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Diciembre de 2015TRANSCRIPT
1
2
órgano oficial de la comunión mexicana de iglesias reformadas y presbiterianas (cmirp)
AÑO I, NÚM. 0DICIEMBRE DE 2015
¿Qué es y qué quiere ser la CMIRP? / 3
De la separación necesaria a la unidad imprescindible, Zwinglio M. Dias / 4
Recuento histórico de la CMIRP: octubre 2012 - febrero 2013 / 14
Breve afirmación de fe de la CMIRP, / 27
Presentación de la traducción del libro Calvino, profeta de la era industrial,
de André Biéler / 31
13 Talleres bíblicos / 35
www.cmirp.org
Comité mexicano para celebrar el V centenario de la Reforma Protestante,
Carlos Martínez García / 29
COMITÉ EDITORIAL
alberto arenas mondragón
leopoldo cervantes-ortiz
fernando díaz navas
emmanuel flores rojas
m. flores rojas
chris ever galdámez g.
jerónimo g.
hugo gallardo duarte
dan gonzález ortega
silfrido gordillo borralles
margarita islas marín †
amparo lerín cruz
raúl méndez yáñez
héctor mendoza núñez
daniel andrés nava martínez
george reyes
tania tamez grenda
gerson trejo gutiérrez
felipe vera palacios
diseño editorialadrián pérez [email protected]
EDITORIAL
SENDEROS
PERSPECTIVAS
HORIZONTES
MATERIALES
3
La CMIRP es, como la primera palabra de su nombre lo dice, una
comunión de iglesias y comunidades cristianas que intenta reflejar
la presencia de Dios en el mundo mediante la predicación de la Palabra,
la administración de los sacramentos y una adecuada disciplina y
gobierno eclesiástico.
Además, es un auténtico “laboratorio eclesial”, pues to que cada
comunidad que la integra busca expresar es la riqueza del Espíritu Santo
en todo lo que hace: culto, educación, koinonía, misión, evangelización,
servicio, testimonio, etcétera, todo ello encaminado a preservar una
tradición teológica recibida en el transcurso de los años y transmitida
ahora mediante esfuerzos de contextualización y actualización que
exige la realidad circundante.
¿Qué quiere ser la CMIRP? Esa pregunta ya obliga a proyectar el
pensamiento y la visión hacia horizontes de fe, existencia y trabajo que
se abren al futuro de Dios, pues en sus escasos dos años de existencia,
este conjunto de comunidades sigue buscando los rumbos y los caminos
que mejor se acomoden a su circunstancia y a sus características
particulares. De ahí que la respuesta a esta pregunta seguirá en el aire
para ser respondida progresivamente y en la marcha realizada. Cada
momento será una ocasión genuina para elaborar respuestas que no
serán definitivas sino apenas esbozos de lo que la CMIRP consiga ser
en la medida de que cumpla con las exigencias que se esperan de ella.
¿qué es y qué quiere ser la cmirp?
EDITORIAL
4
El 10 de julio de 1983,
en la ciudad de Vitória,
Espíritu Santo, se organizó
a nivel nacional la Iglesia
Presbiteriana Unida de
Brasil (IPU). Esta nueva
estructura eclesiástica de la rama presbiteriana
está formada por 45 comunidades repartidas
en seis Estados de la Federación que, en los
últimos 18 años se fueron desligando (o fueron
obligadas a ello) de la Iglesia Presbiteriana de
Brasil (IPB), a causa de la lucha ideológica que
se vive al interior de la estructura matriz del
presbiterianismo brasileño.
Contando con cerca de 10 mil miembros, la
IPU se propuso ser una iglesia abierta, fraterna,
ecuménica y comprometida con las causas del
pueblo brasileño por exigencia del Evangelio. Se
publica aquí el texto del Rev. Zwinglio M. Dias,
pastor de una de las comunidades de la IPU en
Río de Janeiro, presentado en aquella ocasión y
que sirvió de punto de partida para la discusión
acerca de los propósitos de la nueva iglesia.
Las Escrituras, al narrar los acontecimientos
de Israel, enseñan que Dios, aunque nunca
abandonó a sus iglesias, a veces destruyó
el orden político establecido en ellas.
Por consiguiente, no creemos que él esté
vinculado a las personas de tal modo que
la Iglesia nunca sea derrotada, es decir,
que las personas que la presiden no
puedan apartarse de la verdad. Abusaron
Estamos reunidos esta semana para
dar un paso histórico en la vida del
presbiterianismo brasileño: constituir una
Iglesia Presbiteriana abierta, plural, libre
y, al mismo tiempo, fiel a su herencia
histórica y sensible a la realidad del pueblo
brasileño a quien somos enviados como
testigos e instrumentos del Evangelio de
Cristo. Este momento en nuestra historia,
mientras tanto, debe ser visto por nosotros
como una oportunidad de reflexión sobre
nosotros mismos, sobre lo que hemos sido
hasta aquí, sobre lo que somos actualmente
y, también, de preparación y planeación
para aquello que pretendemos ser en el
de la separación necesaria a la unidad imprescindibleZwinglio M. Dias
Introducción
Senderos
tiránicamente de su poder y corrompieron
el modo de gobernar la Iglesia instituida
por Dios. Lo que sucede bajo el papado
muestra que en el reino de Cristo se cumple
lo que aconteció bajo la ley, a saber, que
a veces la Iglesia se cubre de miserias y
permanece oculta sin esplendor ni forma.
Mientras tanto, allí aún está presente
la Iglesia, es decir, Dios tiene allí su
Iglesia, aunque oculta, y la conserva
milagrosamente. Pero de eso no se debe
deducir que sean dignos de alguna honra;
por el contrario, son más detestables porque,
debiendo engendrar hijos e hijas para Dios,
lo hicieron para el diablo y los ídolos.1
1 Jesús Larriba, Eclesiología y antropología en Calvino. Madrid, Cristiandad, 1975 (Biblioteca teológica, 5), pp. 368-369, 371.
5
seno del protestantismo brasileño. Para
la mayoría de las iglesias y pastores aquí
representados, si no es que para todos, esta
ocasión nos depara una mezcla de alegría
y decepción. Alegría, porque finalmente
llegó la hora de organizar una Iglesia
Presbiteriana capaz de recoger los mejores
frutos del presbiterianismo brasileño
del pasado y del presente y, con ellos,
contribuir para el amplio diálogo inter-
eclesiástico, que exige la lucha de nuestro
pueblo. Decepción, porque hacemos esto
después de un largo periodo de diáspora y
bajo la presión de la necesidad de crear un
organismo eclesiástico más que, al menos
aparentemente, significa otra división
de los cristianos evangélicos. Aunque
aceptemos la legitimidad eclesial de los
innumerables cuerpos eclesiásticos en que
nos dividimos, no dejamos de sufrir los
dolores de una división más entre aquellos
que son herederos de una misma tradición,
de una misma forma de ser iglesia, y que
ha luchado por la unidad de los cristianos
y ha pagado un alto precio por eso.
La consolidación de la Federación
Nacional de Iglesias Presbiterianas (Fenip),
cuyas actividades desde su formación hasta
ahora significaron un avance importante
en el esfuerzo para trazar la contribución
del presbiterianismo a la lucha común de
las iglesias brasileñas, se da en el sentido de
un testimonio de unidad en el tratamiento
de los gravísimos problemas que afectan a
nuestro pueblo.
La adhesión de nuevas iglesias venidas
de la Iglesia Presbiteriana de Brasil (ipb) y la
propuesta de adopción del nombre Iglesia
Presbiteriana Unida (ipu) representan una
nueva etapa en el proceso de renovación
o reforma y actualización de la tradición
reformada entre nosotros y deben ser vistas
como una oportunidad para el avance y
profundización del significado de la misión
de las iglesias en nuestro contexto.
En este sentido, me gustaría reflexionar
un poco sobre nuestra historia pasada,
tratando de ofrecer algunas conclusiones
que, aun cuando sean provisorias y mal
hilvanadas en medio de la coyuntura en
que nos encontramos, siento que podrían
ser útiles para nuestra reflexión de aquí
hacia adelante.
No soy historiador de la Iglesia ni
especialista en calvinismo. A pesar de
eso, me gustaría tomar algunos pocos
elementos de la experiencia calvinista que
conozco y que me parecen importantes
en esta hora en que somos desafiados a
comenzar una reconstrucción eclesiológica
a partir de nuestras raíces más profundas,
para actualizar y hacer efectiva nuestra
presencia y contribución al diálogo
ecuménico que la actual situación social,
política, económica y religiosa de nuestro
pueblo exige.
Me gustaría reflexionar, en primer
lugar, sobre lo que llamaré “separación
necesaria”, la cual nos fue impuesta y que,
tal vez, muchos de nosotros provocamos
inconscientemente. ¿Será que estamos
separados de la ipb hoy sólo por culpas de “el
otro lado”? ¿No habría también motivos de
“nuestro lado”? En un segundo momento,
es mi intención pensar en términos de una
reconstrucción eclesiológica, o sea, ¿qué
Iglesia queremos formar? ¿De qué manera
nos ayuda nuestra herencia calvinista?
¿Podemos afirmar que el presbiterianismo
brasileño fue hasta aquí, de hecho,
realmente calvinista? ¿No hubo un filtro
de experiencia estadunidense, por la
refracción impuesta por circunstancias
históricas totalmente distintas, que desvió
6
y desvirtuó seriamente la propuesta
eclesial calvinista? ¿Es posible un
presbiterianismo brasileño? Finalmente,
me gustaría reflexionar sobre la propuesta
eclesial que hemos asumido hasta aquí. ¿De
qué se trata realmente cuando hablamos
de Iglesia local autónoma e Iglesia
nacional? ¿Cuál es el concepto de ekklesía
que estamos articulando? ¿No estaremos
siendo desafiados a pensar a partir de
ahora en un ecumenismo ad intra, esto es,
entre nosotros, intereclesial, que podría
ser (o que ya lo es, para muchos) la base
de un ecumenismo ad extra que abarcaría
no solamente a las demás iglesias sino a la
totalidad de la oikoumene, o sea, a “todo el
mundo habitado”, por lo que, las realidades
humanas como tales se presentan en la
concreción de las realidades localizadas
que nuestras comunidades enfrentan?
Debe entenderse lo que escribo aquí como
un pensamiento en voz alta. No tengo ninguna
pretensión de que sea una conferencia o
algo así. Sólo me siento movido a compartir
algunas ideas, algunas intuiciones acerca de
este momento eclesiástico, que me parecen
(ofrezco disculpas por ello) significativas para
esta nueva etapa histórica que comenzamos
a experimentar.
El presbiterianismo ya
sufrió unas cinco o seis
divisiones en el transcurso
de su historia en Brasil.
Fueron muchas y diversas
las razones que llevaron
a la formación de nuevas
iglesias a partir del
tronco inicial, formado por el trabajo de los
Sentido y razones de la separación actual
misioneros estadunidenses en la segunda
mitad del siglo xx.
En nuestro caso, es interesante observar
que el proceso que llevó a la organización
de la Fenip, y ahora de la ipu (www.ipu.
org.br), presenta características muy
peculiares, pues salimos para formar una
nueva institucionalidad eclesiástica sin
proponérnoslo. Basta observar el largo periodo
que se requirió para formar la Federación. Las
iglesias locales y los presbiterios que quedaron
al margen de la ipb alimentaron siempre
la esperanza de un cambio en sus cuadros
dirigentes, toda vez que, en la mayoría de los
casos, los motivos que llevaron a la separación
de los pastores, iglesias y cuerpos de gobierno
fueron de orden estrictamente político-
administrativo y no implicaron ningún debate
teológico profundo que justificase tal medida.
Es evidente que en el fondo de las posiciones
asumidas que produjeron temor a quienes
ejercían el poder en la ipb había fundadas
razones bíblico-teológicas en la mayoría de
los casos. Pero esto no fue nunca planteado
seriamente por los ejecutores de la política
represiva. También es cierto que éstos se
proclamaron guardianes de la tradición, de la
verdad y de la pureza doctrinal de la Iglesia.
Pero en ningún momento fueron capaces
de asumir eso y promover un debate real.
Sólo usaron esas afirmaciones de manera
demagógica y oportunista. De ahí, quiero
creer, la razón de la esperanza de un cambio
en el cuadro político interno que siempre
animó muchos corazones y retrasó la medida
tomada con la formación de la Fenip.
En medio de ese juego político que
puso en juego intereses encontrados
y donde triunfaron quienes tenían el
poder, había algunas razones de fondo
que fueron determinantes, a mi modo de
ver, y que no sé si ya fueron superadas o
7
Estas tres razones de orden pastoral o
misionológico, teológico y eclesiológico,
me parecen fundamentales para el futuro
de la Iglesia que nos proponemos ser.
La fragilidad estructural de la ipb,
revelada en su inseguridad teológica, su
aprisionamiento en los valores y aspiraciones
de clase media y su actitud combativa en
relación con el catolicismo y, en menor grado,
hacia algunas demostraciones evangélicas, la
llevó a un encerramiento ante la sociedad, en
una actitud de autoprotección que eliminó
las posibilidades de discusión interna. De ahí
las purgas, las actitudes represivas contra
cualquier muestra de desviación del rumbo
trazado por la propuesta mal aprendida de los
misioneros. El ejercicio del poder justificado
por la defensa de la estructura sólo podía
llevar a lo que llevó y ustedes saben bien lo
que sucedió y sigue sucediendo.
Por otro lado, permítanme decirlo,
no siempre los conflictos generados por
posicionamientos teológicos, prácticas
encaminadas hacia una nueva propuesta
teológico-pastoral: a) la cuestión sobre el
papel de la Iglesia al interior de la sociedad
brasileña; b) lo relativo a la suficiencia
teológica de la propuesta eclesial del
presbiterianismo vigente entre vosotros.
En lo que concierne a la ipb, es evidente
que, en cuanto institución global, no
logró superar la propuesta teológica de los
misioneros y sentar raíces profundas en
la cultura nacional. ¿Esto será diferente
en otras institucionalidades eclesiásticas
presbiterianas? Y c) la incapacidad de las
estructuras eclesiásticas, hasta ahora en
vigor, para percibir sus límites y reconocer
la legitimidad eclesial del catolicismo
y, en muchos casos, de las demás
denominaciones evangélicas, cerrándose
así a la práctica ecuménica real.
eclesiales, propuestas políticas o gestos
ecuménicos lo fueron por motivos
verdaderamente objetivos. Pero no piensen
que, al afirmar esto, estoy tratando de
defender las actitudes inquisitoriales
asumidas por los concilios y grupos ligados
al ejercicio discrecional del poder en la IPB.
Lejos esté de mí. Lo que deseo destacar con
esta afirmación es que algunas actitudes y
gestos que muchos de nosotros asumimos
—con la mejor de las intenciones, en
el sentido de renovar la Iglesia y crear
condiciones para su efectiva encarnación en
nuestra sufrida realidad—fueron asumidos
de forma pedagógicamente desastrosa,
sin tomar en cuenta la fragilidad de la
formación de muchos pastores y miembros
de la iglesia, y que más profundizaron las
divergencias y fortalecieron las posiciones
de los detentadores del poder, en lugar de
abrir espacios para realmente sanear el
ambiente eclesiástico. Digo esto porque
estamos creciendo como institución
y debemos aprender de los errores
del pasado. Debemos reconocer que
muchas veces nos faltó una pedagogía de
comunicación y un análisis lúcido y sereno
acerca de las posibilidades reales de avance
del conjunto de la Iglesia.
Entiendo que nos faltó, y aún nos falta,
como presbiterianos, una visión teológica
más consistente de la Iglesia en cuanto
cuerpo de Cristo en el mundo. En este aspecto
somos muy poco calvinistas y más deudores
del salvacionismo individualista puritano
estadunidense que de la eclesiología del
reformador ginebrino. Además, el filtro
impuesto al desarrollo del presbiterianismo
por las peculiares condiciones de formación
de las ideas religiosas en Estados Unidos
sacrificó la visión corporativa de la
Iglesia, en cuanto comunidad, a favor del
8
La tradición calvinista no siempre fue
fiel al pensamiento del reformador. Por
varias razones. Una de ellas, la que más
interesa mencionar aquí, fue el hecho
de que el calvinismo se modificó en su
práctica histórica, como religión oficial de
la ciudad de Ginebra y, posteriormente,
al adaptarse a las condiciones sociales y
culturales de otros pueblos. Es cierto que
los elementos centrales de su pensamiento
se consustanciaron en constituciones
y cuerpos doctrinales, pero también es
verdad que no siempre fueron vividas en
la experiencia concreta de las iglesias.
En el tema de la Iglesia eso fue muy
significativo. Está muy claro que el tipo de
predicación y el sentido de la evangelización
que predominó y predomina en las iglesias
presbiterianas casi no tiene nada que ver
con la originalidad calviniana.
El énfasis salvacionista que domina
en nuestras iglesias es extraño a la mejor
tradición del reformador. En su perspectiva,
la vida comunitaria era esencial para
la manifestación y realización de los
dones de Cristo. La salvación, aunque es
personal, se da a través de la participación
en el cuerpo de Cristo, de suerte que la
Iglesia se constituye en un instrumento
salvífico fundamental. La palabra de orden
del cristianismo medieval —“fuera de la
Para una reconstrucción eclesiológica
Iglesia no hay salvación”—, a través de
otra fundamentación bíblico-teológica,
estaba perfectamente encuadrada en la
eclesiología calvinista. Su preocupación
por restablecer los órdenes ministeriales
al interior de la comunidad local, lo que
en la jerga presbiteriana actual forma la
triada pastor-anciano-diácono, revelaba un
esfuerzo de recuperación de una práctica
de la Iglesia primitiva. Con eso, Calvino
buscó la recreación de una vida comunitaria
en la que los fieles pudiesen, de hecho,
incorporarse, por la práctica eclesial, al
cuerpo de Cristo, mediante el compartir
mutuo de todos los dones y carismas que
se desarrollaban en la práctica permanente
de la experiencia comunitaria.
Para el reformador ginebrino, la unión
con Cristo implica necesariamente la con-
vivencia de todos los miembros. Esto es lo
que constituye y manifiesta a la Iglesia. Por
eso afirma la dimensión comunitaria de la
salvación cuando escribe que el ser humano
es justificado mediante la incorporación a
Cristo. Dice:
Unirse a Cristo por la fe significa
convertirse en miembro de su cuerpo, de
su comunidad. […]
Todos los bienes que poseemos proceden
de la salvación que él comunicó al cuerpo
entero de su Iglesia. […]
De hecho, Cristo no adquirió la salvación
para éste o para aquel en particular, sino
para su pueblo; nosotros la recibimos
cuando pasamos a formar parte de ese
pueblo mediante la fe.2
2 Ibid., p. 309. Fuente: W. Niesel, “Der theologische Gehalt der jüngst veröffentlichten Predigten Calvins” (El contenido teológico de los sermones de Calvino recientemente publicados), en Regards contemporaines sur J. Calvin. París, 1965, p. 15.
individualismo puritano, lo que hizo que
nuestra eclesiología siempre fuese débil
y, así, alimentamos una visión de Cristo
independiente de la Iglesia en cuanto
communio sanctorum.
9
Para Calvino, la palabra salvífica es
eclesial: fue depositada en la Iglesia y se
nos anuncia mediante el ministerio; es,
al mismo tiempo, promesa y vocación:
ofrece la salvación y convoca a la Iglesia.
También la fe es eclesial, aquella con la
cual aceptamos a Cristo en la Palabra.
Si no estamos unidos en la misma fe
y no somos miembros de la Iglesia, no
podemos ser agradables a Dios, ni obtener
la reconciliación gratuita. En el Credo
confesamos nuestra fe en la Iglesia y en
el perdón de los pecados, porque fuera del
cuerpo de Cristo y de la “compañía de los
fieles”, no hay reconciliación con Dios. [Is
33.24, CO 36, p. 578]3
Cuando confesamos la santa Iglesia
proclamamos su existencia; aumentando
la “comunión de los santos”, precisamos
cómo es la Iglesia en la que creemos.
Testificar su naturaleza es tan importante
como creer en su existencia. [IRC 1539, IV.
CO 1, p. 541].4
El artículo sobre la comunión de los
santos, según Calvino fue introducido en
el Credo para expresar con más claridad la
unidad que existe entre los miembros de
la Iglesia y para indicar que los dones que
Dios les concede redundan para el bien
común de todos. “La comunión de bienes
no excluye la propiedad privada […] ni la
diversidad de dones afirmada por Pablo (I
Co 12; Ro 12.3-8): significa que los fieles
comunican entre sí los bienes del cuerpo y
los del Espíritu benigna y caritativamente,
en la justa medida y según lo exigen las
circunstancias” [IRC 1536, II. OS 1, p. 91].5
Esto supone una perspectiva de unidad
de la comunidad. A Calvino le impresionaba
mucho la imagen del cuerpo usada
por Pablo para describir las relaciones
prevalecientes en la Iglesia. Pluralidad
de funciones y orientación hacia el bien
común son las dos características de la
Iglesia que se vuelve así el “cuerpo místico
de Cristo”. La unión de cada creyente
con Cristo constituye la raíz última de
la unidad corporal de la Iglesia y de la
unión comunitaria entre los miembros.
Dice: “…los santos son agregados a la
compañía de Cristo para que comuniquen
entre sí los beneficios que Dios les otorga”
[IRC IV, 1, 3; OS 5, p. 5].6 La relación y el
intercambio de bienes es consecuencia
del vínculo con que Cristo une consigo a
los fieles. Él forma a la Iglesia mediante
la acción del Espíritu; cuando otorga sus
dones a un creyente, enriquece de hecho a
los demás. No puede conferir sus dones a
uno sin que los demás dejen de participar
de los mismos. Pero esa comunión es
también tarea de los miembros. Calvino no
concebía la unión eclesial como resultado
de una decisión de los elegidos para unirse
y desarrollar una tarea específica a fin de
instaurar el Reino; más bien, afirma que
“Cristo mismo —puesto que los hombres
son incapaces de ello— crea entre los
fieles una unidad mística que se concretiza
como unidad orgánica en la comunidad
visible [Ro 12.4, CO 49, p. 237]; como
consecuencia de tal unión, quienes están
unidos orgánicamente colaboran con sus
respectivos dones al bien de todo el cuerpo
[ J. Bohatec, Calvins Lehre von Staat und Kirche,
p. 370]. El carácter de miembro no es
consecuencia de la decisión de colaborar,
sino al contrario: “porque somos miembros
de Cristo estamos obligados a tener ante
los ojos […] la conjunción que tenemos en
Cristo” [1 Co 12.12, CO 49, p. 501].7
3 Ibid., pp. 310-311.4 Ibid., p. 311.5 Idem.6 Ibid., pp. 312.7 Ibid., pp. 312-313,
10
11
De este modo, la tarea de anuncio
y manifestación del Reino es una tarea
comunitaria. Extrapolando eso a nuestros
días, se diría que es una tarea ecuménica que
incluye a todos los que de una u otra forma
están ligados a la propuesta de construir
el Reino. Una tarea unitaria. Calvino “está
profundamente impresionado por la idea
de que el cristiano, como consecuencia de
su unión con Cristo, no puede llevar una
existencia puramente individual ni ser un
francotirador: la instauración del Reino
es tarea comunitaria” [Sermón sobre Dt
3.2, CO 26, p. 71].8 El creyente tiene que
edificar a los demás con los dones que le
son concedidos por Dios, ¡pues para eso se
los ha dado! Por ser miembros coordinados
por una misma cabeza estamos obligados
a compartir fraternalmente nuestros
dones. Debemos usar nuestros bienes en
provecho del prójimo; a su vez, los dones
del prójimo resultarán benéficos para
nosotros. Dice, entre otras cosas: “…todas
sus posibilidades [del hombre piadoso] han
de ser posibilidades para sus hermanos, no
buscando más provecho particular que el
resultante de orientar todos sus afanes a la
edificación común de la Iglesia” [IRC III, 7,
5. OS 4, pp. 155s].9
El peregrinaje iniciado en 1978 para
la edificación de una Iglesia Presbiteriana
que entre nosotros sea fiel a sus orígenes
y, al mismo tiempo, represente las
aspiraciones, los deseos, las necesidades y
los sueños de nuestro pueblo, implica, a
mi modo de ver, una doble tarea: por un
lado, reexaminar con honestidad nuestra
herencia en las prácticas, ideas y valores
y, por otro, articular todo eso a la luz de
la realidad histórica nacional de la que
necesariamente somos parte.8 Ibid., p. 313.9 Ibid., p. 314. Énfasis agregado.
La realización de esta tarea debe ser,
por lo tanto, un esfuerzo común de todos/
as. Tenemos que comenzar a pensar en
nuestra identidad teológica, eclesial
y pastoral o misionera a la luz de las
diversas coyunturas nacionales que hemos
de enfrentar al lado de nuestro pueblo.
Para lograr eso necesitamos relativizar
nuestra importancia como institución. Si
pretendemos ser ecuménicos asumiendo de
hecho el valor de la comunión intereclesial,
la legitimidad eclesial de otros cuerpos
eclesiásticos, debemos asumir también
la necesidad de una real convergencia
eclesiástica entre nosotros en beneficio
de nuestro pueblo. Hacer eso implica un
esfuerzo para determinar el perfil de nuestra
identidad eclesial. No basta con subrayar que
somos calvinistas, presbiterianos auténticos,
abiertos, progresistas, ecuménicos o lo que
sea. Nuestra práctica eclesial, es decir, todo
lo que hacemos en cuanto comunidades
locales debe responder de alguna forma a
esa propuesta teórica que nos hemos dado. Si
creemos en el valor de nuestra herencia, y si
ésta forma parte de nuestra contribución al
diálogo inter-eclesial, necesitamos conocerla
en profundidad, además de tener el valor
de hacerle correcciones en nuestro curso
histórico y la humildad para reconocer
sus límites, asumiendo los valores de
otras tradiciones igualmente válidas y tan
significativas como la nuestra.
12
Hay muchos otros elementos del
calvinismo que necesitamos reaprender
y reabsorber en nuestra práctica
eclesial. Destaco este sobre un aspecto
de la eclesiología, porque me parece
fundamental. ¿Cómo asumiremos esa
herencia más profunda y más sustancial
frente al modelo eclesiológico que
recibimos del trabajo misionero y que es
tan distinto de la propuesta original y que,
al mismo tiempo, modela a la mayoría de
nuestras congregaciones? ¿Qué tipo de
trabajo educativo de carácter formativo/
informativo debemos desarrollar? ¿De qué
modo podremos, a partir de ahora, pensar
en términos de la producción/divulgación
de nuestra reflexión teológica?
¿Cómo ser ecuménicos entre nosotros
mismos? ¿Cuál es el elemento positivo
que nos une como presbiterianos? Creo
que no bastan las afirmaciones históricas
de carácter general; es necesario algo más
sólido y concreto que brote de nuestra
práctica eclesial. ¿De qué manera, por qué
caminos, podremos dar expresión real a
todo esto?
Estas preguntas me llevaron a pensar en el
paso que pretendemos dar ahora. Espero,
como todos ustedes, que el cambio de nombre
de Federación de Iglesias Presbiterianas por
el de Iglesia Presbiteriana Unida sea algo
más que un cambio de razón social de la
entidad jurídica formulada en 1978. Este
cambio implica un proyecto que pretende
ser realizado a largo plazo. Queremos ser el
presbiterianismo que la Iglesia Presbiteriana
de Brasil no logró ser porque perdió el rumbo
dentro de la historia eclesiástica del país.
De la Federación a la Iglesia
Esto implica muchas otras preguntas que
no pueden responderse ahora, pero que lo
serán en la medida en que, durante nuestro
caminar futuro, vayan siendo asumidas a
partir de las prácticas concretas de nuestras
comunidades y regiones eclesiásticas.
Creo que deben ser consideradas
algunas medidas urgentes para encarar
estos y los futuros problemas que surgirán.
En primer lugar, pienso en lo que estoy
llamando un tanto irrespetuosamente
“ecumenismo ad intra”, es decir, en la
realización de una verdadera comunión entre
nosotros, a pesar de nuestras diferencias, o
incluso a causa de las mismas. Intercambio
de experiencias pastorales (pero no sólo entre
pastores), sino especialmente de experiencias
comunitarias. Pero el ecumenismo no es sólo
una realidad restringida a la ekklesia, pues
también tiene que ver con nuestra postura
frente al mundo, frente a la sociedad que nos
rodea, que nos forma y a la que ayudamos
también a formar. ¿Cuál será nuestra línea de
acción de aquí hacia adelante? ¿Tendremos
objetivos comunes y respetaremos nuestras
diversidades? ¿Cuál será nuestra opción
preferencial frente a la lucha global del pueblo
brasileño? Pienso que nuestra participación
en organismos ecuménicos, nuestra relación
con otras iglesias, no puede basarse en el
criterio de las preferencias personales de un
pastor o de una comunidad. La identidad de la
Iglesia Nacional debe tener un perfil definido
que nos marque, que nos especifique. ¿Cómo
establecer esto? Así, esta postura ad extra
dependerá de nuestras decisiones internas,
de nuestros acuerdos que no pueden sólo
ser silenciados, sino que deben especificarse,
detallarse, comunicarse y formularse en la
lucha diaria a partir de nuestras experiencias
vividas y por venir. En fin, ¿cómo construir
nuestra unidad y mantenerla?
13
Un segundo elemento tiene que ver
con nuestra identidad litúrgica, nuestra
propuesta educativa, nuestra resonancia
en la sociedad en cuanto Iglesia. ¿Cómo
caminar para alcanzar criterios y consensos
al respecto?
Vamos a hablar a partir de esta asamblea
de nuestra Iglesia nacional. Esto es muy
diferente a hablar de una Federación.
La primera expresión abarca más y es
totalizadora. ¿Qué debe revelar ella?
¿Cómo avanzar? ¿Cómo proceder a la
reforma para ser más fieles a la palabra de
orden calvinista: Ecclesia reforma et semper
reformanda est?
Versión: L.C.-O.
Primera edición de la Institución de la Religión Cristiana, 1536.
14
En Ciudad del Carmen, Campeche, los días
sábado 6 y domingo 7 de abril se realizó la 3ª
Reunión Nacional de la Comunión Mexicana
de Iglesias Reformadas y Presbiterianas
(CMIRP) con el propósito deprocurar un
espacio de encuentro, de diálogo, de
reflexión teológica y de concordia entre
personas y comuniones de fe para definir
el proyecto como CMIRP. Asistieron 35
personas incluyendo dos niñas y dos niños.
El arribo
Un hermoso cielo despejado y el soplo de un
aire fresco y renovador recibieron el viernes
a las personas participantes. Más que una
reunión de trabajo parecía una reunión
familiar. Había alegría por las personas
que llegaban, se esperaban a las faltantes
y se lamentaban las ausencias. Miembros e
invitados de las tres regiones (Centro [Estado
de México, Morelos y D.F], CODIPRECH
[Chiapas] y, Peninsular [Campeche, Yucatán
y Quintana Roo]), estaban presentes.
Desde el principio fue evidente la
impecable organización y el excelente
trabajo de equipo encabezado por la
coordinadora de la Comunión Peninsular
y secretaria ejecutiva del Comité Ejecutivo
Nacional de la CMIRP, Verónica Lozada.
La importancia de esta nueva etapa
del proceso de la Comunión se refleja
en las expectativas manifestadas. Así, la
joven teóloga Xareni Díaz López (Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas) deseaba “compartir con
la gente, conocer hacia dónde vamos. Buscar
Recuento histórico de la cmirp: octubre 2012-febrero 2013
“Cruzando puentes para Consolidar nuestra comunión”
Blanca Valencia Salinas
2ª reunión nacional de la cmirpcongregación jesucristo puerta de salvación, tuxtla gutiérrez1 de diciembre de 2012
1er encuentro de mujeres unidas caminando cmirp centro9 de marzo de 2013, iglesia antioquía
tercera reunión nacional de la comunión mexicana de iglesias reformadas y presbiterianas (cmirp)
15
El viernes, después de instalarse en el hotel, el grupo paseó por la playa de la también llamada Perla del Golfo otrora asentamiento del pueblo maya, después guarida de piratas (incluyendo al legendario Barba Roja) y actualmente residencia de connacionales y extranjeros que trabajan en la industria petrolera. Esta riqueza multicultural e histórica se enmarca en un paisaje marítimo maravilloso, un clima cálido y unos carmelitas tranquilos,
acostumbrados a la presencia foránea.
El grupo disfrutó de una deliciosa comida.
Por la noche, luego de caminar alegremente
a lo largo del malecón, l@s participantes
paladearon una cena de caldo de pavo, muy
típico de la gastronomía campechana ofrecida
por nuestros anfitriones. Más tarde, con el
corazón contento, l@s asistentes se retiraron
a descansar.
Aprendiendo a trabajar en Comunión
El sábado, antes de partir a la sede del
evento, se integraron al grupo la pastora
Gloria González Esquivel, coordinadora
de la Comunión de Iglesias Presbiterianas
y Reformadas de Chiapas (CODIPRECH),
y la misionera Cira Hernández Gutiérrez,
ambas de Chiapas. Asimismo, desde Cancún
Quintana Roo se incorporaron la pastora
Blanca Sánchez Lavaderos y su esposo, el
pastor Ricardo Salazar Mirón. La esperanza
de Blanquita es “que los acuerdos que se
tomen sean para la honra y gloria de Dios.
Que se pueda abarcar otros estados y los
integrarnos en el movimiento, compartirlo
con las misiones donde estamos trabajando
en Tuxtla y ver si se integran.”
Participante por primera vez en este
tipo de eventos, el colaborador pastoral de
la Iglesia Belén, Antonio Gómez Vázquez
(Tenango, comunidad tzeltal, Municipio de
Ocosingo, Chiapas) expresó: “vine como
representante de mis compañeros para
ver qué se va a plantear... y cuáles son los
proyectos que como pueblo nos pudieran
servir y apoyarnos. Espero que sea algo
libre de todos los prejuicios que hay en las
iglesias y que haya un lugar para todos,
también para nosotros los jóvenes.”
De la región Centro, la coordinadora de la
Red de Mujeres Libres en Cristo de la CMIRP,
Alma Miriam Montalbán (DF) compartió
su expectativa “de seguir construyendo,
consolidando el trabajo de la Comunión
para seguir trabajando juntos.”
Asimismo, manifestando por sus palabras
una larga experiencia pastoral, el Anciano
de la Iglesia Esmirna (Cuernavaca, Morelos)
Eleuterio Basilio Chilaca indicó que “esta
reunión es para la honra y gloria de Dios. Es
para el plan de trabajo. Que Dios nos ayude
para seguir trabajando en su obra.”
El candidato a pastor Fernando Díaz
Navas, proveniente de la Iglesia Ebenezer
de Chalco, Estado de México, aspira a
“que ya pongamos los cimientos básicos
para empezar a trabajar ordenadamente.
Tenemos la iniciativa, la disposición, el
interés y las coincidencias teológicas, pero
nos falta concretizarlo.”
16
que ya están se consoliden, así como los
acuerdos previos.”
Se expresan deseos como los de Gerson
Trejo Gutiérrez (Obrero de la Iglesia
Antioquía, Iztapalapa) que “se genere una
mejor comunicación tanto en el trabajo como
del desarrollo de las actividades que se están
realizando y las que se piensan realizar.”
Por su parte, el pastor Dan González
Ortega, rector de la Comunidad Teológica
de México (DF) sostuvo que “es un
momento para seguir avanzando en la
toma de decisiones. Es sentar las bases
de una planificación estratégica. Es
acordar los principios fundamentales
de la Comunión a nivel nacional con los
que se puede continuar el proceso de
planificación y sirva para que cada zona
desarrolle sus propios principios. Puede
ser el fundamento del autosostén de cada
región pues al tener proyectos podemos
tener recursos.”
El grupo arribó poco después de las 8:00
de la mañana al céntrico edifico en cuyo
espacioso patio se desarrolló el evento. Con
gran alegría y entusiasmo el equipo anfitrión
recibió al grupo. Asimismo, destaca la
presencia de un enorme y centenario árbol,
que por ser el único de su tipo en la isla,
está protegido por el Gobierno mexicano.
En la cosmovisión maya, árboles de este
tipo representan la conexión entre todo lo
creado sobre la Tierra con el inframundo
y lo divino. Es decir, la conexión entre lo
finito con lo infinito.
Bajo la sombra de este árbol se procedió
al registro y luego al desayuno. Siendo las
9:47 de la mañana se iniciaron los eventos
bajo la conducción del pastor Fernando
Díaz Navas. En seguida, dio lugar a la
Ceremonia de bienvenida en la que la
pastora Verónica Lozada dirigió un mensaje
a toda la concurrencia, en el que resaltó
que este encuentro tiene un carácter
definitorio en el caminar de la CMIRP,
puntualizando: “Nos hemos constituido
como la Comunión Mexicana de Iglesias
Reformadas y Presbiterianas y la pregunta
que queremos responder en esta Reunión
es y, ¿para qué?; y, ¿hacia dónde? y, ¿con
quiénes?” Antes de esto mencionó que
en ocasión de esta 3ª Reunión Nacional
se recibieron parabienes y enhorabuenas
para esta celebración y los objetivos
que persigue la CMIRP, desde diferentes
organizaciones y personas provenientes
de distintas partes de México y el mundo
que acompañan este movimiento. Pastores
presentes leyeron a todos/as saludos
formales en cartas que se hicieron llegar a
la CMIRP, como las siguientes:
-De la Alianza de Iglesias Presbiterianas y
Reformadas de América Latina (AIPRAL),
signada por la presidenta Revda. Gabriela
Mulder y el secretario Ejecutivo Rev. Dario
Barolín
-Del Departamento Misionero de las Iglesias
Protestantes en Suiza, firmada por Nancy Carrasco.
-Del destacado teólogo Alfredo Tepox Varela
De la Iglesia Evangélica Valdense de Río de
la Plata, Argentina; signada por Oscar Oudri.
-De la Iglesia Shalom de Cuba, signada por
la pastora Coralia Blanco Elissalde enviada a
través de la teóloga Blanca Valencia Salinas
(Chiapas) quién también fue portadora de
un saludo de la Comunidad de Fe Grupo
Cristiano Renovación de San Cristóbal de
Las Casas, Chiapas.
-Desde Princeton (New Jersey, Estados
Unidos), el pastor Rubén Arjona, estudiante
de doctorado, hace llegar sus parabienes a
través de la pastora Verónica Lozada.
17
-De CODIPRECH la pastora Gloria González
Esquivel hizo llegar un saludo de los pastores
de Chiapas que la componen.
-De la Federación Universal de Movimientos
Estudiantiles Cristianos (MEC-Equidad)
Israel Medrano, Coordinador del capítulo
México envío saludos a través del candidato
a pastor Fernando Díaz Navas.
Luego de los parabienes se dio inició a la
liturgia dirigida por la coordinadora de la zona
Centro, Tania Tamez reflejando la importancia
fundamental de la niñez en la propuesta de
la CMIRP, al abrir con los símbolos siendo
presentados por los niños Sofía Trejo Tamez y su
hermano Luca así como Job Díaz Flores quienes
con natural solemnidad se acercaron a la mesa
portando una vela morada, una cruz de madera
y una Biblia; fue un momento muy emotivo,
Tania Tamez expresó “que podamos traducir
a este mundo la riqueza del mensaje de estos
símbolos y que con ello sembremos esperanza.”
Se entonó el salmo 133 “¡Miren qué
bueno!”, “Háblanos, Señor” y “La nueva
canción”. Se dio paso a la confesión de
pecados y se concluyó el momento de
adoración con El Señor es mi fuerza.
El Pastor Edman Orel López (Chiapas),
estuvo a cargo de la meditación bíblica
que basó en Lucas 4:1-21: “Comenzar
no es fácil. El pasaje en cuestión recrea
el evento de Jesucristo en el desierto y
el de la lectura del libro en la sinagoga
para plantear el inicio de las tareas del
Reino. Presenta dos visiones: la visión del
enemigo que quiere incluir a Jesús en su
proyecto y la del proyecto de Jesucristo; el
Reino de Dios. Proyectos opuestos. El que
inicia el ataque es el diablo, el protagonista
y ese es el primer problema de todo inicio
de tareas; el protagonismo. La primera
tentación es el show, lo milagrero. Nuestro
proyecto del Reino no tiene que ver con
el protagonismo ni con la Teología de la
prosperidad (el show) ni con cuestiones
milagreras. No estamos en esa línea. La
segunda tentación es la idolatría, el servir
y postrarse ante el amor al dinero. El
dinero es siempre un problema al inicio de
las tareas. Hay que tener cuidado para no
caer en esta tentación.
La segunda narración es la otra propuesta,
la conocemos ampliamente; es un proyecto
de evangelización. Es una invitación a
inscribirnos en el proyecto de Nuestro Señor
Jesucristo, a hacer un lado el protagonismo
y pensar más en el proyecto de Jesús y sus
consecuencias. Que nos motive el amor a los
ciegos, a los pobres a los quebrantados de
corazón… y al año del Jubileo, de la libertad,
y que Dios nos ayude a no caer en las redes
del maligno, que Dios nos ayude a caminar
en este segundo proyecto.”
Finalizada la reflexión bíblica, se da
la triste noticia de la muerte del pastor
uruguayo Dr. Emilio Castro, ejemplar
defensor de los Derechos Humanos durante
la dictadura militar en su país, el pastor
Dan González hace un recordatorio de su
trayectoria y contribución como pequeño
homenaje en memoria de este tan querido
pastor. Prosigue, Tania Tamez con los cantos
Gente nueva y Despedida terminando con
el Credo de Carlos Mejía Godoy (Nicaragua).
Esta parte del programa finalizó con el
saludo de la paz y con el deseo de que “Dios
nos ayude a ser gente nueva.”
Luego de un breve descanso de
10 minutos se dio un tiempo para la
explicación del hermoso logo de la CMIRP,
diseñado por Israel Fernández Medrano.
Es el pastor Dan González quien destaca
que el trinitario es uno de los fundamentos
teológicos principales de la imagen. Así, se
encuentra la cruz, como símbolo de Jesús;
18
la paloma como símbolo del Espíritu Santo
y el fuego como el símbolo más antiguo
usado para representar a Dios Padre. Se
bosqueja también el maíz como un gesto
que vincula con el pueblo mexicano,
elemento común con otros pueblos
latinoamericanos.
Asimismo, se ven en la imagen los glifos
con los que las culturas antiguas representan
el lenguaje o la Palabra brotando del pico
de la paloma, personificando la palabra de
Dios que se ha revelado desde siempre. La
letra M significa varias cosas entre ellas la
iglesia mexicana que inicia con movimientos
reivindicatorios de las mujeres. El corazón
es el símbolo del corazón ardiente de
Calvino. Los colores también son elementos
importantes, nos hermanan con América
Latina (a semejanza de la colorida bandera
whiphala o aymara emblema de todos los
pueblos originarios). Explica:
“Rojo: es el planeta Tierra, el rojo de la sangre.
Naranja: Representa la sociedad. Expresa la
creación de la especie, la Medicina, la juventud.
Amarillo: color de la fuerza de los pueblos
cuando se hacen uno.
Blanco: símbolo del tiempo, de la transformación,
del arte, del trabajo, de la reciprocidad.
Verde: representación de la Economía, las
riquezas naturales, la flora, la fauna, el oikos
(la casa)
Azul: expresión del Cosmos. Representa
los fenómenos naturales.
Violeta o morado: simboliza la expresión
del pueblo, el intercambio, el aspecto
comunitario de la vida.
Abajo del logo se encuentra la frase
histórica: “Si no ardemos juntos/as, ¿quién
iluminará esta oscuridad?”
Enseguida el pastor Felipe Vera Palacios
dio lectura a la reflexión “Seguir por la
ruta de la resurrección” de la autoría del
pastor Leopoldo Cervantes-Ortiz que sirvió
como insumo para las Mesas de Trabajo
bajo el tema “Rol de la CMIRP en la misión
de Dios”. Sobresale su exhorto orientador:
“Si la promoción y reivindicación de los
ministerios de las mujeres fue la punta del
iceberg de este movimiento, ahora hay que
relanzar integralmente todo el corpus de
la existencia cristiana, revisando a la luz
de las Escrituras, de la tradición reformada
y de la ya sólida tradición teológica
latinoamericana y así poder inculturar
nuevamente el mensaje evangélico en
nuestra sociedad.”
Enseguida, se inician las mesas de
trabajo. El conductor anuncia que se
trata de una reunión operativa. Explica
el método de desarrollo de las mesas que
se realizará en dos momentos del día
sábado: uno general donde se presentará
información y documentos de interés
general y otro particular donde se dividirán
en mesas y se discutirán temas puntuales
para escuchar la voz de todos y llegar a
acuerdos productivos que después llevarán
a un tercer momento de plenaria el día
domingo con las conclusiones y acuerdos.
Así, forman grupos en diferentes espacios
y empieza el trabajo de planeación
estratégica. Se enfatiza que todos y todas
pueden participar y tomar decisiones.
En la presentación del balance de
trabajo del Comité Ejecutivo Nacional
(CEN) integrado por Edman Orel López
representante de la Comunión del Sur
(Chiapas), Tania Tamez representante de
la Comunión Centro, Verónica Lozada
representante de la Comunión Peninsular y
Reynaú Santiago Marroquín representante
legal. Tocó el turno al representante de
Chiapas entregar el informe que en síntesis
dio cuenta de lo siguiente:
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“A sólo cinco meses de asumida la
responsabilidad, no habría mucho que decir
sobre todo considerando los obstáculos
que han tenido que superarse; la dificultad
de comunicación por la distancia entre
quienes integramos el CEN, la difícil
coincidencia entre nuestros horarios y
agenda de actividades, dificultades todas a
las que con creatividad y entusiasmo hemos
rebasado con un poco de ayuda de las redes
sociales. No obstante, con mucha alegría
compartimos el sobresaliente logro de la
creación de la Asociación Civil Comunidad
de Fe y Justicia con fines humanitarios y
diacónicos, a través de la cual tenemos
el cauce legal para hacer visible nuestro
testimonio cristiano y con ello incidir en
nuestra sociedad mexicana.”
El candidato a pastor Fernando Díaz
al retomar la conducción exclamó alegre:
“No estamos en cero. A Dios gracias ya
estamos caminando firmemente.”
Se presentó la Propuesta de Principios
formulada por la Comisión de Expresión
Teológica de la CMIRP integrada por
Leopoldo Cervantes-Ortiz, Dan González
Ortega y Rubén Arjona, valioso documento
que se adjunta.
La pastora Verónica Lozada presenta
como último insumo el Objeto Social de la
Asociación Civil que servirá para precisar
los ejes de acción de la CMIRP. Se recibe
con entusiasmo la concreción de este
organismo que “sin duda le da forma y
certidumbre a todo el esfuerzo que se ha
venido realizando, evidenciando la visión
progresista de la CMIRP en la construcción
de Otro Mundo Posible donde el Reinado
de Dios fluya a través de canales de
justicia y misericordia donde la igualdad
y la inclusión de todas las personas no
sea un hecho aislado, sino un principio
fundamental”. […]
En esa misma tesitura se le dio la
bienvenida oficial a Blanquita Sánchez
Lavadores y a su esposo Ricardo Salazar
Mirón como miembros de la CMIRP y
representantes del estado de Quintana
Roo, en un ambiente amistoso y alegre.
Y en una expresión muy profunda como
extensión del mensaje se llevó a cabo la
Santa Cena con la participación del niño
Luca Simei Trejo Tamez afirmando la
inclusión que gozamos en Cristo y que “el
encuentro de unos con otros es una fiesta:
Cristo ha resucitado y en nosotros lo ha
hecho. Nos acercamos a la mesa de Dios
por pura gracia y felicidad. El vino es la
alegría de compartir, es el nuevo pacto
con la sangre de Jesucristo. Lo mejor de
nosotros se lo damos a nuestro Dios, es
nuestra ofrenda.”
El pastor Felipe Vera pronunció la
bendición final, con lo que finalizó la liturgia.
En anuncio final se comunicó la fecha
para la 4ª. Reunión Nacional de la CMIRP
los días 26 y 27 de octubre a celebrarse
en la Región Centro. Igualmente, la Red
de Mujeres libres en Cristo de la CMIRP
anunció su 2do. Encuentro Nacional que
se efectuará en el Seminario Anglicano del
D.F., los días 1 y 2 de junio y que contará
con la visita de delegadas de PCUSA, lo
cual nos es motivo de regocijo general.
20
Siendo las 4:19 pm del domingo 7 de abril
de 2013, se clausuró la 3ª Reunión de la CMIRP.
Las personas se despiden con esperanzas
y con la satisfacción de haber logrado los
objetivos. En palabras del pastor Dan: “A
cinco meses de la fundación de la CMIRP
contamos hoy con principios fundamentales
(identidad, misión, visión y valores), ejes
temáticos, objetivos y una Asociación Civil
donataria legalmente constituida.”
Hay sonrisas y abrazos en general, se
percibe el sentimiento del deber cumplido
y la satisfacción de una jornada muy
productiva. Llega el momento de compartir
los alimentos, verdaderos manjares del
mar: camarones gigantes en caldo, pescado
frito, jaibas al mojo de ajo, camarones
rebosados… Un final gastronómico digno
de una reunión inolvidable.
Se rinde un aplauso al equipo anfitrión por
las atenciones recibidas, se desborda alegría
que torna el ambiente festivo y jocoso. La
reunión ha dado sus frutos.
En palabras de la futura pastora chiapaneca,
Cira: “este movimiento es más participativo,
hay lugar para todos; en la nueva iglesia hay
una perspectiva más liberadora. Espero que el
Reino de Dios se expanda a través de nosotros
como nueva comunidad, como nuevo equipo,
y sean alcanzados todos aquellos que necesitan
la gracia de Dios.”
Como expresó el pastor Ricardo
Salazar quien participó por primera vez
en una reunión de la CMIRP: “Me llevo
una satisfacción muy grande. Confío en
el Señor que con el tiempo moldee los
corazones para que haya una verdadera,
real y franca armonía y unidad.”
Del equipo anfitrión comentó Esther
Alonzo Parra (Iglesia Asambleas de Dios): “Es
la segunda reunión a la que asisto. Acá ya
logré captar la visión de lo que es la CMIRP.
Me identifiqué con el sentir del grupo.”
El pastor chiapaneco Edman sostiene:
“La Asociación Civil es un avance muy
importante, es un gran paso y se va dando
la proyección nacional e internacional. Fue
excelente trabajar lo que nos propusimos:
dejar claros nuestros principios, nuestro
marco y de ahí seguir avanzando. Hay que
seguir invitando a otras comunidades de fe
y a otras personas ahora que ya tenemos
más claro lo que somos y lo que queremos.
Teniendo claro eso ya podemos avanzar
con certeza.”
Presente desde los inicios de la CMIRP, el
pastor Felipe Vera concluyó: “El sábado fue
de éxito. Tuvimos experiencias inolvidables.
Cada vez aprendemos más de las pastoras:
nos falta el servir. Creo que es sano aprender
a expresar nuestras diferentes maneras
de pensar y en el momento ser claros.
La recepción de las anfitrionas está en la
excelencia. Avanzamos en el trabajo. Se
lograron los objetivos. Todo fue un éxito.”
Como recuerda el centenario árbol:
lo finito del Ser Humano se enlaza a lo
infinito de la Divinidad haciendo un Todo.
El camino es largo. Faltan más puentes
que cruzar pero de Ciudad del Carmen se
partió con el corazón alegre, con pasos
más firmes y seguros, con la fe renovada
hacia la construcción del Reino.
¡Que Dios trino bendiga y acompañe a
la CMIRP!
21
féminas renaciendoRocío Rodríguez
Crónica del
Segundo
Encuentro de la
Red de Mujeres
Libres en Cristo.
En el trajín de un
sábado que para
muchos es un día
de trabajo más,
para otros el día
de asueto o de simplemente permanecer
descansando, varias mujeres salieron
entusiastas de sus casas desde temprana
hora con sus equipajes llenos de esperanza
y alegría, otras lo hicieron con algunos días
de antelación ya que provenían de lugares
más lejanos.
El motivo era encontrarse en un lugar
del sur para seguir con un proyecto, para
volver a estrecharse y a convivir con sus
amadas hermanas.
La Diócesis de México de la Iglesia
Anglicana abría sus imponentes puertas
para que varias féminas fueran llegando.
llenas de gozo y alegría con sus maletas de
diferentes tamaños en donde portaban “lo
necesario” y con sus corazones dispuestos
para gozarse en este Segundo Encuentro
de la Red de Mujeres Libres en Cristo.
Fue así como Alma Miriam Montalbán,
coordinadora nacional de esta Red y,
Mónica Díaz, coordinadora de la Red del
Centro y diaconisa de la Iglesia Reformada
Peniel, quienes con una gran sonrisa nos
recibían frescas y gozosas. Sólo ellas y, sus
familias y colaboradores, sabían todo lo
que aquí pasaría. Para todas las demás era
un encantador misterio.
Llenas de asombro y curiosidad, algunas
comenzaron a registrarse y a escudriñar sus
cronogramas, con curiosidad descubrían a las
nuevas y se acercaban afables a presentarse.
Fue así como Blanca, Aída, Sara, Gloria,
Abigail, y muchas más hundimos nuestras
manos en pintura amarilla, se sentía
agradable, para luego plasmarlas en una
cartulina pegada a la pared, todas querían
que su mano quedará bien definida -se está
escurriendo- gritaron por ahí.
Acto seguido nos pasaron a un enorme
comedor, antecedido por una sala que
invitaba a sentarse, algunas querían
permanecer con sus compañeras, otras
preferían reencontrarse, parecían como
niñas en un primer día de clases. En
una verdadera camaradería se invitaban
a compartir su mesa y ahí fue donde
degustamos esas ricas quesadillas, con café
y pan, fue un delicioso desayuno no sólo
por las viandas, sino por el ambiente de
hermandad y alegría que ahí prevaleció.
Estados Unidos, Venezuela, Chiapas,
Ciudad del Carmen, Cuernavaca, Quintana
Roo, Texcoco, eran algunos de sus lugares de
origen y me puse a pensar cuánto debieron de
hacer aquellas mujeres para poder viajar, que
tanto debieron adelantar con sus familias, el
arduo camino que recorrieron y el esfuerzo,
físico y económico, me hacía querer adivinar
junto a quien estábamos sentadas: ¿Que
andar traía cada una de estas mujeres?
Ellas, cual ninfas gustosas se abrazaban
y se mostraban alegres y llenas de energía,
fue en este momento cuando se nos
destinaron los cuartos para dejar nuestras
pertenencias, en medio de una gran
algarabía nos fuimos a acomodarnos.
Ya en las habitaciones, las risas y
sorpresas no se hicieron esperar por
descubrir que llevábamos de más o que
enseres se nos habían olvidado.
22
Y pronto empezó la recepción, que era el
primer punto de nuestro cronograma Mónica
Díaz dio la bienvenida con las elocuentes
palabras que a continuación plasmo:
“Hermanas, amigas compañeras quiero
darles la bienvenida a nuestro segundo
encuentro, a nombre de las comunidades
que forman la CMIRP Centro, a nombre de
los grupos de mujeres del Centro que viven
y trabajan día con día para hacer realidad los
principios de libertad, igualdad y sororidad.
Creemos que Dios ha permitido en su
infinita bondad y su hermosa sabiduría, que
este segundo encuentro ocurra. Les invito a
participar con un espíritu de compañerismo,
de amor fraterno y con el ánimo de hacer
realidad lo que indica el salmo 133 ‘habitar
las hermanas juntas en armonía’, en paz y
hasta con ganas de divertirse.”
Dimos inició oficialmente a nuestro
segundo encuentro con una oración a
cargo de la pastora luterana Ángela Trejo.
Las mujeres se miraban gozosas de estar ahí.
La pastora Gloria presentó la siguiente reflexión:
Ella se nos habló de lo común que
tenemos la mujeres y del nuestro propósito
que es al Dios de la vida, nos habló de la
realidad de sus mujeres en las comunidades
de Chiapas, nos narró como ahí no levantan
la mano cuando se les pregunta en qué
trabajan, piensan que porque no reciben
un sueldo no trabajan, las mujeres como
símbolo de lucha y fuerza.
Gloria exaltó enfática que la mayoría de
las mujeres son las que más aportan en los
aspectos que se desarrollan en las iglesias.
Nos acercó a la vida de las primeras
comunidades cristinas donde repartían las
oraciones, el pan, la alegría y koinonía por
igual, es por eso del gusto por compartir,
sororidad por solidaridad, la complicidad
el abrazo, el perdón y la conciliación.
Tras estar en esta sensible comunión,
llegamos a las dinámicas de integración
con July, quien con entonación entusiasta
se dirigió a nosotros para llevarnos afuera
en donde desarrollamos varios juegos
numerándonos y creando posiciones curiosas
y de risa.
El esfuerzo y entusiasmo de las mujeres estuvo
a flor de piel entre risas y acrobacias pudimos
interactuar mediante la festividad del juego.
Posteriormente tuvo lugar el Primer
Taller: “Sentido de ser mujer Libre dentro
de la CMIRP”, la Revda. Lily Ramírez fue la
encargada de este momento y nos invitó a la
reflexión a través de la siguiente pregunta: ¿
Mujeres Libres en Cristo por qué y para qué?.
Ella nos hace un poco de historia de
cómo su abuela la pastora… trabajó y cómo
fue que se contactó con ella, nos muestra
las fotos con su familia y hace broma de
que es abuela por la familia de su marido.
De pronto nos introduce al tema con la
imagen de una maleta, toda acomodadita,
la pastora nos cuestiona cuántas cosas
no cargamos las mujeres en la maleta y
comienza a preguntar a todas quién trae
lo más inédito, las mujeres comienzan a
levantar la mano y decir cada una de las
cosas que traen, alcohol en gel, vaselina,
hasta que una se lleva la tarde diciendo porta
un vestido de Barbie y lo enseña orgullosa.
La pastora nos dice que ella trae algo
que nadie seguramente trae y esto es un
traje de baño, por aprendizaje de su madre,
ella le enseñó que a dónde fuera siempre
debiera llevárselo y nos dice como la ha
salvado en situaciones en que tiene que
bañarse de manera grupal, ella siempre
trae su traje de baño.
Lily nos dice que la vida de cada una
de nosotras es como esa maleta y la vamos
llenando con las experiencias, acorde a
23
las vidas que nos han tocado positivas y
negativas y si no limpiamos la maleta esto
nos va afectando la autoestima, así que nos
aconseja ir depurando constantemente.
Ella nos referencia algunos casos latinos
en República Dominicana y Colombia
de cómo dos familias no tenían recursos
económicos y el padre de familia mandó a
preparar a sus mujeres, ya que él visualizó
que los hombres iban abrirse camino como
fuera, pero las mujeres no, de esto ya hace
50 años cuando este hombre valoró a sus
hijas y las preparó.
Posteriormente nos agrupó sin movernos de
nuestros asientos para que intercambiáramos
frases o dichos que son parte de nuestra
identidad y aprendizaje, ella se remitió a una
frase que decía su abuela que el hombre en la
cocina olía a caca de gallina.
Pero las necesidades económicas llevaron
a aquel hombre a aprender a guisar y la
abuela después llegaba y le miraba con
tristeza pero él se sentía orgulloso de poder
apoyar a su mujer con estas tareas.
Se comentan frases en los grupos como “De
lo heredado no es hurtado” y que eso les
enseñó el ser tesoneros, una de las chicas
decía algo que le enseñaron que debía
obedecer a las autoridades gubernamentales
estuviera de acuerdo o no y ella nos refiere
hace lo contrario, ya que piensa que Dios
nos dio el entendimiento y el uso de la
razón, para eso y no a seguir como borregos.
La Pastora Lily vuelve a remitirse a su
abuela diciéndonos ella fue ordenada como
Pastora en Colombia hace 50 años, siempre
se le tiene como referencia, nos señala.
Nos cuenta cómo ella y su esposo son la
tercera generación de esposos de pastores
en la familia, habla de cómo nos explican
nuestro origen y reafirman o impiden
que una mujer sea libre en Cristo, nos
recomienda siempre tener los ojos muy
abiertos y checar como afecta en la vida
diaria y cómo se impide ser una mujer libre.
Con una gran sonrisa la Pastora nos
pide completar la frase de cómo somos
las mujeres, las respuestas no se hacen
esperar y se comienza a escuchar en el
salón, libres, valerosas y poderosas.
Sin embargo comentan algunas que en
las calles se escucha que las mujeres son
locas, chismosas y arguenderas.
La Iglesia enseña que la mujer es la
causa del pecado, la puerta del infierno,
en la entrada otra mujer también dice un
feo dicho que la mujer debe estar como la
escopeta cargada y detrás de la puerta.
Así siguen comentando acerca del rol de
las mujeres cristianas si deben someterse a sus
maridos, la idea de ser rescatadas por un hombre.
Yo misma estudié pensando en que iba a
ayudar a cuestiones de la Iglesia, pero no para
pastorear, pero Dios que es muy sabio decidió
que yo me ordenara primero que mi esposo.
Ella nos comenta acerca de los roles
y momentos de vida y cómo luchar para
empezar a cambiar, el autoestima, el amarnos
a sí misma para amar a otros.
El Espíritu Santo da valores del éxito en
términos espirituales y el valor secular y
divino y cuando hablamos del autoestima
se basa en la concepción que se tiene y se
mide por las posesiones que se tenga, eso
está muy mal, ya que nuestro estatus está
en el subsuelo.
Debemos vernos al espejo y no estar
viendo sólo nuestros defectos sino resaltar
nuestras fortalezas, la pastora citó a un autor
que dice que la felicidad es una elección, pero
no hay que dejarla ir, no hay que postergarla.
También nos habló del concepto
social de la mujer perfecta, que es una
joven blanca, de pelo rubio y ojos claros,
24
debemos saber que la belleza se da en
la peculiaridad de cada una y no en una
cabellera de anuncio, en las pestañas
rizadas y los 2 kilos de botox en los labios.
Citó el libro de Proverbios y la utopía de
la mujer virtuosa y que al leerlo acabamos
deprimidas, es una realidad que nuestro
entorno es importantísimo nos afirma o
simplemente nos desanima.
Cuando hay una baja de autoestima es
porque nos estamos dando las respuestas
emocionales inadecuadas.
Debemos tener presentes que para ser
unas dignas servidoras de Dios debemos
tener bien clara nuestras valías, las raíces de
lo que nos dicen en nuestras casas nos marca
para todos los ámbitos de nuestra vida.
Debemos sacudirnos y despertar nuestros
valores dormidos, recuerda, nos dijo eres una
mujer de Dios creada a su imagen.
Después nos habló de la metáfora del
elefante que no se suelta de su tronquito a la
que está amarrado porque así le enseñaron
desde pequeño y ahora ya nos e esfuerza en
soltarse, no pone a prueba su fuerza.
Para culminar nos muestra el testimonio de
Belinda Rice, quien es representante del Comité
de Abogacía de asuntos en los Estados Unidos.
Ella no sabe cómo explicar que ha estado
orando y animándolas en la distancia y
pasando la voz de lo que pasa en México,
con una gran sonrisa nos dice que ella
espera que las mujeres en Estados Unidos
puedan seguir el liderazgo, que sean
testigos de cristo en cualquier situación
porque puede ser compleja.
Nos cuenta Blinda, que ella está unida
estrechamente a los conceptos de justicia y
libertad, ya que Cristo nos la dio para usarla.
Ella nos da su testimonio de vida, Dios la
tomó refiere cuando estaba hecha un desastre
y la ungió y la puso en una congregación.
Su testimonio es desgarrador nos narra
como su madre la torturaba a ella y hermanos
y ella lamenta no haberlos podido salvar, nos
arranca las lágrimas y continúa diciéndonos
que creció pensando que Dios no la amaba.
Tuvo que luchar con presiones emocionales
durante toda la vida y creció pensando que
Dios no la amaba que los niños negros eran
un error.
Todo lo malo era porque era niña negra
se siente conmocionada por compartir su
experiencia, es inexplicable –aprieta sus
labios- no se puede explicar, sólo hay algo
dentro de nosotros que susurra, hay un
Dios que te ama.
Ahora Belinda se siente y es hermosa,
ya no es aquella niña que se sentía culpable
por existir sabe que fue creada para una
misión y ahora ella viene hermosa guerrera
a compartir con nosotras su testimonio de fe.
Entonamos el canto “Renuévame”; la
pastora Lily alza la voz y nos exige romper
las cadenas que nos atan, nos pone un
ejercicio con tiras de colores, escribir lo
que nos ata y unirlas y romperlas,
La pastora nos dice que al romper las
cadenas somos libres en Cristo, porque él me
ha consagrado, me ha enviado a dar buenas
noticias a los pobres, a aliviar a los afligidos,
a anunciar la libertad de los presos.
Nos habla del pájaro que se acostumbró
a vivir en el pantano y no podía moverse,
pero vino un ventarrón y destruyó el
árbol y el pájaro voló, libre atravesó el
pantano, nos señala que los problemas son
como ese ventarrón, tememos cruzar ese
pantano, ser libres en Cristo para volar y
esa sentencia, es responsabilidad de cada
una de nosotras.
El mensaje de la Pastora fue realmente
fortalecedor, nos alimentó el espíritu y nos
llevó de la introspección a la alegría y de
25
ahí a las lágrimas para culminar en una
catarsis eufórica de risas y lágrimas.
Después de tan emotivo mensaje pasamos al
comedor donde degustamos uso ricos platillos,
lentejas con plátanos machos y pescados
delicioso y con una atención de primera.
Posteriormente fuimos a una dinámica
de integración a base de juegos y risas
muy divertidas escribirse en la espalda e ir
pasando la voz en una fila de seis personas.
El juego llegó a su fin por nuestra joven
y entusiasta July. Todo esto se llevó a cabo
en el jardín.
Y ahí mismo continuamos para llevar a
cabo un segundo Taller, llamado de Sororidad
impartido por la Pastora Karina quien lucía
ataviada por un vestido artesanal.
Ella comenzó por sentarnos en el
Pasto y a hablarnos de Marcela Lagarde,
y de Martha Lamas y del desempeño de
cada una de ellas en la importancia de las
mujeres y la política de los ciudadanos
para proporcionar herramientas, recursos
y habilidades que se van estableciendo.
Después nos dijo que para saber qué es
la sororidad y entender nos íbamos a valer
de 3 cosas: rostros y palabras e hizo sacar
un espejo para que cada una escudriñará
sus caras, después puso a las mujeres
frente a frente para que mirándose a la
cara, cada una pudiera saber qué sentía,
algunas externaron cierta incomodidad de
tanta cercanía otras lo contrario.
Posteriormente se formaron grandes
equipos de trabajo, se dio un tiempo
considerable y una lista de palabras que
cada equipo tenía que pasar al final a decir
si era negativo.
Tras la exposición de cada uno de los
equipos, la pastora al final dijo que todo
eso era la Sororidad.
Se dieron dos horas libres, algunas amas
decidimos quedarnos en las instalaciones,
otras salieron a caminar, se pasó el tiempo
rapidísimo cuando regresamos ya nos
esperaba un salón adornado con bellos tonos
pastel nos sacaron al patio una vez más y
Nelly quien nunca perdía el entusiasmo y
energía nos hizo caminar como changuitos
e ir tomando unos accesorios y así pasamos
al salón en donde nos compartimos risas
alegrías cantando y bailando alegres.
Al día siguiente estuvimos a las 8 de la
mañana muy dispuestas a emprender el
día lo primero que disfrutamos fue un rico
desayuno de huevo y frijoles, las anécdotas y
risas del día anterior no se hicieron esperar.
A continuación vino un rally en el que las
hermanas corrían gustosas resolviendo las
pistas que les daba Bárbara.
Después tuvimos una liturgia muy emotiva
a cargo de la pastora Verónica Lozada, quien nos
contó la historia de Lea, prisionera de su cultura
y de cómo se sustrajo de sus imposiciones
culturales, Lea cambió el panorama de su vida
y todo fue diferente.
La pastora nos habló de vivencias en las
que Dios estuvo presente en su vida y la
rescató y la ayudó y la puso en el camino
de muchas mujeres que ahora podemos
gozarnos y disfrutar de sus enseñanzas.
La pastora invitó a las otras pastoras
a pasar al frente y tomarse de las manos
y entonamos el canto de Unidas en su
nombre, ordenaron a la Pastora Blanquita
en un acto muy emotivo que nos llenó de
dicha a todas.
Tuvimos la Santa Cena y la pastora
Belinda junto a las otras pastoras nos la dio,
la pastora Belinda entonó un majestuoso
canto que elevó nuestros corazones.
La pastora Vero nos dijo que la reunión
no terminaba ahí si no que había que salir
y difundir a los lugares de cada una lo
26
aprendido en estos días e ir poniendo las
semillas para comenzar a dar vida.
La pastora Belinda nos compartió que
llevaba cinco años en la abogacía y en todo
este tiempo no había tenido una experiencia
tan emotiva espiritual y transformadora.
La pastora Lily nos comentó se había
tocado su vida después de orar mucho se
veía materializado el sueño al conocer a
las mujeres de México.
Finalmente se llevó a cabo la continuación
de la red de trabajo de mujeres para lo cual
se invitó a una facilitadora.
Se continuó con el trabajo del proyecto
de la red, la facilitadora de este momento
fue Isabel Silva, se conformó una comisión
de unas cuantas hermanas para trabajar
sobre el objetivo general y dar seguimiento
a los objetivos específicos.
Finalmente nuestras hermanas Alma
y Mónica se despidieron de nosotras
emotivas y con lágrimas en los ojos y
satisfechas por el trabajo emprendido.
A este segundo encuentro asistieron
70 personas, entre niños, niñas, hombres
y mujeres en su gran mayoría, y ya nos
estamos preparando con una maleta nueva
para viajar a Chiapas a reencontrarnos por
tercera vez en Febrero del próximo año…
27
Como herederos/as de la tradición
reformada, bíblica y teológica, arraigada
en el ímpetu liberador del Evangelio de
Jesucristo (Juan 8.36) nos presentamos como
una comunión de iglesias y comunidades
dispuestas a dar un firme testimonio del
mismo, en cualquier lugar y circunstancia.
1.1 Afirmamos la convicción* de que Dios
se ha revelado como padre y madre en la
historia (Mateo 7.11; 23.37)10 y que en ese
carácter ha manifestado su soberanía,
amor, justicia y bondad para hacer sentir en
toda la creación su presencia bienhechora
sin distinciones de ningún tipo (Amós 9.9),
la cual debe enfrentar, aquí y ahora, los
obstáculos humanos y estructurales para su
adecuada comprensión y aceptación.
1.2 Por lo cual, expresamos que el amor
divino nos apremia para reflejarlo en nuestras
comunidades de fe (2 Corintios 5.14-15), las
cuales, desde su pequeñez y finitud (Mateo
25.31-46), asumen responsablemente dicha
tarea con la confianza que les producen
las promesas divinas sobre su cercanía y
acompañamiento.11 Con ello manifestamos
la abierta predilección de Dios por la niñez
como símbolo y realidad de su Reino.
1.3 Y subrayamos el compromiso por
encaminar continuamente nuestras acciones
en el sentido de que sean resultado de un
discernimiento profético de los tiempos
presentes y futuros, a fin de situarnos
ante los desafíos a que tales esfuerzos nos
conduzcan.
breve afirmación de fe de la cmirp
Perspectivas 2.1 Afirmamos la convicción de que en
Jesucristo, el hijo de María, la creyente, y de
Sofía, la sabiduría (Proverbios 8), ese Dios de
los migrantes Abraham, Sara y Agar (Génesis
21.8-21),12 así como sus demás representantes
y compañeros/as en el pacto bíblico, se
manifestó plenamente con el propósito de
conseguir que la vida de todos los seres sea
digna y completa (Juan 10.10), con todos
los beneficios obtenidos por esa vida de
testimonio auténtico que lo condujo a una
muerte ignominiosa en la cruz, perpetrada
por los poderes establecidos (Colosenses
2.13-15), pero que gracias a la resurrección
ha sido capaz de renovar la esperanza y la
acción de su pueblo en el mundo.
2.2 Por lo cual, expresamos que su
presencia es una realidad en medio de
las contradicciones del mundo y en su
iglesia como parte del proyecto histórico
y escatológico de realizar su Reino como
espacio de inclusión, de gracia absoluta,
paz y justicia, con pleno respeto y
promoción de los derechos humanos como
un valor ético ineludible para nuestra fe,
sin discriminación de ningún tipo (Hechos
10.35, PDT; Romanos 2.11, TLA; Gálatas
3.28, RVR60).
* Las traducciones a lenguas originarias adaptarán esta expresión al contexto cultural específico.10 Cf. Sallie McFague, “Dios como madre”, en Modelos de Dios. Teología para una era ecológica y nuclear. [1987] Trad. de A. López y M. Tabuyo. Santander, Sal Terrae, 1994 (Presencia teológica, 76), pp. 163-208; Elisabeth Moltmann-Wendel, “Dios-Padre” y Jürgen Moltmann, “Dios-Madre”, en Hablar de Dios como mujer y como hombre. [1991] Madrid, PPC, 1994, pp. 11-20 y 21-27, respectivamente.11 Véase Paul Tillich, El eterno presente. Perfil espiritual del hombre. [1963] México, Diana, 1978, pp. 124-125: “Los profetas nos dan la respuesta: las naciones se salvan cuando existe una pequeña minoría, un grupo de gente que representa lo que la nación debe ser. Ellos pueden ser vencidos, pero su espíritu constituirá un poder de resistencia en contra de los espíritus malignos perjudiciales para la nación. La cuestión de un poder salvador dentro de una nación depende de que exista una minoría, aunque sea muy pequeña, que resista la angustia producida por la propaganda, que se oponga a la conformidad forzada por la amenaza y al odio estimulado por la ignorancia”.12 Cf. Elsa Tamez, “La mujer que complicó la historia de la salvación: el relato de Agar leído desde América Latina”, en Vida y Pensamiento, San José, vol. 3, núm. 1-2, 1983, pp. 19-30.
28
2.3 Y subrayamos el compromiso por unirnos
vivamente a la actuación divina en todas las
esferas que estén a nuestro alcance como
la tarea central a la que somos llamados/as
y convencidos por la fe en Jesucristo como
Señor y Salvador de nuestra existencia. Por
lo tanto, dialogaremos con la ciencia en sus
diversas formas y aportaciones como parte
de la vocación cristiana de “examinarlo todo
y retener lo bueno” (I Tesalonicenses 5.21).13
3.1 Afirmamos la convicción de que el
Espíritu de Dios es el que, con base en las
promesas del Jesús Resucitado, nos bautiza,
sella y enseña (Juan 14.26; Efesios 1.13-14),
conduce el destino de su Iglesia en el mundo
(Apocalipsis 2-3) y despierta las mentes y
corazones de las personas, organismos e
instituciones para sumarse al proyecto de
transformación radical de las estructuras
humanas corruptas e injustas.
3.2 Por lo cual, expresamos que ese mismo
Espíritu nos desafía, al interior de su Iglesia,
a que juntos, hombres y mujeres de todas las
edades, condiciones y culturas, como parte
de un sacerdocio compartido, a aplicar sus
dones al servicio, donde quiera que éste sea
requerido, y a acompañar solidariamente las
causas humanas justas y transformadoras
de la realidad marcada por la violencia, la
injusticia y la muerte, a fin de establecer la
paz con justicia en este mundo mediante
prácticas de no violencia activa. Estaremos
siempre dispuestos a dialogar y cooperar
con todas las confesiones, tradiciones y
movimientos cristianos.
3.3 Y subrayamos el compromiso por
generar estilos de vida derivados del trabajo
del Espíritu en nuestro mundo y así hacer
visibles sus beneficios en el cuidado de la
creación, llamada a la renovación continua,
mientras esperamos su redención final
(Salmo 104.29-30; Romanos 8.19-23).
Por todo lo anterior, afirmamos que los
principios emanados de esta declaración de
fe inspirarán y normarán nuestra militancia
como parte de la Iglesia de Jesucristo dispersa
y presente en todas sus manifestaciones.
Rechazamos la falsa doctrina según la cual
pareciera que hubiese áreas de nuestra
vida en las cuales no perteneciéramos a
Jesucristo, sino a otros señores; áreas en
las cuales no necesitaríamos justificación y
santificación por medio de él.
Declaración teológica de Barmen (8.15),
Iglesia Confesante Alemana, 1934.14
…para que todos reconozcanque Jesucristo es el Señor
y den gloria a Dios el Padre.Filipenses 2.11, TLA
México, D.F., 25 de octubre de 2015
13 Cf. Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana, I, v, 2; y II, ii, 14 y ss. “Cuanto produce la inteligencia proviene de las gracias recibidas por la naturaleza humana. […] Si reconocemos al Espíritu de Dios por única fuente y manantial de la verdad, no desecharemos ni menospreciaremos la verdad donde quiera que la halláremos; a no ser que queramos hacer una injuria al Espíritu de Dios, porque los dones del Espíritu no pueden ser menospreciados sin que Él mismo sea menospreciado y rebajado” (II, ii, 15).14 Libro de Confesiones de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos (PCUSA), 2004, p. 249, www.pcusa.org/site_media/media/uploads/curriculum/pdf/confessions-spanish.pdf.
29
En México también vamos a celebrar los
500 años de la Reforma Protestante. Para
más precisión, habrá una serie de actos
desde enero de 2016 hasta octubre de
2017 para recordar y celebrar el inicio
de lo que vino a ser la consolidación del
protestantismo en sus distintas vertientes.
Iniciaron los trabajos para conformar el
organismo cuyo nombre es el título del
presente artículo.
Inicialmente lo integran la Sociedad
Bíblica de México, la Fraternidad Teológica
Latinoamericana-México, Casa Unida de
Publicaciones, Comunión Mexicana de Iglesias
Reformadas y Presbiterianas, Centro Basilea
de Investigación y Apoyo, Centro de Estudios
del Protestantismo Mexicano, Comunidad
Teológica de México, Maná Museo de la
Biblia y Conferencia de Iglesias Evangélicas
Anabautistas Menonitas de México. Los
convocantes iniciales van a extender
invitaciones para que se sumen al esfuerzo
otras instituciones y denominaciones.
centenario de la reforma protestanteCarlos Martínez García
comité mexicano para celebrar el v
El plan incluye la organización de
coloquios, conferencias, cursos, talleres,
conciertos, cápsulas de audio y video, cultos
especiales, obras de teatro, exposiciones y
edición de libros. La difusión se hará tanto
en los espacios propios de instituciones y
denominaciones protestantes/evangélicas,
como al resto de la sociedad, esto último
con el fin de hacer visible la presencia en
México de los “hijo(a)s de Lutero”.
La lid de Martín Lutero merece ser
recordada para las nuevas generaciones. Hay
que recordarla pero también celebrarla. El
ex monje agustino abrió caminos para otras
expresiones cristianas, incluso para las que
consideraron insuficiente la propuesta y
práctica de los principios sostenidos por el
teólogo y pastor germano.
Lutero resquebrajó el corpus christianum
católico romano, y por tales hendiduras
surgieron personajes y movimientos que
se apropiaron de la gesta de Lutero, para
después llevarla a distintos lugares de la
geografía europea. Algunos radicalizaron
la crítica de Lutero y se deslindaron de él
por considerar que no era suficientemente
consecuente con sus escritos de los
primeros años posteriores a su ruptura con
la Iglesia Católica Romana. Sin embargo, es
claro que quienes procedieron así fueron
beneficiados por la disidencia de Lutero y
el fuerte golpe que asestó a la hegemonía
del sistema cuya cabeza era el Papa.
Reconocer y celebrar la histórica gesta de
Martín Lutero es importante cuando en buena
30
www.refo500.nl/en
www.protestantedigital.com
www.luther2017.de/en/
medida el protestantismo latinoamericano
se ha ido desdibujando, para en su lugar
privilegiar una religiosidad en la que se
reposicionan elementos ajenos al espíritu
protestante, como lo son las neo-indulgencias
que ofrecen los tele-evangelistas.
Estaremos informando de los siguien-
tes pasos del Comité Mexicano para la
Celebración del Quinto Centenario de la
Reforma Protestante. Pasos que necesaria-
mente tendrán que tener en cuenta otras
fechas significativas para el cristianismo
evangélico latinoamericano, como, por
ejemplo, el Congreso de Panamá, que el
año próximo cumple un siglo de haberse
realizado y reconfiguró el trabajo misione-
ro en nuestro continente.
31
Éste es un libro pequeño, sintético y original, que
contiene un excelente resumen de las concepciones
calvinianas que estuvieron, en parte, en el origen
de la Reforma Protestante.
La Casa Unida de Pu-
blicaciones de Méxi-
co, benemérita ins-
titución evangélica,
dirigida actualmente
por el periodista Ós-
car Báez, retoma la
senda editorial que
durante varias déca-
das la ha caracteriza-
do y lanza un volumen de singular importan-
cia para el ámbito protestante. Se trata nada
menos que de Calvino, profeta de la era indus-
trial. Fundamentos y método de la ética calviniana
de la sociedad, del teólogo y economista suizo
André Biéler (1914-2006), traducido y presen-
tado por Luis Vázquez Buenfil, con prólogo
de la doctora Marta García Alonso, de la Uni-
versidad Nacional de Educación a Distancia
(España), y posfacio del profesor cuáquero
suizo Edward Dommen, egresado de las uni-
versidades de Oxford y Yale, y principal pro-
motor de las ediciones inglesas de Biéler.
Esta conjunción de esfuerzos ha rescatado
calvino, profeta de la era industrial. fundamentos y método de la ética calviniana de la sociedad,de andré bieler
Horizontes casi del olvido la pequeña edición de la obra
publicada por Labor et Fides en 1964 como
parte de su colección Débats. Biéler es
recordado por ser el autor de la tesis doctoral
El pensamiento económico y social de Calvino
(1959), reeditada en francés hace algunos
años y publicada en inglés, por fin, por el
Consejo Mundial de Iglesias y la Alianza
Reformada Mundial en 2006. De esa obra
magna existe traducción al portugués y el
propio Vázquez Buenfil se ha enfrascado en
la traducción castellana.
André Biéler fue un reconocido pastor y
economista suizo que colaboró en diversos
proyectos eclesiales en su país y fuera de
él. Autor prolífico, fue un calvinólogo que
dedicó varios volúmenes al estudio del
reformador francés (El humanismo social de
Calvino, en español: 1973, Hombre y mujer en
la moral calvinista. La doctrina reformada sobre
el amor, el matrimonio, el celibato, el divorcio,
el adulterio y la prostitución, en francés, y el
libro que ahora nos ocupa Calvino, profeta
de la era industrial. Fundamento y método
de la ética calviniana de la sociedad, 1964),
además de su famosa tesis doctoral (1959).
Otras de sus títulos son: El mensaje social
de la Iglesia en la economía. Federación de
Iglesias Protestantes Suizas, 1950; Liturgia
y arquitectura: el templo de los cristianos.
Nota de Karl Barth. Labor et Fides, 1961;
Una política de la esperanza [1970], prefacio
de Hélder Cámara, Paulinas, 1972; El
desarrollo loco. Un grito de alarma de los
expertos y un llamado a las iglesias. Prefacio
de Philip Potter, Labor et Fides, 1973,
Cristianos y socialistas ante Marx. Labor et
Fides, 1982; Las iglesias y la economía. Labor
et Fides, 1983, y La fuerza escondida de los
protestantes. ¿Oportunidad o amenaza para la
sociedad?, 1995. De 1965 es su texto “De
Traducción y presentación de Luis Vázquez Buenfil. Prólogo de Marta García-Alonso. Posfacio de Edward Dommen.México, Casa Unida de Publicaciones, 2015.
32
Calvin à l’aide au tiers-monde” (De Calvino
a la ayuda al tercer Mundo), publicado en
la Revue économique et sociale: bulletin de la
Société d’Etudes Economiques et Sociales.
Fue profesor de Ética Social en Ginebra
y Lausana, pastor en Ginebra, miembro de
la comisión de la Federación Protestante
Suiza para asuntos sociales. En ocasión del
400º aniversario de la muerte de Calvino,
urgió a la asamblea de dicha federación
a reducir los gastos en armamento para
utilizar esos recursos en la ayuda para el
desarrollo. Representó a esa federación en
las conferencias ecuménicas mundiales
de 1966 y 1968. Ese último año, junto
con Lukas Vischer y Max Geiger, lanzó la
Declaración de Berna que solicitaba invertir
3% del PIB para el desarrollo, propuesta
que fue desechada. En 1971 contribuyó a
establecer el Instituto de Ética Social de la
citada federación, y más adelante, con otros
amigos, denunció las políticas comerciales
de la compañía Nestlé.
El traductor y presentador es un
sociólogo y periodista radicado desde hace
más de 20 años en Suiza, ex dirigente de
la Asociación de Mexicanos de Ginebra
(Amegi). Doctor en sociología por la
Universidad de Ginebra (con una tesis
sobre el movimiento neozapatista, 2004)
y maestro en Teología por la Universidad
de Estrasburgo, Francia (2011), buscó a
los editores y a la familia de Biéler para
autorizar la traducción y la publicación en
México del pequeño volumen (74 pp. en el
original), que reproduce fielmente en 92 pp.
el texto inicial. Verificó cuidadosamente la
pertinencia de la terminología utilizada y
agregó el texto que aparece como pórtico.
Sobre la importancia de esta obra, advierte:
Tanto para García-Alonso como para Dommen,
obras como la que ahora presentamos son el
fruto de un laborioso trabajo parecido al de
un “monje benedictino”. Porque se extraen
las “pepitas” económicas y sociales de la gran
masa de comentarios contenidos en las Opera
Calvini (el magno trabajo de compilación de
los escritos del reformador publicado en
el siglo XIX en Francia). Ése es uno de los
grandes méritos de Biéler quien, con esta
pequeña obra, y con otras similares, muestra
la apasionante actualidad de un Calvino que
hoy llamaríamos “sociólogo” y “economista”.
(p. 9). Antes, ha citado a Dommen para
responder la pregunta: “¿Por qué leer a
Calvino en pleno siglo XXI?”, quien responde:
“Porque entre los reformadores del siglo XVI,
es quien más reflexionó sobre los problemas
económicos y sociales.
Partiendo de la premisa de que todo es
un don, un regalo de Dios, Calvino tomó el
sentido contrario del neoliberalismo, muy
de moda actualmente” (p. 8). Y el golpe
dado lo amplifica:
¿Que no soy realista? No soy más
realista que los postulados neoliberales.
El pensamiento de Calvino no sólo es más
simpático que el de los teóricos actuales de la
economía, sino que es mucho más profundo.
El don de Dios es abundante, el ser humano es rico
antes de nacer. Estamos muy lejos, pues, de
la hipótesis neoliberal que hace hincapié en
la escasez, fuente de combates incesantes y
mortales. Ahora, si somos ricos desde antes
de nacer, no es por nuestros hermosos ojos.
Es por la gracia divina. Pero, a cambio de
ese don, todo el mundo tiene la obligación
de hacer algo para que esa riqueza sea
distribuida equitativamente entre los pobres
(Énfasis agregado.)
Vázquez Buenfil concluye: “Medio siglo
después de publicado en su lengua original,
Calvino, profeta de la Era Industrial, vuelve
a la circulación. Pero esta vez en lengua
33
española, idioma en el que el reformador
francés es escasamente conocido. Se trata
de un libro pequeño, sintético y original,
que contiene un excelente resumen de las
concepciones calvinianas que estuvieron,
en parte, en el origen de esa gran mutación
religiosa llamada Reforma Protestante
hace cerca de 500 años”.
García-Alonso, conocedora profunda
del pensamiento del reformador franco-
ginebrino, en “El fundamento bíblico de
la ética social”, sintetiza la importancia de
su labor: “La reforma de Calvino no fue tan
sólo una reforma eclesiológica o dogmática,
ni mucho menos una revolución económica
basada en un dogma concreto, sino que
tuvo en su punto de mira la reconstrucción
cristiana de la sociedad en su conjunto.
Y cuando nos referimos a sociedad, lo
hacemos pensando no sólo en la sociedad
civil sino también en sus instituciones
mediadoras: el Estado y la Iglesia” (p. 13). Y,
específicamente sobre el método de la ética
calviniana, afirma: “De modo que si Calvino
pudo renovar constantemente su teología, si
consiguió aplicar las normas éticas bíblicas
a la realidad social en que vivió, como bien
dice Biéler, en los dos casos fue porque
acertó a convertir los preceptos morales en
jurídicos (sean estos político-económicos,
eclesiales…)” (p. 16).
En la “Introducción”, Biéler discute
las implicaciones del título del libro,
más concretamente, el riesgo de incurrir
en un anacronismo al referirse a la “era
industrial” como un periodo de la historia
ante el cual Calvino tendría muy poco
que decir. El propósito es muy diferente
al de imponer las ideas del reformador
a un tiempo tan distante: “Quisiéramos
simplemente mostrar, de una manera
breve (y que, en consecuencia, es un poco
sumaria), hasta qué punto Calvino fue
un innovador en el dominio de la ética
social, cómo supo discernir los problemas
del desarrollo económico de Occidente
y cuánto (a causa de esto), su método
de interpretación de la Escritura y de
elaboración de la ética social continúa
adaptado a las nuevas condiciones del
mundo industrial moderno” (p. 19).
Porque si Calvino fue, entre los pensa-
dores de su tiempo, uno de los que más se
preocupó por responder a las necesidades
emergentes a causa del cambio que progre-
sivamente se estaba dando, sus aportacio-
nes pueden ser iluminadoras al momen-
to de aterrizar en las nuevas realidades
económicas los postulados del Evangelio
cristiano, las cuales no pueden aplicarse
indiscriminadamente a las condiciones
que no se conocían en la antigüedad. Por
todo ello, la aportación teológica y ética
de Calvino ante las transformaciones so-
cio-económicas y el surgimiento de nuevas
estructuras es muy clara:
…cuando estas antiguas estructuras
comienzan a caerse para dar lugar a los
marcos y a las instituciones dinámicas
del mundo industrial moderno (con sus
mutaciones en cadena cuya aceleración
ya no se detiene más), el teólogo cristiano
que parece haberles impreso la marca más
sensible y la más durable es un teólogo
que dejó deliberadamente de lado las
construcciones intelectuales fundadas sobre
las problemáticas bases de la teología natural,
de la filosofía especulativa y del derecho
natural; y que estableció su pensamiento,
inspirador de su acción, sobre el doble
fundamento de un conocimiento riguroso de la
revelación bíblica, por una parte; y de un análisis
lúcido de la realidad socioeconómica, por otro
lado (p. 20, énfasis original).
34
Con esto en mente es posible acometer
el análisis de los postulados bíblicos y
éticos de Calvino para valorar su posible
uso en la nueva situación humana
generada por los sistemas económicos
vigentes, para adaptarlos de manera
responsable y así tratar de alcanzar un
equilibrio doctrinal, ideológico y práctico
en el mundo que nos toca vivir. Los
comportamientos individuales y colectivos
producidos por el capitalismo originario
no pueden dejarse de lado en un análisis
como éste. Por el contrario, la presencia
innegable de la pobreza, por un lado, y de
las enormes ganancias de las clases sociales
dominadoras, por el otro, obligan a valorar
“la dimensión ‘política’ de la ética” (p.
22), desde una perspectiva genuinamente
cristiana que no desprecie el lugar que
el Evangelio otorga al prójimo. Biéler
apunta hacia una discusión desapasionada,
pero justa del tema en cuestión y en esa
dirección continúa a lo largo de su libro:
Ahora bien, lo que debe retener nuestra
atención, es que Calvino, contrariamente a
sus contemporáneos, y a la mayoría de los
teólogos cristianos de los siglos siguientes,
parece haber bien presentido (de manera
ocasional, en todo caso; si no es que de
manera sistemática), este nuevo aspecto de
las relaciones sociales de la Era Moderna
en el umbral donde se encontraba. Y
supo adaptar su método de elaboración
de la ética a esta nueva percepción de
la situación. Ciertamente ese es uno de
los aspectos de su genio. Eso es lo que,
con toda seguridad, lo convierte en un
contemporáneo que tiene todavía mucho
que enseñarnos (p. 24).
Para tal fin, recurre a cuatros aspectos
que constituyen la columna vertebral de
su libro:
1. La ética social calviniana está
sólidamente anclada en la teología;
depende enteramente del misterio central
de la fe evangélica, de la persona y de
la obra de Cristo. Es una ética teológica
Cristo-céntrica.
2. Ella no sólo procede de un
conocimiento riguroso de la revelación
bíblica sino también de una interpretación
muy dinámica de ella, a la luz de las
fluctuaciones históricas de la sociedad. Es
una ética bíblica acorde al dinamismo de
la historia.
3. Ella se actualiza, concretamente,
por un análisis lúcido de las coyunturas
siempre en evolución. Comporta un
método racional de análisis de los hechos
socio-económicos.
4. Ella obtiene una eficacia histórica
excepcional porque propone una acción
adaptada a las circunstancias y, sin cesar,
renovada al contacto con la realidad. Es un
método dialéctico para la acción (p. 26).
(LC-O)
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Pueden consultarse y descargarse en el
sitio: https://issuu.com/cmirp
1. Una ventana entre la vida y la Biblia.
2. Métodos de lectura bíblica.
3. Hechos y personajes del Antiguo Testamento
4. Génesis 1-11: Raíces de la fortaleza y
debilidad humana.
5. El éxodo: una montaña en medio de
la llanura.
6. Los profetas: hombres de Dios y del pueblo
7. Dios, amante de la vida. Sabiduría y
poesía del pueblo de Israel.
8. Jesús: su tierra, su vida y su proyecto
9. Los evangelios: testimonio plural
sobre Jesucristo.
10. Hechos y personajes del Nuevo testamento
11. El caminar al ritmo de las primeras
comunidades (Hechos).
12. Pablo: su vida y comunidades.
13. El Apocalipsis: la fuerza de los símbolos.
13 talleres bíblicos
Materiales
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