conocimiento y conducta -de - core.ac.uk · poro los otros sólo porque el actor y los otros...

38
CONOCIMIENTO Y CONDUCTA (1) Mislav bly IPh-D) (St. Psidr~uc Uiiv. Escocia) Los ocercanientos orientados fermmológiccmente en sociología, -de los cuales la etmtodología parece ser el único que ha superodo las etapas de las declaracim progrcsrij- - ticas y metodológicas y ha ~roducido estudios errpíriws- derivan de la asunción de que la realidad social es conctruida a través de las actividades de la gente. Ellos tratan las f o m s de mr- gencia de la realidad m i a l ccnx, problemjticus, (Cfr. Walsh 1972:20; Filrrilr, f%illipson, S i l v e m , Walsh 1972: possim) y su preocupación myor son los &S coro los individuos logran construir su mindo social, y m, en dicho proceso, lo hacen cqrensible, razonable y explicable. €3 ccnprensible, razonable y explicable porque la gente ca~parte el "misro conocimiento de sentido c&" respecto a él. Este concepto, que fue introducido en la sociología por las obms de Nfred Schutz (1962, 1964, 1966) es uno de los centrales en l a etnorri-todologia. ibblar del "conocimiento de sentido c d n de las estructuras sociales'' (Garfinkel 1967 : 76-77) significa hablar ocerca del acuerdo ck los mimbres de la sociodad respecto de los fekmnos sociales. En lo que se refiere a este concepto la rruyor preocupación de la etnari-todologia es investigar los procesos a tmvés de los cuales se genera este acuerdo "The study of m cence kncwledge ond m sense cctivities consists of treoting as prcblmtic phnamm the actual methods %hereby &rs of a society, doing sociolcgy, loy or professional, mke the s~tructures of everyday activities observable" (hrfinkel 1967:75). (El estudio del conoci miento de sentido común y de las actividades de sentido comúñ consiste en tratar como fenómenos problemáticos los métodos por los que los miembros de una sociedad, haciendo sociología, leg?! o profesional, constituyen como observables las estructuras de las actividades cotidianas; v. de 5) -

Upload: ngokiet

Post on 17-Oct-2018

221 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

CONOCIMIENTO Y CONDUCTA ( 1 )

Mislav b l y IPh-D) (St. Psidr~uc Uiiv. Escocia)

Los ocercanientos orientados fermmológiccmente en sociología, -de los cuales l a e t m t o d o l o g í a parece ser el único que ha superodo las etapas de l a s d e c l a r a c i m progrcsrij-

- t icas y metodológicas y ha ~roducido estudios errpíriws- derivan de l a asunción de que l a realidad social es conctruida a través de las actividades de l a gente. Ellos tratan l a s f o m s de mr - gencia de l a realidad m i a l ccnx, problemjticus, (Cfr. Walsh 1972:20; Filrrilr, f%illipson, S i l v e m , Walsh 1972: possim) y su preocupación myor son los &S coro los individuos logran construir su mindo social, y m, en dicho proceso, lo hacen c q r e n s i b l e , razonable y explicable. €3 ccnprensible, razonable y explicable porque l a gente ca~parte el "mis ro conocimiento de sentido c&" respecto a él. Este concepto, que fue introducido en l a sociología por l a s obms de Nfred Schutz (1962, 1964, 1966) es uno de los centrales en l a etnorri-todologia. ibblar del "conocimiento de sentido c d n de las estructuras sociales'' (Garf inkel 1967 : 76-77) significa hablar ocerca del acuerdo ck los mimbres de l a sociodad respecto de los f ekmnos sociales. En lo que se refiere a este concepto la rruyor preocupación de la etnari-todologia es investigar los procesos a tmvés de los cuales se genera este acuerdo "The study of m cence kncwledge ond m sense cct iv i t ies consists of treoting as p r c b l m t i c phnamm the actual methods %hereby &rs of a society, doing sociolcgy, loy or professional, mke the s~tructures of everyday ac t iv i t ies observable" (h r f inke l 1967:75). ( E l e s t u d i o d e l conoci miento de s e n t i d o común y de l a s a c t i v i d a d e s de s e n t i d o comúñ c o n s i s t e en t r a t a r como fenómenos prob lemát icos l o s métodos por l o s que l o s miembros de una soc iedad , haciendo s o c i o l o g í a , leg?! o p r o f e s i o n a l , cons t i tuyen como observab les l a s e s t r u c t u r a s de l a s a c t i v i d a d e s c o t i d i a n a s ; v . d e 5 ) -

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD (3.1 -1986

Este es un prdolm que puede ser rmjor investigado en e l nivel dt los intemccionec interperconoles cam a cam, U

observando e l ccrrportaniento de la gente que tiene que interpre- tar lo que otros don por sentado o supuesto y que por eso les es problgnjtico (travectistas, lunáticos, etc:). Es un problm irrportante y legitim por s u s propios &ritos, p r o tiene irrpli-

rretcdol0gims limitadas. P L ~ ~ o d o luz a procesos sociales en el nivel interperconal o microcociológico, no es

aplicable a l es td io de lo mcrococial. Puesto que no q u e r ~ s limitamos a los prireros y tarpxo ' restringirnos a la repeticih de ejercicios retodológicos sobre nuevos &tos errpíricos, nuestm preocupión nayor no re+& en los prccecoc -- de g e n e r u c i K ¿ i m i e n t o * en la gente ni e n l a s interaccio- - nec curo a cam. h t r o análisis enpieza donde termina la e b metodologia. Ccmiei7za dando por sentado que pam poder siquiem intemctuar, pam poder enfrentar y terminar m éxito s u s asun- tos cot idims, para poder existir de vems m seres sociales, la gente tiene que poseer un ccriocimiento adecuado de la sociedad en que vive, y d e j m s a la etmtodolcgía el estudiar los rrétodos d i a n t e los cuales los individuos llegan a este conoci- miento o tmvés de s u s decenpeñoc o desenvolvímientos prácticos.

k t m interés i d i a t o es investigar las vias y rrdos con las mies la gente opero el stock de conocimiento social en s u ccnportaniento cot id im en este m&, y las vías y f o m s por las que s u evr iencio de este mi& m r a su sentido de é l -

'/ Por amiguiente, nuestro interés es la relación que hcry entre e l ooncicimiento de la realidod social de la gente y s u ccrprtaniento social. 61 este ensoyo at&s sólo a ciertos aspectos de la relocih entre ia conducta y el conocimiento de los octorec: nuestro interés irmedioto radica en las f o m s y d i o s . d i a n t e las que los actores &&m y mnipulan sus conductas en variadas s i t u o c i m , de muerdo a s u conximiento relevante. Pún si nuestro prcblm irmediato se limita de ta l m r a , permmece h s i a d o arplio, irpidiéndonos el anólisis exhaustivo ¿e todas s u s irrpliconcios; es aún damsiado ccrrplejo ccrm p m permitimos cfxridonarlos, en general, conceptos no

%ly) CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

explicados de sentido c d n , que enpl-S al describir y anali- zar los conceptos rectores y las f o r m de razón de los actores. Lac observaciones introductorias que siguen e s t h escritas con pleno conciencia de tales problms lógicos y conceptuales.

JE~ p r h l m de qué querms decir con conocimiento y conocer, o sea, qué conctituye el conocimiento, es algo que está sujeto a una contínva discusión filosófica ( k z l e y 1940; Ayer 19%; Fidlay 1961 ) . No teniendo la m r intención de entrar en ella, vams a decir s i r r p l m t e que u m s la palabra conocimíen- to p m "the certainty that phen<rrrero are real and that they possess specif i c chamcteristics" (Berger and Luchn 1966 : 13) . ( l a c e r t e z a de que l o s fenómenos son r e a l e s y que poseen c a r a c t e - r í s t i c a s e s p e c í f i c a s ; v. d e T ) , .

Esta certeza es un estodo mental y ~ t o que no +S

entrar en las mentes de las gentes -y odemjs'es bastante prcble- &ico hacta qué punto +S entender nuestras propias w t e s - tenemss que depender, en nuestras inferencias merco del conoci- miento de la gente, de fenCm3nos que pueden. t m r s e c m s u s mifestaciones. La gente expresa s u certeza acerco de la reali- dad y del carócter de los fenámms sociales en dos forrrns: c!a~~stmndo conductas y/o ccnportándase de acuerdo con esta

J certeza, y haciendo asevemimes merco de ella. Ensecuente- monte, dos ferdmmos pueden considerarse m rmnifestaciones de conocimiento: las asevemimes verbales de la gente y s u conduc- ta.

Las aseveracionec verbales son prcbldt icas m mi- festacionec de ccnocimiento por la sinple razón de que con he- &S, y, consecuentmte, el hacerlas es -justarente m tipo especial de conducta. Esto parece ser verdadero, p m tipos de proposicicnes disposicionoles de la acción y pam aseve- raciones que sii-rplmte dermestran cwrocimiento, irrespectiva- mnte de que sean unas frases esptóneos en la conversación o respuestas a preguntas del observador. A rri-nos que cean teóricos profesicnoles, la gente c a i ú m t e en la vi& diaria nr, onda haciendo declaraciones de su conocimiento. Lo declaran sólo en el transcurso de s u conducta diaria propositiva. Toda asevemción

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD (3.1.1986

verbal o cualquier expresión extralingüística, de acuerdo o desocuerdo, es parte de alguna situación específica de interac- c i h , parte de la definición de la situación por el autor y parte de la irrpresión que él tmta de crear. €n breve, estas asevemciones están determinadas por el propósito de la conducta en la situación, es parte de la rmnipulación de la situación.

Gxindo el reverendo Ion Faisley dice que los católicos no son cristianos, no hace una simple aseveración de conocimiento. Mian te ella é l define el conflicto, del cual s u aseveración es una parte, c m básiccmte religioso, irreconciliable, etc. E l dmwstra clararente s u posición en este conflicto, hace m?/ claro dónde está él, etc. ti-i breve, s u aseveración define el conflicto y s u posición en é l de vria mnera bien específica.

E l hecho +,que la aseveración de conocimiento sea un aspecto de la rmnipiuloción de la situación por el actor es sólo urw parte de toda aseveración tal . E l otro es que a l mim t i m p son determinadas por la situación. Las afimciones de Paisley sobre los católicos c m no cristianos no sólo define e l conflic- to de una rmneru específica, sino que taTbién está definida o detenninada por el conflicto; siendo un pastor, podría -debería- esperarse que é l haga aseveraciones acerco de asuntos religiosos. Pero que de t&s las cosas religiosas él sienta la necesidad de hacer las afimciones que hizo estaba determinado por la sitva- ción política general de Irlanda del b r t e . lb creo que este plinto necesite myor elaboración.

J Esta determinación situacional general y la función mipulativa de cada asevemción verbal irrpone ciertos límites a nuestro tmtaniento de los asevemciones c m rrnnifestacimes de ccnmirniento- Esto significa, primro, que no podem>s tratar el cwx>cuniento social c m algo independiente de las situaciones particulares. De esto no sigue s i n &rgo que cada instancia pai-ticular de conocimiento dirigirá y será relevante para un solo acto parti%ular. U c-imiento de Ian P. sobre el status no cristiano de los católicos puede ser relevante pan s u refuta- ción de los esfuerzos eccrrÉviicos, para s u oposición a la educa- ci& integrado y prdxib lmte para s u conducta en nuchas rrús

H31y CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

situaciones. La rrnyor parte de m ccriocimiento estará de esta rmnera guiando otros actos y será relevante en todo otro r q p de sit-icnec, distintas o aquella en la cpe l a meveración fue expresodo. No es necesario c p sea verbalizado en todos estos otras situocicnes; +S inferir su relevancia p r o ellas a partir de la conducta de los participantes en las sitmionec. Tal inferencia se hace posible porque e l corocimiento que guía la conducta en la situaciín en estudio ha sido verbolizodo en alguno otra(s) situación(es) y porque e l observador carparte la lógico por la cual e l rnisro conocimiento puede ser significativo en situaciones diferentes. E l sociólogo que tmboja en s u propia sociedad carporte esto lógica porque l a ha aprendido en e l proceso de s u socializacib y a través de su carportaniento próctico cano rn id ro de la sociedad. Lh antropólogo, trebojondo en m sociedad extraño, cprende esta lógico en e l proceso de su cbservación prticipante, a través de vivir con la gente que estudio y d i o n - t e la necesidad de ccrrportorse hacia ella; por lo tanto, de c a r p r t i r los rnims sentidos o significados. E l trabajo de cmp significo en este sentido la cocia1izaciá.i del cntrq>ólogo en la sociedd que estudia.

d~emn de las asevermimes verboles. otra fuente poro las inferencias del cntropólogo acerca del conocimiento de la gente es la conducta no verbol. Si supngros que cada ocnporta- mierito está guiado por e l uxiccimiento relevcnte y tiene sentido poro los otros sólo porque e l actor y los otros cmprten el m i m conocimiento, se desprende o sigue que a través de observor la conducta y a l cbr cuenta de ella m significativo, el cntro- pólogo tiene que ser copoz de postular el conocimiento que guío t a l conducto, aun cuando este conocimiento rw> haya sido nunca verbolizada por el(1cs) octor(es) m i s r o ( s ) .

Si, por e j q l o , un cntropólogo observa en e l curso de su trabajo de capo que s i q r e los mjeres y wnca los hcrrbres rmnejon las reservas de g m , y sienpre ellos, y nunca ellas ord-n los vocos, pvede inferir cpe la gente que e s td i a sabe algo: que m j a r g m es trabajo de mijer y ordeñar es de knbre, aún cuerdo ellos no hagai ningum afirmxiCn ni m t a r i o sobre esto. Así; é l puede postular e l csnocimiento m í n h q ~ e los

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD

octore d$->en tener para ser c a p e s de realizar cvolquier mto que él ha observado y carprendido caro significativo, de la mim mnera c m los actores mims y otros midros de la sociedad 10 pueden postular.

J b t a &m b s padida forrrular el problemi de la relación entre conocimiento y ccnducta de una fonro t í p i c m t e tautológica. E l conocimiento de la gente merca de la realidad cocial guía s u conducta social real, y s u conducta social verbal y no verbal es la mnifestacih del conocimiento que t i ene . La reloción entre &S es diódica, y esta díoda es UKI midad cerroda, autoexplicativa de lo realidad social . Nuestra presuposi- ción básica de que coda ccnducta se deriva de cierto conocimiento, es válido dentro de esta mi& y al m i m ti- la explico &-te. En lo que al segnrito particular de conducta concierne, el segnento prticular de conocimiento es s u explico- ción odecuoda.

Para volver a nuestro ejenplo previo, cuando Ion Paisley dice cpe los católicos no son cristianos, +S m t u r a h t e preguntar si él cabe o cree esto, y, luego aseverar si él sabe o cree, a míz de que s u actuación en la conferencia ecunhica en Dundalk derivó de ta l conocimiento: él fue o protestar en contra de la fmtemizoción y carprdso c m no cristianos. kbiendo establecido cuál es s u conocimiento, tanto de lo que él dice que es su amcimiento caro de su conducta no verbal en algunos ococionec, y habiendo observacb s u conducta en otras oca si^, cpe es m i s t e n t e con s u anocimiento Squé pxkxos realrente decir acerco de las relocionec entre s u d u c t a y s u conocimien- to? P&s decir c p su conducta en la cwiferencia se puede explicar a trovés de s u conocimiento del s t a t u s m-cristiano de los católicos; así es explicable p r o los derrós mi&ros de la cociedad, es decir, es explicable o carprensible en el nivel del mzonaniento de sentido c&. Si éste fuera el h i co nivel de explicocih que hubiera que considemr, entonces todo la actividad cntropol&ica se reduciría a un infonror acerca de la ccnducto de lo gente y del conocimiento que la guía- O seo, quedoría reducida al nivel del sentido canh.

k l y ) CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

J ~ ú n cuando e l p d l m de la relación entre comcimiento y conducta necesaricmte se ha fomlodo de una mnera tautol6- gica, no se sigue de ello que aparte de formular las presuposi- ciones Msicas acerca de la relación, no pueda hacerse d s aceve- mionec significativas . Para hacerlas, t e m s que concebir esta relación no ccnx, entre una instancia única de conocimiento y uw instancia particular de conducta, sino c m entre uw instancia de conocimiento que orienta conductas específicas, pero que deriva a s u vez de un conocimiento mjs arplio. Esto es, asunir w ~ i díada particular conocimienteconducta caro ccnponen- tes de una unidad de investigación, y relacionarla con el conoci- miento del cual se deriva. Es decir, d b s investigar qué hace posible la existencia de la díada y de qué es ella un ccnponente sist&ico .

Mientras que la investigación de la relación diádica entre una instancia particular de conocimiento y la conducta que deriva de ella en varias situaciones, se concentra en la asevem- ción de conocimiento c m la mifestación de él , la investiga- ción de las relaciones entre la díada y el conximiento social &S orplio que hace posible s u existencia, se dirige a un aspecto diferente de la asevemción de corocimiento, a saber, e l de hacer aseveraciones- E s decir, tmta estas oseveraciones c m un aspecto específico de conducta que debe ser explicado, o necesita serlo. Pam explicar esto d i a n t e nuestro ejerrplo previo: lo que está formilodo ~rob1e-m ahoru, no es e l contenido de la asevemción de Ion Paisley sino porque j u s t m t e él de entre todo la gente hizo esa declaración y porque en ese m t o parti- cular, ese lugar específico y cnte eco audiencia particular. En d otms palabras, e l proble-m ahom es establecer cual es el cono- cimiento de la realidad social que hace posible o permite a Ion Paisley hacer s u asevemión acerca de los católicos y actuar de acuerdo a ello, y qué hoce posible que él lo haya hecho bajo las circunstancias en que lo hizo. Este problerro es legítim, yo que en esta instancia particular t e m s que ver con sólo una porción del stock total de conocimiento de Ian Paisley, que mientras explica en el nivel de sentido ccsrún una o algunas de las i n s t m - cias de s u ccnportcmiento, es en sí mim, y e n m contexto diferente, nada nás que otm instancia específica de conducta, que requiere explicación. Puede ser explicada d i o n t e el hacer

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD

explícitos su conocimiento teológico y político. Nirtumlmte, e l proceso total de explicación m fimliza a l hxe r esto. C k m v o es posible tmtar e l acto de la asevemción de este conoci- miento político y teológico m instancias particulares de conducto y preguntar n u e v m t e qué b posible esta conducto.

Este proceso pr t icular de explicación nos hoce pocible explicar m% que la cwducto en situociones aisladas sociales y e l ccmximiento relevmte de cituaci- yxirticularec. Es e l instrurento rretodológico esencial, que nos permite w l i z a r no s610 situocionec intemccicnales cam-a-cam, sino &S awli- zar y explicar procesos mcmcociales Irastante mrplejos. (E l análisis de Milm Stuchlik del sistm mpuche de tenencia de la t ierm errplea esta mtodología. E l se refiere a l sistm mpuche contenporáneo de tenencia de la t ierm, y a las n o m s interper- sonales de deberes y derechos que lo legitirnizcn pom los mipu-

d-ies misros, m wio realidad social que m r g e del conocimiento e interpretación m~puches de un -junto de condicionec limitan- tes, determinodac por la existencia de la conquista chilena. Fue s u conocimiento de tales cocdiciones lo que hizo necesario adop- t a r las pciutas de tenencia de la t ierm, y e l conocimiento y canducta mpuche coricanitontes, de rmdo de ser consistente con ellos). Noc hace posible la conceptualización de la realichd social ccmr, un sistm cuyas partes ccrrpcnentes no son las f o m s sociales interrelacionodas o interdgendientes, sino los procesos sociales. Es un sistgno de m i m i e n t o s i a l integrcxb, o coriximiento de los reglas que las gentes poseen para su conducta en e l m& social, pam la mipulaciai de la realidad s i a l y para hacer significativa esta realidad.

Al concidemr las aseveraciones de conxirniento m wia instancia particular de axdvcta, tratcms de hecho los '

reclaros de conocimiento o e l hce r las asevemimes, m instancias de conducta- Ectas aseveraciones representan datos significativos en dos aspedos :

1. % ia b s e de las inferencias del cntropólogo ocerca del corocimiento del actor de la realidad social, acerco de la

q l i a expectativas de trasfondo, o certezas, inter-

h l y 1 CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

'subjetivmnte ccnportidos, de que las cosas son l o que son. Dodo que estas expectativas esth dodos por tentados por los actores, rara vez, si es que ocurre, se explicitan. Cuando el actor hace reclaros de tener conocimiento, es decir,se ccrrpor- to de una mnera específica, está "responsive to th is back- ground, h i l e a t the sm tirre he is at a loss to te11 LJS

specifically of Mhot the expectancies consist. nhen osk him a b u t t h , he has l i t t l e or nothing t o soy" (hrf inkel 1967:36-7) (respondiendo a este trasfondo, aún cuando al mismo tiempo no sea capaz de decir específicamente en qué consisten estas expectativas. Cuando le preguntamos sobre ellas tiene poco o nada que decir; v.de-T) . En mchas instan - cias estos r e c l m s de no tener conocimiento son -rretafórica- rrente hablando- la Única puerta por l a que e l antropólogo puede entrar en e l reino de estas expectativas de trasfondo.

Cuando el profesor, en una sesi& con s u s estudiantes, reclarn tener ciertos conocimientos, puede hocerlo porque é l y los estudiantes saben que viven y ccrrparten en un mndo en e l cual existen las mneros específicas, acordadas de aprender; de parte de gente específica que enseña y otros específicos que aprenden; que hoy áreas específicas de conocimiento que tienen que ser transnitidos de una a otra generación, etc. E l hace e l r e c l m de tener conocimiento a causa de s u conocimiento y del de los otros de esta realidad. Es este conocimiento intersubjetiva- rente carpartido de l a realidod social e l que hace significativa cvolquier aseveración de conocimiento y tdib cualquier otro conducta.

JCuando un antropólogo t ra ta de explicar por qué un actor hace una ofinroción particular de conocimiento, en un m t o y contexto, tiene que hacer explícito e l conocimiento de l a realidad social del actor, del cual deriva la conducta; l a afirrmción particular del actor, que él t ra ta de explicar, junto con otros actos de aseveraciones y de conducta del m i m actor y con a f i m - ciones y actos de otros actores que ccnparten e l m i s m rnJml3, son los fuentes de s u s inferencias sobre ese conocimiento.

Los afirmximes de conocimiento son datos significativos

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD

o k en otro aspecto. A l hacer una aseveración de conochiento, un actor está no sólo nunipvlado por l a realidad social sino que él misir, l a m i p u l a . E l sostiene o d i o las definiciones mor- dodas de l a situación; m t i e n e o carbia su rol o e l de otros en l a situación y a s i se lac arregla p m que seo asunido por los otros caro é l desea. El, y los otros que p r t i c i p n c m é l en l o s i t u o c i h dada, esth así ccnprcmetidos en l a creación o recreo- c i h de l a realidad social. Si sólo sirmla e l conocimiento O no, cuando hace e l reclax, de tenerlo, es irrelevante en ese contexto. C m cualquier profesor s e g u m t e se dará cuenta, é l tiene que p r o c l m r cierto conocimiento para rmntener s u definición de l a sitmih en m clase; todos nosotros p r o b o b l m t e hmos en algún m t o u otro,siwlodo cpie terwros conocimiento poro poder sostener esta definición. En la d i d o en cpe l c g m s hacerlo c m éxito, es decir, en la medido en que nuestro ccrrpor- tcmiento es ccrrprendido p r los estudiantes c m derivado del conocimiento intersubjetivmente carpartido de l a situación, la definición de l a situación se h3 mtenicb , es decir, se ho m t e n i d o c m sesión do tutoría, por e j q l o . POdglDs incluso & t i r ignorancia en algunas oportunidades sin que d i e la definición de l a situación. Esta definición puede ser sostenido porque nuestra odnisión de ser ignC>mtes piede ser explico& con t ingen tmte : todos cd3g(+>s que e l profesar es especialista en vm raro de su tm y no se espera de é l que s e p todo de su tm en general- Pero, si supmems que e l profesar es metódico- mnte i p r c n t e de cosas que s e espera que sepa y s u s estudiantes c o n t i n m t e saben las cosas q u e se espera deben aprender de 61, se construirá uno nueva realidad y exist ir ía un nuevo conoci- miento. Volveré a este punto míc odelcnte.

& d &IDC presuponer lo existencia del stock básico de conocimiento de centido ccmXi poro coda m i d r o sacia- lizodo de l a sociedad, es decir, aún c d +S presuponer que hay algo que "talo el wndo sabe", no se desprende de e l lo que todcl e l mrndo sobe todo. Gnn dicen Berger y Luchn , " There is a1wny.z mre objective reolity ' a ~ i l a b l e ' than is octually intemalized in cny individual concciousness, sinply because the ccntents of socializaticm are determined by the social distribu- t i m of !umvledge. individual internalizes the total i ty of

%ly ) CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

vht is objectivated as reality i n h i s society, not even if the society ami its wrld are relatively s-le mes" (8erger cnd L u c b 1966:154) (Hay siempre más r e a l i d a d o b j e t i v a a c c e s i b l e J que l a que c u a l q u i e r conc ienc ia i n d i v i d u a l i n t e r n a l i z a realmente, simplemente porque l o s con ten idos de l a s o c i a l i z a c i ó n e s t á n determinados por l a d i s t r i b u c i ó n s o c i a l d e l conocimiento, Ningún i n d i v i d u o i n t e r n a l i z a l a t o t a l i d a d de l o que e s ob je t ivado como r e a l i d a d en su soc iedad , n i aun si l a soc iedad y su medio son unos r e l a t i v a m e n t e s imples ; v.de-T)-

¡-by áreas de la realidad social de las cuales el indivi- duo no tiene un cmimiento adecuado; puede experimntar enorm sectores de la vida social c m inccnprensibles. (Ibid 78). Ce pvede tarrbién carecer de conocimiento en y respecto de áreas ccnpletas de la vida social. Este estado de cosos es la cmsecuen- cia de la distribución social del conocimiento (cf-Schutz), o de lo distribuciá-i de conmimiento especifica a roles (Cfr. Berger y Luchnn) ,

1-01 caro los r e c l m s de conocimiento scn datos signifi- cativos prq los inferencias del cntropólogo acerca del. mi- miento de la reolidmi social del octor, tcrrbién lo son los recla- m s de no tenerlo. E s t o s son -al igual que los r ec lms de conoci- miento- d i o s de mniplar la realidad social, e incidentalmonte t d i é n la falta de ccnocimiento oriento conductas, q u e no e x a c t m t e de la m i m form caro el conocimiento lo hace. Fallers relata la siguiente situación de &isogo:

"N-K- v a s s h i n g m around h i s hanosteod. After lodcing at the k l l i n g huts ad cut-buildings, we uolked out i n t o a large, uell-kept plantain garden and 1 acked about mthcds of cultivaticm and the different varieties o f fruit. N.K. laughed and beckoned to wie 05 h i s three wives uho vas mrking neor-by. '6, one of the wives w i l l te11 you obout that, ' he said. 'ke wives rule the plmtain gorclen' .

"1 uos then ChOM7 around the gorden by the wife, dw pointei out the differences, invisible to rry untmined

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD

eye, betwen t h e d i f fe ren t v a r i e t i e s d m t h e r p r a d l y sholved m how t o handle t h e knives used f o r f e l l i n g cnd peeling plantains. Al1 the hi le , N-K- f o l l d al-, l d i n g interes ted ond expressing surpr i se a s i f each b i t of i n f o m t i c n wre new t o him. This s d p r t l y a pose, but it c lea r ly indi- coted t o m that i n t h e plantain gorden N.K. f e l t cn unfani l iar ground" (Fa l le r s 1956~76). (N.K. e s t a b a mostrándome su hogar y su campo. Después de haber mirado l a s chozas y l a s cons t rucc iones a g r í c o l a s , anduvimos por u n huer to amplio y bien mantenido, y l e pregunté sobre l o s métodos de c u l t i v o y l a s d i f e r e n t e s var iedades de f r u t o s . N.K. s e r i ó y mostró a una de sus t r e s esposas que es taba t r a b a j a n - do a l l í ce rca , 'Oh, una de l a s esposas l e va a hab la r acerca de e s o 1 , d i j o . 'Son l a s mujeres l a s que mane- jan e l h u e r t o 1

Una de l a s esposas me mostró entonces e l huer to , y me e x p l i c ó l a s d i f e r e n c i a s e n t r e l a s var iedades de f r u t o s , i n v i s i b l e s para m i o jo no en t renado , y orgu- l losamente me mostró cómo manejar l o s c u c h i l l o s usados para c o r t a r y d e s c o r t e z a r l a s p l a n t a s - Mien- t r a s , N.K. nos miraba, s igu iéndonos , pareciendo muy i n t e r e s a d o y demostrando s o r p r e s a , como si cada t r o z o de información f u e r a nuevo para é l , Esto me parec ió parcialmente una pose, pero me indicaba claramente que en e l huer to é l s e s e n t i a en u n t e r r e - no no f a m i l i a r ; v.de 5 ) .

Follers generaliza sus observaciones en l a s iguiente forrm: "los hcrrbres dicen que no saben noda acerca de l a s plontos y huertos y pretenden no saber las dis t inciones en t re las dife- rentes variedades, apropiados poro cocer, asa r , hacer cerveza o cmrse crudas". ( Ibid) . De su generalización y de su descripción an te r io r se desprende que l a opinión de Fa l le r s es que los hcm- bres Cogo similcm ignorancia ' respecto del cu l t ivo de l a s plantas y sus d i s t i n t a s variedades y usos.

CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

E l que ellos similen en torno de este conocimiento o no es irrelevante. Lo relevante es que:

1. Esta falta de conocimiento guía s u conducta: e.g. que N.K. pidiera a uno de s u s mijeres que diera a Fallers la in fomión requerida derivaba d i r e c t m t e de la falta de conocimiento de N.K., así c m de s u conocimiento de que s u mjer poseía la i n f o m i ó n requerida.

2. E l r e c l m de la falta de conocimiento sobre el cultivo de plantación y s u s usos, y la conducta que se deriva de ello, mnan del conocimiento de N.K. y otros Soga de que existe cierta división del tmbajo en la sociedad Cogo, que ciertas tareas son realizados por haibres y otros por mijeres, etc.

3. La d u c t a derivado del conocimiento de que existe cierta división del trabajo en la sociedad Cogo (un aspecto del cual san los r ec lms que hacen los M r e s de s u falta de conoci- miento sobre cultivo de plantación) sostiene, y así recrea p e r p e t m t e , la realidad social en que la división doda de trabajo existe. Actuando sobre la base de este conocimiento, en s u interacción con Fallers, N.K. definió la interacción en términos de esta realidad. Si N.K. hubiera dado a ril lers la in fomión que éste buscaba, s u conducta podría aún haber sido explicada m t i n g e n t m t e dentro de la realidad existen- te. Podría decirse por ejenplo, que N.K. r ea lmte no sabía ncda acerca del cultivo pero elaboró un cuento p r o satisfacer a un antropólogo inquisitorio. Si, s i n errbargo, la rmyoría de los M r e s &tieran su caxcirniento cobre el cultivo de plantas y eso no pudiera ser explicado contingentmte, si lo hicieran p r ó c t i m t e todos y "pezaran a mstror la conducta derivada de este conocimiento, es decir si errpezaron por ejerrplo a involucmrse en actividades de cultivo, en algunas ocasiones al m s , o errpezarcn a dar consejos a sus mijeres sobre c h hacerlo, etc., etc., se crearía una realidcid social nueva, por lo m s en la d i d a en que las reglas rígidas de la división del tratnjo, según las cvoles el cultivo de plantas es obm exclusiva71-nte de mujeres, ya no sería porte de tol realidad.

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD (3.1 -1986

Del últino pnto se sigw cp laciendo r e c l m s de conocimiento y/o de falta de él, un individuo usa s u conocimiento p m m i p l o r la reolidod social. Lo u s a p m definir s u status en ww siteación interaccional dada y p r o indicar a otros p r t i - cipantes en términos de qué realidod é l interocth. U7 incidente de m i tmbojo de carpa entre los Berti es ilustrativo oquí, en tonto ccncierne a uno situocih interoccionril en la que e l s t o t u s de los p r t i c i p n t e s em aTbivalente y se q l e 6 un r e c l m de folta de conocimiento en s u interpretoción-

En casi c& oportunidad en que hubo mrcodo cerca o en la aldea en la que yo trabajaba, fui a l l í ; pasé e l myor tiarpa en lo tienda de m ccrrerciante, Ibmhim, y charlar& con la gente que entraba. /&y a m& m quedobci aún hasta tarde en la noche y antes de volver a la aldea m í a con él. A veces otra gente estaba c a n i d en s u caca, a veces sólo é l y yo ccrprtío- ms la ccmida. E l entregaba y recibí0 mi correspMxlencia y si yo deseaba i r a la ciudod 61 m conseguía transporte en algún ccmión de coíilrcionte que p;acaro a tmves del lugor y m ayudo& en mJdxls otms cosas prácticos de lo vida diaria. U7CI vez l e pregvntk cuál em s u l imje y m contestó que no tenía la m r idea y que de cualquier n-cdo é l no sabía a b s o l u t m t e m& cobre los linajes Berti. N3 encontré o ningún otro hcrrtjre Berti de SU generccih que m cupiera s u linaje. E l reclan5 la falto de ccriocimiento respecto a los asuntos k r t i en varios otras ocasiones, c u d yo tmtaba de discutir cosos que h b í a estodo discutiendo c o r r i e n t m t e con Bertis.

Re@lmndo esta ignomncia I b d i m definió la situación de intemcción cormigo en términos diferentes a lo de un antro+ logo y un i n f o m t e Berti; a l exhibir m t i n m t e uno carpleta falto de cmimiento de las osuntos Berti é l pudo mntener esta definición de la situación, por la que rre trataba d i f e r e n t m t e de c m lo hocim otros k r t i , y ccnsecuentmte era tratodo tcrrbién en f o m diferente por sí mi=.

Inicié la discusión mencionando que la gente expresa s u coriocirniento de la realidad socio1 desplegando' conductas acordes w di& conocimiento y b i e n d o osevemimes sobre él . i%

CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

tanto l a conducta está entre las cosas sobre las que se hacen oceveracimes, existe un problem en relación a l conocimiento por e l octor de sus a c i c w s y de las de otros. La cuestión del / conocimiento por los actores, de sus mciones, es ep i s tmlóg ica y aquí no nos concierne; t d i é n e l cwiocimiento del octor de las acciones de otros es algo epis tmlógico pero &S es antrqx- lógico; nos concierne d i r e c t m t e en s u d i m i & mtropológica, es decir, en l a r d i d o en que hace posible que el.octor se oriente a sí m i m en e l mrndo social en que vive. Cu conocimiento de l a conducta de los derróc hace posible que é l puedo ccnprenderla o explicarla y, a l dar cuenta de ello, hcice e x a c t m t e lo mim que un antropólogo profesional: u s a l a conducta de otros c m una rmnifestación de los mtivos de ecos otros, de s u s i ~ t m c i m e s y objetivos, y a s í l a hoce significativa. Puede dcir cuenta de esta conducta de los otros, carprenderla y explicarla, o interpretar- la , sólo en base a los mtivos e intenciones de los cuales deriva y de s u conocimiento de los objetivos que se supone se logran o alcanzan. E l procesa de hacer de l a conducta de los otros algo ccnprensible o posible de ser explicada por un actor dado es ,por ende, e l proceso de confrontar que110 con un conocimiento de mtivos, intencionec y objetivos posibles. %lo cuando él puede interpretar l a conducta de este mxb puede saber lo que los otros hacen.

E l trabajo de Hosti3 DwMan entrega vna vívido descrip- ción de cám los obreros blmcos de habla inglesa en uno industria en Londres s e explican y adscriben signifioados a l a conducta de los obreros pkistaníes, en términos de su conocimiento de los mtivos, intenciones y motas de éstos, E l caso es relevante en e l sentido que si t a l conocimiento no es ccrrportido intersubjetiva- mente por arbos grupos y sí por los obreros de habla inglesa, rozoroblcmznte podr íms asunir que los mtivos, intenciones y objetivos de los pkistanies son bastante distintos de có-ro los percibe el grupo de habla inglesa. De hecho este grupo puede sostener s u cwiocimiento de los pkistcníes sólo porque este conocimiento nunca orienta s u s conductas en las situaciones inter- étnicas; c m s e nuestra en e l encayo, m tipo de m i m i e n t o a b s o l u t m t e dist into es el que orienta l a interacción entre los mierrbros de arbos grupos. lb obstante, pemnece el hecho de que

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD

cuando los obreros de habla inglesa dan cuenta de lo conducta pkis toní , lo hacen significativa en la form car~ un antropólogo profesimal lo hoce respecto de lo conducto de l a gente p estudia, Sin &rgo, e l &todo cpe ellos utilizan es 116s bien similar a l de Hcirris, c d explica l a fisión de linajes Both- gas, que a l que sugeriros en este artículo. E l paralelo pvede extenderse señalando que tanto en el coso de Hcirris c m de los obreros de habla inglesa, lo explicación de lo conducta de los otros puede rrnntenerce sólo en tanto sirve p r o dor cuenta de l a conducta de otros ante los mi&ros del grupo propio: en m caso e l de los colegas profesimales, en e l otro e l grupo étnico propio. (i explicación no puede mntenerse en urw situación en que quienes expliquen tengon que interactuar con aquellos de quienes se explica s u s conductos, ccms my bien l o soben los obreros de habla inglesa. Lac diferencias en los mtivos, inten- cionec y objetivos, en tanto sostenidos por cada grupo y percibi- dos por e l otro, conducirían tarde o terrprano a un quiebre res- pecto de una ccminicoción significativa, dodo que ésta llegaría a ser insuperab lmte problemjtica.

Jhtes de cmtinuar, deseo reiterar que lo rks frecuente es que l a conducta de los demjs sea i n t e r s u b j e t i v m t e signifi- cativa ccm resultado del conocimiento de todo actor de las accionec de los demjs. Por este conocimiento se puede explicar l a conducta cotidiano de los dgnjs y por consiguiente, de acuerdo a Berger y L u c h , se l a hace no problemjtica (Berger y Luck- ~TKIM 1966 : 37-38) :

".. . the others with Lchan 1 wrk are unproblmtic t o rre as 1- os they perform their fanil iar , token-for-granted rwtines- soy, typing may at desks next t o mine in n y office. R e y b e c a p rob lmt ic if they interrupt these rcutines- say, huddling tcgether in o comer and tolking in Mhispers. As I enquire &t the m i n g of th i s unusual activity, there is a ~ r i e t y of possibilities ttwt my campn-sense b l e d g e is capable of reintegra- ting into the uiproblmtic M i n e s of everydoy l i fe : they rmy be consulting on how t o f i x a bmken typewriter, or one of then rmy b e m urgent instrmti.cn fron the

CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

bs, and so on" (Ibid:38).

"... l o s o t r o s con l o s que t r a b a j o son no-problemáticos para m í mien t ras r e a l i c e n sus r u t i n a s d i a r i a s , f a m i l i a - r e s , dadas por s u p u e s t a s , por e j . e s c r i b i e n d o a máquina en e l e s c r i t o r i o cercano a l mío en m i o f i c i n a . Se con- v i e r t e n en problemáticos cuando e l l o s interrumpen e s t a r u t i n a . S i por ejemplo e s t á n reunidos y es tán hablando, murmurando o cuchicheando. Cuando pregunto acerca de e s t a a c t i v i d a d no común hay una variedad de p o s i b i l i d a d e s que m i conocimiento de s e n t i d o común e s capaz de r e i n t e - g r a r den t ro de l a s r u t i n a s no prob lemát icas de l a vida c o t i d i a n a : pueden e s t a r d i s c u t i e n d o de cómo r e p a r a r una máquina de e s c r i b i r que de jó de f u n c i o n a r , o uno de e l l o s puede t e n e r alguna orden urgente d e l j e f e , e t c . e t c ."...

Ecte tipo de conducta "problgnjtica" puede ser "reinte- grodcr en la rutina no-problgnjtica de la vida diaria", i - e . hecho interpretable sobre la tase de mi conocimiento existente: sé que las rróquinas de escribir pueden dejar de funcionar y que entonces deben ser repclrcdas; sk que los jefes don instrucciones, sé que las personas se consultan entre sí y don consejos, etc., etc- No surge ninguna discrepancia entre mi corocimiento y la conducta de otros; sólo tengo que interpretar la conducta de ellos sobre l o base de otro conocimiento que aquel que rutinarias h e significativas sus conductas p r o mí; (es decir sobre l a hse de otro conocimiento que el que son taquígrafos que trabaj on en l a mi- oficim que yo). Puede tmbién ocurrir que surja uw situación en que exista discrepapx:ia entre m i conocimiento y l a conducta de los derrós:

"1 nny find thot they are discussing a m i m directive t o go wi str ike, m t h i n g as yet outside ry experience tut still ve11 within the mnge of p rob lm with Mhich ny c m - c e n s e kwledge can deal. . . " ( Ibid : 38 ) .

d e s c u b r i r que en r e a l i d a d e s t á n d i scu t iendo sobre una d i r e c t r i z d e l s i n d i c a t o para i r a l a huelga, a lgo

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD

hasta ahora fuera de mi experiencia pero todavía dentro del rango de problemas que mi conocimiento de sentido común puede tratar..,"

Cupiendo que yo no sé de huelgas, surge ma discrepancia entre la conducta de mis ccrrpoñeroc y mi conocimiento; la mnduc- ta de ellos es mrrrritáieanente inexplicable. Sin &rgo es así &lo nrmontá.iecmrite yo que puedo explicármelo en uw socializo- ciín idiota, m resultado de que rri- digan qué es uno huelga, que va a ocurrir una y que es eso lo que los colegas están discu- tiendo. Por miguiente, puedo entender la conducta de los demSs en base a una crJqvisición de conocimientos de la realidad social de la que carecia. Los obreros recién llegados a la indus- tria inglesa estudiada p r DwKKin se hallan en una situación idéntica cwrido se enfrentan a un irlandés y un obrero originario de las indias occidentales, ayas conductas mrtuas violan las narrrns básicas de mnejo de las sitwcicmes interétnicoc; tales obreros pueden entender dichos conductas sólo luego de aprender lo que todos los derrác en la industria ya saten: que crrbos cbre- m s con anigos,

4 Cbvimte, el uso del conocimiento adiciml adquirido paro explicar la conducta problemjtica de otros sólo es posible si dicha conocimiento ccrrplgnuita y no ccntrodice el conocimiento previo de la realidad cocial. Si sufriera uw contradicción tal, que no pudiera ser resuelta ni explicando la conducta en base a ,

m conccimiento que se posee pero que n o m h t e no se explica para e n t d r la c c d ~ ~ k en situccicnes &dos-, (lo cpe es la esencia de la explicación contingente) ni obteniendo m conoci- miento odicicnal que posibilite interpretar o explicar lo conduc- ta que se conf raita, ésto resulta ser inexplicable-

Experimentos condvcidos por estudiantes & Garfinkel, a los que se les pidió que pasaran algún tienpo en sus casas pre- tendiendo que eran pencimistas y o c t d en base a tal presupo- sición, m s proveen ccn buenoc ejenplos. (Garfinkel 1967:47-49). Despsés del experimnto los estudiantes infornaron que:

CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

"... fcmily &rs deranded e x p l d i o n s : Mhot's the rrotter? M ' s gotten into you? Did you get i i red? Aie you si&? Mhot are you being so superior M? Vhj are you rmd? Are you out of your mind or ore you just stupid?. . . " ( Ibid:47). ".., Explanations w r e sought in previous, widerstcindable mt ives of the student: the student vas ''wrking too turd" in school; the stvdent VAS 'ill'; there t-ud been 'cmther f ight l with a f i ancée..." (Ibid:48),

"Los miembros de l a ( s ) f a m i l i a ( s ) p i d i e r o n e x p l i c a c i o n e s : ¿Qué pasa? ¿Qué s e t e o c u r r i ó ? ¿Qué e s t á pasando c o n t i g o ? ¿ t e echaron d e l t r a b a j o ? ¿ e s t á s enfermo? ¿por qué l o s a i r e s de s u p e r i o r i d a d ? ¿ é s t a s eno jado? ¿ t e v o l v i s t e l o c o o s ó l o es túp ido? . . ." Irse buscaban e x p l i c a c i o n e s en l o s m o t i v o s p r e v i o s , com- p r e n s i b l e ~ r e s p e c t o d e l e s t u d i a n t e : é l e s t a b a t r a b a j a n d o demasiado, es taba enfermo, h a b í a t e n i d o o t r a p e l e a con s u novia-,."

Estas explicocimes indiccn c l a m t e cpe los mimbros de l a fani l ia t m t h n de interpretar o explicar l a conducta de su hijo(a) sobre l a b e de su conocimiento; trutatxm de expli- carla con t ingen tmte . Puesto cpe sus explicaciones m ercn oceptodoc o no U í a reaccicri a e l l a s de parte de los hijoc(as) . y caro el los no proveyeron a los podres m m conocimiento adiciorril por e l cual fuera explicable l a conducta (siendo una situación experuriental e l l o se hizo s o l m t e vno vez fimlizodo), l a contradicción entre l a conducta de e l los y el conocimiento de los padres tuvo que se r resuelto de una m r a diferente: por el rechazo de la ccrducta de los jóvenes-

En las palobms de G o r f i n k e l :

"... there f o l l d w i t h d m l by the offended msrber, attenpted icola t im of the cvlpri t , retaliaticn and denwiciation. ' h ' t bother with him, he's in one of his rrPodc ogainl; "Poy rn atteritim bvt just wit m t i l he osks me for sari-thing'; 'You're nrtting me, doy, 1'11

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD (3.1 -1986

cut y w ond then scrre'; '%y mist you a l w y s create fr ic- t ion i n our fani ly h o m y ' ... '1 dcn't wt cny mre of tht out of you ord i f you can't t r a t y w r rrother de- cently you'd bet ter mve out ' " (Ibid:48).

"Hubo u n a le jamien to d e l miembro ofendido, s e i n t e n t ó a i s l a r a l c u l p a b l e , hubo sanc ión , denuncia: 'no s e preocu- pen de é l , e s t á de mal humor de nuevo1; 'no l e p res ten a t e n c i ó n , esperen hasta que s o l i c i t e a l g o f ; 'me e s t á s rechazando, ... bien , yo t e rechazo también y más toda- v í a 1 ; 'por qué siempre t i e n e s que quebrar y romper l a armonía f a m i l i a r 1 - , . 'no qu ie ro nada más a s í de ti y si no puedes t r a t a r decentemente a t u madre mejor ándate de aqu í ' I r .

C b v i m t e , por el rechazo de su conducta de porte de los mien- broc ¿e los fcmilias, los estudiantes hollaron s m t e d i f í c i l ccrrpletar sus tareas, (Ibid:47) y en algunos cacos no fue exito- so, en el sentido que l a fan i l ia l o t u 6 c a ~ > uriri b r ~ O no se preocuparon del todo de tal ccrrportcmiento (Ibid:47). La mzón de por qué se rechazó l a conducta de los jóvenes fue que en su conducta no &n ninguna clave en bse a l a cwl los +res pudieran interpretarla; ellas no reaccionaron ante l a s interpre- taciones de sus carportanientos. Los $res entonces no podían aplicar el rrétodo docunritativo de interpretación (Garfinkel 1967 : 77-79) o esa propiedad del procedimiento interpretativo que Cicairel llm "el sentido prospectivc-retrospectivo de l a s u - rrenci" (Cicourel 1973:54) a l ccrrportcmiento de sus hi joc(as) , intentando dar cuenta de él o ccnprenderlo. Ccm, los $res no podían saber que sus hijos(-) sirrulaban carportarse c m pensio- n i s tas , l o situoción p r o e l l o s qvedabo definido en términos de s t a tu s "padres-hijos"; dentro de esta situación l a conducta de 10s hijos era inccnprensible: su rechazo era l a única posibili- dad que quedaba a los podres.

J b h a r l a conhicta es un6 posibilidad de c&m resolver s u ccntrodiccih c m el conocimiento, pero solvo en casos donde l a !mte se welve repentincrrente loca, no pedo irmgiririr su existencia errpírica en situaciones rx, experimntoles. Pún m m

H3ly ) CONOCLMIENTO Y CONDUCTA

-ro de s i tuaciones exper imntales que cnal iza Gorfinkel, los su je tos de e l l o s no rechazan l a conducta de l e x p e r i m t & r s ino &S bien u t i l i z a n su conocimiento p r o explicarlo. Por ejenplo, de l o s diez es tudiantes que hicieron el experimento " t o explore a l t e rna t ive mns t o psychotherapy as a \wy of giving perCons &ice obout their personal problems" (described i n Gorfinkel 1967:Ch.3), Irde explorar medios o modos a l ternat ivos a l a s icote- rapia como forma de dar consejos a l a s personas sobre sus proble- mas personaleslT , "none. .. hod d i f f i c u l t y i n occo~pl i sh ing the series of ten questicns cnd i n sumnrizing cnd evaluating the advice", i-e. m rejected the experirrenter's behaviour. Mhen t h e randcm ansvers t o the subject 'S questionc appeared msensi- c a l , con t rad idory t o t h e provicusly given msvers , a7d so m, t h e subject in terpreted then by refonwlat ing Mhot he a s s d t o be t h e context of m n i n g he held i n c m with t h e experimnter. This tendency t o treat bdwviour as mooningful, a l b e i t p s s i b l y i n m other " g r m " , fo l l avs f r m the necessity of b v i o u r being intersubject ively m i n g f u l if soc ia l l i f e is t o e x i s t a t 011, cnd f r a n everybody's recogni t im t h a t a l 1 behaviour is " n o m l l y " m n i n g f u l . Wnen a d i sc repncy between tehoviour and knwledge a r i s e s , h i c h cannot be reconciled m the leve1 of ex i s t ing k m l e d g e ( i - e . contingently explained), the k m l e d g e tho t behoviour is "normlly" m i n g f u l m i l i t a t e s against its reject ion: behaviour is m i n g f u l , therefore t h e behoviour i n q u e s t i m mist be m i n g f u l . The m l y p s s i b i l i t y then is t o adapt o r d j u s t the exis t ing k m l e d g e t o occount for t h e be- haviour. The a l t e m t i o n of genealogical h l e d g e c r r ~ n g the Berti illustrates t h i s process.

h n g t h e Bert i , t h e recolution of conf l i c t s by paymrit

of financia1 or rroterial ccrrpencotim to the. injured p r t y is t h e only s i t u o t i m i n Mhich kinship groups ost corpomtely; by their bdwviour i n t h i s s i t u o t i m , t h e p r t i c i p t s c lea r ly proclaim t h e i r kinship psiticric. By h i s behoviour i n the s i tua- t ion ea& individual m n i f e s t s h i s chhn kinship p s i t i c n d h i s kinship tie t o the offenáer. For excnple, aong ograbún, usvally ccnprise t h e descendonts of four paternal and four mter- nal great-great-grundfathers, m carpensat im is ever p i d f o r dcrmge t o property: it is not asked fo r .

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD (3-1 -1986

h i hmmd 'W mrr ied a great-gronddaughter of Düdu, d since h i s nnrrioge he b lived uxorilocally i n her vi l lage i h h i t e d by rrmters of the Düdu lineoge segrent. His nnrried con 'PMulláhi Uiharad l ives there tco. lhe d r s of the üüdu segi.lrit a r e h i s agrubún, mí Mhen t he i r cattle daroge h i s f ie lds h i s cattle darnge their f i e l& -ion is mt p i d . His father 's brother's con, ' M u l l á h i I-hdh, mved a f t e r h is fa ther ' s death into 67e village of h b W 'M, here he m r r i e d and set up h i s m houcehold. Although the descendants of [)üdu a re mt h i s ag rabún , he refused t o accept even a part of the offered c m p m a t i c n Mhen their cattle caused dcmrige to h i s f ie l&, as did 'PMvlláhi hbhcmrad, h i s fa ther ' s brother's son. Thus he started t o b e twds the rm-bers of the Düdu segrmt as tckwrdc h i s ag rabún ad accordingly they did not occept ocrrpencatim f m h í m Mhen his mttle caused doroge i n their f ields. 'PMulláhi Horadún's behwicur, Khich vas indicati- ve of h i s close kinchip lirks t o tho &rs of the Cüdu s q p w t , vas i n c o n t d i c t i c n w i t h the knowledge of h is genealogy. This contmdicticn vas null i f ied by the odjustmvit of the genealogical kncriledge t o ccccunt for the existing b i o u r , Today, ' M u l l á h i HcnrodWi is concidered by d r s of the Cüdu cegnrit to be a di rec t descendant of Düdu.

1 recorded elsehere o t k r instantes of the dwngec in genealogical knowledge -sed by the nsed to account for the conduct of people Mho, according to the existing kncwledge of tbeir genealogical poci t im, b$wved differently frun the v q they should have dwie i n conflict sitvaticric involving material e i c n (bly 1974: 137-142).

This explanaticn of a dwnge in genealcgiml b l e d g e is a i l y a p r t i a l explanaticri, \mat rmins to be explained is thy the bebwiour changed i n the f i r s t plcce, as each Berti's behcivicur, i n every si tuat icn of m f l i c t resolved by the paymoot of finaricial o r rnrteriol cmpnsat icn, is guided by h i s kna+ ledge of h i s w genealogical pociticn. This determines h t h e r o r mt he w i l l participate i n the po~rrirtt of ccrrpenccrticn, Mhat w i l l be the s i ze of h i s contributicm t o it i f he p r t i c i p o t e s , d. i f he is the injured p r t y , h t h e r o r mt he w i l l

b l y ) CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

be ent i t led t o cu-rpensaticn cnd f ran h, Mhether o r not he wi l l accept an offered ccnpensatim, etc, For excrrple, conf l ic t s be- individuals f r an mrixirrnl lineoges other thon h i s O ~ K I dO not a f fec t him at 011- In a m f l i c t be- a rrerrber of h i s rmximJl lineage a d a &r of onother he is forceú t o take on act ive part i n the resoluticm, cnd the rmnner i n Mhich he is involved is determined by h i s kinship t o the offender. For exm ple, i f he is me of the offender's agrabún, his contributicm t o the carpensotion is bigger than that of the h r c of the offender's l i n e a g e ' h a r e not h i s agrabún. 7he f u l l list of these rules is given elsevihere ( k l y 1974:130-134). They a re only a part of dmt every Berti kncxvs dmut behoviour i n confl ict s i tuat ionc requiring rroterial carpencation; cnd they are m l y a fracticm of h i s t o t a l corpus of knolyleáge.

Every Ekrti a l so knom that the closenecs o r distance of kinship Mhich b i d s him t o his kin defines the extent of his econcmic, pol i t ica l , r i t ua l , ad other obligotions t o them d the extent of their expectotims fron him. A t the care tire, he krws t h a t the extent of h i s duties cnd expectaticnc, by vhich he is boud t o those k i m with Mhon he l ives i n close spa t ia l prixirnity ond i n t emc t s frequently, is greater than it w u l d be i f he vas not i n dai ly m t a c t with h. Thus, i f he did not l i ve i n their villoge, 'PMulláhi tknndün w l d behove t amrás the &rs of the Düdu segrent as he w l d ordinarily behe tchhl~rds h i s fa ther ' s bmther 's affines. Ebt because he l ives i n t h e i r villoge, and because they a r e spa t ia l ly h i s clocest relat i - ves, h i s behaviour t w r d s them is mich rmre intirrute. Mhen he refuses ccnpencatim fm cny rri-rrtser of the W u segwnt, h i s behovicur is not guided by h is knowleáge of the rules goveming k h m i o u r i n c m f l i c t s i tua t icns requiring rmterial corrpensaticm. I t is guided by h is knwledge that the msrbers of the Düdv c e g ~ mrit a r e h is m l y relotives a r d d he mist treat h m such. He thus decides i n vrhich of the two possible "nonn -S"

he is going t o play. For cnykdy else thcrn 'Pbdullahi b d w i and the d r of the Dkiu cegnent &se c o t t l e trespacsed m 'PMullohi's f i e ld , 'PMullohi's behaviour is m n i n g f u l only os behaviour i n a s i tua t icn cal l ing f o r m t e r i a l carpensotion. kt, because he refuses ccnpnsot im, &re arises o discrepancy

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD

between h i s actual behwiour ond t h e b l e d g e abcut h i s geneala- g ica l position. To be able t o account f o r h i s behwiour requires an a d j u s r n t of t h e knowledge: h i s bdwviour can be mcounted f o r only a s bdwviour be- two ograbún ; he canec t o be considered as o d i r e c t deccendant of Düdu.

The p s s i b i l i t y of choice beheen two o r mre s y s t m of n o m , o r norm p r ~ ~ a ~ p l i c a b l e t o t h e care s i t u a t i m of inter- act ion, is probably t h e m i n m h u n i s n f o r the rrnnipvlation of society by an individual, a d a t t h e s m tim t h e rn in process genemting t h e discrepancy betveen knowledge and bahoviour. This a r i s e s +ver p p l e o r things cwicistently do not bdwve according t o any avai lable expectat im o r d e f i n i t i m . The follo- wing odjustrrwit of kncxyledge vhich leods t o the redefinit ion o r t o t h e change of expectut ims is the rn in process through Mhich b l e d g e dxrngec axl prdmbly the rn in process through vhich ~ B V p t t e r n s of behavicur mrge. Dwid Richec cnalyses t h i s process i n d e t a i l l a t e r on i n t h i s volum.

I t might sean tha t cny mthodolcgical approach t h a t in- sists m explaining cm m t o r t s bdwviour as deriving frcm h i s h l e d g e , Qid Mhich expl ic i ty elirninotes the anthropolcgist 's knmledge as a l e g i t i m t e source of explomtion of the ac to r ' s b$xrviour, necessarily reduces the onthropolcgist 'S role t o t h a t of a j o u r n a l i s t / r e p r t e r o r a t best on ethnographer. This w u l d ce r ta in ly be s o i f a l 1 t h a t vas needed f o r recording t h e ac to r ' s knowledge vas to record h i s voluntary s t a t m t s &out m i a l r e a l i t y and t o elicit other s t a t m t s frcm him i n t h e form of answers t o t h e &server 's questions. This m u l d be a s u f f i c i e n t procedure f o ~ get t ing a t an a c t o r ' s kncxvledge of soc ia l r eu l i ty if tha t did r o t m n t to mre than the c m t o t a l of statemonts he rrokes, or is able t o mke , a b u t it. &It it chould be cleor by m t h a t t h e concept of an individual's knowledge of soc ia l reul i ty , a s 1 hwe been using it, a l s o ccrrprises t h a t p r t of Mhot he k m vhich he never needs t o verbalize and prdxibly is not even a b l e t o ver tul ize . The anthropolcgist 's task, before he can do anything e l s e , is t o es tabl ish h t t h i s knowledge m m t s to. P e t e r t s study of t h e blccd feud anmg t h e Bedouins of Cyre- m i c a is i l l u s t r a t i v e here.

CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

ke Bedouin t r i b e s of Cyremica a r e divided i n t o p r i m r y , secondary and t e r t i a r y sectims. Mhen a &r of c m t e r t i a r y sectim is k i l l ed by a &r of m t h e r , the i d i a t e killii-rg i n vengeance is cmsidered t o be the best vay of s i t t l i n g the a f f a i r ond both k i l l i n g s are recognized a s having cancelled each other out. a &r of me seccndary sectim k i l l s a msrber of another, t h e i m d i a t e k i l l i n g s i n vengeance is taken t o be just me i n a long series of k i l l i n g const i tut ing t h e blccd fed, Wen a &r of me p r i m r y s e c t i m k i l l s a msrber of anather, t he near kinsren of the deod raid t h e c a p of .the c u l p r i t and an o r d conf l i c t ensues bet\^Ren the d r s of both sectims (Peters 1967: 262-269)- This generalized picture bosed m t h e v e r b a l i z a t i m of the Bedouins thgncelves (Mhot Peters c a l l s their "conccious d l " ) might be taken f o r uhat the Bedouins kmw about the bl& feud ckd f o r uhat the blood feud m i n g f u l l y is f o r than. This k w l e d g e guides their behaviour i n s i t u a t i m s of blood f e d . E!ut it does not help cny individual Bedouin t o decide hether o r not he f inds hirrself i n o s i t u o t i m of blood feud \hen, a f t e r a h r of h i s a ~ i sectim has been ki l l ed , he mts a rrmter of the k i l l e r ' s sectim. If t h e l a t t e r i s , f o r excrrple, h i s near m t r i l o t e r a l kinsrmi, he w i l l not k i l l him. He has thus decided t h a t , i n t h i s case, the s i t u o t i m of blccd feud does not obtain and he defines the s i t u o t i m as scrre- thing d i f fe ren t . He rrnkes t h i s d e c i s i m on the basis of h i s knov\lledge of various s i tua t iono l foctors. Mhen asked c h u t them, he probably "has l i t t le or nothing to soy", i n Garfinkel 'S uords. This is not only because he takes than f o r granted, but because i n verbalizing them he uould have to give a r e c i t a l of a h s t the t o t a l stock of h i s soc ia l knowledge. If the cnthropologist then presents h i s occount of the blccd feud, Mhich d i f f e r s f r a n the conscious rrcdel of t h e Bedouinc i n that it includes ot least the mst irrpOrtont o r usual s i t u a t i m l fac to rs tho t dedine Mhether blood feud obtains at 011, it d e s not m thot he is occount.ing f o r it as m i n s t i t u t i m of o s y s t m of Mhich t h e Bedouins thenselves a r e wiaihiore cnd ignomnt. He arr ived crt h i s occount of the blccd feud frcm observat im of the octual ins- tances of individual feuds, cnd of instonces of obstention fran the feud. To be &le t o perform them o r t o d s t a i n f r a n them i n t h e \wy i n Mhich t h e ~ n t h r o ~ o l o g i s t observed t k , the Bedouin

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD (3.1 -1986

hod to knw mt only dxut the f e d but a lco d w u t the foctors vhih define m y s i tua t ion as one of feud o r m f e d . His knorrledge had to be the ccrre as thot h i c h the mthropologis t enploys i n d i n g h i s m t . bis mcount is then cn m m t of t h e Bedouin knorrledge.

Not only the Bedouin's but every person's t o t a l stock of h l e d g e concistc bacically of t w kinds: b l e d g e of k w t o behave i n o given s i tua t ion , crd knowledge of how to define o s i tua t ion . These two k i d s of h l e d g e derive f r a n the d i o l e c t i c re la t ionship betuleen m cnd society. His h l e d g e of horr to define a s i t u o t i m is S;e knowledge by h i c h he m i p u l a t e s cocial r e a l i t y , i n the m e that he p r p e t u a l l y creates or recreates it. H i s h l e d g e of ho,v t o behave i n a given s i tua t ion once it has been defined is, m the other M, the b l e d g e throvgh Khich he is being rrnnipulated by society: thrcugh t h i s h l e d g e h i s b$wviour is sociol ly determined-

The f o c t that d i f fe ren t h l e d g e is opplicable t o d i f fe ren t s i t u a t i m s permits t h e q i r i c a l existente of a segningly p rodoxica l stote of a f f o i r s Mhen people mnoge to negotiote u n p r o b l m t i c u l l y t h e i r everydoy interact ionc h i l e holding similtcrrieously h l e d g e t h ~ t is obviously contmdictory. The a w l y s i s of t h i s problgn is o central h of Hcistings Dwinon's paper and m inportant h of David Riches' p p e r i n t h i s v01u-r~.

Dwuian s b horr the hi te iñglish-spwking w r k e r s i n o London factory a r e &le to explain the b i w r of ooloured i m n i g m t uorkers i n w e r t l y e thnic tenns, h i le at t h e m t h interacting with thgn segningly m the b i s of the h l e d g e thdc ethnici ty &es mt rmtter. They ochieve t h i s through being a b l e t o define the p s s i b l e s i tua t ions of interac- t i o n within t h e factory as e i t h e r e t h i c a l l y closed or ethnical ly open, cnd having thgn so defined, through adhering s t r i c t l y to the ru les of i n t e r o c t i m appropriote t o these respective spheres.

Sunílorly, Riches shchvc horr the Eskim i n o m11 arctic Caxdim settlerwit know sirmltoneously thot the Gnodions do o

t-bly CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

gccci job i n helping t h e Eskim, cnd t h a t they a r e txistardc vlho should go bock south. The loca l Carwdims equally b l d a contm- dictory knowledge of senior o f f i c i a l s i n the regional h i n i s - t m t i v e centre. As f a r as t h e latter a r e concerned, t h e W i a n c i n the settlerent m i n t a i n t h a t they a r e s l w l y but su re ly w r k i n g i n the r igh t di rect ion f o r the benefit of t h e Eskim, and a t t h e sare tim b l m t h m for min ta in ing no l i a i s o n be- varicus depar.tments cnd f o r h i n g no ideo at al1 of t h e real s i t u a t i o n i n Eskirm settlmts. Riches mt only p i n t s out h al1 this controdictory knowledge is s i t u a t i m l l y determined, but goec one s t e p fu r ther i n h i s analysis and explains h t h e loca l Carcdians' contradictory knowledge of their bosses i n the d n i n i s t m t i v e centre is generoted through t h e ongoing i n t e m c t i o n bebeen t h e f o m r and t h e latter.

Both p p e r s derrrxistmte t h o t soc ia l ly ava i lab le knowledge is not a perfect ly integmted system; there a r e m y instantes of controdictory knowledge being held. b r e o v e r , the t o t a l stock of knavlodge ava i lab le t o ony individual is d i f fe ren t , due to the unique chamcter of h i s bicgrophy, f r a n t h e krmwledge avai lable t o any other rrerrber of h i s society. The h l e d g e every individual pssesses is determined by h i s p s i t i o n i n t b e cociety i n two ws: i n the sense t h a t , &e to h i s s p e c i f i c social position, he hos no access to cer ta in kncxrledge, csxj i n t h e cense t h a t h i s position i n society , if it is t o be sustained, has to be corrobomted by corresponding knowledge. k r e again, t h e stock of soc ia l ly crvailable krxxJledge is determined, f o r each individual by h i s pci t i .cn i n cociety. The corol lary of t h i s s o c i a l deteminat ion of eoch individual ' s s t o r k of knocrledge is t h e process h e r e b y , claiming a ce r ta in knowledge or the lock of i t , an individvol m n i p l a t e s h i s social position: by claiming o r disclaiming knowledge adequate for h i s position, he e i t h e r sus ta ins its previous def in i t ion or dwngec it. Ckily by t reot ing the problen of t h e re la t ionship be- b l e d g e a+ b i o u r within the o v e m l l ft-mmork of t h i s d i a l e c t i c re la t ionship be- rmn a - x i society , can v e gmsp people's k m l e d g e i n al1 its possible ospects: a s o p i d e for practica1 h i c u r , os a m n s of occounting f o r bdwviour, as a too l f o r miinipulating soc ia l r e a l i t y and os a thing h i c h i t s e l f is t h e object of rranipulaticn.

CULTURA, HOMBRE, SOCIDAD

Irninguno tuvo d i f i cu l t ad en completar l a s e r i e de diez preguntas y en s i n t e t i z a r y evaluar l o s consejosn, i - e . n i n g u n o rechazó l a conducta del experimentador. Cuando l a s respuestas a l azar a l a s preguntas de l o s su je tos parecían sin sent ido, contradicto- r i a s ante l a s dadas previamente, etc., l o s su je tos l a s in terpre- taban reformulando lo que asumían era e l contexto de sentido O

s igni f icado que sostenían en común con e l experimentador; ( e l experimento cons i s t í a en que e l experimentador estaba en una pieza, e l su je to en o t ra y é s t e buscaba consejos personales formulando s e r i e s de diez preguntas. E l experimentador n i s iquie- ra o ía l a s preguntas, só lo l e era señalado cuándo terminaba e l s u j e t o de preguntar y é l contestaba si no a l azar , siendo condi- oiÓn que l a s preguntas debían formularse de modo de poder contes- t a r s e por u n s í o u n no), de ese modo e l su je to no t en ía n i n g ú n problema en i n t e r p r e t a r l a s respuestas y comprenderlas s ign i f i ca - tivamente -

Esta tendencia de considerar l a conducta como s ign i f i ca - t i v a , aunque posiblemente en e l marco de algún ot ro "juego1', surge de l a necesidad de que l a conducta sea intersubjetivamente s i g n i f i c a t i v a , si es que l a vida soc ia l ha de e x i s t i r s iqu ie ra , y del reconocimiento de cada individuo de que toda conducta es ltnormalmenten s ign i f i ca t iva . Cuando surge una discrepancia ent re ' e l conocimiento y l a conducta, imposible de resolver en e l nivel del conocimiento ex i s t en te (y-e, explicándose contingentemente), e l conocimiento de que l a conducta e s nnormalmenteu s i g n i f i c a t i v a mi l i t a contra su rechazo: l a conducta e s s i g n i f i c a t i v a y por ende l a conducta en cuestión debe s e r l o - La única posibil idad entonces e s adaptar o a j u s t a r e l conocimiento ex i s t en te para dar cuenta de l a conducta. La a l terac ión o cambio en e l conocimiento genealógico ent re l o s Berti e s i l u s t r a t i v o de e s t e proceso.

Entre e l l o s l a solución de conf l ic tos a t r avés del pago de compensación f inanciera o material a l a parte in jur iada o daiiada s o n l a s únicas s i tuaciones en l a s que l o s grupos de paren- tesco actúan corporadamente; por su conducta en t a l e s s i tuaciones l o s pa r t i c ipan tes proclaman claramente sus relaciones de paren- tesco, manifiestan nítidamente s u posición en e l sistema y su relación con e l ofensor- Por ejemplo, en e l Agrabun, que usual-

b l y CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

mente comprende l o s descendien tes de l o s c u a t r o t a t a r a b u e l o s , p a t e r n o s y maternos, nunca s e paga compensación por daño a l a propiedad; e l l a no e s pedida:

Muhammad Usman s e casó con una b i s n i e t a de Dudu, y desde su matrimonio v i v i ó uxori localmente en l a a ldea de e l l a , hab i tada por miembros de l segmento de l i n a j e Dudu. ' Abdullahi Muhammad, su h i j o casado., también v i v í a a l l í . Los miembros d e l segmento Dudu eran sus agrabun y cuando e l ganado de e l l o s dañan l o s campos de é l o su ganado daña l o s de e l l o s , no s e paga compensa- ción. E l h i j o d e l hermano de su padre, IAbdullahi Hama- dun, después de l a muerte de su padre s e f u e a l a a l d e a de Muhammad Usman, donde s e casó y e s t a b l e c i ó su propio hogar. Aunque l o s descendien tes de Dudu no son sus agrabun, é l rehuso a c e p t a r aún un,a p a r t e de l a compen- sac ión o f r e c i d a cuando e l ganado de e l l o s dañó su campo, como hizo 'Abdullahi Muhammad, e l h i j o de l hermano de su padre.

Así e l comenzó a comportarse hac ia l o s miembros d e l segmento D u d u como hacía sus Agrabun y consecuentemente e l l o s no acep ta ron compensación de é l cuando su ganado causó daños en l o s campos de e l l o s . 'Abdullahi Hamadum t e n i a una conducta i n d i c a t i v a de e s t r e c h o s l a z o s de paren tesco con l o s miembros d e l segmento Dudu, en con- t r a d i c c i ó n con e l conocimiento de su genea log ía ; e s t a con t rad icc ión f u e anuiada por e l a j u s t e d e l conocimiento genealógico, para i n t e r p r e t a r l a conducta e x i s t e n t e . Hoy 'Abdullahi Hamadum e s considerado por l o s miembros d e l segmento Dudu como u n descendien te d i r e c t o de Dudu.

E n o t r o s c o n t e x t o s mencioné l o s cambios de l conocimiento genea lóg ico , causados por l a necesidad de i n t e r p r e t a r l a conducta de personas qu ienes , de acuerdo a l conocimiento e x i s t e n t e de su pos ic ión genea lóg ica , s e comportaban en forma d i f e r e n t e a como deber ían h a c e r l o , en s i t u a c i o n e s de c o n f l i c t o s que involucraban compensación m a t e r i a l (Holy 1974: 137-142).

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD

Esta e x p l i c a c i ó n d e l cambio en e l conocimiento genealógi - co es s ó l o una e x p l i c a c i ó n p a r c i a l ; r e s t a por e x p l i c a r porqué en p r i m e r l u g a r cambió l a conducta, puesto que l a conducta de cada B e r t i en c u a l q u i e r s i t u a c i ó n de c o n f l i c t o r e s u e l t a por e l pago de compensación f i n a n c i e r a o m a t e r i a l es guiada por su conoci - m ien to de su p r o p i a p o s i c i ó n genealógica, l o que determinará s i p a r t i c i p a r á o no en e l pago de compensación, c u á l será e l tamaño de su c o n t r i b u c i ó n a l a compensación s i se p a r t i c i p a en e l pago y, s i se es l a p a r t e i n j u r i a d a , s i se t i e n e o no derecho a l a compensación y de quienes, y s i se aceptará l a compensación o f r e c i d a , e t c - Por ejemplo, l o s c o n f l i c t o s e n t r e miembros de l i n a j e s máximos d i s t i n t o s , a l p r o p i o no l o a f e c t a n de ninguna manera. En c o n f l i c t o s e n t r e un miembro de su l i na , je máximo, con o t r o l i n a j e , un B e r t i e s t á forzado a tomar p a r t e a c t i v a en su s o l u c i ó n , determinándose l a forma en cómo se verá i n v o l u c r a d o p o r su parentesco con e l o fensor - S i es uno de su agrabun, su c o n t r i b u c i ó n a l a compensación es mayor que l a de o t r o s miembros d e l mismo l i n a j e pero más d i s t a n t e s en parentesco, e t c - (La t o t a l i d a d de e s t a s r e g l a s o normas es dada en Holy 1974: 130-134). E l l a s son solamente una p a r t e de l o que todo B e r t i sabe acerca de l a conducta en s i t u a c i o n e s de c o n f l i c t o que r e q u i e r e n compen- s a c i ó n m a t e r i a l ; y son s ó l o una f r a c c i ó n de su Corpus t o t a l de conocimiento- Todo B e r t i también sabe que l a p rox im idad o l e j a n í a en e l parentesco que l o a t a a sus p a r i e n t e s d e f i n e l a ex tens ión de sus o b l i g a c i o n e s económicas, p o l í t i c a s , r i t u a l e s , e t c - , hac ia e l l o s , y l a medida de l a s expec ta t i vas de e l l o s hac ia é l , A l mismo t iempo sabe que l a ex tens ión de sus deberes y expec ta t i vas , po r l a s que e s t á l i g a d o a l o s p a r i e n t e s con quienes v i v e en p rox im idad e s p a c i a l est recha e i n t e r a c t ú a frecuentemente, es mayor de l o que s e r í a s i é l no e s t u v i e r a en con tac to d i a r i o con e l l o s . Así , ' A b d u l l a h i Hamadun se comportar ía hac ia l o s miembros d e l segmento Dudu como hac ia l o s a f i n e s d e l hermano de su padre s i no v i v i e r a con e l l o s en su misma aldea, Porque v i v e en l a a ldea de e l l o s y porque e l l o s son espacialmente sus p a r i e n t e s más cercanos, su conducta hac ia e l l o s es mucho más ín t ima. Cuando é l rehusa l a compensación de c u a l q u i e r miembro d e l segmento Dudu, su conducta no se guía por su conocimiento de l a s r e g l a s que norman l a conducta en l a s s i t u a c i o n e s de c o n f l i c t o que re- q u i e r e n compensación m a t e r i a l . Es o r i e n t a d a por su conocimiento

b i y CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

de que l o s miembros del segmento Dudu son sus Únicos par ientes cercanos y que é l debe t r a t a r l o s como t a l e s - Así decide cuál de l o s dos posibles "juegos de normas" va a jugar- Para cualquiera o t r a s personas que 'Abdullahi Hamadun y e l miembro del segmento D u d u cuyos animales traspasaron e l campo, l a conductade 'Abdulla- h i es s i g n i f i c a t i v a sólo como una conducta en una, s i tuación que requiere compensación material . Pero porque é l rehúsa l a compen- sación, surge una discrepancia ent re su conducta r e a l y e l cono- cimiento acerca de su posición genealógica- E l poder comprender o i n t e r p r e t a r e s t a conducta requiere a j u s t a r e l conocimiento: e l l a puede s e r in t e rp re tab le s á l o como conducta en t re dos agrabun y é l debe s e r considerado como u n descendiente d i rec to de Dudu.

\ / l a posibil idad de elección en t re dos o más sistemas de normas, o juegos de normas, apl icables a l a misma s i tuación de in teracción, e s probablemente e l mecanismo pr incipal para l a manipulación en l a sociedad por u n individuo y a l mismo tiempo e l pr incipal proceso generador de l a discrepancia en t re conoci- miento y conducta. Esta emerge cada c i e r t o tiempo cuando l a gente o l a s cosas no s e comportan consistentemente, de acuerdo a alguna expectativa o def in ic ión ex i s t en te o u t i l i zab le . E l a j u s t e s igu ien te del conocimiento, que conduce a l a redefinición o a l cambio de l a s expecta t ivas , es e l proceso pr incipal a t r avés del que e l conocimiento cambia y probablemente e l pr incipal proceso a t r avés del que emergen nuevas pautas de conducta.

J J P o d r í a parecer que cualquier acercamiento metodológico que i n s i s t a en l a explicación de l a conducta del ac to r derivándo- l a de su conocimiento, y que elimine explíci tamente e l conoci- miento del antropÓlogo como una fuente legí t ima de explicación de l a conducta del ac to r reduce necesariamente e l r o l del antro- pólogo a l de periodista-reportero o a l o más a l de etnógrafo. Sería ciertamente a s í si todo l o que s e neces i tara para r e g i s t r a r e l conocimiento del ac tor fuera coleccionar sus aseveraciones voluntar ias sobre l a realidad s o c i a l y e l i c i t a r o t r a s aseveracio- nes, en forma de respuestas a l a s preguntas del observador. Este s e r í a u n procedimiento s u f i c i e n t e como para l l e g a r a l conocimien- t o del ac to r sobre l a realidad s o c i a l si aquel es tuviera consti- tu ído por más que l a suma t o t a l de afirmaciones que s e hacen o

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD (3.1 -1986

s e e s capaz de hace r a c e r c a de t a l r e a l i d a d . S i n embargo, d e b i e r a quedar c l a r o que e l concep to d e l c o n o c i m i e n t o de l a r e a l i d a d s o c i a l de un i n d i v i d u o , como l o he es tado u t i l i z a n d o , comprende t a m b i é n a q u e l l a p a r t e de l o que é l sabe que nunca t i e n e neces idad de v e r b a l i z a r , y aún, que probab lemente tampoco es capaz de v e r b a l i z a r . La t a r e a d e l a n t r o p ó l o g o , a n t e s de c u a l q u i e r o t r a cosa, e s e s t a b l e c e r en qué c o n s i s t e e s t e c o n o c i m i e n t o - E l e s t u d i o de P e t e r de l a venganza de sang re e n t r e l o s Bedu inos de Cryena i ca puede i l u s t r a r e s t e p u n t o -

Las t r i b u s Bedu inas de Cy rena i ca se d i v i d e n en s e c c i o n e s p r i m a r i a s , s e c u n d a r i a s y t e r c i a r i a s . Cuando un miembro de una s e c c i ó n t e r c i a r i a es muer to p o r un miembro de o t r a , l a muer te i n m e d i a t a en venganza s e c o n s i d e r a como e l m e j o r modo de a r r e g l a r e l a s u n t o y ambas muer tes se e n t i e n d e n como cance lándose e n t r e s i - Cuando un miembro de una s e c c i ó n s e c u n d a r i a es muer to p o r un miembro de o t r a , l a muer te i n m e d i a t a en venganza se c o n s i d e r a s ó l o como u n e s l a b ó n en una l a r g a s e r i e de muer tes que c o n s t i t u - yen l a venganza de s a n g r e - Cuando un miembro de una s e c c i ó n p r i m a r i a mata a un miembro de o t r a , l o s p a r i e n t e s más ce rcanos d e l muer to a t a c a n a l campamento d e l c u l p a b l e y se gene ra un c o n f l i c t o armado e n t r e l o s miembros de ambas s e c c i o n e s ( ~ e t e r s 1967: 262-269)- E s t e cuadro g e n e r a l i z a d o , basado en l a s v e r b a l i - z a c i o n e s de l o s bedu inos mismos ( l o que P e t e r s l l a m a s u "modelo c o n s c i e n t e n ) p o d r í a t omarse p o r l o que l o s bedu inos mismos cono- cen s o b r e l a venganza de sang re y p o r l o que s i g n i f i c a t i v a m e n t e es l a venganza de s a n g r e p a r a e l l o s .

E s t e c o n o c i m i e n t o modela s u s conduc tas en s i t u a c i o n e s de venganza de s a n g r e - No o b s t a n t e , no ayuda a un i n d i v i d u o e s p e c í - f i c o a d e c i d i r s i s e h a l l a o no a n t e una s i t u a c i ó n de venganza de s a n g r e cuando después que un miembro de su p r o p i a s e c c i ó n ha s i d o muer to , s e e n c u e n t r a con un miembro de l a s e c c i ó n d e l v i c t i - .

m a r i o - S i e s t e es e.g- un p a r i e n t e m a t r i l a t e r a l cercano, s u conduc ta e s t á expues ta a l a de dos f a c t o r e s c o n t r a d i c t o - r i o s y opuestos : s u permanencia a l a s e c c i ó n l o f u e r z a a una

"' a c c i ó n n o r m a t i v a e s p e c í f i c a : ma ta r a c u a l q u i e r miembro de l a secc i ión d e l v i c t i m a r i o , i n c l u s o a l hombre con q u i e n s e encon t ró ; p o r o t r a p a r t e sus r e l a c i o n e s i n d i v i d u a l e s h a c i a sus p a r i e n t e s

t-bly CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

m a t r i l a t e r a l e s ce rcanos l o ob l igan a una acc iún normativa gene- r a l , i .e. r e s p e t a r y honrar a l hombre encontrado y ayudar lo bajo c u a l q u i e r condic ión- S i e l beduino a c t ú a en t o d o s o en l a mayoría de l o s casos de acuerdo a l a r e l a c i ó n i n d i v i d u a l e s p e c í f i c a con e l o t r o , e s t o e s , si no l o mata, e s t á decidiemdo que en t a l caso no e x i s t e l a s i t u a c i ó n de venganza de s a n g r e y l a d e f i n e d i fe ren- temente; toma l a d e c i s i ó n en base a l conocimiento de v a r i o s f a c t o r e s s i t u a c i o n a l e s . Preguntado sobre e l l o s probablemente "tenga poco o nada que dec i r" , en p a l a b r a s de Garf inkel . Esto no e s s ó l o porque l o s da por s u p u e s t o s s i n o porque a l v e r b a l i z a r l o s t e n d r í a que r e c i t a r e l s tock c a s i t o t a l de su conocimiento so- c i a l - E l que e l an t ropólogo p r e s e n t e su expl icac ión o i n t e r p r e t a - c ión de l a venganza de s a n g r e , d i s t i n t a de l modelo c o n s c i e n t e de

J l o s beduinos porque i n c l u y e a l menos l o s f a c t o r e s s i t u a c i o n a l e s más impor tan tes o comunes que definen si s e e j e c u t a l a venganza de sangre o no, no q u i e r o d e c i r que e s t é exp l icándola o i n t e r p r e - t ándola como una i n s t i t u c i ó n o u n s i s tema d e l cua l l o s beduinos mismos son i g n o r a n t e s o no consc ien tes . E l antropólogo hizo su i n t e r p r e t a c i ó n de l a venganza de s a n g r e observando l a s i n s t a n c i a s r e a l e s de venganzas de s a n g r e i n d i v i d u a l e s y l o s casos de abs ten- ción de venganza. Para poder e j e c u t a r l a o a b s t e n e r s e , en l a forma en que e l antropólogo l o observó, l o s beduinos t e n í a n que s a b e r no s ó l o acerca de l a venganza de s a n g r e s i n o también acerca de l o s f a c t o r e s que definen a una s i t u a c i ó n como de venganza de sangre o no; su conocimiento deber ía s e r e l mismo que e l an t ro- pólogo n e c e s i t a para poder e f e c t u a r su i n t e r p r e t a c i ó n . La e x p l i - cación d e l antropóloqo e s , en tonces , l a descr ipc ión d e l conoci- miento beduino,

No s ó l o e l de l o s beduinos, s i n o que todo s t o c k de conocimiento e s básicamente de dos t i p o s : e l conocimiento de cómo comportarse en una s i t u a c i ó n dada y e l conocimiento de cómo d e f i n i r una s i t u a c i ó n . Estos dos t i p o s de conocimiento derivan de l a r e l a c i ó n d i a l é c t i c a e n t r e hombre y soc iedad- E l conocimien- t o de cómo d e f i n i r una s i t u a c i ó n e s e l conocimiento por e l que s e manipula l a r e a l i d a d s o c i a l en e l s e n t i d o en que perpetuamente s e l a c r e a o r e c r e a - E l conocimiento de cómo comportarse en una s i t u a c i ó n dada una vez que s e ha d e f i n i d o e s , por o t r a p a r t e , e l conocimiento a t r a v é s d e l que s e e s manipulado por l a sociedad:

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD

por e s t e conocimiento l a conducta e s socialmente determinada.

E l hecho que u n conocimiento d i ferente s e aplique a d i s t i n t a s s i tuaciones cuando l a gente s e propone i n t e r p r e t a r en forma no problemática sus interacciones cot id ianas , mientras sos t i ene simultáneamente un conocimiento obviamente contradicto- r i o , permite l a exis tencia empírica de u n estado de cosas aparen- temente paradÓgico- E l a n á l i s i s de e s t e problema es cen t ra l en e l ensayo de Hasting Donnan y u n tema importante del t r aba jo de David Riches.

Donnan muestra cómo l o s obreros de habla inglesa en una indus t r i a iondinense pueden explicar l a conducta de l o s obreros inmigrantes de color en términos abiertamente é tn icos , a l a vez que in terac túan con és tos aparentemente en base a u n conocimiento de que l a e tn ic idad no importa. Esto e s posible a l poder de f in i r l a in teracción en l a indust r ia como étnicamente cerrada o abier- t a , y haciéndolo a s i , a l adher i rse estr ictamente a l a s -normas de in teracción apropiada en l a s respectivas e s fe ras -

Similarmente, Riches informa cómo en u n pequeño asenta- miento del á r t i c o canadiense l o s esquimales saben que l o s cana- dienses hacen una buena obra a l ayudar a l o s esquimales y que, a l a vez, son unos bastardos que deberían volverse a l sur. Los canadienses del lugar también sostienen u n conocimiento contra- d i c to r io , respecto de l o s funcionarios de más categoría del centro administrat ivo regional. Sostienen que é s tos están traba- jando en forma l en ta pero segura en l a dirección correc ta respec- t o del beneficio para l o s esquimales y , a l mismo tiempo, l o s acusan de no mantener coordinación alguna en t re l o s d i s t i n t o s departamentos y de no tener en realidad idea de l a verdadera s i tuación de l o s esquimales- Riches muestra no sólo que e s t e conocimiento contradic tor io e s t á determinado si tuacionalmente, s ino que va más a l l á en su a n á l i s i s , explicando cómo dicho cono- cimiento de l o s canadienses del lugar s e generó en l a in teracción en t re é s tos y sus super iores-

J ~ n b o s ensayos demuestran que e l conocimiento socialmente acces ib le no e s u n sistema perfectamente integrado; exis ten

CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

muchas i n s t a n c i a s en que s e s o s t i e n e conocimientos c o n t r a d i c t o - r i o s - Más aún, l a suma de conocimientos a c c e s i b l e s a un ind iv iduo e s d i s t i n t a de c u a l q u i e r o t r a , debido a l c a r á c t e r único de su b i o g r a f í a -

JE~ conocimiento que todo ind iv iduo posee e s determinado por su pos ic ión en l a soc iedad de dos formas; en e l s e n t i d o que por su pos ic ión s o c i a l e s p e c í f i c a no t i e n e acceso a c i e r t o s conocimientos, y en e l s e n t i d o que su pos ic ión en l a soc iedad , para s e r mantenida o s o s t e n i d a , t i e n e que s e r corroborada por e l conocimiento cor respondien te .

De nuevo, e l s t o c k d e l conocimiento soc ia lmente a c c e s i - b l e e s determinado para cada ind iv iduo por su pos ic ión en l a soc iedad- E l c o r o l a r i o de e s t a determinación s o c i a l e s e l proceso por e l que reclamando u n c i e r t o conocimiento o l a f a l t a de é l , u n i n d i v i d u o manipula su ~ o s i c i ó n s o c i a l : a l reclamar o a l no hacer e l reclamo d e l conocimiento adecuado a SU p o s i c i ó n , s o s t i e - ne l a d e f i n i c i ó n prev ia de é s t e o l a cambia. Sólo examinando e l problema de l a r e l a c i ó n e n t r e conocimiento y conducta den t ro d e l marco g e n e r a l de e s t a r e l a c i ó n d i a l é c t i c a e n t r e hombre y soc ie - dad, podemos c a p t a r e l conocimiento de l a s personas en todos sus p o s i b l e s aspec tos : como o r i e n t a c i ó n para l a conducta p r á c t i c a , como u n medio o forma de hacer comprensible , e x p l i c a b l e e i n t e r - p r e t a b l e l a conducta, como una herramienta para manipular l a r e a l i d a d s o c i a l y como a l g o que en sí mismo e s o b j e t o de manipu- l a c i ó n .

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD

NOTAS :

1) Publicado o r i g i n a h t e en b e n ' s U-iiversity Paper in Cocial hthropology : Knowledge and Bdwviarr (Holy L. Edit . ) . Vol. 1, 1976, Belfast, Irlcnxb.

2) Fencmonológica~i=nte orientados m se carprade aquí en el sentido ¿do previarente a estos acercanientos y a la idea por Gorfirikel (1974: 15-18) sino mjs bien c m una "escuela" considerada m t a l por los practicantes de l a sociología "trcdicional". Los cri terios profesionales prácticos en base a los cuales s e l e puede considerar escuela son señalados por Turner (1974: 7) .

3) La conducta es considerada carr> mnifestación de conocimiento por a l m s algunos filósofos. (eeg. Ryle 1949, St rmon; para el p r o b l m de l a acción c m mifes tac ión de creencias. cf. Neddhan 1972: 98-102).

bienes rechozan l a conducta m mnifestación de conoci- miento bosan s u a r g m t o en la verdad m e l cr i ter io de conocimiento (conocimiento es um a f i m c i ó n cierta de hechos) y arguyen que no +S decir lo que un kn-bre conoce obser- vando s u conducta; e l l a no establece l a cuestión de l a verdad, dodo que ésta puede ser establecida colarente en f o m i& pendiente de l a conducta particular de ese M r e . (Viz. e-g. P w 1 1 1967: 64-72), ya que l o relevante para lo conducta social de l a gente es e l significado intersubjetivo de cual- quier conocimiento, y m s u crrespondencia con cualquier verdad " o b j e t i v m t e " establecida, esta objeción puede ser deccartoda.

WY ) CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Ayer, A.J. 1956 The problen of Knowledge, W l l a n , London.

Berger, L. ond L u c b , T. 1966 The soc ia l conctructicn of real i ty . b t e d f r m

Penguin U-iiversity Bodcc, 1971.

Cicourel, A.V. 1973 Cognitive sociology . Penguin Books Ltd.

Fal lers , L.A. 1956 h t u kreaucrocy. Ccrrbridge, t-bffek.

Filni-rt P. Phillipcon M. S i l v e n m D., Walsh D. 1972 h d i r e c t i m s i n sociological theory. Gllier-

Mtxmillan, London.

Firdlay, J.N. 1967 Values and i n t e n t i m s . Allen ord h i n , London.

Garfirkel, H. 1967 The or ig ins of the term "Ethanrthodology. In:

Turner R. (ed.) 1974- Ethnonethodolcgy.

Holy, L. 1974 Neighbours ond K i m . A s t d y of t h e Berti

p p l e of Darfur. C. Hurst, London.

Needhon, R. 1972 Belief, Longuoge cnd Experience. b i l Blockell,

Oxford.

Peters, E. 1967 Carie s t r u c t u m l aspects of the Feud a~ong the

Ccrrelherding Bedouins of Cyrenoica. Africa XXXVII.

CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD (3.1 -1986

Ryle, G- 1949 The Concept of Mind. Hvtchinson, London.

Schutz, A. 1962 Collected Papers 1: ke problm of socio1 reality

Nijhoff, The Hague.

1964 Collected Papers 11: Studies in Social Theory Nijhoff, 7he Hague.

1966 C.P. 111: S td ies in Ffmcrmmlogiwl Philosophy. id.

Strmon, P.F. Nijhoff, The tbgue. Pn Essoy in Descriptive ktaphysics, London, Nethuen.

Turner, R. (ed) 1974 Ethmthodolcgy. Panguin Bodcs Ltd.

Wolsh D. 1972 Cociolcgy mi the Cocial World. In: F i h r P.

et al . NeYv Directions in Cociolcgical Theory.

Woozley, A.D. 1949 h r y of Knorrledge. ktchinson, L&.