congreso de viena, santa alianza, cartas otorgadas y monarquías constitucionales
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Congreso de Viena, Santa Alianza, Cartas Otorgadas y Monarquías ConstitucionalesTRANSCRIPT
Noah J.S. Contemporánea I GHIS 2012/13
Antecedentes a Viena
La campaña de Moscú en diciembre de 1812 sería la que pondría fin a la política
expansionista del Imperio Napoleónico. Esto puso en juego la política internacional encabezada por
la coalición anti-francesa, lo que condujo a Napoleón a abdicar en abril 1814 por su negación a
participar en cualquier negociación que implicase una reducción del territorio francés más allá de lo
que él consideraba las fronteras naturales. Si bien es cierto que habían tensiones entre los mismos
aliados (Metternich estaba intentando llegar a un acuerdo por separado con Bonaparte, mientras que
el Zar Alejandro I quería entrar en Paris para deponerlo personalmente y Castlereagh se esforzaba
por lograr un acuerdo conjunto. Y como telón de fondo, Prusia se mostraba más preocupada por
limitar los intereses austríacos que por procurar una acción conjunta)1 pero esto no implicó la
consumación de un acuerdo, en base al cual, se reestructurase un nuevo concierto europeo con el fin
de mantener la paz dentro del escenario europeo y recuperar la tendencia política conservadora en
vísperas de la Revolución francesa -infundidos por una ideología reaccionaria o
contrarevolucionaria que reivindicaba el restablecimiento de principios o estructuras derivados del
Antiguo Régimen-.
Pensemos que la Revolución francesa había extendido sus principios sobre el resto de
Europa, fue la materialización de las ideas de la Ilustración y el instrumento para destituir la
hegemonía de las monarquías absolutistas. Los ideales sobre los que se asentaba dicha Revolución
en Francia se propagaron mediante ese Imperialismo que llevó a cabo Napoleón, y toda esta
imposición desde el punto de vista intelectual, cultural, político y militar sumó el rechazo de la
imposición francesa sobre dominios ajenos, además, aprovechando la exportación de este modelo
de revuelta social se anexionaban tierras bajo el dominio de Francia. Todo ello, despertó la actitud
reaccionaria ante la invasión de aquellas potencias que habían visto adulterado su territorio por
tropas francesas.
Tras la abdicación de Napoleón las potencias aliadas (Inglaterra, Prusia, Austria y Rusia)
firmaron el Tratado de Chaumont, sobre el cual se establecían las bases de proseguir con la guerra
hasta que Napoleón cediera a mantener por veinte años su alianza. De este modo, las tropas aliadas
se dirigieron a París donde se protagonizaría el acuerdo por la paz, lo que conllevó que el territorio
francés se limitase a las fronteras de 1792 y la restitución borbónica siendo Napoleón exiliado a la
isla Elba. Napoleón volvió a aparecer en escena en marzo de 1815 en París donde reorganizó un
ejército cuyos objetivos eran Bélgica, el intento fallido tras su derrota en la batalla de Waterloo por
1 GUADALUPE GÓMEZ-FERRER MORANT Y M. VICTORIA LÓPEZ-CORDÓN CORTEZO: “El Congreso de Viena y el sistema de Congresos. El nuevo mapa de Europa. Guerra, liberalismo y absolutismo en España (1808-1833)”.
Wellington le costó un sancionamento más severo en el que iba a verse exiliado por segunda vez en
unas islas del Atlántico, Santa Helena, donde murió en 1821 y una reducción de las fronteras
francesas limitándolas al mapa de 1790 perdiendo así los territorios de Saboya, Alsacia y Lorena.
Además del pago de una indemnización por su actuación bélica y el despliegue sobre territorio
francés de un ejército de ocupación.
El Congreso de Viena
Se realizó un primer Tratado de París en 1814/1815, mediante el cual, Viena pasaba a ser la
capital de Europa, lugar de encuentro entre las cuatro grandes potencias que componían el comité
directivo, junto a la Francia borbónica y aquellos estados que combatieron contra el expansionismo
bélico napoleónico, nos referimos a Suecia, España y Portugal.
El Congreso de Viena se inicia en 1815 y estaba destinado a asentar las bases políticas y
jurídicas para la nueva ordenación de Europa. Esta nueva ordenación de Europa estaba destinada a
durar cerca de un siglo. Tras las guerras contra Napoleón por las coaliciones europeas (fueron siete
las coaliciones que lucharon contra Napoleón), los vencedores se reúnen en Viena y acuerdan
imponer en Europa unas estructuras políticas basadas en la restauración del Antiguo Régimen y del
absolutismo monárquico. Los participantes de este Congreso de Viena van a ser la Rusia de
Alejandro I, Prusia con Federico Guillermo, Austria con el canciller Metternich, Inglaterra con
Castlereigh y Francia con Talleyrand. Los cuatro primeros países después formarán la cuádruple
alianza.
Las ideas de Metternich se van a plasmar en este Congreso de Viena que pretendía sobre
todo:
1. Restaurar la legitimidad monárquica. Defiende el establecimiento de una autoridad cuyas
bases se asienten en los principios de herencia o tradición, este principio es el que será
defendido por la Francia de los Borbones.
2. Lograr el equilibrio Europeo. Se debe reestructurar el mapa europeo ajustándolo a una
igualdad de fuerza entre potencias, para así evitar el posible impacto de una guerra
continental.
3. Implantar el derecho de intervención. Este principio y el último van ligados, en el sentido
de que si en una potencia estalla la revolución provocando con ello la expulsión del monarca
legítimo, debe haber una política internacional de intervención en favor de la restauración
monárquica.
4. Implantar el recurso a la fuerza.
Pero para la acción concreta del Congreso en el orden político, en primer lugar se va a
restaurar la monarquía. En Francia se restaura a la persona de Luis XVIII de inmediato. En segundo
lugar se celebran congresos periódicos. En tercer lugar acuerdan la intervención directa en los
países que tengan monarquías liberales. Este fue el cometido que originó más controversia entre los
países porque en el Congreso de Aquisgrán se evitó acordar la intervención directa en otros países.
Sin embargo hubo ejemplos de actuación intervencionista en congresos posteriores, por ejemplo el
Congreso de Verona (1822) donde se acordó acabar con el Trienio Liberal español mediante el
envío de los Cien Mil hijos de San Luis. En el Congreso de Laybach (1821) se acordó la
intervención austríaca en Italia para restablecer el régimen absolutista de Nápoles.
Pese a las diferencias internas entre los países, el Congreso de Viena tuvo éxito porque antes
de su celebración se habían resuelto algunos de los conflictos anteriores: Rusia había firmado
tratados de paz con los países próximos a oriente de Europa, Gran Bretaña había firmado, en 1814,
la Paz de Gante con EE.UU, y las potencias vencedoras de Napoleón habían impuesto en Francia,
en 1814 la paz (Tratado de París) y la vuelta a las fronteras anteriores a 1790-1792, acabando así
con los estados satélites impuestos por Napoleón para salvaguardar los límites de su nuevo imperio.
Consecuencias
En consecuencia, el Congreso de Viena impuso solo la consolidación de la paz porque tenían
resuelto todo en las fronteras para formar el nuevo mapa político de Europa que era su objetivo
final, y se caracteriza por:
1.- Limitar la extensión de Francia y establecer zonas de contención para evitar
cualquier nuevo intento de expansión francesa y se crean estados tapones tales como
los Países Bajos Unidos y la Prusia Renana al Norte de Francia.
También se establecen los Reinos de Cerdeña y Saboya-Piamonte al Sudeste de
Francia otorgando a esos nuevos estados la misión de controlar a Francia, apoyados
por Inglaterra y las principales potencias continentales.
2.- Se van a hacer cambios importantísimos en Europa Central en beneficio de Prusia
y Austria, porque Prusia consigue una expansión hacia el oeste formando una Prusia
Occidental, y Austria, por su parte, a cambio de una cesión de Alemania Occidental,
consigue un aumento de su poder en Italia septentrional y central además de
adueñarse de zonas de Polonia.
Rusia se va a extender adueñándose de del territorio de Finlandia, Suecia y Noruega
que antes habían pertenecido a Dinamarca.
Por su parte Inglaterra, liberada en su conflicto con EE.UU, logra adueñarse de
enclaves continentales y enclaves insulares como por ejemplo la Isla de Malta, las
islas jónicas y mantiene, desde el Tratado de Utrecht (1713), el territorio de Gibraltar.
3.- El Congreso de Viena va a ser una construcción artificiosa donde van a quedarse
sin resolver los antiguos y más importantes problemas porque no se logra la unidad
alemana ni italiana que van a seguir divididas en señoríos, reinos o principados.
También permanece el problema de Polonia, que está repartida entre Rusia, quien se
lleva la mayor parte y pequeñas zonas que pertenecen a Prusia y Austria.
No se plantea el problema de los Balcanes, que va a mantener su situación hasta el
siglo XX e incluso continúa actualmente.
4.- Se crea un mapa político europeo inestable. Inestable porque el desarrollo de las
fuerzas nacionalistas lo van a poner en cuestión. También es perdurable porque esos
movimientos nacionalistas no van a tener fuerza suficiente para cambiarlo hasta el
siglo XX.
5.- En el aspecto político, el Congreso de Viena creó una Europa legitimista a la que
podemos denominar clerical y reaccionaria pero no logró restaurar el orden anterior a
la Revolución Francesa. Y los ideólogos de la restauración, tanto los tradicionalistas
como los conservadores, tuvieron que reconocer que la historia era un proceso
continuo y que no se podía retroceder en el tiempo. Un ejemplo de estos ideólogos
será Chateaubriand, un ideólogo conservador y tradicional partidario de la Santa
Alianza. Pese a eso, consideró inviable la vuelta al Antiguo Régimen plasmando su
pensamiento en un texto “El manifiesto de Europa” y especialmente en una frase
“Aunque se halle muy lejos el haber alcanzado su objetivo, la sociedad camina hacia
nuevos cometidos y eso parece indiscutible”.
En definitiva, la Europa de 1815 se caracterizará por su legitimismo, por su clericalismo y
por su reaccionarismo. Parecía derrotado el liberalismo, pero nada más lejos de la realidad.
Subsisten los liberales en la clandestinidad, y a la mínima se rebelarán y combatirán, por lo que, se
opta por dos tipos de política: la creación de un sistema político con la participación de los
ciudadanos, evitando así la participación de estos exclusivamente mendiante la fuerza, o por otro
lado, utilizar esta última para perseguir a los liberales desde el autoritarismo político.
Del seno del Congreso de Viena surge una alianza absolutista, a instancias del zar ruso
Alejandro I, dando lugar al nacimiento en septiembre de 1815 de la Santa Alianza. La propuesta del
zar era crear una organización que velase por el mantenimiento del absolutismo, autorizada para
reprimir la situación política de la restauración. Teóricamente, la Santa Alianza es un acuerdo que
incumbe a Austria, a Rusia y a Prusia inicialmente. En la práctica, esta organización de la Santa
Alianza, muy astutamente, será usada por el canciller Metternich para eliminar los brotes liberales y
asegurar el absolutismo monárquico. Gran Bretaña se va a desentender de esta organización, pero
será la gran impulsora de las periódicas reuniones. Así comienza una etapa conocida como la
Restauración o la Europa de los Congresos.
La Europa de los CongresosA partir de estos momentos, posterior al 1814, asistimos a la creación de documentos
constitucionales cuyo contenido se separa de algunos de los principios promulgados por la
revolución, es decir, se deja de lado la idea parlamentarista para acuñar el fortalecimiento del poder
Ejecutivo, tiene su lógica, pues, de lo que se trata de es volver a las viejas estructuras del poder
legítimo de las monarquías por lo que la Corona se coloca por encima del Parlamento.
El poder legislativo no tenía la suficiente iniciativa para presentar a debate proyectos de ley,
por otro lado, el Tribunado podía discutir tales proyectos pero sin embargo, no incorporar
enmiendas. Total, tenemos un cuerpo legislativo que únicamente se limita a rechazar u aprobar
proyectos de ley sin someterlos bajo crítica y, el Senado, quien podía declarar una ley
anticonstitucional pero solo bajo respaldo del Gobierno y¡o el Tribunado.
Con la caída de Napoleón reaparecieron los pilares básicos de la Constitución, pero ahora,
bajo el formato de las llamadas Cartas Otorgadas. En resumidas cuentas, se pretendía mantener las
bases de una constitución pero cuyo poder quedase en manos del príncipe que las otorgaba a
diferencia de las Constituciones liberales.
Lo que definía a dichas cartas, era que el Parlamento estaba construído sobre el soporte
bicameral, la Cámara Alta era elegida por el rey entre las personas de mayor edad, fortuna y
experiencia, lo que viene a ser la portavoz de los intereses del monarca, en este sentido, el veto
queda totalmente excluído, es innecesario pero es que además, el rey tenía el derecho de disolver la
Cámara Baja, que encima no tenía competencias legales, ni criticar una ley determinada, ni tampoco
enmendar sin el respaldo o la tutela de la Corona.
Los sistemas políticos que se adaptaron a dicha fórmula fueron Francia, mediante la Carta
constitucional de 1814, las Constituciones de Baden y Baviera en 1818, en Württemberg en 1819 y
el Estatuto Real en el caso de España en 1834. Esta situación es la que desembocará por la lucha de
volver a retomar los pilares fundadores que establecieron las primeras Constituciones, las cuales,
ahora se veían delimitadas por los poderes monárquicos.
Tenemos tres elementos que van a ser clave para el nuevo constitucionalismo europeo, y
será el papel de la Corona, el del Consejo de Ministros y las Cámaras. Evidentemente, el debato
giró en torno al incremento del poder pro parte de las Cámaras que estaban teniendo de cada vez un
contenido más vacío en beneficio de las decisiones políticas por la Corona.2
2 MIGUEL ARTOLA Y MANUEL PÉREZ LEDESMA: Contemporánea, La historia desde 1776, Alianza Editorial, 2005 (pp.48-53)