consejos para viajeros
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Libro de poesía y prosa poética. 2005. Aborda la temática del viaje de la vida y el encuentro con la muerte, en este se encuentra con mayor fuerza la mirada filosófica de la autora, sus preocupaciones místicas y míticas, recurre a el lenguaje simbólico, a cantarle a la naturaleza.TRANSCRIPT
CONSEJOS
PARA
VIAJEROS
Yuri Magnolia Arias
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CONSEJOS
PARA
VIAJEROS
Yuri
Magnolia
Arias
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Yuri Magnolia Arias, nació en Colombia. Filósofa de la
Universidad Nacional. Ha publicado los siguientes libros de
poemas: Hoja en negro (1990), Como un Ícaro dormido
(1997), Danza de sombra (2003).
e-mail: [email protected]
© Yuri Magnolia Arias, 2005
ISBN: 978-958-460654-9
Edición e Ilustración: Gino Luque Cavallazzi
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CONSEJOS PARA VIAJEROS
(2003-2005)
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QUE LA VERDAD BRILLE Y SEA
LUZ AUNQUE L A VERDAD SEA
OCULTA Y DE ELL A NO SE SEPA
NADA
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CONSEJOS PARA VIAJEROS
I
Si es necesario, con cristales de uñas rotas confecciona petardos de rabia y saber y colócalos, ahí, en ese mismo lugar dormido de la conciencia, donde la mañana se
despierta con todas las trincheras hechas y todas las seguridades puestas en lo tuyo y sólo tuyo, prende la mecha para que
vuele por el aire tu ya lo sé y ya lo tengo.
II
Mírate en el espejo y en él con ansia de camino busca la calavera, el hueso roído, el día nacido, el día muerto, la vida quieta. A esa tu verdad de hueso molido, dile cosas
bellas; entrégale tu amor sin asco y sin límite y luego rompe
el espejo.
III Al infierno mismo desciende, allá, donde guardaste
tu primera cadena, debajo de las llamas podrás encontrar el
polvo del dolor, el oscuro secretico hecho pus y lava. Con los demonios dormidos de sueños, haz una fiesta.
IV
Aligera el equipaje. Busca en el rincón último de la nostalgia y el anhelo todo lo que contigo quisieras llevar,
arrúmalo en el vientre de la memoria y ofréndale al fuego
los reductos de la conciencia para que como velos de llamas
retornen al paraíso informe de la nada.
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V
No escatimes en dolor ni en tristeza para llegar a la verdad de tus rincones. Rasguña todos los velos, siéntate en
el vacío y ofréndale esos sueños de sudor plateado provocados
por el azaroso destino.
VI
Desmembra tu todo y tu nada, hueso por hueso, carne por carne. Devórate las viseras del sentir y lo último de lo sentido. Córtate las sienes del alma.
VII
Llórate, informe ser hecho pedazos. Llórate como el más amado de los muertos.
VIII
Coge tu nada desecha y vuela
IX
Ahora...
Ríe.
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Mírame a los ojos y descubre en ellos la verdad de este día sin sol y con
lluvia
Mírame a los ojos y yo miraré los tuyos Mira los ojos de las plantas y los animales por tus ojos sólo puede salir la verdad de estar vivo
tan desnudos son los ojos como las montañas y los ríos Mira a los ojos de todo
hasta de la hierba y el polvo del camino así llegaras a ver los ojos de la tierra y el espíritu
Mira unos ojos amados y veras la infinitud de lo concreto
Mira los ojos del fuego, el agua, el aire sólo verdades salen por tus ojos
Si la iluminación quieres mira a los ojos las labores del día a día
Mira a los ojos al perro de la esquina al pocillo que lavas
al desconocido en la calle Mira a los ojos tu dolor y tu tristeza
y también mira a los ojos tu alegría y tu amor Mira a los ojos el extravío de la guerra y el odio
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Mira a los ojos el hambre y la ira Mira a los ojos la bondad y la maldad
Gira y mira a los ojos lo amado
cuando termines de mirar a los ojos
cuando tu mirada sienta la inocencia del mirar sabrás que todo es perfecto
la luz y la sombra
entonces podrás cerrar los ojos con la fe de la vida
y ser libre
como lo es la tierra madre y el sol padre de ser infinitos aquí y ahora.
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Tal vez no hay escapatoria y
todos los pájaros aun
los de los sueños
están mutilados
O acaso el portal está abierto desde siempre
y es tan sólo estirar la mano y empujarlo
Pájaros y portales
encerrados entre velos cuerpo de la nada
revestida de ciegos creyentes en que hay afuera en que hay adentro
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Soy materia de tu espíritu abierta a tu ensueño
mis ojos ventana de tu tiempo eterno como el fuego
Tu adentro Tu afuera
Aquí lo infinito
cobíjame poséeme
unicidad del ensueño viajero.
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Salió el sol eso debería bastar
y respiro
y veo y siento y sé que vivo
Mas ahí
al frente el horror
lo construido para robar el aire
la vista
el sentir
Con las manos apretadas
trato de pasar el día feliz con el sol y esperar la noche
para ser feliz con la luna
No poner el pie
en el lodazal del mundo
tan contrario como un río queriendo subir la montaña
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Sé que la vida es simple y por eso es vida
mas vivir también el apuro de los relojes es necesario
sólo que de minuto a minuto
marcado
levanto la vista al cielo y veo el sol
le saludo y me saluda
algo me hace pensar sentir
que el sol tiene manos y me toca labios y me besa
Y entonces finjo correr con los relojes
y que cierro los ojos para no ver pero por hoy
me brinco el horror sé que salió el sol
y eso es suficiente.
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Caen las hojas y el camino va
tan ancho como el misterio
Detrás de la penumbra Ariadna sentada desenreda la vida
Sin más sonido que el silencio
me miro desde el futuro
me miro al pasado
Aquí estoy
viendo las hojas hechas polvo en el aire juega el destino con el tiempo
que es como un niño disfrazado de anciano
Beso en la boca la muerte y me sabe a néctar de vida
me siento para que no me tumbe la vida le hago venias al dolor
y risas a la alegría.
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Cuando la muerte venga será un día de fiesta
las ventanas abriré
y también la puerta
a mi mesa le sentaré
y le hablaré de mi espera
Por los detalles de mi vida le preguntaré
por lo que no he sabido
por lo que no he vivido por lo que puse en la gaveta oscura del olvido
Cuando la muerte venga
seré de nuevo inocencia
como cuando nací y lloré
como cuando crecí y reí
Todo lo verdadero pondré en su mano izquierda todas mis preguntas en su mano derecha
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Con mi vida sus ojos miraré si ojos tiene
con mis labios sus labios besaré si labios tiene
Sacaré de debajo de la alfombra
lo que no he confesado
ni aun a mí ni a mi sombra ni a mi mirada
aquello con lo que nunca al mundo he salido
lo que es tan mío que ni mío es
y en su corazón lo pondré
si corazón tiene
Cuando la muerte venga invitaré a la vida
y entonces claudicaré
como sólo se claudica en el amor.
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Qué hay en el afuera a más de la bruma
y el rastro borrado por la mano invisible
El tiempo que en línea recta cae en el precipicio de la nostalgia rumores de gestos pegados en los espejos
la pared blanca pintada de anhelo
la angustia de no existir hecha palabras resbalándose por el agujero negro de los sentidos
Qué hay en el afuera más que el estar dormidos
con los ojos abiertos
si apenas miramos ya el paso se volvió huella y la huella polvo de camino
Y el cuerpo es una sombra pegada al pavimento al espejo y a otros ojos
y la vida es memoria confundida con deseo sueños de sonámbulos
construyendo torres de Babel
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EN L A BATALL A
I
Cuando a la batalla seas llamado, lleva en la mirada la furia y la ternura en las manos. Junto con tu espada carga
tu bien y tu mal. Monta la bestia de tus pasiones, ten las
vísceras expuestas a las aves de rapiña. Rompe el equilibrio
del camino, así la batalla será la verdad de tu piel expuesta, total y única.
II
Dale el nombre que es a lo que vayas sintiendo; llama al miedo, miedo, dolor al dolor, así el espejo te mirará inocente. Vierte la sangre completa, así sabrás que debajo
del escudo está el corazón y por eso vives y aún no mueres.
Deja que el llanto corra, cuando llanto tengas. Si el odio se
apodera de tu mano derecha, tendrás en la izquierda la ternura fresca.
III
En la noche prende el fuego y quema las palabras. Deja que la espada repose y sólo mira las nubes jugar a las formas con el silencio de lo vivido.
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IV
Sé derrota si te han derrotado y vuelve una y otra vez a buscar tu sangre vertida en tier ra, con tu llanto lava la ira
de tu espada; no te apacigües antes de que la paz llegue, ni te
retires antes que tu sombra.
V
Mantén en la memoria del olvido los rastros de la batalla; coge tu ira para siempre y siempre mantenla fresca.
VI
Nada niegues de los días en batalla, mas sólo en tus ojos deja que aparezca; si testigos tuviste, córtales la cabeza.
Sólo la tierra debe saber en qué has vivido, en qué has muerto.
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LO INVISIBLE
Debajo de las hojas
detrás de las nubes y sus figuras
en el brinco del agua en la cascada
en la sombra del sol
en el polvo del polvo ahí está
Es
la vida de la muerte la muerte de la vida
el instante perdido
entre inhalar y exhalar la eternidad de la lágrima cayendo
el silencio dormido en la huella del pensamiento
lo quieto del movimiento
eterno silencio de lo innombrable bello manto sutil de lo que está y no está
A la vista
salta lo invisible
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como el momento oscuro de la luciérnaga sol dormido para los ojos en la noche
Ahí esta
todos los contrarios le habitan
todas las verdades le son propias todos los caminos tienen su huella toda la vida
toda la muerte tiene su rastro.
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El ángel caído no cayó
se arrojó
cansado de la verdad famélica agotado con el cadavérico estado
de la beatitud perpetua abrió las puertas del cielo y al error se lanzó
Tan oscuro es lo blanco
cuando lo negro está lejos
que el ángel con sus alas buenas y su mirada limpia quiso ser camino en movimiento
quiso volar sobre el mundo y sus colores y ser deseo de labios
y espíritu quebrado sueños imperfectos pasión de alcantarilla
ternura rosa
palabras tontas
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Con la vida a cuestas con la muerte esperándole
el ángel caído
nunca más volvió al cielo ¿para qué ser un ángel en el cielo? nunca más visitó el infierno
¿para que ser un ángel en el infierno? sólo
vivió la vida esperó la muerte como cualquier criatura.
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Sentir azul pájaro
árbol
con qué manos he de tocarte para que no te pierdas en mi tacto
con qué manos he de tocarte
para que no te pierdas en mi anhelo toda la brisa anida en mi pecho
y huele a agua de montaña
y soy sentir de pájaro con qué ojos he de mirarte
para no aprisionarte en mis sueños en qué camino he de vivirte
sin que te vuelvas polvo de camino.
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Después de tanto camino quieto a la cueva retornar
a quitarse la piel dejar la carne viva
para que el sol la tueste la haga alimento
verdad fresca
Con la piel tendida
esperar que nazca otra nueva
hecha de flor de camino
de rayo del cielo de silencio
Esperar como espera la semilla
sin más afán que la quietud.
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Soy materia de tu Espíritu, una nada suspendida en el afuera, con los ojos navegando más allá de la mirada, acaso hay
más frontera de mí que ese yo tan escurridizo como el agua
en la pendiente de la nada.
Con las manos tan abiertas como el infinito atrapo destellos:
siento, no es más la vida que un presentir concretado en otro
espacio, que es mío y siente sin mí y sabe sin mí, que es mío y se alza fuera de mí. Registro de este tiempo, tartamudo
tiempo, de ayer y mañana, y yo en medio, queriendo parar
el vértigo, queriendo ser hoy, queriendo ser instante, queriendo
testimoniar, detenida, fragmentada, casi existente.
Con una mano toco el infinito, con la otra rozo el abismo,
estar suspendida en la cuerda floja ha quebrantado en mí
cualquier noción de equilibrio, soy todos los yos del saber,
más aún soy los idiotas, los que se miran en los espejos de todos con los mismos gestos atroces del colectivo tuerto, me
parezco tanto al asco y al fastidio y al mezquino día a día.
Más allá soy brillo como el sol y eterno ensueño de soñadores
tiernos, como algo que se vuelve silencio, boca cerrada por
el beso del Espíritu.
Cuando soy sin ser yo, soy mirada hacia dentro, expansiva y
explosiva, en lo eterno, todo fluido cobrando vida en el
atómico cuanto de la nada engendrando el todo, rastreando memoria en la sangre. Espíritu devenir materia, latido de
tierra y sol, todo-nada.
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Esa porción de vida que nos han dado algo como el soplo de aire frío
muy frío de la montaña verde
La fiebre venida del agua una apuesta por el misterio
que existe más allá de la convicción
que se toma el desánimo por su cuenta
y lo estrella contra un río
que sabe lo que es estar puro y frío, muy frio
En fin
no supe más de la vida que el paso del tiempo ese que se mide para llevarnos a la vejez
tiempo medido
todo dibujado en los gestos del rostro y el rastro del cuerpo y en algún camino tomado con dicha o desdicha
Y es que de los caminos tomados
no sabemos nada hasta cuando se vuelven recta final o descalabro
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Sólo cuando algo nos rompe miramos
no antes
cuando la dicha ampara
casi volamos
¿Y la muerte? Comprenderá la muerte que sólo aprendimos
a medir el tiempo para envejecer y no para volvernos sabios.
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Todos los tiempos confluyen en un grano de arena a instancias del vacío. El velo corrido hace música en el
trasfondo de la nada. Oscuridades de luz hecha polvo en la
mirada, soplo del Espíritu aquí y allá, en todos los tiempos,
infinitud caminante.
Eso otro que está aquí, que se respira, abrir los ojos como si
fuéramos valientes y ver. Amoroso intento, platinado intento,
nos deviene aquí para ser, ejecutar la danza del respiro. A
llorar aprendimos antes que nada y a vivir en gozo aprendimos antes que todo, para que el espíritu llorara y
gozara y en sí se encontrara en la punta de los dedos del
árbol, montaña, canción de cuna y rezo.
Danzarín del tiempo, materia de amor cobrando camino,
infinito eterno, solitario. Somos soledades, porque somos
todo y nos partimos para ser compañía, para devenir múltiple
como el uno enamorado del camino. Dolor del olvido, ojos cer rados aprendiendo unidad. Seamos un cerro, seamos no
ser.
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Tierra madre, todas las compuertas de todos los tiempos, de todos los espacios, maestra de ser otro. Eres pájaro y río y
montaña y eres gente. Y eres “yo”, pequeña como “yo”, bebé
como “yo”, anciana como “yo”.
Yo quiero ser tú y tener tu voz, ser más allá de mi piel, pero
tener piel, para poder ser más allá; quiero ser piel para
encontrarme con la piel y ser labios para besar y tener palabra; quiero ser ojos para ver y que el llanto salga y se vuelva río;
quiero ser hembra para soñar y macho para realizar. Quiero
ser materia para encontrarme con el Espíritu.
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No quiero ser sabia no quiero ser santa
no quiero ser puta
no quiero iluminarme ni entender ni saber
No quiero ser memoria
ni olvido
ni dolor ni alegría
No quiero ser como el sol
que no quiere ser y es sol que no quiere brillar
sólo brilla.
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CAMINOS
Mas allá de la curva del camino
Tal vez haya un pozo y tal vez un castillo
O tal vez sólo continue el camino
FERNANDO PESSOA
Por el camino largo que he tomado
he visto caer las hojas de los árboles siendo yo las hojas que caían
he visto volar los pájaros en el cielo
siendo yo los pájaros que volaban
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No me dirigía a ninguna parte ni en alguna me esperaba
algo o
alguien
por eso creo fue que tome el camino largo
Por el camino largo atravesé precipicios que con mis duelos convocaba
eché a perder el camino a todo lo ancho
a todo lo largo
Mas qué podía hacer
si no tenía idea de qué hacía en el camino ni a dónde
ni porqué iba
No buscando nada todo lo encontrado lo perdía en el polvo que rucia me empañaba
ese que yo iba alborotando al sólo pisar
Algún día tener que llegar tenía al más allá de la curva del camino
y verme con eso que está más allá
del camino largo
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más allá del camino corto igual daba
eso no lo sabía
cuando tomé el camino largo
el camino que no me llevaba
a encontrarme con nada buscado porque nada hay cuando termina el camino largo
ni el camino corto
Salvo saber que nada hay y que sólo existe el camino
que más allá de la curva del camino sólo hay más camino
que puede ser corto o largo
y están
las mismas sombras o el mismo sol
y en ambos se llega a creer
con loca fe
que algún día se llegará a algo a un final con algo
pero cuando termina el camino
sólo esta la nada
creando caminos largos o cortos.
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Como mano intangible como fiebre de infante
como fuego del alma
como cuerpo sin alma
así
es así Como voz del eco
como brillo de luciérnaga como piel de la tierra
como agua nacida como rayo de luna así
es así ni frontera
ni límite
para la verdad de la verdad para la visión del ver.
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INSOMNIO
Noche
con la locura asomándose a los ojos
desde el extremo
locura que no anda por las calles ni se deposita en los manicomios
Noche profunda sin sueño salvador
locura de desequilibrio extremo equilibrado con la muerte visitante
posada en el alma y no en el cuerpo sombras de ira
huracanes del camino fracturado recompuesto
hecho polvo y silencio
Ojos camuflados en lo oscuro el horror se ve también como el sol
apostarle a la vida hasta el ultimo escalofrío de la fiebre más antigua de la muerte
tan bella muerte ella
tan total y hermana
tan mía
que no me besa más que con un roce tan largo como la noche
tan efímero como la llegada del día. 39
PÁJAROS
Amo los pájaros de ciudad
porque saben volar y cantar
aun bombardeados por metrallas de humo
Agradezco profundo que canten el amanecer antes que el despertador
el día de trabajo
Me gusta verlos pavonearse
con su perfil bajo que los deja libres
Los amo sobre todo después de una noche de insomnio
en la que el bombillo de la calle me separó de lo oscuro
Los árboles de ciudad aman como yo a los pájaros de ciudad
y los pájaros a ellos... amor experto en sigilos
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Los pájaros de ciudad vuelan
cantan recogen semillas
Son pájaros que cantan el amanecer
antes que el despertador el día de trabajo y a mí me recuerdan que soy una mujer
aunque sea una mujer de ciudad.
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Saco la espada y le corto la cabeza a mi ilusión
para que no anide en mí
como una serpiente tuerta para que no excave en mi vientre y se acueste en mis vísceras
como debajo de una piedra
Y unas lágrimas sentidas
merece el tiempo de los intentos
aunque truncos
porque hicieron sonar las trompetas de la vida y enloquecer la piel en la noche con luna aunque luna no hubiera
Le limpio la sangre a mi espada con la que mato mi ilusión
con mis lágrimas y a rodar pongo los suspiros
Me asomo a los portales infinitos del infinito
en los que navegar quise
en el vehículo del encuentro y con medio pasaje me presento
mas ahora todo es diferente
ahora se que existes.
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No me cabe en el cuerpo no me cabe en el alma
no me cabe en la vida no me cabe en la muerte
Porque el infinito mismo ahí esta
porción mundana de lo bello
plasmada en ti para mí
que no soy cuando te veo
Yo que no soy que no soy nada
que no soy todo
ni hierba del campo ni insecto ni mujer
ni sueño
Infantil presencia de lo divino luces de bengala enredadas en las manos
que se aman como cuerpo entero
como alma entera como vida entera
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y acaso... como muerte entera
Toda una vida sólo por verte todo un suspiro sólo por saberte
toda yo que no soy yo
porque soy toda con mis vivos y mis muertos con mi risa que no es mía sino del infinito
con mi llanto que no es mío sino de espíritu
Tú que no eres tú
porque eres tú aquí y ahora
como es todo y en todo el Espíritu
viendo con tus ojos que ven los míos que ven el fuego
que ven la tierra que los ve el sol que los ven las nubes
No me cabe
no me cabe en parte alguna y por eso
sólo vuelo.
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Si todo fuera apenas un sueño éste que nos cuesta la vida...
Anudando presentimientos
de verdades espumosas perdidas en la tierra y los cielos
La noche cobija sueños azarosos
las compuertas se abren
y miles de ojos asisten a verlas mas unos pocos se arrojan al encuentro porque, se sabe
más allá no hay regreso
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Los templos surgirán desde el fondo enterrado del misterio
muchos rumoran que voces extrañas
visitan sus puertas
con sus osadas corazas pocos descifran los códigos
porque se sabe
más allá no hay regreso
Se tejen los misterios con verdades de plata
todo impregnado de señales
se revisten las palabras y palpitan las cuevas
Es la hora
todos los anuncios están presentes
se miran los cielos con los ojos vendados
y el misterio va a pie en la acera del frente.
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Cogida de tu mano abro la puerta del precipicio.
Como si todo fuera igual pero vacío, como si se perdiera en algún lado todo el tiempo de la vida y los sueños, más que tristeza me visita, más que rabia, un casi pero no de lo sub-
lime.
Los sueños rozados cuesta abajo de la penumbra, a rodar los
dolores en la montaña de mis ansias. Llamea el rencor, el
agua del amor no fue suficiente para apagar su ímpetu. Sueños
de infiernos voraces se encumbran en mis sienes. Qué será de ti y tus naufragios, no vi tu llanto correr por mí, no lo
sequé, ahora el camino prometido de mis intentos me mira
con mirar estúpido y se sienta en soledad a esperar que llueva.
Cuesta abajo del abismo reconozco la sombra de otro tiempo,
me dejo ser penumbra y prendo una vela por si acaso puedo
abrir el ojo izquierdo a la ternura. Me suspendo en la me-
moria y lloro, cojo mi saber a patadas para ver si florece o muere. ¿Para qué —le pregunto al camino— se camina, si
no hay al final ni paso ni huella?
Y entonces me meto en las cobijas para ver si algún sueño
me posee y me lleva más allá de mí y de esta luna llena que
me palpita en las sienes del otro, como una verdad tan áspera
como todos los olvidos; al fin, empiezo a buscarte adentro
y a olvidarte afuera.
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Tengo con el universo con la vida
citas inaplazables que no llegan
desencuentros en las esquinas de las estrellas palabras difusas en agujeros negros
que no llegaron a ser oídas.
Tengo que conocer montañas que no conozco
y nunca conoceré,
porque el tiempo se abrió como una flor en el invierno y en la primavera ya estaba seca
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Tengo presentimientos del alma que el cuerpo no sabe si poner en los ojos
los labios
o las manos.
Tengo rabias que no han podido
estrellarse contra el mundo y ternuras secretas que cayeron en la luna llena sin ser dichas ni vistas
Tengo sueños que no son míos
sino de mis ancestros
sueños tan antiguos que no saben qué hacer en la urbe sueños que no hago más que soñarlos porque en la urbe vivo
Tengo anhelos del espíritu que mi cuerpo rechaza
como se rechaza el agua fría pegando en la cara
Tengo una vida que me prestaron el tiempo y la muerte
cobradores implacables
recordándome la deuda agazapados
en lo cotidiano de las sombras y los atardeceres soñolientos.
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DERRUMBE
Debajo de los escombros
estoy
lo sé respiro como si el aire fuera prestado y lloro como si el agua fuera mía
y con ella pudiera lavar desde mis ojos hasta el infinito
los dolores con nombre
y las tristezas sin nombre
Qué sería de los guerreros sin un talón vulnerable
no habría batalla verdadera ni verdadero saber
La luna se pone redonda
para que los gatos y mis penas puedan gritar en la noche
y dormir en el día fingiendo no existir.
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Tal como se la veía en los espejos, mi imagen
siempre andaba en brazos de mi alma. Yo no
podía ser sino como soy, curvo y débil, aun
en los pensamientos. Todo en mí es como de un príncipe de cromo pegado en el álbum
viejo de un niño muerto hace mucho.
Amarme es apiadarse de mi. Un día, allá por el fin del futuro, alguien escribirá sobre mi
un poema, y tal vez sólo entonces empiece yo
a reinar en mi Reino.
Dios es que existamos y que eso no sea todo.
FERNANDO PESSOA, Libro del desasosiego
51
El poeta es un fingidor
finge tan completamente
que hasta finge ser dolor
el dolor que en verdad siente
FERNANDO PESSOA
Y hay algunos tontos tan perdidos en fingir su sentir, que
terminan muertos, hechos polvo, espuma del agua. Algunos a los que por hacer propios todos los extremos de la vida, la cuerda los atrapó sin remedio, en los días llenos de noches.
Hay algunos a quienes para cantar sus dolores no les fue suficiente con la pluma y la hoja, y quisieron en verdad
escribir con sangre cada una de sus penas.
Para algunos la noche se multiplicó en tantos insomnios que no hubo como perderse en los sueños; dejar de ser y ser
otro, otro deseado de sí mismo y el espejo cansado de verles
languidecer, les saco la mano y con bofetadas de fastidio los
dejo mudos. Ya no más escuchar, ya no más decir, ya no más expresión.
Fingir el dolor sentido, tarea de malditos. ¿Con qué cuerpo
se puede tener un alma semejante, con qué labios se pueden
dar besos que a punta de fingir siente lo que alma alguna ha
sentido en beso alguno?
Fingir es estirar la cuerda hasta romper los equilibrios,
morderse las manos en la oscuridad de la sombra, cobrarle al tiempo los instantes pasados.
52
Tontería del ser poético que no deja que la vida pase, simple y llana en los mercados y en boca de los mercaderes. Tantos
poetas muertos fingiendo su dolor sin inteligencia vital para
reinar en la selva, sin palabras comunes para hacerse entender,
sin amores reales que se viven y se olvidan.
Pessoa, tu Ofelia ¿cómo podría haberte amado y servirte la cena a las siete en punto, si tú a las siente en punto no sabías
quién eras? Qué horroroso sería amarte Pessoa, con esa
inmensidad de espíritu, ¿cuál de tus sueños podría odiar, a cuál de tus sueños podría tomar simplemente la mano una
cándida mañana?
Pizarnik te habría amado y te llamaría Alejandra, pero nunca se encontrarían a la hora de la locura, y en la hora de la
cordura no se reconocerían, ¿cómo reconocer sus almas
inquietas en lo tranquilo y quieto?
Yo te amaría, como me amo a mí misma, como te amo,
pero esperando que no saltes de las páginas a mi cama; habría
tal competencia de fingimientos entre tú y yo, que lo nuestro no sería un suicidio tonto por fingir, sino un asesinato
múltiple con sólo dos cadáveres. Pero te amaría...
Mas si has aparecido en la esquina de mi casa, lo hiciste cuerdo y no te reconocí, porque los poetas no están en las
esquinas, los poetas no están en las tabernas, los poetas no
están ni en los cuerpos de los poetas, los poetas sólo están en las páginas, o en los manicomios, o en los cementerios; los
poetas viven a solas y mueren a solas, en los rincones de los 53
secretos y nunca nadie los conoce, aunque les tomen la mano y les besen.
Así que tal vez por eso tantos se han matado, tantos han
enloquecido, como la consumación solitaria del arte del
desespero, para que por fin alguien los conozca en su finita
humanidad y sepa que tanto fingen que hasta fingen ser locura, que hasta fingen ser muerte.
54
ALGUNAS HOJAS EN NEGRO
(1988 -1990)
55
56
Pondré mi corazón en la pila de los sacrificios
y los dioses vendrán con su fuego eterno consumiendo tiempo
volará el espíritu para el nunca más de donde todo viene y todo va
Mil estrellas se enredarán
en serpentinos sueños
y todo volverá al principio al primer juego
Mariposas violetas vestirán el paso y del paso saldrá el cuerpo
y un corazón nuevo agitará sus alas
un corazón de braza
un corazón de viento musitará la marcha del guerrero
Pondré mi corazón en la pila de los sacrificios
los muros se derribarán
y habrá una lluvia de Octubre y al fin cer raré los ojos
y entre el abrazo de este llanto y el universo
moriré-soñaré.
57
No es el viento del sur de parte alguna ni lo es el hijo del sol
heredero de la tierra
las flores fueron sembradas en tiempo remoto
así la verdad habita en el centro del sol
y es quemada a cada instante para que de ella no se sepa más que por el humo que expide agónica
No hubo camino seguro
no lo habrá
ni tiempo quieto de reposo todo marcha confiado al retorno todo está aún en la imagen
del primer dios muerto
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Y si todo es así mas no verdadero
a qué creer en paraísos en tiempos buenos
a qué perseguir la esperanza que se muere con el tiempo
Pobres y felices aquellos tartamudos del tiempo pobres esclavos
pobre de mi que envidio la osadía del ciego
No lamentan los dioses habernos creado
pues ellos son cínicos
cínicos han de ser para habernos dado ojos que crean la ilusión de ver
oídos que crean la ilusión de oír alma que crea la ilusión de la vida
y el sueño que crea la ilusión de que estamos despier tos mas despertar...
¿no es posible? ¿nos es posible vivir?
59
Cada paso una danza cada aire un respiro
cada luz una mirada
cada voz un universo
cada sueño un cuerpo cada cuerpo un deseo
Esto es el eterno
eso el ser mil veces
eso siendo siempre soy
Mujer de mil rostros
mírate en el tiempo
tu pregunta es tu respuesta tu respuesta es el camino
Porque fuego y tierra y tiempo instante
por el sol y el agua
por la tierra y la llama
amo
60
Mujer de mil rostros mírate en el tiempo
naufragar es encontrar el agua
respirar es encontrar el aire
acariciar es encontrar la piel
Porque aire y cuerpo porque cuerpo y fuego porque verbo y cosmos deseo
Mujer de mil rostros mírate en el tiempo
mírate en tu imagen
y en el espejo.
61
Se cae la noche en el día la vida en la muerte
las hojas revolotean
en los espacios de las sombras
busco pensamientos
en mi cabeza vacía y salpico de palabras la vida
Existo
eso creo
soy al atardecer y a veces amanezco
pregunto a las estrellas por mi vida anterior
y ellas ríen hasta el llanto
Lo anterior siempre está después de la mirada
y la mirada después de los ojos y los ojos después del alma
y el alma después
de las sombras que crean las estrellas cuando ríen.
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PRINCIPIO DE ESPERANZA
Esta desesperada desesperanza urbana
este sol de invernadero
este olor acre a muerte gris este odio armado
esta desazón fecal este vacío de miradas colectivas
este silencio de palabras
esta venta de creencias este buscar en todas partes
y no hallar en ninguna esta muerte por amarse
esta muerte si no amas
esta distancia televisiva este sexo preservado
esto
y aún más da la tristeza de las horas
todos los porqués sin respuesta
da la nostalgia de un tiempo
nunca vivido
da un suicidio cotidiano un por qué para las lágrimas
y otro para la rabia
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esto y aún más
dan ganas de no amanecer mañana
o por lo menos de no descolgarse al mundo
dan ganas de ser feto
bajo la ficción de las cobijas de tinto y cigarrillo
de tomar la mano de cualquiera
procurando orgasmos de piel sin alma
esto y aún más
dan ganas de silencio de cerrar la puerta del ocaso de crear dioses
de llorar con balbuceos de ahogar un gato negro
de maldecir en tres idiomas de vivir entre los libros
de fugarse por un sueño de alzar la vista al cielo
y creer que alguien nos mira no un dios
sino una estrella.
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...Iguaque 2006
Veo caer la lluvia como si fuera una pájaro en una jaula
intento trinar
y sólo me sale esta voz humana que llama la lluvia bella
como si la lluvia pudiera ser bella o fea
o algo más que lluvia cayendo
Renuncio a ser un pájaro en una jaula
retorno y soy una mujer viendo
cómo cae la lluvia detrás de la ventana celebro la lluvia en ese árbol
de verde refrescado
con ese pájaro atento al eco de los truenos y el río bebiendo recién alimentado
Me veo viendo
y entonces veo dos veces
y la lluvia es lluvia y ojo y ver
y yo soy lluvia y ojo y ver
el infinito me asalta me rompe en el vacío
cierro los ojos para no ser vista sino oído
ya no sé si llueve adentro o afuera
si lluevo yo o yo lluvia.
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