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SUGERENCIAS CON RELACIN A LASPROMESAS DE DIOSLas palabras y las promesas de Dios son la nica fuente de nuestra fe. Tomadlas como la palabra de verdad, como una voz viva que se os dirige, y obedeced fielmente a todo requerimiento. Dios, quien ha prometido, es fiel. CSW, 72Deberamos educar la mente de forma que pudiramos mantener comunin con Dios en forma constante. Debemos aprender a contemplar hacia arriba en deseo sincero, enviando una oracin al cielo en todo lugar y bajo cualquier circunstancia. Podis tener aquella fe que colocar vuestra mano en la mano de Jess, y por fe podis aferraos de l. Debis mantener vuestra mente llena con las preciosas promesas de Dios. Como cristianos no nos apropiamos ni de la mitad de las promesas, pues Dios nunca fracasa en ninguna buena cosa que ha prometido. Debemos tomar estas promesas una por una, contemplarlas crticamente en toda su riqueza y meditar en ellas hasta que el alma est cargada con su grandeza y deleitarnos con su fortaleza y poder. Yo estoy tan dolida de que nos privemos a nosotros mismos de la bendicin que podramos tener, y es simplemente porque no damos cabida al pensamiento de que las promesas de Dios son para nosotros. Dios ha dejado en su Palabra, para nosotros, sus promesas, y deberamos cavar en busca de ellas como lo haramos por los tesoros ocultos. Por qu nos satisfacemos tan fcilmente con pequeos reflejos de luz cuando hay un cielo de iluminacin para nosotros? Bebemos en corrientes de poca profundidad, cuando hay una gran fuente justo sobre nosotros, si slo nos elevramos un poco ms en la senda de la fe. Nuestras naturalezas deben ser elevadas de su carnalidad, y deben ser encendidas y purificadas en el brillo superior de la presencia divina de Dios. Pero debis recordar que slo aquellos que obedezcan los mandamientos de Dios a travs de su gracia tienen derecho a aduearse de las promesas escritas para la consolacin de los hijos de Dios. El salmista dice: He aqu, t deseas verdad en las partes internas; y en la parte oculta me hars conocer sabidura. Signs of the Times, abril 14, 1890.No deshonris a Jess dudando de sus preciosas promesas. l desea que creis en l con fe invariable. Hay una clase que dice, Yo creo, yo creo, y reclama todas las promesas que son dadas bajo la condicin de la obediencia. Mientras reclaman todo de las promesas de Dios, no hacen las obras de Cristo. Dios no es honrado por una fe tal: esa es una fe espuria. Entonces vemos a pueblo tratando de guardar todos los mandamientos de Dios, pero hay muchos de stos que no se elevan hasta los privilegios exaltados y no reclaman nada. Las promesas de Dios son para aquellos que guardan sus mandamientos y hacen las cosas que son agradables a su vista. . . PDG, 9Necesitis morar en las seguridades de la Palabra de Dios, colocadas ante el ojo de la mente. Punto por punto, da a da, repetid las lecciones dadas all, una y otra vez, hasta que aprendis la trascendencia y la importancia de ellas. Vemos un poco un da, y por la meditacin y la oracin, ms maana. Y de esta manera, poco a poco, damos cabida a las promesas llenas de gracia hasta que casi podemos comprender todo su pleno significado. 6BC, 1085Que aquellos que estn perplejos con la tentacin, vayan a Dios en oracin. El Seor dice: Pedid y se os dar; buscad, y hallaris; llamad, y se os abrir. Las promesas de Dios nunca fallan. La Palabra de Dios no es s y no; sino s y Amn en Cristo Jess. Perseverad en la oracin, y velad en esto sin dudar, y el Espritu Santo obrar en el agente humano, colocando el corazn y la mente en sujecin a los principios correctos. Repetid una y otra vez la promesa, Si alguno de vosotros tiene falta de sabidura, pdala a Dios, que da a todos abundantemente, y no reprocha; y le ser dada. Pero que el tal pida en fe, sin dudar. Cuando seis tentados, estableced vuestra fe firmemente en las promesas de Dios, y agradecedle por la gracia y misericordia que os ha otorgado en forma tan amplia. The Youth's Instructor, septiembre 19, 1895.Mi temor me abandon, y Cristo pareci estar muy cerca, a mi lado, dndome la seguridad de su gracia sustentadora. Toda mi fuente de ayuda estaba en Cristo Jess. Cun dulce era la paz que fluy a mi alma, el consuelo de repetir las Escrituras cuando se sufre mucho dolor en las horas dbiles de la noche! Yo pude apreciar y repetir las promesas, las palabras de aliento y de esperanza, una y otra y otra vez. Oh, me he sentido tan segura desde aquella sesin de oracin! Slo la Palabra de Dios es m suficiencia. Mi esperanza est en Dios. I8 Manuscript Releases, page 125.Pero a menudo se suscita la pregunta, cmo puedo resistir a Satans? Hay slo un medio por el cual podis hacer esto, y es por la fe, tomando a Cristo como vuestro ayudador, y suplicando de l fortaleza. Cuando Satans sugiera dudas a vuestra alma, cuando os diga que sois demasiado indignos, demasiado pecaminosos para comprender la bendicin de Dios, presentad a Cristo delante de l como vuestro Abogado y Salvador. Decidle que sabis que sois pecadores, pero que Jess vino a buscar y a salvar lo que se haba perdido. El vino no a llamar a los justos, sino a los pecadores al arrepentimiento. Repetid sus promesas: El que a m viene en ninguna manera lo echar fuera. Venid a m, todos los que estis trabajados y cargados y yo os dar reposo. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de m; pues soy manso y humilde de corazn: y hallaris reposo para vuestras almas: porque mi yugo es fcil y ligera mi carga. Que se apropie de mi fortaleza para que pueda hacer paz conmigo, y har paz conmigo. Cualquier cosa que pidis en oracin, creyendo, la recibiris, sed lo suficientemente sencillos de corazn para creer estas promesas de Dios. Cuando Satans se os acerque y os diga que debido a que sois infelices, por estar perplejos y turbados, no sois hijos de Dios, no os desanimis ni por un momento, mas ceid los lomos de vuestro entendimiento. Que vuestro corazn repose en Dios. l ha prometido que si vens a l, hallaris reposo para vuestra alma; y si habis hecho esto, reposad seguros de que l cumplir su Palabra en vosotros. The Youth's Instructor, julio 08, 1897.Muchos aseveran creer la Biblia, y sus nombres estn inscritos en los registros de la iglesia, mas stos estn entre los agentes de ms influencia de Satans. La obra que estn haciendo no la considerarn como un honor en el da del juicio. Entonces se ver que todo esfuerzo que debilit la fe fue hecho ante una prdida terrible. El precio tremendo que debe ser pagado los hundir en la vergenza y en la ruina eterna. La nica seguridad est en rechazar instantneamente toda sugerencia de incredulidad. No abris vuestra mente para dar cabida a las dudas, ni aun por un instante; rechazadlas decididamente cuando se presenten buscando ser admitidas. Estableced la mente sobre las promesas de Dios. Hablad de ellas, regocijaos en ellas, y la paz de Dios gobernar en vuestros corazones. Review and Herald, enero 10, 1888.Cuando vuestra splica sea tener la justicia de Cristo, seris aceptados en el Amado. Jess nos alienta a presentar sus mritos ante el trono. l dice, S peds algo en mi nombre, yo lo har, para que el Padre pueda ser glorificado en el Hijo. Oh, educad el alma para que crea en las promesas de Dios! Hara l tales promesas si no nos amara? Nosotros somos su propiedad adquirida; comprados a un precio infinito. Conocis la clase de amor que ha sido derramado sobre nosotros? Yo os sealo a la cruz del Calvario. Pues Dios am tanto al mundo, que dio a su Hijo unignito, para que todo el que en l crea no perezca, mas tenga vida eterna. Cristo muri en beneficio del mundo. Nuestro Padre celestial nos ha valorado al precio de Jess, y habiendo sido comprados a tal precio, qu derecho tenemos a gastar nuestras facultades, que el Seor nos ha dado, en el servicio del mundo y del pecado? Qu derecho tenemos de despilfarrar nuestro tiempo y de utilizar nuestros talentos ayudando a la obra de las potestades de las tinieblas? Colocad vuestros afectos en las cosas de arriba, donde Cristo est sentado a la diestra de Dios. Signs of the Times, enero 16, 1893.Debis colocar vuestra voluntad del lado de la voluntad de Dios. No podis ser vencidos por el enemigo a menos que coloquis una resistencia positiva contra la voluntad de Dios. Podemos ser ms que vencedores a travs de la fe en Aquel quien nos ha amado y se ha dado a s mismo por nosotros. Cuando vengis a Dios, debis hacerlo con confianza. Cuando Satans busque imponer sobre vuestras almas sus tentaciones para que dudis que Dios tendr misericordia en vuestro caso, debis resistir la presin de esas sugerencias con las promesas de Dios. Nuestro Padre celestial ha expresado su amor por nosotros individualmente en la cruz del Calvario. El Padre nos ama. l est lleno de compasin y de tierna misericordia. Signs of the Times, septiembre 30, 1889.Los que son perseguidos por amor a la justicia colocan los mandamientos de Dios en primer lugar en sus vidas y no permiten que ninguna poltica humana, ni el compromiso en busca de la recompensa, o la bsqueda de honor, se coloquen entre ellos y su Dios. No pueden ser inducidos a negar a Cristo y a traicionar su causa. Las ricas promesas de Dios tienen un lugar en su memoria y cuando el enemigo viene como turbin, el Espritu del Seor levanta bandera contra l. El Espritu Santo abre ante el entendimiento lo precioso de las Escrituras. Signs of the Times, octubre 03, 1895.En las paredes de esta casa hay dos lemas, Alabad al Seor, y Tu Palabra es verdad. Estas son palabras buenas y agradables. Suponed que llenis las recmaras de vuestra memoria completamente con los recuerdos de la bondad de Dios, de su gracia y verdad, y no permits que ningn pensamiento oscuro ni sombra alguna tenga lugar en aquella recmara. No debemos ser tan egostas como para desear simplemente un vuelo de emociones felices. Debemos fijar nuestra fe en las promesas de Dios, las que son seguras y permanentes y perdurarn eternamente y para siempre. El sentimiento de felicidad vendr cuando confiemos plenamente en las promesas de Dios. Jess ha dicho, Venid a m todos los que estis trabajados y cargados. Esta invitacin es con toda certeza para los que estn cargados con incredulidad; y su seguridad es hallaris reposo para vuestras almas. No es, quizs hallareis reposo. Oh, no; es positiva y segura: Hallaris reposo. Por qu mal interpretamos a nuestro Padre celestial cuando dice: Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de m; pues soy manso y humilde de corazn, y hallaris reposo para vuestras almas.? Tomad este yugo sobre vosotros y l mismo llevar la parte ms pesada. No es l una buena compaa? Tenis alguna objecin para asociaros con l?ce, Yo estoy a tu mano derecha para ayudarte, mi yugo es fcil y ligera mi carga. Signs of the Times, marzo 18, 1889.Deberamos colocar las preciosas promesas de Dios donde podamos contemplarlas siempre que Satans arroje sus tinieblas sobre nosotros. El enemigo de Dios y del hombre estara muy bien complacido de que nos espaciramos en nuestras tinieblas y desnimos, cosa que la religin de Cristo apareciera como un yugo gravoso. Debis reunir rayos de luz provenientes de Jess cada da. No sabis cuntos corazones tristes enfrentaris; y hablaris solamente de vuestros chascos? No; olvidadlo, y hablad solamente de las misericordias de Dios; y la lupa de Satans ser colocada delante de vuestros ojos en vano. Pero s continuis mirando los aspectos desmoralizadores de vuestra experiencia, estos crecern ms y ms y se harn ms prohibitivos, hasta que seis completamente aplastados con el dolor. Hablad de valor, hablad de fe y de esperanza, y seris todo luz en el Seor. Continuad pensando en la puerta abierta que Jesucristo ha colocado ante vosotros, la cual ningn hombre puede cerrar. Dios cerrar la puerta a todo mal s le permits una oportunidad. Cuando el enemigo venga como turbin, el Espritu del Seor levantar para vosotros bandera contra l. Quiero leeros un pequeo poema, titulado, Contemos las misericordias, el cual recort de un peridico: Contemos las misericordias! Contemos las misericordias! Enumeremos todos los dones del amor; mantengamos un registro diario, fiel, de los consuelos provenientes de lo alto. Contemplemos todos los preciosos lugares verdes en el agotador camino desrtico de la vida; pensemos en cuntas fuentes refrescantes alegran nuestros dbiles corazones cada da. Contemos las misericordias! Contemos las misericordias! Vemoslas correr a lo largo de nuestro camino!Contemos las misericordias, aunque las pruebas parezcan ser ms numerosas cada da, contemos las pruebas tambin como misericordias, para ser agregadas al magnifico ramillete. Las pruebas son las ms ricas bendiciones de Dios, enviadas para hacer ms rpido nuestro vuelo ascendente, de la forma que el nido de los aguiluchos, completamente roto, los hace volar a alturas ms excelsas. Contemos las misericordias! Contemos las misericordias! Esto coloca el cielo al alcance de nuestra vista.Contemos todas nuestras joyas, estimemos su valor; agradezcamos al bondadoso Dador, que llena de bendiciones toda la tierra; permitamos que nuestros corazones rebosen de regocijo. Hablemos de las maravillas abundantes, hasta que nuestros tesoros multiplicados, parezcan una reserva incontable, sin lmite; entonces que nuestras alabanzas, alabanzas llenas de gratitud, sean nuestro lenguaje para siempre. Review and Herald, abril 16, 1889.Desde el tiempo en que abordamos el tren, me sent perfectamente satisfecha al saber que estaba en la senda del deber. Yo he tenido una dulce comunin con mi Salvador, y he sentido que l es mi refugio y mi fortaleza, y que ningn dao puede sobrevenirme mientras est tomando parte en la obra que l me ha dado para hacer. Yo tengo una fe constante en las promesas de Dios, y gozo aquella paz que viene solamente de Jess. Review and Herald, noviembre 06, 1883.Coloqumonos plenamente del lado de Jess. Que el lenguaje de todo corazn sea, Seor, creer; creo a tu Palabra. Albergad el amor y la confianza, pues al cultivar estas gracias, ellas crecern. Hablad de fe, vivid en fe, y ante todo desaliento afirmaos en las promesas de Dios. Review and Herald, mayo 06, 1890.Hay muchos quienes pretenden creer la verdad, quienes se contentan con sus defectos de carcter. No hacen esfuerzos para reformarse, ni buscan fervientemente la preparacin para estar delante de Dios; mas todo el que entre al cielo, lo har como vencedor y recibir la palma de la victoria. No hay necesidad de deficiencias. Cristo es un Salvador perfecto, y los que le busquen con todo su corazn, hallarn que donde el pecado abund, la gracia abundar mucho ms. No hay razn para que no seamos vencedores. Dios nos ha dado excesivamente grandes y preciosas promesas; para que por ellas podamos ser partcipes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupcin que hay en el mundo por la concupiscencia. No debemos vivir como lo hace el mundo. Debemos mostrar que la gracia de Cristo tiene una influencia santificadora en nuestras vidas. Nuestros apetitos y pasiones naturales deben ser colocados bajo el control del Espritu Santo. Debemos revelar a Cristo en nuestras palabras y acciones diarias. l soport el insulto, la infamia, la vergenza, el ridculo; fue rechazado, calumniado y crucificado, para que nosotros pudiramos reflejar su imagen y ser hechos perfectos en su justicia. Cuando fracasamos en meditar en el ejemplo de Cristo, no comprendemos su significado, y nos hacernos insensibles y sin disposicin a soportar las durezas. Evitamos hacemos partcipes de sus sufrimientos. Perdemos de vista la cruz del Calvario, mientras el yo atrae nuestra atencin, y reclama nuestro cuidado y afecto. Signs of the Times, marzo 09, 1888.Cuando las pruebas llegan a nuestras vidas, cuando las nubes oscurecen el horizonte, cun listos estamos a olvidar que Cristo es nuestro Salvador, que tras las penumbras est brillando el Sol de Justicia, que los ngeles estn muy cerca de nuestro lado, preservndonos del mal. Yo dira a los desanimados, Mirad y vivid. Confiad en Dios, pues en la cruz del Calvario se ofreci un sacrificio completo a vuestro favor. Jess es el Amigo de los pecadores, el Redentor de los pecadores. El gozo eterno una vida de felicidad sin empaamiento alguno espera a aquel que rinda todo a Cristo. Alejad vuestra vista de vosotros mismos hacia Jess, quien est suplicando delante del trono de la gracia a favor vuestro. Escuchad sus palabras, Venid a m, . . . y os dar reposo. El que a m viene, en ninguna manera le echar fuera. Con la mano de la fe aferraos de las promesas de Dios. Apropiaos de estas bendiciones para vosotros mismos, no en algn tiempo futuro, sino hoy. HP, 62La verdad, la verdad de la Biblia es lo que el pueblo necesita. Ellos no requieren de las pruebas inferiores que han sido hechas por hombres y unidas a la verdad como parte de ella. Estas pruebas debilitan a los que creen en ellas. Tenemos una obra que hacer que no es de ningn orden inferior. Sobre nuestras rodillas debemos reclamar las promesas de la Palabra de Dios, pidiendo que podamos recibir verdad pura, sin adulterar, y que podamos ver la necesidad de practicar esta verdad y vivir por toda palabra que procede de la boca de Dios. 1888 Materials, page 1721.El creyente en Jess tiene el derecho a esperar una experiencia rica y abundante. Su privilegio es, si ha cumplido con las condiciones, implorar y reclamar las promesas de Dios, y si hace esto recibir de acuerdo a su fe. Signs of the Times, febrero 24, 1888.Nosotros estamos muy destituidos de fe. No tomamos las promesas de Dios, ni bebemos en su rico significado. Permitimos que la duda excluya el consuelo de las seguridades de Dios. Supongamos que un hombre en este reino fue condenado a muerte. Pero antes de que se ejecutara la sentencia, un noble, quien poda liberarlo, tuvo compasin de l, y dijo, Morir en su lugar; y los grillos fueron quitados, el prisionero liberado, mientras el noble muri. Qu gratitud se despertara en el corazn condenado de aquel hombre! Nunca olvidara a su libertador. La accin del hombre noble sera contada en todas partes del mundo. Esto es lo que Jess, el Prncipe de los cielos, ha hecho por nosotros. Cuando estbamos bajo la condenacin de la muerte, vino a rescatamos para liberarnos de la esclavitud de Satans, y libramos de la muerte eterna. Con su propia y preciosa sangre pag la culpabilidad de nuestras transgresiones. No despierta gratitud en vuestros corazones este amor maravilloso? No es vuestra decisin rendir todo lo que tenis y sois al servicio de un Salvador tal? No os convertiris en obreros juntamente con Dios, buscando la salvacin de aquellos por quienes Cristo muri? Signs of the Times, marzo 02, 1888.Necesitamos disponer todo para la gloria de Dios en todos los asuntos de la vida; queremos una fe viva que se aferre a las promesas de Dios no importa cun oscuro parezca el panorama. No debemos ver las cosas que se ven, y juzgar de acuerdo al punto de vista mundano, y ser regidos por los principios del mundo, mas debemos contemplar las cosas que no se ven, las cosas eternas. TMK, 232Debemos tener el cielo en nuestras familias, acercndonos continuamente a Dios a travs de Cristo. Cristo es el gran centro de atraccin, y los hijos de Dios ocultos en Cristo, hallan a Dios, y se pierden en el Ser divino. La oracin es la vida del alma; es alimentarse en Cristo; es volver nuestros rostros plenamente hacia el Sol de Justicia. Al volver nuestros rostros hacia l, l se vuelve a nosotros. l anhela darnos gracia divina; y al allegarnos a Dios en plena seguridad de fe, nuestras concepciones espirituales son vivificadas. Entonces no andamos en tinieblas, lamentndonos de nuestra destitucin espiritual; pues por el escudriamiento diligente y en oracin de la Palabra de Dios, aplicamos sus ricas promesas a nuestras almas. Los ngeles se acercan a nuestro lado, y el enemigo, con sus numerosos ardides, es repelido. Signs of the Times, julio 31, 1893.Muchos quienes estn buscando sinceramente la santidad del corazn y la pureza de la vida parecen perplejos y desalentados. . . Las tinieblas y el desnimo algunas veces sobrevendrn al alma y amenazarn con vencernos, pero no debemos deshacemos de nuestra confianza. Debemos mantener la mirada fija en Jess, sintindolo o sin sentirlo. Debemos buscar cumplir fielmente todo deber conocido, y entonces reposar calmadamente en las promesas de Dios. AG, 84Deshaceos de todo engao. Que ninguno haga un dolo de sus propias opiniones. Tomad vuestra posicin en forma definida para estar plenamente consagrados a la verdad y a la justicia. Cristo est listo a recibir a todo el que venga a l. Ejercitad una fe firme en todas las promesas de Dios. Con confesin y oracin tomad vuestro lugar para pertenecer completamente al Seor de aqu en adelante y para siempre. Review and Herald, noviembre 08, 1906.Vosotros sois mis testigos, dice el Seor. Un cristiano vivo tendr un testimonio vivo que dar. Si hemos estado siguiendo a Jess paso a paso, tendremos algo qu contar de la forma como nos ha guiado. Podemos hablar de batallas peleadas y de victorias obtenidas. Podemos decir cmo hemos puesto a prueba las promesas de Dios, y las hemos hallado fieles. Podemos sealar a una experiencia viva sin necesidad de ir atrs en los aos. Signs of the Times, abril 0 7, 1887.Recordad que todos tienen pruebas difciles de soportar, tentaciones arduas qu resistir y podis hacer algo para aligerar estas cargas. Expresad gratitud por las bendiciones que tenis; mostrad aprecio por las atenciones que recibs. Mantened el corazn lleno con las preciosas promesas de Dios, para que podis extraer de su tesoro palabras que sean de consuelo y fortaleza para otros. Esto os rodear con una atmsfera que ser benfica y elevadora. Ministry of Healing, page 257.Mantengamos el corazn rebosante de las preciosas promesas de Dios, para que podamos hablar palabras que sean de alivio y fortaleza a los dems. De esta manera podemos aprender el lenguaje de los ngeles celestiales, quienes, si somos fieles, sern nuestros compaeros a travs de las edades sin fin de la eternidad. Cada da debemos hacer avances en obtener la perfeccin del carcter, y esto lo haremos con seguridad si nos esforzamos hacia la marca del premio de nuestro exaltado llamamiento en Cristo Jess. No hablemos del gran poder de Satans, sino del gran poder de Dios. . . SD, 328La fe viva en el poder de Jesucristo, no en vuestra propia eficiencia y sabidura, os har cruzar a travs de toda dificultad y tentacin. Esperad pacientemente, velad, y orad, y aferraos a las promesas. UL, 42Aferraos al Poderoso, tomaos de las promesas. Ellas nunca, nunca fallarn. Echad todo vuestro peso sobre ellas y probadlas. Vivid en Dios; vuestras horas del tiempo de la gracia son cortas en el mejor de los casos. Obrad en Dios, colocad el yo fuera de la vista, mas permitid que Jess aparezca como el principal entre diez mil y el que es completamente amante. I1MR, 139Como el Padre me ha amado, as tambin yo os he amado; permaneced en mi amor. S guardareis mis mandamientos, permaneceris en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Cristo nos mantiene en conexin con l, como est en conexin con el Padre. Qu posibilidades, qu fortaleza hay en aquella promesa! Por qu no la creemos? Si hay obstculos en nuestro camino, y si nos encontramos con dificultades, no nos rindamos en el desnimo, mas permanezcamos aferrados de las promesas. PC, 315.Desde el lugar secreto de oracin surgi un poder que hizo temblar al mundo en la gran reforma. All, con santa calma, los siervos del Seor colocaron sus pies sobre la roca de sus promesas. Durante la lucha de Ausburgo, Lutero no fall en dedicar tres horas cada da a la oracin, y stas fueron tomadas de la porcin ms favorable del da. En la privacidad de su recmara fue escuchado derramando su alma delante de Dios en palabras llenas de adoracin, de temor y esperanza como si le hablara a un amigo. Yo s que t eres nuestro Padre, nuestro Dios, dijo l, y que t esparcirs los perseguidor de tus hijos; pues t mismo ests en peligro con nosotros. Todo este asunto es tuyo, y es slo por tu orden que hemos colocado nuestras manos a esta obra. Defindenos entonces, oh Padre! A Melancthon, quien estaba agobiado bajo la carga de la ansiedad y el temor, le escribi: Gracia y paz en Cristo! En Cristo digo, y no en el mundo, Amn! Yo odio con un odio excesivo los cuidados extremos que te consumen. S la causa es injusta, abandnala. Si la causa es justa, por qu desmentiramos las promesas de Aquel que nos ordena dormir sin temor? Cristo no faltar a la obra de la justicia y la verdad. l vive, l reina; qu temor, luego, podemos temer?' 4 Spirit of Prophecy, page 168.ES IMPOSIBLE PARA LA MENTE HUMANA COMPRENDER TODA LA RIQUEZA Y LA GRANDIOSIDAD AUN DE UNA SOLA DE LAS PROMESAS DE DIOS. Review and Herald, noviembre 01, 1889.LAS PROMESAS DE DIOS PUEDEN SER REPETIDAS UNA Y OTRA Y OTRA VEZ, Y CON CADA REPETICIN LLEGA LUZ A LA MENTE. LA ENTRADA DE TU PALABRA DA LUZ, DA ENTENDIMIENTO AL SIMPLE. Gospel Herald, julio 01, 1900.PRECAUCIN:NO SOMOS SALVOS NI POR UN MOMENTO SIN AQUELLA FE VIVA QUE SE AFERRA A LAS PROMESAS DE DIOS. Review and Herald, julio 02, 1889.JESS, CONFIANDO EN LAS PROMESAS DE SU PADRE, RECIBI PODER PARA OBEDECER LOS MANDAMIENTOS DE DIOS, Y EL TENTADOR NO PUDO OBTENER NINGUNA VENTAJA. Ministry of Healing, page 181. LA PROMESA DEL ESPRITU ( 1 )Justo antes de dejar a sus discpulos, Cristo les dio la promesa, Y yo rogar al Padre, y os dar otro Consolador, para que est con vosotros para siempre: el Espritu de verdad, el cual el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce; pero vosotros le conocis, porque mora con vosotros y estar en vosotros. Si a los hombres se les hubiera consultado su eleccin en cuanto a la bendicin que sera otorgada, hubieran solicitado un bien inferior. Pero el Seor tom el asunto en sus propias manos, y prometi su Espritu: una bendicin que, cuando se recibiera, satisfara toda necesidad.Cristo tuvo una variedad infinita de temas de entre los cuales escoger en su enseanza, pero aquel sobre el cual se espaci ms ampliamente fue el del derramamiento de su Espritu Santo. Qu grandes cosas predijo l para la iglesia a causa de este don! No obstante, de qu tema se habla menos hoy? Qu promesa es menos cumplida? Se habla de las profecas, se exponen las doctrinas, pero la promesa del Espritu, cuyo cumplimiento es necesario, se toca incidentalmente, y eso es todo. Delante de la iglesia se han colocado otras bendiciones y privilegios, pero el pensamiento que se ha cultivado con relacin a la promesa del Espritu es que no es para la iglesia ahora, que en algn tiempo en el futuro la iglesia recibir este don. Pero la promesa del Espritu Santo nos pertenece ahora con tanta seguridad como les perteneci a los discpulos.El pueblo de Dios parece incapacitado para comprender y aduearse de esta promesa. Parecen pensar que solamente el escaso roco de la gracia caer sobre el alma sedienta. Actan como si debieran confiar en sus esfuerzos, y como resultado tienen poca fortaleza para la obra de obtener la victoria. Tienen poca luz para dar a las almas que mueren en las tinieblas del error. Por mucho tiempo los miembros de iglesia se han complacido con un poco de la bendicin de Dios. No han sentido la necesidad de aspirar a poseer el privilegio exaltado que se les ofrece a un costo infinito. Su espiritualidad es dbil, su experiencia enana y paraltica; y por la tanto estn descalificados para la obra del Seor. Son incapaces de presentar en el poder del Espritu las verdades grandiosas y llenas de gloria de la Palabra de Dios.No es a causa de alguna restriccin de parte de Dios que las riquezas de su gracia no fluyen a los hombres. Su don es divino. l dio con una liberalidad que los hombres no aprecian porque no aman recibir. Si todos estuvieran dispuestos a recibir, todos seran llenos con el Espritu. Al sentirnos satisfechos con pequeas bendiciones, nos descalificamos para recibir el Espritu en su plenitud ilimitada. Nos complacemos muy fcilmente con una onda superficial, cuando nuestro privilegio es esperar el profundo movimiento del Espritu de Dios. Al esperar poco, recibimos poco.Todos deberamos comprender la necesidad de la obra del Espritu Santo. A menos que este Espritu se acepte y halle cabida como el representante de Cristo, cuya obra es renovar y santificar todo el ser, perdern su poder en la mente las verdades trascendentales que han sido confiadas a los seres humanos. No es suficiente para nosotros tener un conocimiento de la verdad. Debemos andar y obrar en amor, conformando nuestra voluntad a la voluntad de Dios. El Seor declara con relacin a aquellos que hacen esto, Colocar mis leyes en sus mentes, y las escribir sobre sus corazones. Dios es la agencia fuerte y todopoderosa en esta obra ce transformacin. Por su Santo Espritu escribe su ley en el corazn.As la relacin divina es renovada entre Dios y el hombre. `Les ser a ellos Dios dice l ellos me sern pueblo.' No hay atributo de mi naturaleza que yo no d gratuitamente para que el hombre pueda revelar mi imagen. Cuando permitamos que Dios obre su voluntad en nosotros, entonces no abrigaremos pecado: toda la escoria se consumir en el horno refinador.Cuando el Espritu Santo descendi en el da de Pentecosts, lo hizo como un viento tempestuoso, poderoso; el Espritu no fue dado en una medida escasa: ste llen todo el lugar donde estaban sentados los discpulos. De igual forma nos ser dado cuando nuestros corazones estn preparados para recibirlo.Que todo miembro de iglesia se arrodille ante Dios y ore para que se le imparta el Espritu. Clamad, Seor, aumenta m fe. Hazme entender tu Palabra; pues la entrada de tu Palabra da luz. Refrscame por tu presencia. Llena m corazn con tu Espritu para que pueda amar a mi hermandad como Cristo me ama.Dios desea bendecir a los que se preparan para su servicio de esta manera. Ellos comprendern lo que significa tener la segundad del Espritu porque han recibido a Cristo por la fe. La religin de Cristo significa ms que el perdn del pecado; significa que el pecado es quitado, y que el vaco es llenado con el Espritu. Significa que la mente es iluminada en forma divina, que el corazn es vaciado del yo y llenado con la presencia de Cristo. Cuando los miembros de iglesia hagan esta obra, la iglesia ser una congregacin viva, trabajadora. Debemos buscar con ms sinceridad ser de una mente, de un solo propsito. El bautismo del Espritu Santo, y nada ms, puede llevamos a este lugar. Preparemos nuestros corazones, por medio de la abnegacin del yo, para recibir el Espritu Santo, de forma que una gran obra pueda ser hecha a nuestro favor, para que no digamos, Ved lo que estoy haciendo, sino, Contemplad la bondad y el amor de Dios!UNA IGLESIA LLENA DEL ESPRITULuego del ascenso de Cristo, los discpulos se reunieron unnimemente en un lugar para hacer splicas humildes a Dios. Y despus de diez das de escudriamiento del corazn y de examen del yo el camino fue preparado para que entrara el Espritu a los templos del alma, limpios y consagrados. Todo corazn fue lleno con el Espritu, como si Dios hubiese deseado mostrar a su pueblo que su prerrogativa era bendecirlos con las ms excelsas bendiciones celestiales. Cul fue el resultado? Miles fueron convertidos en un da. La espada del Espritu resplandeci a derecha e izquierda. Recin afilada con poder, penetr aun hasta partir el alma y el espritu, las coyunturas y los tutanos. Se aadi nuevo territorio al reino de Dios. Los lugares que haban estado desolados y vacos entonaron sus alabanzas. Los creyentes, reconvertidos, nacieron de nuevo y fueron un poder vivo a favor de Dios. En sus bocas se coloc un nuevo cntico, a saber, las alabanzas al Altsimo. Controlados por el Espritu vieron a Cristo en su hermandad. Un inters prevaleca. Un solo propsito subyugaba todos los dems, ser como Cristo, hacer las obras de Cristo. El celo sincero que se senta fue expresado por la ayuda amante, por las palabras amables y por los hechos generosos. Todos se esforzaban pera ver quin poda hacer el mximo por el ensanchamiento del reino de Cristo. La multitud de los que creyeron era de un corazn y de un alma.El gran Maestro ocult la levadura de la verdad en los doce discpulos. Estos discpulos iban a ser los instrumentos en las manos de Dios para revelar la verdad al mundo. A ellos se les otorg poder divino; pues el Salvador resucitado sopl sobre ellos, diciendo Recibid el Espritu Santo. Imbuidos con este Espritu salieron a dar testimonio a favor de la verdad. Y de esta manera Dios desea que sus siervos salgan hoy con el mensaje que les ha dado. Pero hasta que no reciban el Espritu Santo, no pueden presentar este mensaje con poder. Hasta que no reciban el Espritu, no pueden comprender lo que Dios puede hacer por medio de ellos.La poderosa fuerza del Espritu Santo obra una entera transformacin en el carcter del agente humano, haciendo una nueva criatura en Cristo Jess. Cuando un hombre es lleno con el Espritu, mientras ms severamente es probado y examinado, ms claramente demuestra que es un representante de Cristo. La paz que mora en el alma se ve en su rostro. Las palabras y acciones expresan el amor del Salvador. No hay bsqueda del lugar ms elevado. Se renuncia al yo, el nombre de Jess est escrito en todo lo que se dice y se hace.Podemos hablar de las bendiciones del Espritu Santo, pero a menos que nos preparemos para su recepcin, de qu valen nuestras obras? Estamos procurando con toda nuestra fuerza alcanzar la estatura de hombres y mujeres en Cristo? Estamos buscando su plenitud, avanzando siempre hacia el objetivo colocado al frente, la perfeccin de su carcter? Cuando el pueblo del Seor alcance este nivel, sern sellados en sus frentes. Llenos con el Espritu, estarn completos en Cristo, y el ngel registrador declarar, Terminado es. Review and Herald, junio 10, 19O2.LA PROMESA DEL ESPRITU ( 2 )Cristo declar que luego de su ascensin enviara a su iglesia, como su don mximo, al Consolador, quien iba a tomar su lugar.Este consolador es el Espritu Santo el alma de su vida, la eficacia de su iglesia, la luz y la vida del mundo. Con su Espritu Cristo enva una influencia reconciliadora y un poder que quita el pecado.En el don del Espritu, Jess dio al hombre el ms excelso bien que el cielo poda otorgar. El Salvador contempl la humanidad, y vio que estaba bajo el poder del prncipe de las tinieblas; pero tambin vio que haba esperanza para los seres humanos porque haba poder en la naturaleza divina para contender exitosamente con los agentes inicuos. Con seguridad gozosa dijo, Ahora es el juicio de este mundo; ahora el prncipe de este mundo ser echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraer a m mismo.El Espritu fue dado como un agente regenerador, y sin ste el sacrificio de Cristo hubiera sido intil. El poder del mal haba sido fortalecido por siglos, y la sumisin del hombre a su cautividad satnica era impresionante. El pecado poda ser resistido y vencido slo por medio de la agencia poderosa de la tercera persona de la Deidad, quien vendra con una energa sin modificar, en la plenitud del poder divino. Es el Espritu el que hace efectivo lo que ha sido realizado por el Redentor del mundo. Es por el Espritu que el corazn es purificado. A travs del Espritu el creyente llega a ser partcipe de la naturaleza divina. Cristo ha dado su Espritu como un poder divino para vencer toda tendencia al mal, sea heredada o cultivada, y para imprimir su propio carcter en la iglesia.Cristo dijo del Espritu, `l me glorificar. Como Cristo glorific al Padre por la demostracin de su amor, de igual manera el Espritu iba a glorificar a Cristo revelando al mundo las riquezas de su gracia. La imagen misma de Dios debe ser reproducida en la humanidad. El honor de Dios y la honra de Cristo estn envueltos en la perfeccin del carcter de su pueblo.Cristo ha provisto para nosotros todo lo esencial para vencer en la batalla cristiana, al costo del sacrificio infinito y del sufrimiento. El Espritu Santo comunica poder que habilita al hombre para ser victorioso. Es por medio de la agencia del Espritu que el gobierno de Satans es vencido. Es el Espritu el que convence de pecado, y con el consentimiento del ser humano, expulsa el pecado del corazn. Entonces la mente es colocada bajo una nueva ley, la ley real de la libertad.El Espritu obra trayendo a nuestra mente, en forma vvida como siempre, las verdades preciosas del plan de la salvacin. Nosotros podramos olvidar estas verdades, y las ricas promesas de Dios podran perder su eficacia, si no fuera por el Espritu, quien toma de las cosas de Dios, y nos las muestra. Nuestros corazones son encantados por la contemplacin de Jess y de su amor, y deseamos hablar a otros de las seguridades consoladoras que han sido tradas a nuestras mentes.Es el privilegio de todo hijo e hija de Dios tener el Espritu morando en el interior. Si aquellos que conocen la verdad amaran y temieran al Seor siempre, si permanecieran en Cristo, tendran poder moral y espiritual. La gracia de Cristo sera en ellos como una fuente de agua, brotando con vida eterna, y de ellos fluiran corrientes de agua viva.El Espritu ilumina nuestras penumbras, informa nuestra ignorancia, y nos ayuda en nuestras mltiples necesidades. Pero la mente debe aorar constantemente a Dios. Si se da un paso a la mundanalidad, si no deseamos orar, si no hay ansia de comunicarnos con Aquel quien es la fuente de la fortaleza y la sabidura, el Espritu no morar con nosotros. Los que son incrdulos no reciben la rica provisin de gracia que los hara sabios para la salvacin, para la paciencia y la tolerancia, rpidos para percibir y apreciar las ministraciones celestiales, alertas para discernir las estratagemas de Satans y fuertes para resistir el pecado. Dios no puede hacer su poderosa obra por ellos debido a su incredulidad.Cristo ha prometido el don de su Espritu a su iglesia, y la promesa nos pertenece a nosotros tanto como a los primeros discpulos. Pero al igual que con todas las promesas, sta es dada bajo condiciones. Hay muchos que creen, y profesan reclamar la promesa del Seor; hablan acerca de Cristo y con relacin a su Espritu, no obstante no reciben beneficio. No rinden el alma para ser guiada y controlada por las agencias divinas. Nosotros no podemos utilizar al Espritu Santo. El Espritu nos debe usar a nosotros. Por medio del Espritu Dios obra en su pueblo, el querer y el hacer por su buen placer. Pero muchos no se sometern a esto. Ellos mismos desean gobernar, dirigir. Esta es la razn por la que no reciben el don celestial. El Espritu slo es dado a los que esperan humildemente en Dios, quienes velan por su gua y su gracia.Cristo declar que la influencia divina iba a estar con sus seguidores hasta el final. Pero el pueblo de Dios no acepta ni cree la promesa de Dios; por lo tanto su cumplimiento no se ve. La promesa del Espritu es algo de lo que se piensa poco y el resultado es slo lo que podramos esperar sequa espiritual, debilidad espiritual, declinacin y muerte espiritual. Las cosas pequeas ocupan la atencin, y el poder divino que es necesario para el crecimiento y la prosperidad de la iglesia, y el cual traera todas las dems bendiciones en su estela, falta, aunque es ofrecido en su plenitud divina.Justo mientras la iglesia se satisfaga con cosas pequeas fallar en recibir las grandes cosas de Dios. Por qu no tenemos hambre y sed del don del Espritu, ya que ste es el medio por el cual recibiremos poder? Hablad de l, orad por l, predicad con relacin a l. El Seor est ms dispuesto a darnos el Espritu Santo que los padres a dar buenas ddivas a sus hijos. . .No hay lmite para la utilidad de alguien que, colocando al lado el yo, d cabida a la obra del Espritu Santo en su corazn, y viva una vida enteramente consagrada a Dios. Si los hombres soportaran la disciplina necesaria, sin quejarse ni desmayar por el camino, Dios les enseara hora tras hora y da tras da. l anhela revelar su gracia. Si su pueblo quitara los impedimentos, l derramara aguas de salvacin en corrientes abundantes por medio de los canales humanos. Si los hombres de vida humilde fueran alentados a hacer todo el bien que pudieran hacer, si manos restrictivas no fueran colocadas sobre ellos para refrenar el celo, habra entonces cien obreros por Cristo donde ahora hay solamente uno. Dios toma a los hombres como estn, y los educa para su servicio, si se rinden voluntariamente a Dios. El Espritu de Dios, recibido en el alma, vivificar todas sus facultades. La mente que est dedicada sin reservas a Dios, bajo la gua del Espritu Santo, se desarrolla armoniosamente y es fortalecida para comprender y cumplir los requerimientos de Dios. Los caracteres dbiles y vacilantes son cambiados a unos fortalecidos y establecidos. La devocin continua establece una relacin tan ntima entre Jess y sus discpulos que el cristiano llega a ser como l en mente y en carcter. A travs de una conexin con Cristo l tendr visiones ms claras y amplias. Su discernimiento ser ms penetrante y su juicio mejor equilibrado.La presencia del Espritu Santo con los obreros de Dios dar a la presentacin de la verdad un poder que ni todo el honor ni la plenitud de la gloria del mundo podran dar. El Espritu comunica la fortaleza que sostiene las almas esforzadas, luchadoras, en toda emergencia: en medio de la hostilidad de los parientes, del odio del mundo y de comprender sus propias imperfecciones y errores.Una unin de lo divino y el esfuerzo humano, una ntima conexin primero, al final y siempre, con Dios, la Fuente de toda fortaleza, esto es absolutamente necesario en nuestra obra. Review and Herald, mayo 19, 1904.CON RELACIN A LAS PROMESAS, EN GENERALCmo nos acercaremos a Dios?Muchos estn impacientes si no reciben evidencias inmediatas de que Dios haya escuchado sus oraciones. Manifiestan gratitud si todas sus expectativas son respondidas de inmediato; pero se quejan y se irritan si tienen que esperar y confiar en Dios. El Seor Jess es el gran Maestro, y su providencia es ensearnos lecciones de paciencia confiada. l no se propone mimarnos como ciertos padres consienten a sus hijos para su perdicin. Las promesas de Dios son seguras y actan una parte importante en nuestra preparacin espiritual; pero si la promesa fuera cumplida en la misma forma en que nosotros lo hemos especificado, acarreara nuestra ruina. La promesa que, si se cumpliera de la forma que lo deseamos obrara para nosotros un dao, espera para cumplirse hasta que seamos ms disciplinados, para que podamos apreciar la bendicin cuando Dios ve que es el mejor momento para otorgrnosla. A menudo son retenidas por un tiempo las misericordias especiales del cielo, para que supliquemos con ms sinceridad y dedicacin al trono de la gracia. Debemos permanecer nosotros mismos en Dios y no medir el tiempo por nuestras propias fantasas finitas. Nuestros impulsos no nos deben gobernar, mas debemos reposar en el Seor y esperar pacientemente por l, no permitiendo que nuestra luz del sol se convierta en tinieblas y nuestra fe en desconfianza. El salmista dice, Delitate asimismo en el Seor, y l te conceder las peticiones de tu corazn. No permitis que vuestra fe languidezca; slo creed que Dios es verdadero. El labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia. Y no tendremos aquella paciencia y esa paz que soportar la prueba y esperar la cosecha de las promesas de Dios? PrT, 01/30/90Una ayuda presente Coloqumonos en la lnea de cooperacin con Dios, hacindole posible que responda nuestras oraciones. l ha declarado sus notas promisorias, declarando, Os dar corazn nuevo. l dice que ser hallado de los que le busquen con todo el corazn. Cuando perdis vuestro asidero en l, y fracasis en recibir el cumplimiento de la promesa, el banco del cielo no ha fallado; vosotros habis roto vuestro pacto con Dios. l no puede cumplir sus promesas mientras no le permitis quitar vuestras transgresiones, porque suponis que desobedecindole os habis colocado ms all de la ayuda. El Seor dice, Que se aferre de mi fortaleza, para que puede hacer paz conmigo; y l har paz conmigo. Luego cesad de preocuparos con relacin a los problemas que tan a menudo trais sobre vosotros mismos; venid a Jess como un nio penitente, confesando vuestros pecados. As dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es Santo: Yo habito en el lugar elevado y santo, con aquel que tambin es de espritu contrito y humilde, para revivir el espritu del humilde, y hacer vivir el corazn de los contritos. Signs of the Times, marzo 16, 1904.Si alguno carece de sabidura, pdala a DiosLas promesas son estimadas por la verdad de quien las hace. Muchos hombres hacen promesas solamente para quebrantarlas, para mofarse del corazn que confi en ellos. Los que se fan de tales hombres estn confiando en caas cascadas. Pero Dios est detrs de las promesas que hace. l siempre es consciente de las promesas que hace, y su verdad trasciende a todas las generaciones. Bendito sea el Seor, que ha dado reposo a su pueblo Israel, de acuerdo a todo lo que l prometi: no ha fallado ni una palabra de toda su buena promesa, lo cual prometi por la mano de Moiss su siervo. The Youth's Instructor, febrero 15, 1900.AbrahamAbraham y Sara se hubieran evitado mucha infelicidad si hubieran esperado en una fe confiada el cumplimiento de la promesa de que tendran un hijo. Ellos creyeron que sera justo de la manera como Dios lo haba prometido, pero no pudieron creer que Sara, en sus entrados aos, tendra un hijo. Sara sugiri un plan por medio del cual pens que la promesa de Dios se podra cumplir. Ella rog a Abraham que tomara a Agar como su esposa. En esto ambos carecieron de fe, y de una confianza perfecta en el poder de Dios. Al escuchar la voz de Sara y tomar a Agar como su esposa, Abraham fracas en soportar la prueba de su fe en el poder ilimitado de Dios, y se atrajo sobre s, y sobre Sara, mucha desdicha. El Seor se propona probar la fe y la confianza firmes de Abraham en las promesas que l haba hecho. I Spirit of Prophecy, page 95.Palabras a los jvenesQu promesa es hecha aqu bajo la condicin de la obediencia! Tenis que cortar la relacin con amigos y familiares para decidiros a obedecer las elevadas verdades de la Palabra de Dios? Animaos, Dios ha hecho provisin para vosotros, sus brazos estn abiertos para recibiros. Salid de en medio de ellos, y separaos, y no toquis lo inmundo, y l os recibir. El promete ser un padre para vosotros. Oh, qu relacin es sta! Ms elevada y ms santa que cualquier lazo terrenal. Si hacis el sacrificio, si tenis que abandonar padre, madre, hermanas, hermanos, esposa e hijos por amor a Cristo, no quedaris sin amigos. Dios os adopta en su familia; llegis a ser miembros de la familia real, hijos e hijas del Rey, quien gobierna en el cielo de los cielos. Podis desear una posicin ms exaltada que la prometida aqu? No es esto suficiente? El ngel dijo: Qu ms podra hacer Dios a favor de los hijos de los hombres que lo que ya ha hecho? Si tal amor y tales promesas exaltadas no son apreciados, podra l inventar algo ms elevado, algo ms rico y ms sublime? Todo lo que Dios pudo hacer ha sido hecho para la salvacin de los hombres, y no obstante los corazones de los hijos de los hombres se han endurecido. A causa de la multiplicidad de las bendiciones con las cuales Dios los ha rodeado, ellos las reciben como cosas comunes y olvidan a su Benefactor lleno de gracia. Testimonies for the Church, Vol. 1, page 510.Una cruz en la aceptacin de la verdadUsted, mi querida hermana, necesita una completa conversin a la verdad, la cual matar el yo. No puede confiar en Dios? Por favor lea Mateo 10:25-40. Por favor lea tambin, con un corazn inundado de oracin, Mateo 6:24-34. Permita que estas palabras impresionen su corazn: No os afanis por vuestra vida, qu habis de comer, o qu habis de beber; ni aun por vuestro cuerpo, qu habis de vestir. No es la vida ms que el alimento, y el cuerpo ms que el vestido? Aqu se hace referencia a la vida mejor. Al hablar del cuerpo se habla del adorno interno, el cual hace que los mortales pecaminosos posean la humildad y la justicia de Cristo, valiosa a su vista, como lo fue Enoc, y les da la prerrogativa de recibir el toque terminal de la inmortalidad. Nuestro Salvador nos dirige a las aves del aire, las cuales no siembran ni siegan, ni recogen en graneros, sin embargo el Padre celestial las alimenta. Luego dice: No valis vosotros mucho ms que ellas?... Y por el vestido, por qu os afanis? Considerad los lirios del campo, cmo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomn con toda su gloria se visti as como uno de ellos. Estos lirios, en su sencillez e inocencia, se elevan a la norma de Dios mejor que Salomn en su presentacin con costosas decoraciones, mas sin embargo destituido del adorno celestial. Y si la hierba del campo que hoy es, y maana se echa en el homo Dios la viste as, no os vestir mucho ms a vosotros, oh hombres de poca fe? No puede confiar en su Padre celestial? No puede reposar en su promesa llena de gracia? Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os sern aadidas. Preciosa promesa! No podemos confiar en ella? No podemos tener confianza implcita en ella, sabiendo que es fiel el que ha prometido? Yo le ruego que de nuevo permita que su fe temblorosa se aferre de las promesas de Dios. Coloque todo su peso en ellas con fe inquebrantable; porque ellas no fallan ni podrn fracasar. T2, 496Una religin como la de CristoNo es suficiente creer lo que se predica; la verdad debe ser introducida al templo del alma. La santidad no es un arrobamiento; es el resultado de rendir todo a Dios; es vivir por toda palabra que procede de la boca de Dios; es hacer la voluntad de nuestro Padre celestial; es confiar en Dios, creyendo en su promesa en medio de las tinieblas como tambin en la luz. La religin es andar por fe tanto como por visin, confiando en un Dios con toda seguridad y reposando en su amor. Seremos salvos eternamente cuando entremos por las puertas a la ciudad. Entonces podremos regocijamos de que somos salvos; eternamente salvos. Pero hasta que eso suceda necesitamos escuchar el llamado del apstol, Temamos, pues, no sea que permaneciendo an la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Tener un conocimiento de Canan, entonar los cnticos de Canan y regocijarse con el prospecto de entrar a Canan, nada de esto hizo entrar a los hijos de Israel a los viedos y a las arboledas de olivos de la tierra prometida. En realidad podan apropiarse de aquella tierra slo por la ocupacin, cumpliendo con las condiciones, ejercitando fe viva en Dios, aduendose de sus promesas. Al acercamos a Cristo, y mientras l se acerca al alma creyente, podemos decir con toda confianza: Yo s en quien he credo, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depsito para aquel da. The Youth's Instructor, febrero 17, 1898.Buscad a Dios de todo coraznNecesitamos educar el alma para que tome y retenga las ricas promesas de Dios. El Seor Jess sabe que no es posible para nosotros resistir las muchas tentaciones de Satans sin recibir el poder divino que Dios nos da. l sabe que si confiamos en nuestra propia fortaleza humana, fracasaremos. Por lo tanto ha sido tomada toda provisin, para que en cada emergencia y prueba acudamos a la Fortaleza... Hemos recibido la promesa de labios que no mienten... Individualmente debemos tener fe para recibir las cosas que l ha prometido. Nuestra Elevada Vocacin, 133Oracin ferviente, efectivaLa oracin sincera y humilde del verdadero adorador asciende hasta el cielo, y Jess mezcla el incienso santo de sus propios mritos con nuestras modestas peticiones. A travs de su justicia somos aceptados. Cristo hace nuestras oraciones plenamente eficaces por medio del sabor de su justicia. En estos das de peligro necesitamos hombres que luchen con Dios como lo hizo Jacob y quienes, como l, prevalezcan. Gracias a Dios que el Redentor del mundo prometi que si se iba enviara el Espritu Santo como su representante. Oremos y aferrmonos de las ricas promesas de Dios y entonces exaltemos a Dios para que en proporcin a nuestras splicas fervientes y humildes el Espritu Santo sea enviado para que provea a nuestras necesidades. Si buscamos a Dios de todo nuestro corazn le hallaremos, y obtendremos el cumplimiento de la promesa. A Fin de Conocerle, 270Los resultados del arrepentimientoHe aqu el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Al contemplarle, podemos ser cambiados a su imagen. Se ha hecho la promesa, Pondr mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribir. Por la desobediencia el hombre perdi la santidad, aceptando en su lugar los principios de la injusticia. Pero al quebrantar el yugo que Satans ha atado sobre l y tomar el yugo de Cristo, aprendiendo de l su mansedumbre y humildad, el hombre es creado de nuevo. Cristo ha prometido escribir la ley en el corazn de todo pecador arrepentido, cuya ley es santa, justa y buena. El promete renovar el alma, por medio de la verdad. Infunde su propia vida a travs del ser entero. De esta manera el pecador nace de nuevo y de aqu en adelante en una vida de servicio amante, va a representar los principios vivos y ennoblecedores que podr llevar con l a los lugares celestiales. Es colocado sobre l un nuevo molde de carcter, el cual el mundo no conoce, mas el cual deben recibir todos los que deseen obtener entrada a los atrios del cielo. Signs of the Times, junio 28, 1905.He tomado una de las promesas tan simples que un nio podra comprenderla (Mateo 7:11), y se nos dice qu clase de solicitud es sta. Si pedimos, hay posibilidad de recibir las cosas prometidas; es sta la forma en que se presenta? Hay alguna duda en este asunto? Pensaramos de esta manera de acuerdo a las acciones de aquellos que solicitan; pero no hay necesidad de esto; no hay excusa para que alguno dude. Recibimos las cosas que pedimos no porque somos buenos; si esperis hasta que seis lo suficientemente buenos para recibir la bendicin, nunca la recibiris. Si vais a esperar hasta que seis lo bastante buenos para recibir la promesa, esperaris hasta que Cristo regrese, y ser demasiado tarde. Podis venir justo como estis, porque l es vuestro Salvador; l muri por vosotros; en l mora toda la plenitud de la Deidad; y l posee todo el cielo en un don: un don de luz, de poder y de bendiciones, para poder derramarlo sobre todo aquel que le busque y abra la puerta para su entrada. Deseis lo suficiente abrir la puerta? Si abrs la puerta para recibir estas bendiciones habr un vaciamiento del amor hacia el mundo y del orgullo de la vida, y el vaco deber ser suplido por el Espritu Santo justo tan pronto como se lancen fuera los dolos del corazn. 1 Sermons and Talks, page 150.La fe verdadera demanda la bendicin prometida y se aferra a ella antes de saberla realizada y de sentirla. Debemos elevar nuestras peticiones al lugar santsimo con una fe que d por recibidos los beneficios prometidos y los considere ya suyos. Hemos de creer, pues, que recibiremos la bendicin porque nuestra fe ya se apropi de ella, y segn la Palabra, es nuestra. Por tanto, os digo, que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiris, y os vendr. Esto es fe sincera y pura. Creed que recibiris la bendicin aun antes de recibirla en realidad. Cuando la bendicin prometida se siente y se disfruta, la fe queda anonadada. Pero muchos suponen que tienen gran fe cuando participan del Espritu Santo en forma destacada, y que no pueden tenerla a menos que sientan el poder del Espritu. Los tales confunden la fe con la bendicin que nos llega por medio de ella. Precisamente el tiempo ms apropiado para ejercer fe es cuando nos sentimos privados del Espritu. Cuando parecen asentarse densas nubes sobre la mente es cuando se debe dejar que la fe viva atraviese las tinieblas y disipe las nubes. La fe verdadera se apoya en las promesas contenidas en la palabra de Dios, y nicamente quienes obedezcan a esta Palabra pueden pretender que se cumplan sus gloriosas promesas. Si permanecis en m, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queris, y os ser hecho. Y cualquier cosa que pidiremos la recibiremos de l, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de l. PE, 72-73Fe y oracinSe debiera explicar claramente cmo se debera ejercer la fe. Toda promesa de Dios tiene ciertas condiciones. Si estamos dispuestos a hacer su voluntad toda su fuerza nos pertenece. Cualquier don que nos promete se encuentra en la promesa misma. La simiente es la palabra de Dios. Tan ciertamente como se encuentra el roble en la bellota as se encuentra el don de Dios en su promesa. S recibimos la promesa, recibimos el don. La Educacin, 247Est bien mi alma?Una hermana vino a m en Oakland, y dijo, No recuerda que usted prometi darme el volumen IV cuando estuviera revisado y ampliado? Lo hice yo? Crey usted realmente que lo hara? Con toda seguridad, replic ella. Por qu lo pens as? le pregunt. No es extraonse que yo hara aquello, simplemente porque se lo promet? Ella me mir asombrada: se haba estado quejando a m de su falta de fe en Dios. Ahora, dije yo, cmo es que usted puede confiar en una promesa ma, pero no puede confiar en la palabra de su Padre celestial? Cmo es que puede tener fe en un pobre mortal falible, y no puede confiar en el Dios inmutable? Yo haba olvidado mi promesa; pero Dios nunca olvida. Por qu no puede usted tomarle por su Palabra, como me tom a m por mi palabra? Honramos a Dios cuando le tomamos por su Palabra, y andamos por fe, creyendo que l quiere decir justo lo que dice. l no ha retenido su mejor Don. El que no escatim ni a su propio Hijo, sino que lo entreg por todos nosotros, cmo no nos dar gratuitamente con l todas las cosas? Todo el cielo fue derramado al hombre en aquel nico don; y cmo podemos dudar de nuestro Padre celestial? Review and Herald, marzo 19, 1889.El deber de los cristianosAc hay una promesa para nosotros sobre la condicin de la obediencia. S salimos del mundo y nos separamos y no tocamos lo inmundo, l nos recibir. Aqu estn las condiciones de nuestra aceptacin con Dios. Tenemos algo que hacer por nosotros mismos. Aqu hay una obra para nosotros. Debemos mostrar nuestra separacin del mundo. La amistad del mundo es enemistad con Dios. Es imposible para nosotros ser amigos del mundo y no obstante estar en comunin con Jesucristo. Pero, qu significa esto: ser amigos del mundo? Es unir las manos con ellos, gozar de sus deleites, amar lo que ellos aman, buscar el placer, ir tras la gratificacin, seguir nuestras propias inclinaciones. Al seguir nuestras propias inclinaciones no tenemos nuestros afectos en Dios; estamos amndonos y sirvindonos a nosotros mismos. Pero aqu hay una grandiosa promesa: Salid de en medio de ellos, y apartaos. Separados de qu? De las inclinaciones del mundo, de sus gustos, de sus hbitos; de sus modas, de su orgullo y de las costumbres del mundo. Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Seor, y no toquis lo inmundo; y yo os recibir. Al hacer este movimiento, al mostrar que no estamos en armona con el mundo, la promesa de Dios es nuestra. l no dice, quizs os recibir; sino, Yo os recibir. Esta es una promesa positiva. Tenis una seguridad de que seris aceptados por Dios. Luego al separaros del mundo os conectaris con Dios; os convertiris en miembros de la familia real, en hijos e hijas del Dios todopoderoso; siendo hijos del Rey celestial, adoptados en su familia, y teniendo un asidero desde lo alto, unidos con el Dios infinito, cuyo brazo mueve el mundo. Qu privilegio tan exaltado es ste de ser favorecidos de tal manera, siendo as honrados por Dios, recibiendo el ttulo de hijos e hijas del Seor todopoderoso! Es incomprensible; pero aun con todas estas promesas y alientos hay muchos quienes cuestionan y dudan. Ellos estn en una posicin indecisa. Parecen pensar que si llegaran a ser cristianos, nacera una montaa de responsabilidades para ser llevada en los deberes religiosos y en las obligaciones cristianas. Hay una montaa de responsabilidad, una vida entera de vigilancia, de batallar con sus propias inclinaciones, con sus propias voluntades, con sus propios deseos, con sus propios placeres; cuando las consideran, les parece como una imposibilidad dar un paso, decidir que sern hijos de Dios, siervos del Dios altsimo. Signs of the Times, enero 31, 1878.Venid comprad y comedLa mesa ha sido dispuesta, y Cristo os invita a la fiesta. Nos retiraremos, negndonos a sus favores y declarando, La verdad l no me est invitando a m? Solamos entonar un himno que describa una fiesta donde el padre, un feliz padre, se reuna para participar de las bondades de la mesa ante la invitacin de un Padre bondadoso. Mientras los hijos felices se reunan alrededor de la mesa, ante el portal del hogar aparece una pordiosera. Ella fue invitada a seguir, pero tristemente dio la espalda exclamando, Yo no tengo padre all. Tomaris esta posicin ante la invitacin de Jess? Oi tenis un Padre en los atrios celestiales os ruego que revelis esa realidad. El desea haceros participantes de sus ricos dones y bendiciones. Todos los que vienen a l con el amor confiado de un niito hallarn all un Padre. Cmo poda expresarnos el Ser su amor en un lenguaje ms tierno que aquel en el cual lo ha manifestado en su preciosa Palabra? l nos dice justo qu hacer para que podamos ser salvos. Cmo deseo que todos pudiramos creer en las promesas de Dios. l nos dice, Pedid, y se os dar; buscad, y hallaris; llamad, y se os abrir. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrir. Creemos realmente esta promesa? Deberamos cumplir con las condiciones expuestas en la Palabra de Dios; pues si lo hacemos esto recibiremos, simplemente porque Dios lo ha prometido en su Palabra. No debemos mirar a nuestros corazones esperando que se manifieste en ste una emocin gozosa como evidencia de que el cielo nos acepta, mas debemos tomar las promesas de Dios, y decir, Me pertenecen. El Seor est permitiendo que su Santo Espritu repose sobre m. Estoy recibiendo la luz; pues la promesa es, `Creed que recibiris las cosas que peds, y las tendris.' Por fe me allego hasta el velo, y me aferro de Cristo, mi fortaleza. Agradezco a Dios por el hecho de tener un Salvador. Signs of the Times, marzo 25, 1889.Palabras a los estudiantesDios tiene un amor profundo y sincero hacia cada miembro de la familia humana; ni uno es olvidado; ni uno es dejado sin ayuda para ser engaado y luego vencido por el enemigo. Y si los que se han alistado en el ejrcito de Cristo se colocaran toda la armadura de Dios, y la llevaran puesta sera un baluarte contra todos los asaltos del enemigo. Los que desean realmente ser enseados por Dios y andar en su camino, tienen la segura promesa de que si sienten su falta de sabidura y le piden a Dios, l les dar liberalmente, sin recriminarlos. El apstol dice, Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda de la mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense pues, quien tal haga, que recibir cosa alguna del Seor El hombre de doble mente es inconstante en todos sus caminos. DIOS EST DETRS DE TODA PROMESA, y no le podemos deshonrar ms que al cuestionarlo y dudar de l, pidiendo sin creer, para luego hablar de dudas. Si no recibs de inmediato lo que habis pedido, andaris en resentimiento e incredulidad? Creed; creed que el Seor har justo lo que ha prometido. Continuad elevando vuestras oraciones, y velad, obrad y esperad. Luchad la buena batalla de la fe. Decid a vuestro corazn, Dios me ha invitado a venir. l ha escuchado mi oracin. El ha empeado su palabra de que me recibir, y cumplir su promesa. Yo puedo confiar en Dios; pues l me am de tal manera que dio a su Hijo unignito para que muriera por m. El Hijo de Dios es mi Redentor. Pedid, y se os dar; buscad, y hallaris; llamad, y se os abrir. Pues si vosotros, siendo malos, sabis dar buenas ddivas a vuestros hijos, cunto ms vuestro Padre que est en los cielos dar buenas cosas a los que se las pidan? Fundamentals of Christian Education, page 299.Nunca ha habido un tiempo cuando el pueblo de Dios haya tenido mayor necesidad de reclamar sus promesas que este mismo tiempo. Que la mano de la fe pase a travs de la oscuridad y se aferre del brazo del poder infinito. Mientras nos referimos a la necesidad de separamos del pecado, recordemos que Cristo vino a nuestro mundo a salvar a los pecadores y que, puede tambin salvar perpetuamente a los que por l se acercan a Dios. Es privilegio nuestro creer que su sangre puede limpiamos de toda mancha de pecado. No debemos limitar el poder del Santo de Israel. l quiere que acudamos a l tal como somos: pecadores y contaminados. Su sangre es eficaz. Os ruego que no contristis al Espritu Santo continuando en pecado. S cais ante la tentacin no os desanimis. La siguiente promesa resuena a travs del tiempo hasta llegar a nosotros: Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Yo siento que de nuestros labios mortales constantemente debera ascender un himno de accin de gracias por esta promesa. Coleccionemos estas preciosas joyas de promesas, y cuando Satans nos acuse de nuestra gran pecaminosidad, y nos tiente a dudar del poder de Dios para salvar repitamos las palabras de Cristo: El que a m viene, de ninguna manera le echo fuera. Exaltad a Jess, 335Vida y misin de JuanJuan les reprendi su orgullo egosta y su avaricia. Los amonest por su incredulidad y conden su hipocresa. Les dijo que de su parte no haban cumplido las condiciones del pacto, lo cual los habra hecho merecedores a las promesas que Dios haba formulado a un pueblo fiel y obediente. Sus orgullosas jactancias de ser hijos de Abraham realmente no los converta en tal. Sus exhibiciones de orgullo, su arrogancia, sus celos, egosmo y crueldad, estampaba sus caracteres como generacin de vboras, mucho ms que como hijos del obediente y justo Abraham. Sus obras inicuas los haban descalificado para reclamar las promesas que Dios haba hecho a los hijos de Abraham. Les asegur que Dios levantara hijos a Abraham de las piedras mismas, a quienes l pudiera cumplir su promesa, en vez de depender de los hijos naturales de Abraham, quienes haban menospreciado la luz que Dios les haba dado, y se haban endurecido por la visin egosta y la incredulidad impa. Les dijo que si fueran realmente hijos de Abraham, haran las obras de su padre Abraham. Tendran la fe de Abraham, su amor y su obediencia. Pero no llevaban este fruto. No tenan relacin alguna hacia Abraham como su padre, ni a las promesas que Dios haba hecho a la simiente de Abraham. Todo rbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. Mientras profesaban ser el pueblo de Dios guardador de los mandamientos, Sus obras negaban su fe, y sin verdadero arrepentimiento por sus pecados no tendra parte en el reino de Cristo. La justicia, la benevolencia, la misericordia y el amor de Dios caracterizaban las vidas de su pueblo guardador de los mandamientos. A menos que estos frutos se vieran en sus vidas diarias toda su profesin no sera de ms valor que la paja que sera destinada al fuego de la destruccin. 2 Spirit of Prophecy, page 51Obrando para CristoSi os comprometis en esta labor de misericordia y amor, resultar la tarea demasiado difcil para vosotros? Fracasaris y seris aplastados bajo la carga, y vuestra familia ser privada de vuestro sostn e influencia? Oh, no; cuidadosamente Dios ha quitado toda duda con relacin a este aspecto por medio de una promesa dada a vosotros bajo condicin. Esta promesa cubre todo lo que los ms exigentes, y los que ms duden, pudieran desear. Entonces tu luz nacer como la maana, y tu salud se dejar ver prontamente. Slo creed que es fiel el que ha prometido. Dios puede renovar la fortaleza fsica. Y ms, l dice que lo har. Y la promesa no termina aqu. E ir tu justicia delante de ti, y la gloria del Seor ser tu retaguardia. Dios construir una barrera a vuestro alrededor. La promesa an no para all. Entonces invocars, y te oir el Seor; clamars, y dir l: Heme aqu. Si deponis la opresin y quitis el hablar vanidad, s derramis vuesalma al hambriento, en las tinieblas nacer tu luz, y tu oscuridad ser como el medio da: el Seor te pastorear siempre, y en la escasez saciar tu alma, y dar vigor a tus huesos: y sers como huerto de riegos y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Testimonies for the Church, Vol. 2, page 35.La separacin del mundoLuego que se haga la oracin, si no se ve la respuesta en forma inmediata, no os cansis de esperar ni os desequilibris. No vacilis. Aferraos a la promesa, Fiel es el que os llama, el cual tambin lo har. Como la viuda importuna, presentad vuestro caso, siendo firmes en vuestro propsito. Es el objeto importante y de gran consecuencia para vosotros? Ciertamente lo es. Entonces no vacilis, pues vuestra fe debe ser probada. Si lo que deseis es valioso, entonces es digno de un esfuerzo sincero y fuerte. Tenis la promesa; velad y orad. Sed persistentes y la oracin ser respondida; pues no es Dios quien ha prometido? Si os cuesta algo obtenerla la valoraris ms cuando la obtengis. Se os dice con claridad que si dudis no debis pensar que recibiris nada del Seor. Aqu se da una advertencia a no cansarse, sino a reposar firmemente en la promesa. Si peds, l os dar con liberalidad, y no os recriminar. Testimonies for the Church, Vol. 2, 131Visita a Trammelan, SuizaEl que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. Por qu no venimos a Aquel quien ha prometido? Su Palabra es una promesa. Los montes se movern, y los collados temblarn, pero no se apartar de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantar. Su voz se escucha, Con amor eterno te he amado. Con misericordia eterna tendr compasin de ti. Cun maravilloso es este amor, que Dios condescienda a deshacer toda causa de cuestionamiento, de temores y debilidades humanas, y tome la mano temblorosa alargada a l en fe; y nos ayuda a confiar en l por mltiples promesas y seguridades. El nos ha hecho un acuerdo obligatorio sobre la condicin de nuestra obediencia y l se adelanta a encontramos en nuestra propia comprensin de las cosas. Creemos que un voto o una promesa de nuestros prjimos si es registrada, an necesita una garanta. Jess ha enfrentado todos estos temores peculiares, y ha confirmado su promesa con un voto: Por lo cual Dios, queriendo mostrar ms abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, lo confirm por un juramento: para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, pudisemos tener una fuerte consolacin, los que hemos huido en busca de refugio para asimos de la esperanza puesta delante de nosotros. Review and Herald, abril'05, 1887.Razones para tener valorCul es la obra que debemos hacer aqu en el mundo? debemos lavar nuestras tnicas del carcter y blanquearlas en la sangre del Cordero. Debemos santificamos nosotros mismos y nuestros hogares para Dios. Debemos traer a Jess a nuestros corazones y a nuestras casas y cada da debemos buscar instruir a otros con relacin a las demandas de la ley de Dios y al plan de la salvacin, para que puedan tener un conocimiento de Jess. Podis despreciar cualquier cosa que sea de carcter temporal con mucha ms seguridad de lo que lo podis hacer con los intereses espirituales de vuestra casa. Vuestro Salvador desea que os mantengis en ntima relacin con l mismo, para que l pueda haceros felices. Cuando Cristo desea que su bendicin repose sobre nosotros debelamos ofrecer agradecimiento y alabar su precioso nombre. Pero, decs, Si slo pudiera saber que l es mi Salvador! Bien, qu clase de evidencia deseis? Queris un sentimiento o una emocin especial para probar que Cristo es vuestro? Es esto ms confiable que la fe pura en las promesas de Dios? No sera mejor tomar las benditas promesas de Dios y aplicarlas a vosotros mismos, colocando todo vuestro peso sobre ellas? Esto es fe. Es por fe que venimos a una cercana sagrada a Cristo, no dependiendo de los sentimientos; debemos decir, Yo creo a tu promesa; porque t lo has dicho. Tu palabra est comprometida; sabemos que somos los hijos de Dios porque cumplimos con las condiciones; porque l ha comprometido su Palabra. No hay un amigo en el mundo de quien vosotros requerirais la mitad de la seguridad de lo que nuestro Padre celestial os ha dado en sus promesas. Review and Herald, julio 29, 1890.APNDICE AA. T. JONES Y E. J. WAGGONER CON RELACINA LAS PROMESASCreemos que la venida del Seor est cerca. Hemos credo esto por largo tiempo, y con el paso del tiempo y con la multiplicidad de evidencias de este suceso somos confirmados en nuestra creencia de que Aquel quien vendr lo har rpidamente, y no tardar. Se dice al pueblo que vive en este tiempo, Ahora, el justo vivir por la fe. Es la fe la que salva, pero las obras vienen como el resultado y el fruto de la fe. Vuestra fe se mostrar por vuestras obras. Es el eslabn de conexin entre Dios y el hombre. Leemos las promesas de Dios y llegamos a ser partcipes de la naturaleza divina. Dios habla, la fe las reclama, y llegamos a poseer aquello que Dios promete; y sin aquello no podemos agradar a Dios. No podemos honrar a Dios con nuestros propios caminos. La fe se aferra de la verdad presente y acta de acuerdo a ella, Hay mucho que el pueblo llama fe lo cual no es fe en ningn sentido. Creer lo que Dios no ha dicho en ninguna manera es fe. Yo puedo creer, pero no por fe, porque la fe debe tener la Palabra de Dios para reposar sobre ella. The Evening Sermon, mayo de 1889Moiss, en medio de las tinieblas y de la apostasa, se erige como un monumento de su fe. Satans no deseaba la liberacin de Israel, pero no poda impedir la obra de Dios. Aunque educado en las cortes de Faran, Moiss elige ms bien sufrir la ignominia de Cristo que comandar las riquezas de Egipto. La incredulidad no hace tales elecciones. Moiss conoca las promesas que Dios haba hecho a los padres y por la fe ech suertes en medio de su propio pueblo. Por lo tanto una vez ms vemos que la fe se aferra de la Palabra de Dios. Ibid.Conoceris la verdad y la verdad os har libres. Notad la ltima mitad del versculo. El efecto de la verdad es libertarnos. La primera mitad es la mejor promesa en la Biblia, si pudiramos medir las promesas. Pero no podemos hacer aquello porque una es justo tan importante como la otra. Todas las promesas son los pensamientos de Dios, y sus pensamientos son eternos. Pero sta es una promesa excelente, Conoceris la verdad. Aquello, me parece a m, es una promesa de lo ms maravillosa. Conoceris la verdad. Pensis que la conocis? Pensad si conocis? Reflexionad en si tal y tal cosa es verdad. No seor. Conoceris la verdad. Esta es la promesa de Jesucristo a vosotros y a m: que cuando confiemos en l y le sigamos, conoceremos la verdad. Y con tanta certeza como nos rindamos a l y le sigamos, l se encargar de que conozcamos la verdad y que confiemos en l para esta realidad. Ibid.No debemos establecernos en nuestras ideas y pensar que ninguno debera interferir con nuestras opiniones. Cuando llegue a vuestra atencin un punto de doctrina que no comprendis, id a Dios sobre vuestras rodillas, para que podis comprender cul es la verdad, y no ser hallados como los judos, luchando contra Dios. . . Es imposible para cualquier mente comprender todas las riquezas y la grandeza aun de una promesa de Dios. Una capta la gloria de un punto de vista, y otra la majestuosidad y la gracia de otro punto, y el alma se llena con la luz celestial. Si viramos toda la gloria el espritu desmayara. Pero podemos tener an mayores revelaciones de las abundantes promesas de Dios de lo que ahora gozamos. Mi corazn se conduele al pensar en cmo perdemos de vista la plenitud de la bendicin que se nos da. Nos contentamos con fulgores momentneos de iluminacin espiritual, cuando podramos andar da tras da a la luz de su presencia. Aquel cuyo oficio es traer todas las cosas a la memoria del pueblo de Dios y guiarlos a toda la verdad puede estar con nosotros en la investigacin de su santa Palabra.Oh, qu promesa es aquella: que conoceremos la verdad! Luego l nos da el Espritu de verdad para guiarnos a la verdad. Y tal Espritu es un gua perfecto, tan infalible que silenciar toda otra voz que no provenga de Aquel quien es la verdad y la vida. 1893 General Conference Bulletin, A. T. Jones, Sermon # 1Hay una palabra en Obreros Evanglicos, 370, 371, que deseo leer, la cual explica con claridad este asunto. Hablando a cerca de los apstoles, dice:Estaban esperando con expectacin el cumplimiento de su promesa y oraban con fervor especial. Este es el mismo procedimiento que deben seguir los que actan una parte en la obra de proclamar la venida del Seor en las nubes de los cielos; pues un pueblo debe ser preparado para que est de pie en el gran da de Dios. Aunque Cristo haba dado a sus discpulos la promesa de que recibiran el Espritu Santo esto no quitaba la necesidad de la oracin.Esto abre el camino para la oracin. Cuando Dios no ha prometido una cosa, estoy libre para orar pidiendo aquello? No, porque debemos pedir de acuerdo a su voluntad. Pero cuando Dios ha prometido, deber hacer algo ms que orar? Esa es la belleza de esto.Ellos oraron con el mximo fervor. Continuaron en oracin estando todos de acuerdo. Los que ahora tienen parte en la obra solemne de preparar un pueblo para la venida del Seor tambin deberan continuar en oracin. Los primeros discpulos estaban todos de acuerdo. No tenan especulaciones ni teoras curiosas qu presentar en cuanto a cmo iba a venir a bendicin prometida.Ahora, estoy tras este pensamiento: No tenan especulaciones ni teoras curiosas qu presentar en cuanto a cmo iba a venir la bendicin prometida. Eso tiene algo para nosotros. No debemos tener teoras curiosas justo en cuanto a cmo es que va a venir... Por lo tanto si habais tenido alguna teora acerca de esto, abandonad esa teora justamente esta noche, y permitid que vuestras teoras queden aniquiladas para siempre. No tenemos el derecho de establecer en nuestras mentes la forma en que el Seor va a hacer las cosas. Esta era la situacin de ellos; sta es nuestra situacin; y hermanos: justo con tanta certeza como la promesa fue cumplida a ellos, con semejante seguridad tal se cumplir ahora para aquellos que estn orando por la misma cosa.1893 General Conference Bulletin, A. T. Jones, Sermon # 7Qu dice Dios? Leo en la pgina 35 del Camino a Cristo:Por su tierno amor l est atrayendo hacia s los corazones de sus hijos que yerran. Ningn padre terrenal podra ser tan paciente con las faltas y las equivocaciones de sus hijos como lo es Dios con aquellos a quienes busca salvar. Qu es lo que l hace? Busca salvar. Este es el camino de Dios. Oh, no, l no espera hasta que los hombres se preparen a s mismos para ser salvos: este es el camino de Satans.Ninguno podra rogar al pecador en forma ms piadosa. De ningunos labios humanos brotaron alguna vez ruegos y splicas ms tiernos para el hombre equivocado. Todas sus promesas y sus amonestaciones son slo la manifestacin de un amor inefable, indecible. Cuando Satans venga a deciros que sois pecadores, mirad hacia arriba a vuestro Redentor y hablad de sus mritos. Eso os ayudar a mirar su luz. Reconoced vuestro pecado, pero decid al enemigo que Jesucristo vino al mundo a salvar a los pecadores, y que vosotros podis ser salvos por su amor inefable. Esto es justificacin por la fe, aquello es justificacin por las obras. Esto es Jesucristo, aquello es Satans. 1893 General Conference Bulletin, A. T. Jones, Sermon # 12CON LAS RICAS PROMESAS DE LA BIBLIA DELANTE DE VOSOTROS, PODIS DAR CABIDA A LA DUDA? PODIS CREER QUE CUANDO EL POBRE PECADOR ANHELA RETORNAR, QUE CUANDO DESEA ABANDONAR SUS PECADOS, EL SEOR LE IMPIDE DURAMENTE QUE VENGA A SUS PIES EN ARREPENTIMIENTO? FUERA CON ESOS PENSAMIENTOS! NADA PUEDE HERIR MS VUESTRA ALMA QUE DAR CABIDA A UN CONCEPTO TAL DE VUESTRO PADRE CELESTIAL. 1893 General Conference Bulletin, A. T. Jones, Sermon # 12Romanos capitulo 4 habla ms acerca de lo que Abraham dijo, o ms bien de lo que pens. Romanos 4:20-22: El no vacil ante la promesa de Dios por la incredulidad, sino que se fortaleci en fe, dando gloria a Dios: y estando plenamente persuadido de que, lo que haba prometido tambin era capaz de realizarlo. Por lo cual tambin su fe le fue imputada por justicia. Ahora como le la noche anterior en referencia al tercer captulo de Romanos, que Cristo fue establecido para ser propiciacin por los pecados del pasado: A quien Dios ha puesto como propiciacin por medio de la fe en su sangre, para declarar su justicia para la remisin de los pecados que estn en el pasado, por medio de la tolerancia de Dios: para declarar, digo yo, en ese tiempo su justicia; a fin de que l pueda ser justo y el justificador de aquel que crea en Jess. El pensamiento es, que Dios es justo al hacer esto; esto es suficiente; l ha respondido a toda demanda. El es perfectamente capaz, entonces, para justificar al creyente en Jess, no lo es? Es perfectamente capaz de hacer justo al hombre que crea en Jess. l ha prometido hacer aquello para todo el que crea en Jess: bien, creis que l es capaz de realizar lo que ha prometido? No ha prometido l hacer aquello? (Congregacin: S.) Creis que es paz de realizar lo que ha prometido? (Congregacin: Amn.) Es capaz l? (Congregacin: S.. Por lo tanto os es imputado por justicia. (Congregacin: Oh, gracias al Seor.) Esa es toda la historia. (Congregacin: Alabado sea el Seor.) 1893 General Conference Bulletin, A. T. Jones, Sermon # 16Oh, todo est dicho en el comienzo. Surgi esta enemistad, y Satans tom cautivo al hombre y le esclaviz en la mente. Dios dice, Yo pondr enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y la simiente de ella. Quin era la simiente de ella? Cristo. Esta (la simiente de ella) herir tu cabeza y t le herirs su `cabeza'? No seor; no seor. T irs su taln. Todo lo que Satans podra hacer con Cristo era seducir, atraer la carne, colocar tentaciones ante la carne. l no podra afectar la mente de Cristo. Pero Cristo alcanza hasta la mente de Satans, donde yace y existe la enemistad, y l destruye aquella cosa impa. Todo est dicho all en la historia en el Gnesis.El aspecto bendito de esto es que Satans slo puede relacionarse con la carne. El solamente puede despertar los deseos de la carne, pero la mente de Cristo permanece all y dice, No, no. Se debe servir a la ley de Dios y el cuerpo de la carne debe ser subyugado.Tendremos que seguir con este pensamiento ms adelante. Pero aun hasta aqu ya hay bendicin, ya hay gozo, hay salvacin en esto para toda alma. Por lo tanto PERMITID QUE HAYA ESTA MENTE EN VOSOTROS, LA CUAL TAMBIN ESTUVO EN CRISTO JESS. AQUELLA MENTE CONQUISTA EL PECADO EN LA CARNE PECAMINOSA. POR SU PROMESA SOMOS HECHOS PARTCIPES DE LA NATURALEZA DIVINA. LA DIVINIDAD Y LA HUMANIDAD SE UNEN UNA VEZ MS CUANDO LA MENTE DIVINA DE JESUCRISTO, POR SU FE DIVINA, MORA EN LA CARNE HUMANA. QUE ESTAS DOS NATURALEZAS SE UNAN EN VOSOTROS: REGOCIJAOS Y GOZAOS PARA SIEMPRE EN ESTO. 1895 General Conference Bulletin A. T. Jones, Sermon # 17Con toda certeza, Cristo particip de la naturaleza divina y de igual forma lo podis hacer si sois hijos de la promesa y no de la carne, pues por la promesa sois participantes de la naturaleza divina. No hubo nada que se diera a Cristo en este mundo, y l no tuvo nada en este mundo, que no sea dado gratuitamente a vosotros o que no lo podis tener. 1895 General Conference Bulletin A. T. Jones, Sermon # 17El argumento, declarado en forma concisa, es ste: 1. La fe en Dios es engendrada por un conocimiento de su poder; desconfiar de l implica ignorar su habilidad para cumplir sus promesas; nuestra fe en l debe estar en proporcin a nuestro conocimiento real de su poder. 2. Una contemplacin inteligente de la creacin de Dios nos provee una verdadera concepcin de su poder, pues su poder eterno y su Deidad son entendidos por las cosas que l ha hecho. Rom. 1: 20. 3. Es la fe la que da la victoria (1 Juan 5:4); por lo tanto, ya que la fe viene por conocer el poder de Dios manifestado en su Palabra y por las cosas que ha hecho, obtenemos la victoria y el triunfo a travs de las obras de sus manos. E. J. Waggoner, Christ and His Rrighteousness, 36El captulo cuarto de Romanos es uno de los ms ricos de la Biblia en la esperanza y en el valor que contiene para el cristiano. En Abraham tenemos ejemplo de la justicia por la fe y se coloca ante nosotros la herencia maravillosa prometida a aquellos que tengan la fe de Abraham. Y esta promesa no es limitada. La bendicin de Abraham llega a los judos como tambin a los gentiles; no hay ninguno tan pobre que no la pueda compartir, pues es de fe, para que pueda ser por gracia; con el objetivo de que la promesa pueda ser segura a toda la simiente. E. J. Waggoner, Signs of the Times, 1890/10/13Quien contra esperanza crey en esperanza, para que pudiera llegar a ser el padre de muchas naciones, de acuerdo a lo que fue declarado, `As ser tu simiente.' Y no siendo dbil en la fe, no consider su propio cuerpo ahora muerto, cuando tena casi cien aos de edad, ni aun la falta de vida de la matriz de Sara; no vacil ante la promesa de Dios por la incredulidad; mas fue fuerte en la fe, dando gloria a Dios; y estando plenamente persuadido de que, lo que l habla prometido era capaz tambin de realizarlo. Y por lo tanto le fue imputado a l por justicia. Rom. 4:18-22.Aqu aprendemos que la fe que Abraham tena en Dios, como uno que poda traer las cosas a la existencia por su Palabra, fue ejercitada con respecto a que era capaz de crear la justicia en una persona destituida de ella. Los que miran a la prueba de la fe de Abraham relacionndola simplemente al nacimiento de Isaac y terminndola all, pierden todo el punto y lo maravilloso del Registro Sagrado. Isaac era solamente aquel en quien su simiente iba a ser llamada, y aquella simiente era Cristo. Ver Glatas 3:16. Cuando Dios dijo a Abraham que en su simiente todas las naciones de la tierra seran benditas, l le estaba predicando el Evangelio (Gl. 3:8); por tanto la fe de Abraham en la promesa de Dios fue una fe directa en Cristo como el Salvador de los pecadores. Esta fue la fe que le fue contada por justicia.Ahora notad la fortaleza de esa fe. Su propio cuerpo estaba ya virtualmente muerto por la edad, y Sara estaba en una condicin similar. El nacimiento de Isaac de un par de personajes tales era nada menos que procrear vida de la muerte. Era un smbolo del poder de Dios para revivir a la vida espiritual a aquellos que estn muertos en transgresiones y pecados. Abraham tuvo esperanza contra toda esperanza. No haba posibilidad humana del cumplimiento de la promesa; todo estaba contra ella; pero su fe se aferr y repos sobre la Palabra inmutable de Dios, y su poder para crear y para dar vida. Y por lo tanto esto fue imputado a l por justicia. Ahora para hacer todo el punto:Y no solamente con respecto a l se escribi que le fue imputada; sino tambin con respecto a nosotros, a quienes ser imputada, si creemos en Aquel que levant de los muertos a Jess, Seor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado de nuevo para nuestra justificacin. Rom. 4:23-25.Por lo tanto la fe de Abraham fue la misma que debe ser la nuestra y con el mismo objetivo. El hecho de que es por fe en la muerte y en la resurreccin de Cristo que nosotros tenemos la misma justicia imputada que le fue imputada a Abraham, muestra que la fe de Abraham de igual manera fue en la muerte y en la resurreccin de Cristo. Todas las promesas de Dios a Abraham eran para l como tambin para nosotros. En realidad, se nos dice en un lugar que las promesas eran especialmente para nuestro beneficio. Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, jur por s mismo. . . Por lo cual Dios, queriendo mostrar ms abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, lo confirm por un juramento: para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, pudisemos tener una fuerte consolacin, los que hemos huido en busca de refugio para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme anda del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jess entr por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre segn el orden de Melquisedec. Heb. 6:13,17-18,19, 20. Nuestra esperanza, por lo tanto, reposa en la promesa y en el juramento de Dios a Abraham, pues aquella promesa a Abraham confirmada por aquel juramento, contiene todas las bendiciones que le son posibles a Dios dar al hombre.Notad dos cosas. Primero, este juramento y estas promesas fueron dados para nuestro provecho. Abraham no necesitaba que Dios le confirmara la promesa con un juramento, pues l ya haba demostrado al mximo que crea la sencilla Palabra del Seor. Pero Dios dio el juramento para que nosotros pudiramos tener nuestra fe fortalecida en su Palabra. Segundo, el juramento y la promesa tienen relacin al perdn de los pecados, y toda la bendicin que Cristo como nuestro Sumo Sacerdote asegura para nosotros. Ellas son para nuestra consolacin y aliento cuando huimos en bsqueda de refugio a Cristo. Por lo tanto cuando venimos a Cristo buscando misericordia y gracia para la ayuda en tiempo de necesidad, se nos da la seguridad de antemano por medio de la promesa de Dios, apoyada por su juramento, de que tendremos las cosas que pidamos. Cmo vamos a detenemos y a pensar por un momento en lo que esto significa?El juramento de Dios es en realidad una prenda o garanta de su propia existencia. El jur por s mismo. Por lo tanto ha declarado que perdera su vida si su promesa fracasara. Sus promesas son tan perennes como l mismo. Como Dios, ellas son desde la eternidad y hasta la eternidad. Por lo tanto, la misericordia del Seor es desde siempre y hasta siempre sobre aquellos que le temen. El Padre y el Hijo son uno; de all que en la promesa de Dios mismo, Cristo est prometido. Pero En l fueron creadas todas las cosas, en los cielos y sobre la tierra, cosas visibles y cosas invisibles,