cómo aplicar el relato ula (1)

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PARA APLICAR EL RELATO… Artículo compartido con el Colegio de Actualización Curricular para la Academia de Ciencias Sociales ULA, abril 2014. Una parte relevante en la formación de la cultura es el relato. Un relato, en palabras del teórico del contenido, Roland Barthes, es un discurso, sea textual, audiovisual, o incluso, no verbal, y que por lo tanto está integrado por un código, un tratamiento y un mensaje específico. Los relatos son detonantes de procesos diversos, pero de manera preponderante, según Manuel Martín Serrano, de lo que conocemos como enculturización, (Serrano, 1994) es decir, la integración de los individuos a su propio cuerpo cultural, ubicado dentro de un entorno 1 específico. El proceso por el cual un relato se integra a nuestra cultura sigue una serie de pasos o etapas a través de las cuales los sujetos transitan a lo largo de un tiempo variable, conformando una historia personal, al mismo tiempo que una estructura social, es decir, el individuo se integra a su comunidad y establece relaciones dentro de la misma. Dicho proceso, explica Serrano, está integrado por 8 tipos de actividades diferentes, las primeras 4 suceden desde la sociedad y se dirigen al sujeto; y los últimos 4 se dirigen del sujeto hacia la sociedad. Actividad Enculturizante Actividad Cognitiva Actividad Social Actividad histórica Relato Integración de los contenidos a la estructura mental del sujeto Práctica de los supuestos planteados en el relato Trascendencia del relato a la forma de actuar del sujeto, tal vez de manera permanente o solo momentánea Actividad Enculturizante Actividad Cognitiva Actividad Social Actividad histórica El relato es reestructurado y reenvíado del sujeto hacia un grupo social Congruencia entre el pensamiento y la acción individual El sujeto aplica los cambios que promueve el relato a su acción social. Cambio en las estructuras normativas del grupo social De esta manera, el relato ha sido parte integral de la formación cultural de la humanidad desde tiempos prehistóricos, convirtiéndose en un factor determinante en la manera en la cual un individuo se va convirtiendo en integrante de una comunidad. Si profundizamos en esto, los relatos que un sujeto recibe construyen gran parte de la cultura que este manifiesta durante su vida, e incluso, son integrantes de lo que heredará a la sociedad en un futuro. Sin embargo, la gran parte de los relatos enviados no son previamente analizados ni sometidos a reflexión alguna, ni por parte de los padres ni de los maestros, pues normalmente acostumbramos pensar que un relato es un cuento, una narración, tal vez una lectura o una película que es recibida como tal, mientras que olvidamos que nuestros regaños, nuestros discursos cotidianos, nuestra postura explícita o tácita ante una cuestión ética, política o social, son relatos que enviamos a nuestros niños y jóvenes. Relatos son toda la serie de mensajes, verbales y no verbales, que de manera deliberada o no, enviamos a nuestro entorno, y que pueden ser recibidos con mayor o menor impacto en los receptores. 1 Por entorno entenderemos un medio, una macro y micro formación social, y una integración arquitectónica. S o c i e d a d S u j e t o

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Page 1: Cómo aplicar el relato ula (1)

PARA APLICAR EL RELATO… Artículo compartido con el Colegio de Actualización Curricular para la Academia de Ciencias Sociales

ULA, abril 2014.

Una parte relevante en la formación de la cultura es el relato. Un relato, en palabras del teórico

del contenido, Roland Barthes, es un discurso, sea textual, audiovisual, o incluso, no verbal, y que por lo tanto está integrado por un código, un tratamiento y un mensaje específico.

Los relatos son detonantes de procesos diversos, pero de manera preponderante, según Manuel Martín Serrano, de lo que conocemos como enculturización, (Serrano, 1994) es decir, la

integración de los individuos a su propio cuerpo cultural, ubicado dentro de un entorno1 específico.

El proceso por el cual un relato se integra a nuestra cultura sigue una serie de pasos o etapas a través de las cuales los sujetos transitan a lo largo de un tiempo variable, conformando una

historia personal, al mismo tiempo que una estructura social, es decir, el individuo se integra a su comunidad y establece relaciones dentro de la misma.

Dicho proceso, explica Serrano, está integrado por 8 tipos de actividades diferentes, las primeras 4 suceden desde la sociedad y se dirigen al sujeto; y los últimos 4 se dirigen del

sujeto hacia la sociedad.

Actividad

Enculturizante

Actividad Cognitiva Actividad Social Actividad histórica

Relato Integración de los contenidos a la estructura mental del

sujeto

Práctica de los supuestos planteados en el relato

Trascendencia del relato a la forma de actuar del sujeto, tal vez de

manera permanente o solo momentánea

Actividad Enculturizante Actividad Cognitiva Actividad Social Actividad histórica

El relato es reestructurado y reenvíado del sujeto hacia un grupo social

Congruencia entre el pensamiento y la acción individual

El sujeto aplica los cambios que promueve el relato a su acción social.

Cambio en las estructuras normativas del grupo social

De esta manera, el relato ha sido parte integral de la formación cultural de la humanidad desde

tiempos prehistóricos, convirtiéndose en un factor determinante en la manera en la cual un individuo se va convirtiendo en integrante de una comunidad.

Si profundizamos en esto, los relatos que un sujeto recibe construyen gran parte de la cultura que este manifiesta durante su vida, e incluso, son integrantes de lo que heredará a la sociedad

en un futuro.

Sin embargo, la gran parte de los relatos enviados no son previamente analizados ni sometidos

a reflexión alguna, ni por parte de los padres ni de los maestros, pues normalmente acostumbramos pensar que un relato es un cuento, una narración, tal vez una lectura o una

película que es recibida como tal, mientras que olvidamos que nuestros regaños, nuestros discursos cotidianos, nuestra postura explícita o tácita ante una cuestión ética, política o social,

son relatos que enviamos a nuestros niños y jóvenes.

Relatos son toda la serie de mensajes, verbales y no verbales, que de manera deliberada o no,

enviamos a nuestro entorno, y que pueden ser recibidos con mayor o menor impacto en los receptores.

1 Por entorno entenderemos un medio, una macro y micro formación social, y una integración

arquitectónica.

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Page 2: Cómo aplicar el relato ula (1)

Tomemos en cuenta también que dichos receptores pueden ser intencionales o no

intencionales, (Berlo, 1994), es decir, nuestros relatos son recibidos por aquellos a quienes interpelamos con un propósito específico, pero también otras personas en el entorno pueden

recibirlo sin estar adecuadamente preparadas, sin tener la capacidad de decodificarlo y comprenderlo o sin necesitarlo. Por ejemplo, muchas páginas en internet contienen pornografía,

y si bien puede alegarse que estos mensajes se diseñan para receptores adultos, también

pueden ser abiertas por menores que no tienen los conocimientos, la preparación ni la orientación adecuada para interpretar dicho contenido.

En este sentido, nuestros relatos se disparan hacia cualquier dirección y adquieren fuerza

cuando se insertan en medios diversos que potencializan su impacto. Así pues, una frase dicha por un maestro puede tener una relevancia tal, que sea recordada por toda la vida de una

persona.

Y por primera vez se menciona la palabra persona.

En los estudios sobre comunicación la persona no sólo debe ser vista como emisor o receptor,

es decir, por la función que cumple dentro del proceso, sino como un ser que se define por sus

interacciones.

LA PEDAGOGÍA DEL PERSONALISMO DENTRO DE UNA PRÁCTICA DOCENTE.

Cuando se toma en cuenta que el relato es una actividad socializante y enculturizante, no se puede soslayar la responsabilidad que se tiene al ofrecer a los más jóvenes un cuento, un

discurso o un comentario... Entonces, tendríamos que adentrarnos en varios detalles.

1.- Al elegir relatos con una determinada intencionalidad académica o meramente informativa,

debemos considerar que también pueden tener un impacto cultural y ético, es decir, ningún texto vive sólo por un rasgo, aunque este sea predominante, siempre, entre líneas, se dibuja un

metadiscurso, una perspectiva, una postura ante la vida, pues todo relato, sea científico o

poético, se remite a la sociedad que lo produce y cobija.

2.- Al elegir los relatos será importante también ofrecer al receptor una serie de guías sobre los motivos por los cuales seleccionamos el texto… No necesariamente lo que para nosotros es

relevante lo será para nuestros receptores; sin embargo, con esto puntos podremos ubicar

puntos de contacto para comunicarnos con respecto a ciertos asuntos. En otras palabras, encontraremos asuntos para evocar juntos.

3.- Permitir que los más jóvenes, sean estudiantes, hijos, público, etc. elijan y presenten relatos

que para ellos sean relevantes o de impacto, sin censura, sin miedos, para que podamos identificar los temas sobre los que ellos están estructurando su socialización y su

enculturización. Todo tipo de relato que un niño o un joven pueda reconstruir y ofrecer a su

comunidad se ha convertido ya, querámoslo o no, en parte de su cultura. Será mejor identificar su contenido y poder moldearlo, que desconocerlo o tratar de eliminarlo. La mente y el espíritu

de los jóvenes no es como un documento digital que se borra o se copia, es una fina red de historias entrelazadas que deberemos manejar con sumo respeto y cuidado, pues esta urdimbre

es el lugar donde se construye su dignidad. Ayudar a otro a dar forma a su red es parte del

trabajo docente, y debemos considerar que no siempre habremos de estar en posibilidad de elegir el material con el cual se teje.

4.- Sobre los relatos ofrecidos habremos de mantener una retroalimentación intencional,

planeada y cuidadosa para saber hasta dónde han llegado, cómo han sido interpretados y de qué manera se han puesto en práctica, e incluso, hasta se han reproducido en otros ámbitos

como en casa o con los amigos.

Page 3: Cómo aplicar el relato ula (1)

Esta retroalimentación nos permitirá corregir en lo necesario lo que el chico ha comprendido o

lo que no ha podido recuperar, también nos permitirá ofrecer nuevos impulsos si el proceso

enculturizador no ha alcanzado su completo desarrollo y es de nuestro interés que así suceda.

En este último punto podemos poner un poco de énfasis, por ejemplo: Cuando nosotros explicamos a nuestros alumnos la historia de México queremos que la aprendan, que la hagan

suya y que sean capaces de recuperarla cuando sea necesario. Para constatar que así sucede

llevamos a cabo una serie de actividades curriculares y cocurriculares, por ejemplo; ellos leen el texto sobre la independencia que ofrece el libro, hacen un resumen, mismo que revisamos;

posteriormente les aplicamos un examen que igualmente nos permite evaluar el grado de avance, e incluso de manera transversal, nos aplicamos en la preparación de la ceremonia

cívica para conmemorar el Grito de Independencia, en la cual, los alumnos actúan, recitan, bailan, etc. Después de 6 años de repetición de este relato podemos decir que logramos cierta

enculturización, es decir, los mexicanos sabemos que el 16 de septiembre se festeja la

Independencia de nuestro país.

Ahora bien, si hacemos esto con respecto a una fecha cívica, y en ocasiones, con tristeza y cansancio encontramos jóvenes que no saben que el Grito de Independencia tiene relación con

la Toma de la Alhóndiga de Granaditas, ¿qué es lo que creemos que sucede con los valores?

RELATOS PARA FORMAR VALORES.

Normalmente los valores son materia de lo que llamamos el currículo transversal, en el mejor de los casos, pues en el peor, se dejan de lado, como parte de la currícula oculta o de la

llamada vivida. (Diferencias: la currícula oculta nadie la debe saber, aunque la podemos adivinar o suponer, la currícula vivida nadie la puede retomar pues no existe explícita en ningún

lado.)

Por si esto no fuera grave, debemos anotar que muchas veces, nuestro ideario es un relato que

los alumnos no han adoptado. En este sentido, si no nos atrevemos a formar en valores o si consideramos que no nos toca, o

que los padres de familia deben hacerlo o que no podemos con tanto trabajo o que… cualquier

otra cosa, pues es más triste enterarnos que no podemos educar sino es en valores. 2 La educación siempre tendrá una axiología implícita, cada docente refleja la propia durante sus

intervenciones, y cada escuela, (con ideario o sin él), favorece unos valores por encima de otros. Y todo esto se comunica, pues, lamentablemente, es imposible no hacerlo, ya Paul

Watzlawick,3 lo explicaba en la segunda mitad del siglo XX al referirse a que existen discursos

no intencionales, culturalmente significativos, que llegan a receptores intencionales y no intencionales. Así pues, un alumno puede no entender una explicación sobre el binomio

cuadrado perfecto, pero podrá recibir los mensajes de frustración, impaciencia y tedio del docente ante su falta de capacidad, y responder con angustia, rebeldía o apatía.

Una y otra vez nosotros enviamos relatos a los jóvenes, y estos relatos no son únicamente

académicos. La forma en que manejamos un tema genera una especie de editorialización del

mismo, es decir, ofrece a los alumnos nuestra opinión al respecto.

Entonces, no podemos evitar ofrecer una educación ‘en valores’. Ante esta verdad ¿qué habremos de hacer? Aprovechar la ventaja.

“La pedagogía del relato pretende colaborar con el análisis necesario en relación a ciertas actitudes personales, familiares, escolares, sociales, así como con el compromiso constante en

la búsqueda de alternativas en la construcción de posibilidades – para la educación- “. 4

2 SCHMELKES; Silvia, Conferencia “Educación Católica y Calidad Educativa”, CNEP, octubre 2007

3 WATZLAWICK, Paul, en “La Nueva Comunicación”, ed. Kairós, 1996.

4 MENDIVE, Gerardo, “Pedagogía del Relato”, Mendive, 2007.

Page 4: Cómo aplicar el relato ula (1)

Si no podemos evitar la presentación de valores durante nuestras horas de intervención frente

a un grupo, entonces debemos ser conscientes de ello y debemos aprovechar la ventaja que

esto implica.

LA VENTAJAS DE UTILIZAR RELATOS PARA FORMAR PERSONAS: Los relatos existen per sé, es decir, no podemos soslayarlos, no necesitamos grandes esfuerzos

para encontrarnos con ellos y con sus efectos… “La vida está hecha de narraciones”5

Al introducir un relato a la clase elegido por uno o varios alumnos podremos ubicar al texto dentro de una perspectiva específica y tendremos la oportunidad de conocerlos y reelaborarlos

junto con los chicos… La narrativa es una de las rutas primarias para pensar en la vida.

Narrar un relato no es una cuestión que se vea amenazada por carencias de presupuesto. Realmente los seres humanos somos buenos para el relato y un narrador puede irse formando,

poco a poco, en cada uno de nosotros.

La narración produce un encuentro entre quien cuenta y quien escucha, es el encuentro de dos realidades que se convierte en un nuevo entorno.

Relatar es una actividad que se puede hacer en cualquier edad y en cualquier asignatura.

LAS DESVENTAJAS DEL USO DE RELATOS

La desventaja es que podemos perdernos en una serie de comentarios o asuntos que pueden alejarnos de nuestro tema de clase, sin embargo, podemos solicitar que los relatos se confinen

a determinados temas o asuntos, dejando siempre un grado de libertad en la selección del relato, para que al mismo tiempo podamos usarlo, tanto para cuestiones académicas, como

formativas. Puede ser que al descontextualizar el relato los chicos cambien su sentido, por lo que debemos

estar alerta y revisar nosotros mismos los hechos y notas que se estén produciendo, para poder

hacer precisiones en caso necesario. Pueden introducirse relatos que no sean adecuados para el grupo. “Los mensajes no son

inocentes, siempre tienen un mensaje”6 y puede ser que éste sea inapropiado o difícil de manejar.

PARA TENER EN CUENTA. Los relatos pueden no ser adecuados, pero siempre es mejor conocer que los alumnos los están

manejando, a soslayar el hecho y dejar que se enfrenten solos a la interpretación del mismo. La libertad en las interpretaciones debe ser siempre un requisito, pues de lo contrario

estaríamos atentando contra la formación de nuestros alumnos. No es lo mismo guiar, re-

construir o reforzar, que negar y descalificar.

Algunos textos pueden conducir al chantaje o a la manipulación, la pedagogía del relato busca romper con el pensamiento totalitario y procura la diversidad de miradas.

Este tipo de trabajos pues estimular la creatividad, la capacidad crítica y la investigación.

La pedagogía del relato es una invitación al uso de una herramienta ancestral de educar. La forma de trabajar valores con nuestros alumnos puede ser muy variada y siempre podemos

aprender más y construir nuestras propias prácticas en el aula.

5 MENDIVE, Ibid

6 BRUNER, en “La Fabrica de Historias”, citado por MENDIVE en “La pedagogía del relato”, 2007.