La conquista de américa

Una lectura pesada, incomprensible en algunas partes pero que derrumba el mito del “descubridor de América” y si no es así, por lo menos pone en la mesa lo que realmente motivaba a este Genovés fiel a Dios y al servicio de la Corona de Castilla. Me atrevo a mencionar el “derrumbe de un mito” pues, desde que inicié mi vida académica, hace ya muchos años, el sistema educativo Mexicano se ha encargado de relatar el largo y extenuante viaje de Colón en busca de las indias y que, por obra casi divina, encuentra territorio virgen. Se ha omitido de esta historia, la percepción que tenía Colón de los nativos de estas tierras, llegando a describirlos como salvajes, aun cuando existe una admiración hipócrita, condescendiente y pragmática de la sociedad primitiva en la que vivían.

Al principio no encontraba relación con el objetivo de la materia, no fue sino hasta el subtítulo “Colón y los Indios” que, en lo personal, encontré la relación. En esta parte de la lectura se describe, con ayuda de documentos históricos como las cartas de Colón y de Michele de Cuneo, la forma en la que se trataba a los nativos americanos. No pude evitar el sentir coraje y odio al recordar que seguimos celebrando el descubrimiento de América y recordando a Colón casi como un héroe. Considerando, en primer lugar, la postura asimilacionista adoptada al principio, deseando que los nativos sean como los españoles o como todo buen cristiano: sumiso.

Posteriormente se comienzan a describir las humillaciones y malos tratos provocados por una forma de ser completamente diferente a la que se tenía en el viejo continente. Castigos que llevan al oscurantismo a un nuevo territorio, imponiendo superioridad a quienes vivían en pequeñas sociedades funcionales y sin los problemas de la “civilización”. El lado humano de los españoles apostado ante su sed de bienes terrenales, primero el oro y después las mujeres justificando todo esto con la “fuerza de la religión”. El reclamar tierras y violar la identidad de un sujeto cristianizando su nombre es una de las peores formas de violencia, ya que comienza a notarse que no se tiene respeto ni por lo más básico. Y, por último, la peor de las vejaciones: la privación de la libertad, convirtiendo a los nativos en simples cabezas de ganado que pueden ser reclamadas en nombre de quien las desee. Es evidente, que en ese momento, Colón no reconocía valor alguno en los indígenas de pieles oscuras, pues también se menciona que aquellos de piel clara son tratados casi como iguales.

Las intenciones de Colón se clarifican durante el tercero de sus viajes, deja de ser un proyecto de evangelización y donde su tripulación no son más que la escoria, criminales absueltos de la vieja España decadente, con una sola misión; someter militar y políticamente a los nativos para poder reclamar tierras en nombre de Dios y la “santa” corona de castilla. Es ahí en donde comienza la conquista territorial y psicológica de América.

Nombre Flores Banderas Juan AlbertoAsignatura Psicología de la violencia