constant’s new babylon - julia ramírez-blanco...en nueva babilonia, uno de los principales juegos...

4
Julia Ramírez EN 1956, el artista holandés Cons- tant visita un campamento gitano en la ciudad italiana de Alba. Ese mismo día concibe los planos de un «campamento permanente» hecho de elementos móviles amparados bajo una cubierta. A partir de este plantea- miento inicial, comienza a pensar en el diseño de una urbe nómada. Este proyecto, que será conocido como Nueva Babilonia, tomará la forma de maquetas, dibujos, grabados, acuare- las, pinturas, collages, documentos, conferencias y proyecciones. Hasta el 29 de febrero de 2016, con la exposición ‘Constant. Nueva Babilonia’, el Museo Reina Sofía exhibe estos trabajos, ofreciendo un recorrido completo por la trayectoria de su autor. Tomando como hilo con- ductor la ciudad utópica que Cons- tant ideó a lo largo de casi veinte años, la muestra —comisariada por Doede Hardeman y Laura Stamps— exhibe aproximadamente 150 obras, para conformar la retrospectiva más completa del artista que haya sido realizada hasta la fecha. En ella, la narración cronológica va desgranán- dose a partir de una sucesión de salas divididas en períodos y temas. Tra- bajos previos y posteriores al sueño urbano demuestran cómo los ecos de Nueva Babilonia se proyectan antes y después de su desarrollo concreto. En su urbe ficticia, Constant parte de una hipótesis posrevolucionaria. Nueva Babilonia se desarrollaría en un mundo de marxismo triunfante, donde el ser humano estaría liberado de toda aflicción material. En este contexto soñado, se habrían disuelto las clases sociales, haciéndose colec- tiva la propiedad de la tierra y de los medios de producción. Siguiendo la estela de una larga tradición utópica, el artista holandés imagina también que todo el trabajo productivo podría ser afrontado por máquinas. Sin embargo, tras describir esta situación de igualdad y abundancia, Constant irá más allá que otros uto- pistas, recordándonos que la resolu- ción de las necesidades básicas no es suficiente para lograr una vida plena. Una vez que esté garantizada la su- pervivencia, ¿cómo haremos para lograr desarrollar las infinitas posi- bilidades que ofrece la vida? Estas es la pregunta a la que Nueva Babilonia busca dar una respuesta. El gran juego del futuro «Los nuevos potenciales se dirigen hacia un conjunto de actividades hu- manas que están más allá de la utilidad: el ocio y los juegos superiores.» En una sociedad sin trabajo resulta obvio que los seres humanos colmaríamos nues- tra vida de ‘tiempo libre’. Pero, ¿cómo se libera el tiempo? Nueva Babilonia plantea generar un espacio para el desarrollo sistemático de la actividad lúdica y la creatividad, entendida como el ejercicio real de la libertad. El habi- tante de Nueva Babilonia dedicaría su vida al juego perpetuo, que practica- ría junto con eventuales y cambiantes compañeros. Siguiendo la categoría propuesta por el holandés Johan Hui- zinga, el homo faber, el hombre que trabaja, daría paso al homo ludens, al hombre que juega. En Nueva Babilonia, uno de los principales juegos es uno de cons- trucción a escala real. En el interior de los espacios se encuentran puentes, suelos, paredes o escaleras portátiles, dispuestas a ser utilizables por cual- quiera. La forma lúdica de entender la autoconstrucción en Nueva Babilo- nia hace pensar en los llamados ‘par- ques de aventuras’, espacios donde los niños disponen de herramientas y materiales para jugar edificando sus propias estructuras e interviniendo en el espacio. Este tipo de entornos sur- gidos en el norte de Europa entre las décadas de 1930 y 1940 se populari- zaron precisamente durante los años 1960, momento clave en la creación de Nueva Babilonia. La fascinación por el juego sitúa a Constant en la órbita de otros creado- res contemporáneos que buscan en la Una urbe nómada Constant’s New Babylon © Fotos Joaquín Cortés / Román Lores El MNCARS de Madrid dedica una gran muestra a la ‘Nueva Babilonia’ de Constant, una utopía basada en la emancipación, la técnica y el juego. The Reina Sofía Museum in Madrid hosts a major exhibition on New Babylon, Constant’s utopia based on emancipation, technology, and play. 52 2015 ArquitecturaViva 179

Upload: others

Post on 30-Jan-2021

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • Julia RamírezEn 1956, el artista holandés Cons-tant visita un campamento gitano en la ciudad italiana de Alba. Ese mismo día concibe los planos de un «campamento permanente» hecho de elementos móviles amparados bajo una cubierta. A partir de este plantea-miento inicial, comienza a pensar en el diseño de una urbe nómada. Este proyecto, que será conocido como Nueva Babilonia, tomará la forma de maquetas, dibujos, grabados, acuare-las, pinturas, collages, documentos, conferencias y proyecciones.

    Hasta el 29 de febrero de 2016, con la exposición ‘Constant. Nueva Babilonia’, el Museo Reina Sofía exhibe estos trabajos, ofreciendo un recorrido completo por la trayectoria de su autor. Tomando como hilo con-ductor la ciudad utópica que Cons-tant ideó a lo largo de casi veinte años, la muestra —comisariada por Doede Hardeman y Laura Stamps— exhibe aproximadamente 150 obras, para conformar la retrospectiva más completa del artista que haya sido realizada hasta la fecha. En ella, la narración cronológica va desgranán-dose a partir de una sucesión de salas divididas en períodos y temas. Tra-bajos previos y posteriores al sueño urbano demuestran cómo los ecos de Nueva Babilonia se proyectan antes y después de su desarrollo concreto.

    En su urbe ficticia, Constant parte de una hipótesis posrevolucionaria. Nueva Babilonia se desarrollaría en un mundo de marxismo triunfante, donde el ser humano estaría liberado de toda aflicción material. En este contexto soñado, se habrían disuelto las clases sociales, haciéndose colec-tiva la propiedad de la tierra y de los medios de producción. Siguiendo la estela de una larga tradición utópica, el artista holandés imagina también que todo el trabajo productivo podría ser afrontado por máquinas.

    Sin embargo, tras describir esta situación de igualdad y abundancia, Constant irá más allá que otros uto-pistas, recordándonos que la resolu-ción de las necesidades básicas no es suficiente para lograr una vida plena. Una vez que esté garantizada la su-pervivencia, ¿cómo haremos para lograr desarrollar las infinitas posi-bilidades que ofrece la vida? Estas es la pregunta a la que Nueva Babilonia busca dar una respuesta.

    El gran juego del futuro«Los nuevos potenciales se dirigen hacia un conjunto de actividades hu-manas que están más allá de la utilidad: el ocio y los juegos superiores.» En una sociedad sin trabajo resulta obvio que los seres humanos colmaríamos nues-tra vida de ‘tiempo libre’. Pero, ¿cómo

    se libera el tiempo? Nueva Babilonia plantea generar un espacio para el desarrollo sistemático de la actividad lúdica y la creatividad, entendida como el ejercicio real de la libertad. El habi-tante de Nueva Babilonia dedicaría su vida al juego perpetuo, que practica-ría junto con eventuales y cambiantes compañeros. Siguiendo la categoría propuesta por el holandés Johan Hui-zinga, el homo faber, el hombre que trabaja, daría paso al homo ludens, al hombre que juega.

    En Nueva Babilonia, uno de los principales juegos es uno de cons-trucción a escala real. En el interior de los espacios se encuentran puentes, suelos, paredes o escaleras portátiles, dispuestas a ser utilizables por cual-quiera. La forma lúdica de entender la autoconstrucción en Nueva Babilo-nia hace pensar en los llamados ‘par-ques de aventuras’, espacios donde los niños disponen de herramientas y materiales para jugar edificando sus propias estructuras e interviniendo en el espacio. Este tipo de entornos sur-gidos en el norte de Europa entre las décadas de 1930 y 1940 se populari-zaron precisamente durante los años 1960, momento clave en la creación de Nueva Babilonia.

    La fascinación por el juego sitúa a Constant en la órbita de otros creado-res contemporáneos que buscan en la

    Una urbe nómadaConstant’s New Babylon

    © F

    otos

    Joa

    quín

    Cor

    tés

    / Rom

    án L

    ores

    El MNCARS de Madrid dedica una gran muestra a la ‘Nueva Babilonia’ de Constant, una utopía basada en la emancipación, la técnica y el juego.

    The Reina Sofía Museum in Madrid hosts a major exhibition on New Babylon, Constant’s utopia based on emancipation, technology, and play.

    52 2015 ArquitecturaViva 179

  • ArquitecturaViva 179 2015 53

    In 1956, the Dutch artist Constant Nieuwenhuys visited a gypsy camp in Alba, Italy. That same day he drew up plans for a “permanent camp” made of mobile elements sheltered beneath a roof. With this he began to think of designs for a nomadic urb. This project, which came to known as New Babylon, would take the form of mod-els, drawings, engravings, watercol-ors, paintings, collages, documents, conferences, and projections.

    The Reina Sofía Museum presents this work, through 29 February 2016, with ‘Constant: New Babylon,’ offer-ing a comprehensive journey through the artist’s career. Taking as a guid-ing thread the utopian city that Con-stant conceived in the course of almost

    twenty years, the exhibition counts about 150 items and is thus the most complete retrospective ever done on him to date. The chronological nar-ration unfolds through a succession of rooms divided into periods and themes. Works prior and subsequent to the urban dream show how echoes of New Babylon were projected be-fore and after their actual develop-ment. In his fictitious urb, Constant started from a post-revolutionary hypothesis. New Babylon would de-velop in a world of triumphant Marx-ism, where the human being would be freed of all material affliction. In this dreamed context, social class distinc-tions would have dissolved, and land and the means of production were col-

    lectively owned. Following the trail of a long utopian tradition, the Dutch artist also imagined that all produc-tive work could be done by machines.

    But having described this situation of equality and abundance, Constant went further than other utopists, re-minding us that solving the matter of basic needs is not enough to guaran-tee a full life. Once survival is guar-anteed, what do we do to succeed in developing the infinite opportunities that life offers? This is the question that New Babylon sought to answer.

    The Great Game of the Future“The new powers head toward a set of human activities which are beyond utility: leisure and superior games.”

    In a society without work, obviously we would fill our lives with ‘free time.’ But how is time freed? New Babylon tries to create a space for the system-atic development of ludic activity and creativity, understood as a genuine exercise of freedom. The inhabitant of New Babylon would devote his life to perpetual play, and practice it with changing companions. Following the category proposed by the Dutch his-torian Johan Huizinga, homo faber – working man – would give way to homo ludens – playing man.

    In New Babylon, one of the games involves construction on a real scale. Inside the spaces are bridges, floors, walls, portable stairs, and so on, ready for anyone to use. The ludic way to

    La exposición recoge un espléndido elenco de la inmensa documentación en forma de dibujos, planos, maquetas y fotomontajes generada por Constant a lo largo de los casi treinta años que le dedicó a su Nueva Babilonia.

    The exhibition presents a splendid and immense selection of drawings, plans, models, and photomontages created by the artist Constant in the course of the almost thirty years that he devoted to his New Babylon.

    Yellow sector (1958) Red sector (1958)

  • 54 2015 ArquitecturaViva 179

    actividad infantil una respuesta a la alienación de la vida adulta. En 1968, el artista danés Palle Nielsen presen-tó un parque de aventuras dentro del Moderna Museet de Estocolmo, ti-tulándolo ‘El modelo—Un modelo para una sociedad cualitativa’. Niel-sen, a través de la presentación públi-ca de un parque de este tipo dentro del entorno artístico, proponía el espacio lúdico de la infancia como un modelo para el sistema social adulto. El pro-pio Reina Sofía exhibió la fascinante documentación de este proyecto en la exposición ‘Playgrounds’, celebrada el año pasado. En su compartida ex-ploración de la ciudad como terreno de juego, ambas muestras inciden en la posibilidad de recuperar un espa-cio público crecientemente privati-zado a través de formas de proceder basadas en el placer y el juego.

    Otra ciudad para otra vida«Los urbanistas del siglo XX deberán construir aventuras.» Constant habla del arte como «una forma histórica de creatividad», típica de las socie-dades utilitarias donde la mayor parte de las personas están forzadas a ser

    productivas para poder sobrevivir. En Nueva Babilonia, el arte se sustituye por la creatividad; una creatividad que es colectiva y vivencial, y se aplica al tiempo y al espacio. Así, la contem-plación se ve suplantada por la par-ticipación, y los grupos de personas intervienen en la creación de situa-ciones cuya intensidad escalaría hasta agotarse y dar paso a otra situación distinta. El control sobre el propio en-torno llegaría hasta el punto de abolir las estaciones, produciendo un siste-ma completamente artificial donde se controlarían el día y la noche, la temperatura, la luz y el aire.

    En la visión de Constant, paradó-jicamente, estos comportamientos impredecibles y apasionados se en-cuentran encerrados dentro de una es-tructura arquitectónica enormemente racional, que hace a autores como Anthony Vidler hablar del paradójico empleo de elementos arquitectónicos propios del Movimiento Moderno.

    La estructura básica de la urbe son los sectores, espacios públicos de planta libre y aspecto neutro, cuyo espacio interior puede ser interveni-do a voluntad. Al conectarse entre sí,

    estos sectores forman una superficie continua que abarca todo el planeta a través de una compleja red descentra-lizada. La mayor parte de esta trama se yergue sobre el suelo, situándose por encima de las ciudades preexis-tentes, y sosteniendo sus plataformas sobre pilotis. Al nivel del suelo se en-contrarían las máquinas, las vías de circulación terrestre y algunos restos de la civilización anterior, como par-ques, monumentos o centros de in-vestigación. Las terrazas superiores, dedicadas al deporte y a la circulación aérea, albergan vegetación a la ma-nera de los jardines colgantes de la ‘vieja’ Babilonia.

    Las construcciones a escala rea-lizadas por Constant permiten ver Nueva Babilonia a ojo de pájaro, contemplándola como un conjunto de elementos horizontales superpuestos cuya organización por colores evoca el cromatismo puro de De Stijl. El pro-pio artista describe sus maquetas en algunos de sus textos, y habla de cómo en su Sector Amarillo de 1958, junto con los elementos funcionales, habría una «gruta de cristal climatizada para bañarse en pleno invierno mirando las estrellas», «juegos de agua», un «gran salón de baile», un «circo», y dos «casas-laberinto».

    Desde la fundación de la Interna-cional Situacionista en 1957, Cons-tant había formado parte de su entor-no de influencia, siendo uno de sus miembros ‘oficiales’ hasta 1960. La concepción urbana del holandés va a verse profundamente marcada por la teorización situacionista de la ciu-dad, que entiende la deriva como una actividad central, y el laberinto como su expresión concreta. Así, Nueva Ba-bilonia sería una urbe laberíntica de-dicada a la deriva juguetona del homo ludens. Además, como la liberación del trabajo también supondría el fin del sedentarismo y la vuelta al carác-ter errante de la humanidad paleolí-tica, Constant se refiere a su ciudad como un conjunto de caminos: «La red de Nueva Babilonia representa las huellas dejadas por su paso a lo largo de la superficie de la tierra.»

    Cartografiar la utopíaResulta claro que Nueva Babilonia es, en parte, una quimera futurista: de hecho, la importancia que concede a las máquinas como instrumento de liberación hizo a Constant objeto de la acusación de tecnócrata. Sin em-bargo, Nueva Babilonia es también una ensoñación primitivista, puesto que en el proyecto conviven la refe-rencia a la infancia de la humanidad, a través de la vuelta al nomadismo propio del paleolítico, y una apelación a la infancia de los seres humanos, planteando el juego como actividad principal de la vida.

    Pese al obvio sentido utópico de su trabajo, en un primer momento Constant va a rechazar la calificación de utopía, afirmando que Nueva Ba-bilonia no sólo es necesaria, sino que es tecnológicamente viable, y supone el desarrollo de las tendencias de la propia sociedad presente. Más tarde, sin embargo, va a apropiarse del térmi-no, identificando en 1971 su proyecto como una utopía ya que «nunca será realizada en la sociedad presente, y no funcionaría bajo las presentes condi-ciones sociales».

    En los años 1970, Constant había vuelto a dedicarse a la pintura, comen-zando a retratar escenas violentas en el marco de Nueva Babilonia, en la cual introduce las facetas más oscuras de la condición humana. Después de una gran exposición en el Gemeente-museum, en 1974 el artista va dar por terminado el proyecto. Hoy podemos contemplar su legado como un docu-mento histórico o como una interpe-lación hacia nuestro presente.

    Además de la exposición, con su catálogo el Reina Sofía oferta un libro hermoso, que ofrece al lector impor-tantes textos traducidos por primera vez. La contrasolapa es en realidad un mapa doblado que muestra una de las cartografías de Nueva Babilonia que Constant dibujaba superpuestas a las urbes de su momento. Quizás este pequeño elemento desplegable sea una invitación a trazar con nues-tros propios pasos los caminos de la otra ciudad posible.

    Representación simbólica New Babylon symbolic representation (1969)

    New Babylon North (1958) New Babylon Amsterdam (1963)

  • ArquitecturaViva 179 2015 55

    understand self-construction in New Babylon makes one think of ‘adven-ture parks,’ spaces where children have tools and materials at their disposal with which to play, building their own structures and intervening in space. Environments like this first appeared in northern Europe in the 1930s and 1940s, and became popular in the 1960s, precisely, a key period in the creation of New Babylon.

    The fascination with play puts Constant in the orbit of other con-temporary artists who looked into children’s activities for a solution to the alienation of adult life. In 1968, Danish artist Palle Nielsen presented an adventure park inside the Mod-erna Museet in Stockholm, entitling it ‘The Model – A Model for a Quali-tative Society.’ By publicly present-ing a park of this kind within the art environment, Nielsen proposed the ludic space of childhood as a model for the social system of adults. The Reina Sofía showed the fascinating documentation of this project in last year’s exhibition ‘Playgrounds.’ In their shared exploration of the city as a place for play, both shows explored the possibilities of countering the privatization of public space through actions based on pleasure and play.

    Another City for Another Life“The urbanists of the 20th century will have to construct adventures.” Constant speaks of art as “a historical form of creativity” typical of utilitar-ian societies where most people have to produce to be able to survive. In New Babylon, art is replaced by cre-ativity; creativity which is collective and experiential, and applicable to time and space. Contemplation is sup-planted by participation, and groups of people take part in creating situa-tions, the intensity of which increases until it is exhausted and gives way to another, different situation. Control of the environment would reach the point of eliminating the seasons, re-sulting in an artificial system where day and night, light and air, and tem-perature would all be under control.

    In Constant’s view, paradoxically, these unpredictable and impassioned behaviors are locked up within an enormously rational architectural structure that makes authors like An-thony Vidler speak of the paradoxical use of architectural elements char-acteristic of the Modern Movement.

    The basic structure of the urb consists of sectors, public spaces with open plans and a neutral ap-pearance, the inner space of which can be worked on at will. Being in-terconnected, these sectors form a continuous surface that covers the whole planet with an intricate decen-tralized web. The greater part of this scheme stands on the ground, plac-ing itself over preexisting cities and sustaining platforms over pilotis. At ground level are the machines, the land circulation elements, and some remains of the previous civilization, such as parks, monuments, or re-search centers. The upper terraces, reserved for sports and the aerial circulation, are filled with plants, in the manner of the Hanging Gardens of ancient Babylon.

    Scale constructions made by Con-stant make it possible to behold New Babylon the way a bird would, per-ceiving it as a complex of superposed horizontal elements whose arrange-ment by colors recalls the pure chro-matic compositions of De Stijl. The artist himself described his models in some of his texts, and explained how in his Yellow Sector of 1958, along with the functional elements, there would be a “grotto of climatized crystal for bathing in full winter while gazing at the stars,” “water games,” a “grand ballroom,” a “circus,” and two “labyrinth-houses.”

    Since the formation of the Situ-ationist International in 1957, Con-stant had been part of its sphere of influence, and was one of its ‘offi-cial’ members until 1960. The urban conception of the Dutch artist was to be deeply marked by the Situationist theorization of the city, which under-stood drift as a central activity and the maze as its concrete expression.

    Hence, New Babylon would be a labyrinthine urb devoted to the play-ful drift of homo ludens. In addition, because freedom from work would also mean the end of sedentary life and a return to the wanderings of Pa-leolithic humanity, Constant refers to his city as a set of roads: “The New Babylon network represents the foot-prints left by its passage through the surface of the earth.”

    Mapping UtopiaIt is clear that New Babylon is partly a futuristic chimera: in fact, the impor-tance it gives to machines as instru-ments of liberation sparked accusa-tions that Constant was a technocrat. But New Babylon is also a primitivist fantasy because the project contained both a reference to the childhood of humanity, through the return to Pa-leolithic nomadism, and an appeal to the childhood of human beings, through the suggestion of the game as main activity of life.

    Despite the obvious utopian sense of his work, Constant at the outset rejected utopian labels, saying that New Babylon is not only necessary

    but also technologically feasible, and that it means the development of the tendencies of society itself. Later, however, he appropriated the term, identifying his project – in 1971 – as a utopia because “it will never be realized in the present society, and would not work in present social conditions.”

    In the 1970s Constant had returned to painting and begun to portray vio-lent scenes in the New Babylon con-text, depicting the darker facets of the human condition. After a major exhibition in the Gemeentemuseum, in 1974 the artist considered the proj-ect finished. Today we can look at his legacy as a historical document or as an appeal to our present.

    Besides the exhibition, with the catalog the Reina Sofía offers a beau-tiful book with important texts that have been translated to Spanish for the first time. The back cover is actu-ally a folded map – one of the schemes of New Babylon that Constant drew over maps of cities of his time. Maybe this small item can be an invitation to trace with our own steps the paths of another possible city.

    Sostenida por pilotis, sin tocar casi el terreno, y servida por máquinas, la red lúdica de Nueva Babilonia se posaría sobre enclaves imaginarios o sobre las ruinas de las Babilonias capitalistas como Ámsterdam.

    Raised on pilotis, hardly touching the ground, and served by machines, the ludic network of New Babylon would be set on imaginary enclaves or on the ruins of capitalist Babylons like Amsterdam.

    Laberinto de escaleras móviles Laberynth of mobile stairs (1967)

    Vista de sectores New Babylon sectors view (1971)