comer mal es peor que fumar

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Evitemos el cancer al estomago

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  • 1

    Proyecto Iberoamericano de Divulgacin Cientfica

    Comunidad de Educadores Iberoamericanos para la Cultura Cientfica

    COMER MAL ES PEOR QUE FUMAR

    REFERENCIA: 1MMG44

    Los retos de la salud y la alimentacin

  • 26 EL PAS, lunes 10 de agosto de 2009

    vida&artes Iturriaga y Epirecuerdan la plataolmpica de 1984

    Una exposicin enPars indaga en lafigura de Tarzn

    Test para detectarenfermedadessexuales en EE UU

    Disney estrenaun canal pensadopor y para chicos

    Comer demasiadas hamburgue-sas puede producir obesidad yaumento del colesterol. Al igualque se avisa en los paquetes detabaco, los consumidores debe-ran estar advertidos de las con-secuencias del consumo de cier-tos alimentos. Los cambios en ladieta han sido vertiginosos enlos ltimos aos y, como sea-lan expertos en nutricin, la ten-dencia es a peor. Comer mal,adems, no slo produce obesi-dad, diabetes o problemas car-diovasculares. Estn aumentan-do las alergias e intolerancias ytambin otros trastornos, de ca-rcter ms leve, que merman lacalidad de vida. Hasta tal puntoque, si no se invierte esta ten-dencia, la Organizacin Mun-dial de la Salud (OMS) prev al-go nunca visto: que los nacidosdespus de 2000 tengan menosesperanza y calidad de vida quelos que nacieron antes.

    Manuel Serrano-Ros, cate-drtico de Medicina Interna dela Universidad Complutense ymiembro de la Real Academiade Medicina, opina que global-mente, una mala nutricin esun factor de riesgo ms graveque el tabaco, ya que su impactoes mayor sobre muchos siste-mas. Un grupo de expertos delConsejo Cientfico del InstitutoDanone, que preside Serrano-Ros, debati la semana pasadasobre la importancia de invertirla mala tendencia en la alimen-

    tacin durante un curso sobrenutricin y salud pblica en laUniversidad Internacional Me-nndez Pelayo de Santander. Pi-lar Cervera, ex directora delCentro de Enseanza Superiorde Nutricin y Diettica, tam-bin opina que las secuelas decomer mal se extienden msque las del tabaco. Por eso tie-nen efecto las luchas contra el

    tabaco, porque se habla de con-secuencias ms concretas, ase-gura Cervera.

    La obesidad, que ha sido laprimera enfermedad no infec-ciosa de la que la OrganizacinMundial de la Salud (OMS) de-

    clara una pandemia, es la conse-cuenciams visible de unamalaalimentacin. Pero la necesidadde volver a la dieta mediterr-nea se apoya adems en otrosfactores: La prevalencia de aler-gias e intolerancias ha aumenta-do muchsimo en los ltimosaos, afirma Ascensin Mar-cos, experta del Grupo de Inmu-nonutricin del Consejo Supe-rior de Investigaciones Cientfi-cas (CSIC). Los malos hbitosen la alimentacin repercutenen el sistema inmune, incideMarcos, y aunque muchas aler-gias e intolerancias alimenta-rias estn sin diagnosticar, se es-t diciendo que en 2010 entre el40 y el 50% de la poblacin euro-pea va a padecer algn tipo dealergia.

    La dificultad de diagnsticose extiende a otros de los efec-tos de la mala nutricin, tras-tornos sin gravedad pero quevan mermando la calidad de vi-da, y de los que la gente no sepreocupa hasta que no son ver-daderos problemas, afirma Pi-lar Cervera. El estreimientoes uno de los ms comunes, delque se pueden derivar hemorroi-des o fisuras anales, que a la vezpueden terminar en anemia porprdidas de sangre; en generalhay todo un subgrupo de trastor-nos ligados a unamala alimenta-cin; mala hidratacin, que daproblemas de piel, de cabello yestos pequeos trastornos sim-plemente se van asumiendo,por lo que no desaparecen o em-

    peoran hasta que son realmentegraves, explica la experta delInstituto Danone, que aboga poruna alimentacin variada y conhorarios establecidos como solu-cin a estos problemas.

    Son muchos los factores que

    influyen en la mala nutricin.Aparte del estilo de vida, la tec-nologa de alimentos, afirmaSerrano-Ros, ha contribuido aincluir en alimentos procesadosingredientes que facilitan laalergia; el consumo preferen-

    cial de determinados alimentos,a la vez que los nuevos mtodosde laboratorio han contribuidoa que se desarrollen estos pro-blemas.

    Para los expertos se trata deuna especie de paradoja: la me-

    jora del nivel de vida no ha he-cho sino empeorar la calidad oel equilibrio en la alimentaciny poner en grave peligro la dietamediterrnea. Los espaolescomemos mucho, comemosmal, apenas hacemos ejercicio

    fsico y dormimos menos horasde las convenientes, afirma Isa-bel vila, miembro del InstitutoDanone y presidenta de la Confe-deracin Espaola de Organiza-ciones de Amas de Casa, Consu-midores y Usuarios (CEACCU),

    que acaba de presentar un estu-dio sobre hbitos saludables. Elresultado ha sido un suspensoabsoluto. Segn el informe, tanslo el 6,6% de la poblacin al-canza los objetivos de alimenta-cin saludable respecto al con-sumo de frutas, verduras, pesca-do y legumbres.

    Unos datos poco alentadoresy mucho peores en equilibrioque los de los ltimos aos: An-tes era menos habitual que losjvenes tomaran tantas calo-ras y no estaba en este peligrola dieta mediterrnea; no sabe-mos por qu, pero aunque cadavez somos ms exigentes con lasalud y con la alimentacin, alfinal nos cuidamos menos y nosalimentamos peor, afirma vi-la.

    No estn claras las razonesdel aumento ni tampoco la solu-cin, pero existe consenso sobre

    cul debe ser la principal va decombate: la educacin es la basepara modificar unos hbitosms difciles de cambiar confor-me avanza la edad. Esta faltade formacin, de atencin a lanutricin para una vida saluda-

    ble, repercute en otros mbitosmuy graves, ya que se produceun riesgo de manipulacin, por-que la gente se cree todo lo quele cuentan sobre dietas, lo quese anuncia en televisin, asegu-ra Serrano-Ros. Un grave desco-nocimiento que se transmite depadres a hijos: Los nios songrandes imitadores, por eso esmuy importante que toda la fa-milia coma lomismo, eso de pre-guntarles a los nios qu quie-ren comer no se haca enmi po-ca, dice Cervera, es vital quetoda la familia coma lo mismo eintroducir al nio pronto en lamesa familiar.

    La responsabilidad es tantofamiliar como escolar. Los ex-pertos coinciden en que la edu-cacin alimentaria es un aparta-do olvidado y que es necesariopotenciarla a todos los nivelesde la educacin. En la asignatu-ra de Educacin para la ciudada-na, afirma Serrano-Ros, y enla carrera de Medicina, dondeni siquiera est bien reflejada laimportancia de la nutricin; losmdicos tienen una formacinmuy escasa, yo dira que casi hahabidomenosprecio en este sec-tor. La poca consideracin quese ha dado a la nutricin no evi-ta la existencia de otra parado-ja. Hay preocupacin, pero noaccin. El estudio revela que el75% est preocupado por llevaruna dieta sana, aunque a la horade la verdad todo se quede enbuenas intenciones.

    La presidenta de CEACCUcree que, en general, la socie-dad padece poca informacin ymenos formacin. Problemasde etiquetado y de tiempo paracocinar se suman al desconoci-miento. Pilar Cervera aseguraque para adquirir esta educa-cin hay que conocer los gru-pos alimentarios y mezclarlosde forma equilibrada. La exper-ta en nutricin cree que la die-ttica no est reida con la gas-tronoma, es necesario cuidar lapresentacin y controlar la gra-sa y sal, pero tampoco eliminar-los. Factores que hagan msatractiva la variedad, sobre todoen lo que concierne a los nios,pueden ser clave para conse-guir un cambio en esta culturaque se aleja peligrosamente dela dieta mediterrnea.

    Un atisbo de esperanza vienede la mano de la crisis. vilacree que la coyuntura econmi-ca est cambiando ligeramentelos hbitos, las familias estn re-cuperando buenas costumbresen la mesa. Los productos basede la dieta mediterrnea son, dehecho, algunos de los ms eco-nmicos. Las legumbres, vegeta-les o los cereales cumplen am-bos requisitos y tienen en estemomento su oportunidad per-fecta para recuperar el protago-nismo en la mesa. Y es que, a lahora de comer, nada como losplatos de la abuela.

    Comer mal espeor que fumarLa mala nutricin provoca un aumento delas alergias y otros trastornos ! La educacines la mejor herramienta para combatirla

    La dieta mediterrnea, forma saludablede comer en Espaa y otros pases hastahace 30-40 aos, consiste en tomar regu-larmente frutas y verduras de estacin,cereales integrales, legumbres, frutos se-cos, pescado azul, algo de huevos, algo depollo, unos pocos lcteos y quesos, pocacarne de ternera, aceite de oliva, como laprincipal fuente de grasas y los adultosalgn vaso de vino tinto. Consecuenciade toda esta combinacin de alimentosse consigue obtener unas cantidades yproporciones adecuadas de los nutrien-tes que requerimos para mantener nues-tra buena salud (grasas monoinsatura-

    das, suficientes cidos omega 3, rica enpotasio, rica en fibra, incluida la soluble,baja en sal, rica en antioxidantes, en espe-cial vitaminas E y C, carotenoides y flavo-noides, rica en vitaminas B, incluido elcido flico y baja en grasa saturada),minimizando el estrs oxidativo de nues-tro organismo, base de muchas enferme-dades, y por tanto con un menor riesgode problemas diversos crnicos tales co-mo enfermedades metablicas, enferme-dades cardiovasculares, algunos tipos decnceres, y consiguiendo as alargar lavida con una mejor calidad, al evitar va-rias enfermedades.

    Muchos estudios estn demostrandocontinuamente la adecuacin de la Die-ta Mediterrnea para la salud y paraprevenir diversas enfermedades. Si nos

    alejamos de este tipo de alimentacin yseguimos una dieta con poca fibra (to-mar pocas frutas, verduras, cereales ylegumbres) se producen, con ms fre-cuencia, problemas digestivos diversos,entre ellos el estreimiento, que mer-man la calidad de vida de las personasque lo sufren.

    Un error muy frecuente en la formade comer de los espaoles es hacer unpobre desayuno, con un bajo contenidoen protenas. Dejar de tomar un mnimode protenas (carne, pescado, huevo yleche y derivados) en el desayuno, comi-da y cena es un factor de riesgo de prdi-da de masa muscular. Si se pierde masamuscular se lucha peor contra el sobre-peso y se merma, en los mayores, la cali-dad de vida.

    Tenemos que tratar de recuperar esaforma saludable de comer y eso es tareade todos: las Administraciones, los me-dios de comunicacin, los maestros y loscientficos. Es una labor constante deeducacin y formacin, realizadas des-de una temprana edad en las escuelas.Se debe informar, a la vez, que esta for-ma de alimentacin adecuada se debeacompaar siempre de estilos de vidasaludables, evitando los hbitos txicos,como el tabaco, moderando siempre elalcohol y realizando una vida fsicamen-te activa, con al menos un paseo diariode unos 30 minutos, evitando el sobrepe-so y la obesidad, haciendo una vida alaire libre en lo posible, reduciendo elestrs y manteniendo o recuperandouna vida social y familiar satisfactorias.

    Jos R. Cabo-SolerProfesor de la Facultad de Medicina de la Univer-sidad de Valencia.

    " ParticipeCree que en los prximos aosse volver a la dieta mediterrnea?

    Buenas intenciones pero pocoms. El estudio presentado lasemana pasada por la Confede-racin espaola de organizacio-nes de amas de casa, consumi-dores y usuarios (CEACCU) re-vela que la mayora de los espa-oles (74,4%) se preocupa porllevar una vida sana.

    La teora est muy bien y ca-si todo el mundo se la sabe. Sinembargo, en la prctica sonrealmente muy pocos los quetienen buenos hbitos o se preo-cupan por adquirirlos. El infor-me, realizado a partir de 5.500encuestas, recoge los erroresms frecuentes y que ms se re-

    conocen: no tomar suficientesfrutas y verduras (el ms co-mn), no hacer un desayunocompleto y comer muy pocaslegumbres. Isabel vila, presi-denta de CEACCU, valora la si-tuacin como un serio peligropara la dieta mediterrnea ylamenta que en la sociedad fal-te tiempo e informacin paraatender a la alimentacin.

    Son los mayores, segn el es-tudio, quienes ms se preocu-pan por la dieta y se alimentande forma ms equilibrada, sonprecisamente quienes ya te-nan los hbitos adquiridos, di-ce vila. Por sexos, el hombre

    es quien menos se preocupapor seguir una dieta en condi-ciones y, entre ellos, son los sol-teros, divorciados y la gentecon bajo nivel de estudios losque menos se cuidan en estesentido.

    El ejercicio fsico casi brillapor su ausencia. Slo el 27% con-fiesa realizar algn tipo de ejer-cicio o deporte (incluidos pa-seos de media hora o de mstiempo). Y, adems, se duermepoco. Ms de la mitad duermemenos de siete horas diarias re-comendadas y la siesta tiende adesaparecer. As, el 60% de lapoblacin no se la echa nunca.

    Los distintos factores estnencadenados, cuando se cam-bia uno se cambian todos, se-ala vila sobre la tendencia aagrupar los hbitos, ya que estcomprobado que quienes tie-nen costumbres escasamentesaludables suelen tener ms deuna.

    El fumador habitual consu-me, en general, menos frutaque el no fumador, advierte lapresidenta de la CEACCU. Paravila, uno de los papeles msimportantes en esta lucha con-tra la desinformacin alimenta-ria lo tienen los medios de co-municacin.

    Una dieta adecuada es esencial

    deportes

    Los espaoles comemosmucho, comemos mal yapenas hacemos ejerciciofsico. / corbis

    Buenas intenciones, malos hbitos

    revista de veranosociedad pantallas

    CRISTINA CASTRO CARBN

    ANLISIS

    Jos R. Cabo-Soler

    Slo el 6,6% de lapoblacin alcanzalos objetivos deconsumo saludable

    La diettica no estreida con lagastronoma, segnlos mdicos

    Los malos hbitosrepercuten en elsistema inmune,dice un especialista

    Los cambiosen la dieta han sidovertiginosos enlos ltimos aos

    La obesidad es laconsecuencia msvisible de unamala alimentacin

    Un atisbo deesperanza viene dela mano de la crisis,opinan los expertos

  • Iturriaga y Epirecuerdan la plataolmpica de 1984

    Una exposicin enPars indaga en lafigura de Tarzn

    Test para detectarenfermedadessexuales en EE UU

    Disney estrenaun canal pensadopor y para chicos

    Comer demasiadas hamburgue-sas puede producir obesidad yaumento del colesterol. Al igualque se avisa en los paquetes detabaco, los consumidores debe-ran estar advertidos de las con-secuencias del consumo de cier-tos alimentos. Los cambios en ladieta han sido vertiginosos enlos ltimos aos y, como sea-lan expertos en nutricin, la ten-dencia es a peor. Comer mal,adems, no slo produce obesi-dad, diabetes o problemas car-diovasculares. Estn aumentan-do las alergias e intolerancias ytambin otros trastornos, de ca-rcter ms leve, que merman lacalidad de vida. Hasta tal puntoque, si no se invierte esta ten-dencia, la Organizacin Mun-dial de la Salud (OMS) prev al-go nunca visto: que los nacidosdespus de 2000 tengan menosesperanza y calidad de vida quelos que nacieron antes.

    Manuel Serrano-Ros, cate-drtico de Medicina Interna dela Universidad Complutense ymiembro de la Real Academiade Medicina, opina que global-mente, una mala nutricin esun factor de riesgo ms graveque el tabaco, ya que su impactoes mayor sobre muchos siste-mas. Un grupo de expertos delConsejo Cientfico del InstitutoDanone, que preside Serrano-Ros, debati la semana pasadasobre la importancia de invertirla mala tendencia en la alimen-

    tacin durante un curso sobrenutricin y salud pblica en laUniversidad Internacional Me-nndez Pelayo de Santander. Pi-lar Cervera, ex directora delCentro de Enseanza Superiorde Nutricin y Diettica, tam-bin opina que las secuelas decomer mal se extienden msque las del tabaco. Por eso tie-nen efecto las luchas contra el

    tabaco, porque se habla de con-secuencias ms concretas, ase-gura Cervera.

    La obesidad, que ha sido laprimera enfermedad no infec-ciosa de la que la OrganizacinMundial de la Salud (OMS) de-

    clara una pandemia, es la conse-cuenciams visible de unamalaalimentacin. Pero la necesidadde volver a la dieta mediterr-nea se apoya adems en otrosfactores: La prevalencia de aler-gias e intolerancias ha aumenta-do muchsimo en los ltimosaos, afirma Ascensin Mar-cos, experta del Grupo de Inmu-nonutricin del Consejo Supe-rior de Investigaciones Cientfi-cas (CSIC). Los malos hbitosen la alimentacin repercutenen el sistema inmune, incideMarcos, y aunque muchas aler-gias e intolerancias alimenta-rias estn sin diagnosticar, se es-t diciendo que en 2010 entre el40 y el 50% de la poblacin euro-pea va a padecer algn tipo dealergia.

    La dificultad de diagnsticose extiende a otros de los efec-tos de la mala nutricin, tras-tornos sin gravedad pero quevan mermando la calidad de vi-da, y de los que la gente no sepreocupa hasta que no son ver-daderos problemas, afirma Pi-lar Cervera. El estreimientoes uno de los ms comunes, delque se pueden derivar hemorroi-des o fisuras anales, que a la vezpueden terminar en anemia porprdidas de sangre; en generalhay todo un subgrupo de trastor-nos ligados a unamala alimenta-cin; mala hidratacin, que daproblemas de piel, de cabello yestos pequeos trastornos sim-plemente se van asumiendo,por lo que no desaparecen o em-

    peoran hasta que son realmentegraves, explica la experta delInstituto Danone, que aboga poruna alimentacin variada y conhorarios establecidos como solu-cin a estos problemas.

    Son muchos los factores que

    influyen en la mala nutricin.Aparte del estilo de vida, la tec-nologa de alimentos, afirmaSerrano-Ros, ha contribuido aincluir en alimentos procesadosingredientes que facilitan laalergia; el consumo preferen-

    cial de determinados alimentos,a la vez que los nuevos mtodosde laboratorio han contribuidoa que se desarrollen estos pro-blemas.

    Para los expertos se trata deuna especie de paradoja: la me-

    jora del nivel de vida no ha he-cho sino empeorar la calidad oel equilibrio en la alimentaciny poner en grave peligro la dietamediterrnea. Los espaolescomemos mucho, comemosmal, apenas hacemos ejercicio

    fsico y dormimos menos horasde las convenientes, afirma Isa-bel vila, miembro del InstitutoDanone y presidenta de la Confe-deracin Espaola de Organiza-ciones de Amas de Casa, Consu-midores y Usuarios (CEACCU),

    que acaba de presentar un estu-dio sobre hbitos saludables. Elresultado ha sido un suspensoabsoluto. Segn el informe, tanslo el 6,6% de la poblacin al-canza los objetivos de alimenta-cin saludable respecto al con-sumo de frutas, verduras, pesca-do y legumbres.

    Unos datos poco alentadoresy mucho peores en equilibrioque los de los ltimos aos: An-tes era menos habitual que losjvenes tomaran tantas calo-ras y no estaba en este peligrola dieta mediterrnea; no sabe-mos por qu, pero aunque cadavez somos ms exigentes con lasalud y con la alimentacin, alfinal nos cuidamos menos y nosalimentamos peor, afirma vi-la.

    No estn claras las razonesdel aumento ni tampoco la solu-cin, pero existe consenso sobre

    cul debe ser la principal va decombate: la educacin es la basepara modificar unos hbitosms difciles de cambiar confor-me avanza la edad. Esta faltade formacin, de atencin a lanutricin para una vida saluda-

    ble, repercute en otros mbitosmuy graves, ya que se produceun riesgo de manipulacin, por-que la gente se cree todo lo quele cuentan sobre dietas, lo quese anuncia en televisin, asegu-ra Serrano-Ros. Un grave desco-nocimiento que se transmite depadres a hijos: Los nios songrandes imitadores, por eso esmuy importante que toda la fa-milia coma lomismo, eso de pre-guntarles a los nios qu quie-ren comer no se haca enmi po-ca, dice Cervera, es vital quetoda la familia coma lo mismo eintroducir al nio pronto en lamesa familiar.

    La responsabilidad es tantofamiliar como escolar. Los ex-pertos coinciden en que la edu-cacin alimentaria es un aparta-do olvidado y que es necesariopotenciarla a todos los nivelesde la educacin. En la asignatu-ra de Educacin para la ciudada-na, afirma Serrano-Ros, y enla carrera de Medicina, dondeni siquiera est bien reflejada laimportancia de la nutricin; losmdicos tienen una formacinmuy escasa, yo dira que casi hahabidomenosprecio en este sec-tor. La poca consideracin quese ha dado a la nutricin no evi-ta la existencia de otra parado-ja. Hay preocupacin, pero noaccin. El estudio revela que el75% est preocupado por llevaruna dieta sana, aunque a la horade la verdad todo se quede enbuenas intenciones.

    La presidenta de CEACCUcree que, en general, la socie-dad padece poca informacin ymenos formacin. Problemasde etiquetado y de tiempo paracocinar se suman al desconoci-miento. Pilar Cervera aseguraque para adquirir esta educa-cin hay que conocer los gru-pos alimentarios y mezclarlosde forma equilibrada. La exper-ta en nutricin cree que la die-ttica no est reida con la gas-tronoma, es necesario cuidar lapresentacin y controlar la gra-sa y sal, pero tampoco eliminar-los. Factores que hagan msatractiva la variedad, sobre todoen lo que concierne a los nios,pueden ser clave para conse-guir un cambio en esta culturaque se aleja peligrosamente dela dieta mediterrnea.

    Un atisbo de esperanza vienede la mano de la crisis. vilacree que la coyuntura econmi-ca est cambiando ligeramentelos hbitos, las familias estn re-cuperando buenas costumbresen la mesa. Los productos basede la dieta mediterrnea son, dehecho, algunos de los ms eco-nmicos. Las legumbres, vegeta-les o los cereales cumplen am-bos requisitos y tienen en estemomento su oportunidad per-fecta para recuperar el protago-nismo en la mesa. Y es que, a lahora de comer, nada como losplatos de la abuela.

    Comer mal espeor que fumarLa mala nutricin provoca un aumento delas alergias y otros trastornos ! La educacines la mejor herramienta para combatirla

    La dieta mediterrnea, forma saludablede comer en Espaa y otros pases hastahace 30-40 aos, consiste en tomar regu-larmente frutas y verduras de estacin,cereales integrales, legumbres, frutos se-cos, pescado azul, algo de huevos, algo depollo, unos pocos lcteos y quesos, pocacarne de ternera, aceite de oliva, como laprincipal fuente de grasas y los adultosalgn vaso de vino tinto. Consecuenciade toda esta combinacin de alimentosse consigue obtener unas cantidades yproporciones adecuadas de los nutrien-tes que requerimos para mantener nues-tra buena salud (grasas monoinsatura-

    das, suficientes cidos omega 3, rica enpotasio, rica en fibra, incluida la soluble,baja en sal, rica en antioxidantes, en espe-cial vitaminas E y C, carotenoides y flavo-noides, rica en vitaminas B, incluido elcido flico y baja en grasa saturada),minimizando el estrs oxidativo de nues-tro organismo, base de muchas enferme-dades, y por tanto con un menor riesgode problemas diversos crnicos tales co-mo enfermedades metablicas, enferme-dades cardiovasculares, algunos tipos decnceres, y consiguiendo as alargar lavida con una mejor calidad, al evitar va-rias enfermedades.

    Muchos estudios estn demostrandocontinuamente la adecuacin de la Die-ta Mediterrnea para la salud y paraprevenir diversas enfermedades. Si nos

    alejamos de este tipo de alimentacin yseguimos una dieta con poca fibra (to-mar pocas frutas, verduras, cereales ylegumbres) se producen, con ms fre-cuencia, problemas digestivos diversos,entre ellos el estreimiento, que mer-man la calidad de vida de las personasque lo sufren.

    Un error muy frecuente en la formade comer de los espaoles es hacer unpobre desayuno, con un bajo contenidoen protenas. Dejar de tomar un mnimode protenas (carne, pescado, huevo yleche y derivados) en el desayuno, comi-da y cena es un factor de riesgo de prdi-da de masa muscular. Si se pierde masamuscular se lucha peor contra el sobre-peso y se merma, en los mayores, la cali-dad de vida.

    Tenemos que tratar de recuperar esaforma saludable de comer y eso es tareade todos: las Administraciones, los me-dios de comunicacin, los maestros y loscientficos. Es una labor constante deeducacin y formacin, realizadas des-de una temprana edad en las escuelas.Se debe informar, a la vez, que esta for-ma de alimentacin adecuada se debeacompaar siempre de estilos de vidasaludables, evitando los hbitos txicos,como el tabaco, moderando siempre elalcohol y realizando una vida fsicamen-te activa, con al menos un paseo diariode unos 30 minutos, evitando el sobrepe-so y la obesidad, haciendo una vida alaire libre en lo posible, reduciendo elestrs y manteniendo o recuperandouna vida social y familiar satisfactorias.

    Jos R. Cabo-SolerProfesor de la Facultad de Medicina de la Univer-sidad de Valencia.

    " ParticipeCree que en los prximos aosse volver a la dieta mediterrnea?

    Buenas intenciones pero pocoms. El estudio presentado lasemana pasada por la Confede-racin espaola de organizacio-nes de amas de casa, consumi-dores y usuarios (CEACCU) re-vela que la mayora de los espa-oles (74,4%) se preocupa porllevar una vida sana.

    La teora est muy bien y ca-si todo el mundo se la sabe. Sinembargo, en la prctica sonrealmente muy pocos los quetienen buenos hbitos o se preo-cupan por adquirirlos. El infor-me, realizado a partir de 5.500encuestas, recoge los erroresms frecuentes y que ms se re-

    conocen: no tomar suficientesfrutas y verduras (el ms co-mn), no hacer un desayunocompleto y comer muy pocaslegumbres. Isabel vila, presi-denta de CEACCU, valora la si-tuacin como un serio peligropara la dieta mediterrnea ylamenta que en la sociedad fal-te tiempo e informacin paraatender a la alimentacin.

    Son los mayores, segn el es-tudio, quienes ms se preocu-pan por la dieta y se alimentande forma ms equilibrada, sonprecisamente quienes ya te-nan los hbitos adquiridos, di-ce vila. Por sexos, el hombre

    es quien menos se preocupapor seguir una dieta en condi-ciones y, entre ellos, son los sol-teros, divorciados y la gentecon bajo nivel de estudios losque menos se cuidan en estesentido.

    El ejercicio fsico casi brillapor su ausencia. Slo el 27% con-fiesa realizar algn tipo de ejer-cicio o deporte (incluidos pa-seos de media hora o de mstiempo). Y, adems, se duermepoco. Ms de la mitad duermemenos de siete horas diarias re-comendadas y la siesta tiende adesaparecer. As, el 60% de lapoblacin no se la echa nunca.

    Los distintos factores estnencadenados, cuando se cam-bia uno se cambian todos, se-ala vila sobre la tendencia aagrupar los hbitos, ya que estcomprobado que quienes tie-nen costumbres escasamentesaludables suelen tener ms deuna.

    El fumador habitual consu-me, en general, menos frutaque el no fumador, advierte lapresidenta de la CEACCU. Paravila, uno de los papeles msimportantes en esta lucha con-tra la desinformacin alimenta-ria lo tienen los medios de co-municacin.

    Una dieta adecuada es esencial

    deportes

    Los espaoles comemosmucho, comemos mal yapenas hacemos ejerciciofsico. / corbis

    Buenas intenciones, malos hbitos

    revista de veranosociedad pantallas

    + .com

    CRISTINA CASTRO CARBN

    ANLISIS

    Jos R. Cabo-Soler

    Slo el 6,6% de lapoblacin alcanzalos objetivos deconsumo saludable

    La diettica no estreida con lagastronoma, segnlos mdicos

    Los malos hbitosrepercuten en elsistema inmune,dice un especialista

    Los cambiosen la dieta han sidovertiginosos enlos ltimos aos

    La obesidad es laconsecuencia msvisible de unamala alimentacin

    Un atisbo deesperanza viene dela mano de la crisis,opinan los expertos

    EL PAS, lunes 10 de agosto de 2009 27

  • 1

    Proyecto Iberoamericano de Divulgacin Cientfica

    Comunidad de Educadores Iberoamericanos para la Cultura Cientfica

    Ficha de catalogacin

    Ttulo:

    Comer mal es peor que fumar

    Autor:

    Cristina Castro Carbn

    Fuente:

    El Pas (Espaa)

    Resumen:

    Los hbitos alimenticios son educables. Para bien y para mal. Las

    formas de alimentacin tradicionales resultaban equilibradas y se

    transmitan fcilmente de generacin en generacin. Hoy se da la

    paradoja de que un mayor nivel de vida no se corresponde

    necesariamente con una mejor alimentacin. Al contrario. Los

    riesgos derivados de los hbitos alimentarios llegan a ser mayores

    que los del consumo de sustancias como el tabaco. Cambiar esos

    hbitos es un reto en el que la informacin y la formacin juegan un

    papel importante.

    Fecha de

    publicacin:

    10/08/09

    Formato

    Noticia

    X Reportaje

    Entrevista

    Artculo de opinin

    Contenedor:

    X 1. Los retos de la salud y la alimentacin

    2. Los desafos ambientales

    3. Las nuevas fronteras de la materia y la energa

    4. La conquista del espacio

    5. El hbitat humano

    6. La sociedad digital

    7. Otros temas de cultura cientfica

    Referencia: 1MMG44

  • 2

    Proyecto Iberoamericano de Divulgacin Cientfica Comunidad de Educadores Iberoamericanos para la Cultura Cientfica

    Propuesta didctica

    Actividades para el alumnado

    1. Seala cules de las siguientes afirmaciones son verdaderas y cules falsas teniendo en cuenta lo que se dice en el texto sobre la mala alimentacin:

    1. La mala alimentacin puede dar lugar a determinadas alergias. V F 2. Las consecuencias nocivas del tabaco son ms concretas que las de la mala alimentacin, por

    eso es ms fcil luchar contra el tabaquismo que contra los desequilibrios en la dieta. V F

    3. La mala alimentacin da lugar a trastornos que parecen leves pero que con el tiempo pueden

    disminuir la calidad y la esperanza de vida. V F

    4. Los espaoles comen moderadamente, hacen mucho ejercicio y dedican las horas necesarias

    al sueo. V F

    5. La educacin alimentaria es ms eficaz en las personas mayores que en los nios. V F 6. Es conveniente preguntar siempre a los nios qu es lo que desean comer. V F 7. En la formacin de los mdicos se da mucha importancia a los temas relacionados con la

    nutricin. V F

    8. Es frecuente que se exprese la voluntad de llevar una vida sana, pero son menos frecuentes

    las acciones sostenidas para conseguirlo. V F

    9. La dieta mediterrnea es la caracterstica de Italia. Bsicamente consiste en comer mucha

    pasta. V F

    10. La fruta, la verdura, las legumbres y el aceite de oliva son alimentos presentes en la dieta

    mediterrnea. V F

    2. Busca informacin sobre los conceptos de alimentacin, nutricin y dieta. 3. Crees que la obesidad y la malnutricin son los nicos problemas relacionados con la alimentacin? Qu enfermedades conoces que tengan relacin con los hbitos alimentarios? 4. Se come peor ahora que antes? Comen peor los jvenes que las personas mayores? Se come peor en el trabajo o en el comedor escolar que en casa? 5. Crees que los hbitos alimentarios son educables? De qu manera crees que se puede ensear a los nios a comer bien? 6. Imagina que te han pedido que prepares un tema para una asignatura relacionada con la alimentacin. Qu apartados incluiras en ese tema? Prepara un declogo con los principios en los que debera basarse una alimentacin equilibrada. Selecciona tambin diez cosas que conviene evitar para tener buenos hbitos alimentarios. 7. Sobre cada frase de la siguiente quiniela seala tu postura de acuerdo, desacuerdo o duda. Selecciona dos o tres frases de la quiniela que te parezcan destacables (ests o no de acuerdo con lo que dicen) y redacta un comentario sobre ellas.

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    Quiniela sobre la mala alimentacin 1. Comer bien consiste principalmente en comer menos. 1 X 2 2. Comer bien consiste principalmente en comer de forma variada. 1 X 2 3. La alimentacin no es lo mismo que la nutricin, la primera es ms cultural y la

    segunda ms biolgica. 1 X 2

    4. Para comer equilibradamente hay que ser un experto en nutricin. 1 X 2 5. La cocina tradicional mediterrnea hace que la esperanza de vida sea mayor. 1 X 2 6. Las comida rpida es muy saludable, uno se acostumbra a comer siempre lo mismo en

    poco tiempo y el cuerpo lo agradece. 1 X 2

    7. Los padres no deberan imponer a los nios qu deben comer. 1 X 2 8. Los gobiernos deberan controlar ms los alimentos que se venden. 1 X 2 9. Si determinados alimentos fueran malos estaran prohibidos. 1 X 2 10. El cuerpo sabe lo que necesita. En cada momento conviene comer lo que apetece. 1 X 2

    1: De acuerdo; X: En duda; 2: En desacuerdo

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    Proyecto Iberoamericano de Divulgacin Cientfica Comunidad de Educadores Iberoamericanos para la Cultura Cientfica

    Propuesta didctica

    Sugerencias para el profesorado

    - De entre las actividades propuestas conviene elegir cules se adaptan mejor al grupo y a sus intereses. En todo caso, antes de proponer la realizacin de las actividades se recomienda una lectura atenta del texto. - La actividad 1 facilita el anlisis del contenido del texto. Su revisin permitir aclararlo y resolver posibles dudas. La actividad 2 plantea una dilucidacin de esos conceptos bsicos pero cuya distincin resulta importante. Las actividadades 3, 4 y 5 plantean diferentes aspectos valorativos relacionados con los hbitos alimentarios. La actividad 6 tiene un carcter ms propositivo sugirindose elaborar el guin de un tema escolar sobre alimentacin y proponer diez recomendaciones positivas y diez advertencias sobre aspectos negativos relacionados con la alimentacin. La actividad 7 es simtrica a la 1, pero no se centra slo en el texto ni en los aspectos conceptuales, sino que tambin plantea cuestiones valorativas que van ms all del contenido del texto. - Aunque las actividades propuestas estn redactadas para ser realizadas individualmente, varias de ellas son especialmente propicias para ser desarrolladas en equipo o incluso en debate abierto con toda la clase. Es especialmente interesante, en este sentido, compartir y discutir las opiniones de las actividades 4, 5 y 6. - Podra ser oportuno registrar algunos de los comentarios y las respuestas que aparecen en el aula en torno a las actividades 6 y 7. Tales apreciaciones pueden ser tiles para entender las percepciones que los jvenes tienen acerca de los aspectos positivos y negativos relacionados con los hbitos alimentarios.

    1MMG44 cabecera_comerDoc1MMG44 (Comer mal es peor que fumar)1MMG44 (Comer mal es peor que fumar)