cobertura periodística de la gripe a en los diarios de rosario

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TRABAJO FINAL INTEGRADOR (TFI) Tema: “Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario” Alumno: Noel Nardone Carrera: Licenciatura en Periodismo Facultad: Ciencia Política y RR.II. Fecha de entrega: 13/08/10

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En el presente TFI se intenta dar cuenta en líneas generales de la forma en la que los diarios rosarinos abordaron el tema de la gripe A. Se pretende dar cuenta del ciclo informativo que tuvo lugar en la prensa gráfica respecto a este tema, sumado a un desencanto con el bombardeo constante de noticias sobre el mismo.

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Page 1: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

TRABAJO FINAL INTEGRADOR

(TFI)

Tema: “Cobertura periodística de

la gripe A en los diarios de

Rosario”

Alumno: Noel Nardone

Carrera: Licenciatura en Periodismo

Facultad: Ciencia Política y RR.II.

Fecha de entrega: 13/08/10

Page 2: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

2

Índice

Parte I

Introducción Pág. 3

La salud como noticia Pág. 7

Parte II

Gripe A: pandemia de información Pág. 11

Rutina productiva Pág. 15

Un tema con diversas aristas Pág. 18

Edición y presentación de la noticia al público Pág. 24

Parte III

Pico de casos, pico de rating Pág. 33

Posibles consecuencias Pág. 37

Prevención, reflexión y Salud Pág. 38

Comentarios finales Pág. 42

Parte IV

Anexo Pág. 44

Entrevistas Pág. 51

Bibliografía Pág. 69

Page 3: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

3

Parte I

Introducción

Casi un año después de la virtual desaparición de la gripe A, poco y nada se volvió a

hablar del mortal virus que para muchos amenazaba a gran parte de la humanidad. De

las noticias catastróficas sobre los efectos de esta cepa, la ola de infectados y muertos en

todo el mundo, políticas de contención erróneas encaradas por los distintos gobiernos,

incertidumbre, alarma y pánico, se pasó al más profundo de los silencios, sin que nadie

diera una explicación más o menos coherente de qué es lo que ocurrió en ese período de

2009. Por el contrario, las dudas crecieron todavía más al conocerse las cifras finales de

enfermos y fallecidos por la pandemia, que resultaron ser bastante inferiores que las que

año a año se atribuyen a enfermedades habituales y perfectamente evitables, y que sin

embargo nunca gozaron ni por asomo de una cobertura mediática de la que dispuso la

gripe A.

Y es que en el desarrollo de este virus los medios tuvieron un papel fundamental. Las

noticias sobre esta infección ya se conocían en todo el mundo mucho antes de que cada

país tuviera sus propios infectados. Desde hace algunos años, la globalización de la

información impulsada fundamentalmente por Internet, propicia un “aluvión de noticias

electrónicas provenientes de los más diversos orígenes que llegan ininterrumpidamente

las 24 horas del día […] con actualizaciones constantes. Esto requiere que los

periodistas estén más alertas que nunca para filtrar la calidad de la información”

(Waisbord, 2001: 87). Sin embargo la comodidad que brinda levantar noticias ya

estructuradas por otros, y en algunos casos la falta de recursos para producir las propias,

frecuentemente atentan contra estos parámetros de rigurosidad periodística.

Page 4: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

4

Información debidamente verificada pero también toda clase de teorías conspirativas

comenzaron a expandirse desde México, donde inició la enfermedad, hacia el resto del

mundo, en muchas ocasiones encabezadas por titulares alarmantes. “Suspenden todos

los eventos públicos”, “Para influenza al DF”, “El país, en emergencia por Influenza”,

“Hay medicina, hay cura, hay psicosis” (Paco-blog-, 2009), indicaban los principales

periódicos de ese país en sus portadas en el inicio de la pandemia a principios de 2009.

Comenzaba a exhibirse lo que Stella Martini (1999: 55) describe como una “tendencia

cada vez más afianzada en los medios de informar a través de modalidades dramáticas

de la enunciación, que intentan causar impacto en el público desde la escenificación, la

impresión, y las sensaciones”.

El avance del virus provocó que la información se incluyera “en la programación global

del entretenimiento” y quedara “sometida a las leyes que rigen el éxito y el fracaso en el

mercado mediático”. La gripe A, por entonces conocida como gripe porcina, ya formaba

parte del “infoentretenimiento” (Martini, 1999: 59) y aparecía con importancia creciente

en los diarios mundiales, incluidos los argentinos, sustentada en algunos de los criterios

que Mauro Wolf (1994: 222) identifica como valores/noticia, es decir, en elementos

relevantes que se tienen en cuenta para seleccionar un hecho como noticiable. A saber,

la enfermedad era novedosa y día a día se hacía más trascendente por su relevancia, su

creciente impacto en diversos sectores y porque cumplía con quizás el designio más

dramático: se aproximaba.

La muerte con signos de este virus de un argentino en México el 27 de abril, encendió la

alarma de los medios nacionales, los cuales reaccionaron en su mayoría ubicando la

noticia como la principal de su portada. Tan sólo un día después el tema se instalaría

definitivamente en la agenda local cuando se supo que un grupo de médicos rosarinos se

autoimpuso una cuarentena por temor a esparcir la enfermedad en Rosario tras su

regreso del país azteca. Allí comenzó la cobertura de los medios locales sobre el tema,

que apuntada en un principio desde una cuestión de salud, encontraría luego

ramificaciones políticas, económicas, sociales, culturales y hasta deportivas, logrando

exitosamente decirle en qué pensar (McCombs, 1996) a la sociedad durante más de tres

meses.

Page 5: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

5

Los nuevos infectados, fallecidos y medidas que se adoptaban para contenerla llevaron a

que la gripe A se convirtiera en la noticia diaria al punto tal de que, de acuerdo a uno de

los entrevistados en este Trabajo Final Integrador (TFI), los periodistas se preguntaban

en cada jornada laboral “¿qué hay de nuevo sobre la gripe A?”. Y este tema recurrente

quedó fielmente reflejado en las portadas de los diarios, que aproximadamente desde

abril le fueron cediendo más y más espacio, destacado titular, privilegiada ubicación y

habitual acompañamiento con fotografías o infografías. Ocupando en un principio

espacios pequeños en secciones como “Información General”, “Salud” y hasta

“Mundo”, cuando la enfermedad recién aparecía y se veía desde muy lejos,

paulatinamente las noticias sobre el tema pasaron a tener mayor cobertura y comenzaron

a figurar en “País” y luego en “Ciudad”, con el avance del virus.

El tratamiento informativo local alcanzó su clímax entre fines de junio y principios de

julio de 2009, para luego ir bajando progresivamente el nivel de relevancia mediática

hasta volver a ocupar las secciones iniciales y terminar desapareciendo definitivamente.

En el medio se recurrió a una gran diversificación de la cuestión que permitió mantener

el tema siempre vigente. Este claro reflejo del ciclo informativo que tuvo lugar en la

prensa gráfica respecto a este tema, sumado a un desencanto con el bombardeo

constante de noticias sobre el mismo, fue lo que motivó al autor a adoptarlo para la

realización del TFI.

En este punto, cobra relevancia lo aportado por algunos autores respecto al rol que

adoptan los editores y transmisores de información, quienes desempeñan una parte

importante en la modelación de nuestra realidad social al elegir y publicar la noticia. Así

es como afirman que las noticias impresas son una versión editada de la realidad. En

este sentido, Jean Marc Ferry manifiesta que a través de los medios se difunden y

reflejan opiniones a un público amplio e indefinido. “Opiniones que son redactadas por

los periodistas e influenciadas por el formato que le impone el medio” (1992).

Por su parte, (1994: 214) manifiesta que el proceso de elaboración de noticias

(newsmaking) consiste en una articulación entre la cultura profesional de los periodistas

y la organización de los procesos productivos. En torno al TFI, se procuró analizar en

base a entrevistas y lectura de artículos publicados el modo en que trabajaron los

periodistas de los diarios rosarinos (La Capital, El Ciudadano y Rosario/12) la pandemia

Page 6: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

6

de gripe A. La idea del trabajo consistió en centrarse en la fase de confección y

presentación de las noticias, entendiéndola como aquella que “le devuelve a la

información el aspecto de espejo de lo que sucede en la realidad exterior (…)

recontextualizando los acontecimientos en el formato del informativo” (1994: 279).

Dicho formato cuenta con cierta rigidez, integrada por el orden de compaginación, la

duración y la composición interna del medio. No obstante, para realizar este trabajo fue

necesario analizar también las fases precedentes de recogida de información y selección

de noticias.

Se apuntó a indagar acerca del ejercicio periodístico aplicado al momento de tomar y

elaborar las noticias referidas al tema a un formato específico, poniéndose en juego

criterios profesionales de cada periodista para transformar esa información básica

común en una nota publicada en un medio en particular. Al mismo tiempo, resultó

relevante ver cómo ese mismo tema fue abordado por las distintas secciones de un

mismo medio, ya que allí quedan expuestos distintas prácticas periodísticas de acuerdo

a la especialización que tenga el reportero o a su característica de trabajador de prensa

genérico.

En cuanto a la justificación de estudiar este tema en diarios de Rosario, además de

razones de factibilidad por ser más accesible económicamente y tener más posibilidades

de acceso a entrevistados, también aparecen argumentos periodísticos. Sucede que la

provincia de Santa Fe se diferenció claramente de otras, en cuanto a la difusión de datos

sobre el avance de la gripe A, al no ocultar información al respecto. Esto se tradujo en

noticias que daban cuenta de un número creciente de infectados en la provincia,

mientras que en otras la cifra se mantuvo estancada por un largo período.

En este sentido, Rosario se convirtió en uno de los principales focos donde se desarrolló

y cubrió la enfermedad debido en gran parte a su importante población. Así, los medios

de la ciudad contaron con más argumentos –como el de la continua actualización del

fenómeno- para mantener el tema en el tiempo. En cuanto a la delimitación temporal,

abarcó el período en el que se desarrolló la pandemia en la región: abril de 2009 hasta

agosto de ese mismo año.

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7

La salud como noticia

“Los medios se han convertido en la principal fuente de información sobre salud,

superando a otros como los médicos” (2001: 92), sentencia el sociólogo y especialista

en publicaciones de salud, Silvio Waisbord, y agrega que “la explosión en la cantidad de

información dedicada a la salud en los medios, en gran parte obedece al notable interés

que despierta entre los lectores y audiencias”. Estudios sobre las emisiones y

publicaciones de los medios masivos latinoamericanos como Comsalud (Alcalay y

Mendoza, 2000), elaborado por varias entidades entre las que se destacan la

Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Latinoamericana de

Facultades de Comunicación Social (Felafacs), así lo avalan y de hecho apuntan que “la

salud vende y aumenta la audiencia en los medios”, lo que se traduce en más interés en

la difusión del tema por parte de estos.

Para el Prosecretario de Redacción del diario La Capital, Jorge Salum, este panorama no

es nuevo sino que ya lleva dos décadas, aunque reconoce que la importancia que le dan

los medios a los temas de salud creció en los últimos años. “La gente llama con

frecuencia para pedir notas sobre distintas cuestiones de la temática y en la edición

digital del diario la cobertura sobre temas de salud muchas veces aparece en el ranking

de las notas más leídas, lo cual marca una tendencia sobre el interés de los lectores”,

señala Salum1. “Se entendió que la gente lo consume y entonces el tema se asumió

como un servicio. Los grandes diarios, por ejemplo, crearon suplementos específicos de

salud y los canales de televisión, sobre todo los de cable, también le dedicaron mucho

espacio a la cobertura de la materia”, sostiene y agrega “en La Capital le asignamos una

importancia vital”.

Menos cobertura se le dedica en el diario El Ciudadano, aunque no tanto porque se

considere al tema poco relevante sino más bien por la escasez de recursos. “Trabajamos

en un diario que por sus dimensiones no tiene una sección específica que se ocupe del

tema”, explica David Narciso, Secretario de Redacción de esta publicación2. “Por un

lado se abordan cuestiones referidas a salud pública desde la sección Ciudad en todo lo

que tiene que ver más con el funcionamiento del sistema, llámese hospitales, centros de

1 Entrevista realizada por el autor de este TFI en abril de 2010 2 Ibídem

Page 8: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

8

salud, gestión política provincial y municipal, que con el abordaje de enfermedades

puntuales. Ocasionalmente contamos sobre algún adelanto médico o intervención

específica novedosa, fundamentalmente a nivel nacional o internacional. En estos casos

la información se trabaja a través de los reportes de agencias”, apunta.

De acuerdo a Waisbord el trabajo periodístico mediante información de segunda mano

“producida por agencias de noticias o ‘rebotada’ por diarios extranjeros” es una

modalidad común en los medios latinoamericanos que se ve acrecentada por la ausencia

de grandes publicaciones de salud en la región. En cuanto a ello, este autor advierte que

habitualmente las noticias que se levantan de otros medios no son analizadas

detenidamente y muchas veces se terminan publicando notas cuyo contenido refleja el

interés del medio citado por obtener atención y publicidad, más que aquellos temas que

merecen publicación por sus méritos puramente científicos. “Informes sobre

experimentos con resultados positivos tienden a ser publicados más que aquellos

resultados negativos o que confirman lo que ya se sabe”, opina (2001: 93).

Jesús Erney Torres indica que al trabajar con fuentes diversas y a veces desconocidas la

labor periodística está gravemente expuesta a la tergiversación de la verdad y por ende a

la manipulación que produce la información inadecuada de los hechos, pudiendo actuar

el periodista “de forma ignorante y con vaga inmediatez” frente a acontecimientos que

involucran a sociedades enteras. “Es entonces cuando se hace necesario, teniendo en

cuenta la responsabilidad social del periodista, hacer la recopilación lo más completa

posible de datos, fuentes y documentos que acrediten lo que está diciendo con lo que

está pasando”, recomienda (2005: 5). La reflexión cobra aún más relevancia si el tema

abordado es el de la salud. “Los medios juegan un rol importante en la educación y

promoción de la salud en los países latinoamericanos” (Alcalay y Mendoza, 2000: 12)

Estas autoras consideran que los medios pueden influenciar el conocimiento, las

creencias, valores y comportamientos respecto al tema, principalmente al establecer

agendas de salud pública y modelos de comportamientos saludables. De este modo,

“mensajes bien diseñados y difundidos a través de los medios por diversos canales y

formatos pueden ayudar a reducir la prevalencia de comportamientos de riesgo para la

salud”. Salum de La Capital coincide en este papel capital que tienen los medios en los

temas sanitarios: “El principio general es tratar de ser didácticos a la hora de prestar este

Page 9: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

9

servicio. Hay que intentar que el diario se convierta en una herramienta para que la

gente sepa de qué se trata la enfermedad, cómo prevenirla, qué hacer en caso de

contagio”3. Juan Pablo Sarkissian, columnista de las secciones País, Economía y Mundo

de El Ciudadano, también rescata este rol de servicio que tienen los diarios. “Muchas

veces se lo desprecia, pero si uno ve que hay ciertas demandas o preguntas recurrentes

sobre determinadas cuestiones, hay que difundir el tema”, dice4.

Waisbord reconoce el creciente interés de la salud como tema periodístico, aunque

admite que los gatekeepers suelen considerarla usualmente como “información de

parrilla desligada de las noticias calientes que típicamente impulsan el vértigo diario en

las redacciones […] como las de política, deporte y entretenimiento”5. Esto se debe a la

importancia que le atribuyen los medios al formato noticioso. “Las noticias sólo son

idóneas cuando están estructuradas narrativamente. Cada noticia debe tener una

apertura, una parte central de desarrollo y una culminación”, explica Mauro Wolf (1994:

242). No es precisamente lo que ocurre con las notas de salud, las cuales por lo general

no son perecederas, es decir, quedan fuera del rápido paso del tiempo que hoy en día

rige en la producción de noticias. “La relevancia temporal de información sobre nuevos

tratamientos quirúrgicos, índices de mortalidad materna, o tendencias en consumo de

drogas no es fungible como lo es la información que se considera ‘urgente’”,

ejemplifica Waisbord.

Esta característica de las noticias de salud deriva en que las mismas habitualmente

queden limitadas a secciones especiales, bastante alejadas de la tapa, y generalmente

dispongan de un espacio poco considerable dentro del diario. Para revertir esto, quienes

trabajan el tema suelen apelar a un tradicional criterio periodístico que indica que son

noticiables los acontecimientos que constituyen y representan una infracción, una

desviación, una ruptura del habitual curso de las cosas. “Cuanto más negativas sean las

consecuencias de un acontecimiento, más probabilidades tiene de llegar a ser noticia”,

asevera Galtung-Ruge (1965: 119). En salud, para hacer noticiable el tema se apunta

más a la difusión de información sobre enfermedades que sobre salud, es decir, se

recurre más a los problemas que a las soluciones.

3 Ibídem 4 Entrevista realizada por el autor de este TFI en junio de 2010 5 “Cuando la salud es titular: Dengue, gripe A, y ciclos mediáticos-epidémicos”, Número en preparación de la revista Diálogos de la Comunicación aún no publicada, enviado especialmente para este TFI

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10

“Hay una tendencia a poner títulos atractivos que suelen ser exagerados y que no

definen adecuadamente el estado del conocimiento científico sobre determinados

problemas o malinterpretan resultados. […] En otras palabras, la información sobre

salud suele ser aquello que es atractivo como noticia, más allá de su relevancia o su

vinculación con procesos de largo plazo” (Waisbord, 2001: 92). De esto se desprende

que los medios tienden a informar aquello que ellos consideran noticia y que no

necesariamente coincide con lo significativo desde un punto de vista médico o

científico. Es por eso que las enfermedades crónicas como las habituales gripes no son

noticias por su carencia de novedad y por su permanencia en el tiempo. En cambio las

epidemias, y mucho más las pandemias, sí lo son porque encajan en estas definiciones

de lo noticiable.

Page 11: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

11

Parte II

Gripe A: pandemia de información

Desde fines de abril hasta los primeros días de agosto de 2009, la gripe A apareció en la

tapa de La Capital casi unas 50 veces con distinto grado de relevancia. De esa cifra, en

unas 30 ocasiones fue el principal titular de la jornada. “Por su impacto, porque afectó a

mucha gente, y porque era ‘la enfermedad’ del momento”6, responde la periodista de La

Capital, Laura Vilche, cuando se la consulta sobre el motivo por el cual se le brindó una

cobertura tan amplia a este tema en 2009. “Era algo nuevo y por lo tanto tenía un

aspecto que lo convertía en noticia de interés, no así la gripe normal que, si bien afectó

siempre a gran cantidad de personas en todo el mundo, como patología es más común”,

agrega Vilche, quien escribe en la sección Ciudad y habitualmente trabaja con noticias

vinculadas a la salud.

Esto es compartido por Waisbord, para quien la gripe común “es un desafío estacional

que suele tener cargas de morbilidad y mortalidad predecibles durante períodos

invernales. Rara vez es noticia debido a su ‘normalidad’ y carencia de ángulos

noticiosos”7. Sin embargo este autor reconoce una notoria diferencia de cobertura

cuando se comenzó a informar sobre la gripe A. “Desde Abril del 2009 concitó enorme

atención de la prensa a partir de la detección de casos en México y en el resto de la

región. No hay duda que la atención mediática desbordó los cauces normales. De ser un

tema técnico […] se transformó en debate público”, agrega.

Por su parte, Narciso de El Ciudadano encuentra varios motivos para explicar por qué a

la gripe A se la concibió como una noticia caliente, tal como antes se las definió a

aquellas que movilizan a una redacción. “Primero, porque en esos meses la gripe A

6 Entrevista realizada por el autor de este TFI en julio de 2010 7 Op. Cit. 5

Page 12: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

12

estuvo en el centro de la preocupación pública. Segundo porque la ciudad, el país y

otros países del mundo prácticamente se paralizaron por la expansión de la enfermedad

y la necesidad de frenar el contagio. Tercero porque esa paralización repercutió en todos

los ámbitos, de modo que era otra veta informativa que venía atada a la gripe A: era

necesario informar qué pasaba con los comercios, las escuelas, las oficinas públicas, los

lugares de esparcimiento, el trabajo en ámbitos privados, etc”, sostiene8.

“La gripe A generó una interminable sucesión de hechos noticiosos en el centro de la

atención mediática. Estadísticas que indican el ascenso rápido del número de casos,

discursos oficiales y opiniones de expertos, escenas de aeropuertos, calles y escuelas

vacías, miles de ciudadanos con barbijos, y denuncias de estigmatización encajan

perfectamente la definición de ‘qué es noticia’”9, expresa Waisbord. Estas razones y las

antes expuestas parecen ser valederas para brindarle una mayor importancia al tema de

lo que habitualmente se le otorga a las noticias referidas a la salud. Ahora bien,

¿justifican que no sólo se las considere como noticias, sino que además se las mantenga

como el principal tema de información durante casi cuatro meses?

Narciso apunta a una cuarta razón que podría ayudar a responder este interrogante.

“Desde el punto de vista de lo que se supone que le interesa al público lector, la

pandemia de gripe A reunía todos los requisitos de una noticia atractiva, porque además

de la conmoción internacional, la traumática paralización de todos los aspectos de la

vida cotidiana y el impacto económico y político, exhibía un costado catastrófico, que

para los medios masivos de comunicación es como el dulce para las moscas”10, dice sin

medias tintas. Para Waisbord, este ingrediente sirve para construir una narrativa de

riesgo, crisis, conflicto, e incertidumbre vital para la cobertura de salud y ciencia.

“De entrada algunos medios de comunicación masivos dramatizaron la situación y

después la misma se hizo ingobernable. La competencia salvaje entre los medios

provoca esto cada vez con más frecuencia. Si alguien dijo que en México la gente se

moría en las calles víctima de la gripe A, después es muy difícil volver de eso y

8 Op. Cit. 1 9 Op. Cit. 5 10 Op. Cit. 1

Page 13: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

13

mantener los niveles de rating o de venta de diarios”, considera Salum11. Tal vez por

esta razón La Capital decidió prematuramente ampliar la cobertura de este tema

anticipándose a otros medios. Concretamente ya el 28 de abril fue el título principal (ver

anexo fig. 1) al conocerse la muerte de un argentino en México con signos de la por

entonces llamada gripe porcina, mientras que en El Ciudadano el tema recién apareció

en tapa, aunque poco destacado, el 26 de mayo, cuando se registraron los primeros

casos de contagio local (ver fig. 2)

Esta diferencia temporal puede ser atribuida en parte a un distinto criterio de selección

de noticias que “no puede explicarse sólo como una elección subjetiva del periodista,

sino que hay que verla como un proceso complejo, que se desarrolla a lo largo de todo

el ciclo productivo, realizado por distintas instancias y con motivaciones que no siempre

obedecen a la necesidad de escoger qué noticias serán publicadas” (Wolf, 1994: 266).

Siguiendo a Wolf, dicha selección se realiza básicamente “por un lado en función de las

necesidades de organizar racionalmente el trabajo a fin de rutinizarlo; por otro lado no

deja de ser congruente con el conjunto de los valores/noticia, que son los que harán

posible la parte restante de selección de los acontecimientos”.

Desde un punto de vista se podría decir que la distinción radica en la diferente

consideración del criterio de proximidad (Wolf, 1994: 231), que puede ser entendido

como proximidad geográfica –regla práctica de la precedencia de noticias internas y la

disposición de las externas según su cercanía respecto al público- o cultural –

acontecimientos que pueden englobarse en la normal esfera de experiencias de

periodistas y público-. En este sentido, mientras La Capital priorizó el tema cuando un

argentino se vio afectado en una nación extranjera, El Ciudadano lo hizo más tarde

cuando habitantes residentes en Argentina sufrieron esta situación. Una explicación para

esto radica en que la gripe A se caracterizó por constituir un fenómeno que traspasó las

fronteras, superando todo límite entre países, toda artificial distinción entre regiones

urbanas y rurales. Pero además también esta enfermedad no distinguió entre condiciones

sociales.

11 Op. Cit. 1

Page 14: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

14

“Las enfermedades infecciosas como el Mal de Chagas, la fiebre amarilla, la

tuberculosis y otros padecimientos como la desnutrición, habitualmente afectan a

poblaciones rurales o que viven en situación de exclusión social”12, manifiesta

Waisbord y añade que por eso “sólo esporádicamente reciben atención de los grandes

medios, ya que no afectan a sus audiencias centrales. […] Su ubicación social-

geográfica las sitúa fuera del radar del periodismo metropolitano”. En cambio, con la

gripe A, “la sucesión y el incremento del número de casos en poblaciones urbanas

determinaron que esta enfermedad se mantuviera en el ciclo noticioso por un tiempo

prolongado”.

Esta reflexión, Vilche la ratifica en la práctica periodística rosarina. “Se daba un

crecimiento diario de afectados en la ciudad, el país y el mundo que terminó creando

una especie de psicosis colectiva, muy alimentada por los medios que sacaron tajada

informativa de ello. Pero si un tema se sostiene es porque la gente lo comenta y lo lee”,

señala13. “El pánico que generó la epidemia no dejaba mucho espacio para en el día a

día mostrar otras cosas. Se hablaba de enfermos y muertos, y eso era lo único que

importaba”, dice Silvia Lo Presti14, columnista de la sección Salud del diario La Capital.

“Había temor en la población y se tomaban medidas sanitarias concretas como no dictar

clases por un mes”, manifiesta Sonia Tessa15, Secretaria de Redacción de Rosario/12.

Psicosis, pánico, temor, en estos términos los periodistas interpretaron la realidad de

aquél entonces y en base a ello elaboraron la noticia. “La idea de ‘un mundo fuera de

control’ es típica de los ciclos ‘mediáticos-epidémicos’. Presenta una situación donde la

normalidad de la presunta estabilidad y orden es quebrada por enfermedades que

vulneran los sistemas de vigilancia y control epidemiológico”16, considera Waisbord.

No es casual entonces que se haya enfatizado en pormenorizar la información sobre la

expansión incontenible de un letal virus y sus funestas consecuencias, y en cambio haya

quedado en un lejano segundo plano una contextualización de la situación, una reflexión

del fenómeno, un llamado a la calma. “Se busca favorecer la percepción del mundo en

términos de conmoción permanente, conmoción que, se asume, dificulta la

12 Op. Cit. 5 13 Op. Cit. 6 14 Entrevista realizada por el autor de este TFI en julio de 2010 15 Entrevista realizada por el autor de este TFI en abril de 2010 16 Op. Cit. 5

Page 15: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

15

identificación, conocimiento y debate sobre los conflictos contemporáneos”, dice

Martini (1999: 56) al describir una tendencia de trabajo periodístico que considera en

crecimiento.

Rutina productiva

Wolf indica que los aparatos de información a fin de producir noticias deben cumplir,

entre otros, con tres requisitos básicos: “Hacer posible el reconocimiento de un

acontecimiento (incluidos los excepcionales) como hecho noticiable; elaborar formas de

producción de los acontecimientos que no tengan en cuenta la pretensión de cada uno de

ellos a un tratamiento idiosincrático; organizar el trabajo temporal y espacialmente de

tal manera que los acontecimientos noticiables puedan afluir y ser elaborados de forma

planificada” (Wolf, 1994: 215). Estos requisitos están relacionados entre sí.

En primer lugar se puede decir que los diarios rosarinos reconocieron con relativa

rapidez, más allá de las diferencias temporales, un acontecimiento que podría

catalogarse como excepcional en un principio. Nunca se había dado el fenómeno de la

gripe A en el mundo y hacía mucho tiempo que no se hablaba de una pandemia. Estos

elementos sumados a las consecuencias de la enfermedad, como la serie de medidas de

contención para evitar la propagación del virus, y el costado catastrófico antes

mencionado, otorgaron razones para su cobertura. Pero otro aspecto muy relevante que

se dio con exclusividad en este hecho fue que se trató de la primera pandemia con

cobertura mediática mundial. Y este no es para nada un dato menor, ya que la forma de

abordaje de los primeros periodistas mexicanos que informaron sobre la gripe A influyó

decisivamente sobre muchos de los reporteros de otros países que comenzaron a tratar el

tema con posterioridad.

Este hecho es reconocido por Salum, quien como antes se dijo, admite que “si alguien

dijo en México que la gente se moría en las calles después es muy difícil volver de eso”.

Al respecto Wolf señala que el consumo de otros medios “es una fuente importante para

los periodistas porque proporciona un mecanismo de refuerzo mediante el cual

elementos presentes en la agenda de un medio probablemente son recogidos también

por los demás medios asegurando de esta forma un general, difuso, aproximativo

Page 16: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

16

acuerdo sobre la selección de las noticias” (Wolf, 1994: 262). A esta situación el autor

la denomina socialización profesional, y advierte que esto también trae consecuencias

sobre la producción informativa, ya que sostiene una tendencia a la homogeneidad.

Los medios comienzan a percibir el acontecimiento de forma similar y por tanto a

reproducir la cobertura con algunas variantes -debido a la distinta composición interna

de cada uno de ellos-, aunque de forma más o menos parecida a grandes rasgos. Esto se

refleja en las fuentes consultadas para la elaboración de noticias sobre el tema. “Se

habló con autoridades políticas en materia de salud y con expertos en la enfermedad”17,

indica Salum cuando se le pregunta sobre las fuentes interrogadas por La Capital.

“Funcionarios del ámbito municipal y provincial de las áreas de salud”18, dice Narciso

sobre El Ciudadano respecto a la misma cuestión. Otro elemento común de la gripe A, y

que no hace más que reforzar la homogeneidad de la información que se viene

señalando, fue esta consideración de los datos vertidos por las fuentes oficiales como

materia prima fundamental para la producción periodística.

Wolf apunta que esta superrepresentación de la esfera político-institucional en la

recolección del material informativo responde fundamentalmente a la capacidad de esta

fuente de proveer información fiable, lo que se traduce en menor número de controles

necesarios para chequear la información. “Fuentes en posición de autoridad formal son

consideradas más creíbles que otras” (Wolf, 1994: 257). Otro elemento a considerar

para la preferencia de este tipo de fuentes radica en que suelen suministrar suficiente

material para la confección de las noticias, facilitando notablemente el proceso de

producción. De esta manera, nombres como el de Miguel Ángel Cappiello (ministro de

Salud de Santa Fe), Débora Ferrandini (viceministra), Julio Befani (director de

Epidemiología de la Zona Sur Provincial) y María Andrea Uboldi (directora provincial

de Promoción y Prevención de la Salud de Santa Fe), entre otros, fueron incorporados

por toda la ciudadanía al invadir las notas periodísticas de todos los soportes.

Así es como se cumple con la segunda premisa indicada previamente: “Elaborar formas

de producción de los acontecimientos que no tengan en cuenta la pretensión de cada uno

de ellos a un tratamiento idiosincrático”. Adoptando a las fuentes oficiales dependientes

17 Op. Cit. 1 18 Ibídem

Page 17: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

17

del Ministerio de Salud como proveedores de la información básica, se lograba

introducir prácticas rutinarias y estandarizadas claves para la producción periodística.

“Sin una cierta rutina de la que echar mano para hacer frente a los acontecimientos

imprevistos, las organizaciones periodísticas como empresas racionales quebrarían”

(Tuchman, 1973: 160). Por su parte, Waisbord encuentra otro motivo que facilitaba el

trabajo periodístico estandarizado y permitía a todos los medios cubrir este

acontecimiento: el bajo costo económico de la producción de las noticias vinculadas al

tema.

“No era necesario invertir en equipos de periodistas ni destinar recursos con viajes o

investigación de largo plazo. Dentro de las condiciones de precarización laboral y

escasez de recursos, esta enfermedad podía ser cubierta con inversión minima, ya sea

entrevistas a responsables médicos, publicación de estadísticas de hospitales, y

narraciones de poblaciones vecinas”19, opina. Teniendo como referencia el abordaje que

habían hecho del tema los periodistas mexicanos, y disponiendo ahora de información

oficial local al alcance de la mano, la incertidumbre en torno a cómo producir las

noticias de la gripe A en los medios locales se reducía considerablemente.

Se avanzaba así hacia el tercer elemento mencionado por Wolf, el de “organizar el

trabajo temporal y espacialmente de tal manera que los acontecimientos noticiables

puedan afluir y ser elaborados de forma planificada”. Durante esos cuatro meses que

duró la pandemia, todos los días a determinada hora de la tarde, llegaba a los medios

una gacetilla de prensa del Ministerio de Salud que daba cuenta de las novedades en

torno a la gripe A en la provincia, incluso destacando la situación particular de los

nodos más importantes como Santa Fe capital y Rosario. “En general creo que las

autoridades oficiales gestionaron muy bien la información en Rosario y la provincia”,

admite Salum20, aunque aclara que en La Capital buscaron no quedarse sólo con esos

datos. “En temas tan delicados como el de la gripe A nunca hay que darse por satisfecho

y siempre hay que buscar nuevas fuentes y nuevas aristas informativas”, agrega.

Por su parte, Narciso también destaca la necesidad de profundizar la información que

llegaba desde el Estado, aunque reconoce que en El Ciudadano estos partes

19 Op. Cit. 5 20 Op. Cit. 1

Page 18: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

18

epidemiológicos, así como los partes oficiales en general, “en la mayoría de los casos

sirven como disparador de notas o abordajes de determinados temas en el diario”21. Vale

aclarar que los partes oficiales que enviaba el Ministerio de Salud ya se encontraban

profundamente estructurados en función de la noticiabilidad. Concretamente

comenzaban informando sobre los nuevos casos de infectados y fallecidos por el virus,

lo que facilitaba aún más la tarea periodística. Tal como manifiesta Wolf, en la inmensa

mayoría de los casos este tipo de información que llega a la redacción “sólo debe ser

reestructurada de acuerdo a los valores relativos al producto, formato y medio. (…) El

periodista se limita a una función de reajuste marginal”. (Wolf, 1994: 250-251)

Esta organización de la fuente de forma tal que facilita y vuelve más rápida la

confección de la nota mediante el suministro de material semielaborado, lleva a una

excesiva confianza en este proveedor de información, por su carácter de afluente

constante y seguro de noticias. “Es cierto que a veces era más fácil producir a través de

la gripe A. ‘Ya lo tenés, y sigamos, total vende como pan caliente’”, grafica Sarkissian

y agrega que esto se da también con otros temas trascendentes. “Con el Mundial todos

hablan de fútbol, sepan o no. Esa es la onda ahora porque con eso vos enganchás. Claro

que es difícil hacer algo distinto, aún dentro del mismo tema. Con la gripe A

generalmente se hacía el camino más corto: te servía para llenar ciertas páginas que vos

tenías que tener. Todos los días nos preguntábamos ¿qué hay de nuevo sobre la gripe

A?”, indica el periodista y asegura que siempre obtenía alguna respuesta22.

Un tema con diversas aristas

Tal como se dijo oportunamente, fue la velocidad de propagación de la enfermedad lo

que concitó en un principio la atención de los medios porque esta condición se ajustaba

al requisito periodístico de publicar información cambiante de forma cotidiana. A esto

se sumó lo novedoso del asunto, la veta catastrófica requerida para los temas de salud y

el supuesto interés de la población por la pandemia. Pero el cóctel de todos estos

elementos, ya de por sí interesante, no alcanza para sostener durante tanto tiempo un

tema que pese a todo seguía perteneciendo a una sección habitualmente alejada de la

21 Ibídem 22 Op. Cit. 4

Page 19: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

19

portada de los diarios. Había que encontrarle derivaciones y estas no tardaron en

aparecer. Dice Waisbord que las declaraciones de altos funcionarios públicos y la

aparición de conflictos políticos alrededor de las epidemias son requisitos

fundamentales para modificar el curso de la noticia porque tuercen el centro de la

cobertura: de ser una cuestión de salud pasa a ser un tema político.

En este sentido, Sarkissian indica que todo tema tiene “ciertas cuestiones vinculadas con

la agenda política. Si la gripe A me sirve para pegarle al Gobierno, bienvenido sea para

algunos, porque eso justifica críticas por la pobreza, por ejemplo, y con eso sigo

vendiendo tapas”. Para graficar su reflexión, el periodista de El Ciudadano recuerda lo

duros que fueron algunos diarios cuando el por entonces flamante ministro de Salud de

la Nación, Juan Manzur, interpretó mal un dato en torno a la cantidad de infectados y

algunos periódicos hablaron de escándalo (ver fig. 3) y otros aprovecharon para

endilgarle una supuesta falta de coordinación (ver fig. 4). “El eje de la cobertura pasa a

ser puesto en temas típicamente políticos: acusaciones, cálculos estratégicos, costos,

conflictos dentro del gabinete presidencial. Estos eventos pasan a dominar la cobertura”,

sostiene Waisbord. “Es el momento cuando la jefatura editorial decide que la noticia

desborda la sección de salud y opta por trasladarla a la sección política, lugar donde

típicamente reside la noticia caliente que produce titulares y domina el ciclo

noticioso”23, agrega.

La sección política dio para múltiples temas locales vinculados con la gripe A, como las

críticas de la oposición a las medidas de contención del Gobierno provincial por ser

Santa Fe una de las provincias con más enfermos, las recomendaciones del ministro de

Salud Miguel Ángel Cappiello para postergar los viajes a Bariloche (ver fig. 5), la

negativa de las empresas de turismo a esta propuesta y la postergación de los comicios

legislativos por temor al contagio (ver fig 6), entre otros. En cuanto a esto último, no se

trató de algo menor porque obligó a reprogramar la estrategia electoral de todos los

partidos. Pero también aparecieron otras cuestiones señaladas por Narciso: “Por un

tiempo se paralizaron todos los servicios. Había pérdidas económicas y se cerraban

lugares de esparcimiento”24. De hecho, empresarios de teatros, cines y comercios en

23 Op. Cit. 5 24 Op. Cit. 1

Page 20: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

20

general comenzaron a ganar espacio en los diarios exigiendo reuniones con las

autoridades para peticionar la exención del pago de ciertos impuestos.

De este modo el tema fue pasando por distintas secciones y manteniéndose siempre

actualizado. En La Capital, además de informes de catástrofes financieras, la sección

Economía se las ingenió para presentar notas de color que exhibían las oportunidades de

ingresos que brindaba la gripe. Por ejemplo el cierre de bibliotecas permitió la

“literatura a domicilio”, consistente en el alquiler de una caja con libros de determinado

autor. La reclusión en los hogares incrementó la renta de consolas de videojuegos y

DVD, y también se hicieron notas de este tipo (ver fig. 7). Con todo el sistema

educativo paralizado, algunos chicos tenían clases vía Internet y se explicaba este

fenómeno en la sección Educación. Por su parte al cancelarse los espectáculos y cerrarse

los cines, se aprovechó el espacio que habitualmente se dedica a cubrir shows para

difundir emisiones de determinadas películas o series por TV.

Vale resaltar que notas de distintas temáticas como las mencionadas también eran

abordadas desde Ciudad, que a la postre se convirtió en la sección insignia de la gripe

A, llegando algunos días a tener casi la totalidad de sus páginas dedicadas al tema. Más

allá de esto, es para destacar la imaginación de los periodistas para analizar cada uno de

los aspectos de la vida cotidiana que se veían afectados por la enfermedad y producir

allí notas al respecto. Acerca de la circulación del tema por distintas secciones de La

Capital, Salum expresa que “estas situaciones son habituales en los diarios, sólo que a

veces no se notan porque los temas no son tan importantes como cuando se trata de una

pandemia como la gripe A”25.

“Las redacciones estáticas no sirven. El dinamismo en la redacción tiene que ver con la

naturaleza del trabajo periodístico, ya que no hay nada más dinámico que las noticias y

la información. Y los diarios deben adaptarse rápidamente a cada situación para poder

hacer coberturas respetables y útiles a quienes los leen. Esta adaptación debe responder

al único objetivo de informar más y mejor. Por un lado se tienen en cuenta criterios

periodísticos generales (cómo informar, a quién consultar, etcétera) pero también otros

que pueden ir cambiando todos los días”, manifiesta Salum y agrega: “Los temas

25 Ibídem

Page 21: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

21

muchas veces van y vienen, y esos cambios tienen que ver con muchos factores. A

veces con la noticia misma, y otras ni siquiera con eso sino con situaciones internas en

los diarios”.

De esta manera, el Prosecretario de Redacción hace referencia a lo que Mauro Wolf

denomina la rigidez del medio. Este autor la define como “el parámetro al que se

amoldan los contenidos del informativo: representa el contexto formal y textual en el

que es percibida y con el que se mide la importancia y significatividad de las noticias.

Además es el marco del formato vinculado a la aproximación de dos noticias entre sí, a

los criterios de estimación del ritmo interno del informativo y a las inferencias que

pueden extraerse del orden en el que están dispuestas las noticias” (Wolf, 1994: 280).

La rigidez sirve para racionalizar la información, estandarizarla, dotarla de cierta

previsibilidad en el desarrollo. No obstante, siguiendo a Wolf, la rigidez tiende a

desvanecer el peso de la noticiabilidad porque “constituye un elemento estratégico que

el aparato presenta como garantía de las propias opciones informativas”.

“Cada sección pelea el tema y otros caen de maduro. Cuando es internacional va a

Mundo, nacional a Información General y local a Ciudad. Si hay un aspecto político

relevante, como las elecciones, que son cubiertas en Política, va allí y si el aspecto es

meramente económico a Economía”, grafica al respecto Vilche26. Sin embargo

rápidamente aclara que “en esto se suele pecar de arbitrariedad y cada medio lo maneja

a su modo: el tema es uno, las formas de abordarlo, infinitas”. Es decir que se reconocen

diversas formas posibles de encarar el tema de acuerdo a las características que este

revista. Wolf admite la existencia de esta posibilidad: “Frente a acontecimientos

particularmente importantes, el orden de compaginación, la duración, la composición

interna del informativo pueden ser modificados” (Wolf, 1994: 280). Es por ello que dice

que la rigidez termina siendo relativa, y es en eso en lo que enfatiza Salum. “Dónde sale

la noticia en el diario no es tan importante como la calidad de la cobertura, es decir la

seriedad de la información que se suministra y la credibilidad de las fuentes que se

citan”27, considera.

26 Op. Cit. 6 27 Op. Cit. 1

Page 22: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

22

En cuanto a El Ciudadano, las variantes de sección se produjeron fundamentalmente al

comienzo del fenómeno, guiadas por criterios geográficos. “Se empezó a abordar de

acuerdo al recorrido que hizo la enfermedad. Inició en Mundo cuando los casos se

concentraban en México, Canadá y era preocupación de los países limítrofes de ambas

naciones. De a poco empezó a trabajarse también en la sección País a medida que se fue

visualizando que era inevitable la llegada del virus a la Argentina, lo cual repercutía en

preparativos en todos los ámbitos”28, menciona Narciso. Cuando el tema llegó a esta

sección comenzaron a percibirse notas de la gripe A ya no tan vinculadas a una cuestión

estrictamente de salud, sino que también aparecían otras que daban cuenta de las

derivaciones políticas de la enfermedad. Sucede que este diario trabaja mucho con

agencias y tal vez le otorga una mayor preponderancia que otros a noticias nacionales,

por lo que no resulta extraño que encabece la portada con titulares de esta sección,

aunque frecuentemente aparece el vínculo con la situación local en la bajada (ver fig. 2,

8 y 9).

De cualquier modo, con la expansión del virus el tema llegó rápidamente a la sección

Ciudad, donde “se intervino con la misma lógica”, según dice Narciso. “A medida que

se empezaron a ver casos de contagio local, ésta (por el ámbito de llegada de El

Ciudadano) cobró mayor peso”, apunta (ver fig. 10).Vale recordar lo que se dijo

anteriormente acerca de que este diario suele privilegiar la cobertura de noticias de

salud vinculadas al “funcionamiento del sistema y no tanto a enfermedades”. No

obstante ello, Narciso admite que la pandemia se cubrió, y con su continuidad en el

tiempo hubo que reordenar todo el esquema de funcionamiento. “Llegó un momento en

que ya no servía trabajar el tema por secciones que clasifican la información por

categorías geográficas (así fue históricamente la distribución de las secciones en el

diario) sino que hubo que abordarlo como unidad temática”, sostiene.

“Por supuesto que al trabajarlo de esa manera también se privilegiaban las cuestiones

locales, pero como la gripe A atravesaba la política, la economía, la ciudad y el mundo,

se decidió recurrir a ubicar en la primera parte del diario todo lo referido a la pandemia,

y colocar el resto de los temas, clasificados de acuerdo a las secciones clásicas del

diario, detrás”, agrega el Secretario de Redacción. Concretamente la gripe A en El

28 Ibídem

Page 23: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

23

Ciudadano fue cambiando de cintillo, siendo algunos de los utilizados “Alerta

sanitaria”, “Enfermedad global”, “Gripe A” y finalmente “Pandemia”, con el que se

conformó la mencionada unidad temática que aglutinó lo que sucedía con la enfermedad

en todos los ámbitos geográficos haciendo especial hincapié en las derivaciones del

tema que se podían hallar en el contexto local, una vez que el virus llegó a Rosario.

Así, se reconoce que operó al menos un cambio en la estructura del diario para poder

cubrir este evento, lo que da cuenta –tal como previamente lo menciona Salum- de que

es necesaria cierta flexibilidad en las redacciones de hoy en día para abordar ciertos

acontecimientos. De dicha característica goza otro de los diarios rosarinos: Rosario/12.

“No tenemos secciones específicas. Por nuestra misma flexibilidad nosotros ponemos

tapas muy diferentes todos los días, damos cuenta de lo más importante que pasó a nivel

local, sea cual sea el tema”, señala Sonia Tessa29, secretaria de Redacción de

Rosario/12, suplemento local del diario de tirada nacional Página/12. “A veces

priorizamos para abrir el periódico notas de Derechos Humanos, Cultura, o Deportes.

En 2009 a la gripe A le dimos gran importancia”, admite.

Tessa explica que fue Página/12 quien se hizo cargo de la cobertura de la enfermedad a

nivel internacional y nacional, y destaca que este matutino también se ocupó de realizar

notas de carácter más interpretativas sobre el tema, lo que lo diferenció de otros medios.

“Página/12 no busca tanto lo incidental, como ir a la calle a ver qué pasa con una cosa o

con otra. Es un diario poco afecto a eso”, sostiene. De esta manera, Rosario/12 sólo tuvo

que cubrir lo que sucedía con la pandemia en la ciudad, claro que sin desviarse del

criterio antes mencionado. “Nosotros somos Página/12, por lo que mantenemos esa

línea. No tomamos el tema salud como lo hacen otros diarios que generalmente lo

adoptan como agenda médica. Nosotros nos enfocamos más en política sanitaria”,

agrega.

Pero además de tener que acatar directrices del diario central, Tessa reconoce que la

cobertura de Rosario/12 de todos los temas locales se ven afectados por dos grandes

limitaciones: espacio reducido y recursos económicos acotados. “La Capital, si tiene un

tema local importante, puede definir que la sección ciudad sea más grande, por ejemplo.

29 Op. Cit. 15

Page 24: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

24

Nosotros ese margen no lo tenemos. Pase lo que pase contamos con ocho páginas, salvo

los domingos que tenemos doce”, dice. En cuanto a la capacidad de producción,

también destaca una clara diferencia respecto al decano de la prensa argentina: “No

podíamos, por ejemplo, ir a los bares para ver cómo actuaba la gente, tal como hicieron

ellos. Nosotros mostrábamos más a las autoridades sanitarias, los casos que aparecían y

los expertos. Trabajamos mucho con los partes pero buscamos enriquecerlos”.

Por falta de recursos, limitaciones de espacio, características propias del medio y

diferencia de criterio con otros diarios, el nivel de cobertura de la gripe A por parte de

Rosario/12 fue reducido en comparación con los restantes periódicos. Un repaso a las

tapas del suplemento durante el período en el que se prolongó la enfermedad revela que

el tema fue el principal titular sólo cuando se registraron acontecimientos importantes

vinculados con la pandemia (muchos contagiados o muertos en un día) o hubo

relevantes derivaciones políticas (declaraciones de altos funcionarios, cierres masivos

de establecimientos públicos, suspensiones de clases y elecciones, etc). En cambio

prácticamente no se realizaron coberturas que marcaran consecuencias económicas

(salvo alguna declaración del intendente Miguel Lifschitz), culturales, sociales,

educacionales, etc. Es decir, el eje de la cobertura estuvo puesto en la cuestión sanitaria

y política básicamente (ver figs, 11, 12, 13 y 14).

Edición y presentación de la noticia al público

Luego de la fase de búsqueda de fuentes y selección de los acontecimientos noticiables

viene la de edición y presentación al público. La misma consiste en “devolver a la

información su aspecto de espejo de lo que sucede en la realidad exterior

independientemente del aparato informativo” (Wolf, 1994: 280). Wolf manifiesta que

en las etapas precedentes se opera descontextualizando los acontecimientos de su marco

social, histórico, económico, político y cultural, por lo que se hace necesaria una última

etapa productiva que realice la operación inversa, es decir, que recontextualice los

hechos en el formato del medio.

Epstein sostiene que en los medios “el centro de la atención está puesto sobre lo que

ocurre, no sobre el por qué ocurre o sobre sus causas profundas. Esta limitación del

Page 25: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

25

tiempo disponible provoca inevitablemente la imagen de una sociedad inestable”

(Epstein, 1981: 127). A partir de esta característica los medios pueden cubrir los hechos

cotidianos periodísticamente, pero al mismo tiempo quedan obstaculizados para la

profundización y comprensión de muchos de estos acontecimientos. “La noticiabilidad

por tanto constituye un elemento de la distorsión involuntaria contenida en la cobertura

informativa de los mass media” (Wolf, 1994: 220).

“Distorsión, fragmentación, dificultad de argumentar y tratar en profundidad y

coherentemente los temas presentados, son pues características debidas por un lado a la

forma en la que se desarrolla la producción […] y por otro a los valores y a la cultura

profesional que los periodistas interiorizan y practican” (Wolf, 1994: 221-222). Si esta

realidad del trabajo periodístico resulta ya de por sí grave en el desarrollo de cualquier

tema porque atenta en parte contra la precisión y fiabilidad de lo que se publica, lo es

mucho más si de lo que se habla es de salud. Al respecto, Waisbord (2001: 92) asegura

que la información difundida en los medios sobre el tema “no siempre es completa ya

que se privilegia una lectura rápida y fácil de temas complicados para no ‘aburrir’ a los

lectores”.

“La importancia que se les da a las notas de salud radica en su criterio de noticiabilidad.

Y lo noticiable es aquello, decidido por el cuerpo de periodistas, que rompe con la

lógica establecida. De acuerdo a la agenda que uno elabora se va construyendo la

noticia, pero depende del periodista que muchas veces no tiene el tiempo necesario para

hacerla correctamente”30, explica Sarkissian. Aquí se ve cómo la cobertura de los temas

de salud, que pasa por publicar lo llamativo, sumada a la precariedad con la que trabajan

los medios locales, terminan influyendo en la nota que sale publicada, la cual de este

modo muchas veces carece de la profundidad que necesita la difusión de cualquier tema

complejo. “En cuanto a salud, a no ser que exista alguna sección específica que El

Ciudadano no tiene, los diarios tratan notas atemporales que tienen que ver a veces con

el color”, lo resume Sarkissian.

En La Capital, también se pondera por sobre todo la noticiabilidad a la hora de informar

sobre salud. “Los hallazgos y avances en materia de la atención sanitaria comenzaron a

30 Op. Cit. 4

Page 26: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

26

convertirse en noticia y no es extraño ver en las páginas de los diarios notas sobre este

tema mezcladas con la presentación de otras grandes noticias. Creo, en ese sentido, que

las coberturas de salud en muchos casos dejaron de ser ya un simple complemento para

convertirse en noticias, sobre todo en casos en los que una sociedad se enfrenta a

pandemias como la de la gripe A, el dengue y otras”31, sostiene Salum. Es comprensible

que al tratarse de un producto periodístico los diarios busquen como en todo tema

priorizar aquello que atraiga al lector, y esto generalmente pasa por lo llamativo o de

color. Ahora bien, hay que analizar detenidamente si la salud es un tema más como

cualquier otro, ya que lo que está en juego –y sobre todo en pandemias como la de la

gripe A- son vidas humanas.

Lejos de ser una cuestión zanjada, Waisbord señala que se trata de la reedición de una

antigua batalla entre los que consideran que el periodismo debe ‘educar’ y los que

piensan que tiene que ‘servir’. “En las últimas décadas el debate en el periodismo tuvo

como protagonistas dos posiciones generales: una que sostiene que la prensa debe

ofrecer ‘noticias que los lectores necesitan’, y la otra que argumenta que debe producir

‘noticias que los lectores quieren’ (…) Dada la atención volátil de los

lectores/audiencias, la enorme expansión de la oferta informativa, el interés por temas

bien cercanos a sus vidas y la apatía frente a temas que solían ocupar gran atención de la

prensa (política, noticias internacionales) las recomendaciones son diferentes. Por un

lado hay quienes sugieren que el periodismo debe decirles a los lectores/audiencia qué

es importante y a qué temas debe prestar atención; por otro lado, están quienes dicen

que hay que rendirse a los gustos de los lectores/audiencias y servir sus intereses”

(2001: 88).

Difícil es saber si fue la gente la que comenzó a interesarse en la gripe A, y de este

modo exigió la amplia cobertura de los medios, o si fueron éstos los que machacando

una y otra vez con el tema terminaron por instalarlo definitivamente entre las

prioridades informativas del público. Lo que sí es verificable, y Wolf (1994: 283) se

encarga de reafirmar, es que los medios habitualmente tienen en cuenta la imagen del

público que previamente elaboran. Los datos que de allí toman los periodistas porque

inciden más decisivamente en los procesos productivos “corresponden a la

31 Op. Cit. 1

Page 27: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

27

comprensión, a la capacidad del público de hacer frente a las dificultades de comprender

los términos utilizados: lo cual refuerza no sólo la necesidad de ser claros y simples,

sino también la imagen ‘pedagógica’ de la profesión (y por tanto una afirmación de la

utilidad social de la misma)”.

Wolf considera que la exigencia de estar al servicio del propio público se contrapone a

la de no dejarse condicionar por él, y encuentra la salida a esto en la creación de un

estereotipo que concilia dos elementos profesionales en conflicto. “La solución tiende a

ser la afirmación de que las necesidades del público son perfectamente comprendidas

por parte del periodista gracias sobre todo a su amplia experiencia, pero también a los

contactos cotidianos que le es posible mantener con un amplio abanico de personas”. Al

respecto Sarkissian manifiesta que existen “ciertas cajas de resonancia, como ser a nivel

institucional, en las que si uno ve que hay cierta demanda a algunas preguntas

recurrentes, se intuye o se llama para ver qué pasa. Se habla no sólo con el ministro de

Salud, sino también con sindicatos, médicos, profesionales y ahí se empieza a cruzar

información. Hay que responder a la ansiedad de saber, y la gripe A constituía un cóctel

novedoso que justificaba informarlo”32.

Para Wolf esto significa que “la imagen del público que posee el periodista está

explicitada e interviene siempre en el ámbito de los problemas concretos que deben ser

afrontados: por ejemplo, si hay que decidir si una noticia ha sido demasiado repetida, si

ha aparecido ya en los días anteriores, si un tema ha sido ya suficientemente cubierto,

entran en juego aserciones sobre los conocimientos que el público posee de aquel

acontecimiento o tema”. (1994: 284) Narciso reconoce que en la cobertura mediática de

la gripe A de cuatro meses de duración se tuvo en cuenta al público. “Era difícil hallar

en el resto de la agenda del diario otros temas de interés público que tuvieran ese

desarrollo o fueran más noticia, a pesar del bombardeo mediático y lo repetitivo que el

tema resultaba a medida que pasaban los días y las semanas”33, dice.

Es decir que se admitía la existencia de un bombardeo repetitivo, pero al mismo tiempo

no se encontraban temas del nivel de la relevancia que en su momento se le había dado

a la gripe A como para reemplazarlo y tal vez por eso los diarios se enfocaban más en

32 Op. Cit. 4 33 Op. Cit. 1

Page 28: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

28

las derivaciones de una problemática ya instalada en la agenda antes que en el abordaje

de nuevas cuestiones. Por ejemplo, después del pico de cobertura mediática de la gripe

A que se alcanzó a comienzos de julio, algunos diarios siguieron titulando con este tema

pese a que la cobertura era menor e incluso ya a otras cuestiones se les dedicaba más

espacio dentro del medio, aunque esto no se reflejaba tanto en la portada. “El juicio

sobre la agotada noticiabilidad de un hecho se resuelve preguntándose cuánto y cuándo

ha llegado a conocimiento del público” (1994: 284).

Sobre el cuándo, se podría decir que noticias sobre la gripe A en el lapso antes

mencionado se presentaron a diario. Sobre el cuánto, en términos de cantidad, mucho,

aunque si se habla de calidad tal vez no tanto. En su investigación titulada “La prensa,

ventana de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: mortalidad infantil, salud materna,

VIH/Sida en Colombia” (2008), María Cecilia Pardo de Castrellón adopta como

criterios para medir la calidad de la información a: emplazamiento, géneros, manejo de

fuentes, puntos de vista, contexto, enfoque y lenguaje. Por razones de tiempo, espacio y

capacidad, en este TFI sólo se tomarán algunos de ellos. En cuanto al manejo de fuentes

ya se dio cuenta de la baja cantidad y poca diversidad de fuentes apeladas. Un

comentario de Vilche puede resumirlo: “En su momento pensé que se abusaba mucho

de la información de los funcionarios de Salud de la provincia y del municipio. Hay

saturación de palabras de Cappiello, Befani y de Ferrandini, por ejemplo”34.

Sobre la contextualización, vale decir que en general los diarios rosarinos ubicaron la

noticia en tiempo y espacio, cubriendo en forma casi permanente muchos aspectos y

consecuencias de la enfermedad en diversos ámbitos, desde que ésta apareció hasta que

se retiró. No obstante, aconteció lo mencionado por Epstein: el centro de la atención se

puso en lo que ocurría y muy poco en el por qué o en sus causas profundas. En

Rosario/12 se dejó esta tarea a la edición nacional de Página/12, en El Ciudadano la

referencia a la proveniencia de la enfermedad apareció cuando el tema fue tocado a

nivel internacional, pero no ocurrió lo mismo cuando pasó a ser local. En La Capital hay

sólo dos notas que explican cabalmente qué es y por qué se produjo la enfermedad (“El

origen de la gripe estaría en una granja” y “Cóctel de varias cepas”) y ambas se

34 Op. Cit. 6

Page 29: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

29

publicaron apenas cobró difusión el tema (30/04/09) y el virus no había llegado a

Rosario, por lo que probablemente el interés del público local era menor.

Se podría decir que pasó lo expuesto por Wolf (1994: 252), quien retoma algunas ideas

de P. Schlesinger: “La producción está organizada de forma tal que su dinámica

fundamental enfatiza lo perecedero de las historias. Si una noticia se prolonga durante

varios días, se asume que el público tras un día de exposición está adecuadamente

familiarizado con el problema permitiendo que el background sea ampliamente dado

por descontado. El corolario de este punto es que existe una tendencia inherente de las

noticias a ser enmarcadas de forma discontinua y ahistórica, lo que implica una

estrangulación del contexto y por tanto una reducción de significatividad”. Los diarios

rosarinos enfatizaron sobradamente sobre las novedades, en su gran mayoría negativas,

que se producían respecto a la gripe A. En cambio la información de contexto, análisis y

reflexión sobre este tema quedó marginada. Se priorizó lo informativo sobre lo

interpretativo.

Castrellón considera que “para realizar un trabajo periodístico de calidad en salud es

importante que quien cubra estos temas se impregne totalmente del contexto humano,

clínico y social; debe compartir experiencias para no estar en la carrera contra reloj, así

se realizarán informaciones más interpretativas” (2008: 175). A juzgar por sus escritos,

Waisbord no ve que esto ocurra con frecuencia en el periodismo. “La cautela necesaria

para informar dada la complejidad de los asuntos y los debates entre los expertos chocan

con el apuro del periodismo, su apetito por ofrecer títulos inequívocos y espectaculares,

y su falta de interés en proveer información de fondo que permita contextualizar las

noticias” (2001: 92).

Wolf define al editing como la fase en la que se transforma el acontecimiento en una

historia con un principio, una parte central y un final. “Tiende a dar una representación

sintética, necesariamente breve, visualmente coherente y posiblemente significativa del

objeto de la noticia” (1994: 281). Dentro de este proceso, el highlighting actúa

seleccionando las características más destacadas de un acontecimiento “eliminando los

aspectos previstos y todo lo que no parece suficientemente importante, nuevo,

dramático”. Esto lleva a que el público reciba, decodifique y memorice determinas

fracciones de la información publicada. Por su parte, Castrellón afirma que la

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30

visualización que se da a la nota es un factor altamente influyente en la elección que

hace el lector dentro de la variedad temática presentada por el diario porque “marca la

agenda personal, dando prioridad a los temas de los que se ocupa la prensa; crea la

inquietud de pensar sobre salud en los públicos: lectores, organizaciones de salud,

Gobierno y otros medios; genera una retroalimentación de la agenda” (2008: 166).

A la hora de seleccionar para su investigación los indicadores con los cuales analizar la

visualización de las noticias de salud, Castrellón se queda con: el tamaño del titular; el

lugar en la página: mitad superior o mitad inferior; la página en la cual se ubica: par o

impar. A esta escala, ampliamente validada, añadió dos elementos más: la presencia del

sumario en el titular y el acompañamiento visual: fotos, gráficos, infogramas. En el

diario La Capital, desde el 27 de abril hasta el 3 de agosto la gripe A apareció en tapa

casi unas 50 veces, de las cuales en unas 30 ocasiones fue el título principal. Lo curioso

es que pese a la gran cantidad de portadas que se le dedicó, sólo en menos diez

ocasiones el título vino acompañado de una foto. Tal vez esto sucedió por la costumbre

que tiene este periódico de dedicarle a veces la foto de la tapa a un tema que no es el

principal –los partidos de fútbol de los equipos rosarinos suelen ocupar habitualmente

ese espacio fotográfico-, pero también puede ser por la dificultad de encontrar fotos

acordes al tema.

Era difícil poder graficar la enfermedad y las fotos de las autoridades sanitarias no dicen

mucho. Pronto se pusieron de moda las fotos de personas con barbijos, pero con el

tiempo terminaron cansando y sólo esporádicamente aparecieron en la portada. En el

interior del diario sí se combinaron las fotos antes mencionadas pero también se apeló a

otros elementos. “Recurrimos a todos los recursos posibles: infografías, entrevistas,

cables, estadísticas, estudios anteriores y comparativos, fotos, información por la web.

Todo lo posible”35, rememora Vilche. Durante el pico de casos a principios de julio, La

Capital utilizó una especie de sumario que denominó “hoja de ruta” y hacía las veces de

índice de notas de la gripe A. “El principio general es tratar de ser didácticos, de prestar

un servicio, intentar que el diario se convierta en una herramienta de difusión de temas

como la gripe A. Todo lo que sirva para ese objetivo general debe ser incorporado a la

cobertura”36, complementa Salum.

35 Ibídem 36 Op. Cit. 1

Page 31: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

31

Por su parte, en Rosario/12 “cuando empezó el tema de prevención sanitaria le dimos

una cobertura pequeña”37, cuenta Sonia Tessa y agrega que en tapa sólo figuraba un

cabezal por encima del título principal. “Cuando apareció el primer caso en Rosario le

dimos una tapa y a partir de ahí fue siendo tapa con regularidad”, aclara. Las portadas

en las que la gripe A fue el título principal fueron 12, de la cuales diez de ellas

estuvieron en fechas muy seguidas, yendo desde fines de junio a mediados julio. Las

otras dos se registraron tras el receso vacacional en agosto. Como es costumbre en

Rosario/12, siempre que fue el título principal, tuvo foto. Por último, si bien no se

cuentan con cifras precisas de El Ciudadano, se puede decir que desde mediados de

mayo hasta mediados de julio, la gripe A fue tapa unas diez veces, muy pocas de ellas

con foto.

“En general nuestro criterio fue brindar información de servicio, que era muy requerida

en esos días (por ejemplo apertura o no de comercios, oficinas, escuelas, lugares de

atención médica, centros de salud menos saturados, etc.) y difusión de medidas

preventivas”38, expresa Narciso. El Ciudadano apeló muy poco a estos recursos

paralingüísticos a la hora de abordar el tema, mientras que Rosario/12 directamente no

los usó nunca por razones editoriales. “Infografías este diario no tiene ni a nivel local ni

nacional, por lo que es un recurso menos. No es el estilo del diario. Recuerdo que más

que nada teníamos fotos, que es lo que tiene que ver con la característica de Rosario/12.

Le damos mucha importancia a la gráfica pero la estructura del diario, que es pequeña,

tampoco nos permitía hacer una gran producción. Poníamos las típicas fotos del barbijo

y de funcionarios provinciales, pero al final ya no sabíamos qué poner”39, cuenta Tessa.

“Son estos factores paralingüísticos, constituidos por elementos externos de

emplazamiento, los que posibilitan observar la mayor o menor prominencia que da un

medio a un tema específico, ya que no es suficiente con que se publique la información

si a ésta se le dedican sólo unas pocas líneas ocultas en la página más escondida del

diario”, dice Castrellón (2008: 168). Siguiendo a esta autora, se podría decir que la

importancia que le dio La Capital a la gripe A fue bastante mayor que la otorgada por El

37 Op. Cit. 15 38 Op. Cit. 1 39 Op. Cit. 15

Page 32: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

32

Ciudadano y Rosario/12. En parte esto puede haber ocurrido por los mayores recursos

de los que dispone el decano de la prensa argentina frente a la precariedad, según

cuentan sus propios periodistas, con la que se trabaja en los otros dos medios. Pero

también puede haber incidido algún otro tipo de criterio más de carácter editorial.

“El proceso de selección y conformación de la agenda informativa tiene implicaciones

serias en la sociedad, pues los hechos que quedan fuera de los medios serán invisibles

para la opinión pública, y serán excluidos del proceso de construcción de la

legitimidad”, explica Castrellón (2008: 168). Se podría agregar que aquellos hechos que

lejos de quedar fuera de los medios obtienen preponderancia excluyente, se tornan

altamente visibles para la opinión pública y quedan hiperrepresentados en el proceso de

construcción de legitimidad.

Page 33: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

33

Parte III

Pico de casos, pico de rating

“Desde la propuesta de impresionar a la sociedad, el modelo que se reitera en pantallas

y páginas informativas conserva y exacerba un estilo ya acuñado por un sector de la

prensa popular, pero propone otra visión del mundo. Los medios son la ventana al

mundo y allí lo que hay es espectáculo que está a la venta” (Martini, 1999: 29) Diario

La Capital: “Murió en México un argentino con signos de gripe porcina” (28/04),

“Gripe porcina: médicos rosarinos en cuarentena” (29/04), “Suben el nivel de alerta por

el avance de la gripe porcina” (30/04) (ver figs. 1, 15 y 16).

“Atravesado por las lógicas del mercado (…) los medios se consolidan como un

negocio altamente rentable si entretienen. La activa circulación de flujos informativos

en tiempo real convierte así a los ciudadanos en inevitables consumidores de noticias

que se sustentan en los golpes de efecto propios de las formas en que se publicita

cualquier artículo de consumo en el mercado” (Martini, 1999: 29). La Capital:

“Sospechan de gripe porcina y suspenden las clases en un jardín” (28/05), “Gripe A:

intentan contener el temor en las escuelas” (29/05), “Nuevo posible caso de gripe A en

un Jardín de Infantes” (01/06), “Confirman que tiene gripe A una nena del colegio

Stella Maris” (02/06), “Recomiendan no viajar a Bariloche por la gripe A” (04/06) (ver

figs. 17, 18, 19, 20 y 5).

“De esta manera la información se incluye en la programación global del

entretenimiento y queda pues sometida a las leyes que rigen el éxito y el fracaso en el

mercado mediático. […] La información pasa a formar parte de lo que se ha dado en

calificarse como sociedad del infoentretenimiento”. Vale aclarar que estas

características Martini las señala para describir una variante más moderna del

Page 34: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

34

sensacionalismo. Desde aquí se reconoce que esta palabra suena algo dura a la hora de

calificar el trabajo periodístico realizado por la prensa rosarina porque no todos los

elementos que la autora marca aparecen cabalmente reflejados. Pero sí es perceptible la

presencia de algunos.

Por empezar, la escritora aclara que este tipo de discurso “está dejando de ser la marca

exclusiva del periodismo de corte popular y se desplaza hacia los soportes mediáticos

que aún se proponen en su contrato de lectura como serios y/u objetivos”, (Martini,

1999: 62) tal como se lo podría catalogar al decano de la prensa argentina. Por otro lado,

ya el hecho de que se cubra tanto un evento da cuenta de que este vende, razón por la

cual hay cierta tendencia a privilegiar el entretenimiento, más allá de que el tema tenía

su importancia, por sobre otras cuestiones que también gozaban de relevancia, como ser

las elecciones legislativas que se desarrollaron en esas fechas y a las cuales se le dedicó

una cobertura bastante menor.

“La construcción de la información desde los resortes del sensacionalismo apela, quizás

más que en otros casos de discurso periodístico, a las representaciones y las supuestas

expectativas de los públicos, más que a la relación entre las agendas de la sociedad y las

agendas periodísticas en términos de debate público”, indica Martini al respecto (1999:

63). Además, la seguidilla de tapas con titulares del mismo tema –y hasta incluso del

mismo hecho particular como la situación de infectados en el Stella Maris- sugiere

aquello que Martini dice, y aquí figura previamente citado, en torno al flujo informativo

en tiempo real sustentado en golpes de efecto. Pero además, siguiendo con este caso, se

dio un hecho particular: el 1º de junio el título principal de La Capital fue “Nuevo

posible caso de gripe A en un Jardín de Infantes” (ver fig. 19). Diez días más tarde el

resultado negativo que arrojó el análisis que se le hizo a la menor sólo mereció un

pequeño recuadro en la página 3 de este diario (ver fig. 21).

Además, la sospecha del caso mereció la tapa del 1º de junio, mientras que el día

anterior la noticia sobre la gripe A “Santa Fe sin casos confirmados” se ubicó recién en

la página 12. El título “Suben el nivel de alerta por el avance de la gripe porcina” fue

tapa el 30 de abril (ver fig. 16), mientras que “Baja el nivel de contagio en México”

mereció un pequeño recuadro en el margen inferior derecho de la tapa el 2 de mayo. Tal

como se dijo antes, “cuanto más negativas sean las consecuencias de un acontecimiento,

Page 35: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

35

más probabilidades tiene de llegar a ser noticia” (Galtung-Ruge, 1965: 119).

Nuevamente vale interrogarse si esto puede ser así para todos los temas, incluidos los de

salud, teniendo en cuenta el temor que puede generar en la sociedad. “La duda científica

es contraria a la certeza periodística. Incógnitas sobre la letalidad y proceso de

expansión de la gripe A, que son comunes entre los expertos, no encajan ni en el titular

convencido y tajante ni en la búsqueda de la afirmación sucinta”40, afirma Waisbord.

Pero también aparecen otras cuestiones. Martini considera que con el sensacionalismo

“entran en crisis, al mismo tiempo, los conceptos de lo privado y lo público, en tanto se

necesita de la intromisión en la vida privada de los individuos, sean victimarios o

víctimas, para asombrar y sumar puntos de rating” (1999: 60). Sólo alcanza con repasar

las normas sociales temporarias fuertemente promovidas como la insistencia en el

incremento del uso de barbijos, el acatamiento a las medidas de distanciamiento social,

la mayor frecuencia en el lavado correcto de manos, el uso de alcohol en gel, el

estornudar y toser en la manga, entre otras, para darse cuenta que la enfermedad cambió

ciertas costumbres, y los medios se encargaron de insistir en que así fuera.

Según considera Waisbord, las acciones antes mencionadas son indicios de que la

masiva cobertura “fogoneó la sensación de riesgo”.41 Y esto no puede ser achacado sólo

a algún medio local en particular, sino que más bien se trató una situación impulsada

sobre todo por los grandes medios nacionales, tal cual lo reveló el estudio “La cobertura

de la gripe por A H1N1 en noticieros de televisión abierta”, realizado por el Comfer que

tomó como muestra los dos noticieros televisivos nocturnos de mayor audiencia,

Telenoche (Canal 13) y Telefé Noticias (Telefé).

“Se registró una utilización frecuente de titulares acompañados de palabras como

‘alerta’, ‘miedo’, ‘amenaza’, ‘colapso’, detectándose así una intención de despertar el

interés del espectador desde la dramatización del abordaje de la situación sanitaria”,

dice Alejandro Bulla (2009), participante de este trabajo, al comentar algunas de las

conclusiones alcanzadas con el estudio. Otros de los resultados arribados fueron: “Pese

a que los programas de noticias construyeron columnas y espacios dedicados a la

transmisión de información sobre salud, las recomendaciones para evitar el contagio e

40 Op. Cit. 5 41 Ibídem

Page 36: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

36

identificar los síntomas recolectaron sólo 16,8 por ciento de los mensajes totales de la

muestra. Además, se registró escasa información dirigida a los grupos de riesgo”

(2009).

Incluso las recomendaciones que se daban también eran cuestionables, tal como ocurrió

con los barbijos: después de mucho tiempo insistiendo en la conveniencia de su

utilización, se le otorgó voz a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que

admitió la inutilidad de los mismos para proteger a las personas sanas. “Según el canal o

programa que uno viera, muchas veces no se sabía si era importante o no usar barbijo, si

no era una exageración y/o el negocio de alguien la promoción del lavado continuo con

alcohol, ni hablar de los tratamientos una vez detectada la enfermedad, si tal antitérmico

sí, si tal otro no...”, agrega Bulla.

“Las decisiones de los productores periodísticos son las que generan ese magma de

opiniones e informaciones contradictorias, que desde el público receptor es percibido

como un auténtico caos”, reflexiona el director nacional de Supervisión y Evaluación

del Comfer. Waisbord encuentra más elementos contundentes para cuestionar la

cobertura. “Es altamente factible que la incansable atención mediática fuera responsable

de decisiones personales (la estigmatización de ciudadanos mexicanos cuando se

desencadenó la epidemia, la cancelación de viajes turísticos) y políticas (la prohibición

de vuelos aéreos, el reforzamiento de sistemas de vigilancia)”.

En Argentina también se dieron casos en los que el temor impulsado por los medios

incentivó la discriminación y xenofobia. Vale recordar el micro apedreado en Mendoza

para impedir la hospitalización de uno de sus ocupantes de quien se sospechaba tenía

gripe A (2009). O el aislamiento que le impuso el barrio a una familia de la ciudad

bonaerense de Azul sólo por tener síntomas de gripe y haber viajado a México. "Me

dejan las compras en la puerta de mi casa; salgo a la calle y me miran mal", había

relatado en aquel entonces el padre de la familia (2009). “El criterio que se exige al

hecho es gravedad unida a la catástrofe (individual o social). El relato sensacionalista

privatiza la información pública y podría leerse como una suerte de instalación de la

necesidad de supervivencia en un contexto marcado por la desviación”, explica Martini.

Page 37: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

37

Posibles consecuencias

Cubrir en demasía un evento y hacer especial hincapié en los terribles aspectos

negativos que trae aparejado puede generar efectos nocivos en la sociedad. “Como

consecuencia de una información espectacularizada en exceso, sensacionalista,

alarmista, o que haga entretenimiento del dolor, que de una visión alejada de la realidad,

o que lo muestre como algo trivial, bien como algo terrible e insoportable, se podría

producir, de un lado, una especie de disfunción narcotizante de la que hablaron Merton

y Lazarsfeld, una preocupación superficial o una apatía masiva que no lleva a actuar y,

de otro, un temor o una ansiedad excesivos”, indica Cristina López Mañero (1997: 132-

133).

Tomando los conceptos de López Mañero y aplicándolos al caso de la gripe A, se podría

decir que de acuerdo a lo analizado en los diarios y a lo expuesto por los periodistas

entrevistados, se dio el segundo de los casos que menciona la autora, el del temor

excesivo. “Hubo una especie de psicosis colectiva, muy alimentada por los medios que

sacaron tajada informativa de ello”42, grafica Vilche. No obstante, una lectura un poco

más profunda de los acontecimientos muestra que el exceso de difusión del tema y la

prolongación en el tiempo terminó generando algo de cansancio en la población, y como

consecuencia de ello comenzó a proliferar cierta apatía hacia algunas medidas de

prevención que en el inicio del ciclo de la pandemia eran consideradas imprescindibles.

Por ejemplo, el día del amigo se festejó igual en la ciudad pese a que las autoridades y

los medios insistieron en postergarlo y cambiar un afectuoso saludo que se le podría dar

al ser querido por otro realizado con el codo “para evitar contagios”. Frente a este

bombardeo permanente, Martini dice que “los efectos en los públicos refieren a

hartazgo y hasta apatía ante la reiteración del espectáculo cotidiano de la catástrofe y el

escándalo” (1999: 60), y cita a un prestigioso intelectual para cerrar su idea: “En tal

sentido, Aníbal Ford advierte que la cultura del infoentretenimiento puede llegar a

constituirse en ‘el certificado de defunción de la información como un servicio al

ciudadano’”.

42 Op. Cit. 6

Page 38: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

38

Pero ante esta nueva postura de la población, algunos medios reaccionaron advirtiendo

sobre el “peligroso relaje de la prevención” (ver fig. 22), admitiendo una baja en los

contagios pero hasta cierto punto criticando el retorno de la gente a bares, shoppings y

cines. Sin embargo, a esa altura la ciudadanía ya parecía haber abandonado el excesivo

temor y hacía caso omiso a estas opiniones. El tema ya había cansado, era necesario

darle un fin a la cobertura mediática y parece que esto fue percibido una semana

después de las críticas al relaje preventivo. “De a poco se retoma la actividad social”

(ver fig. 23) tituló La Capital el 17 de julio y más tarde puso en tapa, aunque en un

recuadro menor, “Prevención de gripe A redujo otras enfermedades”, cerrando el ciclo

alarmista e inaugurando otro que podría catalogarse “post-gripe A”: “Vuelta a clases

con gran asistencia” (04/08), “80% menos de consulta” (05/08), “Bajó un 90% la

circulación de gripe A en Santa Fe” (12/08), “Vuelve el turismo a Rosario tras la gripe

A” (13/08).

Prevención, reflexión y Salud

“Se asume que la información construida para impresionar dificulta o de alguna manera

obtura el debate público. El cruce entre sensaciones exacerbadas y reflexión, esto es, el

cruce entre las formas narrativas y las formas argumentativas, redunda en una

instalación defectuosa de un tema o un problema en el debate social. (…) Es justamente

el efecto de la conmoción el que dificulta el distanciamiento del objeto que posibilite la

inscripción en las agendas correspondientes y su discusión”, considera Martini (1999:

61-63). Tal vez por ello se hacía complicado que los medios se constituyeran en un

espacio de reflexión sobre la gripe A. El día a día de la enfermedad tampoco daba

demasiado tiempo para el análisis de lo que estaba aconteciendo.

Sin embargo, y más allá de las diferencias que se puede tener con la cobertura diaria que

se hizo del tema, hay que resaltar que el diario La Capital hizo algunas notas sobre la

gripe A enfocadas desde otro punto de vista, las cuales aparecieron en el suplemento

Salud. Quizás precisamente porque se presentaron en una parte del periódico alejada de

la coyuntura diaria, más espaciada en el tiempo y con características de especialización

en el tema, se logró otorgarle un enfoque muy distinto al habitual. “El objetivo es

Page 39: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

39

presentar las notas en un lenguaje claro, no científico, y siempre con una mirada

esperanzadora, sea por el descubrimiento de un tratamiento o porque los consultados así

lo transmiten”43, sostiene Silvia Lo Presti, columnista de este suplemento.

“Evitamos el título grandilocuente, que promete curas que no existen. Somos cautas a la

hora de hablar de ciertos temas, sin exagerar ni ofrecer soluciones mágicas”, agrega.

Consultada sobre el abordaje de la gripe A, Lo Presti admite que hubo distintas

opiniones entre los integrantes del suplemento. “Fue un tema de debate entre nosotros la

cobertura de la gripe A en relación con la gripe común (N de R: aproximadamente unas

3.600 personas mueren anualmente en Argentina por gripe común; la cantidad de

fallecidos en Argentina en 2009 por gripe A fue 626). Pero la realidad era que la gripe A

tenía mucha presencia en los medios y la gente estaba ávida de que se hablara del

tema”, indica. De cualquier modo, aclara que “en general las notas que sacamos en el

suplemento tratan de no correr con la urgencia de la actualidad y son más reflexivas o

donde se muestran otros puntos de vista”.

Por ejemplo, el 11 de julio apareció publicada en el suplemento Salud una nota titulada

“Cómo mejorar las defensas del organismo frente a la gripe A” (ver fig 24), en la cual se

explicaba la forma en la que esta nueva cepa afectaba el sistema inmunológico y además

brindaba una serie de recomendaciones para prevenirse del virus, como ser llevar

adelante una dieta equilibrada, descansar bien, no fumar, etc. Lo Presti afirma que “el

pánico que generó la epidemia no dejaba mucho espacio para en el día a día mostrar

otras cosas. Se hablaba de enfermos y muertos, y eso era lo único que importaba”. Pero

agrega que “cuando se aquietaron las aguas aparecieron las voces críticas y tuvieron su

espacio en el diario”, tal como sucedió con una nota de opinión del Dr. Mario

Litmanovich titulada “Cuando el alma se infecta” (ver fig. 25).

La misma constituye una fuerte crítica a la cobertura mediática de la pandemia y

advierte sobre los peligros que trae aparejado difundir el miedo en la población, por lo

que llama a la calma. Algunos de los pasajes más importantes son: “Me parece útil que

nos informen cómo manejarnos preventivamente, me parece psicótico que nos

amenacen de muerte, contando los muertos que representan una ínfima minoría

43 Op. Cit. 14

Page 40: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

40

porcentual…Me parece un gran exceso naturalizado, hecho que pertenece a la

intoxicación masiva, mucho más nefasto a mi entender que la deletérea acción de los

virus de la influenza… Hay que dejar de pensar en un mundo lleno de amenazas con el

pánico consecuente…Creo necesario tranquilizarnos sabiendo de que es gripe lo que

podría ocurrirnos, y a la vez, tomar las medidas necesarias para curarnos”.

Otra nota similar, también publicada en el suplemento en una fecha (12/07) en la que el

ciclo epidémico comenzaba a revertirse, fue la de la psicóloga Soledad Cimadoni que se

titula “Realidad y paranoia” (ver fig. 26). “Nadie quiere contagiarse de una gripe, sin

embargo el miedo que produce la gripe A es como si fuese el de una muerte próxima.

¿Por qué no podemos tener una conducta higiénica y responsable sin que tenga que

existir terror por la enfermedad?”, se interroga en un pasaje de la nota la psicóloga.

Estas publicaciones dan cuenta de que si se quería, se podía hacer algo distinto dentro

del tema de la gripe A. Sin embargo vale aclarar que estas notas constituyeron casos

aislados porque el tema prácticamente no volvió a ser abordado por el suplemento, pese

a que contaba quizás con personal más idóneo para realizar la cobertura.

“A lo largo de estos diez últimos años en el suplemento tuve la posibilidad de hacer

algunos seminarios de Periodismo Científico que fueron muy útiles. Tengo también una

formación en Fonoaudiología, ya que estudié dos años en la Facultad de Medicina, e

indudablemente esa base me sirvió para comprender algunas cuestiones”, manifiesta Lo

Presti al ser consultada sobre su formación. “Se trata de periodistas que se van

especializando a medida que pasa el tiempo”44, complementa Salum sobre el staff de

este suplemento y agrega: “En el diario La Capital tenemos un plantel muy corto pero

muy eficiente de periodistas que se ocupan del tema, que incluso han ganado en algún

caso premios nacionales e internacionales por sus coberturas. Y el suplemento de Salud

es muy valorado por la comunidad científica local y por los lectores, por su calidad y

sobre todo por su confiabilidad”.

La distinción entre un periodista genérico y uno especializado no es menor. Wolf dice al

respecto que “los periodistas genéricos, los que deben ocuparse diariamente de

acontecimientos distintos entre sí, sin por tanto poder profundizar una especialización

44 Op. Cit. 1

Page 41: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

41

concreta, desarrollan su trabajo sin conocimientos previos sobre su asignación. Carecen

tanto de un conocimiento profundo de las fuentes a las que se dirigen como del tiempo

para desarrollarlo […] Este contacto casual y episódico con las fuentes incide sobre su

forma de observar los acontecimientos, sobre la información que solicitan de las

fuentes, sobre las noticias que de ellas se extraen” (1994: 260). Y además, también

incide sobre el tipo de fuente seleccionada, ya que generalmente toman las oficiales

porque ofrecen información constituida y sistemáticamente organizada. “Las fuentes no

familiares pueden suministrar datos nuevos o contradictorios, lo que pone a dura prueba

la capacidad del cronista de generalizar y sintetizar”, añade (1994: 261).

De este modo, las interpretaciones sobre acontecimientos de salud realizadas por

periodistas genéricos terminan siendo exiguas y las coberturas sumamente homogéneas

entre los distintos medios. “Ciertos temas son imposibles de cubrir de un modo

cuidadoso y en profundidad si se piensa que las mismas fuentes oficiales típicas en

áreas tradicionales de cobertura son igualmente aplicables a temas como finanzas,

tecnología y salud. Ligado a la ampliación de áreas de cobertura, ha surgido la

necesidad de ensanchar el espectro de fuentes consultadas”, considera Waisbord (2001:

87).

En este sentido, este autor señala que hay que apuntar a “tener una perspectiva amplia

del periodismo en salud que abarque una variedad de fenómenos y desarrollos, un

periodismo que no se limite a aquello que los periodistas piensen que los

lectores/audiencias ‘deben saber’ ni a temas sugeridos por encuestas y focus groups.

Adoptar tal actitud en la cobertura de salud es importante porque no sólo contribuye al

bien público sino que además puede atraer y mantener lectores” (2001: 95). Para ello se

requiere de profesionales debidamente capacitados en el tema, algo que se complica

porque “en Rosario no hay una especialización en salud en las escuelas y facultades que

forman periodistas”, según apunta Salum.

“Por esa razón, como sucede en otras áreas del periodismo, la formación de quienes se

dedican a eso depende en gran medida del interés y la responsabilidad personal e

individual de los periodistas”, agrega el periodista de La Capital. Después de todo, de

eso se trata esta profesión. “El valor más importante del periodismo, como de toda

Page 42: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

42

escritura, es la pasión, el compromiso y la fascinación del autor por lo que está

haciendo” (Kapuscinski, 2001: 46).

Comentarios finales

Con el presente TFI se intentó dar cuenta en líneas generales de la forma en la que los

diarios rosarinos abordaron el tema de la gripe A, sin dudas, el más relevante de 2009

para los medios debido a la importancia que le otorgaron. Se esbozaron algunas razones

por las cuales los responsables de las redacciones dedicaron tanto tiempo a difundir

pormenorizadamente el avance de esta pandemia, se procuró estudiar las fuentes con las

que trabajaron, analizar los criterios de selección de noticias empleados e indagar acerca

de las formas en la que presentaron las noticias. Se trata de procesos que son aplicados a

diario en cualquier tema y sin embargo el elegido, a juzgar por el autor, no es uno más.

Diversos estudios y autores, algunos citados en este trabajo, remarcan el interés

creciente que tiene la población en consumir noticias vinculadas a la salud, y ya a esta

altura no hace falta destacar la influencia que ejercen los medios en la sociedad,

condicionando en muchas ocasiones pautas, costumbres y formas de vida de miles de

personas. Por eso, informar sobre salud debe implicar la adopción de una actitud de

seriedad, reflexión y precisión en lo que se dice. En síntesis, hace falta responsabilidad.

En algunos momentos la cobertura mediática de la gripe A pareció asemejarse al relato

bíblico del Apocalipsis. Escudados en informar “lo que la gente quiere saber”, muchos

medios aprovecharon para bombardear permanentemente con el tema, como si hubiera

sido lo único que ocurría en la Tierra por entonces.

Ante esta situación, cabía preguntare si “¿la información ha de cumplir una función en

pro del interés público, o acaso sólo es otra forma de entretener a través de una realidad

entendida como espectáculo?” (Martini, 1999: 63). Para Waisbord, “es necesario que el

periodismo sea sensible a los intereses y necesidades de los lectores pero que no sea

condescendiente ni tome como hecho sagrado sus expectativas, y que al mismo tiempo

muestre aquello que de otro modo las audiencias no sabrían, con vista a contribuir a

formar una población con más conocimiento sobre diferentes aspectos de la salud”

Page 43: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

43

(2001: 95). Puede ser que una especialización en el tema ayude en esta tarea, aunque

son pocos los periodistas que disponen de este saber.

La precariedad de los medios locales ya de por sí condiciona fuertemente la calidad de

la labor diaria del profesional de prensa, y deja muy poco margen para facilitar una

actualización de sus conocimientos, algo vital en cualquier labor de nuestros días. Pero

más allá de eso, quizás tampoco sea imprescindible tener la más amplia capacitación

para entonces sí poder informar mejor. Ryszard Kapuscinski decía que “para ser buen

periodista ante todo hay que ser buena persona” (Univisión, 2007). Tal vez eso sea lo

necesario.

Page 44: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

44

Anexo

Figura 1 Figura 2

Figura 3 Figura 4

Page 45: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

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Figura 5 Figura 6

Figura 7 Figura 8

Page 46: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

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Figura 9 Figura 10

Figura 11 Figura 12

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Figura 13 Figura 14

Figura 15 Figura 16

Page 48: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

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Figura 17 Figura 18

Figura 19 Figura 20

Page 49: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

49

Figura 21 (pequeño recuadro “Negativo”)

Figura 22

Page 50: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

50

Figura 23 Figura 24

Figura 25 Figura 26

Page 51: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

51

Entrevistas

Entrevista a Jorge Salum, secretario de Redacción de La Capital

Dentro del medio, ¿qué relevancia se le otorga a los temas de salud? Las notas

referidas a esta temática ¿están más cerca de ser consideradas noticias importantes o

de complemento del diario?

En los últimos años, diría que desde hace dos décadas para acá, los medios masivos de

comunicación comenzaron a darle una gran importancia a los temas de salud porque

entendieron que la gente los consume y entonces lo asumieron como un servicio. Los

grandes diarios, por ejemplo, crearon suplementos específicos para los temas de salud y

los canales de televisión, sobre todo los de cable, también le dedicaron mucho espacio a

la cobertura de la materia.

Paralelamente, y por la misma razón, los hallazgos y avances en materia de la atención

de la salud comenzaron a convertirse en noticia y no es extraño ver en las páginas de los

diarios notas sobre el tema mezcladas con la cobertura de otras grandes noticias. Creo,

en ese sentido, que las coberturas sobre temas vinculados a la salud en muchos casos

dejaron de ser ya un simple complemento para convertirse en noticias, sobre todo en

casos en los que una sociedad se enfrenta a pandemias como la de la gripe A, el dengue

y otras.

Y en La Capital, por ejemplo, le asignamos una importancia vital porque entendemos

que a la gente le interesa saber más sobre la salud, y no sólo cuando está ante una

amenaza concreta como la de una pandemia. Incluso los lectores muchas veces llaman a

la redacción para pedir una nota sobre tal o cual tema, y en el diario tratamos de

satisfacerlo. En las ediciones digitales de los diarios, la cobertura sobre temas de salud

muchas veces aparece incluso en el ranking de las noticias más leídas, lo cual marca una

Page 52: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

52

tendencia sobre el interés de los consumidores de ese tipo de soporte. Y el diario, claro,

le presta mucha atención a esa demanda.

¿La sección es cubierta por especialistas en el tema o por periodistas genéricos?

Son periodistas genéricos que se van especializando a medida que pasa el tiempo. Esto

pasa no sólo con los periodistas que se ocupan de temas de la salud, sino con

prácticamente todos. Pienso, por ejemplo, en un cronista de Economía. En Rosario no

hay una especialización en el tema salud en las escuelas y facultades que forman

periodistas.

Por esa razón, como sucede en otras áreas del periodismo, la formación de quienes se

dedican a eso depende en gran medida del interés y la responsabilidad personal e

individual de los periodistas. En el diario La Capital tenemos un plantel muy corto pero

muy eficiente de periodistas que se ocupan del tema, que incluso han ganado en algún

caso premios nacionales e internacionales por sus coberturas. Y el suplemento de Salud

es muy valorado por la comunidad científica local y por los lectores, por su calidad y

sobre todo por su confiabilidad.

¿Qué fuentes habituales son consultadas para la realización de notas vinculadas a

Salud? ¿Suelen ser las mismas que se consultaron durante la pandemia de gripe A?

Cuando se cubre periodísticamente una pandemia como la de la gripe A se consulta por

un lado a expertos en la enfermedad pero también a las autoridades políticas en materia

de salud, lo cual amplía necesariamente el espectro de fuentes con las que

necesariamente hay que hablar para hacer buenas coberturas y llevarle a la gente buena

información. Porque por un lado se trata de informar sobre la enfermedad en sí misma,

aspecto en el que los medios adquieren una importancia capital, y por el otro sobre lo

que las autoridades sanitarias recomiendan a la población para tratar de frenar la

pandemia.

¿Alcanzó con utilizar como fuente los partes oficiales o hizo falta indagar más al

respecto?

Page 53: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

53

En temas tan delicados como el de la gripe A nunca hay que darse por satisfecho y

siempre hay que buscar nuevas fuentes y nuevas aristas informativas. En general creo

que las autoridades oficiales gestionaron muy bien el tema en Rosario y la provincia,

pero aún así no es bueno informar exclusivamente en base a lo que ellas cuentan.

¿Por qué se le dio mucha más cobertura a esta enfermedad que a otras?, teniendo en

cuenta que la gripe común afectó siempre a una gran cantidad de personas en todo el

mundo.

Creo que ocurrió así porque de entrada algunos medios de comunicación masivos

dramatizaron la situación y después la situación se hizo ingobernable. La competencia

salvaje entre los medios provoca esto cada vez con más frecuencia. Si alguien dijo que

en México la gente se moría en las calles víctima de la gripe A, después es muy difícil

volver de eso y mantener los niveles de rating o de venta de diarios.

En el caso puntual de la gripe A, creo que los medios encontraron allí una buena veta

para vender más y captar más audiencia y por eso magnificaron la situación. Sin

embargo, creo que al final la situación se corrigió y al menos en la Argentina los medios

masivos se manejaron muy bien en la cobertura del tema. Se informó bien y esa

información le sirvió a la gente para enterarse de qué se trataba y cómo enfrentarse a la

pandemia.

¿Qué criterios se utilizaron para que a la gripe A se le dedicaran varias portadas?

Básicamente, creíamos que la gente esperaba información sobre el tema y que en esos

días no había otra materia que interesara tanto como esa.

Las notas sobre el tema comenzaron a trabajarse en la sección "Información General"

cuando la enfermedad estaba lejana y pasaron a “Ciudad” cuando se registraron casos

locales. También fueron retrabajadas por “Economía” (con informes sobre las

pérdidas económicas provocadas) y “Política” (por postergarse las elecciones).

¿Cómo afectaron estos cambios en el tipo de cobertura realizada?

Page 54: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

54

Estas situaciones son habituales en los diarios, sólo que a veces no se notan porque los

temas no son tan importantes como cuando se trata de una pandemia como la gripe A.

Los temas muchas veces van y vienen, y esos cambios tienen que ver con muchos

factores. A veces tienen que ver con la noticia misma, y otras ni siquiera con eso sino

con situaciones internas en los diarios. Pero dónde sale la noticia en el diario no es tan

importante como la calidad de la cobertura, es decir la seriedad de la información que se

suministra y la credibilidad de las fuentes que se citan.

La forma de trabajo del medio ¿fue útil para la cobertura del tema o hizo falta adoptar

criterios de trabajo distintos?, considerando el rápido avance de la enfermedad, entre

otras cuestiones.

La respuesta es parecida a la pregunta anterior. Las redacciones estáticas no sirven. Los

diarios deben adaptarse a la situación con el único objetivo de informar más y mejor. Y,

respecto a los criterios, diría que hay dos cosas superpuestas: por un lado están los

criterios periodísticos generales (cómo informar, a quién consultar, etcétera) y por el

otro los que pueden ir cambiando todos los días.

Pero el dinamismo en la redacción tiene que ver con la naturaleza del trabajo

periodístico, ya que no hay nada más dinámico que las noticias y la información. Y los

diarios deben adaptarse rápidamente a cada situación para poder hacer coberturas

respetables y útiles a quienes los leen.

¿Cómo fueron presentadas las notas al público? Teniendo en cuenta diversidad de

enfoques, puntos de vista, inclusión de fotos, infografías, etc.

El principio general es tratar de ser didácticos, de prestar un servicio, intentar que el

diario se convierta en una herramienta para saber qué es la gripe A, cómo prevenirla,

qué hacer en caso de contagio, etcétera. Todo lo que sirva para ese objetivo general

debe ser incorporado a la cobertura, desde el testimonio de los expertos hasta el relato

de casos, pasando por todo lo que hay en el medio.

Si bien es un producto comercial, el diario puede convertirse en una gran herramienta

social que ayude a la gente a saber cómo enfrentarse a determinadas situaciones. Es el

Page 55: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

55

caso de la gripe A, y es lo que tratamos de hacer en el diario La Capital. Ese es el gran

desafío.

¿Las notas sobre el tema fueron sólo informativas o también hubo otras interpretativas

y de opinión?

Fueron esencialmente informativas, pero también hubo de las otras, claro. La idea es

que, como se trata de un servicio, todo lo que sume algo a la información (la opinión de

un especialista, por ejemplo) es un plus para el lector. Y, como editor, siempre quiero

que ese plus sea generoso con el lector, cuanto más mejor.

¿Qué evaluación hace de la manera en la que el medio cubrió el hecho? ¿Y en la forma

en la que el periodismo en general lo hizo?

Estoy satisfecho con la cobertura de La Capital, aunque los editores y periodistas nunca

debemos conformarnos. He vista grandes coberturas en otros lados, por ejemplo en los

diarios españoles, y uno siempre piensa que podría haberlo hecho mejor. Es parte de la

búsqueda personal de los periodistas y del medio como tal. Por buena que sea una

cobertura, siempre podría ser mejor. Creo también que habría que revisarla con la

perspectiva que da el tiempo y ver qué se hizo bien y qué se hizo mal para mejorar en el

futuro.

Entrevista a David Narciso, secretario de Redacción de El Ciudadano

Dentro del medio, ¿qué relevancia se le otorga a los temas de salud? Las notas

referidas a esta temática ¿están más cerca de ser consideradas noticias importantes o

de complemento del diario?

El Ciudadano es un diario que por sus dimensiones no tiene una sección específica que

se ocupe de temas referidos a salud. Por un lado se abordan cuestiones referidas a salud

pública desde la sección Ciudad en todo lo que tiene que ver más con el funcionamiento

del sistema (hospitales, centros de salud, gestión política del sistema, tanto provinciales

como municipales) más que con el abordaje de enfermedades puntuales.

Page 56: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

56

Ocasionalmente se aborda algún adelanto médico o intervención específica novedosa

cuando es “noticia”.

Por otra parte se abordan, también ocasionalmente, notas referidas a avances científicos

en el área salud ya sea a nivel nacional o internacional. En estos casos la información se

trabaja a través de los reportes de cualquiera de las dos agencias de noticias contratadas

por el diario.

¿La sección es cubierta por especialistas en el tema o por periodistas genéricos?

Periodistas genéricos.

¿Qué fuentes habituales son consultadas para la realización de notas vinculadas a

Salud? ¿Suelen ser las mismas que se consultaron durante la pandemia de gripe A?

Las fuentes básicamente son las mismas. Funcionarios del ámbito municipal y

provincial de las áreas de salud. En el caso de la pandemia de gripe A esa base de

consultas se amplió a funcionarios de menor rango, referentes del sector de salud

privado.

¿Alcanzó con utilizar como fuente los partes oficiales o hizo falta indagar más al

respecto?

No. Nunca alcanza con los partes oficiales aunque en la mayoría de los casos es el

disparador de notas o abordajes de determinados temas en el diario. Pero se trata de la

base sobre la cual en la mayoría de los casos, y depende de la importancia del tema en

cuestión, se complementa y profundiza con otras fuentes de información.

¿Por qué se le dio mucha más cobertura a esta enfermedad que a otras?, teniendo en

cuenta que la gripe común afectó siempre a una gran cantidad de personas en todo el

mundo

Por varios motivos. Primero porque en esos meses estuvo en el centro de la

preocupación pública. Segundo porque la ciudad, el país y otros países del mundo

Page 57: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

57

prácticamente se paralizaron por la expansión de la enfermedad y la necesidad de frenar

el contagio. Tercero porque esa paralización repercutió en todos los ámbitos, de modo

que era otra veta informativa que venía atada a la gripe A: era necesario informar qué

pasaba con los comercios, las escuelas, las oficinas públicas, los lugares de

esparcimiento, el trabajo en ámbitos privados, etc.

Cuarto: porque desde el punto de vista de lo que se supone que le interesa al público

lector para leer, la pandemia de gripe A reunía todos los requisitos de una noticia

atractiva: conmoción internacional, traumática paralización de todos los aspectos de la

vida cotidiana, impacto económico y político y un costado catastrófico que para los

medios masivos de comunicación es como el dulce para las moscas.

¿Qué criterios se utilizaron para que a la gripe A se le dedicaran varias portadas?

En parte la respuesta está en el apartado anterior. Cabe agregar que en esas semanas

pico de la pandemia la agenda estaba monopolizada por la gripe A y sus derivaciones.

Era difícil hallar en el resto de la agenda del diario otros temas de interés público que

tuvieran ese desarrollo o fueran más noticia, a pesar del bombardeo mediático y lo

repetitivo que el tema resultaba a medida que pasaban los días y las semanas.

Las notas sobre el tema comenzaron a trabajarse en la sección "Información General"

cuanto la enfermedad estaba lejana y pasaron a “Ciudad” cuando se registraron casos

locales. También fueron retrabajadas por “Economía” (con informes sobre las

pérdidas económicas provocadas) y “Política” (por postergarse las elecciones).

¿Cómo afectaron estos cambios en el tipo de cobertura realizada?

Esto está directamente relacionado al proceso que hizo la enfermedad. Empezó

trabajándose en la sección Mundo cuando los casos se concentraban en México, Canadá

y era preocupación de los países limítrofes de ambas naciones. De a poco empezó a

trabajarse también en la sección País a medida que se fue visualizando que era

inevitable la llegada al país del virus, lo cual repercutía en preparativos en todos los

ámbitos para afrontar la llegada de la pandemia. Luego debió involucrarse también la

sección Ciudad con la misma lógica. A medida que se empezaron a ver casos de

Page 58: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

58

contagio local, ésta (por el ámbito de llegada de El Ciudadano) cobró mayor peso. Llegó

un punto en que hubo que reordenar todo el esquema de funcionamiento.

La forma de trabajo del medio ¿fue útil para la cobertura del tema o hizo falta adoptar

criterios de trabajo distintos?, considerando el rápido avance de la enfermedad, entre

otras cuestiones.

Sí, hubo que adoptar nuevos criterios. Llegó un momento en que ya no servía trabajar el

tema por secciones que clasifican la información por categorías geográficas (así fue

históricamente la distribución de las secciones en el diario) sino que hubo que abordar

como unidad temática. Por supuesto que al trabajarlo de esa manera también se

privilegiaba las cuestiones locales, pero como la gripe A atravesada la política, la

economía, la ciudad y el mundo, se decidió recurrir a ubicar en la primera parte del

diario todo lo referido a la pandemia y ubicar el resto de los temas, clasificados de

acuerdo a las secciones clásicas del diario, detrás.

¿Cómo fueron presentadas las notas al público? Teniendo en cuenta diversidad de

enfoques, puntos de vista, inclusión de fotos, infografías, etc.

En general nuestro criterio fue información de servicio, que era muy requerida en esos

días (por ejemplo apertura o no de comercios, oficinas, escuelas, lugares de atención

médica, centros de salud menos saturados, etc) y difusión de medidas preventivas.

También la de reducir lo más posible el costado alarmista o sensacionalista de la

información. Por un lado porque se trataba de un tema muy delicado de tratar a nivel

masivo, y por el otro porque no es el estilo editorial del diario.

¿Las notas sobre el tema fueron sólo informativas o también hubo otras interpretativas

y de opinión?

Hubo de las dos, pero las interpretativas o de opinión ocuparon un papel secundario.

¿Qué evaluación hace de la manera en la que el medio cubrió el hecho? ¿Y en la forma

en la que el periodismo en general lo hizo?

Page 59: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

59

En el caso de El Ciudadano hago una evaluación positiva a partir de los escasos

recursos y la situación en la que se hallaba el diario a nivel institucional. Con los

escasos medios disponibles –humanos y técnicos– se logró un nivel informativo

aceptable.

Entrevista a Sonia Tessa, secretaria de Redacción de Rosario/12

¿Qué función desempeña en Rosario/12 y desde hace cuánto tiempo?

Ahora hace dos años q estoy en este rol de secretaria de redacción en Rosario/12. Había

sido colaboradora muchos años y redactora del 90 al 96. Acá nos manejamos con un

jefe que abre la edición, define temas, hace páginas, edita, pide las notas o las conversa

con los directores. También hay otro que la cierra, hace la tapa, las páginas 2 y 3.

Generalmente Horacio Vargas está en el cierre y yo en la apertura. Los domingos estoy

a cargo de la edición.

¿Cómo es la estructura del diario?

Tenemos una gran limitación en el espacio porque siempre disponemos de las mismas

ocho páginas. La Capital, si tiene un tema local importante, puede definir que la sección

ciudad sea más grande, por ejemplo. Nosotros ese margen no lo tenemos, pase lo que

pase contamos con 8 páginas, salvo los domingos que tenemos 12. Otra gran limitación

es que al ser un suplemento de un diario nacional y no tener estructura de diario, no

disponemos de un periodista abocado a temas puntuales como policiales. Salvo cultura

y DDHH, no tenemos especialistas. Como somos pocos, no podemos especializarnos en

determinadas cuestiones. La dinámica del diario es que todos hacemos un poco todo.

¿Le dan importancia al tema salud? ¿Cómo fue la cobertura de la gripe A?

No tomamos el tema salud como lo toman otros diarios, nosotros nos enfocamos más en

política sanitaria, no hacemos tomas médicas, no tomamos al tema como agenda

médica. A la gripe A le dimos bastante importancia dedicándole varias tapas. Por

nuestra misma flexibilidad nosotros ponemos tapas muy diferentes todos los días,

Page 60: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

60

damos cuenta de lo más importante que pasó a nivel local, sea cual sea el tema y la

gripe A era importante. Cuando empezó el tema de prevención sanitaria le dimos una

cobertura pequeña, cuando apareció el primer caso en Rosario le dimos una tapa y a

partir de ahí fue siendo tapa con regularidad.

Especialmente recuerdo el tema elecciones, que coincidieron con los dos primeros

muertos por gripe A. Nosotros teníamos hecho todo un especial por las elecciones, pero

a la vez tuvimos que agregar un cabezal de tapa arriba, donde aparecen títulos que

también son importantes, con la información de la gripe A. Más allá de este caso, la

cobertura fue informar todos los días lo más relevante del tema básicamente. Por la

capacidad de producción nuestra no podíamos por ejemplo ir a los bares para ver cómo

actuaba la gente, tal como hizo La Capital. Nosotros mostrábamos más a las autoridades

sanitarias, los casos que aparecían y los expertos.

¿Su materia prima fueron los partes epidemiológicos enviados por la Provincia?

Trabajamos mucho con los partes pero los enriquecimos con actores estatales y médicos

expertos. Cuando apareció un caso en una escuela, ahí sí los actores fueron las

autoridades educativas de esa institución, pero por ejemplo no nos ocupamos tanto de

cómo cambiaron las costumbres por la gripe A como sí lo hicieron otros medios. Tal

vez esto se dio por distintos perfiles, Página/12 a nivel nacional no busca tanto lo

incidental, como ir a la calle a ver qué pasa con una cosa o con otra. Es un diario poco

afecto a eso. Nosotros somos Página/12, por lo que mantenemos esa línea. Cuando se

trató el tema en Rosario/12 ocupó la sección Rosario, porque además no tenemos

muchas más (Deportes y Cultura). No tenemos ni siquiera Política o Economía.

A casi un año del hecho, ¿crees qué fue exagerada la cobertura que le brindaron los

medios al tema?

En la edición nacional salió una nota que se llamaba: “Un virus es un virus, es un

virus…”, en donde una médica llamaba a no restarle importancia al tema porque decía

que los virus son mutantes. Sin dudas no fue un escenario catastrófico de miles de

muertos pero creo que no fue exagerada la cobertura porque el tema generaba temor en

la población y había medidas sanitarias concretas como no dictar clases por un mes.

Page 61: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

61

Creo que no estuvo sobredimensionada la cobertura, desde nuestro diario al menos, no

se hizo sensacionalismo. De los otros diarios no recuerdo porque uno presta mucha más

atención a aquello en lo que participa, pero las voces de alerta salían de las autoridades

sanitarias provinciales, hubiera sido una irresponsabilidad no prestar atención a ello.

¿Cómo acompañaron la información del tema?

Infografías este diario no tiene ni a nivel local ni nacional, por lo que es un recurso

menos. Muy eventualmente las usa para encuestas, pero son casos muy específicos. No

es el estilo del diario. Recuerdo que más que nada teníamos fotos, que es lo que tiene

que ver con la característica de Rosario/12. Le damos mucha importancia a la gráfica

pero la estructura del diario, que es pequeña, tampoco nos permitía hacer una gran

producción. Poníamos las típicas fotos del barbijo, de funcionarios provinciales, al final

ya no sabíamos qué poner. Las notas eran bien informativas porque Página/12 se

ocupaba mucho del contexto a nivel nacional como para hacer algo más interpretativo.

Entrevista a Juan Pablo Sarkissian, redactor de las secciones País, Mundo y

Economía de El Ciudadano

¿Qué importancia se le dan a los temas de salud en el medio y qué tipos de notas

trabajan sobre la temática?

A los temas de Salud se le da importancia, a veces no tanto por tener que ver

directamente con la salud sino por su criterio de noticiabilidad. Es decir, no se divide

tanto por el género sino por la importancia que decide darle el cuerpo de periodistas. Se

lee, intuye y descubre. Este espacio de debate y discusión dura hasta las 22, porque allí

las estructuras de los diarios se vuelven absolutamente verticales porque hay que definir

qué se publica y qué no. Los que deciden son los editores. A veces hay un espacio y hay

tres noticias. No se sientan todos a discutir sino que el jefe termina decidiendo.

En cuanto a salud, a no ser que exista alguna sección específica, se trata de notas

atemporales que tienen que ver a veces con el color. A veces son formas de empresas

Page 62: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

62

periodísticas de generar publicidad desde sanatorios hasta proveedores. Esto no quiere

decir que sea mentira. Pero se pone mucho el foco en lo noticiable. El año pasado fue la

gripe A, ahora la bronquitis.

¿Cuál es el criterio de noticiabilidad?

El criterio de noticiabilidad es una construcción del periodista. También depende de las

empresas, por ejemplo Clarín tergiversa la realidad a través de la ley de medios y los

presuntos hijos de Herrera de Noble. En esta disputa aparecen cosas que no tienen

sustento y para Clarín termina siendo noticiable todo aquello que le pegue al gobierno,

que ataque a su credibilidad, por ejemplo con actos de corrupción q no fueron

demostrados. No se puede caer en la suposición, eso es noticia para mí pero no para la

sociedad.

Lo noticiable dice aquello que rompe con lógica establecida y necesito tres fuentes

distintas no relacionadas entre sí que me lo confirmen. Y hay que consultar a las partes

para ver que dicen. Ejemplo, el pedido de interrogación del padre de la jueza Sarmiento.

Ya estaba pedido desde 2007, no saltó con lo de Redrado.

En la salud, en 2010 estaba previsto que haya gripe y gripe A y no hubo. Lo que hubo

fue bronquitis, eso es noticia. La angina, por ejemplo ahora da vómitos, a diferencia de

lo que pasaba antes. Hay enfermedades como la meningitis que generan ciertas alarmas

en la gente por los chicos. De acuerdo a la agenda que uno elabora, se va construyendo

la noticia, pero depende del periodista que muchas veces no tiene mucho tiempo para

hacerla. Se puede encontrar con temas muy interesantes y no siempre tienen que ver con

la tragedia.

¿Qué justificó tanta cobertura de la gripe A?

Hay 2 vertientes: se justificó cobertura de gripe A por la gran demanda. Los medios

tienen una parte de servicio, aunque se desprecia. Si uno ve que hay cierta demanda a

algunas preguntas recurrentes en cajas de resonancia como ser a nivel institucional, se

intuye o se llama. Se habla no solo con ministro de salud, sino también con sindicatos,

médicos, profesionales y ahí se empieza a cruzar info. Hay que responder a la ansiedad

Page 63: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

63

de saber. El hecho era novedoso porque cayó en medio de los viajes a Bariloche, las

empresas no sabían qué hacer, Cappiello sugiriendo que no se viaje, otros que decían

que no cambiaba mucho y era lo mismo. Hubo además una cantidad de muertos

interesantes. No veníamos de otra gripe A y era la primera vez que aparecía. Era un

coctel novedoso que justificaba informarlo.

Pero también hubo otras vertientes: primero que a veces era más fácil producir a través

de la gripe A, “ya lo tenés, y sigamos, total vende como pan caliente”. Ejemplo, ahora

todos hablan del Mundial, sepan o no. Esa es la onda ahora porque con eso vos

enganchas. Claro que es difícil hacer algo distinto, aún dentro del Mundial. Pero esto

tiene que ver también con el negocio, con generar auspiciantes. Con la gripe A era el

camino más corto: vos tenés que llenar ciertas páginas. No hay intención de las

empresas periodísticas de cuidar el producto, la calidad periodística la termina cuidando

el trabajador. Para la empresa es lo mismo vender galletitas q información.

No obstante también hay ciertas cuestiones que tienen que ver con la agenda política. Si

la gripe A me sirve para pegarle al Gobierno, bienvenido sea para algunos, porque eso

justifica críticas por la pobreza, etc. Con eso sigo vendiendo tapas. Lo bueno de esto es

aprender que no hay periodismo objetivo, es un mito, está atravesado por el sujeto la

información. Manzur interpretó mal un dato y generó un caos q sirvió para pegarle al

Gobierno porque venía de una provincia K.

¿Qué enfoque pretendieron darle al tema?

Queríamos mostrar qué pasaba con la gripe A en cada lugar. La producción nacional

nuestra eran las agencias y la referencia local. Nosotros nos preguntábamos “Qué hay de

nuevo sobre la gripe A” porque sino tenía que bajar de criterio en la tapa. Pero siempre

había cosas nuevas como medidas preventivas, reuniones de ministros, viajes, etc, más

allá de los muertos. Estaba enfocado más como una cuestión preventiva que de prensa

amarilla. En El Ciudadano se hizo un trabajo bastante racional, con criterio.

¿Qué evaluación hace de la cobertura que hizo el periodismo sobre el tema?

Page 64: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

64

Lo que pasó después en la OMS le cabe más a los grandes medios que a los nuestros

porque no tenemos grandes recursos. Disponemos de tres agencias distintas, diferentes

portales que sirvieron mucho para saber que pasaba en cada ciudad. Y también el

teléfono para enganchar a alguien. Los grandes medios tienen una capacidad mayor y

por tanto un nivel de responsabilidad mayor frente a la ciudadanía. Creo que cada tanto

los periodistas deben hacerse una autocrítica. Hay una cuestión corporativa, hay fantasía

individual en esta profesión, que uno tiene la verdad, que uno está tocado con la varita.

Si alguien dice algo, tiene que tener la capacidad para demostrarlo. Sino es preferible

una información fáctica. Uno puede poner juicio de valor pero aclarar que es opinión y

fundamentarla. ¿Dónde están los tipos que decían que Ocaña iba a destapar ollas?

¿Dónde están los que dijeron q el dólar se iba a $40? No va a pasar esta autocrítica en

tanto el medio esté convencido de lo que dice y lo justifique a rajatabla. En el

periodismo podés inducir y deducir, pero en base a datos, a información.

Entrevista a Silvia Lo Presti, redactora sección Salud del diario La Capital

¿Cuándo surgió la sección Salud y cuáles son sus características?

La sección Salud del diario surgió hace aproximadamente diez años, primero como

complementaria de información que venía desde Buenos Aires del diario La Nación.

Luego logró autonomía y se transformó en un suplemento como es actualmente. Sale

los días sábados, pero no siempre fue así. En un principio era los días miércoles.

¿Cuenta con capacitación en el periodismo de salud?

Siempre me interesaron los temas de salud. Dentro del diario trabajé en distintas

secciones, pero me atraían estos temas. Tengo también una formación en

fonoaudiología (estudié 2 años en la Facultad de Medicina) e indudablemente esa base

me sirvió para comprender algunas cuestiones. A lo largo de estos 10 años en el

suplemento también tuve la posibilidad de hacer algunos seminarios de periodismo

científico que fueron muy útiles.

Page 65: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

65

¿Cuántos periodistas están abocados a la sección y cuáles son las fuentes de

información con las que trabajan?

En este momento somos dos periodistas abocadas al tema (antes éramos tres). Además

de los temas de Salud hacemos el suplemento Mujer. En cuanto a las fuentes de

información son diversas. Internet es una de ellas, también los contactos que cada una

de nosotras tiene con las distintas fuentes. Muchas veces desde las consultoras de prensa

de Buenos Aires mandan información sobre un tema y tratamos de darle un color local,

consultando a médicos e investigadores de la ciudad.

¿Cómo se presentan las notas al público?, teniendo en cuenta que se trata de un tema

muchas veces sensible.

El objetivo es presentar las notas en un lenguaje claro, no científico, y siempre con una

mirada esperanzadora, sea por el descubrimiento de un tratamiento o porque los

consultados así lo transmiten. Evitamos el título grandilocuente, que promete curas que

no existen. Somos cautas a la hora de hablar de ciertos temas, sin exagerar ni ofrecer

soluciones mágicas.

El diario le brindó una amplia cobertura a la gripe A durante el año pasado, ¿ocurrió

lo mismo con este suplemento? ¿Por qué?

En el suplemento se hicieron algunas notas pero por tratarse de un tema del día a día y

el suplemento es semanal, lo más conveniente era la cobertura diaria en las secciones

habituales del diario. No hizo necesario modificar la sección Salud para eso.

¿Por qué se le dio mucha más cobertura en general a esta enfermedad que a otras?,

teniendo en cuenta que la gripe común afectó siempre a una gran cantidad de personas

en todo el mundo.

Respecto a la cobertura de la gripe en relación a la gripe común, ese era un tema de

debate entre nosotras, pero la realidad era que la gripe A tenía mucha presencia en los

medios y la gente estaba ávida de que se hablara del tema.

Page 66: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

66

¿Cómo fueron presentadas las notas al público? Teniendo en cuenta diversidad de

enfoques, puntos de vista, inclusión de fotos, infografías, etc.

En general las notas que sacamos en el suplemento tratan de no correr con la urgencia

de la actualidad y son notas más reflexivas o donde se muestran otros puntos de vista.

¿Las notas sobre el tema fueron sólo informativas o también hubo otras interpretativas

y de opinión?

Como te mencioné anteriormente, el pánico que generó la epidemia no dejaba mucho

espacio para en el día a día mostrar otras cosas. Se hablaba de enfermos y muertos, y

eso era lo único que importaba. Creo también que la información que venía del

ministerio de salud nacional y provincial dejaba mucho que desear al respecto, y

algunos especialistas consultados hablaban por boca de los laboratorios, con lo cual la

información estaba sesgada. Cuando se aquietaron las aguas aparecieron las voces

críticas y tuvieron su espacio en el diario.

Entrevista a Laura Vilche, redactora de Ciudad de La Capital

¿Por qué se le dio mucha más cobertura a esta enfermedad que a otras?, teniendo en

cuenta que la gripe común afectó siempre a una gran cantidad de personas en todo el

mundo

Por su impacto, afectó a mucha gente, y porque era "la enfermedad" del momento: o sea

era algo nuevo, un aspecto que la convierte en noticia de interés, no así la gripe que si

bien como vos decís afectó siempre a gran cantidad de personas en todo el mundo;

como patología es más común. De todos modos se las comparó en más de una

oportunidad: o sea, esa reflexión que apuntas, se hizo.

¿Qué criterios se utilizaron para que a la gripe A se le dedicaran varias portadas?

Creo que el crecimiento diario de afectados, en la ciudad, el país y el mundo. Hubo una

especie de psicosis colectiva, muy alimentada por los medios que sacan tajada

Page 67: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

67

informativa de ello. Y cuando el tema se sostiene, porque es comentado y leído por la

gente que consume a los medios, va a la tapa en distintas dimensiones.

Las notas sobre el tema comenzaron a trabajarse en la sección Información General

cuanto la enfermedad estaba lejana y pasaron a “Ciudad” cuando se registraron casos

locales. También fueron retrabajadas por “Economía” (con informes sobre las

pérdidas económicas provocadas) y “Política” (por postergarse las elecciones).

¿Cómo afectaron estos cambios en el tipo de cobertura realizada?

En realidad así se mueven los temas en el diario; en este y en otros. Cada sección pelea

el tema y otros caen de maduro en la sección. Si el tema es internacional va a Mundo, si

es nacional a Información General y si es local a Ciudad. Si hay un aspecto político

relevante, como las elecciones, que son cubiertas en política, va allí y si el aspecto es

meramente económico a Economía. No obstante en esto se suele pecar de arbitrariedad

y cada medio lo maneja a su modo: el tema es uno, las formas de abordarlo, infinitas.

La forma de trabajo del medio ¿fue útil para la cobertura del tema o hizo falta adoptar

criterios de trabajo distintos?, considerando el rápido avance de la enfermedad, entre

otras cuestiones.

No recuerdo que se hayan adoptado criterios especiales en este tema: se llamaba a

funcionarios, a victimas, a comerciantes (farmacéuticos), empresarios (laboratorios),

agentes de salud, a especialistas, se hicieron encuestitas en la calle. Como en todo tema.

¿Cómo fueron presentadas las notas al público? Teniendo en cuenta diversidad de

enfoques, puntos de vista, inclusión de fotos, infografías, etc.

Con todos los recursos a nuestra mano posible: infografías, entrevistas, cables,

estadísticas, estudios anteriores y comparativos, fotos, información por la web. Todo lo

posible.

¿Qué evaluación hace de la forma en la que el medio cubrió el hecho? ¿Y en la forma

en la que el periodismo en general lo hizo?

Page 68: Cobertura periodística de la gripe A en los diarios de Rosario

68

Soy muy crítica del medio para el que trabajo y los medios en general. La información

siempre se puede trabajar mejor y es manipula en muchos medios en base a intereses

políticos, económicos y sociales. De todos modos creo que el tema se trabajó bastante

bien en La Capital, digo bastante porque en su momento pensé que se abusaba mucho

de la información de los funcionarios de Salud de la provincia y del municipio (hay

saturación de palabras de Cappiello, Befani y de Ferrandini, por ejemplo). En muchos

otros medios se trato con mucho amarillismo y se cuestiono poco si esta enfermedad era

o no algo inflado por los laboratorios para su conveniencia (la venta de Tamiflu por

ejemplo).

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08/06/09: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1137055

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Página/12, 16/12/09: http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-137072-2009-12-

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Rosario/12: desde 20/04/09 hasta 15/08/09

BLOG:

PACO, Alberto, Variedad Plus, abril de 2009:

http://variedadplus.blogspot.com/2009/04/gripe-porcina-los-titulares-principales.html