Grado Turismo – Hª del Arte

Francisco J. Barbado 1

El Grito de Munch

Ficha técnica

Obra: El grito (Skrik).. Autor : Edvard Munch (1863 – 1944). Medidas: 91x73,5 cm.

Estilo: Expresionista. Materiales: Óleo, temple y pastel sobre

cartón. Fecha: 1893

Localización: Nasjonalgalleriet, Oslo (Noruega)

Edvard Munch

Nacido en Cristiana (Oslo desde 1924, Noruega), pronto se sumó al movimiento Bohemio, con oposición a la burguesía y que tuvo mucha influencia en él, como Christian Krog. Estudió ingeniería hasta 1880, que empezó clases de dibujo . En 1885 viaja a París y allí contacta con Monet, Degas, Renoir, Pisarro y Seurat. En 1889 se traslada becado a Saint Cloud (París) y contacta con Wishder, Bocklin, Gauguin y Van Gogh, y acaba modificando su estilo. Poco después de su llegada a París, recibe la noticia de la muerte de su padre, y que ejerció como padre muy rígido. Por aquel entonces, en París se vivía en un clima de constate protesta social, en una época de sabotajes, boicots, y huelgas generales, contra la burguesía.

Cuando tenía casi 5 años, muere de tuberculosis su madre y 9 años más tarde su hermana Sophie, 2 años mayor que él de tuberculosis también.

En 1890, su otra hermana Laura fue ingresada en un psiquiátrico. Este capítulo de su vida le dejarán marcado y se reflejará en su carrera artística y de alguna manera, sus tristes y angustiosas representaciones tienen como punto de partida sus obsesiones y frustraciones personales que le ayudaron al desarrollo del expresionismo.

En 1892 expone en el Círculo de de Artistas Berlineses, causando una fuerte polémica en una sociedad muy conservadora, y a la semana se tiene que cerrar la exposición. Lejos de perjudicarle, le acaba beneficiando y expone en otras ciudades alemanas. Posteriormente pasa un tercer periodo en París en donde se reafirma en el estilo de pintores como Gauguin y Emile Bernard, y simplifica sus figuras sin modelarlas y con cierta deformación, al estilo de Van Gogh. Empieza El friso de la vida pero no lo acaba, y que tiene su reflejo en El Grito. En 1895 realiza una litografía para imprimir en periódicos y revistas. En 1908 vive en Berlín la mayor parte del tiempo, con frecuentes viajes a París y a Noruega y crea un estilo personal basado en acentuar la fuerza expresiva de la línea, reduciendo las formas a una expresión más esquemática y a un uso simbólico y no naturalista del color. Otras obras de Munch: Vampiro, La voz, El friso de la vida, Madonna, El puente, Muerte en la alcoba, El sol, La historia, Alma Mater, Los paneles del Áula Magna de la Universidad de Oslo. En 1908, tras una turbulenta relación amorosa, es ingresado por problemas nerviosos y a su alcoholismo, 8 meses en Copenhague. En 1906 se traslada a las afueras de Cristiana, viviendo aislado y muriendo en 1944 completamente solo.

Origen de la obra

Munch aclaró en su diario el origen de su obra y viene de un paseo que realizaba con dos amigos mientras el sol se ponía, y de repente el cielo se tiñió de rojo sangre, se detuvo y se apoyó en una barandilla muerto de cansancio, sangre y lenguas de fuego acechaban sobre la ciudad y el fiordo azul oscuro; sus amigos continuaron y el se quedó quieto y temblando de ansiedad y miedo y sintió un grito infinito que atravesaba la naturaleza.

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Análisis

El tema del cuadro es el de una figura central de un hombre (¿Munch?) o una mujer, con dos figuras al fondo a la izquierda caminando sobre un puente en el que no se divisa el final ni el principio y un río que separa dos partes de tierra. Observamos 3 líneas verticales que dividen la obra y marcadas por la figura principal y la barandilla naranja de la derecha que marca las líneas y que alcanza el horizonte, donde empiezan las líneas onduladas. Si nos fijamos, vemos una diagonal dese la parte superior izquierda hasta la parte inferior derecha. El horizonte queda enmarcado al fondo entre el cielo naranja y amarillo y el azul del río, que forman un contraste que dividen el cuadro en el tercio superior y los dos tercios restantes en los que está presente el azul. Este azul se difumina con el agua, mientras que el naranja, hace juego con el de la barandilla del puente. El color azul oscuro es el mismo para los personajes, y se relacionan por ir junto a la barandilla naranja y que forman un contraste de colores: negro – naranja. El color marrón de la orilla y el del suelo del puente, hace que el azul y el naranja destaquen más.

Según un estudio realizado en el 2003, indican que el rojo del cielo que observó Munch y pintó en su cuadro, se debió a la explosión del volcán Krakatoa (Indonesia) el 27 de agosto de 1883, y que provocó tsunamis inmensos, se escuchó a 4800 kms. del volcán, alcanzó los 180 decibelios, y sus cenizas se elevaron a 80 kms. de altura.

Técnicamente, da pincelas largas y curvas sobre el óleo y usa el pastel para darle una textura. Los trazos curvos dan movimiento, y juega muy bien con el contraste de colores, lo que ayuda a dividir el cuadro en tercios junto con el puente y el cielo. El azul oscuro del agua denota frío, mientras que los colores del cielo, dan cierta calidez. El sentido de profundidad viene dado por la diferencia de tamaños de la figura principal y los otros dos personajes, utilizando la perspectiva. Existe una cierta desproporción en el personaje central entre rostro y manos.

Gracias a la mezcla y el contraste de colores y a la expresividad del personaje, Munch nos transmite desesperación, miedo, indignación, soledad, inseguridad. La figura se tapa los oídos y da la espalda al sol, a la naturaleza, al las otras figuras, y quizás sea porque siente como si todo estuviese en sus contra. Los barcos y la iglesia dan sensación de lejanía. Estos sentimientos abundan en el expresionismo, que buscaba la expresión de los sentimientos y las emociones del autor, más que a la realidad objetiva, y anteponía estos sentimientos a las formas. Para lograr este efecto, los pintores expresionistas utilizaban colores fuertes, distorsionaban los rostros y les dotaban de tristeza, jugando con las líneas para transmitir estos sentimientos. Munch tuvo gran influencia en el expresionismo alemán.

Munch intenta plasmar la soledad del protagonista y la indiferencia de todos ante su angustia y la del ser humano en general. Se dice que como fuente de inspiración, probablemente en una momia peruana conservada en el Museé de l’Homme de París y el que había visitado durante su estancia en Francia. La obra se presenta en 1893, como parte de una serie de 6 cuadros.

Existen cuatro versiones de este cuadro. La más famosa se encuentra en la Galería Nacional de Oslo, y es la considerada como la original. La segunda y tercera versión (83,5 x 66 cm.), son témperas sobre cartón del Museo Munch de Oslo, y que fueron objeto de un robo, siendo recuperadas más tarde. La cuarta versión pertenece a un coleccionista privado. En todas las versiones aparece una figura andrógina expresando sus angustias y su desesperación social, con la ciudad de Oslo como telón de fondo, vista desde la colina de Ekeberg.

En 1961, la obra alcanza la fama al aparecer en la revista Time, en su número sobre los trastornos de ansiedad y complejos de culpabilidad. Andy Warhol , estampa en seda algunas de las obras de Munch, entre ellas El grito. El cuadro se convierte en un icono cultural y se reproduce en multitud de merchandising como, camisetas, posters, llaveros, tazas, etc …, lo que es contradictorio, ya que su obra es emocional y expresiva, con un estado de ánimo que lucha contra su vacío y sus luchas internas, y típico de esta sociedad que solo cuestiona el consumo.