como construirte un esclavo manual filosofico-libre

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¿Cómo construirte un esclavo? Ars philosophica José Francisco Barrón Tovar [email protected] Es verdad que repugna a nuestra sensibilidad actual. Nuestros deseos exigen más respeto, más compasión, más humanidad, más democracia, más revolución… Y menos crueldad, menos violencia, menos maldad, menos muerte… ¡Repugnante! Pero por si acaso, nunca cae mal saber la manera más práctica de hacer que otro haga lo que tú deseas. ¡Qué difícil eso de ser uno mismo! ¡Qué complicado eso que llamamos ser libre! Cualquiera el día de hoy sabe que lo difícil no es encadenar de manera violenta a un individuo. Cualquiera el día de hoy sabe hacerlo. ¿Quién no lo ha hecho? Confesemos: no, no es difícil amenazar, insultar, golpear a un individuo para forzarlo que haga lo que uno desea. ¡No! Eso es fácil. Lo difícil es no forzar con violencia a un individuo. Lo difícil es no empujar a alguien hasta el miedo de perder la vida. Lo difícil es no tener ese deseo de someter por la fuerza a otro. ¡Qué difícil! El verdadero truco está en hacer que el otro quiera ser sometido. Ardua tarea, a veces imposible, de hacer que un ser humano se someta con ganas. Gloriosa tarea de construirse para sí mismo un esclavo. Y gracias al cielo en esa tarea desde hace siglos contamos con la ayuda de la filosofía. Es que ese ejercicio del pensamiento se ha dedicado por siglos a recolectar y perfeccionar los múltiples funcionamientos y mecanismos de los cuerpos esclavizados. No importan las ideas ontológicas o éticas de un pensador, o sus preferencias epistemológicas, siempre nos proporcionará un gran consejo o una hermosa exhortación sobre la mejor manera en que se puede reducir el alma. ¡Qué no nos engañen! Sus defensas de la libertad y la autonomía, de la felicidad y de la virtud, de las revolución y la emancipación, sólo son una bella colección de técnicas de degradación y sometimiento. Y me preguntarán entre gimoteos filantrópicos: “¿Pero cómo se logra esa maravilla?” Me lo preguntarán no sin antes atacarme: “¡Maldita escoria de la tierra!” ¡Repugnante, ciertamente! Y no sufran. Yo sólo transmito lo que en la filosofía se encuentra. De allí que he tratado de hacer una lista de las prescripciones que se encuentran en esa práctica radical del pensamiento. No son los únicos ni están todos los preceptos. Que con un gran ingenio cuentan los filósofos. Y eso de diagnosticar y describir sistemas de sometimiento parece cuento de nunca acabar… O mejor: parece que los filósofos no quisieran acabar nunca. No son todas las prescripciones, pero son muy útiles. Pueden constituir una técnica, una tecnología del esclavo. Aquí están: Antes que nada debe lograrse que el individuo no domine sus pasiones. No hay mejor manera de hacer de un cuerpo esclavo que dejar que las pasiones esclavicen ese cuerpo. Es muy fácil dominar a un lujurioso, un colérico, un melancólico, un iracundo... Es suficiente con dejar que haga lo que quiere hacer, lo que dice que es libre de hacer.

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  • Cmoconstruirteunesclavo?Arsphilosophica

    JosFranciscoBarrnTovar

    [email protected] verdad que repugna a nuestra sensibilidad actual. Nuestros deseos exigen ms respeto, ms compasin, ms humanidad, ms democracia, ms revolucin Y menos crueldad, menos violencia, menos maldad, menos muerte Repugnante! Pero por si acaso, nunca cae mal saber la manera ms prctica de hacer que otro haga lo que t deseas. Qu difcil esodeserunomismo!Qucomplicadoesoquellamamosserlibre!

    Cualquiera el da de hoy sabe que lo difcil no es encadenar de manera violenta a un individuo. Cualquiera el da de hoy sabe hacerlo. Quin no lo ha hecho? Confesemos: no, no es difcil amenazar, insultar, golpear a un individuo para forzarlo que haga lo que uno desea. No! Eso es fcil. Lo difcil es no forzar con violencia a un individuo. Lo difcil es no empujar a alguien hasta el miedo de perder la vida. Lo difcil es no tener ese deseo de someter por la fuerza a otro. Qu difcil! El verdadero truco est en hacer que el otro quiera ser sometido. Ardua tarea, a veces imposible, de hacer que un ser humano se someta con ganas.Gloriosatareadeconstruirseparasmismounesclavo.

    Y gracias al cielo en esa tarea desde hace siglos contamos con la ayuda de la filosofa. Es que ese ejercicio del pensamiento se ha dedicado por siglos a recolectar y perfeccionar los mltiples funcionamientos y mecanismos de los cuerpos esclavizados. No importan las ideas ontolgicas o ticas de un pensador, o sus preferencias epistemolgicas, siempre nos proporcionar un gran consejo o una hermosa exhortacin sobre la mejor manera en que se puede reducir el alma. Qu no nos engaen! Sus defensas de la libertad y la autonoma, de la felicidad y de la virtud, de las revolucin y la emancipacin, slo son una bellacoleccindetcnicasdedegradacinysometimiento.

    Y me preguntarn entre gimoteos filantrpicos: Pero cmo se logra esa maravilla? Me lo preguntarn no sin antes atacarme: Maldita escoria de la tierra! Repugnante, ciertamente! Y no sufran. Yo slo transmito lo que en la filosofa se encuentra. De all que he tratado de hacer una lista de las prescripciones que se encuentran en esa prctica radical del pensamiento. No son los nicos ni estn todos los preceptos. Que con un gran ingenio cuentan los filsofos. Y eso de diagnosticar y describir sistemas de sometimiento parece cuento de nunca acabar O mejor: parece que los filsofos no quisieran acabar nunca. No son todas las prescripciones, pero son muy tiles. Pueden constituir una tcnica, una tecnologadelesclavo.Aquestn:

    Antes que nada debe lograrse que el individuo no domine sus pasiones. No hay mejor manera de hacer de un cuerpo esclavo que dejar que las pasiones esclavicen ese cuerpo. Es muy fcil dominar a un lujurioso, un colrico, un melanclico, un iracundo... Es suficiente con dejar que haga lo que quiere hacer, lo que dice que es libre de hacer.

  • Es muy recomendable degradar la sensibilidad del sojuzgado. Si un esclavo quieres lograr lo mejor es que entre sus deseos tenga algunos inconfesables, que tenga algunos vicios, que le guste algo envilecedor y deshonesto. Una sensibilidad envilecidaespreferibleenalguienqueharloqueunoquiere.

    Una prescripcin infalible para esta tarea es reducir el mbito de accin del sujeto, lograr centrarlo en uno mismo, que sus hbitos y prcticas estn al tanto de las propias. Y es que si el amor no es lo que mueve al otro, es aconsejable hacer que sus desvelosseanloquedeseas.

    Que se sienta menor de edad. Y no es hablar mal de los nios. Nos repugna sobremanera que hablen mal de nuestro futuro. Lo que los filsofos han querido decir aqu es que hay que incapacitar vitalmente a los objetos de nuestras argucias. Que sepahacerpocascosasylasquesepa,mallassepa.

    Sabe uno que ha logrado el objetivo cuando el individuo no puede dirigirse elogios a s mismo. Preocupado constantemente por s mismo, por sus acciones y sus deseos, las palabras que profiere para s mismo son de insulto o menosprecio. Lograr que alguiendiga"soyuntonto"implicaarte.

    Es conocido que quien posee un alma de esclavo cree en las palabras y se deja llevar por su fantasa. Imaginacin desbordada e identificacin de las palabras con las cosas, no hay forma ms segura de proveerse de un de un sirviente. Aceptar los fantasmasdelacabezaylascosasallafueraindiciosondeconstruccinadecuada.

    Seal de servidumbre es sentir una torpeza o un vaco en la existencia. De all que todos tus ingenios deben ir encaminados a proveer tal evidencia. Que todo le salga maloquetodoterminenfiascooenfrustracin.Funcionamientoperfecto!

    De all hay que ocuparlo en cosas pequeas que le llenen la vida. Infalible mecanismo es dirigir hacia los quehaceres vanos que saturen el tiempo. Ayudar un poco aqu, salvaralgoall,vacuasactividades.

    Siempre hay que hacer que se acepten sinsentidos. La vida sobre la tierra se acabar maana! Es posible mejorar la existencia! Nada agradecer ms un esclavo queundiscursoimposible.

    Dejemos los azotes y los castigos! Dejemos de insultar y generar revuelo! Dejemos

    de victimizar al otro! Tenemos manuales filosficos. Hacer que alguien se quiera someter a la propia voluntad es algo al alcance de todos. Ni siquiera debemos tener una institucin, una fbrica,ungobierno,unejrcitoovenderalgo.Pasasinquenosdemoscuenta.

    Y ciertamente es mejor dejar en libertad a los individuos. Siempre es preferible la virtud al vicio, la felicidad a la penuria... La emancipacin a la salud. Pero en ocasiones vale honrarellegadofilosficohaciendousodel.