conciencia y subjetividad.introducción a la filosofía de la mente

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  Conciencia y subjetividad Introducción a la filosofía de la mente de John R. Searle  Jorge F. Morales Ladrón de Guevara  [email protected] © Todos los derechos reservados. México 2007.

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Conciencia y subjetividadIntroduccin a la filosofa de la mente de John R. Searle

Jorge F. Morales Ladrn de [email protected]

Todos los derechos reservados. Mxico 2007.

A MAM Y PAP

La solucin del problema de la vida se nota en la desaparicin de ese problema.

Wittgenstein

Estas ramas de la investigacin la ciencia y la filosofa no estn dando respuestas rivales a las mismas preguntas sobre el mismo mundo; ni estn dando respuestas separadas a las mismas preguntas sobre mundos rivales; estn dando sus propias respuestas a diferentes preguntas sobre el mismo mundo.

Ryle

El fsico y el dialctico definiran de diferente manera cada una de estas afecciones, por ejemplo, qu es la ira: el uno hablara del deseo de venganza o de algo por el estilo, mientras el otro hablara de la ebullicin de la sangre o del elemento caliente alrededor del corazn.

Aristteles

ndice abreviadoAGRADECIMIENTOS INTRODUCCIN CAPTULO UNO PRESUPUESTOS CAPTULO DOS APROXIMACIONESA LA CONCIENCIA

iii v 1

25

EL

CAPTULO TRES PROBLEMA MENTE-CUERPO CAPTULO CUATRO

73

EL

NATURALISMO BIOLGICO

95

CAPTULO CINCO LA CAUSALIDAD 121 CAPTULO SEIS LAIRREDUCTIBILIDAD DE LA CONCIENCIA

147

CONCLUSIONES BIBLIOGRAFA NDICE

177 183 193

DE NOMBRES

NDICE

197

i

AgradecimientosCulminar una tesis no es tarea fcil. Se requiere tiempo, esfuerzo, mucha paciencia y dedicacin. Esta tesis en particular requiri de mucho tiempo. Casi dos aos transcurrieron entre los primeros coqueteos con el tema, el estudio de la bibliografa y la redaccin final del trabajo. En ese periodo recib ayuda, sugerencias, crticas y la confianza de personas sin las cuales el resultado no habra sido el mismo. Aprovecho este espacio para agradecer a algunas de ellas, las que influyeron directamente en la elaboracin y culminacin de este proyecto, aunque en realidad hubo muchas ms que me brindaron consejo y apoyo. La direccin del Dr. Carlos Llano fue probablemente el factor que ms incidi en el resultado final. Es intil expresar mi agradecimiento por las largas horas que pasamos en su oficina discutiendo y analizando como si de iguales se tratase la mejor manera de abordar los diversos problemas que se presentaban. Agradezco por igual al Dr. scar Jimnez, quien tambin ley pacientemente el manuscrito completo e hizo sugerencias de inigualable valor. Las discusiones que pude sostener con ambos marcarn no slo este trabajo sino mi formacin filosfica en general. El Dr. Jos Luis Rivera jug tambin un papel decisivo. Con l pude discutir problemas muy concretos (y complicados) durante nuestras comidas. As, en un ambiente de amigos, me ayud constantemente a clarificar distintos problemas, algunos de ellos relacionados con mi tesis y otros no tanto. Sus enseanzas sobre pragmatismo, filosofa analtica y lgica clsica, fueron si se me permite la expresin relevantes y no-montonas. Agradezco tambin que haya aceptado ser el revisor de esta tesis. Naturalmente, hubiera sido incapaz de llegar a este punto sin la dedicacin de mis maestros. El amor a la filosofa y a la verdad slo puede aprenderse vivindolo. Gracias a todos ellos. Este trabajo se realiz dentro del marco del proyecto VyDa: Irreductibilidad de la vida humana y derecho a la vida. El Dr. Rodrigo Guerra, director del proyecto, tuvo la gentileza (y la osada) de invitarme a trabajar con l en esta magnfica aventura. Los congresos que organizamos, los filsofos y cientficos que conocimos y las increbles tardes que pasamos discutiendo en el seminario deiii

investigadores al ms alto nivel los problemas de la vida y el hombre, se quedan cortos en comparacin a la enorme contribucin personal que me hiciera Rodrigo. Por su confianza y por sus enseanzas, pero sobre todo por su amistad, le estoy profundamente agradecido. Quisiera agradecer tambin al resto de los miembros del proyecto VyDa, quienes escucharon incansablemente mis largas exposiciones sobre Searle, la mente y el cerebro (la enigmtica gelatina!). Luego de nuestras mltiples conversaciones me fue posible sacar muchas cosas en claro. Especialmente agradezco a Diego Rosales, quien ley y coment buena parte del manuscrito. Fue tambin debido a este proyecto que pude entrar en contacto con John Searle en persona. La primera ocasin en los Entretiens 2005 del Institut International de Philosophie en Cuernavaca; evento al que pude asistir gracias a la amable consideracin de Juliana Gonzlez, Lizbeth Sagols y Mauricio Cuevas. La segunda, en la Universidad de Arizona durante el VII Conference: Toward a Science of Consciousness 2006. Al profesor John Searle le agradezco su tiempo y sabidura al escribir los libros sobre los cuales versa esta tesis, adems de la gentileza y dedicacin con la que respondi a todas mis preguntas y correos. Es cierto que escrib este trabajo al final de mi carrera, pero desde el inicio y a lo largo de ella tuve compaeros que estuvieron a mi lado. Junto a ellos descubr la filosofa, con ellos discut muchos y variados problemas, y tambin tuve oportunidad de divertirme y hacerlos mis amigos. Les agradezco sus enseanzas y buenos ratos a Regina, Mariana, Aurora, Hilda, Khristo, Charpenel, Alfredo, Daniel, Arrache, Diego y Memo. No slo de pan vive el hombre, ni el filsofo de libros. Slo aspira a ser un buen filsofo el que es un buen hombre. Y esto slo se logra rodeado de amistad y cario. Por eso, aunque alejados de la filosofa, la amistad de Lalo, Eric y Gaby ha sido nica. Para Majo no tengo palabras. Gracias por todo. Su apoyo incondicional, su increble paciencia y su cario especialmente en los momentos ms difciles han sido un pilar sin el cual no slo no hubiera podido concluir esta tesis, sino que sera una persona completamente diferente. Gracias por estar en mi vida, por dejarme estar a tu lado y por ayudarme a ser una mejor persona. Gracias Majo. Por ltimo, agradezco a mi familia. Mi madre, mi padre y mi hermana han sido la condicin sine qua nihil. Slo he recibido de ellos amor, cario, comprensin y apoyo. Agradezco a mis padres por ensearme con su ejemplo y por haber credo siempre en m. A ellos dedico esta tesis.

iv

IntroduccinAl comenzar la investigacin que aqu presento, me plante el objetivo de comprender mejor lo que tradicionalmente se describe como lo mental. La obra de Searle tiene mucho que ofrecer al respecto pues sus investigaciones siempre se encuentran en relacin con la neurologa, hecho fundamental para una comprensin cabal de lo mental. Aunque aparentemente slo analizo su obra, debo aclarar que todo el tiempo intent tener presente que cualquier estudio filosfico ha de concentrar su atencin primordialmente en el mundo, no en un libro; en un problema, no en un argumento. As, la obra de Searle fue el medio que encontr para estudiar la conciencia, y este estudio constituye slo un paso para llegar a una mejor comprensin de lo mental en particular, y del hombre en general. Durante la elaboracin de la tesis comenc a ampliar los horizontes que sta deba perseguir. Algunos estuvieron bien meditados y otros quiz slo se hicieron evidentes durante su elaboracin. Entre los que puedo trazar con claridad estn: encontrar y sintetizar el mtodo que Searle utiliza para escribir sobre la conciencia, hallar un planteamiento del problema mente-cuerpo diferente al tradicional, comprender la naturaleza de la libertad humana considerando el origen neuronal de la conciencia y comprender el carcter irreductible de la vida mental y del hombre. La respuesta a estas cuestiones se encuentra en cada uno de los siguientes captulos. Normalmente buscamos hablar de los temas que nos interesan. Sin embargo, en ocasiones debemos limitarnos slo a algunos de ellos dejando fuera otros. En las siguientes lneas hablar de lo que no habl en la tesis. Un tema que no aparecer de modo explcito en las pginas siguientes, pero que considero de gran relevancia y que en gran medida estuvo presente como teln de fondo a lo largo de todo el proceso, es el papel de la filosofa frente a las diversas ciencias experimentales. La ciencia moderna constituye sin duda uno de los avances tericos y prcticos ms importantes en la historia de la racionalidad. Sin embargo, su virtud suele convertirse en su peor vicio, su victoria es su derrota. La enorme capacidad de la ciencia para comprender, controlar y predecir eventos de la naturaleza, la ha ensoberbecido hasta el punto de cegarla. Es increble que

Introduccin

algunos cientficos y, ms sorprendente an, algunos no-cientficos sean incapaces de ver ms all del mtodo de la ciencia. El objeto de estudio define al mtodo, y el mtodo de la ciencia no sirve para estudiar ciertos objetos que claramente son reales y existen en el mundo. Soy extremadamente reticente a denominar a la filosofa como un saber cientfico, pero esto no significa que la filosofa no pueda alcanzar conocimiento verdadero a travs de cierto mtodo riguroso. El problema con el estudio de la mente es que la ciencia alcanza cada da descubrimientos ms espectaculares que en ocasiones parecen opacar los humildes alcances de la filosofa. No obstante, esto slo es una ilusin. Aunque valiosos y sorprendentes, los descubrimientos en torno al funcionamiento cerebral son nfimos en comparacin a lo que necesitaramos saber para realmente poder decir que conocemos los mecanismos del sistema nervioso. Adems, independientemente de lo anterior, la filosofa tendr acceso a una dimensin de lo mental a la cual no tiene acceso el mtodo cientfico. ste surgi especficamente para dejar fuera a la conciencia; no podemos esperar que ese mismo mtodo nos ofrezca ahora una explicacin de ella. Un anlisis de la subjetividad, de la conciencia en tanto que conciencia y, sobre todo, la posibilidad de realizar reflexiones que arrojen sentido y comprensin (como opuestos a cifras y datos brutos), es lo que ofrece la filosofa. Ciencia y filosofa no son rivales, nunca lo fueron y no deben serlo hoy en da. Los problemas entre filosofa y ciencia comenzaron slo cuando stas se convirtieron en dos saberes distintos, con mtodos distintos. En realidad filosofa y ciencia responden a dos usos complementarios de la razn humana. Aristteles, antes de hacer filosofa, haca ciencia. Haca filosofa a partir de la ciencia, pero tambin ciencia a partir de la filosofa. Dado el desarrollo de ambas disciplinas era factible que un solo hombre practicara ambas. Esto hecho provoc que en ocasiones se confundieran y se tomaran como una sola actividad. Fue en los inicios del siglo XVII que, con la clara separacin que sufrieron debido al desarrollo del mtodo cuantitativo y experimental que caracteriza a la ciencia moderna, la armona con la que trabajaban filosofa y ciencia se fue desdibujando hasta caer en el olvido. El auge de la ciencia experimental durante el siglo XIX, XX y XXI ha querido poner en duda la validez de la filosofa. Una buena parte del mundo cientfico considera que sus propias aportaciones son definitivas y absolutas. Con esto quiero decir que a veces se piensa que las aserciones de la ciencia no son controvertidas y que describen todo lo que hay por describir de un cierto hecho. Pero claramente esto no es el caso. La ciencia abarca un aspecto de la realidad, el cuantitativo-funcional. Y esto no es una carencia o un defecto de la ciencia, ni tampoco una virtud peculiar de la filosofa. Simplemente se trata de mtodos e intereses distintos al momento de estudiar el mundo, as como diferenciasvi

Introduccin

intrnsecas de ese mismo mundo. El mtodo de la filosofa da lugar a un estudio de la realidad de un modo que le est vedado a la ciencia. Permite, entre otras cosas, conocer las causas y la finalidad. La filosofa nos permite comprender la realidad de manera cualitativa y llena de sentido; la ciencia intenta ofrecer informacin que usualmente est constreida a lo cuantitativo y a lo funcional. Ahora bien, as como la ciencia no basta para una comprensin cabal del mundo, tampoco la filosofa. Podra decirse que la filosofa sin ciencia es vaca y la ciencia sin filosofa es ciega. Y esto, aunque claro en la teora no lo es tanto en la prctica. La dificultad muchas veces estriba en soberbia o ignorancia de alguna de las partes. Sin embargo, hay una dificultad intrnseca que no es nada fcil superar. El extremo grado de particularizacin tanto en ciencia como en filosofa impide, o al menos dificulta enormemente, la comunicacin entre ambas. Si para Aristteles era posible concentrar todo el conocimiento cientfico y filosfico de su poca, hoy en da no es posible que una sola persona concentre ni siquiera todos los conocimientos existentes en torno a una rama particular de la disciplina que practica. No obstante, a pesar de todas las dificultades es necesario realizar un esfuerzo por volver a unir algo que de suyo no debera estar fragmentado: el conocimiento humano. Hoy da parece extrao al filsofo voltear a ver a la ciencia pero esto se debe slo a la particularizacin del saber cientfico as como a la escisin histrica que lo ha alejado de l. Es labor del siglo XXI ofrecer una nueva armonizacin entre ciencia y filosofa. Los prrafos anteriores son relevantes porque, a pesar de que no haya tratado este tema de modo explcito en la tesis, es fundamental comprender esta relacin para comprender tambin el planteamiento mismo del problema mente-cuerpo y la solucin que da Searle a l. Por un lado, Searle replantea los trminos del problema mente-cuerpo pretendiendo con esto su entera disolucin. Y si bien es cierto que la reformulacin de los trminos fsico y mental fomenta una aproximacin novedosa y prometedora para la comprensin de la conciencia, tambin es verdad que ni Searle ni la neurologa han logrado realmente erradicar el problema de la conciencia. Wittgenstein aseguraba que la solucin del problema de la vida poda constatarse por la desaparicin del problema. Searle, gran lector suyo, intentar desembarazarnos del problema mente-cuerpo proclamando la solucin de ste. Sus aportaciones definitivamente generan un cambio de perspectiva pero no constituyen, ni remotamente, la solucin del problema. Y esta falsa creencia lo conduce a afirmar que el resto de lo que hay por saber de la mente se encuentra en manos de las neurociencias. Es importante insistir en que no se ha dado una verdadera solucin, y aun bajo el supuesto de que as fuera, la filosofa siempre tendra algo que decir, sobre todo si se trata de la mente, la conciencia y el hombre. No importa el grado de desarrollo de una

vii

Introduccin

ciencia, la filosofa siempre es capaz de ofrecer una interpretacin del sentido de las cosas que esos avances experimentales revelan. Antes de comenzar a explicar el contenido de la tesis, considero importante mencionar algunos temas relevantes de los que habla Searle en sus obras y que, intencionadamente, dej de lado. Todas las ausencias son significativas, pero tambin todas tuvieron su razn de ser. Algunas porque las consider demasiado coyunturales al discurso central, otras porque su tratamiento ofreca retos demasiado grandes para ser resueltos en pocas pginas, y algunas ms porque ni Searle mismo las aborda. El primer gran faltante es el inconsciente. Aunque Searle lo trata extensamente, yo no le dedico ni una sola lnea. Esto se debi no slo a que el tema es vasto y complicado (hecho que hubiera alargado el trabajo ms de lo necesario), sino a que la explicacin que ofrece Searle ha sido muy controvertida. Esto no significa que el resto de sus afirmaciones no lo sean, pero el tema del inconsciente tiene un lugar privilegiado entre sus crticos. Adems, me parece que para comprender el inconsciente primero debemos comprender bien lo consciente. Me conform con explicar este ltimo. Otro tema importantsimo dentro de la filosofa de Searle que trat escuetamente es el de la inteligencia artificial. Searle es famoso por haber elaborado un argumento que es considerado por muchos como uno de los puntos clave en la historia de la filosofa y las ciencias cognitivas en contra de las pretensiones de la inteligencia artificial. Sin embargo, aunque prueba de la irreductibilidad de la conciencia, consider que exceda tambin los lmites de este trabajo. Finalmente, debo reconocer que no ofrec un tratamiento muy extenso ni al problema de las otras mentes ni al problema del yo. ste ltimo ni Searle mismo lo afronta en profundidad, hecho por dems comprensible pues es, quiz a la par de la libertad, el problema filosfico (y neurolgico) ms complicado de la filosofa de la mente. El anlisis que hago del problema de las otras mentes es demasiado breve en comparacin a su importancia y la bibliografa en torno a l. Una vez llenados todos estos huecos puedo concentrarme en lo que s contiene este trabajo. Si tuviera que resumir todo lo tratado en l, dira que busca responder a dos preguntas bsicas: qu es la conciencia?, y cmo surge la conciencia? Estas dos preguntas, naturalmente, encuentran respuesta en la obra de Searle. Si bien la mayora de las tesis de toda su filosofa se encuentran ya en Speech Acts (1969) y en Intentionality (1983), las obras donde trata ms extensamente el problema del origen causal de la conciencia y de las caractersticas de sta es en Minds, Brains, and Science (1984), The Rediscovery of the Mind (1992) y en Mind (2004). Yo me concentr principalmente en las dos ltimasviii

Introduccin

que es donde se puede encontrar un desarrollo pleno de ambos problemas. En Rationality in Action (2001) y en The Construction of Social Reality (1995) vemos a un Searle hablando de la racionalidad humana, la libertad, el carcter social de la conciencia y el realismo. Todos estos temas fueron tambin abordados, aunque a veces colateral y esquemticamente. Hay varias caractersticas de la obra de Searle que constituyen su principal vala. En primer lugar, algo que ya mencionbamos es que estudia la conciencia tomando siempre en cuenta el papel que juega el cerebro. En muchas ocasiones se hace filosofa de la mente al margen de la neurologa, y aunque en ciertos contextos y en ciertos temas es posible salir bien librado de un intento tal, por lo general no suelen ser las aproximaciones ms afortunadas. Todas las caractersticas que Searle atribuye a lo mental tienen o deben tener en principio un correlato neurolgico. En segundo trmino, Searle parte siempre de un realismo epistemolgico. En filosofa, y principalmente en el campo de la mente, suele perderse el sentido comn con mucha facilidad. La aproximacin realista de Searle es, sin duda, un ingrediente invaluable en el estudio de la conciencia. Otra caracterstica ms de la obra de Searle es que buscar atenerse a los hechos; si stos contravinieran ciertos presupuestos, son los presupuestos los que deben ser desechados, no los hechos. Esta actitud es la que le permitir, por un lado, reconocer el indudable carcter irreductible de la conciencia, adems de comprender que trminos como mental y fsico no son contradictorios sino simplemente diferentes. Ser importante poner atencin en la redefinicin de lo mental y lo fsico pues slo as es posible aproximarse a un mejor planteamiento del problema mente-cuerpo. Otra cosa que se le debe agradecer es la claridad con la que escribe. Ahora me gustara ofrecer al lector un resumen de cada uno de los captulos para que sepa qu esperar de cada uno de ellos. El orden en que son presentados no es casual; por el contrario, busca seguir una genealoga en el estudio de la conciencia en la obra de Searle. Definitivamente el orden y el modo de tratar los temas no son iguales a los que l ofrece. Ms bien intent hacer una reconstruccin de los argumentos y los orden de modo que permitieran poner en evidencia las aportaciones ms relevantes de Searle, as como comprenderlas mejor. Los captulos responden a seis puntos imprescindibles en una investigacin de la conciencia: cmo la conocemos, qu conocemos, qu problemas ofrece su estudio y cmo debemos interpretarlos, qu respuestas se pueden dar a dichos problemas, cmo surge y qu es en realidad. Cada uno de los captulos enfatiza una de estas interrogantes, as es que si el lector quisiera saber cules son los principales problemas que este trabajo intenta analizar y resolver, bastara con que se dirigiera al ndice.

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Introduccin

El primer captulo versa sobre la metodologa de Searle. En l trato de mostrar de qu herramientas se vale para analizar la conciencia. Subrayo su realismo y la sencillez de su estilo. Adems, intento mostrar los paradigmas en los que est inmerso su pensamiento. Searle, contrario a buena parte de la ortodoxia filosfica, es un creyente en la visin ilustrada del mundo. Y aunque esto lo lleva a un cientificismo del cual no le ser fcil salir, tiene la ventaja de que le permite concebir que el objetivo de la filosofa es la verdad y que sta es alcanzable. Tambin apunto la necesidad de hacer coherentes las aseveraciones filosficas con los conocimientos cientficos a la mano. Es as que propone una teora de la conciencia que est de acuerdo con la fsica cuntica y con la teora de la evolucin, los dos ms grandes paradigmas de nuestra poca a ojos de Searle. Este captulo es, sin duda, en donde se requiri una mayor labor de reconstruccin. A raz de la lectura de ciertos fragmentos e intentando conectar diversas obras intent establecer lo que podramos denominar como el mtodo de Searle. El segundo captulo, por el contrario, es el ms expositivo y extenso de toda la tesis. Como espero quede claro al final, un objetivo central de esta tesis es analizar y desarrollar la explicacin sobre cmo surge, cmo se genera la conciencia. Y para ello era indispensable dejar bien claro qu deba entenderse por conciencia. Ahora bien, que el captulo tenga un carcter expositivo no quiere decir que se trate de un mero resumen. Las caractersticas que Searle ha considerado fundamentales de la conciencia no han permanecido constantes a travs de los aos. En algunos casos redefini algunas caractersticas, en otros omiti algunas para dar lugar a otras y en otros simplemente mejor su explicacin. El resultado fue presentar la visin ms completa que se puede obtener a partir de las obras de Searle sobre la definicin de conciencia. Adems, ofrezco un apndice donde se analiza su opinin sobre las mentes animales y las diferencias entre stas y la mente humana. El tercer captulo es, a diferencia de los anteriores, donde ms me aventuro a proponer una interpretacin paralela a la de Searle. En este captulo trato sobre el problema mente-cuerpo, especficamente sobre su planteamiento. En l intento exponer mi visin del problema mente-cuerpo, bastante diferente del planteamiento que hace Searle. Si hay algo que los grandes filsofos nos han enseado es que antes de comenzar a resolver un problema, es indispensable plantearlo adecuadamente. Hay que hacer las preguntas adecuadas. En el captulo cuarto me limito a exponer la resolucin de Searle al problema mente-cuerpo. En este captulo estn contenidas todas las tesis del naturalismo biolgico, aunque de modo condensado y en espera de ser desarrolladas en los dos captulos subsecuentes.

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Introduccin

El quinto captulo es un estudio sobre la nocin de causa. En los captulos anteriores se haba dado por supuesto lo que Searle entenda por este trmino y es hasta este momento en que ser claramente analizado. El captulo podra haberse dividido en dos. La primera parte trata sobre la causalidad per se y la segunda sobre la causacin especficamente en el campo de la conciencia. A su vez podemos dividir este anlisis en dos: causacin de lo mental y causacin mental. Con lo primero me refiero al origen causal de la conciencia, es decir, cmo emerge la conciencia a partir del funcionamiento cerebral. A su vez, con causacin mental me refiero a la manera en que la mente es causa de algo en general y en concreto de las acciones del sujeto. Es aqu donde se inserta el estudio de la libertad, con toda seguridad el punto ms difcil de toda la tesis y con mucha probabilidad el peor logrado. Esto, debido no slo a que la explicacin de Searle no es del todo satisfactoria, sino que la libertad en s misma es algo extremadamente sui generis. Por ltimo, el captulo sexto recupera mucho de lo dicho en los captulos anteriores sobre la propuesta de Searle. Trata de ser una recapitulacin pero tambin una aclaracin de varios puntos clave de su teora. Es aqu donde se explica de manera amplia y lo ms claramente posible la concepcin de Searle sobre el carcter irreductible de la conciencia, aportacin esencial de su obra. Adems, intento reconstruir brevemente su visin sobre la neurologa y el papel que le confiere, as como el papel que debera conferrsele. Antes de terminar es necesario aclarar algo ms sobre la metodologa utilizada. Searle pertenece a una tradicin filosfica que suele denominarse analtica. Ms all de la pertinencia de esta clasificacin, me parece que el trasfondo filosfico desde el que escribe Searle s determina algunos aspectos de su obra. El aspecto que me interesa resaltar ahora mismo es la ahistoricidad desde la que Searle y otros autores analticos hacen filosofa. Herederos legtimos de Wittgenstein, estos autores consideran que la filosofa se hace cada da, con independencia de los filsofos del pasado. Y si bien es una actitud que ofrece muchas ventajas como cierta independencia de una tradicin en muchas ocasiones obsoleta y anquilosada tambin tiene severas desventajas. Una de las ms notables es la facilidad con la que descubren ideas que ya haban sido descubiertas. Sin un conocimiento de la filosofa de la historia es fcil ser genial. Pero la repeticin de buenas ideas no pasa de ser una trivialidad. El verdadero problema de no voltear a ver el pasado filosfico es que se pueden repetir los mismos errores; errores que se han mostrado como tales y que incluso, en algunos casos, se cuenta ya con cierta solucin a ellos. A pesar de esta deficiencia de la tradicin analtica tuve que elegir entre hacer un recuento histrico del problema mente-cuerpo que incluyera las aportacionesxi

Introduccin

de diversas pocas y tradiciones, o limitarme a estudiar el contexto dentro del cual escribe Searle, complementndolo con autores de su propia tradicin y de la neurologa contempornea. El lector descubrir que opt por la segunda alternativa. No slo porque los alcances de la tesis me limitaban en tiempo, sino que juzgar a un autor desde categoras que no son las suyas hubiera requerido un conocimiento monumental de la historia de la filosofa y una capacidad sintetizadora que no tuve el atrevimiento de poner a prueba. A pesar de la ausencia de crtica histrica en la mayora de los captulos y la falta de comparacin con otras tradiciones, me parece que durante la elaboracin se consultaron fuentes bibliogrficas que ofrecen al lector una visin global del planteamiento de la conciencia as como una visin crtica de la obra de Searle. Si los objetivos planteados hasta ahora fueron conseguidos o no, estar en manos del lector decidirlo.

Ciudad de Mxico, mayo de 2006 J.M.L.G.

xii

CAPTULO UNO

PresupuestosI. EL MTODO

Resulta un tanto inapropiado hablar de mtodo en Searle. La nocin de mtodo parecera ser demasiado fuerte para lo que encontramos en su obra. Tener un mtodo especfico implicara estar atado a l para el desarrollo de todo problema, y la idea de Searle consiste justo en lo contrario. Lo acertado es escoger un mtodo adecuado para cada problema. Podemos decir que sigue, por lo menos, seis pasos generales en sus diferentes obras, mismos que aplica con el realismo como teln de fondo. 1 Algunos de ellos son un tanto tcnicos y otros, ms bien relacionados con el estilo, bastante formales. Ante la pregunta sobre si existe algo denominado como el mtodo Searle, el filsofo norteamericano contesta: No lo creo. He utilizado diferentes mtodos para diferentes tareas. (Faigenbaum 2001: 181) Sin embargo, Searle reconoce que detrs de todo se halla lo que en filosofa analtica se conoce como anlisis lgico. ste debe entenderse en sentido amplio, es el desmontar ciertas preguntas filosficas y analizarlas en los elementos que las componen. (1998: 8) Pero Searle no dejar las preguntas desmembradas sino que intentar despus reensamblarlas para que cobren sentido tanto dentro de su obra como con la realidad misma. En consecuencia, gracias a su afn de relacionar todos los mbitos de la realidad (cultura, ciencia, mente, lenguaje, sociedad), Searle termina construyendo un verdadero sistema filosfico. (Fotion 2000: 253-4) El mtodo de Searle puede ser resumido, con sus propias palabras, del siguiente modo:

1

Cabe aclarar que no se trata de pasos a seguir de modo cronolgico, sino de diferentes tcnicas para hacer filosofa.

Captulo Uno La manera en la que intento proceder es primero analizando la pregunta. De hecho, esta es la gran leccin de la filosofa del lenguaje del siglo XX: no tomes por sentadas las preguntas. Analiza la pregunta antes de intentar resolverla. Me gusta proceder analizando la pregunta para ver si descansa en una presuposicin falsa, o si asimila el problema en cuestin a un conjunto inapropiado de paradigmas, o si los trminos usados en la pregunta son sistemticamente ambiguos. Me parece que de una manera u otra, los problemas filosficos caractersticamente requieren ser desmantelados y reconstruidos antes de poder ser resueltos. Una vez que se ha logrado claridad sobre qu preguntas deben hacerse, las respuestas, o al menos la parte filosfica de las respuestas, son normalmente bastante claras y simples. 2 (2002a: 2)

Un segundo paso es tratar de examinar la estructura de los hechos. Searle siempre estar bien atento a lo que la realidad muestra y no a ciertos compromisos intelectuales adquiridos con anterioridad. La jugada adecuada, como siempre, es olvidar las grandes categoras y tratar de describir los hechos. 3 (2004: 125) Como es de esperar, este paso es ms un ideal regulativo que un procedimiento que de hecho pueda ser llevado a cabo. Es ms bien una actitud de apertura y disposicin al dilogo y a renunciar a cualquier creencia que fuese desmentida por los hechos. Como es natural, la filosofa de Searle se encuentra determinada por la influencia de varios autores, ente los que destacan Frege, Russell, Wittgenstein, Ryle y Austin. As, lo que pretende con el olvido de las grandes categoras es una actitud de asombro ante la realidad, para poder evitar dirigirse a ella a travs de un receloso y comprometedor cuerpo de doctrinas filosficas. En tercer lugar, podramos decir que Searle est preocupado por no decir nada que sea obviamente falso. Por ms trivial o superflua que resulte esta aclaracin, en varias obras recomienda siempre tenerlo en mente, pues la cantidad de contrasentidos y falsedades pronunciadas a lo largo de la historia filosofa es inaudita, especialmente en los terrenos de la filosofa de la mente. Por no analizarDespus de leer este prrafo es inevitable pensar en el mtodo cartesiano. Particularmente en el Discurso del mtodo, donde explica que su mtodo consiste en analizar los problemas en cuantas partes tuvieran y luego revisar todo para estar seguro de no haber omitido nada (reglas 2 y 4). Este parecido ser, como veremos ms adelante, bastante paradjico, dado el recelo filosfico que le guarda a Descartes. 3 No se debe confundir esta declaracin, y otras que encontraremos ms adelante, con el mtodo fenomenolgico. Searle ataca abiertamente la fenomenologa; al menos considera que Heidegger y Husserl estn describiendo la estructura de la conciencia de un modo en el cual pueden terminar en un idealismo insalvable. (Faigenbaum 2001: 81, 184; Searle 2005a) Sin embargo, los puntos de encuentro entre filosofa analtica y fenomenologa son bastantes, a pesar de lo que suele suponerse. (Apel 1967)2

2

Presupuestos

la estructura de los hechos y, en cambio, querer mantener ciertas premisas a toda costa, muchos filsofos terminan diciendo cosas evidentemente falsas, seal de que no se va por buen camino. Esto implica que en ocasiones es necesario decir cosas que sean obviamente verdaderas:En cualquier caso, vale la pena decir lo que suena obvio porque lo que parece obvio normalmente slo lo parece despus de que lo has dicho. Antes de que lo digas, no es obvio lo que tienes que decir. [] Puede dar la impresin de que los estoy llevando por un camino tranquilo y descubierto. Eso es una ilusin. Estamos en un estrecho sendero en medio de una jungla. Mi mtodo de exposicin es sealar el sendero y despus sealar las partes de la jungla que debemos evitar. (1998: 9)

La obviedad no debe confundirse con trivialidad. El hecho de que diga las cosas claras no es por un exceso de simplificacin o falta de labor; al contrario, la claridad y sencillez son signo de que se ha trabajado mucho un problema. Searle mismo dice que si no lo puedes decir claramente, ni t mismo lo entiendes. En diferentes ocasiones he escuchado que se le critica a Searle de trivial e ingenuo. Y, en efecto, lo es, pero no en el sentido peyorativo que se le pretende atribuir. l mismo define su realismo como ingenuo o nave. Indudablemente, el realismo ingenuo del que parte es algo que, al menos en filosofa, se agradece. 4 Otro paso de inters es el de los ejemplos. Ya desde Aristteles es sabido que en la retrica se debe acudir a los lugares comunes (a lo ms conocido y evidente), para poder construir la argumentacin a partir de ah. No obstante, esta recomendacin tan elemental no es seguida por muchos. Searle recomienda siempre tomar ejemplos claros. Lo que se ha de analizar es el caso paradigmtico, aqul donde no haya duda de que se trata del hecho que se pretende explicar, y a partir de l hacer el anlisis lgico. 5 En cuanto al estilo, Searle utiliza una tcnica bastante til y que vale la pena resaltar ahora. Durante sus explicaciones no se limita a exponer sus ideas de modo positivo, sino tambin de modo negativo: se encarga de explicitar lo que no est diciendo. Hacer esto implica una enorme reduccin en las interpretaciones equvocas.

Por ningn motivo se ha de pensar que por partir de este realismo ingenuo su filosofa tambin lo sea. Como veremos ms adelante, el realismo es slo el teln de fondo para hacer teoras. 5 Thomas Reid tambin sugiere partir de los ejemplos ms claros y evidentes para cualquiera, aunque despus resulte imposible establecer con precisin los lmites de lo que queremos explicar: todos saben decir qu es York, pero slo un pequesimo porcentaje podra indicar con precisin sus lmites. (Reid 1785: 427)4

3

Captulo Uno

1.

REALISMO

Es un tanto impreciso incluir al realismo dentro de la seccin del mtodo pues la esencia de lo que Searle entiende por realismo es su carcter inconsciente, o mejor dicho, de presupuesto. Pero precisamente por tratarse de un presupuesto es necesario mencionarlo como parte del proceder filosfico de Searle. La reflexin de Searle sobre el realismo es detonada por los relativismos y escepticismos del siglo XX. Se dirige a pensadores como Rorty, Dennett y Derrida, pero tambin tiene en mente a Hume, Berkeley o Hegel. El mentalismo de sentido comn de Searle provee un perfecto revs al conductismo y al computacionalismo en la filosofa de la mente, y su realismo de sentido comn provee un balance perfecto para los relativismos sofisticados de hoy en da. (Hirstein 2001: 64) El realismo es el presupuesto de cualquier actividad humana, sea prctica o terica:Considero la afirmacin bsica del realismo externo que existe un mundo real que es total y absolutamente independiente de todas nuestras representaciones, todos nuestros pensamientos, sentimientos, opiniones, lenguaje, discurso, textos, etc. tan obvia, y de hecho una condicin esencial de la racionalidad e incluso de la inteligibilidad, que me encuentro un poco apenado de tener que hacer la pregunta y discutir los diferentes desafos en contra de esta perspectiva. (1998: 14)

Por ello, utilizando una metfora computacional, Searle hablar de posiciones por defecto (default positions). stas son las perspectivas que sostenemos prereflexivamente y cualquier separacin de ellas implica un esfuerzo consciente y un argumento convincente. Searle nos da las posiciones por defecto que constituyen el realismo del que est hablando (1998: 10): 1. Hay un mundo real que existe independientemente de nosotros, independientemente de nuestras experiencias, nuestros pensamientos, nuestro lenguaje. 2. Tenemos un acceso perceptivo directo a ese mundo a travs de nuestros sentidos, especialmente el tacto y la vista. 3. Las palabras en nuestro lenguaje, palabras como conejo o rbol, tpicamente tienen significados razonablemente claros. Debido a sus significados, pueden ser usadas para referirse a, y hablar sobre, objetos reales en el mundo.

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Presupuestos

4. Nuestras afirmaciones son tpicamente verdaderas o falsas dependiendo de si corresponden a como son las cosas, esto es, a los hechos del mundo. 5. La causacin es una relacin real entre objetos y eventos en el mundo, una relacin mediante la cual un fenmeno la causa causa otro el efecto. Estas presuposiciones que siempre se tienen por seguras forman parte de lo que Searle denomina el Trasfondo (Background) del pensamiento y el lenguaje. Por lo tanto, las posiciones por defecto son generalmente verdaderas y los ataques sobre ellas estn equivocados. 6 Podemos hacer una divisin del realismo en Searle. Por un lado est el realismo externo (1998), afirmacin de que existe un mundo real independiente; y la otra variacin del realismo ser el ingenuo (2004), el cual afirma que los seres humanos tenemos la capacidad de conocer el mundo real. Como consecuencia de estas dos perspectivas del realismo, Searle retomar la teora de la correspondencia de la verdad, la cual afirma que las cosas son verdaderas si corresponden con el mundo y falsas si no. Hay tres cosas que no estoy diciendo con lo anterior. Primero, esta doble divisin de realismos no la hace Searle explcitamente. En Mind, Language and Society (1998) lo denomina realismo externo y ah alude tanto a la existencia del mundo real independiente como a la teora de la correspondencia de la verdad; mientras que en Mind (2004) lo denomina realismo ingenuo, haciendo nfasis en la capacidad cognitiva de los seres humanos para captar el mundo tal cual es. En segundo lugar, Searle no postula estos realismos como propios o novedosos. En realidad son presupuestos de cualquier ser humano que l slo enuncia y que evidentemente se encuentran en muchos otros autores. Por ltimo, Searle aclara que estas posiciones por defecto no han de ser llamadas sentido comn. El trmino le resulta equvoco pues da la impresin de ser una cuestin de opinin comn, y el sentido comn no se pregunta por cuestiones metafsicas como las planteadas en las posiciones por defecto. Adems, cree que el Trasfondo es anterior a todas las opiniones de sentido comn que se puedan tener. 7 (1998: 112) Aclarado lo anterior, digamos que,El realismo no es una teora. No es la opinin que sostengo sobre la existencia de un mundo all afuera. Ms bien es el marco necesario para que siquiera sea6

En un lenguaje aristotlico, ms clsico, estas posiciones por defecto seran consideradas primeros principios. 7 A pesar del rechazo, el trmino realismo en Searle resulta equiparable en ciertos aspectos al sentido comn de Thomas Reid. Sin embargo, tambin ofrece distintos matices, razn por la cual debemos utilizar el trmino realismo solamente.

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Captulo Uno posible sostener opiniones o teoras. [] El realismo externo no es una afirmacin sobre la existencia de ste o aqul objeto, sino una presuposicin de la manera en que entendemos esas afirmaciones. (1998: 32)

Searle asegura que en realidad no hay ninguna manera de dar un argumento a favor de la existencia del mundo real, pues cualquier intento de justificar la existencia real de cosas fuera de nuestra mente presupone lo que pretende justificar; por eso, para refutar al escptico, simplemente hay que dejarlo hablar, pues no hay manera de que logre hacer afirmaciones ordinarias de modo inteligible negando, al mismo tiempo, el mundo. 8 Ahora bien, en la versin epistemolgica del realismo (la anterior era claramente una versin ontolgica) Searle afirma que nosotros s conocemos el mundo real. En distintos lugares aclara que debemos ser conscientes de nuestra realidad biolgica evolutiva para darnos cuenta de que no podemos conocerlo todo o, para decirlo de modo ms sencillo, que el conocimiento humano tiene lmites. Pero de que sea limitado no se sigue que sea falaz o poca cosa. Esas limitantes evolutivas en realidad nos permiten un marco de conocimiento veraz enorme. Cuando habla de escepticismo epistemolgico, Searle tiene en mente diversas posturas filosficas que afirman la imposibilidad de conocer el mundo real (versiones vulgares del kantismo principalmente). A modo de refutacin, argumenta que el escptico necesita un lenguaje pblico para comunicarse (y de hecho se comunica) y ese lenguaje pblico necesita una realidad pblicamente disponible, y por eso todos tienen acceso a ella del mismo modo. Ese acceso a la realidad pblica no es otra cosa que el realismo nave. (2004: 274-7) De modo muy elegante, Searle afirma que nosotros no probamos la verdad del realismo ingenuo, ms bien probamos la ininteligibilidad de su negacin dentro de un lenguaje pblico. (2004: 277) La existencia independiente de la realidad no debe confundirse con una realidad totalmente objetiva. Searle repudia esta visin, quiz positivista, de que lo real es slo lo objetivo, o peor an, que todo lo que existe es objetivo. Para combatir esta visin, enfatizar la existencia de sujetos en el mundo, con lo cual necesariamente existe la subjetividad. Por sta entiende no la opinin personal, sino una forma de ser de ciertas cosas en el mundo (los sujetos) que existen y conocen desde un punto de vista. Los sujetos tienen experiencias subjetivas y conocimientos desde su punto de vista (desde su posicin como sujeto frente a un objeto), y, con esto, la nocin de objetividad absoluta se desvanece. Lo anteriorEl parecido con el argumento aristotlico del libro gamma de la Metafsica se debe a que, me parece, este es el nico modo de refutar a un escptico: dejndolo hablar.8

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Presupuestos

nos conduce a darle la razn a ciertas premisas del perspectivismo. Y, en efecto, nadie nunca ve la realidad directamente como es en s misma; la aproximacin es siempre desde ciertas asunciones y preconcepciones, desde nuestras particulares capacidades biolgicas. Pero lo nico que esto significa es que para conocer la realidad, se tiene que conocer desde un punto de vista; no que no se pueda conocer. 9 El error del perspectivista es creer que por el hecho de conocer la realidad desde un punto de vista, no puede conocer en absoluto la realidad. En efecto, nosotros conocemos la realidad desde un punto de vista particular, pero la conocemos bien. (1998: 20-1) Para decirlo brevemente, lo que Searle rescata aqu es la necesidad de un sujeto que conozca el objeto. No puede haber un conocimiento totalmente objetivo porque siempre habr un sujeto; y adems, la realidad tampoco es completamente objetiva pues hay sujetos en ella. 10 Aunque en el Captulo 2 y 6 tocaremos con mayor claridad el tema de lo objetivo y lo subjetivo, resulta necesario hacer una pequea digresin para aclarar algunos puntos. De lo dicho hasta ahora queda claro que existe un mundo externo real, llammosle objetivo. Pero falta agregar algo que es de vital importancia para comprender la filosofa de Searle, y es que tambin existe un mundo real subjetivo: la conciencia. Vayamos por pasos. Searle estar en contra de la afirmacin positivista: la realidad es objetiva. O ms bien, la realidad slo es objetiva. Esto implicara que toda la realidad debe ser igualmente accesible para todos los observadores. Pero esta creencia deja fuera por completo a la subjetividad de la conciencia. (1992: 16) Searle estar preocupado por combatir tanto a escpticos relativistas como a positivistas objetivistas. Tenemos que darnos cuenta que existe un mundo real objetivo, fuera de nosotros e independiente de nuestras experiencias; pero tambin tenemos que darnos cuenta de que existen esas experiencias, y stas son un fenmeno real subjetivo en el mundo. Habr dos maneras de existir (dos diferentes ontologas): una objetiva o de tercera persona, y una subjetiva o de primera persona. La realidad ontolgicamente objetiva (a-consciente) existe sin ningn punto de vista, mientras que la realidad ontolgicamente subjetiva (consciente) implica siempre un punto de vista. (Hirstein 2001: 73) Esto no significa que la conciencia o los estados mentales de alguien no sean realidades que existen independientemente de que alguien ms las piense (en este sentido son realidades independientes del observador), sino que el modo de existir de las conciencias siempre implica algo

Dada la definicin de subjetivo y de conciencia, esta afirmacin es trivialmente verdadera. Evidentemente esto slo es verdad de acuerdo con el estado actual de cosas, pues fcilmente podra imaginarse un mundo sin conciencias donde no existiera en absoluto lo subjetivo.9 10

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Captulo Uno

subjetivo: experiencias en primera persona inaccesibles (de modo directo) a un tercero. Espero quede ms claro lo anterior con la formulacin de las siguientes premisas: (a) Existen cosas en el mundo independientes de cualquier observador: la computadora con la que escribo, la habitacin en la que me encuentro y yo mismo soy una realidad independiente de que alguien ms me piense, me perciba o me experimente. (b) Existen cosas en el mundo dependientes de los observadores: una universidad, Pars, o el dinero. Evidentemente el trozo de papel es una cosa independiente del observador; las molculas de papel y la tinta que lo componen son independientes de que alguien las piense. Y que esas molculas de papel y tinta sean dinero slo es posible porque nosotros pensamos que as es. 11 Ahora bien, las cosas del tipo (a), las independientes de cualquier observador, pueden tener dos modos distintos de existir (dos ontologas distintas): (i) Objetivo (ontologa de tercera persona): son cosas que lo propio de ellas es ser a-conscientes (una mesa, un automvil, el Ocano Pacfico); existen sin tener algn punto de vista, su visin es desde ningn lugar (a view from nowhere). (ii) Subjetivo (ontologa de primera persona): son cosas que lo propio de ellas es ser conscientes (t, yo, Searle o Gilbert, su perro); existen desde un punto de vista, su existencia se da desde su punto vista (tienen experiencias que slo ellos experimentan). As, la realidad puede ser independiente de un observador, pero subjetiva a la vez. Esta distincin ayuda a comprender en qu sentido se habla de realidad objetiva, as como la necesidad de reconocer la existencia de realidades independientes subjetivas.

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Aunque el tema de los objetos relativos al observador es ligeramente coyuntural al tema de la conciencia, es importante recoger esta distincin tan importante en la filosofa de Searle. (1995a; 1998)

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Presupuestos

Regresando a la discusin sobre el realismo, podemos decir que las dos caras del realismo (el ingenuo y el externo) se engarzan a travs de la teora de la correspondencia de la verdad. La verdad no es otra cosa que la correspondencia entre lo que decimos y los hechos del mundo. Dado que hay un mundo real que podemos conocer, entonces tambin podemos referirnos a l con verdad y, en consecuencia, tambin podemos detectar la falsedad. La versin clsica de esta definicin de verdad es la aristotlica: verdad es decir que el ser es y que el no ser no es. En tiempos recientes es bastante aceptado el trabajo de Tarski sobre la teora de la verdad (1933). La versin de Searle es muy similar a la de Tarski, aunque la de este ltimo est diseada para lenguajes formales, mientras que la de Searle puede ser aplicada tambin al lenguaje ordinario y los hechos del mundo. Segn la teora de la correspondencia de la verdad de Searle (1995a: 2003),S es verdadera si y slo si p.

Donde S es una oracin y p es la condicin bajo la cual esa oracin es verdadera. As,La nieve es blanca es verdadera si y slo si la nieve es blanca.

Esta estructura le permite a Searle decir que nuestras afirmaciones son verdaderas debido a algo fuera de ellas. De este modo, lo que est diciendo es que,Una afirmacin es verdadera si y slo si corresponde con los hechos.

Y es importante aclarar que por hechos Searle entiende arreglos concretos del mundo (concrete arrangements of the world), o para decirlo ms claro, un hecho es el estado de cosas (state of affairs). 12 Finalmente, correspondencia es el nombre de la relacin que existe entre una oracin verdadera y el hecho que la hace verdadera. Para resumir y concluir con lo hasta aqu dicho demos un ejemplo que propone Searle de cmo funciona el realismo y la teora de la verdad con respectoEstas nomenclaturas las retoma, naturalmente, del Tractatus: 1. El mundo es todo lo que es el caso. 1.1 El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas. 2. Lo que es el caso, el hecho, es el darse efectivo de estados de cosas. (Wittgenstein 1922) La influencia que ejerciera el filsofo viens en Searle es fcilmente reconocible en toda su obra.12

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a la fsica: el Trasfondo [el realismo] es una presuposicin que dice: hay un modo en que las cosas son. La fsica es una disciplina que contiene teoras. Las teoras dicen: as es como son las cosas. (1998: 34) Y aadamos que nosotros somos capaces de saber si las teoras dicen con verdad o falsedad cmo son las cosas. 2. FILSOFOS VERSUS MUNDO

Paradjicamente, a pesar de lo establecido en el apartado sobre el mtodo, a lo largo de su obra se puede creer que Searle muchas veces no tiene en mente hechos, sino filsofos. En efecto, en contra de lo que l mismo propone, en ocasiones da la apariencia de que no est explicando el mundo sino slo refutando tesis de otros autores. Esto podra llegar a ser un problema pues, a pesar de la importancia que tiene recuperar la historia de la filosofa, el filsofo siempre debe tener puesto un ojo en los libros y otro en la realidad. Pero, a pesar de las apariencias, justo esto es lo que hace Searle. Es cierto que dedica gran parte de sus libros (especialmente The Rediscovery of the Mind) a exponer y criticar posturas distintas a las suyas, pero la finalidad no es quedarse ah o construir sus teoras a partir de la negacin de otras, sino contrastar la falsedad de lo dicho por otros con la veracidad de su propuesta. Se trata ms bien de una herramienta retrica; en cuanto comienza la parte propositiva de sus libros, se olvida de la historia y comienza la investigacin desde los hechos mismos. Es un lugar comn decir que quien no conoce su historia est condenado a repetirla, as es que Searle se ocupa de analizar cuidadosamente a sus predecesores. 13 As, Searle, al menos en su lado polmico, comparte con Moore la habilidad de ser motivado por lo que percibe como claramente equivocado. (Hirstein 2001: 64) Moore llegara a asegurar que ni el mundo ni las ciencias le haban sugerido algn problema filosfico, sino las cosas que otros filsofos haban dicho sobre el mundo o las ciencias. Es ya famoso el modo que tiene Searle de hacer filosofa comenzando por rechazar, refutar y distinguir lo que otros dicen respecto de unEs necesario apuntar que la historia que Searle revisa es extremadamente escasa. Por un lado revisa primordialmente a autores del siglo XX, y por otro, prcticamente slo los pertenecientes a la tradicin analtica. Es cierto que discute tambin con Descartes, Hume y Berkeley; adems conoce a Locke, Kant y Hegel. Sin embargo, sus discusiones se reducen a estos autores. En sus charlas con Faigenbaum, Searle admite no conocer mucha historia de la filosofa. Aunque tambin afirma en la entrevista con Kreisler lo difcil que es estar al tanto de todas las corrientes filosficas (el gran drama de nuestros das): Hay ms cosas que nunca por leer. Y la proliferacin de buenos artculos no puedo ni leer todos los ataques inteligentes en mi contra. Simplemente son demasiados! (1999)13

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Presupuestos

tema para as hacer ms clara y contundente su exposicin. Sin embargo, Searle tiene otra motivacin no tan compartida por sus antecesores filosficos, una motivacin de obtener respuestas de las preguntas filosficas existentes. (Hirstein 2001: 65) As pues, podramos concluir diciendo que Searle hace filosofa partiendo tanto del mundo como de otros filsofos.

II.

EL APARATO EXPLICATORIO UNIFICADO

Uno de los principales intereses de Searle es encontrar unidad en un mundo aparentemente mltiple y diverso: Cmo tener una explicacin unificada y teorticamente satisfactoria de nosotros mismos y de nuestras relaciones con otras personas y con el mundo natural? (1993: 1) Searle se preguntar cmo reconciliar la concepcin que tenemos de nosotros mismos como seres conscientes y libres, con un mundo que consideramos consiste enteramente de partculas fsicas en campos de fuerza que son brutas, inconscientes, sin mentes, sin significado y mudas. Cmo podemos hacer que nuestra concepcin de nosotros mismos sea completamente consistente y coherente con la explicacin del mundo que hemos adquirido de las ciencias naturales, especialmente de la fsica, la qumica y la biologa? (1993: 1) El intento de Searle por lograr esta teora unificada de conciencia y mundo se encuentra plasmado en lo que l denomina naturalismo biolgico, objeto central de esta tesis. La esencia del naturalismo biolgico consiste en situar a los fenmenos mentales como parte del mundo natural. Y el nico modo de lograrlo es utilizar el mismo aparato explicatorio para la mente y para el resto de la naturaleza. Bajo esta premisa, Searle afirma: Los dos principios bsicos de los cuales cualquier investigacin como la ma depende son, primero, la nocin de que las entidades ms fundamentales de la realidad son aquellas descritas por la fsica atmica; y, segundo, que nosotros, como bestias biolgicas, somos productos de largos periodos de evolucin. (2004: 303) 1. LA VISIN ILUSTRADA

Antes de proceder con los elementos del aparto explicatorio unificado, permtaseme recordar una declaracin que resulta escandalosa en los albores del siglo XXI: Searle sostiene algo que l mismo ha denominado como visin ilustrada (Enlightenment vision). Evidentemente, como defensor de la visin ilustrada, Searle se encuentra en una posicin minoritaria entre muchos (la

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Captulo Uno

mayora?) de sus colegas. (Fotion 2000: 255) Aunque el trmino que Searle utiliza es problemtico, la referencia del trmino es bastante interesante. Segn Searle, hubo un periodo en la historia de la humanidad donde las personas cultas estaban confiadas de que podan conocer factores importantes de cmo funcionaba el universo. Al menos desde el siglo XVI hasta finales del XIX el mundo era inteligible, tena un cierto sentido. Pero ya desde la antigua Grecia el mundo era comprendido con sentido, de hecho, la racionalizacin del mundo es el detonador del origen de la filosofa. Esta idea, a la cual Searle llama visin ilustrada, consiste bsicamente en una creencia: la civilizacin occidental asuma que el universo era completamente inteligible y que nosotros ramos capaces de una comprensin sistemtica de su naturaleza. (1998: 2) Un sinfn de eventos que comenzaron en las primeras dcadas del siglo XX rompieron con esta idea. Quiz el ms importante fue la Primera Guerra Mundial (llevada a su mxima expresin en la Segunda), pero adems hubo una serie de eventos intelectuales que, desde el siglo XIX y buena parte del XX, propiciaron la ruptura: la teora de la evolucin de Darwin; la teora de la relatividad de Einstein; las contradicciones en la teora de los conjuntos que hallara Russell en el trabajo de Frege; la imposibilidad de racionalidad a la que condujo Freud con el psicoanlisis; la prueba de la incompletud de las matemticas clsicas de Kurt Gdel; la irracionalidad cientfica introducida por Kuhn y Feyerabend; el postmodernismo en sus diferentes facetas; y, por ltimo, la indeterminabilidad de la fsica cuntica. Searle responde a todas las anteriores y muestra cmo en realidad no son motivo real de prdida de racionalidad. Ante la mecnica cuntica, no obstante, reconoce que una cierta interpretacin de ella s podra representar un problema para la visin ilustrada: Hasta donde s, simplemente tenemos que aceptar un cierto nivel de indeterminacin estadstica en las relaciones micro-macro como un hecho de la realidad. (1998: 5-6) Y esto en verdad es un problema, pero lo analizaremos ms adelante. Entonces, qu significa la visin ilustrada? La eleccin del trmino puede ser polticamente incorrecto pero la idea es interesante, especialmente para el mundo de la ciencia de hoy da (basta echar un vistazo a las teoras de la complejidad): el universo existe independientemente de nuestras mentes y, dentro de los lmites fijados por nuestras dotaciones evolutivas, podemos llegar a conocer su naturaleza. Un vez ms, lo que hace Searle es apostar por el realismo. Searle cree que el verdadero cambio a partir del siglo XIX no es que el mundo se haya vuelto ininteligible en una manera emocionante y apocalptica, sino que es mucho ms difcil de entender por la aburrida y poco emocionante razn de que tienes que ser ms listo y tienes que saber mucho ms. (1998: 4) El entusiasmo de Searle es notorio. Confa plenamente en la capacidad humana de llegar a develar los misterios de la naturaleza. En diversos lugares reconoce que ciertas cuestiones12

Presupuestos

pueden ser demasiado complicadas (o intrascendentes), de suyo o para nosotros, pero que la gran mayora del universo puede ser inteligido. Paradjicamente, esta apuesta por el conocimiento es la que provoca tanto escndalo. Recordemos, antes de proseguir, que el tipo de conocimiento al que apela Searle es principal, aunque no exclusivamente, cientfico ingrediente que complicar an ms su posicin. En resumen, esta propuesta de la visin ilustrada se trata de, (a) un realista que reconoce la cognoscibilidad del mundo; y (b) un ilustrado que apuesta plenamente en la ciencia. El problema es que el irracionalista un posmoderno radical quiz o un relativista no est dispuesto a aceptar (a), y muy probablemente tampoco (b); un cierto tipo de realista aceptara (a) pero no (b); y quiz un grupo de cientficos aceptara (b) y slo parcialmente (a). Luego de este anlisis, es fcil descubrir por qu la propuesta de Searle es mucho ms complicada de lo que parecera en un principio. Durante el desarrollo de la tesis quedar claro que de acuerdo con esta clasificacin yo me definira como un realista que acepta parcialmente tanto (a) como (b). Para el lector impaciente, adelantemos que no es posible conocer absolutamente todo el mundo. En muchos casos dentro del conocimiento cientfico y filosfico, la verdad es alcanzada aproximativamente, o de manera modelar: se crean modelos explicativos que, aunque explicativos, son slo modelos. Por lo anterior, es claro que la ciencia no es absoluta, pero no slo porque de suyo el mundo no sea totalmente cognoscible, sino que muchos aspectos del mundo que s lo son, no deben ser abordados por la ciencia. Con esto, las premisas ilustradas sobre la cognoscibilidad del mundo y la comprensin sistemtica de la naturaleza que propone Searle como remedio ante el desencanto de la razn surgido en el siglo XX, resultan una medicina innecesaria. Es cierto que la exageracin posmoderna a la que se ha llegado debe ser combatida; que la realidad sea una construccin mental o que sea imposible conocerla son dos premisas que atentan contra la racionalidad misma; sin embargo, la exageracin contraria, la apuesta ciega por la ciencia o por la cognoscibilidad absoluta u objetiva del mundo tambin es una estrategia errada. Es cierto que Searle parecera aceptar estas limitaciones (tanto subjetivas como objetivas y metodolgicas), pero en ocasiones su excesivo entusiasmo por la ciencia parece opacar su inicial prudencia. La apuesta de Searle por la ciencia se debe, en gran parte, a una idea que rondaba en la filosofa analtica de principios de siglo, principalmente en Russell y Wittgenstein. Estos autores conciben el papel de la filosofa como simple aclaradora de problemas. Russell dice que la ciencia es lo que conocemos y la filosofa, lo que no conocemos. Es una definicin simple y por esa razn continuamente estn pasando tpicos de la filosofa a la ciencia en la medida en que el conocimiento avanza. (Citado en Tomasini 1992: 91) Y Searle retomar tal cual el argumento:13

Captulo Uno

Tan pronto como podemos llevar una pregunta a una forma suficientemente precisa que admita una respuesta sistemtica que todos puedan ver que es correcta, dejamos de llamarla filosofa. La llamamos ciencia, o matemtica o lgica. [] Esto tiene un resultado gracioso para los filsofos, a saber, este es el motivo por el cual la ciencia siempre est bien y la filosofa siempre est mal, porque tan pronto como estamos convencidos de que est bien dejamos de llamarla filosofa y la llamamos ciencia. (1999)

Pero Searle no es tan pesimista quiz como Wittgenstein, el cual recomendaba a sus alumnos no convertirse en filsofos profesionales. Searle, por contrario, considera que hay muchas preguntas que la filosofa puede resolver; pero las grandes preguntas (desde mi punto de vista slo la parte funcional de las grandes preguntas) deben ser responsabilidad de la ciencia. A favor de un argumento anti-cientificista recordemos las palabras del filsofo y cientfico C. S. Peirce que, aunque duras, reflejan con claridad la situacin: todas esas personas respetables y cultivadas quienes, habiendo adquirido sus nociones de la ciencia a travs de la lectura y no a travs de la investigacin, tienen la idea de que ciencia significa conocimiento, mientras que la verdad es que se trata de un trmino inapropiado aplicado a la bsqueda de aquellos quienes son devorados por el deseo de averiguar cosas. (Peirce 1897: 3) En efecto, la ciencia no slo no es el nico o mejor mtodo de conocer la realidad, sino que sus resultados en muchas ocasiones no son siquiera cercanos a lo definitivo; y claro, Searle no considera que las certezas cientficas sean incambiables, pero s considera que es el mtodo ms acertado para acceder a gran cantidad de realidades. 2. VISIN CIENTFICA DEL MUNDO

Nuestra visin contempornea del mundo comenz a desarrollarse en el siglo XVII y contina hasta nuestros das. Sus principales contribuyentes han sido Descartes, Coprnico, Kepler, Galileo, Newton, Boyle, Einstein, Planck, Maxwell, Bohr, Watson y Crick, entre otros. No es necesario decir que nuestra visin cientfica del mundo es extremadamente compleja e incluye todas nuestras teoras generalmente aceptadas sobre qu tipo de lugar es el universo y cmo funciona. (1992: 85) Por visin cientfica del mundo no debe entenderse algo opuesto a la visin econmica del mundo o la visin esttica del mundo o la visin poltica del mundo. Esta idea ms bien refleja el hecho de que existe una realidad externa que podemos conocer a travs de diferentes mtodos y uno de

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Presupuestos

ellos es el mtodo cientfico. No se trata de un objeto especial creado por la ciencia, simplemente es una forma de conocer los hechos. Un hecho conocido a travs de la ciencia no es un hecho cientfico, simplemente es un hecho. Searle lo explica de modo hilarante:El hecho de que los tomos de hidrgeno tengan un electrn es un hecho como el hecho de que yo tengo una nariz. La nica diferencia es que por razones accidentales de la evolucin, no necesito ninguna asistencia profesional para descubrir que slo tengo una nariz, mientras que dada nuestra estructura y dada la estructura de los tomos de hidrgeno, se necesita una gran pericia profesional para descubrir cuntos electrones hay en un tomo de hidrgeno. (2004: 303)

As pues, la visin cientfica del mundo es el conjunto de saberes que tenemos sobre qu es y cmo funciona el universo. La idea de ciencia que quiere transmitir Searle es la siguiente:A lo que todos apuntamos en las disciplinas intelectuales es al conocimiento y a la comprensin. Slo existe el conocimiento y la comprensin, sin importar si lo obtenemos en matemticas, crtica literaria, historia, fsica o filosofa. Algunas disciplinas son ms sistemticas que otras, y quiz queramos conservar la palabra ciencia para ellas. (1984: 11)

Por visin cientfica del mundo, Searle entiende precisamente una cosmovisin de la poca surgida a travs de los hallazgos de la ciencia. Si bien es cierto que los conocimientos cientficos suelen ser contundentes, que no es lo mismo que absolutos, tambin es cierto que hay una confianza, en ocasiones ciega, en la ciencia. Es un tanto indiscutible que en el sistema solar los planetas giran alrededor del sol, pero son an bastante opinables las teoras sobre la finitudinfinitud del universo. No obstante, a pesar de no constituir certezas totales, los paradigmas ofrecidos por la ciencia se han convertido y esto es un hecho casi incontrovertible en paradigmas de la gente comn. No es importante el elevado nmero de objeciones al darwinismo y neodarwinismo; no son importantes las revoluciones constantes en el campo de la fsica cuntica; y no es importante cun falible sean diversas teoras astronmicas. La realidad es que sus versiones simplificadas para la divulgacin y con esto me refiero a versiones muy generales que impiden hacerles crticas pues, por generales, parecen plausiblemente verdaderas, y es que normalmente es en los detalles donde se halla la controversia constituyen un paradigma bajo el cual operan el hombre comn, el filsofo y el cientfico mismo. Nuestra cosmovisin o visin cientfica del mundo incluye muchas y variadas teoras, y estara de acuerdo con Searle en aceptarlas como el marco terico dentro del cual comprendemos el universo en el siglo XXI. Esta cosmovisin15

Captulo Uno

incluye teoras que van desde la mecnica cuntica y la teora de la relatividad hasta la teora de las placas tectnicas en geologa y la teora del ADN de la transmisin hereditaria. Incluye adems la creencia en agujeros negros, la teora de las enfermedades causadas por agentes microbiolgicos, la explicacin heliocntrica del sistema solar, entre otras. Y a raz de esto, Searle asegura que:Algunas caractersticas de esta visin del mundo son bastante tentativas, otras estn bien establecidas. Por lo menos dos caractersticas son tan fundamentales y tan bien establecidas que ya no son opcionales para los ciudadanos bien instruidos de la presente era; de hecho son en gran medida parte constitutiva de la visin moderna del mundo. stas son la teora atmica de la materia y la teora evolucionista en biologa. Por supuesto, como cualquier otra teora, podran ser refutadas por investigaciones futuras; pero en el presente la evidencia a su favor es tan abrumadora que no parecen estar a la espera de que alguien las refute. Para situar la conciencia dentro de nuestra concepcin del mundo, debemos situarla respecto a estas dos teoras. (1992: 86)

De este modo, tanto la fsica cuntica como la teora de la evolucin deben comprenderse como los paradigmas dentro de los cuales se inserta la explicacin de la conciencia. Debido a la importancia que les concede Searle es menester abordarlas detalladamente. En el Captulo 3 dir ms sobre los presupuestos bsicos de la realidad (o hechos bsicos) y la neurologa. Pero dado el planteamiento de la mayora de las obras de Searle, por el momento me limito a fsica cuntica y evolucin. 3. TEORA ATMICA DE LA MATERIA

La teora atmica de la materia es el primer paradigma de la cosmovisin de la presente era. La propuesta de Searle sobre la conciencia est sustentada de modo definitivo en su concepcin de la mecnica cuntica contempornea. Sin sta, su teora de la conciencia queda tambaleante. Precisamente el intento de Searle es dar una explicacin de la conciencia que sea compatible con la concepcin que tenemos del mundo como constituido de partculas atmicas. Segn Searle,De acuerdo con la teora atmica de la materia, el universo consiste enteramente en fenmenos fsicos extremadamente pequeos que encontramos conveniente, aunque no totalmente preciso, llamar partculas. Todas las entidades del mundo, grandes y medianas, tales como los planetas, galaxias, autos y abrigos, estn hechas de entidades ms pequeas que a su vez estn hechas de entidades an 16

Presupuestos ms pequeas hasta finalmente alcanzar el nivel de molculas, ellas mismas compuestas por tomos, y ellos mismos compuestos de partculas subatmicas. (1992: 86)

Las partculas, entonces, se organizan en sistemas cada vez mayores. Searle considera que sera complicado dar una definicin precisa de sistema, pero la idea intuitiva es que se trata de una coleccin de partculas donde los lmites espacio-temporales del sistema son definidos por relaciones causales. As, un sistema puede ser una gota de agua, un glaciar, un beb, una montaa o un colibr. 14 Resulta crucial enfatizar que la esencia de la mecnica cuntica no es slo la idea de que los sistemas grandes estn compuestos de sistemas chicos, sino que muchos de los rasgos de los sistemas grandes pueden ser causalmente explicados por el comportamiento de los pequeos. Y la misma nocin de explicacin da la posibilidad, o la necesidad, de que muchos tipos de macrofenmenos sean explicables en trminos de microfenmenos. (1992: 87) Esto implica que puede haber varios niveles de explicacin del mismo fenmeno: de izquierda-derecha o de abajo-arriba. Es importante anotar que Searle no habla de tipos sino de niveles de explicacin. Ser indispensable recordarlo para evitar problemas de sobredeterminacin causal, es decir, que un mismo fenmeno tenga diferentes causas simultneas que lo expliquen. Los niveles de explicacin tienen que ver, ms bien, no con el nmero y variedad de causas, sino con la descripcin de la causa que el observador realice. Pongamos un ejemplo. Supongamos que se quiere explicar por qu hierve el agua. Un nivel de explicacin causal izquierdaderecha, normalmente macro-macro, dira que el agua en la olla hierve porque est sobre la lumbre de la estufa. Llamo a esta explicacin izquierda-derecha porque cita un evento anterior para explicar un evento posterior; y la llamo macro-macro porque tanto el explanans como el explanandum estn en el macronivel. (1992: 87) El mismo caso, pero con una explicacin de abajo-arriba micro-macro sera que el agua hierve porque la energa cintica transmitida por la oxidacin de hidrocarburos a las molculas del H2O causa que se muevan tan rpido que la presin interna de los movimientos de las molculas iguale la presin externa del aire, la cual a su vez se explica por el movimiento de las molculas que componen el aire. Llamo a esta explicacin abajo-arriba micromacro porque explica los rasgos y la conducta de superficie o macrofenmeno en trminos de microfenmenos de nivel bajo (lower-level). (1992: 87) Vale la penaEs importante no confundir esta nocin de sistema con otras versiones donde sistema sera una serie de entidades individuales interactuando entre s de modo organizado, por ejemplo, un ecosistema, la red de transporte pblico de una ciudad, un conglomerado de personas, etc. La nocin de sistema que usa Searle en este caso hace alusin a individuos y la coleccin de niveles cada vez ms pequeos por los que estn compuestos.14

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resaltar que en las explicaciones micro-macro no hay eventos anteriores y posteriores, sino que la causacin se da dentro del mismo plano temporal. De esta manera, no podemos decir que el agua hierva por dos causas distintas, o que haya dos causas que unidas provoquen la ebullicin. La causa es una; el fenmeno est ah, es uno solo. Somos nosotros los que describimos en dos niveles diferentes el mismo fenmeno. Cuando explicamos el fenmeno de la ebullicin por causas antecedentes y efectos subsecuentes, lo hacemos basndonos nicamente en nuestras capacidades sensoriales y de induccin normales, apelando al efecto que un sistema (el fuego) tiene sobre otro sistema (el agua). En cambio, cuando explicamos el fenmeno de la ebullicin por causas atmicas donde stas producen los rasgos macro del sistema, necesitamos de una teora compleja que apele al efecto que los subsistemas inferiores tienen en el sistema completo y en sus rasgos superficiales o macroscpicos. Searle concluye en su exposicin de la fsica atmica que la leccin principal de sta es que muchos rasgos de las cosas grandes son explicados por la conducta de las pequeas. Incluso la teora del ADN es considerada un verdadero avance porque cuadra con este modelo. Las enfermedades o la luz de las estrellas no se consideraron plenamente explicadas hasta que se comprendi cmo las causas y efectos macro en el nivel de los sntomas y un cielo estrellado se explicaban en estructuras causales abajo-arriba micro-macro. (1992: 87-8) Hasta aqu la explicacin de Searle. Al tratarse de una cuestin cientfica excesivamente tcnica poco podemos decir, ms all de que su explicacin coincide con la versin ms difundida de la fsica atmica. 15 4. TEORA DE LA EVOLUCIN

El segundo principio fundamental o hecho bsico del aparato explicatorio unificado que quiere alcanzar Searle es la teora de la evolucin. En realidad es un teln de fondo sobre el cual cobra forma su teora de la conciencia, pues la teora cuntica de la materia es la que en realidad tendr mayores repercusiones. Es ms, parte del atractivo intelectual de la teora de la evolucin es que, complementada por la gentica mendeliana y la del ADN, se ajusta al modelo explicativo derivado de la teora cuntica: la causacin micro-macro. APodra pensarse que la fsica cuntica poco o nada tiene que ver con el realismo y con el sentido comn. Pareciera que su xito consiste, precisamente, en deshacerse del sentido comn. Al igual que Hannah Arendt, pienso que no importa cun atrs dejen sus teoras a la experiencia de sentido comn y al razonamiento de sentido comn, al final deben regresar a alguna forma de l o perder todo el sentido de realidad en el objeto de su investigacin. (Arendt 1971: 56)15

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continuacin expondr la versin de la teora de la evolucin que Searle tiene en mente. Es un hecho que durante largos periodos de tiempo, ciertos tipos de sistemas vivos evolucionan en ciertas maneras muy especiales. En nuestra pequea Tierra, dice Searle, los tipos de sistemas en cuestin invariablemente contienen molculas basadas en carbono y en ellas abundan el hidrgeno, nitrgeno y oxgeno. El modo en que estos tipos de sistemas evolucionan es complejo. Antes de continuar es muy importante establecer que los que evolucionan son los tipos y no las instancias. 16 Un individuo en particular no presenta variaciones con respecto a sus progenitores o su descendencia, sino que con el tiempo un cierto tipo de sistemas termina por ser distinto al tipo de sistemas al cual anteriormente perteneca. La forma en que Searle explica la evolucin, de modo simplificado, es la siguiente. Normalmente las instancias de los tipos generan instancias similares. As, despus de que las instancias originales son destruidas, el tipo o patrn que ellas ejemplificaban contina en otras instancias y contina siendo replicado en tanto subsecuentes generaciones de instancias producen otras instancias. Variaciones normales en los rasgos superficiales de las instancias (fenotipos) les dan mayores o menores posibilidades de supervivencia, relativas al medio ambiente en que se encuentren. Aquellas instancias que tienen mayor posibilidad de supervivencia relativa a su medio ambiente tendrn mayores probabilidades de reproducir ms instancias como s mismas, instancias con el mismo genotipo. As, a lo largo de mucho tiempo y con muchas variaciones minsculas, el tipo evoluciona. 17 (1992: 88) Searle considera que la biologa evolucionista permite dos niveles de explicacin:Un nivel funcional, donde se explica la supervivencia de las especies en trminos de adecuacin inclusiva, que depende de los rasgos fenotpicos posedos por los miembros de la especie; y un nivel causal en el que explicamos los mecanismos causales por medio de los cuales los rasgos en cuestin relacionan efectivamente al organismo con su medio ambiente. (1992: 88-9)

Searle toma prestado este lenguaje de tipos e instancias (types and tokens) de la lgica, y lo hace con la finalidad de no utilizar el trmino especie, que tiene una nocin de fijismo e inmutabilidad. Esto independientemente de que el concepto de especie es poco claro aun para los evolucionistas ms renombrados. 17 La versin que Searle expone es extremadamente de divulgacin, y poco recoge de las crticas neodarwinistas contemporneas o del equilibrio puntuado de Jay Gould, realizadas a esta versin estndar del evolucionismo.16

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Debe aclararse que ambas son explicaciones causales, pero en biologa suele hacerse la distincin entre una y otra. Searle ilustra estos niveles de explicacin con un ejemplo. Por qu las plantas giran sus hojas hacia el sol? La explicacin funcional dice: este rasgo tiene valor de supervivencia. Al incrementar la capacidad de la planta de realizar la fotosntesis, incrementa la capacidad de la planta de sobrevivir y reproducirse. Y con esto Searle elimina cualquier explicacin teleolgica dentro de los mecanismos evolutivos: la planta no gira hacia el Sol para sobrevivir; ms bien, la planta tiende a sobrevivir porque de cualquier manera est predispuesta a girar hacia el Sol. (1992: 89; las cursivas son mas) La explicacin causal, en cambio, afirma: la estructura bioqumica de la planta en tanto que determinada por su equipamiento gentico causa que secrete la hormona del crecimiento, la auxina, y las diferentes concentraciones de auxina causan a su vez que las hojas giren en direccin a la fuente de luz. Searle, juntando estas dos explicaciones, afirma: el genotipo sobrevive y se reproduce porque el fenotipo, en tanto que producido por la interaccin del genotipo con el medio ambiente, tiene un valor de supervivencia en relacin al medio ambiente. (1992: 89) Ahora bien, el surgimiento de la conciencia se engarza con la explicacin anterior de modo natural. Ciertos sistemas desarrollaron sistemas nerviosos, y ciertos sistemas nerviosos extremadamente complejos son capaces de causar y mantener procesos y estados conscientes. Con esto, el ser humano es continuo con el resto de la naturaleza, y las caractersticas de la conciencia capacidad perceptiva compleja, capacidad de lenguaje, mayor inteligencia, capacidad racional y tica, etc. son fenmenos biolgicos como cualquier otro fenmeno biolgico. Adems, todas estas caractersticas son fenotipos. Son tan resultado de la evolucin como cualquier otro fenotipo. (1992: 90) Hasta aqu la explicacin de Searle. Me parece que la teora evolucionista tiene dos inconvenientes como cosmovisin cientfica: no se puede aplicar a toda la realidad natural sino slo a los seres vivos; y adems, existen severas dudas para denominarla cientfica. Aunque a lo largo de su obra no lo parezca, Searle s tiene en mente que est explicando el funcionamiento de un organismo biolgico. Digo que puede no parecerlo porque las referencias recurrentes son a la causacin atmica micromacro expuesta anteriormente. Sin embargo, l slo usa esta forma de explicacin como modelo de la forma en que funciona la naturaleza. En el caso de los seres biolgicos la causacin micro-macro pasa por varios niveles antes de alcanzar los rasgos superiores de sistema: tomos-molculas-clulas-tejidos-rganos-rasgos emergentes. Un verdadero inconveniente es considerar a la teora de la evolucin como una teora cientfica en todo rigor. Una caracterstica distintiva de que algo es20

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cientfico es que pueda someterse, bajo ciertos cnones establecidos, a procesos de observacin. Adems, es muy importante tanto el control del proceso como la capacidad de prediccin de nuestras hiptesis. Los procesos evolutivos no pueden estar ms lejos de semejantes caractersticas. Debido a su propia naturaleza, la evolucin implica un cambio paulatino en las especies a lo largo de enormes periodos de tiempo, excesivamente grandes para que una vida humana (o incluso cientos de generaciones!) puedan observarlo. En efecto, se trabaja con datos accesibles para todos pero, por un lado, esos datos pueden cambiar pues los mtodos por los que fueron obtenidos pueden mejorar o nuevos mtodos incluso podran desmentir de forma sustancial los datos originales. Y, por otro lado, esos datos no slo son susceptibles de interpretacin (como cualquier dato de cualquier ciencia) sino que forzosamente requieren de una enorme interpretacin para poder ser incluidos dentro del marco global de la teora de la evolucin. Por los motivos expuestos, soy reticente a considerar a la teora de la evolucin, y con ella a la paleoantropologa 18 , como ciencias. Es cierto que gran parte de las conjeturas surgen a raz de hallazgos fsiles (datos empricos) pero stos representan slo un indicio de lo que pudo haber ocurrido hace millones de aos, as que cualquier proposicin surgida de esta ciencia deber ser considerada slo como hipottica, y por ningn motivo ser concluyente. 19 Este punto puede resumirse en una afirmacin simple pero elocuente: los restos fsiles callan ms de lo que dicen. (Eldredge & Tattersall 1982: 168) De este modo, y para concluir con esta idea, digamos que la teora de la evolucin no es ms que una hiptesis (reconozcamos que bastante sugerente y verosmil); una construccin terica que por ms refinaciones que se logren difcilmente podr lograr resultados concluyentes o, mucho menos, corroboraciones empricas. Debo confesar que a veces pienso que el falsacionismo popperiano fue diseado exclusivamente para la continua refutacin y el constante desarrollo de las diversas teoras evolucionistas. De lo anterior surgen muchas interrogantes, pero quiz la ms importante es que no podemos hablar de la teora de la evolucin sino de las teoras de la evolucin. No me parece que haya diferentes teoras del ADN o diferentes teoras de la fsica cuntica. Es cierto que dentro de la gentica, en ciertos aspectos, hay divergencias e hiptesis distintas, pero la teora general (que es bastante compleja) es aceptada por una inmensa mayora. Otro ejemplo es la fsicaDisciplina encargada de estudiar los fsiles de homnidos. Sus hallazgos conforman la base de datos a partir de la cual se elaboran las teoras de evolucin humana contemporneas. 19 Es cierto que cualquier otra ciencia considerara hipotticos sus resultados y nunca definitivos. Searle mismo reconoce que la ciencia es susceptible de correccin y mejora, pero me parece que hay una diferencia abismal entre la qumica o la gentica y la teora de la evolucin.18

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cuntica. Hoy por hoy, ningn cientfico est rondando la idea de negar la composicin atmica de la materia. Puede haber matices, por ejemplo, en las definiciones de electrn o en el rol de los neutrones de ciertos tomos, pero la existencia y funcionamiento del tomo se tienen por aceptados. Esto se debe, me parece, a la posibilidad de observacin intersubjetiva que permiten los objetos de estudio de estas disciplinas. Evidentemente no hay tal cosa como datos duros, pero sin duda los parmetros de observacin son bastante universales en estas ciencias. Tan es as que una hiptesis errnea se descarta por algn nuevo dato obtenido en alguna experimentacin o a raz de incongruencias con ciertos resultados o teoras. Abusando del lenguaje de la lgica, podramos decir que ciencias como la fsica, la qumica o la gentica son no montonas (si se agrega o cambia alguna premisa, las conclusiones cambian); mientras que las teoras de la evolucin son montonas (parece no importar cuntas versiones haya o cuntos datos nuevos se sumen a la teora, sta sigue en pie e incluso es susceptible de convivir con versiones contradictorias sin que sea posible decidirse claramente por una o por otra, al menos no con base en criterios objetivos). Y por si fuera poco lo anterior, el objeto de estudio de las teoras de la evolucin ni siquiera es una entidad concreta como la molcula de doble hlice del ADN o el tomo, sino que su objeto de estudio es un proceso segn el cual los sistemas biolgicos evolucionan. Una gran diferencia entre la fsica, la qumica y la biologa con la teora de la evolucin es que se puede hablar de las teoras evolucionistas en plural, pues no son variaciones dentro de una teora general, sino que, ms all de estar de acuerdo en que antes haba especies que ahora no hay y ahora hay especies que antes no haba, cada una de las teoras ofrece hiptesis propias, en varios casos contradictorias. Y estas contradicciones no son el inicio de una clarificacin (como en el caso de las ciencias experimentales) sino que pueden llegar a convivir por largos periodos sin que exista la posibilidad de determinar cul es la correcta. Las distintas postulaciones de las teoras evolutivas, entonces, pueden tomarse o rechazarse por verosimilitud y no por algn criterio considerado objetivo. Resulta necesario esclarecer por qu Searle inserta a la evolucin (y a la fsica cuntica tambin) como principio fundamental de la explicacin de la realidad. Permtaseme una breve digresin. En el siglo IV a. C., Aristteles, en la Fsica, apelaba al primer motor como explicacin ltima del movimiento. Lo que haca era dar una explicacin filosfica del funcionamiento de la naturaleza con base en los paradigmas cientficos de su tiempo. Segua los hallazgos astronmicos de Eudoxo y Calipo, astrnomos atenienses contemporneos suyos. Igualmente explicaba la generacin y la corrupcin por el movimiento de las esferas celestes. Y tanto la explicacin del movimiento en general como su teora de los lugares22

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naturales estaban inmersas en la cosmovisin cientfica de la poca. Anlogamente, lo que Searle est haciendo es dar una explicacin filosfica de la naturaleza humana, de la conciencia en particular, que se encuentre inmersa dentro de los paradigmas cientficos de nuestros das. A pesar de sus crticas a Kuhn, y corrigiendo las fallas de ste con las aportaciones de Lakatos, Searle retoma un poco de ambos. Su filosofa de la mente es esa ciencia extraordinaria kuhniana que trabaja bajo el paradigma, en este caso, de la mecnica cuntica y la teora de la evolucin. Es por este motivo que Searle inserta su filosofa en el marco global de los paradigmas (unos ms cientficos que otros) de la cosmovisin de nuestros tiempos. Pero descarta la posibilidad de que los paradigmas sean inconmensurables (como sostuviera Kuhn en su momento), y recupera ms la idea de programas de investigacin cientfica de Imre Lakatos. Esto significa que, en efecto, existen paradigmas globales bajo los cuales es imposible dejar de operar (Searle denomina a estos paradigmas como los hechos bsicos), pero la evolucin de las teoras permite traslapar esos paradigmas, evitando los saltos bruscos que propona Kuhn. Una de las principales crticas que podran hacrsele a Searle es que l desarrolla su teora de la mente bajo ciertas teoras cientficas, las cuales pueden ser modificadas o incluso abandonadas, con lo cual su teora se vendra a tierra. Searle se defiende de tal ataque y explica su visin de los paradigmas cientficos:Hay una objecin que se escucha frecuentemente y consiste en lo siguiente: lo que yo llamo hechos bsicos son slo lo que de hecho es ampliamente credo en cierto punto de la historia, un contemporary given como Dreyfus los llama. Pero no siempre fueron credos en el pasado y es bastante probable que sean suplantados en el futuro. As que no hay hechos bsicos absolutos y atemporales; simplemente hay creencias que las personas creen que son verdaderas con relacin a su tiempo y su lugar. Este ejemplo es prominente en Thomas Kuhn, por ejemplo. (Kuhn 1962) Pero la respuesta a esta objecin es la siguiente. Es slo bajo la presuncin de una realidad absoluta, no-relativa, que vale la pena cambiar nuestras opiniones en primera instancia. Estamos intentando obtener verdades absolutas y no-relativas de una realidad absoluta y no-relativa. El hecho de que sigamos cambiando nuestras opiniones en la medida en que aprendemos ms, slo tiene sentido dada la presuposicin de que nuestro objetivo es la descripcin de un mundo absoluto y no-relativo. El hecho de que cambien las opiniones es un argumento en contra del relativismo, no a favor de l. Es bastante probable que nuestra concepcin de lo que he llamado los hechos bsicos [paradigmas] ser mejorada, y que al menos algunas de nuestras concepciones presentes se volvern obsoletas. Esto no muestra que no hay hechos bsicos, ni que los hechos bsicos slo tienen una existencia relativa, sino que su existencia absoluta no garantiza por s misma que en algn punto de nuestra historia los hayamos establecido con

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Captulo Uno precisin. Los hechos no cambian, pero el alcance de nuestro conocimiento s lo hace. (2005a: 333)

Parece ser un error recurrente de los filsofos ms destacados confiar excesivamente en la ciencia de sus das: la filosofa de la naturaleza aristotlica fue desechada al abandonarse el sistema tolemaico; las incursiones neurolgicas de Descartes y su glndula pineal son desastrosas; la fe ciega de Kant en la fsica de Newton y la lgica de Aristteles fue desmedida pues al cabo de un siglo ambas ya haban sido aparatosamente superadas. Sin embargo, si algo tienen en comn los tres autores mencionados es que son quiz los tres pilares ms grandes de la filosofa. No pretendo otorgar a Searle un lugar histrico que an no le corresponde, ni pretendo dar un argumento histrico probablemente falaz; simplemente quiero apuntar la idea de que ningn filsofo podra hacer filosofa al margen de su cosmovisin cientfica. Es necesario dar por supuestas ciertas premisas cosmolgicas para poder siquiera comenzar a filosofar. Ni Aristteles, ni Descartes, ni Kant, pero tampoco Toms de Aquino, Hegel o Marx han escrito al margen de su Weltanschauung. Adems, Searle es consciente de que