De esta manera, en esta materia se buscó analizar los desafíos de los sistemas políticos en la región, especialmente los regímenes democráticos. (Dávila, 2013)
k) Análisis de las Políticas Públicas El profesor Javier Torres dictó esta asignatura en 2012- II a 2013-II y en este periodo se
identificó la variable Democracia. Si bien la materia ha sido ofrecida durante todo el periodo de estudio, solamente desde el 2012-II trata el tema de democracia en América Latina.
El objetivo principal de esta materia es estudiar el accionar del Estado a través de sus políticas públicas. En este sentido, la asignatura plantea los principales debates teóricos al respecto, así como herramientas para que puedan poner en práctica dichas teorías. (Torres, 2013). La asignatura, entonces, tiene relevancia en la construcción de Cultura de Paz, por cuanto propone a los estudiantes el análisis del poder (variable importante a la hora de analizar los conflictos) y la Democracia.
Su metodología se propone participativa, guiada hacia la reflexión de los estudiantes,
respecto a los temas. La escritura de ensayos críticos y analíticos hace parte, también, de las estrategias metodológicas implementadas por el profesor.
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3.3.2 Universidad Nacional de Colombia
Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos- MAEPLA a) Procesos de Paz, Análisis y Propuestas para Colombia Esta asignatura es de vital importancia en la construcción de una Cultura de Paz en sus
estudiantes ya que trabaja de manera directa varias variables que la componen. El profesor Mario Ramírez-Orozco la dictó en el periodo 2012-I y trabaja desde el Entendimiento de conflictos en específico, las distintas conceptualizaciones prácticas y teóricas de Paz, Violencia, y Conflicto, así como la búsqueda de soluciones a los diferentes conflictos por medios pacíficos, en el respeto de los DD.HH. A través del análisis comparativo del conflicto armado colombiano con otros conflictos armados en otros países a lo largo de la historia del último siglo, se plantea el análisis de los diferentes tipos de conflicto, y de cómo estos conflictos pueden derivar en diferentes tipos de violencia.
Pero además, se plantean las diferentes opciones pacíficas para solucionarlos, basándose
en casos de procesos de Paz exitosos. Igualmente, se busca que los estudiantes propongan un modelo de Paz para situaciones de conflictos armados, como el conflicto colombiano. (Ramírez-Orozco, 2012). A través del análisis y el estudio de otros procesos de Paz en el mundo, el profesor Ramírez-Orozco busca desmitificar el mito en relación a lo sui generis del conflicto armado colombiano.
En esta medida, para poder analizar y proponer posibles soluciones prácticas para las
negociaciones de Paz en Colombia, el profesor dedica un módulo temático a la tipología general de los conflictos armados. En palabras de Ramírez-Orozco:
“para poder saber qué era lo que íbamos a buscar, teníamos que ver tipos de conflicto
y ante todo ver todos esos conflictos relacionados. Porque es que aquí por ejemplo no tenemos un solo conflicto, hay uno armado, pero hay otros dos conflictos que son gravísimos que casi nunca se tocan en los proceso de Paz. Estos son los conflictos social y político, y estos están ausentes, por eso hay una frustración cuando se firma la Paz en términos de conflicto armado, que se desmovilizan los grupos armados, el aparato del estado se reduce en términos militares, pero el conflicto social sigue vivo, y el conflicto político. Entonces eso es, se genera una frustración por un lado, y por otro lado quedan todas las causales para un nuevo conflicto” (M. Ramírez-Orozco, entrevista, 3 de abril de 2014).
Entonces, la asignatura se acerca, también, al análisis de la violencia, desde la Violencia
Estructural, pero también se propone el alcance de la Paz, desde la Paz estructural. Retomando, la asignatura también es propositiva, y busca que los estudiantes participen activamente en la propuesta de estrategias realizables para alcanzar la Paz en el país. “Los estudiantes descubrieron que ellos tenían que decir algo sobre la Paz, y que no solamente otros dicen, sino que ellos también, a partir de sus vivencias. (…)” (M. Ramírez-Orozco, entrevista, 3 de abril de 2014).
Ahora bien, en cuanto a la metodología del profesor Ramírez-Orozco, se propone la clase
magistral para la explicación de cada tema seguido del debate del tema por parte de los estudiantes, en donde las propuestas de los estudiantes cobran gran importancia. (Ramírez-Orozco, 2012)
Caso de Estudio: Bogotá 65
Además, se resalta que uno de los objetivos metodológicos de profesor es subir la autoestima del estudiante. El profesor considera que en repetidas ocasiones el estudiante cree que su palabra no tiene valor, producto de la sobrevaloración que se le da a la palabra ajena en la Academia, y del poco valor que se le da a la vivencia empírica de cada persona, en aras de rigurosidad, lo que lleva a la trasplantación de teorías. (M. Ramírez-Orozco, entrevista, 3 de abril de 2014). Así pues, el profesor busca que, a través del debate abierto, el diálogo y la participación, el estudiante gane autoridad para crear criterio y aprenda a tomar decisiones.
b) El pensamiento político en América Latina El profesor Leopoldo Múnera Ruiz dictó esta materia en el periodo 2011-I seminario,
como seminario electivo. En el análisis de su programa se identificaron la variable Convivencia. El objetivo de esta materia es explorar el pensamiento político latinoamericano, en torno a los diferentes actores políticos y sociales de la región, así como en torno a la construcción identitaria. Para lograr esto el profesor Múnera (2011) toma como referencia a un grupo de autores que construyeron un pensamiento político propio para América Latina. Estos son: Simón Bolivar, Flora Tristán, Domingo Faustino Sarmiento, José Carlos Mariátegui, Orlando Fals Borda, Manuel Zapata Olivella, el movimiento Katarista, Graciela Hierro Perezcastro y Urania Atenea Ungo Montenegro. (Múnera, 2011, p. 1).
A lo largo del programa se tratan temas del interés de este trabajo. El tema de la alteridad,
y el reconocimiento del otro, por ejemplo, se ponen en discusión desde los diferentes autores. La autora Flora Tristán, propone dar valor a la diversidad y la alteridad en el proceso de entender un “nosotros común” (Múnera, 2011, p.2), mientras el Movimiento Katarista plantea la identidad latinoamericana como otredad y sugiere la homogenización de las identidades en América Latina en una única identidad, como posibilitadora de la coexistencia pacífica en la región.
Así, en el estudio de la diversidad, la alteridad y el reconocimiento del otro, se analiza desde
la perspectiva del pensamiento político el concepto de la coexistencia, haciendo énfasis en América Latina. Reiterando, en nuestra región se debe pasar de la simple coexistencia con el otro, a la tolerancia, y de esta a la Convivencia. Por lo tanto esta asignatura contribuye a dar ese primer paso.
En cuanto a la metodología del profesor Múnera, en el programa se establecen tres ejes: la
clase magistral, el análisis comparado del pensamiento latinoamericano y la escritura de reseñas por parte de los estudiantes.
c) Desarrollo y Desarrollo Rural en América Latina En el periodo 2011-I, la asignatura fue dictada por el profesor Darío Fajardo Montaña. Su
objetivo principal se centra en el estudio y análisis de las propuestas de desarrollo “como proyecto económico, político e ideológico” (Fajardo, 2011, p.1), desde la teoría del desarrollo, para América Latina, específicamente el caso de Colombia.
Se identificaron las variables Filosofía de la Violencia debido a que al analizar la
implementación de la actual visión de desarrollo, a través de políticas públicas, en el sistema hegemónico actual, se cuestionan y problematiza la pobreza, forma de Violencia Estructural. Además, se estudian propuestas de cambios en la perspectiva de desarrollo en América Latina.
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d) Geopolítica y Política de los recursos minero-energéticos La profesora Catalina Toro Pérez, y el profesor Pedro Galindo, dictaron en el periodo
2011- I y 2013-I esta asignatura, en la que se identificaron las variables Filosofía de la Paz, en cuanto se estudian los derechos de la naturaleza y los modelos de desarrollo alternativos como el ‘buen vivir’, Filosofía de la Violencia, en cuanto al estudio de los modelos neoliberales y extractivistas de desarrollo que contribuyen a generar Violencia Estructural, entre otros tipos de violencia y Entendimiento de un conflicto en específico, en cuanto al estudio de las resistencias sociales y conflictos ambientales y políticos que han surgido de las políticas de los recursos minero-energéticos en América del Sur. El objetivo de los profesores es acercar a los estudiantes al entendimiento de la problemática geopolítica, de los conflictos socio-ambientales y sociales, entre otros, desde una perspectiva interdisciplinaria, mediante la utilización de herramientas teóricas. (Toro y Galindo, s.f.)
Políticas como el neo-extractivismo, han generado diferentes conflictos de índole
económica, política y ambiental, desembocando así en distintos tipos de violencia. Esto ha generado un alza de la resistencia social, a través de movimientos sociales que buscan hacer frente a estos impactos socio-ambientales. Su estudio, ayuda a entender las razones para el surgimiento de estos conflictos, y el porqué del actuar de los actores involucrados. Del mismo modo, se estudian propuestas alternativas al modelo hegemónico de desarrollo que desemboquen en Paz estructural y en la protección de los derechos de la naturaleza.
e) Seminario de Investigación I El profesor Pablo Guadarrama González dictó la asignatura durante los periodos 2011-II,
2012- II, y 2013- II. Ésta, tiene como objetivo principal estudiar el pensamiento político latinoamericano, y sus principales corrientes, así como los principales aportes de los pensadores latinoamericanos a la política universal. De la misma manera, el profesor Guadarrama presenta las principales metodologías y supuestos teóricos para la investigación. (Guadarrama, s.f.).
Así pues, en palabras del profesor Guadarrama, el objetivo de la asignatura “está concebido
en esa articulación, de vincular lo que es, vamos a llamarle, filosofía política latinoamericana o historia del pensamiento político latinoamericano con la elaboración de tesis de trabajo de investigación” (entrevista, 2 de abril de 2014).
En la asignatura se identificaron las siguientes variables: Democracia, DD.HH, Filosofía de la
Violencia y Entendimiento de conflictos en específico, desde la perspectiva filosófica y política. Si bien, el objetivo directo de la asignatura no es construir una Cultura de Paz en sus estudiantes, si tiene como objetivo cultivar en el estudiante el tema del humanismo, dentro del cual se estudian las variables mencionadas anteriormente. Así, a través del estudio del humanismo, hilo conductor de las investigaciones del profesor Guadarrama, se busca fomentar en los estudiantes una idea de emancipación y desalienación para América Latina desde el pensamiento político, desde la Paz, la armonía y la colaboración. La asignatura, por lo tanto, estudia y analiza las alternativas que se han buscado a situaciones con conflictivas en la historia del pensamiento político latinoamericano. (P. Guadarrama, entrevista, 2 de abril de 2014).
Es necesario aclarar que a partir del estudio de las diferentes corrientes políticas que han
tenido lugar en América Latina y a partir del análisis de la filosofía que las soporta, se hace también un análisis acerca de la Filosofía de la Violencia, teniendo en cuenta que en el curso se
Caso de Estudio: Bogotá 67
analiza de manera crítica el pensamiento detrás de diferentes revoluciones armadas, así como de regímenes políticos totalitarios, como el fascismo, entre otros45.
En cuanto a la metodología, el enfoque es poner en práctica las herramientas teóricas en
la investigación y su fin es relacionarlas con el pensamiento político y filosófico latinoamericano. El profesor alimenta su metodología de las experiencias personales en cuanto a sus procesos de investigación y busca la creación de conocimiento de manera colegiada y colectiva.
f) Seminario de Investigación II La asignatura dictada por la profesora Carolina Jiménez durante los periodos 2011-II,
2012-I, 2012- II, 2013- I, y 2013-II, tiene relevancia en esta investigación en tanto se proponen reflexiones acerca de las estrategias y escenarios de resistencia en América Latina, así como de las alternativas políticas generadas en la región latinoamericana, que buscan responder a problemáticas propias y puntuales. (Jiménez, 2012)
Así, el objetivo principal del Seminario de Investigación II es ubicar algunos problemas
políticos centrales de América Latina, y en ese sentido se reconoce la variable Entendimiento de un conflicto en específico, pues para el entendimiento de América Latina como unidad de análisis se plantean las discusiones de conflictos contemporáneos de manera crítica desde la línea argumentativa del reconocimiento de que existen en la región procesos de dominación y procesos de resistencia. (C. Jiménez, comunicación personal, 22 de mayo de 2014). El énfasis principal son las problemáticas político económicas, haciendo énfasis (no intencionalmente) en algunas de las causas de la Violencia Estructural que se presenta en América Latina.
En cuanto a la metodología, la profesora Jiménez propone la discusión tipo seminario de
los textos asignados en el programa alrededor de preguntas guías que se dan a conocer desde el principio del semestre. Dichas preguntas guían los debates y las discusiones, en donde se intenta que el conocimiento se construya colectivamente. Igualmente, la multiplicidad de miradas que surgen desde las disciplinas diferenciadas enriquece el proceso. (C. Jiménez, comunicación personal, 22 de mayo de 2014).
g) Política Pública y Teoría del Public Choice. El profesor Luis Ernesto Gómez Londoño dictó esta asignatura en el periodo 2011-II, y
en el periodo 2012-II. No obstante en este último, la asignatura cambió su nombre a Análisis Económico de la política, pero su contenido programático es el mismo. Así pues, en esta asignatura, desde la perspectiva económica de las teorías de Public Choice se analizan elementos como la Democracia y el Conflicto. En especial, se propone el Entendimiento de un conflicto en específico, al proponer un modelo cuantitativo para el estudio del fenómeno del paramilitarismo en la política colombiana, a partir de las teorías de acción colectiva.
El objetivo principal que plantea Gómez Londoño es proveer a los estudiantes de las
teorías de Public Choice como herramienta para que analicen distintos procesos políticos en diferentes democracias, haciendo énfasis en Colombia. (Gómez Londoño, s.f.). Para David Leonardo Núñez, monitor del profesor Gómez Londoño desde el 2012, el objetivo principal “es conocer los métodos de elección racional, como de análisis de política pública con una
45 Esta precisamente una de las características que se resaltan de esta asignatura, pues en ella se propone un recorrido por todas las corrientes del pensamiento político latinoamericano, de manera objetiva y crítica en donde el profesor no toma partido por ninguna corriente en específico, dejando al estudiante conocer, analizar y tomar partido por sí mismo.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
perspectiva económica y conocer esos temas y apropiarlos, así como conocer aplicaciones de esa teoría de la elección racional en distintos aspectos de la formulación, e implementación de políticas públicas”. (D. Núñez, entrevista, 2 de abril de 2014).
Las teorías del Public Choice y la metodología de la ciencia económica aportan a los Estudios
Políticos una perspectiva interdisciplinaria que, además, permite acercarse al origen de conflictos de orden socio-económico. Pero, si bien se aplican estos modelos en la formulación de políticas públicas, y hacerlo desde el análisis de la elección racional le da rigurosidad a dicha formulación, el análisis es muy limitado. Núñez afirma que existen maneras mucho más flexibles de implementar y plantear políticas públicas, provenientes de distintas lógicas, pero que las teorías planteadas en la clase del profesor Londoño sirven de herramienta rigurosa para hacer este análisis.
Así pues, se observa un contenido programático, que desde una perspectiva económica,
trata de explicar y analizar conflictos que surgen de lo político y que en ocasiones desembocan en violencia, así como también busca analizar la formulación e implementación de políticas públicas en una democracia. (Gómez Londoño, s.f.).
La metodología del profesor Gómez Londoño es la clase magistral, en donde los
estudiantes pueden hacer preguntar si así lo desean. No obstante no hay un espacio determinado para el debate.
h) Fundamentación en Políticas Públicas En el periodo 2011-II, el profesor Alejandro Lozano dictó esta asignatura, en la cual se
identificó la variable Entendimiento de un conflicto en específico. Esto debido que el contenido programático propone el estudio de diferentes actores sociales y el análisis de su movilización. Así, hay un acercamiento a las causas de un conflicto que lleva a la confrontación entre diferentes actores sociales y sus modalidades de movilización.
El principal objetivo de esta asignatura es introducir al estudiante en el campo de las
políticas públicas a través del análisis de las diferentes interpretaciones que han surgido en el campo de las ciencias sociales al respecto. (Lozano, 2012).
i) Políticas Publicas y DD.HH El profesor Marco Alberto Romero estuvo a cargo de esta asignatura en los periodos 2011-
II, 2012- II, y 2013-II. La variable principal identificada en su contenido, fue el estudio de los DD.HH. El estudio de los DD.HH y el análisis de su implementación y respeto a través de políticas públicas, cobra gran importancia en la construcción de Cultura de Paz en los estudiantes de la Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos.
El enfoque principal de esta asignatura es el caso del desplazamiento forzado en Colombia
y la respuesta del Estado ante esta problemática. Por lo tanto, la siguiente variable identificada es el Entendimiento de un conflicto en específico, al proponer el análisis de las causas y actores detrás de esta problemática, así como sus consecuencias devastadoras en términos de DD.HH. y de violaciones al Derecho Internacional Humanitario. En este sentido, también se propone el estudio de las Víctimas y su Memoria, en tanto el respeto de sus derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación. (Romero, 2010). La metodología del profesor Romero se basa en sesiones tipo seminario a partir del debate con los participantes, basado en lecturas y trabajos de investigación.
Caso de Estudio: Bogotá 69
j) Políticas Públicas de Seguridad y Defensa en América Latina El profesor Alejo Vargas Velázquez dictó esta asignatura en el periodo 2011-II y en 2013-
I. Esta asignatura presenta una reflexión alrededor de la temática de las Fuerzas Armadas, y el monopolio de la violencia, en relación con el Estado. (Vargas, s.f.). El monopolio de la violencia por parte de los Estados es, según Fisas (2002), uno de los antivalores que componen la violencia cultural en la que están inmersas las sociedades actuales. Por lo tanto, estudiar y analizar los fundamentos detrás de este planteamiento, que surge de acuerdo a las interpretaciones de cada Estado respecto a lo que es la seguridad y la defensa, permite el acercamiento y el entendimiento de la Violencia desde su fundamentación ideológica y filosófica.
k) Análisis de Políticas Públicas y Democracia El profesor André- Noël Roth Deubel dictó esta asignatura, ofrecida en los periodos 2012-
I y 2013-I, en donde la variable Democracia y el análisis de sus perspectivas es el punto focal de estudio. Su objetivo principal es, además de analizar las políticas públicas, ofrecer al estudiante las herramientas para comprender las distintas perspectivas de la democracia, en la teoría y en la práctica. La relación entre ambas temáticas se basa en las interpretaciones de H. Lasswell al considerar que el análisis de las políticas públicas es importante a la hora de legitimar la democracia y de mejorarla. (Roth, 2013).
La asignatura tiene un sentido propositivo que va más alá del análisis crítico y la reflexión,
a la proposición de nuevas prácticas democráticas a partir de las políticas públicas. En su propuesta metodológica no se describe un contenido temático propiamente, sino una lista de referencias sugeridas, que sirven de alimento a la participación activa de los estudiantes y a sus trabajos de investigación.
Es preciso aclarar que este seminario se ofrece desde las electivas de doctorado, pero los
estudiantes de maestría pueden participar de ella. l) Movimientos sociales y Proceso Político en América Latina: los casis de Venezuela y Bolivia. En esta asignatura ofrecida por el profesor José Honorio Martínez en el periodo 2012-II
se trabaja el tema de la Violencia política, y el Entendimiento de conflictos en específico. Así, a través del estudio de las diferentes transiciones políticas en Venezuela y Bolivia, el profesor enfatiza la movilización y la protesta popular, así como la política energética en los países de estudio y la reconfiguración del Estado que han sufrido. (Martínez, s.f.). La movilización y la protesta popular no significa necesariamente Acción Política No- Violenta, no obstante, su análisis pone sobre discusión los conflictos que llevan a que ocurra la protesta popular y a que surjan los diferente movimientos sociales en busca de reconfigurar el Estado. De igual manera también se estudia la respuesta violenta del Estado frente a las alzas populares, en los casos propuestos. De esta manera, los casos de Violencia Estructural, derivados de las políticas ‘progresistas’ son analizados, así como la violencia directa que de allí surge, para poder entender y analizar nuevas propuestas que lleven a la finalización de ambos tipos de violencia.
En el cronograma de sesiones y lecturas el profesor Martínez propone el estudio de los
nuevos movimientos sociales desde la perspectiva de Ernesto Laclau, así como el análisis del papel político de los movimientos sociales desde la visión de Orlando Fals Borda. Esto, antes de concentrarse en el estudio y desarrollo de los casos de estudio puntuales: la problemática del gas en Bolivia y la propuesta del socialismo del siglo XXI en Venezuela. (Martínez, s.f.).
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
En cuanto a la metodología propuesta, se destaca la realización de exposiciones magistrales por parte del profesor, seguidas de un debate con participación de todos los estudiantes.
m) La política agraria y el conflicto por la tierra en Colombia. El José Honorio Martínez dictó también esta asignatura durante los periodos 2013-I y
2013-II, cuyo objetivo fundamental es el Entendimiento un conflicto en específico, que en este caso es el conflicto por la tierra en Colombia. Este conflicto ha derivado en Violencia, tanto estructural, como directa, en tanto la implementación de las políticas públicas agrarias por parte del Estado ha influenciado el conflicto social, que se ha derivado en conflicto armado. El objetivo fundamental de la clase es también esclarecer “la pertinencia de la histórica reivindicación por una reforma agraria” (Martínez, 2013, p.1).
En cuanto a la metodología propuesta, se destaca la realización de exposiciones magistrales
por parte del profesor, seguidas de un debate con participación de todos los estudiantes. n) Migraciones Internacionales y globalización: contradicciones y oportunidades La profesora María Victoria Whittingham Munevar dictó la asignatura 2013-II y en el
análisis de esta investigación toma importancia en tanto se identificó a variable Entendimiento de un conflicto en específico, como es el conflicto de las migraciones. Así, su objetivo principal es conocer y analizar el fenómeno de la migración relativamente contemporánea de la mano al proceso globalizador (Whittingham, s.f.). A través del análisis crítico de la tensión entre inmigración y globalización, así como de las políticas estatales que de esta tensión se derivan, y la respuesta de la sociedad civil, se logra que los estudiantes entiendan que “una mirada parcial es siempre insuficiente cuando analizamos un caso complejo y todos los fenómenos son complejos” (M. Whittingham, entrevista, 21 de mayo de 2014).
La metodología que se propone es participativa. Se da gran importancia a la discusión de
los temas por parte de los estudiantes, así como al trabajo en equipo entre ellos. La delegación de responsabilidades ha sido una técnica exitosa que utiliza la profesora Whittingham, así se garantiza el debate y la participación en la clase a través de un diálogo abierto.
o) Construcción de los imaginarios de la nación en América Latina El profesor Alfredo Gomez-Muller dictó esta asignatura en el periodo 2013-II en donde
se propone el estudio de la Democracia y el análisis de algunos conflictos para el Entendimiento de estos en específico, por ejemplo la revolución Mexicana y el nacimiento de indigenismo.
En general, el principal enfoque de esta asignatura es estudiar cómo ha sido construida y
deconstruida la identidad latinoamericana. Y en el sentido en que propone analizar y acercarse a una explicación de las dinámicas que han llevado a América Latina a adquirir su complejo imaginario nacional, esta materia adquiere gran importancia en la construcción de una Cultura de Paz. A partir del entendimiento de algunos de los conflictos que han llevado a la conformación de la diversidad identitaria latinoamericana el estudiante puede acercarse a la comprensión de las problemáticas que aún están latentes y que necesitan ser resueltas o debatidas, para poder proponer nuevos cambios culturales, que se dirijan hacia las dinámicas de la Paz. (Gómez-Muller, 2013).
Caso de Estudio: Bogotá 71
Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales- IEPRI a) Universidad, Conflicto y Guerra La profesora María Teresa Pinto dictó esta asignatura cuyo objetivo principal es reflexionar
acerca del papel de la Universidad y las instituciones académicas en el conflicto armado colombiano específicamente. Teniendo en cuenta esto, en la asignatura se reconoce la variable Entendimiento de un Conflicto en específico, en tanto se estudian los principales actores y elementos que conforman el conflicto armado en Colombia y también los conflictos que se generan entre la Universidad y la guerra en el país. (Pinto, 2012).
También se propone el análisis de este conflicto desde la perspectiva de la Academia, lo
que hace que esta materia tome gran importancia en el presente trabajo de investigación. La relación entre cómo se construye sociedad desde la Universidad y cómo la Universidad influye en la percepción de los diferentes conflictos en una sociedad, tornándolos más o menos violentos y proponiendo desde una Cultura de Paz, es del interés de este trabajo. Así, desde este seminario se aborda una de las problemáticas más importantes que tiene Colombia por resolver, el conflicto armado y su relación con la Academia.
Ahora bien, en cuanto a la metodología de la profesora Pinto se resalta la importancia que
ella le da a desarrollar las capacidades y habilidades investigativas en sus estudiantes. Así, la profesora busca desarrollar su autonomía en la preparación de la clase para que puedan participar en los debates abiertos propios del seminario. Además, para generar un diálogo permanente y horizontal en la clase, la profesora Pinto parte del reconocimiento de saberes previos de los estudiantes, ya sea que estos provengan de la propia experiencia vital, o de conocimiento técnico. Es vital entonces para en su metodología “reconocer que hay diferentes formas de reproducir ese conocimiento y saber, y evidentemente la experiencia de cada uno es un espacio tan válido [de creación de conocimiento] como el que se puede encontrar en ejercicios sistemáticos y de lecturas que se hacen de los textos” (M. Pinto, entrevista, 21 de mayo de 2014).
b) Estudios sobre la violencia y la Paz Ahora bien, la profesora María Teresa Pinto dictó también esta asignatura, cuyo objetivo
principal es el estudio conceptual del origen y el desarrollo de la guerra y la Paz, con el fin de reflexionar alrededor del significado y las aplicaciones del perdón, la reconciliación y el post-conflicto, todo esto desde la perspectiva específica del conflicto armado colombiano. (Pinto, s.f.).
En esta asignatura se identifican las siguientes variables: Filosofía de la Paz y la Violencia,
Diálogo, Entendimiento de un conflicto en específico y Víctimas y Memoria. En el programa de asignatura se propone el estudio y la reflexión política y filosófica de los fundamentos teóricos de la Violencia y la Paz, como introducción para ahondar en el tema específico del conflicto armado colombiano. Una vez estudiadas las conceptualizaciones generales de la violencia y la Paz, su reflexión se enfoca al conflicto armado colombiano, enfatizando en sus actores, sus causas, las dinámicas de la guerra y las dinámicas de la Paz, en donde se propone el estudio de las víctimas y la memoria, el diálogo como propuesta de solución al conflicto armado y la reflexión respecto a los posibles escenarios de post-conflicto.
Entonces, esta asignatura deja claro el interés del IEPRI por tener siempre en su agenda
el tema de la Paz, pero lo hace desde una perspectiva más global, es un seminario más amplio
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que incluye una gama de variables más amplia y más profunda, respecto a los estudios de la Paz y la violencia. (M. Pinto, entrevista, 21 de mayo de 2014)
En esta asignatura, la metodología de seminario se combina con la intervención de
expertos sobre el tema, quienes como invitados especiales de las clases, aportan con su conocimiento y alimentan el debate abierto acerca de los temas que se proponen en el contenido temático. La profesora Pinto, busca, además, construir un espacio de debate horizontal, donde la gente abiertamente pueda expresar distintas opiniones, así como un espacio también crítico, en donde los estudiantes puedan desarrollar una perspectiva propia frente a las lecturas asignadas o frente a las intervenciones de los invitados. (M. Pinto, entrevista, 21 de mayo de 2014)
c) El problema del orden, el conflicto, la cooperación y la integración social y política En la asignatura dictada por el profesor Juan Gabriel Gómez Albarello (s.f.) se plantea
como objetivo principal, el estudio de las variables propuestas en el título de la materia. Así pues, en el objeto de estudiar desde los Estudios Políticos, el conflicto, la cooperación, el problema del orden y la integración, se plantea una discusión frente al enfoque evolutivo, y se intenta asociar el desarrollo y la evolución de las sociedades, tanto como con la biología, así como con la cultura.
Esta perspectiva frente al estudio del conflicto y la cooperación, podría llevar a la crítica
de los planteamientos que consideran que el ser humano por naturaleza responde a los conflictos con violencia. De igual manera, su acercamiento a las teorías de la cooperación permite entender el porqué de la no-cooperación y el individualismo. Por tal razón (junto con los estudios interdisciplinarios acerca de la cultura y cómo esta se puede transformar) se subraya la importancia de esta asignatura en la construcción de una Cultura de Paz.
Por último, el profesor Gómez Albarello busca en su metodología, incentivar la creación
y divulgación del conocimiento, por medio de publicaciones de sus estudiantes. De igual manera propone en el programa, espacios abiertos de participación y debate de las ideas en clase.
d) Conflictos armados y recomposición identitaria en América Latina Como se especifica en el título de esta materia, el profesor Ricardo Peñaranda propone el
estudio de los conflictos armados, con énfasis en el entendimiento de casos específicos de conflicto en América Latina, y la influencia de estos en la composición de identidad en la región. Estudiar los conflictos armados que han ocurrido en la región lleva a la comprensión de los hechos que originaron la violencia como respuesta a los problemas. Este entendimiento es necesario cuando se trata de buscar nuevas alternativas No-violentas ante futuros conflictos y sobre todo es necesario cuando queremos entender las razones por las que los conflictos armados no llevan al crecimiento de una sociedad, y llevan a cambios culturales de fácil arraigamiento.
Del mismo modo, la asignatura tiene como objetivo plantearse cuestionamientos en caso
de la finalización de un conflicto armado por la vía de la negociación, haciendo énfasis en el rol de los actores sociales y en las implicaciones de la guerra y de la violencia sobre los movimientos sociales. (Peñaranda, s.f.a).
e) Guerra insurgente, contrapoderes y prácticas judiciales Esta asignatura, dictada por el profesor Mario Aguilera Peña, plantea el estudio de conflictos
específicos armados, desde la perspectiva de las guerrillas y los grupos de contra poder. El
Caso de Estudio: Bogotá 73
concepto de contra poder se frecuenta durante todo el curso y desde la explicación de los modelos básicos de la guerra insurgente (de inspiración marxista específicamente) se busca también analizar la relación de estos grupos con la población civil. (Aguilera Peña, s.f.).
En el sentido en que es importante conocer los casos específicos de conflicto y entender la
violencia y sus causas, así como sus mecanismos, etc., se resalta la importancia de asignaturas como esta en el fomento de una actitud crítica frente a estos tipos de violencia, y por lo tanto el fomento de una Cultura de Paz en los estudiantes.
En la metodología del profesor se identifica, por un lado la clase magistral, y por el otro,
el debate de las lecturas asignadas por parte de los estudiantes. Ellos deben analizar el texto, identificar sus ideas principales y las críticas de otros autores al respecto. No obstante, en el programa de la asignatura no se logra identificar si existe o no espacio para que los estudiantes creen nuevo conocimiento a partir de dichas lecturas.
f) Democracia y represión: la paradoja del caso colombiano Esta asignatura fue dictada por el profesor Francisco Gutiérrez Sanín y las variables
identificadas fueron: democracia, filosofía de la violencia y filosofía de la Paz. Si bien no se plantea el estudio formal de la filosofía de la violencia y la Paz, si se propone un estudio completo de la democracia, específicamente en Colombia, y su relación con la Paz la violencia. En ese sentido, se busca encontrar las razones detrás de las altas tasas de violencia y de represión en un Estado democrático. (Gutiérrez Sanín, 2012).
g) Negociando el pasado, las luchas por la memoria De igual manera se identificó esta materia dictada por el profesor Ricardo Peñaranda, por
su propuesta de estudio de la democracia, las víctimas, su memoria y su reparación, y la reconciliación, estudiando todo desde la teoría, así como desde el estudio de un caso en específico. El estudio del tema de la memoria y sus apreciaciones en la historia contemporánea es el objetivo principal de esta materia por cuanto va de la mano con el terreno de lo político.
Según Peñaranda (s.f.b, p.1) “para sociedades que superaron crisis políticas y grandes
traumatismos sociales sin saldar cuentas con su pasado, abrir las puertas a esta discusión [sobre la memoria] significa también interrogarse sobre la legitimidad política del presente, de la cual depende el proyecto de futuro”, de ese modo la discusión se traspasa al tema de la democracia y a los elementos indispensables para no olvidar a las víctimas, pero también para evitar que vuelva a haber víctimas en el futuro.
h) Historia, Cultura y Derecho en América Latina El profesor Mauricio García Villegas (2012) propone como objeto principal de esta
materia el estudio del debate de la teoría social sobre la cultura, así como entender los rasgos culturales de América Latina que han determinado su concepción sobre asuntos como el poder, el derecho, etc. En la asignatura, que es de carácter transdisciplinario, se identificó una variable perteneciente a la matriz de análisis, y un elemento que aunque no pertenece a la matriz es vital en la configuración de conceptos propios de América Latina.
La variable identificada, por un lado, fue el estudio de la democracia, en cuanto al estudio de
cómo los factores culturales han determinado nuestras propias concepciones de este concepto. Por otro lado, el elemento a resaltar es la cultura latinoamericana y el planteamiento de la región como una sola unidad de análisis. Así, el profesor estudia a través de su programa
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
la manera en que las concepciones latinoamericanas frente a temas como democracia, poder, autoridad, han sido fuertemente marcadas por los procesos vivido en la región durante la época colonial.
En la metodología de la clase se propone un espacio para el debate abierto de ideas, por
cuanto se plantea como una metodología de seminario y no de clase magistral. i) Los Nuevos actores sociales y políticos en las relaciones internacionales Esta asignatura, ha venido siendo ofertada como elegible, en alternancia, por lo menos una
vez al año desde el 2005 y ha sido dictada por la profesora Julie Massal (2012). En el análisis se identificó el estudio de una de las variables transversales de la Cultura de Paz, la democracia. Su estudio se propone desde una perspectiva conjunta con las relaciones internacionales. Entonces, de acuerdo a los cambios que se han generado en el contexto político internacional, se ha influenciado la naturaleza del poder político, y así mismo las posibilidades de democracia a nivel nacional y las decisiones a nivel internacional que la afectan (J. Massal, entrevista, 13 de mayo del 2014).
Otra variable de resonancia es el estudio de la movilización social, debido a que estas
nuevas formas alternativas de hacer política alimentan el debate sobre la democracia. La propuesta de familiarizar a los estudiantes con el contexto de los nuevos actores sociales y su relación con las relaciones internacionales aporta nuevos elementos de análisis y enfoques en el estudio de la democracia.
En cuanto a su metodología la profesora Massal da énfasis a la investigación, teniendo en
cuenta que la maestría del IEPRI es una maestría con este enfoque. De la misma manera, existe un espacio abierto de debate y los estudiantes están incentivados a participar en todas las clases en donde la profesora hace el papel de moderadora, asegurando el respeto entre los estudiantes y la gestión pacífica de los conflictos que se puedan llegar a presentar.
j) Estudios Críticos de la Comunicación En esta asignatura se identificó la variable Víctimas y Memoria, en relación con la
comunicación y la cultura latinoamericana. En el programa, dictado por el profesor Fabio López de la Roche, se hace referencia a los Estudios Culturales, y en el sentido en que la Cultura de Paz debe forjarse desde la interdisciplinariedad, el hecho de que desde los Estudios Políticos se estudie el tema de la comunicación y la cultura, no solo la hace pertinente, sino necesaria en la construcción de nuevos conceptos y comportamientos culturales.
Entender la cultura latinoamericana es el objeto de esta asignatura, y esto se logra
“partiendo de consideraciones metodológicas orientadas a vincular la teorización clásica sobre la comunicación con los procesos históricos y culturales ligados a la historia concreta de los medios de comunicación en Colombia y América Latina” (López de la Roche, 2012, p.1).
k) La Política exterior de Estados Unidos en la era global Por último, se analizó la materia dictada por la profesora Diana Marcela Rojas, cuyo
objetivo fundamental es “básicamente entender la visión, los intereses la posición y las políticas de Estados Unidos frente al resto del mundo, en un periodo específico es decir al que corresponde a la posguerra fría desde los años 90 para acá, más menos abarca un periodo de los 20 años” (D. Rojas, entrevista, 7 de mayo del 2014).
Caso de Estudio: Bogotá 75
En esta asignatura se resaltan las variables filosofía de la violencia y la Paz, y conflicto, en el sentido en que a través del estudio del accionar político e internacional de Estados Unidos como ‘policía del mundo’ se abre el debate acerca de las distintas perspectivas sobre la violencia y la Paz. Por ejemplo, desde la concepción de Estados Unidos como peacekeeper, se puede estudiar la percepción sobre las justificaciones de la violencia en nombre de la Paz.
Así pues, bajo el estudio de los conflictos específico en donde Estados Unidos ha tenido
influencia, o ha marcado la pauta de acción a nivel global, se estudia también la naturaleza de las causas del conflicto, sus autores, las posiciones que existen, etc. Esto es necesario a la hora de reconocer el conflicto como parte de la naturaleza humana y a la hora de buscar soluciones No-violentas que fomenten y legitimen una Cultura de Paz en una sociedad. Para la profesora Rojas la asignatura contribuye a la construcción de una Cultura de Paz en cuanto promueve la “comprensión de los conflictos, la comprensión de los actores y de la posición de los actores (…), analizar cuáles son las posibilidades que hay ahí de resolución de esos conflictos (…) u otras herramientas para hacerlo y que tan eficaces resultan” (D. Rojas, entrevista, 7 de mayo del 2014). En adición a lo anterior, el análisis latinoamericano no se queda por fuera de la agenda del programa, y su relación con Estados Unidos se estudia en la última sección del curso. (Rojas, 2012).
Ahora bien, la cartografía del conflicto es un elemento muy importante de su estrategia
metodológica, para ubicar los conflictos y su dimensión geopolítica. Igualmente, el uso de estadísticas, le permite analizar aspectos específicos del conflicto, como costos, uso de armas y dispositivos militares, consecuencias humanas y sociopolíticas de la guerra, etc. El debate abierto, continuando, es parte fundamental de su clase bajo la regla fundamental de llevar a cabo un debate racional, en donde se utilicen argumentos y se escuche al otro. (D. Rojas, entrevista, 7 de mayo del 2014)
3.3.3 Universidad Católica de Colombia a) Desarrollo Económico Esta asignatura, dictada por el profesor Elías Moré Olivares, tiene como objetivo principal,
analizar el concepto de desarrollo desde una perspectiva interdisciplinar, haciendo énfasis en la interpretación de equidad, sostenibilidad y eficiencia.
El actual modelo económico ha creado una estructura desigual, que promueve la Violencia
Estructural. La pobreza, el desempleo, la inequidad y el poco bienestar para la población que promueve la percepción hegemónica del concepto de desarrollo, son claros signos de la Violencia Estructural latente en la región latinoamericana, y en Colombia. A partir de esta violencia han surgido distintos conflictos armados, y distintos casos de violencia directa.
Teniendo en cuenta lo anterior, es importante, a la hora de fomentar una Cultura de Paz,
entender el origen teórico de esta Violencia Estructural y sus justificaciones desde los principios de la economía que rige la toma de decisiones y el planteamiento de políticas públicas. De igual manera, bajo el estudio de las instituciones que llevan a cabo las políticas públicas y el estudio de las crisis en el mundo occidental, el profesor Moré Olivares (s.f.) busca acercarse a nuevas propuestas para mejorar la estructura económica.
De igual manera se resalta, que en la asignatura se dedica una unidad a discutir la temática
de la ética del desarrollo, pues este tipo de debates puede llevar a analizar de manera crítica el actual concepto de desarrollo y a reconocer los errores y los resultados negativos de este, así como a proponer nuevas interpretaciones.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
En cuanto a la metodología del profesor, en esta asignatura se da prelación al debate entre estudiantes, basado en las lecturas asignadas previamente. Así como a la realización de talleres mediante lo que Moré Olivares llama ‘tutoría entre iguales’. Esta metodología, logra llevar a cabo la construcción de conocimiento significativo con el objeto de “que sirva en lo fundamental para modificar el estatus quo de la sociedad colombiana” (Moré Olivares, s.f., p. 6).
b) Estrategias de Negociación Esta asignatura, dictada por el profesor Víctor Martin Fiorino (s.f.), es una de las
asignaturas obligatorias más importantes que ofrece el programa de Maestría en Ciencia Política de la Universidad Católica de Colombia y es uno de sus ejes principales, pues propone el paso de la confrontación a la negociación. Esta materia estudia el conflicto desde su teoría, y propone su gestión pacífica por medio de la negociación para alcanzar la convivencia entre los individuos pertenecientes a una sociedad. Del mismo modo el lenguaje de la negociación cobra gran importancia a la hora de llevar a cabo la mediación y por lo tanto, se da relevancia al dialogo para llevar a cabo dicha transformación de los conflictos. Por último, en el estudio de las diferentes perspectivas de la Paz, se hace alusión a la filosofía de la Paz, a su análisis teórico y fundamentaciones. Todo lo anterior se aplica al estudio de conflictos específicos, que son importantes en el sentido que su análisis permite entenderlos y a partir de ahí proponer estrategias efectivas para lograr una negociación.
Su objetivo principal es analizar los aspectos de la teoría de las Estrategias de Negociación,
así como estudiar su puesta en práctica para la transformación de los conflictos, considerados potencialidades para el avance social. Así, para Fiorino el objeto fundamentalmente es el de “argumentar en torno al paso de una cultura centrada en relaciones de poder a una cultura centrada en relaciones de solidaridad, cooperación y negociación. Esto implica que hay que pensar la Cultura de Paz y hay que pensar el acercamiento a la construcción de la Paz desde varios ejes”. (V. Fiorino, entrevista, 7 de mayo de 2014).
Para el profesor Fiorino hay al menos tres grandes fundamentos para la teoría de la
negociación: el eje bioético, el de la diversidad de la vida, y el de la diversidad de los sistemas de valores. El primer eje hace referencia a la vida que convive con las demás formas de vida, es decir, la convivencia propuesta desde la perspectiva bioética es una convivencia entre los seres humanos y los demás seres vivos no humanos. Así la ética y la ética de la vida, es el impulso a negociar la diversidad.
El segundo y el tercer eje tienen en cuenta la diversidad de la vida, en su sentido biológico,
tanto como en su perspectiva social y política. Es decir, las sociedades diferentes están llamadas a convivir; la diversidad de creencias, ideologías, sistemas de valores, cultura, etc., impulsa a negociar porque hay que encontrar convergencia en la diversidad, respetándola, sin destruirla.
Así pues, el profesor Fiorino resalta la importancia de esta materia en el estudio de la
Ciencia Política y para la construcción de Cultura de Paz en una cultura en donde el principal eje de la responsabilidad es evitar las formas violentas de la relación entre los seres humanos, las personas, los grupos sociales, las culturas, los países, y avanzar hacia formas no violentas de esa relación. ”. (V. Fiorino, entrevista, 7 de mayo de 2014). Por lo tanto, la fundamentación de esta orientación de la asignatura y de la maestría se concentra en el paso de la supervivencia a la coexistencia y el paso de la coexistencia a la convivencia.
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En cuanto a la metodología del profesor Fiorino, es importante resaltar, que los contenidos estudiados desde la teoría de la negociación y las revisiones críticas sobre el conflicto, son aplicados también en el aula de clases. Así las clases son muy participativas y la actuación de cada estudiante es vital en el desarrollo de la materia. Existe un espacio deliberativo para que los estudiantes expresen sus opiniones, sus puntos de vista, y también para el análisis crítico de estos puntos de vista. En palabras del profesor:
“(…) evitamos a toda costa que sea simplemente la expresión de preferencias políticas,
o de frases que puedan ser ofensivas para otros. Buscamos que haya hacia adentro del curso el mismo respeto que estamos proponiendo para las negociaciones de conflicto externos. Que también hacia adentro seamos muy respetuosos de la diversidad de opiniones, de la diversidad de posiciones, de la diversidad de acercamientos, y por lo tanto en todo momento se pide y se alcanza un nivel de respeto y de trato adecuado entre los participantes”. (V. Fiorino, entrevista, 7 de mayo de 2014).
c) Etiología de Conflictos Esta materia, dictada por el profesor José Alpiniano García-Muñoz es también una de las
asignaturas obligatorias más importantes que ofrece el programa de Maestría en Ciencia Política de la Universidad Católica de Colombia y es uno de sus ejes principales debido a que estudia la temática del Conflicto a profundidad, para proponer maneras de Diálogo y Convivencia, en tanto reconocimiento del otro. Aquí el conflicto es planteado como la esencia del actuar político, y el debate acerca de la diferencia del objeto entre Ciencia Política y práctica política toma lugar. Así, en palabras de García-Muñoz:
“El objetivo de ese seminario es que los estudiantes, los participantes, terminen dándose
cuenta que el conflicto es de la naturaleza de la práctica política. Que la política no tiene como fin eliminar el conflicto, el conflicto es la esencia de la práctica política, una sociedad donde no haya conflicto, es porque camina al totalitarismo. La Ciencia Política lo que hace es darse cuenta de cómo se enfrenta el conflicto, y el conflicto se enfrenta en la medida en que nos demos cuenta que el origen del conflicto, radica en que los seres políticos que somos los seres humanos, somos cada quien único e irrepetible, somos personas humanas. Y esa unicidad e irrepetibilidad nos hace a todos, absoluta y radicalmente distintos; nos hace diferentes, cada quien es otro distinto a cada quien, a los otros. Entonces, en la medida en que nos demos cuenta que el conflicto tiene su origen en que somos distintos, y que el secreto está en aprender a vivir con el distinto, con el otro, nos damos cuenta que el conflicto, antes que ser un problema, es lo que enriquece la vida política” (A. García-Muñoz, entrevista, 4 de abril de 2014).
Para el profesor García- Muñoz (s.f.) en la Ciencia Política es necesario el estudio del
Conflicto, como elemento primordial de la Cultura de Paz, pues el saber político científico determina el fin del orden social, y estudiando la realidad del conflicto social, se identifican los medios para alcanzar dicho orden. Para efectos de lo anterior, la asignatura arroja en su análisis la identificación de otra variable fundamental: el Entendimiento de un conflicto en específico, debido a que en se analizan los conflictos principales a nivel mundial y a nivel colombiano.
Es importante resaltar que en la clase se estudian la unicidad, irrepetibilidad e
incomunicabilidad de la Persona Humana, conceptos que han sido ignorados en el estudio del accionar político. Lo anterior permite entender aún más el concepto de la ‘otroidad’, que es en donde radica el secreto de la Paz.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Ahora bien, la metodología del profesor en la clase da prelación al método que permita a los estudiantes pensar e investigar. Desde esa perspectiva, las clases no son clases magistrales, sino debates a partir de las lecturas, en donde el profesor hace las veces de director de la discusión. En la clase, además, en palabras de García-Muñoz, “no solamente se aborda el problema y las diferentes posiciones que hay sobre ese problema, según las lecturas que he dejado, sino que en el aula misma se desarrolla el hábito de respetar lo que otro está diciendo, así no lo comparta” (A. García-Muñoz, entrevista, 4 de abril de 2014).
d) Historia de las Instituciones Políticas Esta asignatura es dictada por la profesora Lucia Picarella y su objetivo principal es dar a
conocer las teorías detrás de las instituciones políticas y sus estructuras a lo largo de la historia, en tanto su entendimiento permite el análisis de las sociedades actuales. Así, se analizan conceptos como “el poder, el orden, la autoridad, la obediencia, el consenso, las leyes, la legitimidad y la rica diversidad de valores y cosmovisiones del mundo que han dado su razón de ser y su identidad a las múltiples culturas humanas que han existido” (Picarella, s.f., p.2).
Teniendo en cuanta que el estudio de la historia del comportamiento de las sociedades es
la clave para entender fenómenos actuales, a través del análisis de la historia de la democracia y sus instituciones, esta materia se considera importante en el fomento de una Cultura de Paz46.
Ahora bien, en cuanto a la metodología la profesora pone en práctica la lección magistral, profundizando en temas específicos con ayudas visuales. No obstante, la participación del estudiante es importante y así como el debate abierto para averiguar si los estudiantes han aprendido, para fortalecer el interés y enriquecer de nuevas reflexiones las clases. (L. Picarella, entrevista, 5 de junio de 2014).
e) Sistemas Políticos Comparados En la asignatura dictada por la profesora Anna Riccardi (s.f.) también se resaltó el estudio
de la variable Democracia. El objetivo de esta materia es, tal y como su nombre lo indica, un análisis comparativo de diferentes sistemas políticos y la relación correlacionada de estos con el entorno global y las relaciones internacionales. En este sentido, se abre el debate a las diferentes concepciones de democracia y al análisis de sistemas políticos nacionales.
f) Política e Historia de Italia y Europa Contemporánea La materia es una de las dictadas por el profesor Granziano Palamara, en donde se
encontró al menos un elemento fundamental en la construcción de Cultura de Paz. En este caso, se resalta el estudio de conflictos en específico debido a que en la asignatura se analiza la historia de Europa, incluyendo las problemáticas más importantes en términos sociales, políticos y económicos, así como la formación de regímenes autoritarios y totalitarios en el continente, las Guerras Mundiales y la Guerra Fría.
46 En la asignatura se propone el estudio comparativo de la institucionalidad de algunos países europeos (Italia, Francia, Gran Bretaña, Alemania, España) y la institucionalidad en América Latina. Si bien este estudio y análisis comparativo puede llevar a entender las diferencias en la evolución de las sociedades europea y latinoamericana, es preciso aproximarse a ello cautelosamente, debido a que podría significar no desligarse del eurocentrismo que en ocasiones caracteriza a la Academia, y que no permitiría construir una visión de la Cultura de Paz que responda a las necesidades propias de América Latina, y en el caso específico de estudio, Colombia. Con esto dicho, no es de olvidar que la Maestría en Ciencia Política de la Universidad Católica es una maestría ofrecida en conjunto con la Universidad de Salerno (Università degli Studi di Salerno) en Italia, y por lo tanto el estudio y el análisis de casos tanto europeos como latinoamericanos es fundamental en el desarrollo de los estudios de una asignatura como la Historia de las Instituciones.
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El objetivo principal de la asignatura es analizar en perspectiva histórica los hechos que dieron forma al escenario mundial actual en términos políticos, sociales, económicos y culturales. (Palamara, s.f.a).
La metodología en las asignaturas que dicta el profesor Palamara se compone de la
presentación de los acontecimientos descritos en el programa, en orden cronológico, seguido a un debate por parte de los estudiantes cuando se finaliza cada tema. Además el uso de mapas, artículos de actualidad, y publicaciones sobre el tema sirven de apoyo imprescindible para profundizar en la explicación magistral de los temas.
g) Historia de las relaciones entre E.E y AL En esta asignatura, también dictada por el profesor Granziano Palamara, se identificó la
variable Estudio de conflictos en específico. Aquí también se propone el estudio de los momentos históricos desde el siglo XIX hasta hoy en el desarrollo de los países en América Latina, así como la influencia que sobre ellos tuvo el ‘antagonismo imperialista’ de las potencias europeas y la influencia de Estados Unidos en términos socio-políticos, económicos y militares. (Palamara, s.f.b)
En el transcurso de la asignatura se analizan los conflictos latentes entre Estados Unidos
y la región Latinoamericana. Según el profesor Palamara, la asignatura busca responder a la cuestión de “cómo ha venido cambiando el sistema internacional desde la época de la revolución francesa hasta nuestros días, para colocar la historia, digamos, de las relaciones interamericanas en un cuadro más en general, a nivel internacional” (entrevista, 19 de marzo de 2014).
La categoría del conflicto, base de la maestría y su énfasis en Paz e Integración, se trabaja
a través del programa de la asignatura en cuanto a los conflictos que resultaron en guerras, que tuvieron lugar en América Latina (por ejemplo la guerra de la triple alianza contra Paraguay, las dos guerras de los pacíficos, etc.), y los que tuvieron lugar en un contexto Internacional (por ejemplo las Guerras Mundiales, la Guerra Fría). Igualmente se analizan conflictos a nivel local, que más que conflictos, el profesor Palamara propone denominarlos dualismos o rupturas que han llevado a confrontaciones y en algunos casos a la violencia, tanto directa como estructural (por ejemplo el enfrentamiento entre el partido liberal y el partido conservador, el Bogotazo, la dictadura de Rojas Pinilla, etc.).
Entonces el conflicto se analiza y se estudia de manera organizada, estudiándola a cada nivel
(guerras que se refieren a la organización del territorio, guerras de alcance mundial y guerras políticas internas), observando el cambio a nivel ideológico en este tipo de enfrentamientos. (G. Palamara, entrevista, 19 de marzo de 2014).
h) Instituciones Políticas La asignatura dictada por el profesor Elio D`Auria va más allá del estudio de las
instituciones públicas y ahonda en la legitimidad jurídica y social de las mismas, el conflicto que se presenta entre estas dos y sus consecuencias sobre el conflicto social y político en una sociedad. Además, propone el estudio de los Derechos de segunda generación (derecho a la seguridad social, al trabajo, la educación, etc.) y los Derechos de tercera generación (coexistencia pacífica, vida digna, medio ambiente, etc.) el análisis del Derecho común como una ética de la Paz. (D’Auria, s.f.).
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Por esta razón la variable identificada en esta materia es la Filosofía de la Paz desde la perspectiva de los DD.HH, así como el estudio de los conflictos desde la perspectiva de las instituciones.
i) Teoría e Historia de la Razón de Estado y Política de potencia El profesor Fortunato María Cacciatore dictó esta asignatura en donde el estudio de la
Democracia cobra importancia, en tanto se abre el debate a la significación de esta en la ciudadanía contemporánea. También se estudia la historia de los modelos democráticos y se abre el debate al estudio de la historia de la Razón de Estado. (Cacciatore, s.f., p.2). En cuanto a la metodología que utiliza el profesor Cacciatore, esta es descrita como ‘clase frontal’, es decir clase magistral y debates por parte de los estudiantes de los temas vistos.
3.3.4 Universidad de los Andes a) Negociar la Paz: mediadores, modalidades y técnicas Esta asignatura es fundamental en la construcción de Cultura de Paz, en tanto propone el
estudio de las variables Filosofía de la Paz, Filosofía de la Violencia, Conflicto, Reconciliación, Convivencia y Democracia. El profesor Carlo Nasi propone un curso en donde las temáticas de la guerra y la Paz (sus fundamentaciones y tipos, etc.) se empiecen a estudiar desde su perspectiva teórica, a manera de acercamiento al análisis de los conflictos de distintos tipos, haciendo énfasis en los conflictos armados internos.
Así su objetivo principal es la discusión sobre las posibilidades de terminación y resolución
de los conflictos armados internos por medio de la vía negociada. Esto lleva simultáneamente al análisis de los procedimientos e instituciones necesarias para la convivencia entre los actores involucrados en el conflicto armado en una posible etapa de post-conflicto. Así pues, el mantenimiento y la construcción de Paz en una sociedad democrática, o en proceso de democratización, son analizados también. (Nasi, s.f.a).
Ahora bien, en cuanto a la metodología, el profesor da prelación a las presentaciones y
debates de los estudiantes desde el razonamiento crítico y a la preparación con las lecturas asignadas previamente.
b) Justicia: las luchas por la memoria Esta asignatura dictada por el profesor Iván Orozco Abad abre la discusión a las relaciones
entre Justicia y Memoria, variables directamente relacionadas con las Víctimas. Esto lo hace a través del cine, con el estudio del caso del Holocausto, la batalla por la memoria que se ha dado en Occidente y los grandes procesos de la justicia transicional, como los juicios de Núremberg. De igual manera se estudia el estudio de caso de Colombia y sus dispositivos judiciales y no-judiciales en la reconstrucción de la memoria en las negociaciones que tuvieron lugar entre el Gobierno de Álvaro Uribe y las AUC, y las discusiones actuales acerca de bajo quién recae la obligación de preservar la memoria.
En este sentido, la asignatura se presenta como fundamental en la construcción de Cultura
de Paz en los estudiantes de la maestría en Ciencia Política, pues mediante dedica todo su contenido temático al análisis, discusión y difusión de la memoria como base de la construcción de una democracia menos violenta. (Orozco Abad, s.f.).
Caso de Estudio: Bogotá 81
La metodología se divide entre clase magistral y seminario, mediante la discusión y debate por parte de los estudiantes de las proyecciones vistas en clase, así como de la presentación por parte del profesor de material que alimente dicho debate. Por ejemplo, los informes del Centro de Memoria Histórica, material audiovisual extra, artículos y literatura sobre el tema.
c) La Política de la Tolerancia La asignatura dictada por el profesor Luis Javier Orjuela Escobar propone el estudio
teórico de la tolerancia, y en este estudio toma importancia en tanto la tolerancia es el paso anterior necesario para la Convivencia. Bajo la premisa de que en las sociedades contemporáneas, los sistemas políticos reconocen cada vez más las diversidades individuales y grupales, el estudio de los derechos de las sociedades multimorales, y multiculturales cobra vigencia. Así, el objetivo del curso es estudiar el surgimiento del concepto de tolerancia, y su desarrollo hasta instaurarse en el orden político de las sociedades actuales. (Orjuela Escobar, s.f.). Este análisis se hace desde los distintos escenarios de la tolerancia (político, social, cultural), así como también se analizan sus alcances (si va más allá del relativismo o no).
En la metodología de la clase, los estudiantes debaten y participan ‘dialógicamente’ las
lecturas asignadas, así como los temas presentados magistralmente por el profesor. d) Violencia política y construcción del Estado colombiano En esta asignatura, dictada por el profesor Fernán González, tiene como objetivo
principal el análisis a profundidad del caso colombiano de la Violencia política y las dificultades y problemáticas que se presentaron en el proceso de poblamiento del territorio nacional, así como la crisis de los partidos políticos. Mediante una perspectiva comparativa, Gonzáles busca entender las razones y causas detrás de la violencia política en el país, y confrontar este análisis con otras visiones del conflicto a través del diálogo.
Esta materia tiene un alto contenido histórico, por la naturaleza misma de los temas. Así, para entender el porqué de la violencia de hoy, hay que entender el proceso político y social colombiano en la instauración del Estado, desde sus inicios. (González, s.f.).
De la metodología propuesta por el profesor González (s.f.) se destaca que se dota al
estudiante con una vasta bibliografía para cada tema, y dentro de esta misma, se ofrece una bibliografía crítica a los enfoques tradicionales sobre cada tema. De esta manera demuestra que en su clase existe el espacio abierto para conocer los distintos enfoques que tiene cada tema, y el estudiante puede complementar así el análisis propuesto por el mismo profesor en la clase magistral. De la misma manera, el estudio de un tema del interés del estudiante, se resalta como estrategia metodológica eficaz en la creación de interés por parte de los estudiantes en la materia.
e) Conflicto armado y procesos de Paz en Colombia El profesor Carlo Nasi, dictó también la asignatura en donde se reconoce la variable
Entendimiento de un conflicto en específico: el caso del conflicto armado colombiano (mediante el análisis de sus actores, razones de la confrontación, etc.). De igual manera se hace referencia en esta materia a los diferentes procesos que se han dado a lo largo de la historia contemporánea colombiana en búsqueda de la Paz.
Así pues, para Nasi (s.f.b) para poder proponer y encontrar soluciones pacíficas y
negociadas a este conflicto armado, es necesario entender la complejidad y los distintos
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
componentes del mismo, así como las dificultades que han llevado a las negociaciones fallidas en el pasado.
En la metodología de esta materia, se destaca la invitación de expertos en el tema, como
invitados especiales en las sesiones de la clase, luego de presentado el tema y discutido, con el fin de alimentar el debate.
f) Normatividad internacional: debates de teoría política internacional en el mundo del siglo XXI. Esta asignatura, dictada por la profesora Ángela Iranzo Dosdad, tiene como objetivo
analizar acerca del mundo internacional y su moralidad así como la “falsa dicotomía entre la ‘teoría’ y los ‘hechos’ del mundo” (Iranzo Dosdad, s.f., p.1), dado que para la profesora los posicionamientos académicos tienen trascendencia moral sobre la realidad internacional. En el estudio de la teoría de las Relaciones Internacionales, tiene lugar el análisis a los DD.HH, y su alcance analítico a nivel global, así como los planteamientos a nivel internacional sobre los conceptos de Guerra y Paz, en los cuales se basan las políticas globales de seguridad. Por lo tanto, para este estudio, la asignatura se presenta como constructora de Cultura de Paz desde la disciplina de las Relaciones Internacionales.
g) Análisis Político Colombiano La asignatura fue dictada por el profesor Felipe Botero en el segundo semestre del 2011 y
es parte del núcleo de formación de la maestría, y dedica su programa al estudio de la política colombiana y a su análisis. Los temas más importantes de la política nacional se estudian de manera amplia y general, con el fin de dar a conocer el estudiante los asuntos claves, y prepararlos para acercarse al análisis político mediante el uso de herramientas de análisis propias de la Ciencia Política. (Botero, 2011).
Dentro de este objetivo principal subyace el objetivo de entender las dinámicas del
conflicto armado colombiano, por cuanto para entender el desarrollo de la política colombiana, es necesario entenderlo y viceversa. Así pues, la variable entendimiento de un conflicto en específico.
Ahora bien, en cuanto al desarrollo metodológico, en palabras del profesor Botero “por
tratarse de una clase de maestría y por tratarse de una clase nuclear y no un seminario específico, (…) la clase combinaba presentaciones magistrales de parte de los temas de parte mía, o incluso de otros profesores que invité, que eran expertos en otros temas para hablar sobre ellos (…) y discusión en clase” (F. Botero, entrevista, 12 de mayo de 2014). Entonces, siempre existe un espacio abierto para los estudiantes en cuanto a la discusión de ideas y debates, entre ellos.
h) La Política de las Políticas Públicas Mónica Pachón, dictó esta materia en el primer semestre de 2013 y propuso como objetivo
principal de esta clase el estudio de la estructura básica del Estado, así como la estructura de las instituciones que sostienen los regímenes democráticos. (Pachón, 2013). Así, el estudio de la Democracia cobra importancia y, en tanto se propone su estudio y análisis a profundidad, esta asignatura se considera importante en el fundamento para la creación de una Cultura de Paz en los estudiantes.
Caso de Estudio: Bogotá 83
i) Teoría Social y Política Contemporánea de América Latina El profesor Rodolfo Masías dictó esta asignatura en el año 2012. El objetivo principal es abordar las diferentes teorías que surgen desde América Latina acerca del funcionamiento de la sociedad y la política. En esta asignatura se reconoce la variable Democracia en la medida en que busca analizar de manera crítica y desde una perspectiva de reflexión nuevos pensamientos frente a este concepto, para repensar la manera como se considera la política en América Latina.
j) Seminario Teórico Política Comparada Por último, otra de las asignaturas dictadas por el profesor Carlo Nasi, estudia el análisis
de la variable Democracia, y el Entendimiento de un conflicto en específico desde la perspectiva de la política comparada. Aquí, el profesor propone el estudio, utilizando esta metodología, de los principales problemas sociales, así como asuntos de política económica, nuevos movimientos sociales, y el estudio del conflicto armado. (Nasi, s.f.c).
América Latina Bajo la Lupa 85
4. América Latina Bajo la Lupa A partir del anterior análisis se concluye que durante el periodo de estudio, en los
programas de maestría observados se ofrecieron distintas materias que, a pesar de que no proponen el estudio de la Cultura de Paz de manera directa, proponen en su currículo directo el estudio de una o más de las variables que forman parte fundamental en la construcción de una Cultura de Paz para América Latina.
Teniendo en cuenta que la Cultura de Paz tiene una connotación política inmensa, que
influye en los procesos políticos de los individuos, ya sea a nivel macro-político o micro-político, y que todas las asignaturas analizadas son relevantes en el estudio de la Ciencia Política, se puede decir que ellas contribuyen a la formación crítica de futuros profesionales, frente a las necesidades nacionales, regionales e internacionales, al tiempo que abren la ventana a temáticas importantes en los Estudios para la Paz.
Así, desde el currículo directo se analiza que estas asignaturas permiten que el estudiante
comprenda las necesidades latinoamericanas y genere una posición crítica y propositiva, lo que permitirá generar Cultura de Paz, desde cualquiera de los enfoques descritos en el Círculo Académico de Cultura de Paz. Insistiendo en la importancia de la Universidad como formadora de futuros sujetos políticos autónomos y trasformadores de su entorno, desde la educación superior se forma a la ciudadanía, y a partir de los ciudadanos y de su compromiso se construye la Paz.
Los profesores universitarios juegan, por lo tanto, un papel fundamental en la construcción
de Cultura de Paz, utilizando el currículo como herramienta. En este análisis en particular se encontró, a partir de entrevistas personales y virtuales con diferentes profesores universitarios en los programas de maestría en Estudios Políticos o Ciencia Política, que pocos de ellos tienen el objetivo directo e implícito de construir Cultura de Paz en sus estudiantes a través de su contenido temático, así como desde su currículo oculto. En adición, otros de ellos no lo tienen como objetivo, ni siquiera implícito, o simplemente no están seguros de tenerlo.
4.1 América Latina necesita Cultura de Paz En primer lugar, se hizo una aproximación a la naturaleza de la violencia cultural en las
sociedades latinoamericanas. Reiterando, todas las sociedades latinoamericanas compartimos el mismo pasado indigno, si se quiere, y todos los países de la región sufren o han sufrido de diferentes tipos de violencia. Si bien no se puede decir que las sociedades latinoamericanas son naturalmente violentas, pues los elementos violentos no son innatos al ser humano, sino que son experiencias culturales, es claro que en estas sociedades se legitima la violencia como respuesta a diferentes conflictos. Esto significa que existe una violencia cultural que debe ser superada. Como dice el profesor de la Maestría en Ciencia Política con énfasis en Paz e Integración de la Universidad Católica de Colombia Víctor Martín Fiorino,
“es indudable que nuestras culturas [latinoamericanas] han tenido experiencias
históricas violentas desde el comienzo de su incorporación a la cultura occidental, con el
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
descubrimiento y la colonización y aún antes con ciertas realidades que provenían de las culturas prehispánicas, precolombinas, en el sentido de las relaciones entre, por ejemplo, Mayas, Aztecas, Incas, que no siempre fueron pacificas completamente, sino que también incluían elementos de violencia. En tal caso nuestras culturas latinoamericanas sufrieron históricamente de violencia antes de la llegada de los conquistadores, durante la conquista de un modo muy fuerte, y después de la conquista en lo que podríamos llamar un periodo neocolonial, y aun en el periodo del mundo, digamos, global actual. Vivimos situaciones de violencia, vivimos experiencias de violencia (…)” (V. Fiorino, entrevista, 7 de mayo de 2014).
En este estudio se evidenció que cuando se piensa en las sociedades latinoamericanas existe
una asociación al tema de la Violencia Estructural, por encima de la Violencia Directa. Incluso, cuando se habla de casos en donde las sociedades han sido víctimas de la Violencia Directa está siempre va de la mano con la Violencia Estructural. Para el profesor de la Maestría en Ciencia Política de la Universidad de los Andes, Felipe Botero, en las sociedades latinoamericanas, en donde hay problemas sociales tan profundos, como la desigualdad, la pobreza, la inequidad, la falta de educación, la falta de oportunidades, la Cultura de Paz es de vital importancia, pues esta permite resolver esos problemas y cerrar las grandes brechas a partir de ponerse en la posición del otro y trabajar de manera conjunta para resolver esos asuntos (F. Botero, entrevista, 21 de mayo de 2014).
En el caso específicamente colombiano, por ejemplo, está claro que las causas para el
conflicto armado provienen de causas estructurales y que gracias a este la sociedad colombiana ha naturalizado la violencia como solución frente a las disputas sociales, económicas y políticas. Igualmente, en las diferentes regiones latinoamericanas que sufrieron de conflictos armados (Guatemala, Perú, México, entre otros) la violencia era un compuesto de diferentes tipos: estructural, directa, cultural, etc. Pero es precisamente esto lo que debe incentivar la búsqueda de métodos alternativos para encontrar la Paz Directa, la Paz Estructural, etc., dentro de un marco en donde la Cultura de Paz prevalezca. Retomando las palabras del profesor Fiorino,
“En el siglo veinte en los años setenta por ejemplo, las diferentes regiones
latinoamericanas sufrieron episodios de violencia prolongados como las dictaduras, presentes en casi toda América Latina. Esto es un momento por el cual pasaron nuestras culturas pero que en realidad hay que verlo como una oportunidad de crecimiento (…) hoy están llamadas y están todas ellas orientadas a construir relaciones de negociación, de Paz, de convivencia, y en el fondo a cambiar la experiencia negativa de la violencia, por una experiencia positiva de negociación, convivencia y Paz” (V. Fiorino, entrevista, 7 de mayo de 2014).
A este respecto Esteban Iglesias, director de la Maestría en Estudios Políticos de la
Universidad de Rosario, Argentina, asegura que,
“con el retorno de la democracia en Argentina se ha aprendido mucho de la Cultura de Paz. La intolerancia no es aceptada, o al menos así se afirma, en la clase política. Es muy complicado analizarlo a nivel de la sociedad. Algunas encuestas señalan que el pluralismo es muy relevante en ciudades grandes con perfil industrial. No así en aquellos lugares con culturas políticas más tradicionales” (E. Iglesias, comunicación electrónica, 5 de septiembre de 2014).
Bien, la necesidad de construir y fomentar una Cultura de Paz no es exclusiva para América
Latina, para el profesor Ramírez-Orozco, profesor de la materia Procesos de Paz, Análisis y
América Latina Bajo la Lupa 87
Propuestas para Colombia de la Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Colombia, la necesidad de construir una Cultura de Paz es una necesidad global, y sí que lo es. No obstante, aclara que “la desigualdad del mundo se reproduce a otra escala aquí. El problema es para plantear un mundo diferente. El mundo está todavía para hacerlo en términos de convivencia humana” (M. Ramírez-Orozco, entrevista, 3 de abril de 2014), y esa Cultura de Paz para América Latina debe estar hecha a la medida de las necesidades de la región.
Sin embargo, no se puede negar, que también hay expresiones de violencia cultural en la
cotidianidad en las sociedades latinoamericanas. La profesora de la Maestría en Estudios Políticos de Universidad Javeriana, Clara Rodríguez a este respecto señala que,
“Hay unos temas que son estructurales, de distribución de ingresos y de pobreza.
América latina es un continente que en términos de seguridad social por ejemplo ha tenido muy poco avance y hay mucha inequidad, (…) [pero también] hay mucho tema de delincuencia que tiene que ver con una cultura violenta, (…) la falta de reacción a veces contra situaciones de violencia que suceden en la sociedad; yo lo he visto en otras sociedades, o sea un muerto es algo como que toca, aquí hay cierta insensibilidad hacia esos temas” (entrevista, 17 de marzo de 2014).
Esto demuestra que en estas sociedades no se ha logrado aceptar las diferencias en el otro,
ni superar las causales profundas de muchos tipos de violencia. Para el profesor Botero, por ejemplo, es claro que efectivamente estas sociedades tienen elementos de violencia en su cultura,
“la sociedad latinoamericana tiene arraigados los valores que son muy deshumanizantes (…) que justifican la violencia o que permiten desarraigos muy fuertes de las personas (…) Y en ese sentido yo sí creo que hay unas aptitudes y unos valores que son muy fuertes, muy presentes en Colombia y en América Latina en general, en donde se perpetúan esas distinciones tan marcadas entre élites y no élites, (…). La igualdad y la equidad no han sido valores muy fuertes que regulen las relaciones sociales en América Latina entonces en ese sentido la contraprestación de eso es la violencia, o sobre eso se justifica una cantidad de comportamientos violentos” (entrevista, 21 de mayo de 2014).
En Colombia, por ejemplo, el tema de la intolerancia por el otro es aún una problemática,
que atraviesa los espacios micro-políticos y macro-políticos. Por ejemplo, según Flor Alba Romero, vemos esta indiferencia,
“por ejemplo en la sociedad colombiana, frente a los a los grupos Indígenas o Afros, o
Rom, y es que nosotros creemos que la cultura occidental es la correcta, es la perfecta y es la que tiene el conocimiento verdadero. Eso se llama etnocentrismo y eso hace que nosotros seamos tan descalificadores con culturas distintas, desconociendo que hay una cosmovisión muy diferente a la que nosotros tenemos” (entrevista, 7 de julio de 2014).
Este etnocentrismo, es uno de los diez factores principales en donde según Fisas (2002) se
puede ver la honda huella de la Violencia Cultural en nuestra civilización. Este es solo un ejemplo, de los valores arraigados en las sociedades latinoamericanas, propios o adoptados, que no permiten que el continente se acerque a la construcción de una Paz sostenible y duradera, de todo tipo.
Para la profesora María Teresa Pinto, directora de la Maestría en Estudios Políticos en el
Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales IEPRI, hablar de violencia cultura
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
en las sociedades latinoamericanas, podría dejar en manos de la cultura las causas de la violencia de índole institucional. Así que para la profesora Pinto, la construcción de Paz debe darse no sólo a nivel de la micro-política, en los espacios de interacción con el otro para poder convivir de manera más generosa y armónica; sino que también se debe trabajar en la construcción de Paz desde los espacios institucionales, consolidar estructuras democráticas en donde exista más participación proveniente de procesos colectivos, para generar así un bienestar en la sociedad (entrevista, 21 de mayo de 2014).
Y es que ese es uno de los mayores retos que se presentan cuando se habla de construir
una Cultura de Paz, extrapolar todos aquellos valores que conforman este concepto y aplicarlos a todos los espacios políticos y ciudadanos. Una vez más prevalece la importancia del actuar individual y su transformación hacía un actuar colectivo que se inserte dentro de lo político.
Por otro lado, Julio Soto tiene una perspectiva optimista frente a lo que sucede en Chile.
Para él, en este país “la Cultura de Paz está muy internalizada, ya que después de vivir más de cien años en Paz, y no obstante haber tenido problemas con los países vecinos, la mayoría de la sociedad, ha preferido o apoyado la solución pacífica de estos diferendos” (comunicación electrónica, 28 de agosto de 2014).
4.2 Estudios Políticos en Cultura de Paz Teniendo en cuenta este panorama, se insiste en la necesidad imperiosa que existe en
América Latina de empezar a construir una Cultura de Paz a través de la naturalización de la Paz. La Paz sostenible y duradera que necesita el continente solo se logrará crear, instaurar y sostener a partir de la experiencia cotidiana, de la instauración de una Cultura de Paz.
La Paz no es autosustentable, ni automática, necesita ser alimentada desde todos los
escenarios posibles, y en la medida en que crece la Cultura de Paz, cambian las visiones asociadas a ella, como las visiones de desarrollo, buen vivir, nuevas construcciones de democracia, nuevos roles de las instituciones políticas entre otras. La visión de la Paz y de la Cultura de Paz está evolucionando y en ese sentido deben adaptarse las políticas públicas, las instituciones, el Estado, la Academia. La Ciencia Política y los Estudios Políticos entonces, deben interesarse por el tema de la Paz y de su construcción en las sociedades contemporáneas, sobre todo en las sociedades latinoamericanas.
Así mismo, desde la Universidad deben transmitirse estos conocimientos a los estudiantes
para que sean ellos quienes, desde esta disciplina sean promotores de una Cultura de Paz no solo desde las esferas micro- políticas, sino desde las esferas macro- políticas. Desde la Cultura de Paz se debe estar atentos a las diferencias, a las diferentes relaciones de poder y a los conflictos que de ellas se generan, para así resolverlos de manera No-violenta.
Así por ejemplo, para el profesor Alpiniano García-Muñoz, co-director de la maestría en
Ciencia Política con énfasis en Paz e Integración, de la Universidad Católica de Colombia, y profesor de la asignatura Etiología del Conflicto, su asignatura es relevante en la Ciencia Política debido a que trata la temática del conflicto, “objeto del saber político”. Para García-Muñoz este objeto del saber político se condensa en saber sobre el conflicto para poder enfrentarlo. Aclara que enfrentar el conflicto no quiere decir eliminarlo, sino aprender a vivir en él, pues este permite que “la sociedad progrese, que no se amilane, que no se empobrezca, sino que haya desarrollo social” (entrevista, 4 de abril de 2014).
América Latina Bajo la Lupa 89
Entonces, si el conflicto es considerado como un “trampolín para el desarrollo”, desde el cual se da pie a la transformación social (Fisas 2002), es un tema que se debe estudiar desde la Ciencia Política y los Estudios Políticos para que desde la disciplina se estudie y se plantee nuevo conocimiento respecto a cómo recurrir a métodos No-violentos y creativos (Galtung, 2004) para su transformación. Convirtiéndose en canal para la Cultura de Paz, haciendo de él algo productivo.
De igual manera es la concepción de la profesora Diana Rojas, quien dictó la asignatura
La política exterior de Estados Unidos en la era global, de la Maestría en Estudios Políticos de la Universidad Nacional de Colombia. Para ella no solo la Paz, sino la Cultura de Paz tienen relevancia en la Ciencia Política. Para ella la Cultura de Paz no es algo aislado, por el contrario, la relación entre Ciencia Política y Cultura de Paz se ve en la
“necesidad de estudiar y de comprender la manera de enfrentar el conflicto en la
sociedad y de cómo lograrlo en lo posible a través de medios pacíficos, y además que la solución de esos conflictos pueda ser durable en el tiempo, que tal vez es el reto el mayor reto en el que nos encontramos hoy en día con esa discusión sobre el posconflicto” (D. Rojas, entrevista, 7 de mayo del 2014).
Desde la perspectiva de la profesora Clara Rocío Rodríguez estudiar el tema de la Paz
desde la Ciencia Política es muy importante debido a que la variable Conflicto es un tema central. “El análisis de los conflictos ha sido también parte de la disciplina, igual pues, la Paz debe serlo” (entrevista, 17 de marzo de 2014). Pero además, temáticas como la democracia, la convivencia e incluso el desarrollo son temas que para la profesora conforman la Paz y por lo tanto deben ser estudiados desde los Estudios Políticos.
Aunque, a manera de énfasis, variables como democracia, equidad, alternativas al
desarrollo, entre otras, son muy importantes cuando se habla de Paz, es importante que estas temáticas se discutan en ánimo de construcción de Paz y no en ánimo de Violencia para que puedan ser prácticas y propositivas y para que se logre un impacto real en la sociedad. Así por ejemplo, para el profesor Carlo Nasi, exdirector de Posgrados en el Departamento de Ciencia Política y profesor de las asignaturas Negociar la Paz: mediadores, modalidades y técnicas, Conflicto aramdo y procesos de Paz en Colombia, y Seminario Teoría Política Comparada, construir democracia en un mundo tan violento, y específicamente en el caso colombiano, en un país tan enfrascado en la guerra, significa un tema de construcción de instituciones y mecanismos para resolver los conflictos, sin suprimir las diferencias. Así pues, la Ciencia Política, para el profesor Nasi, debe tener una intención humanista de no indiferencia ante la violencia (entrevista, 26 de agosto de 2014).
Y es que la Ciencia Política y los Estudios Políticos se han interesado siempre por uno de
sus temas fundacionales que es el tema del conflicto generado por el ‘poder’. Para Rodolfo Masías profesor de la asignatura Teoría Social y Política Contemporánea de América Latina en la Maestría en Ciencia Política de la Universidad de los Andes el tema del poder es el generador de los conflictos, y a partir de esta afirmación argumenta la importancia de que la Paz se estudie desde la Ciencia Política.
“La política definida de una manera convencional, es básicamente la posibilidad de la
armonía entre los individuos o la armonía comunitaria o la armonía colectiva, la política es lo que genera eso o es donde se produce esa integración. Entonces cuando no hay integración, puede ser que haya guerra o puede ser que no haya Paz, porque no necesariamente la guerra es el opuesto de la Paz” (R. Masías entrevista, 4 de abril de 2014).
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Por ende, teniendo en cuenta las problemáticas de la sociedad contemporánea, la Ciencia Política debe estar más interesada que nunca en el tema de la Paz. Adicionalmente, la Ciencia Política, y los Estudios Políticos deben renovarse para poder lograrlo, y deben aceptar la necesidad de ser pluridisciplinares para que se permita la integración de otras perspectivas. No obstante, el profesor Masías muestra cierta reluctancia al afirmar que “la Ciencia Política como cualquier disciplina tiende a la clausura sistémica, es decir a que se vuelvan unos saberes autorreferentes y auto contenidos” (entrevista, 4 de abril de 2014).
Esta problemática de la falta de pluridisciplinariedad e interdisciplinariedad es retomada
por la profesora de la asignatura Los nuevos actores sociales y políticos en las relaciones internacionales, Julie Massal. Por un lado, está de acuerdo con que el tema de la Paz está directamente relacionado con el tema del poder, y por lo tanto, tanto los Estudios Políticos, y la Ciencia Política deben estar interesadas en el tema de la Paz. Por otro lado, desde la perspectiva pluridisciplinar, se da cuenta que los estudiantes de la Maestría en Estudios Políticos de la Universidad Nacional de Colombia tienen poco conocimiento de otras disciplinas, en concreto las Relaciones Internacionales. Pero es allí donde el tema de la Paz cobra importancia en la Ciencia Política, en tanto se presenta como el canal para dicha interdisciplinariedad.
“El ángulo de la Paz nos podría permitir enfocar dimensiones que están un poco
descuidadas. Porque la visión de la Ciencia Política más tradicional está muy enfocada en las instituciones, pero poco en los actores sociales, entonces yo creo que el enfoque desde la Paz podría ampliar esta mirada, tomando en cuenta más actores que participan justamente en los procesos de negociación de Paz. No solamente se trata de tener las instituciones perfectas, sino también se trata de prácticas políticas, de prácticas sociales, de diferentes visiones del mundo, y del poder, y de la democracia que tenemos actualmente. Creo que en ese sentido, una de las dificultades que yo percibo desde la academia es que no hay una aceptación y una tolerancia suficiente en esta diversidad de criterios” (J. Massal, entrevista, 13 de mayo del 2014).
De hecho, en su asignatura, la profesora intenta cruzar distintos debates teóricos que han
sido apartados de la Ciencia Política, su propuesta es pluridisciplinar por lo tanto su asignatura es un aporte a los Estudios Políticos.
También para el profesor Ramírez-Orozco, la Ciencia Política debe actualizarse, en tanto
se debe encontrar un equilibrio entre la teoría y la puesta en práctica. Los modelos teóricos deben ser confrontados con la realidad. Esto es necesario, debido a que es la única manera en la que se desarrollarán y se cultivarán las ideas políticas propias, sobre todo en el continente latinoamericano. Así lo expresa el profesor Ramírez- Orozco: “aquí siempre vivimos desde las premisas, siempre premisas desde otros. ¿Cuándo vamos a vivir bajo premisas que nosotros postulemos, que incluso planteemos desde nosotros?”
En cuanto a la importancia de que la Ciencia Política se interese por el tema de la Paz, el
profesor resalta que la Paz, al ser considerada como un factor de satisfacción democrática, es de importancia en la política pública, así como en la toma de decisiones. De modo tal que
“la Ciencia Política debe interesarse por todo lo que tenga que ver con la política
pública, la política de la convivencia, DD.HH, los factores democráticos, (…) no puede haber democracia en un país que es violento, no puede haber democracia en un país que violenta a sus propios ciudadanos, (…) por eso la Ciencia Política tiene que meterse ahí, (…) pero con discursos más novedosos” (M. Ramírez-Orozco, entrevista, 3 de abril de 2014).
América Latina Bajo la Lupa 91
Ahora bien, teniendo en cuenta lo anterior, su asignatura Procesos de Paz, Análisis y Propuestas para Colombia, de la Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Colombia, es relevante en la Ciencia Política porque, en palabras del profesor Ramírez-Orozco
“toca mucho la relación del Estado en términos de agente generador de conflicto (…),
trabajamos mucho la responsabilidad política y los actores estatales y en general la Ciencia Política tiene que pasar de un plano teórico a un plano aplicado, por eso me parecía importante ese abordaje desde lo teórico y buscar en la evidencia empírica la posibilidad de crear conocimiento y teoría” (M. Ramírez-Orozco, entrevista, 3 de abril de 2014).
Ahora, para el profesor Víctor Martín Fiorino la Ciencia Política cumple un papel
importante en promover y estudiar la Paz pues la disciplina, en contraposición a lo anterior, es hoy un espacio abierto, en donde las fronteras entre la ciencia, la ética, la filosofía y el saber político, se han roto. Entonces, hoy en día, la Ciencia Política sí es ser la vía de comunicación con la ética, con el saber político, con la prudencia política, y con las expresiones políticas de los individuos. Pero es por eso que su papel hoy es permitir, en palabras del profesor Fiorino, la unión entre “pensamiento, valoración y acción. El pensamiento de lo que buscamos, la valoración de cómo podemos hacerlo según ciertas prioridades y la acción de llevarlo efectivamente a la realidad” (entrevista, 7 de mayo de 2014).
Para Fiorino, lo que tradicionalmente se concebía como Ciencia Política, era una ciencia
netamente descriptiva, que omitía la valoración, mientras que la filosofía política, la ética política, el saber político, y la práctica política, eran su complemento valorativo. Las fronteras entre esa ciencia, supuestamente descriptiva, y una ciencia valorativa ya no existen debido a la complejidad de la sociedad actual.
“La filosofía política, por ejemplo, establece modelos de convivencia y propone trabajar
hacia ellos, (…) [y] el saber político que tradicionalmente se llama prudencia política, es aquel saber que me permite tomar decisiones equilibradas como actor político ya sea en puestos de responsabilidad o como ciudadano también” (entrevista, 7 de mayo de 2014).
Por esto la Paz es un tema importante de estudio en la nueva visión de lo que debe ser hoy
la Ciencia Política. Precisamente entonces, la asignatura Estrategias de Negociación, es relevante en esta disciplina. En la sociedad actual, el eje principal de la responsabilidad social es evitar cada vez más las formas violentas de la relación entre los seres humanos, las personas, los grupos sociales, las culturas, los países, y avanzar hacia formas no violentas de relacionarse. Por lo tanto, Fiorino resalta que la negociación ayuda a la sociedad a llegar a un estado de convivencia. El fundamento principal de la asignatura apunta a pasar de la supervivencia a la coexistencia y de la coexistencia a la convivencia. En palabras del profesor Fiorino:
“Primero, esas formas No-violentas son formas de compatibilidad, es decir, no nos
agredimos y esto asegura la supervivencia. Y es importante estar vivos, que nos cuidemos, que bajemos el nivel de agresividad para poder tener el derecho a la vida dentro de las diferencias. Pero eso no basta, sino que es necesario pasar de la supervivencia a la coexistencia, es decir, ¿en qué se diferencia la coexistencia? En que nos reconocemos, no solamente nos respetamos la vida, sino que nos reconocemos, procuramos conocernos, entre nosotros, y establecemos reglas mínimas de respeto, entre nosotros. Pero, la coexistencia, si bien es muy importante, todavía no es suficiente, tenemos que pasar al tercer nivel que es el de la convivencia. Donde respetamos la vida, nos reconocemos y nos conocemos en las
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
diferencias, pero además queremos tener proyectos comunes, queremos tener un proyecto común del cuidado de la vida hacia el futuro” (entrevista, 7 de mayo de 2014).
Antes de continuar, es necesario insistir en la necesidad que se presenta en la Ciencia
Política de ser más interdisciplinaria, en donde múltiples miradas puedan proponer nuevo conocimiento aplicable a la realidad. En este sentido, para David Leonardo Núñez, monitor de la asignatura Política Pública y Teoría del Public Choice desde el año 2012, el tema de la Paz es interdisciplinar y en el caso de la asignatura en específico cobra importancia tanto en la Ciencia Política como en la Ciencia Económica. Para Núñez,
“todas las ciencias, desde todas las disciplinas se deben interesar por el tema de la Paz,
y en Ciencia Política aún más, es un tema central (…). En Ciencia Política la Paz es tema central, la Paz o la guerra, o como se toman decisiones, si democráticamente o imponiendo a través de la guerra (…) En la Economía también, el tema del manejo de los recursos, de la distribución y la explotación de los recursos, es un tema que afecta profundamente la construcción de la Paz. Finalmente el manejo de los recursos es lo que conduce a los conflictos y entender la naturaleza como un recurso que hay que explotar es el punto de partida de muchos conflictos” (entrevista, 2 de abril de 2014).
Por todo lo anterior, se observa que la Ciencia Política sí debe interesarse en el tema de la
Paz y, de este modo, de la Cultura de Paz. Es papel de la Ciencia Política analizar la realidad y proponer métodos y acciones para mejorarla47, generar conocimiento que se abra a reflexiones críticas en las sociedades. Es necesario aclarar que aunque se pudo concluir que en el caso de estudio la Ciencia Política está en el camino a dichas reflexiones, aún falta mucho camino por recorrer. La temática de la Cultura de Paz no se propuso de manera directa y explícita en ninguno de los programas analizados en la ciudad de Bogotá. De igual modo, tampoco aparece el tema de la Cultura de Paz propuesto por los programas de maestría a lo largo de América Latina.
En contraste con lo anterior, el profesor de la Universidad Católica de Colombia y de la
Universidad Nacional de Colombia Pablo Guadarrama afirma que la Ciencia Política siempre se interesa en el tema de la Paz. Para él es cuestionable “una Ciencia Política que no aporte elementos que contribuyan al mejoramiento humano de una comunidad, de un pueblo, de una ciudad, de un barrio, de una clase social, de un estamento, y que no contribuya en una forma a estimular la Cultura de Paz” (entrevista, 2 de abril de 2014).
Pero se puede advertir que la Ciencia Política, a través de sus programas de maestría, no
siempre promueve una Cultura de Paz desde todas sus asignaturas. Esta promoción se hace solo a partir de algunas asignaturas, de acuerdo al programa propuesto en el currículo directo, al manejo que el profesor universitario da al currículo indirecto a partir de su metodología de trabajo, y a las necesidades que se identifican desde la facultad a la que esté adscrita dicha maestría.
Esto contraría en cierto modo la afirmación del profesor Guadarrama cuando dice que en
la Academia no se delibera si estimular la guerra o estimular la Paz, a menos que haya fundamentalismos ideológicos muy fuertes, pues es papel de la Academia siempre estimular la Paz (entrevista, 2 de abril de 2014). Si bien es verdad que este debe ser el rol de la Universidad y su meta en todo momento, no siempre se estimula ni se fomentan los estudios para la Paz, ni siquiera de manera indirecta.
47 Es papel de todas las disciplinas aportar a la construcción de Paz.
América Latina Bajo la Lupa 93
En últimas, la Ciencia Política y los Estudios Políticos deben interesarse en las temáticas de la Paz, y de la Cultura de Paz. Cabe resaltar que para lograrlo es también necesario interesarse también en las temáticas de la violencia. Según Mario Aguilera, profesor del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia, el tema de la guerra, una de las caras de la violencia, también es necesario e importante de analizar desde la Ciencia Política, especialmente en países como Colombia.
“En los temas de la guerra para apreciar y valorar sus causas, actores, argumentos,
lógicas e impactos. Para entender su espacialidades, sus dinámicas y estrategias, su subjetividades y las razones para que tengamos el conflicto más viejo del mundo occidental. Igualmente para construir la memoria de la guerra y tener los elementos para juzgar si son apropiados los medios con que se intenta cerrar el actual conflicto. En cuanto al tema de la Paz le corresponde particularmente al politólogo contribuir de manera decidida en el diseño de políticas públicas para corregir algunos de los destrozos de la guerra pero también para pensar en los diseños políticos más apropiados para una Paz asociada a verdaderos cambios políticos y sociales, que serán los únicos que conjuren la posibilidad de una nueva fase de confrontación armada” (comunicación electrónica, 25 de agosto de 2014).
Aunque en este punto es importante precisar que, si bien es necesario conocer la validez
de las causas detrás de la guerra, esto no implica aceptar la violencia como solución a los conflictos. La causa del conflicto en sí misma, no hace una acción pacífica o dentro de los patrones de Cultura de Paz.
4.3 Cultura de Paz desde la Academia Existe un consenso entre los profesores entrevistados respecto al interés de la Ciencia
Política en el tema de la Paz. Con esto se demuestra la importancia de investigaciones como esta en el contexto de la disciplina de la Ciencia Política y en el contexto latinoamericano actual. Pero, si bien los profesores coinciden en la importancia de que desde la Ciencia Política se estudie el tema de la Paz, y no obstante argumentaron por qué sus asignaturas son de gran importancia, se observó ambigüedad en sus respuestas respecto a si ellos contribuyen o no en la formación de Cultura de Paz en sus estudiantes.
En primer lugar es importante esclarecer qué entienden los profesores y estudiantes sobre
el concepto de Cultura de Paz. La mayoría de profesores entrevistados comparten una perspectiva positiva del conflicto, como primer paso para aproximarse a un concepto de Cultura de Paz. Además, existe en algunos de los programas de maestría analizados un debate sobre el que se pone a discusión la temática de la Paz. No obstante, se observa, a partir de la respuesta de algunos profesores, que no existe un conocimiento actualizado o generalizado sobre la concepción de Paz y sus concepciones teóricas actuales. En ocasiones se advirtió que se percibía el concepto de Paz o Cultura de Paz como algo negativo, de índole conformista, como protección del estatus quo, y como inacción frente a tipos de Violencia Estructural sobre todo.
Esta percepción de Paz y de Cultura de Paz es desacertada y no es la concepción
transformadora de Paz y Cultura de Paz que necesita América Latina. De manera tal que las críticas a este concepto en realidad se acercaban más a lo que considera este estudio que es Paz y Cultura de Paz. Y es que la Cultura de Paz,
“no es pasividad, no es quedarse callado, no es someterse, la Cultura de Paz tiene que
ver con la vigencia de los Derechos Humanos en general (…), tiene que ver con la justicia
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
social. Entonces la Cultura de Paz, es un motor que sigue, que protesta, (…) hay una especie de conciencia humana y de solidaridad, pero que señala las injusticias sociales y pide que haya cambios” (F. Romero, entrevista, 7 de julio de 2014)
En la Academia, entonces existe la necesidad de una conceptualización generalizada sobre
el concepto de Paz, y un consenso sobre lo que significa Cultura de Paz, para que así los profesores, desde cada una de sus asignaturas, promuevan de manera consciente y directa la Cultura de Paz desde cualquiera de los enfoques del Círculo Académico de la Cultura de Paz. Retomando el concepto propuesto para esta investigación de Cultura de Paz, se sabe que esta es,
la cultura en donde la Paz y la no-violencia han sido naturalizadas socialmente y por lo tanto son
la respuesta obvia y legitimada culturalmente frente a un conflicto, ya sea en el ámbito micro-político o macro-político. No puede existir Cultura de Paz sin la acción política No-violenta, debido a que ésta no puede ser una cultura de la indiferencia, ni una cultura de la pasividad. La Cultura de Paz debe ser activa, debe ser una cultura de la proyección que lleve a que los individuos se pronuncien en contra de todo tipo de violencia e injusticia, debe promover el alcance de potencialidades propias, bajo un sistema con oportunidades de autorrealización, pero debe hacerlo siempre en Paz y a través de medios pacíficos.
Para fomentar la Cultura de Paz, en el sentido explicado anteriormente, se propuso el
Círculo Académico de la Cultura de Paz que recoge las variables importantes que se tratan en los Estudios Políticos en las diferentes asignaturas sin las cuales no se puede hablar de este concepto. Así varios profesores coinciden con los valores propuestos en la definición de Cultura de Paz. Para el profesor Alpiniano García-Muñoz, por ejemplo, esta es el reconocimiento del otro. No necesariamente tiene que ver con el diálogo, sino que es la aceptación y comprensión de que el mundo es distinto, de que todos los seres humanos cuentan con el mismo derecho a existir en sus diferencias. Así mismo, va más allá de la simple tolerancia de las diferencias, “es que la tolerancia es ignorar al otro, no se trata de ignorar al otro, antes por el contrario es saber del otro que es distinto a mí, y saber que es distinto a mí” (entrevista, 4 de abril de 2014).
Así, el profesor Alpiniano considera que su asignatura ha contribuido a la formación de
Cultura de Paz en sus estudiantes. “Yo creo que sí. (…) la verdad me he quedado sorprendido al final de mi materia,
tremendamente sorprendido, en forma positiva. Porque efectivamente cuando termina el seminario un alto porcentaje, no me atrevo a decir que el ciento por ciento, pero sí creo que es superior al noventa por ciento, ha entendido que el secreto de la Paz y de la convivencia radica en respetar la otroidad” (entrevista, 4 de abril de 2014).
Y, reiterando, en el respeto de la otroidad no solamente se tiene en cuenta el diálogo. Para
el profesor, los ilustrados estaban convencidos y algunos pensadores actuales piensan que basta que los miembros de la sociedad tuvieran la libertad para discutir y de esa forma se establecería un orden jurídico que recogiera las diferencias individuales. Pero respetar la otroidad va más allá de esto.
“Es saber que el otro es radicalmente distinto a mí, que otro tan distinto tiene el
mismo derecho a estar ahí (…) en esa sociedad política, como lo tengo yo. Entonces, no es tanto el asunto del dialogo sino es el aprender, el saber que el otro es otro y hay que respetarlo en su otroidad” (entrevista, 4 de abril de 2014).
América Latina Bajo la Lupa 95
Para la profesora Julie Massal, por el contrario, el amplio concepto de Cultura de Paz se puede contener en el elemento Diálogo en donde se respetan las ideas y en donde se argumentan de manera constructiva. Entonces para alcanzarla,
“es necesario abrir espacios de debate respetuoso constructivo, donde las reglas de juego
estén claras y que creo que es lo que falta todavía, porque observamos que muchas veces los ciudadanos reclaman justamente estos espacios de debate que no son específicamente amplios o no se respetan las reglas de juego. Creo que por ahí empezaría la construcción de Cultura de Paz” (entrevista, 13 de mayo del 2014).
Pero bien sabemos que la Cultura de Paz va más allá del diálogo, a pesar de que este es
uno de sus componentes principales. Entender al otro es necesario para lograr la naturalización de la Paz y de la No-violencia. El profesor Víctor Martín Fiorino, plantea otra perspectiva, igualmente necesaria en el entendimiento del otro. Para el la Cultura de Paz es una forma de entendimiento entre las personas basada en tres grandes pilares. El primero es el conocimiento, que permite conocer las distintas realidades humanas, en tanto culturas, costumbres, religiones, etc.; el segundo es la comprensión, que permite a los seres humanos ponerse en el lugar del otro, entender sus motivaciones, visiones y comportamientos propios; y el tercero, la sabiduría, que permite el planteamiento de un horizonte más amplio, permite poner los primeros en perspectiva, más allá del presente. Así,
“la Cultura de Paz tiene que apoyarse en estos tres pilares: el conocimiento del otro,
que me lleva a poder saber porque la persona actúa de una determinada manera. La comprensión, que me lleva a tener una empatía. Y tercero la sabiduría que me lleva a plantearlo como un horizonte de futuro, un horizonte que va más allá del presente” (entrevista, 7 de mayo de 2014).
Además de incluir una reflexión teórica sobre el fundamento de la Paz, el fundamento de
la integración y el fundamento de la negociación, la asignatura también tiene un componente práctico, en donde se discuten casos y estrategias de negociación en diferentes escenarios, ya sea el ámbito escolar, empresarial, o sector público. Por lo tanto el programa de la asignatura, así como el manejo de los temas en la clase, tiene como objeto cambiar las perspectivas de los estudiantes para pasar de la confrontación a la negociación y aplicar esas nuevas perspectivas, esos nuevos esquemas a la práctica cotidiana. Entonces, para el profesor Fiorino es claro el objetivo de contribuir a una formación de Cultura de Paz en sus estudiantes,
“Ciertamente. Creo que sí, porque la asignatura aparte de incluir una reflexión teórica
sobre el fundamento de la Paz, el fundamento de la integración y el fundamento de la negociación, tiene también una parte práctica efectiva que es hablar de la negociación y de las estrategias de la negociación en distintos ámbitos” (entrevista, 7 de mayo de 2014).
Continuando con la percepción del conflicto desde una perspectiva positiva, se considera
la concepción del Cultura de Paz de Mario Ramírez-Orozco, esta debe ser parte de la formación de cada persona, para que sepa resolver los conflictos de manera pacífica. Para él los conflictos son intrínsecos al ser humano, pero esto no representa un problema, el problema se genera si no se soluciona de manera pacífica.
“La Cultura de Paz debe ser, o es, debe volverse una forma de vida. Por principio
actuar con Cultura de Paz. Y es entender que en el planeta tierra y entre humanos todas las soluciones deben ser pacíficas” (M. Ramírez-Orozco, entrevista, 3 de abril de 2014).
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
En el análisis y en la entrevista se concluyó que su asignatura Procesos de Paz, Análisis en perspectiva comparada sí contribuye a formar una Cultura de Paz en sus estudiantes, no solo de manera implícita sino de manera directa a través del currículo oculto. Es preciso destacar que su objetivo se cumple, en la medida en que los estudiantes aprenden que la construcción de Paz nace de la cotidianidad, de las relaciones, que ellos mismos pueden aportar a su construcción, desde su propia experiencia. Para el profesor la sociedad colombiana y las sociedades latinoamericanas deben cambiar su percepción negativa frente al conflicto y el manejo violento que se da frente a ellos.
“Esto es un proceso muy lento de concientización y sobre todo de construcción de
actitudes, hay que mirar nuevas actitudes, como pienso yo la vida de esta manera pacífica, no pacifista. Sino como yo resuelvo los conflicto innatos, metodológicos, etc., de una manera que no implique el aniquilamiento del otro, que es una relación de enemigo que se maneja mucho acá” (entrevista, 3 de abril de 2014).
Ahora bien, para la profesora Diana Rojas, la Cultura de Paz es “la tentativa de desarrollar
procesos de análisis y de reflexión, sobre un fenómeno que es sustancial a la sociedad, un fenómeno que está vinculado al conflicto, o los conflictos” (entrevista, 7 de mayo del 2014). De, esta manera, desde la Cultura de Paz se deben plantear caminos efectivos para la solución de conflictos, de manera consensuada y pacífica. En este orden de ideas la Cultura de Paz es propositiva e incide en el desarrollo de conocimiento a favor de la sociedad.
Así pues, la profesora Diana Rojas considera también que su asignatura es relevante en la
construcción de Cultura de Paz en los estudiantes, en tanto les ayuda a entender cuál es la naturaleza de los conflictos, (en este caso, los estudios de caso específicos de Estados Unidos y su relación con América Latina), sus causas, sus actores, etc. Ya se observa que el tema de la Cultura de Paz puede ayudar a resolver la problemática a la que se enfrenta la Ciencia Política en tanto ciencia alejada de la realidad. Para la profesora Rojas, “cualquier aspiración de establecer una Cultura de Paz, pasa por reconocer el conflicto como inherente a las sociedades humanas, como un fenómeno social más o menos permanente” (entrevista, 7 de mayo del 2014), así se presenta el conflicto como uno de los hilos relacionales entre Cultura de Paz y Cultura Política.
En cuanto al profesor Carlo Nasi, es importante, en la Cultura de Paz incentivar la
tolerancia y la convivencia pacífica. Sin embargo, no es de olvidar, que la tolerancia es solo el primer paso hacia una verdadera convivencia de respeto a las diferencias y a las culturas heterogéneas. Pero desde su perspectiva, el profesor Nasi considera que sus asignaturas, en donde se trabajan temas como conflictos, Paz, soluciones negociadas y democracia, si contribuyen en alguna medida a crear una Cultura de Paz en sus estudiantes, en tanto los ha sensibilizado frente a las problemáticas que se desprenden de la violencia y la Paz (entrevista, 26 de agosto, 2014).
Ahora bien, para el profesor Mario Aguilera, la Cultura de Paz es la manera que permite
resolver los conflictos sin violencia y con equidad y justicia. Pero para él “la Cultura de Paz no puede reducirse a la adopción de mecanismos para tramitar nuestros conflictos” (comunicación electrónica, 25 de agosto de 2014). Ésta va más allá del alcance de unos valores, como la solidaridad, la tolerancia, la aceptación de las diferencias, etc.; es considerada “una necesidad que va asociada a la ampliación de la democracia política y sobre todo de la democracia económica” (comunicación electrónica, 25 de agosto de 2014).
Así pues, el profesor hace énfasis en que se debe alcanzar primero la Paz Estructural, para
poder alcanzar una Cultura de Paz. Sin embargo, la Cultura de Paz no solo se alcanza o se
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construye una vez todas las formas de violencia hayan sido eliminadas. Como se reiteró anteriormente, la existencia de una Cultura de Paz no implica que la violencia desaparece. Pero sí implica, por el contrario, que esta violencia, ya sea estructural, directa o de otro tipo, ya no es legitimada culturalmente. La Cultura de Paz, insistiendo, es la naturalización de la Paz es todos sus tipos (Paz directa, Paz estructural, etc.).
Para el profesor Julio Soto, Jefe del Departamento de Postgrado de la Academia Nacional
de Estudios Políticos y Estratégicos de Chile, que ofrece el magíster en Ciencia Política, Seguridad y Defensa, la Cultura de Paz se basa en una serie de valores, tradiciones, culturales y sociales, que permiten forjar una actitud y un comportamiento orientado a la búsqueda de soluciones pacíficas para la resolución de desacuerdos o conflictos, mediante un explícito rechazo a actos violentos ” (comunicación electrónica, 28 de agosto de 2014).
Pero, para el profesor, existen situaciones en donde se justifican los actos violentos. La
acción violenta se debe dejar, “sólo para el caso en que no han sido atendidos estos valores y uno es víctima de una agresión, y cuando los valores atacados son muy importantes para la nación, y sus habitantes, territorio y recursos” (comunicación electrónica, 28 de agosto de 2014). En aras de garantizar la seguridad nacional, el profesor Soto hace referencia al militarismo y a la monopolización de la violencia por parte del Estado, no obstante este es otro de los diez factores principales en donde se puede ver la honda huella de la violencia cultural en nuestra civilización, según Fisas (2002).
Hasta el momento el análisis de los profesores respecto a su objetivo de fomentar una
Cultura de Paz en sus estudiantes ha sido positivo. No obstante, no para todos los profesores ese fue su objetivo de manera implícita. Por ejemplo, a pesar de que para la profesora de la asignatura Participación Política Clara Rodríguez la Cultura de Paz es el “manejo de los conflictos mediante mecanismos democráticos: el diálogo, la deliberación, no la violencia u otros medios pues de, buscar soluciones por la propia mano” (entrevista, 17 de marzo de 2014), no consideró como objetivo explícito en su currículo directo la formación de Cultura de Paz en sus estudiantes. Pero sí reconoce que su asignatura tiene algo de importancia en la formación de Cultura de Paz de manera implícita. A través del currículo oculto, sin proponérselo, cumple este objeto en tanto su metodología parte del respeto por el otro, de un saber horizontal, poco impositivo.
Para otros profesores el tema de la Cultura de Paz pasa a ser considerado de manera
indirecta, o de ninguna manera en absoluto. Por ejemplo, para el profesor Felipe Botero, de la asignatura Análisis Político Colombiano, de la Universidad de los Andes, la Cultura de Paz tiene que ver con la solidaridad, la tolerancia y el respeto por el otro. Pero para el profesor Botero fomentar una Cultura de Paz en sus estudiantes nunca estuvo entre sus objetivos directos ni indirectos. Para él esto,
“no se planteaba como un objetivo de formación del curso. Se planteaba más como
objetivo de formación del curso, la familiaridad con los temas de la realidad política colombiana entre ellos, por su puesto el tema del conflicto. Otro de los objetivos del curso eran las herramientas de análisis desde la Ciencia Política de esos temas, conflicto, partidos y otros temas también, y en ese sentido en la medida en que se buscaba familiarizar a los estudiantes pues familiarizar y analizar el conflicto colombiano pues yo sospecharía que indirectamente o en un segundo plano podría de alguna forma contribuir a formar una Cultura de Paz, pero explícitamente no se planteaba eso como un objetivo del curso” (entrevista, 21 de mayo de 2014).
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
En cuanto al profesor de la asignatura Seminario de Investigación I, de la Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Colombia, Pablo Guadarrama, el concepto de Cultura de Paz proviene de su propia perspectiva humanista. Esta es el
“dominio que posee un ser sobre sus condiciones de vida, que permite con libertad
tomar determinaciones, decisiones, para realizarse en forma progresiva, por eso el concepto para mí de cultura está vinculado a una proyección de la modernidad, de progreso, está vinculado también a procesos desalienadores es decir enfrentarse a que cualquier forma de opresión, cualquiera, política, religiosa, jurídica, económica, de lo que sea” (entrevista, 2 de abril de 2014).
Y esta desalienación debe hacerse de manera pacífica y no mediante la violencia. Respecto
a la guerra, una de las formas de violencia, el profesor plantea que esta es una forma alienante de existencia. Por lo tanto, la Cultura de Paz, es la opción más lógica y consecuente para enfrentarse a la guerra como forma suprema de alienación humana, para así contribuir a la realización del ser humano de la forma más armónica e integral.
A pesar de lo anterior, afirma que su asignatura no tiene entre sus objetivos fundamentales
la formación de una Cultura de Paz en sus estudiantes. Sin embargo, afirma que su asignatura
“sí tiene como objetivo cultivar la idea de que el pensamiento latinoamericano ha tenido una raigambre humanista, (…) [yo] trato en lo posible, de articular a que el pensamiento político latinoamericano tiene una función emancipadora, desalienadora, insisto, es liberadora, [y esto trata de] contribuir a un pensamiento para una cultura ciudadana que por supuesto no es de guerra. Es de Paz y es de armonía y es de colaboración”.
Así se observa, una vez más que los profesores no son conscientes de que tiene el poder
de instaurar una Cultura de Paz en sus estudiantes a través de las temáticas propuestas en el contenido temático, sino que lo hacen de manera involuntaria. No existe una intencionalidad de construir una Cultura de Paz, a pesar de que la asignatura está inserta en el análisis de una o más de las variables propuestas en el Círculo Académico de Cultura de Paz. En el caso del profesor Guadarrama, hay una intención de presentar a los estudiantes alternativas propuestas desde el pensamiento político latinoamericano frente a situaciones conflictivas que se han presentado en la historia de la región, y a pesar de que esto contribuye a la formación de Cultura de Paz, esto no es interiorizado por el profesor mismo.
Continuando, si bien para el profesor Rodolfo Masías la Cultura de Paz no hace parte de
sus preocupaciones intelectuales, la define como
“un campo en el que deberíamos de formarnos, de socializarnos, para actuar en Paz o para saber actuar en Paz o actuar pacíficamente (…) creo que cualquier cosa que se llame Cultura de Paz, es algo que tiene que ver con una vida armónica con una vida social que haga posible la solidaridad, la vida en comunión” (entrevista, 4 de abril de 2014).
El hecho de que la Cultura de Paz no haga parte del interés intelectual del profesor Masías
es otro de los ejemplos de la necesidad imperiosa que existe en la Ciencia Política de abrirse a la realidad y de interesarse cada vez más en el tema de la Paz, que es y será siempre un tema de importancia coyuntural. En ocasiones los temas de Paz se ven relegados de la academia y empiezan a ser considerados como temáticas pertenecientes a niveles inferiores de educación.
Al respecto de si su asignatura contribuye o ni al desarrollo de una Cultura de Paz en sus
estudiantes, el profesor Masías afirma que “tal pretensión no está en el curso ni implícitamente
América Latina Bajo la Lupa 99
aunque me imagino que por la naturaleza de los temas, podría desarrollar un espíritu de revisión de nuestros esquemas de conductas, de nuestros valores, de nuestra forma de ser” (entrevista, 4 de abril de 2014).
Ahora bien, se observan contradicciones importantes. Se advirtió que el profesor Masías
percibía el concepto de Paz o Cultura de Paz como algo negativo, de índole conformista, como protección del estatus quo, y como inacción frente a tipos de violencia (estructural sobre todo). Esta percepción de Paz y de Cultura de Paz es errada y no tiene nada que ver con la percepción de Paz y Cultura de Paz que necesita América Latina.
Al tiempo, el profesor afirma que en el interés por construir una Cultura de Paz no se
deben “ocultar debates previos que tienen que ver con esclarecer quienes somos en realidad de que tipo es esta sociedad como está conformada, la Paz no debe ocultar la desigualdad o la injusticia social” (entrevista, 4 de abril de 2014). Esta posición coincide con lo que se define como Cultura de Paz activa.
Esto demuestra una vez más que la Ciencia Política debe preocuparse cada vez más por el
tema de la Cultura de Paz, se generalice una visión de lo que es una Cultura de Paz activa y sea esta la que se reproduzca en todos los espacios académicos. Muchas de las críticas que se hacen al concepto de Cultura de Paz provienen de relacionar este concepto con la idea del no-actuar y la idea de aceptar el estatus quo sin buscar el cambio de las estructuras violentas. Por el contrario, la indiferencia y la inacción frente a las problemáticas que afectan a nuestras sociedades solamente prolongan y perpetúan la violencia cultural.
4.4 El rol del egresado en la sociedad Teniendo en cuenta la connotación política de la Cultura de Paz se puede afirmar que ésta
influye en los procesos políticos de los individuos, ya sea a nivel macro-político o micro-político, y que todas las asignaturas analizadas son relevantes tanto en el estudio de la Ciencia Política como en la formación de Cultura de Paz, pues contribuyen a la formación crítica de futuros profesionales frente a las necesidades nacionales, regionales e internacionales, al tiempo que abren la ventana a temáticas importantes en los Estudios para la Paz.
El papel de los estudiantes egresados de una maestría en la sociedad es el de ciudadanos
activos constructores de cambios y tomadores de decisiones. Los estudiantes egresados de las maestrías en Ciencia Política o Estudios Políticos en la ciudad de Bogotá tienen la capacidad, según los profesores entrevistados, de entender e interpretar los acontecimientos de la sociedad, con fortalezas en investigación, con el fin de proponer cambios y contribuir con un pensamiento propio. Es por esto que al cumplir un rol tan importante y activo en la sociedad, los estudiantes egresados de programas de maestría, deben estar formados además en Cultura de Paz, promoviéndola a través de sus futuras investigaciones, o decisiones, o acciones cotidianas.
Para el profesor García- Muñoz, por ejemplo, los egresados de la Maestría en Ciencia
Política con énfasis en Paz e Integración salen preparados para ser constructores de Paz. “No se trata de que vayan a echar un discurso, se trata de que adquieran el hábito y que posteriormente expliquen de qué forma la Paz se consigue si sabemos que somos todos radicalmente distintos” (entrevista, 4 de abril de 2014). La mayoría de profesores entrevistados coinciden en que los egresados de una maestría, en cualquier disciplina, es un papel de responsabilidad con la sociedad a partir del conocimiento adquirido, construyendo desde nuevas perspectivas soluciones a los problemas de la sociedad, más aún cuando su disciplina
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
en la Ciencia Política, pues estos egresados se desenvuelven en distintos ámbitos en donde es necesaria la apertura de debates abiertos, prácticos y racionales.
De aquí se desprende otro reto al que se enfrentan los egresados de una Maestría en
Ciencia Política o en Estudios Políticos: encontrar maneras prácticas de aplicar la teoría aprendida en el contexto real; pasar de la teorización a la aplicación. En esto coinciden, la profesora Julie Massal y los profesores Mario-Ramírez Orozco y Rodolfo Masías. Para éste último, por ejemplo, si bien los estudiantes egresados de una Maestría en Ciencia Política deberían cumplir un papel activo en la sociedad, no lo cumplen debido a la falta de herramientas para conectar la teoría con la realidad,
“me temo que sea así por el giro que ha tomado eso que se llama la academia, en
Colombia en los últimos, digamos quince años (…) Cada vez veo yo una academia más encapsulada, más hermética más divorciada del mundo, cada vez más autorreferente conforme se ha ido profesionalizando y conforme se ha ido institucionalizando” (entrevista, 4 de abril de 2014).
Entonces, debido a lo anterior, el impacto de los egresados en la sociedad puede ser muy
limitado y en ocasiones terminan jugando un papel solamente académico más que proactivo en la sociedad. Este problema conlleva a la falta de creación de un pensamiento propio. Cuando existe debilidad para asociar las teorías con el contexto real, eso puede llevar a asumir como propio conocimiento que responde a otras realidades.
Ya se había afirmado antes que la Cultura de Paz entra a ser esa conexión entre la teoría
y la realidad, pero más aún en el contexto propio de este estudio, debe responder a las necesidades propias de América Latina. De esta manera la Cultura de Paz se plantea como el eslabón clave que permite acercarse a la acción y a forjar un pensamiento propio latinoamericano. En palabras del profesor Granziano Palamara, esto permitirá que la academia se salga del eurocentrismo y se aprecie a América Latina “no más como un continente desaparecido, sino como un continente que puede jugar un papel protagónico en el sistema internacional” (entrevista, 19 de marzo de 2014).
Para finalizar, vale la pena enfatizar que la Cultura de Paz debe ser aprendida en el nivel
de maestría, y su aproximación a ella puede ser desde cualquiera de las variables propuestas desde el Círculo Académico de la Cultura de Paz, pero debe ser aproximada de manera explícita y directa. Si bien los valores que conforman la Cultura de Paz deben ser enseñados desde el núcleo familiar y desde los primeros escenarios educativos, esta es una falencia en el contexto latinoamericano. Además, la Cultura de Paz y su aprendizaje no son exclusivos de ciertos niveles académicos, por el contrario, deben hacer parte de todos los niveles académicos. En palabras de la profesora María Teresa Pinto, “en un país en guerra o en un país que quiere construir la paz, eso [la construcción de Paz] debería iluminar todo el pensum de todas las maestrías” (entrevista, 21 de mayo de 2014).
Desde el nivel de maestría, se resalta que estos conocimientos son reforzados para que el
egresado transmita a la sociedad toda esa trayectoria formativa en Cultura de Paz, desde una perspectiva más científica. Desde el campo práctico de la Ciencia Política y los Estudios Políticos para el profesor García- Muñoz, es importante que el magíster aprenda Cultura de Paz en el nivel de maestría debido a que así, además de transmitir una Cultura de Paz desde su cotidianidad, el estudiante adquiere la capacidad de diseñar instrumentos políticos (jurídicos y económicos) que permitan transmitir la Cultura de Paz de la cotidianidad de las esferas micro- políticas hacia las esferas macro- políticas (entrevista, 4 de abril de 2014) .
América Latina Bajo la Lupa 101
Y es que la Cultura de Paz, convoca a todas las disciplinas, esta debe ser el eje transversal en todos sus niveles. En palabras de Flor Alba Romero, “si vamos a pensar en la educación superior, la formación de nuestros profesionales, que queremos que sean excelentes profesionales, pero también excelentes seres humanos, entonces la Cultura de Paz (…) es una mirada integradora” (entrevista, 7 de julio de 2014).
4.5 Construcción Activa de la Paz Aquí vale la pena hacer una breve digresión para subrayar el papel que juega la Academia
en la construcción de Cultura de Paz. Ya se discutió el rol tan importante que tienen los egresados de las maestrías en Ciencia Política y Estudios Políticos, por lo tanto la Academia, responsable de formar a sus estudiantes, es responsable de alentar positiva o negativamente una Cultura de Paz en los estudiantes. La academia latinoamericana es responsable de fomentar desde su núcleo la construcción de Paz, para que quienes se forman como ciudadanos y académicos, aporten a ella de manera responsable y crítica.
Resulta pues pertinente la posición del profesor Fiorino, cuando afirma que las
organizaciones o las instituciones académicas no pueden ser instituciones aisladas, sino que deben relacionarse con los diferentes actores sociales y producir conocimiento de manera conjunta, “un conocimiento, un saber y una sabiduría que apunten a la Paz” (entrevista, 7 de mayo de 2014). Entonces, debido a ese énfasis relacional al que se refiere el profesor Fiorino, la academia debe tener en cuenta la Cultura de Paz como un elemento de corresponsabilidad de múltiples actores, en donde todos, academia, gobierno, la empresa, la sociedad, los diferentes actores sociales, son responsables de manera conjunta de la construcción de la Cultura de Paz. Por lo tanto, para él “hay que crear mecanismos para que en todo momento haya una relación entre gobierno, empresa, sociedad, Universidad y sociedad (…) para trabajar los temas de la Paz” (entrevista, 7 de mayo de 2014).
Insistiendo, el profesor García-Muñoz plantea que la academia debe permitir que sus
miembros reconozcan al otro como distinto (entrevista, 4 de abril de 2014). En el contexto colombiano la academia debe superar su papel de promotor de asignaturas y debe ir más allá a la construcción de Paz desde su misma filosofía. En la misma línea, para el profesor Felipe Botero, “la razón de ser de una Universidad en general y de la Academia es precisamente la discusión sobre la realidad, la realidad en la ingeniería, o la realidad en la biología, o la realidad en las ciencias sociales” (entrevista, 21 de mayo de 2014), y debido a que el objetivo es poner en discusión esta realidad, la Ciencia Política debe dar las herramientas para poder entender la realidad y participar en el debate sobre cómo construir Cultura de Paz en la sociedad.
Para el profesor Nasi, mucha de la intolerancia y de la violencia proviene de posiciones
dogmáticas y excluyentes, así que la Academia como generadora de conocimiento juega un papel en tanto comunicador de la complejidad que cada situación. Así desde la Academia se puede desarrollar una visión más compasiva de la realidad (entrevista, 26 de agosto de 2014).
Ahora, para el profesor Guadarrama, la Academia en sí misma es constructora de Cultura
de Paz. Para él,
“es muy difícil que tú te encuentres en un ambiente académico, por muy ultraconservador que sea, la justificación de la guerra como única solución a los males sociales, normalmente no pasa (…) la academia puede ser y lo es y lo ha sido siempre, coadyuvadora de actitudes de Paz, favorecedora de actitudes de Paz y de crítica a la enajenación desastrosa que producen las guerras” (entrevista, 2 de abril de 2014)
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Empero esto no siempre es así. La Academia sí puede tomar una posición directamente a favor de la violencia. Por ejemplo, a partir de sus postulados teóricos a favor o en contra de un determinado modelos de desarrollo, la Academia puede o no estimular y perpetuar la Violencia Estructural, y peor aún, la Violencia Cultural en el sentido en el que promulgue la aceptación de las problemáticas sociales y económicas, como la desigualdad y la pobreza, con el objetivo de mantener el estatus quo de la sociedad.
Bien afirma el profesor Mario Aguilera que
“construir la Paz o una Cultura de Paz es un asunto que compete a muchos sectores sociales y especialmente a las elites políticas que generalmente han vivido a espaldas de los realidades sociales y han contribuido a que seamos uno de los países más desiguales del continente” (comunicación electronica, 25 de agosto de 2014).
Esto ilustra bien una situación en donde dichas élites sociales a las que se refiere el profesor
Aguilera han sido influenciadas por la Academia en donde se han formado. También para el profesor Ramírez-Orozco, la academia debe tomar conciencia de que en sí misma una generadora de desigualdad (entrevista, 3 de abril de 2014). La academia latinoamericana, según el profesor, esta insertada en los conflictos de orden estructural, esto permite que en ocasiones la Academia no actúe como generadora de Cultura de Paz.
De igual manera, para la profesora María Teresa Pinto no siempre la Academia promueve
Cultura de Paz ni actúa como constructora de Paz, desde su misma naturaleza interna promueve, por el contrario dinámicas violentas, como la estigmatización del otro por cuenta de sus posiciones e ideas, “la universidad no es un espacio de dialogo real, entonces cuando no hay dialogo, cuando no hay una deliberación horizontal, no hay un encuentro” (entrevista, 21 de mayo de 2014). Esto es necesario reconocerlo, con el fin de poder superarlo; la Academia debe ser un ejemplo de diálogo, debido a que sin este no se puede construir comunidad académica.
4.6 Cultura Política de la Paz Activa Ahora bien, ya en el Marco Teórico se hizo una aproximación al concepto de Cultura
Política como los patrones de comportamiento, los sentimientos, creencias y demás, que internalizan un sistema político. La vida política, para Peschard (1994, p. 10), se conforma alrededor de las relaciones de poder y autoridad. Por lo tanto, si los patrones culturales en una sociedad cambian respecto a dicha percepción de poder, se cambiará la cultura política. Entonces se reitera que la cultura política es modificable.
Entonces, si se hace referencia a los parámetros que componen la Cultura de Paz, aplicados
a la vida política y a la percepción de poder, entendiendo la Cultura de Paz como acción y no como conformismo o inacción, nos referiremos al concepto de Cultura Política de Paz Activa. Así, en esta sección se analizará si sí existe esta relación y cuál es la posición de los académicos y estudiantes al respecto. Es preciso, entonces, definir la percepción general que se encontró de Cultura Política, y la relación que se identificó frente a esto con la Cultura de Paz.
A modo general, la definición de Cultura Política por parte de los profesores y estudiantes
entrevistados tiene que ver con el conocimiento de la persona sobre la vida política y las acciones que la influyen, con la aplicación de este conocimiento mediante el pensamiento crítico, con el comportamiento de la persona en su conglomerado social y con la influencia de este comportamiento frente a las problemáticas que se presentan tanto en las esferas micro-
América Latina Bajo la Lupa 103
políticas como macro-políticas. Así pues, para el profesor Fiorino la cultura política es el mismo saber político. Entonces, “por definición la política es un saber que toma decisiones” (entrevista, 7 de mayo de 2014). De igual manera, como la cultura política puede tener muchas interpretaciones, el profesor Fiorino hace la diferenciación entre la Cultura Política en un sentido débil y en un sentido fuerte, que es aquel que debemos tener en cuenta.
“La cultura política entendida en un sentido débil, en un sentido pobre, sería solamente
esa especie de saber que nos ayuda a escoger opciones que digamos, sean preferidas dentro de la multiplicidad de posibilidades que encontramos en cada momento. Esta sería una visión pobre de la cultura política. Una visión rica de la cultura política nos dice que no solo la cultura política nos ayuda a escoger opciones sino a crear alternativas aun si no están presentes entre las opciones. Es decir, a buscar de modo creativo generar herramientas novedosas, alternativas novedosas” (entrevista, 7 de mayo de 2014).
Así, esta se compone de factores como el pensamiento crítico, en tanto es necesario
analizar la realidad de manera crítica. Para lograrlo, es necesario tanto el factor de la reflexión, como el factor de la creatividad, que permite buscar maneras novedosas de aportar a los procesos políticos, a la realidad política.
Es en este punto en donde se hace clara la relación con Cultura de Paz. Así como la Cultura
Política debe ser reflexiva e ir más allá de la crítica, y pasar a la acción, al cambio, de la misma forma la Cultura de Paz implica el cambio, la acción, pero desde la no-violencia. No basta con estar en contra de la violencia, no basta con manifestarse en contra de los problemas, la Cultura de Paz, así como la Cultura Política debe ser activa y propositiva; en esto la creatividad juega un papel fundamental. Encontrar maneras creativas de enfrentar la realidad por medio de métodos pacíficos es difícil, es aún más difícil que hacerlo por medio de la violencia. Es por esto que se necesita mucha creatividad al enfrentarse a los distintos conflictos. En palabras del profesor Fiorino, “hoy la política no solamente es el arte de lo posible, es el arte de ensanchar lo posible, de alargar, de ampliar lo posible” (entrevista, 7 de mayo de 2014).
Retomando, para el profesor Fiorino existe un claro vínculo entre la cultura política y la
Cultura de Paz de cada ciudadano. Así, refiriéndose específicamente a la maestría en Ciencia Político con énfasis en Paz e Integración, se están formando ciudadanos con una cultura política, crítica, reflexiva y creativa. En ese sentido,
“la cultura política de cada persona que se está formando, está avanzando en esta
línea desemboca, prácticamente de modo natural, sin que sea obligada, en una Cultura de Paz. Es decir, la Paz, esa Paz activa, esa Paz nutrida de justicia, de equidad, de equilibrio, es un resultado de: la visión crítica de los sistemas políticos pasados, la visión reflectiva que fundamente el reemplazo de estos sistemas, y la visión creativa que hace asociaciones novedosas entre los actores políticos”
Igualmente, la profesora de la asignatura Historia de las Instituciones Políticas, Lucía Picarella
considera que la Cultura Política “puede ser entendida como la toma de conciencia de parte del ciudadano de todo lo que caracteriza el sistema político y civil del que hace parte” (entrevista, 5 de junio de 2014), así un ciudadano que actúa desde la Cultura Política se interesa y juega un rol importante en el desarrollo político y civil del sistema al que pertenece, resaltando nuevamente la importancia de ser activo y propositivo.
Pero la Cultura Política no tiene que ver solamente con el sistema político y civil. Esta está
relacionada con la interacción de los individuos en el conglomerado social en su búsqueda por alcanzar su fin último individual (A. García- Muñoz, entrevista, 24 de febrero de 2014), y
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
como estas interacciones llevan o no al bien común (M. Ramírez-Orozco entrevista, 3 de abril de 2014). Entonces, cuando cada persona logra realizarse, cuando alcanza sus potencialidades, sin limitar las de los demás existe Cultura de Paz.
Es por esto que el canal para traer a la realidad y a la práctica la Cultura Política, es la
Cultura de Paz y viceversa. En palabras de Flor Alba Romero,
“yo creo que la Cultura de Paz, es un buen insumo para la Cultura Política, yo pienso que debe haber algo en los seres humanos, es la coherencia. Si yo estoy digamos en el campo político, debo ser coherente con mis principios de respeto de vigencia de los derechos humanos, de defensa de democracia y de condena de la injusticia social, y eso se debe reflejar en la Cultura Política (…) La Cultura de Paz da a la Cultura Política la mejor herramienta, que es el camino de la comunicación real, el dialogo fructífero, para poder llegar a acuerdos” (entrevista, 7 de julio de 2014)
Y es que tanto las esferas micro-políticas como las macro-políticas están intrínsecamente
relacionadas. Así pues, la Cultura de Paz a nivel de lo cotidiano está estrechamente ligado con valores más amplios como la democracia, la solución pacífica de conflictos y viceversa. Para el caso específico de América Latina, el profesor Palamara dice a este respecto que,
“sin una verdadera Cultura de Paz esta transición que América Latina empezó a
vivir, que empezó a conocer, para una concreta democracia nunca se realizará, y creo que hay un vínculo estrecho entre la voluntad de llegar a una verdadera democracia y la voluntad de construir una verdadera Cultura de Paz, porque hasta cuando tenemos un enfrentamiento fuerte, hasta cuando seguimos usando las armas en el enfrentamiento político, evidentemente no tenemos la posibilidad de construir una democracia” (entrevista, 19 de marzo de 2014).
Así, para América Latina la manera de ser ciudadano, de comportarse en sociedad, se debe
basar en la Cultura de Paz. Para la profesora Julie Massal, una de las debilidades en América Latina, es que no hay un diálogo entre las diferentes posiciones políticas. La Cultura Política para la profesora Massal va más allá del pensamiento crítico individual frente a la realidad, “al momento de tomar decisiones, de escuchar al otro, de realmente actuar en democracia no existe Cultura de Paz y eso no permite que la Cultura Política de cada ciudadano interactúe con la de otro ciudadano y eso también es no tener cultura política” (entrevista, 4 de abril de 2014).
El profesor Carlo Nasi por otro lado, advierte que no se puede hablar solamente de una
Cultura Política, sino que debe hablarse de distintas sub culturas políticas, cuyo análisis también es importante. Para Nasi, la Cultura Política habla sobre la percepción que tiene un individuo o un conglomerado social frente a la manera de hacer política (entrevista, 26 de agosto de 2014).
Finalmente, para la profesora María Teresa Pinto, “la cultura política es ese escenario de
mediación en donde le damos sentido a nuestros actos y eso obviamente es súper importante, porque detrás de cada acto, de la violencia, de la violación del maltrato intrafamiliar, la corrupción, etc., hay una estructura que media, la justifica y la promueve” (entrevista 21 de mayo de 2014).
En esa medida se observa la relación que existe entre Cultura Política y Cultura de Paz, y
es que “la Cultura de Paz es ese eje trasversal que debería iluminar todos los aspectos de la cultura de un país” (M. Pinto, entrevista 21 de mayo de 2014), como se relaciona el ciudadano
América Latina Bajo la Lupa 105
con las instituciones, como se relaciones con la comunidad, con las relaciones de poder, es decir todo lo que define la Cultura Política de un ciudadano.
4.7 ¿Y los estudiantes dónde quedan?
En las breves conversaciones realizadas con los estudiantes hubo diferentes elementos en común. Todos los estudiantes coincideron en reconocer su papel fundamental en la sociedad y la responsabilidad que adquirían al ser futuros egresados de una Maestría en Ciencias Políticas o Sociales. Para Marco Forero, estudiante de la asignatura Migraciones Internacionales y globalización: contradicciones y oportunidades, dictada por la profesora Victoria Whittingham, y estudiante de la Maestría en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, la decisión de estudiar una Maestría surge de las exigencias del mercado laboral. No obstante, si cree que los egresados de cualquier maestría en cualquier disciplina adquieren una responsabilidad frente a la sociedad en la medida en que los egresados aportan reflexiones respecto a “de dónde venimos y hacia dónde vamos” (comunicación personal, 4 de Junio de 2014).
En concordancia con lo anterior, Camilo Ernesto Matos, compañero de Forero en la
asignatura y de la misma Maestría, los egresados en este tipo de disciplinas humanistas tienen una responsabilidad clave frente a la sociedad (comunicación electrónica, 4 de Junio de 2014). También, para Linda Rincón Vargas estudiante de la Maestría en Ciencia Política con énfasis en Paz e Integración de la Universidad Católica de Colombia como egresada de la Maestría podrá “entender el entorno de nuestra realidad, contar con herramientas que me permiten valorar mi responsabilidad social frente a mi familia, a la comunidad, a la sociedad donde socializo suministrándome elementos que permiten la inclusión de todos los ciudadanos (…)” (comunicación electrónica, 5 de Julio de 2014).
Y como futuros egresados, que juegan un papel fundamental en la sociedad, reconocen
que a la Academia aún le falta superar el reto de vincular el conocimiento adquirido y generado dentro de ella misma con la realidad. Es preciso que en la Academia se abran más espacios de debate y de aplicación práctica de las teorías a la realidad.
Ahora bien, este divorcio entre la realidad y la teorización es lo que afecta, según los
estudiantes el debate abierto a las nuevas ideas en la Academia y así mismo en el aula de clase. Si bien todos los profesores entrevistados aseguraron que en sus clases el debate abierto y la participación crítica era parte de su metodología, para algunos estudiantes este debate no se da siempre, sobre todo por la falta de respeto por las ideas de otro que se da entre compañeros y en ocasiones, entre los mismos profesores universitarios.
Para Marco Forero por ejemplo, los sesgos ideológicos en muchas ocasiones coartan el
debate y aumentan el aislamiento hacia la disciplina que se esté estudiando. Para Forero esto genera ausencia de comunidad académica “la comunidad académica se fortalece en la medida en que hayan opiniones distintas se pueda discutir, y se entable una discusión entre distintas teorías académicas” (comunicación personal, 4 de Junio de 2014). Linda Rincón Vargas coincide con el al afirmar que en su ambiente universitario identifica como tipo de violencia el no respeto por las ideas del otro que se da en ocasiones entre su compañeros de clase (comunicación electrónica, 5 de Julio de 2014).
Es cierto que en la Academia existen escenarios en donde se legitima culturalmente la
violencia y este debe ser un reto por superar. Esto se ve retratado a partir de las palabras de Marco Forero:
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
“Yo soy venezolano y llevo acá casi diez años, pero emigré por la situación política de mi país (…) por mi experiencia de vida tengo una postura opuesta a las ideas de izquierda, a todas estas propuestas que en mi país han generado pobreza, conflicto y violencia, (…) sufrí de esa Violencia Política por ser de la oposición. Cuando llego acá la sufro otra vez, pero no desde el gobierno sino desde los estudiantes (…) entonces lo catalogan a uno de ‘facho’, de ‘derechoso’, lo descalifican” (comunicación personal, 4 de Junio de 2014).
Casos como este demuestran que desde la Academia en ocasiones hay rechazo a las ideas
distintas, rechazo al otro por pensar diferente. Y es precisamente ahí donde la Academia debe intervenir, debe cambiar. Camilo Ernesto Matos también reconoce que hay espacios en la Academia “en donde los discursos políticos se tornan bastante excluyentes y agresivos contra aquellos que no planteen alternativas explícitamente alineadas a la ‘izquierda’” (comunicación electrónica, 4 de Junio de 2014). En esas situaciones se está yendo en contravía de la creación de Cultura de Paz.
No obstante, Matos resalta la existencia de constantes debates en el entorno universitario
entre los estudiantes y los representantes para el mejoramiento de áreas comunes, programas académicos y discusión de posiciones y/u opiniones referente a coyunturas dadas. De igual manera Forero tuvo la oportunidad de ser representante estudiantil y dar a conocer así sus ideas en un espacio abierto de diálogo.
Para Walter Mauricio Gallego, estudiante de la Maestría en Estudios Políticos
Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Colombia, las asambleas de estudiantes, por ejemplo, son espacios de encuentro con el otro, en donde sí se permite pensar diferente. No obstante, también él ha sufrido de la falta de convivencia en el entorno universitario, para Gallego por ejemplo:
“Con mi experiencia como ‘paisa’ me pasaron varias situaciones (…) Desde algunos
profesores sentí un poco de resentimiento contra los paisas, porque había una mirada muy sesgada frente a lo que ha sido nuestra cultura en el país, y (…) al generalizar hay exclusión y rechazo. Me sentí un poco discriminado por ser paisa. Eso es violencia, porque eso es reproducir la indiferencia” (comunicación electrónica, 6 de Junio de 2014).
Ahora bien, los estudiantes reconocen la concepción de Cultura de Paz como necesaria y
su relación íntima con la Cultura Política. Todos coinciden en que la Cultura de Paz se compone de todas aquellas prácticas sociales que actúan en favor de valores como el diálogo, y la solución No- violenta de conflictos; pero también coinciden todos en que la existencia de Cultura de Paz implica, no solo deslegitimar la Violencia Directa, sino también la Violencia Política, Social y Económica.
La Cultura de Paz es entonces interpretada como la construcción de lo público en igualdad
de condiciones, es el paso de la civilidad individual a la acción política desde lo colectivo en Paz. Es saber analizar el mundo de una manera crítica y reflexiva para poder aportar a la visibilizarían de las inequidades y desigualdades del entorno, pero además en la acción en favor de estas causas.
Así pues, a todos los estudiantes los Estudios Políticos les forman en tener una mejor
percepción de los procesos que acontecen en la realidad social, en estudiar la realidad de manera propositiva. A pesar de los retos que como Academia aún se deben superar, los Estudios Políticos y la Ciencia Política transmiten los valores fundamentales de
América Latina Bajo la Lupa 107
comportamiento que conforman la Cultura Política y estos deben ser en oposición a todos los tipos de violencia y conllevando así a la construcción de una Cultura de Paz.
Consideraciones Finales 109
5. Consideraciones Finales
El presente trabajo de investigación buscó acercarse a un tema que cobra gran importancia en la actual coyuntura: la Paz y los medios para construirla. El objeto de estudio fue específicamente el análisis de la construcción de una Cultura de Paz desde la educación superior, a nivel de maestría, en las facultades o escuelas de Ciencia Política y Estudios Políticos en las universidades de la ciudad de Bogotá.
La construcción de una Cultura de Paz propia latinoamericana es una necesidad imperiosa
y es ahora cuando debe plantearse la discusión de cómo lograr la Paz desde un cambio cultural propio en América Latina. Esta investigación buscó acercarse a la respuesta de las siguientes preguntas de investigación, a partir de las concepciones generales y actuales de Cultura de Paz:
¿De qué manera se promueve desde la educación superior la construcción de Cultura de Paz en América
Latina y hasta qué punto se puede considerar esta una construcción propia para la región? ¿En qué medida las materias obligatorias y electivas ofrecidas a nivel de maestría en el área de la Ciencia
Política influyen en la generación y fortalecimiento de una Cultura de Paz en los estudiantes, futuros profesionales?
Ahora bien, a partir de los resultados de la investigación pueden hacerse las siguientes
apreciaciones. En primer lugar, observando una muestra a nivel latinoamericano de los programas de maestría, relacionados con temas de construcción de Paz, se analizó que existe una diversa oferta de programas y que en su contenido temático se propone el estudio de temas de interés en la región Latinoamericana. Estos programas no son ajenos a las necesidades que existen en la región y a los diferentes tipos de violencia que convulsionan a América Latina y que deben ser superados. Así como tampoco son ajenos a los distintos tipos de Paz que se debe crear, fomentar y sostener.
A partir del análisis realizado en el Capítulo 2, se puede observar que existen diferentes
programas en la región que tienen un énfasis, no solo en las diferentes temáticas que componen los Estudios para la Paz sino, en la construcción de Paz en América Latina. Desde estos programas se visualiza la necesidad que tiene la región latinoamericana de promover una Paz sostenible y duradera que va más allá de la resolución de conflictos armados inmediatos. A partir de estos programas la Academia latinoamericana se va consolidando como el espacio para proponer nuevo conocimiento desde la Paz, revisitando enfoques y teorías sobre su construcción y su sostenibilidad en el tiempo.
Se observa también, que en Colombia se ofrecen diferentes programas que tienen como
objeto principal la educación y la investigación para la Paz. Algunos programas tienen un acercamiento positivo a la construcción de Paz, así como otros tienen una perspectiva negativa (que se concentra en evitar la violencia, más que en construir la Paz) o mixta. Los programas cuentan con elementos diferenciadores pero a modo general tienen algunas temáticas y elementos a tratar en común. Así pues, se destaca el hecho de que el estudio de
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
los DD.HH y la democracia es necesario para acercarnos al estudio de la Cultura de Paz y la construcción de Paz.
En segundo lugar, a partir de los programas de maestría en Ciencia Política y Estudios
Políticos en la región, se observa que se tiene un fuerte enfoque latinoamericano y que América Latina como unidad de análisis está tomando fuerza desde el planteamiento de los planes temáticos. No obstante, es preciso rescatar que cada programa, a pesar de la fuerte influencia latinoamericana que tiene en su programa, se concentra sobre todo en las temáticas y afectaciones directas a nivel nacional.
Así pues, se puede concluir, desde lo observado en el Capítulo 2, que todas las maestrías
coinciden en la importancia del estudiante como sujeto activo en la sociedad, no solo local sino a nivel regional. En los programas se observan variables importantes cuando se analiza la construcción de Paz, por ejemplo conflictividades específicas, o el estudio de tipos de violencia específicos. Desde la mayoría de ellas se busca ser propositivos con el fin de que los estudiantes apliquen este conocimiento a la realidad.
En el análisis colombiano, se advirtió que todos los programas tienen un énfasis en la
región Latinoamericana, así como en el estudio de políticas públicas que permitan aplicar el conocimiento a la realidad. Cada programa dedica tiempo, en mayor o menor medida, al estudio filosófico y teórico de elementos que componen la Cultura de Paz: resolución de conflictos, apreciaciones sobre la violencia y la Paz, negociación, así como el estudio de conflictos específicos, sus causas, actores y consecuencias.
Entonces, a modo reiterativo, se puede observar que el contexto latinoamericano aparece
recurrentemente en todos los programas de maestría descritos en el Capítulo 2. Esto demuestra la necesidad que hay en América Latina de estudiar la región y sus problemáticas, así como de crear y proponer soluciones y conceptualizaciones propias en términos políticos, socioeconómicos y culturales, entre otros.
Teniendo en cuenta que corresponde a las universidades contribuir a la construcción de
un proyecto político comprometido con la Paz en cada país, desde la pedagogía y la educación, se observa que aún se debe incentivar la interdisciplinariedad en los programas de Ciencia o Estudios Políticos a lo largo de América Latina, pero que existen ya programas que han identificado la necesidad de incorporar temáticas de construcción o análisis de Paz en sus currículos.
No obstante, no es suficiente analizar el contenido de un programa cuando hablamos de
educación para la Paz. Alfonso Fernández Herrería (ed.) (2000) propone la perspectiva de la educación para la Paz desde la estructura, es decir, la educación en Paz. Esta hace referencia a la forma en que cualquier asignatura es impartida, a la manera en que se vive la clase, independientemente de lo que se dice. Este análisis más profundo se realizó en el Capítulo 3, que arrojó como resultado la relevancia clara en el contexto latinoamericano, que es el núcleo básico que se puso en el Círculo Académico de la Cultura de Paz.
Este modelo, permite configurar a América Latina como el centro, y esto asegura que la
construcción de Cultura de Paz se realice en respuesta a las necesidades básicas de la región. Igualmente, las variables se organizaron en cuatro grandes enfoques importantes que se deben tener en cuenta desde las asignaturas dictadas en las maestrías en Ciencia Política o Estudios Políticos.
Consideraciones Finales 111
Puede afirmarse, por lo tanto, que la construcción de Cultura de Paz en América Latina desde la educación superior, para este estudio, tiene elementos propios de la región. En el caso específico de estudio, se pudo observar que las maestrías analizadas ofrecieron, durante el periodo 2011-I a 2013-II, asignaturas, entre obligatorias y electivas, que se paran en los cuatro diferentes enfoques propuestos en el Círculo Académico de la Cultura de Paz, desde donde se trabajan variables indispensables en la configuración de una Cultura de Paz propia para América Latina.
Es de resaltar, que varias de las materias que pasaron este análisis se pararon solamente en
el estudio de la variable Democracia, por ser una temática fundacional de la disciplina política. Y es aquí donde se debe plantear el reto a la Academia de empezar a construir Cultura de Paz en los estudiantes, desde todas las asignaturas, pasando por más variables de importante consideración desde la disciplina.
Ahora bien, se observó también que el accionar de los profesores universitarios a través
de la estructura curricular y en especial a partir del currículo oculto, es muy importante en dicha construcción de Cultura de Paz en los estudiantes. Los mismos estudiantes dan valor a la metodología de los profesores que incentiven el debate abierto entre ellos, en donde se garantice el respeto por las ideas ajenas y el reconocimiento por el otro, así como una metodología horizontal en donde el profesor sirva de guía, más que de transmisor de información.
Empero es importante denotar que algunos profesores no reconocieron la importancia de
generar y fomentar una Cultura de Paz en sus estudiantes desde sus asignaturas, a pesar de que acordaron el valor importante que sus asignaturas cumplían en la Ciencia Política o los Estudios Políticos y en la temática de la Paz. En el Capítulo 4, se denotó el reto que tienen los profesores como constructores de Academia, fomentar de manera directa y explicita la Cultura de Paz en los Estudiantes de maestría, pues ellos son quienes construirán el futuro político de nuestras sociedades.
Los profesores deben aceptar su responsabilidad y su papel fundamental en la
construcción de Cultura de Paz desde cualquier asignatura, pues esta es transversal. La responsabilidad de fomentarla no puede recaer sobre los estudiantes, pues son los profesores quienes tienen el control sobre el currículo oculto, es decir, sobre los tipos de metodologías utilizados, el enfoque que se da a las temáticas planteadas en el currículo directo, las relaciones de poder en el aula de clase, así como garantizar un debate en donde los estudiantes expresen sus posiciones con respeto, aceptando al otro, reconociendo al otro, de manera crítica, propositiva y No-violenta.
En este sentido, como formadores de futuros ciudadanos, los profesores y la Academia en
general debe reconocer que juegan un rol esencial en la construcción de una Cultura Política en los estudiantes. Si se es fiel a las necesidades imperativas de América Latina, esta Cultura Política tiene que estar inmersa en una Cultura de Paz pues ambas están íntimamente relacionadas. Debe ser una Cultura Política de la Paz Activa.
Por lo tanto, se llegó a la conclusión de que los Estudios Políticos están encaminados a
reflexiones en el ámbito de la Cultura de Paz. Sin embargo, aún falta mucho camino por recorrer. La temática no se propuso de manera directa y explícita en ninguno de los programas analizados en el caso de estudio. De igual modo, tampoco aparece el tema de la Cultura de Paz propuesto por los programas de maestría en la disciplina, a lo largo de América Latina.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
En resumen, también se observa que sí hay una interrelación entre Cultura Política y Cultura de Paz, tanto que en ocasiones es difícil separarlas. De esta manera, teniendo en cuenta que se enriquecen la una a la otra podemos afirmar que la formación en Cultura de Paz de un estudiante afectará su Cultura Política. Así, en vez de hablar de la formación de Cultura Política en los estudiantes, la Ciencia Política debe velar por una formación de Cultura Política de la Paz Activa.
Continuando, la Academia, y en especial los Estudios Políticos deben garantizar su interés
en el tema de la Paz de manera no reactiva, sino permanente con aras a durar en el tiempo y fortalecerla para el establecimiento de una Cultura de Paz (Capítulo 4). La Academia debe actuar de manera proactiva y sostenida.
En el contexto actual del desarrollo de este trabajo investigativo, por ejemplo, se resalta el
surgimiento de la Ley Cátedra de la Paz de Ariel Armel Arenas en Colombia que propone la creación de una cátedra obligatoria de la Paz, importante en la coyuntura. Pero de igual manera se resalta el trabajo en construcción de Paz que se ha venido realizando a desde las Maestrías en Estudios para la Paz, descritas en el Capítulo II. Igualmente, el trabajo en investigación que se realiza en temas de Paz, Conflicto y Resolución de Conflictos, desde las Maestría en Ciencia Política de la Universidad de los Andes, la Maestría en Ciencia Política con énfasis en Paz e Integración de la Universidad Católica de Colombia, la Maestría en Estudios Políticos del IEPRI, son muestra de que los Estudios para la Paz son importantes desde la disciplina a nivel de Maestría.
A nivel latinoamericano también se observaron todas las iniciativas por prevenir la
violencia (Paz negativa) y construir la Paz (Paz positiva) a lo largo del continente (Capítulo 2). A pesar de que algunos conflictos armados hayan ya llegado a su fin, la Academia latinoamericana sigue proponiendo programas para asegurar la sostenibilidad de la Paz. Pero aún no es suficiente.
Así las cosas, los resultados de esta investigación refutan la Hipótesis 1, que afirmaba que: No existe, desde la educación superior en Colombia, suficiente promoción ni fortalecimiento de la
construcción de una Cultura de Paz latinoamericana, teóricamente, que refleje las necesidades de paz propias de la región.
Si bien el camino aún es amplio para recorrer, en la educación superior en Colombia se
suman cada vez más esfuerzos para promover una Cultura de Paz que atienda y refleje las necesidades propias de la región, desde la Violencia Estructural hasta la Violencia Directa.
En cuanto a la Hipótesis 2, El currículo, directo y oculto, de las facultades de Ciencia Política a nivel de maestría, no influye de manera
directa en la generación de una conciencia de Cultura de Paz, en sus futuros profesionales. Se puede afirmar que aún hay bastante debilidad en la construcción y el fortalecimiento de
una Cultura de Paz en los futuros profesionales. Como se observó, de la vasta oferta académica fueron relativamente pocas las asignaturas que proponían el estudio de la Cultura de Paz a partir de alguna de las variables, que para este estudio, la componen. En primer lugar, ninguna de las asignaturas propone el estudio de la Cultura de Paz de manera directa y explícita a través de su teoría. Es cierto que algunas –pocas- asignaturas, la proponen de manera directa, a través de una de sus variables, sin embargo, la gran mayoría no lo hacen, o sus profesores ni siquiera sabían que lo hacían.
Consideraciones Finales 113
De todas formas, acá es preciso aclarar que la Hipótesis 2 planteaba un panorama mucho más desalentador del que realmente se observó a lo largo de la investigación. Está claro que el tema de la Paz es del interés de los Estudios Políticos desde varios profesores y sus asignaturas. Pero la tarea, ahora, es hacer la Paz del interés de todas las asignaturas y de todos los profesores.
Finalmente, la Hipótesis 3, se confirma: Existe una relación directa entre el fortalecimiento de la Cultura de Paz desde la educación superior y el
fortalecimiento de una cultura política, activa y no-violenta, en los estudiantes. Se pudo concluir, como se dijo anteriormente que la Cultura Política y la Cultura de Paz
están íntimamente relacionadas. El nivel de fortalecimiento de los valores en la No-violencia y en la Cultura de Paz se verá reflejados en el accionar político del estudiante en la realidad. La Cultura de Paz propone precisamente esto, pasar de un saber de Paz a la acción en Paz, a la generación de cambios en beneficio de la construcción de opciones No-violentas para construir nuevas realidades en donde todos sean capaces de alcanzar el máximo de sus potencialidades.
Para finalizar es preciso aclarar que el debate queda abierto, el tema de la construcción de
Cultura de Paz se sigue construyendo y alimentando de las diferentes disciplinas. A partir de los resultados de esta investigación se proponen nuevas temáticas de investigación a futuro, como por ejemplo, el estudio a profundidad de la Cultura de Paz y su construcción desde los estudiantes latinoamericanos, desde las organizaciones y movimientos sociales, que insertos en una realidad de violencias, procuran ser generadores de cambios por medio de métodos No-violentos. Así como el estudio de la construcción de Cultura de Paz a nivel de Doctorados, por su alto nivel de proposición de conocimiento novedoso.
Se propone también el estudio del papel de la Academia latinoamericana en los Estados
de post-conflicto, lo cual permitirá una visión más profunda de los elementos necesarios para fortalecer la Cultura de Paz como medio de aseguramiento de la Paz y de su crecimiento y sostenibilidad.
Anexos 115
ANEXO A Matriz Cualitativa
Variable Cultura de
Paz (C.P)*
Justificación como variable de
C.P
Pertinencia en el contexto
Latinoamericano
Contextos teóricos o
prácticos y marcos
interpretativos de la
Cultura de Paz
Para hablar de cultura de paz, es
necesario estudiar sus contextos y
marcos teóricos. Debido a las
múltiples interpretaciones que tiene la
cultura de paz, se hace
indispensable poner sobre la mesa
sus distintas definiciones, teorías y
aproximaciones que se han hecho
desde los estudios de la paz al
respecto.
Como se estableció en el marco teoríco de esta
investigación, América Latina es una región en
donde predomina la violencia cultural. La
alternativa frente a los distintos tipos de
violencia, legitimados desde la cultura, es el
establecimiento de una cultura de paz. Pero
para empezar a promoverla, desde las esferas
micropolíticas, es necesario estudiar su
verdadero signif icado. Nuestra región necesita
estudiar la cultura de paz de manera teórica, no
desde posiciones estigmatizadoras, y para eso
es necesario su estudio y/o su discusión.
Diálogo
No puede existir cultura de paz si no
existe el diálogo. Por lo tanto el
estudio del diálogo puede llevar o no
a su construcción. La perspectiva
desde la cual se entienda el
concepto de diálogo, influirá
innegablemente en la política, por
cuanto ambas están unidas por un
fuerte vínculo. De acuerdo a si este
diálogo se interpreta desde la
perspectiva hobbesiana - como mera
negociación-, o más desde la visión
de Habermas -deliberación abierta-,
entre otras, se interpretará al otro
como diferente o igual y se buscarán
acercamientos o se generarán
alejamientos ante la solución de un
conflicto. En el diálogo queda claro
como se reconoce uno con el otro y
como se interpretan las diferencias.
Es claro que existen distintas versiones sobre
lo que es el diálogo que predominan en la
región, que se alejan de la perspectiva de que
el diálogo no debe buscar la sumisión del otro.
Desde una mirada que se acerca más a
Gadamer y a Aristóteles, el diálogo debe buscar
elementos comunes entre las partes
interlocutoras para que ambas se reconozcan
en el otro. De esta manera estudiar y discutir
sobre esta variable, ayuda a que en la región
nos acerquemos a una perspectiva más
positiva del diálogo. Uno que permita que se
lleguen a acuerdos en donde amabas partes
busquen, no un punto medio de coexistencia,
sino un punto de convivencia pacíf ica.
Reconciliación
La reconciliación fomenta la cultura
de paz, por cuanto esta signif ica
dejar atrás el remordimiento que
generan los conflictos y las guerras.
Reconciliarse es aceptar el pasado,
no olvidandolo, pero restituyendo el
presente que generó tal pasado. Sin
la reconciliación no hay perdón, y
con rencor y resentimiento, se
fomenta la cultura de la violencia a
través de los sentimiento de
venganza y odio.
La historia de América Latina y de su pasado,
indigno si se quiere, ha estado altamente
cargada de violencia. La mayoría de los países
latinoamericanos han estado azotados por
dictaduras crueles y por grandes
derramamientos de sangre. Además de esta
violencia política, otros tipos de violencia han
afectado a los latinoamericanos, dejando a sus
espaldas víctimas por doquier. América Latina a
pesar de su gran potencial de confrontación,
desalienador y humanístico, se ha quedado
estancada en la búsqueda de respuestas a sus
conflictos por su saturación violenta basada en
la venganza y el odio. La reconciliación es
necesaria si se quiere superar cualquier tipo de
conflicto de manera perdurable y duradera,
incluso en los conflictos políticos.
Filosofía de la
Violencia
Para entender por qué es necesario
el cambio cultural hacia la paz, es
indispensable entender la violencia y
la filosofía tras ella. De esta manera
podemos ponernos en los zapatos
de los demás, beneficiando otros
elementos que componen la cultura
de paz, como el diálogo, la
convivencia y la reconciliación.
Entendiendo qué fundamentos
filosóficos hay tras de la violencia,
podremos dar un primer paso en la
construcción de alternativas y de
contraargumentos que favorezcan el
cambio cultural hacia la legitimación
de la paz.
Si bien es claro que no todos los conflictos
desembocan en violencia, la mayoría de los
actos violentos (de tipo directo, estructural,
cultural, etc.) provienen de una respuesta no
pacíf ica de un conflicto. La violencia, hace
énfasis en la imposición y la negación de las
diferencias. Es vital el entendimiento de la
violencia y sus justif icaciones filosoficas, en la
medida en que dan una idea de su origen y así
mismo de su solución misma. Es en las razones
que llevan a la violencia en donde residen las
respuestas pacíf icas a un conflitco. Por lo
tanto, si queremos hablar de paz en America
Latina, para apartir de ahí buscar transladarla a
un universo cultural, debemos entender primero
la violencia. A pesar de que esta sea una visión
negativa de la paz.
Medios de Verificación en
Curriculo Formal
O.D
O.D
O.D
O.D
INSTRUMENTOS
Medios de Verificación en
Curriculo Oculto
N.A
Entrevistas
Entrevistas
Entrevistas
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Filosofía de la Paz
De manera paralela, para instaurar
una cultura de paz, debemos saber
que es la paz y los fundamentos
filosóficos que la soportan. La
legitimación de la respuesta pacíf ica
a un conflicto en una sociedad no
puede darse si la sociedad no
entiende que es la paz, y la
estigmatiza de manera negativa,
gracias al arraigo de la cultura de la
violencia en nuestra sociedad. Es
necesario estudiar y tener presentes
las distintas discusiones que se dan
desde la academia acerca de la paz
y sus interpretaciones.
En el contexto latinoamericano, en donde
existen conflictos políticos que han superado
más de medio siglo, se han generado diversos
estudios, investigaciones y escritos respecto a
la paz e investigación para la paz. Estudiar la
paz y sus orígenes filosóficos ayudarán cada
vez a acercarnos más al concepto y a la
interpretación positiva de dicha paz, permitiendo
así que en la región se legitimen las salidas
pacíf icas a los conflictos. El conocimiento de las
visiones desde las cuales se entiende la paz,
ayuda al entendimiento de distintos conflictos y
al planteamiento de respuestas diferentes.
Convivencia
Una sociedad en donde prevalzca la
legitimación de la paz por encima de
la violencia, es una sociedad en
donde sus miembros conviven en
armonía. Más allá de la sobrevivencia
en nuestra sociedad, y más allá de
coexistir con el otro, debemos
convivir con el otro. Esto signif ica
estar en un constante diálogo con el
otro en donde se reconocen y se
celebran las diferencias, y además
se busca aprender de la posición del
otro.
En el contexto Latinoamericano se ha avanzado
en el reconocimiento de la multiculturalidad en la
región. Sin embargo este concepto es
contradictorio, en la medida en que la
multiculturalidad se queda en el reconocimiento
de las diferencias y en la tolerancia. Al tolerar al
otro, nos estamos parando en un punto aún
lejano, en donde la coexistencia es un estado
de tensión que puede estallar ante la aparición
del más pequeño conflicto. Para superar esto,
es necesario dar el siguiente paso que va
desde la toleracia, por sobreviviencia, y desde
la coexistencia, hasta la convivencia. Solo así,
en América Latina se podrá dar un verdadero
paso hacia la celebración y puesta en práctica
de la multiculturalidad.
Acción Política No
violenta
Esta visión implica entender el poder
político como el canal a través del
cual se implementan las reformas
sociales necesarias y se alcanzan
las reivindicaciones de distintos
grupos de la sociedad. La cultura de
paz, no puede ser la cultura de la
indiferencia y de la inacción frente a
las injusticias y frente a los
conflictos, todo lo contrario. Una
sociedad en donde predomina la
cultura de paz, es una sociedad en
donde se participa y se lucha
activamente por ideas y por la
materialización de las mismas, por
medio de canales no-violentos.
América Latina está altamente cargada de un
sentimiento de lucha, de insurgencia, en contra
de las injusticias y desigualdades causadas por
la violencia estructural, entre otras. Parece
obvo afirmar que existen y han existido quienes
luchan por valores e ideales como la justicia
social, la igualdad, la participación política, e
incluso la paz, entre otros; pero estas luchas
han estado fuertemente influenciadas por la
legitimación de la violencia como estrategia de
lucha. La acción política no-violenta toma
importancia en este contexto latinoamericano en
el sentido en que se presenta como alternativa
de lucha para alcanzar los mismos objetivos a
través de estrategias pacíf icas, en el sentido
activo de la palabra. Claros ejemplos de esto
también se ven en nuestra región. No obstante
han tenido una respuesta violenta a cambio.
Esto deja claro, que ambas caras de un
conflicto deberían entender que es la acción
política no-violenta.
Entendimiento de un
Conflicto en
específico**
Entender un conflicto en específ ico,
sus causas, sus dinámicas, sus
metodologías, es necesario pues de
ellos se aprende en la práctica como
se gestiona, se trasnforma o se
soluciona un conflicto. De un ejemplo
concreto se pueden aprender
valiosas lecciones a través del
construir intelectual, en la
construcción de la paz.
Al analizar y entender un conflicto en concreto,
se plantean preguntas fundamentales, o se da
un acercamiento a respuestas frente a
inquitudes como democracia, justicia, paz,
reconciliación, perdón, sistema político,
negociación, Estado, diálogo, etc. De manera
que acercarse a un conflicto en la práctica
aviva el debate frente a distintas cuestiones
que desde la academia deben ser puestas en
discusión, para que apartir de ahí se genere
nuevo conocimiento que ayude a la
construcción de paz y a la finalización de la
violencia.
O.D
O.D
Entrevistas
Entrevistas
N.A
EntrevistasO.D
O.D
Anexos 117
Conflicto
La palabra conflicto sale a relucir
distintas veces cuando de habla de
paz o de cultura de paz, por lo tanto
los fundamento teóricos del conflicto
se plantean como una variable
infaltable en el desarrollo de esta. La
cultura de paz es así mismo la
cultura de gestión de conflictos, por
lo que su estudio teórico permite
tener un mayor acercamiento a las
distintas visiones de un conflicto, a
su entendimiento. Es ncesario aclarar
que el conflicto solo es negativo en
tanto se maneje de manera negativa.
Acercarse al conflicto en la teoría genera
bases conceptuales fundamentales a la hora de
acercarse a un conflicto de manera práctica.
Sin el conocimiento intelectual, no podremos
analizar un conflicto en la realidad, debido a que
las bases conceptuales nos darán
herramientas de interpretación. En América
Latina, dada la existencia de varios conflicto,
cada uno de distinta naturaleza, se hace
indispensable tener buenas bases teóricas, y
así mismo ayudará a la hora de plantear
soluciones, transformaciones o gestiones. El
conflicto es el potencial del cambio, y es
preciso entenderlo para manejarlo desde una
perspectiva positiva que derive en el cambio y
en la creación y no en la violencia y la
destrucción.
Perdón
El perdón es indispensable -dejando
claro que este no es sinónimo de
olvido- en la construcción social de
una cultura de paz. Sólo con el
perdón se puede entablar un
verdadero diálogo cuando existe un
conflicto ya sea violento o no, se
puede ceder y llegar a acuerdos, se
puede interpretar de manera
propositiva el pasado y se puede
construir una paz sostenible en el
futuro. Este va de la mano con la
reconciliación, por cuanto sin el
primero, no se logrará la segunda.
La paz, supone la redención de culpas de
todos, es admitir que todos los actores de un
conflicto contribuyen a él y a sus
consecuencias. Es por eso que los mismos
actores cumplen un papel fundamental en la
búsqueda del perdón en aras de alcanzar la
reconciliación. América Latina necesita del
perdón para superar las viscisitudes que ha
tenido que enfrentar de manera segura y
duradera. Es una variable innegable en las
etapas de post-conflicto.
Víctimas y Memoria
Por un lado, el reconocimiento de las
víctimas que genera un conflicto es
un primer paso en la búsqueda de
soluciones a tal situación. Hasta que
no se reconozcan y se reparen a los
afectados en una situación de
violencia, no se podrá generar el
perdón y la reconciliación necesarias
en la construcción de una cultura de
paz. Por otro lado, la memoria
permite que no se caiga en el olvido y
que el recuerdo de las
consecuencias negativas de la
violencia sea un impedimento para
que dicha violencia se repita en el
futuro.
Estas variables tienen pertinencia en el
contexto latinoamericano, en tanto contamos no
podemos negar nuestro pasado y presente
violento, si queremos que la región se mueva en
una dirección de legitimación de la paz como
método de enfrentarnos a los conflictos. Con el
mal manejo que se le da a los conflictos que
han derivado en violencia, han aparecido
millones de victimas. Si se identif ican y nos
acercamos a ellas como una prueba histórica
de que la violencia no sirve como gestora de
conflictos, nos encainaremos al alcance de una
paz duradera y estable.
Derechos Humanos
El conocimiento, respeto y garantía
de los Derechos Humanos, hace
parte de los valores de una sociedad
en donde la cultura predominante sea
la de la paz. Estos derechos
fundamentales garantizan que los
seres humanos alcancemos todas
nuestras potencialidades, sin
obstáculos ni negaciones,
caracteristica importante en la
cultura de paz.
Como se estableció en el marco teoríco de esta
investigación, América Latina es una región en
donde predominan distintos tipos de violencia.
Esto tiene como resultado que existan graves
violaciones a los Derechos Humanos. Es por
eso que el estudio de ellos, es un paso
necesario en la generación de una nueva
sociedad en paz. Nuestra región necesita
estudiar los Derechos Humanos con el f in de
identif icar hacia donde se deben dirigir las
sociedades latinoamericanas.
Democracia
En esta investigación se hace
énfasis en que no puede existir
cultura de paz si no es en un
sistema democrático. Ningún sistema
autoritario permite la realización del
cultivo de valores que permite
legitimar la paz culturalmente. Por eso
acercarnos a las distintas
perspectivas e interpretaciones de la
democracia es un paso fundamental
en el direccionamiento de una
sociedad a un sistema más justo.
Para alcanzar una verdadera democracia es
necesario estudiarla y discutir los
planteamientos que alrededor de este concepto
se generan. Por lo tanto, los distintos modelos
de democracia que se pueden ver en nuestro
continente deben servirnos como herramienta
para analizar desde una perspectiva intelectual,
cual es el mejor camino a seguir en la
construcción de una sociedad justa en donde
todos y todas participemos de manera
euqitativa.
*Cualquier acercamiento teórico a dichas variables, propicia un ambiente académico que promueve la cultura de paz en los profesionales.
**En cuanto al estudio de dicho conflicto en general, o de sus actores, las dinámicas de la guerra, las dinámicas de la paz (víctimas,
O.D Observación Directa
O.D Entrevistas
Entrevistas
O.D Entrevistas
O.D
O.D Entrevistas
EntrevistasO.D
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
ANEXO B
ENTREVISTA 1.
a. Información básica del entrevistado.
Nombre: Clara Rocío Rodríguez
Universidad: Pontificia Universidad Javeriana
Maestría: Maestría en Estudios Políticos
Asignatura: Participación Política
Fecha de la Entrevista: 17 de Marzo de 2014
b. Sobre la asignatura Luisa Fernanda: Primero unas preguntas sobre la asignatura. ¿Es usted aún profesora de la
asignatura participación política?
Profesora Rodríguez: No, en este momento no.
Luisa Fernanda: Tengo entendido que estuvo desde el 2011-I, ¿hasta el año pasado? ¿O en
qué periodo de tiempo?
Profesora Rodríguez: yo creo que desde el 2009 hasta el año pasado. Es que yo dicté
dos, una de participación política y electoral, que creo que no es esta que tú estás
analizando, y la otra es participación política, solamente. Entonces, yo creo que en
esa yo estuve como desde el 2009 al 2011.
Luisa Fernanda: ¿Cuál fue el objetivo principal de su clase?
Profesora Rodríguez: Esa clase lo que pretendía era proporcionar a los estudiantes
algunos elementos sobre la participación ciudadana, tanto en procesos electorales
como en procesos de incidencia en la acción que realizan los gobernantes elegidos.
No solo la electoral sino la incidencia posterior a la elección de los gobernantes.
Luisa Fernanda: Para usted, profesora clara: ¿cuál es el papel de los egresados de las
Maestrías en Estudios Políticos en la sociedad?
Profesora Rodríguez: No es posible hacer como el seguimiento a lo que hacen los
estudiantes, pero me parece que si hay algunos de ellos con mucha inquietud, como
de aporte social. Digamos, yo tuve muchos, y sobre todo en la maestría es diferente
el perfil en la especialización, algunos profesores universitarios o vinculados con
alguna de las instituciones del Estado, alguno, muy pocos, pero si con perfil de
investigación. Yo creo que si había ahí una inquietud de aportar, menos de pronto,
político. Yo hice esa misma maestría hace muchos años y el perfil de mi curso si era
de muchos políticos que la querían para continuar en su carrera. Me parece que en
estos últimos periodos he visto más interés como académico, de aportar.
Luisa Fernanda: el tema Democracia tuvo lugar en su asignatura, obviamente. ¿Qué tan
relevante fue ese tema en la asignatura?, ¿tuvo gran énfasis?
Profesora Rodríguez: Para mí el énfasis es muy importante porque digamos que yo
ubico toda la reflexión sobre la participación política en el marco de la democracia.
Anexos 119
En regímenes no democráticos pues esa participación no se puede dar. Incluso yo en
la introducción de la asignatura le daba un espacio grande a la reflexión sobre el
debate conceptual de democracia, los cambios que ha habido en el mundo desde las
transiciones en los años de los 70, principios de los 80 hacia acá, y en qué están los
debates y siempre ser el marco para después trabajar los temas más específicos.
Luisa Fernanda: ¿Por qué su asignatura es relevante en la Ciencia Política?
Profesora Rodríguez: Yo creo que es clave porque trata muchos elementos del
sistema político y también de los valores democráticos. Digamos que nosotros como
te mencionaba, había un énfasis hacia lo político electoral y el otro, ciudadano;
entonces lo electoral es clave, me parece, para alguien que estudie estas asignaturas
para entender toda la conformación del sistema político. Entonces veíamos el sistema
electoral, el sistema de partidos; y lo ciudadano pues también por toda la crisis de la
democracia representativa y todo el, la desafección ciudadana hacia lo público, el
desencanto, todos los inconformes. Entonces también veía la participación ciudadana,
la planteábamos, la analizábamos, como una respuesta a todo este fenómeno que no
sólo es colombiano.
Luisa Fernanda: Para usted, profesora ¿qué es Cultura de Paz?
Profesora Rodríguez: yo creo que es una, digamos lo pensaría como una, como la
cultura como algo muy presente en lo cotidiano, en las actuaciones, en los valores, en
el comportamiento, y pues el referente de Paz implicaría como, no sé, digamos un
manejo de los conflictos mediante mecanismos democráticos: el diálogo, la
deliberación, no la violencia u otros medios pues de, digamos buscar soluciones por
la propia mano. Asociaría la Cultura de Paz a algo muy cotidiano, del día a día del
comportamiento de las personas.
Luisa Fernanda: El elemento Democracia es factor fundamental en la construcción de una
Cultura de Paz. ¿Usted cree que su asignatura contribuyó en la formación de una Cultura de
Paz en sus estudiantes, según lo que me acaba de decir?
Profesora Rodríguez: pues digamos que explícitamente no era uno de los objetivos,
probablemente si de alguna manera, pues tanto en los temas que trabajamos como
también incluso yo diría que la propia metodología un poco, si parten de un respeto
por el otro, no de un saber muy vertical, muy impositivo, sino de digamos un
intercambio más horizontal. Digamos que estos temas de Paz, yo los incluí porque
trataba de que la parte teórica se complementara con mirar algunas experiencias.
Entonces había por ejemplo temas de género, de la participación indígena, y el tema
de la Paz me pareció muy relevante pues por la historia del país. Entonces si busqué
alguna bibliografía y creo que lo trabajaron bastante bien. Entonces pues, si, podría
decir uno algo, debería de quedar como también sentido como resultado de la materia,
ahí sí habría que hacer un balance con los estudiantes.
c. Sobre la metodología implementada. Luisa Fernanda: Por favor descríbame brevemente qué metodología de enseñanza utilizó en
sus clases.
Profesora Rodríguez: yo combinaba pues, la cátedra magistral que de todas maneras
siempre había que hacerla con algunos debates. Había temas en la que todos los
alumnos leían la bibliografía similar, no la misma todos pero por lo menos sobre un
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
tema, partidos políticos entonces todos o movimientos sociales, y algunos trabajos
que hacían los estudiantes. Entonces, en general, yo les pedía una reflexión entre las
relaciones entre democracia participativa y representativa en una situación concreta.
Entonces esto lo articulaban como a una presentación en clase del trabajo que hacían
y a un trabajo de reflexión final sobre ese tema. Eso era más o menos. Entonces
también la combinaba con hacer algunos ejercicios en grupo, con videos. En general
esa era la metodología.
Luisa Fernanda: ¿Cuáles son los factores que usted considera son el éxito de su enseñanza?
Profesora Rodríguez: Bueno, digamos que había temas actuales, como de interés;
pues digamos, la parte electoral. Yo la menciono porque si tenía un peso importante
digamos en la maestría. Digamos, ayudan a comprender el funcionamiento de los
partidos, de las instituciones como el congreso. Yo creo que en eso había interés y
también en toda la mecánica también electoral. Ese es un tema que trabajamos como
bastante. Yo diría una temática, como en lo electoral, pues también en los otros temas
de participación, de control ciudadano. Yo lo diría como más por el tema.
Luisa Fernanda: ¿Qué métodos de evaluación utilizaba en sus clases?
Profesora Rodríguez: la asistencia no; digamos, a mí me gusta partir de considerar
que en una maestría pues digamos se está trabajando con adultos que seleccionaron
esta maestría por alguna razón pues que les interesaba, entonces yo en general no
calificaba la asistencia. Más bien, pues un poco, bueno, eso lo fui implementado, pero
bueno; hacía algunas reseñas bibliográficas entonces, eso sí tenía una nota que era un
poco más la lectura y el entender bien el texto, o sea no tan analítico; pero me parece
que esa es una habilidad que a veces se ha perdido, digamos, que no se trabajan los
textos. Entonces, eso era una. Las exposiciones, también, pero se convirtieron en
trabajo de investigación que iba a ser el ensayo final, y digamos que más adelante fui
involucrando unos ejercicios, digamos la valoración de esos ejercicios en clase. Pero
era una manera indirecta de controlar la asistencia aunque no le bajaba, no se perdía
por eso, pero digamos que sí era un estímulo a los que iban. Había como un sistema
que valoraba los trabajos en grupo y a quienes los hacían en la clase. Algunas eran
digamos, por ejemplo unas metodologías hay algunas que son de ir como agregando
conocimiento, se trabaja en grupo pero se van rotando, entonces van agregando
conocimiento. Algunas eran un poco de rápido y “quien resuelve esto
adecuadamente”, entonces bueno, tiene más puntos. Pero eso era digamos de no
mucho peso en la nota en relación con los otros. Realmente los otros tres eran los que
valoraba más en la clase.
Luisa Fernanda: ¿En algún momento encontró dificultad para que entre los estudiantes se
escucharan ideas de los demás?
Profesora Rodríguez: Si, En algunos momentos tuve grupos en los que había
muchas divisiones; por ejemplo en determinadas coyunturas como uribismo e
izquierda, centro derecha-centro izquierda, y si hubo tensiones. Hubo un curso que
particularmente fue muy duro, pero digamos no solo mi curso, sino venía desde antes
una persona que creaba bastante indisposición.
Luisa Fernanda: ¿Cómo actuó usted como mediadora en esas situaciones?
Anexos 121
Profesora Rodríguez: Un poco digamos señalando que se debían escuchar las
opiniones, que había que tener respeto; en algunos casos yo daba mi opinión también.
En algunos dejaba un poco el debate, pues si era respetuoso y eso, pues lo dejaba fluir,
y no daba como mi opinión porque a veces implicaba ponerme de un lado u otro.
Depende de qué era, porque obviamente si uno tiene algo que aclarar, que sea
conceptual, pues obviamente tiene que hacerlo. Pero Si era un debate de opinión a
veces prefería darle curso y que se bajara el ánimo, pero que se diera el debate así
sabíamos que no íbamos a llegar a nada, o no a nada sino que las posiciones eran
irreconciliables, que no se iban a convencer pero era un poco dejar que salieran.
Porque me parece que es lo sano y eso se encuentra en los cursos.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de
paz. Luisa Fernanda: ¿Cree que los estudiantes de la maestría deben aprender Cultura de Paz en
la universidad?, ¿Cree que el nivel de maestría es un nivel donde se debe aprender sobre Cultura de Paz?
Profesora Rodríguez: yo creo que eso debería ir unas bases desde mucho antes. En
el posgrado hay muchas preconcepciones y eso, pero creo que si es importante;
debería iniciarse desde el colegio, diría yo y más en la concepción que te mencionaba
que vería la Cultura de Paz. Pero pienso que si se podrían dar algunos énfasis
específicos a nivel de maestría, porque igual son personas que van a tener trabajos
que son muy relacionados. Había muchas personas que trabajaban por ejemplo con
víctimas, en temas regionales, muchos tenían que ver con dirigencia política regional,
entonces sí me parece que eso sería un aporte.
Luisa Fernanda: ¿Cree usted que la academia debe participar activamente en la construcción
de una Cultura de Paz?
Profesora Rodríguez: Yo creo que sí. Digamos, con todo el proceso de Paz de la
habana, creo como muchos que la negociación es difícil, pero es más difícil lo que
viene después; no es solamente llegar a los acuerdos, que ya de por si es complejo,
no ha sido tan fácil, sino que después implementar eso, o hacer algunas
modificaciones que de pronto toquen intereses o que busquen cambios, eso no va a
ser fácil. Entonces pienso que el tener como un entendimiento de tener una formación
sobre ese tema podría ayudar. Lo mismo diría, o sea no tan centralizado como lo
vemos nosotros, sino en el tema regional. Es importante porque muchos de esos
conflictos, muchos de ellos se viven más en las regiones que acá. Pero yo diría que
sí, que la academia tiene un papel importante
Luisa Fernanda: ¿Por qué la Ciencia Política debe interesarse en el tema de la paz?
Profesora Rodríguez: Yo creo que ese es un tema central. O sea, para los temas de
la democracia, por ejemplo; para los temas de convivencia, para temas de incluso para
temas de desarrollo, que no serían tanto como de la Ciencia Política, o sea, sin ese
prerrequisito de Paz es muy difícil que estén otros avances en el país. El análisis de
los conflictos ha sido también parte de la disciplina, igual pues la Paz debe serlo, Me
parece que es central y la Ciencia Política tiene que aportar allí.
e. Sobre la cultura política.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Luisa Fernanda: Profesora, para usted ¿qué es la Cultura Política?
Profesora Rodríguez: pues es otro de los temas gruesos. Digamos que está muy
relacionado con valores y con formas de actuar pues relacionadas con temas políticos,
relacionadas con poder, con autoridad. La cultura es como eso se expresa en la forma
de actuar de los ciudadanos. Digamos, es difícil de medir a veces; hay mucha
orientación hacia mirar la Cultura Política con las encuestas, que de pronto miran la
actitud hacia el voto, la confianza. Pero digamos, más allá yo creo que hay elementos
de cultura que inciden en las interacciones políticas, que inciden en la representación,
en la conformación del poder, en el control del poder; todo eso hace parte de la
cultura. Además diría que son, o sea algunos elementos de la cultura no son
coyunturales, sino son como legados, tienen una permanencia en el tiempo que es
mayor de pronto a un hecho político del momento que a veces se reproducen, se pasan
de generación en generación.
Luisa Fernanda: en ese sentido, ¿usted cree la Cultura de Paz de cada ciudadano se vería
reflejada en su Cultura Política?
Profesora Rodríguez: si, yo creo que son elementos que están como conexos, como
muy relacionados. Si, uno piensa de pronto hay otros, otra Cultura Política de pronto
en países como Uruguay, o del cono sur, que han tenido otra historia. Si ve como esos
elementos no solo ligados a instituciones políticas, sino también de manejo de
conflictos, de paz. Me parece que si hay una conexión importante.
Luisa Fernanda: ¿Cree usted que la Cultura de Paz es necesaria en la sociedad
latinoamericana, retomando lo que hemos dicho?
Profesora Rodríguez: bueno, yo mencionaba en Colombia, si más ligado al proceso
de Paz de la habana. Y en américa latina diría, también. Lo que pasa es que, pues
digamos, hay unos temas que son estructurales, de distribución de ingresos y de
pobreza. América latina es un continente que en términos de seguridad social por
ejemplo ha tenido muy poco avance y hay mucha inequidad. Entonces, yo creo que
eso debería ir junto, no solamente pues cultura, sino también una acción hacia
solucionar esos problemas que son estructurales y que hacen que el continente a veces
sea tan convulsionado, con ires y venires en lo político. Entonces, yo creo que la
Cultura de Paz es importante pero debería ir de la mano de esas transformaciones más
estructurales
Luisa Fernanda: ¿Cree usted que la sociedad colombiana es una sociedad culturalmente
violenta?
Profesora Rodríguez: yo creo que si hay unos elementos; es difícil casarse con esa
afirmación y decir, siempre. Pero si ve uno mucha resolución de conflictos a través
de métodos violentos, que van mucho más allá del conflicto armado y de temas de
violencia política. Por ejemplo, el tema de violencia contra las mujeres, pero no es
solo de Colombia. Hay mucho tema de delincuencia que tiene que ver con una cultura
violenta. Yo diría que si tenemos un nivel…La falta de reacción a veces contra
situaciones de violencia que suceden en la sociedad. Yo lo he visto en otras
sociedades, o sea un muerto es algo como que toca; aquí hay cierta insensibilidad hacia esos temas. Entonces yo diría sí, está como la violencia muy proyectada, incluso
en temas, bueno ahí yo hablaba como de violencia pues una violencia física, pero en
Anexos 123
temas como del Transmilenio, de la cultura del día a día también se observa que hay
bastante estrés, bastante tratamiento violento.
ENTREVISTA 2. a. Información básica del entrevistado.
Nombre: Granziano Palamara
Universidad: Universidad Católica de Colombia
Maestría: Maestría en Ciencia Política con énfasis en Paz e Integración
Asignaturas: Política e Historia de Italia y Europa Contemporánea, e Historia
de las relaciones entre E.E y AL
Fecha de Entrevista: 19 de Marzo de 2014
b. Sobre la asignatura. Luisa Fernanda: ¿Es usted un profesor de las asignaturas Política e Historia de Italia y
Europa Contemporánea, e Historia de las relaciones entre E.E y AL?
Profesor Palamara: en el cuadro del estudio de las relaciones internacionales
abordamos el tema de las relaciones interamericanas con esta asignatura. Entonces,
bueno, le voy a contar un poquito, y pido disculpas por el nivel de español.
Le voy a contar un poquito como yo he dibujado, organizado la asignatura porque la
idea digamos cuando yo voy a dar este curso es presentar como ha venido cambiando
el sistema internacional desde la época de la revolución francesa hasta nuestros días,
entonces sí va a colocar la historia digamos de las relaciones interamericanas en un
cuadro más en general, a nivel internacional.
Y bueno, pasamos digamos del dibujo de un sistema eurocéntrico, que lo tenemos, lo
que se llama el concierto europeo, la nacionalización mejor dicho del concierto
europeo con el congreso de Viena de 1814-1815, un sistema que tenemos hasta la
primera guerra mundial, cuando un sistema eurocéntrico empieza digamos a fracasar
y vamos a ver a lo largo de este siglo de 1814 y 15 hasta la primera guerra mundial,
la posición de los Estados latinos americanos. Entonces vamos a ver de manera muy
rápida porque aquí ya se estudia todo el proceso de la independencia y la manera en
que estos Estados en América Latina ingresan en el sistema internacional y la verdad
ingresan en un sistema que casi no va a aceptar a estos nuevos sujetos, también porque
estamos hablando de un sistema que se funda totalmente sobre monarquías en Europa
y aquí hablamos de repúblicas.
Hablamos además de Estados que no aseguraban una defensa efectiva a los
ciudadanos extranjeros y esto obviamente afecta todo el tema del reconocimiento, o sea hablamos de Estados, por lo menos en la manera en que venían percibidos en ese
momento, Estados más de facto que no de Jure, no digamos un reconocimiento total,
y al mismo tiempo vamos a dar cuenta también de la organización interna de estos
Estados digamos como fracasan todas las organizaciones federales y vamos a dar
cuenta de cómo se pasa de un viejo colonialismo de España a una nueva forma de
colonialismo más económico, que sería lo de Inglaterra.
Y poco a poco allá bajamos sobre la creciente presencia digamos de los Estados Unidos, vamos a dar cuenta sobre todo de cómo los Estados Unidos pasa de una fase
expansionista a una fase imperialista en los últimos años del siglo XIX y allá empieza
una verdadera digamos edad de las relaciones interamericanas con esta nueva forma
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
de imperialismo, nueva también respecto a la forma de los británicos pero todo lo
vamos a presentar en el contexto digamos internacional, y en este sentido la primera
guerra mundial se hace absolutamente fundamental porque irá a determinar digamos
la salida, la debilidad, de Inglaterra y el ingreso de una manera más fuerte en el área
de los Estados Unidos.
O sea si hasta la primera guerra mundial acá el primer proveedor, el primer cliente, el
primer sujeto que hace inversiones en América Latina es Inglaterra después de la
primera guerra mundial empiezan a ser los Estados Unidos.
Y luego, seguimos presentando el sistema internacional que es un sistema de pila
porque después de la primera guerra mundial todos los problemas que teníamos antes,
los tenemos también después, estos mismos problemas que en parte irán a determinar
la segunda guerra mundial y entonces, vamos a analizar ya todas las crisis que
tenemos entre 1918 y 1939 cuando estalla la segunda guerra mundial.
Vamos también a dar cuenta de lo que pasa internamente en los países de América
Latina, toda la crítica al sistema oligárquico y luego, un análisis bien profundo de la
segunda guerra mundial, también la participación de América Latina con el empuje
de los Estados Unidos después de 1941 y luego analizamos todo el sistema de la
guerra fría.
Todo el sistema de la guerra fría con la voluntad de los Estados Unidos de blindar el
continente a la penetración digamos, de la incursión de las fuerzas del comunismo
internacional y al mismo tiempo siempre vamos a dar cuenta de lo que pasa
internamente en los países de América Latina, todo digamos el debate entre
democracia y dictadura que tenemos acá, poniendo obviamente la atención sobre la
revolución cubana porque es un capítulo importante de la edad de la guerra fría.
Entonces la idea con el curso es dar a conocer, digamos la manera en que se fue
cambiando el sistema internacional, la organización del sistema internacional, la
manera en que se empieza con un sistema eurocéntrico totalmente eurocéntrico y dar
a conocer progresivamente la manera en que surgen los Estados Unidos y esto
obviamente afecta también a América Latina; hasta nuestros últimos días cuando
digamos América Latina, por lo menos en mi opinión, empieza a no ser más sólo un
objeto del sistema internacional, sino, gracias a algunos países como Brasil, como
Chile, lo que pasaba antes también con la Venezuela de Chávez empiezan a
presentarse como sujetos del sistema internacional o sea que juegan un papel más
importante y protagónico, digamos así, para algunos aspectos.
Luisa Fernanda: Bueno, muchas gracias por eso, digamos que eso me da más idea, más allá
de lo que leí como contenido. Bueno, ¿usted durante cuánto tiempo ha dictado esta asignatura?
Profesor Palamara: Yo estoy acá desde el 2012 hasta el momento.
Luisa Fernanda: Entonces, digamos que el objetivo principal de su clase ya lo tengo claro.
Para usted ¿cuál es el papel de los egresados de esta maestría en la sociedad?
Profesor Palamara: Ah sí, en mi opinión, hablo como estudioso de historia, tener una consciencia más clara de lo que pasó para proponer algo a nivel concreto o sea
tener una idea mucho más concreta de lo que Latinoamérica ha sufrido para digamos
Anexos 125
pensar y para presentar también afuera, en este caso hablo como europeo, para que
los europeos, los que no son latinoamericanos, empiecen a digamos mirar apreciar a
América Latina no más como un continente desaparecido sino como un continente
que puede jugar, como decíamos antes, un papel protagónico en el sistema
internacional, entonces esto es digamos una característica no sólo de la asignatura,
sino en general de todas las asignaturas de historia, fomentar una consciencia crítica
estudiando y presentando un recorrido de lo que pasó a nivel histórico.
Es que aquí, yo creo que, no hablo obviamente de la Universidad Católica, en general
por lo que he podido ver en otras universidades, falta un buen conocimiento a nivel
histórico, entonces digamos que profundizar las asignaturas de historia, estudiar más
historia sería un oportuno.
Luisa Fernanda: Muchas gracias, como le decía profesor, el tema del Entendimiento de
conflictos en específico, aparecen en su asignatura. ¿En qué medida son relevantes esos
conflictos en la asignatura?
Profesor Palamara: cuando hemos organizado el curso siempre con la idea de dar
cuenta de lo que pasaba a nivel interno en América Latina, lo que pasaba a nivel
regional entonces entre los países de América Latina y lo que pasaba a nivel
internacional, hemos dado importancia, hemos dedicado mucho tiempo a los
conflictos, destacando digamos bien las diferencias, porque sí hablamos de los
conflictos del siglo XIX y en parte de los conflictos que tenemos hasta la segunda
guerra mundial aquí, la guerra de la triple alianza contra Paraguay, las dos guerras de
los pacíficos, la misma guerra acá del 32,33 entre Colombia y Chile, la guerra entre
Perú y Ecuador en el siglo XX, son podríamos llamar todas guerras, todos conflictos
necesarios para definir el espacio nacional, entonces conflictos que ya hacen parte de
lo que sería un poquito el paradigma de la formación del Estado moderno, o sea por
medio de estas guerras los Estados van a definir el territorio en donde quieren jugar
con su propia soberanía.
Otra cosa son los conflictos de alcance internacional como las guerras mundiales o
digamos lo que pasa en la guerra fría entonces hemos dado cuenta de todos los
conflictos que afectaron los países y también podemos decir de los conflictos que
tenemos adentro, más que conflictos sería yo creo más oportuno definirlos, llamarlos,
denominarlos, digamos dualismos o rupturas y me refiero a todo el enfrentamiento
por ejemplo acá entre el partido liberal y el partido conservador.
Pero también aquí cuando damos cuenta de la realidad interna de los Estados vamos
a destacar como va cambiando a lo largo de las décadas este tipo de enfrentamiento,
porque por ejemplo acá hasta el comienzo de la violencia, hasta el Bogotazo hasta la
dictadura de Rojas Pinilla tenemos un enfrentamiento que es ideológico y que se
refiere a la organización del Estado, luego por el tema mismo de la guerra fría,
empieza digamos a ser un enfrentamiento que se juega en el campo de la guerra fría,
entonces aparecen otras ideologías y la revolución cubana que hemos mencionado
antes, juega un papel bien relevante también en este tipo de conflicto todo interno a
cada país, el tema de la guerrilla que no es sólo de Colombia sino de otros países, de
una guerrilla antes rural por toda la influencia del foquismo del Ché Guevara y luego
que se hace más urbana, vamos a, digamos a estudiar también la categoría del
conflicto pero la vamos organizando, mirando, estudiando por cada nivel, guerras que se refieren a la organización del territorio, guerras de alcance mundial y guerras
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políticas internas pero también tratando de destacar como va cambiando a nivel
ideológico este tipo de enfrentamientos.
Pero sí la categoría del conflicto es importante también por el enfoque que la maestría
tiene en paz e integración.
Luisa Fernanda: Profesor, ¿para usted qué es cultura de paz?
Profesor Palamara: Cultura de paz es todo y nada para mí, cultura de paz es algo
que se puede construir día a día en, desde el apartamento hasta la manera de portarnos
en sociedad, hablo siempre como estudioso de historia, la cultura de paz es conocer
bien la historia y tratar de no repetir lo que con la historia hemos lamentablemente
digamos visto y esto no siempre pasa. Como Europeo lo que está pasando hoy en día
en Ucrania, digamos es la demostración de que tenemos que trabajar todavía mucho
para la construcción de una cultura de paz.
Digamos que cultura de paz es un esfuerzo que cada día tenemos que actualizar, cada
día tenemos que mejorar y el estudio de la historia, yo creo que es fundamental hablo
como histórico.
Luisa Fernanda: Entonces profesor, en ese sentido ¿usted cree que su asignatura contribuye
a la formación de cultura de paz en los estudiantes?
Profesor Palamara: Creo que la historia, ahora no sé si mi asignatura, porque eso
depende más digamos del docente, entonces la pregunta sería más oportuno hacerla a
los estudiantes. Creo que la asignatura en general y la historia en general sí nos ayuda,
si mi asignatura lo hace ya es otra cosa.
c. Sobre la metodología implementada.
Luisa Fernanda: Ahora pasemos al tema de la metodología que usted implementa en sus
clases, por favor describa brevemente cuál es la metodología de enseñanza que usted utiliza
en sus clases
Profesor Palamara: Bueno yo la verdad a nivel metodológico vamos a presentar los
acontecimientos que ocurrieron y entrego por cada acontecimiento, por cada parte
digamos del programa, una bibliografía básica así que los estudiantes pueden digamos
profundizar, porque acá todas las asignaturas están concentradas en 48 horas en un
mes, entonces lamentablemente uno no tiene la posibilidad de profundizar todo.
Así que vamos a dar cuenta de todos los acontecimientos, voy a dar una bibliografía
básica, utilizo demasiado las diapositivas de power point, con mapas geográficos con
fotografías, vamos también a hacer una profundización de las categorías más
importantes como en este caso digamos la categoría del conflicto y generalmente la
última hora, digamos la última parte de cada clase, la vamos a dedicar a un debate
sobre el tema, mejor cuando se hace después de haber leído los últimos artículos, las
últimas publicaciones que hay digamos sobre el tema, en esta bibliografía básica hay
siempre digamos artículos que se sacaron hace poco tiempo, así que están
actualizados también a nivel historiográfico y que nos ayuda a desarrollar un debate
en grupo ya en la clase. En donde todos participan.
Luisa Fernanda: ¿usted cómo asegura que los estudiantes se escuchen los unos a los otros?,
digamos en un dialogo recíproco ¿o es difícil asegurarlo?
Anexos 127
Profesor Palamara: Es difícil pero generalmente esto uno lo vive porque es algo que
pertenece a la buena educación escuchar a los otros en clase y la verdad como acá
todos los estudiantes ya tienen, no son como se dice acá en Colombia, primíparos,
entonces no, generalmente esto lo hacen y hay una confrontación muchas veces
también dura o sea de posiciones ideológicas diferentes sobre todo cuando se trata el
tema de la guerra fría pero cada uno escucha a los otros y generalmente digamos los
debates son bien interesantes.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de paz. Luisa Fernanda: ¿usted cree que los estudiantes de maestría deberían aprender cultura de
paz en la Universidad?
Profesor Palamara: Como decía antes, la cultura de paz es algo que tendría que
alimentarse digamos por niveles, debería empezar la familia, entonces antes de ir al
colegio y la maestría en este sentido puede asegurar un aporte más científico, más
también ya cumpliendo con la función metodológica también esto es importante, pero
es algo que la familia debería ya empezar y el colegio, entonces es algo que
paulatinamente debería formarse, la maestría sería una de las últimas cosas, una
digamos para enseñar más cultura de paz y no para aprender cultura de paz, también
porque ya tenemos personas de 50, 60 años o sea si uno llega a 50, 60 años y todavía
no tiene una cultura de paz, la verdad creo que después de los 50 años es un poquito
difícil aprender cultura de paz pero también la maestría tiene que jugar evidentemente
un papel importante
Luisa Fernanda: ¿Para usted es importante que el tema de la paz y de la cultura de paz se
trabaje desde la ciencia política?
Profesor Palamara: Sí, eso sí. Tiene que trabajarse directamente de la ciencia
política y además cuando hemos llegado nosotros, los docentes acá de la maestría,
nos han utilizad la facultad de derecho para enseñar, para dictar ya historia de las
ideas políticas a los primíparos a los de primer semestre entonces también en esto se
puede ver la idea que tenemos, o sea empezar a presentar todos los aspectos, todas las
ideas, los aspectos del pensamiento que evidentemente son fundamentales para la
construcción de una cultura de paz ya directamente a los estudiantes del primer
semestre abordando ya el tema de la ciencia política
Luisa Fernanda: ¿usted cree que la cultura de paz de cada ciudadano se refleja en su cultura
política?
Profesor Palamara: Sí, porque lo que hacemos todos los días, lo que hacemos como
ciudadanos es también la manera, no sé cómo podría decirlo en español, pero es lo
que hacemos en el momento en que digamos vamos a compararnos con otras personas
y nos ponemos al frente de otras personas, lo que decía antes, la cultura de paz es una,
algo que se construye poco a poco y algo que tiene que pertenecernos de cuando
empezamos a vivir en familia, entonces allá hay un vínculo, una relación
absolutamente estrecha, absolutamente fundamental.
O sea sin una verdadera cultura de paz esta transición que América Latina empezó a
vivir empezó a conocer para una concreta democracia nunca se realiza y creo que hay un vínculo estrecho entre la voluntad de llegar a una verdadera democracia y la
voluntad de construir una verdadera cultura de paz, porque hasta cuando tenemos un
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enfrentamiento fuerte, hasta cuando seguimos usando las armas en el enfrentamiento
político, evidentemente no tenemos la posibilidad de construir una democracia.
Entonces sí, la manera de ser y la manera de ser ciudadano es algo que tiene que
fundarse sobre una cultura de paz, por esto el papel de la familia, el papel del colegio
y sólo luego el papel de la universidad, el papel eventualmente de una maestría pero
la familia es el primer núcleo que empieza a acostumbrarte también a una cultura de
paz.
Luisa Fernanda: Ya en el último tema profesor, ¿usted cree que la sociedad colombiana y
latinoamericana en general es una sociedad culturalmente violenta?
Profesor Palamara: Según mi experiencia no, en el sentido que a nivel personal,
bueno me robaron el celular pero eso es otra cosa. Lo que dice la historiografía sí, o
sea es una sociedad estamos hablando de un país que después de la segunda guerra
mundial empezó con todo el comienzo de la violencia que se encuentra hoy en día en
guerra que tiene una larga tradición de guerra de enfrentamiento entre partidos
políticos, entonces es evidente que estamos hablando de una sociedad entre comillas
violenta, también porque si no, no estaríamos hablando de la necesidad de una cultura
de paz pero más en general para salir del contexto colombiano, lo que decíamos antes,
con el mismo curso allá de las relaciones interamericanas llegamos a hablar de
nuestros días para demostrar como América Latina ha podido jugar un papel más
importante y protagónico a nivel internacional y si está jugando este papel es también
porque entre los últimos años del siglo pasado y los primeros del nuevo milenio ha
podido conocer una transición hacia la democracia más concreta, entonces hablamos
sí de sociedades violentas, pero de sociedades que están digamos saliendo yo creo de
este problema y claro todavía todo es un reto, un desafío que América Latina tiene
que cumplir, con el cual tiene que cumplir, un desafío que tiene que vencer pero
digamos que tiene todos los elementos para hacerlo, sobre todo yo creo esta
proyección internacional que tiene, los esfuerzos que más allá de lo retórico se están
haciendo para la integración a nivel ahora regional, claro todo queda bastante
complejo, la situación en Venezuela es una prueba, pero otros países ya demostraron
poder escribir otra historia respecto a la que escribieron en el siglo pasado, me refiero
a Chile, en parte también a Brasil, la misma Colombia, entonces sí es una sociedad
violenta pero con perspectivas.
ENTREVISTA 3. a. Información básica del entrevistado.
Nombre: Pablo Guadarrama
Universidad: Universidad Nacional de Colombia Maestría: Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos
Asignatura: Seminario de Investigación I
Fecha de la Entrevista: 2 de Abril de 2014
b. Sobre la asignatura. Luisa Fernanda: ¿Cuál diría usted que es el objetivo principal de la clase Seminario de
Investigación I?
Profesor Guadarrama: Ahí hay una articulación entre intereses metodológicos por un lado, de ayudar en alguna medida a la construcción del marco teórico de la
investigación, sobretodo del marco teórico de la investigación, pero no haciéndolo en
abstracto sino a través de temas de pensamiento político latinoamericano. O sea es
Anexos 129
una especie de engendro, fue una idea de Jairo Estrada que me pidió cuando se
concibió la maestría de que un poco la asignatura cubriera ambos intereses tal vez a
partir un poco a través de nuestra experiencia en Alemania, de estudiantes, en que los
seminarios de investigación no eran solamente metodología en general sino
metodología vinculada a determinados proyectos.
Ahí hay un obstáculo, pero bueno de obstáculos que hay en el mundo, y es que no
todos esos estudiantes que están en ese curso están haciendo sus tesis en pensamiento
político latinoamericano, eso sería lo ideal.
Lo ideal sería que estuvieran haciendo en esa línea todas sus tesis y que entonces la
metodología de investigación se viera directamente relacionada pero bueno, como
hay que aproximar lo real a lo ideal diría Marx para que lo ideal se aproxime a lo real,
entonces ahí hay un problema, sin embargo yo trato, en lo posible, de articular las dos
cosas. Como tú pudiste tal vez observar, es decir, lo metodológico y también las
corrientes principales de las ideologías fundamentales que han caracterizado el
pensamiento latinoamericano y sobretodo el más contemporáneo. Aunque siempre
damos una introducción ahí histórica, nada relevante del proceso independentista.
Entonces, el objetivo de la asignatura yo diría que está concebido en esa articulación,
de vincular lo que es, vamos a llamarle, filosofía política latinoamericana o historia
del pensamiento político latinoamericano con la elaboración de tesis de trabajo de
investigación, eso es.
Luisa Fernanda: ¿Cree usted que su asignatura ha contribuido en la formación de cultura de
paz en los estudiantes?
Profesor Guadarrama: Yo no diría que mi asignatura tiene entre sus objetivos así
como fundamentales ese objetivo, sí tiene como objetivo cultivar la idea de que el
pensamiento latinoamericano ha tenido una raigambre humanista, como es el tema de
mis libros, no sé si tú recuerdes.
Luisa Fernanda: Sí, lo he leído.
Profesor Guadarrama: Salió el tomo tres, el de pensamiento marxista en América
Latina, que no se ha presentado todavía y se va a presentar ahora en la feria.
Como tú ves, el tema este del humanismo, está prácticamente, es un tema del hilo rojo
de todas mis investigaciones, en cada uno de los temas, hay otros libros míos que
también, con el tema del humanismo, hay varios.
Entonces yo continuando esa línea, trato en lo posible, de articular a que el
pensamiento político latinoamericano tiene una función emancipatoria,
desalienadora, insisto, es liberadora, etc., etc. que trata por lo corriente de contribuir
a un pensamiento para una cultura ciudadana que por supuesto no es de guerra. Es de
paz y es de armonía y es de colaboración.
Así que no creo que la asignatura tenga como objetivo estimular fines incendiarios de
violencia; al contrario, trata de buscarle como se han buscado alternativas a
situaciones conflictivas en la historia del pensamiento político latinoamericano.
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Entonces si de una forma así, indirecta, contribuye, puede ser, no te digo que no,
tampoco te digo que sí, ¿Comprendes?
Luisa Fernanda: Sí. Cuando nosotros vimos el tema de la cultura, que leímos un artículo
suyo, me di cuenta y hablamos en clase, sobre el término cultura de la violencia y lo
discutimos bastante. ¿Usted diría que el término cultura de la violencia está errado y que si se
habla de cultura no se habla de valores negativos?
Profesor Guadarrama: Exacto, Antivalores.
Luisa Fernanda: Exacto.
Profesor Guadarrama: Para mí la cultura se vincula con valores no con antivalores,
con elementos de carga solamente positiva y por eso ni me parece prudente hablar de
humanización de las guerras ni de cultura de la violencia porque entonces pareciera
como que se está cultivando la violencia. O sea porque cultura tiene un origen que es
cultivar, propiciar, favorecer, estimular.
Entonces una cultura de la violencia, es igual que en México dicen cultura del golfo,
golfo es el bandido, el delincuente, o cultura de la banda dicen a veces en España de
las bandas de delincuentes.
Luisa Fernanda: O la ‘cultura narco’
Profesor Guadarrama: O la “cultura narco”. Esos términos me parecen a mí
totalmente inapropiados, que no se corresponden con el contenido del concepto de
cultura, creo yo, afortunadamente esos términos han ido desapareciendo ya casi no se
habla de cultura de la violencia.
Luisa Fernanda: No, se habla más de la cultura de paz.
Profesor Guadarrama: Ya se habla más cultura de paz, que es otra, eso sí.
Luisa Fernanda: Eso es otra cosa, a propósito, ¿Cuál es su posición frente al concepto de
cultura de paz?
Profesor Guadarrama: Yo creo que el concepto de cultura de paz yo lo defino, en
este libro mío, como dominio que posee un ser sobre sus condiciones de vida que
permite con libertad tomar determinaciones, decisiones, para realizarse en forma
progresiva, por eso el concepto para mí de cultura está vinculado a una proyección de
la modernidad, de progreso. Está vinculado también a procesos desalienadores es
decir enfrentarse a que cualquier forma de opresión, cualquiera, política, religiosa,
jurídica, económica, de lo que sea.
Y ante la guerra, la guerra es una forma alienante de existencia, una de las cosas más
alienantes porque además se te convierte en el verdadero boomerang, los seres
humanos creamos la guerra y después somos víctimas de las guerras.
Luisa Fernanda: Sí, ya no podemos salir de ella
Profesor Guadarrama: Entonces si tú desencadenas una guerra pensando que siempre vas a ser vencedor y que lógicamente no va a haber afectados y después ves
que afecta tu familia, tus amigos, tus vecinos, tu pueblo, tu patria y los desastres,
Anexos 131
entonces tú eres víctima de una alienación. Por lo tanto una cultura de paz yo la
concibo como lo más correcto, lo más lógico y lo más consecuente para enfrentarse a
la forma suprema de alienación humana que para mí es la guerra.
Porque mira todavía la alienación religiosa, cada quien cree en lo que da la gana, la
alienación política ante los partidos, conservador bah, tú vas un partido, tú vas a otro
partido pero no pasa nada, o tú puedes hablar de la alienación sexual, de la alienación
ante la moda, ante, no sé.
Luisa Fernanda: Medios de comunicación
Profesor Guadarrama: Medios de comunicación, ante lo que sea, pero ninguno
tiene un efecto tan misantrópico como la guerra ¿no es así? Entonces, ahí sí el efecto
alienante de la guerra es desastroso ¿no?
Entonces yo diría que una cultura de paz es la única forma posible de contribuir a una
realización del ser humano de la forma más armónica, integral, más de perfectiblidad
humana.
Yo creo que el ser humano no es ni malo ni bueno, ni es un animalito, ni es un ángel,
ni un diablo, sino que un ser humanizable perfectible, pero yo no creo que la guerra
estimule esas tendencias, yo creo que la guerra, lo que dice Martí en nuestra América:
“hay que cultivar en el hombre lo mejor, si no lo peor prevalece sobre todo en esas
fierecillas que se despiertan en las guerras”
Porque en las guerras es donde se desata lo más infrahumano lo más animal, entonces
yo creo que la guerra es lo más alienante y por lo tanto una cultura de paz es el antídoto
para enfrentar una cultura que estimule la violencia, que estimule la guerra, que
estimule ese sistema.
c. Sobre la metodología implementada.
Luisa Fernanda: ¿Cómo describiría usted la metodología de su seminario?
Profesor Guadarrama: Bueno mira, yo no estoy seguro de que sea seminario
cubano, ni colombiano, ni alemán, porque yo he tenido tantas experiencias
académicas en mi formación ¿comprendes? Que yo no reduciría eso a lo alemán ¿no?,
es más si vamos a hablar de énfasis yo tengo más énfasis cubano que alemán porque
mi formación principal fue en Cuba ¿me entiendes?, entonces mi influencia
metodológica y todo es más cubana que alemana y en la cubana hay influencias
soviéticas, que tuve muy buenos profesores soviéticos, tuve muy buenos también
alemanes ¿bien? y muy buenos cubanos.
Entonces si vamos a hablar de influencias tenemos que hablar de las tres influencias,
no puedo hablar de los alemanes solamente, tengo que hablar de los rusos, soviéticos
y de los cubanos, pero ahora la otra cosa, yo trato, lo mismo en mi libro ese de
metodología de la investigación, en este libro, que también hay una edición cubana,
yo trato en lo posible primero de volcar mi experiencia personal, para que los
estudiantes sepan que trabajo me costó a mi elegir un tema de investigación en
Alemania ¿no es así? Lo recordarás ¿no?
Luisa Fernanda: Sí lo recuerdo
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Profesor Guadarrama: Cuantos cabezazos me di para construir el problema ¿no? O
para delimitar el tema, introducir el farolismo ese megalómano ¿no?, yo trato de
transmitirles a los estudiantes esas experiencias negativas y positivas que yo tuve
como investigador o que sigo teniendo y también como tutor de tesis.
Entonces yo he tratado en este libro, y en otros trabajos, bueno, nutriéndome también
del estado del arte que existe sobre metodología de la investigación, los libros de
Mario Bunge, que yo asistí a cursos ¿no? de Hugo Zemelman que acaba de fallecer,
tantos investigadores serios que existen sobre eso, escoger lo mejor que he podido
¿no? De ellos y de ahí sacar estas conclusiones para transmitírselas con la
metodología más, vamos a decir, reconocida académicamente en las universidades
¿no? Es la construcción del marco teórico, etc.
Sin embargo me he buscado problemas, me he buscado choques, ¿por qué? Porque a
veces no coincide con las normas establecidas ¿no? En los formularios, que hacen
para ayudar a unos burócratas de la ciencia ¿no? Y que entonces -¿cuál es la pregunta
de investigación?- ¡Qué pregunta ni que nada! Entonces quieren reducir todo a una
preguntica ¿no?, entonces empiezo yo a chocar con los protocolos ¿no? de algunas
universidades y yo trato primero de estimular que la investigación debe ser colectiva,
colegiada, aunque las tesis sean individuales pero deben de nutrir a... Segundo
articuladas a líneas de investigación de una institución, bueno, tercero que tengan una
utilidad no simplemente rentable en monedas sino algo social, cultural, ideológico,
de técnica o lo que sea y que la gente haga la investigación no para colgar un cartón
en la pared sino para adquirir algunas experiencias metodológicas de investigación
que le permitan dar un salto cualitativo, ese es un poco el sentido.
Y trato también de aprovechar las experiencias buenas y malas pues todos los
ejemplos que tengo aquí de cursos que he dado, ejemplos buenos y ejemplos malos
de temporalidad inconmensurable, de espacialidad infinita, ¿me entiendes? Eso es lo
que he tratado de hacer y esa es la metodología que yo utilizo.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de paz.
Luisa Fernanda: Muchas gracias. Profesor, nosotros como estudiantes de maestría, vamos a
ser futuros profesionales, parte de la sociedad, ¿cuál es el papel que usted cree que cumple un
egresado de una maestría en la sociedad? Y en ese mismo sentido ¿Usted cree que los
estudiantes por ese papel que van a cumplir en la sociedad deberían aprender sobre acerca de
la cultura de paz, o es algo que no se aprende y que uno mismo cultiva?
Profesor Guadarrama: En primer lugar yo creo que sí, es algo que sí se aprende, yo
no creo que salga, eso no viene por generación espontánea, no, yo creo que la cultura
de paz igual que cualquier forma de la cultura hay que aprenderla y hay que
transmitirla opiniones y criterios de generaciones anteriores
Ahora segundo es, yo creo que un egresado de una maestría igual que de un doctorado,
o de otro postgrado, se supone que está formándose un profesional con un poco más
de habilidades, en una maestría, para la investigación en determinados espacios,
escenas ¿no? que permitan un mejor aprovechamiento que lo que podría hacer un
simple egresado del nivel de pregrado ¿bien?
Es decir la maestría es como una especie de entrenamiento para después el doctorado,
así yo lo veo ¿no?, como un entrenamiento para investigar, para coger algunas
Anexos 133
herramientas epistemológicas, metodológicas. Y creo que un egresado de una
maestría que llega a una empresa, una institución, cualquier tipo de institución
educativa, política, lo que sea, está mejor preparado para cuestionarse y para criticar
y para proponer superaciones, que un simple egresado de pregrado, ese nivel, o sea
que la formación en una maestría debe dar algunas herramientas a ese egresado un
poquito más, especializadas para su labor profesional y política y social.
Luisa Fernanda: Como académico, ¿usted cree que la academia tiene un papel importante
en la construcción de una cultura de paz, no sólo hacia adentro sino también hacia afuera?
Profesor Guadarrama: Sí, la academia sí, porque la academia por sí misma estimula
más la cultura de paz que la violencia, nada que ver, es muy difícil que tú te encuentres
en un ambiente académico, por muy ultraconservador que sea ¿no?, la justificación
de la guerra como única solución a los males sociales, normalmente no pasa ¿ya?,
entonces decimos que la academia es un elemento, no hay que darle demasiado
protagonismo, no es que ya sea la panacea y la solución, no, a veces se piensa que
esto es un tema de cultura, que esto es un problema de falta de educación, o que es un
problema de falta de consciencia política, no, las cosas no se pueden reducir a eso,
tienen que haber otros elementos que coadyuven ¿no? a eso, pero sí, la academia
puede ser y lo es y lo ha sido siempre, pues, coadyuvadora de actitudes de paz,
favorecedora de actitudes de paz y de crítica a la enajenación desastrosa que producen
las guerras.
Luisa Fernanda: Entonces ¿Qué papel cumplen los Estudios Políticos en el tema de la cultura
de paz?
Profesor Guadarrama: Yo te doy una opinión muy, porque no soy politólogo y no
tengo digamos la experiencia en investigaciones politológicas así particulares, pero
yo asumo que una disciplina que no aporte elementos que contribuyan al
mejoramiento humano de una comunidad, de un pueblo, de una ciudad, de un barrio,
de una clase social, de un estamento y que no contribuya en una forma a estimular la
cultura de paz, pues no sé, me cuestionaría mucho académicamente esa disciplina,
esos profesores, esa maestría, así que me parece a mí que esta maestría y el nivel
académico está obligado en cierta forma a estimular esa cultura de paz, esa es mi. No
tiene otra alternativa, es que no es que: ¿usted va a estimular la guerra o a estimular
la paz?, eso no.
Luisa Fernanda: ¿No está en discusión?
Profesor Guadarrama: No creo que esté en discusión.
Puede ser que lo esté en algunos países con una carga nacionalista, chauvinista,
ideológica muy fuerte ¿no?, pienso en Israel, ¿comprendes? Pienso en Irán o en Siria,
o en Irak, estos fundamentalismos que se están enfrentando ¿no? Pero eso son más
excepciones que reglas. No es que sea la regla.
e. Sobre la cultura política. Luisa Fernanda: ¿Qué es la cultura política para usted y si usted cree que está relacionada
directamente con la cultura de paz: entre más cultura de paz más cultura política o de acuerdo
a la cultura de paz de un individuo así será su cultura política?
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Profesor Guadarrama: Yo no creo que se pueda subdividir tan fácilmente, así en
estancos separados, la cultura política y la cultura de paz me parece que es un poquito
difícil ¿no? Porque además, incluso si tú me preguntas bueno y con relación a la
cultura literaria, bueno yo pienso que una persona que tenga más o menos una cultura
literaria como que se ha leído a Tolstoi ¿no? o que se ha leído, no sé, los clásicos de
la guerra y de la paz, pues tendrá mejor, tendrá cultura política también y tendrá
cultura de paz ¿No es así? Entonces, cuando uno ha leído determinados libros, yo
recuerdo a Norman Mailer este escritor norteamericano, aquel libro que yo leí hace
años, de estudiante sobre la segunda guerra mundial. Y cuando uno después lee lo
que se escribió sobre la guerra en Vietnam, por ejemplo, o sobre la guerra de Corea,
ese tipo de literatura sirve a la cultura de paz, estimula la cultura de paz.
Entonces, no basta con leer textos de ciencias políticas, yo creo que uno tiene que
tener también una cultura literaria, fílmica, una cultura hasta musical. Entonces,
porque yo siempre he pensado que no es lo mismo oír marchas militares, que les
gustan tanto a los alemanes y a determinadas regiones muy prusianas incluso fuera
de Alemania como Chile, Argentina. Que gusta esa música, a querer estudiar o
escuchar a Beethoven en el himno a la juventud. No estimula igual. Hay música que
es para las hordas fascistas y hay música que no, que es para otro, bueno.
Entonces conclusión, lo que yo creo es que es difícil establecer una separación entre
cultura política y cultura de paz, yo veo que las dos se contribuyen, si tú tienes una
cultura de paz puedes tener favorablemente la cultura política mucho más enriquecida
¿no es así? y si tú tienes una cultura política que te permite tener un conocimiento de
textos clásicos, o no sé ¿no?, lógicamente ‘la paz perpetua’ de Kant, esa cultura de
ciencia política, pues claro que se te revierte en la cultura de paz y la cultura política.
Pero, no sé, me parece que es un poco difícil establecer ¿no? Separar. Pienso en el
texto de Engels sobre el tratado de la violencia por ejemplo, Engels, el tema de la
violencia, entonces, y eso es cultura política y es cultura de paz, las dos cosas a la vez.
ENTREVISTA 4. a. Información básica del entrevistado.
Nombre: David Leonardo Núñez
Universidad: Universidad Nacional de Colombia
Cargo: Monitor
Maestría: Estudios Políticos Latinoamericanos
Asignatura: Política Pública y Teoría del Public Choice Fecha de la Entrevista: 2 de Abril de 2014
b. Sobre la asignatura.
Luisa Fernanda: Bueno entonces David ¿hace cuánto eres monitor de la asignatura?
Monitor Núñez: yo empecé a trabajar con él en ese tema, en el segundo semestre del
dos mil doce. El la dictaba desde el dos mil once.
Luisa Fernanda: ¿Cual dirías que es el objetivo principal de esta asignatura?
Monitor Núñez: El objetivo principal es conocer los métodos de elección racional, de análisis de política pública con una perspectiva económica y conocer esos temas y
apropiarlos, conocer aplicaciones de esa teoría de la elección racional en distintos
aspectos de la formulación, implementación de políticas públicas.
Anexos 135
Luisa Fernanda: ¿Que la cultura de paz para ti?
Monitor Núñez: Cultura de paz, una pregunta muy compleja. Pues yo pienso que
fundamentalmente está atravesada por la tolerancia como por entender al otro. Si por
no imponer y no pasar por encima del otro. Fundamentalmente es eso, entender las
necesidades de los demás. Las posiciones de los demás y no imponer la visión propia,
o que el desarrollo o la realización de uno como persona tenga que pasar por encima
de la de los demás sino al contrario entendiendo a los demás, sino al contrario como
entendiendo a los demás.
Luisa Fernanda: ¿Tú crees que en la materia hay factores fundamentales que influyen en la
construcción de cultura de paz?
Monitor Núñez: Hay elementos importantes que en la materia no se tratan
directamente pero que si uno quisiera interpretarlos retomarlos están ahí para usarlos
en el tema de una cultura de paz. Es difícil porque como te digo el principio
epistemológico de la elección racional es el individualismo y en esa medida pues no
está muy de acuerdo o puede no estar de acuerdo con lo que te decía que es cultura
de paz que es entender al otro antes que asimismo o entendernos conjuntamente. Pero
el utilitarismo o el individualismo si como en la búsqueda del beneficio personal pero
pues eso se puede llevar a un nivel de entender que mi beneficio es el beneficio de
todos.
Y de hecho en la clase se ve la aplicación de un caso que es el de los países nórdicos
y el entendimiento del gasto social y el crecimiento económico en los países nórdicos
que permite ver como esa búsqueda del beneficio individual que muchas veces en
este sistema se mide por el crecimiento económico y por el PIB per cápita, en el caso
de los países nórdicos es compatible con programas sociales entonces es como buscar
un beneficio para la toda la sociedad termina beneficiando el crecimiento económico
y el PIB per cápita entonces es como muchas veces se cree todo lo contrario: que para
poder tener un crecimiento económico y para poder desarrollarme en mi interés
individual no puede existir un estado que esté haciendo redistribución y que me esté
quitando a mí para darle a otro que necesita y al contario en el caso de los países
nórdicos se ve como pues ellos diseñan ciertas políticas que permiten un estado que
provee servicios a toda la ciudadanía sin limitaciones y para todos por igual.
Y eso no ha limitado el crecimiento económico o sea los impuestos que soportan esos
servicios sociales no limitan el crecimiento económico ni el desarrollo individual y
es una economía capitalista de libre mercado pero que hay cierta coordinación a
través de los impuestos para poder ofrecer unos servicios sociales que en últimas
tienen en cuenta al otro y se estudia cómo se ha desarrollado ese proceso socialmente.
Que no es solo una cosa de que al estado se le ocurrió hoy poner unos impuestos y
ofrecer unos servicios sino como la sociedad y tienen ciertos valores y las
instituciones se han desarrollado de cierta manera en ese entendimiento del otro, de
las necesidades del otro y de una construcción en comunidad.
Luisa Fernanda: ¿Porque ciencias como la ciencia política y la ciencia económica deberían
interesarse en el tema de la paz?
Monitor Núñez: Todas las ciencias, desde todas las disciplinas se deben interesar
por el tema de la paz, y en ciencia política aún más es un tema central y económicas,
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
en ciencia política la paz es tema central, la paz o la guerra o como se toman
decisiones si democráticamente o imponiendo a través de la guerra. En ciencia
política si me parece clarísimo que es un tema central y en economía también. El tema
del manejo de los recursos, de la distribución y la explotación de los recursos es un
tema pues que afecta profundamente la construcción de la paz. Finalmente e manejo
de los recursos es lo que conduce a los conflictos y entender la naturaleza como un
recurso que hay que explotar entonces es como que ese es el punto de partida de
muchos conflictos. Entonces creo que si el tema de la paz es algo central en
reconsiderar esa visión propia de la ciencia política y de las ciencias económicas.
Pero incluso en otras disciplinas yo pienso que en el arte y en las ciencias exactas
también se pueden hacer aportes muy importantes a la cultura de paz.
c. Sobre la metodología implementada.
Luisa Fernanda: Gracias. Por favor describe cual es la metodología utilizada en clase.
Monitor Núñez: Bueno, en la clase se trabajan lecturas, de toda esa fundamentación
teórica del utilitarismo el individualismo, la acción colectiva, los procesos de tomas
de decisión las instituciones desarrolladas para toma de decisión y en la clase se ven
como la aplicación de esas teorías a casos prácticos y concretos. Entonces la
metodología es una charla magistral del profesor.
Luisa Fernanda: ¿Qué métodos de calificación se utilizan en las clases?
Monitor Núñez: Se hacen trabajos escritos a manera de ensayo sobre los
componentes de la materia también aplicándolos a casos concretos, la idea es que el
estudiante apropie las teorías y los conceptos desarrollados en clase y a través de un
ensayo haga una argumentación aplicándola a un caso concreto.
Y en este semestre se está trabajando también un tema de investigación. Entonces es
la investigación que está desarrollando el estudiante para su trabajo de grado,
desarrollar los componentes de elección racional que pueda encontrar dentro de su
proyecto de investigación.
Luisa Fernanda: ¿En la clase hay espacio abierto debate?
Monitor Núñez: Si en las clases, si como para preguntas y discusión hay espacios
durante la clase. No es un espacio específico que se diga vamos a hacer un debate,
sino que a lo largo de la clase de la exposición del profesor va surgiendo.
Luisa Fernanda: ¿Se presentan algún tipo de conflictos en la clase? ¿De tipo ideológico,
etc.?
Monitor Núñez: Si, pues hay conflictos, pueden ser teóricos y con una repercusión
ideológica a veces frente a las bases mismas de la teoría que es esa epistemología
individualista. Pero finalmente son superados, o tal vez a veces dejados de lado por
el mismo centro de esa teoría: que esos son supuestos. El individualismo
metodológico tiene una serie de supuestos que no pretende y su afirmación no es el
ser humano y la sociedad como es, sino que es un modelo. Pero no hay más conflictos.
Había más conflictos en la clase de estado y mercados. Esta la dictaba solo para pregrado. Esta era más de la visión neoclásica y neo marxista, ahí si había más
conflictos y más discusiones. Esta es como una herramienta de análisis. Entonces no
Anexos 137
hay tanto conflicto.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de paz.
Luisa Fernanda: ¿cuál crees que es el papel de los egresados de maestrías en la sociedad?
Monitor Núñez: Pues yo creo que en general lo que nos motiva a todos a realizar
una maestría es una mezcla de dos cosas: un interés personal de tener mayores
beneficios, una mejor posición, pero también un interés social y una responsabilidad
social de con ese conocimiento que se adquiere y esas posiciones que se van logrando
pues igualmente ejercer un papel dentro de la sociedad que pueda aportar más y
construir digamos desde nuevas perspectivas mejores soluciones a los problemas de
la sociedad.
Luisa Fernanda: tú crees que esto, la metodología, la teoría de Public Choice. Se utiliza para
analizar problemas coyunturales, por ejemplo, la pobreza en cuanto a las políticas públicas.
Monitor Núñez: ¿Tú dices que si se utiliza, si se aplica en la formulación de
políticas? Pues yo creo que sí, pero es limitado es muy limitado. Pues depende eso,
ósea, porque la formulación de políticas públicas es muy heterogénea entonces
finalmente son personas las que están haciendo eso, entonces depende de cada
persona desde la coyuntura, no se puede decir que el gobierno aplique la teoría, sino
algunas personas si la aplican en algunas políticas, pero yo creo que en general o lo
que conozco del gobierno pues no se aplica mucho, pero hay algunos que sí y pues a
veces tienen buenos resultados y creo que si es una buena, o sea es una buena
herramienta para, pero creo que no es la única y no es el único, no se puede formular
políticas publicas solo con Public Choice sino que hay que tener en cuenta otras cosas
y pues es una de las herramientas que puede funcionar y que sería bueno aplicar
porque da también mayor como mayor rigurosidad en la formulación y en la
implementación de política. Digamos que hay otras formas muy flexibles y muy
sometidas a otras lógicas ya políticas, es decir de intereses individuales o colectivos
políticos que por muchas veces individuales a la corrupción y otras cosas que
distorsionan pues lo que debería ser la formulación de políticas públicas y la
aplicación de un método, y la elección racional pues si permitiría por lo menos esa
rigurosidad y además permite como integrar muchos elementos y comprender la
lógica de muchas instituciones, entonces como que, si uno lograr aplicarla bien, pues
es una buena herramienta para comprender el funcionamiento de distintas
instituciones y de los intereses de las sociedades, de los colectivos, de las instituciones
para ver cómo funcionan, es muy complejo hacer eso, integrar todos esos elementos
en una teoría y en un modelo matemático como a veces se plantea, pero digamos
hacer ese intento ese trabajo pues como que permitiría comprender mejor algunas
relaciones y tomar mejores decisiones.
Luisa Fernanda: en ese sentido, ¿tú crees que el que esto sea una herramienta y que ayude a
la rigurosidad, es el factor que aporta a la ciencia política esta materia? o ¿cómo más crees
que es relevante esta materia en la ciencia política?, porque también veo que tiene mucho de
economía.
Monitor Núñez: si
Luisa Fernanda: de la ciencia económica
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Monitor Núñez: de la ciencia económica pues parte el punto de partida, digamos yo
creo, está en la economía como en la economía clásica y en la clásica en el
individualismo metodológico y en entender como los intereses, la utilidad y todo eso
es como el fundamento del y esta es pues la aplicación a la política a la ciencia
política, entonces digamos como que es un… aporta a la ciencia política en ese
sentido digamos por llamarlo así cientificista, de una ciencia más exacta y más más
rígida y más aceptada en círculos científicos pues entonces esto es un aporte
importante, pero digamos yo pienso que no debe ser para casarse con eso y para decir
esta es la vía única; como a veces se hacen muchas ciencias, como este es el camino
que nos va a llevar a la verdad no sino que yo lo veo más como herramientas útiles,
entonces en esta medida aporta, le da herramientas y el da una base también más
sólida pero hay que entender que la ciencias humanas por lo menos y las ciencias
sociales son más complejas y tal vez no son ciencias sino tienen muchos más
ingredientes que no se pueden reducir a esos modelos matemáticos y a esa
fundamentación rígida pero que igual si juega como una herramienta muy útil.
Luisa Fernanda: Desde la Universidad se debe construir la cultura de paz. ¿Es importante
que uno como estudiante de maestría también aprenda sobre la cultura de paz?
Monitor Núñez: Si claro, en todos los niveles. Pienso que desde la casa desde la
familia hasta todo el desarrollo profesional o sea pasando por la escuela el colegio el
pregrado el posgrado, o sea a lo largo de la vida yo pienso que eso no es algo que se
hace en un día en una materia una cátedra y se acabó sino que es un tema inagotable
que se debería inculcar todo el tiempo y estudiarlo todo el tiempo pero sobre todo
practicarlo es lo más importante. Y pienso que en ese sentido para poder practicarlo
es fundamental la familia antes que el pregrado el posgrado el colegio ese tema se
debe abordar desde la familia primero pero no pues en todos los escenarios es válido.
Luisa Fernanda: ¿Crees que la academia juega en la construcción de cultura de paz y nuevos
profesionales?
Monitor Núñez: Creo que si lo juega pero creo que puede jugar uno mucho mayor.
Creo que muchas veces se limita. A veces en algunas universidades se queda en la
teoría y muy ensimismados en la discusión y no busca enlaces con la realidad y en
cómo aplicar eso. Y en otras academias al contrario, en otras universidades se queda
es en lo más práctico y en la formación profesional, y casi que en una formación
técnica, una formación para el trabajo en aprender herramientas para aplicarlas pero
sin una visión crítica tampoco, entonces no se piensa sino solo se hace.
Entonces yo pienso que hay que encontrar un punto intermedio y trabajar en eso, en
la aplicación de eso. En como pensar y hacer.
e. Sobre la cultura política.
Luisa Fernanda: Bueno y por último que es la cultura política
Monitor Núñez: La cultura política es como la construcción social de cómo se deben
tomar decisiones y de cómo debe funcionar la sociedad. Está atravesada por las
ideologías y por los valores políticos de las personas. Entonces está profundamente
relacionado con la cultura de paz en esa medida de entender al otro y de cómo debe funcionar la sociedad y tomar decisiones.
Anexos 139
Entonces es en ultimas lo mismo solo que hacia un lado u hacia el otro. Una cultura
de paz es una cultura política. Y entonces puede que nuestro país tenga una cultura
política que no es de paz, que es violenta. Sí, yo creo. Que se toman decisiones de
manera excluyente y por intereses parciales y que no es capaz de entender al otro sino
que entiende solo una parte de la sociedad y hace que el aparato político funcione de
acuerdo a los intereses de esa parte de la sociedad.
Pues eso digamos a grandes rasgos de manera general y medio abstracta pues hay
miles de cosas y el estado es muy diverso, todas las instituciones son diferentes. Pero
en general hablando de cultura en general y del sistema político en general, yo creo
que funciona así, o por lo menos es esa la cultura predominante o hegemónica. No
necesariamente predominante, porque yo creo que en Colombia hay mucha gente que
también tiene una fuerte cultura de paz y hay gente que valora mucho eso y que
funciona así y que su vida es en paz, y toma decisiones y entiende la vida y el
funcionamiento de la sociedad pacíficamente. Pero la cultura hegemónica la que ha
logrado y la que ha dominado el estado y el poder, yo creo que si es bastante
excluyente y es la que ha logrado ordenar el sistema.
ENTREVISTA 5.
a. Información básica del entrevistado. Nombre: Mario Ramírez- Orozco
Universidad: Universidad Nacional de Colombia
Maestría: Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos
Asignatura: Procesos de Paz, Análisis y Propuestas para Colombia
Fecha de la Entrevista: 3 de Abril de 2014
b. Sobre la asignatura. Luisa Fernanda: ¿Usted solamente dictó la asignatura un semestre cierto?
Profesor Ramírez-Orozco: Si, solamente un semestre.
Luisa Fernanda: ¿Cuál fue el objetivo principal de este curso?
Profesor Ramírez-Orozco: Para mí fue responder a una falencia a una carencia. Y
es que yo hago, con referente a este trabajo de paz empecé a descubrir que casi
siempre había como el imaginario, la idea, de que el caso colombiano era sui generis,
que no había ninguno parecido. Mejor dicho, que el caso de Colombia es único,
irrepetible y todo, pero como yo había estudiado otros procesos de paz en otras partes
del mundo, y desde afuera porque no vivía en Colombia hace 30 años yo empecé a
ver algo que era un vacío, era presentar otros procesos de paz en otras partes del
mundo. Entonces eso fue lo que hice, comparar: hice todo un seguimiento en procesos
de paz en África, en Centro América y Asia, y entonces esa las variables principales
fueron ver por un lado ha sido el proceso, bajo que metodología, y resultados.
Luisa Fernanda: ¿Bien, para usted cual es el papel de los egresados de la maestría en la
sociedad?
Profesor Ramírez-Orozco: Mira en concreto una maestría como esta, que tenga que
ver con la paz, su papel preponderante sería más practico que teórico, no sería hablar
más sobre la paz, teorizar más sobre la paz, sino simplemente empezar a aplicar
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
teorías a aplicar prácticas de construcción de paz, ya no tanto plantear como se debe
construir la paz sino mirar qué teorías hay, que tendencias, y mirar como las aplico
yo en este contexto. Entonces ahí por ejemplo es importante el papel de entender de
pronto que hace una comisión de reconciliación de seguimiento, de mucho desarrollo
en el proceso de paz ahí pienso que sería clave el papel de los egresados.
Porque, yo siento que una falencia que se está desarrollando en muchas partes del
mundo con postconflicto es que es simbolizada por que se leía por un lado y se hacía
por el otro. No había ese vínculo entre los que hacían y los que habían pensado y
sobre todo porque llega un momento en el que se dejó todo a la improvisación sobre
todo de las ONG y esas muchas veces eran de muy buena voluntad, y ha habido
errores grandísimo, pero que en realidad desconocían como se debe manejar una
estrategia.
Luisa Fernanda: Bueno profesor, ¿el tema de tipología general de los conflictos tuvo
bastante relevancia en su clase?
Profesor Ramírez-Orozco: Por supuesto, porque para poder saber qué era lo que
íbamos a buscar, teníamos que ver tipos de conflicto y ante todo ver todos esos
conflictos relacionados. Porque es que aquí por ejemplo no tenemos un solo conflicto,
hay uno armado, pero hay otros dos conflictos que son gravísimos que casi nunca se
tocan en los proceso de paz. Estos son los conflictos social y político, y estos están
ausentes, por eso hay una frustración cuando se firma la paz en términos de conflicto
armado, que se desmovilizan los grupos armados, el aparato del estado se reduce en
términos militares, pero el conflicto social sigue vivo, y el conflicto político. Entonces
eso es, se genera una frustración por un lado, y por otro lado quedan todas las causales
para un nuevo conflicto.
Pero es que muchos proceso por ejemplo el caso que sigue Colombia están basados
en una noción teórica que es el de la paz posible y la paz posible no toca lo estructural,
solamente se queda en desmovilización o como se hizo en Colombia con el EPL, la
guerrilla y los sectores nacionales que fue casa carro y beca para unos cuantos pero
quedan siempre unas bases que quedan desprotegidas y muchos de ellos porque
ejemplo el caso de centro américa esas bases van a la delincuencia. Que es lo que
paso aquí con los grupos paramilitares, que se desmovilizan, una jerarquía entra a
negociación tratan de favorecerse con la Ley de Justicia y Paz pero en el balance
general queda una base que sigue delinquiendo.
Luisa Fernanda: También me pareció muy interesante que los estudiantes debían elaborar
una propuesta para la Paz, y en este sentido la materia es propositiva, no se queda solo en la
teoría.
Profesor Ramírez-Orozco: Y hablando de eso ¿sabes que es lo más bonito del
balance? Que los estudiantes descubrieron que ellos tenían que decir algo sobre la
paz, y que no solamente otros dicen, sino que también a partir de sus vivencias. El
problema en Colombia es que mucha gente, sobre todo desde la percepción de ciudad,
el concepto lo ven como algo lejano, realmente teórico, y por lo tanto las soluciones
vienen de otros académicos estudiosos, pero cuando ellos descubren que pueden
aportar desde sus vivencias, creo que ahí fue muy interesante porque fueron unos estudiantes muy inquietos.
Anexos 141
Luisa Fernanda: ¿Por qué es esta asignatura relevante en los Estudios Políticos?
Profesor Ramírez-Orozco: Bueno, en los Estudios Políticos es relevante porque es
uno de los temas, digamos, sobre todo en el enfoque que yo le doy, toca mucho la
relación del Estado en términos de agente generador de conflicto. El Estado aquí no
es pasivo, aquí se está creyendo que toda la responsabilidad de la paz en Colombia es
de la guerrilla, que se desmovilice y ya mañana amanecemos en paz. Inclusive es una
falencia desde lo que se hace en la Habana, es que cuando se toca cosas que el Estado
debería intervenir y todo eso, siempre dice, no, no, pero eso no, primero
desmovilícense y después en la paz miramos eso. Trabajamos mucho la
responsabilidad política y los actores, digamos, estatales y en general la Ciencia
Política tiene que pasar de un plano teórico a un plano aplicado, por eso me parecía
importante ese abordaje desde lo teórico y tirando buscar en la evidencia empírica la
posibilidad de crear conocimiento y teoría. Sobre todo porque sobre la paz, te cuento
yo una cosa, siempre partimos sobre que esta esta sobre diagnosticada, uno puede
pensar que ya se dijo todo. Pero precisamente, mucho de lo que se dice está basado
en estudios referenciales, en puras bases de datos y realmente no ha, los trabajos
digamos dentro del conocimiento empírico, no es que no estén sino que no los tienen
en cuenta, y mucho menos desde la academia.
Luisa Fernanda: ¿Para usted que es cultura de paz?
Profesor Ramírez-Orozco: Mira, la cultura de paz para mi debe estar inmersa en la
formación de toda la persona. Como resolver los conflictos de una manera pacífica,
el problema no es que haya conflicto, sino como aprendemos a resolverlos de manera
no violenta, desde el conflicto más simple desde la escuela primaria, la relación de
pareja, laboral, todo eso presenta una serie de conflictos. Que siempre van a estar
porque son intrínsecos a las relaciones humanas. Lo que está mal, cuando uno no tiene
una cultura de paz, siempre se busca resolver de una manera violenta, entonces por
eso la cultura de paz debe ser, o es, debe volverse una forma de vida. Por principio
actuar con cultura de paz. Y es entender que en el planeta tierra y entre humanos todas
las soluciones deben ser pacíficas, yo no puedo ver como opción matar a otro humano
para solucionar un conflicto. Y aquí todavía se ve así. Por ejemplo la criminalidad,
siempre se ve como una opción matar al criminal.
Inclusive aquí se usa en el lenguaje, siendo obligatorio en la constitución nacional, el
presidente de Colombia, por ejemplo en el caso, cuando el periodo de Uribe, él desde
la tribuna pública, pedía ajusticiamiento lo cual viola la constitución de Colombia,
fíjate ese es un ejemplo de como una no cultura de paz permite esas aberraciones. Por
ejemplo como, para ganar un simple permiso militar, unos militares mataban a civiles.
Que de cultura de paz tiene alguien que dice mato a alguien para ganarme un día
compensatorio.
Luisa Fernanda: Todos estos elementos que usted trabajó en tu materia son factores
fundamentales en una cultura de paz, ¿cree que su asignatura contribuyo en la construcción
de cultura de paz en sus estudiantes?
Profesor Ramírez-Orozco: Mira yo no creo, yo lo comprobé. Por la forma como
ellos me plantearon al final del curso. Yo les pedí que se autoevaluaran y les hice esa pregunta ¿Qué creen que les aportó el curso? Y muchos decían que era una visión de
que la paz no dependía de grandes escenarios de grandes diálogos, sino de empezar
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
desde la cotidianidad a cambiar una serie de relaciones, porque las relaciones que
tenemos en general son muy violentas, el lenguaje es muy violento, las relaciones de
pareja son violentas, las relaciones padre-hijo son violentas, la relación maestro-
estudiante, todas son violentas, las relaciones se han vuelto relaciones de poder, pero
poder violento, no son de poder de autoridad, de conocimiento, sino son de poder
violento. Entonces se les hizo tomar conciencia de eso y eso hace que se pueda
entender ese factor. Ese factor fue hacerles distinguir entre lo que es un enemigo y lo
que es un contradictor. En Colombia todo el mundo es enemigo, desde el que negocia
conmigo me ve a mí como un potencial criminal, lo voy a robar, bueno. Todo eso
como lo cambiamos desde una cultura de paz, para que se entienda que no, que son
contradictores que deben hablar para ver como solucionan esas discrepancias o esas
diferencias. Esto es un proceso muy lento de concientización y sobre todo de
construcción de actitudes, hay que mirar nuevas actitudes, como pienso yo la vida de
esta manera pacífica, no pacifista. Sino como yo resuelvo los conflictos innatos,
metodológicos, etc., de una manera que no implique el aniquilamiento del otro, que
es una relación de enemigo que se maneja mucho acá.
c. Sobre la metodología implementada. Luisa Fernanda: Sobre la metodología, por favor describa la metodología de enseñanza y
los factores de éxito en su enseñanza.
Profesor Ramírez-Orozco: Eso también tiene que ver con mi formación ¿no? Yo en
mi clase tengo un objetivo central, que es subir la autoestima del estudiante, sobre
todo en países como estos, yo he sido profesor en otras partes, en México, Cuba,
República Dominicana y Costa Rica y en Brasil también, y una de las primeras cosas
que yo descubrí es que el estudiante latinoamericano en promedio tiene un autoestima
muy baja y por eso mismo su participación en la clase está muy limitada a lo que
dijeron otros. Casi nunca da a conocer lo que él piensa, porque creen que su palabra
no tiene valor. Pero no es gratuito, es producto de toda una sociedad mal educada,
que ha sido mal educada para sobrevalorar mucho la palabra ajena, pero casi nunca
por ejemplo la vivencia empírica de cada persona. Aquí la historia de vida no tiene
valor.
Por eso es simbólico que por ejemplo mucha gente que estudia maestrías casi toman
como temas estudios sobre comunidades que no son cercanas a ellos, o sea nunca se
ven como un potencial centro de estudio y entonces eso es simbólico, siempre abordan
los temas desde una distancia que no les da objetividad sino que les da distancia, o
sea les hace como que eso no es un problema de ellos, que eso no es algo sensible
para ellos, y por eso lo pueden estudiar con lecturas que es como si estuvieran leyendo
para París, como si estuvieran leyendo para Alemania, o sea, el problema no es leer
otros autores, el problema es leerlos como para que se les lea desde allá.
Entonces hay mucha trasplantación de teorías todo eso, entonces mi lucha
metodológica es, ha sido tomar conciencia de, primero aprender a leer, y no robar
citas. Que es lo que yo siempre siento, que la mayoría a uno le presentan trabajos para
corregir que son “casas de citas”, están prostituidos por la palabra ajena, que ha sido
robada, y casi muy poco de la experiencia vital, como si el estudiante estuviera por
allá escondido en un nicho donde no pasa nada. Y en el caso colombiano, la paz, pues
es mucho más grave porque la gente cree que el conflicto no pasa por la ciudad.
Luisa Fernanda: Si.
Anexos 143
Profesor Ramírez-Orozco: Y creen que es algo raro que resulten por ejemplo toda
una actualización hecha desde Barcelona pero leyéndola como si fuera de la escuela
de paz de Barcelona, nunca leyéndola desde la universidad Nacional, desde la
universidad del Rosario las universidades de acá.
Luisa Fernanda: ¿Que métodos de calificación utiliza en sus clases?
Profesor Ramírez-Orozco: Yo solo uso uno que es la autoevaluación. Yo tengo una
rúbrica en la que el estudiante, ellos mismo, tienen que mirar de cinco o seis rubricas,
si ellos han cumplido con eso durante el curso, y por supuesto esa rubrica implica que
también me están calificando a mí. Porque parte de la asignación de ellos es como ha
sido la relación conmigo o sea si han intervenido, si han participado. Inclusivo,
recuerdo que en ese curso una chica estaba muy brava, me dijo que porque siempre
hablaban los mismos, como pidiéndome que yo tomara cartas en el asunto. Le dije
no, ¿sabes que el problema no es que hable siempre los mismos? El problema es que
siempre se quedan callados los mismos. Si hubiera un equilibrio de que los que más
se quedan callados empiecen a hablar se va mejorando. Entonces a veces uno hace
una pregunta y silencio total, pero eso también hace parte de que el estudiante se ve
muy desprotegido para responder, porque siempre está esperando, solamente puedo
responder “rigurosamente”, según las exigencias rigurosas, si cito a alguien, pero si
yo parto de una experiencia desde lo que acabe de ver por la ventana, de lo que acabé
de ver en el bus, eso no tiene valor.
Entonces mi lucha es que eso también tiene valor, el estudiante tiene que ganar
autoridad para crear criterio, y a través del criterio aprender una cosa fundamental
que es tomar decisiones. Y en el aula mis muchos estudiantes decisiones tomaron
decisiones de yo me voy por aquí, yo hago esto…
Luisa Fernanda: ¿En su clase hay espacio para debate abierto?
Profesor Ramírez-Orozco: Es que la parte central de mi segunda hora es un debate,
porque ellos saben conmigo, yo lo repito muchas veces, que en un proceso de estos
de conocimiento nunca hay verdades. Sino, hay opiniones para debate. Es más, una
tesis, no tiene una verdad, sino tiene elementos para el debate, una mala tesis si tiene
verdades, que son esas que, precisamente son los dogmas, lo que dijo tal, lo que dijo
tal. Pero una buena tesis, siempre tiene, la posibilidad de algún dialogo. De decir,
sobre esto tal autor piensa esto, pero hay que confrontarlo con esto, con la comunidad
científica, con elementos de la experiencia. A veces, y es un error, muchos estudiantes
quieren encontrar una verdad para ponerla en su tesis, y yo les digo no, no, las tesis,
las conclusiones son, generalmente comprobación de hipótesis, no de verdades. Hay
que ver que todo el conocimiento es dinámico, y hay de aquel que crea que su tesis
va a ser una verdad. No. Es un elemento más para el debate.
Luisa Fernanda: ¿Cómo asegura que los estudiantes entablen dialogo reciproco?
Profesor Ramírez-Orozco: Mira, también es una forma de crear paz en el aula. Una
frustración de todo estudiante es decir, yo tendría mucho que decir pero el sistema no
me da posibilidades, es mejor buscar autoridad en otros.
Inclusive al principio un estudiante, como está mal educado para este tipo de
educación, formativa y creativa, se siente muy inseguro porque es que además en la
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
cotidianidad casi ninguna persona de este modelo educativo ha aprendido a tomar
decisiones. Siempre hace lo que le toca hacer, pero ¿Por qué razón? Porque nunca fue
educado para formar criterio propio. Ha pasado toda su vida, y nunca ha tomado una
decisión sobre su vida. Ha cogido un camino y en el camino le dicen, por aquí, por
aquí, pero nunca ha dicho esperen, yo quiero parar.
Cuando uno logra formar una construcción de criterio propio, empieza a crear gente
autónoma, que aprende a tomar una actitud, primero para afrontar, que tiene una
carencia que es la capacidad de criterio. Ya con criterio, ya ahí sí puede tomar
decisiones. Pero descubre que solamente puede tomar decisiones cuando hay
oportunidades o posibilidades, eso le crea un conflicto porque el medio le da muy
pocas oportunidades. Por ejemplo el aula, el aula es un profesor hablando,
generalmente dando mucha información, y ya. Entonces el estudiante se siente
frustrado de que como capto yo toda esa información en una hora y media dos horas
de clase, y después como asimilo las diez lecturas que me dan y mi palabra donde y
mi experiencia donde. Por eso es muy frustrante, por eso un estudiante aquí hace un
acto de masoquismo.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de
paz. Luisa Fernanda: ¿Crees que los estudiantes de maestría deben aprender cultura de paz en la
universidad?
Profesor Ramírez-Orozco: No mira, lo ideal sería que empezara desde que nacen,
desde niñitos. O sea, la educación es deber social no está limitada por un aula, por un
programa académico, pero bueno, ante la falencia de que no hay eso, pues nunca es
tarde para empezar.
Entonces si llega a una maestría pues que bueno, lo que sí debería ser es como en
todas las carreras ver como materias complementarias como prerrequisitos y que todo
el mundo tuviera eso. Porque hace mucha falta, sobre todo en países que viven la
guerra. Yo pienso que aquí sí debería ser bueno que empiece una catedra para todos
los cursos iniciatorios. Como poder motivar a algunos a seguir esa línea de estudio.
Luisa Fernanda: ¿Cree que la academia debe participar activamente en la construcción de
cultura de Paz?
Profesor Ramírez-Orozco: Primero la academia debe tomar conciencia de que en sí
misma es una generadora de conflicto, una generadora de desigualdad. Es una
academia, es que además tenemos un problema estructural, hablo por todo
Latinoamérica, que tienen una limitación estructural y es que es una educación
trasplantada para otro mundo. Entonces hay currículos y planes de estudio que son
ideales para París, para Berlín, hasta para Nueva York, pero no para el contexto
nuestro. Porque no ha salido de nosotros un proceso de decir, esto es lo que
necesitamos, sino que decimos: por decreto todos van a seguir el programa educativo
del banco mundial, todos tienen que cumplir las preguntas de las pruebas de Pisa.
Pero es que las preguntas, por ejemplo un niño de Colombia, un jovencito que no ve
un tren en su vida, que no conoce un tren, y lo ponen a resolver un problema de como
pagaría un billete automático en un tren, pues va a perder ante un niño de otro país que tiene trenes por todo lado.
Anexos 145
Eso me recuerda por ejemplo, en Nicaragua se enseñaba matemáticas con fusiles y
granadas. Cosas así, ejemplos que uno decía, pero como. Pero es que esos niños vivían
una guerra y es más violento decirle a un niño que no tiene donde dormir: si usted
tiene tres casas y vende una ¿cuantas le quedan? Si usted tiene tres carros…
O sea, ¿Qué es más violento? En términos de, ¿qué es más didáctico? Entonces pienso
que hay que ajustar, así suene como el caso extremo de Nicaragua, suene muy
violento pero hay que hacerlo. Partir de una realidad. Eso no hizo más violentos a los
niños de Nicaragua. De pronto aquí que siguen enseñando de que tú tienes cuatro
casas, cinco carros, crean unas expectativas de consumo que siempre van a frustrar a
la gente, y las va a llevar a una sociedad más violenta.
Luisa Fernanda: ¿Por qué los Estudios Políticos deben interesarse en el tema de la paz?
Profesor Ramírez-Orozco: ¡Los Estudios Políticos deben interesarse por todo! Lo
que tenga que ver con la política pública, de la política de la convivencia, derechos
humanos, los factores democráticos, todo eso tiene que verlo y la paz esta como un
factor de satisfacción democrática. No puede haber democracia en un país que es
violento, no puede haber democracia en un país que violenta a sus propios
ciudadanos. O sea por eso la Ciencia Política tiene que meterse ahí. Lógicamente tiene
que meterse pero con discursos más novedosos. O sea la ciencia política está retrasada
en cuanto a cogido muchos modelos teóricos, realmente trasplantado a otras
realidades, y de pronto el llamado mío que lo hago mucho en clase es ¿Cuándo vamos
a empezar nosotros a crear nuestras propias ideas políticas? Aquí siempre vivimos
desde las premisas desde, siempre premisas desde otros. ¿Cuándo vamos a vivir bajo
premisas que nosotros postulemos, que incluso planteemos desde nosotros?
e. Sobre la cultura política.
Luisa Fernanda: ¿Qué es la cultura política para usted?
Profesor Ramírez-Orozco: Yo en eso soy griego, o sea, el hombre es un ser político.
La cultura política es todo lo que implica o tiene vínculos con el ser humano, entonces
desde lo más sencillo. Mira es tan político la relación de pareja, o sea no hay nada
más político que un acto amoroso, no hay nada más político que un vínculo padre-
hijo, porque esas bases de como ellos se relacionan van a proyectarse luego en la
sociedad. Una persona mal amada, mal querida por padres por hijos por pareja, sale
a desahogar su frustración con la sociedad. Por eso deberíamos también ayudar a que
las elites tomen cursos de cultura política. Por ejemplo esta sociedad elitista, esas
personas. Aquí todo el mundo piensa que la construcción de paz debe hacerla a nivel
de base de la gente más pobre, la que está ahí, pero también tenemos que educar las
elites. Es más deberíamos hacer una maestría para elites para mostrarles en qué país
están. Para politizar las elites en términos de la agresión que están causando. O sea,
es moralmente y políticamente un delito la hiperconcentracion de la riqueza.
Que una persona que esté en un país de estos que tenga miles de millones de dólares,
que viva a una cuadra de alguien que este sin techo y muriéndose de hambre. Es un
crimen político, que haya una persona que tiene miles de hectáreas que nunca tocan,
las tienen para engorde, cuando al lado hay un campesino que no tiene acceso a la
tierra. Eso, por ejemplo en Colombia hay que empezar a educar. O sea, delito no es
solamente el que roba, delito también el que mantiene estructuras de poder que causan conflictos que generan guerras, que generan desigualdad que generan agresión, y eso
aquí no se habla de eso.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Luisa Fernanda: ¿Cree que la cultura política se ve reflejada la cultura de paz de cada
ciudadano?
Profesor Ramírez-Orozco: Por supuesto. Pero es que esa cultura no es que yo solito
actuó bien y el resto actúan mal. No. Hay una interacción, es que yo actuando bien
llevo a los otros a actuar bien. El sentido griego del bien, el bien común. Y entonces
eso también ayuda, nos manda a otro plano. Y es la noción por ejemplo del buen vivir,
que ya la manejan algunos pueblos.
Es también demostrarles eso que son malos habitantes del planeta tierra. Deben
retribuirle al estado. Lo único que trae esa acumulación es crear más desigualdades.
Luisa Fernanda: ¿Cree que las sociedades latinoamericanas necesitan una cultura de paz?
Profesor Ramírez-Orozco: Pero no solo Latinoamérica. No olvides que parte de la
violencia que tenemos es secuela de cómo está el mundo. La desigualdad del mundo
se reproduce a otra escala aquí. Así como hay personas que concentran, hay países
que concentran. El problema es para plantear un mundo diferente. Desde niños
tenemos que cambiar la relación con el consumo, con el dinero, con las desigualdades,
por medio de un proceso educativo. Es inconcebible que en pleno siglo xxi todavía la
gente se muera de hambre, todavía hay gente sin servicios básicos. El mundo está
todavía para hacerlo en términos de convivencia humana.
ENTREVISTA 6. a. Información básica del entrevistado
Nombre: Alpiniano García Muñoz
Universidad: Universidad Católica de Colombia
Maestría: Maestría en Ciencia Política con énfasis en Paz e Integración
Cargo: Co-Director de la Maestría Ciencia Política con énfasis en Paz e
Integración
Asignatura: Etiología del Conflicto
Fecha de la Entrevista: 4 de Abril de 2014
b. Sobre la asignatura.
Luisa Fernanda: ¿Bueno profesor, desde hace cuánto ha dictado usted la asignatura
Etiología del Conflicto?
Profesor García-Muñoz: La estoy desarrollando aquí en la Maestría en Ciencia
Política hace dos años.
Luisa Fernanda: ¿Cuál es el objetivo principal de su materia?
Profesor García-Muñoz: Bueno. El objetivo de ese seminario es que los estudiantes,
los participantes, terminen dándose cuenta que el conflicto es de la naturaleza de la
práctica política. Que la política no tiene como fin eliminar el conflicto, el conflicto
es la esencia de la práctica política. Una sociedad donde no haya conflicto, es porque
camina al totalitarismo.
La ciencia política lo que hace es darse cuenta de cómo se enfrenta el conflicto, y el
conflicto se enfrenta en la medida en que nos demos cuenta que el origen del conflicto,
radica en que los seres políticos que somos los seres humanos, somos cada quien
Anexos 147
único e irrepetible, somos personas humanas. Y esa unicidad e irrepetibilidad nos
hace a todos, absoluta y radicalmente distintos; nos hace diferentes, cada quien es otro
distinto a cada quien, a los otros. Entonces, en la medida en que nos demos cuenta
que el conflicto tiene su origen en que somos distintos, y que el secreto está en
aprender a vivir con el distinto, con el otro; nos damos cuenta que el conflicto antes
que ser un problema, es lo que enriquece la vida política.
Luisa Fernanda: ¿Por qué esta asignatura es relevante en la ciencia política?
Profesor García-Muñoz: A ver. En la Universidad europea y gringa uno tiende a ver
que los profesores, consideran que su materia es la más importante. A mí se me pegó
ese vicio. Cuando yo llego a donde mis estudiantes, les digo que efectivamente mi
materia es la más importante. En algunas universidades colombianas los colegas lo
reciben muy mal, porque seguramente ellos no son capaces de valorar la asignatura
de ellos, o seminario como el profesor lo debe valorar. Pero yo estoy convencido que
esta es la materia más importante. ¿Por qué razón? Porque es que esta materia, lo que
trata verdaderamente es el objeto del saber político. ¿Cuál es el objeto del saber
político? Es saber sobre el conflicto para enfrentarlo, sabiendo que el enfrentamiento
del conflicto no es eliminarlo, sino que todos aprendamos a vivir en ese conflicto que
es lo que –además lo explica muy bien Hegel- permite que la sociedad progrese, que
no se amilane, que no se empobrezca, sino que haya desarrollo social.
Luisa Fernanda: ¿Para usted que es Cultura de Paz?
Profesor García-Muñoz: Para mí la cultura de paz es lo que ya le he dicho, usted
casi va a decir que yo hago reflexiones en torno a lo mismo, pero es que ese es el
centro, ese es el núcleo. Para mí la cultura de paz, vuelvo e insisto, nada tiene que ver
con el diálogo, porque hay personas con las cuales yo no tengo nada que dialogar. Es
más, hay personas con las cuales, no solamente no tengo nada qué dialogar, sino que
hay otras con las que nunca podré dialogar. Entonces la cultura de paz consiste en
saber que en la sociedad, y no solamente en la sociedad política nacional, sino en la
sociedad universal, todos somos distinto, y el hecho de que el otro sea distinto, le da
tanto derecho a existir y a ser en el mundo como lo tengo yo. Cuando yo pienso que
otro por ser distinto no puede o no tiene espacio en mi mundo, me estoy yo mismo
condenando, porque le estoy autorizando al otro a que me diga que como él es distinto,
yo tampoco tengo derecho desde la perspectiva de él. Entonces, de lo que se trata no
es de la tolerancia, en el término que creían los ilustrados. Es que la tolerancia es
ignorar al otro, no se trata de ignorar al otro, antes por el contrario es saber del otro
que es distinto a mí, y saber que es distinto a mí.
Luisa Fernanda: Variables como Conflicto, Convivencia, Entendimiento de un conflicto en
específico, entre otras, son fundamentales en la construcción de cultura de paz. ¿Cree usted
que su asignatura ha contribuido a la formación de cultura de paz en sus estudiantes?
Profesor García-Muñoz: Yo creo que sí. Y mire, el asunto no es el dialogo,
solamente el dialogo. Los ilustrados estaban convencidos y Popper hoy en día sigue
pensando en esa dirección, que bastaba que los miembros de la sociedad tuvieran la
libertad para discutir y de esa forma se establecería un orden jurídico que recogiera
las diferencias. El secreto no es tanto el diálogo, el secreto está en aceptar al otro en su otroidad. No está en que yo dialogue o no. Yo hasta puedo no dialogar con el otro,
porque no tengo nada que conversar con él. Lo que tengo es que saber que ese otro es
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
radicalmente distinto a mí, que otro tan distinto tiene el mismo derecho a estar ahí en
el mundo, a estar ahí en esa sociedad política, como lo tengo yo. Entonces, no es tanto
el asunto del dialogo sino es el aprender, el saber que el otro es otro y hay que
respetarlo en su otroidad.
Luisa Fernanda: ¿Sus estudiantes salen de la materia entendiendo el tema del
reconocimiento al otro, ese es el objetivo?
Profesor García-Muñoz: Yo la verdad me he quedado sorprendido al final de mi
materia, tremendamente sorprendido en forma positiva. Porque efectivamente cuando
termina el seminario un alto porcentaje, no me atrevo a decir que el ciento por ciento,
pero sí creo que es superior al noventa por ciento, ha entendido que el secreto de la
paz y de la convivencia radica en respetar la otroidad.
c. Sobre la metodología implementada.
Luisa Fernanda: Por favor describa el método de enseñanza que utiliza en sus clases.
Profesor García-Muñoz: Bueno, en Colombia nos vamos mal en las pruebas pisa, y
la razón fundamental es porque el profesor colombiano tiene tendencia a transmitir
conocimientos, y yo estoy convencido que eso es un error. Y es aún más un error en
las ciencias humanas o sociales, es un error. Lo que un profesor tiene que hacer y más
en una maestría o en un doctorado, es dar un método que permita pensar e investigar.
Desde esa perspectiva, entonces, mis clases poco tienen que ver con una clase
magistral. Admito que en ocasiones me toca desarrollar la clase magistral, porque los
estudiantes no han preparado la clase, pero mis clases regularmente empiezan
planteando un problema; y a partir de las lecturas que se hicieron, se discute en la
clase y yo llevo la dirección de la discusión.
De esa forma, no solamente se aborda el problema y las diferentes posiciones que hay
sobre ese problema, según las lecturas que he dejado, sino que en el aula misma se
desarrolla el hábito de respetar lo que otro está diciendo, así no lo comparta. Todo el
que sostiene algo, lo único que se le exige en clase es que lo sustente, lo argumente,
no que simplemente lo diga, o sea, tampoco se trata de que lo que juro, no,
arguméntelo. Y, ¿cómo lo argumentamos? Con argumentación lógica, con
fundamentación, explicando las cosas. Entonces, desde esa perspectiva se enseña a
argumentar a pensar, a solucionar, a enfrentar problemas, y al mismo tiempo se
aprende que lo que los demás dicen puede ser totalmente distinto a lo mío pero lo
tengo que respetar.
Luisa Fernanda: No tratar de convencer al otro.
Profesor García-Muñoz: No me preocupa convencer a mis estudiantes, más aún, yo
soy experto en metodología del caso. Y entonces de metodología del caso, cuando
estudié con la metodología del caso, aprendí que el profesor es un asistente más. Que
la única diferencia entre el profesor y los que llaman estudiantes es que al profesor le
pagan por venir y los estudiantes pagan por venir, pero no hay ninguna otra diferencia.
Y así les digo a mis estudiantes, que yo estoy es aprendiendo, y de hecho he aprendido
mucho con mis estudiantes en cada seminario.
Luisa Fernanda: ¿Qué métodos de calificación utiliza en sus clases?
Anexos 149
Profesor García-Muñoz: El método fundamental de calificación es evaluar la
participación en las clases. Ese es el método fundamental. Incluso si tuviera
instrumentos suficientes para que ese fuera el único objeto de evaluación, eso sería lo
único que evaluaría. Pero infortunadamente no cuento con esos instrumentos, en
Colombia es muy difícil contar con esos instrumentos, salvo una o dos universidades
que los tienen en unos programas que son relativamente muy costos. En consecuencia,
además de la participación en clase que tiene un porciento alto en la nota final, los
estudiantes durante el seminario me van desarrollando un pequeño informe donde me
identifican el que ellos consideran que es problema político, el que ellos escojan.
Después de identificarlo, me lo describen; después de describirlo, identifican las
personas que están comprometidas con ese problema. Y después, al final, ensayan
una propuesta de solución. Al final terminan escribiendo un paper de diez páginas.
Ese paper tiene también un ponderado, una participación en la nota. Y hay un examen
final donde van y con ellos yo discuto lo que sostienen en el paper. Y ese es el examen
final.
Luisa Fernanda: ¿Qué tipo de conflictos se presentan en su clase?
Profesor García-Muñoz: Nunca se ha presentado un conflicto entre los estudiantes
y tengo que admitir que en esta maestría hay estudiantes de posiciones totalmente
opuestas. ¿Cuándo he tenido conflictos? Más que entre los estudiantes han sido de los
estudiantes conmigo. Cuando uno tiene veinticinco estudiantes y hay veinticinco
manos levantadas los veinticinco, se tiene que dar la oportunidad de que los
veinticinco participen. Y en ocasiones hay algunos que quieren monopolizar toda la
sesión y entonces tengo que intervenir e interrumpirlos, con mucha pena. Siempre les
anticipo, el primer día de clase, que será maleducado porque tendré que cortar
intervenciones. ¿Por qué razón? Por la extensión, porque veinticinco manos
levantadas. Entonces hay algunos que se molestan y tengo que ofrecerles disculpas
después, explicarles cual es la razón. Y también en clase pienso en una forma jocosa,
trato de evitar esos roces, pero es muy difícil que no se presenten.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de paz
Luisa Fernanda: ¿Qué papel juegan los egresados de una maestría en la sociedad?
Profesor García-Muñoz: Los egresados de esta maestría en la sociedad, lo que van
a ser es que, donde ellos estén laborando, es donde ellos estén laborando y los
estudiantes, los participantes de esta maestría pertenecen a muy diferentes sectores de
la sociedad y sectores del gobierno y el sector privado. Donde ellos estén laborando
desarrollarán, promoverán con sus acciones el respeto por el otro por el solo hecho
de ser otro. Ese es el papel que terminan jugando.
No se trata de que vayan a echar un discurso, se trata de que adquieran el hábito y que
posteriormente expliquen de qué forma la paz se consigue si sabemos que somos
todos radicalmente distintos.
Luisa Fernanda: ¿Usted cree que los estudiantes de maestría deben aprender cultura de paz
en el nivel de maestría?
Profesor García-Muñoz: Yo pensaría que: ¿cuál es la diferencia entre la cultura de paz que adquiere un magíster o un doctor, y la cultura de paz que adquiere cualquier
otro ciudadano? El magister o el doctor, además de practicar con sus hábitos la cultura
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
de paz, debe tener la capacidad suficiente para diseñar instrumentos políticos, y
cuando hablo de instrumentos políticos estoy hablando de instrumentos jurídicos y
económicos, que permitan que se vaya estableciendo un orden político y jurídico que
permita la aceptación del otro por el solo hecho de ser otro. Mientras que los
estudiantes del pregrado y de bachillerato y de elemental, no van a aprender a
desarrollar estos instrumentos, sino simplemente aprenderán a aceptar la otroidad. El
magíster o el doctor, además, diseñan instrumentos políticos, jurídicos y económicos
para que se logre eso. Esa es la única diferencia que yo vería.
Luisa Fernanda: ¿Cuál es el papel que juega la Academia en la construcción de paz en una
sociedad?
Profesor García-Muñoz: En Colombia tenemos el hábito de que cuando hay un
problema sacamos una ley. Tenemos eso que se llama el fetichismo del tinterillo, del
leguleyo, creer que las leyes arreglan todo. En la universidad colombiana, con el
patrocinio del Ministerio de Educación tenemos también ese hábito: ¿qué tenemos
que hacer para que haya cultura de paz en Colombia? Ah, vamos a crear una
asignatura que se llame “cultura de paz”. ¿Qué necesitamos para que las adolescentes
no queden embarazadas? Vamos a desarrollar una materia que se llame “cómo no
quedar embarazada en la adolescencia”.
Entonces terminamos creando una serie de asignaturas que son ridículas. Esa no es la
forma de fomentar la cultura de paz en las universidades. La cultura de paz en las
universidades si se quiere, es una asignatura que no es ni siquiera transversal, sino
que es la cultura que debe primar en toda institución académica. Toda institución
académica debe estar en condiciones de enseñar a quienes participan de esa
institución a aceptar los distintos de nosotros mismos. Eso no quiere decir, como cree
la Corte Constitucional en Colombia, que cualquier institución, entonces está
obligada a aceptar a quienes son distintos. Por ejemplo, que una institución de
monjitas, para no ser excluyentes, tenga que admitir también monjecitos, porque si
no estaría excluyendo, no. No. Se trata es de saber que así como hay instituciones que
defienden, que tienen cierta visión de la sociedad, de la vida, de la existencia humana,
de la economía, de lo que queramos, pueden existir otras instituciones que piensen
totalmente algo distinto.
Solamente en las instituciones públicas se debe garantizar que todas las visiones, todo
lo que permita conocer que somos distintos estén presentes en la institución pública.
En los privados es que cualquier persona pueda promover una institución de
educación privada que defienda una visión distinta a la de los demás y que así mismo
otro tenga el mismo derecho.
e. Sobre la cultura política y la violencia cultural Luisa Fernanda: ¿Para usted que es cultura política y cómo se relaciona esta con la cultura
de paz de un individuo?
Profesor García-Muñoz: La cultura política, si nosotros miramos que es la política
en su sentido verdadero, no como politiquería sino política, la política es politeia el
fin de la polis, el fin de la sociedad. Cuando uno mira la sociedad no existe, lo que
existen son personas humanas agrupadas que forman ese conglomerado. El fin de la
polis, no es el fin de la polis, sino el fin de la persona humana, de las personas humanas que conforman ese conglomerado. Entonces, la cultura política tiene que ver
o es cómo todas las personas del conglomerado logran su fin propio. No es el fin del
Anexos 151
Estado, no es el fin de la sociedad, no es el fin de los partidos políticos, es el fin de la
persona humana. Y ¿cuál persona humana? Todas esas distintas, diferentes
radicalmente, que conforman ese conglomerad social o político.
¿Cuándo hay paz? Hay paz cuando toda persona humana en su singularidad puede
lograr sus fines, su fin personal. Eso que hoy en día se defiende tanto que se llama el
libre desarrollo de la personalidad. Cuando la personalidad de cada quien puede
realizarse, eso es paz. Y para que haya paz el supuesto fundamental es que sepamos
que somos distintos. El fin de cada persona es distinto, los medios para alcanzarlos
son distintos, lo que tenemos que hacer es que el fin de la politeia sea el fin de las
personas del conglomerado, no un conglomerado inexistente, amorfo, no. Lo que
existen son personas humanas, singulares.
Luisa Fernanda: ¿Usted cree que la sociedad latinoamericana es una sociedad culturalmente
violenta?
Profesor García-Muñoz: Me parece que somos efectivamente una sociedad
violenta. Y somos una sociedad violenta porque no hemos aprendido a aceptarnos
como distintos. Algunos tienden a concebir que el extranjero es un distinto que no se
le debe tolerar, otros tienden a creer que el rico es un distinto al que no se le debe
tolerar, o que el pobre es un distinto al que no se le debe tolerar, no se le debe aceptar.
Todavía vivimos enfrascados en esa visión, y si a eso le unimos que tenemos un
problema, que podríamos llamar, de revolución permanente, donde nadie está
contento con lo que es, sino que quiere ser distinto, no quiere responder a lo que su
personalidad le dicta, indudablemente tenemos una sociedad que tiende a ser violenta.
Pero sobre todo porque no respetamos la otroidad y ni siquiera nosotros mismos
somos respetuosos de nuestra propia otroidad.
ENTREVISTA 7. a. Información básica del entrevistado.
Nombre: Rodolfo Masías
Universidad: Universidad de los Andes
Maestría: Maestría en Ciencia Política
Asignatura: Teoría Social y Política Contemporánea de América Latina
Fecha de Entrevista: 4 de Abril de 2014
b. Sobre la asignatura.
Luisa Fernanda: ¿hace cuánto tiempo es usted profesor de la asignatura Teoría Social y Política Contemporánea de América Latina?
Profesor Masías: La dicté por primera vez en el 2012, 2012 uno creo y ahora la estoy
dictando actualmente es la segunda vez.
Luisa Fernanda: ¿cuál es el objetivo principal de esta materia?
Profesor Masías: El objetivo principal es conocer el carácter de lo que provisionalmente en el curso se denominan, se denominan, teorías de América Latina.
Y caracterizar supone un ejercicio de identificación integral casi holístico, porque
entiendo que una teoría no es solamente un conjunto de proposiciones sobre la
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
realidad, si no es un fenómeno social y es una práctica social en el mundo del saber,
entonces y más cuando las teorías que ahí revisamos presumen de ser teorías
novedosas y alternativas, además latinoamericanas entonces todo eso se pone en el
tapete y se vuelve objeto de análisis, crítica y de reflexión también.
Luisa Fernanda: ¿El tema de América Latina como elemento de análisis me parecen muy
interesante en su programa, qué tanta relevancia tiene ese tema durante todo el curso?
Profesor Masías: Pues no solamente vemos los estudios culturales si no también
vemos lo que se llama el giro descolonial que es una especie de critica a los estudios
culturales, y además es un pensamiento consultor que hace preocupaciones, de alguna
manera ambos son representan enfoques culturalistas, donde la cultura aunque menos
en él ocupa el centro de atención como clave explicativa de todo lo demás. Entonces
pues por eso, eso que se llama lo cultural es de suma importancia en este curso, de
hecho, es tan importante que se opone a lo político como clave de explicación siendo
que este es un departamento de ciencia política entonces este es un curso muy retador,
desde el punto de vista disciplinario.
Luisa Fernanda: ¿Usted cree que la asignatura cumple un papel relevante en la ciencia
política?
Profesor Masías: Cumple un papel de digamos de, que te digo pues, de es que no sé
cuál es la palabra, tal vez sea insuflar un espíritu de apertura en la ciencia política o
de integración de otras perspectivas no? de renovación de complementación, de la
ciencia política, de manera que la ciencia política como cualquier disciplina tiende a
la clausura sistémica es decir a que se vuelvan unos saberes autorreferentes y auto
contenidos entonces este es un curso que inquieta de alguna medida sacude esas
tendencias al ostracismo académico o disciplinario.
Luisa Fernanda: Gracias, profesor ¿para usted que es Cultura de Paz?
Profesor Masías: Pues yo no tengo bien pensado eso, además cuando escucho la
palabra cultura combinada con otros sustantivos a mí eso me produce como un
malestar pero por lo menos me produce conflictos conceptuales porque justamente y
no porque yo comparta esas ideas pero en los estudios culturales, lo que está en juego
es una conceptualización distinta de la cultura más como un fenómeno significativo
no como una característica que forma parte de una comunidad o un grupo si no como
una, que te digo una un elemento que atraviesa la vida humana y que no pueden ser
entendidas sin ese elemento entonces pero entiendo que uno usa, hay un uso bastante
frecuente de la palabra cultura para designar un conjunto de prácticas de valores, de
conceptos de percepciones también no, que se concentran en un aspecto en particular
en este caso la paz. Entonces no pues simplemente lo que entiendo de eso es que hay
algo así como un campo en el que deberíamos de formarnos de socializarnos, para
actuar en paz o para saber actuar en paz o actuar pacíficamente así lo entiendo, pero
mi respuesta no es nada técnica ni nada académica, además no forma parte de mis
preocupaciones como pues intelectuales, aclarar esa cuestión. Pero no me acuerdo
cuál era la pregunta originalmente.
Es lo que todo el mundo debe saber. Tengo una definición totalmente de sentido común. Ahora, qué opino de eso sobre eso si tengo una opinión, creo que es cualquier
cosa que se llame cultura de paz si es algo que tiene que ver con una vida armónica
Anexos 153
con una vida social que haga posible la solidaridad, la vida este en comunión. Pues
estoy de acuerdo con eso, me parece que debe de fomentarse en general.
Luisa Fernanda: Gracias, ¿usted cree que su asignatura ha contribuido de manera directa o
indirecta en la formación de cultura de paz en sus estudiantes?
Profesor Masías: Pues, tal pretensión no está en el curso ni implícitamente aunque
me imagino que por la naturaleza de los temas, podría desarrollar un espíritu de que
te digo de revisión de nuestros esquemas de conductas de nuestros valores de nuestra
forma de ser, pero Además no pienso porque tendría que tener un objetivo como ese,
al contrario yo también creo que un curso como estos pueden elevar el nivel del
conflicto, porque te confrontan con tu cultura te confrontan con las diferencias
sociales , con la desigualdad, y más bien atizan a una definición ideológica cuando
uno estudia el giro des colonial es un discurso tan retador para decirlo de la misma
manera tan desafiante que divide, divide definitivamente, y yo eso los extendería en
general para muchas de las teorías de las ciencias sociales críticas producen división.
Y cuando hay división estamos a un salto de pulga del conflicto y no de la paz
entonces ahora eso a mí, no necesariamente me avergüenza, si no que yo creo que el
interés por la paz, ¿no? o esto que estamos llamando cultura de Paz, ese interés no
deba de digamos de ocultar debates previos que tienen que ver con esclarecer quienes
somos en realidad de que tipo es esta sociedad como está conformada, la paz no debe
ocultar la desigualdad o la injusticia social ¿no? Ahora eso es lo que yo creo que está
en estos cursos cuando uno piensa por ejemplo uno dice que se acepta que América
Latina es una realidad hibrida, ¿qué significa eso para la paz?
Porque hay unos que no se van querer aceptar como híbridos Siempre hay una lucha
cultural entonces, o que por ejemplo en el giro des colonial se digan que todavía
tenemos una mente colonial alienada, pues eso es muy conflictivo entonces pues no
veo como directamente, solo posteriormente sobre la base del reconocimiento de
cómo son las cosas vendría una concepción de paz, pero no inmediatamente.
c. Sobre la metodología implementada. Luisa Fernanda: Muchas gracias. Bueno profesor pasamos a la parte sobre la metodología
implementada, yo quisiera saber un poco como es su metodología en clase.
Profesor Masías: Siempre es inductiva, yo he nos preparamos mentalmente en cada
clase para la teoría o para los conceptos que vamos a ver esa es una preparación sobre
la base de una lectura, que puede ser una novela, puede ser una película un video una
imagen empezamos con eso y luego sobre esa base llego o yo trato de lleguemos al concepto, entonces es como eso como una pedagogía más de la sensibilización y no
de la imposición. Que más, hay debates, siempre hay debates hay diálogos hay
espacios para eso y yo por mi parte no tengo por los menos pedagógicamente en el
acto pedagógico no soy de los profesores que quieran vencer al estudiante con
argumentos ni quieran convencer al estudiante, trato de mantener una posición muy
neutral sobre cada teoría hasta donde se pueda que favorezca más bien la comprensión
y la adopción personal de lo que no es.
Luisa Fernanda: Profesor, ¿cuáles son sus métodos de calificación? ¿Cómo califica a sus
estudiantes?
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Profesor Masías: Hay elementos que no son reseñas de lectura si no son como
ensayos de lectura, hay unas lecturas seleccionadas y los estudiantes escriben un
ensayo, Siempre escriben en primera persona para que den cuenta de lo que piensan
en verdad y no se escondan en algún eufemismo , luego hay presentaciones que
complementan las clases mías sobre un autor o alguna teoría y luego hay un trabajo
final y luego están los problemas que yo les llamo que son unos escritos que
responden a unos problemas que tienen que ver con una respuesta vivencial respecto
a las teorías, por ejemplo a mí como me sirve el giro descolonial o a mí cómo me
sirven los estudios culturales que cambió en mi vida de saber que hay hibridación
cultural por ejemplo, es así.
Luisa Fernanda: Gracias, bueno entonces, como hablábamos ahora este tipo de temáticas
genera siempre conflictividades también ideológicas y demás, ¿en sus clases se presentan este
tipo de conflictos ideológicos entre sus estudiantes?
Profesor Masías: Hay confrontación en la medida en que los estudiantes pueden
opinar sobre las teorías, entonces surgen los, digamos, los debates y las controversias
ideológicas, si claro.
Luisa Fernanda: y ese diálogo ¿es un dialogo recíproco?
Profesor Masías: Si, todo es sobre la base del respeto y si no lo hubiera pues yo soy
el encargado de volver al respeto y a la dignidad de la discusión, de manera que nunca
he tenido ninguna experiencia como de pasarse un límite en cuanto a ofender o a
irrespetar a alguien.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de
paz. Luisa Fernanda: ¿Cuál es el papel de los egresados de maestría en la sociedad?
Profesor Masías: Pues lo que yo diría es que deberían de tener un papel lo que me
temo es que tal vez no lo estén teniendo y me temo que sea así por el giro que ha
tomado eso que se llama la academia, en Colombia en los últimos digamos 15 años,
y tal vez con eso te contesto a la siguiente pregunta. Cada vez veo yo una academia
más encapsulada más hermética más divorciada del mundo, cada vez más como te
decía más autorreferente conforme se ha ido profesionalizando y conforme se ha ido
institucionalizando. Lo que se vio como una virtud, de la academia ha traído como
consecuencia unos procesos inconvenientes que son esos que te digo. Entonces me
parece que per se en la actualidad no es que los jóvenes tengan un papel, porque yo
creo que el papel que se está infundiendo es un papel más bien academizante, en ese
sentido pues poco, poco impactante en la a sociedad.
Luisa Fernanda: ¿por qué la ciencia política debería interesarse en temas como el tema de
la paz?
Profesor Masías: No, pues veamos tradicionalmente, porque es un tema fundacional
de la ciencia política, no denominado como paz, pero denominado como poder,
denominado como conflicto, la política pues definida de una manera convencional es
básicamente la posibilidad de la armonía entre los individuos o la armonía comunitaria o la armonía colectiva, la política es lo que genera eso o es donde se
produce esa integración, entonces cuando no hay integración, puede ser que haya
Anexos 155
guerra o puede ser que no haya paz porque no necesariamente la guerra es el opuesto
de la paz, o al revés entonces eso sería como una respuesta inmediata, pero dadas las,
dados los rumbos que han tomado la sociedades contemporáneas, e.. que generan una
cantidad de conflictos, entonces todavía más por esa razón la ciencia política tiene
que estar interesada en la Paz, y si se trata de Colombia todavía más y si se trata de
América Latina todavía más, como lo mismo diría de África o de medio Oriente sí.
e. Sobre la cultura política. Luisa Fernanda: ¿Cuál es su posición frente al concepto de cultura política y cómo ve usted
que puede relacionarse con el concepto de la cultura de paz?
Profesor Masías: Yo lo que creo es que las personas para ser ciudadanos para ser
este cooperantes de la política, tenemos que socializarnos en unos valores y en unas
prácticas en unas conductas desde ese punto de vista si eso es cultura política pues a
mí me parece que no solo que debe ser así sino que creo que es así ósea para tener no
solo conciencia política sino acción política no debería eso se consigue con eso que
se llama cultura política.
También en concepto en ciencia política hay un debate intensísimo sobre este
concepto y más bien diría yo que es un concepto ya como muy estigmatizado por
cierto sector los ven como parte de una teoría sí que no es como conveniente en la
ciencia política es más bien forma parte de esa concepción de la ciencia política como
más defensora del estado de cosas como más conservadora, que asume que hay una
cultura política una y solamente una, que es la que todos tenemos que aplicar no?
entonces desde ese punto de vista ciertamente yo hago eco de esa crítica y desde ese
punto de vista, mas como teórico y conceptual pues no estoy de acuerdo con ese
concepto, pero por eso te decía que desde un punto de vista más como de que se
necesita una especie de educación política, como educación cívica como cultivo del
interés por lo político ,desde ese punto de vista si me parece, si estoy de acuerdo con
eso .
ENTREVISTA 8.
a. Información básica del entrevistado. Nombre: Víctor Martin Fiorino
Universidad: Universidad Católica de Colombia
Maestría: Maestría en Ciencia Política con énfasis en Paz e Integración.
Asignatura: Estrategias de Negociación
Fecha de Entrevista: 7 de Mayo de 2014
b. Sobre la asignatura. Luisa Fernanda: Bueno, profesor Víctor. ¿Es usted aún usted profesor la materia Estrategias de Negociación?
Profesor Fiorino: Si, la asignatura Estrategias de Negociación es mi asignatura
permanente, en postgrado, en la maestría, y a veces se proyecta en otras asignaturas
cercanas, similares, que tienen que ver, por ejemplo, con lenguaje de la convivencia,
porque la resolución de conflicto y la negociación requiere del estudio de un lenguaje
determinado que ayuda a la negociación. El lenguaje que usa el negociador no es
cualquier lenguaje, tiene que ser un lenguaje adecuado, tiene que ser un lenguaje
pensado y construido con el objeto de lograr acuerdos, de facilitar encontrar acuerdos.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Por lo tanto, sigue siendo mi asignatura y se asocia regularmente con otras asignaturas
electivas o actividades, conferencias, talleres, etc., ya que tiene que ver con temas
como lenguaje para la convivencia, como diferentes formas de aproximación al
conflicto, etc.
Luisa Fernanda: ¿Cada cuánto se ofrece esta materia? ¿Desde hace cuánto?
Profesor Fiorino: Se ha ofrecido desde el inicio del programa y es una asignatura
obligatoria, no es electiva. Y constituye uno de los ejes de la maestría en el sentido
en que la maestría tiene como énfasis, así reza el título de la maestría: Maestría en
Ciencias Políticas con énfasis en paz e integración. Es decir, si el énfasis es en paz, la
construcción de una cultura de paz, a través de estrategias de negociación, el pasaje
de la confrontación a la negociación es un eje importante dentro de la maestría. Por
lo tanto es obligatoria, es permanente, se dicta todos los, para todas las cohortes, y se
repite, seguro una vez al año, en algunas ocasiones dos veces al año. Como va a ser
este año, porque, por cuestiones de planificación académica, dicté la materia para la
cuarta cohorte y la voy a dictar también para la quinta.
Luisa Fernanda: Perfecto, muchas gracias. Dr. Víctor, ¿cuál es el objetivo principal de su
asignatura?
Profesor Fiorino: El objetivo es fundamentalmente el de argumentar en torno al paso
de una cultura centrada en relaciones de poder a una cultura centrada en relaciones de
solidaridad, cooperación y negociación. Esto implica que hay que pensar la cultura
de paz y ay que pensar el acercamiento a la construcción de la paz desde varios ejes.
Uno primero que es el eje bioético, el eje de la bioética. ¿En qué sentido? La bioética
es hoy un saber que nos ayuda a pensar el tipo de vida valiosa que queremos para
nosotros. Ese tipo de vida valiosa es la vida que colabora con la vida; la vida que
convive con las demás formas de vida. No es casual que la bioética nos propone
convivir con todas las especies vivas presentes en el planeta. La convivencia
propuesta desde la perspectiva bioética es convivencia entre los seres humanos,
convivencia con los demás seres vivos no humanos, convivencia con el planeta, en su
conjunto. Por lo tanto, la primera fundamentación de una cultura basada en la
negociación y en la paz es una fundamentación bioética. La ética y la ética de la vida,
nos impulsa, por no decir nos obliga, a negociar la diversidad.
Segundo, partimos también de que vida es sinónimo de diversidad. Así como en la
naturaleza vemos que la biodiversidad es sinónimo de vida, un bosque o una
determinada extensión donde florece la vida, lo hace gracias a que hay diversidad de
la vida. Es siempre, por ejemplo la imagen de un bosque donde las pequeñas especies
hasta las grandes establecen ese equilibrio basado en la diversidad. Esa diversidad lo
es también en cuanto a diversidad social, es decir, las sociedades diferentes están
llamadas a convivir. Es también la diversidad de creencias, ideologías, sistemas de
valores, cultura, etc. El tercer eje es que negociar deriva de la diversidad que es
sinónimo de la vida. Estamos impulsados a negociar porque hay que encontrar
convergencia en la diversidad, respetando la diversidad, sin destruirla.
Un cuarto elemento para fundamentar o sostener lo que es la materia, y lo que es también el enfoque que le damos, es el elemento estrictamente social y político, es
decir la política hoy está en el marco de, por ejemplo, dos grandes ejes. Primero, el
Anexos 157
aumento enorme de las tecnologías de la información. Los seres humanos hoy en día
estamos mucho más informados de lo que estaban nuestros padres, abuelos o
tatarabuelos, y por lo tanto la información nos permite conocer realidades diferentes.
Pero, el conocimiento no basta, el conocimiento tiene que ayudarnos a valorar la
diferencia, es decir, el contexto de los medios avanzadísimos, medios tecnológicos,
avanzadísimos de información coloca en nuestras manos una información que debe
ser manejada como conocimiento con responsabilidad. Es decir, saber qué vamos a
hacer con esa información, y por lo tanto esa es una adecuada fundamentación para
decir que hay que pensar en usar la información, no como herramienta de poder, para
oprimir a otros, para someter a otros, sino para cooperar con otros.
Es sabido que hoy por ejemplo, los países son poderosos no por los recursos naturales
sino por el conocimiento, y siendo eso así, ese conocimiento debe ser usado con
responsabilidad. No puedo usarlo para oprimir, para someter, o para obligar a otros a
seguir mi propia voluntad. Y un segundo elemento todavía es la diversidad axiológica.
Los diferentes sistemas morales, presentes en el planeta. La asignatura Estrategias de
la Negociación apunta a reconocer que esa diversidad axiológica implica que hay
distinto caminos para realizar la convivencia, distintos caminos para aceptarnos
dentro de las diferencias. Y por lo tanto rechaza una visión de una ética única que se
imponga, y establece un acuerdo de lo que algunos teóricos llaman la ética mínima,
acuerdos éticos mínimos dentro de los cuales convivimos, dejando libertad a cada
cultura, a cada sistema de valores para encontrar su propia, digamos, orientación,
hacia los valores máximos. Ello tiene que ver con la religión, tiene que ver con los
sistemas éticos racionales, etc.
Por todas estas razones, entonces, hay al menos tres grandes fundamentos para la
teoría de la negociación. El primero es el bioético, el segundo es la diversidad de la
vida, y el tercero es la diversidad de los sistemas de valores, que existen en nuestro
planeta.
Luisa Fernanda: ¿Por qué esta asignatura es relevante en la ciencia política?
Profesor Fiorino: Precisamente porque estamos viviendo una cultura donde el
principal eje de la responsabilidad es evitar cada vez más las formas violentas de la
relación entre los seres humanos, las personas, los grupos sociales, las culturas, los
países, y avanzar hacia formas no violentas de esa relación. Primero, esas formas no-
violentas son formas de compatibilidad, es decir, no nos agredimos y esto asegura la
supervivencia. Y es importante estar vivos, que nos cuidemos, que bajemos el nivel
de agresividad para poder tener el derecho a la vida dentro de las diferencias. Pero
eso no basta, sino que es necesario pasar de la supervivencia a la coexistencia, es
decir, ¿en qué se diferencia la coexistencia? En que nos reconocemos, no solamente
nos respetamos la vida, sino que nos reconocemos, procuramos conocernos, entre
nosotros, y establecemos reglas mínimas de respeto, entre nosotros. Pero, la
coexistencia, si bien es muy importante, todavía no es suficiente, tenemos que pasar
al tercer nivel que es el de la convivencia. Donde respetamos la vida, nos
reconocemos y nos conocemos en las diferencias, pero además queremos tener
proyectos comunes, queremos tener un proyecto común del cuidado de la vida hacia
el futuro. Por lo tanto, la fundamentación de esta orientación de la asignatura y de la
maestría apunta a esos tres niveles, pasar de la supervivencia a la coexistencia y de la coexistencia a la convivencia.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Luisa Fernanda: Para usted entonces en resumidas cuentas, ¿qué es cultura de paz?
Profesor Fiorino: Cultura de paz es fundamentalmente una forma de entendimiento
entre las personas basada en tres grandes ejes también. Primero, el conocimiento: la
cultura de paz implica que conozcamos todas las realidades humanas diversas, y por
lo tanto que nos ocupemos en conocer culturas, costumbres, realidades etc. Segundo,
que ese sistema de conocimiento nos lleve a un sistema de comprensión. La cultura
de paz está basada en el conocimiento primero y segundo en la comprensión:
ponernos en el lugar del otro, ponernos en las motivaciones que lleva a cada persona,
a cada grupo social, a cada cultura, a tener una determinada visión, y a fundamentar
unos determinados comportamientos. Y en tercer lugar todavía, la cultura de paz está
hecha de sabiduría. ¿Qué es la sabiduría? No es un concepto un poco cerrado, oscuro
o difícil de definir. En cada época la sabiduría toma una expresión muy concreta, en
nuestra época sabiduría es, por ejemplo, cuidado del ambiente. Sabiduría es
responsabilidad frente al planeta, frente a los seres humanos, frente a la pobreza, etc.
Sabiduría es tolerancia. Sabiduría en cooperación. Sabiduría es diálogo. Es decir, la
cultura de paz tiene que apoyarse en estos tres pilares: el conocimiento del otro, que
me lleva a poder saber porque la persona actúa de una determinada manera. La
comprensión, que me lleva a tener una empatía. Y tercero la sabiduría que me lleva a
plantearlo como un horizonte de futuro, un horizonte que va más allá del presente.
Luisa Fernanda: En ese sentido, ¿usted cree que su asignatura contribuye a una formación
de cultura de paz en sus estudiantes?
Profesor Fiorino: Ciertamente. Creo que sí, porque la asignatura aparte de incluir
una reflexión teórica sobre el fundamento de la paz, el fundamento de la integración
y el fundamento de la negociación, tiene también una parte práctica efectiva que es
hablar de la negociación y de las estrategias de la negociación en distintos ámbitos.
Por ejemplo, en el ámbito escolar; algunos de nuestros cursantes son profesores,
maestros o docentes, en cualquier nivel. Bueno, con ellos trabajamos el tema de la
negociación en ámbito escolar, y hablamos por ejemplo de las escuelas de mediadores
escolares que hay algunas experiencias acá en Bogotá, y otras experiencias
importantes en España en otros países de Europa. Segundo, por ejemplo, hablamos
de los temas de negociación en la empresa, algunos de nuestros alumnos trabajan en
ámbitos de empresa, particulares o públicos. En la empresa hay conflictos y los
conflictos deben negociarse deben ser parte de una negociación entre los actores. Por
lo tanto la aplicación de la negociación a la empresa es también otro de nuestros
objetivos. Tercero, muchos de nuestros cursantes trabajan en ámbito público, de la
administración pública, son funcionarios, son alcaldes, son miembro de un
determinado ente autónomo del Estado, etc.; en esos entes hay que negociar, por
ejemplo, particularmente me refiero, supongamos a la figura de un alcalde, que tiene
que lidiar con problemas agudos en su comunidad, no puede imponer su voluntad
sino que tiene que negociar con las personas en la aplicación de políticas y la
obtención de resultados, etc. Por lo tanto el conjunto de la asignatura apunta a cambiar
esquemas mentales para pasar de la confrontación a la negociación y llevar esos
esquemas transformados positivamente al lugar de trabajo: escuela, empresa,
administración pública, espacio cultural o cualquier otro ámbito de trabajo.
c. Sobre la metodología implementada. Luisa Fernanda: Perfecto, ahora vamos a pasar a la parte sobre la metodología. Por favor
describa la metodología de enseñanza que usted utiliza en sus clases.
Anexos 159
Profesor Fiorino: La metodología tiene tres pasos. El primero de ellos es el de un
revisión crítica de las teorías más recientes en torno a la negociación, porqué negociar.
La negociación ha tenido una serie de etapas en las cuales se manejó, por ejemplo en
los años cincuenta, la idea de que los conflictos eran negativo y había que tratar de
eliminarlos; negativo para la política, negativo para la empresa, negativo para la
educación. Esa etapa que marcó un momento del pensamiento sobre la negociación
alcanzó su fin y fue sustituida por otra etapa, en donde ya el conflicto no era visto
como negativo sino como algo en cierto modo inevitable y propio de la complejidad
de las relaciones sociales, de las relaciones entre las personas. Por lo tanto esa segunda
etapa requirió otra teoría; ya el conflicto no era algo negativo, algo patológico algo
que había que eliminar, sino algo que había que superar, algo que resolver. Y por lo
tanto, entonces, hay que aprender en esa segunda etapa a gestionar el conflicto para
tratar de superarlo. Pero esa etapa también alcanzó, en cierto modo, su término, con
una etapa que es la etapa que podríamos llamar, en gran síntesis, la etapa actual. Esta
es la etapa de insistir en la gestión deliberativa, comunicativa, de los conflicto y en el
aprendizaje del conflicto, para que no vuelva a presentarse. Y por lo tanto, en esta
fase se considera que el conflicto es una oportunidad de crecimiento: crecimiento
personal, crecimiento organizacional, crecimiento social, crecimiento político,
crecimiento cultural, crecimiento hacia el otro, hacia una cultura de paz. Crecimiento
hacia una cultura de paz, que podríamos llamar, hay que aclararlo, de paz activa,
digamos. Una paz que no se limita a la ausencia de guerra o a la ausencia de agresión
sino que apunta a construir justicia, relaciones equitativas, comunicación,
deliberación, en fin, y que apunta a mejorar la calidad de vida y a permitir una vida
de calidad para todos los actores.
Luisa Fernanda: ¿Qué métodos de calificación utiliza en sus clases?
Profesor Fiorino: Bien. La calificación tiene que ver con la aplicación del conjunto
de la metodología. Esta tiene un elemento teórico que es al que aludíamos ahora,
presentar las grandes teorías de la negociación, pero tiene un elemento práctico, que
es aplicarlo a conflictos realmente existentes a nivel global, latinoamericano o de
Colombia, local. En este sentido, al comienzo de la asignatura se establecen equipos
dentro del conjunto de los participantes, que desde el segundo o tercer día de clase
comienzan con la orientación del docente, a documentarse sobre conflictos que
puedan ser de utilidad para aprender y luego aplicar a la realidad colombiana, y a la
realidad del lugar de trabajo en donde se encuentran.
Muchos de ellos escogen conflictos actualmente en desarrollo, algunos escogen
conflictos ya finalizados de los cuales podemos sacar enseñanzas. Otros escogen
conflictos latentes, conflictos que están a punto de estallar pero que aún no están en
su fase aguda, en su fase crítica. Por lo tanto, la metodología práctica es que los
estudiantes se dividen en equipos, los equipos escogen un conflicto a nivel global,
latinoamericano o local, lo estudian, en el transcurso de las clases hacen dos
presentaciones. La primera de ellas es puramente del material que han encontrado
sobre el conflicto. Por ejemplo documentos, por ejemplo actores, hacer algunas
entrevistas, por ejemplo publicaciones, etc. La segunda es la propuesta que ellos
están, como equipo, formulando. ¿Qué se puede hacer con ese conflicto, se puede
intervenir? ¿Hay que dejar que se canalice solo? En fin, cuál es la propuesta. Y todo
ello conduce a una exposición final que se hace una sesión que abraca dos días aproximadamente de evaluación donde cada equipo expone el conflicto, sus
características y la solución que ellos proponen para el mismo.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Entonces de esos tres elementos: del aporte teórico, del trabajo en equipo y de la
exposición final, se integran tres calificaciones que conforman una única nota de
evaluación y aprobación de todo el semestre.
Luisa Fernanda: ¿En la clase hay espacio abierto para el debate?
Profesor Fiorino: Ciertamente. Las clases son muy participativas en buena medida
por las características mismas de la materia, que toca mucho la actuación de cada uno.
Es decir, se presta a un elemento testimonial por una parte, porque siempre todos
estamos involucrados de alguna manera en algún tipo de conflicto; interno en la
universidad, externo en la empresa, externo en la administración pública, en la vida
cultural, social, etc. De modo que el hecho de que la asignatura facilite o provea esa
perspectiva testimonial, esa perspectiva de análisis particular hace que los estudiantes
participen muy activamente. Hay un espacio para que expresen sus opiniones, sus
puntos de vista, y también para que los compañeros evalúen esos puntos de vista.
Porque evitamos a toda costa que sea simplemente la expresión de preferencias
políticas, o de frases que puedan ser ofensivas para otros. Buscamos que haya hacia
adentro del curso el mismo respeto que estamos proponiendo para las negociaciones
de conflicto externos. Que también hacia adentro seamos muy respetuosos de la
diversidad de opiniones, de la diversidad de posiciones, de la diversidad de
acercamientos, y por lo tanto en todo momento se pide y se alcanza un nivel de respeto
y de trato adecuado, digamos, entre los participantes.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de
paz. Luisa Fernanda: Bueno, gracias. ¿Para usted cual es el papel que cumplen los egresados de
una maestría en la sociedad, o de esta en específico?
Profesor Fiorino: Obviamente, el primer elemento es que nuestros egresados llevan
de alguna manera una marca, en el buen sentido, positiva que esta por la confluencia
de dos culturas universitarias. Una de ellas es la cultura europea representada por la
Universidad de Salerno, que tiene una inserción en la Unión Europea y que ha
recogido particularmente en el tema de estrategias de negociación la larga experiencia
de la gestación de la Unión Europea, de mecanismos de integración para superar
conflictos. No es casual que Europa haya superado eventos tan traumáticos como la
segunda guerra mundial y menos de cincuenta años después de ese evento hayan
podido crear, ya hace tiempo, la Unión Europea, como confluencia de naciones que
habían sido enemigas. Esa larga tradición de construcción de una realidad negociada
y de una cultura de paz como espacio para la convivencia en la diversidad esa herencia
esta transmitida por la Universidad de Salerno que nos enriquece. La segunda
herencia es la herencia que representa la Universidad Católica de Colombia que,
inserta en la realidad colombiana, trata de aportar a través de la educación, a través
de la formación, a través de la capacitación, herramientas para la mejor convivencia
y por lo tanto nuestra propuesta es que nuestros egresados, allí donde se desempeñen,
ya sea en administración pública, en gobierno, empresa, educación, sector cultural o
cualquier otro, lleven esa cultura, esa confluencia de las dos culturas, que son dos
culturas que buscan la convivencia. Europa lo vivió, y el resultado es la Unión
Europea. Colombia, lo está viviendo, con un esfuerzo de construcción de paz que
lleva mucho tiempo ya, pero que tal vez ya esté en el momento de dar resultados.
Anexos 161
Luisa Fernanda: Perfecto muchas gracias. Dr. Víctor, ¿usted cree que los estudiantes de
maestría deben aprender cultura de paz en este nivel?
Profesor Fiorino: Diríamos que lo deseable sería que lo aprendieran en todos los
niveles incluyendo los niveles pre- universitarios antes de llegar a la formación
universitaria. Es decir, nuestra propuesta, y la hemos llevado a la práctica en alguna
medida, porque por ejemplo, tenemos relaciones de cooperación con escuelas y con
ente educativo de nivel elemental y medio, antes de llegar a la universidad, para dar
conferencias, dar charlas, hablar de la negociación y de la cultura de paz en los
colegios, en las escuelas, antes de llegar a la universidad. Ahora, en la propia
universidad nuestra maestría y, esta asignatura en particular, se ha proyectado a otras
áreas. Por ejemplo, estamos dando, en mi caso particular, pero casi todos los docentes,
conferencias en los programas de derecho, en los programas de economía, en los
programas de educación, de humanidades, de psicología, sobre nuestros temas. Y esto
lleva, entonces, a la formación básica, media y superior, antes de la maestría los
contenidos de una cultura de paz. Que luego con la maestría queremos reforzar, para
que el graduado lleve a la sociedad toda esa trayectoria formativa en cultura de paz.
Luisa Fernanda: ¿Cree usted que la academia debe participar activamente en la formación
de una cultura de paz?
Profesor Fiorino: Ciertamente sí. Hoy, en todas las organizaciones, incluyendo la
Universidad y la Academia, se ha abierto camino lo que se llama el paradigma
relacional. Las organizaciones o las instituciones no pueden ser excelentes solas, de
modo aislado, por más que tengan un gran desarrollo, una trayectoria de calidad ellas
en cuanto tal. La excelencia solo puede ser alcanzada cuando trascendemos y cuando
nos relacionamos con otros actores sociales de manera de producir en red, en red
física y también en red virtual, un conocimiento un saber y una sabiduría que apunten
a la paz. Por lo tanto, ese énfasis relacional hace que hoy la cultura de paz sea un
elemento de corresponsabilidad de múltiples actores, donde todos, no solo la
academia, sino gobierno, la academia, empresa, sociedad, cultura y otros actores
sociales, son corresponsables en la construcción de la cultura de paz. Esto, lo que es
verdad teóricamente, hay que llevarlo a la práctica. Hay que crear mecanismos para
que en todo momento haya una relación entre gobierno, empresa, sociedad,
Universidad y sociedad. Por ejemplo, para trabajar los temas de la paz.
También la UNESCO, a la cual yo estoy vinculado dentro del Observatorio de
Responsabilidad Social, que funciona aquí para América Latina, y las Naciones
Unidas, en general, han propuesto esta orientación. Por ejemplo hay un programa
reciente que se llama Negocios para la Paz y que se presentó en el mes de septiembre
en Colombia en el 2013, y que es un trabajo con las empresas, para vincular a las
empresas en la fundamentación de la paz y contribuir con fondos para crear iniciativas
de paz. Medellín es una de las ciudades que ya está trabajando en esa línea y hay ya
unos primeros resultados. Por lo tanto, trabajamos con esa idea. Trabajar en red y
construir cultura de paz entre múltiples actores.
Luisa Fernanda: ¿La ciencia política cumple un papel importante en promover la paz?
Profesor Fiorino: Ciertamente. Hoy las fronteras entre ciencia política, filosofía
política, saber político, práctica política son difusas. Debido a que la situación misma de complejidad en la que estamos y de la que somos conscientes hace que no haya
una separación neta entre lo que es una ciencia descriptiva, que era lo que
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
tradicionalmente se concebía como ciencia política. Una ciencia que omitía la
valoración y describía lo que pasa. Las fronteras entre esa ciencia, supuestamente
descriptiva, una ciencia valorativa: la filosofía política, por ejemplo, que establece
modelos de convivencia y propone trabajar hacia ellos. Otra ciencia basada en el
estudio de los valores y del bien, sería la ética política que tiene un valor prescriptivo,
no solamente descriptivo, sino que trata de orientar, de establecer normas. El saber
político que tradicionalmente se llama prudencia política, que es aquel saber que me
permite tomar decisiones equilibradas como actor político ya sea en puestos de
responsabilidad o como ciudadano también. Y todavía más, la práctica política del
hombre cotidiana, del ser humano todos los días. Las fronteras entre estos espacios
hoy se han roto y están interpenetradas, de modo entonces que, justamente se trata de
que la ciencia política hoy es un espacio abierto, comunicado, con vías de
comunicación con la ética, con el saber político, con la prudencia política, y con las
personas como tal. Y por lo tanto su papel es el de contribuir a ser como un
pegamento, como una trama que permita unir pensamiento, valoración y acción. El
pensamiento de lo que buscamos, la valoración de cómo podemos hacerlo según
ciertas prioridades y la acción de llevarlo efectivamente a la realidad.
e. Sobre la cultura política. Luisa Fernanda: ¿Para usted que es la cultura política?
Profesor Fiorino: La cultura política está basada fundamentalmente en la forma de
aprender a tomar decisiones equilibradas dado que el saber político es un saber
decisional. Por definición la política es un saber que toma decisiones. Y aquí vale la
pena puntuar en un elemento que distingue entre opciones y decisiones en el ámbito
político. La cultura política entendida en un sentido débil, en un sentido pobre, sería
solamente esa especie de saber que nos ayuda a escoger opciones que digamos, sean
preferidas dentro de la multiplicidad de posibilidades que encontramos en cada
momento. Esta sería una visión pobre de la cultura política. Una visión rica de la
cultura política nos dice que no solo la cultura política nos ayuda a escoger opciones
sino a crear alternativas aun si no están presentes entre las opciones. Es decir, a buscar
de modo creativo generar herramientas novedosas, alternativas novedosas.
¿Qué significa esto? La cultura política está hecha hoy de tres grandes ejes. El primero
es un pensamiento crítico, es decir, la cultura política debe ser crítica en relación con
todas las formas que adoptó la política hasta el presente. Porque todas ellas han sido
defectivas, han tenido defectos, han tenido incapacidad para resolver muchos de los
grandes problemas del ser humano. La prueba son las guerras, los sistemas
inequitativos, la intolerancia, el fanatismo, etc. Entonces, cultura política es igual a,
primero pensamiento crítico. Segundo, reflexión. Es necesario, después de tomar distancia, reflexionar acerca de los fundamentos del saber decisional que es la
política. El primer elemento del pensamiento crítico nos lleva a la reflexión. Si
criticamos lo que es defectivo, tenemos que pensar en profundidad como
reemplazarlo, como superarlo. Y tercero, la creatividad. La cultura política está hecha
de creatividad, es decir, de buscar relaciones novedosas entre los poderes del Estado,
entre los ciudadanos, entre la economía, entre las empresas, entre la academia, entre
el sector cultural, recrear y pensar creativamente esas relaciones para aportar mejora
a la política.
Eso es cultura política hoy, en sentido fuerte. En sentido débil, es simplemente el
tomar decisiones dentro de un marco de posibilidades dadas. En sentido fuerte es
Anexos 163
crear posibilidades. Lo han dicho grandes teóricos: hoy la política no solamente es el
arte de lo posible, es el arte de ensanchar lo posible, de alargar, de ampliar lo posible.
Luisa Fernanda: ¿La cultura política de cada ciudadano se ve reflejada en su cultura de paz?
Profesor Fiorino: Si. La cultura política no es una entidad, un ente abstracto, está
encarnada en personas que son los actores. Obviamente no hay cultura en abstracto,
toda cultura se refiere a personas que conforman un grupo humano. En este sentido
la cultura política de la persona, en la medida en que podamos incidir, y esto procura
nuestra maestría, que sea una cultura política, crítica, reflexiva y creativa. Si es así, la
cultura política de cada persona que se está formando, está avanzando en esta línea
desemboca, prácticamente de modo natural, sin que sea obligada, en una cultura de
paz. Es decir, la paz, esa paz activa, esa paz nutrida de justicia, de equidad, de
equilibrio, es un resultado de: la visión crítica de los sistemas políticos pasados, la
visión reflectiva que fundamente el reemplazo de estos sistemas, y la visión creativa
que hace asociaciones novedosas entre los actores políticos.
Luisa Fernanda: ¿Cree que nuestras sociedades latinoamericanas son sociedades
culturalmente violentas y necesitan de una cultura de paz?
Profesor Fiorino: No podemos decir que las culturas latinoamericanas sean
naturalmente violentas en el sentido en que hoy no se habla de elementos violentos
como innatos, como propios de la cultura sino como experiencias de las culturas. Es
indudable que nuestras culturas han tenido experiencias históricas violentas desde el
comienzo de su incorporación a la cultura occidental, con el descubrimiento y la
colonización y aún antes con ciertas realidades que provenían de las culturas
prehispánicas, precolombinas, en el sentido de las relacione entre, por ejemplo,
mayas, aztecas, incas, que no siempre fueron pacificas completamente, sino que
también incluían elementos de violencia. En tal caso nuestras culturas
latinoamericanas sufrieron históricamente de violencia antes de la llegada de los
conquistadores, durante la conquista de un modo muy fuerte, y después de la
conquista en lo que podríamos llamar un periodo neocolonial, y aun en el periodo del
mundo, digamos, global actual. Vivimos situaciones de violencia, vivimos
experiencias de violencia, pero eso no nos hace ni hace a las culturas de América
Latina, naturalmente violentas. Las hace si culturas que han sufrido la violencia y que
por lo tanto quieren salir de ella, quieren encontrar alternativas a ella. Debemos decir
que todavía en el siglo veinte en los años setenta por ejemplo, las diferentes regiones
latinoamericanas sufrieron episodios de violencia prolongados como las dictaduras,
presentes en casi toda América Latina. Esto es un momento por el cual pasaron
nuestras culturas pero que en realidad hay que verlo como una oportunidad de
crecimiento. Hoy están llamadas y están todas ellas orientadas a construir relaciones
de negociación, de paz, de convivencia, y en el fondo a cambiar la experiencia
negativa de la violencia, por una experiencia positiva de negociación, convivencia y
paz. Por eso no se puede tomar como algo natural que en nuestros países hay
situaciones conflictivas, de represión, de violencia, de persecución, de intolerancia, o
de regímenes que tienen una sola visión. Porque eso contradice la marcha natural de
nuestras culturas, esa marcha es hacia formas cada vez menos violentas. Y todo lo
que acentúe la violencia va contra la historia.
ENTREVISTA 9. a. Información básica del entrevistado.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Nombre: Diana Rojas
Universidad: Universidad Nacional de Colombia
Maestría: Maestría en Estudios Políticos- IEPRI
Asignatura: la política exterior de los Estados Unidos en la era global
Fecha de Entrevista: 7 de Mayo de 2014
b. Sobre la asignatura. Luisa Fernanda: Profesora Rojas, ¿aún es usted profesora de la asignatura de la política
exterior de los Estados Unidos en la era global?
Profesora Rojas: Digamos que cada cierto tiempo doy la materia, si no se da todos
los semestres se da cada año, cada dos años dependiendo también como vaya el
programa curricular de la maestría.
Luisa Fernanda: ¿Durante cuánto tiempo la ha dictado?
Profesora Rojas: La he dictado 3 meses es decir durante tres semestres no seguidos.
Luisa Fernanda: ¿Cuál es el objetivo principal de ésta materia?
Profesora Rojas: Digamos es básicamente entender la visión, los intereses la
posición y las políticas de Estados Unidos frente al resto del mundo, en un periodo
específico es decir al que corresponde a la posguerra fría desde los años 90 para acá,
más menos abarca un periodo de los 20 años.
Luisa Fernanda: profesora Rojas ¿para usted que significa Cultura de Paz?
Profesora Rojas: Digamos una cultura de paz, es a... claro que depende de donde se
haga digamos desde el ámbito académico, es la tentativa de desarrollar procesos de
análisis y de reflexión, sobre un fenómeno que es sustancial a la sociedad, un
fenómeno que está vinculado al conflicto, o los conflictos, los conflictos pueden ser
tanto armados como no armados, fíjate y la manera como se enfrenta o como una
sociedad resuelve sus conflictos cuales son los mecanismos que utiliza cuáles son las
estrategias, los recursos de poder que están allí involucrados, de tal manera que se
plantean como caminos para llegar efectivamente a resolver los conflictos y
establecer formas consensuadas y pacíficas de enfrentar dilemas sociales.
Luisa Fernanda: ¿por qué cree usted, que su asignatura es relevante en la construcción de
Cultura de Paz en los estudiantes?
Profesora Rojas: Por una razón fundamental, tu misma lo señalabas hace un
momento, es decir hay que entender cuál es la naturaleza de los conflictos cuáles son
sus causas, quienes están involucrados en ello cuales son las posiciones que tiene por
qué hay confrontación cualquier aspiración de establecer una cultura de paz pasa por
reconocer el conflicto como inherente a las sociedades humanas, como un fenómeno
social digamos más o menos permanente, entonces en el caso de la asignatura que yo
dicto tienen que ver con que Estados Unidos es un actor central en el escenario
internacional contemporáneo y que de alguna manera juega un papel a veces de juez
a veces de árbitro a veces es una de las partes en conflicto en relación con muchos de los conflictos que suceden en el mundo actualmente, entonces esa comprensión que
tiene Estados Unidos de los conflictos esa manera de involucrarse, de asumir una
Anexos 165
posición de un lado o de otro ,resulta muy importante en la resolución de los
conflictos, si uno piensa en los últimos años el conflicto de la antigua Yugoeslavia,
por ejemplo, o lo que ha sucedido en algunos países Africanos como Somalia o ahora
medio oriente, pues Estados Unidos, está directamente, involucrado en esos conflictos
y marca una pauta de acción internacional, su posición se esté a favor o se esté en
contra es uno de los parámetros a tener en cuenta, entonces yo creo que mi asignatura
contribuye a la comprensión de los conflictos a la comprensión de los actores y de la
posición de los actores y a analizar cuáles son las posibilidades que hay ahí de
resolución de esos conflictos como la consideran los actores como utilizan unas u
otras herramientas para hacerlo y que tan eficaces resultan.
Luisa Fernanda: Perfecto, entonces, según esto ¿la cultura de Paz para usted tiene relevancia
en los Estudios Políticos?
Profesora Rojas: Sí, sin duda es decir yo creo que la cultura de paz, no se puede
mirar como algo aislado, y no está como un tema de moda ahora que estamos en un
proceso de negociación en el caso Colombiano la cultura de paz tiene que ver con lo
que te señalaba es decir con la necesidad de estudiar y de comprender la manera de
enfrentar el conflicto en la sociedad y de cómo lograrlo en lo posible a través de
medios pacíficos, y además que la solución de esos conflictos pueda ser durable en el
tiempo, que tal vez es el reto el mayor reto en el que nos encontramos hoy en día con
esa discusión sobre el posconflicto.
c. Sobre la metodología implementada. Luisa Fernanda: Si, bueno muchas gracias. Entonces ahora vamos a pasar a la parte de la
metodología implementada, por favor describa cual es la metodología de enseñanza que
utiliza en sus clases.
Profesora Rojas: Digamos yo utilizo distintas herramientas por su puesto la revisión
de la bibliografía , sobre los temas específicos es una de ellas, la lectura de un buen
libro de los artículos de las revistas especializadas, utilizo también mucho el análisis
de fuentes oficiales el análisis del discurso de los documentos producidos por los
gobiernos o por los distintos actores, utilizo también mucho la cartografía la
cartografía del conflicto es muy importante en este caso para ver donde se ubican los
conflictos , dimensión geopolítica está allí involucrada, utilizamos mucho estadísticas
también, de aspectos específicos, del conflicto en términos de costos, en términos de
si se utilizan dispositivo militar por ejemplo o no, en términos de consecuencias de la
guerra etc., etc., entonces todo ese tipo de herramientas las utilizamos en un momento
dado y mis estudiantes deben realizar después de haber adquirido buen dominio de
estas herramientas un análisis de casos que sí entonces ellos escogen un conflicto en el cual esté involucrado Estados Unidos y lo analizan desde varias ópticas digamos
tratando de dar cuenta en su integralidad de lo que sucede allí, de las posibilidades
que hay allí o de la manera como fue resuelto.
Luisa Fernanda: Gracias. ¿Qué métodos de calificación utiliza?
Profesora Rojas: Yo tengo métodos tanto cualitativos como cuantitativos a veces lo
que se ve más es el cuantitativo pero sin duda hay una evaluación cualitativa al desempeño de los estudiantes hay varias maneras de hacerlo nosotros trabajamos a
partir de la elaboración de reseñas bibliográficas a partir de la elaboración de
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estadísticas o de georeferenciación, por ejemplo la elaboración de mapas a partir de
datos específicos fichas de lectura de trabajos escritos de exposiciones.
Luisa Fernanda: Perfecto. En su clase profesora ¿usted da espacio a sus estudiantes para la
discusión de ideas y el debate abierto?
Profesora Rojas: Si, esto es parte fundamental, es más cada clase digamos tiene un
espacio de discusión bien sea de las lecturas de los materiales trabajados de un tema
de actualidad en donde lo que se busca es desarrollar la capacidad analítica de cada
estudiante, de encontrar pues argumentos para entender digamos posiciones o
visiones.
Luisa Fernanda: ¿Cómo asegura usted que los estudiantes escuchen las ideas de otro y
entablen un diálogo recíproco?
Profesora Rojas: Díganos hay una regla fundamental y es que estamos en un debate
racional es decir primero uno no argumenta a dominen es decir atacando a la persona
sino discutiendo cual es la calidad del argumento que se presenta si es lo
suficientemente convincente si tiene un respaldo argumentativo si existen datos o
cifras que respalden la posición entonces hay una exigencia siempre que cualquier
posición sea argumentada no sea simplemente porque yo lo creo o yo lo pienso o no,
si no porque hay buenas razones que son demostrables que puedan convencer a los
otros efectivamente de que allí hay una buena idea.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de
paz. Luisa Fernanda: ¿Cuál es el papel de los egresados de la maestría en la sociedad?
Profesora Rojas: Digamos que hay distintos ámbitos del desarrollo hay alguno de
ellos se dedican al trabajo académico ya sea como docente ya sea como investigadores
algunos otros se incorporan a agencias del estado como funcionarios en algunos
ámbitos, otros por ejemplo trabajan con el sector social, en ONGs, organizaciones
sociales, algunos otros incursionan incluso en el periodismo , en todos y cada uno de
esos ámbitos efectivamente hay un espacio digamos en lo que pueden contribuir si
esa es el interés que tienen en fomentar una cultura de paz y entendemos una cultura
de paz con un debate abierto, racional, democrático, si yo creo.
Luisa Fernanda: Bien perfecto. ¿Cree usted que la academia también debe participar
activamente en la construcción de una cultura de paz?
Profesora Rojas: Yo creo que lo hace, yo creo que lo hace, lo hace activamente, a
veces no se nota tanto, es decir una organización que se llame, no sé, asamblea por la
paz o lo que sea visiblemente lo hace, pero la academia lo hace digamos desde los
ámbitos más básicos, y es fomentar en sus estudiantes una cultura de tolerancia, una
cultura de debate racional, una cultura de respeto por la diferencia y mucho más las
maestrías que estamos dedicadas a las ciencias sociales eso es parte de nuestra tarea
por supuesto que hay otros elementos que están allí es la producción académica el
estudio de temáticas específicas vinculadas al tema de paz pues es muy claro en el
caso dela maestría en estudios políticos nosotros somos un instituto donde uno de los fuertes es el estudio del conflicto armado Colombiano y los procesos de paz.
Anexos 167
e. Sobre la cultura política. Luisa Fernanda: ¿Cree que la cultura política de cada ciudadano se ve reflejada en su cultura
de paz?
Profesora Rojas: Si o sea un elemento inherente de la cultura política es el tema del
conflicto, es el tema del conflicto, el tema de la paz, eso es insoslayable, es decir no
hay posibilidades de reflexionar sobre la política sin tener en cuenta , sin comprender
el tema del conflicto entonces por supuesto que están estrechamente relacionadas .
Luisa Fernanda: Ya saliéndonos un poco del contexto Colombiano. ¿Cree usted que las
sociedades latinoamericanas son culturalmente violentas?
Profesora Rojas: No yo no creo que sea inherente a una sociedad ser violenta o no
ser violenta, yo lo que creo es que hay experiencias sociales e históricas que hacen
que en algunos países en algunas regiones hay una posibilidad mayor o no al uso de
la violencia y eso depende de los procesos históricos, yo creo que no hay sociedad en
el mundo que no haya pasado por etapas en donde hay un uso extremo de la violencia
si uno recuerda la historia Europea pues está construida a sangre y fuego y las
sociedades Asiáticas también, lo que pasa es que ya han pasado por un proceso de
elaboración y de negociación de muchas cosas que los ha hecho que lleguen a
acuerdos para uso restringido por ejemplo de la violencia, el ejemplo más clásico las
dos guerras mundiales en Europa digamos genero un consenso social entorno a evitar
caer en un conflicto de semejante magnitud, ejemplo de eso también es el desarrollo
de las armas nucleares frente a la posibilidad de extinción de la humanidad por un
ataque nuclear pues hay que buscar vías alternativas para impedir llegar al holocausto
nuclear .
Entonces, yo creo que estas experiencias han sido muy útiles en comprender como va
evolucionando el papel y el lugar de la violencia en una sociedad. Y en el caso de las
sociedades latinoamericanas, pues también hemos tenido nuestras propias
experiencias con respecto al tema de la violencia, es un aprendizaje, una sociedad
toma tiempo también para entender y para procesar esos conflictos y para buscar vías
alternativas entonces por eso te digo no es que yo crea que hay una sociedad más o
menos violenta que otra por naturaleza, yo creo que eso depende de las experiencias
que tiene cada sociedad.
ENTREVISTA 10. a. Información básica del entrevistado.
Nombre: Felipe Botero
Universidad: Universidad de los Andes
Maestría: Maestría en Ciencia Política
Cargo: Director de Posgrados Departamento de Ciencia Política Universidad
de los Andes
Asignatura: Análisis Político Colombiano
Fecha de la Entrevista: 12 de Mayo de 2014
b. Sobre la asignatura. Luisa Fernanda: Bueno profesor Felipe, ¿es usted aún profesor de la asignatura de análisis
político Colombiano?
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Profesor Botero: No, yo solo la dicté una vez. Es una materia que se dicta anualmente
en la maestría, que hace parte digamos como del núcleo de la maestría pero se rota al
profesor que la dicta, yo la dicte hace un par de años y no la he vuelto a dictar.
Luisa Fernanda: A perfecto muchas gracias. Bueno profesor, ¿Cuál fue el objetivo principal
de la clase análisis político colombiano?
Profesor Botero: El objetivo de esta clase como decía ahorita, es una clase del núcleo
de la formación de la maestría, entonces el objetivo es presentar algunos de los temas
más importantes de política Colombiana de análisis político colombiano y en ese
sentido entonces pues es un curso introductorio digamos en ese sentido o amplio que
busca familiarizar a los estudiantes, con distintos temas y con herramientas de análisis
desde la ciencia política de los temas de la realidad nacional.
Luisa Fernanda: Muchas gracias. Bueno uno de esos temas fue el conflicto armado
colombiano, como pude ver en el programa y esa variable, Entendimiento de un conflicto en
específico, es una variable de importancia en la construcción de cultura de paz. ¿Para usted
que es cultura de paz profesor Felipe?
Profesor Botero: Pues, supongo que es una combinación de elementos de lo que
implica la solidaridad, la tolerancia y el respeto por el otro. Seria eso probablemente.
Luisa Fernanda: Bueno, y teniendo en cuenta esto ese elemento del análisis del conflicto
armado como factor fundamental en la construcción de una cultura de paz, ¿usted cree que su
asignatura contribuyó en la formación de una cultura de paz en sus estudiantes?
Profesor Botero: Pues no se planteaba como un objetivo de formación del curso., se
planteaba más como objetivo de formación del curso, la familiaridad con los temas
de la realidad política colombiana entre ellos por su puesto el tema del conflicto, otro
de los objetivos del curso eran las herramientas de análisis desde la ciencia política
de esos temas, conflicto partidos y otros temas también, y en ese sentido en la medida
en que se buscaba familiarizar a los estudiantes pues familiarizar y analizar el
conflicto colombiano pues yo sospecharía que indirectamente o de manera no en un
segundo plano podría de alguna forma contribuir a formar una cultura de paz, pero
explícitamente no se planteaba eso como un objetivo del curso.
c. Sobre la metodología implementada. Luisa Fernanda: Por favor describa profesor cual es la metodología de enseñanza que usted
utiliza en sus clases.
Profesor Botero: En esta en específico por tratarse de una clase de maestría por
tratarse de una clase nuclear y no un seminario específico entonces la clase combinaba
presentaciones magistrales de parte de los temas de parte mía, o incluso de otros
profesores que invite que eran expertos en otros temas para hablar sobre ellos
inclusive no re cuerdo exactamente pero probablemente invite a alguien hablar sobre
algún tema relacionado con el conflicto, presentaciones y discusión en clase, esas eran
como la metodologías de la clase y las metodologías de evaluación, siempre son
trabajos escritos donde los estudiantes elaboran ensayos argumentativos para defender una posición frente a un tema.
Anexos 169
Luisa Fernanda: Muchas gracias. Profesor en su clase ¿hay, entonces, espacio abierto para
los estudiantes en cuanto a la discusión de ideas y debates, entre ellos?
Profesor Botero: Así claro, por supuesto. Siempre.
Luisa Fernanda: Siempre. ¿Y se ha presentado algún conflicto que haya implicado que usted
como profesor tuviera que actuar como mediador?
Profesor Botero: No, no recuerdo nada, ningún conflicto, no, las discusiones pues
obviamente, es un espacio abierto de discusión, pero pues es un espacio abierto de
discusión sobre temas muy puntuales. Entonces una discusión sobre un tema
específico y unas lecturas asignadas, y en ese sentido los debates siempre se mueven
dentro de los límites de lo que tiene que ver con el tema en discusión.
Obviamente hay momentos o intervenciones que pueden llevar la discusión hacia
otros temas, la coyuntura política de este país siempre está permeando cualquier
discusión, entonces, por ejemplo, si uno fuera hablar en este momento sobre conflicto
pues me imagino que o, sobre política colombiana el tema de las campañas y las
acusaciones y la guerra sucia entre las campañas políticas que estamos viendo en estos
días, permearía esa discusión, y de todas formas, pues eso es algo que pues para mí
no tiene un problema y enriquece la discusión y lo permito, siempre tratando de todas
formas de enmarcarlo dentro del tema presente, en ese sentido las discusiones siempre
han sido las discusiones que se han llevado a cabo con profesionalismo con el rigor
académico que se requiere entonces de ahí no recuerdo ningún incidente en donde yo
hubiera que tenido que mediar, porque había una diferencia muy fuerte, o que se salía
del marco digamos de la discusión respetuosa, propia de personas.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de
paz. Luisa Fernanda: Listo muchas gracias. ¿Para usted cuál es el papel de los egresados de la
maestría en ciencia política en la sociedad?
Profesor Botero: Son profesionales que se han formado más allá de su pregrado que
tienen una especialización mayor y por lo tanto unas herramientas más adecuadas
para entender la realidad y en ese sentido pues en su desempeño laboral en el sector
público en el sector privado en la academia o donde sea pues aportan con esas
herramientas a una mejor comprensión de la realidad o a una mejor comprensión de
los problemas en los que se enfrentan en ese desempeño profesional.
Luisa Fernanda: Profesor para usted, ¿el tema de cultura de paz, tiene cabida en la formación
de los estudiantes de maestría, desde la ciencia política?
Profesor Botero: Si, si, en la ciencia política yo creo que el tema de la cultura Paz,
de pronto viene por la necesidad por la realidad de la que vive este país, y entonces
hacer un programa de ciencia política y permanecer ajeno, al tema del conflicto me
parece difícil, inverosímil inclusive. Entonces en ese sentido dado que el conflicto es
una tema central, no un tema central, , sino un tema tan presente para la ciencia
política nacional entonces por ahí es por donde hay una cercanía muy grande entre un
programa de ciencia política y cultura de paz, pero yo no los veo, y no hace parte de la estructura o del marco en el que nosotros desarrollamos la maestría de ciencia
política, a pesar de lo que he dicho, digamos es enteramente posible que un estudiante
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haga curso con la maestría que tiene distintas áreas entre las cuales está política
Colombiana en donde el tema del conflicto es centrales, pero está también política
comparada, relaciones internacionales y teoría, en donde el tema del conflicto puede
o no ser un tema de discusión fuerte, entonces teóricamente es muy posible que
alguien pase por la maestría sin discutir en ningún momento el tema del conflicto,
entonces en ese sentido que tanto ese estudiante, tiene herramientas para adquirir esa
o formarse en esa cultura de paz, pues no estoy muy seguro. Para sintetizar, dada la
intersección que hay en la ciencia política y el conflicto, yo creo que por ahí hay como
un tema de discusión sobre conflicto y lo que tiene que ver con cultura de paz, pero
no hace parte explicita de la estructura del programa que nosotros tenemos.
Luisa Fernanda: Perfecto. ¿Cree usted que desde la Academia en general la academia debe
participar activamente en la construcción de una Cultura de paz?
Profesor Botero: Pues sí, pues yo creo que la razón de ser de una universidad en
general y de la academia es precisamente la discusión sobre la realidad, la realidad en
la ingeniería, o la realidad en la biología, o la realidad en las ciencias sociales y como
el objetivo de discutir esa realidad es entenderla y pensaría uno mejorarla, la ciencia
sociales en la ciencia política entender la realidad y participar en el debate sobre cómo
se podría mejorar ciertos aspectos de la sociedad la construcción de la cultura de paz
yo creo que cabe allí, dentro de esos objetivos más generales e implícitos de lo que
significa hacer academia.
e. Sobre la cultura política. Luisa Fernanda: Bueno profesor, ¿para usted que es la Cultura Política?
Profesor Botero: La Cultura Política. La Cultura Política creo que tiene que ver con
las creencias y valores que tienen las personas sobre cómo funciona el sistema
político, sobre cómo se articulan las relaciones políticos en la sociedad.
Luisa Fernanda: En ese sentido, ¿podremos afirmar que la cultura política de cada ciudadano
influye en su cultura de paz?
Profesor Botero: Supongo que sí, supongo que sí, claro.
Luisa Fernanda: Perfecto. Y por último, ¿cree usted que la Cultura de Paz es necesario en la
sociedad latinoamericana?
Profesor Botero: Si digamos de nuevo habría que definir específicamente que
significa Cultura de Paz, pero pues si en una sociedad como la latinoamericana donde
hay problemas sociales tan profundos, como la desigualdad, la pobreza, la inequidad, la falta de educación, la falta de oportunidades, pues una cultura de paz entendiéndola
como solidaridad respeto, pues entonces uno diría que sí que es importantísimo para
resolver esos problemas y cerrar esas brechas tan grandes que tenemos, pues ponerse
en la posición del otro poco y entender , trabajar para resolver esos asuntos.
Luisa Fernanda: Por último, profesor ¿usted cree que la sociedad latinoamericana es una
sociedad donde se legitima la violencia?
Profesor Botero: Yo creo que la sociedad latinoamericana tiene arraigados los
valores que son muy deshumanizantes, la desigualdad por ejemplo es un valor muy
fuerte en sociedades latinoamericanas que justifican la violencia o que permiten
Anexos 171
desarraigos muy fuertes de las personas o justifica que algunas personas sientan que
tienen derecho que hay personas que tienen derecho y otras personas que no tienen
derechos., Y en ese sentido yo sí creo que hay una aptitudes y unos valores que son
muy fuertes muy presentes en Colombia y en América Latina en generala en donde
se perpetúan como esas distinciones tan marcadas entre élites y no élites, y eso viene
digamos desde la colonia y las sociedades precolombinas también tenían unas
diferencias muy marcadas, y la igualdad y la equidad no han sido valores muy fuertes
que regulen las relaciones sociales en América Latina entonces en ese sentido la
contraprestación de eso es la violencia, o sobre eso se justifica una cantidad de
comportamientos violentos.
ENTREVISTA 11. a. Información básica del entrevistado.
Nombre: Julie Massal
Universidad: Universidad Nacional de Colombia
Maestría: Maestría en Estudios Políticos- IEPRI
Asignatura: Los Nuevos actores sociales y políticos en las relaciones
internacionales.
Fecha de Entrevista: 13 de Mayo de 2014
b. Sobre la asignatura. Luisa Fernanda: ¿Profesora Massal es usted aún profesora de la asignatura los nuevos
actores sociales y políticos en las relaciones internacionales?
Profesora Massal: Sí, pero la dicto alternativamente con otras materias, entonces no
es cada semestre.
Luisa Fernanda: ¿Durante cuánto tiempo la ha dictado?
Profesora Massal: En alternancia, más o menos una vez al año, entonces uno de cada
dos semestres desde que estoy en el 2005.
Luisa Fernanda: ¿Cuál es el objetivo primordial de su clase?
Profesora Massal: Generalmente la movilización social siempre se ha estudiado en
un contexto nacional, la idea es mostrar cómo se pueden cruzar debates de las
relaciones internacionales y de la teoría de la movilización social a través de unos
estudios de caso y una dimensión metodológica para la investigación.
Luisa Fernanda: El tema Democracia y el estudio de los actores internacionales tiene lugar
en su asignatura. ¿Qué relevancia tuvieron esos temas en la asignatura?
Profesora Massal: Pues digamos que son temas que se tratan transversalmente en las
sesiones, y hay unas sesiones más en particular enfocadas en eso. La idea es
reflexionar sobre como las relaciones internacionales están cambiando, como eso
afecta a la naturaleza del poder político y a su vez como eso afecta la posibilidad de
que haya democracia en un nivel internacional y un nivel nacional. Por ejemplo, como
los movimientos sociales permiten justamente casos de participación y de decisión
sobre asuntos internacionales. Entonces en particular se trabaja el tema de los
mundialistas, que solicita que haya una definición de las reglas del juego para tomar decisiones a nivel internacional, también los movimientos de los indignados, pero
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también el tema de la relación entre movimientos sociales, ONGs, potros actores de
las relaciones internacionales que realmente no se han trabajado tanto.
Luisa Fernanda: Perfecto. ¿Por qué su asignatura es relevante en los Estudios Políticos?
Profesora Massal: Bueno, como te decía, la idea es cruzar diferentes debates teóricos
que realmente han sido apartados. Entonces yo creo que es un propuesta
pluridisciplinar que se empieza a desarrollar en los años dos mil básicamente, desde
las relaciones internacionales pero que todavía no es muy conocida, digamos. Y me
doy cuenta, por ejemplo, que los estudiantes no están familiarizados con eso. Cuando
yo les presento una clase de relaciones internacionales ellos esperan más una clase
sobre política exterior de Colombia, o política exterior de Estados Unidos, etc., pero
no tienen este enfoque, digamos, pluridisciplinar que estoy proponiendo. Entonces en
ese sentido creo que es un aporte a los estudios políticos.
Luisa Fernanda: Profesora Massal, ¿Para usted que es cultura de paz?
Profesora Massal: Es una pregunta amplia, pero yo creo que uno de los elementos
desde la clase que estoy proponiendo es, primero entre los mismos estudiantes
promover un dialogo respetuoso en el que independientemente de que estemos de
acuerdo o no estemos de acuerdo sobre tal posición nos respetemos y seamos
constructivos, y sobre todo tomando en cuenta que la propuesta de la clase no es
solamente dar opiniones al aire sino sustentar. Entonces yo creo que es un primer paso
y que obviamente es mucho más complejo en otros ámbitos, pero un poco para
infundir la cultura del respeto mutuo y del dialogo mutuo que es importante. Ahora,
si pasamos a espacios un poco más complejos, consideraría que la dificultad que yo
veo para el establecimiento de la paz es lo que observamos, por ejemplo, en las
campañas electorales, la dificultad para que las personas o los candidatos o los
diferentes actores políticos respondan sobre temas de fondo y no sobre temas
personales, por ejemplo.
Entonces, ya para sintetizar un poco, es necesario abrir espacios de debate respetuoso
constructivo, donde las reglas de juego estén claras y que creo que es lo que falta
todavía, porque observamos que muchas veces los ciudadanos reclaman justamente
estos espacios de debate que no son específicamente amplios o no se respetan las
reglas de juego. Creo que por ahí empezaría la construcción de cultura de paz.
Luisa Fernanda: ¿Cree usted que su asignatura ha contribuido en la construcción de cultura
de paz en sus estudiantes?
Profesora Massal: Bueno, la verdad es que yo no he podido hacer una evaluación de
impacto en los estudiantes, digamos, desde los nueve años que estoy. Pero si siento
que ha habido, en esta clase y en otras clases que son más sobre movimientos sociales,
ha habido diferentes respuestas de los estudiantes. Una es que hay un debate sobre el
contenido mismo de la democracia y sus diferentes conceptos y excepciones, y eso
creo que para los estudiantes a veces les genera un poquito de inquietud. Porque
muchas veces el tema de los movimientos sociales y la democracia se torna en un
debate muy ideologizado. Lo que estoy diciendo es que, independientemente que
estemos a favor o no de la movilización social tenemos que examinar como esos movimientos sociales participan en la renovación del debate político. Entonces,
¿cómo eso ha impactado en los estudiantes? No sabría contestar muy bien esa
Anexos 173
pregunta, pero yo creo que por lo menos estoy aportándoles elementos de análisis y
enfoques de análisis que no habían visto anteriormente. Primero porque nunca
tuvieron clases de relaciones internacionales, la mayoría del tiempo, y por otro lado
porque en el IERPI no hemos tenido tanto énfasis en el tema de movilización social.
Hay clases sobre partidos políticos, sobre el sistema electoral, sobre el sistema
político, pero tradicionalmente el tema de la movilización social no ha sido muy
desarrollado.
c. Sobre la metodología implementada. Luisa Fernanda: Muchas gracias. Por favor describa cual es la metodología que utiliza en
sus clases.
Profesora Massal: Bueno, como son seminarios de investigación y como somos una
maestría de investigación la idea es que la clase se divide más o menos en dos partes.
Una que es una exposición mía, donde presento los conceptos, las principales aristas
del debate, digamos, el tema que presento. Y una segunda parte que es sobre las
lecturas que tienen que hacer los estudiantes y las exposiciones que tienen que
presentar. Entonces en la primera parte yo toco el tema de movimientos
transnacionales, un estado del arte, desde la literatura; una presentación de las
principales preguntas, inquietudes teóricas que están relacionadas con eso; y siempre
trato de relacionarlo con problemas de investigación. Les pregunto a los estudiantes,
¿si ustedes tuvieran que hacer una investigación sobre movimientos de los
indignados, desde que trabajo empezarían, desde que terreno empezarían para hacer
la investigación? Para que no sea solamente una discusión teórica, sino que también
lo relacionemos con la investigación. Así, por ejemplo, que tipo de fuente se debe
usar, que tipo de documento se puede acceder, que actores se pueden entrevistar, etc.
Y en la parte ya de lecturas, pues les pongo a ellos a leer previamente a la clase y a
debatir sobre la lectura de manera libre y así cada uno puede aportar sus criterios,
pero con el objetivo de mostrar cuales son los aportes del texto y cuáles son sus límites
o sus vacíos para generar un espíritu crítico frente a las lecturas. Porque creo que en
el nivel de la maestría no es solamente que lean y que digan, bueno tal autor dice tal
cosa, sino que también sean capaces de tomar una posición frente a esas lecturas.
Luisa Fernanda: ¿Hay un espacio para el debate abierto en su clase?
Profesora Massal: Si. En el momento de los debates de lecturas, y también a veces
se extienden un poquito más. O sea, puede haber preguntas durante la exposición que
ellos crean necesarias hacer y yo les doy todo el espacio.
Luisa Fernanda: ¿Qué métodos de calificación utiliza?
Profesora Massal: Bueno, eso ha variado un poquito en el tiempo, pero la mayoría
de las veces les hago reseñas sobre las lecturas que son cortas, o sea, cinco páginas
máximo, lo mismo que cuando debatimos en clase, para mostrar los aportes de las
fuentes del texto. La otra modalidad que he usado a veces es el ensayo, pero eso no
me convence tanto. Porque les pongo, por ejemplo dos lecturas sobre las cuales les
pido que debatan y argumenten una problemática, pero les cuesta mucho, digamos, usar el texto, pero desprenderse del texto también. Entonces a veces, o se quedan muy
pegados al texto y lo asumen y lo detallan mucho, o se van muy lejos del texto y
cogen una idea general y la desarrollan, pero sin hacer la argumentación desde los
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aportes de los textos. Entonces no me parece que eso les sea muy cómodo. Y la otra
modalidad, es también oral de calificación al final, sobre una pregunta del curso, una
pregunta de actualidad, por ejemplo. Pero eso lo he hecho también pocas veces,
porque siento que es demasiado escolar. Me parece que es mejor que tengan tiempo
para elaborar el texto del trabajo final con más, digamos, capacidad de elaboración.
Luisa Fernanda: ¿Cómo asegura usted que los estudiantes escuchan las ideas de los otros y
entablen un dialogo recíproco en sus clases?
Profesora Massal: Si, durante los debates, pues en general, empezamos sobre los
textos. Entonces pido a uno que presente el texto de manera sintética y después les
pregunto, o individualmente, o ellos toman la iniciativa, de tomar la palabra, pero
obviamente yo hago respetar la palabra, hago un papel de moderadora, que no todos
hablen a la vez, por supuesto, que no se interrumpan o que no se irrespeten. Pero
generalmente, eso no ha pasado sino dos o tres veces, muy puntualmente.
Generalmente son muy respetuosos los unos con los otros.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de
paz. Luisa Fernanda: Para usted, ¿cuál es el papel que cumplen los egresados de la maestría en
la sociedad?
Profesora Massal: Bueno, el año pasado tuvimos evaluación de la maestría, entonces
tuvimos un poco de relaciones con los egresados que, en realidad yo creo que es
insuficiente. Y justamente creo que es insuficiente porque no hay una suficiente
preocupación por establecer esta red con los egresados. Pero lo que he podido percibir
es que ha habido cambios en la maestría, en la modalidad del trabajo de evaluación,
los exámenes de admisión, y que los estudiantes que yo he podido conocer, egresados,
se quejaban un poco de que no había suficiente énfasis en las clases en la relación
entre la investigación y justamente el resto de la sociedad, o lo que llamamos
extensión. Entonces creo que a nosotros como maestría de pronto nos falta un poquito
más desarrollar eso, pero creo que a los egresados les falta un poco más conectarse
con esa dimensión del trabajo de investigación.
Porque la investigación no es solamente trabajar un texto que se va a presentar y que
va a ser evaluado, es establecer redes de contactos, hacer pasantías, etc. Ahora, yo
creo que la responsabilidad ahí es de los estudiantes, de encontrar esos espacios
finalmente. Por ejemplo, en este mismo momento estamos discutiendo la posibilidad
de hacer pasantías y no siempre es posible. Entonces hay un problema claro entre la
investigación y la realidad.
Luisa Fernanda: ¿Por qué desde los Estudios Políticos deberíamos interesarnos en el tema
de la paz?
Profesora Massal: Bueno, yo creo que el tema de la paz está directamente
relacionado con el tema del poder. Entonces en ese sentido, el poder si es un tema,
digamos, clásico de la ciencia política. Pero desde el ángulo de la paz nos podría
permitir enfocar dimensiones, que como decía antes, están un poco descuidadas.
Porque la visión de la ciencia política más tradicional está muy enfocada en las instituciones, pero poco en los actores sociales, entonces yo creo que el enfoque desde
la paz podría ampliar esta mirada, tomando en cuenta más actores que participan
Anexos 175
justamente en los procesos de negociación de paz. No solamente se trata de tener las
instituciones perfectas, sino también se trata de prácticas políticas, de prácticas
sociales, de diferentes visiones del mundo, y del poder, y de la democracia que
tenemos actualmente. Creo que en ese sentido, una de las dificultades que yo percibo
desde la academia es que no hay una aceptación y una tolerancia suficiente en esta
diversidad de criterios.
Luisa Fernanda: ¿Usted cree que los estudiantes de maestría deben aprender acerca de la
cultura de paz?
Profesora Massal: Yo creo que debería ser un poquito antes, porque, como decía, es
un tema muy transversal. O sea, atraviesa distintas disciplinas, diferentes temáticas.
Digamos, crear una asignatura de cultura de paz, puede ser útil para una
especialización, me parece, que sea muy enfocada en eso, y para personas que tienen
interés en trabajar directamente sobre eso. Pero si se trata de una visión del mundo,
yo creo que sí debería ser mucho antes. Porque en la maestría realmente son tres
semestres de materias y después dos semestres para hacer la tesis, me parece que nos
es suficiente para desarrollar un pensamiento propio, específico sobre el tema.
Debería el estudiante ya llegar preparado, por lo menos con conocimientos básicos
en temas de estudios políticos.
Justamente lo que nosotros vemos es que en la maestría de estudios políticos
estudiantes que vienen desde distintos horizontes, con cada uno su especialidad, pero
que no tienen justamente esta visión pluridisciplinar. Y nosotros estamos tratando de
impartir de infundir eso que no se hace en un semestre.
Luisa Fernanda: ¿Cree usted que la academia debe participar activamente en la construcción
de una cultura de paz en la sociedad?
Profesora Massal: La academia en la sociedad. Yo creo que los académicos, o los
investigadores tenemos una responsabilidad que es difundir un conocimiento, que no
sea el que es inmediatamente accesible en otros medios, en medios de comunicación,
etc. Pero la verdad es que no hay otros transmisores de este conocimiento, entonces
tendríamos una responsabilidad, en ese sentido, de lograr esta difusión de este
conocimiento y de lograr que este sea más accesible. Pero me parece que también se
necesitan políticas públicas nacionales para lograr que este conocimiento sea
realmente valorado para tomar decisiones también. Porque muchas veces
observamos, incluso cuando algunos investigadores del IEPRI participan ahora en
diferentes instancias de decisión, vemos que ellos ya están en ese mundo, y nosotros
tratamos de establecer esos puentes, pero ya son lógicas diferentes. Porque la
investigación tiene su tiempo, toma su tiempo, no es lo mismo que tomar una decisión
política que tiene que ser, a veces en la premura. Entonces son lógicas de trabajo
diferentes y creo que más complementarias y que para eso falta muchos vectores y
mecanismos de transmisión para lograr esta difusión del conocimiento.
e. Sobre la cultura política. Luisa Fernanda: ¿Para usted que es la cultura política?
Profesora Massal: La cultura política, creo que, bueno, obviamente hay diferentes
formas de abordarlo, pero una cosa es que cuando se dice que alguien no tiene cultura
política, o si la tiene, por ejemplo, es tener un conocimiento sobre cómo funciona la
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política, las instituciones, la toma de decisión, etc.; para poder justamente formar su
propia opinión, que no sea simplemente que tal me dijo tal cosa, entonces si voy a
tomar esta decisión, sin tener las suficientes capacidades de análisis. Entonces yo diría
que la primera cosa es un conocimiento y segundo es una capacidad de análisis sobre
lo que está ocurriendo que le permita mantener su autonomía de pensamiento.
Luisa Fernanda: ¿Hay un link entre cultura política y cultura de paz en cada ciudadano?
Profesora Massal: Digamos que yo creo que la cultura política, tal como la acabo de
describir, sería lo básico, lo elemental para poder ir más alá y hacer un dialogo más
democrático, pero no es suficiente. Porque no es solamente que yo tenga, o que tu
tengas, o que otra persona tenga la capacidad de tener su propio juicio, sino también
de escucharse. Como decíamos, esta es la dificultad de este país. No hay una
suficiente tolerancia ante otros puntos de vista. Entonces ese es el problema
fundamental para pasar de una cultura política a una cultura de paz, creería que la
dificultad es que no hay una suficiente valoración de los espacios de dialogo. Muchas
veces se dice que la democracia si es muy bonita, pero el problema es que hay un
momento en que hay que tomar decisiones y no podemos convocar a todo el mundo
a opinar y todo eso. Y no se trata tanto de convocar en términos de cantidad de gente,
sino de representar la pluralidad de criterios y de opciones que hay. Y muchas veces
eso no se representa realmente. Entonces esa creo que es la dificultad, un problema
de participación y de representación política.
Luisa Fernanda: ¿Para usted las sociedades latinoamericanas es una sociedad que legitima
la violencia culturalmente?
Profesora Massal: Bueno, lo que he visto por mi experiencia y mis diferentes
estadías en países latinoamericanos es que en Colombia hay una tendencia, creo yo,
a culturizar mucho los problemas. Es decir, los problemas que tenemos son por la
cultura política. Creo que esta es una explicación que tiende a profundizar los
problemas más que a resolverlos, porque tiene a decir que las cosas son así porque
son parte del orden social, siempre ha sido así, somos así, los otros son asá, y entonces
no se puede hacer mucho al respecto. Entonces, en ese sentido, no sé si podría decirse
que hay una cultura política que promueva la violencia. No podamos decir eso, me
parece complicado hacer esas afirmaciones, pero creo que si hay unas prácticas
políticas y unas representaciones de los actores sobre si mismos que pueden ser
dañinas en ese sentido.
Luisa Fernanda: ¿Cree usted que la cultura de paz es necesaria en la sociedad colombiana?
Profesora Massal: Yo creo que básicamente es que las partes aprendan a escucharse
y para eso no sé cuál sea la receta exactamente, pero yo creo que no se va a lograr un
dialogo político si las personas siguen convencidas de que su punto de vista es el
único factible. Entonces, yo creo que desarrollar una cultura de paz implica una
capacidad de autonomía de pensamiento, como decía, de la formación -y no
solamente para la gente que accede a la academia, sino para otras situaciones-, no sé
cómo se pueda lograr eso, a nivel psicológico incluso, diría yo, porque creo que eso
se aprende desde pequeño, aprender a escuchar, a respetar al otro, etc., y a saber que
los problemas no se resuelven con conflicto, entonces yo creo que habría que ampliar, por lo menos a nivel académico, los estándares que tenemos. Pensar que no solamente
estamos aquí para aprender y para adquirir conocimiento sino también para
Anexos 177
transmitirlo. Por lo menos desde nosotros, la academia, como profesores transmitir
este conocimiento que permita este diálogo, pero me parece una pregunta bastante
complicada y amplia.
ENTREVISTA 12.
a. Información básica del entrevistado. Nombre: María Teresa Pinto
Universidad: Universidad Nacional de Colombia
Cargo: Directora de la Maestría
Maestría: Maestría en Estudios Políticos- IEPRI
Asignaturas: Universidad, Conflicto y Guerra, y Estudios sobre la
Guerra y la Paz.
Fecha de Entrevista: 21 de Mayo de 2014
b. Sobre la asignatura.
Luisa Fernanda: ¿es usted aun profesora de estas asignaturas?
Profesora Pinto: si, usted sabe, de todas manera que estos curso eran electivos
entonces, al ser electivos, no hacen parte del núcleo obligatorio, pero todavía hacen
parte del pensum del trabajo que hacemos.
Luisa Fernanda: ¿Cuál ha sido el objetivo principal de estos dos seminarios?
Profesora Pinto: el curso Universidad, Conflicto y Guerra, es como el contexto
previo del que se desarrolla en estos cursos; yo diría que por derecho propio el IEPRI,
cuando se formó hace 25 años, tuvo siempre en su agenda el tema de la paz, esa fue
una de las intenciones de crear un centro de pensamiento como el IEPRI y en ese
sentido el IEPRI ha desarrollado muchos, muchos seminarios sobre guerra, sobre
actores armados, pero también sobre democracia sobre paz; cuando yo organice ese
curso hace un año tenía en perspectiva, como continuar esa tradición del trabajo sobre
la guerra y la paz y pensar en una reflexión más global. Porque el IEPRI directamente,
por las perspectivas de los profesores, dicta muchos cursos, pero todos muy puntuales
sobre un actor armado especifico. El curso del profe Mario Aguilera, que es muy
valioso pero es sobre un actor armado especifico, los cursos de Ricardo Peñaranda
sobre memorias, que también abordan perspectivas sobre la guerra y la paz, pero
también nuevamente sobre temas puntuales, entonces luego como de hacer un
diagnóstico con los profesores y los estudiantes, consideramos que podría ser
pertinentes hacer un seminario más amplio que influyera una gama de variables más
amplia y más profunda.
Luisa Fernanda: ¿para usted profesora cual es el papel de los egresados de maestría en la
sociedad?
Profesora Pinto: acabamos de salir del proceso de acreditación y nos fue bastante
bien nos dieron 8 años, y esta es una pregunta muy interesante porque nos remite a
eso y es que cuando uno hace los consejos de acreditación está obligado siempre a
contactar a los egresados de una manera más juiciosa de lo que lo habíamos hecho
hasta entonces, y es muy interesantes mirar cómo ellos se están desempeñando. Yo
diría que hay un aporte muy importante en la maestría en la formación de
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
investigación en Colombia, tenemos muchos egresados que se desempeñan como
investigadores de un centro, educadores de las universidades de los Andes, de la
Javeriana, y también que se desempeñan como investigadores en ONGs, también
trabajan con el Estado investigadores, en el centro de memoria tenemos un profesor
jubilado y un egresado nuestro también, pues digamos que allí hay como una primera
área de trabajo.
Para nosotros también fue muy importante ver como en términos de la práctica
profesional los estudiantes muchos de ellos han utilizado las herramientas de
investigación que les ofrece la maestría para hacer trabajos más puntuales en temas
de políticas públicas y de intervención, yo diría como esos dos niveles en la que
hemos estado trabajando, bueno también hay muchos haciendo docencia en temas de
asuntos políticos y el tema de paz y guerra está allí siempre presente.
Luisa Fernanda: ¿por qué estas asignaturas son relevantes en los Estudios Políticos?
Profesora Pinto: yo diría en general que el caso de Colombia uno no puede pasar de
lado sin pensar en el tema de la guerra, yo empezaría diciendo esto, para una maestría
en asuntos políticos, ciencias políticas, abordar el tema de la democracia y la paz y la
guerra es casi que un desarrollo natural, yo creo que tu asistes a cualquier clase por
más rara que sea la clase, en algún momento el profesor tendrá que hacer referencia
pues a los temas que sean de la guerra y la paz, y en ese sentido yo creo que es como
una formación contextualizada para el caso colombiano. Siempre tiene que abordar
esos temas yo diría que en estos programas, en estos cursos específicos, el tema de
paz y guerra está allí siempre presente. Yo diría que estos temas, estos seminarios son
relevantes porque tratan quizás el problema más importante uno de los cinco
problemas más importante que tiene Colombia para resolver, yo diría que ese es como
la relevancia que tiene que tener.
Luisa Fernanda: ¿para usted que es cultura de paz?
Profesora Pinto: es una pregunta muy difícil entre otras cosas, yo diría que la cultura
de la paz es un proceso, el tema de la cultura de paz es un tema muy amplio, tiene
muchas aristas. Yo no me consideraría alguien específicamente que trabaja en cultura
de paz, pero efectivamente cuando uno mira como indirectamente con los temas que
uno trabaja, lo está trabajando, el tema de la democracia es un tema de cultura de paz,
el tema de la participación política claro que es un tema, el tema de la memoria a
través del campo de la cultura de paz. Yo diría quizás que la cultura de la paz es
aquello, es un proceso, son unos marcos de interpretación por medio de los cuales
logramos pasar de la resolución violenta a los conflictos a una resolución
democrática, sin violencia de esos mismos conflictos, esa apuesta por construir esa
Colombia que logre superar de manera pacífica, tramitar de manera positiva los
conflictos que la aquejan desde siempre
Luisa Fernanda: y en ese sentido, ¿usted cree que estas asignaturas contribuyen en la
formación de cultura de paz en sus estudiantes?
Profesora Pinto: la pregunta es muy interesante porque uno siempre que dicta clases
tiene como dos niveles. Un nivel formativo más abstracto, donde uno espera que los estudiantes, con las herramientas que cada uno tenga, puedan a ellos como
profesionales desarrollarles eso que tú dices, el compromiso con el país, los niveles
Anexos 179
de una cultura con la paz, con la democracia, con la participación; pero también uno
espera que haya un ejemplo de la clase misma de un estilo distinto de trabajo que
también incida personalmente en aquellos que incidan en las clases de uno. El nivel
más general de la cultura de paz yo diría que el diagnóstico de la guerra en Colombia
si se hace de manera acertada, si amplia el debate, si logra recoger las diferentes
miradas yo creo que ayuda a que podamos trabajar sobre la cultura de paz, no hemos
diagnosticado la guerra y no hemos logrado establecer sus mecanismo sus dinámicas
sus procesos, difícilmente podemos pensar la paz. Ya yo en este primer nivel, como
te digo, en este formar abstracto, allí hay como un interés, si bien es explícito en el
programa. En el otro nivel, yo creo que la universidad cumple un papel fundamental.
y es que si nosotros queremos trabajar por la cultura de la paz tenemos que empezar
a trabajar desde nuestras propias aulas, y nuestros espacios de trabajo así se trabaja
poder desarrollar espacios de discusión horizontal poder desarrollar espacios donde
la gente pueda hablar abiertamente sin que haya estigmatización, poder desarrollar
espacios donde la gente pueda desarrollar diferentes perspectivas, y así reconocer los
aportes de cada una de ellas yo sí creo que ayuda a construir una cultura de la paz
desde la individualidad y no solamente desde lo abstracto y lo teórico.
c. Sobre la metodología implementada. Luisa Fernanda: bueno profesora, por favor describa cual es la metodología de enseñanza
que utiliza en sus clases.
Profesora Pinto: yo en general considero que en cualquier nivel, pero digamos en un
nivel el de maestrías, el que tu revisaste, es un nivel de maestría en donde uno está en
presencia de personas con un alto nivel formativo, son personas que ya tienen
experiencia de vida muy valiosas, son personas que tienen información muy profunda
e importante; y en ese sentido, yo siempre creo que uno debe trabajar de manera
horizontal con esas personas reconociendo los saberes que ellos traen. Así no tengan
saberes profesionales y no tengan saberes técnicos y cartones formación universitaria,
pero la gente viene con mucho conocimiento sobre su experiencia vital de su saber,
porque sus abuelos han sido azotados por la violencia, porque ellos mismos han
vivido en ciudades violentas, es decir por mucho niveles del trabajo que han realizado
bases sociales y movimientos sociales, cada uno siempre viene con un saber y con
una experiencia de conocimientos.
Y a mí me gusta en mi clase empezar partiendo desde ese reconocimiento,
reconociendo que hay diferentes formas de producir el conocimiento y saber y que
evidentemente la experiencia de cada uno. Aún no se considera un espacio tan válido
como el que podemos encontrar en ejercicios sistemáticos y de lecturas de textos, me
gusta eso como estilo de trabajo, para la gente pueda hablar de manera más abierta. Entonces digamos viene con el segundo elemento, la lógica de seminarios siempre
supone que hay una dinámica más horizontal, que la gente pueda dialogar
permanentemente, que la gente pueda hablar y participar, es un simple espacio, hay
veces la gente es tímida o no ha hecho la lectura, pero si siempre tratar de generar un
espacio de debate y de encuentro, que el salón de clase sea un espacio de debate
horizontal donde la gente abiertamente pueda expresar distintas y diferentes
opiniones. Que las personas que tienen opiniones un poco más de derecha se sientan
a gusto en plantearlas y aquellas que sea un poco más de izquierda también se puedan reconocer en ese dialogo y que más allá que estemos equivocados o no, hay posturas
distintas, éticas, políticas, morales eso también me gusta hacerlo. En clases, construir
ese espacio de diálogo permanente, me gusta construir un espacio también crítico,
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
que los estudiantes puedan desarrollar una perspectiva crítica cuando se aborda una
lectura, no simplemente la idea de que ‘el profesor dijo’, ‘la lectura nos muestra’, sino
que uno pueda decir ‘bueno pues él dijo y mi opinión en cuanto a eso’, ‘yo opino una
cosa distinta’ o ‘mi experiencia es distinta’ o ‘me parece que aquí hay como una
dificultad analítica metodológica’. Y sí, esos son los tres elementos fundamentales
como metodológicos de estilos de clases.
Luisa Fernanda: ¿qué métodos de calificación utiliza en sus clases?
Profesora Pinto: yo creo que he tenido como varios métodos, uno en general, no me
gustan los parciales porque no recogen eso del dialogo que estamos hablando, en
general me gustan trabajos finales, que los estudiantes puedan hacer un último ensayo
donde aborden uno de los tantos temas los estudiantes hablen o aborden uno de los
tantos temas que se trabajaron. Eso me gusta, que uno sienta que los estudiantes
aprendan, que no se desviaron del conocimiento por medio de la lectura de un
documento, de un trabajo final, que recojan las discusiones, pero que él o ella, en el
trabajo final, pueda colocar su postura, su lugar, su reflexión propia. Me gusta mucho
la modalidad de reseñas críticas, porque es una buena manera de hacer que los
estudiantes lean, muchos de los estudiantes de maestría, sobre todo que tienen tanta
premura por el tiempo porque trabajan, no es fácil que hagan una lectura sistemática
de los textos, me gusta que lean como una garantía que se puedan desarrollar de
manera sistemática, me gusta también evaluar la participación, que la gente hable y
debata en clase, me gusta que la gente participe y hable bastante en clase y bueno me
gustan los talleres, que uno pueda desarrollar dinámica de trabajo entre los
estudiantes, porque efectivamente cuando una clase es plana, la misma manera, la
misma forma, se aburre entonces uno pueda tener estrategias distintas, talleres donde
uno pueda cartografía social por ejemplo yo dicte en el curso, de cartografía social y
guerra hemos hecho como tipo talleres, tecnografías, etc., como un mecanismo para
recurrir a varias herramientas, para ser un poco más dinámicos en el salón de clases.
Luisa Fernanda: ¿Cuál es el papel del profesor, en cuanto a mediador pacifico de la
resolución de conflictos en la clase?
Profesora Pinto: claro, no es fácil de lograr, porque el profesor tiene que mostrar,
tiene que lograr el espacio. El primer espacio que uno tiene que lograr, es la confianza
en el salón de clases en las universidades públicas, yo no sé si tú te has dado cuenta
que hay temas tabús, el estudiante que tiene más una postura de derecha critica algún
actor armado frente a otro. Esos estudiantes pueden sufrir estigmatización y perjuicios
dentro del salón de clases, tenemos un estudiante o un profesor yo no me acuerdo en
este momento de la universidad del ejército de la escuela superior de guerra, entonces
para mí es muy importante generar espacios donde la gente pueda hablar, y pueda
hablar de lo que cree de verdad. Porque no debe ser así, pero en la universidad, hay
muchos escenarios de censura y los estudiantes mismos lo sienten, entonces los
estudiantes evitan esos temas que no van a ser bien recibidos dentro del salón de
clases.
Yo creo que ese un primer escenario en donde uno debe tratar temas de cordialidad
permanente un espacio de cordialidad en donde haya una posibilidad de dialogo real
y genuino y en ese sentido la función del docente es mostrarse siempre de lazarista, porque si el profesor está muy recargado frente a las perspectivas contra la otra e
inmediatamente siempre se contagian los estudiantes, el estudiante siente porque el
Anexos 181
profesor ya tomo partido. Un profesor, en caso mío en particular, no quiere decir que
todos lo tengan que hacer de la misma manera, yo trato de ser más equilibrada, cuando
uno siente que se está desequilibrando hacia un argumento uno trata de citar el otro
tema para lograr que los estudiantes mismos en su perspectiva analítica fijen su
postura abierta y de dialogo para empezar a oír los argumentos que no son los que
ellos oyen. Yo creo que es importante generar ese espacio de confianza de cordialidad
y que nos empecemos a acostumbrar a oír argumentos que no nos son cómodos y que
podamos respetarlos inicialmente, lo podamos tramitar y le podamos dar su lugar en
el salón de clases.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de
paz. Luisa Fernanda: ¿usted cree profesora que los estudiantes de maestría deberían aprender
cultura de paz en la universidad, pero haciendo énfasis en el nivel de maestría?
Profesora Pinto: eso debe ser así, la universidad debe apostar para la paz, la
reconciliación, debe aportar a la democracia, pero cuando tu miras el que hacer
especifico, yo creo que nosotros tenemos fundamentalmente dos problemas y es que
la universidad en su estructura interna no es un espacio para digamos en su
cotidianidad, más allá de lo formal en las clases, la universidad no es un espacio de
construcción de una cultura de paz y mi hipótesis de trabajo que yo desde hace días
vengo trabajando sobre eso, y espero seguir trabajando sobre eso, es que la
universidad no es un espacio de dialogo real. Entonces cuando no hay dialogo cuando
no hay una deliberación horizontal no hay un encuentro tú no puedes construir si tu
estigmatizas al otro.
Una universidad que todavía la violencia es un mecanismo recurrente dentro de ella,
justificado o no, creo que es un debate muy amplio y muy complejo, pero creo que
un espacio que se puede construir cultura de paz, digamos que allí ese primer
escenario en donde debería. Pero eso no quiere decir que la otra parte de tu pregunta
que hay que hacer estudios formales de cultura de paz y yo pensaría que un estudio
formal de cultura de paz debería pasar porque todos los estudiantes de todas las
universidades tomen un curso de historia de Colombia o historia, para que sea un
espacio de debate porque los ingenieros, los trabajadores sociales, los politólogos
todos y cada uno de nosotros debería tener un conocimiento básico para poder de
verdad salir con una idea y ya ver como aportan ellos en la formación de este país.
Pero el aislamiento de las ciencia sociales y las ciencias duras de este país, hacen que
esos espacios de diálogos y encuentros no se puedan dar y entonces, claro en el
pregrado debería haber ese curso, pero eso debería ser por fortalecido en el postgrado
debería pensar de verdad que los docentes deberían ser informativos, tener eso como
permanente. Yo te digo, en mi trabajo con los estudiantes en el salón de clases
deberían ser más democráticos, deberían ser más presentables, más generosos, menos
estigmatizadores en el salón de clases, pero también formalmente deberíamos notros
todos trabajar en esa perspectiva y tu curso no lo aborda explícitamente, pues claro
que deben haber cursos más formales pero eso debería en un país en guerra o en un
país que quiere construir la paz eso debería iluminar todo el pensum de todas las
maestrías y no lo hemos podido hacer, todavía no.
e. Sobre la cultura política.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Luisa Fernanda: ¿qué es la cultura política para usted?
Profesora Pinto: hay que hacer un curso de cultura política aquí en la maestría, esa
es una pregunta maravillosa, un curso de cultura política aquí en la maestría. A mí
me encanta cuando la gente dice que aquí en Colombia no hay cultura política,
entonces tenemos una mirada moralista a la cultura política, si hay algo bueno es la
cultura política, que si no hay eso, entonces es malo. Y yo diría que no, que siempre
hay cultura política, el clientelismo es un tipo de cultura política, la corrupción es un
tipo de cultura política, y en ese sentido yo definiría la cultura política quizás como
los mecanismos simbólicos que le dan contexto a nuestras acciones.
Entonces la corrupción en sí misma puede ser un hecho material, pero detrás de la
corrupción hay un montón de mecanismos explicativos justificatorios que hacen que
eso sea una cosa natural en nuestro contexto. La cultura política es ese escenario de
mediación en donde le damos sentido a nuestros actos y eso obviamente es súper
importante porque detrás de cada acto, de la violencia, de la violación del maltrato
intrafamiliar, la corrupción hay una estructura que media y la justifica y la promueve.
Luisa Fernanda: en ese sentido profesora ¿para usted en la cultura política de cada ciudadano
se ve reflejada su cultura de paz también?
Profesora Pinto: claro, debería estar también reflejada, tú tienes la razón. Uno podría
pensar, es difícil, uno podría pensar que la cultura política es lo general, digamos un
escenario más amplio y la cultura de paz debería ser como un horizonte trasversal que
atraviesa la cultura política. Entonces si la cultura política, digamos, la distinguimos
entre cultura institucional, digamos la relación que uno tiene con las instituciones, la
cultura política que uno puede definir entre los ciudadanos en sí mismos, uno
supondría que la cultura de paz es ese eje trasversal que debería iluminar todos los
aspectos de la cultura de un país. Entonces yo como me relaciono con el estado eso
tiene una mediación con el tema de la paz, yo como me relaciono con los otros
miembros de la comunidad que hago parte, como ejerzo mi rol familiar, si lo ejerzo
desde una perspectiva de la dominación horizontalmente, eso claro que tiene aspecto
posterior en la cultura de paz.
Luisa Fernanda: ¿está de acuerdo con que el caso colombiano, de la búsqueda de la paz y
tratar de encontrar soluciones pacíficas a la guerra tiene relevancia en un análisis más global
o latinoamericano? Muchas veces en Colombia se cree que el conflicto armado es un caso
único e irrepetible, pero de nuestro caso se pueden sacar conclusiones de alcance global.
Profesora Pinto: no yo estoy completamente de acuerdo con lo que tú dices, yo
compartiría el diagnostico que tú haces que esa idea de somos hiperexepcionales más
que favorecernos ha impedido que podamos establecer un intercambio fluido con
otras realidades y conflictivas en guerra, eso me parece muy valioso lo que dices y si
creo que hay que superar eso porque evidentemente Colombia tiene particularidades,
pero también comparte dinámicas con otras regiones y otros países que han sufrido
la guerra.
Además yo creo que en este momento Colombia tiene que empezar a conectarse con
los otros países en guerra, o con otros países que han tramitado los conflictos, entonces yo sí creo que la universidad nacional y las otras universidades del país que
están trabajando ese tema deberían empezar a localizar de manera directa a la gente
Anexos 183
de centro américa, a la gente de Perú, a la gente de África, a los países de Asia, que
con distintos escenarios contextos y herramientas han tramitado sus conflictos, han
tramitado agendas de paz, que conocen sus particularidades y dificultades. Yo sí creo
que en ese intercambio nosotros, desde nuestro lugar, vamos a poder aportar mucho,
porque Colombia, la verdad es un espacio, un laboratorio de construcción de paz en
muchos niveles. Cuando uno encuentra la gente de las ONG trabajando en esos temas
uno se quita el sombrero, realmente es gente que trabaja mucho y como Colombia ha
tenido cierto nivel de prosperidad económica, tiene mucha autonomía política,
económica y social para tramitar. Entonces yo estoy de acuerdo contigo que parte de
lo que debería tramitar es conectarse más, exportar sus conocimientos sobre la guerra
y el trámite de las perspectivas de paz y obviamente en ese exportarlo también nos
llegaran muchas valiosas ideas de lo que nosotros podemos hacer.
Luisa Fernanda: ¿cree usted que la sociedad colombiana es una sociedad culturalmente
violenta?
Profesora Pinto: esa pregunta es una pregunta muy difícil porque eso es una, yo a
veces tiendo a pensar que no, y otras veces tiendo a pensar que sí, y voy a decir por
qué sí y quizás lo voy a justificar por qué no. Qué sí, porque cuando uno ve a esas
historias de los vecinos que se agarran a puño porque uno tiene el volumen muy alto
y el otro tiene un revolver, terminan dos familias enfrentadas por una rumba, cuando
uno no ve los temas de violencia intrafamiliar, eso es una cosa dramática de verdad a
la que exponen los niños, la familia, uno dice dios mío, qué explica esto, que
realmente es cultura, que parece impregnado en cado uno de los colombianos; cuando
uno visita esos espacios institucionales y mira como tramitamos nuestros conflictos
institucionalmente, uno dice allí hay algo raro que trasciende la violencia, que se
pueda dar en el campo que está en nuestro código genético.
Pero por el otro lado esas explicaciones no me gustan tanto, porque me parece que
nos quitan agencia, pareciera que ya estamos predestinados a ser violentos y esto
afecta nuestras vidas desde creer que no tenemos que hacer, sino que disponernos a
vivir matándonos los unos a los otros. Creo que esa pregunta no es fácil y para
salvarnos en salud deberíamos trabajar en los dos niveles, en esos espacios de cultura
que para poder hacer de nuestra sociedad una sociedad más armónica, más pacífica,
más generosa, menos inequitativa en términos de la cultura, pero también hay que
trabajar en términos institucionales en un país también con estructuras democráticas,
más consolidada con procesos colectivos, más generadores de bienestar para todos,
creo que allí legan los dos retos de Colombia.
ENTREVISTA 13. a. Información básica del entrevistado.
Nombre: Victoria Whittingham
Universidad: Universidad Nacional de Colombia
Maestría: Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos
Asignatura: Migraciones Internacionales y globalización: contradicciones y
oportunidades
Fecha Entrevista: 21 de Mayo de 2014
b. Sobre la asignatura Luisa Fernanda: ¿es usted aun profesora de la asignatura Migraciones Internacionales y
globalización: contradicciones y oportunidades?
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Profesora Wittingham: Si quiero enseñar y como es un seminario electivo, si yo
quiero. Si soy profesora lo puedo enseñar.
Luisa Fernanda: ¿Durante cuánto tiempo o desde cuando ha dictado usted esta asignatura?
Profesora Wittingham: Pues en realidad yo llevo cuatro años en Colombia y solo la
he dictado o sea la dictado dos veces en dos universidades distintas en Colombia pero
es un tema que he trabajado hace mucho tiempo, lo trabajo. , la materia en sí no la
había ofrecido acá y porque antes yo trabajaba fuera de Colombia y allí trabajaba
migraciones porque allí era como evidente. Aquí no me pareció tan claro, pero en
realidad si me sorprendió la acogida y la necesidad grande que hay.
Luisa Fernanda: ¿Cuál es el objetivo principal de esta asignatura?
Profesora Wittingham; Ahí, me tocaría ver el programa que es como a uno le queda
tan claro cuando elabora el programa, ya no me acuerdo. Yo pienso que el objetivo
principal era un poco conocer, analizar el fenómeno de la migración relativamente
contemporánea aunque tocamos un poco la historia de las migraciones, pero me
parece súper interesante el fenómeno pegado al proceso globalizador. Me parece que
además ha sido como subestimado el movimiento migratorio, o sea, lo que significa
las migraciones en el mundo contemporáneo, entonces me parece muy interesante
además pegarlo, el fenómeno globalizador en lo económico, en lo social, en lo
político, en lo cultural.
El objetivo era un poco como el objetivo era un poco como abordar esto desde un
punto analítico y muy crítico porque pues me parece que en ese nivel es como debe
abordarse las materias, entonces muy que los estudiantes trabajaran en temas que
abordaran las cosas desde los diversos interés, esa es una de las cosas que más me
gusta de esa materia.
Pienso volverla a dictar, y es que me encantan los grupos multidisciplinarios, este es
un fenómeno como multidisciplinario o igual que casi todo el pensamiento ha estado
dominado por algunas disciplinas, como la economía, fundamentalmente con la
economía, pues todo el pensamiento occidental ha estado dominado por la economía
pero bueno, algo de geografía empieza a haber, pero cuando ya tú tienes, que me
encanta, antropólogos, arquitectos, abogados, sociólogos, eso enriquece muchísimo.
También creo es un objetivo indirecto lo tiene que creo que con tu tesis, es que como
que la gente entienda que una mirada parcial es siempre insuficiente cuando un
fenómeno es complejo y todos los fenómenos son complejos, es juntar miradas
particulares y obligarlos un poco a entender la mirada del otro y a entender que lo que
haces es enriquecernos que no se compite, no es una competencia de saber sino una
un encuentro me parecía fundamental aquí ese era como mi objetivo, los objetivos
implícitos y los explícitos
Luisa Fernanda: ¿Por qué es este tema relevante en los Estudios Políticos?
Profesora Wittingham: Pues, yo creo que es un tema relevante en todas las ciencias,
particularmente en la ciencia política porque es un problema de poder, es un problema
de poder y es un problema como de los pulsos entre el primero y el tercer mundo. El conflicto más grueso que está allí es de todas manera esta división del planeta como
entre los que tienen y de los que no tienen, y el fenómeno migratorio es una respuesta,
Anexos 185
natural, a mí me parece casi visceral, si, a una división a un planeta tan desigual y
adentro del fenómeno hay mil conflictos. O sea, se fractura en un montón de
conflictos pequeñitos, entonces a mí me parece que para la teoría política es
fundamental entender esto.
A mí me parece que la globalización trae de todas maneras, primero que la
globalización es un fenómeno consolidado, entonces eso ya si te gusta o no te gusta,
yo le decía a mis estudiantes que yo tuve camiseta no a la globalización pero ya es un
fenómeno consolidado en esos nuevos términos de gobernanza, esos nuevos términos
geopolíticos internacionales, que es la migración y como hacemos para comprender
un fenómeno que es terriblemente complejo e interesante y muy humano, no sé cómo
decirlo de otra manera, muy poner a prueba como todas las creencias, los saberes,
porque confronta cultura, confronta creencias, confronta formas culturales, las
comidas los hábitos.
Yo he vivido muchísimo tiempo fuera, eso es otra ventaja, he sido, soy y seré
migrante casi siempre, es un fenómeno muy muy interesante y desde luego para la
ciencia política porque pues está allí es una expresión más, de esos arreglos
geopolíticos sociales, económicos, planetarios, más que nunca; porque antes la
migración era un fenómeno individua y la migración contemporánea es un fenómeno
colectivo y eso la hace supremamente interesante
Luisa Fernanda Profesora, ¿para usted qué es la cultura de paz?
Profesora Wittingham: Que bonita pregunta, pues yo creo que la cultura de paz es
ponernos de acuerdo todos en que construir la paz, es un problema cotidiano, y por
lo tanto se construye en cada uno de los espacios y en cada uno de los espacios de la
cotidianidad. Entonces se construye en el aula de clases no solo porque es una materia
sino en cómo eres como profesor, se construye en la pareja porque cómo eres con tu
pareja, se construye en la calle por cómo tratas la ciudad, se construye en uno mismo
en cómo uno se trata por el grado de autoestima, por el grado de la capacidad para
perdonarse para reconciliarse, y yo creo que la cultura es como esa construcción.,
como ese acuerdo colectivo tácito de, en efecto podemos convivir. Creo que en
Colombia no existe, cuesta mucho convivir; yo considero que la gente que vota los
papeles en la calle, que la gente que no recoge el popo de los gatos, de los perros, es
violenta.
Es como ese acuerdo colectivo tácito, explícito o implícito que queremos convivir y
de que queremos; ¿sabes también lo que es la cultura de paz? es saber que somos
parte de un tejido, de un tejido que no somos ruedas sueltas, somos eventos
individuales sino que somos eventos colectivos y que formamos parte de un tejido
más grande y que si yo lesiono el tejido me lesiono yo mismo yo creo que esa es la
cultura de paz
Luisa Fernanda: Muchas gracias. ¿Usted cree que su asignatura contribuye en la formación
de cultura de paz en sus estudiantes?
Profesora Wittingham: Yo creo que en la metodología y en la temática si porque yo
creo, a mi yo tengo a todos mis estudiantes aquí en la cabeza porque acabamos de terminar, y es súper interesante porque, aprendes a ver mínimo desde dos perspectivas
o sea que no, todos hacemos juicios de valor, el problema no es hacer juicios de
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valores el problema es no dudar de los juicios de valor de uno.
Cuando llegamos al tema de las migraciones yo trato de que ellos entiendan el
fenómeno de quienes por ejemplo, de quienes la reciben que difícil de entender, aquí
todo mundo si piensa como yo seria, yo soy a quien le corresponde migrar, pero
entonces nosotros en la clase tocamos migraciones campesinas, migraciones
indígenas, que no es una forma con el desplazamiento forzado pero es migración,
entonces, todos a veces condenamos afuera, decimos no, porque claro el racismo y
en ese sentido pienso que la temática obliga a entender; también muestra cómo los
conflictos son inevitables, yo creo que uno de los problemas es en equiparar paz,
hacer de la paz un sinónimo de que tu tranquilidad, mermelada, cuando en realidad
la paz es la capacidad de manejar el conflicto de entender que el conflicto es parte de
la vida cotidiana, que tu discutes con tu pareja no es necesario matar y que el conflicto
es sano es productivo, el conflicto es una forma de aprender. Nosotros tuvimos
conflicto en clase entera, porque nosotros teníamos unos chicos todos particularmente
los de historia, además sorprendentemente los de historia eran supremamente
conservadores, uno hablaba venezolano, venezolano es un antichavista y el otro era
un chico que había estudiado su pregrado en Estados Unidos con una visión bastante,
un abogado con una visión distinta en la manera de ver la realidad, y teníamos
conflicto.
c. Sobre la metodología implementada
Luisa Fernanda: quisiera profundizar un poco más sobre la metodología que usted utiliza en
sus clases.
Profesora Wittingham: todos los seres humanos responden perfectamente bien a la
delegación de responsabilidad, no al principio porque no están tan acostumbrados
entonces delegas y el valor esperado es que fallen y fallan; si tú crees que pueden leer
o no leer lo más seguro es que no lean, al inicio, pero luego es todo un proceso de
construcción.
Es una metodología en que casi todas las clases se hacen exposiciones sobre temas
vividos, desde el principio, y temas y cada clase ellos hacen exposiciones y yo
resuelvo, yo cierro la clase, recojo lo que han dicho, corrijo lo que han dicho, corrijo
lo que está mal. Les doy unas pautas metodológicas sobre cómo se va manejar el
tema, pero lo que me interesa es que lean, interpreten, se aventuren, analicen, busquen
otras fuentes, entonces les doy material yo manejo Dropbox, entonces yo les tengo
todo el material en la línea allí metido, si más unas referencias adicionales y si ellos
quieren, pero siempre les digo ustedes me pueden cambiar las lecturas por unas
mejores, si usted me dice no profe es que ese libro a me parece que no, me encontré otro que es mejor y yo digo que sí, usted me cambia la fuente listo, entonces es como
muy investigativo.
La metodología es más analítica que cualquier cosa, como los obligo a ellos a
arriesgarse a interpretar, a leer, eso significa que tiene muchas notas también, a mí
me gusta que tengan muchas notas, es una metodología fundamentalmente
participativa, entonces ellos exponen, los otros hacen preguntas, debaten, se sacan los
ojos y al final yo resuelvo, los oigo a todos. Me gusta que se arriesguen sin miedo, es algo agradable en mi clase y es que aprenden a pensar a hablar y a cometer errores
también a decir lo que piensan, lo que opinan, o lo que no pueden opinar con respaldo,
si yo detesto eso, ya sabemos que lo detestas ahora dinos por que como, de donde
Anexos 187
sale, todo eso, yo creo que, es un seminario Alemán, lo más parecido a un seminario
Alemán, ya para concluir.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de
paz
Luisa Fernanda: ¿Para usted cual es papel de los egresados de la maestría en la sociedad?
Profesora Wittingham: Pues, yo sí que creo que hay una diferencia, porque de todas
estas como que la pregunta hay una diferencia entre pregrado y maestría, si esta como
por detrás. Yo sí creo que hay una diferencia, yo creo que en pregrado la gente sale
un poco a conocer cómo es trabajar, ni siquiera el mercado laboral que aquí ni existe,
como es trabajar si esta de buenas, como es ya no ser hijo, como es empezar a ser
grande, el pregrado es como eso, y la maestría en general, todos tenían experiencia
laboral, yo tenía profesores de otras universidades. Entonces yo sí creo que lo que la
maestría les debe dar, porque es que si no te puedo contestar la otra, es la capacidad critico analítica, esa capacidad de entender la diferencia, de explotar la diferencia, de
entender la diferencia como un capital para el conocimiento y para la vida.
Tu eres mucho más inteligente si eres capaz de entender dos miradas opuestas que si
solo entiendes una, que para eso no se requiere mayor interés; a mí me parece que las
maestrías hacen eso y en las universidades que lo hacen esa gente va a dar un valor
agregado en su vida laboral y en su vida ciudadana porque va a tener esa capacidad
de profundizar, va a ir más allá de la superficie, yo no creo que el pregrado permita
eso yo creo que el pregrado le permite ver al chico la superficie y están felices de ver
la superficie ya saben que es una superficie plana para poder describir, pero no la
pueden analizar yo creo que la maestría que ya han avanzado en la profundidad.
Luisa Fernanda: ¿Usted cree que los estudiantes deben aprender cultura de paz en la
universidad, sobre todo en el nivel de la maestría?
Profesora Wittingham: yo creo que los estudiantes, yo creo que las universidades
deben ser espacios de construcción de paz en sí mismas, creo que de alguna manera
lo son en general. Me parece que hay que construirlo desde el pregrado, sí que pienso
que dado que la maestría debe profundizar en la capacidad crítica y analítica de los
estudiantes, si creo que estudiar el conflicto en todas sus expresiones, póngameles
que si estuviéramos estudiando genética o geología o micro biología, allí también hay
conflicto es decir la naturaleza vive en conflicto.
O sea, lo que quiero decir es que la esencia del conflicto no es la paz y hemos
empezado a pensar así y pareciera que el conflicto hay que enseñarlo en ciencias
política, en sociología, en psicología, si acaso, pero en biología no, en geología no,
matemáticas no y mentiras, también. Entonces sí que creo, creo que la manera de
hacerlo es enseñándole a la gente a entender el conflicto en general como una fuente
de conocimiento, como un espacio, como un potencial y no como una amenaza, como
una oportunidad, a ver si no nos oyen y no como una amenaza porque siempre el
conflicto se ve como una amenaza entonces genera miedo y el miedo es irracional.
Entonces creo que lo debe hacer, lo que no así tal cual, como que vamos a enseñar
cultura en paz como materia no me parece. Yo creo nos falta cultura entre los profesores, entre los estudiantes. Pero no es por el conflicto, sino como lo manejamos,
incluso al interior de la universidad. Yo no sé si enseñarla como cultura de paz lo que
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sí creo es que la universidad por su propia naturaleza, por el sentido que tiene, por el
sentido con el que nació es un espacio para la construcción de paz, para la
construcción de sujetos capaz de convivir más que construcción de paz, porque a
veces la gente piensa que la paz se puede construir, no que es una cosa que se puede
analizar y la construimos y en realidad es mucho más es una cosa es algo que se
aprende en el día a día, en cada caso. Hay profesores que me lo dicen, los profesores
de ciencias políticas, llegan a clases y hacen arengas políticas en lugar de dictar
clases, yo pienso que eso es violento, así tengan razón, yo creo que eso es violencia
si entonces es eso, si creo que la universidad es un espacio que enseñe a vivir a
convivir.
e. Sobre la cultura política Luisa Fernanda: ¿Para usted que es la cultura política y esta ella relacionada con la cultura
de paz de cada ciudadano?
Profesora Wittingham: Yo creo que la cultura política es la capacidad que tenemos
todas y todos de vivir en espacios de poder, territorios de poder yo creo que esa es la
cultura política y es la capacidad de resolver, vivimos en espacios de poder en los
cuales se expresan diversidad de intereses y necesidades, es la capacidad de resolver
esas diferencias en esos espacios de poder sin que resultara la violencia física, o sea
sin resaltar la violencia en el otro, eso es lo que yo creo que la cultura política.
ENTREVISTA 14. a. Información básica del entrevistado.
Nombre: Lucia Picarella
Universidad: Universidad Católica de Colombia
Maestría: Maestría en Ciencia Política con énfasis en Paz e Integración.
Asignaturas: Historia de las Instituciones Políticas
Fecha de Entrevista: 5 de Junio de 2014
b. Sobre la asignatura.
Luisa Fernanda: ¿Es usted aún profesora de la asignatura Historia de las Instituciones
Políticas?
Profesora Picarella: Si, actualmente soy profesora de dos asignaturas:
instituciones políticas y sistemas políticos y electorales comparados.
Luisa Fernanda: ¿Cuál es/fue el objetivo principal de su clase?
Profesora Picarella: El objetivo principal de mis clases siempre es dotar los
futuros politólogos de un significativo conjunto de las herramientas
cognoscitivas necesarias para analizar nociones claves en el plano de lo
político, cuales son, entre otras, el poder, el orden, la autoridad, el consenso,
la participación, las leyes, la legitimidad y la rica diversidad de valores y
cosmovisiones del mundo que han dado su razón de ser y su identidad a las
múltiples culturas humanas que han existido. También se procura proveer
elementos teóricos y más prácticos para entender el sentido y la evolución de
cada sociedad y cada civilización, preparando el terreno para abordar la
política nacional, regional e internacional.
Luisa Fernanda: ¿Por qué es esta asignatura relevante en la Ciencia Política?
Anexos 189
Profesora Picarella: Estas son asignaturas básicas para un politólogo, ya que
enriquecen la capacidad de comprender teorías, ideas y conceptos políticos
desarrollando la lógica y el razonamiento, con el fin de descubrir la esencia
de la configuración y de la organización política de la sociedad y, mediante
el método comparativo histórico-politológico, promover la adquisición de
una visión multicultural de los procesos políticos.
Luisa Fernanda: ¿Para usted que es cultura de paz?
Profesora Picarella: Me identifico exactamente en la definición de las
Naciones Unidas, la cultura de paz consiste en una serie de valores actitudes
y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos
tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el
diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las naciones.
Luisa Fernanda: ¿cree usted que su asignatura ha contribuido en la formación de cultura de
paz en sus estudiantes?
Profesora Picarella: Claramente, espero que mis asignaturas hayan
contribuido a fortalecer el sentido de paz de cada uno de mis estudiantes.
c. Sobre la metodología implementada. Luisa Fernanda: Por favor describa cuál es la metodología de enseñanza que utiliza en sus
clases.
Profesora Picarella: Lección magistral, profundización en cada clase,
sección de temas específicos, auxilio para los estudiantes con diapositivas,
gráficas y datos.
Luisa Fernanda: ¿En su clase da espacio a los estudiantes para la discusión de ideas y debate
abierto?
Profesora Picarella: Claro, es fundamental un debate abierto para averiguar
si los estudiantes han aprendido, para fortalecer el interés y enriquecer de
nuevas reflexiones las clases.
Luisa Fernanda: ¿Cómo asegura que los estudiantes escuchen las ideas de los otros y
entablen un diálogo recíproco?
Profesora Picarella: Dejando abierto el debate, todos pueden participar,
contestar al otro etc. Y claramente si hay estudiantes que no participan, yo en
calidad de docente pregunto directamente a ellos cual es la opinión que tienen
sobre el tema que se está debatiendo.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de paz.
Luisa Fernanda: ¿Cuál es el papel de los egresados de maestría en la sociedad?
Profesora Picarella: Los egresados son profesionales de las áreas de las
ciencias sociales y humanas (derecho, economía, ciencia política, administración pública, historia, filosofía etc.). Los egresados tendrán
fortalezas en investigación mediante el dominio de la metodología
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
politológica necesario para entender e interpretar de manera propositiva los
acontecimientos.
Luisa Fernanda: ¿Cree que los estudiantes de maestría deben aprender cultura de paz en la
universidad? ¿Cree que el nivel de maestría es un nivel en donde lo deben aprender?
Profesora Picarella: Creo que un acercamiento a la cultura de paz tiene que
ser desarrollado desde la infancia, y claramente profundizado durante el
normal desarrollo de la persona.
Luisa Fernanda: ¿Cree usted que la Academia debe participar activamente en la
construcción de una cultura de paz?
Profesora Picarella: Claro que sí.
Luisa Fernanda: ¿Por qué la Ciencia Política debe interesarse en el tema de la paz?
Profesora Picarella: El tema de la paz es un tema básico de la politología. A
partir de la antigüedad, el pensamiento sobre la dicotomía paz/guerra se
desenvuelve en las diferentes áreas y ramas de la ciencia política,
inaugurando una larga serie de estudios que resultan hoy en día siempre más
significativos.
e. Sobre la cultura política. Luisa Fernanda: ¿Cree que en la cultura política de cada ciudadano se ve reflejada la cultura
de paz? ¿Para usted que relevancia tiene el papel de la Academia en la construcción de la
sociedad colombiana?
Profesora Picarella: Siempre sería deseable que la cultura política de cada
ciudadano pueda reflejar una cultura de paz, pero en realidad no siempre es
así. En Colombia, la academia está desarrollando un papel muy relevante en
el sentido de construcción de la sociedad, y creo que en un corto tiempo los
resultados serán significativos.
Luisa Fernanda: ¿Qué es la cultura política para usted?
Profesora Picarella: Esto es un tema muy complejo, objeto de numerosos
estudios en la ciencia política. Mi educación cultural y profesional
interdisciplinaria, me empuja a decir que cultura política puede ser entendida
como la toma de conciencia de parte del ciudadano de todo lo que caracteriza
el sistema político e civil del que hace parte, ciudadano que a partir de este
interés se pone como protagonista del desarrollo político y civil de este
sistema.
Luisa Fernanda: ¿Cree usted que la cultura de paz es necesaria en nuestra sociedad? ¿Y en
la sociedad latinoamericana?
Profesora Picarella: Por supuesto. En todas las sociedades hay
necesariamente que desarrollar una cultura de paz.
Anexos 191
ENTREVISTA 15.
a. Información básica del entrevistado. Nombre: Flor Alba Romero
Universidad: Universidad Nacional
Cargo: Asesora del Programa de Convivencia y Cotidianidad,
Dirección Nacional de Bienestar, Universidad Nacional de Colombia,
Sede Bogotá.
Fecha de la Entrevista: 7 de Julio
b. Conflicto y paz definiciones y aproximaciones teóricas. Luisa Fernanda: ¿Cuáles son las mejores aproximaciones teóricas a los conceptos de
conflicto y paz que nos permiten acercarnos a un proceso de construcción de paz?
Profesora Romero: El primero es Johan Galtung, que tiene una propuesta que se
llama el método transcend de trascender el conflicto, o sea él lo que dice es que el
conflicto se puede transformar, transformar en positivo. Digamos que desde la mirada
de Galtung el conflicto hace parte de la historia de la humanidad, los conflictos
siempre existirán, lo importante es reconocerlos y saberlos transformar para avanzar.
La otra persona es Juan Pablo Lederach, es una persona que también habla de cómo
los conflictos no se pueden eliminar y que lo importante es saberlos manejar,
cambiarlos de lugar, organizarlos, verlos como algo positivo, como motor de la
sociedad, ambos tienen una postura muy parecida desde la mirada del conflicto.
Hay un sociólogo ingles que se llama Ralf Dahrendolf, el hizo un texto de la
sociología de los conflictos, él hace una clasificación de los conflictos nuevos y
económicos, hace una tipología muy grande y, finalmente, él también dice que los
conflictos, siendo inherentes a la condición humana, hay que saber canalizarlos. Esos
tres autores te van a dar una mirada positiva del conflicto, entendiendo que la
violencia es una forma equivocada de responder al conflicto básicamente.
Bueno, entonces ahí me decías como de la cultura de paz, no sé si me adelanto pero
tiene que ver básicamente con la forma adecuada de tramitar o de mediar los
conflictos. ¿Por qué los conflictos a veces escalan y se salen como de su marco normal
y se sobredimensionan o se exageran? Porque en muchos casos no hay comunicación,
la comunicación, es fundamental y la comunicación no es solo que yo hablo; esta
sociedad, esta cultura occidental es una sociedad que habla mucho y escucha muy
poco, entonces hay que aprender a escuchar, ponerse en la piel del otro, no en los
zapatos si no en la piel del otro en primer lugar. En segundo lugar hay unos criterios
muy bonitos de Galtung de la empatía, de la No-violencia y la creatividad, como
formas de manejar el conflicto. De alguna manera son elementos que se repiten,
Lederach, insiste mucho en la comunicación, en una comunicación fluida, en la buena
comunicación que hace que la otra persona se sienta reconocida, si yo no te escucho
de alguna manera te estoy descalificando como persona, como una persona que tiene
una presencia social , por que digamos que es mi interlocutora.
Hay algo que yo he trabajado más de la antropología y es un tema de la intolerancia
que vamos a ver más en general en la sociedad colombiana, frente por ejemplo a los
a los grupos indígenas o afros, o Rom, y es que nosotros creemos que la cultura
occidental es la correcta es la perfecta y es la que tiene el conocimiento verdadero;
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
eso se llama etnocentrismo y eso hace que nosotros seamos tan descalificadores con
culturas distintas, desconociendo que hay una cosmovisión muy diferente a la que
nosotros tenemos.
Yo quiero dar la explicación desde la antropología de por qué hay tanta intolerancia
que genera tantos conflictos. Entonces, el etnocentrismo que hace que ellos
subvaloren, desconozcan, maltraten pordebajéen, a otras culturas. Pero también
dentro de nosotros mismos hay otros esquemas militares que hace que nosotros
seamos tan difíciles para la convivencia y también seamos tan equivocados para
mediar los conflictos. Es el tema del adultocentrismo, y el adultocentrismo, tiene
como esa misma idea de que somos quienes tenemos la razón, entonces el niño y la
niña, por estar en desarrollo tienen un pensamiento inacabado imperfecto, cosa que
no es así; y que también las personas de la tercera edad, o adultos mayores, ya son
personas no productivas, ya parecen niños.
O sea, el adultocentrismo, al igual que el etnocentrismo, parte de la desconfianza de
los otros, y yo creo que eso mirándolo un poco más a profundidad, influye mucho en
los conflictos que se dan y en la forma tan equivocada para manejar el conflicto, eso
me parece, entonces el etnocentrismo y el adultocentrismo.
Me parece que la UNESCO ha sido la abanderada en todo el tema de cultura de paz,
y la UNESCO ha dicho sobre todo en relación a las guerras que han ocasionado tantos
muertos, si la guerra está en el corazón de la gente trabajemos en el corazón de la
gente para que eso no se dé. Galtung habla de tres tipos de violencia: la violencia
estructural, la directa y la física, me gusta mucho porque pues es una mirada mucho
más completa; la organización mundial de la salud tiene un informe sobre la violencia
OMS dice, es algo también que ratifica lo que dice la UNESCO. La UNESCO dice,
la violencia se puede prevenir, y la OMS, dice, bueno, ¿por qué no trabajamos la
violencia que surge de resolver el conflicto? tratemos la violencia como una epidemia.
Entonces es muy interesante, porque si hay una epidemia de rubiola hay que vacunar
a toda la gente. Ellos dicen, bueno desde la educación, desde primaria, secundaria y
universidad, se podrían crear espacios para promover una cultura de paz, que
significa, no ausencia del conflicto sino herramientas sociales para manejar
adecuadamente los conflictos.
c. Cultura de paz y sus antecedentes teóricos. Luisa Fernanda: hablando de la cultura de paz, la percepción a veces es que esta es un
elemento para que las personas se conformen no entren a resolver sus conflictos estructurales
que existen, yo estoy en desacuerdo.
Profesora Romero: la cultura de paz, tiene que ver con la vigencia de los derechos humanos la democracia y la posibilidad de construir tejido social. O sea la cultura de
paz, no es pasividad, no es quedarse callado, no es someterse, la cultura de paz tiene
que ver con la vigencia de los derechos humanos en general y los grupos temáticos
de mujeres etnias, etc., pero también la cultura de paz tiene que ver con la justicia
social. Entonces la cultura de paz, es un motor que sigue, que protesta, pero sus
acciones tienen una gran diferencia y es que tienen primero un sentido de solidaridad
profunda con la humanidad, nos duele que sufra el habitante de calle, nos duele que
al que está preso lo torturen, etc.
Hay como una especie de conciencia humana y de solidaridad, pero también señala
las injusticias sociales y pide que haya cambios, por que digamos este camino es
Anexos 193
mucho más difícil que el camino de la violencia. Ser un agente de cultura de paz exige
sabiduría, paciencia, insistencia, exige también creatividad. Exige de alguna manera
reconocer que hay un interlocutor que es válido, así este en la otra orilla, mientras que
para el actor de violencia es muy fácil eliminar al otro para este no, es que el otro
existe, es que nos vamos a sentar a concertar, es muchísimo más difícil.
Luisa Fernanda: muchas gracias profesora. La cultura de paz, para mi es transdisciplinaria,
por eso desde la maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos quiero hacer ese aporte y es
que desde todas las disciplinas debemos nosotros estudiar la cultura de paz. ¿Por qué es
importante que la academia se interese en entonces desde los estudios de educación superior,
maestrías, doctorados, en los temas de cultura de paz como un elemento transdisciplinario?
Profesora Romero: la cultura de paz, nos convoca a todos a todas las disciplinas y si
vamos a pensar en la educación superior la formación de nuestros profesionales que
queremos que sean excelentes profesionales, pero también excelentes seres humanos,
la cultura de paz da una formación desde los principios éticos de cada profesional,
pero también es una mirada integradora que ve no solamente el ser humano sino a los
seres vivos. Tiene que ver también con esa mirada del entorno y del planeta, esa
cultura de paz, lo que busca es que haya una armonía entre nosotros que nos creímos
que éramos los seres superiores, yo digo que nos creímos porque nosotros como entre
comillas “seres superiores”, acabamos con la naturaleza, y ahí hay profesiones como
la geología con la explotación de las minas y demás, ahí, está la química con toda esa
contaminación de los ríos, está la ciencia política con esas manipulaciones que hay
en las instancias del Estado y de poder.
O sea, a todas las profesiones se nos convoca para trabajar en la cultura de paz, y la
cultura de paz no es una costura, la cultura de paz no es el tema fácil que los de las
ciencias sociales se inventaron porque les quedo difícil aprender la matemática, no.
Es que la cultura de paz es una propuesta para la vida y por eso nos convoca a todos,
ese convocarnos a todos tiene que ver muchísimo con la responsabilidad que tenemos
en este caminar, en este caminar en donde yo impacto positiva o negativamente,
entonces por eso es un eje transversal, y el llamado de cultura de paz es a todas las
profesiones, tienen mucho que decir un geógrafo, un químico una persona que está
en las ciencias humanas en cualquiera de sus campos. Bueno, todos tenemos que decir
y que hacer, sobre todo que es una invitación que trasciende digamos la esfera de la
profesión para ir a lo humano, y a la esencia de la vida, por eso es tan importante.
Luisa Fernanda: gracias profe, bueno. Volviendo un poco al tema de lo que estábamos
hablando antes de la naturalización de la violencia. ¿Podemos también hablar de una cultura
de la violencia o de una violencia cultural?, porque de acuerdo a como uno lo nombre puede
tener unas implicaciones diferentes.
Profesora Romero: hay digamos que dos propuestas, la cultura de la violencia y la
violencia cultural. Yo preferiría hablar de esquemas mentales que hemos heredado
inter-generacionalmente, que tienen que ver con la justificación de la violencia. La
justificación de la violencia se ha dado privilegiando los resultados, no importa la
metodología, pero la violencia no se justifica de ninguna manera, de ninguna manera,
ni hay argumentos, ni religiosos ni éticos, ningunos. Por eso me parece a mí, que si
es un tema cultural que lo hemos interiorizado inconscientemente. Nosotros como educadores debemos cautivar a nuestros estudiantes para que se enamoren de todos
estos temas de derechos humanos, democracia justicia social y cultura de paz que son
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
unos componentes de la cultura paz. Entonces, yo no me atrevería hablar de la cultura
de la violencia, aunque tenemos eventos muy muy fuertes, sino de esos esquemas
mentales que hemos interiorizado que son violentos y que tenemos que desaprender.
d. No- violencia activa. Luisa Fernanda: gracias, bueno ya quisiera pasar al tema de la No-violencia activa
que también es un tema muy interesante y está ligado al tema de la cultura de paz.
¿Cuál es la diferencia esencial entre la cultura de paz y la No-violencia?
Profesora Romero: la No-violencia, hace parte de la cultura de paz, es una
metodología que lleva implícito el poder actuar, sin agredir. Por su puesto
que voy a poner un ejemplo sencillo, un reclamo de los campesinos contra la
minera que les está dañando el rio y demás, por supuesto que va a incomodar
a los dueños si ellos van hacer su acción de protesta, pero esa resistencia civil.
La No-violencia activa, no es la facilidad, es también una convicción de poder
reclamar y exigir sin usar la violencia. Para algunos, bueno, por ejemplo,
Walter Benjamin, que me gusta muchísimo, él tiene un texto, un ensayo sobre
la violencia. Él decía que (él es filósofo, además de ser judío perseguido),
vivió primera segunda guerra mundial, además de eso, era homosexual,
entonces el sufría discriminación por todos los lados, y entonces dice, que los
animales utilizan la violencia para defender su territorio, los animales utilizan
la violencia para aparearse, buscar su pareja y todo, para buscar sus alimentos,
pero el ser humano ha llegado a los extremos de la barbarie contra el otro ser
humano.
El encontró que la violencia tiene que ver con dos factores: el poder, tener
poder y el de la ambición del ser humano. Eso también es muy interesante, es
una explicación desde la filosofía y en muchos casos aplica, por eso yo creo
que la cultura de paz, también, aunque no se lo propone, critica seriamente
todo el tema de la acumulación, de la injusticia social, de la distancia entre
las personas que tienen mucho y las que tienen poco. Digamos que la justicia
social tiene mucho que ver con cultura de paz, porque es una mirada crítica
de los que acumulan por acumular y que pierden ese sentido de humanidad.
Luisa Fernanda: perfecto, bueno. Siempre existe la duda, ¿siempre se puede aplicar
la No- violencia activa?, ¿qué pasa cuando hay un conflicto y la única respuesta
parece ser la respuesta armada?, por ejemplo en el caso de Ruanda cuando ocurrió el
genocidio, muchas personas digamos argumentan, bueno a única opción para parar el
genocidio era que entraran las tropas militares, que al final no entraron.
Profesora Romero: bueno entonces yo pienso que, Naciones Unidas es un
supra estado, digamos está por encima de los estados y de alguna manera
tiene el poder para mediar e intervenir, incluso con los cascos azules que son
soldados preparados militarmente, pero que si pueden evitar las cosas. Yo
creo que para que haya la convicción de que la No-violencia activa es el
camino y no la violencia, para algunos estudiosos del tema de la paz y el
conflicto y la violencia, pasaran hasta cuatro o cinco generaciones mientras que hacemos educación para el futuro de paz, para lograr que haya ese cambio
de mentalidad. Pero los cambios de mentalidad son muy lentos, por eso hay
que trabajar, no es que despreciemos a nuestros abuelitos, pero hay que
Anexos 195
trabajar muchísimo con nuestros jóvenes que heredaron un país en guerra,
que lo heredaron digamos injustamente, que merecen vivir en una situación
distinta, y que no han podido hacerlo. Pero los procesos humanos son lentos
y no se dan simultáneamente en todas partes, es posible que en las ciudades
se base un poco más en cultura de paz que en el campo, por ejemplo, porque
las guerrillas y los paramilitares han estado básicamente en los campos, en
las ciudades han tenido acciones pero no han controlado las ciudades.
Entonces es un proceso lento y quienes trabajamos en la formación en cultura
de paz debemos tener la paciencia de saber que esos procesos humanos son
muy lentos, y no por ser lentos hay que renunciar a ellos, todos los días hay
que trabajar desde la casa, desde la forma como se relaciona la pareja, como
se distribuyen los roles tratando de superar esa estructura mental patriarcal y
machista, que hace que se piense que la mujer es una bruta que tiene que estar
en la casa que por la maternidad, que aun en este siglo 21 se siguen dando
cosas así de difíciles que dentro del hogar se supere esa idea también de
imposición, del papa que le dice al hijo que solo se escucha tal música y ese
ruido no, desconociendo totalmente al otro; no es que yo diga que no haya
razones de pronto para incomodarse, pero ahí viene otro tema que insisto que
es el de la comunicación y la comunicación asertiva que hace que yo pueda
decir, de forma amable las verdades, sin lastimar al otro, sin ofender al otro
esa es una tarea supe compleja, pero que nos invita digamos a hacer esa tarea
con mucha insistencia.
e. Cultura de paz y educación. Luisa Fernanda: ¿Qué hay de la relación entre educación y paz?
Profesora Romero: ahí, hay un reto muy importante, y es que la cultura de
paz nos debería convocar a todas las profesiones. Yo creo que nuestros
docentes, todos nosotros debemos aprender cultura de paz, ¿por qué? porque
en muchos de nosotros hay unos esquemas mentales de autoritarismo, la
cultura de paz va contra el autoritarismo y de manejo de un poder un poder
equivocado digo yo que hace que se someta al estudiante digamos de un
ejercicio de aprender como a la fuerza, y sigo insistiendo que la cultura de
paz, aplicada a la educación superior, no significa que yo pierda rigor en lo
que yo estoy enseñando. Lo que pasa es que la pedagogía que yo aplico es la
pedagogía socio-afectiva, que hace que el estudiante se sienta en un espacio
agradable, en donde no hay gritos, no hay sometimiento, hay mucha
exigencia, pero también hay mucha posibilidad de disentir, de expresarse. Ese
es un eje transversal, que como nuestra vida está marcada por esa mirada de la cultura de paz. En segundo lugar, yo creo que nuestras universidades,
nuestros jóvenes son los hacedores digamos de este país en diferentes campos
y teniendo la formación de la cultura de paz, les va ayudar muchísimo, para
poder decidir si quieren ser gerentes de empresas, para poder liderar si
quieren estar en campos de la educación, o de la política en donde hay que
superar la categoría de amigo/enemigo. Una categoría que las sociedades,
cuando los conflictos se demoran tanto, se va volviendo como que así debe
ser, y no hay términos medios; o usted es mi amigo o es mi enemigo, no pues usted no es mi amigo pero tampoco mi enemigo, en donde es blanco o es
negro, cuando hay miles de matices de colores.
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
Luisa Fernanda: Exacto. Bien, para usted ¿qué es la cultura política? ¿Influye en la
cultura de paz de cada ciudadano y viceversa?
Profesora Romero: esa es una muy buena pregunta. Yo creo que la cultura
de paz, es un buen insumo para la cultura política, yo pienso que debe haber
algo en los seres humanos, y es la coherencia, si yo estoy digamos en el campo
político, debo ser coherente, con mis principios de respeto de vigencia de los
derechos humanos, de defensa de democracia y de condena de la injusticia
social, y eso se debe reflejar en la cultura política. ¿Cómo se podría ver en el
día a día?, primero no igualarme ni engancharme ni con ordinariez, ni con la
barbarie, si yo condeno el paramilitarismo por sus masacres, de igual manera,
debo condenar las masacres de la guerrilla, por ejemplo. O sea, yo debo tener
un criterio igual, no puede ser que justifique unas cosas para unos, y en otros
para otros, no. Debe haber un solo criterio.
En segundo lugar, la cultura de paz da a la cultura política la mejor
herramienta, que es el camino de la comunicación real, el fructífero, para
poder llegar a acuerdos, y yo pienso que la cultura política es importantísima
en el país, porque nuestros políticos tienen que desaprender muchas cosas, de
corrupción, de violencia.
La cultura política digamos es la aplicación de alguna manera de sus
principios éticos que hacen que nosotros construyamos país, legislación, que
gobernemos desde una mirada en donde el ser humano tiene valor, en donde
los conflictos no se esquivan, sino se les da su lugar. Nosotros debemos
superar también esa ideas mesiánicas que no son buenas, es importante que
tengamos redes de apoyo en lo político en lo social, en lo familiar, porque
nosotros somos seres sociales por naturaleza, pues así mismo la cultura
política tendría muchísimo que ver. La cultura política, de alguna manera
debe formar ese ser humano en un criterio que es un criterio sano en defensa
dela humanidad, del medio ambiente, de los animales que no haya maltrato,
etc.
f. Pedagogía para la paz. Luisa Fernanda: De acuerdo. ¿Cuáles serían las mejores prácticas metodológicas
para enseñar o fomentar la cultura de paz a nivel de educación superior?
Profesora Romero: bueno, digamos que la cultura de paz ayuda en la
formación de docentes para superar el autoritarismo, ese verticalismo, el
maltrato, la discriminación. Ayuda mucho la cultura de paz, porque entrega herramientas para que uno pueda ver a los seres humanos todos, como seres
con un principio de dignidad, sin interesarnos si son que son campesinos,
indígenas, citadinos, no importa, seres humanos con un valor propio. Pienso
que también la cultura de paz debe tener un propio espacio, ¿por qué? porque
se ha trabajado mucho en el país sobre la violencia, pero sería muy bueno
trabajar la cultura de paz, ¿por qué? porque nosotros no hemos aprendido.
Nosotros tenemos que aprender todas esas formas de responder, de hacer, de
poder trabajar en una mediación del conflicto que no implican ni debilidad, ni falta de criterio. Todo lo contrario, como te decía es mucho más fácil ser
un guerrero, que ser un cultor de paz, porque el guerrero es muy fácil eliminar
y ya, para nosotros es una tarea de reconocer al otro, de buscar comunicarnos,
Anexos 197
de ser creativos, para lograr que algo funcione buscar un camino intermedio
etc., sabiendo que hay unos principios éticos, que hay cosas no se negocia,
por ejemplo la vida de las personas.
Pero además digamos tener un espacio de formación de cultura de paz, va a
mostrar cosas muy distintas que a veces uno cree que son imposibles. Hay
que insistir en el espacio de catedra o de curso o de diplomado, pero también
la formación de nuestros docentes en cultura de paz que ayudaría muchísimo,
no a evadir sino a manejar mejor los conflictos entre estudiantes y docentes
que se dan.
ENTREVISTA 16. a. Información básica del entrevistado.
Nombre: Carlo Nasi
Universidad: Universidad de los Andes
Maestría: Maestría en Ciencia Política
Asignaturas: Negociar la Paz: mediadores, modalidades y técnicas;
Conflicto armado y procesos de Paz en Colombia; Seminario Teórico Política
Comparada.
Fecha de la Entrevista: 26 de Agosto de 2014
b. Sobre la asignatura. Luisa Fernanda: ¿desde hace cuánto tiempo dicta usted la maestría en ciencia política?
Profesor Nasi: aquí desde que llegue a la universidad en el 2002, o sea que ya van
12 años.
Luisa Fernanda: hablemos un poco sobre las asignaturas Negociar la Paz: mediadores,
modalidades y técnicas y Conflicto armado y procesos de Paz en Colombia cuénteme un poco
cual fue el objetivo principal de estas clases.
Profesor Nasi: le cuento un poco en contexto cuando llegue a Colombia, cuando
llegue con el doctorado en estados unidos justo antes de venir a Colombia pues me
contacto la universidad yo ya había tenido vínculos desde hace tiempo, yo soy
egresado de acá y había trabajado antes en una cosa que se llamaba centro de estudios
internacionales que todavía existe, pero pues una cosa diferente. Justo antes de
regresar a Colombia me contactaron de la universidad para montar una
especialización en resolución de conflictos y construcción de paz. Para ese entonces,
ya estaba aprobada la idea y creo que habían hecho los tramites hasta el ministerio y
eso, pero la persona que iba a dirigir eso pues por algunas razones tuvo que salir y
entonces me propusieron a mi básicamente montar y dirigir la especialización.
Entonces a raíz de eso, pues como yo hice mi tesis doctoral también sobre estudios
comparativos en procesos de paz en América Central y en Colombia, el tema que he
trabajado, el tema que me ha interesado, pues básicamente monté la especialización
y monté también estos cursos un poco pues tratando enfatizar todo el tema de
construcción de paz que es lo que me interesa a mí. Pues así fue como el origen de la
idea y pues los cursos de especialización tenían compatibilidad con maestría que
todavía existe, aquí la maestría es grande y así fue un poco como se dieron las cosas, inicialmente hay una cosa de tiempos, un poco extraño, porque la especialización
funcionaba con un sistema semestral y no anual pero después compatibilizamos todo
Construcción Curricular de una Cultura de Paz en América Latina
eso. Pero ahora queriendo las maestrías dirigiendo todos los posgrados y montando
el doctorado de acá. Entonces pues fue un periodo del 2002 al 2010 que estuve en ese
cargo administrativo, un poco pues, digamos creo que se empato un interés
institucional de la universidad; acuérdese que en el 2002 fue el año en que fracaso el
proceso de paz de pastrana, y había un interés que venía desde rectoría de que la
universidad se involucrara más en trabajos de construcción de paz.
Luisa Fernanda: Bueno muchas gracias. Los temas de construcción de paz desde las
negociaciones así como desde los intentos que ha tenido Colombia, para solucionar su
conflicto digamos que me parece como ya le había contado eso hace parte del el estudio de la
cultura de paz para mí, y lo mismo el estudio de los conflictos armados como tal. ¿Por qué
esos temas son para usted relevantes en la ciencia política?
Profesor Nasi: fundamentalmente, porque vemos el mundo bastante violento y
Colombia pues ha tenido una tragedia en este conflicto armado hace 50 años y la
ciencia política o en la parte de lo que ha trabajado en las últimas décadas tiene que
ver con la construcción de arquitecturas institucionales y mecanismos para aliviar el
conflicto armado y pues no suprimir las diferencias, pero si resolverlas por vías
pacíficas. Ahí es donde entro pues en el tema de la democracia, pero también todo un
tema de construcción de paz, yo creo que, es muy relevante para esto y pues digamos
que una intención humanista detrás de esto, para todos los que hemos vivido en este
país, pues uno no puede ser indiferente al tema del conflicto armado ni de la violencia,
en todo esto así uno no lo toque directamente pues a muchos conciudadanos y gentes
cercanas, lo afecta y uno no puede involucrarse.
Luisa Fernanda: profesor, ¿para usted que es cultura de paz?
Profesor Nasi: Entiendo un poco como de cultura de paz un sistema de creencias
valores y prácticas que enfatiza la no violencia. La resolución pacífica de conflictos,
a veces el tema de cultura a mí me incomoda un poco, pues lo veo como muy
ambiguo, de cuando uno habla de cultura habla de todo y no habla de nada. Las
explicaciones culturales, dan para mucho análisis circular que no explican
absolutamente nada, porque plantear la cosa en términos de que somos violentos,
porque tenemos una cultura violenta, pues a mí no me dice mucho, prefiero mirar qué
tipo de conflictos hay, por qué razones suceden y a partir de ahí explicar. Entiendo un
poco que si hay una cuestión de valores que es importante que fomentar la tolerancia
y la convivencia pacífica es una cosa importante, es bien importante.
Luisa Fernanda: profesor, ¿usted cree que sus asignaturas han contribuido en la formación
de cultura de paz o en la construcción de paz en sus estudiantes?
Profesor Nasi: yo espero que sí. Uno nunca sabe. Pero en principio yo creo que si
hay una cosa desde los cursos que uno influye una parte de sensibilización frente a,
pues uno también entiende de paz, hablando de guerra entonces es sensibilizar frente
a conflictos: ¿por qué violencia?, ¿Por qué?, ¿que se ha hecho en ciencias sociales
para entender esto, para explicarlo, cuales son las limitaciones de las distintas
explicaciones? pero si general, yo espero que si digamos. Todos estos años
machacando el tema debería servir. De hecho, cerramos la especialización resolución
de conflictos, pero en ese tiempo yo creo que era una dinámica de todos en el sentido que estudiantes los muchachos y muchachas, muy jóvenes, comprometidos con estos
temas venían a estudiar acá profundizaban y se encarretaban mas en el tema y
Anexos 199
acababan trabajando en distintas instituciones que tienen que ver en la construcción
de paz del país. Yo creo que eso era bonito y bien interesante, en el sentido en que
muchos de los que sensibilizábamos, pues acababan trabajando en una cantidad de
sitios y que no les pagaban, se hizo alguna diferencia, eso esperaría yo.
c. Sobre la metodología implementada. Luisa Fernanda: gracias profesor. Bueno, hablemos un poco sobre su metodología en las
clases. Por favor describa cuál es su metodología.
Profesor Nasi: mi metodología es horrible, es hiperrepresiva. Pero por alguna razón
de ser. Son cursos muy exigentes, muchas lecturas complejas pero un poco por
experiencia lo corrobore en distintas etapas de la vida, es que hay casos excepcionales
de gente hipercomprometida que trabaja sola y sin ningún problema y que rinde y
todo eso. Pero, hay una gran proporción de estudiantes, que si no es con látigo y con
ese tipo de cosas no funciona. Es una metodología represiva, que tiene la intención
no es una represión en si misma sino simplemente por poner una cosa de disciplina,
en posgrado hasta este semestre me toco cambiar por las razones que anoto no voy a
detallar en este momento, pero es un sistema donde, tenemos clase una vez por
semana y para forzarlos a leer para todas las clases es arrancar todas las clases con
quiz.
Lo primero que hacíamos al empezar clases quiz, La calificación final pues les daba
oportunidad de los quince quices o catorce quices, en todo el semestre se escogían los
diez mejores les daba como mucha oportunidad de recuperar nota pero era ante todo
como un incentivo para que la gente llegara no a recibir información. Lo importante
para un estudiante es hacer la tarea y a veces pues en el momento represivo,
lamentablemente que todo el mundo se queja de esa cosa y al final reconoce que si de
no haber sido por eso no leerían. Por otro lado, la parte enriquecedora era la dinámica
muy de estilo seminario de clases, que es el ideal, no tanto, es decir, no tanto una
relación vertical en donde yo vengo como profe a echarles el rollo, sino con
participación, disfrutando de cada estudiante. Hay gente contradictoria, abogados con
experiencias en distintas cosas que aporten que se cuestionen y la idea pues es
colectivamente debatir temas complejos, preguntarse ante todo acabar con buenas
preguntas. Yo creo que más que dar las grandes respuestas que no las tenemos para
tantas cosas el propósito de un curso es generar un buen debate igual las preguntas,
no siempre se logra.
d. Sobre el papel de la Academia en la construcción de cultura de
paz. Luisa Fernanda: muchas gracias profesor. ¿Para usted cual es el papel de los egresados de
la maestría en ciencia política en la sociedad?
Profesor Nasi: La idea por supuesto es que todo esto sea útil, que sirva para algo, yo
creo que sí, nuestro departamento pues, disculpe el echar flores institucionales pero
creo que ha habido un equipo muy bueno de profesores, y hay gente muy, muy, buena.
Entonces pues yo creo que muchos de los egresados, no digo que todos pero muchos,
es gente con una capacidad buena de entrada y que recibe herramientas para eso para
hacer aportes no gigantescos pero si aportes en las instituciones donde trabajan, entonces pues hay creo desde métodos de trabajo y responsabilidad que es importante
hasta una formación, la experiencia general yo creo que ha sido positiva.
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Ya como pues no estoy dirigiendo nada pues he perdido mucho contacto con eso. La
retroalimentación que uno recibía cuando estaba en la dirección de los posgrados, es
que en general pues nuestros egresados se desempeñaban muy bien en las
instituciones en donde trabajaban. Unos terminaron trabajando en Naciones Unidas
en Noruega, lo que sea, y en general pues les iba bien y sus aportes eran apreciados.
Luisa Fernanda: gracias profesor. ¿Cree usted que la academia debe participar activamente
en la construcción de paz?
Profesor Nasi: por supuesto, si yo creo que muchas cosas desde, la academia más
allá de este departamento, de la maestría y de todas esas cosas, yo creo que lo que
sirve es para ayudar a pensar que el mundo es complejo que muchos matices. Yo creo
que mucha de la intolerancia de la violencia parte de las ediciones dogmáticas y
cerradas y de gente que realmente no entiende una cantidad de cosas, entonces es fácil
ser excluyente y dogmático si uno no conoce ni está enterado cuando empieza a
complejizar, y ver que las realidades son mucho más complejas, que no hay valores
absolutos que muchas no son relativas, y se empieza a formular otras preguntas yo
creo que uno entiende más a los otros y uno les desarrolla una visión más compasiva
y más aguda de la vida.
e. Sobre la cultura política Luisa Fernanda: ¿Para usted que es la cultura política?
Profesor Nasi: si hay una cultura política en el sentido que hay un sistema de valores
y cosmovisiones sobre la forma de hacer política. Es por eso que me hallo
conflictuado, hay muchas subculturas políticas y que son y que es igual muy
importante entenderlas, porque es lo que determina decisiones que nos afectan a
todos, una puede ser la subcultura de los congresistas, otro de los políticos regionales
y ese tipo de cosas, entonces pues es importante conocer eso pues si no de entrada no
puede comprender nada, es entender ese tipo de prácticas, es importante.
Luisa Fernanda: y en este sentido ¿cree usted que la percepción de paz de cada ciudadano
afecta su cultura política?
Profesor Nasi: si, si, no es lo único que afecta yo creo que muchas cosas de coyuntura
que determina mucho cuando hay políticos carismáticos que son populistas, el caso
de Uribe, el caso de Chávez, escuadrón, de la misma moneda. Cuando surgen estos
personajes y la gente cree ciegamente en ellos, pues muchas veces pues los valores
que tenían desde antes no importan tanto. Mucha gente se deja manipular o prefieren
no preguntarse cosas y confiar en el gran “Uribe”, para que resuelva todos los problemas. Si, lo que se piensa de la paz sin duda favorecen en cierta medida la cultura
política pero no es un factor entre varios, a menos que haya una cultura mucho
realmente amplia y profunda que lleve ya mucho tiempo trabajando el tema, mirando
distintas perspectivas, la gente es muy manipulable se deja llevar mucho por
emociones y todo tipo de cosas.
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