con azadón y machete. - facultad de ciencias humanas :: … · · 2013-08-24universidad nacional...
TRANSCRIPT
Con azadón y machete Organización del trabajo en granjas orgánicas
autosostenibles
Luis Felipe Medina Moreno
Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas Departamento de Antropología
Bogotá, Colombia 2011
Con azadón y machete Organización del trabajo en granjas orgánicas
autosostenibles
Luis Felipe Medina Moreno
Trabajo de investigación presentado como requisito parcial para optar al título de: Antropólogo
Director:
Doctor en antropología social, Carlos Miñana Blasco
Línea de Investigación: Antropología Social
Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas Departamento de Antropología
Bogotá, Colombia 2011
A mis padres
Agradecimientos
A mis padres, José Medina y Carmen Moreno, y a mi hermano Juan Medina, por su
apoyo emocional y económico. Al profesor Carlos Miñana por sus consejos, correcciones
y atenta lectura. A la compañera Karla Pérez por sus consejos y apoyo emocional. A Tina
Marshall y Bruno de Roissart por permitirme entrar a sus espacios, compartir su forma de
vida, y por todas sus enseñanzas. Y a todos aquellos visionarios que compartieron
conmigo sus días y sus pensamientos.
…….
IX
Resumen y Abstract.
Resumen
Aquí, un análisis sobre las formas en que se organiza el trabajo en dos granjas
orgánicas, una al sur de Ecuador y otra al norte te Bolivia. Para ello, la principal
herramienta es el ejercicio etnográfico. La implementación de teoría del trabajo,
antropología industrial y el concepto de autoorganización de los sistemas complejos son
claves para la realización del objetivo propuesto. Resulta entonces imprescindible la
conceptualización sobre la división del trabajo, las relaciones a que da lugar el don y el
intercambio y la estructura formal e informal del trabajo en el proceso productivo. Se
encontraron varias conductas grupales que, partiendo de las relaciones sociales entre los
individuos, organizan varios aspectos dentro del proceso de producción
independientemente de la jerarquía existente. Ejemplo de esto sería la autorregulación
de la intensidad del trabajo y la oposición a la división sexual del trabajo.
Palabras clave: Organización, don, proceso productivo, autosostenibilidad, división del
trabajo.
X
Con azadón y machete.
Abstract
Here, an analysis about the ways in which the job is organized in two organic farms, one
in south of Ecuador and the other in north of Bolivia. The main tool is the ethnographic
practice. The implementation of labor process theory, industrial anthropology and the
„self-organizing‟ concept of the complex adaptive systems, are keys to the realization of
the proposed goal. Then it is essential the conceptualization about division of labor, the
relations resulting from the gift and the interchange, and the formal and informal
structures of work in the productive process. There were found several groupal behaviors
that organize different aspects inside the production process, starting in the social
relations of people, regardless of the existing hierarchy. An example of this would be the
self-regulation in work‟s intensity and the opposition to the sexual division of labor.
Keywords: Organization, gift, productive process, self-sustainability, division of labor.
XI
Contenido.
Contenido
Pág.
Resumen IX
Conociendo la agricultura orgánica y el WWOOF 1
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical 12
Distribución del trabajo 12
Verticalidad jerárquica 22
Especialización laboral 28
Cambio de rumbo, nota del aprendiz de etnógrafo 33
Sachawasi, la casa de los árboles 35
Distribución del trabajo 35
Del don al trabajo, a la organización 44
Organizando desde arriba y desde abajo 53
Nota del aprendiz de etnógrafo 59
Conclusiones 60
A. Anexo: Información del sitio web de Neverland Farm 64
B. Anexo: Información del sitio web del centro comunitario de permacultura:
Sachawasi 67
C. Anexo: Entrevista con un voluntario en Sachawasi 71
Bibliografía 76
XII
Con azadón y machete.
1
Conociendo la agricultura orgánica y el WWOOF.
Conociendo la agricultura orgánica y el WWOOF.
Esto comenzó unos tres mil kilómetros aproximadamente, al norte de la silla en donde
escribí lo que usted ahora lee. Apenas habíamos llegado al aeropuerto Benito Juárez de
la Ciudad de México y lo último que me preocupó en ese momento fue saber en qué
lugar pasaríamos la noche. Estaba más bien atónito e igualmente estresado por el
tamaño de semejante ciudadela para aeronaves. No podía concebir que toda mi vida
hubiera dado por sentada la idea de que el aeropuerto de mi amada Bogotá era muy
grande, muy bonito y bien organizado. Bueno, tal vez a comparación de otros sí, pero
éste no era el caso. Por lo menos tenemos aeropuerto, así no haya pista de aterrizaje y
sea necesario esperar una fila eterna para despegar o para encontrar una plataforma de
abordaje desocupada al aterrizar. Lo cierto es que esa primera impresión que ofrece el
Benito Juárez a un neófito de los viajes aéreos resulta algo impactante. Una vez
recogimos nuestro equipaje nos dispusimos a salir de la zona aduanera, pasamos ante
ese aparato en forma de portón con una luz verde y una roja donde se decide por
aparente azar a quien le revisan y a quien no el equipaje en búsqueda de sustancias
ilegales. Luz verde, podíamos pasar sin problema, sin embargo no sé si fue por mi cara
de pánico, o por nuestras características soeces expresiones colombianas sumadas a
aquella antigua fama de traficantes de harina de coca procesada y tratada lista para
esnifar, pero en todo caso el inspector no nos permitió pasar sin llevar a cabo una
minuciosa revisión de los equipajes, desorganizando en tan sólo 10 minutos lo que al
menos tomó 5 horas empacar. Esa sería la primera de tantas ocasiones en que me vería
en esas. Superada esta pequeña desavenencia empezamos a caminar por el lugar, buscando
algo de comer y un enchufe para conectar un computador portátil a ver qué íbamos a
hacer. Lo segundo lo conseguimos, lo primero decidimos posponerlo hasta encontrar
algo de nuestro presupuesto. Laura, compañera durante mi estadía en el país de las
2
Con azadón y machete.
tortillas, a ella le entregué mi destino ese día, faltando sólo una noche para que
partiéramos le pregunté si sabía dónde nos íbamos a hospedar -labor que ella se había
comprometido a realizar-, pregunta a la cual no había una respuesta concreta. En el
aeropuerto la vi revisar la internet de manera desesperada hasta que por fin me dijo que
ya teníamos donde quedarnos. De nuevo, esa sería la primera de tantas ocasiones en
que me vería en esas.
Una vez llegamos a nuestro destino, la ciudad de Puebla, ella no tuvo más remedio que
revelarme su secreto para que yo dejara de presionarla por no saber donde pasaríamos
la noche. Se trata de una comunidad en línea, una plataforma mejor dicho -y así
evitamos los juicios que la interpretación antropológica podría dar al término
“comunidad”- cuyo objetivo es facilitar hospedaje y generar un intercambio cultural entre
los viajeros de distintos países. El funcionamiento es sencillo, las personas crean un
perfil donde se especifican sus gustos, sus anteriores viajes, modo de vida, además se
da una descripción de cómo son las instalaciones dispuestas para hospedar viajeros, y
cuenta también con un muro de referencias donde todos los que lo hayan conocido
pueden dejar sus comentarios pues darán una idea de cómo fue la experiencia a otras
personas. El principio implícito radica en la cooperación con un objetivo personal, pues a
mayor número de personas hospede, tendré mayor número de referencias y así al viajar
será más fácil que alguien acepte mi solicitud. Ciertamente no es tan sencillo como
recién lo planteo, pero es una idea general y no me detendré aquí, pues esta plataforma
fue el camino que me llevó a otra igualmente interesante.
Oliver era nuestro primer “couch”1, un joven diseñador gráfico de una de las
universidades más prominentes del país. Yo estaba entonces lejos de imaginar que él
sería el primer voluntario de granjas orgánicas a quien conocería. Al cabo de unos días
me contó que había vivido un año en Inglaterra, al principio supuse que en un
intercambio académico, pero luego me haría saber que durante todo ese tiempo
simplemente trabajó en una granja junto con una chica que allí conoció. Se mostró
bastante reservado acerca de cómo consiguió llegar a ese lugar. Tanto en él como en mi
compañera pude observar cierta cautela para no hacer popular el conocimiento de este
tipo de plataformas, pues, en sus propios términos, podrían verse “prostituidas”, con un
1 “Sofá” en inglés. La plataforma recibe el nombre de couchsurfing.org, existen dos categorías: surfer para
viajero, y couch para quien hospeda.
3
Conociendo la agricultura orgánica y el WWOOF.
exceso de usuarios carentes de compromiso con la “comunidad” que a fin de cuentas
llevarían al deterioro de las mismas. No obstante, producto de la pereza, sería hasta un
año más tarde que me daría cuenta que basta con hacer una buena búsqueda de diez
minutos en internet para descubrir estos sitios tan bien guardados.
Los meses siguientes olvidé un poco el tema, hasta que justo el día anterior a mi regreso,
hablé con uno de los tantos couches que conocí. Al mencionarle sobre el chico que
trabajó en una granja, inmediatamente me dijo, como si fuera algo básico, como si yo
fuera el más ignorante, el último en enterarme: debía buscar WWOOF en internet.
Ésta es una organización que sirve como plataforma para contactar posibles trabajadores
voluntarios con granjas orgánicas, la intención es cambiar el trabajo por la alimentación y
estadía.
Es importante ver cómo plataformas de internet como el Couchsurfing o el WWOOF se
organizan a partir de los mismos usuarios, estos son como pequeñas partes que
actuando con autonomía van configurando la estructura total del sistema. Los mismos
entes, ya sean viajeros, anfitriones, granjeros o voluntarios, han decidido pertenecer a la
organización, ellos mismos se encargan de generar y transmitir información y realizar
aportes de distintos tipos para permitir que continúe el funcionamiento de la plataforma.
No significa tampoco la consolidación de un sistema anárquico donde cada quien hace lo
que quiere, pues en todo caso aparece una suerte de jerarquía la cual se encarga de la
formalización de los aspectos organizativos, a fin de cuentas se crean reglas y figuras al
mando de la labor organizativa. Pero la forma en que cotidianamente se organiza el
sistema depende de los mismos entes y de lo que ocurre entre ellos con sus
interacciones en pequeña escala, que al sumarse a muchas otras de sus semejantes
configuran la estructura general, lo que los teóricos de la complejidad como Waldrop y De
Landa han llamado organización bottom-up.
Vivir de una manera sustentable, esa es una de las premisas impulsadas por el WWOOF,
esto por medio de la agricultura orgánica. El término “sustentable” es problemático ya
que las personas tienen concepciones diversas sobre esto, además en muchas
ocasiones cambia por “sostenibilidad” y ni hablar de lo que pasa si agregamos el prefijo
“auto”. En un primer vistazo, una finca sustentable es una que produce todo lo que
necesitan sus habitantes para vivir. Eso en cierta medida genera un apartamiento, así no
sea del todo, de los escenarios de comercio y de las dinámicas del capitalismo. Ahora,
4
Con azadón y machete.
muchos consideran que también es sustentable una donde a falta de una amplia
variedad de productos, se recurra a la venta de los excesos de producido para así
obtener dinero y conseguir lo que hace falta; una que a partir de las ventas pueda
generar suficiente dinero para adquirir herramientas y hacer mantenimiento al lugar, pero
eso en realidad no significaría gran diferencia con lo que tradicionalmente es una finca de
producción para venta. Aquí es cuando aparece el término “auto” que indica la capacidad
de lograr abastecerse por medios propios restringiendo al máximo relaciones comerciales
con el “exterior”. No se preocupe si no queda claro, porque para mí tampoco lo está, y ni
si quiera lo es para los voluntarios que trabajan en estos lugares ni lo es del todo para
sus dueños. Y cuando dicen tenerlo claro, no es precisamente igual al concepto que los
demás manejan. Lo cierto es que el WWOOF dice promover modos de vida sustentables
mediante la agricultura orgánica.
Varias cosas podría escribir sobre agricultura ecológica, concepto que no difiere mucho
de agricultura orgánica, biodinámica o biológica, que a su vez es parte principal de la
permacultura, conceptos, y no dejan de serlo hasta que analizamos el significado
brindado por las prácticas. En principio los tres abogan por el cuidado de la tierra y del
mismo ser humano a partir de lo que consume y del proceso con el que es creado lo que
consume. Tentado estuve durante un buen tiempo a asimilar -como muchos lo hacen-
estos conceptos con un sentimiento revolucionario, en contra del sistema mundial,
incluso anti-capitalista. Pero lo bueno de los preconceptos con los que se va a campo es
la valiosa oportunidad que se tiene para comprobarlos, aceptarlos, controvertirlos, para
descubrir no sólo cómo funcionan las cosas sino cómo funcionamos nosotros mismos,
que nos equivocamos, a veces tenemos la razón, o la tuvimos o la tendremos, a veces ni
nos importa, a veces la sorpresa de sentirnos a gusto haciendo algo que no habíamos
imaginado puede ser mayor que la decepción de descubrir lo diferente que es lo que
imaginábamos de otra forma. Menos mal las cosas no sólo son de color blanco o negro,
aunque conocer los extremos enriquece la experiencia. Una finca orgánica cuya meta es
un fin lucrativo aprovechándose del trabajo de voluntarios está en el extremo opuesto al
de un grupo de personas que buscan ser una comunidad que a la manera ancestral
tratan de vivir en armonía con la naturaleza hasta algún día estar inmersos en la selva,
totalmente apartados del resto del mundo. Sin embargo, la teoría nos dice que las formas
productivas de ambos comparten metodologías y cosechan frutos idénticos en calidad, la
diferencia está en los objetivos.
5
Conociendo la agricultura orgánica y el WWOOF.
No es mi intención ponerme a favor de unos u otros a lo largo de este escrito, o persuadir
al lector a unirse a una ecoaldea o a un grupo de estos comúnmente llamados hippies -
apelativo que muchos reciben con orgullo- para que se vaya a vivir lejos de todo lo que le
es común. Tampoco es mi intención convencerlo de iniciar su propia finca orgánica y
ganar dinero. No obstante considero que la antropología está en busca de estudiar el
otro, ese otro marcado por la diferencia. Entonces ofrezco disculpas pues las palabras
que aquí siguen, que conformarán párrafos que se convertirán en dos sencillos capítulos,
a ratos pueden tornarse un poco apasionadas al momento de hablar de esos hippies, o
acaso en este mundo industrial donde usted y yo vivimos ¿no es más diferente aquel que
decide alejarse de las comodidades que brinda el dinero que aquel que busca hacer
dinero creando empresa? Que conste en el papel que no hablo aquí de la dificultad de
una u otra labor pues estoy seguro de que en ambas se debe aplicar mucho tesón y
esfuerzo para llegar al objetivo propuesto.
Somos lo que comemos, o por lo menos eso dicen muchos grupos de vegetarianos que
tratan de convencernos de dejar la carne y los alimentos mal concebidos. Y siendo
sincero no están lejos de la realidad, pues es de dominio público que los productores
industriales de alimentos han desarrollado técnicas poco saludables para lograr tener
grandes cantidades de alimento en función de la demanda; estresados animales tratados
con hormonas que les permiten crecer con mayor rapidez, cultivos enteros tratados con
pesticidas y abonos químicos. Esos son los productos que a diario se obtienen en la
tienda de la esquina, o en el mercafruver del barrio o en los almacenes de cadena. Ahora
comprar productos orgánicos es algo exclusivo, no todo el mundo puede pagar hasta el
doble por algo que se ve igual a lo que venden en las tiendas, así el contenido nutricional
sea bien distinto. La proliferación de productos químicos ha generado un mercado de
productos orgánicos de precio elevado cuyos principales clientes son personas con un
amplio poder adquisitivo. De ahí que a pesar de su lento crecimiento y su mercado
restringido, los productos orgánicos no dejen de significar una buena renta.
Son varias las decenas de trabajadores voluntarios que he conocido desde que decidí
tratar este tema, una de las características que la mayoría de ellos tienen en común, es
una apatía total al sistema capitalista y las diferencias socioeconómicas que existen en el
mundo. Alphonse por ejemplo, en el tercer año de los seis que tiene planeados para
6
Con azadón y machete.
darle la vuelta al planeta antes de regresar a su empleo en Francia, me contaba en varias
ocasiones con medio litro de punta2 o varias cervezas -de un litro- en su organismo y
cierta decepción, su apocalíptica visión de un planeta en declive que ya pasó un punto
del cual nunca podrá recuperarse del capitalismo, misma causa según él, que lo llevará a
la extinción. Aunque había otros que decían tener la solución. Después de una
inconclusa y extenuante plática acerca de las diferencias entre el español “puro” y las
distintas variaciones que existen en Suramérica, de los acentos, de la importancia o no y
de la funcionalidad de pronunciar correctamente la zeta, la ce, la ese, la ve y demás,
Marcos, español-belga me hacía saber: “… mi pensar no es de que la revolución está en
las armas o las guerrillas o estas cosas eso es gente que está perdiendo el tiempo, es
que tío, si te pones a pensar la forma de acabar con el capitalismo es sencilla, tan
sencillo como que todo-el-mundo retire su dinero de los bancos el mismo día, se-acaba-
el-capitalismo, te lo digo”3. Palabras pronunciadas durante el sabor refrescante y
contradictorio de “una Coca Cola bien fría”, de la cual también se despotricó, las palabras
no las recuerdo, únicamente las risas ante la ironía de lo que se dice y lo que se hace.
Cierto es, que en muchas ocasiones la intención de alejarse de eso que algunos
llamamos El Sistema, no deja de ser eso, la mera intención. Dado que nacimos y
crecimos aquí donde usted y yo estamos, esa disidencia no es más que una expresión
rebelde de inconformismo, pero el abandono de las comodidades de ciudad es una tarea
mucho más compleja de lo que parece, pues significa el cambio de las costumbres, y por
lo general la gente no reflexiona sobre las suyas hasta el momento en que por distintas
causas tiene que abandonarlas. Devolverse a vivir al campo, y devolverse en un sentido
más amplio, pensando en generaciones enteras que antes vivían allá, un allá que suena
lejos pero que en realidad está cerquitica, ahisito no más, porque yo nací en ciudad y
supongo que usted que lee esto si no nació, por lo menos vivió la mayor parte de su vida
en ciudad. Devolverse entonces no es tarea fácil, pero algunos idealistas que nadie ve y
pocos conocen, intentan retornar todos los días. Mientras, las ciudades se llenan más y
más de los que allá nacieron pero que se vinieron porque creyeron que iban a encontrar
más comida en donde ya ni árboles quedan. Escrito por Bruno, uno que páginas más
adelante volverá usted a encontrar:
“El hecho de haber nacido y crecido en las ciudades siempre nos pondrá en desventaja en
comparación con nuestros hermanos Qeshwas o de otras etnias, pero nuestros hijos nacidos
2 Licor ecuatoriano de fabricación casera y bajo costo consumido principalmente en el campo. 3 Diario de campo, 27 de octubre de 2010.
7
Conociendo la agricultura orgánica y el WWOOF.
en la selva vivirán aquí perfectamente adaptados y serán los precursores de una nueva
humanidad, más sabia que la precedente, si quedan vigilantes… Tratamos de deshacernos
de estas cosas [las costumbres y maneras de ciudad] pero sin forzar, para no tener que
volver hacia atrás. Siendo la finalidad reinventar un modo de vivir en perfecta armonía con
la naturaleza, donde cada tribu va a ser capaz de hacer con sus propias manos todo lo que
necesitará para una vida plena y al mismo tiempo, luchar al lado de los indígenas para
defender su selva.
Luego vamos a poder instalar grupos tribales libres de toda dependencia a la sifilización,
civilizados, más lejos en la selva”4
De nuevo tratando la agricultura ecológica cabe anotar que este tipo de agricultura cuyo
factor principal es un compromiso con el medio ambiente, no implica un distanciamiento
de formas de producción masivas y no tiene por qué asociarse obligatoriamente con
autosostenibilidad. Me explico, existen maneras mediante las cuales, con un apropiado
uso de la tierra y sin afectarla con productos químicos, se pueden crear grandes cultivos
de productos orgánicos cuya finalidad es la comercialización. De otro lado están los
grupos de personas que buscan lograr un autosostenimiento, y dependiendo de la
definición que le demos al término podríamos decir que algunas lo logran y otras no. La
permacultura es un término clave para entender el objetivo de estas comunidades, según
el mismo Bruno: la permacultura se refiere a una forma de agricultura para permanecer
en un lugar, es una agricultura que se preocupa por mantener la mayor biodiversidad
posible dejando actuar a la naturaleza, sin afectar de modo significativo la constitución
natural del terreno, es una “agricultura que produce más energía de la que consume, o
sea sinérgica, todo lo contrario a la entropía”5. La permacultura se refiere entonces a un
planteamiento inteligente del trabajo, que sea eficiente y al mismo tiempo que proteja la
biodiversidad, dejando trabajar a la naturaleza del modo que ella actúa normalmente,
tratando de remover la tierra lo menos posible, dejándola siempre cubierta para que se
enriquezca, haciendo asociaciones y rotación de cultivos. De esta manera se evita el uso
de productos químicos como pesticidas, abonos industriales y demás, y se logran cultivos
orgánicos de primera calidad.
4 Bruno de Roissart, en la página web de Sachawasi: Centro comunitario de permacultura Andina-
Amazónica. http://www.sachawasi.org/esp/voluntariado_esp.html, consultado enero 10 de 2011. 5 Diario de campo, 18 de Octubre de 2010. Palabras de Bruno de Roissart en su clase semanal de
permacultura.
8
Con azadón y machete.
Como objetivo principal de esta investigación se planteó conocer y describir las formas
de organización de dos comunidades dedicadas a la agricultura orgánica como forma de
autosostenibilidad, entendidas como parte de una organización más amplia en internet.
Para ello se caracterizarán varios factores a lo largo de este escrito. Tenemos que ver la
forma en que se articula la organización local de las granjas con el funcionamiento de las
plataformas de internet. Aplicando conceptos sobre la distribución y organización del
trabajo busco determinar cómo es la autoridad al interior de la granja, mostrar la
existencia o no de jerarquías y ver su relación con la distribución del trabajo. Además
intentaré mostrar el papel de los actores involucrados con el funcionamiento de las
granjas, analizando las relaciones que van creando desde dos ámbitos, el don y la
relación salarial de trabajo. De igual forma se intentará mostrar cómo atraen las granjas a
los trabajadores voluntarios y cuál es su finalidad.
El trabajo de campo, que felizmente coincidió esta vez con “trabajo en el campo”
consistió en una etnografía, realizada en dos granjas afiliadas a la organización
WWOOF, una en Ecuador y la otra en Bolivia. La primera, realizada al sur de Ecuador,
durante seis semanas en cercanías al poblado de Tumianuma en la granja Never-
Neverland. La segunda al norte de Bolivia, durante siete semanas a la entrada del
Parque Nacional Madidi, en un autodenominado “centro comunitario de permacultura” de
nombre Sachawasi. Para contactar la primera granja fue necesario adquirir el listado de
granjas de WWOOF Ecuador por medio de internet, la estadía allí fue en los meses de
Julio y Agosto de 2010. Allá conseguí contactos de otros lugares de este tipo en otros
países de Suramérica y de este modo llegué a Bolivia, donde permanecí en los meses de
Septiembre y Octubre. Como herramienta principal y siguiendo la tradición de la
disciplina, llené y rellené el diario de campo, donde se consignaron descripciones de los
acontecimientos cotidianos con especial atención al trabajo, la distribución del mismo, la
comunicación y la información, los conflictos y las condiciones de vida. También recurrí
en repetidas ocasiones a la grabación en medio magnético de entrevistas y
conversaciones con distintos actores de las granjas. En cuanto a la parte de internet,
recogí testimonios de viajeros en blogs sobre sus experiencias en estos sitios, además
de toda la información expuesta por los mismos propietarios de las granjas en las
páginas web y la información de los sitios de WWOOF Latinamerica e Independents.
9
Conociendo la agricultura orgánica y el WWOOF.
Una vez planteado el problema de la organización de las granjas, se puede observar en
una de las ideas de Arturo Escobar en Más allá del tercer mundo: Globalización y
Diferencia el concepto de comportamiento emergente, allí Escobar habla de ciertos tipos
de organización donde se ve una mezcla “entre orden y anarquía, de redes
autoorganizadas y jerarquías” (Escobar 2005:223), bajo este criterio podemos pensar los
movimientos sociales anti-globalización en términos de redes autoorganizadas. Ya en la
parte local, según Manuel de Landa6 casi todas las organizaciones existentes funcionan
sobre una mezcla de orden jerárquico y autoorganización, ejemplificar situaciones donde
se dé sólo uno de estos tipos resulta una tarea supremamente difícil. En este caso nos
interesa confrontar los aspectos autoorganizativos que aparezcan al interior de las
granjas con los de tipo jerárquico y ver en qué momento se interpone la jerarquía a lo que
veremos como organización informal. Según Van Maanen, las organizaciones tienen un
componente formal explícito, y otro informal que se ve en la manera en que se negocia la
distribución del trabajo entre los miembros. Aquí el aporte de la etnografía sería dejar ver
una “cultura del trabajo” que emerge de la interacción entre esos aspectos formales e
informales del esquema organizacional (Van Maanen et al. en Schwartzman 1993). La
organización informal es uno de los aportes más significativos de los estudios
antropológicos a las ciencias organizacionales, se refiere a la organización que se crea a
partir de las relaciones dadas durante el proceso productivo, creando dinámicas que no
están reglamentadas ni vigiladas bajo una autoridad jerárquica (Roca 1998). Mary
Douglas, en Cómo piensan las instituciones (1986), aunque no hace un análisis
propiamente de las organizaciones, sí da un esquema teórico bastante amplio donde
trata temas concernientes al objeto de investigación que nos atañe. Allí pone en
discusión temas como la solidaridad, el cooperativismo, el beneficio individual y el
colectivo, el principio de complementariedad en la división del trabajo y el uso de la
información, entre otros.
Ahora, podemos decir que la cooperación es muchas veces parte esencial de estos
procesos que van desde abajo, que parecen surgir de la nada. Esto se ejemplifica en los
horarios de batalla en las trincheras francesas de la Primera Guerra Mundial donde
ningún bando atacaba de noche dada la peligrosidad, pues se vivía a la zozobra de la
inminente muerte y se llegó a un acuerdo de “vive y deja vivir”. Esto es nombrado por
Hardin (1968) como la “tragedia de los comunes” donde distintos sujetos sometidos a un
6 En http://www.t0.or.at/delanda, consultado 31 de mayo de 2011.
10
Con azadón y machete.
mismo factor de presión pueden desarrollar cooperativismo. Otro ejemplo son los
pescadores que sacan sólo cierta cantidad de peces y sólo de cierto tamaño.
Problemático es cuando algún pescador decide aprovecharse de la circunstancia y sacar
mayor cantidad de peces, o en el caso de la Primera Guerra cuando los alemanes abren
fuego a una hora inesperada contra los británicos, violando el acuerdo intrínseco.
Hablando ahora sí de las granjas, es apenas somera la información que se encuentra
acerca de éstas, de WWOOF y del voluntariado aparte de la información ofrecida por la
misma página web. Un recurso importante en este punto son las publicaciones de
revistas y periódicos que brindan una aproximación al objeto de estudio con datos un
poco más testimoniales que los ofrecidos por la página general de internet y la de cada
país. Por ejemplo, Coeli Carr (2009) señala a la organización como un puente de
comunicación entre viajeros de “bajo presupuesto” con granjas que necesitan manos
extra para sus labores. En otras descripciones, el voluntariado aparece como una forma
de turismo ecológico, en donde los voluntarios no viven más que unos días en las granjas
y las abandonan justo cuando ya están empezando a realizar bien las labores del campo,
aunque en ocasiones permanecen por lapsos largos de tiempo (Clarke 2004). Aunque la
idea de voluntariado hace pensar en primera medida en los voluntarios, otros actores
importantes son los granjeros. En un artículo de Mother Earth News (2007), aparece el
testimonio de Tabitha Alterman, una granjera que habla de la oportunidad de brindar no
sólo comida y hospedaje a los voluntarios, sino “conocimiento” a cambio de su “tiempo,
sudor y músculos”. Se puede ver cómo hay distintos tipos de personas pertenecientes a
la organización de internet, que al mismo tiempo tienen distintos fines.
Usted encontrará aquí dos formas narrativas. El análisis de distintos subtemas que
tratarán de conducirnos por el problema de investigación aparecerá escrito en tercera
persona. La ejemplificación de las distintas situaciones que ocurren al interior de las
granjas está en primera persona, en relatos que intentan personificar distintos actores de
las granjas, principalmente a los voluntarios. Esta estructura narrativa pretende mostrar el
carácter cambiante de las relaciones dentro del lugar, que constantemente se modifica
con el tránsito de los integrantes. Estos relatos son construidos con toda la información
recolectada en entrevistas y en el diario de campo, aunque es obvio que está la voz del
etnógrafo camuflada dentro de los relatos. Cuando haya conversaciones importantes
sobre la percepción de las personas en situaciones específicas, anécdotas,
11
Conociendo la agricultura orgánica y el WWOOF.
descripciones detalladas, y uno que otro pequeño análisis, puede estar seguro que
estará usted leyendo datos del diario de campo y conversaciones de las entrevistas.
Cuando lea opiniones personales y de conflictos sobre terceros, estados de ánimo y
demás, de carácter más personal, estará ante las voces de los otros, extraídas gracias a
la comunicación diaria. Ciertamente no es tan riguroso como lo acabo de mencionar,
pero le servirá para hacerse a una idea. Al final, los relatos son una mezcla entre las
voces de los demás con mi experiencia etnográfica. Entre menos visible sea la línea
divisoria entre ambos, más me habré acercado al objetivo que propongo con esta forma
narrativa. Cabe aclarar que todos los nombres –con excepción del mío y los de los
dueños de las granjas- han sido cambiados, debido a que se expresan opiniones
personales que en ocasiones son desfavorables para otros.
Una vez puestos sobre el terreno algunos conceptos y la metodología, comienzo con
este relato sobre los interesantes hechos ocurridos en latitudes cercanas y no tan
cercanas, donde hachas, machetes, azadones, ollas, perros, lampas, barretas, caballos,
vacas, gatos, más perros, vacas muertas, punta, ceibo, cerveza y cuchillo, habas, papas
de aire, yuca maluca, sierras, segueta, barro, potro y gato y cachorritos muertos, tabaco,
leña, jengibre, horrible jengibre, chicha, caña, trapiche, río -en el río todo es mejor-,
gusanos infectos en perros, gusanos infectos en humanos, gusanos de postre, cactus,
botas pantaneras que huelen, sobacos que huelen más, guitarras, tambores, molinos,
vainas, helados, vino, ratones, menos ratones -la gata engorda-, velas, linternas,
serpiente que asusta, serpiente bonita –puede pedir un deseo cuando vea una verde de
verde-, hormigas, carretas, mosquitos, huertas, chacras, café, mate, ropa sucia, ropa
limpia, tomates, cebollas, lechugas, repollos, naranjas, limas, pomelos y otras cosas
protagonizan las historias de campesinos, arquitectos, ingenieros, vagabundos,
artesanos, antropólogos, técnicos de submarino, publicistas, músicos, budistas, judíos,
católicos, ateos, drogadictos y no tan drogadictos, hippies y no tan hippies, peludos,
lampiños, lampiñas y peludas, que cual si fuera una fantasía se dieron y se dan cita en el
país del nunca jamás y en casas de árbol, estas son las cosas de los que intentan volver
allá, al campo, allasito no más.
12
Con azadón y machete.
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía
vertical.
Distribución del trabajo.
Las comunidades alternativas -y más adelante se hará hincapié en el manejo del término
“comunidad”-, se ofrecen como un espacio en el cual se logra una armonía con la
naturaleza y donde se transforman las nociones económicas que usualmente tenemos
los seres humanos de ciudad. Esto hace parte de un amplio movimiento que parte de
pequeñas dinámicas aisladas espacialmente, pero que en conjunto, crean un colectivo de
personas que comparten una ideología, en cierto modo revolucionaria, buscando
igualdad entre las personas y la protección de la tierra. Neverland es, por lo menos en su
discurso, una comunidad igualitaria. ¿Es esto posible? Es decir, por más que se busque
cierta igualdad entre los seres humanos, hay características de tipo biológico y
organizacional que crean si no una jerarquía, por lo menos una estratificación de los
individuos, por pequeña y simple que pueda ser la comunidad. Hablo de diferencias de
género, edad y de especialización laboral que al interior de las comunidades configuran
un status, como lo argumenta Baxter (Flanagan 1989). Con cierto descuido de lo que las
y los feministas y especialistas de género puedan pensar, la conformación fenotípica de
hombres y mujeres ya nos hace diferentes, y desde una pequeña diferencia como ésta
se empieza a configurar el papel de unos y otros dentro de una comunidad; por
habilidades y aptitudes, siendo en ocasiones algo benéfico para hombres y otras veces
para las mujeres. Así mismo, la experiencia representada en la edad, y las cualidades
físicas y mentales de quienes conforman una comunidad generan especialización en las
labores, otro factor que influye en la estratificación. Dicha estratificación no se evidencia
necesariamente en grandes expresiones, sino que se puede ver desde pequeños hábitos
13
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
como la repartición del alimento, las comodidades habitacionales y el papel político de los
individuos.
En antropología, tal como lo define Nigel Rapport (Barnard y Spencer 1996), se han
tratado varias nociones de “comunidad” a lo largo de los años, que analizan dicho
concepto desde enfoques de ecología y localidad, intereses en común, y estructura
social, e incluso tratan de dar explicaciones desde lo simbólico, hablando de comunidad
como una construcción simbólica de los miembros de un grupo, partiendo de una
conciencia de límites y contrastes en la mente de los miembros. Una gran parte de los
lugares dedicados a la autosostenibilidad se autodenominan como comunidades. En este
caso lo que les hace sentirse como comunidad es el hecho de realizar una acción
colectiva con fines comunes, lo cual requiere la interacción continua entre sus miembros
en un mismo espacio, y esto crea distintas formas de relación. “En sus propias palabras,
pronunciadas hoy durante el almuerzo, Tina le llama comunidad al hecho de realizar un
trabajo en equipo que sea complementario, donde unos y otros se ayuden y todos
realicen distintas labores sin que haya mucha especificidad.”7 Tina es la dueña de
Neverland Farm, su concepto de comunidad nos permite pensar en relaciones sociales
basadas en el trabajo. Independiente de lo acertada que pueda ser su construcción de lo
que es comunidad, en los grupos de autosostenimiento como Neverland, o como se
mostrará más adelante en Sachawasi, es posible ver varias de las características que
podrían definir un grupo como comunidad.
Robert Redfield (1960) estableció ciertas características que permiten pensar un grupo
como una comunidad. Primero, debe expresarse una conciencia de diferenciación, o de
tipo distintivo en las personas de la comunidad con respecto a otros grupos. Segundo,
debe tener una escala social pequeña. Tercero, una homogeneidad que parte
precisamente del hecho de ser pequeña, y cuarto, debe poseer un carácter
autosuficiente, capaz de satisfacer todas o casi todas sus necesidades. Dado lo
controversial que puede llegar a ser declararse a favor o en contra de estas
características para definir una comunidad, o crear criterios para definir qué es una
comunidad, los científicos sociales y los no científicos, suelen acompañar el término para
dar un mayor sentido a lo que se está hablando, de ahí que haya “comunidades
virtuales”, “comunidades indígenas”, “comunidades religiosas”, por nombrar algunas. En
7 Diario de campo, 4 de agosto 2010.
14
Con azadón y machete.
la granja Neverland es obvia la pequeña escala social, la agrupación entre trabajadores y
voluntarios varía entre seis y treinta personas. Así mismo existe una homogeneidad en
cuanto a los intereses dentro de la granja que giran en torno al trabajo de la tierra, en dos
esferas, una marcada por la relación entre voluntariado y aprendizaje, y otra por una
relación salarial. En todo caso hay una reproducción de un modelo de trabajo comunal
donde todos han de aportar pues todos se verán beneficiados. Pero el mismo hecho de
saber que no se asentarán permanentemente cambia por ejemplo el desarrollo de los
conflictos, y a veces existe una elevada tolerancia ante las acciones de los demás. A la
vez, en algunos se aprecia un afán reproductivo -o coital, o “ganas de ligar”, o como
prefiera usted llamarlo-, si comúnmente se dispone de mucho tiempo para realizar el
cortejo, aquí la cuestión es de tiempo, así que los episodios amorosos se crean y
desaparecen rápidamente, aunque no en todos los casos. También existe una conciencia
de diferencia entre los voluntarios de la granja con respecto a los poblados cercanos,
marcada sobre todo por el hecho de ser extranjeros y por ser vistos por los demás como
“los gringos”, “los de Neverland” o “los voluntarios de Tina”. Y finalmente, como grupo de
personas, trabajan para satisfacer sus necesidades, independientemente de que se logre
o no por medio del trabajo de la tierra, pues con los aportes de cada persona se logran
satisfacer las necesidades básicas del grupo. Además, aunque la estadía de las
personas en la granja no es lo suficientemente larga como para tener hijos y enseñar
formas de autosuficiencia a lo largo del tiempo, sí existe un traspaso de conocimientos de
tipo generacional entre los voluntarios que se van y los que llegan, trasmitiendo formas
de trabajo locales de labores que suceden al interior de la granja. En resumen, las
dinámicas de “comunidad” están ahí, la cuestión es que no logran expresarse en forma
clara debido al constante cambio de los individuos que la conforman.
La mayoría de las dinámicas al interior de las granjas se basan precisamente en la
producción, empezando por el hecho de que quienes allá llegaron lo hicieron para
trabajar. A diferencia de una empresa inmersa en el capitalismo, la producción en este
caso es -por lo menos en teoría- para el consumo propio. De todas formas, el darle
prioridad a la productividad significa un tipo de organización donde se evidencia cierta
jerarquía vertical y al mismo tiempo se ve una especialización de las labores, o de tipo
horizontal. Este mismo hecho nos aleja cada vez más de esa igualdad a la cual alude la
dueña al hablar de una comunidad igualitaria. Es claro que por otra parte, esta forma de
trabajo permite la participación de los voluntarios –como trabajadores- en formas alternas
15
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
a las que usualmente tiene el trabajador de empresa en un contexto capitalista. Como
voluntarios, las personas están en capacidad de tomar ciertas decisiones con autonomía
sin un mayor mecanismo de control o conducto regular para toma de decisiones, además
de elegir en qué área quieren trabajar cada día y qué labores desean perfeccionar.
Además autoestablecen su rendimiento productivo no por incentivos económicos sino
haciendo un balance de lo que entregan y lo que reciben de la granja, concepto que será
tratado más ampliamente en el siguiente capítulo. Al sentir la labor que realizan como
algo más propio, alejado de un sistema salarial, se evita la enajenación de los
voluntarios –en su rol de trabajadores- en la producción.
En Neverland hay ciertas labores principales: de tipo administrativo, de cocina, riego,
construcción, deshierbe, siembra, cosecha y animales. Y para su realización existen tres
figuras también: trabajadores, voluntarios y administradora. A continuación Alphonse,
técnico de submarinos francés de treinta años de edad, nos ilustra un poco acerca de
esta división del trabajo. Alphonse es uno de tantos viajeros que utilizan el wwoofing.
Proveniente de Perú, ya había vivido por varios meses en distintos países de
Suramérica, estando la mayoría del tiempo en granjas orgánicas. Está claro que por más
que digan tener interés en aprender sobre biodinámica, permacultura y
autosostenibilidad, muchas de las personas que utilizan el WWOOF ven en esto una
enorme oportunidad de viajar barato. De igual manera los propietarios de las granjas se
benefician también del trabajo de los voluntarios, así evoquen un desinteresado espíritu
de enseñanza. El francés había llegado hasta este continente en un pequeño barco
proveniente del Mediterráneo, navegado por él y un amigo suyo; no es una extraña forma
de llegar cuando se conocen otros que han llegado en bicicleta desde los Estados
Unidos, o los que llegan “a dedo” por la carretera, e incluso los que han atravesado la
selva a pie buscando un lugar para asentarse. A la hora de viajar sobran formas de
recorrer el continente.
Buses hinchapelotas8.
Decidí dejar esa finca camaronera desde hace dos días, no me gustaba. Tuve que
quedarme en un hotel mientras encontraba respuesta de algún otro lugar que me
recibiera. ¡Ah!, se pasaba mejor en Bolivia y Perú, nos poníamos borrachos de borrachos
y de todas formas nadie decía nada. Si no hubiera tenido problemas con Ana tal vez
8 Todos los relatos cuyo título aparece en cursiva, son creados por el investigador basado en los datos del
diario de campo y entrevistas.
16
Con azadón y machete.
podría divertirme un poco esta noche, pero bueno, la chica ya estaba empezando a
hincharme las pelotas con sus formalidades y sus ganas de volver todo un ¡ah!, bueno, la
verdad me asusté cuando me di cuenta que estaba enamorándose mucho, mejor es que
se haya quedado en Perú. Si la chica se estaba enamorando de mí eso es culpa mía,
además no puedo andar en noviazgos y relaciones serias ni esas niñerías mientras estoy
viajando; viajar no está para el amor y el amor no está para viajar. Ahora además puedo ir
conociendo más chicas, por cierto en Puna no había cómo hacer la fiesta, estaba un poco
aburridor eso de tener que nadar todo el día de un puto estanque a otro y darles la comida
a los camarones y los peces. Además era como si yo fuera un empleado más, encerrado
toda la semana en la isla sin poder hacer nada hasta el sábado. El dueño es un maldito
capitalista y yo no gustaba de ser otro empleado, si estaba allá fue por voluntad, pero
¡merde! No voy a servirle a alguien que quiere ganar mucho dinero.
Por fin sólo hay respuesta de dos fincas, veo la pantalla con cierta decepción,
pues envié peticiones a muchos lugares. Uno de los sitios se llama Neverland –vaya
nombre- y el otro es comunidad Rihannon. ¡Bah!, ni sé para qué piden fecha de llegada si
por fin nadie llega en el tiempo que espera hacerlo. Veamos:
“Se pide una donación de cinco dólares diarios… cada persona contribuye de
igual manera en esta comunidad, esta ES una egalitarian community, es bonito, desde
que todos pongamos por igual nadie tiene que pedir permiso para hacer un bocadillo o
hornear galletas, toda la comida es comunal. ¡Pero has muchas!... bebemos y fumamos
un poco, aquí crece nuestro propio tabaco, ¡y nunca dudamos en parar y hacer la fiesta!”9.
Bueno, parece un buen lugar, lo que no entiendo bien es de que cobren cinco
dólares, eso es mucho dinero, nunca antes me han pedido tanto en una finca, pero bueno
creo que puedo ver cómo se pasa allá.
Voy camino al hotel y mientras tanto siento algo que no había sentido ni en Perú
ni en Bolivia, la gente no me mira como algo raro, no se acercan todos a pedirme
monedas, ya no me siento como super-extranjero, sólo extranjero. Eso me hace sentir en
cierta forma cómodo. ¡Igggh! cómo me hinchaban las bolas cuando me hablaban sólo
porque querían que les invitara a algo o les diera dinero, aquí no, aquí me hablan porque
se interesan en conocerme –eso parece- es más, muchas veces ellos invitan.
De nuevo estoy llenando esta maleta con las ropas que me quedan, dos pantalones, tres
camisas y mi único-adorado-cómodo-y-feo par de zapatos, ¿por qué en Suramérica no se
consiguen zapatos talla cuarenta y cuatro? Ah sí, porque todos son pequeñitos. Espero
que el bus que me lleva a Loja no sea como los pequeños buses de ciudad que había en 9 Página web de Neverland, Organic farm. http://www.neverlandfarm.org/index.php. Consultado Noviembre
10 de 2010. Traducción de Felipe Medina.
17
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
la paz, eso era toda una experiencia. Como aquella vez que yendo hacia la comunidad por
una pequeñita carretera donde sólo había espacio para un bus nos hundimos en el barro y
todos los pasajeros nos bajamos a halarlo con cuerdas. Pero bueno, ya en Perú mejoró
bastante, aunque son mucho más caros, los buses tienen sillas gigantes que parecen de
avión, y ponen películas –ninguna buena siendo sincero- y te atiende una chica, se siente
como ir en avión. Aquí en Ecuador está bien, no es nada del otro mundo, aunque me
asusta la posibilidad de irme medio sentado en un pequeñito bus por ocho horas o más.
Bueno, al parecer mi bus ya está listo para abordar, uno de estos chicos -más
pequeño que mi maleta- me ayuda a ponerla en la parte trasera del vehículo, ¡wuah! Se
ve que está grande, tal vez no voy a tener problemas esta vez. Voy a comprar una
botellita de agua, aprovecho para coquetear con la chica que la vende: “cómo te llamas,
de donde eres”; ya estoy acostumbrado a las latinas preguntando esas cosas. Veo que el
bus empieza su marcha y sin despedirme me apresuro a alcanzarlo. ¡Fils de P! ni si quiera
puedo estar de pie sin tocar el techo del bus con la cabeza, el espacio de las maletas es
tan grande que casi supera el espacio para personas, y tiene tantas sillas que la distancia
entre ellas es de apenas unos centímetros, sólo hay una silla disponible, está lleno este
bus, aunque aquí a diferencia de Bolivia la gente prefiere de esperar otro bus y no de
viajar diez horas de pie. Pues bueno, me siento en ese delgado cojín que tiene cuatro
resortes por dentro –sé que son cuatro porque se salen y tallan en mi trasero- y después
de muchos intentos fallidos me resigno a que mis piernas no se podrán estirar, el tipo de
enfrente de seguro también tendrá que resignarse a sentir mis rodillas empujando su cojín
por el resto de la noche.
Perros y montañas.
Ya llevo varios días en esta finca, resultó ser un buen lugar, es un valle escondido
donde crecen muchas frutas, pasa un río justo por la mitad de la finca, y hay muchos
animales. Bueno, a comparación del anterior lugar esto es mucho mejor, a media hora
caminando hay un pequeñito pueblo donde venden cerveza, y la verdad cinco dólares no
están nada mal para la habitación y la comida que hay. La dueña es una señora hippie de
Estados Unidos, me dijo que vive aquí desde hace trece años, hay varios voluntarios más,
aunque la verdad no son muchos, somos como cuatro, y hay varios trabajadores además.
No entiendo eso, es el primer lugar autosostenible al que voy donde aparte de voluntarios
hay trabajadores, bueno, vamos a ver cómo se pasa.
Siempre me han gustado más los gatitos que los perros. Son independientes,
calmados, ayudan a matar ratas y otros animales, además están tiernos, en cambio los
18
Con azadón y machete.
perros todo el tiempo te hinchan la bolas, solo quieren la comida y no ayudan en nada, lo
único que hacen es ladrar todo el tiempo. Este perro Stubbie es tal vez el más estúpido
que jamás haya conocido, todo el tiempo encima de ti, y corre detrás de ti todo el tiempo,
con los otros chicos dijimos que no se debería llamar Stubbie sino Stupid. Clem, el gato,
es en cambio un lindo animal, alimentarlos es algo que me gusta hacer, los animales
sufren como los humanos, sienten hambre, por eso cuando Tina –la dueña de la finca- no
está, me preocupo de poner comida a los perros, los gatos y las gallinas. La comida de los
perros la trae Tina de Vilcabamba, de eso me di cuenta el día de la fiesta porque llegó con
un gran paquete de comida para perro, todo eso se guarda en la cocina. La cocina es un
buen lugar, a diferencia de otros lugares donde he estado, aquí cocinan con gas, lo cual
hace que sea mucho más fácil cocinar, pero a la vez es un costo más y lo terminamos
asumiendo los voluntarios. Además porque también hay agua caliente, hace más de tres
meses no me bañaba con agua caliente, y todo eso funciona con gas. Tenemos otros
lujos, por así llamarlos, hay energía eléctrica generada con paneles solares, esa se utiliza
para la luz de la cocina y para los speakers, ¡tenemos música!, eso está bien y además
Tina me dice que muy pronto van a poner el internet.
Voy a la cocina y le doy una mirada a lo que queda en las ollas, me dieron ganas
de comer y simplemente voy sacando un poco de cada cosa que encuentro y la pongo
sobre uno de los platos grandes. Los platos amarillos de plástico que están adornados con
flores, esos son los mejores, ya me di cuenta que a los otros no les cabe mucho y ahorita
tengo súper-hambre, entonces necesito comer mucho. El trabajo para poner internet fue
muy difícil, aunque igual fui yo quien se ofreció a acompañar a los trabajadores cuando
Tina nos preguntó ayer si alguno estaba dispuesto. Volvimos hasta muy tarde de la
montaña, lo bueno es que la comida nos esperaba. Cuando estábamos en la montaña
teníamos que hacer un grande hueco en la tierra y poner allí el cemento para la antena,
los caballos nos ayudaron a cargar todas las cosas porque eran muy pesadas, el camino
es largo, son como treinta y cinco minutos subiendo y es súper-empinado. Además todo el
puto día hizo sol y nos daba en la cara porque no había nada de sombra donde
escondernos. Lo chistoso de la historia es que aún no está listo el internet, hay que volver
después para realizar los ajustes técnicos. Mientras salgo de la cocina con mi plato pasa
cerca a mí Camilo y me pide que le regale un cigarrillo. “Ya te dí muchos allá arriba en la
montaña, no me van a quedar más” le contesté, y él me vuelve a decir con esa voz que no
se entiende nada, como gritando pero como hablando para adentro “¡Ucha! regalami´ uno,
un cigarrito que ya me voy”. Únicamente por quitarlo de encima decido sacar la cajetilla
del bolsillo de mi pantalón y ofrecerle uno, pero es la última vez que le doy, en los pocos
días que he estado aquí he tenido que darle muchos y no me gusta que la gente sea así,
19
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
igual me ha pasado en muchos lugares y es algo que detesto. Sobre todo porque soy yo
el que tiene que comprarlos en el pueblo, bueno, la próxima vez que Tina vaya tendré que
pedirle que compre para mí.
Vuelvo a mi habitación ya con el estómago a reventar y un poco cansado
buscando mi cama. Fui afortunado porque la habitación es muy buena, es súper-grande y
está adornada con muchas pinturas en las paredes. La cama es de madera, se nota que
la hizo gente que no sabe mucho de construcción, la estructura está toda amarrada con
alambres, pero tiene un buen colchón. La casa es un poco vieja, y hay otras dos
habitaciones: una arriba y una al lado de la mía, y bueno otra que no tiene una pared, esa
es como estar a la intemperie. Lo malo de mi habitación es que está un poco lejos del
baño. Bueno, para orinar no hay ningún problema, pero para cagar si es un problema
porque el baño está como a unos cien metros de donde estoy, hay que bajar primero
hasta la cocina y luego ir camino a la casa de Tina y subir una pequeñita montañita, el
baño es seco y pusieron una tubería para tener lavamanos al lado. La ducha está cerca a
la cocina, como a unos veinte metros, justo en frente de la jaula de las gallinas, es al lado
de la casa donde están durmiendo Felipe y Andy. Esos dos chicos fueron a la fiesta el
sábado, pero Andy se fue muy pronto, al parecer no le gusta tomar. Por cierto que en la
fiesta había una mujer bien guapa, morena y pequeña, vamos a ver si la vuelvo a
encontrar en el pueblo.
Parle español.
Bien, la verdad es que arrancar plantas de sapote no está muy divertido, ya va
toda una semana haciendo eso y me cansa un poco. Le propongo a Tina arreglar la jaula
para compost porque he visto que las gallinas se saltan dentro y se lo comen, ella le da
poca importancia y me da vía libre para hacerlo, pero primero me voy a la casa de
herramientas para sacar lo que necesito. Allí están Camilo y Pedro –ambos trabajadores-,
el segundo cambia su ropa por ropa de trabajo, Camilo simplemente está allí charlando
con él. No entiendo nada de lo que dice Camilo, eso es una mierda de Suramérica. En
Brasil no quise aprender mucho portugués porque no me iba a quedar allí mucho tiempo.
En Argentina aprendí mucho del español, y resulta que cuando llegué a Bolivia es como si
hablaran otro idioma, luego en Perú pasó igual y en Ecuador voy en las mismas. Además
este chico según nos dijo Tina, tiene problemas de sordera y bueno no sé, yo creo que es
más que sólo eso. La cosa es que nunca le entiendo nada, aunque por lo que le dice
Pedro sé que están hablando de alcohol y de putas. Lamento interrumpir su alegre
conversación pero necesito saber dónde puedo encontrar un poco de malla, me indican el
20
Con azadón y machete.
lugar y cuando la recojo quedo muy decepcionado. Está vieja de vieja y además no es
suficiente, viene en tres pequeños pedazos, a ver que tanto puedo hacer con esto.
Mientras trabajo en la jaula llegan dos chicas nuevas, al parecer son de Estados
Unidos. Se ven amables, sus nombres ya no los recuerdo, ¡jaja!, pero bueno tendré
muchos días para aprenderlos. Las malditas gallinas no paran de hincharme las pelotas
mientras intento arreglar esto, la más pequeñita, la negra, ¡jah! Todo el tiempo se mete
por donde puede para robarse las sobras del compost, ¡ya veremos si después de arreglar
esto te sigues metiendo!. Viene Luis Ernesto y me dice que Tina me necesita en la cocina,
las chicas nuevas dejan sus mochilas en la mesa mientras les ofrecen algo de comer, veo
a Felipe aparecer por detrás de la cocina y cuando estamos reunidos con Tina, nos pide
un favor:
“Chicos, vengo del pueblo y están muy emocionados porque la otra semana son
las fiestas. Están arreglando la iglesia como cada año, pero necesitan más ayuda. Quiero
saber si ustedes pueden ir y ayudar a pintar” después que ella dice eso no puedo imaginar
la expresión de mi rostro, miro a Felipe, miro a Tina, miro a las nuevas, miro a Tina, miro a
Felipe y miro a Tina, “¿es en serio?” respondo.
“Claro que sí, mira, en el pueblo la gente me pide el favor porque quieren más
gente, están haciendo una minga de trabajo para terminar rápido la iglesia, y bueno
necesitan alguien alto para pintar bien, y como vieron que llegó un chico alto.”
“No puedo creerlo, ¡yo pintando una iglesia!, ¡Jaja!, está bien”, volteo a mirar al
chico colombiano y subo mis hombros con una expresión de resignación, recordando las
charlas que hemos tenido sobre las religiones y sobre dios, pues bueno, por más que yo
no crea en esas cosas estoy por hacerle un favor a Tina.
La gente es amable aquí en el pueblo. Con razón me necesitaban, son todos
pequeñitos y la iglesia es súper-grande, pues digo, para ser un pueblo de sólo trescientas
personas es grande. Aquí sólo hay ancianos en la iglesia, tal vez hay como unas tres
chicas, supongo que vienen obligadas por sus abuelos. El color está bonito, es como
verde o azul claro, le digo eso al chico colombiano y tenemos una pequeña discusión
porque él no lo cree así. Es la una y nos llaman a comer, habían preparado una gran olla
con sopa para todas las personas que estábamos trabajando, y también una bebida
caliente y espesa que estaba buena. Mientras los demás terminan de comer voy a revisar
que el caballo esté bien y lo llevo a tomar un poco de agua, el calor es insoportable y el
pobre animal debe estar cansado. Otras dos horas pintando y por fin terminamos, no
pensé que fuéramos a terminar tan rápido, aún falta el exterior de la iglesia pero fue una
21
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
buena jornada. Nos despiden y nos dicen que nos esperan para otra jornada y pintar el
exterior, jummm, pero yo no lo creo así.
Zennia y Tara, son los nombres de las nuevas chicas, Tina nos dice discretamente
que ellas son pareja y que exige mucho respeto de nuestra parte. Todos hacemos gestos
de que no es algo importante. Vienen de Perú, están realizando un viaje por Suramérica
de unos cuantos meses. Voy a hablar con ellas y ¡oh, merde! ¡Una de ellas no habla nada
de español, ¡fucking English!, tendré que intentarlo de todas formas. Pasamos hablando el
resto de la noche con las chicas, el colombiano y Tina nos daban consejos para hablar
español, pues ni Milka ni Tara lo hablan. No sé si es porque mi primera lengua es el
francés pero se me ha facilitado bastante el español, les doy las claves a las chicas:
“Si el verbo está en presente y lo estás haci-endo pones endo al final, sin
conjugación termina en ar, er, ir. En pasado termina en o, y ya. Ah si, y es importante que
a todo le pongas ito al final, carro carrito, pequeño pequeñito, verás que es fácil” le dije a
Tara.
“Muy bien Alphonse, ahora diles la diferencia entre yo soy y yo estoy” me dice el
colombiano.
“Bueno, ¿qué esperas chico?, ¡soy aprendiendo, no me hinches las bolas!” miré a
Tina y todos reímos, hasta los que no entendieron.
A este punto ya tenemos que existen varios tipos de labores al interior de la granja. La
encargada de la toma de decisiones y la designación de las labores es la dueña del
lugar. A su lado, se encuentra el trabajador “principal” cuya importancia es dada por su
antigüedad, pues conoce mejor que nadie las labores, necesidades y demás al interior de
la granja. Él debate en ocasiones con la dueña las labores a realizar y la mejor forma de
hacerlo, y dispone también de los demás trabajadores para asignarles tareas. En la parte
más operaria se encuentran los trabajadores de la granja, éstos deben atenerse a
realizar las labores que le sean asignadas, cumplen con un horario estricto y reciben su
jornal, éstos se dividen en varias especialidades: Construcción, riego, cocina, animales,
preparación del terreno, jardinería, transporte de víveres, cosecha y siembra. La cocina y
el aseo de áreas comunes son realizados por una mujer –la esposa del trabajador de
mayor antigüedad- la construcción y el riego son realizadas por otro trabajador, aunque el
riego es susceptible de ser realizado por otros. El trabajo con los animales, la jardinería,
el trasporte de víveres y la cosecha, son labores que realiza cualquier trabajador y son
las más comunes para ser realizadas por los voluntarios de la granja, pues las demás
requieren cierto conocimiento y una mayor responsabilidad. A diferencia de los
22
Con azadón y machete.
trabajadores de la granja, a los voluntarios no se les ordena sino que usualmente se les
pide el favor de realizar una u otra labor. Éstos son libres de trabajar en el área de su
interés, pues a fin de cuentas ellos no están recibiendo pago por su labor, al contrario
contribuyen económicamente y también con trabajo.
Verticalidad jerárquica.
Todas las jornadas comienzan en la cocina. A veces la dueña es la primera en levantarse
y prepara algo de desayuno para todos, incluidos los trabajadores. Cuando no, cada
voluntario se responsabiliza de su propia comida. Luego la dueña decide las labores
diarias, a veces hay agendas semanales que se consignan en un tablero cercano a la
cocina. Ella se basa en una guía que a partir de las fases lunares indica los mejores días
para plantar y cosechar, ya sean legumbres, frutos o raíces. Da indicaciones a los
trabajadores acerca de qué hacer con los distintos animales, por ejemplo si las vacas y
caballos no tienen más hierba para comer hay que moverlos de sitio, y así mismo hay
labores cotidianas con los animales, como alimentar gallinas y perros, que después de
unos días no hace falta especificarlas, pues los mismos voluntarios las aprenden. En
ocasiones discute con el trabajador más antiguo sobre labores que ella no había notado y
que se hacen necesarias, y así mismo suele recibir propuestas de los voluntarios acerca
de actividades que les gustarían realizar o proyectos como la construcción de
composteros, recolección de bosta, deshierbe, preparación de canales y demás
actividades.
En busca de solucionar el problema de igualdad al que hacen referencia los propósitos
de la granja, primero aclaremos la diferencia entre estratificación y jerarquía. En el
sentido más simplificado de lo que ha tratado la antropología, la estratificación significa la
institucionalización de la división social en distintas categorías según Berreman
(Flanagan 1989), y la jerarquía se refiere a las relaciones personales de dominio de unos
sobre otros que generan desigualdad (Flanagan 1989). En las relaciones que se dan en
torno a un proceso de producción, se da una división vertical de trabajo entre mental y
manual, y una especialización de las tareas del trabajo manual, dicha especialización no
23
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
hace parte de una división jerárquica sino horizontal (Hernández 2006). En esta granja la
“labor mental” es realizada en su mayoría por Tina –la dueña- y por Héctor –el trabajador
de mayor antigüedad-. El hecho de ser el cerebro de la granja los pone en un nivel mayor
que al resto de los empleados, ellos disponen de los demás y asignan las labores por
medio de órdenes. Los voluntarios son un caso especial, la comunicación con ellos es
mucho más amistosa y además pueden expresar su inconformismo ante las actividades y
no realizarlas si es el caso. Los trabajadores de la granja, al contrario, deben realizar a
cabalidad las actividades asignadas sin importar su desacuerdo, pues de esto depende
su permanencia en el trabajo. Podríamos decir que los trabajadores son –como se
plantea en el marxismo- enajenados del producto de su labor (Hernández 2006), ya que
su retribución es sobre todo económica, a diferencia de los voluntarios. Aparte de la clara
estructura jerárquica presente en este lugar, la imposibilidad –ya sea por ser individuos
transitorios, o por estar subyugados en la distribución del trabajo- de los trabajadores y
habitantes de la comunidad, de cambiar su papel político y llegar al “poder” que supone
el hecho de realizar labores mentales, aleja aún más este lugar de ser pensado como
una estructura igualitaria10. Diferenciando entre ideologías igualitarias y prácticas
igualitarias (Deveraux 1987 en Flanagan 1989), lo invito a usted, a ver este caso como el
manejo de una ideología igualitaria, un sistema basado en una ideología igualitaria
“puede contener enormes desigualdades tanto en recursos materiales como en acceso al
poder –esas desigualdades se atribuyen a las diferencias en las aptitudes o habilidades.
Las diferencias de rango son entonces atribuidas a diferencias en los méritos.” (Flanagan
1989:248). Además, una estructura desigual puede ofrecer una ideología igualitaria para
lograr el cumplimiento de ciertos objetivos.
Luis Ernesto, ecuatoriano nacido en Quinara -provincia de Loja-, es uno de los
trabajadores en la granja, aunque lleva varios años trabajando en ese lugar no es el
empleado de mayor antigüedad. Según Tina, de todos los trabajadores de la granja él es
quién más sabe de construcción. Y aunque se supone que está al mismo nivel que Pedro
y Camilo –otros dos trabajadores-, él tiene cierto poder para realizar con autonomía las
distintas labores de la granja que son indicadas por Tina o por Héctor –el trabajador de
mayor antigüedad-. Él realiza una especie de trabajo mental combinando la labor manual
pues supervisa in situ e indica la manera de realizar los trabajos a los demás, ya sean
10
Ya sea que tratemos el concepto comunidad igualitaria como la ausencia de una estratificación, o
simplemente como la equivalencia de derechos y deberes entre los individuos.
24
Con azadón y machete.
trabajadores o voluntarios. A continuación su relato nos mostrará un poco cómo funciona
la repartición del trabajo y la jerarquía de producción en la granja.
Never-riego.
Eran las seis de la mañana y el despertador se me descuadró, como quien dice
mejor, el gallo se calló y no avisó, o no lo oí, o algo pasó. Entonces me tocó salir sin
bañarme para caminar hasta la finca. “Ojalá haya buen desayuno hoy” pensé, y bien que
cuando llegué la Tina estaba haciendo unos de esos jotkeis -¿o pankeis?- que quedan
bien ricos con la miel de caña, hola que va, hola que viene y fui a mirar las gallinas.
¡Chucha11
! que no había huevos todavía, les falta una semana o dos pa‟ que empiecen a
poner. Volví a la cocina y ya estaba allá el Camilo, “ayúdame a afilar los machetes” le dije,
y el perezoso éste se hace el que no escucha, a veces pienso que no es tan sordo, sino
únicamente cuando le conviene. “Hay que comprar otra cubeta de huevos” dijo la Tina
porque se gastó el último huevito en la masa para los jot-keis, pues bueno ése es un
mandado que no voy a hacer yo, que le diga al hermano de Elvira que se los traiga la otra
semana. Nos sentamos a desayunar y de repente empiezan a salir los gringos, por ahí
había una que le estaba ayudando en la cocina a la Tina, apareció su novio supongo, y el
calvito de bigotes que llegó a principio de semana, ¡ah! y uno nuevo que no había visto, es
grande, ojalá que ayude porque el calvo no es que haga mucho, aunque igual si no me
entiende pues difícil. Lo bueno es que este grande habla español. Mientras nos tomamos
el café del desayuno le pregunto: “Cómo te llamas?”
“Alphonse”, me dice mientras me mira a la cara sin despegar su boca del pocillo,
“¿y tú?”
“Luis Ernesto, no te había visto”, giro la tabla de la mesa donde está el plato lleno
de jotkeis y agarro uno, le pongo la miel de caña y le pregunto “¿cuándo llegaste?”
“Ayer en el medio día, fue un poco difícil de llegar pero pues bueno, vamos a ver
cómo se pasa.”
La Tina se fue a Vilcabamba hoy, esa vendrá por ahí hasta mañana en la noche
para la fiesta del colegio. Voy a ver qué hacer en la entrada de la finca, me dijo que yo
tenía que arreglar la parte de lacerca por donde se pasan las vacas y también ir a ver
cómo está la yegua que está preñada, la que aparté en la montaña la semana pasada. Lo
mejor es hacer un poco de riego hoy, llamo a Camilo para que venga a ayudarme y le digo
a Pedro que siga con el desmonte del sapote que hay atrás de la cocina, eso es cosa de
Tina, quiere que tumbemos todo eso porque el sapote se está volviendo monte, además
hay que tirar los árboles grandes que son los que tiran semilla, y abrir campo para que
11
Exclamación típica ecuatoriana.
25
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
salga pasto pa‟ las vacas, pero eso será la otra semana, o después. Al final pienso que es
mejor irme sólo a cuadrar el riego, mando a Camilo a que vaya con los gringos y les
enseñe a recoger fruta, en eso se le va por lo menos unas dos horas. Menos mal que hoy
vino Elvira –la cocinera-, esa man si cocina rico.
Es la una, el tiempo se me pasó bien rápido, llego a la cocina y la Elvira ya había
arreglado la mesa con el hermano que llegó a ayudarle. Sopa, carne, papas, arroz,
ensalada, el almuerzo está bueno hoy. Casi todos andan cerca, sólo faltaba yo pa‟
arrancar a comer. “Bueno, empecemos” dice Pedro, sirve limonada y va pasando los
vasos a cada uno, Elvira agarra cuatro platos: para Pedro, Camilo, su hermano y para mí.
Lo primero que les pone es el arroz, cinco cucharadas gigantes, luego pone fríjoles y
papas, ya sabe que la sopa y la ensalada nos la servimos nosotros mismos. Mientras ella
nos sirve, cada uno de los demás que está en la mesa se va armando su propio plato.
Éstos casi no tienen apetito, no han terminado cuando nosotros ya vamos por el segundo
plato, lo malo es que para la repetida rara vez queda carne. Con el buche lleno nos vamos
a echar una siesta. Me acuesto en la hamaca y Pedro y Camilo sacan los cojines y se
acuestan en el piso. Compartimos un tabaco, la Tina esta vez no nos dejó nada de
tabacos, de seguro se le acabaron. A lo mejor traiga bastantes de Vilca mañana para que
no hagan falta la otra semana. “Bien, ya las dos, hora de volver a trabajar” les digo a éstos
pa‟ que se paren y volvemos a lo nuestro: “Pedro que siga tumbando monte y Camilo
que me ayude a hacer canales de riego”. Rápidamente se llegan las cuatro. Bueno que
mañana no está la Tina, así no hay que apartar el ternero porque ninguno de los que
queda sabe ordeñar. Me despido entonces del Camilo, me pregunta si voy a estar mañana
en la fiesta del colegio, “pues no sé, no creo, va a estar mala” le respondo, “¿vos vas a ir?”
“Pues yo sí creo, pero no tengo plata, no tengo nada nada” me dice mientras alista
unas lechugas que se va a llevar en una lona.
“Pero qué, solo son dos dólares la entrada.”
“Pues si encuentro a la Tina le digo que me dé”, una sonrisa maliciosa sale de su
rostro, él sabe que a ella no le gusta que tome tanto, pero le da igual.
“No le vas a meter el dedo, que verrrrga, como si andar sin plata te impidiera a ti
ponértela, el problema más bien sería que el chuchaqui12
no te deje levantar mañana,
adiós pues.”
Never-chascos.
Tina les pidió al colombiano y al calvo que le ayudaran a Pedro tumbando monte
por la mañana. La cosa se puso difícil porque ella echó a Facundo, tras de que no vino
12
Ecuatorianismo para resaca, „guayabo‟.
26
Con azadón y machete.
varios días de la semana pasada, tampoco vino a lo de la instalación de la antena, eso sí
quién lo manda, ¡que huevada! Y ahora me toca a mí decirle cuando lo vea la razón de
Tina, que no vuelva más. Por ahora voy a cortar uno de los palos grandes, ese tronco nos
va a servir para ponerlo de soporte en el segundo piso de la casa de Tina, Camilo quiere
cortar pero él no sabe manejar la motosierra, sabe que esas cosas sólo las hago yo. Toca
primero aceitarla y ponerle gasolina, verrrrga que no prende. Uno, dos, tres jalones y no
prende, me armo de paciencia y lo vuelvo a intentar, y viene, la séptima es la vencida.
¡Fuera abajo!, el perro este sí que es metido, un metro más ¿o uno menos? y no viviría.
Le digo a Camilo que vaya por más gente porque el tronco éste es muy pesado. Pasan
veinte minutos, ¿qué se quedó haciendo este man? pienso, ya lo iba a ir a buscar cuando
apareció con Pedro, el francés y el colombiano. “Bueno niñas, ojalá hayan desayunado
porque nos toca llevar esto hasta la casa de Tina” les digo en tono burlón. Agarramos
entonces a montar el palo al hombro, momento que algo anda mal, uno de ellos dice que
tenemos que formarnos por estatura o si no toda la fuerza la van a hacer el primero y el
último. Después de organizarnos bien, agarramos cuesta arriba pa‟ llegar a la casa de
Tina y al final dejar el tronco tirado a la entrada de la casa porque resultó ser muy largo y
toca cortarlo. Pero la moto se quedó en el cuarto de herramientas así que será después.
El almuerzo estuvo regular, mientras lo servían chanceamos al colombiano y al
calvo que andaban ayudándole a Pedro, y una vez estuvo todo servido y todo comido, me
puse a hablar con Camilo mientras lavábamos la loza. El colombiano se paró primero para
lavar lo suyo y detrás de él andaba el Pedro esperando, como hoy no vino la Elvira y
cocinó Tina, el almuerzo no fue gran cosa, no me imagino qué merienden aquí por la
noche, pero lo que sí sé es que el reguero de loza es mucho cuando no viene Elvira. De
todas formas las viejas que anden por ahí se ponen a lavar, como ellas casi no sirven pa‟
echar machete entonces se van a deshierbar al jardín o ayudan a organizar la cocina y la
mesa. Esta vez bajamos el almuerzo con café pero sin cigarro, La Tina anda brava que
porque se le desaparecen muchos tabacos, y el francés éste dice que ya no tiene. Yo creo
que sí tiene pero no nos querrá dar por tantos que nos dio el otro día en la montaña.
Otra vez trabajando, me fui a la parte de arriba donde está Pedro para tumbar un
poco de monte y ver cómo les va quedando. Pedro tiene machete, por ahí hay una lampa,
y los que le ayudan más que todo trabajan es con las manos quitando los arbustos más
pequeños. Mientras, les explico cómo agarrar mejor la mata para arrancarla, Felipe
empezó a hablar con Pedro, no pasó mucho antes de que este man le empezara a contar
sus penurias al colombiano que es todo aniñado. “La mujer mía me dejó por irse al
27
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
chongo13
” dijo Pedro, “¿el chongo? ¿o sea que se fue de puta?”, le respondió el otro,
apenas pensaba yo en que si me hicieran esa no sabría qué hacer con mi vida.
“Sí, la vieja ésta se fue y me dejó con los hijos, ahora me toca a mí sólo responder
por los dos, ni les manda un centavo tampoco.”
“¿Y de cuantos años?” preguntó Felipe, alejándose del suelo con una expresión
de seriedad ante el asunto, pero al mismo tiempo se veía asombrado de la actitud relajada
y las palabras de Pedro que le salían como sin odio.
“De cinco y tres añitos, y lo peor es que ya uno va a entrar a la escuela y todos los
gastos que se vienen, hasta la misma familia de ella –su mujer, la prostituta- me ayuda y
saben cómo es ella”. Siguió un silencio un poco incómodo, hasta que llegó Camilo con sus
huevadas a fastidiar. El trabajo después del almuerzo, siendo sincero, no es tan fuerte
como el de la mañana, así que estos manes empiezan a pendejear. Entonces se ponen a
molestar al Camilo, “¿y a qué hora te fuiste de la fiesta el sábado Camilo, cuando nos
fuimos tú ya estabas tirado en el suelo?” le dicen.
“Ah, pos ahí, pos ahí si, jahhh, jmmmm” respondió así como lo responde todo, sin
un sí o un no, pareciera no entender lo que el otro le dice, lo que sí es seguro es que
nadie entiende nada de lo que Camilo dice.
“Amaneciste en el chongo, verdad Camilo” dijo Pedro desde el árbol que estaba
meando mientras apenas alcanzaba a echar un vistazo sobre un hombro. Todos soltamos
la carcajada y miramos a Camilo que apenado agachó la cabeza,
“Si no tenía ni con qué irme pues” dijo él, limpiándose las uñas con la punta del
machete.
Never-fiestas.
Ya mañana empiezan las fiestas de Tumianuma. Bien que yo vivo en Quinara
pero de todas formas nadie va a trabajar durante esta semana. Ya hoy faltó Camilo, debe
andar borracho y así va a estar hasta la otra semana, y Pedro no demora en faltar
también. Bueno, yo de todas formas voy a venir estos días a ver si la Tina me dice algo.
Ahora voy a llevarme a Pedro y a algún otro para que me ayuden a arreglar lacerca de la
parte de arriba del río. Les digo que vayan a cortar guaduas mientras yo voy a la casa de
herramientas por alambre y cuerdas. Menos mal no viene el francés porque no me gusta
hacer nada con él. Siempre está “y por qué no mejor, eso no se hace así, que tal si”, ah,
parece no entender que aquí tenemos nuestra forma de hacer las cosas.
Las dos chicas que llegaron ayudan por las tardes en el jardín, deshierban. Son
como vegetarianas extremas o algo así, porque siempre hay una de ellas pendiente en las
13
Ecuatorianismo para prostíbulo.
28
Con azadón y machete.
mañanas de cómo hacen el almuerzo, no le pueden poner nada de carne, ni de leche, ni
huevos. Por cierto, la Elvira no ha vuelto estos días, debe ser que al fin sí se tomó las dos
semanas de vacaciones que Tina le dijo, igual el Héctor. De hecho me he enterado que al
finalizar las fiestas se van a ir de paseo a la playa, la familia de ellos con Tina. Hoy a la
hora del almuerzo vinieron dos personas para hablar con Tina, pues ella está buscando un
administrador que tengan conocimientos especiales para hacer no sé qué cosas con la
finca. Al calvo no lo he vuelto a ver, yo creo que se fue hace unos días. Hoy tengo que ir
hasta Tumianuma a encargarle a Graciela los radioteléfonos porque la otra semana hay
que volver, como por cuarta vez a la montaña a revisar qué es lo que está fallando porque
todavía no hay internet.
Especialización laboral.
Las primeras actividades que realiza cualquier voluntario que llega tienen que ver con
labores básicas del hogar. Si las cuestiones idiomáticas no permiten una buena
comunicación, las personas recurren a imitar lo que los demás voluntarios hacen.
Ejemplo de esto son conductas como lavar los platos utilizados después de comer, o ir a
la cocina a la hora de la cena a ofrecer ayuda. Luego los voluntarios esperan que les
sean asignadas labores, o acompañan a alguno de los trabajadores para familiarizarse
con el trabajo. Pasados los días, cuando ya existe confianza entre los voluntarios y la
dueña, unos y otros optan por proponer actividades distintas, pues en ocasiones los
voluntarios se quejan de la monotonía de ciertos trabajos a los cuales se les deben
dedicar varios días.
Cierto día se hizo evidente que las chicas veganas provenientes de Estados Unidos
habían centrado su participación en la granja realizando más que todo labores de cocina.
Si no estaban preparando alimentos entonces estaban deshierbando las huertas y
cosechando verduras para la cena. También se observó cómo un voluntario se había
convertido en “el de los mandados”, la tarea típica del integrante menor de una familia,
casualmente él era el voluntario de menor edad en aquel lugar, dijo nunca haber
disfrutado ir hasta la tienda del barrio en su niñez. Le correspondió entonces hacer los
mandados al pueblo más cercano –que está a cuarenta y cinco minutos caminando- y
también encargarse en cierto grado de los animales. Pedro, el trabajador más nuevo de
29
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
la granja era día a día asignado para las labores que requieren mayor esfuerzo físico, y
los demás trabajadores seguían con sus labores habituales, Luis Ernesto en
construcción, Héctor con el riego y arriando ganado, y los demás voluntarios en lo que
les placía.
La división horizontal del trabajo va tomando forma con el pasar de los días sin estar
delimitada ni impuesta por las personas que se encuentran más arriba en la línea
jerárquica. Al contrario, la dueña de la granja insistía en que no existe una especificidad
como tal en las labores, aunque a ratos se contradecía un poco, sobre todo en la
práctica, al asignar tareas específicas a personas específicas. Es más que todo en los
voluntarios donde se pueden ver principios autoorganizativos en cuanto a la división
horizontal del trabajo, siendo impulsados no más que por sus propios deseos y
necesidades de aprendizaje, día a día perfeccionan sus labores en distintas áreas de la
producción dentro de la granja. Anecdótico resultó, que una joven vegana, quien se
supone „que ni por el verraco‟ consume productos de origen animal, se convirtiera en una
experta de la producción de quesos. Esto debido a la excelente crítica de los demás
voluntarios y trabajadores que con gusto lo devoraban. Igual ocurrió con el pan. Un
viernes, Milka, una mujer judía, cocinó el pan que comería durante el Sabbat, pues su
religión no le permite realizar actividades productivas ese día. Ese pan, que estaba más
que sabroso, no llegó a conocer la luz del día. La mujer entonces se quedó sin pan para
su Sabbat y en adelante se encargó de la preparación de pan hasta su partida. En otra
ocasión, un voluntario ideó una forma más sencilla para encerrar las gallinas, que no
requería cuatro de los voluntarios armados con palos detrás de ellas tratando de
arriarlas, de ahí en adelante rara vez los demás se volvieron a encargar de guardar las
gallinas al atardecer. Así, muchos de los voluntarios iban perfeccionando su dominio de
labores específicas. La autoorganización es un principio de los sistemas complejos, que
parte de la ausencia de un control centralizado del poder, de un ente que estructure la
organización. En este caso, a pesar de que sí existe un control centralizado en la granja,
el trabajo a voluntad de las personas que llegan allí a trabajar restringe un poco la
autoridad de la dueña de la granja, permite a ellos la libre escogencia de las labores a
realizar, y en ocasiones de horarios y de la intensidad de trabajo. Manuel de Landa en
Meshworks, Hierarchies and Interfases (s.f.)14 sugiere que en la mayoría de estructuras
sociales cotidianas se ve una mezcla de jerarquías con redes emergentes o
14
Documento sin fecha. Publicado en http://www.t0.or.at/delanda, consultado 31 de mayo de 2011.
30
Con azadón y machete.
autoorganizadas, la visión que Neverland nos ofrece de esto es un poco complicada
debido a su similar estructura con una empresa de producción en el sistema capitalista
con una jerarquía vertical diferenciada.
El segundo apartado de esta investigación dará un ejemplo un poco más claro de cómo
se ven más características autoorganizativas cuando la verticalidad jerárquica no es muy
extensa. Por ahora, Tina Marshall, estadounidense de cincuenta y pico de años,
fumadora de nacimiento –creería cualquiera- y amante del vino “Clos” en tetrapack,
residente en Ecuador desde hace más de trece años, y propietaria de Never-neverland
Farm, muestra un poco el diario vivir como administradora de este lugar y las relaciones
con Tumianuma –el pueblo más cercano-. En algunos apartes se expone el concepto de
Tina de la repartición del trabajo.
Cero cigarrillos.
Maldito desespero que te da cuando no hay nada que fumar, nada es nada. El
camino es largo, trece años caminándolo varias veces por semana harían parecer que es
más corto, y de hecho lo es, pero cumplía ya veinticuatro horas sin fumar naaada, así que
el camino se hizo más largo. Menos mal traje a Zeus. Lo dejé en la casa de Elvira y Héctor
para poder subir hasta la finca las cosas que traigo de Vilcabamba, el otro caballo es más
fuerte pero de todas formas no es mucho lo que traigo. Llegué a la finca de nuevo a eso
de las siete de la noche, estaba completamente oscuro. El francés y el chico colombiano
que recién llegaron me ayudaron a bajar las cosas y llevarlas hasta la cocina. Tan pronto
estuvimos listos fuimos a la fiesta, sólo fuimos los tres. Nos alcanzamos a poner un
poquito borrachos, pero conseguí pareja en la fiesta así que fue una buena noche. ¡Ah! Lo
malo de estar con chuchaqui es tener que cocinar. Como es domingo no viene Elvira ni
ningún trabajador, pero bueno, tal vez Andy quiera ayudar cocinando algo, porque los
otros chicos americanos al parecer se van hoy. De todas formas cuando se levanten
Alphonse y Felipe podremos tratar de hacer algo entre todos.
Mañana lunes hay varias cosas que hacer, de hecho esta semana hay mucho por
hacer. A Pedro le diré que continúe tumbando monte atrás de la cocina, y Luis Ernesto
tiene que arreglar las canales de mi casa, para eso le pueden ayudar Andy y Alphonse, o
a lo mejor que Felipe ayude con eso y que otro vaya a la montaña para poner la antena de
internet. Ahora que veo a los chicos voy a aprovechar para decirles…
Bien entonces hemos decidido lo siguiente, Alphonse se ofreció para subir a la montaña,
tiene que estar despierto muy temprano porque va a llegar el técnico de internet, ahí lo
31
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
esperarán los caballos para que suban las cosas con las que pondrán la antena. Luis
Ernesto, Héctor, Camilo y Facundo deben estar todos atentos, saben que es un día
especial, el proyecto que he tenido desde hace tanto tiempo se va a hacer realidad pronto,
le voy a poner internet al pueblo.
Croquetas de papa.
¡Fuck!, son las nueve, se me hizo tarde para ir al pueblo. El colombiano me viene
a despertar y además tiene algo que decirme, creo. Busco rápido en la mesa de noche
algo para echarme a la boca. ¡Aquí están! mis amados cigarros, le pido a Felipe que me
ayude a buscar el fuego, mientras, él me cuenta que se me está haciendo tarde para la
reunión a la que debo ir, y me recuerda que ayer encontró un pollo al que le dieron
gusanos y tienen que matarlo hoy. “¿Tú crees poder hacer la misma salsa que hiciste ayer
para el pollo?, ese te quedó muy bueno.”
“Uy no sé, es que eso fue instintivo, ya ni recuerdo qué tantas cosas le puse, fue
por el afán de hacerla rápido” dijo el chico.
“Pero lo que pasa es que hoy va a venir mi novio, el de la fiesta, ¿recuerdas? con
el papá a almorzar, y no tengo tiempo para preparar nada porque voy a estar en la
reunión, ¡ah! No te he dicho. Es que quieren volver estas montañas un parque nacional y
voy a hablar a ver qué es lo que quieren en realidad, porque no vamos a permitir que esto
lo agarren para minería. Bueno, entonces llego a la hora de almuerzo y espero encontrar
el pollo exactamente con la misma salsa de ayer” jaja, le digo con cierto tono desafiante
pero amigable al chico para que haga su mejor esfuerzo. “Bueno, pues voy a tratar”
respondió.
“Ah, y una cosa. Cuando pelen el pollo traten de hacerlo lejos de la Milka.
Recuerda que ella es judía y ellos tienen costumbres raras con la comida. Y como es
vegetariana entonces no quiero que se ofenda, ni que vea cómo muere el gallo. Te
encargo mucha discreción con eso. Si necesitas ayuda le dices a Luis Ernesto que te
ayude a matar el pollo”. El cigarro está por acabarse, así que me pongo algo de ropa
limpia y mando a Camilo por un caballo para irme lo más pronto posible.
Estas reuniones sí que son puras habladurías. Después de dos horas de más
desinformación que cualquier otra cosa, vuelvo a la finca. El pollo está bueno, “no es igual
que el de ayer pero sigue bueno” le digo al chico. A Evaristo y a su papá les comento que
lo que pretenden es poner un parque nacional, pero eso es algo que ya han hecho en
otros lugares donde al final terminan poniendo minas, y estas montañas son ricas en
cobre. El almuerzo finaliza y noto cierto desconcierto del papá de Evaristo, tal vez no se
32
Con azadón y machete.
llevó la mejor impresión de mi, ¿será porque la nueva novia de su hijo es casi de su
misma edad?, bueno pero igual yo no me veo tan vieja.
Estos días seremos vegetarianos por las noches. Para el almuerzo Elvira puede
preparar la comida con carne para los trabajadores y para todos los que somos
carnívoros, y por las noches lo que hagamos si será preferiblemente vegetariano para
evitarnos complicaciones. Les recomiendo a los chicos que cuando laven la loza utilicen
una esponja para los trastes en que se hizo carne y otra para los que no han tenido
contacto con carne. Del mismo modo arreglamos con los vegetarianos que ellos no
lavarán nada que haya tocado carne. Con Andy y Milka vamos a la cocina para preparar
unas croquetas de papa, comeremos eso con el arroz que quedó del almuerzo y una
ensalada. Alphonse viene a echar un vistazo y se retira, y le pido a Felipe que haga el
favor de poner la mesa y prender las velas para cenar. Alphonse y Felipe se muestran
muy interesados por lo que ocurre con el pueblo y mi papel en la comunidad. Les explico
que siempre me he comprometido con el bienestar de la gente de Tumianuma, que soy yo
quien va a costear el internet, bueno con ciertas donaciones y ayudas, además del
siguiente proyecto que tengo:
“Está tooodo listo, ya tenemos la motobomba y los canales están todos hechos.
Ya sólo es cuestión de instalarla y ponerla a funcionar, pero primero hay que arreglarle
algo al motor. Cuando lo haga, vamos a producir nuestra propia electricidad y le voy a
regalar electricidad a la gente de acá” les digo mientras me ven pelear con la lechuga de
mi plato que se rehúsa a subir a la cuchara.
“A todo el pueblo?” me pregunta uno de ellos, “no, no es lo suficientemente
potente, pero por lo menos a todas las fincas que están antes del puente que comunica
con el pueblo” explico.
Un parto, dos partos.
Estoy intrigada por las dos personas que vinieron, parece ser que saben bastante
de biodinámica y de administración de fincas. Este terreno es muy grande pero la verdad
es que no estamos produciendo mucho, las cosas tienen que ser más ágiles. Les tuve que
explicar el concepto que manejo en este lugar, somos una comunidad porque trabajamos
en equipo, le expliqué a ellos cómo aquí cada persona tiene sus conocimientos
específicos pero que lo importante es que entre todos cooperamos para lograr el buen
funcionamiento de la finca. Así, Héctor es el encargado del riego y de vigilar que todo
ande bien, debido a su experiencia puede designar las labores diarias. Luis Ernesto es
quien más sabe de construcción. Elvira es la cocinera y limpia los espacios comunes.
Camilo hace de todo un poco. Es un complemento lo que hay aquí.
33
La tierra del nunca jamás, un ejemplo de jerarquía vertical.
Con las nuevas dos chicas que llegaron ahora debemos ser muy cuidadosos en la
cocina. Llamo a los chicos y les llamo la atención porque las ollas las lavaron sólo en la
parte interior y lo de afuera está todo untado de grasa, de carne. Eso es algo ofensivo
para las chicas porque son veganas. Otra cosa es que por ejemplo la Milka no trabaja
desde el viernes en la noche hasta el anochecer del sábado, es lo que llaman el Sabbat.
Pero no entiendo bien cómo funciona eso, no puedo comprender el concepto de no “hacer
algo productivo”, eso se puede manipular dependiendo de lo que se entienda por
productivo.
Son como las cuatro de la tarde, nada que llega Felipe con el mandado que le
encargué de la tienda de Graciela, además tiene que traerme los radioteléfonos que hay
en su casa porque los vamos a necesitar aquí muy pronto. Bueno, creo que es hora de
fumarme otro tabaco, mientras lo enciendo pienso en arreglarme pues es posible que me
traigan razón de alguna de las chicas que están embarazadas en Vilcabamba. No he
terminado de ponerme los zapatos cuando escucho el grito del chico: “¡Tinaaaaa,
Tinaaaaa, alístate rápido!” alcancé a escucharlo cuando aún no había pasado el segundo
portón, “¿hay parto?” grité mientras tiraba la colilla del cigarro, entonces se hicieron
inaudibles los gritos por el ruido del río, vi al chico que se apresuraba corriendo con las
panelas y la mochila:
“Tina, Graciela dice que llamaron hace un rato de Vilcabamba, que ya van a dar a
luz” me dice casi sin poder respirar, cargando un costal de panela y una cubeta de
huevos,
“¿Quién, Ana la flaca o Ana la grande?”
“¡Las DOS!” respondió, ¡O.M.G.! Pensé, ¿por qué mi madre tenía que heredarme
esta labor tan estresante?, afortunadamente encuentro a Zeus en la entrada de la finca y
está ensillado, agarro mi cartera y me dirijo corriendo hacia la entrada. ¡Fuck, Mis
cigarros!, espero poder conseguir en el pueblo.
Cambio de rumbo, nota del aprendiz de etnógrafo.
Durante mi estadía en esta granja, que tiene un discurso de autosostenibilidad e igualdad
que no se cumple a cabalidad, conocí interesantes relatos de los distintos voluntarios,
quienes exponían el no haber conocido nunca una comunidad que pueda llamarse
completamente autosostenible, pero que habían visitado sitios mucho más avanzados
que Neverland en ese aspecto. Fue así como conseguí los datos de Sachawasi: centro
34
Con azadón y machete.
comunitario de permacultura, ubicado al norte de Bolivia. Si era necesario ir hasta allá
para encontrar un sitio así, no lo sé, pero cuando caí en cuenta de eso ya no podía
regresar tres días en bus. El afán le ganó a la razón. Pero no me arrepentiría de lo que
iba a encontrar. En varias conversaciones, los voluntarios expresaron que no existe la
necesidad de pedir dinero para comprar vegetales y hortalizas que fácilmente pueden
crecer en la granja con una agricultura orgánica bien planeada. Nunca fue claro de
dónde provenía el dinero con el cual se le paga a los trabajadores, pues con una
cantidad de voluntarios inferior a diez no es suficiente para comprar víveres y aparte
pagar los jornales, aunque en repetidas ocasiones la dueña respondió a esta cuestión de
manera tajante aludiendo que se lograba únicamente con los aportes de los voluntarios,
claro está que ella posee ingresos económicos por parte del arriendo de una propiedad
en un pueblo de la provincia de Loja.
Justo la semana de mi partida, la dueña contrató dos administradores para la finca
expertos en biodinámica para mejorar la producción de las huertas, la yegua parió, el
potro murió, dos vacas se rodaron por un abismo, el francés se fue a Colombia a seguir
su camino, las dos norteamericanas se fueron para Machu Picchu, Mogli la gata parió
dos crías, Pedro trajo una nueva gatita que se encontró en el pueblo, una de las perras
destetó sus ocho crías, llegó una pareja francesa, a Tina la picó una raya en su fin de
semana en la playa, y el pueblo seguía esperando que algún día el internet a servir se
dignara. Así pasaron los días en la tierra del nunca jamás.
35
Sachawasi, la casa de los árboles.
Sachawasi, la casa de los árboles.
Distribución del trabajo.
“Sachawasi” es una palabra en qeshwua que significa “casa de los árboles”15. Bruno de
Roissart, propietario del terreno, define el sitio como un “centro comunitario de
permacultura”. Ubicado al norte del departamento de La Paz, en Bolivia, cuenta con más
de siete hectáreas cultivables, a mil seiscientos metros sobre el nivel del mar
aproximadamente. Es un espacio de intercambio cultural según el mismo propietario y
algunos voluntarios, en el sentido de que convivir con gente de distintos lugares del
mundo brinda nuevas formas de ver la vida, se conocen indirectamente las costumbres y
tradiciones de la gente de países diferentes, se realizan intercambios idiomáticos, “es
como viajar pero estando en el mismo lugar”16. El trabajo de la tierra en este sitio es
llevado a cabo por voluntarios, primeramente contactados por internet, nunca excediendo
un número de treinta voluntarios al mismo tiempo. A diferencia de Never Neverland, en
este lugar no hay trabajadores pagados, todo funciona bajo una lógica de don, un
intercambio sin dinero de por medio y sin un precio previamente fijado. La intención de un
lugar dedicado a la permacultura es lograr obtener la mayor cantidad de alimento posible
directamente de la tierra, sin necesidad de recurrir a productos de venta en tiendas y
mercados. Esta labor, aunque difícil, no resulta imposible, según el mismo Bruno: “con
una hectárea de tierra y con una permacultura bien trabajada, se pueden alimentar hasta
diez personas”17.
Entre más voluntarios conozcan el sitio es mejor, pues habrá más manos para trabajar.
No obstante el dueño insiste en un desinteresado amor por enseñar, un sentimiento que
le impulsa a transmitir una forma de vida sustentable a cuantas más personas sea 15
Pagina web de Sachawasi, consultada el 12 de abril, 2011. http://www.sachawasi.org/esp/index_esp.html 16
Palabras de Alphonse –un voluntario- acerca del WWOOF, diario de campo, agosto 20, 2011. 17
Entrevista con Bruno de Roissart. Octubre 20 de 2011.
36
Con azadón y machete.
posible. Los voluntarios al principio actúan con torpeza y cometen muchos errores
causando pérdidas de producción. En cierto modo, el dueño del lugar sugiere que da
más a los voluntarios de lo que recibe, pero así mismo recibe mucho más de la “Pacha
Mama” de lo que puede darle. El don se ve en la relación que existe con la naturaleza, es
decir, “lo que da la tierra”, “el árbol dio fruto”. Bruno insiste en la necesidad de devolver
algo a la tierra, y esto es uno de los principios de la permacultura, cubrir el suelo con
material orgánico, devolver algo de lo que nos da le hace bien a la tierra. En todo caso,
visto desde afuera, Sachawasi necesita obligatoriamente de la presencia de voluntarios,
el dueño no tiene dinero para pagar jornales a trabajadores y la extensión de su terreno
ya es demasiado grande como para trabajarla él solo, así sea una „máquina de trabajo‟.
Probablemente podría dedicarse a cultivos lucrativos y contratar trabajadores, pero la
intención de Bruno es devolverle a la naturaleza, y por eso necesita voluntarios en
Sachawasi.
“Sachawasi no puede estar sólo en manos de Bruno, Sachawasi, como hablaba Bruno ayer:
„a mí me sale más favorable alquilar a dos tipos aquí en Santa Cruz siempre a volear
machete‟, trabajan más que nosotros, sí, más que nosotros, les rinde más, no hacen tantos
daños como nosotros. Una persona que le rinda más el tiempo y no haga daños, ¿sí o no? Y
que trabaje callado sin revolución ¡jaja!, serían factores, factores buenos para Sachawasi
por tiempo, por calidad de trabajo, por tantas cosas, ¿ve? Pero lo que el tipo quiere con
toda la persona que viene acá, como hablábamos hoy allá en el campo…El tipo lo que
quiere sembrar en las personas que vienen cada uno acá, uno por uno, sembrar ese granito
de amar la agricultura, de amar a la tierra. Esto somos los que venimos acá y los que
tenemos una esperanza de vida, los otros, se quedarán en el imperialismo, jaja”18
Así, la oferta de Sachawasi para los voluntarios es básicamente un intercambio de
aprendizaje y comida por trabajo. Algo que puede ser visto en desequilibrio por aquellos
que van por instruirse, y se verá como un cambio justo para aquellos que simplemente
están viajando y quieren estadía y alimentación por trabajo. Me explico, para aquellos
que van por aprender, están recibiendo más de lo que dan, pues consideran que su
trabajo no es el mejor pero que de igual manera están recibiendo bastante aprendizaje.
Para aquellos quienes van impulsados por conseguir alojamiento y comida para viajar a
bajo costo, el cambio es en cierto modo equitativo, pues ven la relación como un
intercambio simple: trabajo por comida y techo. Esto si no contamos con que para
18
Entrevista con Camilo, voluntario. Octubre 13 de 2011
37
Sachawasi, la casa de los árboles.
algunos, el mismo hecho de trabajar es en sí un don y un recibimiento19, “aquí se trabaja
es por el placer de trabajar” como decía Fernando, un voluntario, o “por el amor al
trabajo” que profesaba Alejandra, otra voluntaria. Sachawasi entonces se ofrece en
internet, y voz a voz, como un lugar de aprendizaje, de intercambio cultural, y de
ecoturismo –ubicado en la selva amazónica-. Es por este motivo la gran oferta de
voluntarios que tiene constantemente.
Es distinta la forma en que se organiza el trabajo cuando no hay una figura clara que
establezca reglas y delegue funciones. Durante algún tiempo, no estuvo presente el
dueño de Sachawasi, tuvo que salir por fuerza mayor y tardó bastante tiempo en
regresar. Resulta curioso, ya que en vez de dedicarse al descanso y el ocio, los
voluntarios -que no tienen mayor lazo con el lugar ni con el dueño- intentaron realizar las
labores de la mejor forma posible, sin imposiciones y creando proyectos ellos mismos,
ayudando en lo que a su criterio, hacía falta. Así, a diario se establecían en reuniones las
labores que se realizarían al día siguiente. Todas las sugerencias de los voluntarios eran
aceptadas, y aunque había otro habitante permanente de Sachawasi –Rhandy, el
cocinero-, él no disponía de los voluntarios para designar labores, sino al contrario, cada
persona creaba un proyecto para llevar a cabo labores de su interés y complementar lo
que las demás personas hacían. De todas formas, los recién llegados no aportan mayor
cosa cuando se decide qué se va a hacer, debido a la falta de experiencia y de
familiaridad con los trabajos del lugar. El o los voluntarios de mayor antigüedad tienen, no
la libertad de imponer las actividades a realizar, pero sí la de proponer, pues son más
objetivos en cuanto a lo que debe hacerse. Además están más familiarizados con la
forma de trabajar la tierra en ese lugar.
Por lo menos durante el período en que no estuvo el dueño, puede decirse que no había
una verticalidad jerárquica claramente diferenciada. Parecían estar todos al mismo nivel
en cuanto a la distribución de las labores, con excepción de Rhandy, el cocinero, quien
se ha especializado es esa labor con el paso de los meses; no obstante también participa
en las mingas y en labores de siembra, riego y construcción. Hay muchas labores dentro
del lugar, y existe una pequeña diferenciación sexual del trabajo que trata de evitarse.
Algunas labores son de carácter grupal, como cosechar café, cosechar legumbres y
19
Como lo plantea Jaques Godbout (1992) cuando habla de voluntariado, aunque es un voluntariado
planteado como “ayuda para el que lo necesita”, es un argumento aplicable en este caso también.
38
Con azadón y machete.
desgranarlas, tumbar plantíos, deshierbar. Otras, como lavar loza y regar las huertas son
más de carácter individual y rotativo. Los voluntarios siempre están en libertad de decidir
cuál actividad prefieren realizar, aunque más adelante veremos cómo cambia un poco
este aspecto; cómo se limita con la llegada de una figura bien definida que distribuye las
labores, es decir, el dueño.
En este caso se pueden aplicar varios conceptos propios de la antropología del trabajo.
Según Jordi Roca (1998), los estudios antropológicos y sociológicos del trabajo nacieron
en un contexto marcado por la industrialización, dando como premisa la “penetración de
la burocracia en todos los ámbitos de la vida social”, no obstante los conceptos que han
surgido de dichos estudios son aplicables a cualquier colectividad que tiene como fin
común la producción. Esto sugiere que -tomando la propuesta de Roca- se hacen visibles
en la conformación de la comunidad de trabajo los siguientes aspectos:
Así no nos encontremos ante un ejemplo típico de relación laboral dentro del sistema
capitalista, se puede hablar de la organización del trabajo en estas comunidades.
Cuando se habla de la organización del trabajo se hace referencia a aspectos como
la división del trabajo, que en el caso de Sachawasi, aunque es tramitada por la
autoridad –el dueño de la granja, como veremos más adelante- también es negociada
por los trabajadores voluntarios. También se observa en Sachawasi y en Neverland
una especie de burocracia, partiendo del momento en que los voluntarios aceptan
quedarse en ese lugar y asumir un reglamento preestablecido.
Surgen colectivos de personas dentro del grupo mayor o comunidad, basados en
relaciones que, como más adelante veremos, van generando una estructura informal.
Se presentan conflictos entre los integrantes, salen a relucir distintos roles como las
figuras de líder, payaso o maestro, entre otros. Se constituyen además acciones y
movimientos para la defensa de los intereses comunes, como cuando los voluntarios
deciden organizar reuniones extraordinarias para tratar temas sobre distintas clases
de conflictos que se generan, por ejemplo de autoridad.
Se evidencian distintos aspectos que rodean las relaciones en torno a la producción,
tanto en el plano vertical como en el horizontal. Las motivaciones hacia la producción
por ejemplo, en casos de voluntariado, no pueden estar dadas simplemente en el
dinero, sino que se fundamentan en el don y en la presión social de trabajar bien,
debido a la finalidad de autoconsumo. Así mismo se presentan otros fenómenos
39
Sachawasi, la casa de los árboles.
como el abandono de las labores o, al contrario, las muestras de satisfacción hacia lo
que se realiza.
Aquí, un poco de las vivencias dentro de Sachawasi, narradas por Federico, un chileno
de veintitrés años que se retiró de sus estudios y decidió irse de viaje con su mejor amigo
a Bolivia. Durante su estadía, Bruno se ausentó del lugar, así que Federico conoció una
forma de organización más participativa por parte de los voluntarios.
¿Quién vacía el balde?
Ya estoy harto de este olor. Hace un rato estábamos todos comiendo en la casa
redonda y la verdad que era más fuerte el olor de las axilas que el de la comida. A Rhandy
yo no sé qué le pasa, pero la comida que hace por las noches no es muy buena. Para el
almuerzo hizo una torta de maíz con fríjoles, arroz y otras cosas, nos dijo que se llamaba
“texmex” y todo el mundo comió hasta que no le cupo más. Pero como de costumbre el
loco empezó a tomar por la tarde ese veneno que se consigue en el pueblo, es alcohol
casi puro, viene con noventa y ocho por ciento en volumen de alcohol, cosa que el litro le
dura como unos dos o tres días. Y bueno, lo que pasa es que el hombre hoy estaba medio
deprimido porque ayer se fue Bruno a La Paz y no se sabe cuando vuelve, y hoy se fueron
Frabrice y Alf, los dos franceses que se habían vuelto muy amigos de él. La cosa es que
por las tardes ya está bien borracho el weon20
y empieza a inventar unas cosas que no le
recibe ni el perro. En medio de su borrachera se acordó de la sopa de jengibre que hizo
ayer y que la gente casi no comió, le puso más agua, pimienta y alguna otra güevada y
listo. Todos apenas nos mirábamos las caras como queriendo hacer algo. Despreciar la
comida, y más en un lugar así, ¡no!, se armaría tremendo problema, pero comérselo
estaba difícil, además nadie quiere tener problemas con Rhandy desde lo que pasó hace
unos días con Aleja, que de buena voluntad le trató de ayudar con la comida y como
quedó salada el weon la agarró contra ella y la trató mal. Seguimos comiendo y uno de
nosotros no se aguantó y fue por un vaso de agua, cuando lo vi casi no puedo aguantar la
risa, el agua no era pa‟ tomársela sino para echársela a la sopa. El weón la cagó porque
lo que hizo fue rendirla y alargó su agonía, los europeos la bajaban más fácil, a ellos, ya
me di cuenta, les gusta comer cosas raras. Después de la cena, Rhandy se fue a dormir
porque ya casi no podía estar en pie, yo me fui a fumar con los colombianos a la cocina.
Cocina: un cuarto de cinco por cuatro metros con media pared hecha de bareque y el
resto con palos clavados sobre los cuales reposan tejas de lata.
20
Expresión característica utilizada por el personaje a quien se recrea en este relato, abreviación de la palabra
„güevón‟.
40
Con azadón y machete.
“Mira ahí está Tom” dijo uno de ellos, señalando uno de los ratoncitos que vienen
todo el tiempo a la cocina, se estaba deslizando por los plátanos para robarse un poco.
“Pobre ratón, que disfrute sus últimos días, cuando los gatos crezcan hasta ahí le
llegará la diversión”, dije.
“Esto parece un zoológico, Rhandy duerme con el perro, le pone nombre a los
patos y hasta a los ratones que andan por ahí en la cocina” -me interrumpió un coloco21
mientras armaba un cigarro- “¿y qué tal la sopa del hombre?”, todos soltamos la
carcajada.
“Lo peor es que le echáis agua, así te tocó comer más, yo te veía y no podía po‟ 22
de la risa”.
Mientras tanto, busqué entre “la caja” de Rhandy algo con que quitar el sabor a
jengibre. La caja: alacena rústica, pero bien rústica, con una malla a prueba de insectos y
ratones, allá guarda las cosas más preciadas de la cocina: los tomates, el queso –cuando
hay-, cebolla, condimentos y sobras de comida que se pueden utilizar de un día a otro.
“No, pues hagamos un cafecito” -dijo alguno de ellos-, lo volteé a mirar con los ojos
entrecerrados y asintiendo con la cabeza, como diciendo “que buena idea”. Entonces
busqué la olla más pequeña que había en las puntillas de la pared sobre el horno de
barro, horno que construyó un tal Alphonse, amigo de Rhandy que estuvo aquí hace
meses. Las ollas estaban todas grasosas y negras porque les da humo todo el día. Llené
la olla con agua y la puse sobre la estufa. La estufa: dos series de cuatro adobes en el
suelo, conectadas con dos varillas donde puede reposar cualquier olla. Uno de ellos salió
de la cocina y me trajo tres leños de la gigantesca pila de leña que hay frente a la cocina,
suficiente para hacer el café.
Ese café se nos alargó, cuando nos dimos cuenta ya eran las once de la noche,
todos habían ido a dormir y para no ser molestos decidimos ir a dormir nosotros también.
Le pregunté a Fernando si ya había revisado que todos los patos estuvieran durmiendo.
“No sé, voy a revisar porque de pronto a Rhandy en su borrachera se le olvidó” me dijo.
Mientras, yo apagaba el radio que está en la cocina y la luz del primer piso de la casa de
Bruno.
“Esos paticos están durmiendo en el cuarto de herramientas que está pegado a la
cocina” dijo Fernando.
“¿Pero están completos?, son seis” le dije.
21
Forma de abreviación de „colombiano‟. 22
Expresión característica utilizada por el personaje a quien se recrea en este relato, muy propia del acento
chileno.
41
Sachawasi, la casa de los árboles.
“Si están todos, pero sabe que, ya que estos días no está Bruno y los franceses
están concentrados en el tanque de spirulina, y Aleja está haciendo bancales para
sembrar, me dan ganas de hacer una nueva casita para los patos.”
“¡Ah, sí!, piénsala bien po‟ y constrúyela ¿no?”
“Sí, eso voy a hacer porque me da como vaina que todos están con sus proyectos
y yo casi no hago nada, jaja, solo hablar cháchara con Rhandy.”
Empezamos a caminar, Fernando se fue a su tipi. Los tipis: Son dos
construcciones al estilo de los indios cherokees, con unas lonas especiales que hacen las
veces de carpa, están a unos cincuenta metros de la casa principal. Yo estoy durmiendo
en la casa de huéspedes de Sachawasi, hay que salir de la finca y caminar unos sesenta
metros hasta atravesar la calle principal del pueblo. Casa de huéspedes: Casa vieja de
adobes y madera donde pasan la noche aquellos que vienen a Sachawasi y no tienen su
propia carpa. Es un poco húmeda porque no tiene ventanas, allí está la máquina con que
se trilla el café que se cosecha. Me causa curiosidad un “reglamento” que está pegado
detrás de la puerta principal de esta casa, no sé si muchos lo lean, pero lo que sí es
seguro es que no se lleva a cabo al cien por ciento. Bueno, las reglas están para
romperlas. Hay unas que me dan risa:
“Baños secos:
*Se recomienda usar agua para limpiarse
*Si se usa papel (lo que no es higiénico), será depositado en la bolsa para este
efecto.
*Después de defecar, si ves que no hay más campo en el balde, vacíalo al pie de
algún plátano y tápalo muy bien con mülch.
*Si la bolsa de papel está llena, vacíala y quema el papel a algunos metros de los
baños.
*Si no usas los baños, cava tu hueco, deposita tu regalo y tápalo con tierra.”23
Es que me acuerdo de ese balde y me da un poco de rabia, si somos veinte los
que lo usamos, entonces deberíamos ser veinte los que lo vaciamos, pero la verdad es
que siempre lo hacemos los mismos. Ahora entiendo por qué unos prefieren ir a cagar
directamente debajo de un plátano. Además para Rhandy y Bruno es muy fácil decir que
nos limpiemos con agua, ellos ya están acostumbrados, pero todos los que venimos aquí
estamos acostumbrados a usar papel. Bueno, la otra vez mientras quemaba los papeles
encontré cosas raras, uno cómo se vuelve de recursivo cuando está en aprietos. Entre los
trozos de papel higiénico también salían calcetines, bóxers, y hasta mangas de camisetas.
23
Reglas de vida en Sachawasi. Documento redactado por Bruno de Roissart.
42
Con azadón y machete.
A veces nos vemos como indigentes, pero uno ¿para qué se cambia la ropa si cualquier
prenda se te ensucia en la chacra?, es más, la ropa que uno lava en el río cuando ya está
seca aparece sucia por todo el polvo que le llega al tendedero. Aquí no se sabe quién es
más peludo, el concepto de belleza cambia, las viejas ya no andan pendientes po‟ de
rasurarse las piernas ni las axilas, y los hombres no es que escatimemos mucho en
desodorante y esas güevadas. Pero ya me toca, mañana aprovecho en el descanso de las
diez y me baño bien en el río, será con jabón de loza porque no vale la pena comprar en
el pueblo para usarlo sólo un par de veces.
En el río es mejor.
La de ayer fue una noche larga, y con larga me refiero a exageradamente larga.
La cena había sido unas lentejas “hindúes” que sobraron del almuerzo. No sé si fue eso, o
el agua del lugar o las manos del que cocina, pero la diarrea me dejó seco, débil y
oloroso. Eran las once de la noche, no terminaba de dormirme cuando una explosión en
mi estómago me levantó, corrí por papel higiénico y salí, así a oscuras tuve que expulsar
todo eso de mi ser, lejos de todo, en la mitad de la carretera que es la entrada del pueblo.
No alcancé a llegar más lejos. Afortunadamente las veces que siguieron no me tomaron
tan de sorpresa, así que logré ir hasta la pequeña huerta que está detrás de la casa de
huéspedes para sacar todos mis demonios. Habiendo detenido el horrible flujo por unas
dos horas, me di cuenta que ya era de día.
Eran ya las siete, pero esta diarrea no me había dejado dormir nada. Llegué un
poco tarde a la cocina, ya todos estaban terminando sus desayunos. Al igual que ellos,
agarré un plato, le puse harina de pito y agua caliente para preparar esa especie de
“colada” que todos tomamos por las mañanas, le piqué encima un bananito para darle
sabor y lo endulcé con azúcar y dulce de caña. Lo empecé a comer lentamente para ver la
reacción de mi cuerpo, después de varias cucharadas me relajé, mi estómago no hizo
ningún escándalo, lo peor ya había ocurrido. Terminé el plato con satisfacción y me sentí
lleno de energías de nuevo. Emile, el voluntario que lleva aquí más tiempo, y que conoce
el lugar desde hace más de dos años, escribió en el tablero las labores del día;
básicamente eran ir a cosechar café y chicharilla24
, y cortar plantas de café de un bosque
que según él, Bruno le había dicho que tenía la intención de quitar. Cuando iba saliendo
de la cocina, llegó Francine -novia de Emile- a preparar también su desayuno. Resulta que
ella y Annette también habían pasado una mala noche, incluso una de ellas vomitó en
repetidas ocasiones. Los chicos me dijeron que no me preocupara, que a la mitad de
24
Legumbre similar a las arvejas.
43
Sachawasi, la casa de los árboles.
personas que llegan a Sachawasi, les da algún mal de estómago las primeras semanas
pero que después el cuerpo se acostumbra.
Después del desayuno nos dividimos en tres grupos para ir al bosque de café y
cosechar. La verdad es que no recogimos mucho, hace poco habían hecho otra cosecha y
por eso la mayoría de frutos aún estaban verdes, Emile ofreció disculpas pues fue él quien
propuso esa actividad. Mientras estábamos en el bosque, Rhandy se encargó de hacer el
almuerzo, por más que en las reglas esté escrito que cada día se cambia de cocinero, eso
nunca pasa. Rhandy es muy bueno para cocinar, administra los aportes semanales que
todos ponemos en el tarrito para comprar en el pueblo lo que hace falta, y además es muy
celoso con “su cocina”, y no deja que nadie que no sea de su confianza se entrometa en
sus platos, a veces incluso tiene peleas con la gente por tratar de ayudarle. El único día
que él descansa es el domingo, el “día de pancakes”, él deja lista la masa para
prepararlos y cada quien hace lo suyo, bueno, cuando el grupo de voluntarios de turno se
ha ganado su aprecio, el weon le hace a cada uno su pancake especial, es como un papá.
A veces, cuando está muy atrasado con el almuerzo, o en las noches, cuando ya está
borracho, nos pide algo de ayuda a los más amigos. Hoy por ejemplo, Fernando y yo
ayudamos a hacer unas empanadas de pasta, una de sus recetas raras por allá de
Europa o de no sé donde; no hay que negar que el viejo cocina porque sabe lo que
cocina, y nosotros felices. Mientras hacíamos eso, él aprovechó para ponerles comida a
los patos, los gatos y los cuyes. Pero esos gatos no quieren comer, sólo comen cuando se
les da carne y aquí es contada, aparte del charqui25
del caballo que mataron hace como
cuatro meses, no se come más carne, y además sólo se utiliza en raras ocasiones para
darle sabor a las sopas o cosas así. Además cuando hay vegetarianos, sólo se ve charqui
en el plato una o dos veces a la semana, pues debe ser difícil para el cocinero hacer dos
menús diarios cocinando con leña.
Como hoy empezamos a trabajar un poco tarde, descansamos a una hora fuera
de lo normal, a eso del medio día. Los hombres aprovechamos para ir un rato al río y las
mujeres se quedaron hablando y haciendo jugo de naranja frente a la cocina. Pasado un
rato, Emile nos preguntó qué deseábamos hacer. Yo fui a darle machete a los árboles de
café que ya estaban cosechados, de ésta forma, en la siguiente cosecha los frutos estarán
a una altura accesible. Aleja decidió seguir haciendo un bancal con las instrucciones que
Rhandy le había dado. En la casa de Bruno, en el segundo piso, hay libros instructivos
sobre algunas actividades de permacultura, allí encontró también algunas indicaciones
sobre las capas de productos orgánicos que se deben poner en el bancal para que las 25
Término utilizado para la carne secada con sal, apta para almacenar durante largos periodos de tiempo sin
refrigeración.
44
Con azadón y machete.
plantas sean óptimas. Fernando comenzó a diseñar la casa de los patos; tiene en mente
algo poco funcional y práctico, pero eso si muy bonito. Emile y Adrien fueron a continuar la
construcción del techo para el tanque de spirulina. Spirulina: una microalga que se
reproduce a una velocidad increíble, se puede cosechar a diario y tiene un contenido
proteínico superior al de la carne, suplemento perfecto en dietas vegetarianas.
“A comer” gritó Rhandy. Su voz es tan potente que seguro se escuchó en todo el
pueblo. Nos sentamos todos en el primer piso de la casa de Bruno. Algunas personas
ayudaron a traer los platos, la sal y los condimentos. “Presentación”-dijo Rhandy- “éste es
un plato típico de…” blablablá, blablablá –pensé-, hay días en que estamos tan cansados
y hambrientos, que el cerebro se desenchufa y no le ponéi cuidado a lo que dice este
weon, ¡a-comer-a-comer-a-comer!, es lo único en lo que te puedes concentrar.
“Gracias Rhandy, provecho” se escuchó. De repente uno a uno empezaron a
decir lo mismo, girando caras contra caras, intercambiando miradas, “provecho”,
“provecho Emile”, “provecho Fede”, “¡buen provecho!”, cuando la situación se tornó
ridícula, todos echamos a reír, el hambre hizo lo suyo y en diez minutos ya estábamos
armando cigarros –claro, sólo los que fumamos-, como cada día, un cigarrito después de
comer, acostados en los colchones de paja sobándonos la tripa. El sol era inclemente, ya
lleva más de tres semanas sin que caiga una sola gota de agua. “¿Qué? ¿Vamo`a comer
heladitos al pueblo o qué?” -dijo Fernando-, Aleja, Rhandy y yo nos miramos con una
sonrisita aprobando la idea, las chicas recogieron la loza esta vez, y después de recuperar
la energía como de costumbre –con una partida de dados y una rápida zambullida en el
río-, estábamos listos para ir por helados y chicha.
Del don al trabajo, a la organización.
Como ya se había mencionado, la ausencia de una figura concreta que establezca
labores y que se encuentre arriba en una jerarquía vertical laboral, permite una
configuración especial de distribución del trabajo en un esquema horizontal, donde las
labores mentales y manuales se comparten y son llevadas a cabo por los mismos
individuos. Tal como lo señala Hernández (2006) en su análisis sobre una cooperativa de
trabajadores: “De acuerdo con análisis tradicionales marxistas sobre la división del
trabajo, al extinguir la diferenciación vertical se reduce la distinción entre la labor mental y
manual, dándoles el control del proceso productivo a los trabajadores” (Hernández
2006:68). Esto se pudo observar como producto de una feliz coincidencia durante el
trabajo de campo, que permitió ver la diferencia entre la organización del lugar en
45
Sachawasi, la casa de los árboles.
ausencia del dueño de la finca con la que se dio después con su llegada. La necesidad
de seguir produciendo y aprendiendo, hizo que los voluntarios siguieran trabajando la
tierra, sin importar que el producto de su trabajo se volviera tangible tiempo después,
incluso de su partida. Los voluntarios encuentran un ámbito más propositivo de trabajo
ante la ausencia de quien usualmente los organiza, hay vía libre para formular y llevar a
cabo acciones, y principalmente, tienen la libertad de llevar a cabo una rotación de las
labores a su antojo. Dentro del ámbito de relaciones basadas en el don, cuyos momentos
pueden ser tratados básicamente como tres, dar, recibir y devolver (Mauss 1924), se
puede explicar la importancia de la rotación del trabajo en Sachawasi por lo que reciben
los voluntarios al trabajar, principalmente aprendizaje. Aunque en términos de producción
es más conveniente la especialización de las labores que la rotación, para los voluntarios
la rotación es más benéfica en cuanto a que aprenden una mayor gama de trabajos. Los
voluntarios ofrecen su trabajo sin importar que el fruto en sí –tangible y masticable como
el café, las lechugas, el maíz- no va a ser recibido por ellos mismos sino por sus
sucesores26, pues lo que ellos comen también fue trabajado tiempo atrás por personas
desconocidas. Como ya lo han dicho varios famosos antropólogos, el don aparece en
todo momento y en distintas esferas. Tiene un carácter directo e inmediato en cuanto a
las relaciones con el dueño y los demás voluntarios pues todo el tiempo se está dando,
recibiendo y devolviendo. Y tiene un carácter de espiral, o de tipo generacional -como el
concepto que ofrece Godbout (1992) sobre el don en la familia y la herencia- en cuanto al
trabajo de la tierra, pues se recibe el fruto del trabajo de los anteriores voluntarios, y se
da de nuevo el trabajo a la tierra que dará fruto a los voluntarios venideros.
“El don gratuito no existe de manera efectiva”, (Godbout 1992:16). Este autor hace
referencia al don como base de las relaciones sociales. La afirmación de que no existe
un don puro nos lleva a pensar sobre la expectativa latente de reciprocidad. No todo el
mundo quisiera admitir que da algo esperando también recibir, ya sea de forma directa o
indirecta, pero ese movimiento del don caracterizado por la continuidad es lo que define
una relación. De lo contrario serían simples transacciones discontinuas y
unidireccionales, señala Godbout. Las relaciones entre los voluntarios, y de los
voluntarios con el dueño, tratan de alejarse lo más posible de la esfera mercantil -en
26
Ya que el Estado en Bolivia prohíbe a extranjeros estar en suelo boliviano por más de tres meses al año, es
raro que algún voluntario permanezca más que un par de meses, a menos que posea un estatus de residencia
especial.
46
Con azadón y machete.
términos de dependencia salarial-. Al igual que en muchos aspectos, en Sachawasi
tratan de llevarse a cabo dinámicas arcaicas, con formas de intercambio donde no existe
la moneda. Entonces no se puede medir la contribución en la producción de unos y otros
por medio de comparaciones salariales. ¿Cuánto trabaja cada persona? ¿Son
conscientes los voluntarios de cuál es su aporte en comparación a los demás? Un solo
individuo no es responsable de la producción de la granja, en este caso prima la acción
colectiva sobre la individual27. Cada individuo entonces establece un límite a la cantidad
de trabajo que da –volvemos al don-, y no en términos de tiempo, ya que las reglas
pueden estipular que cada jornada debe ser de seis horas de trabajo, sino en la
intensidad y rendimiento con que trabaja el voluntario. Salvo algunas excepciones por
causas extraordinarias, nadie querrá beneficiar a un haragán. Sumado a una
comparación personal de cómo y cuánto trabaja cada quién con respecto a los otros, los
voluntarios pueden interiorizar una cuenta de qué dan y qué reciben de su trabajo en
Sachawasi. El contrapeso de lo que trabaja con lo que está aprendiendo, hace que cada
voluntario cree una medida en cuanto al trabajo que debe aportar. Por ejemplo, Annette,
una chica francesa que siempre era la última en ir a descansar, rara vez se le veía
ociando y realizaba muy enérgicamente cualquier labor. En una entrevista, ante la
pregunta de si sentía que trabajaba más que los demás, respondió que al contrario, se
sentía “culpable”, pues tenía la impresión de que no hacía nada, pero que eso era una
cuestión más personal. Otro ejemplo es el de Marcos, otro voluntario. Una noche, él
explicó su lógica de cómo debe operar el lavado de los platos:
“Mientras lavaba mis dientes hablé un rato con Marcos. Él lavaba los platos de todos, y yo
le agradecí, él respondió que siempre lavaba loza y me explicó su sistema para hacerlo.
Dice él que como actualmente somos seis personas, existen tres turnos diarios para lavar
loza correspondiente a las tres comidas, por ese motivo él dice que lava todos los platos
que encuentra en el lavaplatos una vez cada día de por medio. Eso no lo hemos estipulado
la verdad, pero en su concepción de las cosas, ese sería el funcionamiento óptimo”28.
Resumiendo la idea expuesta en este párrafo, a partir de un análisis de lo que se da y lo
que se recibe, y una comparación con los demás, cada individuo establece su
27
Mary Douglas, en “Cómo piensan las instituciones” (1996), analiza la teoría de la acción colectiva de
Olson. Cuando son varios los individuos que aportan para un bien común no es indispensable la acción
individual sino la colectiva, es decir, no es responsabilidad de un solo individuo la consecución de los
objetivos, pues este solo no basta para la producción de un bien común. 28
Diario de campo, octubre 9 de 2010.
47
Sachawasi, la casa de los árboles.
rendimiento laboral al interior de Sachawasi. Esto, independiente de que haya o no una
jerarquía.
Ahora, partiendo de las relaciones dadas dentro de la granja, podemos aplicar el
concepto de organización formal y organización informal, que ha sido tratado en la
sociología del trabajo y que se ha aplicado sobre todo en los estudios industriales y
empresariales. Infestas (1991) hizo un recuento de este aporte de la sociología del
trabajo, que se estableció en los años cincuenta del pasado siglo. Según él la estructura
de una organización es “la definición de las relaciones sociales estables entre los
miembros de las organizaciones en virtud de los papeles sociales que desempeñan”
(Infestas 1991:78). Habla entonces de la existencia de una estructura formal, que es
expresada y deliberadamente establecida, y una informal, que surge como resultado de
las interacciones sociales entre sus miembros.
Dentro de la estructura formal se encuentra la división de tareas y la distribución de
papeles de una forma reglamentada. Se infiere que entre mayor sea la normatividad,
mayor será la coerción a la capacidad creativa, de decisión y propositiva de los
trabajadores. También se encuentra dentro de la estructura formal la jerarquía visible en
el ámbito productivo, pues en las organizaciones un elemento que siempre está presente
es la ordenación de las actividades. Infestas propone dentro de la organización formal, la
existencia de un sistema de comunicación en tres vías, una descendente, donde se
transmiten instrucciones, información sobre la racionalidad de las tareas, ideología, entre
otros. En forma ascendente, donde por ejemplo se presentan opiniones personales,
sugerencias e insatisfacciones. Y en forma horizontal, que se da para lograr coordinación
entre grupos de trabajo de un mismo nivel. Cabe anotar que en Sachawasi y Neverland,
estas características del flujo de información se mezclan, pues el hecho de vivir las
veinticuatro horas del día con los mismos compañeros de trabajo personaliza un poco la
relación sacándola del ámbito meramente productivo, dando lugar al debate y a
intercambios de información donde no necesariamente las vías son ascendentes y
descendentes como si fueran parte de un sistema jerárquico. Finalmente, Infestas
propone como parte de la estructura formal, los procesos de reclusión y selección. En las
granjas podría decirse que existen también parámetros de selección, algunas exigen
conocimientos de biodinámica, conocimientos técnicos y dominio idiomático.
48
Con azadón y machete.
La estructura informal se refiere a los miembros de determinados grupos dentro de la
organización que van creando una conciencia de grupo debido a las relaciones, se habla
del surgimiento de grupos de personas que comparten objetivos, afinidades y crean
lazos, todo esto enmarcado en la organización de la estructura formal. “Cuantas más
numerosas sean las afinidades entre los miembros de una empresa, mayores
posibilidades existen de que surjan grupos informales” (Infestas 1991:106). Dichos
grupos pueden ser funcionales o disfuncionales en relación a su aporte a los objetivos de
la organización. Roca (1998) cita a Burawoy para ejemplificar la organización informal
como la parte más importante para la producción: “la capacidad del grupo informal para
definir los límites de la productividad del trabajador” (Roca 1998:73), tal como se planteó
párrafos antes tras la cuestión de cuánto debe aportar cada quién en términos
productivos.
Cuánto trabaja cada persona es parte del proceso organizativo de producción. Es decir,
por más que se establezca un reglamento, y esté o no el dueño de la granja haciéndolo
cumplir, el alcance de un mandato jerárquico en una organización llega hasta cierto
punto. Por más que la organización sea impuesta desde arriba, hay factores
determinantes en la distribución del trabajo que parten de los mismos individuos. Ejemplo
claro, ante la ausencia del dueño, impulsados por el carácter devolutivo del don, los
mismos voluntarios crean sus horarios y estándares de rendimiento. En presencia del
dueño sucede de manera similar, aunque un poco solapado bajo el “acatamiento” de un
reglamento. En todo caso, la autorregulación del trabajo es la manera en que los
individuos se aseguran de que están realizando un intercambio justo, y no están bajo
alguna forma de explotación, que sería la opinión de muchas personas acostumbradas a
realizar este intercambio con una relación salarial.
Cátia es una joven brasilera que andando de turismo por la ciudad de La Paz, se hizo
amiga de un ex voluntario de Sachawasi, quien le comentó acerca del lugar y le dio los
contactos y las indicaciones para llegar. Al igual que ella son muchas las personas que
conocen este lugar de voz a voz. Tampoco es necesario pagar membrecía del WWOOF
para contactar el sitio, pues la información de Sachawasi es de libre acceso en internet.
Aquí, Cátia nos habla de Sachawasi, un lugar que según ella, “es un sitio sucio, que no
es para mujeres”.
49
Sachawasi, la casa de los árboles.
¿Y ustedes siguen trabajando?
Uff, se siente algo de calma en el ambiente, esta semana se fueron cuatro
personas: Emile, Francine, Fernando y Aleja. Ellos ayudaban mucho, pues ya llevaban
varios meses aquí. Como yo llegué hace poco casi no conozco el trabajo, pero me
explicaron bien varias cosas, sobre todo me recomendaron colaborar con el riego en las
huertas. Un amigo de ellos, hace varios meses, dejó lista una pequeña huerta, hay que
regarla todos los días por la tarde ya que la ausencia de lluvias obliga a realizar el riego
manualmente. ¡Ah, maldito verano!, Rhandy está muy estresado porque hasta que no
comiencen las lluvias no se puede empezar con la siembra, además Bruno –a quien por
cierto aún no conozco- se ha demorado más de lo pensado en volver de La Paz, y no ha
dejado ninguna razón, ni ha escrito ni nada. Sobre Rhandy recae entonces la
responsabilidad de manejar este lugar, y sumado a la partida reciente de varios
voluntarios con quienes había hecho muy buena amistad, ha comenzado a emborracharse
mucho más de lo normal. Como ahora quedamos tan pocos, nos comprometimos a
continuar con el trabajo de los voluntarios que se fueron. Por ejemplo Rhandy hizo una
tabla en el pizarrón con los nombres de cada uno y las labores a realizar, así cada quién
se ofrece a alguna labor y se anota en el tablero. Hoy yo revolví el agua de la spirulina,
hay que revolverla una vez al menos cada tres horas, también regué un poco las huertas
de atrás de la cocina, Annette ayudó a lavar la loza y Adrien alimentó a los patos. Rhandy,
en medio de su tremenda borrachera hizo algo de comida, tal vez era el alcohol, pero se le
veía muy triste, además se pone un poco pesado cuando tiene ese estado de ánimo y se
emborracha. Antes de cenar hablé un poco con Annette. El tema de momento era lo difícil
que es un lugar cuyos habitantes son transitorios:
“ Yo no sé, para mí los voluntarios a veces pueden ser molestos, pues digo, si vas
a montar una granja, porque, ¿te imaginas?, gente entrando y saliendo todo el tiempo” –
dije-.
“Ahh, yo no podría” respondió Annette abriendo los ojos y moviendo la cabeza,
como quien rechaza una oferta indecente.
“No puedes agarrar cariño con ninguno.”
“No no no, yo no podría, no podría, no no, porque siempre creas algo, tienen una
relación con una persona y se va y otro que llega y empieza todo… y también, yo no me
sentiría en mi casa, yo necesito…”
“Necesitas como tu espacio” –interrumpo- “y digamos, tú con Adrien, ¿no les
gustaría tener algo de voluntariado, por lo menos, para empezar?”
“No creo, no a mí no, amigos para empezar, lo que nos gustaría hacer es enseñar
a la gente que se puede vivir así más o menos y, y entonces hacer venir como gente de
universidad para enseñarles que es posible estar así, que vean que no es tan mmm…
50
Con azadón y machete.
aunque sea difícil pero que sí es posible, porque he encontrado mucha gente que hace
un buen proyecto pero se desaniman porque creen que es muy difícil.”
Antes de que Aleja se fuera, la acompañé al pueblo a cobrarle un dinero a un
vecino. Era don Alfredo, que prometió pagarle veinte bolivianos a los voluntarios que le
ayudaron a recoger unas naranjas en su propiedad. Suena fácil, pero eran tres mil
naranjas, así que el trabajo fue algo complicado la verdad, y por eso Aleja no se iba a ir
sin su dinero. Cuando estábamos allá, el señor Alfredo se puso a hablar con nosotras:
“¿Y cómo está Bruno?”
“No señor, aún no ha llegado de La Paz” respondió Aleja.
“¿Y ustedes siguen trabajando?, me imagino que ahorita aprovechan para
descansar.”
“Pues no señor, todo el tiempo hay algo para hacer, siempre se trabaja y se
aprende algo nuevo” le dije con la mirada fija, nunca me ha agradado ese señor, mucho
menos después de la vez que me quería llevar a solas a su casa.
“Ah, y ¿cuánto les está pagando Bruno?”, dijo el viejo.
“No pues nada, no cobramos porque venimos a aprender.”
El viejo echó una carcajada ofensiva, sacó los veinte bolivianos de su vieja y
gastada billetera de cuero, se los dio a Aleja y le dijo: “No deberías cobrarme, para mí
también puedes trabajar gratis.”
Nos fuimos bastante indignadas de ese lugar, después de caminar unos metros,
miré a Aleja y reímos, pero era una risa de impotencia, “la gente no entiende cuando tú
dices que trabajas sólo por recibir a cambio la alimentación y el aprendizaje” –dijo Aleja-
“¡es el aprendizaje weon!, pero nadie entiende ni quiere entender eso, aquí todo es dinero,
dinero…”
Cuando llegamos a Sachawasi, Rhandy estaba en la cocina. Había arreglado un
poco de tabaco seco y empezó a molerlo. Me contó su secreto para hacer el mejor rapé -
envolver en papel periódico el tabaco que se va a pulverizar-, luego lo guardó en un
envase de vidrio que tiene destinado para eso, armamos unos cigarros y nos sentamos a
escuchar algo de blues. “Mañana para el Huachuma29
necesitamos hacer muchos cigarros
para la limpieza” dijo Rhandy. Eso me hizo pensar que Bruno al parecer no es muy amigo
de la ingesta de alcaloides cuando no están precedidos de una ceremonia o algo así.
Incluso en el reglamento pide no fumar marihuana en áreas comunes, y pide realizar
protocolos más sagrados y en sitios especiales para cuando alguien lo va a hacer, la
verdad durante su ausencia nadie ha respetado esto. Justo en la noche llegó Bruno. Fue 29
Cactus con propiedades alucinógenas, similar al peyote en México, que es ingerido cada mes, el sábado
más cercano a la luna llena, en una ceremonia presidida por Bruno y Rhandy.
51
Sachawasi, la casa de los árboles.
una felicidad completa, Rhandy por fin descansó de su presión, lo abrazó fuerte, gritó
como loco y puso música a todo volumen. Bruno nos explicó que había tenido problemas
con su residencia boliviana, iba a ir a Ecuador y Colombia a dar cursos de permacultura,
pero no le fue posible.
¡Llegó Bruno!
Afortunadamente la llegada de Bruno ha logrado calmar un poco a Rhandy. Los
últimos días en medio de sus borracheras hizo que la convivencia se volviera muy difícil.
En una ocasión me amenazó con un cuchillo simplemente porque lo contradije acerca de
la energía metafísica que producen las espirales para cultivar. También casi pelea con
Adrien cuando hizo llorar a Annette por tratar de ayudarle en la cocina, además los gatitos
se enfermaron mucho y uno de ellos murió, y sólo quedábamos cuatro personas hasta
ayer que llegaron un colombiano y su novia suiza. Eso fue un respiro grande, él hace
figuras con alambre que vende en la calle, y también hace malabares en los semáforos
con su novia, me contó que así han hecho suficiente dinero para viajar desde Venezuela
hasta Bolivia y que piensan llegar hasta el sur de Argentina. La presencia de ellos refrescó
un poco el ambiente, el único problema es que ella es vegana y ya comenzaron las peleas
con Rhandy. Antes de que ellos llegaran, él dijo una vez: “Si estamos veinticuatro y uno es
vegano, los veinticuatro comemos vegano”, pero desde la llegada de Angela -la suiza-,
Rhandy no ha parado de cuestionarla acerca de su veganismo y le echa en cara todo el
tiempo el hecho de tener que hacer dos menús. Y la verdad ella no ayuda tampoco, pues
nunca da las gracias ni se muestra amable con Rhandy por el hecho de que cocine cosas
especiales para ella, y para Rhandy es muy importante que la gente sea agradecida con la
labor que él realiza.
Han pasado los días y esto es como contar una historia nueva, después de la
llegada de Bruno, comenzaron a llegar más personas y el grupo volvió a ser relativamente
grande. Marcos y Adelaïda de Bélgica, Adalinda de Alemania, unos chilenos, dos
franceses, y la visita más importante: las lluvias, es tiempo de siembra. Claramente Bruno
no está muy contento, ni Rhandy tampoco, sobre todo por la actitud de Camilo y Angela.
Rhandy tiene su altercado casado únicamente con Angela, y Bruno me dijo ayer en la
chacra que la presencia de Camilo –el colombiano- desestabiliza el ánimo de trabajo en el
grupo: “ha habido grupos de veinticinco personas y todos trabajan sin ningún problema;
pero esto parece ahora un circo, ni si quiera son capaces de levantarse temprano.”
Era la hora de la cena, estábamos cansados del trabajo en la chacra, todos
habíamos deshierbado. Como el número de personas aumentó, se necesitaba un poco de
ayuda en la cocina para terminar la comida, pero todos estábamos descansando y
52
Con azadón y machete.
jugando dados. Esto hizo que Bruno se enojara y nos dijera que Sachawasi no era un
hotel, que él no era mamá colombiana o algo por el estilo, y que la cena era algo comunal
en lo que todos debíamos participar. Como si fuera poco, Rhandy descubrió que faltaba
una cebolla. La habíamos gastado por la tarde en un sándwich que preparamos por
iniciativa de Camilo que nos hizo antojar, Rhandy salió muy acelerado de la cocina y gritó:
“I hate woofers”. Luego, a la hora de la cena nos llevó la sopa, la puso sobre el piso de la
casa de Bruno y nos dijo que mientras estuviéramos nosotros en Sachawasi, él no
volvería a cocinar.
Días después, Angela –la vegana- y su novio Camilo se fueron de Sachawasi.
Angela y Rhandy ya no soportaban estar juntos. Su partida fue súbita, un simple
malentendido fue la gota que rebosó el vaso, ellos partieron y como por arte de magia el
ambiente cambió. Vino don Isaías –el vecino de más confianza- a pedirnos que le
ayudáramos a exprimir unas cañas, nos organizamos todos los hombres para mover el
madero y las mujeres iban acomodando las cañas y recogiendo el jugo. Fue un trabajo
bien difícil, sobre todo porque es un trapiche para bueyes o caballos, pero como no
tenemos, entonces lo accionamos nosotros mismos. Al final, sudados y cansados, tuvimos
nuestra recompensa, aunque lo hicimos sin esperar nada a cambio, don Isaías nos dejó la
tercera parte de todo el jugo de caña que salió y con eso hicimos un poco de miel de
caña. También empezamos con la siembra de maíz, y nuevas personas han ido llegando
a Sachawasi, además hay dos patitos nuevos y Rhandy ha vuelto poco a poco a la cocina.
Desde que Bruno está aquí, nos dividimos las labores de manera distinta. Las
cosas funcionan a otro nivel, él nos hace reunir una vez a la semana para hablarnos un
poco de permacultura y darnos consejos en cuanto a la técnica y el cómo realizar las
cosas adecuadamente. Además, nos recuerda el reglamento y nos hace caer en cuenta
de nuestras fallas. La última vez recomendó que ayudáramos a lavar la loza para que no
estuviera todo el día ahí sucia sobre el lavabo. Los vegetarianos se manifestaron
ávidamente en contra de los carnívoros y argumentaron que habían abandonado ésta
tarea porque no pensaban tocar productos animales. Algunos propusieron que cada uno
debe lavar su propio plato y otros dijeron que eso causaba congestión en el lavabo. Al
final decidimos que estuviera a decisión de cada persona. En la chacra ahora es Bruno
quien decide qué se va a hacer, él escribe las labores en el tablero, y las personas
deciden a cuál van a ir, aunque esta decisión es un poco mediada por el criterio de Bruno,
pues insiste en que hay trabajos para hombres y otros para mujeres, así mismo unos para
novatos y otros para gente con mayor responsabilidad. A falta de voluntarios que den
ejemplo de llevar sus propios proyectos, no ha habido nuevos proyectos desde que se
53
Sachawasi, la casa de los árboles.
terminó la casa de los patos. Cuando llegó Bruno nos enteró de varios errores: primero, se
enojó porque hicimos cosas mal, cosas que no debimos hacer -como cortar las plantas de
café o deshierbar la chacra sin ningún orden-, y eso fue por problemas de comunicación
entre él y los anteriores voluntarios, y segundo, lastimosamente la spirulina en la que tanto
se esforzaron Emile y Adrien estaba muerta, siempre lo estuvo, habrá que esperar una
nueva visita de alguien que traiga un poco de spirulina para reproducirla.
Organizando desde arriba y desde abajo.
La presencia del dueño en el lugar cambió considerablemente la forma de trabajo que se
dio semanas atrás, que dejaba aflorar más abiertamente conductas autoorganizativas por
parte de los voluntarios. De nuevo, al igual que en la anterior granja, se puede hablar de
una verticalidad jerárquica, en donde en la parte superior esta la labor mental y en la
parte baja la labor manual. A diferencia de Neverland, el dueño de Sachawasi no cumplía
simplemente una labor administrativa o mental, al contrario, la mayor parte del tiempo la
pasaba trabajando en la chacra junto a los voluntarios; era incluso mucho más constante
y efectiva que la labor de ellos, lo cual influye en la actitud con que trabajan las personas.
En Neverland, varios de los voluntarios testimoniaron no haber aprendido mucho sobre
biodinámica, lo cual ponían como objetivo de su visita. Hacían caer en cuenta de la poca
organización de las labores, en cuanto a que no estaban encaminadas a la biodinámica y
la agricultura orgánica, sino más bien a una forma tradicional de trabajo campesina.
Probablemente por la contratación de mano de obra de gente que ha vivido por
generaciones en esas tierras. Era tan evidente esa situación, que la misma dueña de la
granja optó por contratar administradores expertos en biodinámica para mejorar la
producción. El hecho de creer que trabajaban, no “en” la granja, sino “para” la dueña,
sumado a la creencia -nunca comprobada- de que el pago a los trabajadores se realizaba
con los aportes semanales de los voluntarios para comida, creó al final un sentimiento de
“explotación” en algunos de los voluntarios de Neverland. Todo depende de las
expectativas de cada persona, y de lo que considere que está obteniendo a cambio de su
trabajo.
En Sachawasi, al estar el dueño trabajando en el campo junto a los voluntarios, cambia el
sentimiento de estos últimos acerca de cómo es valorado su trabajo. Al recibir
instrucciones, consejos y enseñanzas al momento de trabajar, y al ver que el dueño se
54
Con azadón y machete.
pone a su mismo nivel de “yo también me ensucio las manos”, el voluntario es consciente
de una relación basada en el intercambio, lejos de un sistema salarial –como el de
Neverland con sus empleados-.Lejos de sentir algún tipo de explotación. Tampoco es
que Sachawasi esté libre de conflictos de este tipo, de igual manera no se puede afirmar
que todos los voluntarios sientan que realizan un intercambio justo, pero el hecho de ver
a diario a la persona que está arriba en la jerarquía realizando labores manuales de todo
tipo, aparte de las labores mentales, hace ameno el entorno de trabajo. Entonces este
caso podría verse como una especie de jerarquía participativa, no sólo porque quien
organiza las labores se encuentra también en el proceso productivo de primera mano,
sino porque permite la participación de los demás integrantes de la comunidad en la
formulación y modificación de la normatividad. Hay incluso formulado un sistema para la
resolución de conflictos: “En un 1er tiempo una persona de su confianza buscará el
modo de hablar con la(s) persona(s) involucrada(s) en el conflicto. En un 2do tiempo
todos hablarán con las personas involucradas para llegar a un buen entendimiento y a la
resolución definitiva del conflicto por medio de un círculo de visión. En un 3er tiempo las
personas que se hayan sentido afectadas por el conflicto ayunarán hasta la resolución
del conflicto.”30 El reglamento ha sido creado con base en la experiencia desde que se
empezaron a admitir voluntarios en Sachawasi, por eso es constantemente sometido a
cambios por parte de las apreciaciones de los voluntarios.
Partiendo de una clasificación dual expresada en la relación hembra-varón, y extensible a
muchas esferas de la cotidianidad, se observa en el desarrollo de la organización social
que siempre habrá primacía de una parte sobre la otra (Douglas 1986), esto nos da un
indicio de cómo surgen las jerarquías sociales. Un ejemplo claro de cómo participan los
voluntarios en la organización, esta vez en el ámbito más laboral, es la libertad de romper
esquemas acerca de la división sexual del trabajo. En su afán por crear una comunidad a
la manera antigua, de una manera arcaica, el dueño de la granja establece labores para
hombres y para mujeres, pero esto es impugnado por los mismos voluntarios. La
complementariedad de las labores toma una forma rotativa, pues el mismo afán de
aprendizaje impulsa a las personas de ambos sexos a aprender la mayor cantidad de
labores posibles. En una ocasión, Bruno no quería dejar sembrar maíz a Lorena, una
mujer colombiana, pues según él, esta era una labor muy pesada para una persona del
sexo femenino, y argumentó que nunca en sus veinte años viviendo en el campo en
30
Reglas de vida en Sachawasi. Documento redactado por Bruno de Roissart.
55
Sachawasi, la casa de los árboles.
Bolivia, había visto una mujer realizando esta labor. No obstante, la mujer logró que le
fuera asignada la labor y fue llevada a cabo exitosamente. En otras ocasiones también se
observaba a las mujeres demostrando su capacidad para utilizar el machete evitando ser
subestimadas en la relación productiva. También resultó curioso que, aunque en los
poblados cercanos las mujeres son encargadas de la cocina, la especialización de esa
labor en Sachawasi fue llevada a cabo por un hombre. El hecho de que los mismos
voluntarios eviten que haya una fuerte división sexual del trabajo, impide el surgimiento
de diferentes estatus de importancia en la producción, afianzando así una distribución del
trabajo en un esquema horizontal y evitando el surgimiento de una jerarquía vertical
extensa.
Ejemplos como el recién mencionado, o si lo prefiere, el surgimiento de una “estructura
informal” basada en afinidades entre los integrantes, también marcadas por el don,
permite ver relaciones más sentimentales en un ambiente productivo. Aunque la
conformación de una estructura informal no constituye una “autoorganización”
propiamente dicha, sí puede crear dinámicas implícitas en el grupo de trabajo que se
pueden contraponer al mandato jerárquico y de este modo tomar parte en la organización
del trabajo (Infestas 1991). Ejemplo de ello pueden ser: cuando se llega a un acuerdo
implícito entre los grupos de producción de frenar el ritmo de trabajo o acelerarlo
dependiendo de sus objetivos y necesidades, o la misma división del trabajo partiendo
desde los ideales de los mismos voluntarios, o las consideraciones personales de cuánto
trabajo y en qué trabajo. La autoorganización, uno de los conceptos principales de la
teoría de sistemas complejos, se refiere a la emergencia de un orden partiendo de las
interacciones locales de los entes que componen un sistema siguiendo cierta
normatividad básica (Johnson 2001), construyendo el orden desde abajo hacia arriba sin
la preexistencia de una jerarquía. La autoorganización puede llegar a identificarse en
situaciones en contextos distintos donde se dan ciertos principios o comportamientos
(Krugman 1996). Nos encontremos o no en este caso ante un sistema complejo, lo cual
queda a juicio de los expertos en ese tema, el surgimiento de ciertas conductas nos
puede hacer pensar que la organización en las granjas es un híbrido entre jerarquía y
autoorganización, como lo propone Manuel de Landa. Para dejarlo claro, en el presente
párrafo se insinúa la idea de que la organización informal, por su naturaleza de ser
implícita, da lugar a conductas grupales que pueden ser vistas como autoorganizativas,
como aquellas en que se limita el alcance de la formalidad jerárquica y donde varias
56
Con azadón y machete.
dinámicas de trabajo son reguladas por las relaciones, necesidades y objetivos de los
mismos trabajadores.
Lorena es, o fue, una estudiante ambientalista y activista en el occidente colombiano.
Realizó trabajos de conservación ambiental y de defensa de los pueblos indígenas.
Después de trabajar un tiempo en el Ecuador, decidió expandir sus horizontes
conociendo y viajando, hasta que llegó a Bolivia. Recreando sus palabras, el siguiente
fragmento nos dará a conocer un poco más de los aspectos organizativos y de las
relaciones con los vecinos de la granja.
Vamo´a cuidar el río ¿sí?
Se acabó el mercado, ahorita sólo están dando fruto el plátano, la chicharilla, el
café, la zanahoria, algunas lechugas, las naranjas, yuca, una que otra hortaliza, y no sé
que más, pero igual toca surtir porque a punta de plátano eso está muy bravo, ¡ah! ¡Qué
vaina!. Igual que las últimas veces, me ofrecí de nuevo para ir hasta Apolo para comprar
lo que hace falta. Cuando volví de La Paz la última vez -porque tuve que arreglar mi
situación legal en migración- traje varias cosas desde allá que no se consiguen en Apolo:
canela, coco, condimentos, algo de chocolate. Rhandy no podía de la felicidad, tenía
ingredientes nuevos para variar un poco el menú. Hoy les avisé por la mañana que iría a
Apolo a revisar el internet, Rhandy me dio el acostumbrado mapa -un croquis hecho sobre
una bolsa de papel- donde estaban marcados los lugares de sus cholitas favoritas, revisó
la caja, hizo cara de extrañeza y habló un rato con Bruno. Luego nos llamaron a todos y
nos dijeron: “por favor las personas nuevas que han llegado estos días, sepan que
tenemos que poner veinte bolivianos -dos dólares- a la semana para comprar las cosas
que necesitamos del pueblo, los que aún no han puesto háganlo porque ya no tenemos
mucho” dijo Bruno. Luego me entregaron la plata y la lista: tres repollos, dos lechugas –
porque un rolo que no conocí disque cortó por error toda la lechuga de varios meses-,
cinco libras de cebolla, tres cajitas de extracto de tomate, tres pepinos, dos libras de
pimiento morrón y una libra de locoto –que yo conozco como ají-.
A eso de las diez me fui al centro del pueblo a esperar que pasara algún
transporte, el tiempo se me iba y ningún carro quería bajar hasta Apolo. Le pregunté a las
personas de las tiendas si creían que iban a ir más carros a Apolo, y todos me decían que
sí pero que fuera paciente. Después de dos horas esperando tomé la decisión de regresar
a Sachawasi, pero justo en ese momento venía una camioneta blanca, de un modelo
reciente. Le pregunté al conductor si iba hasta Apolo y él asintió. El camino estaba un
57
Sachawasi, la casa de los árboles.
poco complicado por las lluvias, hay que atravesar cuatro riachuelos y uno de ellos ha
subido bastante su nivel, pero afortunadamente logramos llegar al pueblo de manera
segura. Ya en el pueblo, mientras hice las compras me detuve a pensar lo distintas que
son las personas de ciudad y las del campo. Me parecía que nadie allí se apresuraba por
hacer nada, se toman su tiempo pa‟ todo. Pareciera que no existiera nada que los
obligara a apurarse, pero no era mi caso, pues si no alcanzaba a llegar a Sachawasi antes
del anochecer, tendría que pagar hotel o buscar algún amigo de Bruno que me dejara
pasar la noche. Afortunadamente alcancé a irme en el último taxi que subió hasta el
pueblo, el que maneja Joaquín, el dueño de la tiendita en la que más compramos. Cuando
llegué, los chicos me mostraron algo que habían hecho en el río que pasa en frente a
Sachawasi: idearon una caneca rústica y pintaron un letrero que incentiva a las personas
del pueblo que se bañan ahí, a no arrojar basuras y a cuidar a la Pacha Mama. Rhandy y
Bruno trataron como unos tercos a los chicos:
“No malgasten su tiempo muchachos, hay cosas que hacer en la chacra si es que
aún tienen ganas de trabajar, con la gente de este pueblo no se puede, ya lo hemos
hecho antes, incluso una vez se hizo una brigada con los voluntarios para limpiar las
basuras del pueblo y nadie más nos ayudó, sólo nos veían como bichos raros por hacer
eso” -dijo Rhandy-.
Al otro día por la mañana fuimos a bañarnos, había unos chicos del pueblo que se
estaban bañando, después de payasear un rato para llamar su atención, les dijimos que
fueran cuidadosos con la basura y que la caneca la habíamos hecho para uso de todos,
para que entre todos cuidáramos el río. Ellos nos dieron las gracias y cuadramos un
partido de fútbol para el fin de semana. Lastimosamente eso se quedó en palabras, horas
después estábamos recogiendo lo que quedaba de la caneca y el letrero lo habían tirado
al río. Volvimos iracundos a la cocina, sentimos darle la razón a Rhandy, al parecer a la
gente no le importaba o no comprendía lo grave del asunto ambiental. Después de un rato
hablé con Adelaïda, ella tenía su visión bien distinta de las cosas:
“Que feo eso que hayan quitado la caneca y eso ¿no?” le dije mientras
caminábamos hacía el tipi para fumar un poco.
“¡Oh! Sí, que fuerte eso, me parece a mí que Bruno no se la va muy bien con el
pueblo.”
“Pero a mí me indigna que la gente sea tan ignorante ¿sabes?” mientras tanto,
prendí el cigarro, me acosté y miré el techo del tipi. Adelaïda me haría cambiar de opinión
con lo que estaba a punto de decir:
“Pero a veces pienso que también es una muestra del pueblo hacia Bruno, una
muestra de rechazo. Es que ponte en sus zapatos, ellos han vivido por siglos en estas
58
Con azadón y machete.
tierras, y de repente llega un aparecido, una persona que aunque sepa mucho, es ajena, y
viene y en cuestión de poco tiempo, así sea un par de años o de meses, empieza a decir:
no, las cosas no se hacen así, la tierra se debe tratar de ésta o tal forma y ustedes no
saben tratar las basuras, deben ponerse de tal o tal forma, ¿ves?. Además, mira, como
europea te lo digo, para los europeos todo es limpio de vista, pero también tenemos
nuestras basuras, afuera de una ciudad, hacemos como un parque de basurero y lo
enterramos y luego ponemos césped por encima para que quede bonito, pero la basura
está allá, es lo mismo aquí. Aquí tienen basura, ¿qué hacen?, no quieren quemarla, bueno
no hacen un hueco, entonces se queda a la vista, pues, para mí es lo mismo sólo que es
más hipócrita en Europa. Pero pues la gente del pueblo tampoco son unos santos, creo
que el pueblo es súper cerrado, es verdad que el pueblo tiene una atmósfera, o una
cultura y son así, ahora no sé. He estado pocas semanas, no puedo tener una idea clara,
o más profunda, una idea más profunda con plus y menos, no todo es negro no todo es
blanco. No todo es la culpa de Bruno no todo es la culpa del pueblo, no tengo una idea
clara.”
Por la tarde Bruno se ausentó, debía quedarse el fin de semana a solucionar unos
asuntos de dinero en Apolo. La verdad necesita conseguir algo de dinero, pues le está
debiendo a Rhandy y a otros voluntarios que le han prestado. Se ha llevado un poco de
vino de naranja para vender en el pueblo, de este modo puede conseguir un poco, y el
resto lo conseguirá prestado con sus amigos. Cuando él ya no estaba, convencimos a
Rhandy para ir al cuarto del vino y sacar un par de litros, no sé si merezca llamarse vino,
pero bueno, para ser una bebida hecha en la selva, muy lejos de conseguir cualquier otra
clase de vino, resulta una bebida exquisita. Mucho mejor que la chicha por lo menos. Aquí
a la gente no le gusta casi tomar chicha de maíz fermentado, sólo se consigue fresca. Sin
embargo Bruno lo primero que hizo cuando volvió de La Paz, fue un enorme tinaco de
chicha, ya está bien fermentada, y siempre que vamos a trabajar a la chacra nos
recomienda llevar una botella llena de chicha, además de llevar harina de coca para
pichar –mambear- . Las vainas como la chicha, la coca, y el tabaco sirven para dar
energía al trabajar, y al mismo tiempo obliga a un momento de compartir y hablar sobre
distintas cosas. Hoy por ejemplo, Diego nos contó algunas costumbres argentinas con el
mate –que también consumimos en Sachawasi cuando Rhandy nos invita- y Bruno nos
hablaba de historia indígena boliviana. Y es que a Bruno como que le gusta combinar sus
conocimientos sobre permacultura con las tradiciones queshwas; como el uso de la coca
para el trabajo, repartir trabajos distintos para hombres y mujeres, aplicar medicina
tradicional y comparte cosmología indígena de los queshwas y aimaras. Pero eso sí, las
formas de producción y el trato con la tierra difieren bastante de lo tradicional aquí.
59
Sachawasi, la casa de los árboles.
Nota del aprendiz de etnógrafo.
Sachawasi es un lugar de esos en donde pasa de todo. Llega y se va gente, algunos se
quedan. Los que se quedan adquieren el título de permanentes, o asentados. Los demás
que pasan por allí son, o somos, o fuimos simplemente pasajeros. Llegar a
generalizaciones es complicado, precisamente porque el carácter cambiante de la
cantidad de integrantes y de los distintos tipos de personas que allí llegan, dificulta la
creación de una teoría concreta sobre el comportamiento organizacional, pues el grupo
que se analizó, ya no es, ni probablemente lo será de nuevo. No obstante, aquí se
trataron de analizar aspectos que, en teoría, se pueden aplicar a cualquier grupo de
trabajo voluntario que realiza un intercambio en un entorno marcado por la producción.
En cuanto a la sostenibilidad, aunque no fue objeto de estudio en este trabajo, vale la
pena hacer una muy corta, somera y seca mención; una conclusión a la cual llegaron la
mayoría de voluntarios involucrados en este estudio. Lograr una autosostenibilidad en un
lugar como Neverland, o incluso como Sachawasi, que sea consecuente con todo lo que
involucra la idea de “crear, producir y trasformar todo lo que necesitamos para vivir” es
casi imposible de lograr cuando se reciben voluntarios, a menos que todos aceptaran
comer su yuca cocinada en agua, sin curry ni sal, y a variar su dieta dependiendo de la
temporada; así cuando haya plátanos “comer puro plátano” y cuando haya arracacha
“comer pura arracacha”, entre otros. Restringir las relaciones con el mundo “de afuera”
sin que haya que “poner dinero para comprar lo que hace falta” es una tarea bien difícil
de lograr, aún más para personas que están acostumbradas a obtener productos de
tierras altas, medias y bajas, todos reunidos en la tienda de la esquina.
“[Sachawasi] No no, no es „sostenible‟ porque hay voluntariado, se puede ser sostenible
sin voluntariado, porque Bruno necesita de una hectárea, menos, porque una hectárea es
para 10 personas. Una hectárea y trabajar solo, y ya está. Creo que porque hay voluntariado
es que es más lento para llegar a una comunidad o una cosa más sostenible, ahora no lo es
porque pisamos las arracachas, compramos zapallos, comemos mucho banano, jaja, pero es
verdad…”31
31
Entrevista con Adelaïda, voluntaria. Días después de abandonar la granja. Octubre 26 de 2011.
60
Con azadón y machete.
Conclusiones.
Como usted lo habrá notado, fue inevitable a lo largo de este trabajo aplicar conceptos
referentes al análisis de la organización que se han trabajado en la sociología y
antropología del trabajo en espacios marcados por la inmersión total en el sistema
capitalista, como estudios en empresas y de tipo industrial. A pesar de que en las granjas
se busca un distanciamiento de dicho sistema, el hecho de crear comunidades o grupos
de trabajo cuya finalidad es la producción, hace posible la aplicabilidad de ciertos
conceptos que en teoría, serán siempre observables en colectividades que desarrollen
labores productivas. Se propuso la idea de que en ambientes productivos habrá
tendencia a la consolidación de una jerarquía que ordene formalmente ciertos aspectos,
aplicando la idea de una división del trabajo vertical y una horizontal, donde en la relación
vertical tienden a estar arriba las labores mentales y en la parte baja las de tipo manual
(Hernández 2006), y en la horizontal se dan dinámicas como la rotación o especialización
de las labores, entre otras.
Para hablar de las relaciones que se crean con la interacción de las personas, se sugirió
pensarlas en términos del don, esto debido al tipo de intercambio realizado, que nos aleja
de la idea de pensar en el trabajo mediado por un valor salarial, tal vez sea esta una de
las principales diferencias de este estudio con otros que analizan el trabajo y la
organización en ambientes más monetarios en ese sentido. Las mismas relaciones que
van generando las personas hacen surgir lo que en antropología del trabajo se ha
llamado “organización informal”. Diferenciada de la estructura formal -plenamente
identificada con la normatividad y la burocracia (Roca 1998; Infestas 1991)-, la
organización informal tiene un poder tal, que puede oponerse a los mandatos de la
autoridad jerárquica e ir creando desde abajo ciertas dinámicas dentro de la producción.
Incluso se propuso una forma de analizar la autorregulación del trabajo basada
precisamente en las relaciones del don, y la confronta a una división sexual del trabajo
por parte de los voluntarios para así evitar una diferenciación vertical amplia. Todo esto
61
Conclusiones.
se trató de interpretar como una serie de conductas autoorganizativas, ya que emergen
de la interacción entre los mismos voluntarios y trabajadores.
El objetivo principal de esta investigación consistía en realizar una descripción de cómo
funciona la organización en este tipo de granjas, tomando como ejemplo las dos
mencionadas. Al final terminó siendo una descripción acerca de cómo se configuran
aspectos organizativos ligados casi siempre al ámbito productivo. Se mostró la existencia
de jerarquías de trabajo donde aparecen distintos aspectos como el liderazgo, la
administración, la autoridad, la enseñanza, la primacía de la experiencia, y se descuidó
un poco el tema de la estratificación ya que no se pudo observar con claridad, a
diferencia de la jerarquía. Se caracterizó el papel de los distintos integrantes, mostrando
distintas facetas suyas y de lo que ocurre al interior de las granjas: conflictos, objetivos,
procedencia y vivencias cotidianas. Cada granja tiene un objetivo distinto, de hecho ese o
esos objetivos son cambiantes dependiendo de las necesidades de los integrantes que
van y vienen. En un intento de generalización, podría decirse que el aprendizaje, la
transmisión de conocimiento y la producción son objetivos generales en estos sitios. Que
algunas persigan fines lucrativos y otras no, o que algunas pretendan establecer
comunidades, o que busquen la igualdad entre sus miembros ya es un problema de
ideologías más profundo y variable.
Al final, se puede decir que se logró lo que se buscaba con este trabajo: mostrar cómo se
desarrolla la cotidianidad dentro de estos lugares y exponer la mayor cantidad de ámbitos
y dinámicas que ocurren al interior y que configuran la organización de la producción.
Para esto, fue parte importante el planteamiento narrativo que se propuso. Mostrar las
voces de los demás da una idea un poco más amplia de cómo funciona el lugar, pretende
mostrar la granja como un escenario. Al organizar los relatos en distintas etapas
temporales, se permite al lector ubicarse dentro de las granjas y ver los distintos cambios
que van ocurriendo. Aunque se tratan de rescatar muchas de las opiniones y situaciones
de los distintos actores, no hay que negar que al final, los relatos están cargados con
muchas impresiones personales y vivencias del etnógrafo, de ahí también la importancia
de haber utilizado pseudónimos.
Un primer error fue no diferenciar entre la organización productiva con lo que podría ser
una suerte de estructura social. Para expandir el análisis hacia una organización social
62
Con azadón y machete.
como un todo, una “estructura total”, sería preciso realizar antes una pesquisa detallada
acerca de si en realidad estos sitios pueden ser tratados bajo el concepto de comunidad.
Desde la formulación del problema de investigación, se había planteado como vía teórica
para la resolución la aplicación de conceptos de la teoría de sistemas complejos. Siendo
un novato en el estudio de esas teorías, y a pesar de que sus mayores representantes
defienden a capa y espada su aplicabilidad a todas las esferas del conocimiento,
incluyendo las ciencias humanas, fue imposible encontrar ejemplos claros de dicha teoría
aplicados con rigurosidad a problemas concretos de las ciencias humanas. Entonces
durante el análisis de los datos recogidos en campo se cambió el enfoque, utilizando al
final teoría del trabajo, la antropología “industrial” y la teoría del don, reduciendo así la
conceptualización de los sistemas complejos básicamente a los principios de emergencia
y autoorganización. No se puede, lastimosamente, dar fe de la correcta aplicación del
concepto de autoorganización tal como lo plantean las ciencias de la complejidad en el
caso de estas granjas, pero sí se encontró en esa noción una posible explicación para
determinar las acciones de los trabajadores que no son ordenadas desde “arriba”.
En cuanto al análisis de datos, la información obtenida de distintas fuentes y vías fue tan
cuantiosa, que resultó imposible involucrar ciertos temas al estudio que habrían
ameritado crear nuevos apartes y subtemas. Ejemplo de ello, las diversas relaciones y
formas comerciales y también del don que se dan entre estas granjas con los poblados
cercanos y con todo lo que encierra el entorno de donde se establecen, el análisis de los
rituales y también de la reconfiguración del estatus socioeconómico de las personas al
pasar de un sistema macro-capitalista a una pequeña colectividad o comunidad. Cierto
es, que en un principio la investigación estaba planteada para visitar una o tal vez dos
granjas en Ecuador, pero al caer en cuenta sobre lo poco que ofrecía el sitio como un
lugar “autosostenible” y del parecido de su funcionamiento con el de una finca normal de
producción con trabajadores jornaleros, se decidió visitar otro sitio con objetivos distintos
y que al final, ofrecía una forma de vida bastante diferente y que también se diferenciaba
en la forma de producción. Al final el resultado fue una interesante comparación entre
ambos sitios.
Varios puntos dentro del análisis aquí presentado requieren una revisión y sobre todo
una profundización en su planteamiento, así, en investigaciones futuras sobre el mismo
tema y que pretendan el mismo enfoque sería necesario:
63
Conclusiones.
Primero, y ya fue mencionado, la conceptualización sobre los patrones emergentes y su
debida o no consideración como principios de autoorganización.
Segundo, el análisis de la parte en internet no fue llevado a cabo a profundidad a pesar
de la gran cantidad de información existente; apenas se mencionaron aspectos básicos
del contacto por internet.
Además, es importante ver cómo en ocasiones ir a campo con preconceptos o juicios de
valor previos puede tener incidencias, probablemente negativas a lo largo de la
investigación. En este caso existió durante mucho tiempo -desde la formulación del
proyecto hasta ya entrado en el trabajo de campo- la creencia de que las granjas, o más
bien los dueños de las granjas, utilizaban tácticas para atraer los voluntarios a sus
lugares y que algo se escondía tras la máscara de voluntariado con fines lucrativos. Bien,
la verdad es que como es normal, esas son las nociones que puede tener una persona
de ciudad, acostumbrada a realizar intercambios por una relación salarial donde
básicamente se le da un precio al tiempo. Cuando está inmerso y comprende las distintas
lógicas de intercambio que allí suceden, cambia su comprensión del asunto. Que sea
este entonces un momento para reflexionar una vez más y sacar a relucir las bondades
del trabajo etnográfico, la observación de primera mano y participativa, para comprender,
o por lo menos especular sobre esos a quienes llamamos los “otros”.
64
Con azadón y machete.
A. Anexo: Información del sitio web de Neverland Farm.
Recolectado el 24 de Nov. 2010, en el sitio web : <http://www.neverlandfarm.org/>
Organic Farming in Ecuador
Neverland is an organic farm located in southern Ecuador.
New Volunteer Information
We have a fairly constant stream of volunteers and students coming and going, so I have
decided to ask everyone who comes to stay at least 2 weeks, make sure you plan to be
here for a minimum of 2 weeks. let us know when you are coming and if you come ealier
please bring a cheese or 2 pounds of meat or some chocolate or something, everyone
loves treats! Other than this you should not spend money on food, we buy almost
everything in bulk, much less expensive this way.
By having a 2 week minimum stay we think that we will be able to complete more
projects, the kitchen runs more smoothly and volunteers get a more complete orientation
and are actually able to participate in, and even complete projects. Persons who come for
2-3 days or one week simply do not get the quality experience we want for every
volunteer.
There's always something to do at Neverland Farm!!! We wake up at no later than 7:30
(ok, ish) so we can be at our work assignments by 8:30. There are usually a few options
to choose from as to what you're doing.
Several ecuadorian men and women work with us, so the dominant language is spanish.
No worries, you will pick it up quickly- some of our helpers also like trading english,
french, german, whatever, for spanish lessons. But you have to go and work with them in
65
Anexo A. Información del sitio web de Neverland Farm.
the garden or field or on the mountain to learn! All really nice people, and pretty fun, good
teachers.
We have lunch at 12:30-1:30. Lunch is large- we almost never serve less than 10 people
and we try to have soups and meat and vegie daily. We drink a lot of our own hand picked
cafe. After lunch we work till 3:30 or so. This is Mon-Fri so it should work out to 25 hours a
week although it is in reality closer to 18-20 hours due to weather, unexpected
circumstances, and general lounging (that hammock is deadly, after lunch siestas can go
long). It's relatively hard work (weeding, turning garden and compost beds, planting, etc)
but, it's not a real long work day and we usually have some fun in the process. Bring
gloves!!...
… With the increase of mechanized farming and the loss in our communal memory, or
maybe just the loss of oral tradition, of how to do things simply, how to tread lightly on our
mother- in general the loss of knowledge in the history of agriculture and the way things
used to be commonly done- came the need to relearn and practice the old ways. Rudolf
Steiner called it Biodynamics. We are currently trying to become certified biodynamic.
Practicing farming in harmony with the moon and the stars and the sun, practicing
biodynamics means we produce all that is required for the fertility of the land, and
production, within the land itself. Learning by immersion how things are done by the
moon, with the tides of plants and trees and in harmony with the forces of nature. As a
people once upon a time we all possessed the common knowledge of when it was good
to plant, to weed, to prune trees, to cut your hair even. With the loss of stories and the
migration to urban centers most people have lost the old way and no longer are even
aware of moon cycles. Teaching, and constantly learning, about biodynamics
complements 100% our philosophy of self sustainability.
In immersing yourself in this farm, living the life, walking the talk, the hope is that each
person who comes to join us and work with us will learn. Learn Spanish as it is spoken
here (mixed with Quechua), learn farming and harvesting the biodynamic way. We
practice organic farming and use the land here in the fashion of yesteryear. We use an
oxen team to plow, weed by hand and shovel. Plant and harvest in accord with the natural
cycles of this place. And we do it relaxed, using the teachings of Rudolf Stiener,
biodynamics, instinctive knowledge and the stories of locals who still and always have
66
Con azadón y machete.
farmed this way. Hopefully helping visitors to relearn and recognize lost intuitions and
abilities. To learn things they never thought they could do! We have a full time local
instructor come to teach all of you volunteers 5 days a week towards this end...
67
Anexo B. Información del sitio web del centro comunitario de permacultura: Sachawasi.
B. Anexo: Información del sitio web del centro comunitario de permacultura:
Sachawasi.
Recolectado el 27 de Nov. 2010, en el sitio web:
<http://www.sachawasi.org/esp/index_esp.html>
Bienvenidos a Sachawasi (La Casa de los Árboles)
Centro Comunitario de Permacultura Andina-Amazónica
Fui campesino en el Suroeste de Francia durante 15 años. Soy blanco pero vivo desde
hace 16 años con los indígenas Quechuas de los Andes. Los Quechuas de mi
comunidad me han pedido hablar de nuestra vida:
"Como vosotros los verdaderos campesinos de Europa, somos desde miles de años
sembradores voluntarios, como dice Kokopelli. Amamos nuestras plantas,y sus raices,
sus hojas, sus frutos, y sus semillas corren en nuestra sangre desde tiempos
imemoriales.
Los imperios biotecnológicos (Monsanto, etc...), estos vampiros quieren ahora irrumpir
en nuestras vidas, chupar nuestra sangre y cambiarlo por sus jugos artificiales. Pero
queremos permanecer humanos, con las manos en el humus. Cargando en la espalda
nuestra bolsa de semillas como Kokopelli, divinidad de las semillas y de la fertilidad para
nuestros hermanos Hopis, la misma se llama Ekeko, entre nosotros los Qeshwas y los
Aymaras del Antiguo Imperio Incaico.
Por encima el océano, damosnos las manos y resistemos juntos. Que nuestros teritorios
ancestrales se junten en la lucha para preservar la vida, ... y que !mueran las necro-
tecnologías!"
68
Con azadón y machete.
En Bolivia, desde la elección de Evo Morales vivimos el inicio oficial del Pachakuti
(retorno al verdadero espacio-tiempo), una nueva era para la humanidad. Políticamente,
este Pachakuti se expresa en la nueva Constitución del Estado Boliviano, propuesta en
diciembre 2007 por la nueva Asamblea Constituyente que como en la revolución
francesa representa todos los Cuerpos Constituydos del Estado.
La nueva Constitución, aprobada por el pueblo boliviano en enero 2009, garantiza a los
Markas (los pueblos) y Ayllus (las comunidades indígenas) la defensa de su identidad
cultural, la libre determinación de sus teritorios, la obtencion de titulos de propiedad
colectiva sobre la tierra, la educacion plurilengua, el derecho a sus propias
cosmovisiones y su participacion a los beneficios de la explotacion de los recursos
naturales de sus territorios…
TRIBU ECOLO-LIBERTARIA EN UN PUEBLO QESHWA EN BOLIVIA
Recibimos a voluntaríos durante todo el año, para estadías de un mínimo de 3 semanas,
sin límite máximo, reclutados por:
- Biocimes:
asociación de Pau que tiene como objetivo el intercambio de conocimientos y
experiencias de campesinos tradicionales entre los Andes y los Pirineos, desde 2002.
- wwoof:
organización ecologista del planeta que pone en contacto los jóvenes de cualquier país
con campesinos agrobiologistas de todos los continentes, para compartir su vida, su
trabajo, su saber en cambio del alojamiento y la manutención. Desde 2007.
Adjuntamos una carta de invitación (en 3 idiomas) dirigida a los voluntarios de la wwoof
que vienen a trabajar en los experimentos agrícolas individuales de Bruno quien, a veces,
los reparte en otras familias de su comunidad.
Adjuntamos las direcciones de correo electrónico de los antiguos voluntaríos de Biocimes
y de la wwoof para que las puedan consultar.
Somos una pequeña tribu abierta de disidentes heréticos y lúdicos, de diversos orígenes
y lenguas,
al servicio incondicional de la Pachamama. Vivimos en un pueblo de 300 campesinos
Qeshwas.
69
Anexo B. Información del sitio web del centro comunitario de permacultura: Sachawasi.
Uno de nosotros, Bruno, vive con los Qeshwas desde hace 18 anos y enseña la
permacultura (agricultura natural) precolombina, la cosmovisión andina y algo de
medicina natural. El pueblo le ha pedido (cargo sindical) representarle en sus relaciones
con el mundo exterior a su grupo.
El pueblo tiene su escuela y su colegio. Los habitantes hablan qeshwa y español.
Constituímos un Centro Comunitario Experimental de Permacultura Andina–Amazónica,
para salvaguardar la enorme biodiversidad agrícola de la región, y buscar soluciones
alternativas al chaqueo con quema, causa de la desaparición del bosque amazónico.
Cuidamos con manos, ojos y corazón nuestras 10 hectárea de selva y cultivos, y en 2009
construimos una casa redonda con madera de palmeras y tierra cruda. Crío 2 caballos, 5
yeguas y un burro para obtener mulas. Tenemos también un proyecto de refugio de vida
silvestre sobre 3 hectáreas de selva rescatada de los incendios con la idea de recolonizar
las tierras quemadas con árboles indígenas.
Trabajarán con nosotros 6 dias por semana de 7h a 13h aproximadamente; en las tardes
siesta,
baño en el río, paseo, juegos, trabajo libre y preparación de la cena.
Estarán alojados en una casa de tierra, en 2 cuartos colectivos rústicos, sobre colchones
de paja y catres de bambú. Trae tu sabana-bolsa y tu frazada (hace calor aquí). Es
posible acampar bajo los árboles
Agua de fuente en las pilas. Río o ducha para lavarse. Gran caída de agua a 1 hora.
Proponemos a los voluntarios interesados una iniciación con el cactus Huachuma según
la tradición chamánica.
Comemos lo que producen nuestros cultivos: yuca, camote y otras raíces, maíz, porotos,
amarantos, caña de azúcar, coca ,verduras cultivadas y silvestres, frutas según las
estaciones: naranjas, mandarinas, limones, limas, pomelos ,mangos, plátanos , bananas,
piñas, paltas, aceitunas dulces y otras frutas silvestres. Y compramos algas secas,
quinua, lentejas, nuez de coco raspada, cacao bruto, higos secos, aceite, especies,
queso seco, carne seca de llama y alpaca, pescado seco.
Cultivamos tabaco y hacemos chicha y vino de naranja.
Podemos cocinar vegetariano o vegano, o crucinar (lo mejor...!).
70
Con azadón y machete.
En las tiendas de la comunidad, podrán encontrar pan blanco, galletas, margarina,
dulces, azúcar blanca, leche en polvo, conservas de pescado y carne enlatada. Mas
Bruno no se los acoseja.
El clima es templado-cálido. Estación seca, con lluvias ocasionales, de abril a noviembre.
Estación de lluvias (fuertes), con algunas horas de sol casi todos los dias, de diciembre a
marzo. No aconcejamos ninguna vacuna, aqui no hay malaria ni fiebre amarilla. No hay
demasiado mosquitos, pero ustedes pueden traer repelente y comprar una mosquitera en
La Paz en la calle Illampu y también en
La Paz una linterna sin pilas, recargable a mano o con electricidad (220 volts).
Requisitos:
Es obligatorio entender bien el español y comprometerse a quedarse en Sachawasi
minimo un mes, más tiempo es mucho mejor.
Hay un banco en Apolo para cambiar dolares norteamericanos, pero no cajero
automático, asi que deben traer suficiente dinero boliviano desde La Paz.
No hay trabajos agrícolas comunitarios con la comunidad Qeshwa.
Niños bienvenidos bajo carpa con sus padres.
En La Paz se puede pedir una visa de turista gratuita de 3 meses al año (renovable por lo
menos una vez) en el Ministerio de Migración localizado en la Avenida Camacho.
Inscripciones sólo por email.
71
Anexo C. Entrevista con un voluntario en Sachawasi
C. Anexo: Entrevista con un voluntario en Sachawasi.
Entrevista # 2: Camilo.
Grabada el 13 de octubre de 2010.
Parte uno:
Felipe: ¿Cómo llegaste, cómo te enteraste de Sachawasi?
Camilo: ¿Cómo me enteré de Sachawasi mi Felipe?, me enteré de Sachawasi por Angela
que ella está vinculada a los wwoofers. Pagó primero para la inscripción, y por ella me
enteré. Aunque sí me había enterado de muchos grupos de esos en Colombia como
ecoaldeas y cosas de ese estilo pero no sabía que existía la forma de, mmmm… de los
wwoofer.
F: ¿Estás aquí por permacultura, porque es más barato?
Camilo: Estoy aquí porque me gusta loco; la permacultura, el cultivo orgánico, me gusta
el campo. Porque estoy conociendo. Porque estoy viajando, se presta mucho esto.
F: ¿Sí es viable que Sachawasi llegue a ser completamente autosuficiente?
Camilo: No, sabe que no, yo pienso que no puede ser autosostenible totalmente, porque
hay alimentos muy básicos, ¿ya? de la comida. Uno puede experimentar con otros, como
hemos venido experimentando, pero yo creo que tú mismo ayer preguntabas por un
arroz. ¡Un arrocito ay!, ¿sí? Nos hace mucha falta para la cultura de alimentación que
tenemos y muchas cosas básicas que no se dan en esta altura, que no se dan en
Sachawasi porque no han intentado, como un arroz.
F: ¿Sin voluntarios Sachawasi se puede sostener?
72
Con azadón y machete.
Camilo: ¡NO, nunca!, Sachawasi no puede estar sólo en manos de Bruno. Sachawasi
como hablaba Bruno ayer: “a mí me sale más favorable alquilar a dos tipos aquí en Santa
Cruz siempre a voliar machete”, trabajan más que nosotros, ¿sí?, más que nosotros, les
rinde más, no hacen tantos daños como nosotros. Una persona que le rinda más el
tiempo y no haga daños, ¿sí o no? Y que trabaje callado sin revolución –risas- serían
factores, factores buenos para Sachawasi por tiempo, por calidad de trabajo, por tantas
cosas. ¿Ve? Pero lo que el tipo quiere con toda la persona que viene acá, como
hablábamos hoy allá en el campo, ¿qué personas vienen más acá? los europeos, los
franceses, personas así. ¿Por qué los gringos no? El mismo Bruno, una persona de
Bélgica diciendo eso. No, los gringos no vienen acá porque son brutos, porque les puede
otro idioma. La historia que nos contó tan bonita, de un jefe indio de mucha sabiduría del
campo y las matas, que era el profesor de él, y llegaron a un restaurante muy fino, a una
discoteca muy fina con su vestido de indígena pero muy elegante, muy bonito, que se
sentaron en un grupo de gringos y le preguntaron a Bruno que quién era el tipo que por
qué se vestía así y entonces que Bruno llegó y dijo: “por qué no le preguntan ustedes”
esto fue en inglés todo. “Ustedes por qué no le preguntan”, entonces le preguntaron a
Bruno: “bueno y ¿en que idioma le hablamos al tipo?” y entonces llegó Bruno y les dijo:
“pues vea, pueden hablarle en español, en queshwa, en chachaguana, ¿en… cuál era el
otro? ¡Aimara!, hasta en oki, ¿en oki? cual era el otro, el otro el de los indios –ahh Kogui
interrumpe Felipe- hasta en Kogui le podían hablarle al viejo. Cinco idiomas, más de
cinco idiomas, y los gringos dijeron “no, no sabemos”.
“No nos pongan ni traductor porque los ignorantes son ustedes que se creen los
civilizados que porque saben inglés y ustedes son unos güevones” a lo bien les quiso
decir así, este tipo les puede hablar en 4 idiomas y ustedes no saben sino inglés, ya. No
sé por qué nos derivamos a la pregunta pero, pero… ah! Lo que hablábamos ¿no?
El tipo lo que quiere sembrar en las personas que vienen cada uno acá, uno por uno,
sembrar ese granito de amar la agricultura, de amar a la tierra, esto somos los que
venimos acá y los que tenemos una esperanza de vida, los otros, se quedarán en el
imperialismo: que viva la revolución, ¡Evo y Chavez adelante! –risas-.
F: ¿Qué opiniones tienes a cerca de la repartición del trabajo?
Camilo: No, claro, tengo las mejores opiniones, yo me pongo a ver, que el campo es un
trabajo muy duro, y además es un trabajo desagradecido. Tú la tierra nunca la vas a ver
como tú quieres. Tú hoy voleas azadón, coges la tierra y que ¡lo hemos visto! Pero tú al
73
Anexo C. Entrevista con un voluntario en Sachawasi.
otro día vas y hay maleza, “¡Jueputa! ¿Pero cuando voy a acabar?”: ¡nunca! Tiene
mucho trabajo ¿sí?, cinco horas, son justas para uno ganarse una pequeñaaa… Son
pocas, pero es que viendo que nosotros venimos de la ciudad. El otro día hablábamos
que nosotros no sabemos coger un azadón, pero venimos a hacerlo con amor, eso es un
factor grande, ¿no? El amor con que venimos a hacer las cosas, pero no, no es
suficiente, no es suficiente el amor que le podemos dar porque el campo. Lo que le
decía, es un trabajo duro, duro, duro. Cinco horas no es nada. Perfecto, está bien,
bacano porque en cinco horas aprendemos mucho tín tín tín. Pero, deberíamos darle
más… Pero nooo, ¡no somos capaces! Y si pudiéramos tampoco nos va a quedar muy
bien hecho, porque no somos la persona del campo que coje fish fush fash con el
machete.
F: Los horarios?
Camilo: Los horarios me parecen bien güevón.
F: ¿Que el man nos haya donado una hora?, bueno donado no, nos la negoció.
Camilo: No, y está bien, y el man bien. Y esa la deberíamos hacer todos los días, porque
de 12 a 1 ya estamos tan mamados, tenemos tanta hambre. Yo no, ¿ahorita yo a
machetiar? Por no sacarle el culo al viejo pero la verdad yo estaba mal, me dolía la
cabeza, ¿el mismo ritmo de trabajo, no? Y el machete, el machete se me torció pa‟ un
lado.
F: ¿Y por qué se van tan rápido?
Camilo: No, no es rápido loco. Porque son 15 días, más de 15 días, se ha hecho lo que
se vino a hacer: conocer, aprender un poco. No creas que sólo en la venida a en
Sachawasi. Estar en la Paz y encontrarme con Alvaro, aprendí algo, yo creía saber, ¿que
uno lo sabe no? Vivír en el campo es muy importante, aprender a hacer una pequeña
huerta, un cajoncito, tomate, un cultivo de tomates, un cultivo de lo que haya, un
cajoncito, en la Paz, en donde el loco este.
Parte dos:
Camilo: Sí, ese Rhandy es una persona alcohólica. Aunque si el man no está, también lo
puede hacer Adelaïda, o alguna otra persona. Yo he estado en comunidad de
74
Con azadón y machete.
drogadictos, allá, ¿pero es una cosa diferente no? ¡Pero es una comunidad!, es algo a lo
que se viene acá. “Bueno vamos a hacer esto: que hoy Adelaïda cocina, tal persona le
ayuda” mañana otra persona cocina y Adelaïda no ayuda, hace trabajos diferentes a la
cocina. Que la persona no cocinó tan rico la comida, no importa nos la comemos…
Adelaïda cocinó hoy todo el día, ¿y mañana?
Es el tipo (Bruno) el que tiene que organizar eso, una comunidad que tenga un horario
también. Un horario no, un… como un orden. Que diga: “bueno, somos tantos, con
nombres, así”.
Adelaïda: Falta como un círculo de palabra, para hablar en la noche.
Camilo: En la mañana o en la noche… entonces le vamos a decir muy rica la comida y
todo, esperamos que termine el que está lavando, en fin; “bueno mañana la cocina va a
ser usted y le va a ayudar este” o “¿quién quiere ser cocina?”
F: ¿Quien quiere?, eso está mejor.
Camilo: “¿Mañana quien quiere ser cocina, usted? Listo, usted. Quien le quiere ayudar,
tan, pum. ¿Quién quiere lavar la loza mañana?” hay unos voluntarios que lo han
trabajado el lunes, el martes, los que no lo han hecho, entonces está entre ustedes 4,
¿quienes quieren? ¿no? A votación, número: tres, listo le tocó”
F: Pero es una cosa de comunicación también, ¿no? Por ejemplo Marcos está súper
relajado –interrumpe Camilo-
Camilo: Pero es la comunicación de ellos loco, porque es que nosotros nada más
venimos por un tiempo. Si usted se va a venir a quedar un tiempo y va a montar algo,
usted lo puede hacer y dejar porque eso queda en descendencia, vea como llegamos
nosotros nos recibió Annette y Adrien. Vea como llegó este loco y esta nena los ha
recibido, todos, todos lo hemos hecho; que tín que tales, que donde se va al baño, a
todos nos han dicho.
Yo en realidad, esto es un secreto que les voy a decir, yo nunca cago en el baño seco, yo
tengo mi cagadero en el baño allá abajo en el río. Cago abajo en el río. No se si me van a
ver corriendo de aquí pa‟ abajo yo salgo por el potrero corriendo. Llego allá y me paro en
dos piedras que tengo y cago, y cago feliz, así que mucho cuidado con el secreto que
les acabo de decir, ¿oyen? –risas-.
Adelaïda: yo también
Camilo: ¿También caga en el río?
75
Anexo C. Entrevista con un voluntario en Sachawasi.
Adelaïda: Nunca. Nunca en el balde!
Camilo: Marica, una vez yo acompañé a Angela y casi me vomito, vuaggg graaa. “No
Angela cierra eso”. ¡Uy! marica yo no soy capaz, yo no sería capaz de cagar y guaccc,
respirando por la boca esos gases…-risas-
F: Pues yo lo hago todos los días –risas-. No, pero yo decía de la comunicación es
porque se quejan de la forma de hablar de Bruno.
Camilo: Eso tampoco lo pueden arreglar, es su forma de ser, y así como el viejo
contesta, el viejo tiene su forma de llegar otra vez a la persona. Se pueden dar cuenta lo
que pasó hoy con una simple chicharilla. El viejo llegó y “uyyyyy”, ni si quiera, es mi
forma de decirlo, el viejo lo dijo muy calmadamente “ahh, no no no, no hagan eso, no
hagan eso, no no no, así no rinde, déjenla secar”
F: Dijo como: “para qué desperdiciar tiempo, no pierda su tiempo”
Camilo: “No pierda su tiempo”, y tiene toda la razón. Eso secándola al sol y agarrándola
con dos palos y pam pam pam le rinde el tiempo que sea y más rápido. El viejo tiene toda
la razón, y en su forma como lo dijo al rato se acercó y dijo: “no, no, es que
muchachos…” –interrumpe Felipe-
F: Ahh si, el man cayó en cuenta.
Camilo: ¡Verga! y el que no se haya dado cuenta que el man fue y se paró y nos miró y
pensó. Porque el man ya, el man ya es un campesino, el man nació por allá y tiene
estudios de lo que sea. ¡No!, el man le gusta el campo, y el man no le importa, sus
estudios los usa pa‟ acá, y pa‟ que venga otro marica y no le venga a hablar muy duro
porque el man le va a decir: “yo vivo en una finquita mijo, pero usted es un güevón al lado
mío” en su forma de pensar, en su inteligencia, en sus medicinas, en todo lo que el man
sabe.
76
Con azadón y machete.
Bibliografía
Alterman, Tabitha. 2007. “Learning to Farm on the Side of a Volcano”. Mother Earth News, Feb/Mar, Fascículo 220. Barnard, Alan., y Spencer, J. 1996. Encyclopedia of social and cultural anthropology.
London: Routledge. Carr, Coeli. 2009. “Go Organic, Literally”. Time, Agosto 3, Vol. 174:53. Clarke, Philip. 2004. “Global spread for organic skill”. Farmers Weekly, Sepiembre 24, Vol. 141, Fascículo 13:89. De Landa, Manuel. s.f. "Meshworks, Hierarchies and Interfases" <http://www.t0.or.at/delanda/> Douglas, Mary. (1986) 1996. Cómo piensan las instituciones. Madrid: Alianza Universidad. Escobar A. 2005. “Otros mundos (ya) son posibles: autoorganización, complejidad y culturas poscapitalistas”. En Más allá del Tercer Mundo Globalización y Diferencia. Bogotá: ICANH. Flanagan, James G. 1989. “Hierarchy in simple „egalitarian‟ societies”. Annual Review of Anthropology, Vol. 18:245-266 Godbout, Jacques. (1992) 1997. El espíritu del don. México: Siglo veintiuno editores. Hardin G. 1968. “The tragedy of the commons”. Science 162:1243–48 Hernández, Sarah. 2006. “Democratizando la jerarquía. Relaciones en la producción y la división del trabajo en una cooperativa mexicana”. Nueva Antropología: Revista de ciencias sociales, Vol. 20, fascículo 66:61-85. Infestas Gil, Ángel. (1991) 1993. Sociología de la empresa. Salamanca: Amarú Ediciones. Jhonson, Steven. (2001) 2003. Sistemas emergentes, o qué tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software. Madrid: fondo de cultura económica.
77
B.
Krugman Paul. (1996) 1997. La organización espontánea de la economía. Barcelona: Antoni Bosch, Editor. Lacayo Virginia, et.al. 2008. “Approaching social change as a complex problem in a world that treats it as a complicated one: the case of puntos de encuentro, Nicaragua.” Investigación y desarrollo, Vol 26, Nº 2:126-159. Lansing , J. Stephen 2003. “Complex Adaptive Systems”. Annual Review of Anthropology Vol. 32:183-204. Mauss, Marcel. (1924) 2009. Ensayo sobre el don. Forma y función del intercambio en las sociedades arcáicas. Buenos Aires: Katz editores. Neverland farm Website: <http://www.neverlandfarm.org/> (consultado junio 6 de 2011). Nigel, Barley. 1989. El antropólogo inocente. Notas desde una choza de barro. Barcelona: Editorial Anagrama. Redfield, Robert. 1960. The little community and Peasant society and culture. Chicago:
The university of Chicago press. Roca i Girona, J. 2007. ¿Antropólogos en (o ante, bajo, con contra, de, desde, para, por, según, sin, sobre, tras) la empresa?: a propósito de las relaciones entre antropología y empresa. España: IAEU. _______________1998. Antropología industrial y de la empresa. Barcelona: Editorial Ariel S.A. Sachawasi: Centro comunitario de permacultura. Website <http://www.sachawasi.org/esp/index_esp.html> (consultado junio 6 de 2011). Schwartzman, H. B. 1993. Ethnography in organizations. Qualitative research methods series 27. London: Sage. Suarez, Luís A. 2003. El tiempo entre los Inga de Bogotá, una experiencia etnográfica.
Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Winick, Charles. 1969. Diccionario de antropología. Argentina: Troquel S.A. Waldrop M. 1992. Complexity: the Emerging Science at the Edge of Order and Chaos. New York: Touchstone.