cómo pudimos vivir sin internet
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¿Cómo pudimos vivir sin Internet? así era la vida cuando no tenías ni smartphone ni Facebook
Hace tan solo diez años la vida era posible sin Internet. Sin embargo, la brecha ha crecido tan rápido que es
difícil determinar cuándo se volvió algo imprescindible para la vida cotidiana. Los hábitos de las personas cambiaron y
son más las cosas que están al alcance de un clic, que las que no.
A finales de los años noventa la realidad era muy distinta. La información se almacenaba físicamente en carpetas
y archivadores, la gente aún escribía cartas o enviaba postales, buscaba direcciones en las Páginas Amarillas y planeaba
las vacaciones en agencias de viajes. Yahoo! Altavista, eBay y Amazon mandaban en el ciberespacio. Buscadores de
páginas web, el correo electrónico, chats, foros y tiendas online todavía eran incipientes. WiFi estaba por nacer, igual
que eMule, Skype, Second Life y la Web 2.0. Pensar en tener Internet en el celular era una utopía.
Por otra parte, Google, el buscador electrónico más importante del mundo, apenas cumplió diez años. YouTube
hace menos de cinco años y iTunes se lanzó en la primavera de 2003. El enorme espacio que abrió la red ante las
personas la ha convertido en una necesidad: existen aproximadamente 2.400 millones de usuarios en todo el planeta.
Nuevas generaciones sacrificarían la televisión, la radio, los periódicos y el celular por tener acceso a Internet.
Relaciones: Antes de Internet las personas hablaban con sus amigos por el teléfono fijo de sus casas y hasta se
escribían cartas. Las redes sociales y servicios de mensajería instantánea no habían intervenido en las relaciones
humanas. En el mundo sin Internet los correos y las empresas de mensajería eran un lugar común. La gente enviaba
cartas que se recibían entre 5 y 30 días. Si había prisa podía mandarse un telegrama porque una llamada al exterior
resultaba muy cara, un tema que Skype solucionó fácilmente.
Por otra parte, es común escuchar hoy en día que muchas relaciones sentimentales se terminan por culpa de la
exposición en redes sociales. Muy distinta es la vida con llamadas al celular o la mensajería instantánea que prometen
una comunicación rápida. Si no se obtiene una respuesta oportuna se podría crear un problema, cuando antes solo
existía la posibilidad de llamar a un teléfono fijo y dejar un mensaje en la contestadora.
Conocimiento: No significa que las bibliotecas sean obsoletas, pero las personas han decidió acudir a Google
para buscar gran parte de la información, antes que trasladarse un lugar físico. En el pasado la información para hacer
tareas, investigaciones o trabajos se obtenía de inmensas enciclopedias o diccionarios. Las hemerotecas, donde se
almacenaban revistas, eran un lugar obligado para consultar.
Educación: Hace unos años era común que a los niños se les enseñara la importancia de no hablar con extraños.
Actualmente el control en el ciberespacio de los menores de edad se ha convertido en un tema urgente. A diario existen
160.000 intentos de acceso a páginas de contenido pornográfico por parte de estos. Es un nuevo reto para los padres.
Socialización: Mientras se esperaba en un consultorio médico o en la parada de un bus, dos personas
desconocidas podían entablar una conversación. Con la llegada del Internet móvil y servicios de mensajería instantánea,
como WhatsApp, muchos están absortos mirando la pantalla de sus teléfonos celulares o tablets y no se atreven a
hablar entre sí.
Entretenimiento: Actualmente existe una gran variedad de juegos on-line, se puede descargar música y videos
gratis, así como observar videos musicales o películas a través de Youtube. Muchos prefieren quedarse en la casa que
salir a cine, a comer o a bailar. Antes los éxitos musicales se medían por la cantidad de discos vendidos, ahora es por las
descargas. En los 80 era común alquilar películas en videotiendas, un plan que la piratería y servicios como Netflix
acabaron. La música no se archivaba en dispositivos móviles, que no existían, sino que se grababa en casetes, desde
emisoras o acetatos.
Tener agendas telefónicas: Los contactos de las personas se guardaban en libretas. Era una costumbre que
podría evitar el riesgo de perder todos sus números telefónicos cuando le roban o pierde el celular. Es común que las
personas no se sepan los números de teléfono de sus familiares cercanos, debido a la costumbre de tenerlos anotados
en su teléfono móvil.
Preguntar en caso de perderse: Google Maps ha revolucionado la orientación de las personas. Para muchos es
preferible mirar en su móvil el lugar al que deben dirigirse, que preguntarle a alguien en la calle.
Llamar desde cabinas telefónicas: Hace unos años era usual llamar desde la calle, si contaba con un par de
monedas, y no enviar mensajes por mensajería instantánea. Ahora se pueden acercar a un café Internet si no tienen
celular y conectarse para no sentirse “aislado”.
Jugar: Los niños o jóvenes en los parques pueden preferir otras actividades en línea como juegos o simplemente
estar conectados en redes sociales, en lugar de verse. La inclusión de Internet en las últimas consolas de videojuegos
(como el PS4 y el Xbox) permite que muchos usuarios se encuentren en línea. Prefieren jugar a distancia que
encontrarse a hacer un torneo entre amigos, como podía ocurrir tan solo unos años atrás.
Preguntarle a la abuela: Los buscadores de Internet se convirtieron en la mano derecha de todo aquel que tiene
una duda en su vida cotidiana. El “doctor Google” es frecuentado por muchos para conocer los síntomas de una
enfermedad o los efectos secundarios de un medicamento. Antes se consultaba al médico de cabecera, el farmacéuta de
la esquina o se le pedía consejo a la abuelita: era un método confiable para determinar una enfermedad y un remedio.
Internet nos ha acercado a las personas que tenemos lejos, pero nos ha alejado de las que tenemos cerca…
http://www.theclinic.cl/2013/12/29/como-pudimos-vivir-sin-internet-asi-era-la-vida-cuando-no-tenias-ni-smartphone-ni-facebook/