colombia presente en omawari- encuentro de naciones hermanas
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En el marco del 8° Festival Internacional de Chihuahua, los grupos artísticos La Tierra del departamento del Putumayo y Vientos del Agua representantes del Cabildo Guambía en el Cauca, fueron los encargados de presentar una muestra de danzas, música y medicina tradicional de algunos de los pueblos indígenas colombianos. Entre el 24 y el 29 de septiembre, estos grupos estuvieron en las ciudades de Juárez y Chihuahua, en el marco del Encuentro de Naciones Hermanas- Omawari.TRANSCRIPT
Colombia presente en Omawari- Encuentro de Naciones Hermanas
En el marco del 8° Festival Internacional de Chihuahua, los grupos artísticos La Tierra del
departamento del Putumayo y Vientos del Agua representantes del Cabildo Guambía en el
Cauca, fueron los encargados de presentar una muestra de danzas, música y medicina
tradicional de algunos de los pueblos indígenas colombianos. Entre el 24 y el 29 de septiembre,
estos grupos estuvieron en las ciudades de Juárez y Chihuahua, en el marco del Encuentro de
Naciones Hermanas- Omawari.
Omawari es un capítulo del Festival Internacional de
Chihuahua que busca el reconocimiento y la
visibilización de las tradiciones de los pueblos indígenas
de México y otras partes del mundo. Este año el país
invitado fue Colombia y la representación de nuestras
tradiciones indígenas estuvo a cargo de los grupos
Vientos del Agua, perteneciente al pueblo Misak del
Cabildo Guambía en el Cauca y el grupo La Tierra del
Departamento de Putumayo.
Vientos del Agua le entregó al público mexicano una
muestra de sus danzas y su música, que a través de la
danza tradicional Misak , el dulce sonido de las flautas
tradicionales y el ritmo de los tambores, permitió que la
comunidad chihuahuense conociera la cultura de esta
comunidad caucana a través de sus manifestaciones
artísticas.
Presentación en Ciudad Juárez de la Agrupación Vientos del Agua (Cauca)
La presentación de Vientos del Agua permitió observar,
entre otras cosas, las tradiciones familiares,
económicas y sociales del pueblo Misak y también
contribuyó a entender los sincretismos de la danza y la
música tradicional con otras manifestaciones artísticas
de los andes colombianos y latinoamericanos.
Presentación en la Ciudad de Chihuahua de la Agrupación Vientos del Agua
(Cauca)
Esta muestra artística se articula también con un
interesante proyecto de etnoeducación y salvaguarda
de las tradiciones Misak liderado por Javier Morales,
quien es el director del grupo y uno de los arquitectos
del proyecto de etnoeducación del Cabildo de Guambía
en el Cauca. Por esta razón, gran parte de los miembros
del grupo son jóvenes y adolescentes que a través de la
danza y la música aprenden a respetar y reconocer sus
tradiciones ancestrales.
Por su parte, el grupo La Tierra del Putumayo
sorprendió a los asistentes al festival con dos
impecables coreografías sobre algunas tradiciones de
los pueblos indígenas del Putumayo. A través de un
abordaje muy profesional sobre el Yagé y las tradiciones
que giran en torno a esta medicina sagrada, la
comunidad de Chihuahua pudo conocer la importancia
y la relevancia de la medicina tradicional para estas
culturas del Putumayo. Esta pieza llamada “La Toma del
Yagé” recrea de forma reflexiva y respetuosa el
momento en que el Taita ofrece el Yagé , mostrando así
cómo se otorga la curación física y mental a través de
esta medicina tradicional.
Presentación de la “Danza de Yagé” en Ciudad Chihuahua. Grupo folclórico La
Tierra( Putumayo)
La otra pieza presentada por el grupo la Tierra fue la
danza del Churumbelo, la cual muestra una técnica
notable y un gran profesionalismo de parte de los
jóvenes bailarines y bailarinas. En esta pieza, se narra la
historia de las tradiciones de la comunidad Andaquí,
familia de los Ingas, quienes se asentaron en la parte
alta de la Serranía del Churumbelo ( Putumayo) y se
caracterizaron por ser una comunidad aguerrida, con
una religiosidad rica y compleja.
Presentación de la danza de Churumbelo en Ciudad Chihuahua- Grupo
folclórico La Tierra (Putumayo)
Las dos piezas presentadas por el grupo La Tierra
permitieron ver una apuesta coreográfica arriesgada,
que evidencia el trabajo de más de 10 años del
coreógrafo Maicon Casanova. Más que un
reconocimiento a la perseverancia, la experiencia del
grupo fue una muestra del profesionalismo y constancia
que representó muy bien al país y mostró parte de
nuestra diversidad étnica y cultural. Es destacable
también el proyecto pedagógico que está detrás de del
grupo La Tierra y que actualmente es liderado por el
profesor Jovanny Rodríguez, quien a través de un
proyecto ambiental ha logrado producir unas sinergias
importantes entre el ambientalismo y la creación
artística.
Otro de los componentes del festival Omawari es la
visibilización de la medicina tradicional y las tradiciones
curativas y sagradas asociadas a esta. En este sentido,
los grupos fueron acompañados por Taitas de sus
comunidades, que le explicaron a la audiencia mexicana
la importancia de la medicina tradicional en la
conservación de las tradiciones ancestrales de los
pueblos del Cauca y el Putumayo.
Rito de refrescamiento a cargo del Taita Cruz Tunubala del pueblo Misak-
Cauca
Por parte del Putumayo, se contó con la participación
del Taita Hipólito Muchavisoy, quien introdujo la
presentación narrando la relevancia y el papel que tiene
el Yagé en las comunidades del Putumayo. Esta
introducción estuvo también acompañada de un saludo
en su lengua nativa, que fue bien recibido por parte de
la audiencia y las comunidades indígenas mexicanas que
participaban en el festival.
Por su parte, la presentación del grupo Vientos del Agua
( Cauca) fue bendecida por el Taita Cruz Tunubala, quien
llevó a cabo un rito de refrescamiento antes de iniciar el
acto y saludó a la audiencia en lengua Misak. Este rito
llevado a cabo sobre el escenario hizo parte vital de la
presentación y mostró cómo esta comunidad caucana
ha continuado con un proceso de fortalecimiento de sus
tradiciones ancestrales, ligadas estrechamente con sus
manifestaciones artísticas.
Quizá uno de los momentos más espontáneos e
importantes de la jornada fue cuándo los Taitas
colombianos hablaron con los abuelos sabedores de los
pueblos mexicanos, intercambiando experiencias sobre
su cotidianidad como líderes de sus comunidades y
compartiendo cómo llevan a cabo los proyectos de
salvaguarda de sus tradiciones ancestrales.
Tanto la propuesta Misak como el montaje del grupo La
Tierra son una evidencia de cómo, a través de la cultura,
se salvaguardan las tradiciones culturales y se genera
un proyecto de vida para los y las jóvenes, fortaleciendo
así sus tradiciones ancestrales y contribuyendo a la
materialización de una sociedad pluriétnica y
multicultural.
La respuesta de la audiencia mexicana, al igual que de
los organizadores del festival y los representantes del
Instituto Chihuahuense de la Cultura, no pudo ser
mejor, puesto que abrió el camino para futuros espacios
de cooperación cultural entre Colombia y México.
Encuentro entre el Taita Hipólito Muchavisoy del Putumayo y el Abuelo
Antonio Camilo Bautista del pueblo Rarámuri- Chihuahua