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CINE CÓMICO ESPAÑOL1950 -1961Riendo en la oscuridad

Colección Moviola nº1

CINE

Carlos aguilarPrólogo de Analía Gadé

PVP: 19, 90 Euros304 pgs./Blanco y negro. 24 páginas en color/170 x 220 mmRústica con solapasISBN: 978-84-946142-1-7EAN: 9788494614217

Recorrido y análisis de una de las aportaciones capitales del cine español, la comedia de losaños cincuenta, desde El últi-mo caballo (1950) hasta Plácido (1961).

9 788494 614217

ISBN 978-84-946142-1-7

IBIC: APFN


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Recorrido y análisis de una de las aportaciones capitales del cine español, la co-media de los años cincuenta, en la que destacaron dos variantes con especial intensidad, la comedia negra, a la que se deben títulos como Bienvenido, Mis-ter Marshall, Esa pareja feliz, El cochecito o Historias de la radio, y la comedia rosa, surgida casi a modo de contestación, con películas rodadas en color y de una dinámica muy distinta, caso de Ana dice sí, Las chicas de la Cruz Roja, El día de los enamorados, etc. Ambas corrientes, así como otras de menor predi-camento, compartieron unos repartos cuya sola mención arranca una sonrisa, tal era el gracejo, la humanidad y el carisma que desprendían: nombres como los de José Isbert, Fernando Fernán Gómez, José Luis Ozores, Analía Gadé, Ma-nolo Morán, Elvira Quintillá, Concha Velasco, Tony Leblanc, Laura Valenzuela, Manuel Alexandre, entre otros. Un cine forjado por directores como Luis García Berlanga, Fernado Fernan Gómez, Marco Ferreri, Luis Lucía, Edgar Neville, y guionistas como Noel Clarasó o Rafael Azcona. Espejo de una época, adversa en muchos sentidos, y no sólo en el de la producción, a menudo sesgada por la censura, la comedia española reflejó en clave de humor los modos y costumbres, las aspiraciones y las frustraciones. El prestigioso crítico e historiador Carlos Aguilar, cuya carrera ronda los setenta libros de cine, entre autorías individuales y colectivas, aporta una obra que en cierto modo nos debíamos a nosotros mis-mos. Analía Gadé, elegante actriz, a la sazón rutilante estrella de la comedia de los años cincuenta, firma el prólogo de este libro completado con fichas técnicas de los films estudiados, un útil índice onomástico y una bibliografía comple-mentaría. Todo ello armonizado por un diseño rico en imágenes inéditas.


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Carlos aguilar Nace en Madrid, estudia Psicología y Cine y empieza a escribir en el campo de los fanzines, editando uno sobre cine fantástico, Mor-pho. Desde entonces escribe en revistas españolas y extranjeras, imparte cursos, colabora con festivales y Filmoteca Española, integra jurados, aparece en docu-mentales, interviene en canales televisivos (Cinematk, en Vía Digital, La Dos, en TVE)... Respecto a libros de cine, sumando autorías individuales, compartidas y colectivas, ha publicado cerca de setenta, entre España, Italia y Alemania. Sobresalen Guía del Cine, Joaquín Ro-mero Marchent, Clint Eastwood, FantaEspaña, Sergio Leo-ne, La espada mágica, Giuliano Gemma, Jesús Franco, Cine y Jazz, Mario Bava, Guía del cine español, Julián Mateos y Jean-Pierre Melville, escritos en solitario, Las estrellas de nuestro cine, coescrito con Jaume Genover, los dos con su esposa, Anita Haas (John Phillip Law: Diabolik Angel y Eugenio Martín: un autor para todos los géneros), y los tres con su her-mano Daniel (Cine fantástico y de terror japonés, Yakuza Cinema y Japanese Ero Gro & Pinku Eiga). También es autor de cinco novelas (La interferencia, Simbiosis, Coproducción, Nueve colores sangra la luna y Un hombre, cinco balas) y de varios relatos. Ha recibido una decena de premios (dos en Italia, el resto en España), unos al conjunto de su obra y otros por trabajos concretos.

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TEXTO CONTRAPORTADA

Mediante este nuevo libro, el prestigioso y premiado historiador cinematográfico Carlos Aguilar agrega una obra insólita en su nutrida labor de investigación sobre el cine español.

Extinta durante los primeros años 60, a la vez de forma natural y provocada, imposi-ble de recrear o reproducir ya desde entonces, la Comedia española de los 50 supone un bloque superlativo en la historia del cine nacional. Homogéneo, por sus reconoci-bles ingredientes comunes, a la par que heterogéneo, según el abanico de variantes internas, y tan sustancioso desde una perspectiva sociohistórica como formidable en el nivel artístico. Los inolvidables actores José Isbert, Fernando Fernán Gómez, Mano-lo Morán y José Luis Ozores lo simbolizan desde el punto de vista humano y estelar, personalizando con brillantez la singular simbiosis de humorismo y ternura, de cos-tumbrismo agridulce y espíritu crítico, que estableció magníficamente esta propuesta fílmico-social, en cuyo seno, en particular, debutaron el director Luis G. Berlanga y el guionista Rafael Azcona, dos talentos mayores del cine español.El presente ensayo recorre tan gloriosa etapa de nuestro cine aunando querencia y ri-gor, contextualizando en términos sociopolíticos, diferenciando etapas y estilos, anali-zando las películas y desglosando las particularidades de los profesionales (directores, productores, intérpretes, guionistas, etc.) en una edición excepcional, enriquecida por cientos de imágenes diversas, en gran parte inéditas, una filmografía con la ficha de todas las producciones, numerosas citas y bibliografía.

La vida en un bloc (Luis Lucia, 1956)

Viaje de novios (León Klimovsky, 1956)

Los ángeles del volante (Ignacio F. Iquino, 1957)

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La vida en un bloc (Luis Lucia, 1956)

Viaje de novios (León Klimovsky, 1956)

Los ángeles del volante (Ignacio F. Iquino, 1957)


PÁGINAS ESCOGIDAS Colección Moviola Diseñada por Javier G. Romero

baja el protagonista a su subalterno: “con-trate señoritas, que queda moderno”.

El fracaso de sus tres primeras pelícu-las determina que Fernán Gómez tardetres, también, años en retomar la realiza-ción. Ahora bien, su cuarto largometrajeconstituye, por fin, su primer éxito de ta-quilla, así como la primera ocasión enque su pareja Analía Gadé trabaja a susórdenes, tras los tres, de nuevo, empare-jamientos para Dibildos (Viaje de no-vios, Las muchachas de azul, Ana dicesí). Se trata de La vida por delante, queproduce Jorge Tussel en Estela Films; noobstante, para que éste aceptara decidi-damente el proyecto, Fernán Gómez sevio impelido a aportar su sueldo como di-rector, actor y coguionista, amén de partedel presupuesto (humilde, eso sí). El otroguionista, a propósito, era Manuel Pila-res; Fernán Gómez pidió que le contrata-ran debido al interés que había desper-tado en él su sección fija en un periódicouniversitario, en la cual comentaba inci-dencias y vicisitudes de los estudiantesen tono humorístico. Para el reparto, elautor recupera algunos actores de sus

films previos (Manuel Alexandre, Xandas Bolas, Carlos Díaz de Mendoza), pe-ro también incluye sorpresas. Por ejem-plo, su propia madre, Carola, interpreta,también, a su progenitora en la ficción;el gran, y novelesco, Félix de Pomés ha-ce lo propio con el padre de Analía Gadé;y José Isbert brinda una colaboración pa-ra una secuencia de singular lucimiento,en la cual parece parodiarse el mismísi-mo Rashomon (Rashômon, Akira Kuro-sawa, 1950), y donde Xan das Bolas aca-so encuentra su papel más extenso y me-morable, desplegando su acento gallego,y delirante forma de hablar, para inter-pretar al camionero implicado en el acci-dente de la heroína con su “biscuter”.

Aunque el hecho de contar con AnalíaGadé, entronizada por las produccionesde Dibildos, determina un cierto protago-nismo compartido, la perspectiva narra-tiva vuelve a ser tan subjetiva, o casi, co-mo en El malvado Carabel. Fernán Gó-mez, actor/autor/personaje, vuelve a pro-poner un discurso en primera persona, enun marco de crítico humor agridulce queen este caso versa acerca del dudoso por-

venir de una pareja de jóvenesrecién licenciados, representan-do al colectivo nacional respec-tivo, afrontando esa “vida pordelante” tan prometedora, enteoría, pero tan dudosa, en ver-dad; él ha terminado la carrerade Derecho, y ella la de Psico-logía. Ahora quieren trabajar enlos sectores correspondientes,si bien ninguno de los dos re-vela especial vocación ni apti-tudes… Aquí estriba uno de losmayores aciertos del plantea-miento, evitando la denunciaelemental, aunque no necesa-riamente deba resultar demagó-gica: ni el protagonista sirvepara abogado, ni la protagonis-ta para psicóloga. Encima, lo sa-

Cine cómico español, 1950-1961. Riendo en la oscuridad · TERCERA PARTE

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Analía Gadé,Fernando Fer-nán Gómez,José Isbert yRafael CalvoRevilla en Lavida por de-lante (1958).«La vida pordelante es lacomedia críticade una circuns-tancia espa-ñola, y allíestaba donJosé Isbert, elbuen hombre,testigo de unaccidente es-perpéntico».Carlos Serranode Osma, en“Un comediantesin pudor”, Elcine de José Is-bert (1984)




Nadie lo sabrá (Ramón Torrado, 1953) El duende de Jerez (Daniel Mangrané, 1953)

Felices pascuas (Juan Antonio Bardem, 1954) El guardián del paraíso (Arturo Ruiz Castillo, 1954)




PÁGINAS ESCOGIDAS Colección Moviola Diseñada por Javier G. Romero

AL principio de los años 50, irrumpeen España un tipo que comediaque aboga, en todos los sentidos,

por el realismo, con valor e intenciones dereacción, a la vez tímida y valiente, frenteal género humorístico tal como se culti-vaba en el decenio anterior dentro de nues-tra industria. A saber, y por lo general,variantes de la denominada “Alta Come-dia” (“Películas de teléfonos blancos”,según la terminología profesional de lacercana Italia), ubicada por definiciónentre personajes/ambientes de elevadonivel social. Eran películas de escasa di-versidad interna, pero a menudo artística-mente magníficas; verbigracia las admi-rables Ella, él y sus millones (Juan de Or-duña, 1944) –maliciosa e inteligente acli-matación carpetovetónica de las comediasrománticas a la sazón de moda en Holly-wood, en la cual interviene destacada-mente José Isbert, el icono de la Comediahispana de los años 50– o La vida en unhilo (Edgar Neville, 1945), henchida de lapeculiar impronta de su autor, comen-zando por la perspectiva agridulce11.

Las fuentes de inspiración y basamen-tos culturales de la nueva comedia realistatrascienden desembozadamente los foto-gramas, resaltando no poco. Existen algu-nas ajenas al Cine, como ya se ha indi-

cado; entre ellas, repítase asimismo, so-bresale la tan carpetovetónica tradición delsainete. Entraña éste la evolución estético-histórica del denominado “entremés” delos siglos anteriores, y surgió hacia el sigloXVIII. En principio, el sainete se repre-sentaba cual intermedio, o despedida, delas obras teatrales con ciertas ambiciones,dada su cualidad de jocoso pasatiempo po-pular. Posteriormente, adquirió categoríapropia, por ende un poder de convocatoriaindividual, en particular tras adquirir“cartas de nobleza” gracias al talento delos hermanos Joaquín y Serafín ÁlvarezQuintero, en Andalucía, y Carlos Arni-ches, en Madrid. A comienzos del sigloXX comenzó a decaer, agotándose; enconsecuencia, empezó a hibridarse conotras modalidades de espectáculo de ma-sas (el melodrama, la zarzuela).

Nada más lógico que el Humor del ci-ne español que arranca con el decenio de

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1950-1955Pobreza obliga

segunda parte

11.- Supone una de las escasas películas españolas conargumento original que han conocido remake, en sucaso cinco decenios después. Se trata de Una mujerbajo la lluvia (Gerardo Vera, 1992), con los rutilantesAntonio Banderas e Imanol Arias en los personajes quebordaron Rafael Durán y Guillermo Marín en la primeraversión, y Ángela Molina en el que personificó ConchitaMontes; para remarcar el homenaje, ésta, en plena an-cianidad, apareció asimismo en la nueva versión.


Nadie lo sabrá (Ramón Torrado, 1953) El duende de Jerez (Daniel Mangrané, 1953)

Felices pascuas (Juan Antonio Bardem, 1954) El guardián del paraíso (Arturo Ruiz Castillo, 1954)




familia, cual ser vivo y portanto susceptible de sufrir, es-grimiendo aciertos tan nota-bles como el personaje delamigo matarife reacio a co-mer carne, al igual que suscompañeros de trabajo (unollega a lamentar al respecto“ya no hay vergüenza ni cul-tura”). Ningún ramalazo cris-tiano se aprecia pues, pese alas subliminales apariencias,en esta propuesta de humornegro/social a cargo del co-munista, desde siempre y hastala muerte, Bardem; en cuantoa las, previsibles, y aceptables,pinceladas de melosidad, aciencia cierta se deben a laparticipación en el guión delpronto prolífico Alfonso Paso y de JoséLuis Dibildos (apenas tres años despuéscomenzó su trayectoria como productor,inicio de la cual fue, no por azar, el in-troito de la corriente rosa).

Cierto es, Bardem, a diferencia de Ber-langa o de Neville, no era un cineastabiológicamente dotado para la comedia,por razones de tono y estilo, de espírituy de cadencia. De ahí que el bloque final,donde ya se apuesta decididamente porla hilaridad, sea la peor parte, con dife-rencia, de la película, la menos eficaz.También supone un lastre el protago-nismo de un mediocre actor francés, Ber-nard Lajarrige (su personaje estaba pen-sado para Fernán Gómez, con cuyo pro-tagonismo el film habría mejorado losuyo); le supera lo indecible la excelenteactriz, Julia Martínez, amén del, por su-puesto, consabido paquete de secunda-rios geniales (entre ellos, debutaba Agus-tín Gónzález, en un único plano y sin diá-logo, por iniciativa del ayudante, el mis-mísimo Jesús Franco, que había empe-zado en el oficio el año anterior, precisa-mente en Cómicos). En cualquier caso,

Felices pascuas se ve a gusto y con res-peto, debido a diversos méritos plásticosy argumentales (¡una familia sin recursosrenunciando a comer carne en Noche-buena!), amén de incluir imágenes debrutal audacia social (¡un triste campa-mento periférico de gitanos del Este enel Madrid de 1954! ¡una familia de pa-dres e hijos durmiendo prácticamente enla misma estancia!) y concluir medianteuna escena extraordinaria, de todo puntoinolvidable, merced a su curiosa entrañade surrealismo popular: el cordero Bolitasentado solo a la mesa, dispuesto a cenarcon la servilleta en el pescuezo, mientrasa su alrededor todos los personajes hu-manos bailan alborozados en corro.

Apartando a Neville, Berlanga y Bar-dem, esta línea de franco, y hasta apolo-gético, casticismo, encierra sus mejorestítulos, dentro del primer bloque del de-cenio, en las admirables Así es Madrid(Luis Marquina, 1953), El guardián delparaíso (Arturo Ruiz Castillo, 1954) yRecluta con niño (Pedro Luis Ramírez,1955), antes de la culminación estético-comercial-popular que representa la ex-

1950-1955. POBREZA OBLIGA

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Pilar San Cle-mente, CarlosGoyanes, Ber-

nard Lajarrige yJulia Martínez

en Felices pas-cuas (1954). GilParrondo, deco-rador de la pelí-cula, recordaba:«Al actor ya le

habíamos cono-cido en Nochesandaluzas.

Costaba trabajopensar que fue-ra un español,porque era un

hombre muyfrancés de as-

pecto y creo queesto iba en con-

tra de la pelí-cula». Repro-

ducido de: Fer-nández Mañas,Ignacio, Gil Pa-rrondo. Pasión y

rigor (1997)


PÁGINAS ESCOGIDAS



traordinaria Historias de la radio (JoséLuis Sáenz de Heredia, 1955).

Así es Madrid suponía un viejo yquerido proyecto del director, que se de-rrumbó, estando a punto de materiali-zarse con producción de Cifesa, en 1936,

por culpa de la insurrección franquista.Adapta una obra del prócer del sainete,Carlos Arniches, La hora mala, con guióndel referido José Luis Colina, según esaquerencia por el género humorístico mer-ced a la cual Marquina brindó mediantesu segunda película una de las mejorescomedias de la España republicana, Elbailarín y el trabajador (1936); la pri-mera, por cierto, ya adaptaba a Arniches,dado que fue Don Quintín el amargao(1935), con producción de ese Buñuelque volvería a llevar al cine la obra, aho-ra bajo su realización, durante su genialetapa mexicana. Consiste Así es Madriden una comedia dramática escorada haciael melodrama e incluso el thriller (elapuesto galán que enamora a la ingenuamodistilla y seduce a la ambiciosa her-mana de ésta no es sino un hipócrita de-lincuente perseguido por la policía), conel casticismo más flagrante determinandoen todo momento el ecléctico desarrollo,

Cine cómico español, 1950-1961. Riendo en la oscuridad · SEGUNDA PARTE

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Susana Cana-les y José Suá-rez en Así esMadrid (1953)

Dcha., AntonioRiquelme y Su-sana Canalesen Así es Ma-drid (1953). Laactriz comen-taba: «Contribuícon mi sueldo ala producción,pero lo recuperéal final. Hubo undinero que sequedó por co-brar, y en bromapensé que aca-baría percibién-dolo al nacer miprimer hijo,como ocurrió».Reproducidode: FernándezColorado, Luis,“Susana Cana-les” en Memoriaviva del cine es-pañol, Cuader-nos de laAcademia nº 3(1998)



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